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Universidad de Chile

Facultad de Derecho
Derecho Civil III
Profesor Francisco González Hoch

SEMINARIO 1 DERECHO CIVIL III


La causa en los contratos y los efectos de su incumplimiento

NICOLAS IGNACIO LAGOS MORALES


Abril 2019
Análisis de la causa de la C.Suprema. 17 marzo 2014, rol N 248-131

1 . Dicta sentencia la Corte suprema en su primera sala


2 . Con fecha diecisiete de marzo del dos mil catorce
3 . Se resuelve un recurso de casación en la forma
4. Fallo publicado en www.microjuris.com , C.Suprema. 17 marzo 2014, rol N 248-13 [en
www.microjuris.cl NºMJJ37123]

5. Las partes se componen por el demandante: Comunidad Agrícola El Potrero de Huatalume.


Representada por don José Miguel Zepeda Carmona. Y la parte demandada por don Sergio
Alejandro Cortés Gómez y doña Pamela Alejandra Aguilera Salazar.

6. Se celebró en 27 de enero del año 2004 una escritura pública de compraventa entre la Comunidad
Agrícola El Potrero de Huatalume , representada por don José Miguel Zepeda Carmona en la
calidad de vendedora, y don Sergio Alejandro Cortes Gómez y doña Pamela Alejandra Aguilera
Salazar en la calidad de compradores. Las cuales declaran, comprar para si en partes iguales el lote
“C”, cuya suma es de treinta millones de pesos.
La parte vendedora y demandante aduce que el precio de venta nunca fue pagado, debido a ello
entabla acción de nulidad absoluta por falta de causa, que es rechazada, y luego deduce recurso de
apelación, que es rechazado, y luego interpone un recurso de casación en el fondo, que es
rechazado.

7. La principal cuestión jurídica es: ¿implica falta de causa la no ejecución de la obligación de una
de las partes?

8. Normas legales relevantes: artículo 1445, 1467, 1489, 1681, 1682, 1683, 1444 y 1445 del Código
Civil.

9. El demandante alega que en un contrato de compraventa, la causa de la obligación de una de las


partes es el cumplimiento o ejecución de la obligación correlativa, por lo tanto el contrato no tendría
causa, faltando así el requisito del artículo 1445 y 1467 del Código Civil. Entonces aparte de ser
aplicable la condición resolutoria tácita que se encuentra en cada contrato según el artículo 1489
del Código Civil, también lo es la acción de nulidad absoluta del 1683 del Código Civil.

10. No se especifican los argumentos del demandado.

11. El razonamiento del fallo consiste en que si bien, el precio es un elemento de la esencia de un
contrato según el artículo 1444 del Código Civil, en el caso si existió un precio pactado, que aunque
no se cumplió, ese precio si sirvió como causa para la obligación del vendedor en el mencionado
contrato de compraventa, luego, el demandante hace uso de la doctrina clásica de causa de una
manera errada, ya que para la doctrina clásica la causa de una obligación en un contrato de

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C.Suprema. 17 marzo 2014, rol N 248-13 [en www.microjuris.cl NºMJJ37123]

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compraventa es la existencia de una obligación correlativa y no el cumplimiento de esta obligación,
esto se evidencia en nuestra legislación por el artículo 1445 del Código Civil, "para que una persona
se obligue a otra por un acto o declaración de voluntad es necesario ...4.° que tenga una causa
lícita”, y que por lo tanto el demandante tendría que haber hecho uso del artículo 1489 del Código
Civil, que sostiene que en los contratos bilaterales va envuelta la condición resolutoria tácita en
caso de incumplimiento de la obligación de una de las partes, por el cual el otro contratante podrá
pedir la resolución o el cumplimiento forzado del contrato, ambas alternativas con indemnización
de perjuicios, a su arbitrio. Acción que está ya prescrita.

