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MODULO:
CIVIL II
CATEDRÁTICO:
Dr. AÑEZ BARBERY CARLOS RONNEY
PARTICIPANTES:
1. Américo Aramayo Urquieta
2. Eddy Justo Cusicanqui Flores
2018
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POSESIÓN
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TEMATICA
1. INTRODUCCION
2. LA POSESION EN EL CODIGO VIGENTE
3. CONCEPTO DE POSESION
4. NATURALEZA JURDICA
5. DIFERENCIA CON OTRAS INSTITUCIONES
6. LA DETENTACION – CONCEPTO Y UBICACIÓN
7. DIFERENCIAS CON LA POSESION
8. ELEMENTOS DE LA POSESION CORPUS Y ANIMUS
9. TEORIA SOBRE LA POSESION
10. VIOLENCIA CLANDESTINIDAD, EQUIVOCIDAD, Y
DISCONTINUIDAD
11. ADQUISICION
12. INTERRUPCION Y PERDIDA DE LA POSESION
13. EFECTOS DE LA POSESION, POSEEDOR DE BUENA FE Y
POSEEDOR DE MALA FE
14. CLASES DE CAPACIDAD
DESARROLLLO
I. INTRODUCCION
A nuestro grupo tres le ha tocado comentar y exponer la posesión que por
nuestra investigación, vemos que consiste en una situación o estado de hecho
de la cual derivan consecuencias jurídicas que, de ordinario, vienen a proteger
en mayor o menor medida esa situación o estado de hecho.
Hemos podido establecer que si se emplea la palabra posesión en su sentido
más amplio, puede decirse que posee aquél que de hecho actúa como titular de
un derecho o atributo en el sentido de que, sea o no sea el verdadero titular,
defacto, goza de las ventajas y soporta los deberes que normalmente
corresponde gozar y soportar al titular del respectivo derecho o atributo.
Siendo así entonces que es natural que el verdadero titular del derecho o atributo
de que se trate. Así se comprende que la afirmación de que "la posesión es
la imagen del derecho".
En ese amplio sentido se habla no sólo de la posesión de las cosas sino de la
posesión de diversos derechos reales, de la posesión de herencia, de la
posesión de estado, de la posesión de créditos, etc.
Pero, aun cuando en todas esas situaciones existen elementos comunes, los
mismos son bastante limitados y en cambio son muy diferentes sus
consecuencias jurídicas. Por lo tanto, si se quiere elaborar una teoría general de
la posesión de amplio contenido, es necesario restringir la noción de posesión.
Por ello hemos visto por conviene tomar como punto de partida el caso más
antiguo de protección posesoria, que encierra el núcleo original y fundamental
del concepto: la llamada posesión de cosas, que se da cuando
una persona ejerce un dominio de hecho sobre una cosa, independientemente
de que sea el propietario, o de que no lo sea. Así podemos tomar como punto de
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partida la idea de que la posesión es un señorío o dominio de hecho en el
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entendido de que si se la califica como una situación o estado de hecho es para
destacar que no presupone la existencia previa de un derecho del poseedor, aun
cuando una vez establecida esa situación o estado de hecho, de ordinario
produce consecuencias jurídicas que la protegen en diversa medida o grado.
Indudablemente, la titularidad de la propiedad y de algunos derechos reales
implica un derecho a la posesión ("ius possidendi"); pero no siempre el titular
ejerce efectivamente esa facultad. En cambio, la posesión no implica la
titularidad del derecho de propiedad ni de ninguno de esos derechos reales ni
tan siquiera la preexistencia de un derecho a poseer; pero, una vez que existe,
la posesión confiere al poseedor una serie de facultades o derechos ("ius
possessionis").
En consecuencia, las esferas de lo petitorio y de lo posesorio son, en principio,
completamente diferentes: ni la sola titularidad acredita posesión ni la sola
posesión acredita titularidad. La titularidad podrá implicar el "ius possidendi";
pero es la posesión la que confiere el "ius possessionis".
En la mayoría de los casos, quien de hecho ejerce el derecho es precisamente
su titular, de modo que, de ordinario, la condición de titular del derecho y de
poseedor se encuentra reunidas en la misma persona.
Pero existen casos en los cuales quien de hecho ejerce el derecho no es su
titular sino otra persona (que puede ser de buena o mala fe). Es precisamente
entonces cuando se manifiesta la autonomía de la protección posesoria ya que
en tal hipótesis es evidente que la tutela jurídica concedida al poseedor no deriva
de su condición de propietario o de titular de algún otro derecho real sino
exclusivamente de la posesión misma.
