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9.1 INTRODUCCION
Las mermeladas, jaleas y carnes de frutas, son productos obtenidos como resultado de la
cocción de frutas y zumos de frutas con agua, azúcar, ácidos y sustancias pépticas, hasta
que adquieran los elaborados la consistencia característica que debe tener cada uno de
ellos.
Los “Jellies” que incluyen en su masa trozos de frutas o tiras de cortezas, se denominan
“Marmalade” si bien tanto en Inglaterra como en Estados Unidos la palabra “Marmalade”
se refiere concretamente a los “Jellies” fabricados a partir de frutas cítricas, que llevan en
su masa tiras o trozos de corteza.
En todos los casos, bien de Jellies, Jam, Preserve y Marmalade, la concentración final de
azúcar debe ser la precisa para asegurar la conservación del elaborado.
Las jaleas obtenidas de zumos o extractos de frutas, son de consistencia casi sólida,
transparentes, no siendo corriente que lleven en su masa trozos de fruta ni tiras de corteza.
Las carnes de frutas o confituras, tienen un grado de gelificación muy alto y el producto
elaborado generalmente tiene que consumirse cortándolo con un cuchillo o espátula, ya
que prácticamente es un preparado sólido y compacto
Si todas las frutas tuviesen las mismas características en lo que se refiere a gusto, aroma,
consistencia, etc., la preparación de mermeladas sería una operación sencilla y simple,
pero como quiera que las proporciones de azúcares, ácido y pectina varían según la
especie, la variedad e incluso el estado de madurez del fruto, no es por tanto posible
atenerse a unas normas rígidas en la elaboración.
Con carácter general puede decirse que todos los frutos son aptos para la preparación de
mermeladas, siempre que se manipulen adecuadamente y se les agreguen aquellas
sustancias que les faltan o que tienen en proporción reducida.
LA FRUTA.
Las frutas deben de estar maduras, no pasadas, para que conserven todo su aroma y sabor,
a la vez que proporcionan el juego necesario para conseguir un producto que sea
suficientemente fluido y dé al final del proceso una coagulación adecuada.
EL AZÚCAR
El azúcar o sacarosa es uno de los componentes que entran en mayor proporción en estos
elaborados. Es evidente que la calidad de la misma es un factor que influye en la bondad
del producto final.
El azúcar de caña y remolacha son normalmente utilizados para este fin, siendo ambos
igualmente apropiados, siempre que estos azúcares sean blancos, especialmente cuando
se preparen mermeladas de tonalidad clara; por otra parte es el elemento esencial para la
coagulación y conservación de la mermelada.
De su proporción en el producto elaborado depende la conservación de éste, si bien una
excesiva adición produce posteriormente la formación de cristales de azúcar dando lugar
a que la masa no sea uniforme ni agradable al paladar.
El porcentaje mínimo de azúcares en el producto terminado debe de ser del 45%. Cuando
el azúcar entra en la elaboración de mermeladas en cantidades superiores al 50 por 100,
actúa como conservador y por tanto la mermelada se conserva por sí sola sin necesidad
de someterla a ningún proceso de esterilización. Adicionando como se indicaba
anteriormente, pueden producirse cristalizaciones de la sacarosa cuya formación de
cristales dependerá de la cantidad cantidades de azúcar próximas al 90 por 100 del peso
de la pulpa como se indicaba anteriormente, pueden producirse cristalizaciones de la
sacarosa cuya formación de cristales dependerá de la cantidad de glucosa que tuviese el
fruto. En el supuesto de que se deseen utilizar proporciones grandes de azúcar para tener
mayor garantía de conservación del producto, es aconsejable sustituir parte de la sacarosa
por glucosa comercial, evitándose así la referida formación de cristales.
EL ÁCIDO
El ácido generalmente empleado para este objeto es el cítrico ya que normalmente entra
como componente natural de los frutos. Puede utilizarse si se desea, ácido tartárico o
simplemente jugo de limón, en este caso a la vez que se acidifica la mermelada se
incorporan cantidades de pectina que lleva en disolución dicho jugo.
LA GLUCOSA
LA PECTINA
Una pectina de alto metoxilo se define como aquella con un DE superior al 50%, que
gelifica en un medio con un contenido de sólidos solubles superior al 55%, a un pH de
2.0-3.5. Pueden encontrarse en el mercado de tres tipos
Gelificación de la Porcentaje
pectina esterificación
Lenta 60 - 67
Mediana 68 - 70
Rápida 71 - 76
Pobre en grupos metoxi (LM, low methoxyl). Con un DE inferior al 50%. Su gelificación
se controla introduciendo iones calcio en el sistema y tiene lugar a pH 2.5-6.5, en un
medio con 10-20% de sólidos solubles. Estas pectinas permiten obtener geles adecuados
a concentraciones entre 0.5 % y 1.5 %. Estas pectinas sobresalen por formar geles con la
sola presencia de iones calcio.
