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Infecciones osteoarticulares
de los niños
C. Thévenin-Lemoine

Las infecciones osteoarticulares pediátricas son una urgencia diagnóstica y terapéutica. El


diagnóstico es principalmente clínico. Los estudios de imagen, consistentes en radiogra-
fías, ecografía, gammagrafía y resonancia magnética, definen la afectación y orientan
un posible tratamiento quirúrgico. La simple sospecha es suficiente para instaurar trata-
miento. La identificación microbiológica requiere en la mayoría de los casos una punción,
que debe realizarse en quirófano. Los microorganismos habitualmente encontrados son
Staphylococcus aureus y Kingella kingae. Este último provoca un cuadro clínico poco
llamativo y con escasas perturbaciones biológicas. El perfeccionamiento de las técnicas
de obtención de muestras bacteriológicas ha permitido aislar microorganismos frágiles y
aumentar así el porcentaje de detección bacteriológica. Actualmente se tiende a acortar
la duración del ingreso hospitalario y la duración total de la antibioticoterapia. El trata-
miento quirúrgico (lavado articular o desbridamiento en caso de absceso subperióstico)
sigue siendo una parte esencial del tratamiento. Se debe instaurar un tratamiento pre-
coz para limitar las complicaciones y las secuelas, que pueden ser temibles. En el recién
nacido, la septicemia sigue suponiendo un riesgo para la vida. El pronóstico funcional
peligra en caso de problemas de crecimiento o de destrucción articular.
© 2019 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Infección osteoarticular; Osteomielitis; Artritis séptica; Niño

Plan  Introducción
■ Introducción 1 Las infecciones osteoarticulares primarias de los niños
■ Etiopatogenia 1 son una urgencia diagnóstica y terapéutica que tienen en
Etiopatogenia de la osteomielitis 1 común la contaminación hematógena. Las dos presen-
Etiopatogenia de la artritis 2 taciones principales son la osteomielitis y la artritis. El

cuadro clínico varía en función del paciente, su edad, la
Epidemiología 2
localización de la infección, el microorganismo causante
Diagnóstico clínico 2
y el tiempo de evolución. La afectación del miembro infe-
Pruebas de laboratorio 2
rior es más frecuente que la del miembro superior o la
Estudios de imagen 3
columna vertebral. Se trata de una enfermedad frecuente
■ Bacteriología 4 en la práctica diaria de la ortopedia pediátrica y la pedia-
Epidemiología 4 tría. Hoy en día, aunque lo más frecuente es que el riesgo
Muestras bacteriológicas 6 vital quede descartado, las secuelas funcionales no son
■ Diagnóstico diferencial 6 excepcionales. El tratamiento precoz garantiza un buen
Osteomielitis 6 resultado y evita las secuelas y el riesgo de recidiva o de
Artritis 6 cronificación.
■ Tratamiento 7
Tratamiento quirúrgico
Antibioticoterapia
7
8  Etiopatogenia
Inmovilización 8
Etiopatogenia de la osteomielitis [1]
■ Vigilancia 8
La contaminación se produce por vía hematógena
■ Formas clínicas especiales 8
como consecuencia de una bacteriemia. La hipótesis más
Osteomielitis subaguda 8
aceptada actualmente es la de Trueta [2] . En el frente de
Espondilodiscitis 9
osificación de la fisis de los huesos largos existen lagunas
■ Complicaciones 9 vasculares donde la lentificación de la circulación san-
Complicaciones sistémicas 9 guínea propicia la translocación bacteriana. Además, la
Complicaciones ortopédicas 9 concentración de neutrófilos en esa zona es baja, lo cual
■ Conclusión 11 facilita la proliferación de las bacterias. El frente de osi-
ficación se sitúa en la vertiente metafisaria del cartílago

