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En sus propias palabras: Con su liderazgo ejercido por el ejemplo y su admirable integridad, Francisco defendió
(como médico, paciente e investigador) los sistemas de salud universales de calidad para
“Según el sentir de buena parte de la población latinoamericana, la construcción todas/os. Dedicamos esta versión gratuita de los dos volúmenes de la Antología como un
de muros absurdos e innecesarios genera un sufrimiento adicional para aquellos homenaje a su gran labor investigadora y docente en Latinoamérica, Europa y más allá.
que han decidido migrar en búsqueda de un futuro mejor y sus familiares. Basta
recordar la tradicional apertura de fronteras que caracterizó a la mayoría de los ¡Muchas gracias, amigo Francisco! ¡“Saudades para sempre”!
países latinoamericanos que abrieron las puertas a millones de migrantes
europeos que llegaron durante el siglo XIX y el XX a causa de las crisis San Sebastián y Porto Alegre, 15 de enero de 2019.
económicas, hambrunas o represión política a lo largo del continente, así como a Carlos Calderón y Denise Gastaldo
los países iberoamericanos que actualmente abren los brazos a la diáspora
venezolana.” (Mercado-Martínez, F. J. en Mercado, Gastaldo & do Prado, 2018,
p.1) Referencias:
Mercado, F. J.; Gastaldo, D. & do Prado, M.L. (2018). Colaboração Ibero-americana em
“En este contexto, y frente a una creciente sensibilidad contra los colonialismos, pesquisa qualitativa em saúde: Colaboração ou isolamento? Texto & Contexto, 27 (3): 1-2,
la colaboración en el campo de la investigación cualitativa en la región Epub Set 13; http://dx.doi.org/10.1590/0104-07072018002018editorial3
iberoamericana podría evitar prácticas del pasado en la medida que fuese capaz
de adoptar otros paradigmas, como el contra-hegemónico o poscolonial. Entre Mercado-Martínez, F.J. (2013). La colaboración en la investigación cualitativa en salud en
otras cosas, podría generar temas y proyectos de investigación utilizando Ibero-América. ¿Una utopía más? Texto & Contexto: 22(4): 875-6;
modelos dialógicos en los cuales los temas a investigar fuesen definidos a partir http://dx.doi.org/10.1590/S0104-07072013000400001 (en español:
de los intereses y prioridades de los diversos actores involucrados.” (Mercado- http://www.scielo.br/pdf/tce/v22n4/es_01.pdf
Martínez, 2013, p. 876)
16 DENISE GASTALDO, FCO. J. MERCADO Y CARLOS CALDERON ACENTOS Y MOMENTOS EN LA PRODUCCION DE UNA ANTOLOGiA 17
tilo tropical, mil y una noches, etcetera) ya no supe si estabamos allf lina Martfnez, Ana Amuchastegui, Leticia Robles e Igor Ramos.
para hacer una etnograffa del kitsch del oeste canadiense o para par Tales iniciativas habfan culminado con lapublicaci6n, bajo el sello
ticipar en una conferencia de investigaci6n cualitativa en salud de la editorial de la Universidad de Guadalajara, de varios libros en
(ICS). 1 torno a la investigaci6n cualitativa en salud 4
En la mejor tradici6n latinoamericana de optimizaci6n de recur Tales antecedentes, aunados a conversaciones con colegas lati
sos (algo que algunos se equivocan al denominarlo simplemenre noamericanos sobre el tema, me habian convencido de la urgente
como pobreza), yo compartia la habitaci6n con Jacqueline de Lima necesidad de trabajar en una obra de selecci6n e inclusi6n de traba
y Margareth Zanchetta, ambas brasilenas, doctorandas en Montreal. jos publicados en la regi6n. En ningun memento contemplaba los
lugar donde hada mi posdoctorado. Margareth, simpatica y espabi trabajos de Espana o Portugal. Experiencias previas en la medicina
lada, al final de la ceremonia de apertura me present6 a un profesor social latinoamericana me plantearon la necesidad de "rescatar" las
de Mexico que se habia sentado junto a ella. Hable con Francisco contribuciones originadas desde el rio Bravo hasta la Patagonia que,
algunas veces en los dias de la conferencia y descubrimos que ambos por motives ligados a la tradicional difusi6n academica en la regi6n,
tenfamos la idea de elaborar una recopilaci6n de la producci6n en eran practicamente desconocidas fuera de sus fronteras nacionales
lengua espafi.ola de la JCS. Yo, incluso, habfa establecido contacto o regionales. En toda la regi6n se publicaban traducciones de textos
antes con Milagros Ramasco, profesora de enfermerfa en Madrid, anglosajones sobre el tema. En forma paralela, los academicos de!
