Você está na página 1de 5

La Revolución Mexicana

Prólogo
La revolución mexicana, fue la primera gran revolución del siglo XX en el mundo. Duró
de 1910 a 1920, con más de un millón de muertos y exiliados, todos los sectores
intervinieron, campesinos, obreros, militares y hacendados. Comienza como una
protesta por un cambio político y termina clamando un cambio político, económico y
social, que hasta hoy, no se ha cumplido.|

Acto primero
Escena primera
Zócalo de la Ciudad de México Porfirio Díaz, sus guardias y los campesinos.
Narrador: Porfirio Díaz, habiendo gobernado ya durante 28 años, llegaba al Zócalo
de la Ciudad de México en donde organizaba un evento popular para repartir
mendrugos de pan a la población campesina, que, cansados de trabajar de sol a sol,
querían solamente descansar las pocas horas que les quedaban antes de volver a su
jornada laboral.
Porfirio Díaz: Esto, -tomando un pedazo de pan- es para ustedes, mi gente.
Disfruten de este pan, pues mi gobierno jamás dejará que sufran de hambre. Todos los
domingos pueden venir aquí a divertirse y comer.
-Alguien entre la gente, alza la voz-
Campesino1: ¡Ya no queremos tu limosna, son miserias que nos ofende, danos las
tierras que nos arrebataste, ladrón!

Escena segunda
La hacienda de Porfirio Porfirio Díaz, sus soldados.

Narrador: Días después, del descontento del pueblo mexicano se acrecentaba. Díaz
se reúne con un pequeño grupo de allegados a pensar en una estrategia para mantener
al pueblo tranquilo.
Porfirio Díaz: (dando vueltas, deteniéndose de vez en cuando a mirar la ventana)
Debe ser la sequía, los campos, el ganado y hasta los indígenas necesitan agua para
continuar su desarrollo.
Oficial: Mi general, puede que el aumento en el precio de los alimentos y de las
inversiones extranjeras sean motivo del descontento.
Porfirio Díaz: (Se detiene y lo mira) Hay que colgar más gente, si, eso siempre ha
funcionado, colgamos a los alborotadores en la calle.
Oficial: Ya hemos hecho eso, mi general…
Porfirio Díaz: Tal vez sea hora de que venga ese americano a entrevistarme, tengo
unas palabras que les gustarán a los revoltosos. Con eso seguramente se calmarán.
-Salen de escena-
Escena tercera
En una casa de la Ciudad de México
Francisco I. Madero y dirigentes políticos

Narrador: Porfirio Díaz, después de haberse entrevistado con un estadounidense,


declaró que el pueblo estaba listo para elegir a sus propios gobernantes y que se
retiraría al finalizar su mandato. Sin embargo esto no sucedió y la alegría del pueblo al
saber la noticia, se esfumó tan rápido como llegó. Mientras tanto Francisco I. Madero,
empresario y político comienza a movilizarse.

Francisco I. Madero: Hoy 22 de mayo de 1909, después de casi un año de reclamar


las injusticias políticas de Díaz en mi libro “La sucesión presidencial”, y sin ver un
cambio de ánimos por parte del gobierno, me complazco en informar que seguiremos
en la lucha política con el anterior Club Antireleccionista de México y ahora Partido
Nacional Antireleccionista, rumbo a la presidencia de México y la no relección de
Porfirio Díaz.
-Los asistentes vitorean-

Francisco I. Madero: Nosotros somos la verdadera oposición al gobierno de Díaz, la


verdadera democracia frente a la dictadura, vamos a recorrer el país y vamos a ganar
legítimamente a través del sufragio, la presidencia y la devolución de lo que le
pertenece a todos.
-Más vítores-
-Salen de escena-

Escena cuarta
Palacio de Díaz
Porfirio Díaz, sus oficiales y soldados

Narrador: Madero recorrió el país ganando, por donde pasaba, adeptos a su causa.
Durante el tiempo restante a las elecciones de 1910, logró la autonomía de Coahuila,
pues no estaba de acuerdo con que los gobernantes fueran elegidos desde la ciudad de
México. Mientras tanto, Díaz elaboraba un plan para evitar que Madero lo venciera.

