GASTRONOMIA BUCARAMANGA 2019 DEFINICION DE TECNICAS SELLAR En términos culinarios, sellar quiere decir dorar un alimento rápidamente por todos sus lados para que éste conserve su jugo en el interior. Es un proceso que se realiza con la carne y con el pescado. Para sellar un alimento, necesitamos una sartén a fuego fuerte con una gota de aceite. Metemos la carne o el pescado que necesitemos y dejamos que se dore por todos sus lados. Este proceso es muy rápido, porque el alimento sigue crudo por dentro. Después, seguiremos con la receta y terminaremos de cocinarlo como corresponda ESTOFAR La técnica de estofar suele utilizarse con piezas de carne (enteras, deshuesadas o troceadas) u otros ingredientes que necesitan una cocción lenta y prolongada para que queden tiernos, generalmente sumergidos en caldo o jugos de cocción que le suman sabor, y se caracteriza porque se cocina con el recipiente tapado, evitando la evaporación y en consecuencia, conservando los propios jugos de los alimentos y de los ingredientes incorporados para la cocción Para hacer un estofado generalmente partimos de todos los ingredientes en crudo, sin rehogar, sofreír, freír o dorar. Pero es habitual que se desee como resultado de la cocción un caldo espeso, para servirlo como una salsa que acompañe al guiso, por eso se suele incorporar algún ingrediente de ligazón como puede ser la harina, el pan rallado, las patatas, etc. Otra opción es retirar la carne y reducir el líquido a través de la ebullición, seguidamente reincorporar la carne, pues el reposo permite que la carne reabsorba algo de líquido resultando más jugosa y sabrosa. Por eso siempre se dice que un estofado está mucho más rico de un día para otro. Sabremos que un estofado de carne se ha elaborado a una temperatura suave, con aumentos graduales de temperatura hasta el máximo recomendable, porque conservará un color rojizo en su interior, aunque haya estado dos horas cocinándose en una cocotte Le Creuse HERBIR O ESCALDAR Dentro de los métodos de cocción en medio acuoso o de cocción húmeda, uno de los más utilizados y antiguos es el hervido. Hervir consiste en cocer un alimento mediante la inmersión en líquido (generalmente en agua o caldo) en ebullición durante un cierto tiempo, éste dependerá de los alimentos a cocinar. Podemos hervir desde frío o desde caliente. Desde frío se introducen los alimentos a cocer en el líquido en frío y se lleva a ebullición, método utilizado generalmente para los alimentos que necesitan una cocción prolongada, mientras que desde calor, se pone a calentar el líquido y cuando alcance los 100º C (empieza a hervir), se sumergen los alimentos, así se evita una sobrecocción. Hervir tiene ventajas y desventajas, la parte positiva es que no se precisan grasas para cocinar, por lo que ofrecerá una elaboración ligera que generalmente sienta bien a toda la familia, niños y mayores o personas con problemas digestivos. Pero como gran desventaja, este método de cocción provoca la pérdida de buena parte de los nutrientes, sobre todo las vitaminas hidrosolubles y los minerales, que, por acción del calor, se quedan en el líquido en el que se ha hervido. Por eso es habitual utilizar el caldo resultante del proceso de hervir para hacer sopas, por ejemplo, El hervido también priva a los alimentos de parte de su sabor, y aunque no se puede evitar, si se limita el tiempo de cocción en el medio líquido a lo justo y necesario, se pueden disminuir las pérdidas nutritivas y del sabor. SALTEAR El salteado (en francés: sautée) es un método de cocina empleado para cocinar alimentos con una pequeña cantidad de grasa o aceite en una sartén y empleando una fuente de calor relativamente alta. Sauter significa ‘saltar’ en francés y con ello se viene a indicar el principal proceso durante el método de cocinado: mantener en movimiento. Es similar al proceso stir fry (salteado en wok) en la cocina china. En el Perú se dice «saltar», y de ello deriva el nombre de platos como el lomo saltado. Características El alimento salteado se cocina generalmente por un período relativamente corto debido a la alta temperatura que se emplea en su «bronceado», mientras que al mismo tiempo preserva su color, humedad y sabor. Esta técnica es muy común con los cortes más blandos de la carne, como el lomo y el filet mignon. La diferencia entre saltear y chamuscar es que en el primer proceso el alimento queda cocinado a fondo, mientras en el segundo el interior queda crudo. En cuanto a la grasa utilizada, generalmente se emplea aceite de oliva o mantequilla clarificada, aunque la mayoría de grasas son válidas para el proceso. La mantequilla común es menos adecuada para el salteado, ya que se quema a una menor temperatura debido a la presencia de los residuos