EMC - Aparato locomotor 1


Volume 52 > n◦ 1 > marzo 2019
http://dx.doi.org/10.1016/S1286-935X(19)41776-0
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de crecimiento, lo cual explica que la localización pre- Estas infecciones se ven favorecidas por la presencia de
ferente de la osteomielitis sea la metáfisis. La infección una virosis de vías respiratorias, que por un lado debilita
se desarrolla sobre todo en la metáfisis y la diáfisis. En al epitelio y facilita así la aparición de bacteriemia y por
ocasiones se producen fenómenos de trombosis séptica otro actúa sobre la respuesta inmunitaria, lo cual propicia
que dan lugar a necrosis ósea. En el seno de las zonas de la proliferación bacteriana. Otro factor predisponente pro-
necrosis pueden aparecer secuestros, que son fragmentos puesto son los traumatismos; la hiperemia postraumática
de hueso desvascularizados. La migración a través de la favorece la translocación hacia el foco traumático.
cortical por los conductos de Havers provoca la formación En un estudio prospectivo francés en el que se inclu-
de abscesos subperiósticos. En los niños menores de 18 yeron los niños seguidos por infecciones hematógenas
meses, la existencia de una red vascular continua entre la durante 2 años, Ferroni et al [7] encontraron 98 artritis,
epífisis y la metáfisis favorece la contaminación epifisaria. 70 osteomielitis y 23 osteoartritis. En el 44% de los niños
En los niños de mayor edad, la fisis limita la propagación se detectó una puerta de entrada, en la mayoría de los
a la epífisis, si bien no constituye una barrera infranquea- casos de origen otorrinolaringológico (ORL). La media de
ble. La presencia de extensión epifisaria hace sospechar edad era de 3,4 años, con un intervalo que iba desde 4 días
daños en la fisis y, por tanto, problemas de crecimiento a 14,7 años.
como posibles secuelas. Por último, la infección también
puede propagarse a la articulación y causar artritis. Esto es
especialmente más frecuente en localizaciones donde la Diagnóstico clínico
metáfisis está incluida en la cápsula articular, como sucede
En la forma aguda clásica, el cuadro clínico consiste
en el extremo proximal del fémur y del húmero.
en dolor local y síndrome séptico. La anamnesis pone
Este mecanismo fisiopatológico fue puesto en entredi-
de manifiesto un dolor de ritmo inflamatorio, aunque
cho por Labbé et al [3] en un estudio ecográfico en el
los niños pequeños no pueden expresar el dolor. En
que se proponía que el primum movens es en realidad
la exploración se observa típicamente que el niño no
la afectación osteoperióstica. Sin embargo, un estudio de
utiliza un miembro superior, cojea o incluso rechaza apo-
Thévenin-Lemoine et al [4] en el que se realizaron estudios
yar el miembro inferior o evita sentarse cuando existe
de imagen precoces mediante resonancia magnética (RM)
afectación vertebral. Los signos de inflamación local
contradice esta hipótesis. En dicho estudio se observó
(enrojecimiento, calor) son apreciables cuando la loca-
que la afectación metafisaria era sistemática y que no
lización es superficial, como la rodilla o la tibia, pero
había ningún caso de infección perióstica pura, ni siquiera
están ausentes cuando la localización es profunda, como
cuando el daño perióstico era más intenso que el metafi-
la cadera o el fémur. En la osteomielitis es clásico el dolor
sario.
desencadenado por la palpación de la metáfisis implicada,
y la movilidad de las articulaciones adyacentes es normal
Etiopatogenia de la artritis o está disminuida. En la artritis, por el contrario, la movi-
lidad articular está muy limitada o incluso abolida. En
En la mayoría de los casos se trata de una infección la práctica, hay casos de osteomielitis muy dolorosas que
articular primaria debida a bacteriemia o septicemia. La imposibilitan el movimiento y de artritis pauciinflamato-
afectación de la sinovial da lugar a una artritis pura, sin rias en las que la movilización es posible. La exploración
infección ósea. Cuando existe infección ósea asociada se física permite apreciar derrame en algunas localizaciones,
denomina osteoartritis; en este caso, se trata principal- especialmente en la rodilla mediante la maniobra del cho-
mente de artritis que surgen como complicación de una que rotuliano.
osteomielitis (cf supra). Las lesiones que aparecen se deben
a las toxinas secretadas por los microorganismos, que pue-
den causar condrólisis. Otro posible factor de lesión es el Pruebas de laboratorio
aumento de la presión intraarticular, que disminuye la
Se busca un síndrome inflamatorio biológico con leu-
vascularización de la epífisis y de la capa germinal del
cocitosis y aumento de la CRP (proteína C reactiva). La
cartílago de crecimiento.
velocidad de sedimentación globular no se utiliza en la
práctica porque tiene una cinética más lenta que la de
la CRP y los laboratorios no suelen realizarla de forma
 Epidemiología urgente. Estas anomalías, sin embargo, no son criterios
absolutos: la CRP es normal en el 30% de los casos. Actual-
La incidencia varía mucho en función de la zona geo- mente existen micrométodos para medir la concentración
gráfica. de CRP que permiten una cuantificación fiable, rápida
La incidencia de la osteomielitis varía entre 13-20 por y con menor morbilidad para los niños. También se ha
100.000 niños en las series europeas y entre 1-37 por propuesto que la procalcitonina podría ser un marca-
100.000 en el resto del mundo La frecuencia en los niños dor más específico de infección bacteriana que permitiría
es aproximadamente el doble que en las niñas [5] . La osteo- diferenciarla de otros diagnósticos asociados a síndrome
mielitis se observa en todas las franjas de edad. La media inflamatorio, especialmente los de origen vírico. Por des-
de edad de aparición es de 6 años, si bien aparece un pico gracia, su especificidad es baja. En cambio, posee un buen
antes de los 3 años. Las metáfisis muy fértiles son las que valor predictivo negativo, lo que significa que un resul-
más se afectan porque son las más vascularizadas. La infec- tado negativo indica que es poco probable que el origen
ción se localiza en el miembro inferior en el 70% de los sea bacteriano.
casos. Kocher et al [8] definieron una combinación de criterios
En el caso de la artritis, la incidencia es de aproximada- clínicos y biológicos que en un marco de dolor de cadera
mente cuatro por cada 100.000 niños [6] . De nuevo, afecta de origen no traumático orienta hacia una artritis bac-
al doble de niños que de niñas, y el tramo de edad de teriana. Se trata de los criterios siguientes: temperatura
mayor incidencia es el de 0-4 años. Aparece con mayor superior a 38,5 ◦ C, rechazo al apoyo, velocidad de sedi-
frecuencia en grandes articulaciones (rodilla y cadera). Los mentación globular mayor de 40 y leucocitosis superior
factores de riesgo que se asocian a complicaciones locales a 12.000/mm3 . En su estudio, la probabilidad de diag-
y sistémicas (septicemia) son la infección de grandes arti- nóstico de artritis bacteriana era del 99% en presencia
culaciones y la edad entre 10-14 años, lo cual se explica de cuatro criterios, del 93% para tres criterios, del 40%
por lo relativamente frecuentes que son las infecciones para dos y del 3% para uno. En un estudio en el que
por Staphylococcus secretor de leucocidina de Panton y comparaban los criterios de Kocher con la RM, Nguyen
Valentine (LPV) en esa franja de edad. et al [9] observaron que la incidencia de osteomielitis en

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Figura 3. Gammagrafía
ósea en la que se observa
hipercaptación de la fisis
distal del fémur derecho en
el marco de una osteomie-
litis aguda en un chico de
16 años.

Figura 1. Subluxación de la cadera izquierda, indicativa de un


derrame voluminoso en el marco de una artritis en una niña de
4 meses.

ticular, pero aun así es un signo de artritis (Fig. 2). En la


osteomielitis pueden aparecer abscesos subperiósticos.

