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Cardenal
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Este aviso fue puesto el 22 de febrero de 2013.
Cardenales con el hábito coral.
Índice
1Historia
2El cardenalato
3Órdenes
o 3.1Cardenales obispos
o 3.2Cardenales presbíteros o de título
o 3.3Cardenales diáconos
4Cardenales in pectore o secretos
5Vestimentas
6Tratamiento protocolario
7Cardenales electores en el cónclave
8Etimología de la palabra
9Incardinación
10Elección
11Residencia
12Legaciones
13Signos del cardenal
o 13.1El capelo cardenalicio
o 13.2El anillo
o 13.3El color rojo
14Consistorios
o 14.1Ordinarios
o 14.2Extraordinarios
15El cónclave
16Véase también
17Referencias
18Enlaces externos
Historia[editar]
Los cardenales eligen al papa, aunque no siempre ha sido así. Originalmente, eran los
miembros de la Iglesia de Roma quienes lo hacían, pero este procedimiento cambió durante la
Edad Media, hasta hacer que sólo los cardenales, un grupo especial de clérigos de la diócesis
de Roma, tuvieran derecho a elegir al sucesor del apóstol Pedro. La constitución apostólica In
nomine Domini, promulgada por el papa Nicolás II en 1059 limitó la potestad de elección a los
cardenales romanos que fueran obispos. En 1179, el papa Alejandro III (constitución
apostólica Licet de vitanda discordia) extendió a todos los cardenales este derecho.
En 1274 el papa beato Gregorio X fijó que para la elección del papa eran precisos los dos
tercios de los votos de los cardenales reunidos (constitución apostólica Ubi periculum). Ambas
disposiciones siguen vigentes.
En tiempos más modernos, los monarcas ingleses, españoles y franceses nombraron
cardenales como primeros ministros: El cardenal Thomas Wolsey en Inglaterra, el cardenal
Alberoni en España, Richelieu y Mazarino en Francia. Igualmente las más importantes cortes
europeas forzaban el nombramiento de determinados cardenales para que gestionaran en
Roma sus respectivos intereses. Estos hombres eran cardenales no por sus funciones
religiosas sino porque permitían que sus reyes les pagasen con los impuestos eclesiásticos.
Roma aceptaba la pérdida de dichos impuestos para proteger el resto de su propiedad y
rentas.
En teoría, el papa puede sustituir al Colegio Cardenalicio por otro cuerpo de electores en
cualquier momento, aunque para ello habría que modificar el Código de Derecho Canónico
(capítulo III, cánones 349 y ss.) Lo habitual es que se modifique el estatuto de elección: para
ceñirnos al último siglo, ya desde tiempos de Pío X y de manera más profunda durante los
pontificados de Pío XII, de san Juan XXIII, de Pablo VI y de san Juan Pablo II, se han
modificado las reglas y número de miembros del Colegio Cardenalicio. Una propuesta
recurrente ha sido la de que sea el Sínodo de los obispos la instancia que elija al papa. Sin
embargo, éste no puede reunirse más que a petición del papa.
Sea como fuere, la pertenencia al Colegio cardenalicio funciona por cooptación, pues es el
papa quien nombra a los cardenales que, a su vez, nombrarán (o elegirán) al siguiente papa.
Antiguamente se hablaba con ironía incluso de un "giovane collegio" de cardenales, que era el
grupo que un papa nombraba para forzar una mayoría con vistas a la elección de su sucesor.
En el caso de pontificados largos, la cooptación se hace evidente: es importante considerar el
caso muy especial del prolongado pontificado de Juan Pablo II, (lo que no sucedió con Juan
XXIII ni con Pablo VI, cuyos pontificados no fueron lo suficientemente largos para permitir la
renovación total del Colegio) y, en general, de papas que han ocupado el cargo durante más
de quince años. De los cardenales llamados a elegir al sucesor de Juan Pablo II, un total de
115 (en realidad 117, pero dos no asistieron al cónclave por razones de salud), sólo dos no
habían sido nombrados por este papa. Existe la fundada sospecha, pues, que un papa como
mínimo "sugiere el camino" a seguir por su sucesor, valiéndose para ello de la facultad de
nombrar cardenales que serán electores entre clérigos que le son ideológicamente afines. Con
todo, acostumbra a saltar la sorpresa: en 2005 el elegido fue Joseph Ratzinger, precisamente
uno de los dos que no habían sido nombrados cardenales por Juan Pablo II sino por su
antecesor Pablo VI.
