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Guerra nuclear

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Para otros usos de este término, véase Guerra nuclear (desambiguación).

A la izquierda el hongo atómico sobre Hiroshima (6/8/1945) y a la derecha el de Nagasaki (9/8/1945). Estas
dos ciudades japonesas han sido las únicas en sufrir un ataque nuclear en la historia.

Antiguo ICBM del tipo Titán II, en servicio con la Fuerza Aérea de los Estados Unidos entre 1962 y 1986.

La guerra nuclear es un tipo de guerra que se llevaría a cabo mediante el empleo de armas
nucleares, una clase de arma de destrucción masiva. Puede tratarse de una guerra nuclear
limitada o una guerra nuclear total. Este tipo de conflagración tiene sus propias teorías,
estrategias, tácticas y conceptos, distintos de los de la guerra convencional, que han ido variando a
lo largo de las décadas. Puede librarse en la tierra, el mar, el aire, el espacio e incluso en el
subsuelo, a distintas escalas, con medios muy diferentes.
Se ha postulado que, en una guerra nuclear total, la radiación y el cambio climático que ésta
produciría dejarían la atmósfera de la Tierra muy afectada y posiblemente la especie humana y el
resto de seres vivos del mundo sufrirían los efectos de un invierno nuclear. Los supervivientes
deberían realizar la reconstrucción de las infraestructuras del planeta en unas condiciones muy
difíciles. La flora y la fauna sería afectada por múltiples mutaciones.
Hasta el momento, el único ataque con armas nucleares de la historia ha sido unilateral y se ha
efectuado en el bombardeo estratégico de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki por
parte de los Estados Unidos, que condujeron a finalizar la Segunda Guerra Mundial. Estas dos
bombas causaron en torno a 200 000 muertes y un número aún mayor de heridos y afectados, la
mayoría civiles. A pesar de ello, el escaso número y reducida potencia de estas armas primitivas no
permiten colegir los resultados de una guerra nuclear a gran escala con armamento
contemporáneo.
Algunos autores apuntan que una guerra nuclear a gran escala equivaldría a un evento ligado a la
extinción. Sin llegar a este extremo, existen pocas dudas sobre su capacidad para aniquilar
pueblos, naciones y modelos de civilización enteros, con cientos e incluso miles de millones de
bajas.
La posibilidad de una destrucción completa de la civilización humana como consecuencia de la
guerra nuclear inspiró también el movimiento pacifista contemporáneo, a partir de los trabajos
del Comité de Emergencia de los Científicos Atómicos, compuesto por numerosas personalidades
que habían participado en el desarrollo de las primeras armas de este tipo y eran plenamente
conscientes de sus posibilidades aniquiladoras. Entre estos, se contaban Albert Einstein, Harold C.
Urey, Linus Pauling y Leó Szilárd.
Debido a su enorme poder devastador, las armas nucleares han sido frecuentemente objeto de
numerosos tratados y negociaciones internacionales, y están sujetas a regímenes de vigilancia,
protección e inspección especiales.
La guerra nuclear es un recurso utilizado comúnmente en la literatura de ciencia ficción que se puso
de moda durante la Guerra Fría debido a la tensión entre las dos superpotencias, ambas
poseedoras de armas nucleares, lo que derivó en multitud de relatos en los cuales las armas
nucleares y sus efectos eran las protagonistas. La aparente inevitabilidad de este conflicto en caso
de un enfrentamiento entre grandes potencias ha conducido a muchas personas a considerar
que guerra nuclear y Tercera Guerra Mundial son sinónimos en la práctica.
La guerra nuclear ha inspirado también a numerosos autores y artistas como símbolo del mal, el
abuso de la razón de estado, la violencia, la muerte o la destrucción absolutos.

Índice

 1Historia
o 1.1El proyecto Manhattan: Hiroshima y Nagasaki
o 1.2Preparativos para la Guerra Termonuclear Total
o 1.3Situación actual
 2Armas nucleares
o 2.1Clasificación tecnológica
o 2.2Medios utilizados para su lanzamiento
o 2.3Armas nucleares de propósito especial
o 2.4Equipos necesarios para librar una guerra nuclear
o 2.5Modelos actuales más relevantes de armas nucleares estratégicas
o 2.6Sistemas de protección antimisiles
o 2.7Sistemas para evitar la intercepción de misiles nucleares
 3Política y estrategia de la guerra nuclear
 4Actores principales
 5Efectos de la guerra nuclear
o 5.1Efectos locales
o 5.2Efectos globales
 6Protección y autodefensa civil en caso de ataque nuclear
 7En la cultura
 8Véase también
 9Referencias
o 9.1Notas al pie
o 9.2Bibliografía
o 9.3Enlaces externos

Historia[editar]

Explosión nuclear en Nagasaki (9 de agosto de 1945). Foto tomada desde uno de los B-29 que efectuaron el
ataque.Bomba concebida por Szilárd.