para llevar a cabo tal proyecto. Al ofr las ideas de Francisco, me di area tenfamos acceso creciente a publicaciones, sobre todo de auto
cuenta de cuanto desconoda lo que se habfa publicado en Mexico y res norteamericanos e ingleses. Pero tales acciones soslayaban la
en otros pafses de America Latina. El siguiente paso era obvio: producci6n regional sobre el tema. Unos cuantos textos se encon
unir esfuerzos y trabajar en colaboraci6n. traban aqui y a Ila; pero la visi6n era demasiado parcial y
Francisco: Mi participaci6n en la Conferencia de Edmonton, y el regionalizada. Aunado a todo ello, me rebelaba a aceptarla imagen
consecuente encuentro con Denise, Jacqueline y Margareth, era parte que se difundia en los fores internacionales acerca de la producci6n
de las iniciativas que llevaba a cabo en el Programa de lnvestigaci6n generada en America Latina sobre el tema en cuesti6n: escasa e
Cualitativa en Salud (Progics). 2 Una de ellas trataba de impulsar la intrascendente.
publicaci6n y difusi6n de materiales relativos a la JCS. Tai habia El contacto con Denise en Edmonton se convirti6, entonces, en
sido la preocupaci6n del grupo "Salud y sociedad" del cual fmme parte una alternativa que permitfa vislumbrar la concreci6n de suefios
a mediados de los noventa en el Colegio de Michoacan. 3 Preocupa largamente acariciados. La participaci6n de Milagros, desde Espa
ci6n similar habfa compartido con academicos mexicanos que ha na, me pareci6 la medida perfecta para incluir la producci6n de la
bfan acudido a los seminaries anuales de investigaci6n cualitativa penfnsula iberica. Mas adelante, y ante la imposibilidad de conti
en salud realizados en Guadalajara desde 1996. Entre otros partici nuar la colaboraci6n de Milagros, ninguna duda tuve en que ta!
pantes destacados estuvieron Ivonne Szasz, Roberto Castro, Caro- lugar debia ser ocupado por Carlos, con quien me habfa comunica
do en forma regular por varies meses via la internet.
1
Se trata de la v International Qualitative Health Research Conference Carlos: En efecto, tras un primer contacto a traves de la pagina
organizada por el IIQM (siglas en ingles de! International Institute of Qualitative web del PROGICS, la colaboraci6n y el intercambio de inquietudes y
Methodology).
1
Mayor infonnaci6n sobre este programa se puede encontrar en la pagina
electronica www.cucs.udg.mx/progics/ 'Enrre los libros publicados se encuenrran: F. J. M<!rcado (1977) Enm cl
1 Bajo la iniciaciva de Gail Mummert, coordinadora del Doccorado en Ciendas infiemo y la gloria. La experienda de la en{cnnedad crcinica en un barrio urbano; F. J.
Sodales, sc realizaron a.:cividades acadt'micas para responder a remas e incem>gan Mercado y L. Robb (comps.) (1988) lnvesrigaci/m rnaliuuiva en salud. Experiencia.1 desde
ces ligados a la invesrigad6n cualirativa en salud. Eduardo Menendez y Andrew el occidente de Mexico, y en ese momenro �e avanzaba en F. J. Mercado y T. Torres
Roth tuvieron una participad(m de,racada en dicho grupo. (comps.) (2000) Analisis c-ualiiati110 de claws en salud. Teoria, 1newdo -y praciica.