Gammagrafía
Mientras que la presencia de derrame en la ecografía
permite establecer un diagnóstico positivo de artritis, al
Figura 2. Ecografía en la que se observa, posterior y medial a la diagnóstico urgente de osteomielitis se llega por la ausen-
tibia (punta de flecha), un derrame en la vaina del tibial posterior cia de artritis. La gammagrafía ósea permite alcanzar un
(flecha) que pone de manifiesto una artritis de tobillo en un niño diagnóstico positivo (Fig. 3). Una hipercaptación precoz y
de 8 meses. tardía orienta hacia una infección osteoarticular, mientras
que una hipercaptación exclusivamente precoz es indica-
tiva de afectación de tejidos blandos.
los pacientes que presentaban tres o cuatro criterios de
No obstante, se trata de una prueba con escasa defini-
Kocher era del 47,9%.
ción de la imagen y que aplica radiación, por lo que ha
sido sustituida por la RM. Pese a ello, conserva dos indi-
caciones interesantes en el niño pequeño. Por un lado es
Estudios de imagen una buena prueba de orientación diagnóstica cuando la
Radiografías localización del dolor es dudosa porque el niño no puede
expresarse y, por otro lado, a diferencia de la RM, puede
Se realizan de forma sistemática, a pesar de que en la hacerse siempre sin anestesia general, incluso en los niños
mayoría de los casos son normales. Principalmente per- pequeños. Por último, hay que saber que en los menores
miten descartar otros diagnósticos. En la osteomielitis de 18 meses se producen falsos negativos.
aparecen anomalías de tipo osteolítico al cabo de unos
10 días de evolución. En el caso de la artritis, los signos de
Resonancia magnética
degradación articular, como el pinzamiento y las micro-
geodas, son todavía más tardíos y suelen observarse en La gammagrafía, que durante mucho tiempo fue el gold
procesos de varios meses de evolución. En cambio, los sig- standard (prueba de referencia) para el diagnóstico de la
nos indirectos de derrame, como el desplazamiento de las osteomielitis, ha sido sustituida por la RM porque permite
líneas grasas o la subluxación, son mucho más frecuentes hacer un análisis tisular minucioso y no aplica radiación.
(Fig. 1). Ofrece una sensibilidad y una especificidad excelentes
(98% y 92%, respectivamente) y tiene un valor predic-
tivo positivo del 83%. Si la evaluación radiológica inicial
Ecografía (radiografía más ecografía) es negativa, se realiza como pri-
Se realiza en la mayoría de los casos y es la prueba mera elección una RM dirigida, en caso de que se hayan
de referencia cuando se duda entre artritis y osteo- encontrado signos clínicos, o una RM de «campo grande»
mielitis. En presencia de artritis, evidentemente, habrá si la exploración física no ha aportado datos localizadores.
derrame articular. Determinadas articulaciones presentan A fin de conseguir la inmovilidad necesaria para el buen
una comunicación fisiológica con las vainas tendinosas desarrollo de la prueba, en el lactante se puede aprovechar
adyacentes. Es el caso de la vaina del tendón de la porción la somnolencia posprandial. A veces es necesaria sedación
larga del bíceps en el hombro o de la del tendón del tibial o incluso anestesia general.
posterior en el tobillo. Cuando el derrame es escaso, puede El radiólogo ha de adaptar el orden, el número y la dura-
suceder que el radiólogo lo detecte únicamente en una de ción de las secuencias: es útil empezar con una secuencia
estas vainas y no logre visualizarlo en el espacio intraar- sensible al edema (STIR [inversión-recuperación con tau

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Figura 4. Osteomielitis aguda de la por-


ción proximal de la tibia, con una zona de
edema intramedular en la metáfisis pro-
ximal de la tibia con hiposeñal en T1
(A), hiperseñal en secuencia de inversión-
recuperación de tau corta (B) y realce tras
la inyección (C).

A B C

Figura 5. Presencia de hiperseñales puntiformes en T1 en la A B C


medular y el espacio subperióstico, indicativas de osteomielitis
aguda de la porción proximal de la tibia (flechas). Figura 6. Absceso intraóseo en la metáfisis distal del cúbito
en un niño de 2 años: imagen ovalada de centro líquido con
corto] o T2 con supresión de la señal de la grasa [fat sat]), hiposeñal en T1 (A), hiperseñal en secuencia de inversión-
a fin de localizar las anomalías de la señal y centrar las recuperación de tau corta (B) y sin realce tras la inyección (C). Las
secuencias siguientes. secuencias tras la inyección permiten visualizar bien la captación
En caso de diagnóstico positivo, es necesario inyectar anular de contraste en la pared del absceso (C).
un medio de contraste intravenoso para caracterizar el
tejido: las secuencias dinámicas en T1 permiten diferen- ción y con una cubierta periférica que capta el contraste
ciar bien las zonas de hipervascularización, los abscesos y en anillo) (Fig. 6).
las zonas de isquemia ósea. La RM también permite investigar si hay diseminación
La presencia de edema intramedular, con mayor fre- diafisaria, fisaria y epifisaria (Fig. 7). Las zonas de necro-
cuencia metafisario, es un signo precoz de osteomielitis sis producen hiposeñal en todas las secuencias sin realce
aguda no abscedada y aparece 1-2 días después del tras la inyección de gadolinio (Fig. 8). La RM detecta el
comienzo de las manifestaciones. Se trata de una zona derrame intraarticular, aunque no sea posible determinar
inflamatoria con hiposeñal en T1 e hiperseñal en STIR o si es de tipo reactivo o si existe una artritis asociada. Y,
T2 fat sat, de límites borrosos, que se realza tras la inyec- por último, puede poner de manifiesto los abscesos sub-
ción de gadolinio (Fig. 4). Un buen criterio diagnóstico periósticos (Fig. 9) o de tejidos blandos.
que permite diferenciar una osteomielitis de otro proceso
patológico intramedular es la presencia de hiperseñales
puntiformes en T1, indicativas de grasa dentro de la  Bacteriología
médula ósea, el espacio subperióstico o los tejidos blan-
dos (Fig. 5). Estas hiperseñales en T1 se explicarían por Epidemiología
un aumento de la presión intramedular que provocaría
necrosis de los tejidos adiposos y liberación de gotitas de Uno de los principales factores determinantes de la
grasa. La afectación medular puede llegar a constituir un ecología de los microorganismos encontrados es la edad
absceso intraóseo (centro líquido con hiposeñal en T1 e del paciente. En Francia, los dos microorganismos que se
hiperseñal en T2 fat sat o STIR, sin realce tras la inyec- observan con mayor frecuencia en menores de 4 años son

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Kingella kingae (70%) y Staphylococcus aureus. A partir de que favorecen el desarrollo de determinados microorga-
los 4 años se aísla sobre todo S. aureus y, en menor grado, nismos.
estreptococos. La prevalencia de los microorganismos varía en función
K. kingae es un bacilo grampositivo del que probable- del país: por ejemplo, en Estados Unidos es muy preva-
mente muchos niños sean portadores crónicos en la boca. lente S. aureus resistente a la meticilina, en especial las
Ceroni et al [10] observaron que el 71% de los pacientes cepas secretoras de LPV. Hay que obtener información
de 6-48 meses de edad que presentaban una infección sobre posibles viajes recientes.
osteoarticular eran portadores bucales, frente a tan sólo el La prevalencia también varía según las características
6% de los niños sanos de la misma franja etaria. La infec- de los pacientes. Habitualmente se encuentran infeccio-
ción por K. kingae se detecta exclusivamente en pacientes nes por Salmonella en pacientes con drepanocitosis, por
portadores crónicos. La desaparición de la infección por estreptococo de tipo A en caso de varicela y por S. pneu-
K. kingae a partir de los 4 años podría guardar relación con moniae en caso de gripe. En los recién nacidos se producen
el comienzo de la escolarización. En efecto, es una etapa principalmente infecciones maternofetales por Escheri-
en la que los niños se exponen a una cantidad mucho chia coli o estreptococo de tipo B de origen vaginal, y en los
mayor de microorganismos que antes. K. kingae es un niños hospitalizados sometidos a medidas invasivas que
bacilo de crecimiento lento, por lo que la presión de selec- pueden constituir una puerta de entrada, como las perfu-
ción por parte de otros microorganismos limita su desar- siones, predominan las infecciones por S. aureus. También
rollo. se observan infecciones por Pseudomonas aeruginosa en
En el estudio de Ferroni et al [7] , los principales patóge- los niños ingresados en unidades de cuidados inten-
nos identificados fueron K. kingae (52%), S. aureus (28%), sivos.
Streptococcus pyogenes (7%), Streptococcus pneumoniae (3%) Por último, hay cuadros clínicos que hacen sospechar
y Streptococcus agalactiae (2%). No se notificó ninguna determinados microorganismos.
infección por K. kingae después de los 4 años de edad. Las infecciones por K. kingae ocurren, como ya se ha
Estos datos generales permiten establecer protocolos de visto, antes de los 4 años, y suelen dar lugar a cuadros
antibioticoterapia probabilista con los que iniciar el tra- pauciinflamatorios. También es típica la osteomielitis con
tamiento. Lo siguiente es investigar los factores concretos afectación epifisaria primaria [11] .
Las infecciones por S. aureus secretor de LPV provocan a
menudo cuadros muy inflamatorios e incluso shock sép-
tico. Puede haber múltiples localizaciones con múltiples
abscesos intra y extraóseos, y al cabo de varios días apa-
recen zonas extensas de necrosis ósea (Fig. 10). A veces se
acompañan de tromboflebitis, y es posible que aparezcan
focos pulmonares.

