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SOLDADURA DE BALLESTA

Se denomina ballesta al conjunto de resortes planos que hace parte de la


suspensión de esta clase de vehículos y cuya función, en equipo con el
amortiguador, es absorber las irregularidades del camino para proteger de los
movimientos bruscos los pasajeros, la carga y partes mecánicas delicadas del
automotor.

Un resorte de ballesta (o muelle) se compone principalmente de: hojas, bujes,


tornillo central, abrazaderas y separadores, que actúan de forma integral como un
solo elemento.

Este resorte siempre está sometido a permanentes oscilaciones acompañadas de


esfuerzos de tensión y compresión y, por consiguiente, la alteración de cualquiera
de sus componentes afecta el funcionamiento y acorta su vida útil.

En el diseño de estos resortes se analizan los esfuerzos máximos y se establece


su vida útil (que se mide por el número de ciclos o movimientos alternativos que
puede soportar antes de presentarse una falla).

Cada resorte obedece a un diseño específico que establece la capacidad de carga


y condiciones de instalación, según la geometría de la suspensión de cada
vehículo en particular.

Durante su funcionamiento normal, los resortes están sometidos a esfuerzos de


tensión y compresión, pero hay que añadirle el de fricción entre las hojas, que
provocan calentamiento del material y dan origen a la fatiga.

Esta fatiga ocasiona el debilitamiento del material hasta la fractura del mismo.
El departamento técnico de Imal, productor nacional de este tipo de autopartes,
indica que de fallar alguna de las hojas es conveniente cambiarlas todas porque
pueden presentarse deformaciones permanentes en las usadas que alteran las
nuevas y, así, fracturas y malos resultados.

Por otra parte, en algunos talleres someten los resortes a calentamiento para
cortar, cambiar la curvatura, soldar, extraer bujes, alterar el diámetro o la forma de
los ojos o para adelgazarlos.

Esta práctica varía las propiedades físicas del material y ocasiona cambios en la
forma del material y su posterior rotura.

Mantenimiento Para prolongar la duración de los muelles hay que realizar


mantenimiento rutinario cada 6.000 kilómetros, consistente en el ajuste de las
grapas y del tornillo central, inspección de cada una de las abrazaderas y hojas,
verificación del estado del buje, lavado del resorte y engrase de las partes que se
necesiten.

Como mantenimiento preventivo, los especialistas dicen que debe hacerse cada
34.000 kilómetros y debe incluir: desmonte y desarmado del resorte, lavado e
inspección de cada una de las partes (en caso de grietas o pérdida de curvatura,
cambie las piezas), pintura de las hojas con anticorrosivos, cambio del tornillo y
tuerca central (utilice grado 8), ensamble de las hojas con prensa para ayudar al
asentamiento y apriete del tornillo central con el torque correcto.

Fracturas Cuando este fenómeno se produce cerca de la perforación central


(aledaña a la grapa de ajuste) la causa obedece a sobrecarga o a que sufrió un
golpe seco y muy fuerte).
La zona más débil de una hoja es por donde se encuentra la perforación central.
Cuando la fractura sucede por ese punto, la causa es que no hubo suficiente
apriete de la grapa.

Si es en el área del ojo (vuelta en el extremo) se debe a alteraciones de los


balancines o soportes, defecto del material, mala instalación de los bujes o bujes
de dimensiones diferentes a las especificadas.

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