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RODILLA
I. ANATOMÍA DE LA CADERA
La cadera es una articulación esférica y una de las más grandes del cuerpo. La cavidad
articular de la cadera está formada por el acetábulo, parte del hueso de la pelvis. La
cabeza del fémur es la parte esferoidal y está en el extremo superior del hueso del
muslo. Cualquiera de ellas, o las dos partes, se pueden reemplazar por medio de una
artroplastia.
Está recubierta de cartílagos articulares en la superficie ósea de la cabeza y la cavidad,
para protegerlas y amortiguar los extremos de los huesos, además de permitir el libre
movimiento.
Tiene un tejido fino que se llama membrana sinovial, el cual rodea la articulación de la
cadera. Esta membrana produce un líquido que lubrica el cartílago (ocurre en caderas
sanas) para evitar la fricción durante el movimiento de la cadera.
Los ligamentos conectan la cabeza a la cavidad, así como le dan estabilidad a la
articulación.
Medios de unión de la cadera.
Superficies articulares: Está formada por una superficie cóncava que es el
acetábulo y otra convexa, la cabeza femoral, por ello la articulación tiene una gran
movilidad.
Cápsula articular: La cápsula articular es un manguito cilíndrico de tipo fibroso que
rodea las superficies articulares, se inserta en el hueso coxal y en la cabeza del
fémur. Contribuye a darle solidez y estabilidad a la articulación.
Ligamentos: La cadera está dotada de 4 ligamentos principales que son fuertes
bandas fibrosas que unen diferentes partes del hueso coxal con el fémur. Sirven
para reforzar la articulación y evitar que se produzcan movimientos de excesiva
amplitud.
Ligamento redondo
Ligamento iliofemoral.
Ligamento isquiofemoral.
Ligamento pubofemoral.
Músculos: Los potentes músculos que rodean la cadera permiten que ésta puede
realizar distintos tipos de movimientos.
Extensión: glúteo mayor e isquiotibiales (bíceps crural, semitendinoso y
semimembranoso).
Flexión: Recto anterior del cuádriceps, psoas ilíaco, sartorio y tensor de la fascia
lata.
Abducción: glúteo mayor, glúteo medio, glúteo menor, tensor de la fascia lata.
Aducción: músculo aductor mayor del muslo, músculo aductor largo del muslo,
músculo aductor corto del muslo, músculo recto interno del muslo y pectíneo.
Rotación externa: Gémino superior, gémino inferior, obturador interno, obturador
externo, piramidal de la pelvis y cuadrado crural.
Rotación interna: tensor de la fascia lata, glúteo menor y glúteo medio.
II. CADERA ARTIFICIAL
Una cadera artificial o prótesis debe ser igual a la cadera natural, las mismas partes de
la articulación de la cadera: la cavidad cotiloidea, cotilo o acetábulo y el cóndilo, en ellas
se asienta el tallo femoral. El hueso de la pelvis forma la cavidad cotiloidea de la cadera
y el cóndilo va unido al fémur, junto al tallo femoral. Una buena prótesis de cadera debe
estar unida al hueso de forma adecuada, de esta manera se distinguen maneras de
anclar la endoprótesis al hueso, estas son:
La endoprótesis sin cemento óseo (metil metacrilato), en este caso ninguno
de los componentes de la prótesis necesita cemento, sea la artroplastia total o
parcial, para fijarse al hueso.
La endoprótesis con cemento óseo, esta vez ambas partes necesitan del
cemento óseo para adherirse al hueso. Esto es más común cuando el paciente
no tiene calidad ósea, bien sea por edad avanzada o por enfermedades que
afectan la densidad del hueso, como es el caso típico de la osteoporois.
La prótesis híbrida, en esta artroplastia se pega el vástago al fémur con
cemento óseo y no así el cotilo. Y de forma contraria ocurre en la prótesis total
de cadera híbrida invertida, donde el cemento se coloca en el cotilo y no en el
vástago.