A B
Figura 9. Absceso subperióstico en la porción distal del fémur
Figura 7. Lesión metafiso-fiso-epifisaria distal de la tibia con de contenido líquido con hiperseñal en secuencia de inversión-
hiperseñal en secuencia de inversión-recuperación de tau corta, recuperación de tau corta (A) y una cubierta periférica que se
un halo de esclerosis con hiposeñal y edema periférico con realza tras la inyección (B), así como un pequeño absceso de
hiperseñal. tejidos blandos en contacto con un absceso subperióstico.

Figura 8. Zona intraósea con hiposeñal


en T1 (A), hiposeñal en T2 fat sat (satura-
ción de la grasa) (B) y sin realce después de
la inyección (C), indicativa de desvascula-
rización en la porción distal de la tibia.

A B C

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 Diagnóstico diferencial
Osteomielitis
Tumores
El cuadro clínico puede ser de sintomatología subaguda
o crónica. Las lesiones óseas primarias, como el sarcoma
de Ewing o el granuloma eosinófilo, suelen tener una pre-
sentación inflamatoria que remeda una infección. Más
raras son las lesiones secundarias a un tumor del sistema
hematopoyético, como el linfoma óseo. El diagnóstico
se sospecha habitualmente en la radiografía simple, que
muestra una lesión de evolución rápida. Para diagnosticar
estas enfermedades es indispensable hacer una biopsia.
Antes de realizar la biopsia es aconsejable hacer una RM
urgente. En caso de cáncer hematológico, el diagnóstico se
establece por la presencia de leucocitosis con predominio
de blastos en el hemograma.

Síndrome SAPHO (sinovitis, acné,


pustulosis, hiperostosis y osteítis)
A B
Este trastorno raro y de pronóstico generalmente
Figura 10. Osteomielitis del húmero derecho por Staphylococ- benigno afecta a los huesos largos y a veces a la columna
cus aureus secretor de leucocidina de Panton y Valentine en un vertebral. Dentro del mismo grupo de enfermedades, la
niño de 12 años. En la radiografía (A) se observa una osteólisis osteomielitis crónica multifocal recidivante (OCMR) com-
amplia secundaria a un proceso de necrosis. En la resonancia bina afectación articular y ósea. Los niños que la padecen
magnética (B), además de la afectación ósea, se aprecia un presentan dolores de origen óseo de ritmo inflamatorio.
absceso subperióstico en la parte superior lateral y un absceso En las radiografías se observa remodelación metafisa-
intramuscular en la parte intermedia medial. ria osteolítica con reacción perióstica. Un determinado
número de casos corresponde en realidad a cuadros de
osteomielitis unifocal recidivante. En un gran número
de casos, las imágenes llevan a realizar una biopsia
Muestras bacteriológicas cuyos resultados a menudo concluyen que se trata de
una «inflamación inespecífica». Se desconoce la etiología
El bacteriólogo desempeña un papel fundamental a exacta, pero probablemente se trate de la combinación
la hora de descubrir cuál o cuáles son los patóge- de un agente infeccioso y una predisposición autoinmu-
nos causales. El diagnóstico bacteriológico dependerá nitaria. El tratamiento es controvertido (bifosfonatos de
de dos factores principales: la calidad de las muestras segunda generación, corticoides, colchicina, metotrexato
y el método utilizado en el laboratorio. Al igual que y antiinflamatorios no esteroideos).
sucede con las muestras dirigidas al laboratorio de ana-
tomía patológica, es necesario cumplimentar las hojas de
información clínica con precisión, especialmente en lo Drepanocitosis
relativo a si se han administrado o no antibióticos previa- El diagnóstico diferencial entre infarto óseo e infección
mente. es difícil. Habitualmente se considera que la osteomie-
Debe obtenerse una muestra para hemocultivo de la litis sólo puede producirse sobre una zona ya necrótica
vía venosa, incluso en ausencia de fiebre. Su obtención y, por tanto, que ha sufrido un episodio vasooclusivo
sistemática permite identificar las bacterias causantes en (EVO) previo. Todos los elementos diagnósticos (fiebre,
el 10% de los casos. En caso de infección por un micro- signos locales, síndrome inflamatorio biológico, estudios
organismo infrecuente, la investigación serológica o de de imagen) pueden ser engañosos. No hay pruebas com-
antígenos solubles permite detectar de forma indirecta plementarias que permitan diferenciar un EVO de una
al patógeno responsable. Es el caso, por ejemplo, de la infección. Esta última se sospecha a partir de un con-
enfermedad de Lyme. junto de argumentos (fiebre alta, gran aumento de la
Se deben obtener urgentemente muestras de la presunta CRP, hemocultivos, etc.). Se recomienda tratar primero
puerta de entrada (muestras de garganta y piel y examen el EVO y empezar la antibioticoterapia sólo si no hay
citobacteriológico de orina). una mejoría rápida. En presencia de un cuadro grave, sin
Las muestras locales obtenidas en quirófano (líquido embargo, es frecuente asociar los dos tratamientos para
articular, punción metafisaria o absceso subperióstico) evitar riesgos al paciente, dado que es posible que el ori-
deben someterse a tres tipos de pruebas: gen del desencadenamiento de un EVO sea una infec-
• cultivo en frasco de hemocultivo: es la muestra a ción.
la que hay que dar prioridad, sobre todo cuando la
cantidad de líquido obtenido es escasa. Es la más
rentable en lo que a la identificación bacteriana se Artritis
refiere;
• PCR (reacción en cadena de la polimerasa) específica: Sinovitis aguda transitoria
es especialmente útil para los microorganismos difíci- En la cadera, el diagnóstico diferencial entre sino-
les de identificar en cultivo, como K. kingae. Tiene el vitis aguda transitoria y artritis séptica no siempre es
inconveniente de que no permite realizar un antibio- fácil, sobre todo porque la sinovitis puede ocurrir en un
grama; contexto infeccioso durante el cual el niño ha recibido
• citología: se sospecha infección bacteriana en presencia antibióticos. Por ello, en presencia de un derrame de
de leucocitosis superior a 50.000/mm3 con un porcen- cadera en un niño que presenta mucho dolor, sin fiebre
taje de neutrófilos mayor del 90%; y sin perturbaciones en el análisis de sangre, es preferible
• cultivo en tubo seco: sólo se realizará si hay una canti- hacer una artrocentesis. La punción de un líquido claro
dad suficiente de líquido orienta hacia este diagnóstico. Si hay dudas o el líquido