12. Con los razonamiento anteriores, el tribunal comparte el criterio del tribunal de alzada, en
efecto, aunque no se hubiere pagado el precio, no por ello la obligación deja de tener causa, no
siendo aplicable la nulidad absoluta, si no la condición resolutoria tácita. Por ello se rechaza el
recurso de casación en el fondo, sin costas, deducido por la parte demandante en contra de la
sentencia de la Corte de Apelaciones de La Serena

13. No hay voto de minoría.

14. Mis observaciones del fallo son las siguientes:


Me parece lógico que se le haya negado la pretensión a la parte demandante, ya que en efecto, la
obligación del contrato si tenía causa, el problema es que simplemente había un caso de
incumplimiento de contrato cuya acción estaba prescrita (habían pasado más de 5 años).
Otra de las vías que podría haber intentado el demandante sería la acción de enriquecimiento sin
causa, la cual, como fuente de las obligaciones “consiste en una atribución patrimonial sin una
justificación que la explique, de modo que, constatado, se impone la obligación de restituir”2
Para exigir la aplicación de esta fuente tendría que existir el enriquecimiento de un sujeto, y ese
enriquecimiento no debe de tener una causa justificable para el derecho, ausencia de culpa del
empobrecido, ausencia de interés y ausencia de otra acción.
En el caso concreto, prima facie se cumplen todos los requisitos (el demandado obtiene un
enriquecimiento en su patrimonio, consistente en un bien inmueble, que tenía la obligación jurídica
de pagar y que nunca lo hizo). Sin embargo se presenta un problema respecto al último requisito,
en este caso de hecho existía una regla específica que podía solucionar el conflicto (la resolución
del contrato, artículo 1489) pero el empobrecido no la ejerció, hasta que finalmente la acción
prescribió. Por lo tanto existía esta vía, pero que hubiera tenido el mismo resultado.3
Por otro lado, me llamó la atención de que se hablara de nulidad absoluta y nunca de inexistencia
jurídica, ya que existen bastantes autores, como Luis Claro Solar, que proponen la inexistencia
como sanción de Ineficacia de los actos jurídicos.
Por último, el abogado Integrante que redactó el fallo es el Sr. Víctor Vial del Río, que es partidario
en reconocer la inexistencia como sanción civil y de distinguir entre causa de la obligación
(objetiva) y del contrato (subjetiva).

2
Peñailillo, D. Las obligaciones. Santiago, Editorial Jurídica, 2006. 102 p.
3
Ibid, pp. 102-124.

2
Análisis fallo
1. ¿Cuál es la naturaleza de la cláusula contenida en el contrato de compraventa de acciones
de “Tarte-Tatin SpA”? En su respuesta señale si tiene alguna diferencia con la cláusula
sobre los huevos de gallina feliz.
La cláusula siguiente “Alberto y Antonieta declaran que “Tarte-Tatin SpA” lleva todos sus libros
y registros contables, societarios y laborales en conformidad a la ley y los reglamentos. También
declaran que los estados financieros de “Tarte-Tatin SpA” han sido preparados conforme a los
principios contables generalmente aceptados y reflejan en forma fidedigna su situación contable y
financiera” consiste en una declaración que realizan Alberto y Antonia que, en principio, no genera
derechos personales ya que no es una obligación propiamente tal. Sin embargo, conforme a la
declaración unilateral de voluntad y al principio del derecho de las obligaciones de la protección
de la apariencia, si podría generar una obligación (y su correlativo derecho personal) al declarante.
Respecto a la primera, que se define como “la fuente (de las obligaciones) por la cual la
manifestación de voluntad de un sujeto genera una obligación para él, sin la necesidad de la
voluntad de un correlativo acreedor”4.
En el panorama Chileno, según Peñailillo, el Código Civil no enuncia explícitamente esta fuente,
sin embargo la jurisprudencia ha aceptado paulatinamente esta fuente y la doctrina de igual manera,
basándose sobre todo en el artículo 1437 del Código Civil que dispone como una fuente de las
obligaciones al “hecho voluntario de la persona que se obliga” y el artículo 578 del mismo código
cuando señala como fuente al “hecho suyo”5.

Por lo tanto, aceptada la declaración unilateral de voluntad como fuente, queda aplicarla al caso
concreto: esta declaración unilateral que se encuentra en el contrato de compraventa de la sociedad
es falsa, se incumplió, por lo tanto se podría pedir indemnización de perjuicios basado en el artículo
1555, esto debido a que no se encuentra otra solución en la legislación referido a la declaraciones
unilaterales, y ya que sería irrisorio obligar al declarante a regularizar la contabilidad de la sociedad,
de la cual ya no es dueña.
Otra vía posible para arreglar la situación sería, al ser una cláusula la cual si no estuviera, la parte
no habría celebrado el contrato de compraventa, y si se probare dolo de la parte declarante, el
contrato estaría viciado y podría ser sancionado con la nulidad absoluta, teniendo por efecto, según
el artículo 1687 el derecho de las partes a ser restituidas al mismo estado en que se hallarían si no
hubiese existido el acto o contrato nulo. Por lo cual se restituiría el precio de la sociedad y sus
correlativas acciones.