Sin embargo, aun existiendo estas clasificaciones, las artroplastias de cadera pueden
ser primarias, totales, cementadas y de vástago corto.
Para cualquiera de estas prótesis el médico cirujano deberá tomar en cuenta varios
factores asociados al paciente, su edad, actividad física habitual, calidad ósea y la
gravedad del desgaste o deformación de la articulación.
TIPOS DE ARTROPLASTIA DE CADERA
Artroplastia de cadera parcial o total
Dependiendo de la cantidad de articulación a reemplazar, la artroplastia de cadera
puede ser parcial o total. Cuando es parcial se sustituye sólo la cabeza femoral y en la
total, además de ésta también se sustituye el cotilo -donde va encajado el fémur-. Para
la ejecución de estas intervenciones siempre hay que tomar en cuenta las
características del paciente, la gravedad del caso médico y la opinión del médico
cirujano.
Artroplastia de cadera primaria o de revisión
La artroplastia primaria de cadera se hace por primera vez, como lo indica su nombre y
la de revisión se hace para sustituir una cadera que ya había sido implantada.
En la primaria las prótesis tienen el vástago o parte alargada de la prótesis, más corto
que en la de revisión. Este vástago está ubicado en el interior del fémur. Esto lo hacen
con el fin de que al realizar una artroplastia de revisión se haga más fácil y rápida. Las
prótesis duran por lo general unos 15 o 20 años, y siempre se buscaba retrasar al
máximo la operación, para que el paciente no tuviera que necesitar una artroplastia de
revisión. Aunque con las novedades en las técnicas aplicadas, ya no significa un
problema el tener que operar nuevamente.
Las prótesis en la artroplastia de cadera de revisión son más grandes y son usadas para
sustituir una ya desgastada.
TIPOS DE PRÓTESIS
En la elaboración de las prótesis para las artroplastias de cadera, destacan las
aleaciones de cromo, cobalto y titanio, también el uso de polietileno de alta densidad
para las que se colocan en las partes blandas de la articulación.
III. ARTROPLASTIA DE CADERA
La artroplastia de cadera, también conocida como Prótesis de cadera, se trata de una
cirugía ortopédica para reemplazar una articulación dañada de la cadera de forma total
o parcial, por un implante artificial. Con esta operación se logra la recuperación del
paciente, afectado de enfermedades o daños en su cadera, así como una mejora
significativa en la calidad de vida.
Este tipo de cirugía permite al paciente vivir plenamente, sin dolores, para lo que es
importante cumplir ciertos requisitos en los materiales de las prótesis. Deben ser
antioxidantes, ser
compatibles con el
organismo del paciente,
resistentes a presiones y
cargas de torsión. Los
metales para elaborar las
prótesis son
cuidadosamente escogidos
para tal fin, se usa
especialmente el titanio,
cromo, cobalto, además de
cerámica y materiales
plásticos especiales, con
polietilenos de alta
densidad.
En conclusión, la artroplastia
de cadera es una implantación de una articulación artificial, por medio de la endoprótesis
total de cadera, palabra cuyo origen griego significa: endo= interior y prothesis=
sustitución artificial de una parte del cuerpo. Es muy recomendable cuando se ha sufrido
un daño irreparable en la cadera.
¿POR QUÉ SE DEBE HACER UNA ARTROPLASTIA DE CADERA?
Entre las causas que ameritan una artroplastia de cadera están las siguientes:
1. Artritis:
La artritis es la inflamación de una articulación o más. La artrosis hace que el cartílago,
el tejido duro y resbaladizo que recubre los extremos de los huesos donde forma una
articulación, se rompa. Suelen empeorar con la edad. Los tipos más frecuentes de artritis
son:
La artrosis hace que el cartílago, el tejido duro y resbaladizo que recubre los
extremos de los huesos donde forma una articulación, se rompa.
La artritis reumatoide es un trastorno autoinmunitario que afecta, en primer
lugar, el revestimiento de las articulaciones (membrana sinovial).