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Figura 11. Árbol de decisiones. Con-


Anamnesis, dolor, ducta práctica ante un niño con monoa-
rigidez, derrame, pruebas tritis. AG: anestesia general.
de laboratorio, radiografías

Sospecha de artritis

Punción bajo AG
Análisis bacteriológico
Análisis patológico

Pus evidente Líquido turbio Líquido claro Sangre pura

Artritis séptica inicial Traumatismo


Artritis
Artritis por Kingella kingae Malformación arteriovenosa
séptica
Artritis inflamatoriat Alteración de la hemostasia

Lavado por Lavado con dos agujas o artrotomía Tratamiento específico


artrotomía Antibiothérapie
Drenaje Reevaluación clínica y
Antibioticoterapia biológica a los 3 días

es turbio, se iniciará una antibioticoterapia probabilista


hasta que se disponga de los resultados del análisis del
 Tratamiento
líquido. Tratamiento quirúrgico
La indicación quirúrgica en caso de sospecha de artritis
Artritis reumática es absoluta. La punción permite, por un lado, identificar
al microorganismo causal y, por otro, disminuir el inó-
Las artritis reumáticas son, en la mayoría de los casos,
culo, lo cual acelera la eficacia de la antibioticoterapia.
monoartritis. La articulación afectada con mayor frecuen-
En las artritis es importante conseguir una eficacia rápida
cia es la rodilla, seguida del tobillo. Alrededor del 90%
porque pueden comportarse como un absceso y, por lo
de los casos ocurren en niñas. Al principio se observa
tanto, provocar septicemia. Además, es absolutamente
inflamación articular sin fiebre ni dolor intenso, como
necesario evitar la aparición de lesiones condrales, que
mucho una pequeña molestia con cansancio al caminar
cicatrizan poco o nada incluso en los niños. El tratamiento
y cojera leve. En la anamnesis se identifican episodios de
de referencia en caso de que el líquido que se obtenga
molestias idénticas varias semanas antes que remitieron
en la punción sea purulento es el lavado mediante artro-
de manera espontánea. Son importantes los antecedentes
tomía. Dada la morbilidad de la artrotomía, se han
familiares de enfermedad inflamatoria articular, psoriasis
propuesto como alternativas el lavado artroscópico [12] ,
y enfermedad digestiva crónica. El líquido de punción
las punciones de repetición [13] o incluso la punción
puede tener un aspecto «puriforme», y la biopsia sino-
simple [14] . Los resultados recogidos en la literatura son
vial (preferiblemente realizada bajo artroscopia) es una
satisfactorios, siempre que se cumplan determinadas con-
ayuda diagnóstica importante. El diagnóstico se completa
diciones. En especial, el tratamiento mediante punción
mediante un análisis de sangre con pruebas reumáti-
debe reservarse para niños menores de 3 años con una CRP
cas (cuantificación de IgG [inmunoglobulina G], A y
inferior a 20. La punción permite dirigirse a las infeccio-
M, anticuerpos antinucleares, HLA [antígeno leucocítico
nes por K. kingae, microorganismo con escasa virulencia
humano] B27, electroforesis de proteínas plasmática) y
y buena sensibilidad a los antibióticos, lo cual explica
una evaluación oftalmológica en busca de una uveítis
los buenos resultados en esta población concreta. En la
anterior.
Figura 11 se representa un árbol de decisiones sobre la
conducta que hay que seguir en función del aspecto del
líquido [15] .
Artritis reactiva En caso de osteomielitis aguda, no hay unanimidad en
La artritis reactiva a una infección vírica o bacteriana cuanto a la necesidad de una intervención local. Dada la
suele ser poliarticular. La sinovitis se debe al depó- buena difusión de los antibióticos dentro del hueso infan-
sito de complejo inmunitarios, por lo que el líquido til y la eficacia del tratamiento probabilista, no parece
articular es estéril. Se observa en el transcurso de la justificado realizar una punción con fines diagnósticos
rubéola o durante infecciones por bacterias intrace- y aún menos un procedimiento de lavado. Por el con-
lulares (Chlamydia trachomatis, Ureaplasma urealyticum, trario, en presencia de un absceso, ya sea subperióstico
Yersinia, Salmonella, Campylobacter y Shigella), donde esta o intramedular, la difusión de los antibióticos no es tan
artritis puede formar parte del síndrome de Fiessinger- buena y por ello está indicado efectuar un drenaje. El dre-
Leroy-Reiter caracterizado por la tríada óculo-uretro- naje de la cavidad medular está indicado en presencia de
sinovial. un absceso intraóseo objetivado en la RM. En cambio,
Ente una artritis pediátrica, en ausencia de un diag- su realización sistemática en combinación con el dre-
nóstico de certeza siempre es preferible considerarla por naje de un absceso subperióstico sigue siendo objeto de
exceso como bacteriana y tratarla como tal. debate.