El porcentaje de DE significa que si la cadena de ácido galacturónico tiene por ejemplo
100 grupos carboxilos y solamente 40 están esterificados se dirá que es de bajo metoxilo.
Clase o grado de la pectina (poder gelificante)
El grado de la pectina se define como el número de gramos de azúcar con los cuales un
gramo de pectina forma un gel de de firmeza estándar bajo condiciones también
controladas de acidez y de sólidos solubles. Los grados SAG de una pectina son el número
de gramos de sacarosa que es capaz de gelificar un gramo de la misma para obtener un
gel de condiciones estandarizadas (Brix 65º ), pH 3 - 3, 5 y de consistencia determinada.
La graduación de una pectina es medida por la consistencia o fuerza del gel obtenido al
emplear una formulación determinada. Existen diversos métodos para determinar el grado
de la pectina: por ello, al expresar el grado de la pectina es indispensable anotar el método
analítico empleado. Entre los varios métodos usados para realizar esta medición, se halla
la medida de los grados SAG de donde ha tomado el nombre de método USA -SAG
(IFT). Este método está recomendado por el Comité de Expertos IFT (International Food
Technologist) para la normalización de pectinas desde 1.959. Se encuentra publicado en
la revista Food Technology, 13, página 496 de 1.959, y su aplicación es común entre
todos los fabricantes de pectinas.
El método USA – SAG, en el cual la firmeza del gel se mide en el Ridgelímetro; los
gramos de azúcar requeridos para formar el gel se expresan como grados SAG; así, por
ejemplo, 150 x SAG significa que la pectina es de 150 grados SAG; cuando se trata de la
producción de mermelada, un gramo de ella trabaja sobre 150 gramos de azúcar para
formar el gel, a las condiciones de pH = 3.0 y a un contenido de sólidos solubles finales
de 65º Brix.
Es indispensable entonces que el industrial conozca y este seguro con que grado compra
la pectina y en que producto la va a usar; la más corriente en el mercado es de 150 x SAG
pero se pueden conseguir de otras graduaciones.
Temperatura y tiempo de endurecimiento o gelificación 13
La primera se define como la temperatura a la cual la solidificación de la pectina ocurre;
y el segundo, como el tiempo transcurrido entre el momento en que se envasa una gel
caliente y el momento en el que se adquiere firmeza, son fijados previamente como
valores estándar. En otras palabras, la temperatura y el tiempo de solidificación no tienen
relación alguna ni se deben confundir con el tiempo y la temperatura a los cuales se forma
el gel, de una mermelada o conserva de fruta preparada en la industria.
Endurecimiento o Solidificación Rápida o Lenta (Velocidad de Formación de
Gel)
La pectina con un grado de metoxilación alto, forma el gel a alta temperatura y en corto
tiempo; por ello, se conoce como pectina “rápida”.
La industria, a través de hidrólisis controladas procesa, además, pectina media rápida,
pectina lenta y aun extralenta.
Como sus nombres lo indican el uso de estas pectinas con diferentes velocidades de
formación de gel son versátiles en la formulación de diferentes conservas como se verá
más adelante. Mientras que las pectinas lentas tienen un DM de 0.6, aproximadamente o
un poco mayor, y se usan con una gran variedad de productos, las pectinas hidrolizadas,
con DM entre 0.45 y 0.55, tienen pocas aplicaciones comerciales.
Las pectinas son sustancias que al igual que los ácidos se encuentran de forma natural
en los frutos, principalmente en sus semillas y en menores proporciones en las células
que constituyen los tejidos de la pulpa y de la piel. Tienen la propiedad de provocar la
gelificación de la masa, cuando la cantidad de azúcar y la proporción de ácido son las
adecuadas.
Muchas frutas como manzanas membrillos, naranjas amargas, etc., son ricas en pectina
por lo que la gelificación de su pulpa se produce de forma adecuada cuando la proporción
de azúcar es la necesaria. Otras frutas por el contrario como melocotones, peras,
albaricoques, etc., la cantidad de pectina que contienen de forma natural es insuficiente
para lograr esa gelificación. En este caso para conseguir una buena mermelada, hay que
adicionar a su pulpa otras frutas ricas en pectina o simplemente agregar pequeñas
cantidades de pectina comercial para ayudar así a su mejor coagulación.