II. LA POSESION EN EL CODIGO VIGENTE
SUJETOS DE LA POSESIÓN.
I. Cualquier persona natural o jurídica puede poseer. En el caso de las personas
jurídicas los actos posesorios son realizados por las personas físicas que son
sus órganos o representantes en condiciones tales que sus efectos se imputan
a la persona jurídica. Igual cosa ocurre con los incapaces. Es de observar que
para poseer por sí mismo las personas naturales no necesitan capacidad
negocial sino que les basta la capacidad natural de entender y querer.
II. Varías personas pueden ser simultáneamente sujetos de una misma posesión,
caso en el cual se dice que hay coposesión. Obsérvese que la hipótesis es
distinta del supuesto de la concurrencia de posesiones. En este último caso
existen simultáneamente diferentes posesiones sobre la misma cosa (por ej.: una
persona la posee en concepto de propietario y otra en concepto de
usufructuario). En cambio, en la coposesión no existen posesiones a diferente
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título sino una sola posesión (por ej.: dos personas poseen un mismo terreno
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como si cada una de ellas fuera propietaria del 50% del mismo).
OBJETO DE LA POSESIÓN.
I. Si se atiende sólo a la definición legal de posesión parecería que el objeto de
la misma son las cosas (rectius, la propiedad de las cosas) y los derechos sin
otra limitación que las cosas o derechos que por alguna circunstancia no puedan
ser objeto de una actuación posesoria. Se consagraría así una situación
completamente opuesta al Derecho Romano clásico que en sentido estricto sólo
admitía la posesión que recaía sobre las cosas y las abarcaba plenamente de tal
modo que la posesión correspondiera en el plano de los hechos a lo que supone
la propiedad en la esfera de los derechos. Al parecer pues, nuestro Derecho
habría concebido la posesión como el ejercicio de un derecho aun cuando no
implicara el señorío pleno sobre la cosa y en tal virtud todos los derechos serían
en principio susceptibles de posesión.
Pero en el deseo de que la noción de posesión sea el supuesto común de efectos
homogéneos, se reduce el objeto de la misma de manera que no puede hablarse
de posesión (en el sentido de que venimos tratando) cuando no se puedan
producir los efectos típicos de la usucapión y sobre todo de la protección
interdictal. Por ello se dice que entre los derechos sólo son susceptibles de
posesión, los derechos reales y se excluyen del campo de la posesión
propiamente dicha tanto la posesión de estado como la posesión de créditos
(aun cuando una y otra se asemejen a la posesión propiamente dicha en cuanto
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constituyen situaciones de hecho que son imagen de una situación de derecho
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y en que gozan de la protección jurídica).
II. Pero lo expuesto, tampoco significa que todas las cosas y derechos reales
sean susceptibles de posesión.
1° Por lo pronto, no son susceptibles de posesión, o si se quiere sólo son
susceptibles de una posesión irrelevante, las cosas cuya propiedad no puede
adquirirse, ya que la Ley dispone que: "No produce efecto la posesión de las
cosas cuya propiedad no puede adquirirse" (C.C., art. 778).
2° Por otra parte, como la posesión es un poder de hecho sólo puede recaer
sobre los derechos que tengan por objeto las cosas corporales. Las llamadas
posesiones de cosas incorporales no producen nunca los mismos efectos que la
posesión propiamente dicha y casi puede decirse que sólo se asemejan a ésta
en que constituyen la imagen de un derecho.
1° No se reconoce posesión separada sobre cada una de las partes del todo a
quien posee ese todo. Consecuencia importante de este principio es que el
poseedor del todo no requiere ejercer su señorío efectivo sobre todas y cada una
de las partes para poder ser calificado de poseedor del todo.
DEFINICIÓN DE POSESIÓN
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La posesión requiere de la cosa en sí (el corpus) y de la intención de
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la persona de comportarse como su dueño (el animus rem sibi habendi). Se
trata, en definitiva, de un hecho con efectos jurídicos que es protegido por
la ley para que el poseedor no esté obligado de probar su título posesorio cada
vez que algún individuo pretenda interrumpir dicha posesión.