Es la más común, causa dolor crónico y discapacidad en la cadera. Frecuentemente se
hace en personas de más de 60 años, aunque los jóvenes no escapan de recurrir a esta
operación.
SÍNTOMAS
Dolor
Rigidez
Hinchazón
Enrojecimiento
Disminución de la amplitud de movimiento
2. Osteoartritis:
La osteoartritis es una enfermedad que daña el tejido
resbaladizo que cubre los extremos de los huesos de
una articulación.
A diferencia de otras formas de artritis, la osteoartritis
sólo afecta a las articulaciones y no a otros órganos
internos. La osteoartritis es el tipo de artritis más
común.
Es muy propia de edades avanzadas. Es un tipo de
artritis que la padecen personas mayores de 50 años,
además con antecedentes familiares de artritis. Se
trata de un desgaste del cartílago que amortigua los
huesos de la cadera. Al frotar un hueso con otro, se produce un intenso dolor y rigidez
de la cadera.
3. Artritis reumatoide:
En esta enfermedad la membrana sinovial, que rodea
la articulación de la cadera, se inflama y engrosa,
provocando daños al cartílago y fricciones que causan
gran dolor y rigidez en la cadera.
4. Artritis post- traumática:
Esta es generada por una lesión o fractura de la
cadera.
5. Necrosis avascular:
Esto ocurre cuando falta fluidez
de sangre a la cabeza del
fémur. Cuando hay una lesión
en la cadera suele ocurrir esa
situación, a la que llaman
necrosis avascular. Al faltar
sangre se colapsa la superficie
del hueso y puede
desencadenar una artritis.
Dislocación de la prótesis.
Aflojamiento de prótesis.
Infección de la incisión.
Trombosis venosa profunda y embolia pulmonar.
Hemorragia.
Osteomielitis.
Dolor post-operatorio.
Objetivos
Los objetivos generales de todo plan de cuidados estándar, deberían ser:
DIAGNOSTICOS DE ENFERMERÍA.
1. Patrón respiratorio ineficaz R/C paciente encamado, dolor y ansiedad M/P bajo
nivel de saturación y trabajo respiratorio.
2. Deterioro de la movilidad física R/C intervención quirúrgica M/P limitación de
movimientos.
3. Riesgo de deterioro de la integridad cutánea R/C inmovilidad física
4. Insomnio R/C dolor M/P expresiones verbales del paciente de no dormir.
5. Dolor agudo R/C intervención quirúrgica M/P expresiones verbales y no verbales
del paciente.
6. Riesgo de deterioro de la integridad cutánea R/C inmovilidad física
7. Ansiedad R/C ingreso hospitalario y preocupación por la evolución M/P angustia
y desesperanza
8. Riesgo de infección R/C procedimientos invasivos.
9. Estreñimiento R/C inmovilidad física M/P imposibilidad de hacer deposición.
10. Riesgo de alteración de la temperatura corporal R/C técnicas invasivas.
11. Riesgo de desequilibrio de volumen de líquidos R/C pérdida de sangre durante
12. la intervención y el postoperatorio inmediato
IV. ANATOMÍA DE LA RODILLA
La rodilla está formada por la unión de dos importantes huesos, el fémur en su porción
distal y la tibia en la porción proximal. Dispone, asimismo, de un pequeño hueso llamado
rótula, que se articula con la porción anterior e inferior del fémur. Puede realizar
principalmente movimientos de flexión, extensión y rotación.
La articulación de la rodilla está integrada por la epífisis distal del fémur, la epífisis
proximal de la tibia y la rótula.
Epífisis distal del fémur: Es decir, la parte inferior del fémur. Constituida por los
dos cóndilos femorales, con forma redondeada. Entre ambos cóndilos existe la
escotadura intercondílea que los separa por la parte de atrás. En los lados de
ambos cóndilos hay unos relieves óseos llamados epicóndilos.