EMC - Aparato locomotor 7


E – 14-204  Infecciones osteoarticulares de los niños

Antibioticoterapia amplias de necrosis donde las lesiones vasculares reducen


la difusión de los antibióticos y las defensas inmunitarias.
Probabilista, a menudo es objeto de protocolos. Se
adapta en función de la ecología regional habitual y, Inmovilización
sobre todo, de la edad del paciente, y puede ampliarse
dependiendo de determinados factores de riesgo ante- Antiguamente se procedía a la inmovilización sistemá-
riormente mencionados. Lorrot et al [16] establecieron sus tica con el pretexto de que el reposo articular facilitaría la
recomendaciones auspiciados por el Groupe de Patholo- curación de la infección. Este argumento ya no es válido.
gies Infectieuses Pédiatriques. Las moléculas que más se La indicación de inmovilización sigue siendo categórica
utilizan como primera elección son la combinación de en caso de debilitamiento óseo, a fin de evitar una frac-
amoxicilina y ácido clavulánico o las cefalosporinas de tura patológica, o si se produce una luxación séptica de
primera (cefazolina) o segunda generación (cefuroxima). cadera. En las demás situaciones, la inmovilización tiene
Si aparecen signos evocadores de septicemia, se añade un interés antálgico. Puede efectuarse mediante una férula
gentamicina. En presencia de un cuadro tóxico, determi- o incluso con un vendaje voluminoso y, cuando se aplica,
nados antibióticos, como la clindamicina, parecen tener suele mantenerse el tiempo que dure la hospitalización.
un efecto inactivador de las toxinas. En las infecciones del La inmovilización no debe entorpecer la vigilancia local
recién nacido hace falta una cobertura simultánea contra en busca de signos de inflamación, que son un elemento
los microorganismos gramnegativos y contra S. aureus importante para evaluar la eficacia del tratamiento.
hospitalario y, por lo tanto, potencialmente resistente a
la meticilina. Se recomienda combinar una cefalosporina
de tercera generación (cefotaxima, dirigida contra gram-  Vigilancia
negativos) y un aminoglucósido (gentamicina, dirigida
contra grampositivos). Las infecciones osteoarticulares se Hay que vigilar a diario la temperatura y los signos
consideran de origen maternofetal hasta los 3 meses de locales. Al cabo de 2-3 días debería haberse conseguido
edad. A partir de esa edad se retoman las recomendaciones la ausencia de fiebre y la mejoría clínica. Otro elemento
habituales. importante es la CRP, que debe cuantificare todos los días.
Una vez realizados el cultivo y el antibiograma, la La aparición de micrométodos ha facilitado esta prueba.
antibioticoterapia debe adaptarse lo más posible al micro- Dado que la semivida de la CRP es de 2,5 días, se puede
organismo o microorganismos identificados. considerar que su valor debe reducirse a la mitad cada
Clásicamente se aconsejaba no empezar a administrar 2 días.
antibióticos hasta haber obtenido las muestras para estu- En general, el cambio de tratamiento a la vía oral se efec-
dio bacteriológico. Sin embargo, los resultados tienden a túa una vez lograda una mejoría importante, para lo cual
mostrar que la antibioticoterapia previa no negativiza las es fundamental el criterio de una CRP inferior a 20. Dada
muestras [17] y podría tener como efecto beneficioso una la buena tolerabilidad del tratamiento antibiótico oral, el
normalización más temprana de la CRP, probablemente alta hospitalaria es factible una vez hecho el cambio.
gracias a que se alcanzan concentraciones eficaces más La primera causa de ausencia de mejoría es el fracaso
precozmente. del tratamiento local. Por lo tanto, lo primero que hay que
También clásicamente, la antibioticoterapia se empieza investigar es una posible recidiva del derrame, si se trata de
a administrar por vía intravenosa con el objetivo de una artritis o la formación de un absceso subperióstico si
«superar un hito» en cuanto a la reducción del inó- se trata de una osteomielitis. Ambas situaciones pueden
culo antes de pasar a la vía oral, que será menos eficaz. llevar de nuevo al quirófano. En ausencia de estas ano-
Para muchos equipos, este hito es la consecución de malías, hay que buscar otras localizaciones. La búsqueda
una CRP inferior a 20 [18] . En los casos con CRP inicial de otras localizaciones osteoarticulares se hace mediante
inferior a 20 parece necesario un tratamiento intrave- exploración física. La gammagrafía ósea también es una
noso de 48 horas de duración. No obstante, Roul-Levy buena prueba de detección en esta indicación, especial-
et al [19] demostraron que en las osteomielitis pauciinfla- mente en los niños pequeños en los que la anamnesis
matorias es factible la antibioticoterapia oral de entrada. aporta poca información. También es necesario buscar
Evidentemente, la molécula utilizada para la administra- otros focos, que pueden ser ORL (otitis o amigdalitis),
ción oral depende del microorganismo que se identifique. pulmonares, meníngeos o cardíacos (endocarditis).
K. kingae es muy sensible a la amoxicilina, que actual- La revisión al cabo de 1 semana permitirá comprobar
mente constituye el tratamiento de elección para este si la mejoría local continúa y si se está cumpliendo el
microorganismo. En cuanto a S. aureus, en Francia sigue tratamiento antibiótico y éste es bien tolerado. Ante la
siendo sensible a la meticilina en la mayoría de los menor duda, puede realizarse una micro-CRP. En la revi-
casos. Por lo tanto, puede instaurarse tratamiento anti- sión con radiografías al cabo de 6 semanas se comprueba
biótico con amoxicilina y ácido clavulánico o cefadroxilo que no haya habido de recidiva sintomática ni se hayan
(C1G) [16] . formado lesiones osteolíticas. En caso de que inicialmente
La duración total del tratamiento ha disminuido con- hubiera lesiones osteolíticas, se controlará la ausencia de
siderablemente con el paso de los años. Aunque algunas progresión de éstas. La aparición de un halo de osteocon-
recomendaciones llegaban antiguamente a los 3 meses de densación es un buen signo de control de la infección
antibioticoterapia, las últimas publicaciones demuestran (Fig. 12). El resto del seguimiento dependerá de las lesio-
que se puede reducir la duración total del tratamiento a nes observadas, especialmente en presencia de afectación
15 días en las artritis [20] y a 21 días en las osteomieli- del cartílago de crecimiento.
tis [21] . No obstante, estos plazos no deben convertirse en
dogmas. De hecho, ahora más que nunca es fundamental
adaptarse paciente. Si se trata de un cuadro inicialmente
 Formas clínicas especiales
pauciinflamatorio causado por un microorganismo sensi- Osteomielitis subaguda
ble y se produce una resolución rápida de los síntomas y
normalización de la CRP, puede proponerse una duración Se observa típicamente en niños pequeños y se carac-
mínima para la antibioticoterapia. En los cuadros más gra- teriza por un comienzo insidioso, ausencia de signos
ves, por el contrario, se mantiene el tratamiento por vía sistémicos de infección, una sintomatología atenuada
intravenosa hasta obtener una mejoría suficiente de la pero que se agrava de forma progresiva, con pocos sig-
CRP, incluso durante varias semanas si es necesario. La nos locales, y una evolución benigna en los casos típicos.
antibioticoterapia oral también puede ser prolongada, en Son frecuentes los errores diagnósticos. En las radiografías
ocasiones de hasta 3 o 6 meses, sobre todo si existen zonas simples se observan a menudo anomalías debidas al

8 EMC - Aparato locomotor


Infecciones osteoarticulares de los niños  E – 14-204

Figura 12. Espondilodiscitis L4-L5 en un


niño de 15 meses. En la radiografía sim-
ple (A) se observa pinzamiento discal y una
erosión en espejo de los platillos vertebra-
les. La gammagrafía (B) y la secuencia en
T2 de la resonancia magnética (C) con-
firman el diagnóstico. La radiografía a las
6 semanas (D) muestra un halo de conden-
sación que delimita la zona de osteólisis, lo
que indica un buen control de la infección.