/
36 CATALINA A. DENMAN Y JESUS ARMANDO HARO TRAYECTORIA Y DESVARIOS DE LOS METODOS CUALIT ATIVOS 37
con una coma de postura frente a los problemas humanos que se tinuan vetas relevantes de discusi6n, poco se niega ya la utilidad del
investigan (aspeccos eticos e ideol6gicos). arsenal de metodos y tecnicas que se ofertan desde las perspectivas
Durante siglos, el debate entre estas dos formas de conocimienco cuantitativa y cualitativa. Esto se aprecia en el apoyo creciente con
ha sido planteado mas bien en terminos de oposici6n que de que cuentan, desde la decada de los ochenta, las estudios cualita
complementaci6n, aun cuando debido a los multiples niveles im ti vos para ser financiados por fundaciones y organ is mos
plicados en la discusi6n, no siempre se hayan distinguido estilos patrocinadores del quehacer investigativo. No obstante, sigue sien
puros de hacer investigaci6n ni se hayan identificado metodos y do un tanto diffcil negociar algunas practicas de la investigaci6n
tecnicas estrictamente cuantitativas o cualitativas. Fue hasta el si cualitativa que se relacionan con un disefio flexible de hip6tesis
glo XX, con la consolidaci6n de las disciplinas cientuicas sociales, mas bien "de trabajo" que verificables y que da cuenta mas de proce
que este debate adquiri6 proporciones significativas, perfilandose sos que de hechos duramente objetivos.
un campo de investigaci6n cuancitativa de lo social y otro de inves En campos aplicados de la investigaci6n social, coma los de la
tigaci6n cualitativa que se diferencia y se opone al primero coma salud, el media ambiente, la educaci6n y muchos mas, la integra
una forma alternativa, subordinada o privilegiada, de acceder al co ci6n de ambas perspectivas se ha dado de hecho, registrandose una
nocirniento de la realidad social. Sin embargo, la hegemonia de lo creciente formalizaci6n en el uso de tecnicas cualitativas y cuanti
cuantitativo es el producto de un largo proceso que arranca desde la tativas. Por coda esto, no faltan quienes aftrman que la disputa en
antiguedad clasica y que comienza a consolidarse de forma muy len tre las personas que trabajan con la "numererfa" y las que lo hacen
ta hasta lograr que la perspectiva cualitativa sea considerada subje con la "palabreria" esta basada mas en cocos disciplinarios y profe
tiva y falta de rigor, carente de cientificidad, mientras que la sionales que en una verdadera contradicci6n entre formas distintas
cuantitativa es progresivamente proclamada coma la unica cientf de conceptualizar y representar una realidad determinada. No obs
fica. A partir de la segunda mitad del sigloxx, en particular desde la tante, y coma veremos mas adelante, las diferencias se plantean en
decada de los ochenta, surgieron numerosas voces que intentaron diferentes niveles y no codas ellos son reconciliables pues implican
documentar la falacia de plantear una oposici6n radical entre am formas distintas de concebir el papel de la investigaci6n social, por
bas perspectivas y, ademas sefialar su reduccionismo cuando son lo tanto, no son simplemente intercambiables o alternativas. Sin
empleadas de forma exclusiva. Propusieron, en cambio, la necesi embargo, creemos que mas que referirse a una diferencia te6rica o
dad de reunir ambos estilos en la ardua tarea de explorar realidades abstracta es una cuesti6n que adquiere sentido relevante al referirse
humanas, retomando tradiciones de investigaci6n que han dado a casos concretos, debido a la complejidad de los problemas huma
cuenta de la posibilidad de su integraci6n, combinando el uso de nos sociales y al distinto grado de conocimiento que tenemos de
numeros y narrativas como partes complementarias del proceso de ellos.
estudio de lo social. Aludimos aquf tanto a tradiciones disciplina El debate se ha mostrado en particular dinamico en las principa
rias coma a escuelas te6ricas que han mezclado ambas perspectivas, les revistas de ciencias sociales y en multiples libros a nivel interna
coma la antropologia, la historiograf(a, la psicologfa y el marxismo, cional. En pa(ses de habla hispana encontramos no s6lo menciones
tambien la sociolog(a en sus aportaciones pioneras y formales. Fue esporadicas, sino artfculos y a veces ediciones enteras de metodos
hasta mediados del siglo XX cuando la estad(stica comenz6 a volver cualitativos, cuando en decadas anteriores s6lo la antropologia y
se hegem6nica en las ciencias sociales y cuando la encuesta algunos visionarios de la sociologia hadan uso de ellos aunque no
precodificada, en particular, comenz6 a ser considerada coma sin6- las mencionaran de forma explkita.
