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Nº 7/2004

6,5€

• Pío del Río Hortega


• El receptor nicotínico de acetilcolina
• Aprender a mirar
• Percepciones sensoriales de los invidentes
• Vivir con autismo
• Interpretación de las imágenes cerebrales

Varón o mujer:
00007

cuestión de simetría
2o trimestre 2004

9 771695 088703
SUMARIO Abril de 2004
Nº 7

22 Aprender a mirar
Burkhart Fischer 58 Varón o mujer:
cuestión de simetría
De 20 años dispone el cerebro para ir Markus Hausmann
aprendiendo a mirar correctamente. Si ¿Piensan de manera diferente los
el aprendizaje es lento, pueden surgir varones y las mujeres? La biología
problemas escolares. abona una respuesta afirmativa,
cuya raíz se halla en el distinto

JOE BATOR / CORBIS


recurso a los hemisferios cerebrales
para acometer diversas tareas.

CINETEXT
40 El cerebro del enfermo de Alzheimer
Roland Brandt y Hartwig Hanser
Para investigar las causas de la enfermedad
de Alzheimer, los investigadores han
seguido la pista a ratones transgénicos y
han descubierto nuevas vías, por las que,
quizás algún día, pueda solucionarse esta
enfermedad mortal.

10 El receptor nicotínico de acetilcolina 50 Miedo e irracionalidad


Manuel Criado Herrero Fritz Strack y Beate Seibt
Controlan la transmisión sináptica Sin el instinto del miedo la especie
neuromuscular y modulan la actividad humana no hubiera sobrevivido hasta
de muchos circuitos neuronales. llegar a nuestro siglo.

17 En el umbral de la muerte 54 Función procesadora de la retina


Detlef B. Linke Thomas Euler
¿De dónde proceden esas extrañas Se sabe que la retina registra la dirección
visiones y vivencias que nos asaltan que sigue un objeto al moverse en su
instantes antes de la muerte? campo de visión. ¿Cómo lo logra?

26 Percepciones sensoriales 68 Moral de victoria, moral de derrota


de los invidentes Lee Alan Dugatkin
Brigitte Röder El triunfo provoca euforia. La derrota
Sus otros sentidos se agudizan; ¿pueden destroza la autoestima. ¿Sólo en los
sustituir al más importante de ellos? humanos?

45 Instantáneas de un cerebro activo 71 El rastreo de huellas


Alexander Grau Rolf Degen
Las técnicas funcionales de formación La facultad investigadora que creemos
de imágenes se han convertido en el propiedad exclusiva de nuestro tiempo
emblema de la investigación cerebral. tiene quizás una larga trayectoria.
62 La investigación cerebral bajo Hitler
ARCHIVO DE LA HISTORIA
DE LA SOCIEDAD MAX PLANCK

Hans-Walter Schmuhl
Entre 1939 y 1945 fueron asesinados en Alemania
y en los territorios ocupados más de 260.000
pacientes psiquiátricos. De este asesinato en
masa, sin parangón en la historia de la medicina,
se beneficiaron neurólogos y psiquiatras.

82 Ilusiones de contraste
Jacques Ninio
El cerebro instaura fronteras arbitrarias
en la percepción de la luminosidad. La
yuxtaposición de tonos nos hace
percibir fronteras y diferencias de
contraste ilusorias.

74 Un proyecto de vida para los autistas


Francesco Barale, Guiseppe Carrà y Stefania di Nemi
Aunque los investigadores conocen cada vez mejor el
fenómeno del autismo ha de pasar todavía mucho
tiempo hasta que dispongamos de un tratamiento
eficaz contra este enigmático trastorno del desarrollo.
Entretanto, se plantean proyectos especiales de
vivienda y de actividades para los afectados. Algunos,

CORBIS
como el de Cascina Rossago en Italia, con éxito.

SECCIONES
ENCEFALOSCOPIO MENTE, CEREBRO Y SOCIEDAD

5
Entre la Tierra y el Olimpo. Empatía. Lepra y Par-
kinson. Pareja y matrimonio.Discalculia. De simios
y plátanos. Antropoceno. De la escuela a la profe-
33 Matemáticas en el jardín de infancia. Dismorfofobia.
Robots domésticos. Epilepsia y música.

sión. La muerte precoz de Alejandro. Recuerdos


traumatizantes.
LIBROS
RETROSPECTIVA
90 Filosofía
de la ciencia

7 Pío del Río Hortega


(1882-1945)
Las especies citológicas de neuroglía y la histopa-
SYLLABUS
tología de los tumores del sistema nervioso.

ENTREVISTA 93 ¿Qué es la (neuro)ciencia


cognitiva?
Una propuesta federal

30
Robots: la revolución pendiente
Helge Ritter dirige el grupo de trabajo de neuroin-
formática de la Escuela Técnica de la Universidad ENSAYO FILOSÓFICO
de Bielefeld. Mediante redes neuronales artificia-
les y robots, se proponen imitar facultades propias
de los organismos. 96 Charles S. Peirce:
La lógica de la abducción.
DIRECTOR GENERAL COLABORADORES DE ESTE NUMERO
JosÈ M.™ Valderas Gallardo ASESORAMIENTO Y TRADUCCI”N:
DIRECTORA FINANCIERA
F. ASENSI: En el umbral de la muerte, Un proyecto de vida para los
Pilar Bronchal Garfella
autistas y GenÈtica del autismo; IGNACIO NAVASCU…S: Aprender a mi-
EDICIONES rar, El cerebro del enfermo de Alzheimer e Instant·neas de un cerebro
Juan Pedro Campos GÛmez activo; I. NADAL: Percepciones sensoriales de los invidentes; ALEX
Laia Torres Casas SANTATALA: Entrevista, Robots domÈsticos, FunciÛn procesadora de la
retina y VarÛn o mujer: cuestiÛn de simetrÌa; JUAN AYUSO: Matem·ticas
PRODUCCI”N
en el jardÌn de infancia, Miedo e irracionalidad, Moral de victoria, mo-
M.a Cruz Iglesias CapÛn ral de derrota y El rastreo de huellas; ANGEL GONZ¡LEZ DE PABLO:
Bernat Peso Infante Dismorfofobia y La investigaciÛn cerebral bajo Hitler; J. M. GARCÕA DE
SECRETARÕA LA MORA: Epilepsia y m˙sica; J. VILARDELL: Ilusiones de contraste.
PurificaciÛn Mayoral MartÌnez
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Printed in Spain - Impreso en EspaÒa
ENCEFALOSCOPIO
Entre la Tierra y el Olimpo sus cuerpos y les diera existencia. Excelentes ejemplos de
la primera corriente eran el mito platónico de la gegeneis ,

L os poetas griegos de la antigüedad clásica recogieron dos


tradiciones principales sobre el origen de la humanidad.
Se transmitía en una que el varón y la mujer habían emer-
“nacido de la tierra”, y los relatos tebanos y atenienses de
la autoctonía , “nacido del suelo”. De la segunda versión se
ocupa en extenso Hesiodo en su mito de Pandora, la pri-
gido de la tierra, a la manera de las plantas. De acuerdo con mera “mujer”, moldeada por Hefesto a partir de una mezcla
la otra, habría sido un artífice del Olimpo quien moldeara de agua y tierra.

Empatía DOLOR

E n fecha reciente se descubrieron las neuronas especulares de los simios.


Así se denominan las excitadas en el cerebro de un primate cuando
éste observa la ejecución de una tarea por otro congénere. En efecto, los
simios acompañan la acción manual con una activación en la región homó-
loga del área humana de Broca. Las neuronas de esa región son las que
se activan en el mirón. Se ha sugerido incluso que tal activación neuronal
ecoica podría conducir a la imitación manual, que, a su vez, llevaría a la
comunicación gestual. ¿Se da en el hombre ese comportamiento especu-
lar? La investigación en torno al fenómeno de la empatía ha cosechado, a
este respecto, un fruto sorprendente. Nuestra capacidad para interiorizar
la experiencia del dolor ajeno constituye la característica de la empatía. El
equipo dirigido por Tania Singer, del Instituto de Neurología del Colegio
Universitario de Londres, ha hallado que, en una relación de empatía entre EMPATIA
parejas de enamorados, se activaban en el cerebro de ella las mismas áreas
que en el cerebro del novio, que era quien experimentaba la sensación
dolorosa. Colocaban a la pareja en una misma habitación, introducían a la

SCIENCE, VOL. 303, N o 5661, PAGINA 1121


mujer en una máquina de resonancia magnética y observaban su cerebro,
mientras, a través de un indicador, se le informaba de la descarga que iba
él a recibir. Las áreas cerebrales implicadas eran el córtex cingulado ante-
rior y la ínsula, en el caso real y en el imaginario.

Excitación de las mismas áreas cerebrales en el sufriente


y en el que siente empatía

Lepra y Parkinson dos genes responsables. Se solapan con una región regula-
dora que comparten con dos genes asociados a la aparición

L a lepra, una patología que aflige cada año a unas 700.000


personas, está causada por Mycobacterium leprae. Desde
hace tiempo se venía admitiendo que algunos individuos pre-
precoz de la enfermedad de Parkinson. Podría residir ahí el
fundamento molecular de la vinculación, largo tiempo sospe-
chada, de las infecciones con las enfermedades neurodege-
sentaban una mayor propensión genética que otros. El año nerativas. En ambos casos, los genes toman parte en el sis-
pasado se descubrió la implicación de la región q25-q26 del tema proteasoma-ubiquitina, al que recurre la célula para
cromosoma 6 en la infección; en febrero de éste se acotaron procesar proteínas desechables.

Pareja y matrimonio
A tenor de una investigación llevada a cabo por Sharon Sassler, de la Uni-
versidad estatal de Ohio, y James McNally, del Instituto de Investigaciones
Sociológicas de la Universidad de Michigan, las parejas que conviven antes
del matrimonio tienen menos probabilidad de casarse que otras que se for-
men. En su amplio muestreo, sólo el 40 por ciento se casó en el intervalo
de los siete años siguientes al inicio de la convivencia. En ese arco tem-
poral, el 42 por ciento habían roto la relación. Frente a lo que pudiera supo-
nerse, los varones con mejores perspectivas económicas y las parejas más
asentadas no mostraban mayor propensión a pasar por la vicaría o el ayun-
tamiento. Entre las conclusiones extraídas, se señala que vivir en pareja no
constituye un período de transición hacia la boda. Antes bien, la cohabita-
ción se está convirtiendo en un estado alternativo al del matrimonio.

Arquetípica estampa familiar

Mente y cerebro 07/2004 5


Discalculia dida parcial o total del cromosoma X), que presentan discal-
culia pero no retraso mental ni problemas de lenguaje. Los

C asi un seis por ciento de los niños sufren discalculia, el


equivalente matemático de la dislexia. Los afectados
encuentran dificultades en las operaciones de suma y resta,
investigadores han demostrado que la discalculia se halla
asociada a anomalías de la actividad eléctrica en el surco
intraparietal derecho. En los pacientes, esa estructura cere-
por sencillas que sean, y en aprender de memoria la tabla de bral es más corta y menos profunda que en los individuos
multiplicar. Esas dificultades no obedecen ni a un retraso men- control. Se sabe que el surco se halla implicado en la pro-
tal ni a una escolarización conflictiva. Nicolas Molko y Stanislas ducción de imágenes espaciales. Por lo que, infieren los auto-
Dehaene, del Servicio Hospitalario Frédéric Joliot de Orsay, res, la discalculia podría resultar de una dificultad en la repre-
han estudiado 14 pacientes con síndrome de Turner (una pér- sentación de los números.

De simios y plátanos
L os chimpancés se reparten el alimento. ¿Solidaridad? Ni la más mínima. Sólo
buscan la paz y evitar enfrentamientos. Jeffrey Stevens, de la Universidad de
Minnesota, ha realizado experimentos con esos primates colocándolos de dos en
dos, unos en jaulas separadas por una reja, y otros en la misma jaula. Luego daba
tres plátanos a uno de cada pareja. Si los miembros de ésta quedaban divididos
por la reja, el chimpancé agraciado no compartía (o lo hacía muy raramente) su ali-
mento con su desafortunado compañero de la jaula adyacente. En el segundo caso,
casi siempre compartía, para evitar, en opinión de Stevens, el acoso.

Antropoceno en que la intervención del hombre se ha hecho determinante,


en particular desde la revolución industrial. Algunos retro-

S i atendemos a los manuales, nos hallamos en el Holoceno,


la época geológica que empezó tras la postrera glacia-
ción, cerrada hace unos 10.000 años. Pero los climatólogos
traen el inicio del Antropoceno 8000 años atrás, con la expan-
sión de la agricultura por la cuenca mediterránea, proceso
que se iría agravando con la introducción de arados más efi-
plantean si no hemos entrado ya en una nueva época, la del caces, los cultivos arroceros del sureste asiático y la defo-
Antropoceno, que se caracterizaría por el período geológico restación galopante.

De la escuela a la profesión
L os alumnos que sacan buenas calificaciones son los que tienen mayor probabi-
lidad de ejercer con éxito una profesión. A esa conclusión ha llegado el equipo
que dirige Nathan R. Kunzel, de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign,
en un estudio en el que participaron 20.000 encuestados. Las capacidades men-
tales que el niño o adolescente aplican en el aula acostumbran ser las mismas
que, andando el tiempo, les ayudarán a escalar en su carrera. Hace ya un siglo,
Charles Spearman postuló que cada individuo posee cierta capacidad cognitiva
general, mensurable con un parámetro al que llamó g. Se ha corroborado ahora
que cuanto mayor es el valor de g, mayor resulta ser el rendimiento escolar y pro-
fesional. Los padres parecen, pues, andar sobrados de razón cuando le aconsejan
al hijo: “Esfuérzate en sacar buenas notas si quieres ser algo en la vida”.

La muerte precoz de Alejandro sus Vidas paralelas: “Llegado ante las murallas de la ciudad
de Babilonia vio una gran bandada de cuervos que peleaban

¿M urió Alejandro Magno (356-232 a.C.) víctima del virus


del Nilo Occidental? Así lo creen John Marr, del De-
y se herían unos a otros; algunos cayeron muertos a sus pies”.
Se sabía que las aves constituyen uno de los principales inter-
partamento de Salud de Virginia, y Charles Calisher, de la mediarios del temible patógeno. Ese dato y un programa de
Universidad estatal de Colorado. El invicto conquistador de la ordenador en el que los investigadores introdujeron los sín-
Antigüedad murió en Babilonia, apenas cumplido los 32 años, tomas morbosos de Alejandro (infección de las vías respira-
tras dos semanas de enfermedad. Sobre las causas de su torias, trastornos hepáticos y exantemas) les avala su con-
muerte han disputado los historiadores de la medicina. El tundente diagnóstico: el macedonio murió por infección con
indicio más claro procede del texto biográfico de Plutarco en el virus del Nilo Occidental.

Recuerdos traumatizantes máticos y en quienes no sufren el síndrome, pese a haber


vivido episodios parecidos. Ha descubierto que, en los pri-

A nte un acontecimiento traumatizante no somos todos


iguales. Algunas personas sufren el síndrome de es-
trés postraumático. Son asaltadas por imágenes, sonidos
meros, los recuerdos traumatizantes se almacenan en el
hemisferio derecho y en el izquierdo, en los segundos.
Puesto que el hemisferio izquierdo es la sede del lenguaje;
o sensaciones físicas ligadas a la experiencia vivida. Ruth podría así entenderse por qué los sujetos que sufren el sín-
Lanius, de la Universidad de Ontario Occidental, ha apli- drome postraumático no pueden expresar tales recuerdos
cado técnicas de formación de imágenes para examinar y de forma verbal y sí los reviven convertidos en estímulos
comparar las repercusiones cerebrales en pacientes postrau- sensoriales.

6 Mente y cerebro 07/2004


RETROSPECTIVA
Pío del Río Hortega
(1882-1945)
Las especies citológicas de neuroglía y la histopatología de los tumores del sistema nervioso

José María López Piñero A pesar de su falta de interÈs por la Washington, organizando el departa-
clÌnica, intentÛ dedicarse al ejercicio de mento anatomopatolÛgico del Manico-

N
acido en la localidad vallisoletana la profesiÛn y en 1907 obtuvo la plaza mio Federal.
de Portillo, PÌo del RÌo Hortega de mÈdico titular de su pueblo natal. Sin En dicho Laboratorio, Ach˙carro aco-
estudiÛ medicina en la facultad embargo, abandonÛ la pr·ctica rural tras giÛ cordialmente a RÌo Hortega, del que
de Valladolid, obteniendo el tÌtulo de doctorarse con una tesis sobre la anato- se convirtiÛ en maestro. Le consiguiÛ una
licenciado en junio de 1905. Durante la mÌa patolÛgica de los tumores del encÈ- beca, costeada por el ComitÈ EspaÒol para
carrera, se centrÛ ˙nicamente en la mor- falo, tema que un cuarto de siglo des- la InvestigaciÛn del C·ncer, para ampliar
fologÌa, sobre todo por la influencia del puÈs se convertirÌa en una de sus su preparaciÛn en ParÌs y BerlÌn. El ini-
catedr·tico de histologÌa Leopoldo LÛpez principales lÌneas de investigaciÛn. Tras cio de la Primera Guerra Mundial obligÛ
GarcÌa, quien un cuarto de siglo antes ser dos aÒos profesor ayudante de LÛpez a RÌo Hortega a volver a Madrid en agosto
habÌa iniciado a Santiago RamÛn y Cajal GarcÌa, en 1913 se trasladÛ Madrid para de 1914. Se reincorporÛ al Laboratorio
en la observaciÛn microgr·fica, cuando completar su formaciÛn, con cartas de de Ach˙carro, que durante su ausencia en
Èste cursÛ el doctorado y realizÛ la tesis presentaciÛn de Èste para Jorge Francisco el extranjero habÌa sido trasladado al edi-
bajo la direcciÛn de Aureliano Maestre Tello, principal discÌpulo de Cajal, y para ficio del Museo AntropolÛgico, en unos
de San Juan (1877). RÌo Hortega fue ayu- Nicol·s Ach˙carro. Se dirigiÛ en primer locales prÛximos al Laboratorio de
dante de LÛpez GarcÌa desde que cursÛ tÈrmino a Tello, quien lo autorizÛ a ir al Investigaciones BiolÛgicas, que dirigÌa
la asignatura de histologÌa hasta que ter- laboratorio de la facultad de medicina, Cajal. A pesar del indiscutible prestigio
minÛ la de anatomÌa patolÛgica y luego donde conociÛ personalmente a Cajal. cientÌfico de Èste, los dos laboratorios
continuÛ trabajando en su laboratorio Sin embargo, la acogida fue tan frÌa y mantuvieron su independencia institu-
hasta el final de sus estudios de licen- las posibilidades de trabajo tan limita- cional y su conciencia de grupo, lo cual
ciatura. das que, decepcionado, optÛ por pre- influyÛ en el enfrentamiento entre Cajal
sentarse a Nicol·s Ach˙carro, quien un y RÌo Hortega, que habÌa sido interpre-
aÒo antes, a su regreso a EspaÒa, habÌa tado de diversas formas hasta la publica-
sido encargado de la direcciÛn del La- ciÛn de la correspondencia que entonces
boratorio de HistopatologÌa del Sistema se cruzÛ entre ambos.
Nervioso, fundado por la Junta para la Tras la prematura muerte de Ach˙carro
AmpliaciÛn de Estudios e Investigaciones en 1918, RÌo Hortega quedÛ al frente del
CientÌficas. Anteriormente, tras haber Laboratorio de HistopatologÌa del Sis-
comenzado a trabajar en histologÌa en el tema Nervioso, produciÈndose entonces
laboratorio madrileÒo de Luis Simarro, roces y enojosos incidentes casi cotidia-
que lo orientÛ hacia el estudio del sis- nos que culminaron en una crispada carta
tema nervioso, lo mismo que habÌa he- de Cajal, en octubre de 1920, en la que
cho con Cajal, Ach˙carro se habÌa forma- le dijo que no volviera a ìponer los pies
do en ParÌs, Florencia y, sobre todo, en en mi laboratorioî. La extrema alteraciÛn
Munich, junto a Emil Kraepelin y Alois de Cajal se refleja en la despedida:
Alzheimer, y habÌa estado dos aÒos en ìEsperando la satisfacciÛn de no volver
a verle a usted m·s, tanto en beneficio
de mi salud, que usted ha quebrantado
estos dÌas, como en la de usted, le saluda
1. CARACTERES DE LA MICROGLIA por ˙ltima vez su ex-amigo y ex-pro-
de la corteza cerebral humana. tectorî.
Fotograbado de La microglía y su
En la pr·ctica, ello significÛ el trasla-
do del Laboratorio de HistopatologÌa
transformación en células en bastoncito
desde el Museo AntropolÛgico hasta unos
y cuerpos gránulo-adiposos (1920). locales junto a la Residencia de Estudian-

Mente y cerebro 07/2004 7


2. VARIEDADES DE completÌsimo estudio de la morfologÌa,
la arquitectonia y la histogÈnesis de
OLIGODENDROCITOS
ambas. Estas investigaciones propor-
en la substancia cerebral de perro. cionaron un gran prestigio internacional
Fotograbado de Tercera aportación al a RÌo Hortega, que dio cursos y recibiÛ
conocimiento morfológico e interpretación honores en diversas instituciones cien-
funcional de la oligodendroglía (1928). tÌficas europeas y americanas. Numerosos
investigadores de todo el mundo, entre
ellos, el anatomopatÛlogo Wilder Pen-
field, se trasladaron a Madrid con el fin
PitiÈ de ParÌs, que dirigÌa Clovis Vincent, de trabajar en su laboratorio.
y luego en la Universidad de Oxford, de Los extraordinarios logros cientÌficos
la que era doctor honoris causa, junto al de RÌo Hortega provocaron al principio
neurocirujano Hugh Cairns. En 1940, la la hostilidad de Cajal, quien publicÛ a
InstituciÛn Cultural EspaÒola de Buenos finales de 1920 dos artÌculos adversos.
Aires le invitÛ a dar un curso semejante Uno de ellos pretendÌa quitar importan-
al que habÌa dado en la capital argentina cia a la tÈcnica del carbonato argÈntico
quince aÒos antes. PermaneciÛ allÌ los con la presentaciÛn de ìuna modifica-
cinco aÒos que le quedaban de vida, co- ciÛn del mÈtodo de Bielchowsky para la
mo director de un Laboratorio de Inves- impregnaciÛn de la neuroglÌa com˙n y
tigaciones HistolÛgicas e HistopatolÛ- mesoglÌaî. El otro, desposeerle de la pri-
gicas creado por dicha instituciÛn. macÌa del descubrimiento de la micro-
glÌa, atribuyÈndola a William Ford Ro-
Las especies citológicas bertson, un mediocre neurÛlogo irlandÈs
de neuroglía que en 1900 habÌa descrito confusamente
El punto de partida de la labor de RÌo unas mesogliacells, que despuÈs RÌo
Hortega fue la obra de Ach˙carro, tanto Hortega demostrÛ que correspondÌan en
en el terreno de la tÈcnica como en el con- su mayor parte a tipos pequeÒos de oli-
ceptual. ComenzÛ trabajando con el mÈ- godendroglÌa. Hay que destacar que Cajal
tes, donde ya habÌa otros de la Junta. todo del tanino y la plata amoniacal de no conocÌa directamente la breve comu-
Nombrado director aquel mismo aÒo, Ach˙carro, que fue modificando hasta nicaciÛn de Robertson, cuyo apellido
RÌo Hortega lo convirtiÛ en un centro de conseguir cuatro variantes distintas. Una citÛ incluso incorrectamente. Junto a su
investigaciÛn de primer rango interna- de ellas tenÌa la ventaja de impregnar comportamiento con Ferr·n, que habÌa
cional. En 1928 se encargÛ, adem·s, de selectivamente las estructuras intrace- sido su admirado amigo durante su juven-
la secciÛn de investigaciÛn del Instituto lulares, lo que le permitiÛ llevar a cabo tud, se trata del aspecto m·s negativo de
Nacional del C·ncer, del que pasÛ a ser estudios citolÛgicos de las neuronas y de la biografÌa del genial neurohistÛlogo
director tres aÒos m·s tarde. la neuroglÌa. Para continuar las investi- aragonÈs. Por supuesto, lo contin˙an
RÌo Hortega se exiliÛ poco despuÈs de gaciones de su maestro sobre esta ˙ltima, ocultando los oportunistas que aprove-
iniciarse la guerra civil de 1936. En plena utilizÛ m·s tarde su famoso mÈtodo del chan cualquier conmemoraciÛn de Cajal
contienda, durante una corta estancia en carbonato de plata amoniacal, que ideÛ para reiterar tÛpicos manidos y burdos
Valencia, publicÛ el artÌculo La ciencia en 1918. errores sobre su biografÌa y su obra, a
y el idioma (1937), l˙cida denuncia de A partir de esta fecha realizÛ una serie pesar de la publicaciÛn en 1986 de una
los desorientados planteamientos que, de trabajos que modificaron por comple- fuente tan decisiva como El maestro y
en su tiempo como en el nuestro, defien- to los conocimientos relativos a la neu- yo, del propio RÌo Hortega.
den la publicaciÛn en idiomas ìimpor- roglÌa. Hasta entonces se admitÌa sola-
tantesî como supuesto medio de que su mente la existencia de dos variedades
producciÛn cientÌfica sea tambiÈn ìim- fundamentales de la misma óla proto-
portanteî. AfirmÛ, por ejemplo: ì°QuÈ pl·smica y la fibrosaó, adem·s de unas
tristeza ver que la famosÌsima publica- cÈlulas mal estudiadas a las que Cajal
ciÛn, dirigida por Cajal... Trabajos del habÌa llamado glÌa adendrÌtica o ìtercer
Laboratorio de Investigaciones BiolÛ- elementoî. RÌo Hortega demostrÛ que en
gicas, abandonaba hasta su tÌtulo en espa- este ˙ltimo habÌa que distinguir dos espe-
Òol para convertirse en una revista de apa- cies citolÛgicas: la microglÌa o mesoglÌa
riencia francesa, editada en EspaÒa bajo y la glÌa interfascicular u oligodendro-
el epÌgrafe de Travaux du Laboratoire glÌa. A lo largo de varios aÒos realizÛ un
de Recherches Biologiques!... Exculpa-
mos reverentemente al maestro de tamaÒo
yerro, porque nos resistimos a creer que
en Èl interviniera plenamente la volun- 3. “EN LA PIEL DEL CONEJO HAY
tad triunfante que imperÛ en su vida, y CELULAS —melanóforos— que dan
que ya antes de 1923 habÌa comenzado
color, y pelos seccionados que parecen
a perder su caracterÌstica enterezaî.
A continuaciÛn, RÌo Hortega trabajÛ ojos abiertos en la órbita de sus
como histopatÛlogo, primero en el ser- folículos”. Fotograbado de Arte y artificio
vicio de neurocirugÌa del Hospital de la de la ciencia histológica (1933).

8 Mente y cerebro 07/2004


sensitivos y del sistema nervioso vege-
tativo. La equiparaciÛn de los mismos a
la oligodendroglÌa fue la culminaciÛn
de su obra sobre la glÌa nerviosa.

La histopatología de los tumores


del sistema nervioso
La histopatologÌa de los tumores gene-
rados en el sistema nervioso fue el prin-
cipal tema de investigaciÛn de RÌo
Hortega en el Instituto Nacional del C·n-
cer. Le dedicÛ varios trabajos, los m·s
importantes de los cuales fueron el con-
sagrado a la tipologÌa de los gliomas y
paragliomas, de acuerdo con la distinta
madurez de sus elementos celulares
(1932), y el volumen AnatomÌa microscÛ-
pica de los tumores del sistema nervioso
central y perifÈrico, correspondiente a
una ponencia del Congreso Internacional
de Lucha CientÌfica y Social contra el
C·ncer, que tuvo lugar en Madrid el aÒo
1933. Aunque renovadora, su aportaciÛn
4. “LA ESPANTOSA REALIDAD a este capÌtulo no tuvo tanta repercusiÛn
como sus estudios en torno a la glÌa. Su
DEL CANCER se enmascara en discÌpulo Ortiz PicÛn recuerda que era
la belleza de sus imágenes histológicas”. esencialmente un histÛlogo m·s bien que
Fotograbado de Arte y artificio un anatomopatÛlogo, lo que explica ìque
de la ciencia histológica (1933). sus investigaciones sobre la estructura
histolÛgica de los tumores nerviosos
estÈn demasiado desconectadas de la
patologÌa clÌnica de los mismosî.
En el ambiente de crispaciÛn existente
entonces, Fernando de Castro y Rafael La integración en el ambiente
Lorente de No criticaron tambiÈn los de la Residencia de Estudiantes
hallazgos de RÌo Hortega con argu- RÌo Hortega se integrÛ plenamente no
mentos que, aÒos despuÈs, Castro afirmÛ sÛlo en el extraordinario ambiente cien-
noblemente que carecÌan ìde todo valorî. tÌfico de la Residencia de Estudiantes,
Cajal rectificÛ tambiÈn su actitud y, tras sino tambiÈn en el cultural. Entre otros
reconciliarse con RÌo Hortega, acabÛ muchos aspectos, ello se refleja en la
reconociendo plenamente sus contribu- publicaciÛn el aÒo 1933, en la revista Re-
ciones. La relaciÛn entre ambos llegÛ a sidencia, del artÌculo Arte y artificio de
ser cordial, Cajal destacÛ en 1932 sus la ciencia histolÛgica, donde compara
ìmaravillosos descubrimientos sobre la los objetivos del arte y de la ciencia. No
neuroglÌa y otros tejidosî y RÌo Hortega tenÌa ya una visiÛn artÌstica tradicional,
mantuvo siempre frente a Èl una postura como la que Cajal defendiÛ hasta el final
de respeto y admiraciÛn rayana en la de su vida, sino que estaba familiarizado
veneraciÛn enfermiza. con las nuevas corrientes, en buena parte
En directa relaciÛn con sus investi- a travÈs del ambiente en el que figura-
gaciones sobre la neuroglÌa, RÌo Hortega ban DalÌ, GarcÌa Lorca y BuÒuel. Tam-
completÛ asimismo los trabajos que poco su concepciÛn de la ciencia era la
Ach˙carro y JosÈ Miguel Sacrist·n habÌan positivista vulgar. Lo que convierte a
llevado a cabo acerca de la estructura de este artÌculo en un tÌtulo de gran relieve
la epÌfisis. Entre otras aportaciones, histÛrico sobre la relaciÛn entre el arte
demostrÛ que los lÛbulos epifisarios est·n y la investigaciÛn morfolÛgica es que
formados exclusivamente por neuroglÌa muestra su convergencia mediante una
fibrosa, mientras que los elementos serie de quince ilustraciones, con suge-
parenquimatosos o pinealocitos est·n rentes pies explicativos.
localizados en los espacios interlobula- Junto a RÌo Hortega se formaron nu-
res (1922-1929). merosos discÌpulos, no solamente en Ma-
Desde su laboratorio en Buenos Aires, drid (Isaac Costero, Juan Manuel Ortiz
RÌo Hortega realizÛ todavÌa otra impor- PicÛn, Antonio Llombart, Rom·n Al-
tante contribuciÛn: demostrar el car·c- berca, etc.), sino tambiÈn en su etapa de
ter neurÛglico de las cÈlulas satÈlites que Buenos Aires (principalmente MoisÈs
envuelven a las neuronas de los ganglios Polak y Juli·n Prado).

Mente y cerebro 07/2004 9


El receptor
nicotínico
de acetilcolina
Además de controlar la transmisión sináptica neuromuscular, los receptores nicotínicos modulan
la actividad de muchos circuitos neuronales. La nicotina del tabaco produce adicción al actuar
sobre receptores nicotínicos neuronales y modificar la actividad de algunos de estos circuitos

Manuel Criado Herrero El papel de la acetilcolina en la trans- En el veneno de serpientes se encon-


misiÛn neuromuscular fue estudiado entre traron cobratoxina (procedente de la
A Sir Bernard Katz (1911-2003) otros, por Bernhard Katz, John Eccles y cobra Naja naja siamensis) y α-bun-
in memoriam Stephen Kuffler. Estos pioneros demos- garotoxina (de Bungarus multicinc-
traron con mÈtodos electrofisiÛlogicos tus). Estas neurotoxinas son pequeÒas

E
n 1921 Otto Loewi observÛ que que la interacciÛn de acetilcolina con un proteÌnas compuestas de aproximada-
el nervio vago liberaba una sus- receptor de la membrana postsin·ptica mente 70 amino·cidos. Se unÌan al
tancia que disminuÌa la velo- provocaba un incremento en la conduc- receptor y lo bloqueaban de forma pr·c-
cidad de los latidos de un cora- tancia de la membrana a cationes. Se ticamente irreversible. La versiÛn
zÛn de rana. Adem·s, si el lÌquido de producÌa asÌ una despolarizaciÛn de la radiactiva de dichas toxinas pudo usarse
este corazÛn se transferÌa a otro, se repro- membrana de la cÈlula muscular, lo que para el estudio de la localizaciÛn, puri-
ducÌa el mismo efecto inhibitorio. Loewi constituÌa, en suma, la seÒal inicial para ficaciÛn y cuantificaciÛn del receptor
describiÛ esta actividad como ìtransmi- la contracciÛn muscular. nicotÌnico.
siÛn humoralî. Posteriores experimen- En 1953, David Nachmansohn sugi- En peces elÈctricos de la familia de
tos demostraron que la sustancia liberada riÛ que el receptor postsin·ptico de la ace- los Torpedinidae (Torpedo californica,
era la acetilcolina y que sus efectos podÌan tilcolina podrÌa ser una proteÌna que, al marmorata y nobiliana entre otros), cer-
observarse en otros tejidos. unirse el neurotransmisor, sufrirÌa un canos a las rayas, se halla un Ûrgano elÈc-
En 1934 Sir Henry Dale clasificÛ estos cambio conformacional. Esa nueva con- trico capaz de generar potenciales de
efectos farmacolÛgicos en dos grupos: formaciÛn provocarÌa la apertura de un 50 volt con una intensidad de corriente
ìmuscarÌnicosî, si eran producidos por t˙nel o canal para el paso de iones a tra- de 50 ampËre, gracias a su peculiar arqui-
el alcaloide muscarina, y ìnicotÌnicosî, vÈs de la membrana. Los resultados pos- tectura de pilas de cÈlulas llamadas elec-
si los causaba el alcaloide nicotina. Para teriores han confirmado la hipÛtesis de trocitos. Se trata de cÈlulas musculares
su actuaciÛn, estas sustancias deben Nachmansohn. que perdieron su capacidad de producir
unirse a molÈculas receptoras; sÛlo enton- contracciones, pero no su excitabilidad.
ces inducen la consiguiente respuesta. Bioquímica del receptor nicotínico El receptor es muy abundante en estas
Los receptores muscarÌnicos se carac- A pesar de los avances obtenidos en la cÈlulas, aproximadamente 1000 veces
terizan por respuestas prolongadas, que descripciÛn electrofisiolÛgica y farma- m·s que en m˙sculo estriado, lo que fa-
son el resultado de interacciones con sis- colÛgica de la respuesta colinÈrgica, hasta cilitÛ su aislamiento y purificaciÛn mu-
temas de segundos mensajeros a travÈs mediados de los aÒos setenta del siglo cho antes del desarrollo de las moder-
de las denominadas proteÌnas G. Por el pasado no se pudo abordar el estudio nas tÈcnicas de biologÌa molecular que
contrario, las respuestas nicotÌnicas son bioquÌmico y estructural del receptor se aplicaron posteriormente al estudio
r·pidas y breves, ya que el neurotrans- nicotÌnico. Dos ìregalosî de la natura- de otros receptores similares.
misor se une al receptor y provoca r·pi- leza facilitaron esta tarea. Por un lado, La cromatografÌa de afinidad usando
dos cambios en su estructura que con- la identificaciÛn de ciertas neurotoxinas α-bungarotoxina inmovilizada permitiÛ
ducen a la apertura de un poro iÛnico, y, por otro, el Ûrgano elÈctrico de los la purificaciÛn del receptor nicotÌnico
selectivo de cationes. peces torpedo. del Ûrgano elÈctrico de Torpedo: consta

10 Mente y cerebro 07/2004


TRES ESTADOS FUNDAMENTALES PARA EL RECEPTOR NICOTINICO

K+

CRIADO Y STUART INGHAM


K+

ACh

ACh

REPOSO ACTIVO
Na+

REPOSO ACTIVO
Na+

DESENSIBILIZADO

de cinco cadenas polipeptÌdicas, deno- Técnicas del ADN recombinante En cuanto proteÌna, la estructura cua-
minadas α, β, γ y δ, con dos copias de α En 1982 el grupo de Numa publicÛ la ternaria de una molÈcula de receptor
por molÈcula de receptor. Esta nomen- secuencia de amino·cidos completa de viene dictada por el ensamblaje de cinco
clatura obedecÌa al orden en que migra- la subunidad α del receptor nicotÌnico subunidades que pueden ser iguales o
ban las proteÌnas en geles de poliacrila- de acetilcolina. Dicha secuencia ami- distintas, pero que mantienen en todos
mida. AsÌ, la cadena α aparecÌa como la noacÌdica se obtuvo a partir de la secuen- los casos la misma organizaciÛn estruc-
de mayor movilidad y, presumiblemente, cia nucleotÌdica del correspondiente ADN tural. Resulta asÌ una molÈcula cuasi-
la de menor tamaÒo. Sin embargo, el clo- recombinante. A ella le siguieron las de simÈtrica de forma pentamÈrica, cuyo
naje molecular demostrÛ posteriormente las dem·s subunidades, tanto del Ûrgano eje de simetrÌa es perpendicular al plano
que todas las subunidades tenÌan similar elÈctrico de Torpedo como de la placa de la membrana celular.
n˙mero de amino·cidos. Es probable que motora de varios mamÌferos. Seg˙n se La combinaciÛn de las tÈcnicas bio-
la migraciÛn anÛmala en la electrofore- comprobÛ, constituÌan secuencias homÛ- quÌmicas y farmacolÛgicas cl·sicas con
sis se deba a que todas las subunidades logas entre sÌ y dotadas de una organi- las de biologÌa molecular permitiÛ la
son glicopÈptidos (4-7 % de contenido zaciÛn estructural similar. disecciÛn de las zonas del receptor impli-
de az˙cares). La estructura en cuestiÛn constaba de cadas en el reconocimiento de agonis-
Los estudios bioquÌmicos demostra- cuatro componentes. En primer lugar, un tas y antagonistas. El receptor nicotÌ-
ron, entre otras cosas que: dominio N-terminal hidrofÌlico orientado nico posee dos sitios de uniÛn de
hacia el exterior celular, constituido por acetilcolina en cada oligÛmero α2 β γ δ.
ï el receptor es un pent·mero que atra- unos 200 amino·cidos y que contiene los Ambos parecen interaccionar con coo-
viesa la membrana con todas sus subu- elementos m·s importantes del sitio de peratividad positiva y coeficientes de
nidades; uniÛn de agonistas. En segundo lugar, Hill de al menos 1,5, tanto en lo que res-
ï el sitio de uniÛn de acetilcolina y de cuatro segmentos hidrofÛbicos (deno- pecta a activaciÛn de la apertura del canal
otros agonistas y antagonistas reside minados M1 a M4), que atraviesan la por el agonista como a la propia uniÛn
principalmente en las subunidades α; membrana, probablemente en forma de de Èste.
ï una vez purificado, el receptor puede estructuras α-helicoidales. En tercer lugar, A travÈs de experimentos de marcaje
ensamblarse en membranas lipÌdicas arti- dominios hidrofÌlicos que se conectan a con ligandos a los que el receptor nico-
ficiales y reconstituir su funciÛn trans- los anteriores y son poco extensos, salvo tÌnico se unÌa mediante un enlace cova-
locadora de iones si se activa con ago- el que une los fragmentos M3 y M4; puede lente se determinÛ inicialmente que era
nistas, y este dominio tener entre 50 y 250 ami- la subunidad α la que contenÌa el sitio
ï el poro iÛnico parece estar localizado no·cidos, est· orientado intracelularmente de uniÛn de agonistas. M·s tarde, se loca-
en el centro de la molÈcula de receptor. y es la ˙nica zona de las subunidades sin lizaron, dentro del dominio amino ter-
A su formaciÛn contribuyen todas las homologÌa. Por ˙ltimo, un corto segmento minal de la misma, tres regiones (A, B
subunidades. C-terminal extracelular. y C) accesibles al marcaje con ligandos

Mente y cerebro 07/2004 11


1. TRANSMISION SINAPTICA EN LA uniÛn de agonistas podrÌa inducir cam-
CRIADO Y STUART INGHAM

a
bios estructurales que se transmitirÌan de
PLACA MOTORA. En condiciones de
forma cooperativa. Se trata de un pro-
reposo (a), apenas se libera acetilcolina ceso ya conocido en las enzimas alostÈ-
(ACh). Se abren, pues, muy pocos canales ricas.
dando lugar a potenciales de placa En 2001 el grupo de Sixma y Smit dio
miniatura (PPM), lo que crea un cierto un paso muy importante en el conoci-
“ruido”. La llegada de un potencial de miento de la estructura de la regiÛn extra-
celular del receptor nicotÌnico y, por
acción (P.A.) provoca la entrada de iones
PPM tanto, del sitio de uniÛn de ligandos coli-
Ca y la liberación de acetilcolina de las nÈrgicos, al descubrir y cristalizar una
1 mV
10–8M ACh vesículas sinápticas, con lo que su proteÌna homopentamÈrica soluble. Es
concentración en el espacio intersináptico secretada por cÈlulas gliales de un cara-
aumenta de 10–8 a 10–4 M (b); la unión col (Lymnaea stagnalis) en las sinapsis
de acetilcolina y receptor provoca la colinÈrgicas, donde modula la transmi-
apertura del canal iónico (c), a través siÛn sin·ptica al unirse a acetilcolina.
La proteÌna en cuestiÛn presenta entre
del que pasan iones Na y K, merced al
un 15 y un 25 % de homologÌa con las
gradiente de potencial electroquímico, subunidades de los receptores. Su estruc-
b con la consiguiente despolarización de la
P.A.
tura vendrÌa a equivaler a todo el domi-
membrana. El canal no conduce iones al nio extracelular de los receptores. Cuanto
pasar a su estado desensibilizado (d), pero se ha investigado hasta ahora sobre la
basta la despolarización mencionada para misma ha servido para aclarar y, sobre
activar canales dependientes de voltaje, todo confirmar, los resultados prece-
dentes. Del an·lisis cristalogr·fico de la
que dejarán entrar iones sodio,
proteÌna se desprende que nos hallamos
comenzando la fase inicial de un potencial ante una estructura cilÌndrica de 80 angs-
Ca2+
de acción. trom de di·metro por 62 angstrom de
10–4M ACh altura. Cada una de las cinco subunida-
des idÈnticas ocupa un sector del cilin-
fotoactivables. La mutaciÛn de deter- dro, rodea a un canal de 18 angstrom y
minados amino·cidos en estas zonas da lugar, mirado desde arriba, a una suerte
(Tyr93 en la regiÛn A, Trp149 en la regiÛn de hÈlice con cinco aspas.
B y Tyr190, Cys192, Cys193 y Tyr198 La zona N-terminal de la proteÌna se
en la regiÛn C) producÌa desplazamien- hallarÌa en la parte superior. FormarÌa una
tos en las curvas dosis-respuesta hacia α-hÈlice con tres giros, seguida por la
concentraciones de acetilcolina m·s altas. estructura principal con 10 hojas de
K+ De ese comportamiento se dedujo la estructura β que recuerda en su disposi-
c importancia funcional de estos residuos ciÛn la de las inmunoglobulinas. En la
en la uniÛn del neurotransmisor. parte inferior, es decir, la de su vecin-
Los dos sitios de uniÛn de acetilco- dad a la membrana, habrÌa un puente
PP lina parecen ser ligeramente distintos en disulfuro, tÌpico de estos receptores. Se
0 su comportamiento farmacolÛgico, lo conservan en esta proteÌna todos los ami-
mV que resulta lÛgico, si se admite que, aun- no·cidos de las subunidades α, γ y δ del
–70 que ambos residen, al menos parcial- receptor que componen el sitio de uniÛn
mente, en las dos subunidades α, Èstas de ligandos. Dicho sitio se encuentra en
contactan con subunidades diferentes. una cavidad de la mitad del cilindro,
De hecho los experimentos de fotomar- entre dos subunidades y orientado hacia
caje han indicado que, junto a cada subu- el exterior.
Na+ nidad α, tambiÈn las subunidades γ y δ En lo que respecta a la otra zona del
contribuyen por separado a la formaciÛn receptor con gran importancia funcional,
de cada uno de los sitios de uniÛn de la determinada por el poro iÛnico, se ha
d acetilcolina. El antagonista d-tubocura- demostrado, a travÈs de experimentos de
rina marca Trp55 en la subunidad γ y fotomarcaje por afinidad y mutagÈnesis
Trp 57 en la subunidad δ. Esta regiÛn, dirigida, que el segmento transmembra-
denominada D, contribuirÌa junto a las na M2 podrÌa constituir la principal es-
tres anteriores, A, B y C, a la formaciÛn tructura involucrada en su formaciÛn.
del sitio de uniÛn del neurotransmisor. Algunas sustancias penetran en el canal
En resumen, varias zonas de la molÈ- iÛnico, si Èste se ha abierto previamente
cula oligomÈrica, probablemente cerca- por acciÛn de un agonista, y bloquean la
DESPOLARIZACION
nas en el espacio, pero lejanas en la conducciÛn. Entre tales bloqueantes no
Na+
estructura primaria, contribuyen a la competitivos de la conformaciÛn abierta
(FASE INICIAL uniÛn de ligandos. Estas ·reas pueden del canal, asÌ se llaman, se encuentran
POTENCIAL DE ACCION) estar formadas por distintas subunida- la cloropromazina y el trifenilmetilfos-
des. En razÛn de ello, se sugiere que la fonio. Se utilizaron como fotomarcado-

12 Mente y cerebro 07/2004


ILUSTRACION: CRIADO Y STUART INGHAM; FOTOGRAFIA: JOSEP-MARIA GILI
ONI
AC
IZ
IL
UB
ELECTROCITOS

L
SO
SOLUBILIZACION

RECEPTOR

PEZ TORPEDO

PURIFICACION

ELECTROFORESIS
2. EL ORGANO ELECTRICO DEL PEZ TORPEDO se
presenta libre de la piel que lo cubre. Este órgano está
formado por electrocitos, células que se encuentran apiladas.
La peculiar inervación sitúa al receptor nicotínico en la
membrana postsináptica en concentraciones muy altas. La
purificación y solubilización de estas membranas rinde una
OBSERVACION fracción muy rica en receptor, que puede purificarse aún
POR MICROSCOPIA más por medio de la cromatografía de afinidad con
ELECTRONICA α-bungarotoxina inmovilizada.