Dentro del ámbito jurídico y legal, tendríamos que establecer que existen
diversos tipos de posesión. No obstante, por ejemplo, en el caso de España es
frecuente hablar de dos modalidades de aquella:
• Posesión natural, que es la posesión que tiene alguien así como el disfrute de
un derecho sin ánimo de dueño o de titular legítimo.
Además de todo lo expuesto, tendríamos que hablar también de que es habitual
hacer uso del término “tomar posesión”. Este es una locución de tipo verbal que
se emplea para referirse a que alguien se hace cargo de un puesto que va a
desempeñar o bien de unos bienes materiales en ejercicio de su derecho. Así,
un ejemplo, se puede decir “El joven tomó posesión de su nuevo cargo como
ministro” o “El heredero tomó posesión de su nuevo despacho”.
Muchas son las películas que han abordado el tema de las posesiones de
personas por parte del Diablo. Así, entre ellas, destaca “El exorcista”, realizada
en 1973 por el cineasta William Friedkin, que se ha convertido en un clásico del
género de terror.
6
Naturaleza jurídica de la POSESION: posición de Arturo Valencia Zea, posición
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de Fernando Vélez y Jose J. Gómez y posición de la Corte Constitucional.
Posición del C.C. Explicar brevemente cada una de ellas.
Para Arturo Valencia Zea (la posesión es un derecho real auxiliar y provisional)
define la posesión como un “poder de hecho sobre cosas que normalmente
corresponde al ejercicio de un derecho patrimonial (derechos reales o derechos
personales). Ese poder de hecho adquiere sustantividad cuando se contemplan
a partir de él varios efectos, en el que al poseedor se le respeta su poder de
hecho aun sin que tenga un poder jurídico o derecho subjetivo, que se encuentra
traducido en la protección contra atentados que se den, y asimismo por medio
de las acciones posesorias de conservación y recuperación. Además de lo
anterior al poseedor se le otorga la facultad de “transmitir su poder de hecho a
otro, transmisibilidad que puede ir acompañada o no del respectivo poder jurídico
o titularidad”( agregar la cita del libro)
A lo anterior agrega Valencia Zea “La circunstancia de que los poderes de hecho
sobre las cosas puedan adquirir autonomía frente al respectivo poder jurídico y
de que, además dichos poderes estén en si dotados de efectos jurídicos, ha
llevado a los juristas a preguntarse qué figura jurídica es la relación posesoria
dentro de las figuras o categorías jurídicas que integran la técnica jurídica e un
sistema de derecho”
Agrega que Valencia Zea, “existe una diferencia entre los derechos reales
propiamente tales y la posesión, ya que los primeros constituyen poderes
jurídicos definitivos, y la posesión, en cambio, es un poder de hecho provisional,
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en el sentido de que puede desaparecer frente a la acción que se deriva de la
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propiedad, de uno de los derechos reales desmembrados de ella o de un simple
derecho personal”. Dice el tratadista que la dificultad respecto a la noción de este
concepto deben clasificarse en derechos reales definitivos (la propiedad y sus
desmembraciones) y derechos reales provisionales (relaciones provisionales
con las cosas)
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De acuerdo a la jurisprudencia de la corte constitucional, en la sentencia T 494
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de 1992 se retoma la definición de la posesión dada por la Corte Suprema de
Justicia en la que dice que la posesión es el “poder físico directo sobre las cosas,
en virtud del cual se ejecutan sobre ellas actos materiales de goce y
transformación , sea que se tenga el derecho o que no se tenga; por ella
obtenemos de los bienes patrimoniales el beneficio señalado por la naturaleza o
por el hombre; ella misma realiza en el tiempo los trascendentales efectos que
se le atribuyen, de crear y sanear el derecho, brindar la prueba óptima de la
propiedad y llevar a los asociados orden y bonanza; y es ella, no las inscripciones
en los libros del Registro, la que realiza la función social de la propiedad sobre
la tierra, asiento de la especie y cumbre de las aspiraciones de las masas
humanas” (Cfr. Corte Suprema de Justicia. Sentencia de 27 de Abril de 1955.
Gaceta Judicial. Tomo LXXX No. 2153, p. 87 y ss.). A partir de lo anterior la corte
hace un cambio trascendental en la concepción de la posesión en la que
concluye que “la posesión es un derecho fundamental. En efecto, tiene, como ya
se señaló, conexión intima con el derecho de propiedad, la cual constituye en
opinión de esta Corte uno de los criterios específicos para la determinación de
esa categoría jurídica abierta que es el derecho constitucional fundamental.