LOS COLORANTES
Muchas frutas al convertirlas en pulpa por medio del calor pierden su pigmentación
característica, oscureciéndose o decolorándose, dando a la masa un aspecto poco
apetitoso como ocurre por ejemplo con la fresa, cerveza y ciruela. En estos casos pueden
utilizarse colorantes orgánicos comerciales, que tienen el preparado haciéndolo más
agradable a la vista, sin proporcionar a la mermelada sabores no olores extraños.
Generalmente los colorantes más utilizados son el rojo y el verde, por ser precisamente
las frutas que tienen estas coloraciones las que más se alteran. No obstante según los
gustos personales pueden teñirse las pulpas en las tonalidades que se deseen.
Previamente deben de hacerse ciertas consideraciones tales como que la cantidad de fruta
en peso deshuesada y en su defecto pelada que entra en la composición de una mermelada
suele ser del 35 al 50% en el supuesto de que se preciso entre otros componentes
adicionarle pectina comercial. De no ser así su proporción en peso será la que se considere
como más conveniente y estará en función del azúcar que se piense agregar y del grado
de gelificación que se pretenda alcanzar.
Cuando los frutos utilizados son pobres en glucosa, puede agregarse una pequeña
proporción de este producto a la pulpa, cantidad que no debe sobrepasar del 30 por 100
en peso ya que daría una excesiva fluidez a la masa y el punto de coagulación no sería el
apetecido. Una forma general que puede seguirse es determinar la cantidad de sacarosa
que ha de adicionarse a la masa y sustituir del 10 al 30 por ciento del azúcar por glucosa
comercial.
Calcularemos de una forma práctica los componentes que son precisos para preparar
pongamos por caso 10 Kg. de mermelada de durazno con el 50% de fruta pelada y
deshuesada y que contenga el 50% de azúcar.
CANTIDAD DE AZÚCAR
Para obtener el 50% final de azúcar tendríamos que añadir para 10 Kg. De producto 5 Kg;
pero de esta cantidad habrá que disminuir los azúcares que aporta la fruta, que dependerán
a la vez de su estado de maduración así como de la especie y variedad.
En el caso que nos interesa de la mermelada de melocotón los 5 kg. De fruta aportarían,
si tienen un 10% de azucares. 0,50 kg. Luego la cantidad de azúcar necesaria para la
elaboración de la referida mermelada sería:
CANTIDAD DE PECTINA
Para frutas que no sean de pepita como ciruela, cereza, fresón, melocotón, etc.,
aproximadamente puede reducirse la cifra calculada de un 10 a un 20% por ello en nuestro
caso con 37 grs., de pectina sería suficiente.
Si se tratase de frutos de pepita, peras, manzanas, etc., con carácter general puede
estimarse de un 20 a un 40% menos de pectina que la correspondiente al cálculo realizado.
CANTIDAD DE ÁCIDO
CANTIDAD DE AGUA
Durante el proceso de cocción para convertir la fruta en pulpa, el jugo aportado por ésta,
se va evaporando y aumenta en el preparado la concentración final de azúcar. Para
corregir esta pérdida de líquido en la cocción y a su vez favorecer la disolución de azúcar,
hay que agregar en la elaboración una cierta cantidad de agua.
La cantidad de agua necesaria se puede calcular de una forma simple por sucesivos
tanteos. Como norma general y para un proceso de cocción normal, el porcentaje inicial
de azúcar debe de ser de 5 a 8 unidades inferior al previsto como final. En nuestro caso
del 65% final, en su comienzo debería estar comprendido entre el 57 y el 60%.
6,500 𝑥 100
= 66,9%
9,711
Existen no obstante varios métodos para conocer el punto final de la mermelada. Uno de
los más sencillos consiste en introducir una cuchara de madera en la masa cuando se
encuentra en estado de ebullición, se retira ésta y se mueve horizontalmente hasta que la
mermelada adherida se enfríe ligeramente. Seguidamente se deja caer la masa para que
gotee, observando si las últimas gotas no son tan fluidas, de forma que se estiran y se
recogen sin llegar a caer con rapidez, es que se ha conseguido el punto adecuado.
Otro procedimiento consiste en introducir unas gotas del producto frio en un vaso que
contenga agua fría. Si estas gotas llegan al fondo sin disolverse es que se alcanzó el punto
deseado.
ENVASADO
Con la ayuda de un cucharón o cacillo, se llenan los tarros hasta el mismo borde, a fin de
que no quede cámara de aire entre la superficie libre de la masa y el cierre del envase.
Realizadas estas operaciones los cierres más sencillos para tarros de mermeladas suelen
ser de papel pergamino o simplemente de papel transparente de celulosa que se acoplan
en la boca de los recipientes sujetándoles con una goma o cordel.
Pelada. En puré