sólidos de leche en ella ROSTISAR Cocer una pieza de carne, un ave, una pieza de caza o incluso un pescado con cierto porcentaje de grasa, exponiéndolo directamente al calor de una hoguera o en una chimenea y ensartado en un espetón, o al calor de un horno o de un asador. La pieza recibe un calor fuerte al principio de la cocción, lo cual provoca la formación de una costra externa y una tostadura. De este modo los jugos se mantienen en su interior y se concentran, y el alimento conserva todo su sabor. Es preciso no salar la pieza ni al principio ni durante la cocción, pues ello provocaría que el jugo salga. La cocción en espetón es el mejor método. Hay quien estima que los asados cocidos en un horno cerrado se ven desnaturalizados por la humedad que se desarrolla en su interior. Durante la cocción es preciso evitar la adición de agua pues, al evaporarse, ésta comunica al asado un sabor a hervido. Se puede pinchar la pieza, mecharla o rellenarla antes de asarla. Para cocer en espetón. La intensidad de calor siempre debe ser proporcional a la naturaleza de la pieza. Las carnes rojas, que contienen muchos jugos, deben recibir de entrada un fuerte golpe de calor y luego someterse a un calor sostenido. Las carnes blancas y las aves deben cocer uniformemente por fuera y por dentro. Para que se vayan dorando, las piezas asadas en espetón deben mojarse a menudo con la grasa que flota por encima del líquido de la grasera, y no con el jugo propiamente dicho. ESCALDAR Escaldar "introducir algo en agua hirviendo" es una técnica culinaria consistente en la cocción de los alimentos en agua o líquido hirviendo durante un periodo breve de tiempo (entre 10 y 30 segundos). Se diferencia del escalfado en que en este último el líquido no hierve. Suele tener el objetivo de hacer más fácil su posterior pelado (ocurre así con los tomates). En el procesado de vísceras suelen cocerse algunos alimentos con el fin de limpiarlos para el consumo humano y que queden libres de algunas de sus mucosas. A veces es una operación anterior a la depilación de ciertos animales sacrificados. El escaldado es una etapa muy empleada en las industrias alimentarias. En este caso el principal objetivo consiste en la inactivación de enzimas y se suele realizar como etapa previa a procesos de congelación. Por ejemplo, si se realizase la congelación de verduras, p.ej. guisantes, sin escaldar la enzima polifenol oxidasa produciría un pardeamiento debido su actuación consistente en la transformación de polifenoles en melaninas. El tiempo necesario para el escaldado varía entre 30 segundos y dos o tres minutos. También se da en caso de quemaduras. Se considera una quemadura por escaldadura a la que sucede al entrar en contacto con líquidos calientes. BLANQUEAR Blanquear es una cocción de corta duración en abundante agua hirviendo, va desde unos segundos a dos minutos, dependiendo del ingrediente a cocinar. Esta técnica precisa a continuación de un rápido enfriamiento en agua helada para detener la cocción del alimento. Al blanquear los vegetales, evitamos que se oscurezcan, pierdan textura, aromas y vitaminas bloqueando las enzimas interiores que se liberan al cortar o pelar los vegetales. Podemos blanquear un alimento para obtener una cocción en su punto, para prepararlo para una elaboración posterior o simplemente para desprender con mayor facilidad la piel de algunos vegetales. Con este tratamiento, se pierden entre un 10 y un 40% de los valores nutritivos, dependerá también del grado de corte que se haya empleado. Las vitaminas del grupo B y la vitamina C son las que más se pierden en el agua con la cocción y el enfriamiento. Los utensilios para blanquear son: una olla grande y un cuenco de un tamaño similar. En la olla dispondremos el agua para llevar a ebullición, y será en el momento en el que hierva a borbotones cuando introduzcamos los vegetales a blanquear, ya que, al introducirlos, reducirá algo la temperatura del agua. Este dato es importante sobre todo cuando se trata de blanquear alimentos que precisan pocos segundos de cocción, como las espinacas, por ejemplo. En el cuenco destinado a cortar la cocción de las verduras, dispondremos agua muy fría con cubitos de hielo. El agua debe estar helada para cortar el proceso de cocción de inmediato, de lo contrario, no obtendremos los resultados deseados. COCCION AL VAPOR La cocción al vapor consiste en cocinar los alimentos a través del vapor del medio líquido (agua), sin que éstos entren en contacto con él. Para ello, los ingredientes se colocan en un recipiente tipo rejilla o perforado suspendido en una cazuela, olla o similar que contiene el agua que se lleva a ebullición. Con esta técnica, los vapores que ascienden al hervir el líquido, cuecen los alimentos, de