Además, la ontología y especificidad de la relación posesoria y sus
consecuencias económicas y sociales son de tal relevancia en el seno de la
comunidad y para el logro de sus altos fines, que esta Corte reconoce que la
posesión tiene, igualmente, entidad autónoma de tales características y
relevancia que ella es hoy, por sí sola, con todas sus consecuencias, un derecho
constitucional fundamental de carácter económico y social.”
PROPIEDAD
a) La propiedad es posterior a la posesión.
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b) La propiedad está premunida de ciertos atributos: El derecho de usar, disfrutar
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y disponer.
c) La prueba de la existencia de la propiedad se realiza mediante un título.
d) Para defender el derecho de propiedad se tiene: La acción reivindicatoria y la
tercería excluyente de dominio.
e) Triunfa el derecho de propiedad respecto de quien presenta mejor título.
f) La propiedad de inmuebles es susceptible de adquirirse por prescripción
adquisitiva, mediante título traslativo de dominio.
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3° Pero, como se ha dicho, dado que en nuestro Derecho existe tanto la llamada
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posesión de cosas como la de derechos, el detentador puede ser al mismo
tiempo poseedor, aunque bajo distintos conceptos. Así, repetimos, quien de
hecho mantiene con la cosa la relación propia de un usufructuario sin reconocer
que otro tenga mejor derecho a ese usufructo, pero reconociendo que otra
persona es la propietaria de la cosa, es detentador de la cosa ("rectius" de la
propiedad) y poseedor del usufructo, o si se quiere tiene la cosa en nombre de
otro y ejerce el derecho de usufructo en nombre propio.
CARACTERES.
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ser detentación. Dicho en otros términos, la detentación no lleva en sí una
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causa de extinción por razón del tiempo. En cambio, la detentación no es
perpetua en el sentido de que implique necesariamente el ejercicio perpetuo de
un poder de hecho. Quien ejerció el poder de hecho sobre la cosa durante los
seis meses por los cuales la arrendó y al cabo de los cuales la restituyó al
arrendador, fue detentador durante esos seis meses, aunque posteriormente
dejó de serlo.
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procedente de un tercero. Así ocurriría, por ejemplo, si el arrendatario de una
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cosa se la comprara a un tercero.
En efecto, la compra hecha al tercero cambia la "causa possessionis" en el
sentido que si bien del arrendamiento se deducía la intención de tener la cosa
para otro a quien se reconocía mejor derecho (el arrendador), de la compra se
deduce la intención de tener la cosa para sí. Dicho sea de paso, poco importa
que el título procedente del tercero sea inválido: de todos modos se invierte el
título del detentador. Pero, es necesario que junto con el cambio de título, ocurra
un cambio correlativo en la actuación respecto de la cosa. Por ejemplo, en el
caso del arrendatario que compra a un tercero, no habría interversión si siguiera
pagando cánones a su primitivo arrendador.
Tampoco producen intervención del título la simple negación de los derechos del
poseedor (como sería el caso de que un arrendatario expresara, incluso en
público, que su arrendador no es el propietario de la cosa), ni tampoco la sola
notificación al poseedor de que el detentador pretende poseer en lo sucesivo
para sí. En efecto, en estos casos la conducta del detentador no se ha
exteriorizado en términos posesorios, en su actuación sobre la cosa. Así pues,
la interversión del título por la vía de oposición a los derechos del poseedor
requiere que el detentador manifieste su voluntad de poseer para sí ejecutando
sobre la cosa actos de propietario (o de titular de otro derecho).
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tienen la cosa en su poder. Personalmente creemos que en los dos primeros
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casos señalados no existe siquiera detentación porque los actos que la persona
realiza sobre la cosa no tienen entidad suficiente como para constituir el "corpus"
de una posesión (v. "infra", "Elementos de la posesión", 1,1°, C, a).
Por otra parte, consideramos que puede señalarse otra clase de detentadores
de la cosa ("rectius" de la propiedad de la cosa), constituida por quienes detentan
la cosa en interés propio para ejercitar un derecho real distinto de la propiedad.
Naturalmente dichas personas son al propio tiempo, poseedores respecto del
derecho en cuestión y detentadores respecto de la propiedad de la cosa.