Artículo principal: Historia de las armas nucleares

El siglo XX trajo consigo la Teoría de la Relatividad y el descubrimiento de la Física Atómica, lo que


permitió postular vías para obtener energía del núcleo del átomo.
El día 12 de septiembre de 1933, cinco años antes del descubrimiento de la fisión y sólo siete
meses después del descubrimiento del neutrón, el físico húngaro Leó Szilárd descubrió que era
posible liberar grandes cantidades de energía mediante reacciones neutrónicas en cadena.1 El 4 de
julio de 1934, Szilard solicitó la patente de una bomba atómica donde no sólo describía esta
reacción en cadena neutrónica, sino también el concepto esencial de masa crítica. La patente le fue
concedida, lo cual convierte a Leó Szilárd en el inventor de la bomba atómica.2
En noviembre de 1938, la física alemana Lise Meitner logró identificar trazas de bario en una
muestra de uranio. La presencia de este elemento sólo se pudo explicar asumiendo que se había
producido una fisión nuclear. El descubrimiento se le adjudicó a Otto Hahn.3 En enero
de 1939, Niels Bohrredescubriría la fisión en los Estados Unidos. El físico teórico Julius Robert H.
Oppenheimer, tres días después de leer la conferencia de Bohr, se dio cuenta de que la fisión
del átomo produciría un exceso de neutrones utilizable para construir la bomba concebida por
Szilárd.
El proyecto Manhattan: Hiroshima y Nagasaki[editar]
A inicios de la Segunda Guerra Mundial, por tanto, muchos científicos y gobiernos eran conscientes
de la posibilidad de crear un arma nuclear. Sin embargo, sólo Alemania y Estados Unidos estaban
en condiciones de embarcarse en el proyecto con seriedad. Desde el principio, el programa alemán
estuvo plagado de dificultades, limitaciones y errores, probablemente por la ausencia de una
percepción teórica clara sobre sus posibilidades.45 Estados Unidos, en cambio, contaba con los
recursos industriales y los mejores cerebros de su tiempo: Albert Einstein, Leo Szilard, Robert
Oppenheimer, Enrico Fermi, Arthur Compton y muchos más. Eso les permitió iniciar en secreto el
monumental Proyecto Manhattan, con el objeto de construir bombas atómicas que les otorgaran
una ventaja decisiva en la Segunda Guerra Mundial. 6
El Proyecto Manhattan les permitió fabricar al menos tres núcleos experimentales
de uranio y plutonio, pesados y primitivos. El primero de ellos, denominado simplemente The
Gadget (el dispositivo), fue detonado en el Desierto Jornada del Muerto de Nuevo México (Estados
Unidos continentales), a las 5:29:45 del 16 de julio de 1945 (hora local). Se trataba de un arma de
fisión de plutonio de 19 kt de potencia. Fue la primera detonación nuclear producida por la especie
humana.
Poco después, los días 6 y 9 de agosto de 1945, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos lanzó
desde bombarderos B-29 sendas bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y
Nagasaki. La primera era una bomba por disparo de uranio de unos 15 kt, llamada Little Boy, y la
segunda funcionaba por implosión de plutonio bajo el nombre Fat Man, con unos 25 kt de potencia.
Esto equivale a la vigésima parte de la potencia de las armas nucleares actuales, y una milésima de
las más potentes desarrolladas durante la Guerra Fría. Ambas ciudades resultaron aniquiladas
instantáneamente, con un saldo aproximado de entre 150 000 y 220 000 muertos,7 la gran mayoría
civiles. Un número indeterminado de personas fallecieron con posterioridad debido a sus heridas y a
los efectos de la radiación. Se ha producido un elevado número de mutaciones en bebés, durante
varias generaciones. Estos hechos, que constituyen el primer y hasta ahora único uso de armas
nucleares en un conflicto real, precipitaron la capitulación de Japón y el fin de la Segunda Guerra
Mundial.
Preparativos para la Guerra Termonuclear Total[editar]
El evidente poder que otorgaban estas armas inició una enorme carrera de armamentos entre las
potencias que ya se adivinaban enfrentadas en la Guerra Fría, tanto con respecto a las armas
atómicas en sí mismas como a los vectores de lanzamiento que permiten llevarlas hasta sus
blancos y los medios técnicos y humanos extensivos, necesarios para operarlas eficazmente.
La Unión Soviética, que venía siguiendo muy estrechamente el Proyecto Manhattan desde al
menos 1943 y había desarrollado ya sus propias investigaciones en el Instituto Kurchátov, logró
detonar una réplica de la bomba de Nagasaki («Joe 1») en el polígono de Semipalatinsk, en la
mañana del 29 de agosto de 1949. Sin embargo, la URSS desarrollaba paralelamente un arma de
diseño totalmente propio («Joe 2») que detonó el 24 de septiembre de 1951, liberando 38 Kt. La
Guerra Fría Nuclear había comenzado. Les siguieron el Reino Unido el 3 de
octubre de 1952 («Operación Hurricane»), Francia el 13 de febrero de 1960 («Gerboise Bleue») y
China, el 16 de octubre de 1964 («Dispositivo 596»).
Simultáneamente a estos acontecimientos, se había vuelto evidente que existía una manera de
desarrollar armas con potencias mayores por muchos órdenes de magnitud: la fusión nuclear, que
imita las reacciones energéticas de las estrellas. Mediante una segunda fase compuesta
de isótopos del hidrógeno y el litio, Estados Unidos logró hacer estallar la primera
arma termonuclear o bomba de hidrógeno el 1 de noviembre de 1952 («Operación Ivy», Islas
Marshall). Les siguió la Unión Soviética menos de un año después, primero con una bomba de
fusión parcial («Joe 4», 12 de agosto de 1953) y luego con una de fusión completa. A diferencia de
las armas norteamericanas, estas primeras armas rusas de fusión eran utilizables militarmente, no
meros dispositivos experimentales. Estados Unidos no tendría un arma de fusión militarizable
hasta 1954.
Paralelamente, se libraba otra batalla entre las superpotencias: la carrera espacial. Además de sus
aplicaciones civiles y científicas, a nadie se le escapó que la disponibilidad de grandes cohetes
espaciales permitiría también desarrollar misiles pesados de alcance intercontinental, muy
superiores a los bombarderos aéreos utilizados hasta entonces e imposibles de derribar.
Generalmente inspirados en la V2 alemana de la Segunda Guerra Mundial, estos misiles otorgarían
el poder de librar gran número de armas nucleares contra blancos remotos, situados en otros
continentes. La posibilidad de lanzar bombas atómicas con cohetes había sido evidente desde el
principio, pero no se disponía de vectores grandes y fiables para hacerlo con eficacia.

