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TITULO
Edmary Pacheco
CI: 12014789
LAS METAFORAS COMO RECURSO EN EL COACHING
Por ello, en este post quiero mostrarles como a veces nos podemos identificar o ver
reflejados en una metáfora y como al momento de leerla o escucharla, está nos
activa la mente creando nuevos pensamientos que nos pueden llevar a
desplazarnos de donde estamos hacia donde queremos ir abriéndonos nuevas
posibilidades.
Quizás algunos de ustedes a los que les llame la atención o les apasione el ámbito
del crecimiento personal o Coaching ya hayan escuchado o leído algo sobre esto,
aquí les dejo la versión del cuento más completa que conseguí, después de leer
varios blog, la tome de Alex Rovira y luego les cuento cómo la vi reflejada en mí.
“No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena
semilla, buen abono y riego constante.
Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo trasforma en no
apto para impacientes. Siembras la semilla, la abonas y te ocupas de regarla
constantemente. Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En
realidad, no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto
que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas
estériles.
¡No! La verdad es que se toma siete años para crecer y seis semanas para
desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este
bambú genera un complejo sistema de raíces que le permiten sostener el
crecimiento que vendrá después.
Los primeros años desde que se plantó la semilla, el bambú crece en el interior de
la tierra, durante esos años se está construyendo una compleja estructura que se
extienden hacia todas las direcciones para fortalecerse. Se está desarrollando la
base de la planta para que cuando lleguen fuertes ventiscas, aguante con fortaleza
y no caiga o se derrumbe.
¿Qué nos muestra esta metáfora del bambú?
Esta metáfora que es muy usada en el coaching nos muestra que algo muy similar
nos ocurre a las personas cuando realizamos un proceso de desarrollo personal o
profesional.
Quizás por la misma impaciencia, muchos que aspiran a resultados en corto plazo,
abandonan repentinamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.
Es tarea difícil hacerles ver a los impacientes que sólo llegan al éxito aquellos que
luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.
Cuando esto ocurra, te invito a continuar, a mantenerte firme y a luchar contra las
adversidades, sé de lo que te estoy hablando porque también me he sentido a la
deriva con vientos no favorables y con incertidumbres. Sólo así, conseguirás lo que
te propones.
Recuerda, los resultados no llegan rápidamente, primero debes crear una estructura
subterránea e invisible, incluso a tus ojos, para luego vivir y saborear la vida desde
el bienestar que has estado construyendo.
Ahora les comento como me vi reflejada en este cuento, hace 7 años pasaba
por algunas circunstancias personales no favorables para mí, lo primero fue
entrar en conciencia de que algo estaba mal, en ese acontecer comencé a
buscar en mi abanico de posibilidades y me pregunte ¿Qué debo hacer para
que esto mejore y deje de afectarme? ¿Cómo puedo recuperar mi bienestar?,
fue cuando decidí que había cosas que primero debía empezar a cambiar en
mí, para desde allí proyectarlo en mi entorno.
Siguiendo en el contexto de la metáfora, les cuento que opte por sembrar mis
semillas, pero no deseaba cualquier semilla, deseaba semillas que me dieran
una planta fuerte, duradera y que transformara mi entorno. Emprendí la
búsqueda no sabía que encontraría, pero tenía la convicción de que hallaría
buenas semillas que plantar. Así comenzó a llegarme gran cantidad de
información, toda relacionada con la petición que había hecho al universo,
cada actividad la hacía esperando el mejor resultado, del mismo modo
aparecieron personas en mi vida que me acompañaban y apoyaban en mi
proceso, hasta que encontré unas semillas, inicie mi siembra, han trascurrido
los meses, los años, a veces estoy en situaciones en las que creo que nada
está pasando, y eso puede ser estresante, ya que deseaba obtener resultados
rápidos, inmediatos, solo que a veces nuestros progresos no son tan rápidos;
todo esto porque ignoraba que lo que había plantado eran bambúes.
FUENTES
Metáforas del coaching, Inter Management Ibérica
https://liderazgopositivo.com/metaforas-en-coaching-conoces-su-poder/
http://www.alexrovira.com
http://www.coachingparadirectivos.com