Por otro lado, comparando la mencionada cláusula con la siguiente “Deli SpA entregará
semanalmente a “Tarte Tatin SpA” trescientos huevos de gallina feliz. Se entiende por gallina feliz
aquellas en cuyo gallinero tienen más de 3m2 de espacio por gallina”, esta ya no es una declaración
de garantía, si no directamente una obligación que nace de una fuente reconocida por el Código
Civil, que es “el concurso real de las voluntades de dos o más personas” según el artículo 1437,
que de hecho da como ejemplo los contratos o convenciones.
Que, a diferencia de la anterior, tiene una estructura compuesta por una obligación en sentido
estricto (entregar huevos de ciertas características) y su correlativa obligación del pago.

4
Ibid, pp. 130.
5
Ibid, pp. 137.

3
En este caso no hay mayor complicación, ya que el código prevé la solución, que se encuentra en
el artículo 1489 que establece que en todo contrato se encuentra la “condición resolutoria tácita”
en caso de cumplirse por uno de los contratantes lo pactado, por lo que se da la opción a la parte
afectada “pedir a su arbitrio o la resolución o el cumplimiento del contrato, con indemnización de
perjuicios.”

2. ¿Tiene algún derecho “Tarte-Tatin SpA” sobre el inmueble ubicado en Avda. Pedro de
Valdivia o contra alguien respecto del mismo inmueble?

Antes que todo, hay que definir contrato de compraventa, que según el artículo 1915 del Código
Civil es “un contrato en que las dos partes de obligan recíprocamente, la una a conceder el goce de
una cosa, o a ejecutar una obra o prestar un servicio, y la otra a pagar por este goce, obra o servicio
determinado.”

En el caso concreto, este contrato se celebró por escritura privada, por lo cual no es aplicable el
artículo 1962, que establece en su numeral 3 que está obligado a respetar el arriendo el acreedor
hipotecario, pero solo si este contrato ha sido celebrado por escritura pública e inscrito en el registro
del Conservador antes de la inscripción hipotecaria. Por lo cual no se cumplen los requisitos.
Se puede observar que se encuentra justificada aquí la exigencia de la escritura pública y la
inscripción en el registro del Conservador, ya que probablemente el banco al comprobar de que
existe un arrendamiento sobre el inmueble que se pretende hipotecar y que por lo tanto en la
situación de embargarlo tendría que respetar el arrendamiento, probablemente no hubiera aceptado
la hipoteca, se estaría protegiendo la seguridad jurídica respecto del banco.
Sin embargo el artículo 1930 establece una protección al arrendatario, que se pone en el caso de
que este sea perturbado en su derecho de goce por terceros con un derecho justificado sobre la cosa,
puede exigir una disminución en el precio del arriendo para el tiempo restante.
Por ello, el arrendatario tiene el derecho de exigir que se le rebaje el precio del arriendo durante
los próximos dos meses que siguen de la notificación del receptor.
También se le da, en el inciso cuarto del mismo artículo, el derecho de “indemnización de todo
perjuicio, si la causa del derecho justificado por el tercero fue o debió ser conocida del arrendador
al tiempo del contrato, pero no lo fue del arrendatario. Entonces en el caso podemos ver que
efectivamente se dan los requisitos que pide el artículo, el arrendador sabía de la hipoteca al tiempo
del contrato pero no lo informó a los arrendatarios.
Para esta situación se manifiesta la protección de la buena fe y la protección de la apariencia como
principio que rigen el derecho de las obligaciones, ya que se le está dando un beneficio al
arrendatario que actuó de buena fe, que actuó movido por la apariencia de que no existía una
hipoteca sobre el inmueble. Este principio se define como “el principio en virtud del cual quien
actúa guiándose por las situaciones que contempla a su alrededor debe ser protegido si
posteriormente se pretende que esas situaciones no existen o tienen características distintas de las
ostensibles”6, cuyo rol, es “darle seguridad a las relaciones jurídicas”7.
Está conformado por los elementos de materialidad (que se manifieste en un hecho) y psicológico
que se le denomina “creencia errónea” consistente que el sujeto esté convencido de la existencia
del elemento declarado. Por supuesto que el derecho no protege a los incautos, por lo que este