R-7 8K72 Vostok exhibido en el Centro Panruso de Exposiciones, variante civil del primer misil balístico
intercontinental.

El primer misil balístico intercontinental verdadero fue el Cohete R-7 soviético (llamado
en Occidente SS-6 Sapwood), una variante del mismo propulsor utilizado para lanzar el Sputnik, la
primera nave espacial en órbita. Podía lanzar una bomba de 3 Mt a 8800 km de distancia, lo que le
permitía alcanzar los Estados Unidos continentales, Europa y la mayor parte del Hemisferio Norte.
Esta variante militar se probó por primera vez el 15 de diciembre de 1959. Pronto les siguieron
los Titán norteamericanos de 9 Mt.
Por primera vez en la historia humana, era posible llevar la devastación más absoluta al corazón del
enemigo. La consciencia de este hecho significó profundas transformaciones en la mentalidad
política y social, por lo general pesimistas y ominosas, y dio lugar a numerosas novedades
culturales y en la civilización. Militarmente, las armas nucleares adquirieron un carácter igualador
que impedía a cualquier potencia iniciar una guerra contra la otra, sobre todo desde que su número
y prestaciones garantizaron la destrucción mutua asegurada. Hubo que crear nuevos conceptos,
teorías, tácticas y estrategias para esta arma radicalmente distinta, así como formar a generaciones
de técnicos y soldados, y desplegar numerosos equipos avanzados (desde radares y satélites hasta
sistemas novedosos de mando, control, comunicaciones e inteligencia) para poderlas usar
eficientemente. Esto estimuló el desarrollo de numerosas invenciones, entre las que cabe
incluir Internet (que se deriva de ARPANET, una red que contaba entre sus capacidades la de ser
especialmente resistente a un ataque nuclear limitado, aunque no fuera su característica esencial).
La aparente inminencia de una guerra nuclear dio alas para la creación del movimiento
pacifista contemporáneo, iniciado por los propios científicos atómicos, más conscientes que los
demás de sus riesgos.
Durante toda la Guerra Fría ambas potencias y otras menores se amenazaron con decenas de
miles de armas nucleares prestas para disparar, según un concepto denominado overkill que
garantizaba la destrucción total del enemigo decenas de veces. Hubo varias ocasiones en que
estuvieron a minutos de ser lanzadas, debido a errores o situaciones conflictivas, la más conocida
de las cuales es la Crisis de los misiles de Cuba. Sin embargo, no fue la única, ni la más grave.
Generalmente se considera que el más peligroso de todos los incidentes sucedió en el entorno de
las maniobras de la OTAN «Able Archer 83», diseñadas en un contexto de operaciones
psicológicas contra la Unión Soviética, que fueron percibidas por los dirigentes de este país como
una amenaza directa real. Esto llevó a las fuerzas nucleares soviéticas al estado de máxima alerta
durante semanas, mientras en Occidente se tenía una falsa impresión de tranquilidad, por lo que
incluso un incidente menor podría haber disparado la respuesta nuclear.8910111213141516 Poco antes
había sucedido el Incidente del equinoccio de otoño, donde las fuerzas nucleares soviéticas
pudieron estar a escasos minutos del lanzamiento, lo que contribuyó a tensar la situación aun
más.1718
Situación actual

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