Un ejemplo de ello es el caso del arrendatario, que tiene la cosa pero reconoce
en otra persona la propiedad de la misma. El tenedor es pues un representante
de la posesión del propietario. La tenencia puede ser, además, interesada,
cuando quien detenta la cosa puede obtener el uso y goce (arrendatario) o al
menos el uso en el caso del comodatario.
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El dueño tiene el derecho de poseer, usar, gozar (derecho de extraer los frutos),
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disponer (derecho de vender, donar; constituir hipotecas, abandonar o consumir
la cosa), excluir a otros, cerrar y administrar la cosa. Cabe aclarar que todo ello
con las limitaciones legales que puedan estar dispuestas, pues ningún derecho
puede ser ejercido abusivamente o contrariando la buena fe, la moral y las
buenas costumbres.
Si la cosa de que se trata es un bien inmueble u otro bien registrable, tal el caso
de los vehículos, para ser propietario es necesario no sólo tenerla en todos los
sentidos expuestos, sino que además debe estar inscripta en el Registro de la
Propiedad Inmueble. Nuestra legislación exige para los casos expresados que la
persona que obtuvo la cosa porque la compró, la recibió en donación, la heredó
o porque la consiguió por prescripción adquisitiva (usucapión), deba llevar a cabo
la inscripción registral. De no hacerlo, el "dueño" estará impedido de ejercer con
plenitud todos los derechos y facultades que la ley le acuerda
EL CORPUS.- Definición.
El corpus es el ejercicio sobre una cosa de los actos que corresponden al
derecho del que se tiene la posesión. Considerada relativamente al derecho
propiedad, el corpus consiste en conducirse como propietario, o sea, en ejercer
las, atribuciones del derecho de propiedad: usus, fruc:tus, abusus. El corpus
constituye el elemento material de la posesión.
A falta de corpus, no puede haber posesión: así como el corpcorpus sin el animus
no constituye posesión, tampoco el animus sin el corpus podría otorgar la
cualidad de poseedor. Acerca de la cuestión de determinar si la posesión puede
proseguirse solo ánimo.
Puesto que el poseedor puede poseer corpore alieno, puede adquirir totalmente
el corpus por medio de otra persona; por ejemplo, si se le da a una persona
mandato para posesión de un bien, se adquiere el corpus por mediación del
mandatario.
EL "ANIMUS"
Necesidad del "animus". - Para ser poseedor, no resulta suficiente con tener el
corpus; el dominio material lo confiere, por sí solo, la posesión. Un chofer no
tiene la posesión del automóvil que su dueño le confía; como tampoco el
paseante que atraviesa ocasionalmente un terreno o excursionista que planta en
él, por una noche, su tienda de campaña. ¿Qué les falta?; un elemento
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intencional: el ": animus". Si existe acuerdo acerca de la necesidad de un
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elemento intencional en la posesión, es más difícil concretar la intención que
debe animar al poseedor. En el transcurso de la segunda mitad del siglo XIX,
IHERING criticó con vigor la posición que había adoptado la doctrina alemana a
consecuencia de SAVIGNY. La controversia es célebre. La exposición de
las tesis permitirá concretar las nociones de animus y la posesión. Se indicará,
a continuación de las mismas, el estado del derecho positivo francés.
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A) En este sentido Savigny destacaba que la posesión nacía de una situación de
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hecho, pero que al propio tiempo era una situación de derecho porque producía
consecuencias jurídicas; porque, a veces esas consecuencias se producían sin
que existiera la mencionada situación de hecho y porque, otras veces, no se
producían a pesar de que se daba la suso dicha situación de hecho.
VICIOS DE LA POSESIÓN.-
Para que la posesión sea útil y produzca todos sus efectos jurídicos se hace
necesario que no esté viciada y así viabilizar la adquisición de la propiedad a
través de la usucapión. Por tanto los vicios que no deben existir en la posesión
son:
Discontinuidad.-
Es decir la posesión debe ser continuada, no deben existir vacíos en el tiempo,
es decir no pueden existir interrupciones de tiempo en la posesión, porque lo
contrario haría la usucapión inviable.
Violencia.-
La posesión debe ser pacifica, es decir la posesión debe ser consentida por el
propietario, que no haya existido oposición contra esa posesión, sea por medios
explícitos y/o legales, como ser procesos o peticiones instauradas contra el
poseedor solicitándole la entrega del inmueble.
Clandestinidad.-
La posesión debe ser pública, es decir conocida por todos y sobre todo por el
propietario.