6
Ibid, p. 54
7
Ibid, p. 57

4
principio se aplicaría de acuerdo a las características personales del sujeto (profesión, edad, cultura,
etc.).

3. ¿Quién es el dueño del terreno de la Patagonia? En su respuesta refiérase a si Jesús y Sophie


tienen algún derecho sobre el terreno o contra alguien respecto del inmueble.

En el referido caso, efectivamente existía el título de la compraventa del bien raíz (escritura
pública), que es la solemnidad exigida para realizarla según el artículo 1801, pero se exige para
transferir el dominio del inmueble realizar la tradición, que según el artículo 686 se realiza
mediante la inscripción del título en el Registro del Conservador, lo cual no se realizó. Por lo cual
Jesús y Sophie no tienen ningún derecho real sobre el inmueble, no son dueños, lo es Don Severino
Jordán que sí realizó la tradición.
Esto debido a que en Chile los contratos no tienen efectos reales.
Sin embargo debido a que existe efectivamente un contrato de compraventa, existe una obligación
personal entre el vendedor y el comprador.
La parte compradora efectuó la obligación de pagar el precio, pero no la obligación de dar el
inmueble. Por otro lado, según el artículo 1545 del Código Civil los contratos “son una ley para
los contratantes”, se establece que las convenciones de los contratantes tienen una importancia
fundamental para las obligaciones que ella genera, y no son un simple documento.

Luego, según el artículo 1824 del Código Civil, la obligación del vendedor consiste en la entrega
o tradición de la cosa.
Por lo tanto, al no haberse cumplido con la obligación, se puede aplicar el artículo 1489 sobre la
condición resolutoria tácita, pero al ya tener dueño el inmueble, solo se puede pedir la resolución
del contrato, con indemnización de perjuicios que según el artículo 1556 comprende el daño
emergente y el lucro cesante, consistente en correspondientemente en “el interés negativo,
representado por los costos y demás daños incurridos, y el interés positivo, que corresponde a la
utilidad que el acreedor habría percibido; bajo ciertas circunstancias, alcanza también la reparación
del daño moral.”8
Sin embargo, hubo negligencia de parte del comprador, ya que debería haber tenido conocimiento
del procedimiento para realizar la tradición, esto fundado principalmente en el artículo 8 y 14 del
Código Civil que establece que nadie puede alegar ignorancia de la ley y que esta obliga para todos
los habitantes de la República, incluso extranjeros (este caso).
¿Entonces qué pesa más?, ¿El incumplimiento del contrato o la negligencia del comprador?, me
inclino por el incumplimiento del contrato, esto fundado en los principios de protección de buena
fe y protección de la apariencia, principios que rigen el derecho de las obligaciones y en general,
el derecho privado.
Ya que hubo intención de investigación por la parte compradora, confiando en que procedían
conforme a derecho (buena fe) y por existir dolo por la parte vendedora, ya que esta dolosamente
volvió a celebrar un contrato de compraventa con otra persona. Por lo cual cabe indemnización de
perjuicios y la resolución del contrato.

8
BARROS,Enrique, Material de Estudio Contratos Parte General II [en línea: https://www.u-
cursos.cl/derecho/2019/1/D122A0415/1/material_docente/; Consulta: 4 de abril de 2019]
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BIBLIOGRAFÍA

1. BARROS,Enrique, Material de Estudio Contratos Parte General II [en línea:


https://www.u-cursos.cl/derecho/2019/1/D122A0415/1/material_docente/; Consulta: 4 de
abril de 2019]

2. C.Suprema. 17 marzo 2014, rol N 248-13 [en www.microjuris.cl NºMJJ37123]

3. Peñailillo, D. Las obligaciones. Santiago, Editorial Jurídica, 2006. pp. 54, 57, 102-124, 130,
137.

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