Conviene señalar que, de acuerdo con el "motu proprio" Cum ingravescentem
aetatem de 1970 y las constituciones apostólicas Romano Pontifici Eligendo de 1975 y la más
reciente Universi Dominici Gregis de 1996, todo cardenal pierde su condición de elector si
cumple los 80 años de edad antes de que se declare la Sede vacante.1 De este modo algunos
cardenales, especialmente del orden de los diáconos (a menudo distinguidos con el
cardenalato como reconocimiento a una excelente carrera), que han sido nombrados cuando
ya sobrepasaban esa edad, nunca ostentarán la condición de electores.
A lo largo de la historia, unos pocos cardenales han renunciado voluntariamente a su dignidad.
El Colegio de Cardenales tiene como máximas jerarquías el decano, el vicedecano (véase
"cardenales obispos") y el "camarlengo", oficial mayor de la Santa Sede, al cual compete la
organización de la Sede Vacante y del cónclave. Dispone además de un prelado secretario y
de un tesorero, cargos estos no necesariamente ocupados por cardenales.
El cardenalato[editar]
Escudo de cardenal indicado por el capelo(sombrero de ala) con quince borlas dispuestas en cinco
órdenes a cada lado, todo de gules (el lema y las armas son propias de cada cardenal, así como el
báculo con una o dos cruces según éste sea obispo o arzobispo).
La condición de cardenal es un título honorífico (ajeno al Sacramento del Orden), como los
son las de patriarca, monseñor, arcipreste, canónigo, decano, archidiácono (o arcediano),
deán y otras. En el pasado, se nombró cardenal a personas que no eran sacerdotes: el último
de ellos fue Teodolfo Mertel, cardenal diácono de S. Eustachio y posteriormente de S. Lorenzo
in Damaso y protodiácono, que fue nombrado en 1858 y murió en 1899 sin haber recibido la
ordenación sacerdotal.
La púrpura cardenalicia (de color púrpura escarlata) es conferida por el romano pontífice en
unas ceremonias llamadas «consistorios», para que los elegidos puedan participar de la
elección del sucesor del papa, actuando colegiadamente en caso de sede vacante o para
actuar como asesores en distintas materias que sean importantes para el papa. Por ello
muchos cardenales presiden secretarías, comités, comisiones, dicasterios y otras oficinas en
la Santa Sede, y además muchos de ellos rigen las diócesis más importantes del mundo.
Según el canon 351.1 del Código de Derecho Canónico de 1983 actualmente en vigor, los
promovidos al cardenalato deben ser varones libremente elegidos por el Sumo Pontífice, que
hayan recibido el orden del presbiterado y que se hayan distinguido notablemente en doctrina,
costumbres, piedad y prudencia en la gestión de sus asuntos.
Este canon sin embargo añade que «Los que aún no sean obispos, deben recibir la
consagración episcopal». Compete al papa, no obstante, eximir de esta consagración al
candidato a cardenal cuando existan razones de peso, como en el caso reciente del
Rev. Avery Dulles S. J., profesor de la Universidad de Fordham en Nueva York y uno de los
teólogos más prestigiosos del mundo, que sólo era presbítero en el momento de su elevación
a cardenal diácono de Ss. Nomi di Gesù e Maria in via Lata en 2001. El padre Dulles solicitó
del papa Juan Pablo II la dispensa de la consagración episcopal debido a su avanzada edad,
pues ya contaba al ser creado cardenal con más de 80 años y su salud era precaria.
En el ámbito civil, los cardenales que residen en Roma gozan automáticamente de la
ciudadanía y del pasaporte del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Órdenes[editar]
De acuerdo con el canon 350.1 del Código de Derecho Canónico, los cardenales se organizan
en tres órdenes:
Roger Presidente
Etchegara emérito del
Franci 25 de Porto-Santa 24 de
y, Pontificio
a septiembre de 1922(96 Rufina junio de 1998
vicedecano Consejo para la
emérito años)
Justicia y la Paz
Prefecto emérito
de la
Congregación
Francis Nigeri 1 de Velletri- 25 de
para el Culto
Arinze a noviembre de 1932(86 Segni abril de 2005
Divino y la
años)
Disciplina de los
Sacramentos
Secretario de
Tarcisio 2 de 10 de mayo de Estado
Italia Frascati
Bertone diciembre de 1934(84 a 2008 emérito y camarl
ños) engo emérito
Prefecto emérito
José de la
Portu 6 de 24 de febrero
Saraiva Palestrina Congregación
gal enero de 1932 (87 años de 2009
Martins para las Causas
)
de los Santos
Vestimentas[editar]
Desde 1464 a los cardenales se les distingue por sus vestimentas de color púrpura
escarlata (de ahí que se les llame purpurados).