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Equivocidad.-
No debe existir error en la superficie que se está poseyendo, que generalmente
se produce en las propiedades en lo pro indiviso, donde unos de los
copropietarios posee erróneamente la parte que no le corresponde.
XI. ADQUISICION
Adquisición originaria
Cuándo tiene lugar sin la intervención de un titular anterior.
Adquisición derivativa
Es aquella que proviene de un titular anterior, es decir, hay una posesión que
es transferida a otro sujeto.
Adquisición hereditaria
Artículo 440 del Código Civil (la posesión civilísima). Posesión que se tiene
entre la muerte de una persona y la aceptación del heredero.
INTERRUPCIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN
El mismo artículo establece que “la interrupción natural del primer tipo no
produce otro efecto que le descontarse su duración; pero la interrupción natural
del segundo tipo hace perder todo el tiempo de la posesión anterior; a menos
que se haya recobrado legalmente la posesión, pues en tal caso no se entenderá
haber habido interrupción para el entendido” (Artículo 2523 del Código Civil).
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en el caso en que nunca hubiera podido recuperar la posesión, sea por las vías
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que sea. Eso es una verdadera perdida de la posesión.
2 Interrupción Civil: El artículo 94 del Código General del Proceso establece que
la interrupción se da y hace inoperante la caducidad el día en que se presente la
demanda siempre y cuando el auto emisario de la demanda o el auto de mandato
ejecutivo se notifique al demandado dentro del término de un años. De no ser
así se entenderá la interrupción en el momento en que se notifique al demandado
posterior al año dado (Art. 94, Código Civil).
SUSPENSIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN
El artículo 2530 del Código Civil establece que “la prescripción ordinaria puede
suspenderse sin extinguirse: en este caso, cesando la causa de la suspensión
se le cuenta al poseedor el tiempo anterior a ella, si alguno hubo” (Art 2530,
Código Civil).
Según nuestro código civil en el artículo 787 “se deja de poseer una cosa desde
que otro se apodera de ella, con ánimo de hacerla suya; menos en los casos que
las leyes expresamente exceptúan” el Doctor Arturo Valencia Zea nos aclara
que deben distinguirse entre; las causales de la perdida, la perdida voluntaria y
la pérdida involuntaria de la posesión.
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Pérdida voluntaria de la posesión: se puede abandonar el poder de hecho de dos
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maneras:
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por la usucapión, vale decir, las cosas que están en el comercio (art 2518). No
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pueden poseerse los bienes no apropiables por los particulares como los de uso
público (art 2518). El código civil en su artículo 762 dice que la posesión es la
tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor y dueño, no significa esta
norma que sólo puede ejercerse posesión sobre cosas singulares, pues también
pueden poseerse cuotas-partes determinadas proindiviso en una cosa singular.
La posesión irregular, a contrario sensu, será la que ha sido adquirida sin justo
título o de mala fe, es decir, la posesión en cuya adquisición ha faltado uno de
los elementos cuya concurrencia configura la posesión regular, o ambos.
(Barragán. Pág. 290). Posesión irregular es la que carece de uno o más de los
requisitos señalados en el artículo 764: La posesión irregular es aquella que no
reúne todos los requisitos de la posesión regular, o sea, la que no proviene de
un justo título, o se inició sin buena fe, o cuando a pesar de haber justo título y
de haberse adquirido de buena fe, no se hizo la tradición legal si el título que le
dio origen era traslaticio de dominio.
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en la doctrina y llegar luego a las consecuencias de los títulos justos o injustos
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mencionados en el Código Civil.
Puede decirse que el justo título es el otorgado con arreglo a la ley y que por eso
es apto para constituir derechos y obligaciones. En el caso de la posesión es
justo el título otorgado de conformidad con la ley y apto para constituir o transferir
el derecho real de dominio. También se ha definido el justo título diciendo que
“es la causa en virtud de la cual poseemos alguna cosa de acuerdo con las leyes”
(Fernando Vélez) o también “el que da al poseedor un justo motivo para creerse
dueño de la cosa” (Alessandri Rodríguez). Por consiguiente, para que en la
posesión pueda alegarse, no basta la existencia de un justo título, sino que es
también necesario que él se haya otorgado con la plenitud de los requisitos
legales; así, si de la posesión de un inmueble se trata, se requiere la existencia
previa de una escritura debidamente registrada, porque la constitución de
derecho reales sobre inmuebles es solemne.