nimo de investigaci6n social. El dinarnismo de incorporar enfoques cualitativos tam.bien se ha
Si bien esta vieja discusi6n no puede darse aun par superada en reflejado en las practicas docentes. Hoy las principales programas
todos los ambitos, parece estar situada mas en el de los poderes que de posgrado de psicologia y ciencias sociales ofrecen en sus cursos de
en el de las saberes. A nivel te6rico y epistemol6gico, aunque con- metodologia de investigaci6n, ya no s6lo los metodos cuantitativos
128 EDUARDO L. MENENDEZ DE LA REFLEXI6N METODOL6GICA A LAS PM.CTICAS ... 129
limitativos e incluso negativos respecto de los problemas sobre los thropologies". En B. Pfleiderer y G. Bibeau (edits.)Anthropologies
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!NVESTIGACION CUALITATIVA (EN SALUD) EN
AMERICA LATINA. UNA APROXIMACI6N 1
1
Este trabajo es una versi6n modificada de F. J. Mercado, M. Yillasefior, A.
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lidaci6n", Revisra Uni11ersidad de Guadalajara, mlm. 17, pp. 19-30.
134 FRANCISCO J. MERCADO, ALEJANDRA LIZARDI, MARIBA VILLASENOR !l',;VESTIGACION CUALITATIVA (EN SALUD) EN AMl�R:�,\ 1..'\TINA 135
rfan sobre la estructura social, Los hechos sociales y su metodo y se cientffico experimental, asumimos que no hay una f6rmula o estilo
emplearfan para probar hip6tesis cuantitativas; Los del segundo, en
unico de hacer investigaci6n cualitativa (en salud). En primer lu
cambio, tratarfan sobre las construcciones sociales y Los significa
gar, porque reconocemos la existencia de di.versos paradigma� que
dos, y su metodo estarfa vinculado a la generaci6n de hip6tesis cua
gufan las formas como los investigador�s se ac�r�an a la realidad,
litativas. Pero al hacer referenda a las teorfas o "movimientos
tanto en terminos ontol6gicos como ep1stemologtcos y metodol6-
te6ricos" en las ciencias sociales desde mediados del siglo XX,
gicos. 2 Y de las posturas existentes sobre el particular nos adherimos
Alexander (1995) sostiene que tales teodas tienen dos "cuerpos",
a la de Denzin y Guba (2000) en donde se reconoce la coexistencia
son abstractas y trascendentales; son la busqueda atemporal de Los
de cinco paradigmas: positivismo, pospositivismo, teorfa critica,
fundamentos de la acci6n y del orden de las sociedades, pero al
constructivismo, e investigaci6n participativa, y en donde dfa a dfa
mismo tiempo siempre cobran una forma hist6rica. En este sentido,
se consolidan otras propuestas como el feminismo, los modelos de
destaca la supremada de siete teorfas en las ciencias sociales en la
estudios culturales, y los de perspectivas racial y homosexual.
actualidad: el estructural funcionalismo, la teoria del conflicto, la
En un nivel diferente, pero interrelacionado, aceptamos la exi.s
teorfa de! intercambio, el interaccioni.smo simb6lico, la fenome
tencia de multiples posturas, enfoques, marcos, perspectivas, orien
nologfa/etnometodologfa, la teorfa hermeneutica y el marxismo/
taciones, corrientes o movimientos te6ricos (conceptos empleados
teorfa crftica. Atkinson (1988) difiere de esta y otras concepciones
como sin6nimos), los cuales no son privativos de determinada cien
cuando propane la existencia de siete "aproxi.maciones" en la in
cia o disciplina. En este sentido, desde distintas disciplinas se puede
vestioaci6n
o cualitativa: el interaccionismo simb6lico, la antropo-
adscribir a un mismo paradigma, pero con posibilidades de adoptar
logia, la sociolingi.Hstica, la etnometodologfa, la evaluaci6n
posturas o teorfas diferentes. Asf, concordamos con aquellos auto
iluminativa, la etnograffa neomarxista y la investigaci6n feminisra. _
res que aluden a la existencia de multiples posturas o cornentes
Comparense las dos posiciones anteriores con la de Giddens y Tur
te6ricas al interior de un paradigma.
