- No es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que
determina la conciencia. - Los seres humanos se convierten en nobles y hermosos no por - La primera premisa de toda historia humana es, naturalmente, el hecho de su individualidad sino por lo que la cultivan y la la existencia de individuos humanos vivientes. desarrollan, dentro de los límites impuestos por los derechos y - Podemos distinguir al hombre de los animales por la conciencia, los intereses de los demás. por la religión o por lo que se quisiera. Pero el hombre mismo - El único fin por el cual es justificable que la humanidad, se diferencia de los animales a partir del momento en que individual o colectivamente, se entremeta en la libertad de comienza a producir sus medios de vida. acción es la propia protección. - Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos - Nadie puede ser obligado justificadamente a realizar o no modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo. realizar determinados actos. - El hombre hace la religión, la religión no hace al hombre. - La razón propia de la libertad humana. Comprende: - El obrero es más pobre cuanta más riqueza produce. El - Primero, el dominio interno de la conciencia; exigiendo la trabajador se convierte en una mercancía cada vez más barata libertad de conciencia en el más comprensivo de sus sentidos; cuanta más mercancía produce. libertad de pensar y sentirse. - La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de - Segundo lugar: La libertad humana exige nuestros gustos y en la la valorización del mundo de las cosas. determinación de nuestros propios fines. - Mi fuerza es tan grande como lo sea la fuerza del dinero. Lo que - Tercer lugar, de esta libertad de cada individuo se desprende la soy y lo que puedo no están determinados en modo alguno por libertad, dentro de los mismos límites, de asociación entre mi individualismo. Soy feo, pero puedo comprarme a la mujer individuos: libertad de reunirse para todos los fines que no sean más bella. perjudicar a los demás. - El dinero es, al hacer esta mediación, la verdadera fuerza creadora.