Sobre el justo título ha dicho la Corte: “Por justo título se entiende todo hecho o
acto jurídico que, por su naturaleza y por su carácter de verdadero y válido, sería
apto atribuir en abstracto el dominio. Esto último porque se toma en cuenta el
título en sí, con prescindencia de circunstancias ajenas al mismo, que en
concreto, podrían determinar que, a pesar de su calidad de justo, no obrase la
adquisición del dominio” (Jaime Arteaga)
Por justo título se entiende todo hecho o acto jurídico que por su naturaleza y por
su carácter de verdadero y válido es apto para atribuir en abstracto el dominio
(Alessandri, Arturo. Somarriva, Manuel) BUENA FE: Es éste un principio que
campea en todas las instituciones del derecho; tuvo origen en ideas morales y
religiosas y su extensión al derecho privado ha sido y es innegablemente
valiosa.
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Un justo error en materia de hecho, no se opone a la buena fe.
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Pero el error en materia de derecho constituye una presunción de mala fe, que
no admite prueba en contrario”.
TÍTULOS INJUSTOS: Título injusto es aquel que carece de los requisitos de ley
y no es apto, por consiguiente, para constituir o transferir el derecho. El artículo
766 dice qué títulos no son justos; al estudiarse esta norma debe tenerse en
cuenta que ella contiene una parte en la que se enumeran taxativamente las
causas por las cuales un título puede no ser justo y otra parte en la que se
ejemplifica sobre tales causas. Dice el artículo 766 mencionado: “No es justo
título:
Sin embargo, al heredero putativo a quien por derecho judicial se haya dado la
posesión efectiva, servirá de justo título el decreto; como al legatario putativo al
correspondiente acto testamentario, que haya sido judicialmente reconocido”.
La lectura de este artículo nos permite afirmar que hay cuatro factores que
cuando se presentan, hacen el título injusto. Ellos son: ser falso, ser otorgado sin
facultad para hacerlo, ser nulo y ser putativo el título.
a. Falsedad: Implica ésta la falta de conformidad entre las palabras, las ideas y
las cosas provocadas dolosamente. Hay falsedad cuando se hacen mutaciones
a la verdad o se oculta ésta, pues ello implica la limitación, suposición, alteración,
supresión u ocultación maliciosa de la realidad en perjuicio de alguien o en
beneficio injusto de quien la comete o de un tercero.
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d. El título putativo es el otorgado por alguien que cree con algún fundamento
suficiente, tener un derecho que realmente no tiene. (Arteaga Carvajal)
1. Posesión regular u ordinaria es aquella que aúna el justo título y la buena fe.
2. Posesión irregular es aquella donde faltan uno o los dos requisitos anteriores,
es decir, el justo título y la buena fe.
3. Posesión legal es la estipulada por la ley. Por ejemplo, la del heredero o la
especificada en materia de vivienda de interés social.
4. Posesión efectiva es la que declara el juez que lleva la sucesión para efectos
de una posesión por parte de uno de los delegatarios de la herencia.
5. Posesión definitiva es la que se deriva de una sentencia de adjudicación por
el proceso de repartición
6. Posesión de buena fe la buena fe de la que hablamos en la posesión es
calificada y se probará según las estipulaciones del código de derecho civil.
7. Posesión presunta es aquella que se tiene por imperio de la ley, con
independencia de la voluntad y el conocimiento del poseedor, pero solo se
aplica a la vivienda de interés social, cuando el arrendatario de un bien
inmueble deja de pagar el canon de arrendamiento por 1 año.
XV. BIBLIOGRAFIA
Decreto Ley Nº 12760 art. 87 a art. 104, artículos 135, 137, 149 152,
https://es.answers.yahoo.com/question/index;_ylt=AwrCwojp24VcowcAk8oPxQt
.;_ylu=X3oDMTByMHZ0NG9yBGNvbG8DYmYxBHBvcwM3BHZ0aWQDBHNlY
wNzcg--
?qid=20070407194313AA1KgdI&p=posesion%20diferencia%20con%20propied
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https://www.monografias.com/docs/Diferencia-entre-propiedad-y-posesion-
FKJEDKJZMY
http://www.wordreference.com/definicion/posesi%C3%B3n
https://derecho.laguia2000.com/parte-general/la-posesion
https://es.wikipedia.org/wiki/Posesi%C3%B3n
XVI. ANEXOS
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