Porfirio Díaz: ¡No me van a quitar de la silla! Esos sucios campesinos no me pueden
derribar. –Camina nerviosamente- Tengo que pensar en algo… ¡ah! Nadie puede elegir
a Madero si no está presente el día de las elecciones, digamos, en un sucio calabozo.

Oficial: ¿Bajo qué cargos podrían encerrar al hombre? No ha hecho nada malo, salvo
querer ser presidente.

Porfirio Díaz: Bajo el cargo que sea, digamos que por rebelde y ultrajar a las
autoridades. No puede ir paseándose por todo el país como si nada, hay leyes y deben
ser respetadas. ¡Arresten a Madero de inmediato!

Oficial: A sus órdenes.


-Salen de escena-
Escena quinta
Texas, Estados Unidos
Francisco I. Madero, miembros del PNA

Narrador: Tras el arresto de Francisco I. Madero, las elecciones fraudulentas


arrojaban nuevamente como presidente a Porfirio Díaz, el 21 de junio de 1910.
Mientras tanto, Madero logra escapar de prisión y se refugia en San Antonio, Texas, en
donde planearía una nueva estrategia.
Francisco I. Madero: Hemos agotado las vías políticas, hemos agotado las vías
pacíficas y legales para traer un nuevo gobierno al México devastado por Díaz y su
gente. Ahora que nuevamente se levanta como presidente no nos deja otra opción que
tomar las armas. Este día, firmo el Plan de San Luis en el que convoco a todos los
mexicanos hartos de la tiranía a levantarse en armas el domingo 20 de noviembre a las
seis de la tarde. Todo aquél que quiera luchar por un México equitativo, es bienvenido
a participar.
-Vítores por parte de los asistentes-
-Salen de escena-

Acto segundo
“Estalla la revolución”
Escena primera
Una cantina de Chihuahua
Pancho Villa y sus hombres

Narrador: El llamado de Madero fue respondido principalmente por las clases más
bajas, el 20 de noviembre se dieron estallidos en varios estados como Chihuahua,
Coahuila, Veracruz, Morelos y Guerrero, siendo estos la chispa que desataría la
revolución. En el norte del país, más en concreto, en Chihuahua, el nombre de Pancho
Villa comenzaba a hacerse cada vez más grande.
Pancho Villa: Vamos pa’ Juárez, los federales no nos van a aguantar ora que venga
Orozco y ataquemos.
Hombre 1: ¿Pero jefe que no le dijo clarito Madero que no fuéramos pa allá?
Pancho Villa: Ya los tenemos arrinconaditos y a mí me trae flojo lo que diga Madero,
esta batalla la ganamos y todos los guachos se van a echar pa atrás, ya verán.
-Salen de escena-

Escena segunda
Monte de Morelos
Emiliano Zapata y sus hombres

Narrador: La batalla de Ciudad Juárez fue ganada por Villa y Orozco, siendo una de
las más importantes de la revolución, a partir de aquí, se comenzó a ganar rápidamente
California y Chihuahua. Mientras que cada día, se hacía más grande el ejército rebelde.
En el centro-sur Emiliano Zapata combatía contra las fuerzas de Díaz a capa y espada.
-Entra Emiliano Zapata y sus hombres-

Emiliano Zapata: Vamos, denles con ganas cuando les diga, ya mero pasan.

Hombre 1: Ahí vienen los guachos.

Emiliano Zapata: Esperen que estén cerca… denle de un solo tiro, ¡fuego!
-Disparos-

Narrador: Las fuerzas de Zapata, a diferencia de los miles de hombres de Villa, eran a
base de guerrillas y emboscadas dispersas, no obstante se hicieron con el control de
Morelos, controlando el flujo de entrada y salida hacia la Ciudad de México
Escena tercera
El muelle de Veracruz
Porfirio Díaz y sus hombres
Campesinos y damas

Dama1: Me alegra mucho haber tenido a Porfirio Díaz de presidente.