A B C D

A B

C D
Figura 14. Osteomielitis del cuello femoral izquierdo en un
niño de 3 años. En la radiografía (A) y la tomografía computari-
A B
zada (C) se observa una lesión osteolítica en contacto con la fisis.
Figura 13. Espondilodiscitis L1-L2 en una niña de 10 meses. Cuatro años después se aprecia una coxa vara en la radiografía
En la radiografía simple (A) y las secuencias en T1 fat sat (satu- (B), que se explica por la presencia de un puente de epifisiodesis
ración de la grasa) con inyección de gadolinio de la resonancia en la tomografía (D).
magnética (B) se observa una cifosis de 20◦ , motivo por el que
está indicada la inmovilización con corsé de yeso.
 Complicaciones
tiempo de evolución, que pueden ser de tipo osteolítico o
de reacción perióstica. Complicaciones sistémicas
Son las de la septicemia. Aparecen en las infecciones del
Espondilodiscitis recién nacido con un diagnóstico de infección osteoarti-
cular, a veces establecido de forma tardía, así como en los
La espondilodiscitis puede adoptar diferentes formas adolescentes que presentan infección por S. aureus secre-
clínicas según la edad del niño. Es frecuente que el diag- tor de LPV. En este caso, el pronóstico vital está en juego.
nóstico se retrase. En el lactante puede consistir en una
afectación infecciosa localizada en el transcurso de un
cuadro de septicemia con varias localizaciones. La afec-
tación discovertebral suele ser múltiple y contigua y Complicaciones ortopédicas
conlleva destrucción de las vértebras. Mientras que el cua-
dro clínico en los niños mayores suele ser de dorsalgia
Problemas de crecimiento
o lumbalgia, las manifestaciones más frecuentes en los Se deben a la afectación de la placa de crecimiento.
niños pequeños son cojera, actitud rígida o dificultad para Dependiendo de si ésta es completa o parcial (epifisio-
sentarse. El cuadro infeccioso, clínico y biológico es por lo desis), las consecuencias serán desigualdad general de la
general muy moderado. En los análisis de sangre es ade- longitud de un hueso largo o un defecto en el eje frontal,
cuado investigar la serología de enfermedades infecciosas en el eje sagital o en ambos (Fig. 14). El pronóstico final
como la brucelosis. La afectación vertebral y discal (espon- de la desigualdad es especialmente importante cuando
dilodiscitis) por una micobacteria (tuberculosa o atípica) la afectación inicial tiene lugar a edades jóvenes. Las
es posible fuera de los niños inmigrantes. En los casos típi- desigualdades de longitud tienen en común que son evo-
cos o tardíos, las radiografías muestran una disminución lutivas a lo largo del crecimiento. Durante el año siguiente
de la altura del disco intervertebral (Fig. 12). La RM es a un episodio agudo de infección ósea debe hacerse una
actualmente la prueba de referencia para evaluar con pre- vigilancia mediante radiografías centradas en el cartílago
cisión las lesiones y detectar los abscesos que puedan ser afectado. Las líneas radiológicas de Harris, unas bandas
objeto de desbridamiento mediante punción bajo control metafisarias densas también llamadas estrías de detención
radiológico. La inmovilización con corsé está indicada en del crecimiento, son normalmente paralelas a la fisis. Este
presencia de deformidad vertebral o de una lesión poten- paralelismo permite valorar la calidad del funcionamiento
cialmente inestable (Fig. 13). del cartílago de crecimiento.

EMC - Aparato locomotor 9


E – 14-204  Infecciones osteoarticulares de los niños

A
Figura 17. Osteomielitis del extremo proximal de la tibia, cau-
sante de una fractura patológica en un chico de 15 años.

C B
Figura 15. Osteomielitis subaguda en la parte medial de la
porción proximal de la tibia en un niño de 13 años con un
absceso intraóseo tratado mediante raspado quirúrgico (A). La
inflamación asociada a la infección ha provocado activación del
cartílago de crecimiento. El resultado es una desviación en valgo
de la tibia, así como hipercrecimiento general con una dismetría
resultante de 5 mm (B). Una vez curada la infección se realizó
una epifisiodesis asimétrica con placa en ocho para corregir el
valgo (C).

Figura 18. Osteomielitis crónica del tercio distal del fémur,


con un absceso intraóseo voluminoso (absceso de Brodie), en
un niño de 13 años.

alterar el crecimiento relativo en los segmentos que tienen


dos huesos, como el antebrazo o la pierna (Fig. 15).

Complicaciones articulares
La condrólisis, afortunadamente infrecuente, confiere
gravedad a la osteoartritis. Se debe a la toxicidad directa
de las toxinas bacterianas sobre el cartílago. La inmo-
vilización podría actuar como factor agravante porque
disminuye la actividad de síntesis de proteoglucanos, lo
cual dañaría la estructura del colágeno del cartílago arti-
cular.
La necrosis epifisaria es secundaria a la hiperpresión
intraarticular, que comprime los vasos que van hacia la
Figura 16. Osteomielitis del extremo superior del fémur dere- epífisis y provoca así un fenómeno parecido a un tapo-
cho, complicada con una necrosis epifisaria. namiento (Fig. 16). La extensión de la necrosis epifisaria
es variable. Puede añadirse una disfunción del cartílago
El hipercrecimiento es el resultado de una estimulación de crecimiento, donde las capas de células germinales y
del crecimiento en longitud por la hiperemia inflamato- de células cilíndricas dependen de los vasos epifisarios.
ria local. Suele ser limitado, del orden de 10 mm, por lo Este riesgo está esencialmente presente en las artritis de la
que no plantea problemas de dismetría. En cambio, puede cadera.

