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12 Razones Por Las Cuales Dios Permite El Sufrimiento

Todos deberían de viajar una vez al año en avión hacia su casa viendo la puesta del sol.

Eso fue lo que yo hice hoy y fue asombroso. Nunca me percate que al volar tan solo 10
minutos hacia el sur de la ciudad de chicago encontraría cantidades de graneros rojos y
campo abierto por todos lados. Las carreteras que circulan a las afueras de la ciudad se
conectan como cordones y los negocios, tiendas y casas se ven espectaculares cuando la luz
del sol los acaricia al ponerse.

Sin embargo nuestro descenso comenzó y al arribar al aeropuerto O’Hare nuestra


perspectiva se tornó horizontal nuevamente haciéndonos parte de la escena en lugar de
admiradores de la misma.

Tener una perspectiva horizontal es parte integra del ser humano, y muy seguido esta
perspectiva limitada nos hace creer que “el ahora” es todo lo que hay y que el escenario que
vemos es todo lo que podremos ver o ser parte de.

Por supuesto que sabemos que las cosas no son así, no obstantes muchas veces eso es lo
que sentimos.

A mil pies de altura, podemos ver las cosas de otra perspectiva, hay más elementos, la vista
es panorámica y podemos ver como todos los caminos se entrelazan con ríos, campos y
rayos del sol.

El reto es ver todo desde abajo, es aquí donde necesitamos tener fe puesto que hablando
de perspectivas horizontales, la vida se hace muy difícil y monodimensional.
Lo que necesitamos es una perspectiva vertical cuando estamos esperando una oportunidad
que cambien nuestras vidas. Necesitamos una garantía de que podemos ver la meta o la
recta final cuando pasamos por dificultades desastrosas. Necesitamos fe en un Dios
soberano cuando se nos ha dado un periodo de sufrimiento.

Un amigo muy querido me dijo hoy que su doctor le dijo que era necesario que fuera más
prudente con sus acciones. Lo más seguro es que dentro de unos meses la perspectiva
horizontal de Ben se tornará vertical.

Aun el día de hoy el sigue viendo las cosas de manera diferente.

Ben escribió una carta a sus amigos y familia diciendo: “Voy a rendirme a la voluntad de
Dios aun a pesar de no saber por qué él me ha permitido pasar por esto y no entender lo
que está haciendo. Me voy a humillar ante Él y creer en su propósito que algún día
entenderé. Me rehúso a ser amargado y aun así pelearé contra el cáncer. Con todo lo que
tengo, pelearé. Pero al final del día, mi vida está en las manos de Dios y me doy cuenta que
el final de esta batalla puede ser un portal de esta vida hacia la próxima.”

Como mi amigo lo demuestra tan valerosamente, cuando conscientemente nosotros


ponemos nuestras manos en las manos del Dios y caminamos hacia donde sea que Él nos
lleve por cualquier razón que Él tenga entonces estaremos caminando por fe y no por vista.
Entonces podemos creer que la eternidad confirmará la sabiduría de Dios y su bondad a
pesar de no poder verla ahora desde nuestra perspectiva horizontal. Esto es aceptar y
adoptar la soberanía de Dios en todos los niveles de nuestra vida. Cuando caminamos en
sus caminos preparamos nuestras vidas para una alegría tan inmensa que muy pocos puede
verdaderamente experimentarla.

La soberanía de Dios quiere decir que Dios ve el final desde el principio y todo lo que suceda
entre esos dos puntos. Él ve los caminos de nuestra vida desde las altas cumbres, hasta los
valles más profundos, su mano dirige el caudal de los ríos y pinta los colores y las sombras
del camino. Él está en control.

La situación difícil por la que atraviesas el día de hoy. Dios ya ha determinado dónde
terminará.

La relación dolorosa que ha herido y apartado tu corazón de Él, ya tiene camino y boleto
para tu regreso.

Tu carrera profesional que está amurallada, desde la perspectiva de Dios es solo una
redirección hacia la siguiente escena.

Puede que no lo veas ahora, pero Dios está trabajando y moldeando su carácter en ti de una
manera que no podrías creer aún si lo pudieras ver.