Rótula: Se sitúa en la parte anterior de la rodilla, por delante de la tróclea femoral.
En la rótula inserta el tendón de los cuádriceps. Desde la rótula a la tuberosidad
anterior de la tibia va el tendón rotuliano.
Epífisis proximal de la tibia: Es la parte superior de la tibia, que es aplanada, por
lo que recibe el nombre de meseta tibial.
V. ARTROPLASTIA TOTAL DE RODILLA.
La cirugía de reemplazo de rodilla, también conocida como «artroplastia de rodilla»,
puede ayudar a aliviar el dolor y restaurar la función en las articulaciones de las rodillas
gravemente enfermas. Este procedimiento implica cortar el hueso y el cartílago dañados
del fémur, la tibia y la rótula, y reemplazarlos con una articulación artificial (prótesis)
fabricada con aleaciones de metal, plásticos de primera calidad y polímeros.
Para determinar si un reemplazo de rodilla es adecuado para ti, un cirujano ortopedista
evalúa la amplitud de movimiento, la estabilidad y la fuerza de la rodilla. El uso de rayos
X ayuda a determinar el grado del daño.
Tu médico puede elegir entre una variedad de prótesis de reemplazo de rodilla y
técnicas quirúrgicas en función de tu edad, tu peso, tu nivel de actividad, el tamaño y la
forma de la rodilla y tu salud general.
RIESGOS
Como cualquier cirugía, la cirugía de reemplazo de rodilla conlleva riesgos. Estos son
algunos de ellos:
Infección
Coágulos sanguíneos en las venas de las piernas o los pulmones
Ataque cardíaco
Accidente cerebrovascular
Lesión a los nervios
¿POR QUÉ SE HACE?
Los médicos recomiendan una artroplastia cuando el dolor en la rodilla y la pérdida de
la función se vuelven graves y si los medicamentos y otros tratamientos dejan de aliviar
el dolor. Su médico usará radiografías para examinarle los huesos y el cartílago de la
rodilla para ver si están dañados. Esto ayuda al médico a asegurarse de que el dolor no
esté proviniendo de algún otro lugar. Es posible que los médicos no recomienden una
artroplastia de rodilla para las personas que:
Tengan una salud general delicada y que no puedan tolerar bien la anestesia y
la cirugía.
Tengan una infección activa o estén en riesgo de contraer infecciones.
Tengan osteoporosis (adelgazamiento significativo de los huesos).
Tengan una grave debilidad en los músculos cuádriceps en la parte delantera
del muslo.
Tengan una rodilla que parece doblarse hacia atrás cuando la rodilla está
totalmente extendida (genu recurvatum), si la afección se debe a debilidad o
parálisis muscular.
Estén gravemente excedidas de peso. Las prótesis articulares tienen más
probabilidades de fallar en personas que tienen mucho sobrepeso.
Algunos médicos recomendarán otros tipos de cirugía, si es posible, para personas más
jóvenes y especialmente para aquellas que hacen trabajos arduos. Una persona joven
o más activa tiene más probabilidades de que se le desgaste una rodilla artificial que
una persona mayor o menos activa. Las personas que tienen mucho sobrepeso también
tienen más probabilidad de que se les desgaste la rodilla artificial debido a la carga
adicional en la articulación.
Los médicos no suelen recomendar la artroplastia para las personas que tienen
expectativas muy altas de lo que podrán hacer con la articulación artificial. (Los ejemplos
son personas que esperan poder correr, esquiar o hacer otras actividades que
sobrecargan la articulación). La rodilla artificial le permite a una persona hacer
actividades diarias comunes con menos dolor. No restablece el mismo nivel de función
que tenía la persona antes de que comenzara el daño a la rodilla.
Por lo general se realiza en personas de 60 años en adelante.
Las causas más comunes del dolor crónico de rodilla y la discapacidad es la artritis.
Aunque hay muchos tipos, la mayoría son causados por estos tres tipos: