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FACTORES BIOTICOS Y SU INFLUENCIA EN LOS CULTIVOS

Los factores bióticos son aquellos representados por otros seres vivos que conviven con los cultivos en el
mismo medio ambiente. Los agentes bióticos pueden ser favorables o desfavorables para la producción de
los cultivos.

Los principales seres vivos que influyen en el crecimiento y producción de los cultivos son los
microorganismos, los animales y otras plantas. Los microorganismos pueden ser benéficos y perjudiciales;
son benéficos aquellos que intervienen en reacciones del suelo que conducen a la liberación de elementos
nutrientes contenidos en la materia orgánica, o los que fijan el nitrógeno del aire. Pueden ser perjudiciales
si son patógenos, como los virus, hongos, bacterias y nemátodos que producen enfermedades.

Los animales superiores (vacas, caballos, etc.) en su mayor parte pueden ser perjudiciales para los cultivos,
pues se pueden alimentar de ellos, o simplemente los destruyen por pisoteo; sin embargo, presentan la
ventaja de devolver al suelo, en forma de excretas y residuos orgánicos, parte de los nutrientes que toman
de las plantas que les sirven de alimento.

En el mismo ambiente donde están los cultivos pueden desarrollarse otras plantas indeseables (malezas)
que compiten por espacio, agua, luz y nutrientes con los cultivos. En algunos casos pueden incluso
desplazar a las especies útiles si no se controlan.

El hombre llega a constituirse en uno de los principales factores bióticos en la producción agrícola, ya que
del manejo que se dé a los cultivos dependerá su productividad.

Clasificación de los factores bióticos y sus características de su influencia en la producción

agrícola, pueden ser:

Bacterias y virus: Las bacterias son organismos que

solamente son visibles con el microscopio, en cambio los
virus cuya naturaleza aún se desconoce son casi invisibles
bajo el microscopio. Los microorganismos están obligados a
tomar de otro ser vivo los alimentos que necesitan, viven en
el interior de las células de las plantas y se nutren a expensas
del protoplasma.

Hongos: Estos organismos que atacan las plantas son casi

microscópicos; se desarrollan en el interior de los tejidos
vegetales parasitados; los filamentos que tiene el hongo
abren camino entre las células del vegetal, perforan las
paredes celulares y penetran en la célula para tomar el
alimento que necesitan.

Insectos: Algunos insectos atacan a las plantas

devorando hojas, tallos o raíces (ejemplo: langosta,
orugas, gusano blanco de la papa); otros succionan la
savia (ejemplo: pulgones). Algunos insectos son dañinos
en estado de adulto (ejemplo: langosta, grillo); otros que
son la mayoría solamente causan daño en la fase de larva
(oruga), ejemplo: cogolleros, tierreros, gusano ejército,
etc.

Nemátodos: Tienen parecido a pequeñas lombrices cuya

longitud no sobrepasa los 2 mm. Muchos son observables
solamente a través del microscopio. Tienen la particularidad de resistir a la sequía durante largo tiempo,
pasando a un estado de vida latente, recobrando su actividad cuando la humedad vuelve a ser suficiente
para sus necesidades. Provocan, en mayor o menor grado, hipertrofia de las raíces y forman tumores (o
agallas). El crecimiento queda obstaculizado y las plantas se debilitan.

Moluscos: Pertenece a este grupo la babosa que ataca con frecuencia los cultivos de hortalizas y otras
plantas, alimentándose de las partes tiernas.
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Aves: Muchos cultivos como los cereales (trigo, arroz, etc.) son atacados por aves que causan mermas en
la producción.

Mamíferos: Los roedores (ratones, etc.) que viven en colonias o grupos bajo tierra, donde excavan
madrigueras y galerías, causan daños muy visibles, ya que se alimentan directamente de los vegetales
devorando tallos, raíces y frutos.

Malezas: Son plantas indeseables que comparten el medio ambiente del cultivo. Contribuyen a la
disminución de los rendimientos de las plantas deseables, ya que toman del suelo elementos nutritivos que
deberían tomar los cultivos. Toman agua impidiendo que este recurso no sea aprovechado eficientemente
por las plantas. En muchas ocasiones, las malezas albergan insectos o agentes patógenos que afectan a
las plantas cultivadas. Compiten por la luz afectando negativamente los cultivos. A este grupo pertenecen
plantas herbáceas, pequeñas anuales o perennes y plantas
arbustivas. Su control se recomienda para favorecer la
producción que nos interesa.

Sin embargo, no todos los seres vivos que comparten el

medio ambiente de los cultivos son nocivos o causan daño,
muchos son benéficos porque favorecen el desarrollo de los
cultivos atacando a los que causan daño.

Para manejar los factores bióticos es preciso tener en cuenta

las relaciones que existen entre el medio ambiente en que
se desarrollan y su crecimiento. La evolución o desarrollo de
los parásitos (hongos, insectos, etc.) está estrechamente
ligada con las condiciones climáticas, con la resistencia de
las plantas y con el manejo que el hombre hace de los
cultivos (densidad, frecuencia de los cultivos, accidentes,
etc.).