Dama2: Claro, hizo muchas cosas por México.

Campesino2: Porfirio Díaz no hizo nada por México solo hizo que la riqueza de la
industrialización y modernización del país cayó en unos pocos, y los ricos pasaron a ser
más ricos y los pobres más pobres.

Dama1: Literalmente por Porfirio Díaz llegó la revolución industrial a México. El


campo pasó a ser un poco más industrializado y las ciudades se industrializaron más.

Campesino3: Con la industrialización lo único que se consiguió fue que la población


migraba a la ciudad dejando escasamente gente en el campo para trabajarla.

Dama2: Con Don Porfirio Díaz, fueron impulsadas las artes en especial la literatura y
pintura.

Campesino3: De que sirve todo eso si hay matanzas en los pueblos indígenas, su
querido presidente es racista, y no es tolerante a que sus planes fueran perturbados por
pueblos indígenas en especial en las zonas del sur de México.

Dama2: Ustedes no se fijan que hubo la creación de infraestructura, comunicación y


transporte, ya que gracias a eso mucho capital paso a ser empleado de la construcción
de ferrocarriles y alumbrado

Campesino1: Pero los que salen ganando son los extranjeros

Campesino2: Si el país literalmente era gobernado por ellos, ya que ellos tienen las
riquezas de la nación

Dama1: Y por que no dicen que por nuestro presidente se creo la UNAM, aparte de
que fueron las artes en especial literatura y pintura

Campesino1: Con ustedes señoritas no se puede hablar de cosas que de verdad


importan, sigan disfrutando de su café...

-damas se molestan y salen de escena-


- campesinos salen de escena-

Narrador: A pesar del esfuerzo de Porfirio Díaz por combatir a los rebeldes, no pudo
contenerlos por más tiempo y el 21 de mayo los enviados de Madero y los
representantes de Díaz llegaron a un acuerdo al no permitir otra relección. El 25 de
mayo de 1911 Díaz renunciaba y se nombraba a un nuevo presidente interino.
Porfirio Díaz: Me voy de este pueblucho, estos ingratos nunca entenderán que era
por su bien todo lo que yo hacía. Durante mis años como presidente nunca se vio un
México tan glorioso y moderno como éste. Así me pagan… Pero mejor me voy antes de
que sea tarde y suceda algo más desastroso. Mientras dejaré a León de la Barra, ya les
esperará una sorpresita…
-Salen de escena-

Narrador: Porfirio Díaz se embarcó hacia París en donde moriría cuatro años
después. León de la Barra estuvo en el poder de mayo a noviembre, según el pacto, en
donde convocaría a elecciones y dejaría el poder. Sin embargo se postuló para
presidente, siendo derrotado por una gran mayoría de votos, por Francisco I. Madero.

Escena cuarta
El zócalo de la Ciudad de México
Francisco I. Madero y la ciudadanía

Narrador: Madero se alzaba en medio de la ciudad de México, entre la alegría de la


gente por la derrota de Díaz y el triunfo de la Revolución. Lo que parecía ser una lucha
violenta, después de casi un año había dado frutos y Madero congregaba a la gente a
escucharlo hablar por primera vez, después de su toma de protesta.

Francisco I. Madero: Hoy 6 de noviembre de 1911, declaro la ley anti reelección, ya


no más dictaduras, no más injusticias. La tierra será propiedad de sus legítimos
dueños, México será de los mexicanos y no de los extranjeros. Hoy hemos de ver nacer
un nuevo gobierno justo y equitativo para todos, hoy termina la revolución armada y
comienza la revolución social.
Gente: ¡Viva la revolución! ¡Viva México! ¡Viva Madero!
-vítores y más vítores-

-Salen de escena-

Você também pode gostar