Su hábito coral consta de:
Hábito coral de un cardenal
Tratamiento protocolario[editar]
Desde 1630, los cardenales ostentan el tratamiento de eminencia. La palabra "cardenal" pasa
a formar parte del nombre del prelado antes del apellido como, por ejemplo el del arzobispo de
Buenos Aires, Mario Aurelio Poli: Tras su creación se convierte en Mario Aurelio, Cardenal
Poli. De igual modo, los cardenales reciben el tratamiento de Su Eminencia (S. E.) si no son
obispos y Su Eminencia Reverendísima (o S. E. R.) cuando se trata de un cardenal que es
obispo o arzobispo al mismo tiempo, aunque en ocasiones se utiliza también la fórmula
"Eminentísimo y Reverendísimo Señor" (Emmo. y Rvdmo. Sr. si se usan abreviaturas) o
simplemente Eminencia.
Algunos cardenales utilizan en su rúbrica en latín la fórmula S.R.E. Cardinalis, que significa
"Sanctæ Romanæ Ecclesiæ Cardinalis", de modo que Marius Aurelius S.R.E. Cardinalis Poli
se debe interpretar como Mario Aurelio Cardenal de la Santa Iglesia de Roma Poli.
Los cardenales electores, todos aquellos que el día en que inicia la Sede Vacante (sea por
muerte o por renuncia del sumo pontífice), tengan menos de ochenta años de edad, asumen,
por una parte, el gobierno de la Iglesia, y por la otra, la responsabilidad de elegir al nuevo
papa en el cónclave.
Etimología de la palabra[editar]
La etimología (origen) de la palabra, viene del latín “cardinis”, que significa “bisagra”. Como las
virtudes “cardinales”, que son las virtudes “bisagras”. Así como la puerta gira alrededor de las
bisagras, del mismo modo el edificio de las virtudes, gira alrededor de las cuatro virtudes
«cardinales».
Así como el universo gira alrededor de los cuatro puntos "cardinales". Con referencia a los
cardenales, ellos son las “bisagras” alrededor de las cuales gira todo el edificio de la iglesia,
en torno al papa, y con éste, en torno a Jesucristo.
Incardinación[editar]
Por su sola elección, quedan incorporados al clero de Roma, y por ello son colaboradores
inmediatos del Romano Pontífice, ya sea en la Curia Romana, como en las Congregaciones
Romanas (para los obispos, para el clero, para la vida consagrada, para los laicos, para las
relaciones ecuménicas, etc.), ayudando así al Santo Padre en el gobierno servicial de la
Iglesia Universal.
Elección[editar]
Para su nombramiento, según el Código de Derecho Canónico, se eligen varones destacados
por su sabiduría (doctrina), costumbres (coherencia de vida), piedad (oración y relación
experiencial con Dios), prudencia (buen actuar, discernimiento, decisiones acertadas) y según
país, no sobrepasando el cupo estipulado a este.
Residencia[editar]
Si no tienen diócesis asignadas a su cargo, y trabajan en la Curia o en las Congregaciones
romanas ayudando al papa en el gobierno de la Iglesia Universal, deben residir en la Ciudad
del Vaticano. Estando fuera de sus diócesis, no dependen de los obispos diocesanos para su
actuación, ni deben pedirle permisos a estos.
Legaciones[editar]
Como Legados del Santo Padre para algún acontecimiento o evento, pueden actuar
solamente en aquello para lo cual han sido delegados, sin meterse en ninguna otra cuestión
(por ejemplo, los legados del Santo Padre para los Congresos Eucarísticos, etc.).
Consistorios[editar]
Son sus reuniones con el papa. Se pueden encontrar con relativa facilidad los consistorios de
los últimos nueve siglos, hasta el día de hoy.4
Ordinarios[editar]
Son los que convoca el Santo Padre con los cardenales que viven en Roma (residente en la
Urbe), para tratar determinados temas a favor de la Iglesia y del mundo.
Extraordinarios[editar]
Son los convocados por el Santo Padre con los cardenales de todo el mundo, para tratar
temas de determinado interés (los dispersos por el Orbe). Estos, al recibir la convocatoria,
deben acudir inmediatamente.
El cónclave[editar]
Artículo principal: Cónclave
Es la reunión de cardenales para determinar la elección del papa, donde actualmente los
cardenales mayores de 80 años no tienen derecho a voto. Literalmente significa “con llave”
(cum clave, en latín). Hace referencia a una antigua leyenda por la cual los italianos, cansados
de que los cardenales vivieran en Roma sin llegar a la elección del Sumo Pontífice fallecido,
decidieron encerrarlos “con llave”. De allí “cónclave”.
Véase también[editar]