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Esta noche continuamos con una mas de las lecciones del libro NO ES

POR VISTA, ES POR FE. Hace dos semanas vimos la lección 8 que, en
resumen, nos habló acerca de tener FE en la Palabra hablada, es decir,
que confiemos y creamos en lo que la Biblia dice cuándo escuchamos lo
que en ella está escrito, pero también debemos recordar que lo que
decimos tiene poder, ya sea para bendecir o para maldecir, por lo tanto
debemos tener cuidado con lo que decimos.

La semana pasada vimos en la lección 9 que de nada nos sirve


CONOCER lo que la Biblia dice, si no tenemos FE, si no CREEMOS que lo
escrito es verdad. Cuando leemos la Biblia tenemos acceso a un mundo
sobrenatural, porque en ella vemos cómo el universo fue creado, cómo un
hombre tuvo un hijo de su esposa estéril y ambos ya entrados en años,
vemos como el mar se abre, y muchos milagros y señales mas. Hasta que
llegamos al punto donde el mismo Hijo de Dios se entrega a sí mismo para
rescatarnos, pagó el precio que nos correspondía, tomó nuestro lugar en la
cruz, y además, no conforme con ello, nos otorgó el derecho de ser
hechos hijos de Dios, de ser coherederos y tener vida eterna cuando lo
aceptamos como Señor y Salvador.

Cómo podemos ver es de suma importancia que desarrollemos la FE, que


desarrollemos la habilidad de CREER sin ver, y que no restemos
importancia a la Palabra escrita, hablada y escuchada.

La lección de esta semana tiene un enfoque muy interesante, se titula


UNA SEMILLA DE MOSTAZA, para quienes aún no sepan, éstas semillas
son pequeñas y dan lugar a plantas que llegan a crecer tanto que podrían
ser consideradas un árbol, no un árbol muy grande, pude averiguar que se
extienden hasta medir aproximadamente unos dos metros y medio de
altura, lo que es mucho si tomamos en cuenta que nace de una semilla
que apenas mide 1 o 2 mm de diámetro.

El pastor Cash inicia explicando por qué Jesús no pudo hacer milagros en
Nazaret, el pueblo donde él creció, nos dice que veían al Maestro
únicamente como el hijo del carpintero, este relato se encuentra en Marcos
6: 1-6. El versículo 6 nos deja ver a Jesús y su asombro por la
INCREDULIDAD de ellos, es decir, no creyeron, no tuvieron FE.

Nuestra FE es puesta a prueba constantemente, los afanes de la vida, los


engaños de las riquezas y la codicia de otras cosas pueden ahogar la
Palabra y volverla infructuosa, esto está revelado en Marcos 4:19. Yo diría
que la mayoría de las veces estos afanes y engaños no se presentan de
manera drástica, lo hacen de forma sutil, como una pequeña semilla
implantada en nuestra vida, que va creciendo hasta hacerse enorme y no
permitir que la luz de la Palabra de Dios (Salmo 119:105) alimente las
semillas de nuestra FE para que éstas crezcan.

Les decía que esta lección es interesante porque podemos deducir que las
semillas que producen FE o INCREDULIDAD comienzan como algo
pequeño, todo dependerá de cuales son las que estamos cultivando.

El pastor Cash relata cómo llegó a la iglesia y cómo fue que aceptó a
Jesús como su Señor por gratitud, nos cuenta como cambió sus
inversiones, de pagar por alcohol a pagar por la mejor Biblia y material de
estudio que le permitiera crecer en la FE y poder compartirla.

Nos enseña qué para deshacerse de la INCREDULIDAD debemos


escuchar palabras que edifiquen, y qué mejor que la Palabra de nuestro
Padre Celestial. Llenemos nuestra mente y nuestro corazón de "semillas"
de la Palabra, cultivémoslas, dejemos que crezcan y se conviertan en esos
árboles que dan fruto abundante en nuestras vidas y que además proveen
refugio para los que nos rodean y están en necesidad.

Esto me lleva a hacerles ver que en realidad todos somos como semillas
de mostaza, algunos aún son pequeños, otros ya han germinando y están
creciendo, es decir que yo creo que en cada uno de nosotros pasa por ese
proceso pero lo más importante es que no olviden que en realidad en
nosotros hay grandeza, la grandeza de nuestro Padre, para alcanzar
nuestro sueños, para hacer realidad nuestras metas y mantenernos
siempre cerca del autor y consumador de la FE. (Rom. 12:2)
La Biblia declara en Romanos 1:17 que "... en el evangelio la justicia de
Dios se revela por FE y para FE, como está escrito: Mas el justo por la FE
vivirá." La FE es vida, amados hermanos.

Hablando de la grandeza que hay en nosotros y de las semillas de


mostaza, de la importancia de las palabras y su poder de lo que hablaba al
principio, quiero llevarles a reflexionar acerca de las semillas que Dios en
su gran amor y misericordia ha puesto en nuestras manos, hablo de
nuestro hijos, somos los responsables de cultivarlos, de hacerlos crecer,
de hacerlos creer, somos los responsables de hablarles con palabras
poderosas que edifiquen sus vidas y los hagan cumplir el propósito de
Dios en ellos, hablarles con amor, con paciencia y con firmeza cuando es
necesario.

Es nuestro deber quitar de nuestra comunicación con ellos cosas como:


"eres un tonto, no puedes, eres inútil, etc." y si agregar palabras como:
"todo lo puedes en Cristo, tú eres cabeza y no serás cola, eres hábil,
inteligente, el bien y la misericordia te seguirán todos los días..." y muchas
muchas más que están en la Biblia.

Son nuestras semillas, son las flechas en manos del valiente como dice en
el Salmo 127:4 nos corresponde a nosotros tomarlos en las manos, darles
dirección e impulso para que alcancen su objetivo, debemos ser los
valientes que les muestren con el ejemplo que confiar en Dios y sus planes
es lo mejor que pueden hacer en la vida.

Al principio hablaba de lo importante que son las palabras que dirigimos


hacia nuestros hijos, no importa si tienen 3, 5, 8, 30 o mas años de edad,
lo que les decimos siempre tendrá un efecto en ellos. Como testimonio de
esa importancia está mi propia vida, es cierto que crecí en un hogar con
una orientación primordialmente cristiana, evangélica, que fui educado
desde pequeño a creer en Dios, pero recuerdo un episodio muy particular,
que definió mi postura en cuanto a las bebidas alcohólicas. Yo tendría
entre 7 y 8 años, no hace mucho de eso. Hubo una fiesta familiar, debo
señalar que hay una parte de mi familia que no cree de la misma manera
que yo, ellos aún tienen una religión y no una relación con Dios, es decir,
no tienen la misma fe, pero oro para que eso cambie; en esa fiesta yo vi
como mi papá
tomó muchas cervezas, muchos tragos, y en un momento me acerqué a él,
se me quedó viendo y en medio de su borrachera me dijo: "Tu nunca
vayas a hacer esto, nunca debes verte como yo hoy..." hermanos ya ha
pasado una buena cantidad de tiempo y aún lo recuerdo como si hubiese
pasado hace poco, las palabras que me dijo marcaron para siempre mi
vida, y cada vez que se da la oportunidad de embriagarme viene a mi
memoria ese día y me digo que no debo desobedecer la orden que me dio
mi papá. Claro no es el único motivo para no hacerlo, creo que también
estaría desobedeciendo a mi Padre Celestial, yendo en contra de mis
convicciones, de mis principios, pero sin lugar a dudas lo primero que
viene a mi mente son las palabras de mi papá.

Hermanos dejemos de decirle a nuestros niños que deben estudiar mucho


y luchar para que en el futuro tenga un buen empleo, si no a todos a la
mayoría en algún momento nos dijeron eso, no es algo malo pero estoy
seguro que es mejor empezar a sembrar en nuestros niños lo necesario
para que sean empresarios, emprendedores, buenos jefes, que sean ellos
los empleadores de aquellos que prefieren no creer en la grandeza que
Dios ha puesto en cada uno y que su vida sea un testimonio vivo de la
bueno que es creer en Dios y creerle a Dios.

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