Voy a suponer que así como yo, tú nunca anticipaste que la vida se tornara tan difícil, pero
cada paso del camino está supervisado y aprobado por Dios. Por lo que me gustaría
alentarnos, a tí y a mí, a tener una fe que sea ciega, que aunque parezca que hay momentos
en los que estamos caminando sin luz, confiemos que Dios lo ve todo por nosotros.
Si pudiéramos observar nuestra vida desde mil pies de altura, nos daríamos cuenta que Dios
es el núcleo de nuestra historia sin estar confinado a nuestros márgenes. No está en la
afueras esperando a que le llamemos cuando tengamos una emergencia. Él está trabajando
en un plan que nos dejará completamente asombrados y perplejos al ver la obra terminada
desde una vista panorámica.

Te aseguro que esto es verdad, aun mejor, Dios promete que esto es verdad.

Dios promete un futuro y una esperanza. Promete gracia y sustento para cada prueba.
Promete su presencia para contigo tan cerca como el latir de tu corazón y tu propio aliento.
Promete nunca dejarte y nunca abandonarte.

Así que deja que Dios tome tu dolor y temor a lo desconocido y que lo remplace con paz,
templanza y confianza. El conoce el camino de tu vida desde lo alto así como también la
ruta que tomarás hacia tu trabajo el día de hoy.

Si estas batallando el día de hoy, yo tengo buenas noticias para ti. No te quiero arruinar el
fin de la película pero, el final es hermoso y todo va a salir bien, y si aún no está todo bien,
entonces aun no has llegado al final.

Mi amigo Ben concluyó su carta con la cita de Job 23:10 que lee: “Mas él conoce mi camino;

Me probará, y saldré como oro.” Lo que me dio a entender que Ben ya ha comenzado a ver
su vida desde una perspectiva miles de pies en alto.

Puede que no lo veas, pero lo mejor está aún por venir. Así que dadas nuestras tendencias
a ver las cosas desde una perspectiva horizontal ¿cómo nos ayuda esto a vivir en el ahora?

Esto me ayudó a mí. Es un poema de Minnie Louise Haskins que llamo la atención del público
en 1939 cuando la reina Isabel I le dio una copia a su esposo el rey Jorge VI (el mismo rey
que el de la película del Discurso del Rey) y él citó este poema en una emisión de radio al
imperio británico.

“Yo le digo al hombre que se paró frente a la puerta del año,


Ofréceme una luz para que pueda zarpar a lo desconocido,
Y él respondió, ve hacia la oscuridad y pon tu mano en la mano de Dios,
Esa será la tu luz más resplandeciente y más segura que un camino ya conocido.”

Salmos 16:11 dice: “Me mostrarás la senda de la vida en tu presencia hay plenitud de gozo
delicias a tu diestra para siempre.”

Aquí hay 12 razone por las cuales Dios permite el sufrimiento:

1. Para que Dios demuestre lo mucho que Él quiere algo (Santiago 1:3)

2. Para que Dios nos motive a seguirlo (Hebreos 5:8)


3. Para que podamos confortarnos los unos a los otros (2 de Corintios 1:6)

4. Para prevenir que sigamos lastimándonos a nosotros mismos (2 de Corintios 12:7).

5. Para enseñar su gloria (1 de Pedro 4:16).

6. Para que podamos identificarnos con Jesús un poco más (Filipenses 3:10)

7. Para que nuestra fe pueda crecer un poco más fuerte (1 de Pedro 5:10)

8. Para que otros nos puedan ver nuestra resiliencia y así conocer a Jesús (2 de Timoteo
2:10)

9. Para hacernos ejemplos de lo que es vivir confiados plenamente en Dios (Romanos


8:28).

10. Para animar a otros a orar y depender solamente en lo que Dios puede hacer (2 de
Corintios 1:10-11).

11. Para enseñarnos a ir a Dios para cualquier cosa (Salmos 30:6-7).

12. Para darnos una experiencia de la presencia de Dios y una gran historia para decirle
a otros (Santiago 4:6-7).

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