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Escuela de biología
Proyecto
Importancia de la conservación de los bosques tropicales
Elaborado por
Eileen Caballero
4-790-1152
Profesora
Doris Vergara
2018
Importancia de la conservación de los bosques tropicales
Objetivos
Introducción
América Latina y el Caribe son las regiones, biológicamente, más ricas de la Tierra.
En sus bosques tropicales nativos están representadas la mayor y más significativa
parte de esa riqueza. Por tal motivo, todos los esfuerzos empleados en la
conservación de la biodiversidad que habita en los bosques tropicales, deben ser
fortalecidos, así como aquellas acciones que permitan aprovechar de manera
sustentable su enorme potencial económico. En los bosques nativos tropicales
existe una gran variedad de tipologías forestales, con diferentes estructuras y
composición florística, que está asociada a una gran diversidad biológica. Esto
dificulta establecer recetas universales en la gestión de silvicultura de estos
bosques.
Los bosques tropicales son especialmente importantes por los múltiples servicios
ambientales que ellos proveen (James et al. 2001). Principalmente, los bosques
tropicales modulan la corriente del río, manteniendo el caudal basal del río en la
estación seca o verano y reduciendo las inundaciones del río durante las altas
precipitaciones del invierno. Para simplificar, los ecosistemas de bosques tropicales
funcionan como una esponja gigante que lentamente descargan aguas
subterráneas durante toda la estación seca y absorben grandes cantidades de agua
durante la estación de lluvias. Sin bosques tropicales, las inundaciones y sequías
son muy exuberantes. La cubierta de los bosques tropicales protege también suelos
frágiles de la fuerza increíblemente erosiva de las intensas tormentas y aguaceros
tropicales. A pesar de que los bosques nubosos representan solamente el 1,6%
de todos los bosques densos, son especialmente importantes como proveedores de
agua dulce (Lawton et al. 2001, Bubb et al. 2002, Williams-Linera et al. 2002). Los
ecosistemas de bosques tropicales también albergan una cantidad sorprendente de
carbón vegetal, ambos en la biomasa del bosque como también en la hojarasca y
el suelo. El corte y quemado de los bosques tropicales es una significante
contribución (20-25%) al incremento documentado del dióxido de carbono en la
atmósfera de la tierra (De Fries et al. 2002). A la inversa, la expansión de bosques
secundarios jóvenes sobre tierra agrícola abandonada es un mecanismo importante
para la extracción de dióxido de carbono de la atmósfera y guardar este en la
madera de los árboles que están creciendo.
La Evaluación de los Ecosistemas del Milenio (EEM) señala que cada vez más
ecosistemas, poblaciones y especies forestales del mundo están amenazadas o en
vías de desaparición a causa de la pérdida y degradación de hábitats forestales.
Los bosques tropicales húmedos albergan a más especies en peligro que cualquier
otro bioma. Se estima que son muchísimas las especies - aunque aún no hayan
sido clasificadas científicamente - que están desapareciendo junto con sus hábitats
de bosque tropical (EEM 2005).
La pérdida de vida animal en los bosques tropicales es una de las más críticas para
los ecosistemas de los bosques tropicales (Fimbel et al. 2001). La cacería de carne
de monte y la pesca local han existido por miles de años como componentes
integrales de la subsistencia humana en los bosques tropicales. Pero en la segunda
mitad del siglo 20, dimos testimonio de la proliferación extendida de armas de fuego
en regiones rurales que grandemente aumentaron la probabilidad de cazar con
éxito. Como se mencionó anteriormente, la expansión rápida de la frontera agrícola
en bosques tropicales inaccesibles también ayudó a los cazadores. Aunque la crisis
de la carne de monte no es severa en los bosques americanos tropicales como en
la cuenca del Congo de África, los bosques americanos tropicales más indefensos
y accesibles han reducido las poblaciones severamente e incluso la extinción local
de fauna más grande como el jaguar, tapir, monos araña, huanganas (chanchos del
monte), pavones, pavas y gallinas de monte (Fa et al. 2002, Jerozolimski y Pérez
2003). Debido al grado intrincado de interacciones en los bosques tropicales, estas
especies muy cazadas juegan a menudo los papeles ecológicos importantes como
la regulación de la presa, polinización, dispersión de la semilla y herbívora. Así, su
ausencia debido a la sobre caza se presume estar teniendo serios impactos en el
normal funcionamiento de ecosistemas de los bosques tropicales (Thiollay 1999,
2002).
Los intentos históricos por conservar el bosque han fallado, como lo demuestra la
acelerada tasa de deforestación. En muchas regiones, el mantener a los bosques
como parques y reservas intocables, no ha logrado mejorar la calidad de vida o las
oportunidades económicas para la gente pobre que habita en zonas rurales, ni ha
frenado la tala ilegal del bosque. La corrupción únicamente ha empeorado la
situación. El problema de la visión tradicional de conservación de áreas silvestres
en países en vías de desarrollo, es que no genera suficientes incentivos económicos
para poder respetar y mantener el bosque. Los bosques lluviosos lograrán sobrevivir
como ecosistemas funcionales, sólo si demuestran que son capaces de generar
beneficios económicos tangibles. La gente local y el gobierno mismo deben de
obtener ganancias financieras para justificar los costos de mantenimiento de los
parques, y renunciar a las ganancias de las actividades económicas generadas
dentro de los límites del área protegida.