La Declaración Universal de los derechos humanos de 1948 trazo un límite moral en la historia de la

humanidad. La formulación escrita de los derechos inalienables y la aprobación del texto por la
Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas fijó un antes y un después en los principios
que deben regir la práctica política. Fue un avance moral importantísimo, en la medida en que
universalizó una concepción de la dignidad del hombre.

Esta Declaración, sin embargo, no termino con las violaciones de los derechos humanos: sólo significó un
punto de referencia concreto para la condena moral y política de cualquier acto aberrante contra la
condición humana. Desde entonces, ningún gobierno o grupo social pudo justificar moralmente la
violación de los derechos del hombre.

La pérdida del respeto a los derechos humanos se produce en las sociedades en las que la intolerancia
impregna la política y la vida social en las que la violencia constituye el método usual para resolver
conflictos. El terrorismo y el terrorismo de estado, la xenofobia y el racismo son los impulsores
principales de algunas de las grandes violaciones de los derechos humanos que aún persisten.

Los mecanismos de protección de los derechos humanos no han sido suficientes como para
garantizar su respeto universal. Es frecuente recibir información sobre la existencia de regímenes en
los que la violación de los derechos humanos es un hecho habitual.

También se producen violaciones de los derechos humanos –a veces, imperceptibles-, en comunidades en

las que el desamparo social coloca a los sectores mas pobres de la sociedad en situaciones de
marginalidad.

INTOLERANCIA SOCIAL

Cada individuo y cada grupo forman sus ideas, construye sus intereses y adopta actitudes
sobre las diversas circunstancias en las que se desarrollan la vida social y cultural. La
convivencia permite reconocer que las ideas, los intereses o las actividades de un grupo
pueden ser distintos de los que sostienen otros. En muchas ocasiones, las
convicciones o los actos de unos resultan inaceptables o repugnantes para
otros.

Estas versiones contradictorias de la realidad fundan lo que se llama el conflicto social. El conflicto o la
intolerancia social es el resultado de la confrontación de intereses de los diversos grupos o
sectores de una sociedad. En un conflicto social, los grupos que sostienen opiniones opuestas se
enfrentan a un dilema: o bien negocian y acuerdan, o bien combaten para extinguir o someter el uno al
otro.
La primera alternativa – la negociación y el acuerdo – solo puede realizarse si la cultura de una sociedad
sostiene la tolerancia como uno de sus valores comunes. Por el contrario, el valor social intolerancia, la
segunda alternativa es el destino seguro: negar el derecho a las diferencia y buscar la uniformidad en
las conductas y en las ideas. Es por eso que si la tolerancia desaparece como valor social, también
desaparece el orden democrático.
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LA VIOLENCIA POLITICA:

Es el uso de la fuerza o la amenaza de provocar un daño contra una persona o un grupo social con el fin
de obligarlo a actuar en contra de su voluntad. El secuestro y la ejecución de personas por motivos
políticos, las amenazas y los atentados son actos de violencia política. En las sociedades modernas el uso
de la fuerza esta reservado exclusivamente al Estado, que la debe ejercer legítimamente de acuerdo
con las normas legales y solo cuando es necesario garantizar el orden, la paz, la justicia, el bien común,
la libertad y los derechos humanos.

XENOFOBIA Y RACISMO:

La xenofobia es el odio o temor irracional a los extranjeros. Ha sido una de las fuentes mas comunes
de conducta voluntaria a los derechos humanos. Muchas veces, cuando las sociedades atraviesan
circunstancias críticas, (desempleo, epidemias, criminalidad) una respuesta cómoda, prejuiciosa e
injusta es atribuir los males sociales a la presencia del extranjero. Así la xenofobia lleva afirmaciones
generales y arbitrarias (por ejemplo: “no hay trabajo porque lo extranjeros trabajan por sueldos bajos
y ocupan todos los puestos”).
No muy lejos de la xenofobia se encuentra el racismo, que consiste en la actitud discriminatoria y
segregativa inspirada en la idea de que una raza es superior a las demás.
Ningún estudio ha demostrado la existencia de diferencias genéticas entre los hombres que componen a
las distintas razas. Sin embargo, por razones raciales no se han reconocido los derechos de algunos
derechos de persona, a los que se discriminó o redujo a la esclavitud.

POBREZA, DESEMPLEO Y MARGINALIDAD

La violación de los derechos humanos también se produce como consecuencia de situaciones de

desamparo originadas en una desigual distribución de los recursos económicos y de los beneficios
sociales.
La pobreza, el desempleo, el analfabetismo y la marginación de amplios sectores de la sociedad son
obstáculos muchas veces insalvables para la vigencia de los derechos humanos y la existencia de una
democracia plena.
La pobreza es la situación que se produce cuando un grupo de personas esta imposibilitado de alcanzar
un mínimo nivel de subsistencia, o cuando no esta en condiciones de contar con una vivienda con
alimentación adecuada ni con prestaciones de salud y de educación que le permitan tener las mismas
posibilidades de desarrollar sus posibilidad que los restantes miembros de la sociedad.
Cuando ciertos sectores de la sociedad son colocados o mantenidos en una situación de marginalidad
(chicos de la calle, personas sin hogar, aborígenes) sus posibilidades de ejercer validamente sus
derechos se ven limitadas.

ACTIVIDADES

1. ¿Qué condiciones favorecen el quebrantamiento de los derechos humanos?

2. ¿Cómo se manifiesta en el Perú la pobreza, desempleo y la marginalidad?
3. ¿Qué es el racismo y en que se diferencia de la xenofobia?
4. ¿Cree usted que el Perú es un país que respeta los derechos humanos? Cite un ejemplo.

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