forma lenta, pero sin dilución de los nutrientes. La cocción al vapor nos proporciona una alimentación de lo más saludable, no precisa adición de elementos grasos y mantiene mucho más que otras técnicas culinarias las vitaminas y minerales de los alimentos, también conserva su aroma, su sabor y su textura, es un método de cocción en auge dado el creciente cuidado de la salud a través de la alimentación. Algo imprescindible para lograr una satisfactoria cocción al vapor es que los alimentos sean frescos, seguidamente es necesario que éstos no toquen el agua, sino que sea el vapor el que los cueza y que estén cortados de manera que todos los ingredientes precisen el mismo tiempo de cocción. De gran importancia también es utilizar el recipiente adecuado para cocinar al vapor. El recipiente más utilizado siempre ha sido la olla convencional con un cesto en forma de maya que encaje en ella. Aunque hoy en día disponemos de muchos utensilios para este método de cocción. Por ejemplo, encontramos aparatos de vapor eléctricos con termostato y con varios recipientes para colocar los alimentos por separado. El sistema de este pequeño electrodoméstico es el mismo, sólo varía la fuente de calor. Entre sus ventajas encontramos la posibilidad de programar el tiempo de cocción y poder dedicarnos a otros menesteres culinarios. Podemos decantarnos por una vaporera tradicional, teniendo en cuenta que la tapa tiene que evitar que el vapor condensado caiga sobre los alimentos. También es necesario que ésta encaje bien con el recipiente y que el cesto cuente con unas asas que permitirán retirarlo fácilmente. ESCALFAR O POCHAR El escalfado o pochado es una técnica de cocina (procedente del latín excalfacĕre, ‘calentar’) mediante la cual los alimentos se calientan en un líquido (puede incluir vinagre y ser un caldo, un consomé, leche o simplemente agua) mientras se agita lentamente, no alcanzando nunca durante el proceso el punto de ebullición (punto mijoter - 80 °C), esta es la diferencia fundamental que posee con el escaldado. El alimento a escalfar debe quedar completamente sumergido en el líquido caliente durante el proceso. Se suele referir generalmente a un huevo escalfado. Cuando hablamos de pochar cebolla, o verduras en general, nos referimos a poner la sartén a calentar con un poco de aceite, poner la cebolla y, a cocción lenta, ir removiendo para que no se dore. El resultado de esto es que se haga con su propio jugo, quede blanda y de color transparente. FREIR Freír es una técnica de cocción que consiste en sumergir el alimento en un medio graso a alta temperatura durante poco tiempo. El alimento absorbe el sabor de dicho elemento graso, y también su aporte calórico. En función del aceite que usemos para freír, cada 100 mililitros aportan entre 700 y 900 calorías. El objetivo de una buena fritura es que alimento quede crujiente por dentro y jugoso por fuera. Pero ¿qué debemos tener en cuenta para conseguirlo? El mejor aceite para freír, aceite de oliva virgen Existen vegetal que se pueden usar para freír, y cabe distinguir entre dos tipos, los aceites vírgenes (obtenidos del prensado en frío de la semilla o fruto del que se obtiene), y los refinados (que parten de un aceite virgen no apto para el consumo que pasa por diversos procesos para resultar apto). Esto es aplicable al aceite de oliva, considerado el más adecuado para las frituras. La Unión Europea ha desarrollado una normativa sobre la calidad de los aceites de oliva. Estos se dividen en cinco categorías: aceite de oliva virgen extra (el de más calidad), aceite de oliva virgen (diferenciado del extra básicamente por ser algo más ácido), aceite de oliva (aceite refinado mezclado con entre un 10 y un 20% de aceite de oliva virgen o virgen extra) y aceite de orujo de oliva. De entre todos ellos, el aceite de oliva virgen extra es el idóneo para una buena fritura, ya que soporta mejor las altas temperaturas y los alimentos lo absorben menos. Sin embargo, a medida que vamos usando el aceite, este pierde calidad. Esto se produce por las altas temperaturas a las que se somete y, porque al freír, el alimento pierde agua y esta disminuye la calidad del aceite. Sin embargo, depende del uso, podemos darle más o menos vida. Trucos de cocina para una buena fritura La temperatura del aceite. Para freír es importante que el aceite esté muy caliente, pero sin que salga humo. Cuando el aceite echa humo es que se está quemando y el frito final resulta más indigesto. ¿Por qué rebozar? Al freír, los alimentos como pollo, pescado o verduras sueltan agua y ello, no sólo degrada la calidad del aceite, sino que también hace que el alimento frito quede reseco. Por eso se aplica una cobertura que los selle y nos asegure el exterior crujiente y el interior jugoso de la fritura. Según la receta se escogerá el tipo de rebozado más adecuado. BAÑO MARIA El baño maría es un método de cocción con el que se proporciona calor indirecto a los ingredientes que se cuezan mediante esta técnica, ofreciendo una temperatura suave, uniforme y constante. El baño maría consiste en introducir un recipiente con los ingredientes a cocinar dentro de otro recipiente mayor que contiene agua, éste se lleva al fuego y es el agua el hilo conductor que dará calor indirecto al contenido del recipiente de menor tamaño, cocinándolo de forma homogénea. El método del baño maría se empezó a utilizar en la alquimia, la química y en otros campos en los que era necesario calentar probetas u otros contenedores líquidos, de forma lenta. Este método de cocción se llevó a la cocina con el mismo fin. A través del baño maría elaboramos postres tan tradicionales como el flan, el pudin o el paté, es un método ideal para calentar elaboraciones delicadas, fundir chocolate sin temor a que se queme, y es el proceso que seguimos para hacer conservas caseras, entre otras tantas aplicaciones, podéis consultarlas en el post Usos del baño maría. Podemos cocer al baño maría sobre el fuego o calor de nuestra cocina o en el horno, y para obtener buenos resultados debemos tener en cuenta algunos puntos, como no llenar en exceso el recipiente de agua, ya que cuando empiece a hervir podría salpicar y salirse. Siempre es mejor añadir agua caliente en el caso de que hiciera falta durante el proceso de cocción. Para controlar el tiempo de cocción con mayor precisión, conviene incorporar el recipiente con los ingredientes cuando el agua haya alcanzado el punto de ebullición. Si tienes que introducir tarros de cristal que puedan moverse o golpearse, puedes poner un trapo en el fondo del baño maría. BRACEAR Método de cocción lenta que se hace sobre una cantidad mínima de líquido que puede ser un poco de caldo, de vino o el propio jugo del alimento. Esta técnica requiere de un paso previo consistente en un sellado (primero se dora el alimento en aceite antes de proceder a la cocción). Se aplica principalmente a carnes (rojas o blancas) y debe realizarse en un recipiente denominado bracera con tapa hermética, en un fogón o en el horno. Cada cierto tiempo se debe proceder a bañar el alimento con sus jugos mezclados con el adobo. COCCION POELER Poeler es una técnica de cocción al horno que consta de dos fases. En la primera cocemos el alimento suavemente con alguna grasa en un recipiente destapado. El objetivo es sellar el producto (crear una capa exterior que lo proteja de la pérdida de jugos). Después aplicamos una segunda cocción con el recipiente tapado. En esta fase debemos mojar frecuentemente el alimento, para que el exterior no quede más seco que el resto. Al final de este proceso se suele subir la temperatura del horno para dorar la pieza. Después los jugos restantes se caramelizan para mojar la pieza con ellos antes de servirla. Con esta técnica los alimentos se someten a la acción indirecta del calor en un ambiente seco y las temperaturas empleadas oscilan entre los 140 y 200°C, dependiendo del tamaño de la pieza y del resultado final que queremos obtener. Para cocer, el producto principal suele disponer sobre verduras (mirepoix), hierbas aromáticas y el fondo de grasa que utilicemos. El resultado que obtenemos es de un intenso aroma y sabor. También podemos utilizar vino para potenciar los sabores. CONFITAR EN ACEITE El confitado es una técnica de cocina que consiste básicamente en una forma de cocer los alimentos sumergiéndolos en una grasa (en nuestro caso por supuesto elegimos aceite de oliva), a baja temperatura, de forma que los jugos no liposolubles quedan dentro del alimento dejándolo jugoso y tierno. Aunque hoy en día esta técnica es muy utilizada por los seguidores de las técnicas más modernas, realmente se trata de un método tradicional de cocción y también de conservación. Podemos confitar carnes, aves, pescados, verduras y hortalizas y es la grasa utilizada, en este caso el aceite de oliva, y las hierbas aromáticas lo que marcan la diferencia. Es muy usual confitar carne de cerdo, pollo, bacalao, tomates… Los pasos básicos a seguir para hacer un buen confitado son los siguientes: Preparamos el alimento y eliminamos grasas innecesarias. Elegimos las hierbas que mejor se adapten al alimento a confitar. Troceamos si es necesario (para piezas grandes). Sumergimos en aceite de oliva controlando la temperatura que no debe superar nunca los 80º El tiempo de cocinado depende del alimento que estemos cocinando. Tradicionalmente: Dejamos enfriar y envasamos en tarros de cristal cubriendo el alimento con el aceite de oliva. La sal se pone antes de servir.