10 EMC - Aparato locomotor


Infecciones osteoarticulares de los niños  E – 14-204

En la cadera también puede producirse una luxación [4] Thévenin-Lemoine C, Vial J, Labbé JL, Lepage B, Ilharre-
séptica, cuyo tratamiento es de extrema urgencia (Fig. 1). borde B, Accadbled F, et al. MRI of acute osteomyelitis in
En estos casos se recomienda la inmovilización para tratar long bones of children: pathophysiology study. Orthop Trau-
la inestabilidad inducida. Puede llevarse a cabo mediante matol Surg Res 2016;102:831–7.
un arnés de Pavlik o un pañal de abducción antes de los [5] Grimprel E, Cohen R. Epidemiology and physiopathology of
6 meses, y en los niños de mayor edad, mediante un yeso osteoarticular infections in children (newborns except). Arch
pelvipédico. Pediatr 2007;14(Suppl. 2):S81–5.
[6] Okubo Y, Nochioka K, Marcia T. Nationwide survey of
Complicaciones óseas pediatric septic arthritis in the United States. J Orthop
2017;14:342–6.
La aparición de zonas amplias de necrosis ósea se debe [7] Ferroni A, Al Khoury H, Dana C, Quesne G, Berche P,
a la acción de las toxinas bacterianas y a fenómenos de Glorion C, et al. Prospective survey of acute osteoarticular
trombosis. Hay que vigilar la osteólisis resultante por- infections in a French paediatric orthopedic surgery unit. Clin
que puede agravarse aunque el tratamiento antibiótico Microbiol Infect 2013;19:822–8.
sea correcto. Si es necesario, se adoptarán precauciones [8] Kocher MS, Zurakowski D, Kasser JR. Differentiating bet-
para el apoyo y la utilización de los miembros afectados ween septic arthritis and transient synovitis of the hip in
a fin de evitar las fracturas patológicas que compliquen el children: an evidence-based clinical prediction algorithm. J
tratamiento (Fig. 17) Bone Joint Surg Am 1999;81:1662–70.
La supuración crónica se debe a una retención necró- [9] Nguyen A, Kan JH, Bisset G, Rosenfeld S. Kocher crite-
tica intra y periósea (Fig. 18). Pueden aparecer fístulas. ria revisited in the era of MRI: how often does the Kocher
La pérdida de sustancia ósea representa una complicación criteria identify underlying osteomyelitis? J Pediatr Orthop
2017;37:e114–9.
temible de largo tratamiento y a menudo con múltiples
[10] Gravel J, Ceroni D, Lacroix L, Renaud C, Grimard
intervenciones quirúrgicas.
G, Samara E, et al. Association between oropharyngeal
carriage of Kingella kingae and osteoarticular infection
 Conclusión in young children: a case-control study. CMAJ 2017;189:
E1107–11.
[11] Ceroni D, Belaieff W, Cherkaoui A, Lascombes P, Schren-
El tratamiento de las infecciones osteoarticulares está
zel J, de Coulon G, et al. Primary epiphyseal or apophyseal
experimentando grandes cambios. Actualmente, la RM subacute osteomyelitis in the pediatric population: a report
permite hacer un análisis de las lesiones mucho más of fourteen cases and a systematic review of the literature. J
exacto. Las técnicas bacteriológicas se van perfeccionando Bone Joint Surg Am 2014;96:1570–5.
y ofrecen mayor precisión diagnóstica. Cada vez se conoce [12] Skyhar MJ, Mubarak SJ. Arthroscopic treatment of septic
mejor la farmacocinética de las moléculas antibióticas, lo knees in children. J Pediatr Orthop 1987;7:647–51.
cual permite planificar tratamientos antibióticos por vía [13] Givon U, Liberman B, Schindler A, Blankstein A, Ganel
intravenosa más cortos. A pesar de todo, hay determi- A. Treatment of septic arthritis of the hip joint by
nadas infecciones osteoarticulares de tratamiento difícil repeated ultrasound-guided aspirations. J Pediatr Orthop
que necesitan un tratamiento multidisciplinario. La acti- 2004;24:266–70.
tud diagnóstica y terapéutica de urgencia es la mejor [14] Tornero E, De Bergua-Domingo JM, Domenech P, Soldado
garantía de un buen resultado clínico con las meno- F, Torner F, Castellanos J, et al. Knee arthritis in children:
res secuelas posibles a largo plazo, en particular funcio- when can be safely treated with needle joint aspiration? A
nales. Large Children’s Tertiary Hospital Study. J Pediatr Orthop
2016 [Epub ahead of print].
[15] Cadilhac C, Pejin Z, Chéron G, Glorion C. Infections

“ Puntos esenciales [16]


ostéoarticulaires chez l’enfant. EMC – Médecine d’urgence
2016;12(1):1–11 [Article 25-140-I-20].
Lorrot M, Gillet Y, Gras Le Guen C, Launay E, Cohen
R, Grimprel E. Antibiotic therapy of bone and joint
• Toda cojera no traumática en un niño es una infections in children: proposals of the French Pediatric
infección osteoarticular hasta que se demuestre lo Infectious Disease Group. Arch Pediatr 2017;24(Suppl. 12):
contrario. S36–41.
• La RM es la prueba de referencia para el diag- [17] Benvenuti MA, An TJ, Mignemi ME, Martus JE, Thomsen IP,
Schoenecker JG. Effects of antibiotic timing on culture results
nóstico de la osteomielitis. and clinical outcomes in pediatric musculoskeletal infection.
• Kingella kingae provoca la mayoría de las infec- J Pediatr Orthop 2016 [Epub ahead of print].
ciones en menores de 4 años. [18] Chou AC, Mahadev A. The use of C-reactive protein
• Las infecciones osteoarticulares de los niños son as a guide for transitioning to oral antibiotics in pedia-
una urgencia diagnóstica y terapéutica. tric osteoarticular infections. J Pediatr Orthop 2016;36:
• La vigilancia biológica durante el tratamiento se 173–7.
[19] Roul-Levy A, Looten V, Bachy M, Grimprel E, Carbajal R,
efectúa mediante la CRP.
Vialle R. Oral ambulatory treatment of acute osteomyelitis in
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SAS, Paris), Appareil locomoteur, 14-178-A-10, 2009. 1201–10.
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EMC - Aparato locomotor 11


E – 14-204  Infecciones osteoarticulares de los niños

C. Thévenin-Lemoine (camille.theveninlemoine@gmail.com).
Service d’orthopédie pédiatrique, Hôpital des Enfants, 330, avenue de Grande-Bretagne, 31059 Toulouse, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Thévenin-Lemoine C. Infecciones osteoarticulares de los niños.
EMC - Aparato locomotor 2019;52(1):1-12 [Artículo E – 14-204].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

12 EMC - Aparato locomotor

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