ner ( 1991) cuando aluden a las tradiciones te6ricas en las ciencias
En el campo de la !CS, la mayor parte de la producci6n inter
sociales durante las decadas de los sesenta y setenta. Entre ellas
nacional se adscribe hoy dia a los paradigmas pospositivista,
destacan ocho principales: la fenomenologfa, la hermeneutica, la
construccionista y a la teorfa critica. Y entre a las corrientes
teorfa crfrica, el interaccionismo simb6lico, el postestructuralismo,
te6ricas mas empleadas, destacan el interaccionismo simb6lico,
la etnometodologfa, la teorfa de la praxis y el funcionalismo
la fenomenologfa, el construccionismo social y, en menor grado, la
estructuralista.
teorfa social crftica. Tai panorama, sin embargo, dista de seguir el
Ante ta! multiplicidad de denominaciones y clasificaciones de los
mismo patr6n ante determinados temas o escuelas.
paradigmas, orientaciones y posturas te6ricas, autores como Wolcott
Con una producci6n todavfa bastante limitada, la investigaci6n
(1992) se manifiestan contrarios a la utilizaci6n de tales terminos.
cualitativa en salud en America Latina difiere en cierta medida de
Entre otros argumentos, sostiene que tal discusi6n ha servido mas
la desarrollada en los pafses centrales. Ello en tanto que los
para aumentar la confusion entre los academicos que para aclarar el
paradigmas mas empleados en la region son el positivista y el mar
problema. Yen contra de su postura inicial, pero al verse obligado
xista/teorfa crftica. En cambio, los enfoques te6ricos mas utilizados
a definir su posici6n te6rica o conceptual sobre el particular, acepta la
existencia de ciertos "marcos te6ricos", pero entendidos mas como 2 Valles(l 997) sostiene que el tfamino perspectiva puede determinarse tam
caracterfsticas topograficas en un mapa, las cuales tiene como fun bien como paradigma de rango inferior o "miniparadigma". Y ademas de reconocer la
existencia de versiones de dos, tres y cuatro paradigmas, retoma la propuesta de
ci6n ubicar, sobre todo, a los investigadores j6venes. Patton, quien refiere la existencia de diez perspectivas en la investigaci6n cualita
Con base en lo expuesto hasta aquf, y en contra de la insistencia tiva: etnograffa, fenomenologia, heurfstica, etnometodologfa, interaccionismo sim
reiterada en el campo de la salud de la preeminencia del metodo b6lko, psicologfa ecol6gica, teorfa de sistemas, teoria del caos, hermeneutica y
perspectivas con "orientaci6n" (marxista, feminista, freudiana).
t
160 MANUEL AMEZCUA Y ANTONIA CARRICONDO
INVESTIGACION CUALITATIVA EN ESPANA 161
cuidadores a desarrollar habitos de vida para que pudieran combi utilizaron el cuestionario autoadmiistrado
n
y el grupo focal, respec
nar el cuidado al familiar enfermo con el propio autocuidado, y tivamente, para conocer de los directivos y de los profesionales de
Carranque y cols. (1991) utilizaron las reuniones peri6dicas para atenci6n primaria sus opiniones sobre los sistemas de motivaci6n e
contrastar opiniones en tres zonas de atenci6n primaria sobre la incentivos implantados.
problematica social del paciente ostornizado adulco. 0 bien para En otras ocasiones la combinaci6n de tecnicas responden a inte
fomentar la autoayuda a traves de grupos de apoyo social dirigidos a reses metodol6gicos, utilizandose unas u otras para triangular o com
diabeticos j6venes (Perles y G6mez 1998), y a quienes asisten a en pletar perspectivas en un mismo problema de investigaci6n:
fermos agonizantes (Garcfa 1998). Asf como para realizar abordajes Restrepo y cols. (1997) realizaron un estudio sobre el aprendizaje
terapeuticos, como en el caso de ancianos portadores de patologfa basado en problemas en la formaci6n de profesionales de la salud
depresiva cr6nica (Marzotto 1996), pacientes hipertensos en una mediante la utilizaci6n de disefios de intervenci6n, bien cuasi-ex
consulta de enfermerfa (Monroy y Velasco 1992), o ingresados en perimental o pretest-postest, pero a la vez utilizaron los diarios de
una unidad de psiquiatrfa de agudos con diagn6stico de esquizofrenia, campo de los estudiantes y docentes para construir categorfas con
consumo de t6xicos asociado y con graves diJicultades de relaci6n ceptuales y analizarlas; Campo y cols. (1999) alternaron tecnicas
interpersonal (Atienza y Tort 1995). cualitativas y cuantitativas para desarrollar estrategias de im
plantaci6n de servicios de cuidados enfermeros, medir resulcados y
Combinaci6n de metodos cosces, y conocer la opinion de los profesionales y los ciudadanos;
Baquero y cols. (1999) hacen lo rnismo para analizar la producci6n
Entre los estudios aplicados se ha encontrado que 8.4% utilizan existente en los medios de difusi6n enfermera sobre el tema de la
metodologfas cualitativas a la vez que las enfoques tradicionales. calidad.
Aunque la mayorfa de los autores no juscifican metodol6gicamente
esta combinaci6n, se puede apreciar que la utilizaci6n de tecnicas £studios aplicados
cualitativas se alternan para obtener informaci6n que perrnita el
disefio de un estudio basado en el analisis cuantitativo, o al reves: Mas de la rnitad de los estudios aplicados se realizan sobre aspectos
Amezcua y cols. (1996) realizaron entrevistas no estructuradas con generales de la salud, que tienen que ver con problemas de organiza
cuidadores familiares para conocer sus necesidades de formaci6n ci6n de! sistema sanitario, temas profesionales y de educaci6n, mien
en cuidados basicos, lo que perrniti6 realizar un estudio cuasi-expe eras que un tercio se realiza sobre problemas concretos de salud, y
rimental para demostrar la influencia de su acci6n cuidadora en la una pequefia parce se centra en aspectos relacionados directamente
mejora de la autonomfa del anciano incapacitado; en el estudio con la cultura de la salud (ver cuadro 2).
mencionado de Gomes y cols. (1997) sobre la utilizaci6n de chupetes a) En planificaci6n y organizaci6n sanitaria se han estudiado
y duraci6n de lactancia materna se comenz6 con una amplia mues temas de reforma sanitaria (Rodriguez et al. 1995; Villalbf et al. 1998),
tra de madres y recien nacidos para realizar el estudio epidemiol6gi de salud comunitaria (Barcel6 et al. 1992; Romero 1996; Morales et
co, pero luego se seleccion6 a una parte para realizar la aproxirnaci6n al. 1995), de organizaci6n y evaluaci6n de servicios (Oliver et al.
etnografica. 1991; Larrea y Plana 1994; Sarmiento et al. 1997; Pajares et al. 1998;
Ocras veces se combinan los metodos para aproxirnarse a pobla Grupo de Enfermerfa de! lnstitut Catala de la Salut 1998; Campo et
ciones con caracterfsticas difcrentes: Rodero y Vives (1991) reali al. 1999; Elias y Castillejo 1995; Beltran et al. 1995; Ortega y Blanco
zaron una rnisma pregunta sobre la imagen de la enfermerfa a la 1996)' �e motivaci6n e incentivos profesionales (Prieto et al. 1998),
.
poblaci6n mediante un cuestionario de preguntas cerradas y a los de op1m6n y satisfacci6n de los usuarios (Dfez et al 1993; Prieto et
profesionales con entrevistas estructuradas; Prieto y cols. (1998) al. 1999) y de los profesionales (Benftez et al. 1999), y de metodolo-