Mente y cerebro 07/2004 13


estudios cristalogr·ficos, esa resoluciÛn receptor de tipo muscular y fueron deno-
CRIADO Y STUART INGHAM
KDALTONS
nos permite asignar cadenas polipeptÌ- min·ndose α2, α3, etcÈtera, si se pare-
dicas a dichos mapas. cÌan a la subunidad α, es decir, la que
~63 δ Mediante ese mÈtodo se ha compro- preferentemente une agonistas, y β2, β3,
bado que el canal iÛnico est· formado etcÈtera, si mostraban mayor disimila-
por un anillo interior de cinco α-hÈlices ridad. Hasta el momento se han encon-
(M2), una por cada subunidad, que van trado nueve subunidades α ( α2- α10) y
~57 γ
curv·ndose radialmente hacia el interior tres subunidades β (β2- β4). Aunque no
y crean asÌ un paso estrecho para los pueden todas ellas combinarse entre sÌ,
iones. Este filtro, situado hacia la mitad cabe la formaciÛn de una amplia diver-
de las hÈlices, consta de amino·cidos sidad de receptores.
~49 β hidrofÛbicos que, al interaccionar entre El receptor neuronal predominante en
sÌ, mantienen cerrado el canal. Quince el cerebro y principal responsable de los
α-hÈlices, tres por subunidad (M1, M3 sitios de alta afinidad para nicotina consta
y M4), interaccionan unas con otras, de dos subunidades α4 y tres subunida-
rodean el anillo interior y lo protegen de des β2. En el sistema nervioso perifÈ-
los lÌpidos de la membrana. El acopla- rico predominan las subunidades α3 y
~39 α2
miento del neurotransmisor acetilcolina β4, a veces acompaÒadas de la subuni-
a su receptor provoca la rotaciÛn de una dad α5. Estos receptores no se bloquean
zona extracelular de las subunidades α. con la α-bungarotoxina, mencionada
Estos movimientos se transmiten al fil- antes en razÛn de su acciÛn sobre el
3. LA ELECTROFORESIS DEL tro a travÈs de las hÈlices M2, con la receptor muscular. Sin embargo, existe
RECEPTOR NICOTINICO purificado nos apertura consiguiente del poro. Para un receptor homomÈrico muy abundante
pone de manifiesto que consta de cuatro explicar tales movimientos se supone la en el sistema nervioso, formado por cinco
cadenas polipeptídicas diferentes; hay dos intervenciÛn destacada de la zona extra- subunidades α7, que es el responsable
copias de la subunidad α. celular que une los segmentos M2 y M3. de los sitios de fijaciÛn de α-bungaro-
De hecho nuestro grupo de la Universidad toxina y posee una gran permeabilidad
Miguel Hern·ndez demostrÛ, hace varios a iones calcio. Hemos de recordar, por
aÒos, trabajando con receptores de tipo ˙ltimo, la combinaciÛn α9- α10, de loca-
res: seÒalaban residuos del fragmento neuronal, que se requerÌa la presencia de lizaciÛn muy restringida en algunos teji-
M2 de todas las subunidades, con un un amino·cido en esa zona para la aper- dos sensoriales.
patrÛn de marcaje que indicarÌa la pre- tura del canal.
sencia de anillos de amino·cidos quÌ-
micamente homÛlogos, probablemente Receptores nicotínicos
expuestos a la luz del canal. La muta- en neuronas
gÈnesis de estos amino·cidos alteraba Casi el 20 % de todas las muertes en los
la conductancia, asÌ como la selectividad paÌses desarrollados se debe al consu-
entre cationes divalentes y monovalen- mo del tabaco. Muchos fumadores tra-
tes, o entre cationes y aniones. Todos tan de dejarlo, pero vuelven a caer, el
estos datos sugieren que el segmento M2 80 % de ellos en menos de dos aÒos.
es el principal componente de la estruc- Aunque queda todavÌa mucho que dis-
tura molecular del canal. cernir sobre el mecanismo de adicciÛn
Dada la distancia entre el sitio de uniÛn al tabaco, una cosa parece clara: un com-
de ligandos donde se inicia la activa- ponente del tabaco, la nicotina, es el
ciÛn del receptor y el segmento M2 que principal culpable.
constituye el poro iÛnico (estimada en Una vez inhalado el humo del cigarri-
20-40 angstrom), resulta claro que debe llo, la nicotina entra en la circulaciÛn arte-
existir un mecanismo de transducciÛn rial y se distribuye r·pidamente a todos
de la seÒal de apertura del canal. Aunque los tejidos, tardando entre 10-20 segun-
CRIADO Y STUART INGHAM

se ignora todavÌa su naturaleza, el grupo dos en llegar al cerebro. AllÌ encontrar·


de Unwin ha avanzado en su desentra- su blanco: los receptores nicotÌnicos de
Òamiento mediante microscopÌa elec- acetilcolina de tipo neuronal. Estos re-
trÛnica de alta resoluciÛn. ceptores abundan en la corteza cerebral, ~85 Å
Para aplicar esa tÈcnica observacio- el t·lamo y el n˙cleo interpeduncular
nal, se requiere disponer de una orde- y, en menor medida, aparecen tambiÈn
naciÛn cuasi-cristalina de las molÈculas en la amÌgdala, el septum, n˙cleos mo- 4. LA MICROSCOPIA ELECTRONICA
de receptor. Se consigue a travÈs de deter- tores del tronco del encÈfalo y locus ce- de una preparación hecha por el autor
minados tratamientos de las membranas ruleus. revela varias moléculas de receptor
postsin·pticas del Ûrgano elÈctrico del Durante los ˙ltimos 15 aÒos las tÈc- nicotínico con estructura pentamérica
Torpedo. Puesto que el receptor abunda nicas de ADN recombinante han faci- y con una zona densa a los electrones
en dicho Ûrgano, no resulta difÌcil obte- litado la identificaciÛn paulatina de di-
situada en el centro. Esta zona constituye
ner las molÈculas deseadas con las que versas subunidades de los receptores
se generar·n mapas de densidad tridi- nicotÌnicos neuronales. Estas subuni- la entrada del canal iónico, a cuya
mensionales a una resoluciÛn de ~4 angs- dades tienen una secuencia de amino·- formación contribuyen las cinco
trom; aunque inferior a la obtenida en cidos parecida a las subunidades del subunidades del receptor.

14 Mente y cerebro 07/2004


·rea ventral tegmental y facilita la libe- cal en los perÌodos de transiciÛn entre
CRIADO Y STUART INGHAM

N
raciÛn de neurotransmisores en el n˙cleo sueÒo y vigilia.
accumbens.
Las neuronas dopaminÈrgicas expre- Enfermedad de Alzheimer
san, al menos, tres subtipos de recepto- La intensa degeneraciÛn de neuronas que
C res nicotÌnicos. Dos de ellos tienen en inervan la corteza cerebral, la amÌgdala
LADO
EXTRA- com˙n la presencia de subunidades β2 y el hipocampo provoca los tÌpicos sÌn-
CELULAR y una composiciÛn m·s heterogÈnea de tomas de esta enfermedad: dificultad
subunidades α, mientras que el tercero para aprender, merma creciente de memo-
M1 M2 M3 M4 est· compuesto de sÛlo subunidades α7. ria y del mantenimiento de la atenciÛn,
Este ˙ltimo subtipo guardarÌa una rela- ansiedad, depresiÛn, etcÈtera. Aunque
ciÛn m·s estrecha con los sÌntomas de se ha observado que hay una gran pÈr-
LADO
abstinencia producidos al prescindir de dida de sitios de alta afinidad para ni-
CITOPLASMICO
la nicotina (irritabilidad, ansiedad, males- cotina en el cerebro de enfermos de
tar, incremento del apetito, etcÈtera). Alzheimer, parece que semejante fenÛ-
meno constituye, m·s que una causa, una
Patologías neurales consecuencia de la enfermedad. Sin
5. ESTRUCTURA DEL RECEPTOR. Todas y receptores nicotínicos embargo, se producen efectos positivos
las subunidades del receptor nicotínico Dado el control que los receptores nico- en el tratamiento nicotÌnico de los enfer-
tienen la misma topología respecto a la tÌnicos neuronales pueden ejercer sobre mos de Alzheimer. Se ha comprobado,
membrana: un segmento N-terminal la liberaciÛn de neurotransmisores, no por ejemplo, que la nicotina aumenta la
extracelular (N), cuatro dominios es de extraÒar que se los encuentre invo- atenciÛn visual sostenida, el tiempo de
lucrados en la patogÈnesis de sÌndromes reacciÛn, la percepciÛn y la memoria a
transmembranales (M1-M4) y los
y enfermedades causados por la altera- largo plazo.
correspondientes segmentos que los ciÛn de determinados sistemas de neu- Desconocemos los mecanismos res-
conectan. El segmento que une los rotransmisores. En ciertos casos, asÌ en ponsables de tales mejoras, que podrÌan
dominios M3 y M4 es el mayor; de la depresiÛn y la esquizofrenia, la rela- guardar relaciÛn con la activaciÛn de los
ubicación intracelular, se trata de la única ciÛn parece ser indirecta; se ha deducido receptores nicotÌnicos que quedan y que
zona de la molécula que es distinta para principalmente de los efectos benÈficos modularÌan los sistemas dopaminÈrgico
cada subunidad. del tratamiento con nicotina, ya sea a y glutaminÈrgico. Se ha propuesto tam-
travÈs de automedicaciÛn en forma de biÈn una hipÛtesis sobre la neuropro-
tabaco o mediante el tratamiento con tecciÛn que podrÌa ejercer la nicotina y
parches. En otros casos, que se mencio- sus derivados a travÈs de la interacciÛn
En resumen, podemos afirmar que en nan a continuaciÛn, la relaciÛn aparece con los receptores de tipo α7. A este
diferentes ·reas del cerebro se encuen- con mayor nitidez. respecto, se ha comprobado ya que la
tran diferentes receptores nicotÌnicos α-bungarotoxina bloquea esos efectos
con propiedades electrofisiolÛgicas y Epilepsia neuroprotectores y que el pÈptido β-ami-
farmacolÛgicas muy dispares. Tal diver- La llamada epilepsia autosomal nocturna loide, caracterÌstico de la enfermedad de
sidad explicarÌa los m˙ltiples efectos de dominante del lÛbulo frontal est· cau- Alzheimer, se acopla a los receptores
la nicotina en el hombre. sada por mutaciones en la subunidad α4 tipo α7 de forma selectiva, para asÌ acti-
En el sistema nervioso, la activaciÛn de los receptores nicotÌnicos neuronales. varlos.
de receptores nicotÌnicos provoca la libe- En esta forma de epilepsia se presentan
raciÛn de acetilcolina, serotonina, nor- ataques breves durante el sueÒo ligero, Enfermedad de Parkinson
adrenalina, dopamina y otros neuro- que a veces se diagnostican equivoca- Caracterizada por temblores, rigidez
transmisores. Los n˙cleos lÌmbicos del damente como pesadillas. Relacionadas muscular y extremada lentitud de movi-
mesencÈfalo son los implicados en la con la misma se han identificado varias mientos, la enfermedad de Parkinson se
adicciÛn a nicotina y a otras drogas. Las mutaciones en el segmento M2 de la halla asociada a la pÈrdida de neuronas
neuronas dopaminÈrgicas del ·rea ven- subunidad α4 que comportan la pÈrdida de dopamina de la substancia negra.
tral tegmental se proyectan hacia el de la funciÛn del receptor. Se cree que Recientemente se ha observado una
n˙cleo accumbens y otras estructuras esta pÈrdida funcional provoca una reduc- reducciÛn del 70 % de receptores nico-
lÌmbicas: la amÌgdala, el hipocampo, la ciÛn en la liberaciÛn del neurotransmi- tÌnicos en la zona pars compacta de la
corteza prefrontal y el n˙cleo p·lido sor inhibitorio ·cido γ-aminobutÌrico substancia negra y del 40-50 % en el
ventral. La nicotina incrementa la fre- (GABA) de interneuronas, lo que con- n˙cleo tegmental laterodorsal. Se ha
cuencia de disparo de neuronas en el ducirÌa a una mayor excitabilidad corti- comprobado que la administraciÛn de

6. SITIO DE UNION DE ACETILCOLINA. Se ha localizado mayoritariamente


en las subunidades α, aunque otras subunidades en contacto con aquéllas también
participarían en su formación (γ/δ). Se ha propuesto la existencia de tres dominios
CRIADO Y STUART INGHAM

ACh
(A, B y C) en la subunidades α y un cuarto en las γ y δ (D) que contribuirían a la
formación del sitio de unión. La modificación de ciertos aminoácidos (señalados
con círculos negros en la figura) en estas regiones provoca variaciones drásticas en
la afinidad de los agonistas.

Mente y cerebro 07/2004 15


7.
CRIADO Y STUART INGHAM

ESTRUCTURA CUATERNARIA DEL RECEPTOR. El ensamblaje de cinco


subunidades iguales o distintas, aunque con parecida organización, da lugar
a un oligómero cuasi-simétrico con un eje de simetría perpendicular al plano
de la membrana. Las cinco subunidades contribuyen con el dominio M2 a
la formación del poro iónico, mientras que los otros tres segmentos
transmembranales forman un anillo externo en contacto con los lípidos
de la membrana (cilindros de color rojo).

sugiere que, en el caso de la supresiÛn


individual, estas subunidades, por sepa-
rado, pueden sustituirse una a la otra y
el animal consigue ser viable. Por lo que
respecta al otro subtipo predominante,
el formado por los receptores homo-
mÈricos α7, su eliminaciÛn no produce
grandes cambios. Cuando se eliminan
las subunidades minoritarias α9 y β3, el
nicotina en parches y chiclÈs a pacien- dopamina, con la consiguiente dismi- animal presenta una inervaciÛn anormal
tes no fumadores reduce la rigidez, tem- nuciÛn del neurotransmisor. de la cÛclea, en el caso de la primera, y
blores, confusiÛn y depresiÛn. Al pare- mayor actividad locomotora, en el se-
cer, tales efectos benÈficos proceden de Ensayos con animales gundo caso. Ninguna de estas supresio-
una mayor liberaciÛn de dopamina en la genéticamente manipulados nes es letal.
sustancia negra, de la inhibiciÛn de mo- Existe un enfoque muy eficaz en el estu- En resumen, los experimentos de mani-
noamino oxidasa B, enzima que degrada dio funcional de cualquier proteÌna. pulaciÛn genÈtica confirman el impor-
la dopamina, y de la potenciaciÛn de la Consiste en anular la expresiÛn del gen tante papel de determinados subtipos del
secreciÛn mesolÌmbica de la dopami- correspondiente en una determinada receptor nicotÌnico y sugieren una cierta
na. La nicotina tambiÈn protege de la en- especie y observar las consecuencias que redundancia de algunas subunidades, de
fermedad. De acuerdo con las estadÌsti- dicha eliminaciÛn acarrea en los anima- forma que las funciones importantes pue-
cas, los fumadores tienen la mitad de les genÈticamente modificados con ese den ser llevadas a cabo por diferentes sub-
probabilidades de contraerla que los no fin. Casi todas las subunidades de los tipos. Conviene seÒalar, no obstante, que
fumadores. En la actualidad se est· tra- receptores nicotÌnicos neuronales se han en estos estudios pueden haber pasado
bajando para encontrar an·logos de la ni- suprimido una a una. Los resultados ob- inadvertidas alteraciones no tan llama-
cotina sin los efectos cardiovasculares tenidos se resumen a continuaciÛn. tivas como las mencionadas. Se nece-
no deseados que su inhalaciÛn produce. La eliminaciÛn de la subunidad α3 sitan, pues, investigaciones m·s deta-
provoca defectos en el sistema nervioso lladas.
Síndrome de Tourette autÛnomo y en el intestino, asÌ como alte-
Los pacientes con sÌndrome de Tourette raciones en las respuestas colinÈrgicas de
sufren tics motores y vocales de car·c- las neuronas del ganglio cervical supe-
ter breve, r·pido y repentino diaria o rior. Los animales asÌ manipulados mue- MANUEL CRIADO es catedrático de bio-
intermitentemente, asociados a un com- ren durante la primera semana despuÈs química y biología molecular de la Universidad
portamiento obsesivo-compulsivo con de nacer. Sin embargo, la eliminaciÛn de Miguel Hernández e investigador del Instituto
hiperactividad, ansiedad, fobias, difi- la subunidad β4, que supuestamente se de Neurociencias de Alicante (UMH-CSIC),
cultad para aprender, etcÈtera. Se observa asocia con α3 en muchos sitios, no resulta donde dirige un grupo dedicado al estudio
con m·s frecuencia en jÛvenes menores letal; afecta sÛlo a las respuestas de las de la estructura y función del receptor nico-
de 18 aÒos y tiene un fuerte componente neuronas del ganglio cervical superior. tínico de acetilcolina neuronal.
familiar; se transmite a travÈs de un gen La supresiÛn de la subunidad α4 pro-
dominante autosÛmico de penetraciÛn voca la desapariciÛn de los sitios de al- Bibliografía complementaria
variable. Apoy·ndose en una cierta efec- ta afinidad para nicotina en el cerebro C RYSTAL S TRUCTURE OF AN AC H - BINDING
tividad terapÈutica del haloperidol, un y se reduce la analgesia producida por P ROTEIN R EVEALS THE L IGAND - BINDING
antagonista del receptor dopaminÈrgico, nicotina. Parecidos efectos tiene la eli- DOMAIN OF NICOTINIC RECEPTORS. K. Brejc,
se ha atribuido la causa de la enferme- minaciÛn de β2, que se asocia preferen- J. Willem, R. V. Klaassen, M. Schuurmans,
dad a un exceso de sensibilidad al sis- temente con α4. Los animales genÈti- J. Oost, A. B. Smit y T. K. Sixma, en Nature,
tema dopaminÈrgico. El recurso reciente camente modificados para que presenten vol. 411, págs. 296-276; 2001.
a parches de nicotina ha permitido una esas deficiencias envejecen m·s r·pi- E MERGIN S TRUCTURE OF THE N ICOTINIC
reducciÛn en la severidad de los tics, damente y sufren, por tanto, alteracio- ACETYLCHOLINE RECEPTORS. A. Karlin, en
efecto beneficioso que persistiÛ durante nes en procesos de aprendizaje. Se pierde Nature Reviews Neuroscience, vol. 3, págs. 102-
bastante tiempo despuÈs de este trata- tambiÈn la capacidad de autoadminis- 114; 2002.
miento complementario. Se cree que la traciÛn de nicotina, por lo que se con- STRUCTURE AND GATING MECHANISM OF THE
nicotina, en dosis moderadamente bajas, firma la implicaciÛn de este subtipo en ACETYLCHOLINE R ECEPTOR P ORE . A. Mi-
provoca la desensibilizaciÛn de recep- la adicciÛn a esta sustancia. yazawa,Y. Fujiyoshi y N. Unwin, en Nature,
tores nicotÌnicos presin·pticos en el La eliminaciÛn simult·nea de β2 y β4 vol. 423, págs. 949-955; 2003.
estriado que controlan la liberaciÛn de es letal al poco tiempo de nacer, lo que

16 Mente y cerebro 07/2004


En el umbral
de la muerte
¿De dónde proceden esas extrañas visiones y vivencias
que nos asaltan instantes antes de la muerte?

Detlef B. Linke y aparece la sensaciÛn de formar un todo procesos biolÛgicos que dan lugar a estas

ì°Q
con el universo. extraordinarias experiencias.
uÈ l·stima que me
hay·is reanimado!î, Al final, la experiencia se interrumpe Colapso de los tiempos
exclamÛ cierta pa- bruscamente. Quienes se encontraban Para entender correctamente los proce-
ciente al despertar. de viaje a otro mundo regresan y, defrau- sos que suceden en una experiencia prÛ-
ì°Era tan bello!î Accidentados en parada dados, vuelven a encontrarse con su pro- xima a la muerte, hemos de partir del fun-
cardÌaca, ahogados o suicidas frustra- pio cuerpo. Pero en el umbral de la muerte cionamiento de nuestro cerebro, que
dos, muchas personas que ante el mis- no sÛlo aparecen momentos positivos. opera como una m·quina de predicciÛn.
mÌsimo umbral de la muerte se han recu- Algunos hablan de una sensaciÛn de Asume constantemente el futuro y con-
perado hablan de experiencias a menudo p·nico, de un vacÌo infinito, del mismo forma el presente bas·ndose en hipÛte-
interpretadas como un inicio del viaje al infierno. En todo caso, los afectados tie- sis sobre acontecimientos venideros. En
m·s all·. Los sentimientos que evocan nen unas vivencias subjetivas mucho estas circunstancias, toda la estructura
estas llamadas ëexperiencias cercanas a mayores de las que en condiciones nor- cerebral se ve situada ante una imposi-
la muerteí y los impactos que producen males serÌan posibles en tan breve tiempo. bilidad: se encuentra con la idea de que
en los afectados varÌan en cada caso. Sin Aproximadamente una tercera parte ìme estoy muriendoî. En torno a este
embargo, los estudios realizados con de las personas que han estado al borde acontecimiento central se agrupan las
varios miles de casos en las m·s diver- de la muerte, o al menos han creÌdo es- diversas experiencias cercanas a la muer-
sas culturas ponen de relieve la persis- tarlo, recuerdan sensaciones de ese tipo. te. Todo el futuro se concentra en un ins-
tencia de una serie de elementos carac- Algunos pierden su apego a los bienes tante; de repente, deja de haber una se-
terÌsticos constantes: materiales y se entregan a obras altruis- cuencia de previsibles acontecimientos
tas o se tornan muy religiosos. Muchos venideros. El curso del tiempo se inte-
ï Los reanimados hablan de una sensa- viven la vida con mayor intensidad y rrumpe y los mecanismos que en condi-
ciÛn de levedad, de paz y de bienestar. pierden el miedo a la muerte, convenci- ciones normales permiten nuestra per-
dos de la existencia del m·s all·. Abun- cepciÛn del tiempo dejan de actuar.
ï Tienen la impresiÛn de abandonar su dan las pruebas de que estas experien- PodrÌa decirse que los mecanismos
propio cuerpo y de contemplarse a sÌ cias cercanas a la muerte son reales y no funcionales de nuestro cerebro, basados
mismos desde lejos. la consecuencia de alteraciones psÌqui- en la continuidad, chocan con el inme-
ï Muchas personas en las proximidades cas (alucinaciones, sueÒos o fantasÌas). diato final de su existencia. Este colap-
de la muerte viven en una especie de FenÛmenos como revivir el propio naci- so del tiempo origina las im·genes y
zona de transiciÛn, la mayorÌa en for- miento o recordar sensaciones sublimi- representaciones de una experiencia cer-
ma de t˙nel o en el umbral de un cam- nales durante el estado de inconsciencia cana a la muerte. Desde el punto de vista
bio. A la otra parte les espera una luz son difÌciles de explicar a travÈs de tales cientÌfico esta excepcional situaciÛn
brillante y c·lida que les atrae irresisti- trastornos. reviste enorme interÈs: puede investi-
blemente y les desencadena un torrente Las investigaciones mÈdicas y neu- garse el cerebro en una situaciÛn en la
de sensaciones positivas; tambiÈn es rocientÌficas de los ˙ltimos aÒos permi- que una de sus m·s importantes funcio-
posible experimentar la visiÛn de pano- ten una explicaciÛn racional del fenÛ- nes se paraliza.
ramas paradisÌacos. meno. En esos especiales momentos En cualquier caso, el investigador que
ï En ocasiones se encuentran con seres nuestro cerebro fracasa de golpe en el se ocupe de estudiar las experiencias cer-
luminosos o familiares fallecidos, con momento de asumir el final de su exis- canas a la muerte debe tomar muchas
quienes mantienen una comunicaciÛn tencia. Ante tan comprometida situa- precauciones. Con frecuencia, el cere-
sin palabras. Los lÌmites entre el propio ciÛn, y como ˙ltima estrategia defen- bro construye para el propio sujeto la
yo y el mundo circundante se difuminan siva, pasan a primer plano unos especiales cronologÌa de un acontecimiento de forma

Mente y cerebro 07/2004 17


PREMIUM
1. ¿ADONDE VAMOS? No deben buscarse en el dominio de la ciencia empírica
experiencias de un mundo más allá del nuestro. muerte, pueden influir tambiÈn sobre los
receptores a travÈs de los neurotrans-
misores, particularmente el monÛxido
muy diferente de lo que supone un obser- parada cardÌaca. Con frecuencia, en estas de nitrÛgeno.
vador exterior. El propio concepto de circunstancias se experimenta una sen- øEn virtud de quÈ los receptores
experiencia cercana a la muerte pone saciÛn de felicidad que, en el caso del NMDAse hallan asociados a las experien-
sobre la mesa el problema: refleja la personaje de ficciÛn, enlazÛ con la parada cias cercanas a la muerte? La respuesta
perspectiva del observador externo que definitiva. estriba en su mecanismo de acciÛn: se
sabe que la persona que tiene delante Las experiencias cercanas a la muerte activan cuando en determinados perÌo-
est· todavÌa viva y va a morir muy pronto. no se deben sÛlo a los mecanismos de dos de tiempo confluyen en su neurona
El paciente, sin embargo, experimenta predicciÛn; de repente, se funden el futuro actividades elÈctricas procedentes de
la sensaciÛn de que se est· muriendo en y el presente. En estas condiciones aflo- diversas ·reas cerebrales. Estas activa-
ese momento. Para Èl no se trata de que ran en el cerebro procesos especiales, que ciones pueden sucederse a lo largo de
se acerca la muerte sino de estar ya en circunstancias normales permane- unos intervalos bastante largos, en com-
muriÈndose. cen en segundo plano. DesempeÒan aquÌ paraciÛn con el ritmo con que suceden
un papel muy importante las neuronas habitualmente los procesos neuronales.
¡Es un instante tan bello! con receptores NMDA, seg˙n demostrÛ Los receptores NMDA funcionan mucho
SÈneca (4 a.C.-65 d.C.) opinaba que no Karl L. R. Jansen, a partir de dos hallaz- m·s lentamente que otros sistemas trans-
podÌa explicarse el significado del gos experimentales: durante la narco- misor-receptor. De esta forma pueden
momento de la muerte: mientras no se sis por ketamina, los receptores NMDA procesar toda una serie de aconteci-
presente, no la conocemos; una vez muer- responden de una manera m·s intensa; mientos sucesivos y se hallan en condi-
tos, ya no vuelve m·s. Con un sentido se sabe, adem·s, que, con frecuencia, la ciones de influir en el ritmo habitual del
m·s profundo y desde la perspectiva de narcosis por ketamina provoca sensa- cerebro. Precisamente esto podrÌa expli-
estas experiencias Goethe describe el ciones semejantes a las experiencias en car que en las experiencias cercanas a la
final de su Fausto. El tr·gico hÈroe se las cercanÌas de la muerte. Estos mismos muerte la memoria se vea abarrotada por
hunde muerto en la tierra y en ese mo- receptores pueden tener otros estÌmu- un c˙mulo de recuerdos; ello es facti-
mento exclama: ì°Instante, no ceses, eres los, amÈn de los anestÈsicos. Los dÈfi- ble, pues los receptores NMDA activa-
tan bello!î. Probablemente el doctor cit de oxÌgeno, presentes a menudo en dos pueden procesar muchas informa-
Fausto padeciÛ un sÌncope, una breve casos de experiencias cercanas a la ciones. Un modelo asÌ, basado en este

18 Mente y cerebro 07/2004


tipo de receptores, permite salvar el hiato tancias de la experiencia cercana a la de pelvis, pero pudo salvarse. Pese a que
que existe entre las experiencias de la muerte. ResultarÌa de particular interÈs era consciente de aproximarse a su fin,
vida de una persona, ahora al borde de saber si esto lleva a la idea de ìme estoy no tuvo ninguna experiencia cercana a
la muerte, y el curso de los aconteci- muriendoî y, en consecuencia, al colap- la muerte. øPor quÈ? Toda su capacidad
mientos que suceden en su cerebro. so del tiempo. Tal vinculaciÛn depende- cerebral se habÌa volcado hacia la forma
Pero el funcionamiento de las vÌas r· de: de actuar. Cuando una persona se ve en
indicadas por los receptores NMDA no ï cu·l es el grado de peligro, importan- peligro inminente de muerte y no sabe
puede explicar, por sÌ solo, las experien- cia y autenticidad que el afectado con- cÛmo actuar; se le activa, en torrente, el
cias cercanas a la muerte. En cualquier cede a la situaciÛn; contenido de su memoria.
caso, las funciones que cumplen estos ï hasta quÈ punto le era posible actuar, Charles Darwin (1809-1882) experi-
receptores en el organismo pueden rela- lo que viene condicionado por los plan- mentÛ en cierta ocasiÛn esta avalancha
cionarse con algunos de los fenÛmenos teamientos que se haga; de informaciones almacenadas cuando
que aparecen en el marco de las expe- ï si se ha evitado o no la fusiÛn del futuro dio un traspiÈ en un terraplÈn, del que
riencias cercanas a la muerte. Los recep- y del presente al plantearse mentalmente saliÛ airoso. En aquella ocasiÛn Darwin
tores NMDA se encuentran vinculados de antemano la situaciÛn. no tuvo ninguna experiencia cercana a
al sistema opioide, gracias al cual el orga- la muerte. Como Èl comentarÌa, en esos
nismo es capaz de atenuar el dolor. AsÌ, Cada muerte es diferente instantes brevÌsimos le vinieron a la me-
estos receptores cumplen una misiÛn Puede reconocerse cierto vÌnculo entre moria una cascada de recuerdos. Se trata
decisiva en la lucha contra el dolor, a la el curso cronolÛgico de los aconteci- de una reacciÛn cerebral plena de sen-
vez que pueden contribuir a que en las mientos y el tipo de experiencia vivida. tido. Es muy posible que alguna de las
cercanÌas de la muerte se presenten sen- Se ejemplifica en el siguiente caso: un informaciones que se recuperan de la me-
saciones de paz, alegrÌa o felicidad. trabajador de la construcciÛn servÌa a moria pueda servirnos para salvar la vida.
La sensaciÛn de que desaparecen los una apisonadora que allanaba el firme El caso de Darwin muestra que las ex-
lÌmites entre el yo y el mundo circun- reciÈn asfaltado. Operaba Èsta con len- periencias cercanas a la muerte sÛlo se
dante, de la que hablan quienes han tenido titud y casi de forma autÛnoma. En una presentan cuando las informaciones re-
experiencias cercanas a la muerte, halla ocasiÛn, el trabajador se hallaba cerca cuperadas por la memoria no sirven para
su explicaciÛn en la actividad de los del muro de una casa y no prestÛ aten- ìampliar las posibilidades de actuaciÛnî
receptores NMDA. Se supone que, cuan- ciÛn a la apisonadora. La m·quina se le con Èxito. En esta situaciÛn no se puede
do de repente el cerebro comienza a ope- acercÛ tanto, que le fue imposible salir indagar en el pasado antes de experimen-
rar a un ritmo diferente, pierde la facul- del espacio que quedaba entre la m·quina tar el colapso del tiempo.
tad de reconocer objetos al mismo tiempo y la pared. Con todas sus fuerzas empu- El cuadro cambia por completo si uno
que pierde significado el cÛdigo de seÒa- jÛ la m·quina ejerciendo tal esfuerzo puede prepararse durante largo tiempo
les habitual de las neuronas. En este con- muscular, que se dislocÛ la articulaciÛn para la muerte. Los pacientes de c·ncer
texto, podrÌa intervenir la amÌgdala, cen- de un pulgar y se produjo una fractura pueden hacerlo durante meses o aÒos. En
tro cerebral del temor y la agresiÛn. Ante
esa desapariciÛn de la frontera entre el
yo y el mundo entorno, muchas perso-
nas experimentan, bajo la influencia de
la ketamina, una sensaciÛn positiva. Al
propio tiempo la amÌgdala registra una
actividad neuronal inferior a la normal.
Si trasladamos ese cuadro a un escena-
rio de proximidad de la muerte, la amÌg-
dala deja de enviar impulsos motores y
desaparecen los lÌmites del yo.
La incapacidad de actuar constituye
otro rasgo de las experiencias cercanas
a la muerte. Se comprueba en el caso de
los ahogados, privados del dominio sobre
sus actos: m·s de una tercera parte de
los casos reviven etapas anteriores de su
vida. Ahora bien, si los afectados conser-
van todavÌa posibilidades de actuar, nunca
cuentan haber atravesado por experien-
cias interiores de este tipo. Habr·, pues,
que investigar si existe alguna relaciÛn
entre los hechos descritos y las circuns-
SPL / AG. FOCUS / OSCAR BURRIEL

2. CHOQUE BRUTAL. La muerte coloca


nuestro cerebro, programado para
continuar existiendo, ante una
imposibilidad: pensar en su propio final.

Mente y cerebro 07/2004 19


3.
IMAGEBANK (izquierda); SPL / AG. FOCUS (derecha)

PUGNA DE EXPLICACIONES. En el
umbral de la muerte, ¿vemos realmente
familiares fallecidos o se trata tan sólo
de extrañas imágenes que aparecen en
excepcionales circunstancias como
consecuencia de procesos cerebrales
extraordinarios?

Una luz intensa


La enferma admitiÛ que habÌa visto una
luz intensa. Se preguntÛ a sÌ misma la
razÛn de tal visiÛn, ya que no era cons-
ciente de que su vida corriera peligro.
La sensaciÛn de la mujer se debÌa al pro-
ceso de narcosis con barbit˙ricos. Para
practicar esta narcosis se introduce un
catÈter en la arteria cerebral interior cuyas
ramas irrigan la retina del mismo lado.
Es evidente que ello condiciona la per-
cepciÛn de claridad. La luz de las expe-
riencias cercanas a la muerte puede
deberse no sÛlo a la falta de irrigaciÛn
del cerebro, sino tambiÈn a las circuns-
tancias en que se encuentra el ojo. En
este caso se es consciente del especial normal, de repente se transformÛ en una esta paciente se dio una importante dife-
significado del acontecimiento y su lle- curva sinoidal aplanada. CorrÌ para rea- rencia respecto a una autÈntica experien-
gada no constituye ninguna sorpresa: nimarlo. Ante mi sorpresa, el paciente cia cercana a la muerte: la luz no le pro-
por principio no se experimenta aquÌ nin- estaba sentado en la cama. Le preguntÈ vocÛ ninguna sensaciÛn de felicidad.
g˙n colapso del tiempo. El miedo a la desconcertado: ìøCÛmo se encuentra, Son conocidos los fenÛmenos lumi-
muerte no desaparece, pero transcurre seÒor N.?î. ìBienî, me contestÛ con un nosos que se presentan en las pÈrdidas
por un camino ya trazado desde hace gesto de satisfacciÛn en la cara. Y de in- s˙bitas de conciencia. El paciente no
tiempo. mediato se desplomÛ. Seg˙n se cree, el sÛlo percibe una sensaciÛn de oscuri-
La situaciÛn adquiere perfiles propios cerebro puede mantener de quince a dad, sino que con frecuencia ve ìestre-
en el caso de suicidio. Un joven quiso veinte segundos la conciencia sin que el llitasî. Si despuÈs de esto se recupera la
quitarse la vida con una pistola en el corazÛn bombee la sangre. El paciente capacidad visual, los ojos vuelven a aco-
sÛtano de su casa. ColocÛ la boca del no era consciente de que su corazÛn habÌa plarse al sistema visual del cerebro y el
caÒÛn en la raÌz de la nariz, disparÛ y se dejado de latir. DespuÈs de la reanima- sujeto puede percibirlo como una potente
derrumbÛ. PasÛ toda la noche tirado en el ciÛn, el seÒor N. confesÛ no haber sen- claridad.
suelo, convencido de estar muerto. A la tido ning˙n signo premonitorio ni expe- TambiÈn se hace patente otra impor-
maÒana siguiente, cuando entrÛ clari- riencia cercana a la muerte. tante propiedad del cerebro: funciona no
dad por el tragaluz, comprendiÛ que se- En general, en situaciones fisiolÛgi- sÛlo como m·quina predictiva, sino tam-
guÌa vivo. Se levantÛ y se dirigiÛ a una cas como la falta de oxÌgeno no suelen biÈn como notario de los sentidos. Nues-
clÌnica, llevando el casquillo de la bala desencadenarse ninguno de los cuadros tra capacidad mental no est· en condi-
que, vÌa nariz, le habÌa atravesado el cr·- descritos. Se necesita conciencia de vivir
neo. Pero la bala habÌa seguido una tra- en ese momento la propia muerte. Pero
yectoria oblicua por los huesos cranea- tambiÈn hay casos en que se tienen expe-
les, sin daÒar ni el cerebro, ni vasos riencias cercanas a la muerte sin que
sanguÌneos. El joven asumiÛ la idea de realmente haya una amenaza vital. AsÌ
estar muerto sin ning˙n temor; tampoco sucediÛ en una paciente cuya mitad dere-
tuvo ning˙n tipo de experiencia cercana cha del cerebro fue narcotizada con un
a la muerte. barbit˙rico. En estas circunstancias per-
La falta de oxÌgeno no basta, en muchos manece vigil la otra mitad del cerebro
casos, para provocar experiencias cer- y el paciente puede seguir en contacto
canas a la muerte. Se requiere siempre con el mundo circundante.
conciencia de ìestar muriÈndoseî. Tra-
bajaba yo en la unidad de cuidados inten-
4. LUGAR DE LOS ACONTECIMIENTOS.
CNRI / SPL / AG. FOCUS

sivos, en un espacio anexo a las habita-


ciones de los pacientes; se me habÌa
Las experiencias cercanas a la muerte
asignado la tarea de vigilar los monito-
res de los enfermos cardÌacos. El elec- aparecen merced a procesos que se
trocardiograma de cierto paciente, que desarrollan en los puntos de contacto
hasta entonces habÌa reflejado un curso entre las neuronas de la corteza cerebral.

20 Mente y cerebro 07/2004


ZEFA (izquierda); SPL / AG. FOCUS (derecha)

5. EN EL CEREBRO de los ahogados


que ya han perdido cualquier posibilidad
de movimiento aparece con vertiginosa
rapidez una enorme cantidad de
recuerdos en busca de una idea salvadora.

tas, se proyectarÌa como futuro. En vir-


tud de esta nueva perspectiva, ciertos
acontecimientos de este mundo se inter-
ciones de retener incoherencias y en con- de Ginebra prepararon una intervenciÛn pretan de pronto como extrasensoriales.
secuencia intenta dar contenido inter- quir˙rgica que comportaba extirparle a Tal vez lo sean en la medida en que se
pretativo a todas las seÒales percibidas. cierta paciente un foco epilÈptico en el trata de autopercepciones del cerebro y
El cerebro, por ejemplo, interpreta una lÛbulo temporal de la corteza cerebral. no de impresiones llegadas desde los
brusca luminosidad como la salida de Se le estimularon elÈctricamente diver- Ûrganos de los sentidos. Pero estas viven-
un oscuro t˙nel. Si se mantienen activos sos puntos de la corteza mediante finos cias no ofrecen informaciÛn alguna pro-
los sistemas de transmisores neurolÛgi- electrodos, para asÌ acotar la localizaciÛn cedente del mundo exterior.
cos responsables de la sensaciÛn de feli- de las ·reas cerebrales principales. Para el cientÌfico lo sorprendente no
cidad resulta f·cilmente explicable la Cuando los neurocirujanos aplicaron una es que en el umbral de la muerte perci-
alegrÌa que suele acompaÒar a la sensa- dÈbil corriente elÈctrica en el gyrus angu- bamos de repente una brillante luz.
ciÛn de libertad experimentada a la salida laris del hemisferio derecho, la mujer Tampoco en la vida corriente est· claro
de un oscuro t˙nel. expresÛ que sentÌa una sensaciÛn de hun- cÛmo surge en nuestra consciencia la
dirse o de caer al vacÌo. Al aumentar la impresiÛn de luz. øPor quÈ vemos, por
Flotando fuera del cuerpo intensidad de la corriente, la sensaciÛn ejemplo, claridad o un cuadrado y no la
Las experiencias extracorporales, es era de liviandad, como si flotara a unos sucesiÛn de hechos matem·tico-fÌsicos
decir, la impresiÛn de abandonar el pro- dos metros por encima de la cama. TenÌa que exige el procesamiento de las im·-
pio cuerpo, admiten una explicaciÛn la impresiÛn de que contemplaba desde genes captadas? Las experiencias cer-
fisiolÛgica. El verse uno mismo a dis- arriba la parte inferior de su tronco y sus canas a la muerte tal vez ayuden a enten-
tancia no es algo infrecuente. Si a una piernas. Se corroboraba asÌ que las expe- der cÛmo funciona nuestra capacidad de
persona se le invita a recordar la estan- riencias extracorporales se deben al fun- percibir de la luz, pero no nos deben
cia en una piscina, en aproximadamente cionamiento de nuestro cerebro. En las hacer olvidar la maravilla que supone la
el 80 % de los casos el sujeto se imagina experiencias cercanas a la muerte son de- percepciÛn en sÌ misma. Hemos de estar
a sÌ mismo en el borde contemplando el sencadenadas por el colapso del tiempo agradecidos a que en situaciones extre-
agua. En dicho recuerdo el sujeto se ve y quiz· tambiÈn por la hipoxia. mas nuestro cerebro disponga de meca-
a sÌ mismo en una perspectiva que no se Probablemente todas las experiencias nismos de urgencia para que no nos
dar· nunca en la realidad. Esto demues- cercanas a la muerte se desarrollan en domine el p·nico. Tales mecanismos se
tra que la visiÛn mental del propio cuerpo nuestro cerebro por su utilidad para la ponen en marcha de forma diferente
a distancia es una funciÛn habitual de los vida de ac·. Resulta probable tambiÈn seg˙n las circunstancias y nos ayudan a
correspondientes centros cerebrales que que lo mismo la sensaciÛn de salirse del superar esos momentos.
trabajan con im·genes virtuales, toma- propio cuerpo que la de felicidad o la per-
das desde diversas perspectivas. Ocurre cepciÛn de una luz intensa sean tan sÛlo
que estamos culturalmente acostum- la consecuencia de unos procesos que tie-
brados a interpretar las im·genes inte- nen lugar en nuestro sistema nervioso.
riores desde el campo visual que abar- La idea de ì°me estoy muriendo!î puede DETLEF B. LINKE es profesor de neurofisio-
can nuestros ojos. Una de las influencias desencadenar simult·neamente algunos logía clínica y de rehabilitación neuroqui-
m·s importantes fue la nueva perspec- de estos mecanismos, dependiendo de rúrgica en la Universidad de Bonn.
tiva plasmada por la pintura desde el cu·n s˙bitamente experimentemos dicha
Renacimiento. En situaciones de peligro sensaciÛn y de las posibilidades a nues- Bibliografía complementaria
nuestro sistema nervioso recuerda otras tro alcance para reaccionar. Mediante el NEAR-DEATH EXPERIENCE IN SURVIVORS OF
alternativas y recurre a ellas. choque del futuro con el presente, el CARDIAC ARREST: A P ROSPECTIVE STUDY IN
Las experiencias extracorporales pue- cerebro, en cuanto m·quina predictora, THE N ETHERLANDS . P.Van Lommel et al. en
den provocarse artificialmente. Olaf puede mostrar como presente un conte- Lancet, vol. 358, n.o 9298, pág. 2039; 2001.
Blanke y su equipo del hospital clÌnico nido mental que, en condiciones distin-

Mente y cerebro 07/2004 21


Aprender a mirar
De 20 años dispone el cerebro para ir aprendiendo a mirar correctamente.
Si el aprendizaje es lento, pueden surgir problemas escolares.
La educación selectiva del control de la mirada constituye un método prometedor

Burkhart Fischer y otra vez hacia la cara retratada y va cabo de un segundo aparece, a la izquier-
situando los sucesivos elementos en el da o a la derecha, un nuevo estÌmulo

H
asta ahora, Kevin era un niÒo punto de mira, la nariz, los ojos, el men- Ûptico. Los probandos deben fijar el pri-
avispado. Sin embargo, desde tÛn, el oÌdo derecho, todo ello en unos mer punto con los dos ojos y mirar hacia
que ha empezado el colegio, segundos. Los movimientos sac·dicos el segundo estÌmulo cuando Èste se pre-
sus padres dudan de la capa- enlazan las fases de fijaciÛn. El cerebro sente; en otras palabras, deben ejecutar
cidad del pequeÒo. Hasta parece que no crea una imagen de conjunto a partir de un movimiento prosac·dico.
lograr· nunca leer ni escribir bien. Una la secuencia intermitente de im·genes Ante un objeto nuevo en el campo
amenaza inquietante planea sobre la fami- fijas; la tarea no es f·cil, pues hay que visual, respondemos, en condiciones nor-
lia: la dislexia. disimular los movimientos sac·dicos que males, con un reflejo optomotor, un movi-
Cerca del 5 % de las aulas est·n ocu- ocurren entre cada instant·nea. miento ocular r·pido. Estos ìmovimien-
padas por niÒos con problemas de lec- øCÛmo se controlan estos movimien- tos sac·dicos inmediatosî se producen
tura y de escritura. Los muchachos su- tos oculares? En alg˙n momento hay que unos 100 milisegundos despuÈs de que
fren dislexia cuatro veces m·s que las decidir en quÈ direcciÛn se mover· la aparezca el estÌmulo en esa direcciÛn;
muchachas. Se trata de niÒos cuyas difi- mirada. Para investigar este asunto, aco- se trata, por tanto, de movimientos pro-
cultades m·ximas estriban, en parte, en metimos dos ensayos con varios pro- sac·dicos. Sin embargo, este reflejo pre-
el aprendizaje de la lengua escrita, pese bandos. En la denominada tarea de super- senta tambiÈn un componente antago-
a las clases intensivas e incluso, a veces, posiciÛn de movimientos prosac·dicos nista: las regiones del lÛbulo parietal de
a una inteligencia mayor de la normal. se fija primero la vista en un punto. Al la corteza, responsables de la atenciÛn,
No consiguen leer las palabras, confun-
den las letras al escribir o no entienden
las frases de los libros de texto.
Aunque todavÌa se ignoran las causas
exactas, los expertos est·n de acuerdo
Control cerebral de la mirada
en un punto: los trastornos de la lectura
y de la escritura poseen una base neu- Las estructuras de la corteza cerebral que intervienen en el control de los movi-
robiolÛgica y, en muchos casos, podrÌan mientos sacádicos oculares se encuentran muy dispersas; no hay ningún “centro
tener un origen genÈtico. Es probable que de la mirada”. Las informaciones visuales siguen un trayecto, en gran parte, pos-
el problema dependa del modo en que es- terior hasta la corteza visual primaria y luego van avanzando progresivamente
tos pequeÒos captan, con sus ojos, las hacia delante, hacia áreas de la corteza parietal. Estas regiones se encargan de
la atención, que desempeña una misión primordial en la visión y en la orien-
letras, las palabras y las frases. Las in-
tación espacial y regula
vestigaciones efectuadas en nuestro labo- la función retentiva de
ratorio de la mirada de Friburgo revelan la mirada, es decir, la fi-
que muchos dislÈxicos no logran con- LOBULO PARIETAL
jación. De ahí, las infor- LOBULO FRONTAL (FIJACION)
trolar con precisiÛn los movimientos maciones visuales son
oculares, es decir, padecen un trastorno conducidas hacia delan-
en el control de la mirada. Si se les educa, te, hasta el lóbulo fron-
a travÈs de ejercicios selectivos, para tal, el centro donde se
controlar la mirada, aprenden con m·s planifica la acción y dis-
facilidad a leer. curren los procesos men-
Aunque no lo advirtamos, los ojos casi tales. Allí tiene lugar el CORTEZA
nunca permanecen fijos en un punto control voluntario de la VISUAL
PRIMARIA
durante largo tiempo. Cada segundo rea- mirada. (No se muestran
lizan de 3 a 5 movimientos sac·dicos. las vías del reflejo opto-
motor, que viajan bajo la CONTROL
Pongamos un ejemplo: cuando exami-
THOMAS BRAUN

VOLUNTARIO DE
namos los detalles de un retrato expuesto corteza cerebral, en las LOS MOVIMIENTOS
en un museo, partimos del supuesto de regiones más profundas OCULARES
que mantendremos fija la mirada. La ver- del encéfalo.)
dad es que nuestro foco visual salta una

22 Mente y cerebro 07/2004


JOE BATOR / CORBIS

1. SIGNOS INCOMPRENSIBLES. Cuando hay dificultades para aprender a leer, puede


se ocupan de que la mirada no vuelva a existir una dislexia.
saltar con una rapidez excesiva. Por una
razÛn poderosa: nos interesa contemplar
el objeto durante m·s tiempo. Estas re- proceso instant·neo de la visiÛn. Al leer comprendidas entre los 7 y 70 aÒos. El
giones cerebrales tambiÈn refuerzan el hay que fijar selectivamente la mirada, resultado es que casi todos los niÒos de
poder fijador y se oponen al reflejo op- para saltar con los ojos de una palabra a los dos primeros cursos escolares fracasan
tomotor. La interacciÛn entre los dos ele- otra del texto. Cuando la cadena de letras en la tarea de la pausa con contrasacu-
mentos antagÛnicos nos permite captar es muy larga, vamos fijando poco a poco dida. Se producen errores en el 80 % de
con un salto de la mirada aquello que los distintos elementos o sÌlabas de la los intentos: aparecen movimientos sac·-
despierta nuestra atenciÛn y mantener palabra. dicos oculares. La tasa de aciertos
despuÈs la mirada durante el tiempo ne- aumenta con la edad, si bien algunos
cesario para aprehender todo lo im- El problema no está en los ojos adultos sanos no logran superar esta
portante. El control voluntario de la mirada se prueba de la pausa con contrasacudida.
La tarea de superposiciÛn de los movi- reconoce de manera especÌfica con la De un 15 a un 20 % de los intentos se
mientos prosac·dicos mide la intensi- tarea de la pausa y contrasacudida (es caracterizan por un reflejo optomotor y
dad de la fijaciÛn, es decir, la capacidad decir, antisac·dica). TambiÈn en este ca- un salto de los ojos en contra de la pro-
de las regiones de las ·reas de la aten- so se fija primero la mirada en un punto. pia decisiÛn, es decir, hacia el estÌmulo,
ciÛn del lÛbulo parietal para mantener Sin embargo, dicho punto desaparece sin que el sujeto se dÈ cuenta.
la mirada fija. El primer punto, fijo y visi- unos segundos m·s tarde y, sÛlo despuÈs Debemos, pues, abandonar la con-
ble, ayuda a la retenciÛn. Por eso, cuando de una pausa, aparece un nuevo estÌmulo cepciÛn vigente hasta ahora, seg˙n la
aparece el segundo estÌmulo, los ojos a la izquierda o a la derecha. Como no cual, al comenzar la escolarizaciÛn, los
tardan cierto tiempo en despegarse del hay apoyo Ûptico para la fijaciÛn, toda niÒos habÌan alcanzado ya la madurez
primer punto. Cuanto m·s corto es el la ventaja la tiene el reflejo optomotor en las funciones esenciales de la audi-
tiempo de reacciÛn, m·s dÈbil resulta la que prepara un movimiento prosac·dico. ciÛn, visiÛn y mirada. En el caso con-
fijaciÛn, y viceversa. Sin embargo, en ese momento empieza creto del control de los movimientos
Ni que decir tiene que podemos con- la verdadera tarea: el probando debe sac·dicos, es falso, sobre todo el con-
trolar los movimientos oculares de forma suprimir voluntariamente el movimien- trol voluntario del lÛbulo frontal. Casi
voluntaria y consciente e incluso dirigir to prosac·dico y dirigir, por el contra- todos los niÒos de 6 a 7 aÒos fracasan
nuestra mirada contra el sentido del rio, su mirada hacia la parte opuesta al cuando se aplica esta prueba. Eso se de-
reflejo optomotor. De ello se encarga el estÌmulo, es decir, efectuar una ìcontrasa- be a que est·n empezando una etapa de
lÛbulo frontal, donde se planifican las cudidaî, un movimiento antisac·dico, desarrollo que se completar· a lo largo
acciones y otras funciones intelectuales tarea que corresponde al lÛbulo frontal. de los diez siguientes aÒos.
superiores. Este lÛbulo autoriza los mo- Hemos efectuado estas dos pruebas a Por otro lado, tambiÈn significa que
vimientos sac·dicos necesarios para el unas 400 personas sanas, con edades los niÒos comienzan a leer y escribir a

Mente y cerebro 07/2004 23


cultades de aprendizaje. Por otra parte, Para no omitir el final de la secuencia,

OWEN FRANKEN / CORBIS


les cuesta m·s fijar de manera estable es necesario que fijen de modo perma-
un punto: los movimientos sac·dicos nente el punto de la pantalla en que apa-
innecesarios y las derivas lentas de los recen las letras.
ojos determinan, con una frecuencia des-
proporcionada, que la mirada no pueda Para evitar los errores de lectura
fijarse bien en un punto. Lo que no impi- El segundo ejercicio sigue el mismo
de que los dislÈxicos y los testigos se com- curso, aunque ahora las letras T apare-
porten con celeridad similar en la prue- cen a veces a la derecha de la pantalla y
ba de superposiciÛn con movimientos otras, a la izquierda. Por eso, es necesa-
prosac·dicos. rio efectuar movimientos de seguimiento
Hasta el momento, las causas de estas ocular, lo que va educando el reflejo
dificultades para la lectura no se atri- optomotor. En la tercera variante se trata
buÌan al campo de la visiÛn, pues el resul- de oponer resistencia a un segundo es-
tado de la exploraciÛn oft·lmica de los tÌmulo, de car·cter intenso. En esta oca-
dislÈxicos casi siempre es normal. Pero siÛn se requiere el control voluntario del
eso demuestra una deficiencia del diag- lÛbulo frontal, para que el sujeto pueda
nÛstico oft·lmico, que no analiza el pro- concentrarse sobre las letras T, que se
2. NO ES CUESTION DE
ceso cronolÛgico de la visiÛn, ni tampo-
co el control de la mirada de acuerdo
ven durante breves instantes, y no mire
siempre hacia el estÌmulo de distracciÛn.
INTELIGENCIA. Algunos problemas para con los movimientos oculares. Tal omi- Hemos ensayado este programa edu-
la lectura obedecen a un fallo en el siÛn podrÌa deberse a la idea, muy exten- cativo con 177 niÒos. Los probandos
control de la mirada. dida, de que para ver bien basta con que deben superar cada dÌa uno de los tres
funcionen los ojos, y asÌ ocurre preci- ejercicios, que se repiten del orden de
samente con los dislÈxicos, que ven tan 200 veces; para esta tarea se requieren
una edad en la que gozan de pleno con- bien como sus compaÒeros de clase. ˙nicamente 10 minutos. En general, se
trol de sus saltos oculares. La mayorÌa La capacidad funcional de la muscu- necesitan de 3 a 6 semanas para obtener
de los escolares adquieren poco a poco latura ocular no suele guardar relaciÛn los resultados, aunque el tiempo depende
dicha capacidad, en tanto que se les va con la dificultad para leer. Los dislÈxicos de cada programa educativo. Para ave-
exigiendo cada vez m·s en las aulas. En mueven los ojos con la misma rapidez riguar si las unidades de educaciÛn visual
general, el aprendizaje de la lectura ad- que las personas sanas y sus m˙sculos se han coronado con Èxito, sometimos a
mite soluciÛn. øQuÈ sucede, sin embargo, no se fatigan antes. El problema estriba los participantes a una prueba de con-
cuando el control de la mirada no se en que el lÛbulo frontal controla de ma- trasacudida antes y despuÈs del pro-
corresponde con exigencias escolares nera poco fiable la motilidad ocular. Di- grama; en cada ocasiÛn se registraba
cada vez m·s rigurosas o con la edad? cho de otra manera, no es que haya un
Probablemente, en estos casos se pro- defecto del vehÌculo, sino que el conduc- ï el n˙mero de errores cometidos,
duzcan dificultades para el aprendizaje, tor no presta la atenciÛn suficiente. ï el n˙mero de errores corregidos,
del tipo de la dislexia. Para mejorar el control de la mirada ï el tiempo necesario para corregir un
Para analizar esta posibilidad, en nues- de los dislÈxicos y ofrecerles la oportu- error y
tro laboratorio de la mirada de la Uni- nidad de recuperar el retraso en el desarro- ï el tiempo necesario para resolver correc-
versidad de Friburgo hemos registra- llo, que suele ser de varios aÒos, elabo- tamente la prueba a la primera.
do, desde 1991, los datos de unos 2000 ramos un programa educativo fundado
niÒos y adolescentes de 7 a 17 aÒos. El en tres ejercicios sencillos. Consisten en Nuestro programa educativo resultÛ
resultado es que, a medida que van cre- mostrar, sobre una pantalla, la letra T con todo un Èxito. Casi el 85 % de los niÒos
ciendo, casi la mitad de los dislÈxicos una orientaciÛn que va cambiando suce- mejorÛ, por lo menos, en tres de los cua-
realizan peor la tarea de la pausa con siva y r·pidamente: vertical, tumbada o tro aspectos. Adem·s, aproximadamen-
contrasacudida, en comparaciÛn con los inclinada a un lado. Los participantes te un tercio de los participantes resolviÛ
compaÒeros de clase que no tienen difi- deben indicar cu·l es la ˙ltima posiciÛn. una prueba de lectura mucho mejor que
antes. Para nosotros, tan importante o m·s
que este descubrimiento fue que los niÒos
que participaron en el programa se habÌan

Was man beim Lesenlernen auch können muss


TAMAÑO DEL SALTO OCULAR

3. CARRERA DE OBSTACULOS.
Cuando se lee una frase vamos saltando
palabras y sílabas con la mirada. Los
cuadrados marcan los puntos de fijación.
Los saltos de la mirada no son iguales,
como tampoco las pausas. Cuando se
vuelve a leer un texto, la secuencia puede
variar un poco. (La frase alemana dice:
THOMAS BRAUN

“Lo que debe saberse sobre el aprendizaje


TIEMPO DE LECTURA: APROX. 2,5 SEGUNDOS de la lectura.”)

24 Mente y cerebro 07/2004


El control de la mirada sometido a prueba
Para examinar el control de la mi-

THOMAS BRAUN
PRUEBA DE SUPERPOSICION PRUEBA DE PAUSA Y MOVIMIENTO
rada se utilizan dos pruebas. En Y MOVIMIENTO PROSACADICO ANTISACADICO
la prueba de superposición con
2 3
movimientos prosacádicos ( a la iz-
quierda ), al primer punto de fija- +
ción se agrega un segundo estímulo; 2
PAUSA
se mide entonces el tiempo que el
probando tarda en mirar a este 1 1
postrero. Durante la tarea de la
pausa y contrasacudida ( a la dere- + +
cha ), la mirada se desvía, tras una
pausa de 200 milisegundos, hacia
TIEMPO DE REACCION DE LOS MOVIMIENTOS

el segundo estímulo, que surge de


repente. 260
PROSACADICOS (EN MILISEGUNDOS)

60
Así como los disléxicos responden

PORCENTAJE DE ERRORES
250
con la misma rapidez que sus com- DISLEXICOS 50
240

NO CORREGIDOS
pañeros de clase sanos a la prueba
40 DISLEXICOS
de superposición con movimien- 230
tos prosacádicos ( parte inferior 220 30
izquierda ), en la prueba de la pausa
y movimiento antisacádico come- 210
GRUPO 20
ten muchos más errores (parte infe- 200 TESTIGO GRUPO
rior derecha ), sin corregirlos de 10 TESTIGO
190
inmediato, es decir, miran el segundo
estímulo. Esta diferencia entre los 180 0
7 9 11 13 15 17 7 9 11 13 15 17
dos grupos de probandos se acen-
túa con la edad. EDAD EN AÑOS EDAD EN AÑOS

aprovechado bastante m·s de la exigen- nuestras investigaciones, el control de han demostrado los experimentos en
cia selectiva de lectura que los otros. la mirada, si bien sÛlo lo hace de manera nuestro laboratorio de la mirada.
DespuÈs de 6 semanas de ejercicios, los pasajera, a diferencia de la educaciÛn Con independencia de que el problema
que superaron el programa cometÌan sÛlo pr·ctica. resida en el control de la mirada, pode-
la mitad de los errores de lectura, con mos, a travÈs de ejercicios sencillos,
respecto a la fase previa, mientras que Más vale prevenir reforzar el reconocimiento simult·neo o
los no instruidos habÌan reducido los Como sucede con todas las funciones, la discriminaciÛn de tonos. A˙n mejor
errores sÛlo en un 20 %. los niÒos deben aprender paulatinamente serÌa prevenir estos defectos de percep-
Otros problemas escolares, asÌ las di- a reconocer y mirar; cuando proceda, ciÛn y, con ello, los problemas de apren-
ficultades de c·lculo, podrÌan obedecer han de recibir la educaciÛn pertinente. dizaje subsiguientes. En muchos casos
a un trastorno en el control de la mirada Hasta la fecha, este aspecto se ha infra- podrÌa bastar con educar a los niÒos,
y de otras funciones visuales. A muchos valorado en la pedagogÌa escolar y en desde pequeÒos, en las funciones sen-
niÒos les cuesta captar, con una sola otros tipos de adquisiciÛn de conoci- soriales mediante el deporte, la m˙sica,
mirada, la cantidad concreta de objetos; mientos, pues no habÌa mÈtodos diag- la lectura o los trabajos manuales. En
por ejemplo, no saben de inmediato si hay nÛsticos adecuados. A˙n peor, los dis- cualquier caso, los muchachos se di-
sobre la mesa dos o cuatro platos. Esta lÈxicos son considerados, todavÌa por vertirÌan y sus padres y profesores se
funciÛn visual especial de reconocimiento desgracia, personas poco inteligentes, si ahorrarÌan algunas preocupaciones.
simult·neo se encuentra tambiÈn alte- no retrasados mentales. Muchas veces,
rada en la mitad de los dislÈxicos. Lo el ˙nico problema es un defecto de per-
mismo que sucedÌa con el control de los cepciÛn o del control de la mirada con BURKHART FISCHER, profesor de neuro-
movimientos sac·dicos, se puede edu- el apoyo necesario. biofísica en la Universidad de Friburgo, dirige
car mediante ejercicios diarios. Conviene, empero, reconocer que no el laboratorio de la mirada del Centro de
Hemos examinado tambiÈn a niÒos siempre la culpa la tiene el aparato visual. Neurociencias.
con dÈficit de atenciÛn. No sÛlo se dis- A menudo, las dificultades de lectura y
persan, sino que, a menudo, no progre- escritura reflejan una alteraciÛn ac˙s- Bibliografía complementaria
san en la lectura y escritura. Se trata de tica, sobre todo de la capacidad para dis- BLICK-PUNKTE: NEUROBIOLOGISCHE PRINZIPIEN
un defecto que, en la mitad de los casos, criminar los distintos tonos. Ahora bien, DES S EHNS UND DER B LICKSTEUERUNG . Hans
guarda relaciÛn con el control de la la capacidad auditiva, que no requiere Huber Verlag; Berna, 1999.
mirada por el lÛbulo frontal. Para con- todavÌa ninguna elaboraciÛn del len-
HÖREN-SEHEN-BLICKEN-ZÄHLEN:TEILLEISTUN-
trolar las alteraciones conductuales se guaje, se puede aprender y ejercitar des-
GEN UND I HRE
STÖRUNGEN . B. Fischer. Hans
prescribe, a menudo, Ritalina (metilfe- puÈs. Con ello es posible mejorar mucho Huber Verlag; Berna, 2003.
nidato); el medicamento mejora, seg˙n la escritura durante el dictado, como lo

Mente y cerebro 07/2004 25


Percepciones
sensoriales
de los invidentes
La vida cotidiana suele presentarles pocos problemas a los invidentes. Sus otros sentidos se agudizan.
Pero, ¿pueden éstos sustituir al más importante de los sistemas sensoriales?

Brigitte Röder poco, me voy haciendo una idea de dÛnde por el oÌdo y, por el tacto, la piel suave.

øL
est·n las mesas circundantes y quiÈn se Sin embargo, sabemos que la piel negra
e apetece una cita a ciegas sienta en ellas. Hasta parece que se abren con rayas blancas, suave y tibia, y el miau
singular? Hay en BerlÌn las papilas gustativas, si no øpor quÈ sa- proceden del mismo gato; es decir, sÛlo
un restaurante especiali- be hoy tan buena la ìpasta con pestoî? percibimos un gato, y no un gato negro
zado en gastronomÌa vi- (øEs realmente pasta con pesto?). con rayas blancas y otro que ma˙lla y un
vencial. øDe quÈ se trata? AcudÌ movida Con todo, al cruzar, m·s tarde, la calle tercero de piel suave y tibia. El cerebro
por la curiosidad. Al principio todo parece delante del restaurante, me sentÌa con- ensambla, pues, las informaciones par-
normal; el aperitivo se sirve a la luz de tenta de poder confiar en mis ojos. Pro- ciales en una impresiÛn global.
las l·mparas. Pero, apenas me he sen- bablemente, despuÈs de esa cena poco Esta elaboraciÛn integradora reporta
tado a la mesa, se apagan las luces, igual usual, a muchos clientes les ronda por grandes ventajas. Como han puesto de
que al comienzo del primer acto de una la cabeza una misma pregunta: øQuÈ les manifiesto diversos experimentos, el ren-
funciÛn de teatro. Mas el resto se de- pasa a las personas que, desde el naci- dimiento multisensorial resultante su-
sarrolla en completa oscuridad. Ni si- miento, carecen del sentido m·s decisivo? pera al que se podrÌa esperar del rendi-
quiera se puede ver la proverbial mano øPueden compensar la pÈrdida de la infor- miento de cada uno de los sistemas
delante de los ojos. maciÛn visual, al menos en parte, con una sensoriales por separado. En otras pala-
Busco a tientas los cubiertos. Quiz· forma mejorada de las funciones de los bras: si la informaciÛn no est· preparada
serÌa mejor que utilizara los dedos. °Klirr! otros sentidos, por ejemplo, aguzando el para sÛlo un canal sensorial, sino para
En alguna parte se ha caÌdo un vaso. No oÌdo para una localizaciÛn m·s precisa varios, la percepciÛn ser· m·s precisa.
ser· el ˙ltimo de la noche. El despojo de los ruidos? Desde hace siglos se sabÌa Por la misma razÛn entendemos mejor a
temporal de la vista produce una confu- de la capacidad de su cerebro para alcan- un locutor, cuando, adem·s de oÌrlo, se-
siÛn considerable. No es de extraÒar; al zar logros excepcionales. Se sabÌa y se guimos el movimiento de sus labios.
fin y al cabo, el vidente est· acostum- aprovechaba. En la transmisiÛn oral de Los invidentes no pueden recurrir a
brado a saber con un golpe de vista hasta la Biblia, los ciegos cumplÌan gusto- tales informaciones complementarias del
dÛnde alcanza. sos la funciÛn de almacÈn ambulante de sistema visual, pero parece que hacen
Una gran parte de las informaciones datos, merced a su extraordinaria capa- algo m·s que compensar en muchos sec-
del entorno se recibe por los ojos, las cidad retentiva. tores dicha privaciÛn. La finura de su oÌdo
registran en la retina m·s de cien millo- supera tanto al de los videntes, que la
nes de cÈlulas sensibles a la luz y se Percepción integradora policÌa holandesa cuenta con funciona-
transmiten, a travÈs de dos millones de Cada sistema sensorial posee su acceso rios ciegos para analizar las grabaciones
nervios Ûpticos, al cerebro, que emplea independiente al cerebro y a la corteza de conversaciones entre sospechosos.
en ello m·s de una quinta parte de su capa- cerebral (m·xima instancia del procesa- Identifican mucho mejor que nadie los
cidad en procesar la corriente de datos miento sensorial); tiene, adem·s, su cen- ruidos de fondo y no tienen par en su dis-
visuales en constante flujo. tro de elaboraciÛn propio. Pero las in- criminaciÛn entre quienes intervienen
La pÈrdida total del sistema sensorial formaciones que suministran los cinco en la conversaciÛn. Detectan, por ejem-
predominante es, en principio, difÌcil de sentidos se complementan y se superpo- plo, quiÈn es el jefe de la banda y quiÈn
compensar en una ìcena a ciegasî. Con nen. Cuando acariciamos a un gato, el se limita a cumplir Ûrdenes.
el tiempo, los movimientos se hacen algo color de la piel es captado por la vista, el øEs posible que la privaciÛn de la vista
m·s seguros; agudizo el oÌdo y, poco a ronroneo satisfecho sÛlo puede percibirse aumente la sensibilidad de los otros sen-

26 Mente y cerebro 07/2004


1.

DPA
RAY CHARLES, LEYENDA DEL SOUL,
se quedó ciego a los siete años. Después se
convirtió en un artista de la música. A sus
74 años sigue entusiasmando con su
virtuosismo en el piano, el clarinete
y el saxofón.

tidos hasta el punto de compensar de


pleno la informaciÛn visual? Para escla-
recer esta pregunta hemos examinado la
eficacia de los ciegos en los sentidos del
tacto y del oÌdo, asÌ como en la com-
prensiÛn ling¸Ìstica y en la memoria.
Los sujetos de nuestra prueba, ciegos de
nacimiento, no podÌan recurrir a recuer-
dos visuales en los tests de orientaciÛn;
debÌan superar las pruebas con el resto
de los sistemas sensoriales.
Los ciegos muestran su especial sen-
sibilidad en las yemas de los dedos en auditivos con mucha mayor rapidez que Un oído algo más fino
la lectura en alfabeto braille. En la escri- los videntes. Con ayuda de las medicio- Hemos repetido esta prueba con perso-
tura para ciegos, adecuada al sentido del nes de los potenciales de sucesos corre- nas ciegas y videntes. Colocamos delante
tacto, cada letra se escribe con seis pun- lacionados, hemos comprobado que un de los sujetos del experimento cuatro
tos situados en posiciones distintas. mismo estÌmulo provoca en los ciegos altavoces agrupados y otros tantos a su
Aunque cada punto sobresale sÛlo 0,4 mm una activaciÛn notablemente m·s intensa derecha. De ellos salÌan los estÌmulos
y tiene 1,5 mm de grosor, los lectores en el cÛrtex auditivo. Es decir, en la com- sonoros. Pero de vez en cuando se cam-
profesionales de braille leen por el tacto prensiÛn intervienen muchas m·s cÈlu- biaba la frecuencia del ruido. Los pro-
unas 200 palabras por minuto. Si se anali- las nerviosas, lo que redunda en un ren- bandos debÌan reaccionar ante estos soni-
za la intensidad de una impresiÛn que nota dimiento mayor del oÌdo. dos agudos presionando un botÛn, pero
la piel, se observa que no hay ninguna El oÌdo cumple una funciÛn decisiva sÛlo cuando procedÌan del altavoz justo
diferencia entre ciegos y videntes. Pero en la vida a oscuras. Constituye la ˙nica enfrente de ellos o del ˙ltimo de la dere-
si se trata de la capacidad de distinguir, posibilidad de orientarse m·s all· del cha. Los invidentes podÌan localizar me-
los lectores de braille son claramente alcance del bastÛn especial que utilizan. jor los estÌmulos ac˙sticos laterales.
superiores. En los ciegos es sensiblemen- Pero durante mucho tiempo se puso en Para comparar la coordinaciÛn espa-
te menor la distancia que ha de mediar duda que los ciegos de nacimiento pudie- cial de la red neuronal que procesa el rui-
entre dos estÌmulos t·ctiles (por ejem- ran ubicar con mayor precisiÛn las impre- do, hemos diseÒado, adem·s, los poten-
plo, entre las dos puntas de un comp·s), siones ac˙sticas, pues las investigacio- ciales de sucesos correlacionados. Si los
para que se reconozcan como dos estÌmu- nes cerebrales partÌan del supuesto de que estÌmulos ac˙sticos procedÌan del alta-
los diferentes y no como uno solo. Puesto el sistema auditivo recurrÌa a represen- voz frontal, no se daba ninguna dife-
que los puntos del alfabeto braille est·n taciones espaciales configuradas de ante- rencia. Los cerebros tanto de los viden-
separados como m·ximo por tan sÛlo mano por el sistema visual. En cohe- tes como de los ciegos localizaban el
2,3 milÌmetros, esta capacidad resulta, rencia con tal planteamiento, las personas altavoz que emitÌa el sonido en cien mili-
a fin de cuentas, decisiva para los lec- que nunca habÌan visto no se las podÌan segundos.
tores invidentes. haber formado. En general, es m·s difÌcil localizar las
La tesis empezÛ a tambalearse en 1995. fuentes ac˙sticas laterales, pero, por lo
El ejercicio agudiza los sentidos Josef Rauschecker, de la Universidad de comprobado, esta dificultad concurre
Como han mostrado los estudios con Georgetown, comprobÛ que los gatos sobre todo entre los videntes. Los parti-
humanos y animales, la capacidad de re- ciegos localizaban mejor los ruidos late- cipantes ciegos apretaban el botÛn, tam-
soluciÛn de la piel se puede mejorar con rales y los que se producÌan a sus espal- biÈn en este caso, unos cien milisegun-
un entrenamiento intensivo. El ejerci- das que sus congÈneres videntes. Al bus- dos despuÈs de oÌr los ruidos a su derecha:
cio expande los respectivos campos cor- car las causas neurobiolÛgicas, los su cerebro podÌa distinguir espacialmente
ticales somatosensoriales, es decir, las investigadores constataron cambios en tan bien los altavoces laterales como los
·reas de la corteza cerebral competen- el cÛrtex ectosÌlvico anterior, una regiÛn frontales. Los videntes no lo conseguÌan.
tes de las zonas cut·neas entrenadas. En cerebral en la que se encuentran todos Pero, øcÛmo se logra esta superiori-
las personas ciegas se agranda tambiÈn los sistemas sensoriales. En los anima- dad? Cuando evaluamos los potenciales,
el ·rea cortical que representa el dedo les ciegos, un estÌmulo ac˙stico estimu- descubrimos que el m·ximo de activi-
lector del braille: su cerebro se adapta a laba no sÛlo las zonas auditivas de esta dad de los ciegos se halla retrasado. La
las demandas especiales que se le piden. ·rea multisensorial, sino tambiÈn las actividad principal se sit˙a en la parte
Pero los ciegos no sÛlo poseen una visuales. Al parecer, pues, el cÛrtex ecto- posterior de la corteza cerebral y, por
capacidad de resoluciÛn de la piel nota- sÌlvico anterior se reorganiza: los senti- cierto, sobre las ·reas de las que se sabe
blemente buena, sino que pueden, ade- dos sanos se valen de los campos visua- que reciben las entradas de todos los sis-
m·s, reconocer los estÌmulos t·ctiles y les ìen paroî. temas sensoriales. Igual que en el caso

Mente y cerebro 07/2004 27


Potenciales de sucesos correlacionados
Si a un probando se le presenta un estímulo sensorial, por UNIDADES RELATIVAS
ejemplo un sonido, y se registran las corrientes cerebrales —el
electroencefalograma (EEG)— desde el cuero cabelludo, lo pri- CIEGOS
mero que se observa es un borrón. Pero, con ayuda de progra-
VIDENTES
mas de procesamiento de señales asistidos por ordenador, se
pueden extraer las respuestas sistemáticas del cerebro, desen-
cadenadas por el estímulo, en forma de potenciales de sucesos
correlacionados (PSC). Cada una de las ondas y de los valles TIEMPO TRANSCURRIDO
muestran los pasos del procesamiento en las distintas áreas cere- DESDE EL ESTIMULO
brales. El retraso de una onda suministra informaciones sobre 100 200 300 ACUSTICO (MILISEGUNDOS)
cuándo se realiza un paso del procesamiento, la altura de la cresta
informa de la intensidad de la excitación y la distribución de las
señales sobre la superficie craneal permite inferir dónde se pro-
cesa el estímulo.

BRIGITTE RÖDER
En la figura adjunta la mayor altura de la línea roja indica que,
ante el mismo estímulo, el córtex auditivo de los ciegos se excita
notablemente más tarde que el de los videntes.

de los gatos, parece que los invidentes un grado equivalente a un incremento tido ópor ejemplo, ìcuando salimos de
reorganizan estos campos multisenso- del volumen de unos 15 decibelios. acampada, dormimos en una tiendaîó
riales. Las partes competentes de la infor- øHan aprendido los ciegos, que est·n o bien otras en las que la ˙ltima palabra
maciÛn Ûptica procesan ahora estÌmulos privados de ˙tiles informaciones com- estaba fuera de contexto ópor ejem-
ac˙sticos. Cierto que la ubicaciÛn del plementarias, a utilizar con m·s efica- plo, ìPepito cumplir· maÒana diez aÒos
sonido es, con mucho, m·s precisa; mas, cia las seÒales ling¸Ìsticas? Un entre- volc·nîó. Mediante un determinado
a pesar de ello, no puede compensar del namiento suficiente convierte en m·s modelo de los potenciales de sucesos
todo la carencia de la informaciÛn visual. seguro su sistema auditivo, pues en la correlacionados (la llamada seÒal N400),
Aunque los ciegos perciben mejor de vida cotidiana han de captar a travÈs del se puede descifrar cu·ndo reconocen los
dÛnde proviene el pitido de la sirena, los oÌdo gran parte de las informaciones. Lo sujetos del ensayo la palabra que no
videntes, que ven adem·s el piloto ana- que nosotros leemos en los libros o en encaja en la frase.
ranjado, conocen con m·s detalle dÛnde el ordenador, se les suele ofrecer por Tal como era de suponer, los invi-
se encuentra exactamente la ambulancia. medios ac˙sticos. Resulta interesante dentes registraban antes que la frase care-
Otro caso en el que los invidentes mues- que muchos invidentes mejoran sensi- cÌa de sentido. Su cerebro reaccionaba
tran muy eficazmente sus capacidades blemente su velocidad de reconocimiento ya al primer sonido discordante de la
especiales es el de la comprensiÛn lin- si oyen libros sonoros o trabajan con ˙ltima palabra inesperada, en un modelo
g¸Ìstica. En presencia de ruidos de fondo ordenadores con voz. A los oÌdos de los N400. En los probandos no ciegos esta
perturbadores, pueden identificar los es- videntes les suena muy desfigurada la seÒal, que les habÌa de descubrir la incon-
tÌmulos ling¸Ìsticos con mayor acierto que noticia comunicada de forma compri- gruencia, se retrasaba hasta 150 milise-
los no ciegos. Pero Èstos entablan un sen- mida o acelerada. Sin embargo, a los gundos despuÈs del final de la frase.
cillo contacto visual con el hablante y oyentes ciegos les basta con la voz ace- Cuando evaluamos despuÈs la distri-
observan los movimientos de los labios, lerada del ratÛn Micky; entienden lo que buciÛn de los potenciales de sucesos
fenÛmeno que mejora la comprensiÛn en dice sin ning˙n problema. correlacionados, en los videntes se acti-
Para indagar la base neuronal del pro- vaban preferentemente las regiones del
cesamiento algo m·s r·pido del lenguaje, cÛrtex frontal izquierdo, es decir, del
presentamos a los probandos (ciegos y hemisferio cerebral que, en los diestros,
videntes) frases, que o bien tenÌan sen- controla el lenguaje. En los invidentes,
por el contrario, no se hallÛ tal predo-
minio del lado izquierdo, aunque la pro-
porciÛn entre diestros y zurdos era pareja
2. PROCESAMIENTO LINGÜISTICO en los dos grupos de probandos. Parece
AMPLIADO. Al oír una conversación, que las funciones cerebrales ling¸Ìsticas
los videntes (arriba) se sirven tan sólo de de los ciegos se encuentran menos la-
las dos áreas lingüísticas del hemisferio teralizadas.
izquierdo; en los ciegos (abajo) se activan Por medio de la tomografÌa de reso-
también las áreas homólogas del otro
nancia magnÈtica funcional (un proce-
dimiento de formaciÛn de im·genes, que,
hemisferio y algunas partes del córtex
basado en el flujo sanguÌneo, hace visi-
BRIGITTE RÖDER

visual. Para seguir la convención, bles las ·reas cerebrales activas) hemos
las imágenes se ofrecen con examinado los pasos del procesamiento
una inversión lateral. ling¸Ìstico en los sujetos del experimen-

28 Mente y cerebro 07/2004


TG ZWEI
3. LA SENSACION DE LA YEMA DE LOS DEDOS se pone a prueba en los textos
to. Se les presentaron tres tipos de fra- escritos en alfabeto braille. En un marco fijado, cada letra se escribe con seis puntos que
ses: unas obvias óìahora el astronauta sobresalen un poco del papel. Los profesionales del braille llegan a leer 200 palabras
le describir· la Luna al cientÌficoîó, por minuto.
otras, algo forzadas óìahora la Luna el
astronauta le describir· al cientÌficoîó
y algunas incomprensibles con palabras
carentes de sentido óìahora al cortijo naria de percepciÛn. Los videntes iden- de los sistemas sensoriales sanos se in-
le descelebrar· la anguilaî. tifican a una persona por su aspecto, crementa al participar, en las ·reas mul-
sobre todo; la cara constituye aquÌ el ele- tisensoriales, las regiones visuales en el
Se incorpora el córtex visual mento principal de la memoria. Dado procesamiento de las impresiones audi-
En todos los sujetos del experimento se que los ciegos no disponen de la in- tivas y t·ctiles. Ni siquiera el cÛrtex
activaron dos ·reas del hemisferio iz- formaciÛn visual, se ven forzados a re- visual permanece ocioso; es utilizado,
quierdo decisivas para la comprensiÛn conocer a sus prÛjimos por su voz o por al menos en parte, por los otros canales
ling¸Ìstica; y, por cierto, con tanta mayor los ruidos caracterÌsticos que producen sensoriales.
intensidad cuanto m·s sentido tenÌan las al andar. Merced a la mejor prestaciÛn de sus
frases oÌdas. Pero los invidentes utili- Pero, øen quÈ medida pueden com- canales auditivos y t·ctiles, los ciegos
zaban tambiÈn las ·reas homÛlogas del pensar la carencia del sentido de la vista? pueden compensar la carencia de la vista.
hemisferio derecho; m·s a˙n, acceden, A los sujetos del experimento (ciegos y En muchas situaciones aventajan incluso
adem·s, a ·reas cerebrales que, en condi- videntes) les dimos a conocer muestras a los que se guÌan preferentemente por
ciones normales, se ocupan de la evalua- de voz de varias personas. A continua- dicho sentido; algo que me dejÛ claro el
ciÛn de informaciones visuales. Incluso ciÛn se les presentaron de nuevo estas camarero ciego en mi ìcomida a oscu-
en ausencia de estÌmulos Ûpticos, su cÛr- voces, entremezcladas con otras nuevas rasî. Con una seguridad mÛvil de ensueÒo
tex visual no se hunde de ninguna manera y desconocidas. Los participantes debÌan me condujo, evitando todos los obst·cu-
en la inactividad, sino que se apresta a indicar quÈ voces habÌan oÌdo en la pri- los, hasta el baÒo óun recorrido que, sin
desempeÒar otras funciones. øContribu- mera ronda. No hace falta decir que los su ayuda, hubiera acabado conmigo caÌda
yen acaso estas capacidades suplemen- invidentes lo hicieron mejor. Pero, en de bruces en la mesa del vecinoó. Pero
tarias a la superior comprensiÛn lin- otro experimento, mostramos a otro grupo no pueden sustituir del todo el sentido
g¸Ìstica de los ciegos? de videntes sÛlo las caras de los locuto- de la vista. Y tambiÈn esto tiene su razÛn
Quien le recita su n˙mero de telÈfono res sin que oyeran las palabras que pro- de ser, al menos desde una perspectiva
a un ciego, experimenta con frecuencia nunciaban y, en la segunda fase, pre- evolutiva, pues, de lo contrario, los huma-
que Èste no anota el guarismo; afirma que sentamos estas caras y otras nuevas. Los nos podrÌan prescindir de sus ojos.
puede recordarlo. øAgudiza la ceguera videntes, gui·ndose sÛlo por la vista,
no sÛlo los sentidos, sino tambiÈn la reconocieron muchas m·s personas que
memoria? Tal parece, al menos con infor- los participantes ciegos, bas·ndose sÛlo
maciones que les llegan por el canal audi- en la informaciÛn auditiva, lo habÌan
BRIGITTE RÖDER, adscrita al departamento
tivo. Les hemos leÌdo a nuestros pro- hecho.
de psicobiología de la Universidad Philipps
bandos una serie de n˙meros, que debÌan øQuÈ distingue, pues, a los ciegos? En
de Marburgo, investiga las percepciones sen-
repetir poco despuÈs. Los invidentes primer lugar, superan a los videntes en soriales de los invidentes.
repetÌan correctamente muchas m·s cifras muchas percepciones b·sicas. Su oÌdo
que los no ciegos. Y, adem·s, les fun- espacial es m·s preciso, la comprensiÛn
Bibliografía complementaria
ciona notablemente mejor no sÛlo la ling¸Ìstica mejor y tambiÈn es m·s exacta
memoria a corto plazo, sino tambiÈn la su memoria en determinadas tareas. U NDERSTANDING B LINDNESS . M. Hollins.
memoria a largo plazo. Se ha compro- Deben la agudeza de sus sentidos a la Lawrence Erlbaum Associates; Hillsdale,
bado, en m˙ltiples estudios, que recuer- enorme plasticidad del cerebro, que se 1989.
dan durante m·s tiempo tanto palabras amolda, sobre todo en los ciegos de naci- DAS LEBEN BEGINNT HEUTE . ERINNERUNGEN
como ruidos del entorno. miento, a la carencia de la entrada sen- UND B EGEGNUNGEN EINES B LINDEN . J. Lussey-
En su vida cotidiana dependen en todo sorial m·s importante. La eficiencia de ran. Klett-Cotta; Stuttgart, 2000.
momento de esta capacidad extraordi- la elaboraciÛn en las redes neuronales

Mente y cerebro 07/2004 29


ENTREVISTA
Robots:
la revolución pendiente
Helge Ritter dirige el grupo de trabajo de neuroinformática de la Escuela Técnica de la Universidad de
Bielefeld. Mediante redes neuronales artificiales y robots, se proponen imitar facultades propias de los
organismos, en particular la percepción y el movimiento

Hartwig Hanser lo. Sin embargo, lo genuino de los ani- manos y sus movimientos en el espacio
males y las personas radica en tareas de forma correcta.
Myc: Profesor Ritter, øpor quÈ construir m·s complejas, menos definidas, de nues-
robots? tra vida cotidiana, en particular la per- Myc: Detalle su funcionamiento.
Profesor Helge Ritter: La inteligencia cepciÛn y la motricidad. Para imitar estas Ritter: Hemos desarrollado un sistema
artificial se ha venido dedicando a tareas capacidades necesitamos, adem·s de multicapa que se incluye en los robots.
claramente definidas: calcular o jugar al ordenadores, Ûrganos sensoriales arti- En primer lugar, detecta en quÈ lugar del
ajedrez. En estos campos, un ordenador ficiales, que recojan la informaciÛn del espacio se encuentra la mano de una per-
puede demostrar su capacidad por sÌ so- entorno, extremidades orientables. En sona, luego busca la punta de los dedos
una palabra, robots. y reconstruye, por fin, a partir de su posi-
ciÛn, la forma tridimensional de la mano.
Myc: Pero, øno bastan para ello mode- Las diferentes acciones individuales
los de simulaciÛn por ordenador? requieren su correspondiente red neu-
Ritter: Para algunas cuestiones sÌ. A no- ronal artificial, que hemos sometido a
sotros, sin embargo, nos interesa apro- prueba con ejemplos concretos de datos.
piarnos de la capacidad de los sistemas De momento, funcionan ya dos varian-
nerviosos para la tÈcnica. Por eso nece- tes de este sistema.
sitamos que nuestros robots act˙en tam-
biÈn en situaciones reales. Myc: øA saber?
Ritter: Una determina la posiciÛn en
Myc: øQuÈ tipos de acciones en par- condiciones de luz controladas y un
ticular? fondo homogÈneo. La otra admite ilu-
Ritter: Ante todo, cuanto guarde rela- minaciÛn natural: no es tan exigente
ciÛn con las manos: controlar las manos, con la regularidad del fondo, si bien, a
reconocerlas y seguir la evoluciÛn de costa de una menor precisiÛn. TambiÈn
sus movimientos. Queremos averiguar, esta segunda variante puede encontrar
asimismo, las posibilidades de comuni- una mano y reconocer si est· ejecutando
caciÛn entre la persona y el robot. No un gesto de indicaciÛn y hacia dÛnde
abandonamos el reconocimiento y pro- seÒala.
cesamiento del lenguaje, dominios m·s
prÛximos a la inteligencia artificial cl·- Myc: øLe han encontrado aplicaciones
sica, pero nos concentramos m·s en las en la vida real?
manos y su actuaciÛn conjunta con el len- Ritter: Siempre investigamos con la
guaje, a travÈs de los gestos, por ejem- mente puesta en posibles aplicaciones,
plo. Como nexo de uniÛn entre persona si bien nuestro trabajo atiende priorita-
y m·quina, las redes neuronales artifi- riamente a los fundamentos. No se debe
FRANK NITSCHKE

ciales ómodelos de redes neuronales infravalorar el camino entre un prototipo


simuladas en el ordenadoró resultan de investigaciÛn operativo y su comer-
muy pertinentes. Pueden reconocer las cializaciÛn.

30 Mente y cerebro 07/2004


Myc: Aterrizando en las exigencias del centrarse en aspectos fundamentales: por ordenador que pretendÌan crear esce-
dÌa a dÌa, øcu·ndo habr· en el mercado trato personal, conversaciÛn, interÈs y nas autÈnticas.
un robot de limpieza para las tareas asistencia individualizada. Ritter: Para las representaciones virtua-
domÈsticas? les a las que alude, los programadores
Ritter: No por socorrido deja de ser un Myc: øPodrÌa hacerse m·s ìhumanoî el introdujeron todos los movimientos pa-
ejemplo ambicioso. Las labores domÈs- contacto con un robot de asistencia? so a paso. Por tanto, los actores de Final
ticas representan un terreno extremada- Ritter: No conviene poner el listÛn en Fantasy no eran inteligencias artificiales
mente difÌcil para el robot. EntraÒan un punto inalcanzable. Estas m·quinas en sentido estricto: carecÌan de autono-
tareas muy diferentes: limpiar, fregar, reconocer·n las personas a travÈs de su mÌa para gobernar sus propios movi-
ordenar, cocinar, segar el cÈsped del jar- aspecto o su habla y reaccionar·n de mientos. Los actores virtuales del futuro,
dÌn y dem·s. Construir un talento uni- forma correspondiente. Un robot podrÌa por el contrario, recibir·n instrucciones
versal para ello no es grano de anÌs. En mantener un di·logo elemental y enhe- generales de la direcciÛn, lo mismo que
un futuro muy cercano los robots opera- brar su contenido con lo hablado el dÌa los actores humanos. Pero no saldr·n de
r·n en ·mbitos parciales, limitados. El anterior. ellos los sentimientos representados.
aspirador autÛnomo, por ejemplo. Hay Pensemos en un robot de cocina que domi-
algunos modelos ya en el comercio, pero Myc: Algunos robots desarrollados con nara todas las recetas del mundo. Siempre
est· por ver hasta quÈ punto satisfacen fines l˙dicos (el perro met·lico Aibo o le ser· desconocido el placer producido
las expectativas. los tamagotchi) han sido ya aceptados por la comida de uno de tales platos. En
y, en su enfoque, simulan una forma rudi- resumen, estamos lejos de saber si pue-
Myc: øEn quÈ otros campos resultarÌa mentaria de vida animada. den copiarse todos los componentes esen-
beneficiosa la introducciÛn del robot? Ritter: Las propiedades seudoemocio- ciales de la inteligencia humana.
Ritter: Ante el envejecimiento progre- nales que manifiestan corresponden al
sivo de la poblaciÛn, dentro de pocos ·mbito de la ìcomputaciÛn emocionalî, Myc: øCabe tambiÈn que la inteligen-
aÒos se reclamar·n ayudas m·s eficien- lÌnea de investigaciÛn que persigue dos cia artificial evolucione en una direc-
tes para las personas con capacidad de objetivos complementarios. Por un lado, ciÛn extraÒa e incomprensible para no-
motricidad limitada. Faltan cuidadores las m·quinas deben poder reconocer las sotros?
cualificados. Por tanto, importa ampliar emociones humanas. Nosotros, los huma- Ritter: Las m·quinas con un grado de
la oferta de ayudas a travÈs de la robÛ- nos, nos orientamos a travÈs de la ento- inteligencia comparable al nuestro ten-
tica. Los robots podrÌan realizar tareas naciÛn del habla o la comunicaciÛn cor- drÌan que adquirir y completar sus capa-
rutinarias como acercar objetos, ayudar poral. Se trata de imitar, en la tÈcnica, cidades intelectuales por sÌ mismas a tra-
a comer o auxiliar en el aseo corporal. dicha capacidad. El segundo objetivo vÈs del aprendizaje. Aprender de forma
En ese ·mbito, el robot deber· estar capa- consiste en aportar a los robots la capa- independiente les posibilitar· un com-
citado para reconocer personas, objetos cidad de simulaciÛn de emociones, lo ponente de desarrollo intelectual libre,
y requerimientos, asÌ como poder orien- que facilitarÌa la comunicaciÛn con ellos. por asÌ decirlo. Pero mientras podamos
tarse de manera autÛnoma y moverse Por esa vÌa podrÌa llegarse a la creaciÛn conversar y entretenernos con una inte-
coordinadamente. de actores virtuales que expresaran emo- ligencia artificial no nos podr· ser del
ciones humanas. todo extraÒa.
Myc: øAceptarÌa la opiniÛn p˙blica este
tipo de asistencia a los ancianos? Myc: En la pelÌcula Final Fantasy apa- Myc: No participa, pues, de la idea exten-
Ritter: Existe una difusa reticencia. Tal recÌan actores generados exclusivamente dida, seg˙n la cual de aquÌ a medio siglo
perspectiva no acaba de encajar en el
talante de la cultura occidental. No es el
caso del JapÛn, paÌs que se halla muy ade-
lantado en todo lo concierniente al de-
sarrollo de robots de asistencia.

Myc: øPor talante designa usted el miedo


a que la asistencia robÛtica degenere en
rutina carente de calor humano?
Ritter: No se sustituir· a los celadores
humanos. SÛlo se les aliviar· la carga.
No debiÈramos perder de vista las ven-
tajas pr·cticas de tareas parcialmente
automatizadas: los robots aportan mayor
autonomÌa a los asistidos. A los celado-
res, les quedarÌa m·s tiempo para con-

1. COMPAÑEROS DE METAL.
Perfectos sirvientes todoterreno como
C3PO y R2D2, de la película La guerra
DEFD-MOVIES

de las galaxias, podrían tardar todavía


en llegar.

Mente y cerebro 07/2004 31


DEFD-MOVIES
2. AUTENTICOS. Los movimientos de
los robots superar·n a las personas, si las figuran de la película Final Fantasy se
no las someter·n. programaron paso a paso. No se trataba
Ritter: SÛlo cuando pudiÈsemos repro- de inteligencia artificial autónoma.
ducir la inteligencia humana de forma
amplia y completa, poseerÌan los robots
nuestras facultades. Si nos tuviÈsemos
que asustar ante esta perspectiva, enton- cientes montaÒas de datos. Habr· orde-
ces deberÌamos temernos a nosotros mis- nadores con capacidad de visiÛn y com-
mos. Sin embargo, esta meta se halla en prensiÛn del habla. En estos momentos
mi opiniÛn muy lejana, por lo menos no el Ìndice de errores es demasiado alto en
en un futuro prÛximo. el caso de dictado a ordenadores. Adem·s,
la miniaturizaciÛn continuar· en su
Myc: øPor quÈ? camino ascendente; los computadores
Ritter: Hans Moravec, representante de podrÌan estar integrados en objetos de la
este enfoque, basa su predicciÛn en la vida diaria como la vestimenta. Conta-
capacidad de cÛmputo de los ordenado- remos con robots de ayuda que puedan
res, que crece de forma vertiginosa. El llevar a cabo tareas cotidianas de manera
ordenador actual m·s r·pido posee ya una fiable.
capacidad de c·lculo que Moravec la
equipara aproximadamente al cerebro Myc: øEn quÈ punto del camino hacia
de un mono. Pese a ello, este ordenador una inteligencia artificial que pueda equi-
carece de las capacidades del mono. El pararse a la humana se encuentra hoy la
pasar de un rendimiento de c·lculo muy ciencia?
alto a una inteligencia elevada constituye Ritter: Podemos comparar la evoluciÛn
una cuestiÛn endiabladamente difÌcil. de la inteligencia artificial con la de la
En este sentido, nos queda todavÌa mucho generaciÛn de luz, un ·mbito de la tÈc-
que aprender de la naturaleza. nica que dominamos. Hace 250 aÒos las
personas utilizaban velas y l·mparas de
Myc: øDÛnde situarÌa usted la inteligen- aceite. Hasta que llegÛ Thomas Edison
cia artificial dentro de un decenio? e inventÛ la bombilla. Durante dÈcadas
Ritter: Lo m·s interesante son las sor- pareciÛ indudable que aquÈl habÌa sido
presas que se escapan a toda predicciÛn. el gran paso adelante; lo que le siguiÛ fue-
Dicho esto, en los prÛximos aÒos debe- ron sÛlo modelos mejores y mayores.
rÌan desarrollarse herramientas para el øEn quÈ situaciÛn nos encontramos ahora?
manejo inteligente de cantidades ingen- Sin desechar las bombillas, contamos
tes de datos. De la misma forma que la adem·s con tubos de neÛn, l·ser, diodos
maquinaria de construcciÛn permite hoy luminosos y luz quÌmica. Supongo que
en dÌa remover grandes masas de tierra la consecuciÛn de inteligencia artificial
y arena, precisamos ìrobots de infor- nos aportar· numerosas sorpresas, pero
maciÛnî que se desenvuelvan entre cre- no hemos dado el gran salto adelante.

32 Mente y cerebro 07/2004


MENTE, CEREBRO Y SOCIEDAD
Matemáticas
en el jardín de infancia
No son sólo los niños prodigio los únicos que saben contar a los cuatro años de edad.
En un experimento realizado con niños del jardín de infancia se obtienen avances notables al aplicar
nuestros conocimientos sobre desarrollo cerebral

Hartwig Hanser car los avances neurodid·cticos en las un n˙mero distinto visto desde todos los

ì°A
aulas y descubrir quÈ estrategias podrÌan ·ngulos.
hora viene el embrollo!î acompaÒar a la introducciÛn en el mundo En esta operaciÛn una tarea decisiva
Los 15 niÒos en edades de de los n˙meros. consiste en asociar los n˙meros a acon-
cuatro a seis aÒos obser- tecimientos. Sabemos que las cifras se
van con los ojos muy abiertos cÛmo el En la ciudad de los números retienen mejor y el cerebro las fija con
adulto disfrazado de duende de los n˙- En diversos jardines de infancia del Lahr mayor firmeza si van ligadas a emocio-
meros va brincando por su ciudad ma- se desarrolla la primera fase del pro- nes. Casi todo el mundo sabe lo que hacÌa
tem·tica. Lo revuelve todo: coloca al yecto. Durante diez horas se estimula a la tarde del 11 de septiembre de 2001;
escarabajo de seis patas junto al tri·n- los niÒos para que experimenten sen- muy pocos recuerdan dÛnde estaban el
gulo; arrima al dado el banderÌn con el sorialmente el ·mbito numÈrico de uno 11 de agosto o el 11 de octubre.
n˙mero tres pintado. En cuanto se retira a diez: mediante juegos de movimien- Para sacar el m·ximo provecho del
ese personaje perturbador, hay que vol- tos, muÒecos, historias, canciones, estro- efecto vinculado a un acontecimiento, en
ver a ordenarlo todo. Dando gritos de fas rimadas, pinturas y escritos. Cada cada clase se realza un n˙mero como
entusiasmo los pequeÒos re˙nen y agru- semana aprenden, a lo largo de una hora, algo singularmente especial bajo la
pan los objetos de acuerdo con su n˙mero
correspondiente.
Los pupilos del jardÌn de infancia
municipal en Kuhlbach, a orillas del 1. NINGUN MIEDO AL CONTACTO. Desde preescolar se puede transmitir a los niños
Lahr, participan en un estudio cientÌfico el acceso al mundo de los números.
que pone en cuestiÛn un prejuicio muy
extendido: la estimulaciÛn matem·tica
a esas edades resulta, en general, perju-
dicial. Se teme que al exigir demasiado
a los niÒos se les inducirÌa una sensa-
ciÛn de frustraciÛn que repercutirÌa de
forma negativa en su acceso posterior al
mundo de los n˙meros.
Gerhard Friedrich no comparte en
absoluto esa creencia. Desde hace m·s
de un decenio, este profesor de mate-
m·ticas y tÈcnica en enseÒanza secun-
daria se dedica a la ìneurodid·cticaî,
una nueva disciplina que tiende puentes
entre la investigaciÛn cerebral y la peda-
gogÌa. Desde el punto de vista neu-
robiolÛgico, los niÒos del jardÌn de in-
NORBERT SCHÄFER / CORBIS

fancia se encuentran en una fase de


extraordinaria importancia para el desa-
rrollo cerebral de estructuras centrales
y activas a lo largo de toda la vida.
Friedrich estudia la posibilidad de apli-

Mente y cerebro 07/2004 33


r˙brica de ìn˙mero del dÌaî, centro y por la forma del n˙mero de la casa. En su atenciÛn porque este personaje re-
protagonista de todo lo dem·s. Friedrich la zona del uno, todas las cosas apare- vuelve todo el orden matem·tico: colo-
ha ideado unos muÒecos, lo que le per- cen sÛlo una vez; en la del dos, dos veces, ca las casas numeradas en los jardines
mite que ingrese un n˙mero nuevo en el y asÌ sucesivamente. que no corresponden, cambia unos ban-
jardÌn de infancia o que venga al aula un derines con n˙meros por otros o traslada
hermano de la cifra anterior. Momento culminante: los objetos de las instalaciones de un
La parte central de estimulaciÛn infan- aparece el duende extremo a otro. DespuÈs, los niÒos tienen
til es la ìciudad de los n˙merosî. En ella En el transcurso del experimento la con- que poner cada cosa en su sitio, un ejer-
cada n˙mero tiene su propia ìcasa nu- figuraciÛn del jardÌn adquiere paulatina cicio con el que disfrutan lo indecible.
mÈricaî, rodeada por un ìjardÌn de ci- complejidad. Se va llenando de piedras, En los jardines numerados entre las
frasî, que puede estar limitado por aros pelotas, torres de cubos con n˙meros, ani- casas se verifica otro resultado de la
rÌtmicos o por colchonetas. Friedrich se males... siempre acordes con la cifra en investigaciÛn cerebral. Cada senda consta
vale aquÌ de la habilidad de nuestro cere- cuestiÛn. Una araÒa de ocho patas entra- de baldosas numeradas del uno al diez.
bro para retener las localizaciones. Se r· en un jardÌn con el n˙mero ocho; un Al pasear por ellas, los niÒos van con-
trata de una facultad de hondas raÌces evo- escarabajo, en otro jardÌn, con el seis. tado en voz baja o en silencio. Ese corre-
lutivas: un hombre primitivo extraviado Los niÒos se rigen por el n˙mero de ·ngu- teo activo les hace vivir un orden que es
era muy poco despuÈs un hombre pri- los que perciben para acoplar los tri·n- de suma importancia para la compren-
mitivo muerto. gulos, pent·gonos y diferentes objetos siÛn numÈrica. La asociaciÛn real de los
Durante las sesiones, los niÒos viven de la vida diaria con los guarismos corres- n˙meros con movimientos activos es-
cada vez en una casa distinta, lo que les pondientes. timula a que el cerebro los registre de
lleva a identificarse con el n˙mero corres- La apariciÛn del duende de los n˙me- tal manera que posteriormente se pueda
pondiente. El guarismo marcado en un ros representa el punto culminante de la recurrir a esos contenidos con mayor
banderÌn es identificable en las casas sesiÛn de entrenamiento. Si va de un lado facilidad.
tanto por el n˙mero de ventanas como para otro, los niÒos tienen que extremar Mediante este ejercicio los niÒos, de
cuatro o cinco aÒos, estructuran en el
cerebro una especie de vector numÈrico
óuna representaciÛn lineal de los n˙-
merosó igual a la existente m·s adelante
en los escolares y en los adultos. Con su
La investigación cerebral entra en la escuela ayuda los pequeÒos pueden responder
óa menudo incluso con los ojos ven-
Ya en el año 1988 Gerhard Preiss, cate- aprender significa que en el cerebro dadosó a preguntas como ìøDÛnde me
drático de didáctica de la Universidad se desarrollan procesos muy comple- encuentro ahora?î o ìøQuÈ n˙mero hay
de Friburgo, propuso introducir una jos: se deshacen conexiones escasa- delante de mÌ y cu·l directamente detr·s
asignatura autónoma basada en la inves- mente utilizadas entre ciertas neuro- de donde yo estoy?î. Este camino de n˙-
tigación cerebral y en la pedagogía: la nas, y en cambio se refuerzan y se meros tambiÈn ayuda a preparar ope-
neurodidáctica. De acuerdo con esta aseguran otras de actividad frecuente. raciones elementales de c·lculo. AsÌ, la
nueva disciplina la pedagogía escolar Generalmente los quince primeros indicaciÛn ìm·s dosî significa avanzar
y la didáctica general tienen que con- años de vida son decisivos para estas dos pasos y ìmenos tresî retroceder tres.
ceder más importancia al hecho de que interconexiones neuronales. De ahí la Como era inevitable aquÌ tambiÈn vuelve
el aprendizaje se basa en procesos cere- importancia de su estimulación pre- a hacer locuras el duende matem·tico y
brales y que los resultados cognitivos coz. a revolver las baldosas con los n˙meros.
se amplían paralelamente al desarro- De manera muy especial disfrutan los
llo del cerebro infantil. Sobre esa base, Especialmente en el jardín de infan- niÒos con historias inventadas a propÛ-
la neurodidáctica investiga las condi- cia y en la enseñanza primaria los peda- sito del n˙mero del dÌa. AsÌ, pongamos
ciones bajo las que el aprendizaje gogos se resisten a marcarse el obje-
por caso, el cuento del ìdosî que repite
humano puede optimizarse al máximo. tivo de entrenar el pensamiento infantil.
Los avances en investigación cerebral Y ello a pesar de que precisamente a
todo una vez. SÛlo quien pueda presen-
permiten entender mejor los proce- esa edad el cerebro infantil busca nuevo tar dos cosas iguales est· autorizado para
sos de aprendizaje, de lo que se pue- alimento. El aprendizaje se estimula entrar en su casa. O el cuento del ìcincoî
den derivar directamente consecuen- casi automáticamente con un entorno en su funciÛn de alcaldesa de la ciudad
cias prácticas. Si se aplican por ejemplo variado y cambiante que despierte la de los n˙meros. Para entrar en el
en las clases escolares los niños debe- curiosidad. Ayuntamiento el uno tiene que llevar de
rían aprender en función de sus dispo- Este efecto se intensifica con los sen- la mano al cuatro (1 + 4 = 5) y el tres al
siciones y talentos individuales. Cuanto timientos vinculados a la materia del dos (2 + 3 = 5).
mejor domina un alumno una determi- aprendizaje, pues así se estimula la acti- Se parte de la psicologÌa del desarro-
nada asignatura tanto más rápidamente vidad de las redes neuronales y se for- llo: los niÒos en edad preescolar pien-
puede avanzar en la misma. talecen consecuentemente sus cone- san con esquemas egocÈntricos y tien-
Sin embargo en la práctica escolar dia- xiones.Y algo muy importante: cuanto den a atribuir propiedades m·gicas a las
ria por regla general apenas se inten- más compleja es la transmisión de la cosas; personifican los n˙meros, a los
tan desarrollar las capacidades ya exis- información tanto más tiempo queda que creen capaces de transmitir despuÈs
tentes. En lugar de ello se martiriza a grabada en la memoria a largo plazo. ó como si fueran seres vivosó sus pro-
los niños preferentemente haciendo A este principio se presta también piedades matem·ticas. Al mismo tiempo,
hincapié en sus puntos débiles. atención en el estudio del jardín de estimulan sus facultades ling¸Ìsticas.
Desde la perspectiva neurobiológica infancia de Lahr. Otro mantra de la neurodid·ctica sos-
tiene que el aprendizaje efectivo se sirve

34 Mente y cerebro 07/2004


2.

GERHARD FRIEDRICH
¿PREPARADOS? ¿LISTOS? ¡YA! A los
niños les corresponde cada vez por sorteo
un número diferente. El resto de la clase
la pasan en la casa correspondiente y en
el jardín que llevan ese número.

simult·neamente de muchos y diversos


canales de entrada. Los niÒos escriben,
cantan y bailan seg˙n el n˙mero del dÌa;
resuelven sencillos acertijos numÈricos
o aprenden canciones rimadas. Algunas
preguntas intencionadas les estimulan
a contemplar el mundo desde el ·ngulo
matem·tico. Por ejemplo ìøQuÈ existe
en el mundo sÛlo por una vez?î (Mi
padre, mi madre el Sol y yo). ìøCu·ntas
ruedas tiene una bicicleta y cu·ntas un
automÛvil?î O esta otra pregunta: ìøPue- lores y de las formas, distinciÛn de figu- los pertenecientes al grupo control. Con
de sostenerse una silla sÛlo sobre dos ras sobre un trasfondo, repeticiÛn y reten- una novedad: los niÒos del jardÌn de in-
patas?î. Todos estos elementos singula- ciÛn de n˙meros, capacidad discursiva fancia se interesan por los n˙meros
res deben enlazar el conjunto de expe- general y percepciÛn de detalles. mucho m·s de lo que generalmente se
riencias adquiridas hasta entretejer un Friedrich, auxiliado por Horst Munz, esperaba de ellos.
mundo de ideas global y con matices realiza estos tests con niÒos que han par- Los resultados de su estudio refuer-
positivos. ticipado en las diez horas de los juegos zan al neurodid·ctico en sus esfuerzos
numÈricos. Por grupo control, toma otros por llamar la atenciÛn sobre el impor-
Diez horas de entrenamiento: niÒos de la misma edad que no han tante papel del jardÌn de infancia desde
Siete meses de ventaja seguido este programa de promociÛn el punto de vista pedagÛgico. En esa
Para la valoraciÛn del ensayo, Friedrich precoz. A la vista de los primeros resul- edad el cerebro humano est· completa-
recurre a los apartados matem·ticos del tados, no cabe albergar dudas sobre los mente abierto y deseoso de aprender.
proceso de escolarizaciÛn de Kiel, que efectos contundentes de la promociÛn
examina la madurez escolar de los niÒos prematura: con diez horas de entrena-
averiguando diferentes capacidades: com- miento se consigue que los niÒos aprue-
prensiÛn y producciÛn de las cantidades ben el examen de ingreso en la escuela HARTWIG HANSER es doctor en bioquí-
matem·ticas, reconocimiento de los co- aproximadamente siete meses antes que mica.

Dismorfofobia
Millones de personas sufren obsesionadas por supuestas irregularidades de su cuerpo.
No existe una terapia eficaz reconocida

Hubertus Breuer que ha modelado su rostro desde 1990 menes prominentes, cuellos de toro, nari-
mediante docenas de operaciones toman- ces ganchudas, papadas, lorzas o fren-

ìT
rasformaciÛn extremaî se do como modelos distintas figuras de la tes arrugadas aguijonean el estado de
llama un programa de tele- pintura occidental. ìHe regalado mi cuer- ·nimo. Los afectados no paran de con-
visiÛn de la emisora nortea- po al arteî, afirma crÌpticamente la artista trolarse ante el espejo, cuando no evitan
mericana ABC que asegura a los espec- francesa. Hay incluso quienes, en su af·n sin m·s su reflejo. Se trata de personas
tadores la consecuciÛn de algo con lo que patolÛgico por remodelar el cuerpo, lle- que temen fracasar ante los dem·s, dolo-
la mayorÌa de ellos sueÒa: tener una apa- gan al extremo de desprenderse de un rosamente conscientes de su supuesta
riencia perfecta. En la pantalla, bajo el brazo o de una pierna, porque no se ajusta deformidad. La dismorfofobia pertenece,
bisturÌ de un cirujano pl·stico, desapa- al canon, tal como ellos lo ven. pues, al grupo de los trastornos obsesi-
recen las prominencias nasales, la piel Esa obsesiÛn por la propia apariencia vos, que condicionan el pensamiento y
fl·ccida recupera tersura, se desvanecen recibe el nombre tÈcnico de dismorfofo- la conducta.
las bolsas de los p·rpados, los pechos se bia, literalmente miedo a la fealdad. En- Cierto es que el deseo o la visita al ciru-
hinchan y los dientes vuelven a relucir. rique Morselli acuÒÛ el tÈrmino a finales jano para una operaciÛn pl·stica no
La obsesiÛn con el propio cuerpo puede del siglo XIX tras observar en docenas de entraÒa, de suyo, ning˙n sesgo psicÛ-
adquirir todavÌa formas m·s pintores- personas el cuadro de la enfermedad. tico. Quien se hace un ìliftingî o una lipo-
cas. Se ha hecho famoso el caso de Orlan, Caderas anchas, pechos mÌnimos, abdÛ- succiÛn suele encontrarse contento tras

Mente y cerebro 07/2004 35


tades de aprendizaje y problemas de
DPA

memoria. Deckersbach pidiÛ a los suje-


tos sometidos a una prueba que intenta-
ran reproducir de memoria una figura
geomÈtrica que se les habÌa mostrado
previamente. A los pacientes con dismor-
fofobia les resultÛ harto m·s costoso que
a los sujetos control. En opiniÛn de
Deckersbach la explicaciÛn podrÌa resi-
dir en que los dismorfofÛbicos se fijan
demasiado en los detalles y muy poco
en la figura en cuanto tal, en la impre-
siÛn del conjunto.
No obstante, los psiquiatras se mues-
tran remisos a extraer, a partir de datos
tan escuetos, conclusiones definitivas
sobre los fundamentos neuronales de la
enfermedad. Los pacientes con otras ob-
sesiones han de vÈrselas a menudo con
idÈnticos problemas de memoria. Con
todo, los procedimientos de exploraciÛn
gr·ficos ofrecen algunas indicaciones.
En los dismorfofÛbicos se observan alte-
“ANTES Y DESPUES”. El esculpir el propio cuerpo no es algo infrecuente dentro del raciones en determinados circuitos de la
mundo del espectáculo. Uno de los ejemplos más conocidos es el del cantante Michael corteza cerebral prefrontal, una regiÛn en
Jackson (a la izquierda en 1977 y a la derecha en 2002). la que se encuentra la sede de las facul-
tades cognitivas superiores.
Thomas Schl‰pfer ha detectado una
hiperactividad en la corteza prefrontal
la intervenciÛn. Sin embargo, hay algu- depresiones y neurosis obsesivas. Se dan en los pacientes con obsesiones, quie-
nas personas que se colocan una y otra incluso casos de suicidio. nes siguen procedimientos de control
vez bajo el bisturÌ para corregirse supues- Katherine Phillips, psiquiatra de la exagerados. Ve·moslo con un ejemplo
tas deformidades, sin que luego, tras las Universidad de Brown, opina que lo peor com˙n. A todos nos ha ocurrido que, al
operaciones, se haga patente ante sus para estas personas radica en que suelen salir de casa, hayamos vuelto sobre nues-
ojos mejora estÈtica alguna. Pensemos, acabar en un aislamiento absoluto. No tros pasos para asegurarnos de que he-
por ejemplo, en Michael Jackson, artista es raro que el paciente achaque a otros mos dejado el horno apagado o la plan-
musical, que considera su rostro como la causa de esa supuesta fealdad. En mayo cha desenchufada. Pero los pacientes
un proyecto permanentemente inaca- de 1999 un joven turco de veintisÈis aÒos obsesivos vuelven sobre sus pasos una
bado, o Lolo Ferrari, actriz fallecida hace entrÛ en una clÌnica de otorrinolaringo- vez tras otra por el mismo motivo.
tres aÒos, que pasÛ en veintidÛs ocasio- logÌa de Ludwigshafen y disparÛ contra Un comportamiento tan llamativo no
nes por el quirÛfano: cinco veces para el mÈdico jefe; habÌa quedado descon- puede mantenerse oculto durante mucho
modificar el tamaÒo del pecho, seis veces tento con su nariz supuestamente encor- tiempo. Para remediarlo, los neurÛlogos
la nariz, tres veces los ojos, amÈn del resto vada, a la que atribuÌa todos sus fraca- han comenzado a actuar directamente
de intervenciones efectuadas en las meji- sos en la vida. sobre los procesos alterados de la cor-
llas, los labios y la frente. El bisturÌ de- No existe unanimidad sobre la inci- teza prefrontal. Recurren a la estimula-
sempeÒaba en ella el papel de una dudosa dencia de esta enfermedad. Por lo que ciÛn magnÈtica transcraneal (EMT).
forma de psicoterapia. concierne a los Estado Unidos, Phillips Consiste en crear, junto a la cabeza, una
la cifra en niveles epidÈmicos: el dos por corriente generada por una bobina. Esta
La adolescencia, ciento de la poblaciÛn norteamericana, corriente induce un campo magnÈtico
etapa de riesgo m·s de cinco millones de personas. En que penetra sin causar daÒo significa-
La parte corporal que m·s preocupa a las el polo opuesto se sit˙a David Sarwer, tivo alguno a travÈs de la pared cra-
personas mortificadas por este tipo de psiquiatra del hospital clÌnico de la neana. El campo magnÈtico origina, a
obsesiones es la cabeza. Destaca el ros- Universidad de Pennsylvania, quien su vez, una corriente en la zona cere-
tro, seguido del pelo, la piel y los ojos. entrevistÛ hace cuatro aÒos a una serie bral establecida previamente, estimu-
En las mujeres se aÒade adem·s el pecho de personas que se habÌan sometido a lando o inhibiendo asÌ determinados pro-
y en los varones el pene. La dismorfofo- alg˙n tipo de operaciÛn cosmÈtica. SÛlo cesos cerebrales.
bia se est· extendiendo entre adolescen- una minorÌa de ellos padecÌa alguna ano-
tes y adultos jÛvenes, Època en que no malÌa psÌquica. Atravesar el umbral
ha madurado todavÌa una plena conscien- Sus causas neuropsicolÛgicas perma- A cierto paciente que se veÌa impelido a
cia de sÌ mismo. La idea de estar malfor- necen oscuras. De acuerdo con el trabajo realizar complicados rituales antes de
mado puede llegar a dominar el pen- realizado por Thilo Deckersbach, de la atravesar el umbral de una puerta, el
samiento de una forma tal, que impida facultad de medicina de la Universidad mÈtodo terapÈutico le ayudÛ de forma
llevar una vida normal. No es extraÒo, de Harvard, y por otros investigadores, inmediata: tras el tratamiento, logrÛ, por
por tanto, que tales ìafligidos por la feal- los pacientes con dismorfofobia acos- primera vez desde hacÌa aÒos, ir de una
dadî padezcan tambiÈn fobias sociales, tumbran experimentar tambiÈn dificul- habitaciÛn a otra sin titubeos. Pero, des-

36 Mente y cerebro 07/2004


graciadamente, los sÌntomas retornaron anÌmico. Una psicoterapia adecuada ciÛn de un miembro sano. Sin embargo,
al cabo de una semana. Aunque no se podrÌa mitigar la sintomatologÌa. Robert Smith, un cirujano brit·nico, dio
alcanzan efectos perdurables con la EMT, En casos excepcionales, la imagen que el paso irreversible en 1997 con dos pa-
promete pistas interesantes para desen- de sÌ tienen los dismorfofÛbicos puede cientes. Les amputÛ una pierna. Cortadas
traÒar las bases neurolÛgicas de las obse- inducirles a pensar que una parte entera han quedado tambiÈn las licencias de
siones. Muchos pacientes reconocen el de su cuerpo les es postiza. Y no ven otra Smith; a raÌz de estos hechos se le ha pro-
beneficio que les reportan algunos me- soluciÛn que la amputaciÛn. Esta preten- hibido realizar cualquier tipo de opera-
dicamentos; el prozac, por ejemplo, que siÛn del paciente coloca al medico ante ciÛn en su clÌnica de Falkirk. El se excusa
aumenta el nivel de serotonina, un neu- un grave dilema Ètico. En principio, ca- aduciendo que ha actuado cumpliendo
rotransmisor cerebral, y mejora el estado rece de sentido terapÈutico la amputa- la voluntad de los pacientes.

Robots domésticos
Aunque parece muy remota la posibilidad de que los robots colonicen la Tierra,
sí pueden ir sustituyendo al hombre en tareas específicas

Axel Walthelm øA quÈ altura? øDebe girarse el pomo? los sentidos, unas cien veces m·s infor-
En caso afirmativo, øen quÈ sentido? maciÛn de la que devuelve con su acciÛn.

L
a prÛxima generaciÛn de m·qui- øDeber· acaso tirar hacia sÌ? Si se trata Pero no es la capacidad de percepciÛn
nas inteligentes comienza a tomar de una puerta corredera, los titubeos se sensorial lo que representa un problema:
cuerpo en los robots de servicio, multiplican. en este contexto, el equivalente lo darÌa
que nos deberÌan echar una mano en las Cualquier persona resuelve tales pro- un computador de un gigabit Ethernet.
labores domÈsticas. Pero el primer con- blemas en la mayorÌa de las ocasiones El cuello de botella aparece en el pro-
tacto suele resultar decepcionante: ni sin perderse en reflexiones. Y si apare- cesamiento de seÒales aferentes en el sis-
sombra de comportamiento inteligente. cen, por azar, complicaciones inespera- tema nervioso central, con sus m·s de
Se venden ya robots aspiradores que se das se solicita ayuda a alguien o se aplica cien mil millones de neuronas, cada una
mueven por la estancia sin orientaciÛn, alguna de las innumerables estrategias enlazada con otro millar a travÈs de
que sÛlo por casualidad, se dirÌa, encuen- de resoluciÛn de problemas que se han sinapsis.
tran la mancha de la alfombra. aprendido en el curso de la vida. En recoger los estÌmulos aferentes y
Los propios robots experimentales fra- øA quÈ se debe tal limitaciÛn de los determinar su reacciÛn inmediata, una
casan cuando se trata de abrir una puerta robots? Basta abrir un manual de fisio- neurona invierte unos diez milisegun-
de un tipo desconocido: øse halla a la logÌa para saber que el hombre recibe dos; puede, pues, reaccionar aproxima-
derecha o a la izquierda el picaporte? del entorno, a travÈs de los Ûrganos de damente cien veces por segundo. Este
tiempo de tacto de cien hertz no puede
competir hoy con un moderno procesa-
dor de gigahertz. Sin embargo, si inten-
1010 tamos crear un ordenador capaz de repro-
500 TERABYTE = EQUIVALENCIA CON EL CEREBRO
ducir el cerebro humano con todas sus
sinapsis, Èste deberÌa realizar en total
108 4  10 16 operaciones aritmÈticas por
segundo (40 petaflops) para alcanzar
MEMORIA PRINCIPAL EN MEGABYTES

las mismas prestaciones. Y la memoria


106
principal deberÌa ser de m·s o menos
500 terabytes.
El superordenador m·s potente del
mundo que existe en la actualidad sÛlo
104 presenta 36 teraflops y 10 terabytes de
memoria. Posee, por lo tanto, sÛlo una
milÈsima parte de la potencia de c·lculo
102 y una cincuentava parte de la capacidad
de almacenamiento del cerebro humano,

100
VALOR MEDIO DURANTE 2 AÑOS ¿IGUALDAD EN EL AÑO 2045?
Si se aplica el desarrollo de la capacidad
10–2 PRUEBAS AL AZAR DE DIFERENTES FUENTES de almacenamiento de los PC de manera
logarítmica el resultado es una
1970 1980 1990 2000 2010 2020 2030 2040 AÑO duplicación cada dos años.

Mente y cerebro 07/2004 37


pero necesita el espacio de un estadio igual ritmo en el futuro, posibilidad cues- al hombre en su comprensiÛn del mundo
deportivo y consume la misma cantidad tionada por numerosos expertos, habrÌan y en sus capacidades, pertenece todavÌa
de electricidad que una pequeÒa ciudad. de transcurrir 40 aÒos para lograr cons- a un futuro muy lejano (vÈase ìEntrevis-
Un robot domÈstico deberÌa asimilarse, truir un cerebro inteligente. taî en este mismo n˙mero).
en tamaÒo y precio, a un PC normal. Se Cabe, pues, esperar que en los prÛxi-
ha venido doblando la capacidad de mos aÒos las m·quinas ir·n desempeÒan-
memoria principal de un PC m·s o menos do con mayor frecuencia funciones de
cada dos aÒos (vÈase la gr·fica). Aun percepciÛn m·s especializadas. Pero un AXEL WALTHELM trabaja como informático
cuando esta tendencia se mantuviese a robot de uso universal, capaz de igualar de la Universidad de Lübeck

Epilepsia y música
Escuchar una pieza u oír un instrumento
determinado puede provocar crisis de epilepsia

Bernard Lechevalier y C. Schupp nunca le provocaban ataques ni el sim- grito, pierde el conocimiento, se pone pri-
ple oÌr m˙sica, ni el ejecutarla leyendo mero rÌgido y despuÈs se agita convulso.

M
ozart detestaba el sonido de la una partitura, ni el interpretar piezas A veces, sÛlo se trataba de un simple
trompeta. Andreas Schachter, conocidas. SÛlo la actividad de impro- desvaimiento de la consciencia: la pa-
instrumentista y amigo del visaciÛn musical ìlibreî le era epilep- ciente perdÌa el contacto con su entorno,
padre de Mozart, refiere en una carta tÛgena. Los medicamentos antiepilÈpti- pero conservaba un recuerdo de lo que
dirigida a Marianne, la hermana del com- cos no le servÌan de nada; las crisis, aun le habÌa ocurrido. Medic·ndola se redu-
positor, que Èste ìhasta casi los diez aÒos cuando se presentaban a veces de mane- jo la frecuencia de las crisis, pero diez
de edad sintiÛ un irracional miedo a la ra espont·nea y aislada, eran provoca- aÒos despuÈs Èstas pasaron a ser musi-
trompeta, sobre todo cuando se la tocaba das m·s frecuentemente por la impro- cogÈnicas, desencaden·ndolas toda suer-
solaî. Tras haber intentado, a peticiÛn visaciÛn. te de m˙sicas: la religiosa, la militar y,
de Leopold Mozart, que el niÒo venciese El paciente nos explicÛ que interrum- sobre todo, la bailable. Al oÌrla, sentÌa
el temor, Schachter anota: ìApenas hubo piendo el teclear evitaba algunos ata- vÈrtigo, interrumpÌa lo que estaba di-
percibido el vibrante son del instrumento, ques. E inversamente, Èstos se producÌan ciendo y ponÌa fija la mirada. La crisis
palideciÛ, empezÛ a desvanecerse y, si con mayor frecuencia cuando Èl se su- se generalizaba.
hubiÈramos seguido, no me cabe duda mÌa en una especie de ìÈxtasis sonoroî, Los resultados del examen neurolÛgi-
de que habrÌa sufrido convulsionesî. derivado de la improvisaciÛn; si por un co y del esc·ner de Patricia eran norma-
Hoy, ante un caso asÌ, un neurÛlogo breve instante echaba un vistazo a una les. Sin embargo, los electroencefalo-
se preguntarÌa si se trata de una simple partitura colocada en el atril del piano, gramas hechos en reposo pusieron de
fobia o de una afecciÛn muy rara: la epi- no habÌa crisis: la atenciÛn dirigida a un manifiesto, en la regiÛn temporal iz-
lepsia musicogÈnica, causada por cier- patrÛn fijo parecÌa ìrecentrarî la activi- quierda, un fenÛmeno particular: algu-
tos pasajes musicales. Examinemos esta dad cerebral. Por el contrario, favorecida nas ìpuntasî o bruscas alzas de la activi-
enfermedad recorriendo los casos de dos por la improvisaciÛn, la mengua de la dad elÈctrica. HabÌa tambiÈn ìondas
de nuestros pacientes. MartÌn LÛpez, lla- vigilancia aumenta los riesgos de crisis. puntiagudasî, que constaban de series de
mÈmosle asÌ, que trabaja como repre- Ni en el examen neurolÛgico ni con el picos y porciones de trazo m·s plano. Este
sentante de comercio, de 35 aÒos de edad, esc·ner se detectÛ anomalÌa cerebral fenÛmeno denota una especial actividad
sin antecedentes patolÛgicos, tuvo una alguna. La medida de las ondas elÈctri- cerebral caracterÌstica de la epilepsia,
primera crisis de epilepsia general noc- cas en la superficie craneana (electro- actividad debida a un grupo de neuro-
turna en 1973. Su primera crisis musi- encefalograma en reposo) hizo aparecer nas cerebrales que funcionan autoali-
cogÈnica le sobrevino dos aÒos despuÈs, intermitentemente un centro de ondas ment·ndose sincrÛnicamente. Adem·s,
durante una velada entre amigos. Buen lentas en la zona temporal del hemisfe- cuando la paciente cerraba los ojos, se
pianista de jazz, estaba en aquellos rio izquierdo. apreciaba una actividad elÈctrica rÌtmica,
momentos improvisando, pr·ctica en Èl constituida por descargas concentradas
habitual. De repente, su comportamiento Intensa actividad cerebral en el tiempo, simult·neas y distribuidas
cambiÛ: dejÛ de dominar la improvisa- Patricia GÛmez, dÈmosle ese nombre, por varias zonas del cerebro.
ciÛn; sus notas se perdÌan sin ning˙n joven esposa de 25 aÒos sin profesiÛn y Registramos quÈ experimentaba mien-
orden aparente. Estaba sufriendo, ex- sin antecedentes patolÛgicos, sufriÛ sus tras escuchaba m˙sica. A los ocho mi-
presado en tÈrminos mÈdicos, un ìauto- primeras crisis de epilepsia a los 18 aÒos. nutos de cesar Èsta, se manifestaba una
matismo verbalî, pues repetÌa ince- De la modalidad ìparciales-complejasî, actividad elÈctrica rÌtmica, que se iba
santemente ìEsto va... esto vaî. A reunÌan diversos sÌntomas, tales como extendiendo por amplias zonas cerebra-
continuaciÛn, entrÛ en la fase ëmioclÛ- alucinaciones visuales y auditivas. No les, despuÈs un inclinarse la cabeza, los
nicaí, de contracciÛn muscular gene- siempre evolucionaban hacia la forma ojos y el brazo izquierdo hacia la iz-
ralizada, acompaÒada de pÈrdida del generalizada, espectacular fenÛmeno quierda, acompaÒado de la apariciÛn de
conocimiento. Ahora bien, a este paciente durante el cual el paciente lanza un fuerte sincrÛnicas ìondas puntiagudasî en los

38 Mente y cerebro 07/2004


MOZART TENIA AVERSION A LA
TROMPETA, instrumento al que no
dedicó ninguna de sus composiciones.
¿Padecía acaso epilepsia musicogénica, que
hace que el paciente se convulsione al oír
un pasaje musical o un instrumento
determinados?

dos hemisferios. Como los medicamen-


tos le sirvieron de poco, la enferma hubo
de optar por reducir la frecuentaciÛn de
las grandes superficies comerciales y oÌr
menos la radio y la televisiÛn.

El lado oscuro del esteticismo


La epilepsia musicogÈnica afecta sÛlo a
una de cada diez millones de personas.
Pueden producirla diversos sonidos mu-
sicales: los de un instrumento (carillÛn,
por ejemplo) o la ejecuciÛn de una obra
concreta, como era el caso del Vals de
las flores de Tchaikovski en un paciente
citado por MacDonald Critchley. Ciertos
pacientes sufren crisis con un gÈnero
particular de m˙sica: militar, religiosa,
bailable o de Ûpera. Las crisis suelen
constar de una desintegraciÛn incom-
pleta de la consciencia, diversas aluci-
naciones sensoriales, musicales m·s fre-
cuentemente que visuales, a veces de DefÌnese la fobia como la apariciÛn en cerebro es propia de cada sujeto y pue-
impresiones de lo ìya vistoî y de varia- la consciencia de una emociÛn que se de resultar del registro de las vivencias
dos automatismos conductuales: asÌ, caracteriza por el espanto o la angustia que haya ido teniendo desde la infancia.
algunos pacientes abren y cierran una vinculados a una situaciÛn o a un objeto. AsÌ, la fobia de Mozart serÌa el resulta-
gaveta sin percatarse de ello, frotan sin Hace cinco aÒos, propusimos la hipÛte- do de la repeticiÛn de un evento angustio-
parar la mesa con un trapo o repiten las sis de que la fobia serÌa una forma inver- so, tal vez la visita regular de su amigo
mismas palabras. Una crisis generali- tida de la emociÛn estÈtica. Estos dos tipos Schachter con su trompeta, cuyos estri-
zada puede suceder a estas manifesta- de emociÛn ponen en funcionamiento dentes sones cubrÌan los del violÌn del
ciones o, m·s raramente, sobrevenir una misma red neuronal, un centro cor- niÒo. øHabrÌa reforzado, la repeticiÛn
entera de golpe. tical sensorial (las ·reas auditivas situa- de tales estÌmulos, ciertas conexiones
Hace poco, Istvan Morocz descubriÛ, das en la primera circunvoluciÛn tem- entre el complejo amigdalino y el cÛr-
en un caso de epilepsia musicogÈnica poral y, m·s concretamente, el plano tex auditivo, favoreciendo las reaccio-
provocada por una pieza musical (siem- temporal o ·rea 42, dedicado a la per- nes del pequeÒo Wolfgang a este ins-
pre el Vals de las flores de Tchaikovski), cepciÛn de la m˙sica), m·s ciertas vÌas trumento? Aunque demasiado tarde para
un foco de actividad cerebral y un exceso aferentes y un centro implicado en la afirmarlo con certeza, nuestro conoci-
de irrigaciÛn sanguÌnea en la regiÛn an- tonalidad emocional: el n˙cleo amigda- miento actual de la epilepsia musicogÈ-
terior del lÛbulo temporal izquierdo, lino hundido en la profundidad del lÛbulo nica parece respaldar esta hipÛtesis.
especialmente en el complejo amigda- temporal anterior.
liano, y en el giro recto derecho, locali- En el dominio de los dispositivos cere-
zado bajo los lÛbulos frontales. Con la brales correspondientes se hallan simi-
BERNARD LECHEVALIER es profesor emé-
aplicaciÛn de una resonancia magnÈtica litudes entre fobia y epilepsia musico-
rito de neurología y organista. C. SCHUPP
funcional aparecÌa una extensiÛn pro- gÈnica, pero las causas de una y otra
es neurólogo en el hospital clínico de Caen.
gresiva de la actividad en los lÛbulos difieren. Para la epilepsia, las pruebas
frontales ventrales. aportadas por la tÈcnica de formaciÛn fun-
De lo anterior se infiere que Mozart cional de im·genes abogan a favor de una Bibliografía complementaria
no sufriÛ una epilepsia musicogÈnica, anomalÌa en la organizaciÛn de un grupo À PROPOS D’UN CAS D’ÉPILEPSIE MUSICOGÉ-
sino que padecerÌa una fobia infantil al de neuronas del cÛrtex temporal anterior, NIQUE . M.Vercelleto en Revue neurologique,

sonido de la trompeta, fobia que, cum- mientras que la fobia parece deberse a vol. 88, pág. 379; 1953.
plidos los diez aÒos, dio paso a un rechazo un desarreglo funcional cuyas raÌces L E C ERVEAU DE M OZART . B. Lechevalier.
total, tanto que compuso conciertos para serÌan traumatismos psÌquicos sufridos Odile Jacob; París, 2003.
todos los instrumentos menos para la en la primera infancia.
F MRL OF TRIGGERABLE AURAE IN MUSICO-
trompeta. En 1999, Larry Squire y Eric Kandel GENIC EPILEPSY. A. Morocz et al. en Neuro-
No es f·cil establecer un nexo entre propusieron una teorÌa innovadora: la logy, vol. 60, pág. 705; 2003.
la fobia y ciertas formas de epilepsia. organizaciÛn de las redes neuronales del

Mente y cerebro 07/2004 39


El cerebro
del enfermo
de Alzheimer
Para investigar las causas de la enfermedad de Alzheimer,
los investigadores han seguido la pista a ratones transgénicos y han descubierto nuevas vías,
por las que, quizás algún día, pueda solucionarse esta enfermedad mortal

Roland Brandt y Hartwig Hanser enfermedad destructiva y, en ˙ltima ins-


tancia, mortal contin˙a siendo incurable

T
ubinga, 1906. El neuropatÛlogo un siglo despuÈs de su descripciÛn ini-
alem·n Alois Alzheimer (1864- cial por Alzheimer. Extracto de una conversación
1915) presenta en un congreso Quien se pregunte por las posibles cau- entre Alois Alzheimer
cientÌfico una enfermedad psÌ- sas, tropieza de inmediato con que el
quica que cursa con oscilaciones del es- cerebro de los pacientes muertos con y Auguste D.
tado del ·nimo y pÈrdida considerable enfermedad de Alzheimer presenta una
de la memoria. El mismo habÌa descrito, contracciÛn espectacular. Conforme
cinco aÒos antes, este cuadro morboso avanza el proceso, se destruyen muchÌ- AA: ¿Cómo se llama?
simas neuronas de las distintas regiones AD: ¡D. Auguste!
de una mujer de 51 aÒos, Auguste D.
AA: ¿Cuándo nació?
Dentro del ìestablecimiento para enfer- encef·licas. La ruina comienza por el
AD: En mil ochocientos...
mos mentales y epilÈpticosî de Frankfurt, lÛbulo temporal, de importancia decisiva AA: ¿En qué año nació?
esta paciente se referÌa asÌ, en sus momen- en las funciones de la memoria. La deno- AD: En este año, no, el año pasado.
tos de lucidez, a su mal: ìme siento per- minada memoria explÌcita o declarativa, AA: ¿Cuándo nació?
didaî. DespuÈs de su fallecimiento en es decir, el recuerdo de los hechos o de AD: En mil ochocientos .- no sé...
1906, en un estado de enajenaciÛn men- los acontecimientos, por oposiciÛn a las AA: ¿Qué le he preguntado?
tal, Alzheimer examinÛ el cerebro y des- destrezas motoras, es la que m·s se daÒa. AD: Ah, sí, D. Auguste...
cubriÛ unas formaciones compactas y Son dos las regiones cerebrales situa-
otras filiformes. IntuyÛ que la causa de das en el extremo inferior de ambos lÛbu-
esos cambios espectaculares de la per- los temporales las que sufren el mayor
sonalidad residÌa en ellas. AsÌ entrÛ en perjuicio, ya en las primeras etapas de
la historia de la medicina, pues el mal se la enfermedad de Alzheimer: el hipo-
bautizÛ enseguida como enfermedad de campo y una zona adyacente, la ìcorteza
Alzheimer. entorrinalî. Estas dos estructuras resul-
Hoy sabemos que no se trata de una tan imprescindibles para procesar la
enfermedad exÛtica, sino de la causa m·s informaciÛn; la concentraciÛn y la ca-
com˙n de demencia de las personas pacidad de fijaciÛn son pr·cticamente 1. RECUERDOS PERDIDOS.
mayores. Alrededor de 20 millones de imposibles cuando faltan. Por eso, los Esta es la mujer que permitió a Alois
pacientes de todo el mundo sufren esta sujetos con una demencia de Alzheimer Alzheimer describir la demencia que
enfermedad que aflige casi al 40 % de se ven cada vez m·s incapaces de aten-
lleva su nombre. Cuando se tomó la
todos los octogenarios y supone un pro- der las labores cotidianas, desde encon-
blema de gran magnitud para la salud trar la ropa por la maÒana hasta mante- fotografía, la paciente Auguste D.
p˙blica. Pese a los primeros adelantos ner una conversaciÛn telefÛnica con un estaba desorientada y no conservaba
en la investigaciÛn y tratamiento, esta viejo amigo. apenas la memoria.

40 Mente y cerebro 07/2004


KONRAD MAURER

Mente y cerebro 07/2004 41


Hace poco, los investigadores del que controlan los movimientos. Cada llamado Aβ y tambiÈn se ven fuera del
grupo de Paul Thompson, de la Univer- aÒo, los enfermos pierden casi el 5 % de encÈfalo. Por el contrario, las ìfibrillasî
sidad de California en Los Angeles, en la masa encef·lica, cifra que se eleva al constan principalmente de una variante
colaboraciÛn con otro equipo de la Uni- 10 % en las regiones de la memoria. En modificada de la proteÌna τ (tau) y se
versidad australiana de Queensland lo- cambio, las personas mayores sanas sÛlo extienden sobre todo dentro de las neu-
graron visualizar en vivo, a travÈs de destruyen el 1 % cada aÒo. ronas. No sÛlo eso; sobreabundan pre-
tÈcnicas de formaciÛn de im·genes, este Hoy, como ayer, se ignora la causa cisamente en las regiones que degene-
proceso devastador. En la resonancia que determina esta muerte sumamente ran de manera m·s llamativa.
magnÈtica se detecta un foco de enfer- selectiva de cÈlulas nerviosas en la enfer- Por esta razÛn, el principal ìsospe-
medad que se extiende de manera ince- medad de Alzheimer. Sin embargo, los chosoî de la muerte neuronal son las
sante por el encÈfalo, como un incendio investigadores coinciden en un punto: las fibrillas de Alzheimer. Se admite que la
forestal arrasador. La destrucciÛn aniquila esferas y las fibras descritas ya por Alois causa reside en la estructura modificada
sucesivamente los centros de relevo del Alzheimer en el cerebro tienen una impor- de la proteÌna τ de los pacientes. Cuando
recuerdo, el lenguaje y las emociones. tancia capital. Se trata de dos depÛsitos el cerebro se encuentra sano, la proteÌna
Solamente se conservan las regiones que muy diferentes en el tejido cerebral. Las tau normal estabiliza las neuronas, pues
se ocupan de los Ûrganos sensoriales, denominadas ìplacasî est·n compues- se une a un sistema tubular din·mico
como la visiÛn o el tacto, y las regiones tas por un pequeÒo fragmento proteÌnico (los microt˙bulos). Se trata de un com-
ponente del esqueleto celular que sirve
de bastidor para los procesos de trans-
porte al interior de la cÈlula. La proteÌ-
na tau aparece sobre todo en el axÛn, la
Glosario prolongaciÛn casi siempre m·s larga de
la cÈlula nerviosa, que conduce las seÒa-
les elÈctricas a las dem·s cÈlulas.
Axón: la prolongación generalmente más larga de la neurona; suele transmi-
tir información a otras células. Una proteína bajo sospecha
Citoesqueleto: fibras proteínicas del interior de la célula que delimitan su Dado que la proteÌna tau modificada no
forma y movimiento. Los microtúbulos, los filamentos intermedios y los
puede satisfacer su funciÛn protectora,
filamentos de actina (descritos en orden decreciente de grosor) pertenecen
las consecuencias previsibles son catas-
al citoesqueleto.
Corteza entorrinal: área cerebral situada en el borde interno del lóbulo tem- trÛficas. De acuerdo con la ìhipÛtesis de
poral. Los estímulos sólo se almacenan en la memoria cuando la corteza la pÈrdida funcionalî, la estructura de las
entorrinal reacciona ante ellos y retransmite la señal correspondiente al cÈlulas nerviosas, que entretanto se
hipocampo. extiende varios metros, ya no se puede
Dendritas: todas las prolongaciones de la célula nerviosa, con excepción del mantener; las comunicaciones entre las
axón. Las dendritas suelen recoger la información y la conducen hasta el neuronas desaparecen y la red se des-
soma celular. ploma. Esta hipÛtesis se puede someter
Fibrillas de Alzheimer: filamentos de proteína con tendencia a la aglomera- a prueba con uno de los modelos m·s
ción que aparecen en las células nerviosas. El componente principal es una comunes de la investigaciÛn biomÈdica,
proteína tau inusitadamente fosforilada. el ratÛn. La tesis subyacente era que la
Fosforilación: acoplamiento de ésteres del ácido fosfórico (ácido fosfórico falta total de tau deberÌa entraÒar con-
menos un átomo de hidrógeno) a moléculas orgánicas; regula la actividad secuencias fatÌdicas para la red neuro-
de las proteínas y transmite información dentro de la célula. nal del cerebro del ratÛn.
Hipocampo: consta de una pared interna enrollada de los hemisferios cere- Ya en 1994, el grupo de Nobutaka
brales; se considera la puerta de entrada a la memoria declarativa; sin él no Hirokawa, de Tokio, generÛ estos rato-
podríamos almacenar los hechos y acontecimientos nuevos. nes sin tau. Extrajeron la informaciÛn
Inhibidores de la acetilcolinesterasa: aumentan la concentración de acetilco- genÈtica de la proteÌna de estos anima-
lina. Como el neurotransmisor falta entre los pacientes de Alzheimer, los les, para que no pudieran fabricar una τ
inhibidores (galantamina o donepezilo, por ejemplo) mejoran las funciones
funcional. Sin embargo, para su sorpresa,
intelectuales residuales.
estos ratones se desarrollaron exacta-
Memoria declarativa: parte de la capacidad de rememoración consciente, por
ejemplo, de la propia autobiografía o de hechos concretos. En cambio, la mente igual que los dem·s roedores no
destreza motora y las costumbres pertenecen a la memoria implícita. manipulados y su sistema nervioso tam-
Microtúbulos: estructuras tubulares delgadas de la célula, que forman parte poco se diferenciaba del cerebro de los
del esqueleto celular. animales control. AsÌ pues, las cÈlulas
Placas de Alzheimer: cúmulos de proteína fuera de las células nerviosas; cons- nerviosas de estos ratones no parecÌan
tan sobre todo de la proteína Aβ. precisar de la τ y la hipÛtesis de la pÈr-
Ratones transgénicos: ratones de laboratorio, cuya dotación hereditaria se ha dida funcional quedÛ sepultada.
manipulado mediante la introducción de nuevos genes. øQuÈ misiÛn desempeÒa esta proteÌ-
Resonancia magnética: técnica de formación de imágenes con la que se estu- na misteriosa en la enfermedad de
dia la función y el estado del cerebro de la persona viva. Alzheimer? øNo podrÌa este cambio
Tau: proteína del axón neuronal que estabiliza los microtúbulos y contribuye caracterÌstico de la proteÌna de los pacien-
al transporte de las sustancias a lo largo del axón. La proteína tau de los tes con Alzheimer daÒar directamente el
pacientes con enfermedad de Alzheimer se encuentra extraordinariamente cerebro? El ìaumento tÛxico de la fun-
fosforilada. No se puede unir ya a los microtúbulos, sino que se aglomera ciÛnî podrÌa contribuir al deterioro, como
dentro del soma celular y en las dendritas. lo ilustran otras patologÌas del tipo de la
enfermedad de Huntington (baile de San

42 Mente y cerebro 07/2004


2.
SPL / AG. FOCUS

CONTRAIDO. La desaparición de tejido cerebral de los


pacientes con enfermedad de Alzheimer (izquierda) puede ser
considerable, como lo demuestra la comparación con el cerebro de
una persona sana (derecha).

destruÌan las neuro- meraciÛn sucede muy lentamente. De


nas, si bien en el caso hecho, las fibrillas humanas aparecen,
de la enfermedad de de ordinario, en el sÈptimo decenio de
Alzheimer debÌa ope- la vida o m·s tarde, es decir, a una edad
rar otro mecanismo. que desde luego no conocen los ratones
Los investigadores de laboratorio. Esta sospecha se apoya
de la compaÒÌa far- en estudios sobre las alteraciones cere-
macÈutica Sandoz, brales que ocurren durante la evoluciÛn
hoy Novartis, de Suiza de la enfermedad de Alzheimer: a tenor
se habÌan aproximado de los mismos, la proteÌna tau se fosfo-
algo m·s a la realidad rila en un estadio temprano de formaciÛn
ya en 1995, al generar de las fibrillas, mucho antes de que
Vito), donde la proteÌna modificada des- ratones cuyas neuronas contenÌan can- empiece a aglomerarse.
truye de manera activa las neuronas. Lo tidades mucho menores de la proteÌna tau De cualquier manera, las fibrillas
mismo sucede con las formas heredita- humana. Estos animales no mostraban representan sÛlo la mitad del enigma que
rias de la esclerosis lateral amiotrÛfica, grandes anomalÌas de comportamiento, constituye la ìenfermedad de Alzheimerî.
un proceso degenerativo de los nervios ni alteraciones llamativas en su cerebro, El otro tipo de depÛsitos encef·licos, las
motores asociado con atrofia muscular. ni fibrillas. Sin embargo, la proteÌna tau placas amiloides, suscitan tambiÈn nume-
Para revisar esta posibilidad, varios extraÒa se repartÌa de forma muy dife- rosos interrogantes. Las placas en cues-
grupos de investigaciÛn de los Estados rente por las neuronas. En lugar del axÛn, tiÛn no sÛlo se observan en las regiones
Unidos y de BÈlgica introdujeron en el la proteÌna humana se multiplicaba en encef·licas m·s daÒadas por la enfer-
aÒo 1999 la secuencia del gen de la pro- las dem·s zonas de la neurona: por el resto medad; se han descrito en los cerebros
teÌna tau humana en ratones de labora- de las prolongaciones (dendritas) y por de muchas personas mayores que no
torio que, a partir de ese momento, fabri- el soma celular. TodavÌa se ignora cu·l padecieron la enfermedad de Alzheimer
caron grandes cantidades de la proteÌna es el significado de este hallazgo, pero y cuyo tejido cerebral no presentaba una
humana, adem·s de la suya propia. Tales los pacientes con enfermedad de degeneraciÛn superior a la media. Ante
animales presentaron las alteraciones Alzheimer tambiÈn muestran fibrillas esa situaciÛn, muchos investigadores
degenerativas caracterÌsticas de los axo- que se distribuyen de preferencia en estas creen que, al principio de la enfermedad,
nes y tambiÈn una proteÌna tau compacta. zonas. se modifica la proteÌna Aβ. Esta desen-
Mas, por desgracia, las cÈlulas ner- Otra diferencia entre las dos proteÌ- cadena una cascada de reacciones que
viosas m·s afectadas no correspondÌan nas τ concernÌa a la alteraciÛn caracte- culmina con la degeneraciÛn catastrÛfica
a las de la enfermedad humana de rÌstica en las fibrillas humanas de de las neuronas de los afectados.
Alzheimer, sino a las neuronas del tronco Alzheimer. En este caso la variaciÛn
del encÈfalo y la mÈdula espinal. Los estriba en el grado de fosforilaciÛn, es Luchar contra las placas
animales sufrieron tambiÈn otros sÌnto- decir, de uniÛn posterior de grupos fos- Hay indicios a favor de esta ìhipÛtesis
mas, como debilidad muscular y par·li- fato a determinados lugares de tau. Las amiloideî. Algunas formas particular-
sis, m·s propios de la esclerosis lateral cÈlulas suelen utilizar este mÈtodo para mente agresivas y precoces de la enfer-
amiotrÛfica. De todos modos, estos regular la funciÛn de las proteÌnas. La medad de Alzheimer se acumulan en
hallazgos demostraban que con canti- proteÌna tau humana de los ratones de determinadas familias. No obstante, las
dades superiores de la proteÌna tau se Sandoz se hallaba mucho m·s fosfori- causas genÈticas comunes sÛlo justifican
lada que la del ratÛn. un 5 % de todos los casos de Alzheimer.
øPor quÈ, sin embargo, los roedores La proteÌna precursora de la Aβ de algu-
no muestran las tÌpicas fibrillas de nos de estos pacientes sufre un cambio
3. INCENDIO FORESTAL EN EL Alzheimer? Quiz·s el proceso de aglo- genÈtico; en los dem·s casos, el problema
CEREBRO. Visualización del avance
de la enfermedad: a la izquierda, en un
PAUL THOMPSON / UCLA SCHOOL OF MEDICINE, LOS ANGELES

estadio muy prematuro y, a la derecha,


aproximadamente 1,5 años después. Los
colores reflejan el grado de la pérdida
tisular respectiva, con relación a la
degeneración normal de una persona
coetánea sana. En azul se muestra la
destrucción celular adicional inferior
al 10 %; en verde, la del 10 %; en rojo,
entre el 10 y el 20 %; y en blanco, por
encima del 20 %.

Mente y cerebro 07/2004 43


Se ha efectuado la autopsia del primero
de estos pacientes. Presentaba un n˙mero
Extravío en el anclaje de la imagen sorprendentemente bajo de placas ami-
loides en la corteza cerebral, pero una
cantidad normal de fibrillas de Alzheimer
que supuestamente causan una muerte
TAU neuronal directa. Por eso, en el futuro
habr· que insistir en las fibrillas como
objetivo de los nuevos tratamientos.
øQuÈ puede hacer cada persona por
reducir el riesgo de una enfermedad de
Alzheimer? De entrada, evitar los fac-
tores de riesgo. Contra algunos, asÌ el

ROLAND BRANDT
MICROTU- envejecimiento, no se puede luchar dema-
BULOS siado. Contamos, sin embargo, con estu-
dios que seÒalan una posibilidad m·s
factible para prevenir la enfermedad de
Alzheimer: cuanto mayor es la escola-
De una neurona humana ( punta de flecha ) emergen varias proyecciones; la rizaciÛn y la formaciÛn profesional, m·s
más larga es el axón ( flechas ). Normalmente, la proteína tau ( en rojo ) se encuen- se reduce el riesgo de enfermar en la
tra sobre todo ahí. Según un modelo ( a la derecha ), la proteína tau se une a vejez. Quiz·, las neuronas m·s activas
los microtúbulos ( en verde ) y quizás interacciona, al mismo tiempo, con otras ofrezcan m·s resistencia o bien la red neu-
porciones del citoesqueleto, los microfilamentos ( en amarillo ) situados bajo ronal se asocie con m·s firmeza despuÈs
la membrana celular ( en gris ). Entonces, la proteína tau estabiliza los micro- de una formaciÛn larga y oponga mayor
túbulos axónicos y mantiene simultáneamente la distancia con los microfila- resistencia frente a la lesiÛn. Sin embargo,
mentos. la formaciÛn intelectual llega demasiado
Las fibras de la proteína tau ( cabezas de flecha negras del recuadro con la tarde a la persona ya enferma; de hecho,
microfotografía electrónica) se hallan presentes en la enfermedad de Alzheimer. los ensayos resultan m·s bien contra-
A partir de estos “filamentos” delgados, que sólo miden 20 nanómetros, se producentes.
forman las fibrillas de Alzheimer que podrían ser las causantes de la destruc-
ción neuronal masiva de estos pacientes. Programa para combatir
la enfermedad de Alzheimer
Existen, adem·s, indicios de que los
antioxidantes de la alimentaciÛn redu-
reside en otros genes, por ejemplo en los conocido. Es muy probable que los depÛ- cen el riesgo de padecer una enferme-
de las presenilinas. Cabe, sin embargo, sitos amiloides modifiquen la proteÌna dad de Alzheimer. Algunas sustancias,
la posibilidad de que estas mutaciones tau, de forma que Èsta adquiera propie- como las vitaminas C y E, se encuentran
se produzcan todas, en ˙ltima instancia, dades ìcriminalesî y destruya, en ˙ltima en las frutas, legumbres ( brÛcoli) y tÈ
a travÈs de la formaciÛn de Aβ. instancia, las neuronas. (verde y negro). Probablemente, dismi-
Los pacientes presentaron muchas pla- En el futuro, podremos crear modelos nuyen la cantidad de las especies reac-
cas amiloides. Algunos investigadores murinos todavÌa m·s refinados para tivas de oxÌgeno que, al parecer, inter-
han confirmado esa posibilidad con rato- entender mejor la demencia de Alzheimer. vienen de manera decisiva en los procesos
nes transgÈnicos que fabricaban la corres- PodrÌan ensayarse en ellos nuevas vÌas normales del envejecimiento.
pondiente proteÌna Aβ mutada: algunos terapÈuticas. Los medicamentos actua-
animales mostraban grandes cantidades les, pensemos en los inhibidores de la
de placas que recordaban mucho a la de acetilcolinesterasa, persiguen reforzar
los casos de Alzheimer. Sin embargo, al m·ximo y conservar las funciones
ninguno de ellos exhibÌa la degenera- intelectuales del paciente. Es cierto que ROLAND BRANDT estudió filosofía y bio-
ciÛn neuronal tan llamativa de los pacien- la enfermedad se puede demorar unos química. Desde 2002 es profesor de neuro-
tes humanos. Para eso se requiere la for- meses, pero ni se evita ni revierte. biología en la Universidad de Osnabrück.
maciÛn de fibrillas, algo que no sucediÛ La mayorÌa de las estrategias nuevas HARTWIG HANSER es bioquímico y docente.
con los ratones. se dirigen a las placas amiloides que apa-
Bibliografía complementaria
Eileen McGowan y su grupo, de la recen en una fase precocÌsima de la cas-
ClÌnica Mayo, cruzaron ratones trans- cada de destrucciÛn molecular. En los TAU BE OR NOT TAU BE. TAUOPATHIEN UND
gÈnicos (que producÌan una variante de laboratorios de Elan Pharmaceuticals se T RANSGENE T IERMODELLE . J. Götz en
tau con tendencia a la aglomeraciÛn) con inmunizaron en 1999 ratones transgÈni- Neuroforum, vol. 3, pág. 93; 2001.
animales que fabricaban m·s placas ami- cos que producÌan estos depÛsitos por DIE ALZHEIMER-KRANKHEIT. VON DEN MO-
loides. Obtuvieron animales que no sÛlo exceso. Con ello pudieron evitar o al LEKULEN M ECHANISMEN ZU P OTENZIELLEN
presentaban cantidades ingentes de fibri- menos frenar la formaciÛn de las placas. T HERAPIEN . M. Simons y P. Keller en
llas de Alzheimer sino que las deposita- Sin embargo, cuando la compaÒÌa tratÛ Neuroforum, vol. 4, pág. 127; 2001.
ban en las mismas regiones encef·licas de trasladar los resultados a la especie C OMPONENTES DE LA E NFERMEDAD DE
de los pacientes con enfermedad de humana e inoculÛ a 360 pacientes con A LZHEIMER . P. H. St. George-Hyslop en
Alzheimer. AsÌ pues, las placas y las enfermedad de Alzheimer, muchos pre- Investigación y Ciencia, págs. 50-57; febrero,
fibrillas muestran, al parecer, una interac- sentaron encefalitis y hubo que suspen- 2001.
ciÛn fatÌdica por un mecanismo a˙n des- der el estudio.

44 Mente y cerebro 07/2004


Instantáneas de
un cerebro activo
Las técnicas funcionales de formación de imágenes se han convertido
en el emblema de la nueva investigación cerebral. Pero, ¿proporcionan datos objetivos
sobre la función del cerebro? ¿Son constructos las imágenes emitidas?

Alexander Grau mos ver el cerebro, sino tambiÈn obser- quÈ punto influye la perspectiva del inves-

øH
var cÛmo trabajaî. tigador en los resultados? Para respon-
abÌa previsto Felix Bloch Quiz· se hubiera podido visualizar der a estas preguntas, es preciso saber
la eclosiÛn actual de in- con menor precisiÛn la actividad cere- cÛmo se obtienen las im·genes.
vestigaciones cerebra- bral humana unos aÒos antes, con la Las tÈcnicas funcionales de forma-
les? Sin duda, su trabajo tomografÌa por emisiÛn de positrones ciÛn de im·genes aprovechan el ìacopla-
ha tenido mucho que ver. En el aÒo 1945, (TEP). Sin embargo, para ello habÌa que miento neurovascularî para el estudio del
este fÌsico de la Universidad de Stanford inyectar isÛtopos radiactivos a los suje- sistema nervioso: la actividad metabÛ-
logrÛ medir, al mismo tiempo que Edward tos. En cambio, la resonancia magnÈtica lica de una regiÛn cerebral aumenta
Purcell, de la Universidad de Harvard, funcional (RMf) es tan inocua, que los cuando se realiza una determinada tarea
la resonancia del espÌn nuclear en lÌqui- investigadores se han prestado ellos mis- cognitiva, sensorial, motora o incluso
dos y sÛlidos. Por tal hallazgo recibie- mos a introducir la cabeza dentro del emocional. Con ello se eleva el consumo
ron el premio Nobel de fÌsica. Adem·s, aparato con fines experimentales. local de oxÌgeno y de glucosa, lo que, a
sentaron las bases para la tomografÌa Desde entonces se han multiplicado su vez, incrementa el flujo y el volumen
diagnÛstica de espÌn nuclear, hoy deno- estudios y mediciones en las revistas de sangre de esa zona.
minada resonancia magnÈtica (RM). m·s prestigiosas. Pero de unos aÒos a esta Las im·genes de la TEP se basan, en
Cuando en 1992 Seiji Ogawa y sus parte se han acrecentado tambiÈn las ˙ltima instancia, en la radiaciÛn emitida
colaboradores, de los laboratorios Bell dudas esenciales sobre la capacidad pre- por un isÛtopo radiactivo que se ha inyec-
de AT&T, demostraron, por fin, que se dictiva de estas vistosas im·genes com-
podÌa seguir al milÌmetro la oxigenaciÛn putarizadas. øQuÈ quieren decir, en ver-
de la hemoglobina eritrocÌtica a travÈs de dad, las manchas de colores? øCu·nta
tomÛgrafos de resonancia magnÈtica y, objetividad tienen las mediciones? øHasta
en consecuencia, tambiÈn de forma indi-
recta el flujo sanguÌneo cerebral, los in-
vestigadores en neurociencias aguzaron
el oÌdo. La conclusiÛn era evidente: las 1. CEREBRO RADIANTE.
regiones encef·licas mejor perfundidas Para la medición con TEP se inyecta al
probablemente sean las m·s activas. probando en una vena del antebrazo
Adem·s, esta tÈcnica ofrece mediciones sustancias emisoras de positrones, por
de personas en estado de alerta, con pleno ejemplo, agua radiactiva. Esta alcanza, en
J. PETER / DKFZ HEIDELBERG

dominio de sus facultades mentales, que


menos de un minuto, el cerebro. Cuanto
pueden resolver tareas intelectuales mien-
tras permanecen en el tubo del esc·ner. más perfundida se encuentre una región
Ogawa puso a punto la aplicaciÛn fun- del cerebro, mayor será la radiación
cional de la RM: ìAhora no sÛlo pode- mensurable.

Mente y cerebro 07/2004 45


Allí donde la sangre
ALEXANDER TSIARAS / SPL / AG. FOCUS

fluye en abundancia
Un aÒo despuÈs de que Peter Mansfield
publicara la primera imagen por reso-
nancia magnÈtica de una parte del cuerpo
óun dedo de la manoó, Raymond Da-
madian habÌa logrado construir, en 1977,
el primer tomÛgrafo de cuerpo entero.
La tÈcnica de RM se perfeccionÛ durante
los aÒos sucesivos hasta el punto de que
hoy proporciona im·genes de los tejidos
blandos y de los vasos sanguÌneos con
una calidad insospechada.
A finales de los aÒos ochenta, el grupo
encabezado por George Radda, de Ox-
ford, observÛ que era posible detectar las
variaciones de la concentraciÛn de oxÌ-
geno en sangre con la RM. Este fenÛ-
meno depende de las propiedades mag-
nÈticas de la hemoglobina de los glÛbulos
rojos (eritrocitos), que transportan el
oxÌgeno de la sangre. Ogawa logrÛ de-
mostrar, por ˙ltimo, en 1990 el modo en
que la hemoglobina no oxigenada modi-
fica el campo magnÈtico inmediato.
Incluso lo ha medido. Esta mediciÛn,
denominada BOLD (acrÛnimo de ìBlood
Oxygen Level Dependentî, es decir, rela-
cionada con el valor sanguÌneo del oxÌ-
geno) se basa en la perfusiÛn de sangre
oxigenada: aumenta tanto en las regio-
nes activadas del cerebro, que llega
incluso a exceder el consumo tisular de
oxÌgeno, razÛn por la cual se reduce pro-
porcionalmente la concentraciÛn de san-
gre menos oxigenada. AsÌ naciÛ la reso-
2. EXPLORACION. Para proceder a una prueba TEP se introduce la cabeza del probando nancia magnÈtica funcional. A partir de
dentro de un detector anular. Se sabe así de qué lugar del cerebro parte la señal medida. ese momento no sÛlo se podÌa visuali-
zar la estructura anatÛmica de los teji-
dos, sino tambiÈn saber quÈ regiones del
tado o inhalado con anterioridad. Si, por setenta, se basa en el n˙cleo atÛmico del encÈfalo estaban particularmente bien
ejemplo, se introduce agua radiactiva hidrÛgeno; dotado de carga elÈctrica, perfundidas.
(H215O) dentro de la sangre, la radia- gira (posee un ìespÌn nuclearî) y crea Aunque el desarrollo de la TEP y de
ciÛn detectada en una regiÛn cerebral se un campo magnÈtico dÈbil, comport·n- la RMf supone, sin duda alguna, un
eleva de manera proporcional al flujo dose en consecuencia como un im·n en enorme avance, no debe olvidarse que
sanguÌneo. Si bien se necesita cierto miniatura. El cuerpo humano se compo- ninguno de estos mÈtodos detecta di-
tiempo para que el isÛtopo se acumule ne, en su mayor parte, de agua. En cuanto rectamente los procesos neuronales.
en cantidades mensurables en los teji- un paciente entra dentro del campo mag- La relaciÛn entre las variaciones men-
dos. Merced al uso de aparatos cada vez nÈtico del tomÛgrafo, sus ·tomos de surables de la concentraciÛn de oxÌgeno
m·s sensibles, el tiempo de mediciÛn se hidrÛgeno, hasta entonces desordena- de la perfusiÛn y la actividad neuro-
ha podido ya reducir a unos segundos. dos, se orientan. Estos ·tomos se des- nal verdadera del cerebro se describÌa,
No obstante, Èste sigue resultando largo, vÌan de esta posiciÛn ordenada por medio hasta hace poco, de una manera muy
cuando se trata de estudiar procesos cog- de un impulso de alta frecuencia y alcan- vaga. Ya habÌa expirado la ìdÈcada del
nitivos que suceden en milisegundos. zan un estado m·s energÈtico. cerebroî, asÌ bautizada por George
Por supuesto, la lentitud del mÈtodo, al Si se suprime la radiaciÛn de alta fre- Bush padre en 1990, cuando Nikos Lo-
igual que la capacidad de resoluciÛn de cuencia, los protones recuperan su po- gothetis y sus colaboradores, del Ins-
las im·genes TEP, limitan mucho las siciÛn ordenada a los pocos segundos y tituto Max Planck de CibernÈtica Bio-
cuestiones que se pueden abordar. ceden energÌa, que es medida por los to- lÛgica de Tubinga, descubrieron, dos
La RM funcional compensa algunos mÛgrafos. El tiempo que tardan los pro- aÒos atr·s, que las seÒales medidas
inconvenientes de la tomografÌa de emi- tones en reacomodarse ódenominado correspondÌan, en verdad, a las varia-
siÛn de positrones. No requiere ning˙n relajaciÛnó depende de las propiedades ciones de la actividad neuronal. Se
isÛtopo radiactivo y ofrece una mayor respectivas del tejido. Por eso, las dife- comprobÛ que los valores de las medi-
precisiÛn temporal. La RM, tal como la rencias en los tiempos de relajaciÛn per- ciones no se correspondÌan tanto con
desarrollaron Paul Lauterbur y Raymond miten separar los distintos tejidos en las las seÒales emitidas por las cÈlulas ner-
Damadian a principios de los aÒos im·genes de la RM. viosas de una regiÛn cuanto con la

46 Mente y cerebro 07/2004


De Einstein al detector de positrones
La vía hacia el primer detector operativo de TEP comenzó

GORDON BROWNELL
con Einstein y su famosa fórmula E = mc 2, sobre la equiva-
lencia de masa ( m ) y energía ( E ). En su origen, esta fórmula
procedía de otra: E 2 = ( mc 2) 2. Si se extraen las raíces cua-
dradas, se obtienen dos soluciones para E , a saber + mc 2 y
– mc 2. Paul Dirac concluyó en 1928 que debía haber una
materia antagonista de la materia común. Así como ésta se
componía de un núcleo atómico (dotado de carga positiva)
y de electrones (con carga negativa), la “antimateria” debía
estar formada por un núcleo negativo y partículas, dotadas
de carga positiva, que fueran el contrapunto de los elec-
trones.

Hasta entonces, nadie había observado antimateria alguna.


Pero la casualidad quiso que Carl Anderson explorara en
1932 las radiaciones cósmicas de la atmósfera. Para ello, uti-
lizó una cámara de niebla en la que las partículas elemen-
tales dejan, a su paso, huellas en forma de gotitas de agua.
Con un campo magnético se curva la trayectoria de vuelo
de las partículas. La intensidad depende de la masa y la velo-
cidad de la partícula, pero la angulación se relaciona con el
signo previo de carga. El 2 de agosto de 1932, Anderson
descubrió un fenómeno raro: la huella de una partícula de
carga positiva que tenía la misma masa que un electrón.
Anderson había encontrado por vía empírica la partícula
propuesta por Dirac cuatro años antes: el positrón. Se habían PRIMER DETECTOR CLINICO DE POSITRONES. En el año
sentado los cimientos de la TEP.
1952, Gordon Brownell (a la izquierda de la imagen, junto con Saul
Ya a principios del decenio de los cincuenta, Gordon L. Aronow) presentó el primer detector de positrones para el
Brownell y William H. Sweet, del Hospital General de diagnóstico cerebral.
Massachusetts, construyeron un detector de positrones
con el que pretendían ensanchar las posibilidades del diag-
nóstico tumoral. Cuando un positrón se encuentra, en el anular y se disponen alrededor de la cabeza del probando.
cuerpo, con un electrón, se desintegra en dos fotones. Los Tras examinar multitud de episodios de coincidencia pue-
físicos denominan aniquilación a este proceso. Los dos foto- den localizar con precisión el lugar de los radionúclidos
nes se dirigen en un sentido diametralmente opuesto. De aniquilados y elaborar la imagen correspondiente.
esta manera, se puede conocer el lugar donde se originó la Para la TEP se utilizan hoy diversos radioisótopos que se inyec-
aniquilación, pues debe hallarse en la línea de comunicación tan al paciente o al probando en forma, por ejemplo, de H215O
de los dos detectores que registran simultáneamente un o de fluorodesoxiglucosa. La radiación gamma medida per-
fotón (“coincidencia”). mite extraer conclusiones sobre la perfusión sanguínea o el
Muchos detectores de los tomógrafos modernos tienen forma consumo de glucosa de una determinada región cerebral.

entrada de las seÒales a dicha regiÛn y no sÛlo se activan, como se desprende rados. A esto se agrega que, con los datos
su elaboraciÛn local. de las im·genes correspondientes, las obtenidos, es muy complicado repre-
Hay un problema metodolÛgico m·s regiones cerebrales responsables de la sentar sÛlo las actividades cerebrales que
grave, que comparten la RMf y la TEP. percepciÛn espacial y de la elaboraciÛn se ocupan precisamente del estÌmulo
Quien ve una proyecciÛn obtenida con del lenguaje; paralelamente discurren en aplicado. øCÛmo se puede separar, por
este mÈtodo, queda fascinado por la niti- el cerebro innumerables procesos neu- ejemplo, la actividad cerebral inducida
dez entre los contrastes de las im·genes ronales diferentes que guardan escasa por la lectura de la operaciÛn que proce-
que viran del violeta al verde azulado y relaciÛn con el estÌmulo examinado. sa la informaciÛn visual? Los investiga-
del amarillo al rojo. Estos contrastes AÒ·dase que la relaciÛn entre seÒal y dores se sirven a menudo de estÌmulos
representan, sin embargo, una idealiza- ruido de los valores representados es controladores muy ingeniosos. Durante
ciÛn. Los valores reales, medidos con los muy baja. Ha habido, pues, que perfec- el ìexperimento de lecturaî presentan
detectores, apenas se distinguen. El mo- cionar con tÈcnicas estadÌsticas las seÒa- al probando cadenas de seudopalabras,
tivo es que, contrariamente a lo que su- les medidas. Esto significa que, para es decir, palabras que, a pesar de su apa-
gieren las proyecciones, no sÛlo operan obtener la imagen, se requiere introdu- riencia, carecen de sentido. Luego, a las
unas regiones del cerebro, sino todo el cir varios supuestos previos. Es decir, las mediciones del estÌmulo verdadero se
conjunto, por m·s que unas zonas tra- proyecciones con la TEP tambiÈn son les resta el resultado del control. De esta
bajen un poco m·s que otras. Cuando un elaboradas mediante premisas teÛricas, manera, se eval˙an sÛlo los datos que
probando lee, por ejemplo, unas palabras, con la mira puesta en los resultados espe- guardan relaciÛn real con una lectura

Mente y cerebro 07/2004 47


3. PRECISION. La imagen anatómica gris tigaciÛn lesional, anatomopatolÛgica y
K. BAUDENDISTEL / DKFZ HEIDELBERG

neuropsicolÛgica, en parte desde comien-


del cerebro proviene de un tomógrafo de zos del siglo XIX. En suma, no son sÛlo
resonancia magnética. Se han superpuesto, las conclusiones archisabidas de algu-
en colores, las mediciones de la RM nas mediciones las que exigen una con-
funcional que reflejan la diferencia entre templaciÛn menos apasionada de esta
la actividad en dos experimentos distintos: plÈtora de im·genes cerebrales.
durante el primero, el probando se
encontraba tranquilo y durante el
Sentimientos temerarios
Las im·genes de la TEP y la RMf, llenas
segundo movía un dedo. La evaluación
de contrastes, transmiten la impresiÛn,
estadística se basó en 30 datos originales al menos a los legos, de que el cerebro
de cada experimento. Los colores opera de forma seriada y modular. Al-
dependen de la llamada escala de gunos ejemplos son los estudios pre-
incandescencia: cuanto “más caliente” sentados por Andreas Bartels y Semir
es el color (amarillo), más posibilidades Zeki sobre la base neuronal del amor, el
existen de que la actividad difiera.
ensayo de Jonathan Cohen para descu-
brir la sede de los juicios morales o el
de Andrew Newberg sobre el asiento de
la idea de Dios, llevados a cabo con una
la misma, las distintas funciones cog- tomografÌa computarizada por emisiÛn
nitivas, motoras, sensoriales o emocio- de fotones ˙nicos (SPECT), tÈcnica pare-
nales est·n poco m·s o menos ubicadas cida a la TEP.
en determinadas zonas de la corteza ce- El problema de estos estudios no sÛlo
comprendida de las palabras y no con la rebral. Los datos cientÌficos del ˙ltimo reside en intentar descubrir las bases
mera contemplaciÛn de una cadena de siglo respaldan a grandes rasgos esta neuronales de estos fenÛmenos. Amar,
letras. Es evidente que la elecciÛn del tesis. Cuando se realiza un autÈntico es- al igual que tomar una decisiÛn moral o
estÌmulo controlador condiciona el as- tudio de TEP o RMf, uno no puede resis- tener una creencia religiosa, significa,
pecto de las im·genes. tir la impresiÛn de que estas tÈcnicas sir- como es natural, haber alcanzado un
El procesamiento de los datos se pue- ven, sobre todo, para confirmar una vez estado neuronal. El quid de estos y de
de perfeccionar todavÌa m·s: para su- m·s hechos conocidos desde hace tiempo. otros estudios parecidos reside en que la
primir las caracterÌsticas individuales de AsÌ, muchas exploraciones suelen refren- actividad cerebral medida depende de
cada probando, en los estudios m·s dar lo que ya era conocido por la inves- estimulaciones; dicho de otra manera, es
amplios se promedian las im·genes. Para
ello, se transfieren los datos a ìun cere-
bro normalizadoî y luego se suman. Las
proyecciones que se presentan en las
publicaciones son, por tanto, constructos
basados en los conocimientos biolÛgi-
cos y en premisas teÛricas y tambiÈn pro-
yecciones elaboradas con ayuda de la
sustracciÛn y promediaciÛn de los datos
procesados. Estas im·genes proporcionan
una nitidez de contrastes que poco tiene
que ver con la relaciÛn verdadera entre
seÒal y ruido. Por eso, no debe extraÒar
que las distintas mediciones efectuadas
por investigadores que han estudiado fun-
ciones cognitivas casi idÈnticas, sÛlo
muestren una semejanza aproximada.
El uso de tÈcnicas funcionales de for-
WELLCOME DEPT. OF COGNITIVE NEUROLOGY / SCIENCE PHOTO LIBRARY

maciÛn de im·genes para la investiga-


ciÛn cognitiva se sustenta en la deno-
minada tesis localizadora. De acuerdo con

4. CEREBRO NORMALIZADO.
Los resultados de numerosas mediciones
con diferentes probandos se transfieren
al cerebro “normalizado”. Aquí se
representan las mediciones TEP de la
actividad cerebral durante la ejecución
de diferentes tareas del lenguaje.

48 Mente y cerebro 07/2004


¿Qué mide la resonancia magnética funcional?
didas del cerebro aumenta la concentra-
THOMAS BRAUN

FLUJO ción de hemoglobina oxigenada en los


FLUJO SAN
S
GU
INE vasos venosos ( imagen de la derecha ),
AN
GU O puesto que las células nerviosas consu-
INE
O men menos oxígeno del que reciben. Por
eso, la concentración de hemoglobina de-
soxigenada se reduce y la señal RM aumenta.
¿De qué manera se relaciona esta obser-
vación con la actividad cerebral? Nikos
HEMOGLOBINA Logothetis y sus colaboradores comuni-
OXIGENO caron en el año 2001 que la señal BOLD
no se relacionaba con la descarga de las
neuronas, sino con la entrada de señales
Ya en 1935, Linus Pauling y Charles D. Coryell descubrie- de otras regiones cerebrales y con su elaboración, según
ron que las propiedades magnéticas del pigmento de la san- revelaban sus mediciones simultáneas con electrodos espe-
gre, hemoglobina, variaban según su carga de oxígeno. En ciales. Así pues, la ausencia de señal de la RMf no significa
1990, Seiji Ogawa demostró que estas variaciones se podían necesariamente que las neuronas de estas regiones no se
reconocer mediante la tomografía del espín nuclear. La hemo- encuentren activas. En resumen, la evaluación habitual de los
globina desoxigenada amortigua la señal de la resonancia datos de la RMf podría infravalorar de forma sistemática la
magnética del tejido circundante. En las áreas más perfun- magnitud de la actividad neuronal del cerebro.

necesario encontrar el estÌmulo que mejor un signo, inducido de manera causal, Con ello se propone expresar, a travÈs
caracteriza el amor, las pulsiones mora- que significa algo (es decir, Minki) y se de la imagen, un sentimiento elevado, un
les o los sentimientos religiosos. parece al objeto retratado. El significado gesto, que, como fÛrmula, se pueda cap-
No se necesita ninguna reflexiÛn filo- de estas im·genes depende del mÈtodo tar una y otra vez en la historia, ya sea
sÛfica profunda para darse cuenta de que con el que se obtengan. a travÈs de estatuas, im·genes, monedas
la reacciÛn neuronal a la presentaciÛn de Las proyecciones de las tÈcnicas de for- u otros medios. Warburg se interesaba
fotos de un ser querido induce, en el mejor maciÛn de im·genes no son, en abso- sobre todo por el estudio del lenguaje
de los casos, un patrÛn de elaboraciÛn de luto, fotografÌas. Desde luego, se obtie- polÌtico con im·genes. Sin embargo, las
las fotografÌas de las personas queridas, nen con un propÛsito determinado, pero representaciones de las ciencias natura-
pero no el amor. Aunque el amor resulta- se basan en innumerables conocimien- les tambiÈn tienen sus fÛrmulas patÈti-
ra equiparable al estado emocional que tos previos, teorÌas y supuestos. A˙n cas, es decir, sus perspectivas, fragmen-
se alcanza al observar las fotos de esa per- m·s, las im·genes de la TEP o de la RMf tos, contextos, modos de configuraciÛn
sona amada, resultarÌa muy dudoso que suponen, asÌ se ha convenido, construc- y organizaciÛn de los motivos, tomados
el estado subjetivo del enamoramiento ciones arbitrarias. Desde el punto de de la historia del arte y de la historia de
pudiera reducirse a un ˙nico patrÛn de vista de la teorÌa de los signos, las im·- la ilustraciÛn cientÌfica. La confrontaciÛn
excitaciÛn neuronal. En resumen, aun genes de la TEP o de la RMf guardan m·s cientÌfica acerca de los lÌmites y di-
cuando los cientÌficos saben del poder pre- relaciÛn con la pintura que con una foto- ficultades de las representaciones obte-
dictivo limitado de los hallazgos de sus grafÌa. nidas con la TEP y la RMf no ha de
investigaciones, este tipo de estudios restringirse a los problemas tÈcnicos,
corre el peligro de propagar un reduc- Fórmulas científicas del pathos biolÛgicos y de la teorÌa cientÌfica de
cionismo especialmente ingenuo. Con independencia de que los signos estos mÈtodos, sino que deberÌa llevar-
Al margen de los prejuicios de car·c- sean creados y tengan un sentido deter- nos a contemplar estas im·genes como
ter metodolÛgico o basados en teorÌas minado, las im·genes poseen un conte- las im·genes que son.
cientÌficas, las proyecciones funciona- nido y un cariz asociativo, en el que
les tienen otra propiedad aparentemente influye su conocimiento y la compe-
trivial: son meras im·genes. La imagen tencia, sÛlo en parte supuesta, del obser-
en principio sÛlo es un signo de otra cosa. vador. Si se tamizara seg˙n la teorÌa de
ALEXANDER GRAU es filósofo que profesa
Si yo fotografÌo a mi gato Minki, Èste los signos, se hablarÌa de la ìintensiÛnî
en la Universidad Libre de Berlín.
reflejar· las ondas electromagnÈticas de ósentidoó de un signo. La intensiÛn
un determinado espectro que inciden, a de una imagen depende del entorno cul-
travÈs del objetivo, en la pelÌcula y ge- tural, del contexto simbÛlico del obser- Bibliografía complementaria
neran allÌ una imagen. Al revelar la pe- vador y de su lenguaje iconolÛgico in- REPRESENTACIÓN VISUAL DE LAS OPERACIONES
lÌcula se obtiene una fotografÌa que mues- teriorizado. Por eso, las im·genes resultan MENTALES. Markus. E. Raichle en Investigación
tra un objeto con los contornos de un tan fascinantes y tambiÈn tan proble- y Ciencia, págs. 22-29; junio, 1994.
gato, asÌ como luz con un margen espec- m·ticas. NEUROPHYSIOLOGICAL INVESTIGATION OF THE
tral m·s o menos parecido al que tenÌa Aby Warburg, experto en historia del BASIS OF THE FMRI SIGNAL. N. K. Logothetis,
Minki en ese momento. Seg˙n la teorÌa arte y de la cultura, ha introducido el et al. en Nature, vol. 412, pág. 150; 2001.
de los signos, la fotografÌa de Minki es concepto de fÛrmula patÈtica o del pathos.

Mente y cerebro 07/2004 49


Miedo
e irracionalidad
Sin el instinto del miedo la especie humana no hubiera sobrevivido
hasta llegar a nuestro siglo. Pero en nuestro mundo actual tememos
muchas veces a cosas que no deberían despertar este sentimiento

Fritz Strack y Beate Seibt en mayo del aÒo 2001 sÛlo el 28 por øPor quÈ sentimos miedo ante lo que
ciento de los alemanes pasaba las vaca- no deberÌamos tenerlo? Muchos fuma-

T
odos recordamos alg˙n momen- ciones en su paÌs, esa proporciÛn se ele- dores, cuya esperanza de vida se acorta,
to en que el miedo nos penetrÛ vaba al 53 por ciento en noviembre, el a tenor de las estadÌsticas, entre cinco y
hasta la mÈdula de los huesos. porcentaje m·s alto desde hacÌa diez ocho aÒos, tiemblan en cuanto suben a
Se acelera el pulso, empezamos aÒos. Y el pavor subsiste: se sigue recha- un aviÛn, aunque la esperanza de vida aso-
a sudar, nos quedamos rÌgidos y nos falta zando sin m·s viajar en aviÛn. ciada al mismo disminuye por tÈrmino
el aire. Muy a menudo, el miedo no sÛlo medio en sÛlo un dÌa. Nuestra valoraciÛn
nos corta la respiraciÛn, sino que nos Transbordo arriesgado intuitiva del riesgo est· en contradicciÛn
priva del sentido com˙n. Son escasos los øY a quiÈn beneficia tal deriva? Al auto- con el peligro objetivo al que podrÌamos
capaces de mantener la cabeza frÌa en mÛvil. En el plano subjetivo puede resul- enfrentarnos con mayor eficacia a travÈs
situaciones que producen pavor: sufrir un tar razonable, pues asÌ nos sustraemos a de acciones m·s racionales.
atraco o encontrarse con una araÒa gigante un peligro que se presenta con suma Los sentimientos constituyen un com-
en el pasillo. Es decir, justamente cuando viveza gr·fica ante nuestros ojos. Pero, ponente ineludible de nuestra biologÌa. Se
necesitamos nervios de acero; si el miedo analizados objetivamente, los viajes en generan en ciertas zonas del tronco ence-
se apodera de nosotros existe una gran el propio vehÌculo revisten un peligro f·lico, cuyo origen evolutivo se remon-
probabilidad de que cometamos errores, mucho mayor que los realizados en aviÛn. ta mucho antes que la corteza cerebral,
lo mismo que sucede con las emociones Seg˙n datos del Consejo Nacional de responsable del pensamiento abstracto y
de amor, ira y otras. Seguridad de los Estados Unidos, la pro- racional. AhÌ radica precisamente la ven-
Esa tendencia al comportamiento irra- babilidad de morir en un accidente de taja de la emotividad humana: los senti-
cional se manifestÛ en las reacciones coche es 37 veces m·s alta que si se viaja mientos pueden orientar nuestro compor-
subsiguientes a los actos terroristas del en aviÛn. De acuerdo con el cÛmputo tamiento. øCÛmo? Orillando las decisiones
11 de septiembre de 2001. DespuÈs de di- estadÌstico, la secciÛn m·s peligrosa del y ponderaciones de la corteza, tan comple-
fundirse la noticia de la existencia de car- viaje corresponde al tramo hasta el aero- jas y en las que se invierte mucho tiem-
tas con gÈrmenes de carbunco y de las puerto realizado en el propio vehÌculo. po. Gracias al ìcortocircuitoî neuronal,
primeras vÌctimas mortales por esta cau- David G. Myers ha calculado que, si se nuestros antepasados salvarÌan la vida en
sa, muchos estadounidenses, presas del hiciera en coche sÛlo la mitad de los kilÛ- alguna ocasiÛn al avistar un tigre de diente
p·nico, se aprovisionaron de m·scaras metros de vuelo, el n˙mero de muertos de sable. El miedo dirige toda nuestra
antig·s, hasta vaciar los almacenes. Ahora por accidente de tr·fico en carretera lle- atenciÛn a los aspectos importantes de la
bien, esos filtros respiratorios, harto incÛ- garÌa a 800, es decir, el triple de los pa- situaciÛn y nos posibilita reaccionar de
modos, sÛlo protegen si se portan de sajeros de vuelo muertos en los atenta- forma r·pida y efectiva. Hay dos opcio-
forma permanente, lo que muy pocos dos terroristas. nes alternativas: luchar o huir. El miedo
llevaban a la pr·ctica. HabÌan dejado de Los n˙meros ratifican, pues, que el impulsa la tendencia a la huida.
cumplir su funciÛn protectora para con- miedo es un mal consejero; nos conduce
vertirse en antÌdoto contra el miedo. en la direcciÛn equivocada. Cuando nos Poder de los sentimientos
Otras reacciones adquirieron un asustamos de algo recurrimos a medidas øSe halla programada la cobardÌa? No
alcance global. AsÌ, los viajes en aviÛn. que conjuren la sensaciÛn desagradable es improbable. Seg˙n algunas inves-
De inmediato, muchas personas elimi- de miedo; lo hacemos, sin embargo, con tigaciones, los estados de ·nimo afecti-
naron el vuelo entre sus opciones de medios inadecuados para enfrentarse al vos, es decir, el buen o mal humor y los
transporte. Las consecuencias econÛ- peligro en sÌ. Nos sentimos m·s seguros sentimientos, producen uno de los dos
micas para las empresas turÌsticas y las al cambiar del aviÛn al coche aunque, si modelos b·sicos de comportamiento: la
lÌneas aÈreas fueron tan catastrÛficas, atendemos a las estadÌsticas, corremos aproximaciÛn o la evasiÛn. El amor y
que algunas se declararon en quiebra. Si con la segunda opciÛn mayores riesgos. otras emociones positivas impulsan al

50 Mente y cerebro 07/2004


ANDREAS HUB / LAIF

1. ALTURAS FANTASTICAS. De la plataforma de cristal al suelo hay 342 metros. Nos


acercamiento; el miedo y otras emocio- hallamos en la famosa torre CN, de la televisión de Toronto. Muchos visitantes no se
nes negativas provocan la huida. Eso atreven a poner los pies. Los más atrevidos prefieren incluso los soportes metálicos, que
explica que desde el 11 de septiembre les parecen más seguros.
de 2001 mucha gente opte por el coche
como medio de transporte.
Eleanor Gibson y Richard D. Walk, de
la Universidad de Cornell, llevaron a rÌa le resulta imposible dar este paso aun- hay que tomar decisiones o extraer con-
cabo un experimento que demostraba el que quisiera. Se lo impide el miedo, que clusiones. Poco a poco se va formando
poder inmediato de los sentimientos sobre es muy superior a la reflexiÛn. el sistema reflexivo que asume, de manera
nuestros actos. Expertos en psicologÌa Todas las emociones se caracterizan progresiva, la direcciÛn de nuestras accio-
evolutiva, idearon el ensayo siguiente: por ese influjo inmediato e impulsivo nes, por lo que los sentimientos gobier-
colocaron una placa de vidrio encima de sobre el comportamiento. La n·usea quita nan cada vez menos autom·ticamente
dos mesas, separadas entre sÌ aproxi- el apetito; solemos rechazar los bombo- nuestro comportamiento. Ahora bien,
madamente un metro. Sobre una mesa, nes con forma de excremento de perro y dada la imposibilidad de prescindir de
sentaron a un niÒo pequeÒo; en el extremo beber el zumo donde se haya depositado las emociones, se enfrentan constante-
de la otra, se hallaba la madre, que lla- previamente una cucaracha muerta y mente con el sistema reflexivo desen-
maba a su hijo. Pese a la fijaciÛn mater- esterilizada, por mucho que se insista en cadenando impulsos de comportamiento
nofilial, la mayorÌa de los niÒos evi- que no encierran riesgo alguno. opuestos.
denciaban un recelo instintivo a traspasar Ambos ejemplos evidencian la impor- De ahÌ que no tenga consecuencias
el aparente abismo que se abrÌa entre las tancia de estos modos autom·ticos de trascendentes el hecho de que nosotros,
dos mesas. Tal abismo visual desenca- comportamiento. Al niÒo le protegen de contra nuestra propia convicciÛn, nos
dena una inhibiciÛn inmediata del com- peligros que Èl todavÌa no puede calibrar. neguemos a pisar una plataforma de
portamiento, algo que se va superando A los adultos, la n·usea les ahorra un tras- vidrio situada a gran altura del suelo,
con los aÒos; en concreto, cuando los torno estomacal o incluso una intoxica- pese a que lo m·s grave que nos puede
niÒos han aprendido que la placa de vidrio ciÛn. Las reacciones emocionales est·n suceder sea experimentar un cierto cos-
representa un puente seguro para pasar ya en parte genÈticamente determinadas quilleo nervioso. Por el contrario, los
de un lado a otro. y, en el caso del miedo, cumplen la fun- trastornos patolÛgicos provocados por el
PodrÌa, pues, aducirse que el fenÛ- ciÛn de protegernos de una calamidad; miedo como las fobias pueden afectar de
meno remite a falta de informaciÛn. Pero se integran en ese enorme dispositivo de manera permanente a nuestra calidad
las cosas no son tan simples. Incluso a ajustes autom·ticos que van desde la de vida. Algunas personas sienten p·ni-
los adultos les resulta muy difÌcil pisar regulaciÛn de la temperatura, pasan por co a las araÒas, a sabiendas de que en
la plataforma vidriada de la famosa torre el control del metabolismo y la seÒali- nuestras latitudes no constituyen peligro
CN de la televisiÛn de Toronto, que per- zaciÛn del dolor y llegan hasta instintos alguno. Para los aracnÛfobos, el camino
mite ver, bajo los pies, el suelo de la como el hambre y la sed. al sÛtano de la casa se convierte ya en
calle. Ni que decir tiene que el piso de una aventura horrorosa.
cristal posee todas las garantÌas de soli- Intuición contra razón Mayores efectos engendra la agora-
dez y seguridad. En pura razÛn, no existe Con el tiempo adquirimos cada vez m·s fobia, que se manifiesta en el miedo a
peligro alguno. Pese a ello, a la mayo- conocimientos, que utilizamos cuando grandes concentraciones humanas y a

Mente y cerebro 07/2004 51


lugares p˙blicos de donde parece impo- otras nos dejan totalmente frÌos? Para aunque desagradable. Tras pasar unas
sible salir: aviones, ferrocarriles sub- algunos investigadores, desencadenan- cuantas veces las pruebas, bastaba la mera
terr·neos o supermercados. Con el tiempo tes posibles de emociones inmediatas presencia de la serpiente o de la casa para
este padecimiento provocado por el serÌan los acontecimientos que desem- provocar en ellos una reacciÛn de miedo
miedo va limitando cada vez m·s el ra- peÒaron un papel importante en nuestro que se reflejaba en una alteraciÛn de la
dio de acciÛn de los afectados hasta lle- pasado, entendiendo Èste no sÛlo en el conductibilidad elÈctrica de la piel. Al
gar, en los casos m·s extremos, a en- plano personal sino tambiÈn en la his- condicionamiento seguÌa la fase decisiva
cerrarse en sus cuatro paredes que es toria de nuestra estirpe. Vistas asÌ, las de la anulaciÛn: los cientÌficos presen-
donde se encuentran subjetivamente a emociones influyen en nuestro compor- taban reiteradamente a los voluntarios
buen resguardo. tamiento y nos facilitan, por asÌ decirlo, las im·genes de la serpiente o de la casa
Suele creerse que hay que convencer el guiÛn de nuestras acciones para hacer y registraban los momentos en que se
a las personas con fobias de que no existe frente a las tareas vitales y a los proble- volvÌa a perder la reacciÛn de temor. El
motivo para peligro alguno en esa con- mas decisivos de nuestra existencia. Y en- resultado era que el proceso de olvidar
creta situaciÛn y de que, por consiguiente, tre Èstos se encuentran el papel de padre era mucho m·s largo con el estÌmulo filo-
su miedo carece de fundamento. La idea, o de madre, el desarrollo de compromi- genÈticamente significativo ìserpienteî
a primera vista sensata, se ve desmen- sos sociales, asÌ como el establecimiento que con el estÌmulo neutro ìcasaî.
tida en la pr·ctica; los esfuerzos en esa de categorÌas sociales, sin olvidar la Cualquiera puede ser vÌctima por pura
direcciÛn no aportan absolutamente nada. huida de peligros potenciales. casualidad de un condicionamiento; por
Un agorafÛbico, lo mismo que cualquier Nos asustamos ante aquello que la ejemplo cuando se ha encontrado en
visitante de la torre de televisiÛn de To- filogÈnesis nos ha enseÒado a temer. varias ocasiones con araÒas en un con-
ronto, saben que la situaciÛn tan temida Muchos de los ìelementos horrorososî texto negativo. Algunos experimentos
no representa ning˙n riesgo objetivo. Y que nos provocan miedo y terror eran, con monos muestran que ni siquiera es
sin embargo sufren autom·ticamente hace tiempo, muy peligrosos: serpien- necesario haber sufrido malas expe-
miedos y comportamientos evasivos. Al tes y araÒas. Aun cuando han dejado de riencias con las araÒas para tenerles fobia.
aracnofÛbico le basta con pensar en la encerrar peligro en nuestras latitudes, Bastaba que una mona madre reaccio-
araÒa para caer vÌctima de sus impulsos todavÌa sigue existiendo en nosotros la nara temerosamente a la vista de una
emocionales. En determinadas circuns- predisposiciÛn a reaccionar con miedo araÒa para condicionar el miedo en las
tancias, ese impulso irresistible de eva- a esos estÌmulos filogenÈticamente sig- crÌas. Suponemos que este aprendizaje
dirse de una situaciÛn desencadenante nificativos. de modelos es tambiÈn responsable de
del miedo lleva a un peligro todavÌa Seg˙n la hipÛtesis de la ìpredisposi- que se perpet˙en en el ser humano y de
mucho mayor; pensemos en un bucea- ciÛnî, las reacciones de miedo ante ara- forma pertinaz determinados miedos
dor al que le sobrevenga claustrofobia Òas y serpientes no sÛlo se aprenden con ancestrales.
y, en contra de su propia convicciÛn, mayor facilidad, sino que, tambiÈn, cuesta Probablemente se debe a causas neu-
emerja demasiado r·pido a la superficie. mucho m·s olvidarlas que las reacciones robiolÛgicas el fenÛmeno de que algu-
en las que no existe tal predisposiciÛn. nos miedos se interioricen con mayor
Enseñanzas de la evolución Los estudios de condicionamiento aco- facilidad que otros. Quiz· la ìpredispo-
En resumen, nuestras emociones no van metidos por el grupo de Arne ÷hmann siciÛnî se deba a conexiones neuronales
parejas a nuestro nivel de informaciÛn. confirmaron esa doctrina. A los proban- directas entre ·reas sensoriales tal·mi-
øEs Èsa la causa de que determinadas dos se les mostraba una serpiente y una cas y centros emocionales del n˙cleo
emociones provoquen miedo, repug- casa; poco despuÈs se les suministraba amigdalino. Cuando percibimos un es-
nancia, alegrÌa u orgullo, mientras que una descarga elÈctrica, no muy dolorosa, tÌmulo neutro, por ejemplo una mariposa,
la informaciÛn visual va por el hipo-
t·lamo óla puerta de la conscienciaó
hasta el cÛrtex visual, para ser luego cate-
gorizada en la corteza como mariposa.

Atajo a la amígdala
Seg˙n el contexto en que se ponga ante
nuestra vista la mariposa, se activan
simult·neamente determinadas asocia-
ciones que tenemos almacenadas sobre
el lepidÛptero. En la mayorÌa de las per-
sonas se tratar· de sensaciones agrada-
bles (primavera, prado o naturaleza).
DPA

Pero si hubiÈramos tenido malas expe-


riencias con las mariposas, la amÌgdala
cerebral reaccionarÌa con miedo, aun-

2. EL MIEDO COMPULSIVO.
A los pocos días de aparecer en EE.UU.
en 2001 las primeras cartas con gérmenes
del carbunco, se habían agotado todas las
máscaras antigás.

52 Mente y cerebro 07/2004


3. EL OJO DEL OBSERVADOR

SANFORD / AGLIOLO / CORBIS


no ve necesariamente la verdad cuando
se siente miedo. El recuerdo de algunas
películas como “Tiburón” aviva miedos
irracionales cuando uno se baña
en el mar.

Lo que nos asusta de una situaciÛn no es


tanto lo que hay en esa realidad cuanto
lo que nosotros vemos en ella.
Los investigadores de las emociones
parten de la base de que los sentimien-
tos valen sobre todo como transmisores
de seÒales, lo mismo en sentido positivo
que negativo. Nos avisan que est· suce-
diendo algo especial. Bajo este prisma,
el miedo no es en absoluto un mal con-
sejero, al menos cuando hay que actuar
presto para escaparse de la amenaza. El
problema consiste en que no siempre que
sentimos miedo se debe a un riesgo obje-
tivo. En esos casos intervienen meca-
nismos psicolÛgicos que influyen en la
apreciaciÛn intuitiva del riesgo y diri-
gen el comportamiento en un sentido
equivocado. AsÌ, cuando cambiamos el
viaje en aviÛn por el desplazamiento en
que ese impulso se filtrarÌa pasando pri- dor cree controlar Èl mismo los riesgos, coche que conlleva mucho m·s peligro.
meramente por la corteza cerebral. Por algo que no se puede aplicar respecto a El ardid consiste, en ˙ltimo tÈrmino,
contra, los estÌmulos evolutivamente sig- los aditivos que el gran desconocido en saber desenvolverse con el miedo. En
nificativos (araÒas o serpientes) van, introduce en la lata de raviolis. De forma aquellas situaciones en las que nuestro
seg˙n ÷hmann, directamente del t·lamo similar, el pasajero de aviÛn debe con- entendimiento dispone de tiempo sufi-
a la amÌgdala cerebral y provocan la des- fiar obligadamente su suerte a otra per- ciente deberÌamos usar nuestra razÛn y
carga de adrenalina. El temor ya existe sona, el piloto, mientras que el automÛ- contrastar nuestros temores con la rea-
antes de que podamos captar y catego- vil se halla bajo su control. Por esa razÛn, lidad. Quiz·s entonces nos decidiÈra-
rizar la situaciÛn. en la conducciÛn del automÛvil el copi- mos a cerrar los ojos y a pisar el suelo
Se trata de un atajo neuronal que les loto suele ponerse m·s nervioso que de cristal de la torre CN. O, pese a todos
sirviÛ de gran utilidad a nuestros ante- quien maneja el volante. los temores y creyendo disponer de la
pasados. En su lucha por la superviven- estrategia adecuada, hiciÈramos frente
cia tenÌan que aprender con prontitud a Recuerdos dominantes a un enemigo poderoso. Importa movi-
quÈ temer. Ese pasado biolÛgico nos pre- Nos asusta especialmente cuanto puede lizar toda nuestra energÌa mental para dis-
dispone en el mundo actual a un temor evocarse desde la memoria. Las terribles tinguir entre los peligros reales y el temor
exagerado, sin embargo. El miedo a las escenas televisivas de Nueva York o las exagerado y, en consecuencia, tomar las
alturas se transfiere a la reacciÛn a volar de la caÌda del Concorde han quedado gra- decisiones adecuadas. Con lo que final-
en aviÛn, algo que es objetivamente badas de forma imborrable en las cir- mente y pese a todo el miedo se acredita
seguro. Y pese a saber que esa reacciÛn cunvoluciones cerebrales de quienes las como un consejero inteligente
carece de fundamento, nos cuesta mucho contemplaron. Y retornan cuando inten-
esfuerzo reprimirla. tamos sopesar ahora los peligros de un
El control constituye otro factor que viaje en aviÛn, condicionando asÌ la valo-
FRITZ STRACK y BEATE SEIBT pertenecen
contribuye a que la valoraciÛn intuitiva raciÛn del riesgo. Por eso consideramos al Instituto de Psicología de la Universidad
del peligro estÈ a menudo muy lejos de m·s peligrosos los accidentes que la dia- de Würzburg, que dirige el primero.
la realidad. Tememos menos a las cosas betes, enfermedad que causa un n˙mero
que controlamos, al menos en aparien- bastante mayor de vÌctimas mortales. Las
Bibliografía complementaria
cia. El deporte del esquÌ alberga, desde im·genes presentes en el recuerdo, recu-
el punto de vista estadÌstico, un riesgo perables de inmediato, dominan nues- NEUROPSYCHOLOGY OF FEAR AND LOATHING.
para la salud mil veces superior al de los tros momentos de ansiedad. A. J. Calder et al. en Nature Reviews Neu-
conservantes en los alimentos. Pese a El escritor Erich K‰stner declaraba roscience, n.o 2, pág. 352; 2001.
ello, mucha gente asume los peligros de que ìquien no tiene miedo, no tiene fanta- DAS NETZ DER GEFÜHLE. WIE EMOTIONEN
las pistas sin pensar en tales riesgos. sÌaî. Muchos miedos son, en efecto, pro- ENTSTEHEN. J. LeDoux. DTV; Munich, 2001.
Quiz· sean las mismas personas que ducto de una enorme fuerza imaginativa W ENN M AL W IEDER A LLES N ERVT. G UTE
temen y evitan los alimentos con con- del hombre. Cuanto m·s intensamente GRÜNDE FÜR SCHLECHTE LAUNE. G. Unverzagt.
servantes. En realidad se trata de un com- nos imaginamos los posibles peligros, DTV; Munich, 2003.
portamiento irracional. Pero el esquia- tanto mayor es el miedo que nos invade.

Mente y cerebro 07/2004 53


Función
procesadora
de la retina
Desde hace tiempo se sabe que la retina registra la dirección
que sigue un objeto al moverse en su campo de visión. ¿Cómo lo logra?

Thomas Euler vista. Sin ella, un camaleÛn no acerta- las cÈlulas ganglionares presentaban
rÌa a la hora de proyectar su pegadiza cierta preferencia direccional. AsÌ, unas

T
arde de f˙tbol. El locutor narra lengua en el lugar y momento oportu- se excitaban sÛlo ante estÌmulos que cru-
el lance. ìAtenciÛn al disparo nos sobre el insecto que, infeliz, vuela zaban el campo de visiÛn de derecha a
desde la esquina izquierda del cruzando su campo de visiÛn. Nosotros izquierda; otras lo hacÌan en el caso con-
·rea de castigo. °Potente y colo- mismos dependemos de la aportaciÛn trario; otras, por fin, distinguÌan si la
cado! øImparable? No para el cancer- continua de informaciÛn relativa al seÒal de luz se movÌa de arriba abajo o
bero. Con la velocidad del rayo aparece movimiento, sea en el deporte o al atra- de abajo arriba.
y desvÌa el cuero en el ˙ltimo momento vesar una calle. Estos datos permiten El descubrimiento de la selectividad
con la punta de los dedos m·s all· del estimar la distancia y velocidad de un direccional de determinadas neuronas
travesaÒo.î Y sentencia: ìReflejos impre- vehÌculo que se acerca, de manera que de la retina confirmÛ una antigua sos-
sionantesî. sÛlo cruzaremos la calzada si estamos pecha: la retina no era un mero detector
Pero esa parada ìestelarî se debe, casi seguros de lograrlo. que convertÌa la luz en impulsos ner-
exclusivamente, a la decisiva aportaciÛn De tan importante trabajo previo lle- viosos. Recordando la met·fora, se tra-
de un Ûrgano cuyas prestaciones suelen vado a cabo por la retina se tuvo primera taba de algo m·s que de una pelÌcula fo-
pasar inadvertidas. Nos referimos a la noticia a raÌz de los trabajos de Horace togr·fica. Actualmente, junto a las cÈlulas
retina. Puede establecerse cierto paran- Barlow y William Levick, de la Univer- ganglionares indicadoras de direcciÛn,
gÛn entre la capa de cÈlulas nerviosas sidad de Cambridge, a principios de los o DS (en razÛn de su denominaciÛn
fotosensibles de la parte posterior del aÒos sesenta. Investigaban en la retina inglesa ìDirection Selectiveî), existen
interior del globo ocular y la pelÌcula de de los animales de laboratorio la res- docenas de otros tipos de cÈlulas gan-
una c·mara fotogr·fica. Pero la compa- puesta de las cÈlulas ganglionares ante glionares con respuestas de complejidad
raciÛn resulta, con todo, incompleta. La el movimiento. Cumple a Èstas vehicu- equivalente. Unas reconocen lÌneas y
retina es mucho m·s. Como si se tratase lar la salida de datos de la retina, ya que aristas o pequeÒos puntos. Otras miden
de un procesador especializado, analiza, sus axones se conectan al nervio Ûptico, y codifican el brillo. Las hay especiali-
extrae y filtra la imagen captada en fun- que, a su vez, transmite la informaciÛn zadas en informaciones crom·ticas que,
ciÛn de aspectos temporales, espaciales a los centros visuales del cerebro. Barlow por ejemplo, responden vivamente ante
y crom·ticos. Los datos clasificados se y Levick proyectaron diferentes patro- tonalidades azules y son inhibidas por
transmiten luego, comprimidos, a los nes de luz sobre la retina y registraron, su color complementario, el naranja.
centros del cerebro responsables de la al mismo tiempo, la actividad elÈctrica Aludimos a las cÈlulas ìsensibles a colo-
visiÛn, donde se procesan. Volviendo a de las cÈlulas ganglionares gracias a la res antagÛnicosî.
la gesta del deportista, Èsta ha obtenido informaciÛn obtenida de microelectro- Con los trabajos de Barlow y Levick
ya de la retina la informaciÛn de que su dos implantados. se puso tambiÈn de manifiesto que los
objeto deseado, el balÛn, vuela desde su estÌmulos Ûpticos, captados por las cÈlu-
derecha hacia la porterÌa. Colores, formas y direcciones las fotosensibles a la luz, sufren un pro-
La capacidad que ofrece la visiÛn de Para su sorpresa, comprobaron que de- cesamiento previo en el sistema reti-
poder reconocer movimientos y direc- terminadas neuronas ˙nicamente emi- niano antes de llegar a centros de la visiÛn
ciones de los mismos es esencial para tÌan impulsos cuando se movÌa un punto superiores. Los investigadores brit·ni-
los organismos que se orientan pri- luminoso. Ante luz est·tica, no se pro- cos plantearon, al propio tiempo, una
mordialmente a travÈs del sentido de la ducÌa reacciÛn alguna. Y lo que es m·s, cuestiÛn que, desde entonces, ha cen-

54 Mente y cerebro 07/2004


trado el interÈs de la ciencia: ødÛnde y

DPA
cÛmo lleva a cabo la retina los c·lculos
correspondientes?
CabÌa, en principio, dos respuestas.
Seg˙n el modelo postsin·ptico, las cÈlu-
las ganglionares calcularÌan por su cuenta
la direcciÛn del movimiento al integrar
seÒales inhibidas y potenciadas. Seg˙n
el sistema presin·ptico, las neuronas DS
podrÌan recibir de otras cÈlulas nervio-
sas anteriores, las ìinterneuronasî, la in-
formaciÛn adecuada sobre la direcciÛn,
informaciÛn que ˙nicamente deberÌan
codificar como secuencia de potencia-
les de acciÛn y enviar al nervio Ûptico.
1. REFLEJOS ESPECTACULARES. Las fulgurantes reacciones de los deportistas de elite
Ambos planteamientos recibieron se basan en el trabajo previo realizado por las neuronas de la retina, que emiten una
apoyo experimental. Paulatinamente, sin respuesta selectiva en función de la dirección.
embargo, se han ido acumulando indi-
cios que avalan el modelo presin·ptico.
El avance revolucionario se produjo hace la conexiÛn de salida que usan para la øSon realmente las cÈlulas estrelladas
dos aÒos. El grupo dirigido por Shigetada propagaciÛn de las seÒales elÈctricas. amacrinas el lugar de la retina donde se
Nakanishi, de la Universidad de Kyoto, Para ello se sirven de otros apÈndices, procesan las informaciones direcciona-
trabajaba con ratones transgÈnicos en las dendritas; mediante Èstas reciben los les? En principio cumplen determinadas
los que observaron la siguiente peculia- impulsos de las cÈlulas nerviosas de su caracterÌsticas necesarias para poder rea-
ridad: con una toxina, se les desactivaba entorno y generan la sinapsis de salida lizar los c·lculos previos y propios de la
un tipo de interneurona de la retina, las hacia las neuronas vecinas. neurona de direcciÛn. Sus apÈndices se
neuronas estrelladas amacrinas (SA). En las cÈlulas estrelladas amacrinas, hallan entrelazados, a travÈs de contac-
Tras dicha desactivaciÛn, las cÈlulas gan- las dendritas se disponen de una forma tos sin·pticos, con las dendritas de las
glionares DS perdÌan la selectividad a la muy caracterÌstica. De un soma celu- cÈlulas ganglionares DS; la densidad de
direcciÛn; de ello se deducÌa que, para lar esfÈrico parten, en todas las direc- poblaciÛn de dichas cÈlulas SA es tal, que
tal funciÛn, dependÌan de la informaciÛn ciones, entre cuatro y seis dendritas permite la potencia de c·lculo requerida
aportada por las estrelladas amacrinas. primarias; Èstas, a su vez, originan nu- para ejecutar el complejo procesamiento
La expresiÛn ìcÈlula amacrinaî la merosas ramificaciones secundarias. de las seÒales.
acuÒÛ Santiago RamÛn y Cajal. Amacrina Observado el conjunto al microscopio, En las cl·sicas mediciones electrofi-
significa carente de axÛn. En efecto, al evoca un espect·culo pirotÈcnico fas- siolÛgicas, basadas en electrodos implan-
contrario que la mayorÌa del resto de tuoso, como si de una explosiÛn este- tados en el soma celular, no se podÌa
neuronas, las cÈlulas amacrinas no poseen lar se tratase. observar ninguna respuesta ante estÌmu-

Microordenadores en los apéndices celulares


Cuando se estimula una célula estrellada amacrina con un impulso ciona mediante una respuesta en la concentración de calcio.
de luz de derecha a izquierda (figura a), sólo responde la rami- Por lo tanto, las dendritas son intrínsecamente selectivas ante
ficación dendrítica de la izquierda, mientras que la otra mitad las direcciones. Cada ramificación exhibe preferencia por una
no emite respuesta alguna. Si la luz se desplaza en la dirección dirección determinada, aunque siempre hacia el exterior desde
contraria (figura b), entonces sólo la dendrita derecha reac- el soma celular (flechas coloreadas de la figura c).

a b c

antwort

RESPUESTAS
THOMAS EULER

DEL CALCIO
TIEMPO

Mente y cerebro 07/2004 55


La retina, un procesador de imágenes
Nuestra ventana al mundo es del tamaño de una moneda nerviosas de ámbito local. Las células bipolares transportan
de dos euros: la retina. Este tejido nervioso de escasos cen- las señales de los fotorreceptores de la retina externa orto-
tenares de micrometros de grosor traduce ondas lumino- gonalmente hacia las capas celulares más internas.
sas —y todo lo que vemos es luz de diferente longitud de Allí se encuentran las células horizontales y las amacrinas.
onda— en impulsos eléctricos, el lenguaje que el cerebro Estas distribuyen las señales en sentido lateral a células ner-
entiende. En la retina se analizan de forma somera colores, viosas del entorno, repartiéndose en paralelo la tarea pro-
formas y movimientos de una escena. Ello redunda en una cesadora. Cada neurona de la retina cubre con sus apéndi-
liberación de carga para los centros ópticos superiores, puesto ces receptores, las dendritas, una pequeña porción del campo
que sólo reciben el resultado de estos cálculos previos. de visión. Dentro del campo receptor, que abarca desde pocos
A la manera de una cámara fotográfica, el cristalino enfoca micrometros hasta milímetros de diámetro según el tipo de
en la retina cada imagen que observamos. La función de la célula, se recolectan las señales; se procesan en función de la
“película” la realizan los propios fotorreceptores. La primera misión de la célula en cuestión. Las células estrelladas ama-
fase del procesamiento llevada a cabo por estas células ner- crinas realizan cálculos direccionales; otras miden y codifican
viosas consiste en convertir las ondas luminosas en seña- las señales basándose en criterios como forma o color. Las
les eléctricas. Pero al hallarse en una zona muy externa, esto células ganglionares son las neuronas iniciales y configuran
es, en dirección de la esclerótica, o cubierta dura del ojo, la capa más interna de la retina. Sus axones forman el ner-
la luz debe primero atravesar la retina, transparente. El pro- vio óptico a través del cual se transmiten los resultados de
cesamiento ulterior de la información procedente de los los cálculos de las interneuronas a los centros ópticos de
fotorreceptores corre a cargo de las interneuronas, células orden superior en el cerebro.

ESCLEROTICA RETINA

CORNEA

LUZ
CELULA PIGMENTARIA
FOTORRECEPTOR
PUPILA CELULA BIPOLAR
CELULA HORIZONTAL
CELULA DE MÜLLER
CELULA AMACRINA
CELULA GLANGLIONAR
CRISTALINO

THOMAS EULER
IRIS NERVIO
CUERPOS OPTICO
CILIARES

los tÌpicos de movimiento; por ejemplo, tan de un grosor excesivo para poder fluorescencia, conocemos en los expe-
franjas mÛviles de luz. implantarlos. rimentos la transmisiÛn de seÒal en las
Pero los impulsos elÈctricos no cons- cÈlulas estrelladas amacrinas.
Demasiado delgado tituyen los ˙nicos indicadores de trans- El principio de operaciÛn es de nota-
para la toma de datos misiÛn de seÒales. Las neuronas emplean ble sencillez. Tras extraer la retina del
No cabÌa esperar tal comportamiento, tambiÈn el lenguaje de la quÌmica, sus- ojo del animal de laboratorio, se la depo-
habida cuenta de la particular morfolo- ceptible de interpretaciÛn mediante una sita en una soluciÛn nutritiva. Se inyec-
gÌa de las cÈlulas SA. En efecto, lo mismo tÈcnica novedosa, la microscopÌa bifo- ta, luego, en cada cÈlula SA un indica-
el procesamiento de las seÒales recibi- tÛnica, que hace visibles los cambios en dor colorante especÌfico, que emite
das que la rendiciÛn de los resultados de las concentraciones de iones de calcio. fluorescencia cuando se produce una
dicho procesamiento se realizan de ma- Cuando se excita una neurona, los iones excitaciÛn. La molÈcula de colorante
nera completamente local en las den- se desplazan masivamente al interior de brilla con especial intensidad cuando
dritas. Los impulsos no pasan siquiera la cÈlula para unirse a una determina- est· unida a iones de calcio. AsÌ pues,
por el soma celular. da proteÌna, lo que desencadena el ver- si al analizar una cÈlula SA a travÈs del
Por consiguiente, habrÌa que tomar las tido de neurotransmisores en la zona microscopio detectamos en un punto
muestras directamente en el lugar donde sin·ptica. Por lo tanto, un aumento de la determinado un incremento de la fluo-
se lleva a cabo el proceso; ahora bien, concentraciÛn de calcio intracelular rescencia y, por ende, de la concentra-
ello constituirÌa una tarea harto difÌcil, indica de manera indirecta que la neu- ciÛn de iones de calcio, estaremos pre-
pues el di·metro del extremo de las den- rona se encuentra en plena fase de envÌo senciando in situ el momento en el que
dritas apenas mide un micrometro. de informaciones. Merced a este com- una seÒal se transmite a la siguiente
Incluso los electrodos m·s finos resul- portamiento, manifestado en forma de neurona.

56 Mente y cerebro 07/2004


La microscopÌa de fluorescencia cl·-
sica se aplica de forma rutinaria en el
2. INGENIOSA CONMUTACION.
El gráfico esquematiza una célula ganglionar
·mbito de la neurofisiologÌa. No resulta
apropiada, sin embargo, para el estudio DS (gris) y tres células SA circundantes
de la retina, ya que para la excitaciÛn de (coloreadas). La neurona DS reacciona de
las molÈculas de colorante se emplea luz manera selectiva ante la dirección cuando
de elevada intensidad dentro del espec- recibe señales procedentes de las dendritas
tro visible que provoca ceguera momen- estrelladas que posean aproximadamente la
t·nea en una retina sensible. La micros- misma dirección preferente, en este caso de
copÌa bifotÛnica ofrece una salida a este
los sectores sombreados de color. La
dilema; para activar el colorante se utili-
zan, en vez de un fotÛn solitario altamente dirección preferente de la célula DS discurre,
energÈtico, dos partÌculas luminosas de por lo tanto, de izquierda a derecha.
menor energÌa. Este mÈtodo emplea luz
con una longitud de onda de 930 nanÛ-

KLAUS LUNAU
metros; por tanto, no estimula los foto- cionaba. De ese comportamiento se des-
rreceptores de la retina, ya que Èstos reac- prendÌa que una cÈlula estrellada ama-
cionan sÛlo ante luz entre los 400 y 700 crina posee diversos detectores de direc-
nanÛmetros de longitud de onda. ciÛn que trabajan de forma independiente
Gracias a esa nueva tÈcnica, las reac- y que muestran, a su vez, distintas ìpre-
ciones que desencadenan los estÌmulos ferencias direccionalesî; es decir, sus dores, poseen inhibidores. Ello nos in-
mÛviles luminosos en las cÈlulas estre- dendritas. duce a pensar en un sistema de conmu-
lladas amacrinas pueden observarse ahora Los defensores de la teorÌa presin·p- taciÛn m·s refinado. Las neuronas SA
en directo en el tejido vivo y, por lo tanto, tica est·n, por tanto, en lo cierto. Como situadas en el lado opuesto de las cÈlu-
todavÌa fotosensible de la retina. øPodre- demuestran nuestros experimentos, el las ganglionares DS podrÌan reprimir
mos, entonces, resolver por fin la cues- c·lculo de la direcciÛn de un movimiento cualquier actividad en cuanto un estÌmu-
tiÛn planteada por Barlow y Levick? de un objeto situado en el campo de lo Ûptico procediera de la direcciÛn equi-
En las investigaciones nos centramos visiÛn se efect˙a ya en una etapa ante- vocada; vetarÌan la reacciÛn ante estÌ-
en el tercio exterior de las extensiones rior a las cÈlulas ganglionares DS. mulos provenientes del lado opuesto. Un
dendrÌticas; mientras que las entradas øCÛmo utilizan las neuronas DS la mecanismo semejante mejorarÌa a˙n m·s
sin·pticas de las cÈlulas SA est·n repar- informaciÛn direccional? Si recogiesen la selectividad de los microcomputado-
tidas a lo largo de todo el ·rbol de den- indiscriminadamente la salida de datos res retinianos.
dritas, las salidas sin·pticas se encuen- de cada una de las cÈlulas SA de su En cualquier caso, se trata de una hi-
tran exclusivamente en dicha zona. En entorno inmediato, no hablarÌamos de pÛtesis sin confirmar. Existen, adem·s,
los primeros experimentos, los estÌmulos indicadores de direcciÛn, sino de detec- varias cuestiones que esperan respues-
luminosos empleados tenÌan la forma de tores de movimiento muy sensibles. Al ta. Quiz· lo m·s interesante sea, a su vez,
un trozo de tarta con la punta en el cen- fin y al cabo, se dispone para cada direc- lo m·s difÌcil: øcÛmo consigue la natu-
tro de una cÈlula amacrina. Realmente, ciÛn de, al menos, una dendrita de cÈlula raleza establecer un patrÛn tan complejo
la concentraciÛn de calcio sÛlo aumentÛ estrellada que responde con particular de interconexiones entre cÈlulas ner-
en las dendritas ubicadas en el interior intensidad. Una cÈlula ganglionar DS viosas durante el desarrollo embriona-
de dicha zona, lo cual significa que los sÛlo puede ser selectiva frente a las direc- rio? Todo apunta a que la selectividad
finÌsimos apÈndices celulares procesan ciones, si recibe mayoritariamente seÒa- direccional de la retina va a seguir dando
las seÒales entrantes directamente in situ les procedentes de dendritas SA especÌ- trabajo a la prÛxima generaciÛn de neu-
y realizan sus c·lculos con independen- ficas para una determinada orientaciÛn; robiÛlogos.
cia de las otras dendritas. es decir, que posean aproximadamente
A continuaciÛn, utilizamos patrones la misma direcciÛn preferente. Y para que
de luz en forma de franjas que se despla- ello funcione, se requiere que todas las
zaban por la neurona SA. Estos estÌmu- cÈlulas SA unidas, mediante sinapsis, a THOMAS EULER, biólogo del Instituto Max
los luminosos en movimiento provoca- esta neurona DS se ubiquen a un lado de Planck de Investigaciones Médicas en
Heidelberg, trabaja en óptica biomédica.
ron valores de calcio m·s notables. Al la cÈlula ganglionar.
analizar la intensidad de fluorescencia, Investigadores de la Universidad de
descubrimos que cada ramificaciÛn de California en Berkeley han hallado recien- Bibliografía complementaria
la dendrita reaccionaba con mayor inten- temente indicios de la existencia real de D IRECTION -S ELECTIVE G ANGLION C ELLS IN
sidad ante una diferente orientaciÛn del un esquema de interconexiones tan selec- THE R ETINA . D. I. Vaney, W. R. Levick en
patrÛn lineal previo. tivo. Estimularon una cÈlula estrellada Motion Vision-Computational, Neural, and
amacrina mediante una descarga elÈc- Ecological Contraints. Springer; Heidelberg,
La dirección es la clave trica a travÈs de un microelectrodo; regis- 2001.
Siempre que las bandas luminosas se traron las respuestas de una cÈlula gan- DIRECTION-SELECTIVE CALCIUM SIGNALS IN
desplazaban en sentido centrÌfugo, es glionar DS colindante mediante un DENDRITES OF STARBURST AMACRINE.T. Euler
decir, partiendo del soma celular al ex- segundo microelectrodo. La acciÛn de et al. en Nature, vol. 418, pág. 845; 2002.
terior, a travÈs de una dendrita, aumen- respuesta por parte de la cÈlula ganglio- M ECHANISMS AND C IRCUITRY U NDERLYING
taban los valores del calcio. Cuando el nar DS dependÌa del lado donde se hallaba D IRECTIONAL S ELECTIVITY IN THE R ETINA .
movimiento se producÌa en sentido con- la neurona SAestimulada elÈctricamente. S. I. Fried et al. en Nature, vol. 420, pág.
trario, el apÈndice no mostraba respuesta Ahora bien, las cÈlulas estrelladas, 411; 2002.
alguna, mientras que su opuesto reac- adem·s de neurotransmisores estimula-

Mente y cerebro 07/2004 57


Varón o mujer:
cuestión de
simetría
¿Piensan de manera diferente los varones y las mujeres?
La biología abona una respuesta afirmativa, cuya raíz se halla en el distinto
recurso a los hemisferios cerebrales para acometer diversas tareas

Markus Hausmann bastante superior de mujeres habÌa rea- r·pido se mueva el objetivo, con tanta
lizado el ìtest ac˙sticoî correctamente; mayor celeridad deber· efectuarse el

I
nspector Craddock: ìSolamente a en cambio, el problema espacial del ìtest an·lisis espacial; y eso es lo que ejecuta
un cerebro femenino y, en particular de formasî fue resuelto de manera satis- con mayor facilidad un varÛn.
al suyo, se le podrÌa ocurrir algo se- factoria por una cifra mayor de varones. Las mujeres, en cambio, brillan en los
mejanteî. Miss Marple: ìInspec- Doreen Kimura, de la Universidad ejercicios donde importan movimientos
tor, quiz· le incomode que el cerebro de Simon Fraser, seleccionÛ y examinÛ las gr·ciles y sutiles. Pueden controlar la
una mujer supere en ocasiones al de un publicaciones cientÌficas relativas a la musculatura de sus dedos y manos con
hombre, pero deber· resignarse a acep- cuestiÛn. A partir de las mismas, elaborÛ mayor rapidez y precisiÛn, asÌ como de-
tarloî. La aguda respuesta de Margaret en el aÒo 2002 una selecciÛn tÌpica de sarrollar mejor los movimientos de re-
Rutherfords en la pelÌcula basada en la ejercicios en los que, ora los varones, ora corrido harto complejo. Se ha demostrado
obra de Agatha Christie, 16:50h desde las mujeres lograban un mejor rendimien- por vÌa experimental que esta diferen-
Paddington, apunta al corazÛn de un vie- to. Afloraba de tal estudio una tenden- cia no guarda relaciÛn con el tamaÒo de
jo prejuicio sobre la superioridad men- cia muy clara. En general, la mujer supera la mano y otros par·metros semejantes;
tal del varÛn. Huellas del mismo apare- al hombre en tests relacionados con capa- la ventaja femenina se basarÌa en carac-
cen todavÌa en tÛpicos del tenor siguiente: cidades verbales, mientras que el varÛn terÌsticas distintivas de su cerebro.
ìNi los hombres saben escuchar ni las le gana en los problemas espaciales. Pero Ante estos indicios, los expertos en
mujeres aparcarî. no hay regla sin excepciÛn; en cierto neuroanatomÌa se propusieron inves-
Pero, øse trata siempre de un mero problema espacial las mujeres vencen tigar, en la estructura cerebral, las di-
prejuicio? Desde hace aÒos se viene in- con claridad: cuando se trata de recor- ferencias entre sexos. No tardaron en
vestigando el pensamiento masculino y dar la ubicaciÛn de los objetos, una tarea llegar los primeros descubrimientos. AsÌ,
femenino en busca de caracteres distin- habitual en los juegos de memoria. se observÛ que el cerebro de la mujer es,
tivos. Ya en 1975, el grupo dirigido por en promedio, entre un diez y un quince
Max Coltheart anotaba en Nature las di- El tamaño del cerebro por ciento menor que el del varÛn, amÈn
ferencias sexuales en la resoluciÛn de dos Las habilidades espaciales ayudan a los de bastante m·s ligero. Tal desigualdad
problemas. En el ìtest ac˙sticoî, los vo- varones no sÛlo en la representaciÛn tri- no cabe atribuirla en exclusiva a la di-
luntarios masculinos y femeninos de- dimensional de objetos, sino tambiÈn en ferencia media de tamaÒo corporal en-
bÌan contar todas las letras del alfabeto determinadas destrezas motoras. Est· tre uno y otra. Bente Pakkenberg y Hans
cuya pronunciaciÛn incluyese una ìeî, comprobado estadÌsticamente que su- J. Gudersen estimaron que la corteza
como por ejemplo B, C, D, E, F, G. peran a las mujeres en lanzamientos de cerebral femenina contiene aproxima-
En el ìtest de formasî, los mismos punterÌa, como los dardos, asÌ como en damente 3500 millones de neuronas
probandos debÌan contar las may˙scu- la recepciÛn o desvÌo de objetos. En di- menos que la masculina; en cualquier
las con alg˙n rasgo curvo; por ejemplo, chos ejercicios, el cerebro debe coordi- caso, se trata de una diferencia del 16 por
B, C, D, G. Con una condiciÛn determi- nar la informaciÛn sobre la ubicaciÛn ciento.
nante, a saber, que los participantes no del objetivo con los datos sobre la di- Conviene adelantar, sin embargo, que
podÌan ni pronunciar en voz alta ni escri- recciÛn y velocidad de los movimientos estas cifras no significan en absoluto que
bir las letras. Se demostrÛ que un n˙mero de manos, brazos y tronco. Cuanto m·s la mujer posea una inteligencia menor

58 Mente y cerebro 07/2004


1.

CINETEXT
ROLES ARQUETIPICOS. A fin de
encubrir su agudo ingenio, Miss Marple
utiliza un estereotipo sexual muy
arraigado en nuestra cultura.

que el varÛn. No existe ninguna vincula-


ciÛn determinante entre coeficiente inte-
lectual y tamaÒo encef·lico. M·s impor-
tante que el n˙mero de neuronas es la red
de interconexiÛn entre las mismas. Hay
personas cuyos cerebros apenas alcanzan
la mitad del peso medio de 1350 gramos,
que tampoco lo compensan con una den-
sidad de cÈlulas m·s elevada, y dispo-
nen, no obstante, de una inteligencia nor-
mal. Por sÌ solo, el tamaÒo cerebral
constituye un indicador irrelevante.
Un asunto muy distinto, por revela-
dor, es el an·lisis individualizado de las
distintas regiones cerebrales. Se ha des-
cubierto que algunos n˙cleos nerviosos
presentan un tamaÒo muy diferente en
funciÛn de su pertenencia a un hipot·-
lamo de varÛn o de mujer. Esta estruc-
tura participa en el control del sistema
hormonal e influye, por lo tanto, en el
comportamiento sexual y el crecimiento.
Asimismo, la disposiciÛn de los haces
de fibras nerviosos que unen los hemis- izquierdo. Por tanto, no podr· ser casual cesos verbales el izquierdo; el derecho,
ferios cerebrales varÌa, al parecer, de un que el planum temporale de los hom- para tareas espaciales.
sexo a otro. Las comisuras permiten la bres, una estructura del lÛbulo temporal
comunicaciÛn entre ambos hemisferios, responsable del habla, sea, en el hemis- Asimetría y predisposición
derecho e izquierdo. En su mayorÌa, es- ferio izquierdo, considerablemente ma- a los trastornos
tas uniones transversales constan de un yor que en el derecho. La cuestiÛn sobre cu·l sea el mejor prin-
mÌnimo de 200 millones de fibras: el En ciertos ensayos se midiÛ, apoya- cipio de organizaciÛn ósimetrÌa o asi-
cuerpo calloso, que se revela m·s robusto dos en tÈcnicas de im·genes y mÈtodos metrÌaó no admite una respuesta senci-
en el caso de la mujer, especialmente en psicofisiolÛgicos, la comunicaciÛn entre lla. Un cerebro asimÈtrico puede procesar
su secciÛn posterior. Lo mismo puede ambos hemisferios; se abordÛ tambiÈn de forma rauda informaciones de ·reas
afirmarse de otras uniones menores en- si la diferencia guardaba relaciÛn con el prÛximas, antes de que se transmitan al
tre hemisferios. De donde se infiere que, sexo. En una prueba de estimulaciÛn de otro hemisferio. Cuanto menor sea la dis-
en el cerebro femenino, ambos hemis- semicampo, van apareciendo, r·pidas y tancia entre ·reas conectadas, tanto m·s
ferios interaccionan entre sÌ con mayor fugaces, palabras o figuras geomÈtricas cÈleres deberÌan mostrarse en el procesa-
intensidad. en el campo de visiÛn situado o bien a miento de la informaciÛn. En ello la asi-
AÒ·dase que, en el cerebro femenino, la izquierda del probando o bien a su de- metrÌa ofrece una ventaja manifiesta.
los hemisferios guardan un parecido en- recha. Se consigue de ese modo que los Una organizaciÛn cerebral simÈtrica,
tre sÌ mayor que en el caso del varÛn. estÌmulos se procesen sÛlo por uno de los por el contrario, revela posiblemente una
Observamos que los hemisferios del hom- dos hemisferios. El rendimiento de cada menor propensiÛn a los trastornos fun-
bre se diferencian con nitidez en lo que uno de ellos se obtiene a partir de la tasa cionales ante daÒos de un hemisferio.
respecta al tamaÒo de determinadas es- de aciertos; se acota, adem·s, la veloci- AsÌ lo han establecido Stefan Knecht y
tructuras, asÌ como en la forma y re- dad de reacciÛn de los participantes para su equipo, de la Universidad de M¸nster,
corrido de varias circunvoluciones. øSe cada semicampo. Con las palabras se en lo concerniente al procesamiento del
reflejan estas discrepancias estructura- comprueban las capacidades ling¸Ìsticas, lenguaje. Los neurÛlogos crearon un in-
les en las capacidades de nuestro encÈ- mientras que con las formas se determi- tenso campo magnÈtico en torno al ·rea
falo? No olvidemos que muchas fun- nan las habilidades espaciales. especÌfica del lenguaje de un hemisfe-
ciones se asientan de preferencia en un øQuÈ se deduce? La asimetrÌa funcio- rio para alterar su funciÛn. Descubrieron
hemisferio; ocurre, por ejemplo, en las nal se manifiesta con mucha mayor inten- que la estimulaciÛn magnÈtica transcra-
habilidades para la concepciÛn espacial, sidad en los varones que en las mujeres. neana afectaba a la capacidad ling¸Ìs-
las capacidades ling¸Ìsticas o la motri- Estas parecen consultar ·reas cerebrales tica de los voluntarios, con una fuerza
cidad voluntaria de gran complejidad. De localizadas en ambos hemisferios, cuando proporcional a la asimetrÌa en que ope-
las informaciones espaciales se encarga se trata de ejercicios espaciales o verba- raban sus ·reas del lenguaje.
preferentemente el hemisferio derecho, les. Sin embargo, el cerebro masculino El dimorfismo sexual se basa, en buena
mientras que del lenguaje se responsa- limita, de preferencia, su actividad neu- medida, en sus niveles endocrinos. Aun-
biliza en buena medida el hemisferio ronal a un hemisferio o a otro: para pro- que ambos sexos disponen de hormonas

Mente y cerebro 07/2004 59


revelÛ ese fenÛmeno en investigaciones
llevadas a cabo en personas que en el pe-
Fuerza y debilidad asociadas al sexo rÌodo perinatal mostraban una concen-
traciÛn de hormonas sexuales extraor-
Problemas en los que las mujeres Problemas en los que los hombres dinaria. Recordemos, por botÛn de
tienen ventaja tienen ventaja muestra, a los que presentan hiperplasia
adrenal congÈnita (HAC), patologÌa que
Pruebas de velocidad de percepción, Determinados problemas relacionados conduce a una manifestaciÛn extrema
en las que deben reconocerse rápida- con la concepción espacial y la rota- de hormonas sexuales masculinas.
mente parejas de imágenes; en este ción mental; aquí, imaginar el giro de
caso, se trata de encontrar la asociada un objeto tridimensional: Inundación de hormonas
a la casa representada a la izquierda: masculinas
Las niÒas afectadas por esa enfermedad
poseen genitales masculinizados, anoma-
lÌa que suele corregirse en fase temprana
mediante cirugÌa. Al propio tiempo, con
terapia hormonal, puede prevenirse la
sÌntesis excesiva de transmisores mas-
Recordar si uno o varios objetos se O determinar en qué posición que-
culinos. Las personas expuestas a tal
han desplazado dentro de un conjunto dan los agujeros de un papel doblado
o se han suprimido: tras ser desplegado: inundaciÛn de hormonas hasta poco des-
puÈs de su nacimiento constituyen suje-
tos ideales para la investigaciÛn cientÌ-
fica: determinadas diferencias en sus
capacidades mentales que se manifesta-
ran m·s adelante podrÌan atribuirse a la
influencia hormonal sufrida en esa Època
Pruebas de fluidez de palabras e ideas Actividades que requieran el uso de precoz. Los primeros trabajos sobre niÒas
en las que los participantes deben enu- destreza de movimientos orientados con HAC hablaban de una inteligencia
merar objetos del mismo color o pala- a un objetivo; por ejemplo, el lanza- por encima de la media. Hoy se sabe que
bras con igual letra inicial: miento y recepción de objetos: aludÌan a las capacidades espaciales; es
decir, un punto fuerte ìmasculinoî.
Amor, amarillo, amargura, Las pruebas ling¸Ìsticas, por el con-
A— — — andariego, andaluz, ánima, trario, no aportaron apenas diferencias
— ardor, arbusto, ángel
claras en las niÒas HAC. Sheri A. Beren-
baum, de la Universidad del Sur de
Illinois en Carbondale, y Melissa Hines,
Problemas de coordinación de mo- Identificación de formas sencillas, como de la Universidad de California en Los
vimientos de precisión; aquí, colo- la indicada a la izquierda, dentro de
Angeles, descubrieron que las niÒas HAC
car barritas en los agujeros de una un conjunto de numerosas estructu-
preferÌan juguetes ìde chicosî ócoches,
tabla: ras solapadas:
aviones o mÛdulos de construcciÛnó y
se interesaban menos por muÒecas y co-
cinitas. La sobreabundancia de hormo-
nas masculinas parece haber dejado hue-
lla en su comportamiento.
Por su lado, las capacidades espacia-
Ejercicios de cálculo: Cálculo numérico: les de varones nacidos con niveles bajos
de andrÛgenos no alcanzan las de varo-
14 × 3 – 17 + 52 Si sólo el 60 por ciento de
77 los plantones salen adelante, nes provistos de concentraciones nor-
15 1100 ¿cuántos se deben plantar males de hormonas. Sin embargo, la caÌda
43 2 (15 + 3) + 12 –
3 para obtener 660 árboles? de testosterona m·s adelante tiene reper-
cusiones harto menos graves. Todo indica
que esta hormona asienta el pensamien-
to espacial en los primeros estadios del
desarrollo con mayor firmeza que en la
ìmasculinasî y ìfemeninasî, varÌan en son vertidos tambiÈn por las gl·ndulas juventud o en la madurez. Pese a ello,
la concentraciÛn. El representante m·s suprarrenales al torrente circulatorio. no se deberÌa extraer con precipitaciÛn
prominente de las hormonas masculinas A travÈs de Èste llegan a su destino en Ûr- la conclusiÛn de que el nivel actual de
óo andrÛgenosó es la testosterona. ganos alejados; por ejemplo, los m˙scu- hormonas sexuales masculinas no com-
Dentro del repertorio de hormonas sexua- los o el cerebro. porta consecuencia alguna. De hecho, las
les femeninas destacan el estradiol y la Alcanzada su diana, causan, en parte mujeres que muestran transitoriamente
progesterona. Las hormonas sexuales al menos, las diferencias relacionadas una concentraciÛn alta de testosterona
son transmisores quÌmicos, muy efica- con el sexo arriba descritas. Es proba- suelen resolver mejor los ejercicios es-
ces, que se producen en los ovarios (muje- ble que las hormonas mencionadas influ- paciales.
res) y en los testÌculos (varones); en yan, ya antes del nacimiento, en la capa- Con el propÛsito de determinar la
ambos sexos, y en pequeÒas cantidades, cidad de representaciÛn espacial. Se influencia de las oscilaciones naturales

60 Mente y cerebro 07/2004


2. ESTADISTICA ENGAÑOSA. rona, desempeÒarÌa el papel principal:
THOMAS BRAUN

150 a
NUMERO DE PARTICIPANTES

cuanto mayor su concentraciÛn, tanto


Tres ejemplos ficticios de diferencias m·s simÈtrico funciona el cerebro.
de rendimiento entre hombres y mujeres
en diferentes pruebas. La distribución Vida cotidiana
100 en forma de campana señala el número Podemos ahora volver al principio del
de participantes para una puntuación artÌculo. øAparcan las mujeres peor que
concreta. La superficie violeta indica los hombres? Si nos atenemos a los resul-
la superposición de capacidades de ambos
tados recabados en la baterÌa de pruebas
aquÌ sucintamente resumida, cabr· admi-
50 grupos. En los tres casos, las diferencias
tir que los ejercicios miden un tipo muy
60 80 100 120 140 dentro de un grupo superan a las determinado de capacidad, aislada por
PUNTUACION EN UN TEST existentes entre los grupos, pese completo del resto de factores. Nos halla-
a que sus valores medios sean mos, pues, bastante lejos de los proble-
150 b en parte claramente diferentes. mas cotidianos, cuya resoluciÛn requiere
NUMERO DE PARTICIPANTES

la aplicaciÛn combinada de diversas habi-


lidades. El hecho de que las mujeres ob-
tengan, en promedio, peores resultados
tal de rotaciÛn, que se suponen patrimo- en ciertos ejercicios relacionados con la
100
nio del varÛn. Adem·s, las oscilaciones capacidad de representaciÛn espacial no
en el rendimiento solÌan acompasarse significa necesariamente que les cueste
con la concentraciÛn de testosterona: aparcar. Esta acciÛn requiere, entre otras,
cuanto mayor era Èsta frente a un bajo destreza manual y una gran velocidad de
50 estradiol, tanto mejor era el resultado percepciÛn, dominios en los que la mujer
del ejercicio. Otros investigadores de- supera al varÛn.
60 80 100 120 140
PUNTUACION EN UN TEST
mostraron, por su parte, que las mujeres En general, las diferencias derivadas
en la fase de cuerpo l˙teo cosechaban un del sexo comentadas no se perciben nÌti-
150 c Èxito notable en ejercicios en los que ya das en el quehacer diario. Las diver-
NUMERO DE PARTICIPANTES

solÌan ser superiores. En conclusiÛn: las gencias acostumbran ser de Ìndole in-
habilidades femeninas y masculinas tÌpi- dividual; muchos hombres poseen a
cas se potencian o inhiben en funciÛn de menudo capacidades ling¸Ìsticas exce-
la concentraciÛn de hormonas sexuales, lentes y numerosas mujeres presentan
100 por lo menos, en las mujeres. una m·s que notable habilidad en la con-
øY cu·l es la situaciÛn en los hombres? cepciÛn espacial. Las diferencias tÌpicas
TambiÈn en ellos se altera sin cesar el entre sexos se refieren a la media de
nivel de testosterona; sigue un ritmo cir- grandes grupos de mujeres y hombres que
cadiano y anual. La concentraciÛn, mayor participan en los ensayos. Por no hablar
50
por la maÒana que por la noche, es en del alto grado de solapamiento entre las
60 80 100 120 140 primavera menor que en otoÒo. AquÌ capacidades de ambos sexos; las diferen-
PUNTUACION EN UN TEST tambiÈn las variaciones hormonales influ- cias dentro de un mismo sexo superan
yen sobre las capacidades espaciales. casi siempre las existentes entre los sexos
Mas, a diferencia de lo que acontece en complementarios.
de los niveles de hormonas sexuales la mujer, la norma ìcuanto m·s mejorî A partir de las inferencias estadÌsticas
sobre los procesos mentales de personas no vige para el varÛn. Los hombres con- no se puede concluir la mayor idoneidad
sanas, la investigaciÛn se ha centrado en siguieron los mejores resultados en de un varÛn o una mujer para determi-
el ciclo hormonal de la menstruaciÛn, de momentos en los que habÌa caÌdo la con- nada profesiÛn. Son los puntos fuertes y
conocidos altibajos. En nuestro Institu- centraciÛn de testosterona. dÈbiles de cada individuo los que incli-
to de Neurociencias Cognitivas de la Aunque no se ha avanzado en el de- nan el interÈs por tal o cual actividad.
Universidad Ruhr de Bochum analiza- sentraÒamiento del mecanismo en virtud
mos las variaciones de diversas capaci- del cual las hormonas sexuales influyen
dades mentales en cada fase del ciclo sobre las capacidades cognitivas, nues-
MARKUS HAUSMANN, doctor en psicolo-
femenino. Procedimos a registrar las va- tro grupo ha desarrollado ensayos que gía, trabaja en el Instituto de Neurociencias
riaciones hormonales de un grupo de ponen de manifiesto la influencia de las Cognitivas de la Universidad Ruhr en Bochum.
mujeres durante un perÌodo de 6 sema- hormonas sexuales sobre el funciona-
nas; en dos ocasiones planteamos a todas miento asimÈtrico del cerebro. Las muje-
Bibliografía complementaria
las participantes ejercicios de capacida- res que se encuentran en las fases del ciclo
des espaciales: primero, en mitad de la con niveles bajos de hormonas sexuales SEX AND COGNITION. D. Kimura. MIT Press;
fase de cuerpo l˙teo, caracterizada por femeninas resuelven los ejercicios lin- Cambridge, 1999.
su alto nivel de estradiol y progesterona, g¸Ìsticos o espaciales recurriendo a un S EX D IFFERENCES IN C OGNITIVE A BILITIES .
y, luego, durante la menstruaciÛn, fase hemisferio, es decir, igual, pues que los D. F. Halpern. Lawrence Erlbaum; Mah-
en la que la hormona sexual femenina varones; se trata de un efecto que dis- wah, 2000.
aparece en menor concentraciÛn. minuye en torno al dÌa 22 del ciclo, coin- THE ESSENTIAL DIFFERENCE:THE TRUTH ABOUT
Las mujeres obtuvieron, en la ˙ltima cidiendo con la fase de m·ximo hormo- THE M ALE AND F EMALE B RAIN . S. Baron-Co-
prueba, un buen rendimiento en los ejer- nal. A tenor de nuestros ensayos, la hen. Perseus Books; Nueva York, 2003.
cicios espaciales, como en el test men- hormona del cuerpo l˙teo, la progeste-

Mente y cerebro 07/2004 61


La investigación
cerebral bajo
Hitler
Entre 1939 y 1945 fueron asesinados en Alemania y en los territorios ocupados
más de 260.000 pacientes psiquiátricos. De este asesinato en masa sin parangón en la historia
de la medicina, se beneficiaron neurólogos y psiquiatras

Hans-Walter Schmuhl incluso llamÛ la atenciÛn a sus propios Reich fue el paÌs de las posibilidades ili-
padres. Probablemente el proceso se mitadas. Los escr˙pulos morales se deja-

E
l 5 de enero de 1937 Julius Hal- habÌa instaurado incluso antes de esa ron de lado.
lervorden, prestigioso patÛ- fecha. Le adjunto a usted un sucinto bos- Desde entonces, los neurÛlogos, los
logo y director entonces del quejo de la transmisiÛn hereditaria en patÛlogos y, en general, todos los cien-
Instituto Forense Central del esta familia. He pedido a nuestro colega tÌficos dedicados a la investigaciÛn cere-
Hospital Psiqui·trico en Potsdam, reci- Hegemann que le envÌe a usted el cerebro bral no mostraron particular atenciÛn
bÌa una carta de un viejo conocido. La del muchacho. Me he hecho aconsejar hacia la procedencia de sus preparacio-
remitÌa Friedrich Panse, psiquiatra, quien, al respecto por nuestro joven patÛlogo nes. A su imagen, la psiquiatrÌa genÈtica
tras haber estado trabajando en el sana- y espero que la forma de conservaciÛn se embarcÛ en sus propias investigacio-
torio berlinÈs de Wittenau, acababa de sea de su entera satisfacciÛn. Dado que, nes sin tener en cuenta el tratamiento de
trasladarse a Bonn para ocupar la plaza como es lÛgico, desconozco cu·ndo se los enfermos. En el decenio de los treinta,
de mÈdico jefe del Instituto Provincial producir· la muerte de Bernhard R., no la combinaciÛn de observaciÛn clÌnica
de Renania para la InvestigaciÛn GenÈtica puedo todavÌa adelantarle la fecha exacta y examen anatomopatolÛgico constituÌa
de los Mecanismos NeurolÛgico-Psi- en la que le ser· remitido su cerebro.î el mÈtodo fundamental para el conoci-
qui·tricos, recientemente creado por el miento de las enfermedades psiqui·tri-
estado nacionalsocialista. En ella escri- Ni a Panse ni a Hallervorden se les cas y neurolÛgicas. Por eso, cuanto antes
bÌa lo siguiente: ocurriÛ, por supuesto, disponer nada so- se realizaran, tras la muerte, los ex·me-
bre el cerebro de aquel joven de dieci- nes anatÛmicos e histolÛgicos m·s fia-
ìEstamos trabajando con familias rena- sÈis aÒos mientras Èste se encontraba bles se consideraban los resultados.
nas afectadas por el corea de Huntington todavÌa con vida. Pero con la misma
y hemos reunido ya la sorprendente cifra naturalidad, los neurÛlogos y psiquia- Colaboración mortífera
de m·s de cien familias con esta enfer- tras pasaron a disponerlo un poco m·s En el caso que se acaba de relatar los
medad. Dentro de esta gran cuantÌa adelante, cuando, en el contexto de la lla- investigadores no esperaron mucho
puede encontrarse, como es lÛgico, un mada CampaÒa Alemana de Eutanasia tiempo. Berhard R. muriÛ unos pocos
material peculiar y especialmente in- emprendida por el estado nacionalso- dÌas despuÈs del envÌo de la carta. De
teresante. AsÌ, por ejemplo, no resulta cialista a partir de 1939, se les ofreciÛ inmediato se procediÛ a la autopsia; el
extraÒo en absoluto ver en este conjun- la oportunidad de realizar investigaciÛn cerebro, debidamente conservado, se
to casos de niÒos que padecen estadios b·sica a gran escala. Los correspondien- remitiÛ a Potsdam, donde Hallervorden
de r·pida progresiÛn. A este respecto, tes trabajos cientÌficos óasÌ como los se puso r·pidamente manos a la obra.
el 2 de enero pasado, al llevar a cabo propios asesinatos de los enfermosó se A principios de junio, Panse agradecÌa
una inspecciÛn en Essen, encontrÈ produjeron bajo la direcciÛn de mÈdicos. el envÌo de los resultados de su examen.
casualmente a Bernhard R., un caso de No se necesitÛ ning˙n tipo de presiÛn por øA quÈ obedecÌa ese destacado interÈs
corea congÈnito infantil, que se hallaba parte del rÈgimen nazi; los mÈdicos pusie- en el caso de Berhard R.? La respuesta
pr·cticamente moribundo. Se trata de un ron todo su entusiasmo en convertir en es sencilla: el corea de Huntington, una
estado infantil r·pidamente progresivo, realidad la polÌtica eugenÈsica del Na- enfermedad neurolÛgica degenerativa
tan evidente ya a los siete aÒos, que cionalsocialismo. Para ellos, el Tercer que suele declararse en la cuarta o quin-

62 Mente y cerebro 07/2004


ARCHIVO DE LA HISTORIA DE LA SOCIEDAD MAX PLANCK, BERLIN-DAHLEM
1. CIENCIA SIN ETICA. En su búsqueda de las causas de la “locura”, los científicos
ta dÈcada de la vida y que cursa con de- aprovecharon la eutanasia de los pacientes psiquiátricos para investigar sus cerebros.
mencia progresiva, seg˙n la ìLey para
la prevenciÛn de descendencia con enfer-
medades hereditariasî de 14 de julio de camino distinto. Terminada la Primera tes de larga duraciÛn y resistentes a la
1933, entraba dentro de las indicaciones Guerra Mundial, los psiquiatras mani- terapia. Empeoraron las condiciones de
de esterilizaciÛn eugenÈsica. Hoy en dÌa, comiales habÌan dirigido su atenciÛn vida de los internos.
gracias al diagnÛstico prenatal, pode- hacia los factores sociales que podÌan de- En los aÒos treinta la terapÈutica psi-
mos predecir si un sujeto enfermar· de sencadenar, agravar o atenuar los tras- qui·trica recibiÛ un importante impulso
corea de Huntington. Pero en aquellas tornos mentales. a travÈs de la introducciÛn del cardiazol
fechas se carecÌa de los procederes diag- Estas ideas no se apoyaban, sin em- y del shock insulÌnico; a ellos se aÒadiÛ,
nÛsticos necesarios para llevar a cabo al- bargo, sobre concepciones psiqui·tricas en los comienzos del decenio siguiente,
go semejante. La atenciÛn de los psi- de car·cter social, sino que radicaban en el electroshock. ParecÌa que el trata-
quiatras, neurÛlogos y neuropatÛlogos las difÌciles circunstancias econÛmicas miento de la esquizofrenia darÌa un paso
se dirigÌa, por tanto, a la localizaciÛn de de comienzos de los aÒos veinte. Los decisivo. Sin embargo, este avance sus-
posibles ìestigmasî, que permitieran psiquiatras reformistas terminaron por citÛ una pavorosa cuestiÛn: si los medios
diagnosticar y pronosticar la patologÌa adscribirse a la tesis seg˙n la cual ìlas psiqui·tricos apenas alcanzaban para
en niÒos y jÛvenes, a fin de intervenir enfermedades mentales son enfermeda- ayudar eficazmente a los pacientes cu-
eugenÈsicamente antes de que se alcan- des del cerebroî, propuesta por Wilhelm
zara la madurez sexual. Griesinger, fundador de la psiquiatrÌa
Los estados en r·pido progreso obser- como especialidad, en el siglo XIX. To-
vados por Panse parecÌan abrir un camino dos ellos eran dolorosamente conscien-
prometedor en este sentido. Adem·s, se tes de que sÛlo trataban sÌntomas, de que
requerÌan resultados inmediatos. Oskar se limitaban a mitigar los efectos se-
Vogt, director del Instituto Emperador cundarios de la hospitalizaciÛn, mien-
Guillermo de Investigaciones Cerebrales, tras que la etiologÌa primaria de las afec-
con sede en BerlÌn, habÌa anunciado en ciones quedaba fuera de su capacidad de
1935 la existencia (en sujetos que en influencia; una terapia causal, que abor-
edades avanzadas enfermaron de corea dara las causas som·ticas de la enfer-
de Huntington) de alteraciones consta- medad psÌquica, permanecÌa fuera de su
tables antes de la pubertad en una regiÛn alcance.
cerebral muy precisa: el cuerpo estriado. En los primeros aÒos del Tercer Reich
ARCHIVO DE LA HISTORIA DE LA SOCIEDAD MAX PLANCK, BERLIN-DAHLEM

Se intentaba por entonces hacer visibles la situaciÛn de los manicomios presentaba


esas alteraciones mediante la encefalo- un aspecto ambivalente. El n˙mero de
grafÌa, una tÈcnica que acababa de de- pacientes habÌa pasado de unos 80.000
sarrollarse. En otras palabras, se asistÌa a unos 340.000 en 1939. Nunca habÌa
a una carrera en toda regla por conse- habido en Alemania tanta gente recluida
guir un mÈtodo de diagnÛstico precoz sometida a tratamiento. Puesto que el
para el corea de Huntington; en efecto, n˙mero de camas no creciÛ en la misma
aunque esta enfermedad fuera m·s bien proporciÛn, el proceso desembocÛ en
rara, podÌa servir de modelo a largo plazo una crisis, explicable por la saturaciÛn
para ulteriores actuaciones sobre otras de los servicios.
patologÌas psÌquicas m·s comunes, como
era el caso de la esquizofrenia. Efecto filtro nefasto
A primera vista, resulta sorprendente Desde los aÒos veinte, se fue enviando
que la ciencia psiqui·trica de los aÒos a sus casas a un n˙mero creciente de ìca-
treinta se asentara con tal firmeza sobre sos levesî. Se produjo un efecto filtro
el pronÛstico de la herencia y la euge- nefasto: en los manicomios cerrados se 2. ¿UN CIENTIFICO ESCRUPULOSO?
nesia, m·xime cuando la psiquiatrÌa pr·c- concentraron cada vez m·s pacientes El profesor Julius Hallervorden
tica habÌa tomado muy poco antes un crÛnicos e impedidos, es decir, pacien- examinando un cerebro.

Mente y cerebro 07/2004 63


expertos que habÌan participado, de forma
La cronología de los acontecimientos decisiva, en la planificaciÛn, prepara-
ciÛn y realizaciÛn del exterminio de
enfermos mentales e incapacitados psÌ-
14 de julio de 1933: Aprobación de la Ley para la prevención de quicos. En el pensamiento de este mÈdico
descendencia de sujetos con enfermedades se entrelazaban estrechamente curaciÛn
hereditarias y aniquilaciÛn. La terapia, la investiga-
1935: Realización sistemática del “inventario ciÛn b·sica, el ·rbol familiar de los
genético-familiar” en los hospitales psiquiátricos pacientes psiqui·tricos, la eugenesia y
y en los manicomios la eutanasia constituÌan, para Èl, los ele-
1 de septiembre de 1939: Comienzo oficial de la “Campaña T4” mentos complementarios de un amplio
programa.
Enero de 1941: Aprobación del plan de investigación para
Arraigada sobre todo entre los psi-
la eutanasia —sin ningún tipo de presiones
quiatras jÛvenes, flotaba en el ambiente
políticas— por destacados psiquiatras
encabezados por Hermann Paul Nitsche profesional ìuna especie de espÌritu mi-
sionero que provocaba un contagioso
Agosto de 1941: Interrupción de la Campaña T4: la eutanasia entusiasmoî, en expresiÛn de Panse. Es-
continuó, sin embargo, de forma encubierta te mismo se habÌa encaramado ya al
Enero de 1942: Apertura del departamento de investigación puesto de consejero asesor de la ìCam-
en el psiquiátrico de Brandeburgo-Görden paÒa T4î, eufemismo responsable del
Finales de 1942: Apertura del departamento de investigación gaseamiento de unos 70.000 pacientes
del psiquiátrico de Wiesloch procedentes de los sanatorios y de los
Agosto de 1943: Traslado del departamento de investigación asilos psiqui·tricos durante 1940 y 1941.
de Wiesloch a la Clínica Universitaria de Y Hallervorden, director ahora del depar-
Heidelberg tamento de histopatologÌa en el Instituto
Comienzos de 1945: Terminación de las investigaciones en Heidelberg Emperador Guillermo de Investigaciones
Cerebrales, iba a examinar a partir de
Julio de 1945: Julius Hallervorden sigue recibiendo cerebros
1940 cientos de cerebros procedentes de
del instituto forense de Brandeburgo-Görden
las vÌctimas de semejante eutanasia ins-
titucional.
La trÌada de terapia, eugenesia y euta-
nasia determinaba que la investigaciÛn
rables, øera justo ìderrocharî personal de la pr·ctica con la investigaciÛn b·sica, sobre la herencia centrara la atenciÛn de
sanitario y espacio hospitalario en la cus- los expertos esperaban ir refinando el la psiquiatrÌa. El estado mayor de exper-
todia de enfermos incurables e incapa- arsenal terapÈutico disponible. ìEs de tos mÈdicos que dirigÌa el programa de
citados? esperar que los avances de la investiga- ìeutanasiaî tenÌa muy claro que las posi-
Muchos mÈdicos que durante la Re- ciÛn y la difusiÛn de los mÈtodos tera- bilidades diagnÛsticas disponibles sÛlo
p˙blica de Weimar destacaron como pÈuticos produzcan unos resultados tera- permitÌan aclarar algunos aspectos de la
defensores de una reforma radical de la pÈuticos cada vez mejoresî, afirmaba herencia de las enfermedades psiqui·-
psiquiatrÌa, consideraron la eutanasia complacido en 1941 Carl Schenider, cate- tricas y de las incapacidades psÌquicas.
una alternativa potencial para acometer dr·tico de psiquiatrÌa y neurologÌa en la Ante tales limitaciones, el asesinato de
sus ideas transformadoras. La masa de Universidad de Heidelberg y uno de los los enfermos abrÌa a los investigadores
enfermos crÛnicos y de pacientes impe- psiquiatras m·s conocidos en la Alemania todo un campo de nuevas posibilidades.
didos, en los que todas las formas de nazi. ìEn todo caso, puede decirse bien DebÌa procederse como sigue: los su-
terapia hasta entonces conocidas habÌan alto que la psiquiatrÌa puede conside- jetos, escogidos tras una cuidadosa se-
fracasado, debÌa ser aniquilada. Desem- rarse hoy una disciplina mÈdica cura- lecciÛn y reputados aptos para su ex-
baraz·ndose de este ìlastre humanoî, se tiva en el m·s estricto sentido de los tÈr- terminio, tenÌan que someterse a una
despejaba el camino para una reestruc- minos.î observaciÛn clÌnica minuciosa para, lue-
turaciÛn de los manicomios, cuyo punto go, llevar a cabo la autopsia de su cere-
central consistirÌa en la separaciÛn entre Por el bien de la nación bro y acometer su examen anatomopa-
sanatorios y asilos psiqui·tricos. Se daba Schneider estaba absolutamente con- tolÛgico.
por supuesto que los mÈdicos partici- vencido de que las posibilidades de tra- A comienzos de 1941, Walter Schult-
pantes no se detenÌan ante ninguna norma, tamiento se multiplicarÌan a corto plazo: ze, ideÛlogo del Reich, integrante del
profesional o moral. Como la historia ìNo est· lejos el dÌa en que incluso las Consejo Superior MÈdico y miembro
posterior demostrÛ, muchos investiga- que ahora tenemos por enfermedades fundador de las SA, convocÛ una reu-
dores carecieron de freno Ètico. El dique mentales incurables se sometan a tra- niÛn donde se proyectÛ un plan de in-
de contenciÛn se habÌa roto antes de que tamiento mÈdico y se les pueda a los en- vestigaciÛn sistem·tico en el marco del
se asimilara la divisiÛn de los pacientes fermos evitar sus padecimientos y su programa de eutanasia. Para realizar los
en dos categorÌas: los ìdignos de vivirî internamiento perpetuo en los manico- ex·menes anatomopatolÛgicos masi-
y los ìindignos de vivirî. mios, de suerte tal que, a pesar de su vos que estaban previstos, se destina-
A partir de esa reforma radical de los trastorno (tras su esterilizaciÛn), podr·n ron catorce de los treinta institutos ana-
manicomios, se generalizaron, en el cur- seguir siendo miembros activos de la tÛmicos que habÌa en el Reich. Es cierto
so de los aÒos veinte y treinta, las for- comunidadî. que ese ambicioso plan no pudo llevar-
mas de tratamiento recientemente de- Cuando Schneider redactaba esas se a cabo debido a las necesidades de la
sarrolladas. Mediante la coordinaciÛn lÌneas pertenecÌa ya al estado mayor de guerra, pero, aun asÌ, los centros del pro-

64 Mente y cerebro 07/2004


grama de eutanasia mantuvieron a su jadores estatales de los hospitales psi- CampaÒa de Eutanasia se mencionaban
disposiciÛn, desde 1942, dos depar- qui·tricos y manicomios óen realidad, los puntos nucleares de la investigaciÛn:
tamentos de investigaciÛn: uno en el una organizaciÛn camuflada de la Cam- 1) el establecimiento de un diagnÛstico
Instituto Psiqui·trico de Brandeburgo- paÒa T4ó y la federaciÛn provincial de diferencial entre las demencias congÈ-
Gˆrden, bajo la direcciÛn de Hans Hein- Brandeburgo, se pusieron a disposiciÛn nitas y las otras formas de demencia;
ze, un joven psiquiatra, y otro en el Ins- de la secciÛn de investigaciÛn del hos- 2) la clasificaciÛn sistem·tica de los tipos
tituto Psiqui·trico de Wiesloch en Baden pital de Gˆrden ochenta camas. En un de demencia. Se contemplaba tambiÈn
(que a partir de agosto de 1943 se tras- principio estaban previstas 160, pero el estudio, entre otras cosas, de la ìcapa-
ladarÌa a la ClÌnica Universitaria de Hei- hubo que dejar la mitad para los heridos cidad de adiestramiento de las demen-
delberg), bajo la direcciÛn de Carl en el frente. En julio de 1942 se cedieron cias profundasî.
Schneider. otras cuarenta camas a los soldados; el M·s adelante, el interÈs de Heinze se
ardor investigador de los cientÌficos se desplazÛ a la atetosis, enfermedad que
Una logística depurada vio asÌ coartado. Pese a todo, en sep- se caracteriza por continuos movimien-
Los cerebros de los pacientes asesina- tiembre de 1942 se habÌan examinado tos involuntarios bastante lentos y extra-
dos acabaron en diferentes laboratorios 97 pacientes en la secciÛn de investiga- vagantes de pies y manos; se produce por
neuropatolÛgicos. Los del instituto fo- ciÛn de Gˆrden y, un aÒo m·s tarde, en una alteraciÛn del sistema nervioso extra-
rense del frenop·tico de Egfling-Haar, septiembre de 1943, la cifra se habÌa ele- piramidal, un conjunto de regiones cere-
dirigido por Hans Schleussing, pasaban vado a 135. brales encargado de la coordinaciÛn de
al Centro Alem·n de InvestigaciÛn En un informe enviado por Heinze en los movimientos. En las propias palabras
Psiqui·trica de Munich. Al Instituto septiembre de 1942 a la Central de la de Heinze: En todas estas exploracio-
Emperador Guillermo de Investigaciones
Cerebrales se enviaron Ûrganos con-
servados de vÌctimas de la campaÒa de
eutanasia, en este caso provenientes del
instituto forense del psiqui·trico de
Brandeburgo-Gˆrden, dirigido por Julius
Hallervorden.
En septiembre de 1941, el director
mÈdico de la CampaÒa T4, Hermann Paul
Nitsche, propuso que se habilitara el ins-
tituto Gˆrden para la investigaciÛn psi-
qui·trica, ya que allÌ ìse podÌan trasla-
dar f·cilmente los casos de demencia y
epilepsia congÈnitas procedentes de los
asilos cercanos y, tras efectuarse los opor-
tunos ex·menes, pasarÌan posteriormente
a una de nuestras instituciones psiqui·-
tricasî.
En enero de 1942, mediante un acuerdo
establecido entre el sindicato de traba-

3. “ACTIVIDAD PROPAGANDÍSTICA”.
Los científicos que participaron en la
aplicación de técnicas agresivas hasta
llegar a la eutanasia de los pacientes
psiquiátricos no fueron inducidos por
ninguna orden del régimen nazi. Pero de
la propaganda concomitante sí se hicieron
cargo las instituciones del Partido.

Texto del cartel de propaganda:


60.000 marcos es el coste que acarrea
a la comunidad este portador de una
MUSEO HISTORICO DE ALEMANIA BERLIN

enfermedad hereditaria a lo largo de su


vida. ¡Camarada, ése es también tu dinero!
Lea Neues Volk
La revista mensual de la Oficina
de Política Racial del Partido
Nacionalsocialista Alemán de los
Trabajadores (NSDAP)

Mente y cerebro 07/2004 65


4. MUERTE A DEMANDA. de Grosshennersdorf. Entre Èstos se en-
ARCHIVO MUNICIPAL DE HESSEN, WIESBADEN, SECCIÓN 461, Nº 32442/14, PROCESO EICHBERG

contraba un tal Heinz H., a quien se des-


Niña del departamento de pediatría
cribe como un ìejemplo precioso de hidro-
del psiquiátrico de Eichberg; acabaría cefalia, muy primitivo y ab˙lico, de un
muy pronto asesinada en el marco nivel intelectual pr·cticamente nuloî.
del programa de eutanasia Hasta enero de 1943 se examinaron en
nacionalsocialista. Wiesloch diecisÈis casos.
TambiÈn allÌ los cientÌficos mostra-
ron especial interÈs por la investigaciÛn
conoce con exactitud quÈ sucediÛ con los de las ìdemenciasî. En un primer informe
niÒos y los jÛvenes procedentes del mani- de trabajo se subrayaba la ìenorme va-
comio de Brandeburgo-Gˆrden. En 1940 riedad de taras genÈticas patolÛgicas y
fueron trasladados un centenar de ellos la gran significaciÛn de las enfermeda-
al correccional de Brandeburgo, donde des hereditarias, de la esquizofrenia en
murieron en la c·mara de gas. Los cere- particular, para el estado de demencia pro-
bros se enviaron al Instituto Emperador fundaî. La relevancia pr·ctica de estos
Guillermo de Investigaciones Cerebrales hallazgos residÌa, seg˙n afirmaba Schnei-
de BerlÌn. De los 1168 cerebros exami- der, en que representaban el fundamento
nados, entre 1939 y 1944, en el depar- de la lucha objetiva contra las ìdemen-
tamento histopatolÛgico de Hallervorden ciasî por medio de la higiene racial. Las
y en el departamento del director del Ins- cuestiones planteadas durante el proceso
tituto Hugo Spatz, 295 sin ning˙n gÈnero de investigaciÛn desembocaron en un
de duda (y hasta 403 con probabilidad) intento de ìsoluciÛn de gran alcanceî,
procedÌan de vÌctimas de la campaÒa de ya que ìgracias a la CampaÒa puede con-
eutanasia. El departamento forense de seguirse un inmediato esclarecimiento
nes debe tenerse siempre en cuenta que Branderburgo-Gˆrden siguiÛ mandando anatÛmico e histolÛgicoî.
el objetivo primordial consiste en la po- preparaciones a Hallervorden, incluso Ni siquiera la suspensiÛn de la Cam-
sibilidad de establecer una clara dife- despuÈs de que el Instituto hubiera sido paÒa T4 en agosto de 1941 interrumpiÛ
renciaciÛn diagnÛstica entre los padeci- ocupado por el EjÈrcito Rojo. la maquinaria de investigaciÛn. Los
mientos congÈnitos y los adquiridos. Pero ìdementesî explorados clÌnicamente en
no puede olvidarse nunca al realizar las “Se remitirán solicitudes Wiesloch fueron trasladados al hospital
tareas de observaciÛn y de investiga- de traslado” psiqui·trico provincial de Eichberg, en
ciÛn que la finalidad de nuestro trabajo La segunda secciÛn de investigaciÛn del Wiesbaden, asesinados allÌ mediante una
radica en: Programa de Eutanasia entrÛ en funcio- sobredosis farmacolÛgica y devueltos, sus
1. Determinar la oportunidad de la euta- namiento a finales de 1942 en el mani- cerebros, a Wiesloch para su examen
nasia en cada enfermo en particular, asÌ comio de Wiesloch, en Baden, bajo la anatÛmico. Cuando la secciÛn de Wies-
como en ciertas enfermedades en su con- direcciÛn de Schneider. El y sus cola- loch quedÛ clausurada, los pacientes fue-
junto (por ejemplo, las atetosis), y boradores recorrieron uno por uno los sa- ron trasladados a la ClÌnica Universitaria
2. Procurar que, cuando se realicen los natorios de los alrededores en busca de de Heidelberg. TodavÌa en febrero de
posteriores ex·menes anatÛmicos del material interesante. ìHemos encontrado 1944 Schneider instaba la intensifica-
cerebro, se encuentren disponibles los óescribiÛ Schneider por entoncesó ciÛn de las investigaciones. Dado que los
resultados clÌnicos con la debida minu- muchos casos ëpreciososíde demencia en ex·menes anatÛmicos habÌan arrojado
ciosidad para que puedan ser compa- el manicomio alsaciano de Estrasburgo. ìresultados sorprendentes, serÌa enca-
rados con los hallazgos anatÛmicos. Se remitir·n solicitudes de traslado.î Se recidamente deseable que nos fueran
Como puede verse, observaciÛn clÌ- conserva tambiÈn un comunicado en- remitidos cerebros de idiotas y de demen-
nica, exterminio y examen anatÛmico de viado por un consejero asesor de la Cam- tes severos en gran cantidadî. El explÌ-
cerebro estaban en el Reich estrecha- paÒa T4 sobre la presencia de varios cito objetivo del plan era la sistem·tica
mente entrelazados. A este respecto, se pacientes en el hospital Katharinenhof, exploraciÛn de 3000 ìidiotasî.

Antecedente histórico: La reforma psiquiátrica de la República de Weimar


En los años veinte, Hermann Simon, director del sanatorio Se secundó también el modelo de asistencia externa, de-
psiquiátrico provincial de Gütersloh, desencadenó, con su sarrollado en el sanatorio psiquiátrico regional de Erlangen
“tratamiento activo”, una auténtica revolución en la psi- por Gustav Kolb, para los pacientes a los que se había per-
quiatría manicomial. Se trataba de un imaginativo sistema mitido abandonar la institución.
de terapia ocupacional escalonada para los internos, inclui- Por su parte, la apertura de las instituciones manicomiales reci-
dos especialmente los agresivos y los abúlicos. Psiquiatras bió renovados impulsos merced al éxito del “sistema gradual
de todo el mundo peregrinaron a Gütersloch para con- de Wittenau”, que consistía en una progresiva transición desde
templar asombrados el prodigio. El modelo fue imitado fuera el tratamiento manicomial hasta la emancipación definitiva de
de Alemania. la institución, pasando por instituciones estacionarias.

66 Mente y cerebro 07/2004


5.

DPA, FOTO SIN FECHA


CAMAS VACIAS. El objetivo del plan
de eutanasia nacionalsocialista era el
exterminio de toda “vida indigna de
vivir”. Vista de una de las habitaciones
de enfermos del hospital psiquiátrico de
Hadamar, en Essen.

Para fortuna de muchos, Schneider y


sus colaboradores se quedaron lejos de
esas ambiciosas pretensiones. Desde
agosto de 1943 hasta comienzos de 1945,
fueron explorados 52 niÒos y adultos
jÛvenes en la ClÌnica Universitaria de
Heidelberg. Se creÛ un archivo fotogr·-
fico de los pacientes y de sus parientes;
se realizaron estudios antropomÈtricos en numerosas ocasiones, hasta el hospi- tinguir, en edad infantil o juvenil, entre
que sirvieron para clasificarlos de acuer- tal de Eichberg, para luego, de acuerdo las enfermedades e incapacidades adqui-
do con la doctrina de los tipos constitu- con lo planeado de antemano, volver con ridas y las heredadas. Tras semejante
cionales. A travÈs de esos procedimien- su cerebro solo. proceder, yacÌa la idea de separar los
tos buscaba establecer una relaciÛn entre El Centro Alem·n de InvestigaciÛn pacientes con posibilidades terapÈuticas
rasgos som·ticos reputados como ìes- Psiqui·trica tambiÈn estuvo implicado de los enfermos que la medicina consi-
tigmasî y distintas formas de incapaci- en inquisiciones complementarias, rela- deraba incurables por estar ìlastrados
dad psÌquica. Un amplio ìinventario ge- cionadas con la campaÒa de eutanasia. genÈticamenteî. En este ˙ltimo grupo,
nÈtico-familiarî debÌa posibilitar la AsÌ, 194 de los 1069 cerebros que entre correspondÌa a la eugenesia y la eutanasia
identificaciÛn de las formas hereditarias 1940 y 1944 entraron en el Instituto llevar a cabo la ìsoluciÛn finalî.
de ìdemenciaî. El programa de investi- NeuropatolÛgico, dirigido por Willibald En realidad, las investigaciones lle-
gaciÛn abarcaba, adem·s, una serie de Scholz, pertenecÌan a vÌctimas de la euta- vadas cabo en esta lÌnea se limitaron a
exploraciones psicolÛgico-psiqui·tricas, nasia; en otros 633 casos existen funda- proseguir un camino que se habÌa inicia-
asÌ como otras de car·cter tÈcnico, lle- das sospechas de que tambiÈn tenÌan esa do en los aÒos treinta. La novedad estribÛ
vadas a cabo con la ayuda de diversos misma procedencia. Una gran proporciÛn en la rotura de todas las compuertas mora-
aparatos. Procedimientos invasivos de aquellos cerebros provenÌa de la clÌ- les que entraÒaban los mÈtodos de abor-
incluidos. AsÌ, por ejemplo, se efectua- nica Eglfing-Haar, en los aledaÒos de daje posibilitados por el estado nacio-
ron una serie de experimentos metabÛ- Munich. nalsocialista. Los hospitales psiqui·tricos
licos en los pacientes con los que se bus- y los manicomios se dejaron seducir por
caba la explicaciÛn de alteraciones Víctimas infantiles las nuevas posibilidades y los pacientes
endocrinolÛgicas. Otros institutos patolÛgicos trabajaron quedaron a merced del idealismo tera-
De manera regular se realizaban tam- tambiÈn con preparaciones procedentes pÈutico, del entusiasmo investigador y
biÈn neumoencefalografÌas, exploracio- de las vÌctimas de la eutanasia. Mencio- de la determinaciÛn exterminadora de
nes radiolÛgicas muy dolorosas de los nemos el Laboratorio NeuropatolÛgico sus mÈdicos. Para mayor ignominia,
ventrÌculos cerebrales, que, en los niÒos, del Instituto de InvestigaciÛn de la semejante proceder no fue ni siquiera
suelen desencadenar nauseas y vÛmitos. Universidad de Breslau, dirigido por ordenado en absoluto por las autorida-
Un joven llegÛ incluso a morir despuÈs Viktor von Weizs‰cker. AllÌ, Hans-Joa- des nazis, al menos en un principio. AsÌ
de una exploraciÛn de esta Ìndole. En total quim Scherer, neuropatÛlogo, examinÛ, se escribiÛ uno de los capÌtulos m·s
perdieron la vida 21 niÒos y jÛvenes en desde comienzos de 1942, unos 350 cere- siniestros de la historia de la ciencia ale-
relaciÛn con este programa de investi- bros procedentes del departamento de mana.
gaciÛn. pediatrÌa del sanatorio de Lublinitz (Lo-
En el programa de investigaciÛn de ben), en la Alta Silesia. Cerebros de vÌc-
Heidelberg tomÛ parte un miembro del timas provenientes de la secciÛn de pe-
HANS-WALTER SCHMUHL es profesor de
Centro Alem·n de InvestigaciÛn Psi- diatrÌa Wiesengrund, perteneciente al
historia contemporánea en la Universidad
qui·trica: Julius Deussen, quien elaborÛ sanatorio de Wittenau, llegaron al Ins-
de Bielefeld.
algunos curiosos mÈtodos de explora- tituto forense del hospital berlinÈs Rudolf
ciÛn complementarios. En estas ìprue- Virchow, donde el catedr·tico de neuro-
bas funcionalesî se sumergÌa a los niÒos logÌa Berthold Ostertag y su mÈdico jefe Bibliografía complementaria
discapacitados psÌquicos en agua caliente Hans Klein les realizaron la autopsia. G ESCHICHTE DER K AISER -W ILHELM -G ESELL -
o frÌa o bien se les cubrÌa enteramente Considerado desde el exclusivo punto SCHAFT IN NATIONALSOZIALISMUS .Vol. 1. Di-
la cabeza con un casquete. Sobre el miedo de vista de la metodologÌa, la investi- rigido por D. Kaufmann. Wallstein; Göt-
y el dolor que aquellas pr·cticas causa- gaciÛn psiqui·trica b·sica alcanzÛ su tingen, 2000.
ban a los pacientes, los cientÌficos eje- punto culminante en el contexto de la R ASSENFORSCHUNG AN K AISER -W ILHELM -
cutores no parecieron albergar excesi- campaÒa de eutanasia. Su eje motor no INSTITUTEN VOR UND NACH 1933. Dirigido
vos escr˙pulos. Est· comprobado que admite ambig¸edad: habÌa que desarro- por H.-W. Schmuhl. Wallstein; Göttingen,
Deussen, al igual que otros colaborado- llar un diagnÛstico diferencial tan exacto 2003.
res del proyecto, acompaÒaron a niÒos, como fuera posible, que permitiera dis-

Mente y cerebro 07/2004 67


Moral de victoria,
moral de derrota
El triunfo provoca euforia. La derrota destroza la autoestima.
¿Sólo en los humanos? No. Abundan ejemplos de ese comportamiento
en diversas especies animales

Lee Alan Dugatkin o la observaciÛn de la pelea. No sÛlo taje muy elevado de casos. Y finalmente,
eso; la victoria, la derrota o la presencia cuando a Èstos se les daba por segunda

A
dmitamos que los seres huma- inciden, de un modo determinante, en el vez una tercera posibilidad, el resultado
nos le hemos dado a nuestra orden social de los grupos animales y de era todavÌa m·s lamentable, pues no
sociedad un barniz de civili- las organizaciones humanas. ganaba ni siquiera uno solo de ellos.
zaciÛn. Reconozcamos, em- Gordon Schuett, de la Universidad de Schuett se habÌa encontrado con un ejem-
pero, que tambiÈn entre nosotros rige la Arizona en Tempe, investiga estos efec- plo palmario del efecto perdedor.
ley de la jungla. O devoras o te devoran. tos psicolÛgicos en la serpiente vene- Otros ensayos realizados en los ˙lti-
Los animales, a la vista est·, se desen- nosa cabeza de cobre (Agkistrodon con- mos aÒos con insectos, peces, aves y
vuelven en una incesante lucha por lo que tortrix). Los m·s agresivos son los mamÌferos, han mostrado que tambiÈn
en verdad les importa: sexo, bienestar ma- machos cuando luchan por las hembras. las victorias y las derrotas pasadas influ-
terial y territorio. No sÛlo la sociedad En uno de los experimentos Schuett yen en el rendimiento combativo. El pez
humana presenta una organizaciÛn jer·r- colocÛ en el centro de un terreno aco- de acuario portaespada (Xiphophorus
quica; en la mayorÌa de los grupos ani- tado una hembra y, en lados opuestos, helleri), el pez hebra (Trichogaster tri-
males, unos, muy pocos, marcan la pauta, sendos machos. Los machos no habÌan chopterus), grillos y ratas exhiben ambos
mientras que el resto se somete a la ley librado ninguna lucha en los ˙ltimos seis efectos, el ganador y el perdedor. Se de-
del m·s fuerte. a doce meses. jan impresionar por las derrotas la perca
Alguien podrÌa objetar que en los con- En el primer enfrentamiento, resultÛ solar com˙n (Lepomis gibbosus) y la
flictos entre personas desempeÒa una decisivo el tamaÒo. De un total de 32 pe- perca solar verde (Lepomis cyanellus),
funciÛn destacada la psicologÌa, en tanto leas, saliÛ siempre vencedor el m·s cor- por citar dos ejemplos. No se ha descu-
que los animales confÌan exclusivamente pulento. øQuÈ ocurrirÌa en una segunda bierto ninguna especie que manifieste
en su tamaÒo y fuerza. Aunque es cierto ronda? Schuett eligiÛ diez vencedores y exclusivamente el efecto ganador.
que los animales no argumentan, resulta diez perdedores de luchas precedentes. Pero los efectos ganador y perdedor
cada vez m·s evidente la implicaciÛn de EnfrentÛ a cada uno a un macho del no sÛlo repercuten en el momento del
factores psicolÛgicos en la resoluciÛn mismo tamaÒo y sin experiencia de pelea. combate. Cada pelea configura al mismo
de sus conflictos. TambiÈn ellos tienen ObservÛ que los vencedores de la pri- tiempo la jerarquÌa social, los rangos que
rachas de buena y mala suerte. Y, asi- mera ronda no gozaban de mayores posi- determinan quiÈnes obtienen quÈ recur-
mismo, las experiencias de conflictos bilidades de victoria que sus antagonis- sos. A lo largo de los cinco ˙ltimos aÒos
pasados repercuten en el presente. tas. Dicho con otras palabras, entre las mis colaboradores y yo hemos abordado,
Se trate del hombre o del animal, la serpientes cabeza de cobre no existe el mediante simulaciones por ordenador,
forma en que un conflicto transcurre efecto ganador. Ahora bien, los machos la influencia de los efectos ganador y
viene condicionada por el modo en que que habÌan perdido su primer combate perdedor en la formaciÛn y estabilidad
se reacciona ante la victoria, la derrota volvieron a ser derrotados en un porcen- de las jerarquÌas. La cuestiÛn es si estos

68 Mente y cerebro 07/2004


OKAPIA / JEFF FOOTT

efectos son determinantes en el tipo de dades. En primer lugar, que cada uno animales en sus relaciones mutuas nos
jerarquÌa del grupo correspondiente y siga su camino por su cuenta porque han percatamos de que cada individuo conoce
de si repercuten en el comportamiento decidido renunciar a la lucha. Este es el exactamente su propio rango, asÌ como
durante la lucha. caso m·s corriente, cuando los dos con- el del resto de los integrantes del grupo.
Intervienen en nuestro campo de juego sideran escasa su propia fuerza comba- Cuando act˙a el efecto perdedor se
virtual cuatro participantes; a cada uno tiva. Se trata de la postura propia de la instaura una jerarquÌa mucho m·s auto-
se le asigna una determinada fuerza com- conducta de ostentaciÛn en los anima- cr·tica; se aprecia en los gorilas, muchas
bativa. Se les agrupa al azar para que se les salvajes. Cabe, en segundo lugar, que especies de peces y de insectos. En estos
enfrenten en combate dual. Los cuatro uno de los participantes se decida a ata- grupos se puede detectar enseguida al
tienen informaciones sobre sÌ mismos: la car, pues cree que su potencia comba- individuo de m·ximo rango, pero no es
propia fuerza combativa de salida y cÛmo tiva es m·s fuerte que la del otro, y Èste f·cil determinar la posiciÛn de todos los
se ha desarrollado Èsta a raÌz de las vic- se da por vencido por las razones con- dem·s miembros del grupo, puesto que
torias obtenidas y de las derrotas sufri- trarias; el ordenador marca una ìretirada no es frecuente la interacciÛn entre ellos.
das en ese perÌodo de tiempo de referen- de ataqueî. Constituye la contrapartida Y se desarrolla una estructuraciÛn simi-
cia. El efecto ganador potencia, en la virtual a dos animales cuando uno ataca lar cuando ambos efectos act˙an simul-
simulaciÛn, la fuerza combativa de cada y el otro se somete. Por ˙ltimo, se libra t·neamente.
jugador victorioso en la lid. A la inversa, la pelea cuando los dos combatientes Pero los efectos no sÛlo producen dis-
el efecto perdedor disminuye esa fuerza calculan que tienen una posibilidad de tintos tipos de jerarquÌas; los animales,
combativa en el caso de una derrota. ganar, porque cada uno de los dos con- cada uno en su correspondiente orden
sidera su fuerza combativa superior a la social, mantienen entre sÌ un trato diferen-
Lucha mental de poder del contrario. En tal caso gana la lid vir- te. Cuando sÛlo existe el efecto ganador,
Adem·s, cada participante conoce la tual quien en ese momento tiene el puesto todos est·n obsesionados con la lucha,
fuerza combativa de salida del contrin- m·s alto en la clasificaciÛn. puesto que cada individuo sÛlo sube la
cante, aunque no su clasificaciÛn, con- Se pueden reconstruir estas simula- valoraciÛn de su propia fuerza comba-
figurada en buena medida por los resul- ciones sÛlo con el efecto ganador, sÛlo tiva a travÈs de un conflicto. En cambio,
tados del pasado. La fuerza combativa con el perdedor o simult·neamente con los animales se comportan seg˙n el
de salida se basa en atributos fÌsicos per- ambos efectos. Lo sorprendente es que esquema ataque-retirada cuando se da el
ceptibles (el tamaÒo). La fuerza comba- el efecto ganador por una parte y el per- efecto perdedor o cuando se presentan
tiva actual, en cambio, viene determinada dedor por otra producen distintas jerar- tanto uno como otro.
por la experiencia, algo que conoce cada quÌas. Con el efecto ganador surge una A los efectos ganador y perdedor
participante de sÌ mismo. Por tanto, un jerarquÌa lineal donde predomina la ley hemos de aÒadir el efecto espectador.
participante sabe m·s sobre sÌ mismo del m·s fuerte: A domina a B, que a su En este ˙ltimo caso los animales, me-
que sobre su contrincante; igual que en vez domina a C y Èste a D. Comprobamos diante la observaciÛn, modifican su jui-
la realidad. esa categorizaciÛn en las palomas, en cio sobre la fuerza combativa de los
Cuando se enfrentan dos gallos de muchos insectos y en c·nidos que viven dem·s miembros. Si, por ejemplo, A
pelea cibernÈticos caben tres posibili- en jaurÌa (lobos). Si observamos estos aumenta su estimaciÛn por las faculta-

Mente y cerebro 07/2004 69


curren como lucha, sino en forma de ata-
BLICKWINKEL

que y retirada. Quiz· nos sea familiar ese


comportamiento. Lamentablemente, na-
die hasta ahora ha investigado en el ser
humano los efectos ganador, perdedor y
espectador; no me cabe, empero, la menor
duda de que en nosotros act˙an los tres
efectos. En todo caso muchas socieda-
des humanas est·n organizadas en jerar-
quÌas claras y lineales, entre las que rara-
mente hay autÈnticas luchas.
Resulta ciertamente extraÒo que algo
tan simple como nuestra postura frente
a la victoria y la derrota tenga conse-
cuencias tan dr·sticas para la organiza-
ciÛn social y el nivel de agresividad.
Pero nuestros modelos pueden explicar
tambiÈn otras formas de comportamiento;
por ejemplo, la intervenciÛn de un ter-
cer elemento imparcial que termina la
lucha: algo bien conocido entre los hom-
bres, en otros primates e incluso en las
percas multicolores. Seg˙n nuestro
modelo, este comportamiento se produ-
cirÌa ante todo en sociedades con efecto
SOLO PUEDE HABER UNO. Las luchas ganador. Y la razÛn es muy palmaria:
por el rango fijan la jerarquía, pero no Volvimos a asignar a nuestros cuatro cuando una persona neutral corta una
siempre vence el más fuerte. gallos de pelea cibernÈticos una fuerza pelea, impide que haya un ganador, que
combativa de salida, pero esta vez no quiz· con la euforia del triunfo podrÌa
sÛlo variaban su clasificaciÛn en la lis- atacar despuÈs al espectador.
des de B, cuando B gana a C, se da un ta, sino que, adem·s, cambiaban sus es- En el caso contrario, de sÛlo efecto per-
caso de efecto espectador-ganador. Pero timaciones sobre la clasificaciÛn de los dedor, la intervenciÛn de un tercero no
si en A baja la estima por B, cuando Èste otros. aporta ninguna ventaja equiparable. AquÌ
pierde, existe un efecto espectador-per- Si admitimos el efecto espectador-ga- una lucha sÛlo puede acarrear un perde-
dedor. nador, contemplaremos una extraÒa jerar- dor con el que incluso m·s adelante se
Ryan Earley aportÛ una demostraciÛn quÌa, sin aparente correspondencia con solucionen los conflictos. No cabe espe-
clara de que en la naturaleza se daba el el mundo real. SÛlo queda claramente rar, en ese tipo de sociedad, la presen-
efecto espectador. En un sector de una descrito ìOmegaî, el miembro del grupo cia de pacificadores.
zona acotada hizo pelear a dos peces de de menos categorÌa, pero no se distin- Evidentemente nuestros luchadores y
acuario mientras que un macho los obser- gue con nitidez el rango de los dem·s. pacificadores cibernÈticos no est·n
vaba desde otro lado. Posteriormente Lo que nos consta es que si Èstos apro- expuestos a todos los factores del entorno
indujo al espectador a luchar o contra el vechan cualquier ocasiÛn propicia para que influyen en el comportamiento de
ganador o contra el perdedor del primer atacarle, Omega reh˙ye siempre el los animales salvajes. Pero lo que evi-
enfrentamiento. Mientras que en algu- enfrentamiento. dentemente hemos conseguido es remi-
nos experimentos la pared divisoria era Del efecto espectador-perdedor, con- tir el comportamiento social a algunos
transparente, en otros no; la serie si- siderado aislado, no resulta una jerarquÌa factores determinantes. AsÌ se manifiesta
guiente constaba, a su vez, de un espejo reconocible. Los cuatro contendientes claramente que la estructura de una socie-
de una sola cara que permitÌa mirar a pierden o ganan una confrontaciÛn con dad est· determinada por patrones de
travÈs sÛlo al espectador. El resultado de el mismo grado de probabilidad. Adem·s, reacciÛn muy simples. Mas para enten-
Earley fue que la contemplaciÛn de la cada enfrentamiento transcurre de forma der en toda su amplitud el trasfondo de
primera fase influÌa muy claramente en agresiva, pues las partes en liza se entre- estos mecanismos tendremos que llevar
el resultado de la segunda ronda. Aunque gan plenamente a la lucha. Ahora bien, a cabo nuevas investigaciones con ani-
tenÌan escasas posibilidades los espec- cuando coexisten los efectos especta- males de carne y hueso.
tadores, vencieron al triunfador anterior: dor-perdedor y espectador-ganador, se Han comenzado a aparecer los pri-
un efecto espectador-ganador. Pero no impone el primero seg˙n nuestra simu- meros resultados. Rui Oliveira, de la
contaban con mejores posibilidades de laciÛn. Por tanto, la sociedad resultante Universidad de Lisboa, ha descubierto
victoria contra el perdedor anterior: no aquÌ es con toda probabilidad no jer·r- que sube el nivel de andrÛgenos de las
habÌa efecto espectador-perdedor. quica y sÌ agresiva. percas multicolores cuando son meras
Pero la sorpresa mayor nos aguardaba espectadoras de una lucha. Con lo que
Los espectadores golpean fuerte al movilizar, simult·neamente, los efec- tienen m·s posibilidad de triunfar.
Como partÌamos de la existencia real de tos ganador, perdedor y espectador. Igual
los efectos espectador, los integramos que sÛlo con el efecto ganador, los miem-
en nuestro modelo de ordenador, pues bros del grupo se alinean entonces seg˙n
querÌamos comprobar su influencia en un orden evidente por el rango. AquÌ la LEE ALAN DUGATKIN enseña etología en
la ley del m·s fuerte en el orden virtual. mayorÌa de las interacciones no trans- la Universidad de Louisville en Kentucky.

70 Mente y cerebro 07/2004


El rastreo
de huellas
La facultad investigadora que creemos propiedad exclusiva de nuestro tiempo
tiene quizás una larga trayectoria, cuyo origen inmediato algunos ven
en un arte desarrollado por el hombre paleolítico, el rastreo de huellas

Rolf Degen za mayor. Louis Liebenberg, de Johanes- coordinar la labor eficaz de una cuadri-
burgo, en sus estudios de muchos aÒos lla de cazadores.

L
os investigadores se plantean de los llamados pueblos primitivos, des- TambiÈn sobre los herbÌvoros podÌan
hipÛtesis, las analizan, con- cubriÛ que los cazadores siguen las hue- sacar conclusiones a partir de su propia
trastan y tratan de deducir leyes llas de la presa herida durante dÌas. SÛ- experiencia sobre el color de los frutos,
de validez general. øCÛmo sur- lo la capacidad de descifrar tales rastros por ejemplo, para deducir su grado de
giÛ en nuestra filogÈnesis el talento que le auguraba al cazador paleolÌtico un madurez. En este caso proceden de forma
requiere esa tarea mental tan ambiciosa? buen botÌn. ìinductivaî, o sea, deducen de una serie
Ciertos estudios recientes nos remiten a de observaciones repetidas una regla
un precursor inesperado: la maestrÌa en Las bayas rojas tienen sabor dulce general: si todas las bayas rojas proba-
el rastreo de las huellas animales. La Las pinturas rupestres y otros hallazgos das hasta ahora tienen un sabor dulce, la
ciencia hace posible el progreso siste- arqueolÛgicos apuntan a que Homo siguiente no va a resultar precisamente
m·tico del conocimiento y desencadena sapiens sapiens consiguiÛ pronto una amarga. Ahora bien, de este esquema
cambios radicales para nuestra vida dia- gran perfecciÛn en la interpretaciÛn de mental basado en el principio de ensayo
ria. Pero esta concepciÛn de la ciencia los rastros animales. Pero adem·s, seg˙n y error no se deducen relaciones causa-
se puede retrotraer sÛlo a hace unos pocos Carruthers, esta capacidad representa un les, ni puede aplicarse ante lo nuevo y
siglos. acceso abstracto e ingenioso a los secre- desconocido. Por el mÈtodo inductivo
Peter Carruthers, antropÛlogo de la tos de la naturaleza, que supera con cre- no se puede predecir si un fruto nunca
Universidad de Maryland, sostiene que ces todas las variantes anteriores de con- visto es comestible o quÈ plantas crecen
el talento para el pensamiento cientÌfico seguir informaciÛn. El hombre de hoy en un terreno desconocido.
no puede ser el resultado de una adap- dÌa, sumergido en la civilizaciÛn, ape- El significado de las huellas anima-
taciÛn generada por la evoluciÛn. La tra- nas puede sospechar la habilidad detec- les, por el contrario, sÛlo se puede desci-
diciÛn de la actividad investigadora es tivesca necesaria para deducir el tipo y frar con una notable capacidad de imagi-
muy joven, pero hubo de basarse en un el paradero de un animal siguiendo unas naciÛn, a travÈs de un proceso deductivo
fundamento cognitivo anterior. huellas borrosas. y mediante la comprobaciÛn de hipÛ-
Cuando hace m·s de cien mil aÒos A menudo los ˙nicos indicios para tesis. Al igual que los cientÌficos con-
apareciÛ en tierras africanas el hombre encontrar el paradero del animal son tempor·neos, los cazadores prehistÛ-
moderno, Homo sapiens sapiens, la caza briznas de hierba pisadas o guijarros des- ricos se veÌan obligados a especular
prestaba una contribuciÛn fundamental plazados. SÛlo en los casos en que el sobre modos de comportamiento y fe-
a su desenvolvimiento en el medio. Las hombre primitivo interpretaba correcta- nÛmenos que no podÌan observar; asÌ
proteÌnas animales le abrÌa una valiosa mente las huellas podÌa calcular la edad, mismo, buscando las relaciones entre
fuente de alimentaciÛn. Es posible que el tamaÒo y el n˙mero de las piezas, causas y efectos debÌan recurrir a los co-
tambiÈn le suministrase una base esen- aparte de saber la direcciÛn tomada y la nocimientos acumulados a lo largo del
cial para el impulso de crecimiento en velocidad a la que se desplazaban. tiempo. Cuestiones pertinentes serÌan:
el desarrollo de nuestro cerebro. Adem·s, tenÌa que trasponer su conclu- øquÈ pasÛ la noche anterior? øcÛmo se
Pero no bastan el arco y las flechas o siÛn a una representaciÛn espacial del comportarÌa una cebra en este terreno des-
las lanzas para abatir a las piezas de ca- dominio de caza, pues sÛlo asÌ se podÌa conocido?

Mente y cerebro 07/2004 71


1. ¿DONDE ESTA LA CEBRA? aÒos ya haya adquirido, desde su niÒez,

CORBIS
cierta pr·ctica en la persecuciÛn de ani-
Encontrar a dónde ha huido un animal
males pequeÒos, aporta a la casa apro-
herido siguiendo pistas apenas ximadamente una cuarta parte del botÌn
reconocibles constituye un reto de caza de lo que lleva un veterano que
para la facultad razonadora. le doble en edad. No solÌa ser necesario,
estima Liebenberg, que toda la tribu ejer-
citase esta facultad hasta la perfecciÛn
absoluta. Unos cuantos rastreadores acep-
De hecho, los pueblos primitivos de tables y algunos destacados bastaban
nuestros dÌas se presentan con amplios para asegurar la supervivencia de la
conocimientos f·cticos de los modos de comunidad. ìPuede que un pequeÒo por-
comportamiento, la constituciÛn corpo- centaje de rastreadores hayan tenido las
ral y la fisiologÌa de la presa. Los gwi facultades mentales que correspondan a
del Kalahari distinguen entre dieciocho la genialidad de los mejores cientÌficos
ìtiposî diferentes; en una batida se pue- modernos.î
den ajustar a cada una de ellas. Las tri- Seg˙n las leyes de la evoluciÛn los
bus acumulan conocimientos sobre la cazadores m·s diestros deberÌan ir por
fauna con una curiosidad insaciable. Su delante en la lucha por la existencia y,
af·n de saber se extiende tambiÈn a las en consecuencia, fijar dicha habilidad
caracterÌsticas y a las huellas de anima- en el acervo gÈnico de la especie mediante
les no cazados; y en cuanto a rastrear hue- la selecciÛn natural. Pero parece que las
llas las mujeres compiten perfectamente relaciones en los pueblos primitivos con-
con los varones. tradicen esa tesis, pues observan unas
La caza transcurre con un patrÛn estra- pautas estrictas en el reparto equitativo
tÈgico muy similar al que se someten los del botÌn de caza. Para salvar la aporÌa,
cientÌficos para corroborar sus hipÛte- Carruthers expone que los buenos caza-
sis. Las predicciones sobre las presas dores gozan de mayores posibilidades con
se tienen que contrastar con las huellas las mujeres y, de ese modo, transmiten
aparecidas; para ello, conviene sopesar sus propios genes con un Èxito superior
las diferentes posibilidades, respecto a las al promedio.
cuales nadie sabe hasta quÈ punto son Esta selecciÛn sexual conduce a que
v·lidas. El hombre no alcanzÛ la liber- la correspondiente predisposiciÛn genÈ-
tad de movimientos mental para poder tica se transmita por igual en los dos
elegir diferentes alternativas hasta inven- sexos, con lo que tambiÈn salen benefi-
tar la lengua, otra conquista cultural pos- ciadas las mujeres, que, con arreglo a la
terior. Carruthers seÒala que todo el que tradiciÛn, generalmente no se emplean
dispone de las herramientas mentales en la caza. Seg˙n Carruthers, esto explica
para leer las huellas posee tambiÈn las de un modo elegante el hecho de que tan-
bases para ejercitar la ciencia. to los hombres como las mujeres estÈn
dotados por igual para la investigaciÛn.
El hombre de Neandertal En los propios usos ling¸Ìsticos moder-
se retira del escenario nos aflora esa relaciÛn entre el rastreo
Incluso nuestros m·s prÛximos parien- de caza y la investigaciÛn. Liebenberg
tes, los antropoides, est·n muy lejos de no atribuye por ejemplo a la casualidad
poseer esa facultad. No prestan la m·s que los fÌsicos nucleares persigan las tra-
mÌnima atenciÛn ni siquiera a la huella zas de las partÌculas elementales en los
de una serpiente o la presa abatida de un aceleradores. Y ya Arthur Conan Doyle
leopardo, pese a que los animales car- hacÌa que su superdetective Sherlock
nÌvoros revisten la mayor importancia Holmes destacase los paralelismos en-
para ellos. Liebenberg sostiene que en tre la b˙squeda de huellas criminalÌs-
la extinciÛn del hombre de Neandertal, ticas y los procesos de deducciÛn cien-
hace de 30.000 a 40.000 aÒos, intervino tÌfica. Claro que estas analogÌas no
su incapacidad mental para rastrear el demuestran que en los altos vuelos de la
paso de las fieras. Por aquel entonces mente del hombre de hoy dÌa perviva la
subieron las temperaturas; la nieve esca- herencia del rastreador de huellas del
seÛ. Esa circunstancia hacÌa cada vez paleolÌtico.
m·s difÌcil descifrar huellas; al poco, el Pero un equipo de psicÛlogos dirigido
hombre de Neandertal se retirÛ del esce- por Mathew Sharps, de la Universidad
nario de la evoluciÛn. de California en El Fresno, ha logrado
Que el rastreo de los animales exige cierto respaldo empÌrico para dicha tesis.
particular destreza nos lo demuestran Entregaron a los voluntarios del ensayo
los pueblos primitivos. SÛlo alcanzan la extensas listas de objetos, entre ellos
completa maestrÌa en torno a los cuarenta conchas, ·rboles, vehÌculos poco corrien-
aÒos de edad. Aunque un joven de veinte tes y adem·s precisamente rastros de

72 Mente y cerebro 07/2004


SUPERBILD
2. BUSQUEDA DE HUELLAS.
Hay muchos argumentos en favor de la minada funciÛn en la prehistoria. Pero, termina como analfabeto en el rastreo de
idea de que la forma del pensamiento øcu·l era esa funciÛn? Gr¸sser especula huellas.
científico ya estaba prefigurada en el con la idea de que el giro angular quiz· Cabe presumir que la nueva perspec-
se encargaba, antes, de descifrar los ras- tiva nos ayude a abandonar el estereo-
cerebro de los cazadores paleolíticos.
tros animales. Y asÌ esta regiÛn terminÛ tipo de unos hombres primitivos, toscos
por desarrollar una capacidad que, e incapaces de cualquier inquietud men-
andando el tiempo, se canalizÛ hacia la tal superior. En ˙ltimo tÈrmino parece
animales. Se trataba de que los apren- lectura. Gr¸sser la denomina ìfunciÛn que la supervivencia en la edad de pie-
dieran de memoria. Aunque los proban- de la pars pro totoî: una parte responde dra presentaba similares retos mentales
dos se familiarizaron de inmediato con por todo un objeto o por un estado de a los que los cientÌficos encuentran hoy
las distintas categorÌas, las que su memo- cosas complejo. Lo que presupone no en dÌa en la lucha diaria por la existen-
ria retuvo mejor fueron las huellas de ani- sÛlo leer huellas, sino tambiÈn recono- cia en sus centros de investigaciÛn.
males. Seg˙n esta experiencia parece cer un objeto cuando se ve sÛlo una
que esa capacidad de tratar con rastros pequeÒa parte del mismo; por ejemplo,
est· muy arraigada en nuestro aparato cuando se ve el humo y se sabe en seguida
cognitivo. dÛnde est· el fuego.
Nils Varney, psicÛlogo del hospital de
ROLF DEGEN es psicólogo.
El humo y el fuego Veteranos de Coralville, sometiÛ a prueba
Tal vez esta predisposiciÛn regale a nues- la tesis de Gr¸sser en un estudio con
tra especie la tÈcnica singular de la escri- pacientes afectados de diferentes lesio- Bibliografía complementaria
tura. La capacidad de leer se asienta en nes cerebrales. El resultado fue que todas NEUROBIOLOGIE UND KULTURGESCHICHTE DES
el giro angular, una circunvoluciÛn en las personas que, a causa de su lesiÛn, LESENS UND SCHREIBENS. O.-J. Grüsser, en
forma de arco del lÛbulo parietal. La le- no podÌan emparejar diagramas ele- Auf den Schultern von Gutenberg. Medienöko-
siÛn de esta regiÛn causa alexia, o inca- mentales de huellas animales con las logische Perspektiven der Fernsehgesellschaft,
pacidad para la lectura. En 1955 Otto- correspondientes im·genes de los ani- dirigido por B. Franzmann. Quintesenz;
Joachim Gr¸sser reflexionaba ya sobre males revelaban tambiÈn graves difi- Berlín, 1995.
el hecho de que la lectura requiriera un cultades con la lectura. T HE ROOTS OF SCIENTIFIC REASONING: IN-
centro cerebral propio. Y es que mien- Las raÌces comunes de la escritura y FANCY, M ODULARITY AND THE A RT OF T RAC -
tras la escritura y la capacidad de leer se el rastreo de los animales se perciben KING . Dirigido por P. Carruthers en The
remontan a no mucho m·s de 5000 aÒos, tambiÈn con perspectiva histÛrica. Los Cognitive Basis of Science. Cambridge
la evoluciÛn tarda cientos de miles de habitantes primitivos de Australia apren- University Press; Cambridge, 2002.
aÒos en conformar una nueva estructura den a descifrar las huellas animales a la THE ART OF TRACKING.THE ORIGIN OF SCIEN-
cerebral. misma edad en la que nosotros apren- CE . L. LIebenberg. David Philip; Claremont,
De ahÌ que las regiones movilizadas demos a leer y escribir. Quien hasta los 2002.
para la lectura hayan tenido una deter- quince aÒos de edad no domina ese arte,

Mente y cerebro 07/2004 73


Un proyecto
de vida para
los autistas
Aunque los investigadores conocen cada vez mejor el fenómeno del autismo, ha de pasar todavía
mucho tiempo hasta que dispongamos de un tratamiento eficaz contra este enigmático trastorno del
desarrollo. Entretanto, se plantean proyectos especiales de vivienda y de actividades para los afectados.
Algunos, como el de Cascina Rossago, en Italia, con éxito

Francesco Barale, Guiseppe Carrà gran funcionalidadî re˙nen un conjunto capacidad de establecer contacto con
y Stefania di Nemi de sÌntomas que definen el sÌndrome de otras personas. Se va encadenando asÌ
Asperger. toda una serie de alteraciones en la forma

A
lo largo de la historia la per- de pensar, de sentir y de actuar.
sonalidad singular de los Déficit de empatía øCu·l es el trastorno central del de-
autistas no ha dejado de ali- En los propios autistas menos dotados sarrollo que condiciona el autismo? øCu·l
mentar la fantasÌa popular. se dan a menudo islas de capacitaciÛn, es el denominador com˙n de todos los
De unos aÒos a esta parte, el interÈs ha es decir, ·reas donde sus capacidades se cuadros con que se manifiesta esta enfer-
pasado al campo cientÌfico. Asistimos a encuentran pr·cticamente intactas. Hay medad? Muchos investigadores se han
una atenciÛn creciente hacia el autismo casos excepcionales que alcanzan ren- aplicado al estudio de las bases psico-
en los departamentos universitarios y en dimientos extraordinarios en m˙sica, lÛgicas del autismo. La hipÛtesis m·s
las clÌnicas especializadas. Este tras- arte, matem·ticas o en determinadas conocida parte de la idea de que los autis-
torno del desarrollo constituye, adem·s, habilidades manuales. tas no aprenden correctamente a reco-
un problema social muy extendido. En La investigaciÛn sobre el autismo ha nocer la situaciÛn psÌquica y emocional
razÛn de los criterios diagnÛsticos, la ci- experimentado un cambio radical de de los dem·s. Esta ìteorÌa de la menteî
fra de afectados varÌa entre un 0,7 y un planteamientos. Sabemos ya que los tras- surge en el curso de un programa con-
1,2 por mil de toda la poblaciÛn; la mayo- tornos de relaciÛn de los autistas cons- gÈnito del desarrollo a partir de la capa-
rÌa de las veces dura toda la vida. tituyen una consecuencia precoz de la cidad para establecer lazos emocionales
El autismo entrÛ en el dominio de la enfermedad, no su causa. Ha quedado y empatÌa. Como dice el antropÛlogo
medicina en 1943, con la descripciÛn de demostrado en estudios con familias, y Dan Sperber, esta capacidad es ìtan im-
sus caracterÌsticas fundamentales por en particular con gemelos, que la enfer- portante para una persona como la eco-
Leo Kanner, psiquiatra infantil de Har- medad presenta un fuerte condiciona- locaciÛn para el murciÈlagoî.
vard. Un aÒo despuÈs abundaba en la miento genÈtico, aunque no basta la pre- Sin embargo, se trata de una hipÛte-
cuestiÛn Hans Asperger, pediatra aus- disposiciÛn hereditaria. sis controvertida. Algunas de las carac-
trÌaco. A los autistas les resulta difÌcil Se creÌa antaÒo que el autismo se de- terÌsticas tÌpicas del autismo no encajan
comunicarse con su entorno y estable- sencadenaba por el efecto de factores en ella; por ejemplo, la tendencia a repe-
cer relaciones sociales. Se encierran en externos sobre la psique. La mayorÌa de tir obsesivamente algunos actos. Tam-
sÌ mismos, tienen un repertorio muy limi- los expertos descartan hoy semejante poco est· claro que las personas autis-
tado de intereses y tienden a repetir insis- hipÛtesis. No se trata de que un entorno tas no entiendan realmente a los dem·s.
tentemente determinados patrones de emocional inapropiado haya llevado a que La experiencia enseÒa una y otra vez que
conducta. En muchos casos, los autistas el paciente huya del mundo que le rodea. algunos reconocen hasta cierto punto el
muestran un retraso psÌquico. Sin em- Lo que ocurre es que, en sus fases m·s estado en que se encuentra su interlocutor.
bargo, m·s de uno de cada cinco afec- precoces, el desarrollo del niÒo no trans- Lo que les ocurre es que no se hallan en
tados presenta una inteligencia comple- curre seg˙n el programa normal. Los condiciones de adecuar su conducta a
tamente normal; estos autistas ìcon una dÈficits manifestados condicionan su esa percepciÛn. En definitiva, tal difi-

74 Mente y cerebro 07/2004


CORBIS

cultad para captar la situaciÛn mental superior en los chicos que en las chicas. mento cromosÛmico, sino que la heren-
revela un trastorno mucho m·s profundo Hemos, pues, de preguntarnos quÈ sucede cia materna se encuentra duplicada
del desarrollo. en el sistema nervioso de los autistas. (ìduplicaciÛn maternaî). Pero esta alte-
Igual que en muchas otras enferme- raciÛn, por sÌ sola, no explica m·s del
Bases genéticas del autismo dades psiqui·tricas, la herencia del uno al tres por ciento de casos de autismo.
Los partidarios de un modelo psicolÛ- autismo no sigue las leyes mendelianas; Por otra parte, esa regiÛn del cromo-
gico del autismo hablan de una pÈrdida por la sencilla razÛn de que no intervie- soma 15 no sÛlo interviene en el autismo.
de la capacidad de reconocer los ele- ne un gen solo, sino varios, probable- Las mutaciones en ella operadas engen-
mentos individuales en cuanto compo- mente m·s de veinte. Estos genes, de dran los sÌndromes de Angelmann y de
nentes de un todo, de un fallo de la cohe- forma aislada o en conjunto, aumentan Prader-Willi, enfermedades en las que
rencia central. Para otros autores, los las probabilidades de que aparezca el sÌn- tambiÈn est· afectado el desarrollo psÌ-
autistas carecerÌan de la facultad de pro- drome. El defecto genÈtico especÌfico quico de los niÒos interesados. Se trata,
cesar informaciones complejas. que con mayor frecuencia se presenta en adem·s, de un fragmento de ADN por-
Pero todos los intentos de explicar el el autismo se halla en la regiÛn 11-13 del tador de la informaciÛn genÈtica para
autismo en un marco exclusivamente brazo largo del cromosoma 15, utili- los receptores de ·cido gamma-amino-
psicolÛgico no profundizan lo suficien- zando el sistema de escritura abreviado butÌrico (GABA). Este amino·cido, que
te. Cada uno de los mecanismos psicolÛ- de los genetistas en el locus 15q11-13, desempeÒa una funciÛn neurotransmi-
gicos apuntados viene quiz·s a recono- donde q se refiere al brazo largo. sora, contribuye a regular la sensaciÛn
cer unas profundas raÌces biolÛgicas. Y A diferencia de lo que ocurre nor- de miedo. En los ˙ltimos aÒos se ha ido
lo cierto es que el autismo aparece con malmente, los pacientes no poseen una descubriendo la participaciÛn de otros
una frecuencia de cuatro a cinco veces copia materna y otra paterna de este frag- genes. Unos intervienen en la organiza-

Mente y cerebro 07/2004 75


1.

CORBIS
GWENDOLIN ES AUTISTA.
Más de medio siglo después de describirse
la enfermedad, el autismo sigue
presentando enigmas. ¿Qué pasa
en el cerebro de esta muchacha?

los de personas sanas de un grupo de


control se observÛ cierta particularidad:
los genes de los autistas presentaban
repeticiones de tripletes significativa-
mente m·s largas: tenÌan m·s repeticio-
nes de los mismos tripletes de unidades
hereditarias. Por otra parte, los encÈfa-
los de ratones a los que por manipula-
ciÛn genÈtica se les habÌa desposeÌdo del
gen ëreeliní evidenciaban unas altera-
ciones similares a las que se registran en
el cerebelo y en el sistema lÌmbico de
los autistas. Cabe, pues, sospechar que
un elevado n˙mero de tripletes repeti-
dos eleva el riesgo de autismo o de cier-
tas formas del mismo, al menos. Que
estas repeticiones pueden originar enfer-
medades se corrobora en el baile de San
Vito, o enfermedad de Huntington.
Cuanto m·s repeticiones de tripletes con-
tenga el gen responsable, con tanta m·s
precocidad se manifestar· la enferme-
dad en el afectado.
No se ha confirmado todavÌa esa vin-
ciÛn del sistema nervioso central; otros ï El cerebelo que, entre otras funciones, culaciÛn en el autismo. Tampoco se sabe
son portadores de informaciÛn a los dirige los movimientos involuntarios y con certeza si el sistema ëreeliníse limita
receptores o bien cumplen una misiÛn el tono muscular. aquÌ a desempeÒar una funciÛn entre
transportadora en distintas rutas bio- otros factores, pues se debate su inter-
quÌmicas, entre ellas los sistemas del Pero no se pudo confirmar la sospe- venciÛn en diversas alteraciones psÌ-
glutamato, de la serotonina y de la dopa- cha de que el gen de la serotonina cons- quicas tales como la esquizofrenia, las
mina. tituyera el gen del autismo. Hasta el pre- depresiones manÌacas clÌnicamente gra-
sente se han publicado cuatro amplios ves, la enfermedad de Alzheimer y las
Triple fatalidad rastreos genÈticos del autismo: un estu- lisencefalias, grupo de trastornos del
Durante un tiempo el candidato m·s fir- dio internacional genÈtico y molecular desarrollo en los que no se forman los
me fue el gen codificador de la seroto- del autismo; el llamado estudio de ParÌs; surcos cerebrales o lo hacen en grado muy
nina. Se tenÌa esta sospecha porque la el de Stanford, y, por ˙ltimo, un deno- reducido.
concentraciÛn de este neurotransmisor minado estudio de ligamiento en el
en la sangre de los autistas solÌa mostrar autismo. Muchas causas, un solo efecto
valores muy altos. Sum·base que los En fecha m·s reciente se han vuelto a En las lesiones del sistema nervioso acos-
inhibidores de la serotonina eran efica- examinar todos los datos disponibles. tumbran participar m˙ltiples factores.
ces contra algunos sÌntomas del autis- Las regiones de ADN que mayores pro- Un trastorno en la sÌntesis de proteÌna
mo, concretamente contra las conductas babilidades tienen de ser las responsa- reelin no significa necesariamente que
estereotipadas y autoagresivas. Estas bles del autismo son los brazos largos se haya producido una mutaciÛn del mate-
sustancias, que se indican para las de- de los cromosomas 7 y 13 (7q y 13q); si rial hereditario. La causa puede deberse
presiones, prolongan el efecto de la sero- bien sÛlo el primero desempeÒarÌa un tambiÈn a factores fÌsicos, quÌmicos,
tonina. Adem·s, en fases crÌticas del de- papel causal. Por desgracia, en los men- metabÛlicos, tÛxicos e inmunitarios. Si
sarrollo, estimulan y dirigen el transmisor cionados fragmentos del cromosoma 7 se infectan, por ejemplo, ratonas emba-
para la organizaciÛn de diversas e impor- se asientan por lo menos 190 genes cono- razadas con el virus de la gripe humana
tantes regiones cerebrales: cidos, lo que dificulta la identificaciÛn resulta afectado el sistema reelin del ani-
ï El sistema t·lamo-cortical, que parti- de los vinculados al autismo. mal. Como en tantas otras enfermeda-
cipa en la regulaciÛn del estado de vigi- Uno de estos genes, el ìreelinî, se des psÌquicas, la instauraciÛn del autismo,
lia, conciencia y atenciÛn. encuentra en la regiÛn 7q22. Determina ya de por sÌ compleja, adquiere todavÌa
ï El cÛrtex somatosensorial, responsa- una glucoproteÌna que contribuye a que mayor complejidad con la interacciÛn
ble de la percepciÛn de las sensaciones las neuronas alcancen su exacta ubica- entre genes y ambiente.
t·ctiles. ciÛn y tiendan conexiones correctas con Paralelamente a la investigaciÛn ge-
ï El hipocampo, que colabora en la con- otras neuronas. Cuando se comparÛ el nÈtica hay otras dos disciplinas que se
formaciÛn de la memoria. gen ìreelinî de un grupo de autistas con ocupan de estudiar las ·reas encef·licas

76 Mente y cerebro 07/2004


afectadas en el autismo: la anatomÌa pato- indirectamente guardan relaciÛn con el ha hablado como causa fundamental del
lÛgica del sistema nervioso central, que autismo. autismo. Mientras que el encÈfalo apa-
trabaja entre otros materiales con autop- Pero hay una alteraciÛn que pudiera rece hipertrofiado, varias estructuras
sias, y el estudio iconogr·fico del sis- ser distintiva de autismo: el aumento lÌmbicas (la amÌgdala y el hipocampo,
tema nervioso central vivo, que se apoya entre un cinco y un diez por ciento de la en particular) y el cerebelo son m·s
en la tomografÌa por resonancia magnÈ- masa encef·lica. Leo Kanner observÛ ya pequeÒos o presentan una estructura alte-
tica (TRM) y en la tomografÌa por emi- este fenÛmeno en sus pacientes. Se trata, rada. El lÛbulo frontal nunca adquiere
siÛn de positrones (TEP). probablemente, del rasgo m·s consis- una funcionalidad normal.
Hasta ahora, los anatomopatÛlogos tente en la caracterizaciÛn de los autis-
han descubierto alteraciones tisulares tas. La tendencia a la ìmacrocefaliaî Como peces
patolÛgicas en dos ·reas: en el sistema aparece, sobre todo, entre los 18 meses fuera del agua
lÌmbico, responsable de nuestras reac- y los dos aÒos de edad, es decir, el Con las modernas tÈcnicas iconogr·fi-
ciones emotivas, y en ciertas zonas del momento habitual de manifestaciÛn del cas se pueden obtener im·genes del cere-
cerebelo. TambiÈn se han encontrado autismo. En los aÒos siguientes vuelve bro de una persona mientras piensa. Por
alteraciones en la organizaciÛn histolÛ- a enlentecerse el crecimiento del cere- esta vÌa se han conseguido incluso im·-
gica del neocÛrtex, la parte evolutiva- bro. El aumento del tamaÒo encef·lico genes que explican por quÈ autistas y
mente m·s reciente y diferenciada del podrÌa, pues, reflejar la desorganizaciÛn pacientes con sÌndrome de Asperger inte-
cerebro. Sin embargo, muchas de estas y la falta de selecciÛn de las conexiones lectualmente bien dotados sÛlo desarro-
alteraciones (sobre todo las del neocÛr- neuronales. Estas conexiones se esta- llan limitadas capacidades sociales y
tex, del tronco del encÈfalo y de la por- blecen sin seguir el plan tÌpico de la apenas si reconocen el estado de ·nimo
ciÛn posterior del cerebro) quiz· reflejen maduraciÛn cerebral normal. En defini- de los dem·s. Presentan alterada la fun-
trastornos del desarrollo que llevan en tiva, todo ello podrÌa dar lugar al tras- ciÛn del sistema lÌmbico, sobre todo en
primer lugar a trastornos psÌquicos y sÛlo torno de la coherencia central del que se la llamada amÌgdala y sus conexiones con
la corteza cerebral prefrontal. Esta red
de conexiones nos ayuda a integrar las
emociones en nuestra experiencia y reco-
2. VIVIR EN OTRO MUNDO. Las personas sanas probablemente nunca acabarán por nocer las expresiones faciales e inten-
entender cómo piensan y sienten los autistas.

CORBIS

Mente y cerebro 07/2004 77


CORBIS

3. ESTA ALLI Y SIN EMBARGO NO


ESTA. Es muy difícil contactar y llegar condiciona la estructura y la funciÛn del preferencia, a los autistas infantiles y ju-
a tener una auténtica relación con los encÈfalo a largo plazo. veniles.
autistas. øCÛmo puede elevarse la calidad de Los autistas adultos, por el contrario,
vida de los afectados por el autismo? han quedado, durante mucho tiempo,
Carecemos de un tratamiento etiolÛgico. abandonados a sÌ mismos. Al ignorarse
SÛlo podemos aplicar medidas psicoe- cÛmo se desarrollaba en ellos la enfer-
ciones de los otros; es decir, posibilita ducativas y rehabilitadoras. En el marco medad, no se disponÌa de una guÌa que
nuestra orientaciÛn emocional y social. de las mismas, los autistas y sus fami- orientara su atenciÛn ni de adecuados
Si en un perÌodo precoz de la infancia liares son informados de las caracterÌs- instrumentos terapÈuticos con base cien-
estas conexiones, y con ellas el apren- ticas del trastorno; y se empieza lo an- tÌfica. Hasta hace pocos aÒos no existÌan
dizaje social, se hallan alteradas, la con- tes posible a entrenar a los pacientes en ni siquiera criterios diagnÛsticos, ni
secuencia puede ser la adquisiciÛn de conductas y habilidades que estimulen mucho menos perspectivas positivas para
unas experiencias cognitivas y emocio- la socializaciÛn y la comunicaciÛn. Es- su vida. Tal grado de desconocimiento
nales anormales, trastorno que, a su vez, tas medidas terapÈuticas se dirigen, de produce una obvia preocupaciÛn en las
familias que se preguntan quÈ ser· de sus
allegados autistas cuando llegue el dÌa
en que no puedan cuidar de ellos.
Desde hace unos aÒos, el laboratorio
de autismo de la c·tedra de ciencias apli-
cadas de la salud e investigaciÛn psi-
colÛgica de la conducta de la Universi-
dad de PavÌa viene investigando el
autismo de adultos. Hemos estudiado
m·s de 150 casos y valorado toda la in-
formaciÛn cientÌfica disponible. A la
vista de los datos, queda claro que en la
mayorÌa de los casos los adultos autis-
tas presentan muy limitadas sus capaci-
dades sociales y un grado muy pobre de
autonomÌa. Incluso cuando el paciente
supera f·cilmente los tests de inteligen-

4. ¿DONDE LLEVA ESE CAMINO?


Los padres y los investigadores buscan
un proyecto de vida para las personas
CORBIS

autistas.

78 Mente y cerebro 07/2004


cia y puede hacerse entender perfecta-

CORBIS
mente mediante el lenguaje, su situaciÛn
sigue siendo muy problem·tica. Con fre-
cuencia, sus capacidades mentales y de
aprendizaje se desarrollan de forma muy
positiva, pero no sucede lo mismo con
su competencia para relacionarse con
los dem·s. Puesto que el autismo tiene
unas profundas raÌces biolÛgicas, la reha-
bilitaciÛn psicolÛgica encuentra evi-
dentes obst·culos.
Se van desvaneciendo viejos prejui-
cios ideolÛgicos que pretendÌan la ìinte-
graciÛnî a cualquier precio. En el seno
de los grupos cooperativos y de las estruc-
turas de trabajo existentes, los jÛvenes
y adultos autistas no suelen encontrar la
atenciÛn debida. Se sienten como peces
fuera del agua, o como ìantropÛlogos en
Marteî, utilizando la expresiÛn de Temple
Grandin, citada por Oliver Sack: dolo-
rosamente desorientados, humillados,
impotentes y perplejos.
Los autistas est·n condenados a con-
vivir con su enfermedad para siempre. 5. PARECE UN ENGAÑO.
Demandan, pues, estrategias y condi- en otros paÌses occidentales. Se ha demos- Con frecuencia los afectados
ciones de vida especÌficas a largo plazo. trado que las comunidades de autistas se encuentran desplazados
Se acertar· con la integraciÛn si se les crean un ambiente apropiado. La fun- en un ambiente normal.
ofrecen posibilidades de comunicaciÛn daciÛn italiana instalÛ en OltrepÚ, en el
sin ignorar sus peculiaridades y limita- sudoeste de la provincia de PavÌa, una
ciones. En cualquier caso lo m·s impor- explotaciÛn agrÌcola de 17 hect·reas con intercambio tanto entre los internos como
tante es que las condiciones que se les las instalaciones exigidas para tales entre Èstos y los educadores, instructo-
ofrezcan sirvan para mantenerse durante pacientes. AsÌ naciÛ Cascina Rossago. res y encargados de las tareas. Aunque
toda la vida. La granja ha conseguido ayudas oficia- no podamos a˙n curar el autismo, puede
les y legados privados. mejorarse la calidad de vida de los pacien-
El ambiente cuenta En mayo de 2002 se puso en funcio- tes. La experiencia de Cascina Rossago
En los ˙ltimos treinta aÒos ha quedado namiento la granja. La vida se organiza lo demuestra: en un ambiente apropia-
cada vez m·s claro que un marco vital en tres grupos familiares independien- do, los autistas pueden seguir desarro-
adecuado para el autista ha de ser esta- tes, situados alrededor de una plaza cen- ll·ndose y, en ocasiones de forma sor-
ble, estructurado y rico en estÌmulos de tral. Cuenta con taller de m˙sica, car- prendente; a la postre, ser personas a su
alto valor. Ha de posibilitar la interac- pinterÌa, telares y salas para la elaboraciÛn manera.
ciÛn con el ambiente facilitando asÌ la de productos agrÌcolas. Se realizan tra-
integraciÛn; al propio tiempo ha de ade- bajos con mosaicos y entrenamiento
cuarse a las exigencias de la enferme- comunicativo. Se pretende ampliar las
dad y a la idiosincrasia de cada paciente. actividades con el cuidado de animales
Las personas autistas reaccionan de forma y faenas agrÌcolas. Pero no todo gira FRANCESCO BARALE es catedrático de psi-
problem·tica cuando se ven ante situa- alrededor de las dificultades condicio- quiatría de la Universidad de Pavía y pre-
ciones nuevas con excesiva o demasiado nadas por la enfermedad, sino que hay sidente de la fundación “Padres por el
poca frecuencia o bien se les somete a tambiÈn lugar para la distensiÛn y el ocio. Autismo”. GIUSEPPE CARRÀ prepara su
pocos estÌmulos o a un n˙mero de ellos En los trabajos y en la diversiÛn parti- tesis doctoral en la misma universidad. STE-
exagerado. cipan auxiliares sociales y especialistas FANIA UCELLI DI NEMI dirige el centro
Sobre todo si se trata de autistas adul- en trabajos manuales y rehabilitaciÛn. Cascina Rossago.
tos, cada medida asistencial que se les Cascina Rossago se ha convertido asÌ en
preste debe enmarcarse en un guiÛn gene- centro piloto para los estudios de peda- Bibliografía complementaria
ral meditado y eficaz. Nada m·s absurdo gogÌa y rehabilitaciÛn psiqui·trica y psi- UNDERSTANDING OTHER MINDS. PERSPECTIVES
que tomar medidas organizativas, psi- cosocial de la Universidad de PavÌa. FROM D EVELOPMENTAL C OGNITIVE N EUROS -
coeducativas o de otro tipo aisladas, sin Particular valor se concede a la apertura CIENCE . S. Baron-Cohen et al. Segunda edi-
tener en cuenta las condiciones de vida al exterior y a las relaciones con las ción. Oxford University Press 2000.
y las perspectivas de futuro del afectado. poblaciones vecinas. Son muchos los
CHANGES IN SOCIAL IMPAIRMENT FOR PEOPLE
Hace unos aÒos, el laboratorio de voluntarios de los aledaÒos que trabajan
WITH I NTELLECTUAL D ISEBILITIES : A F OLLOW-
autismo de la Universidad de PavÌa pro- en la granja.
UP OF THE CAMPBELL C OHORT . J. Beadle-
puso a la fundaciÛn ìPadres por el Los primeros resultados son muy pro-
Brown et al. en Journal of Autism and
Autismoî un proyecto modelo de comu- metedores. En pocos meses ha dismi- Developmental Disorders, vol. 32, n.o 3, pág.
nidad rural para autistas adultos. nuido dr·sticamente la tÌpica conducta 195; 2002.
Instituciones similares existen tambiÈn negativa autista. Se ha intensificado el

Mente y cerebro 07/2004 79


Genética del autismo
Aunque seguimos sin conocer las causas del autismo, la inves- correcta de impulsos. Cuando ese sistema falla, se resiente el
tigación acaba de identificar los primeros genes implicados flujo de información en el cerebro y las señales que proce-
en este trastorno de la conducta. den del exterior no pueden procesarse de la forma debida.
La sospecha de que los defectos en los genes que codifican
Hace tiempo que las madres han dejado de sentirse culpables. la síntesis de las neuroliginas puedan ser responsables cau-
A ellas solía atribuirse la responsabilidad del autismo de sus sales del autismo se ve reforzada por una importante obser-
hijos. Hoy sabemos de la limitada influencia del medio en esta vación: en muchos autistas falta el fragmento del genoma
enfermedad. Hay que buscar en los genes, a tenor de lo que donde se encuentra el gen NLGN4. Además, las mutaciones
resulta de múltiples trabajos entre los pacientes y sus fami- en estos dos genes producen cambios decisivos en las corres-
lias. Pese a todo, la ciencia no ha logrado todavía demostrar pondientes proteínas, incapacitándolas para cumplir su misión.
de forma taxativa el papel que pueda desempeñar un deter- Otra pieza del rompecabezas se obtiene de la experimenta-
minado factor hereditario. Se habla, con obligada imprecisión, ción animal: los ratones activan sus genes de las neuroligi-
de influencias genéticas, de segmentos cromosómicos donde nas inmediatamente después del nacimiento, precisamente en
se sospecha que se hallan ubicados los genes culpables. el momento en que se tienden las conexiones entre neuro-
No parece que el autismo dependa de un solo gen. Se sos- nas. Parece que es ese el momento crítico en el que se bifur-
pecha de la intervención de varios. Dos estudios recientes can los caminos que sigue el desarrollo de los niños sanos y
acaban de dar un paso importante en esa dirección. Se trata, el de los niños autistas.
el primero, de un proyecto sueco-francés, dirigido por ¿Se ha identificado, pues, un gen del autismo? Es probable,
Christopher Gillberg, de la Universidad de Göteborg, y pero no hay que exagerar la importancia del hallazgo. “Entre
Thomas Bourgeron, del Instituto Pasteur de París. Han logrado 158 familias con niños autistas los investigadores sólo han
relacionar casos de autismo con dos genes perfectamente encontrado una pareja de hermanos con estas especiales
identificados en el cromosoma X, determinante del sexo mutaciones”, subraya Sabine Klauck, del Centro Alemán para
femenino. Tras estudiar 158 familias con hijos autistas geme- la Investigación del Cáncer en Heidelberg. Es evidente, sos-
los, los encontraron en dos familias suecas, cada una de ellas tiene Klauck, que ninguno de los dos genes desempeñan una
con parejas de gemelos afectados. función principal en la causa genética del autismo. Los hechos
Los dos genes identificados, denominados NLGN3 y NLGN4, son muy complejos. Pese a que se halla afectado el mismo
cifran la síntesis de las neuroliginas 3 y 4, proteínas de la gen, uno de los gemelos suecos es autista mientras que el
superficie de las células nerviosas con la presumible función otro padece un ligero síndrome de Asperger.
de establecer conexiones entre neuronas para la transmisión No se sabe siquiera el número de genes involucrados. Como
recuerda Uta Frith, del Instituto de Neurociencia de Lon-
dres, con verosimilitud, más de uno. Por seguir con el tes-
OTRO ESPIRITU. ¿Entenderemos a los autistas cuando timonio de Klauck:“Los estudios familiares hacen suponer la
conozcamos sus genes?
INTERFOTO

80 Mente y cerebro 07/2004


tes; en tres de éstos. autistas, encon-
DPA

traron fragmentos de ADN posible-


mente relacionados con su trastorno
de conducta. ¿Se hallaban ante los
genes del autismo?
El primer gen sospechoso fue el gen
codificador de la pentraxina neuronal
2 (NPTX2). Lo mismo que las neuro-
liginas, ese gen parece contribuir a la
formación de conexiones entre neu-
ronas. Los resultados de Scherer y sus
colegas permiten también sospechar
que el autismo pudiera estar relacio-
nado con un defecto en las uniones
interneuronales. Se ignora la función
exacta del segundo factor hereditario,
FOXP2, aunque se sabe que desem-
peña un papel importante en una forma
determinada de trastorno del lenguaje
considerada típica del autismo. Sobre
la tercera secuencia se conoce muy
poco: de momento, parece ser que ni
siquiera codifica la síntesis de ninguna
proteína. Actualmente se están inves-
tigando familias de autistas en búsqueda
de mutaciones de este fragmento de
ADN.A semejanza de lo que han con-
seguido ya demostrar Gillberg y
Bourgeron en el caso de los dos genes
que codifican las neuroliginas, sólo si
se encontraran estas mutaciones resul-
taría palmaria su relación con el autismo.
Paralelamente a todas estas investiga-
ciones, en muchos laboratorios se están
buscando indicios o demostraciones
de otros factores hereditarios que
pudieran incluirse en otros lugares de
nuestro genoma. En el punto de mira
se hallan los cromosomas 2, 15 y 16.
Es de esperar que pronto se descu-
bran más genes necesarios para el de-
AVANCES EN EL CONOCIMIENTO DE UNA ENFERMEDAD. En la película Rain Man sarrollo de las neuronas y para el flujo
Dustin Hoffman interpreta de forma impresionante el papel de un autista. de información que llega al cerebro y
que, en consecuencia, pudieran rela-
cionarse con el autismo. Pese a todo,
participación de tres o cuatro genes, pero pudieran ser hasta Uta Frith se muestra un tanto escép-
veinte los factores que intervengan, cada uno en mínimos tica respecto a los estudios genéticos que pretenden encon-
efectos genéticos”. trar una explicación cabal del autismo. En su opinión, para
entender el autismo, hay que “partir de determinados sínto-
mas y su explicación neurocognitiva y no estancarse en el
Vana pretensión dominio del genoma”.
de una explicación única O LAF S CHMIDT
Vayamos al segundo avance reciente. Se lo debemos a un
grupo internacional coordinado por Stephen Scherer, de la
Universidad de Toronto. Han llegado a la conclusión de que Bibliografía complementaria
habría otros tres genes candidatos cuya mutación pudiera ser
causa de autismo. Realizaron un análisis exhaustivo del cro- MUTATIONS OF THE X-LINKED GENES ENCODING NEUROLIGINS NLGN3
mosoma 7 humano. No buscaban genes responsables del AND NLGN4 ARE A SSOCIATED WITH AUTISM . S. Jamain, et al. en

autismo, sino descifrar la secuencia completa del ADN del Nature Genetics, vol. 34, n.o 1, pág. 27; 2003.
cromosoma y, a continuación, acotar todos los posibles fac- H UMAN C HROMOSOME 7: DNA S EQUENCE AND B IOLOGY. S. W.
tores hereditarios. Para detectar genes de potencial interés Scherer et al. en Science, vol. 300, n. o 5620, pág. 767; 2003.
clínico, compararon la secuencia con cientos de datos de pacien-

Mente y cerebro 07/2004 81


Ilusiones
de contraste
El cerebro instaura fronteras arbitrarias en la percepción de la luminosidad.
La yuxtaposición de tonos nos hace percibir fronteras y diferencias de contrastes ilusorias

Jacques Ninio libre procedente de un tronco de ·rbol la pantalla puede presentar lugares m·s
gris mate. En la estancia, percibimos la oscuros que el gris inicial. Ocurre que

A
gobiados por el sol nos hemos pantalla gris de un televisor apagado. Al la percepciÛn ha sustituido el gris por el
refugiado en una estancia con encenderlo, en la pelÌcula en blanco y negro, retocando asÌ la imagen para
los postigos cerrados. Adap- negro que nos ofrece, nos impresionan hacerla m·s inteligible.
tados al nuevo ambiente, nos la fuerte negrura de los trajes y el molesto Los dispositivos correctores de la per-
sorprende la blancura de un jarrÛn de reflejo de una luz realzada por una pared cepciÛn que hemos mencionado est·n
porcelana; cosa extraÒa, ya que recibimos blanca. Sin embargo, la imagen est· crea- muy experimentados. Por lo general no
menos luz que la que captarÌamos al aire da por emisiÛn de luz; ninguna zona de les prestamos mucha atenciÛn; para evi-
denciarlos hace falta una gran perspica-
cia. En algunas circunstancias, esos dis-
1. EFECTOS DE CONTRASTE EN TODOS LOS SENTIDOS. El rojo es el mismo
positivos se revelan cuando nos parece
que la percepciÛn nos induce a error
en todas partes, como se comprueba en una banda horizontal al tapar las bandas (vÈase la figura 1). Nos creemos enton-
contiguas. Ahora bien, de lejos, el rojo de la mitad derecha de la figura parece más ces vÌctimas de una ilusiÛn visual. Ahora
oscuro que el de la mitad izquierda, incluido en las bandas centrales continuas. De cerca, bien, para un cientÌfico especialista en
las bandas poseen unos colores más homogéneos. A la derecha, el blanco parece más percepciÛn, la ilusiÛn constituye un indi-
luminoso. A la izquierda, parece apagado y levemente teñido del color de las porciones cio revelador de los mÈtodos que usa el
de bandas adyacentes, rojo o azul según el caso. En el siglo XIX, se conocían el “contraste
cerebro para interpretar eficazmente los
datos sensoriales: se trata de la excep-
simultáneo”, cuando las diferencias entre colores contiguos se agudizan, como la relación
ciÛn que nos descubre y nos permite
entre el blanco y el azul de la parte derecha, y la “asimilación”, que interviene a escala entender la regla.
mucho menor, cuando los colores tienden a fundirse, como en la parte izquierda. Hoy se
espera dar con un modelo unificado que tenga en cuenta la escala, la geometría y las Modelos y pruebas
reparticiones locales y globales del contraste. Habida cuenta de los instrumentos teÛ-
ricos hoy disponibles, resulta bastante
f·cil proponer modelos neuronales que
den cuenta de las ilusiones de contras-
te: modelos teÛricos, con neuronas de
propiedades hipotÈticas, aunque realis-
tas, conectadas de modo ortodoxo. Sin
embargo, esos modelos son de compro-
baciÛn muy difÌcil. Las tÈcnicas de for-
maciÛn de im·genes revelan algunas
indicaciones sobre las ·reas del cerebro
responsables de alguna que otra ilusiÛn,
pero no descubren su organizaciÛn
interna.
Algunos estudios, de un nivel m·s fino
y especializado óel de neurofisiÛlogos
y neuroanatomistasó, tratan de mode-
lizar los esquemas de conexiones de las
JACQUES NINIO

neuronas y las seÒales que Èstas emiten,


pero tales investigaciones no suelen ser
concluyentes. Adem·s, lo esencial del es-

82 Mente y cerebro 07/2004


HERVE LEWANDOWSKI / PHOTO RMN

2. MAGDALENA A MEDIA LUZ de Georges de la Tour (1593-1652). Este pintor francés


fuerzo de an·lisis de los fenÛmenos ilu- del siglo XVII creaba ambientes donde las diferencias moderadas de luminosidad
sorios se invierte en la b˙squeda de prue- provocaban una impresión de claridad intensa o de oscuridad profunda. Hace tiempo
bas formales: haciendo variar el fenÛ- que los pintores saben que, en un cuadro, los colores y las luminosidades vecinas actúan
meno estudiado para establecer bien los una sobre otra y determinan la apariencia final de la obra. Ese tipo de gradientes de
lÌmites, desarrollando una metodologÌa
luminosidad crea ilusiones, como en las figuras 7 y 9.
tan depurada y detallada como sea posi-
ble, los experimentalistas guÌan a los
teÛricos hacia los modelos acertados y
a los anatomistas hacia las ·reas cerebra- Una ilusión clásica desde el nivel claro hacia el nivel som-
les pertinentes. Hacia 1860, Ernst Mach describiÛ una brÌo. Ahora bien, en ambos bordes de esa
La cosecha de los ˙ltimos aÒos ha sido ilusiÛn que marcaba un giro decisivo en zona intermedia se perciben dos zonas,
particularmente rica, sobre todo gracias el estudio del cerebro. Ya se conocÌan al- que parecen resaltar las fronteras, una
al avance de la inform·tica gr·fica: sin gunas ilusiones de contraste: el efecto del lado de la zona clara, m·s clara que
mucha preparaciÛn, pueden crearse r·pi- de ìirradiaciÛnî seg˙n el cual lo blanco Èsta, la otra del lado de la zona oscura y
damente y a centenares variantes de cada o lo claro se extiende a expensas de lo os- que parece a˙n m·s oscura.
ilusiÛn y seleccionar las m·s espec- curo, los efectos de contraste simult·neo Esta ilusiÛn es muy corriente. La obser-
taculares. O dar con efectos inesperados. o los efectos consecutivos por estÌmu- vamos en todas las salas iluminadas,
Examinemos ese mundo de las ilusiones los muy intensos o muy prolongados. sobre todo si hay muchas fuentes de luz:
de contraste, donde, sin saberlo, nues- En la ilusiÛn de las bandas de Mach la sombra proyectada por los objetos
tra percepciÛn nos impone un modo de (figura 3), una zona de un gris claro uni- sobre las paredes o sobre otras superfi-
evaluar los contrastes basado en valores forme y una zona de un gris oscuro unifor- cies muy poco reflectoras aparece como
relativos, en desviaciones respecto a una me est·n separadas por una zona donde resaltada por parejas de bandas claras y
norma. el nivel de gris aumenta gradualmente oscuras que son ilusorias. Acostumbrados

Mente y cerebro 07/2004 83


JACQUES NINIO

3. BANDAS DE MACH. El triángulo superior derecho es de un 4. ARISTAS DE LAS PIRAMIDES. De cerca, se ven cuadrados
nivel de gris homogéneo; el triángulo inferior izquierdo, de otro sucesivamente encajados, del mismo tono, pero cada vez más claro
nivel de gris homogéneo. En la zona de unión, el nivel de gris es desde el centro hacia la periferia. De lejos, se perciben aristas ilusorias
intermedio y varía continuamente de uno a otro. Sin embargo, la oscuras, según las diagonales de los cuadrados. Se consiguen aristas
junción parece realzada por dos bandas ilusorias, una del lado brillantes cuando el tono varía de claro a oscuro, al ir del centro a la
del triángulo claro, más clara que éste, otra del lado del periferia. Igual que en las bandas de Mach, una variación en el nivel
triángulo oscuro, más oscura que éste. Tales bandas desaparecen de gris se interpreta como una frontera —aquí, en una geometría
cuando se tapan los triángulos. más complicada— entre dos caras de la pirámide.

a las leyes de la fÌsica, nos sentimos ten- Mach propone un mecanismo neuro- posiciÛn de un modelo neuronal capaz de
tados a creer que esas bandas se deben nal subyacente: la inhibiciÛn lateral. generarla. Se han propuesto variantes
a la difracciÛn de la luz en los bordes de Imaginemos una capa de neuronas fo- l˙dicas de esta ilusiÛn (figura 4).
los objetos que crean la sombra. Para tosensibles de la retina, que transmitan
saber a quÈ atenernos, basta con tapar al cerebro una seÒal cuya intensidad Contornos subjetivos
las inmediaciones de las bandas para dar- aumenta con la luz recibida. Supongamos La extracciÛn de los contornos inter-
nos cuenta de que la ilusiÛn desaparece. que esas neuronas estÈn conectadas (de viene tambiÈn en otra clase de ilusiones
Sea como fuere, en la figura 3 la ilusiÛn hecho, vÌa neuronas intermedias) late- descrita por Friedrich Schumann en 1905
es indudable y Mach la habÌa establecido ralmente y que interact˙an seg˙n dos y conocida en dos variantes principa-
de manera convincente mediante dispo- reglas: (1) cuanta m·s luz recibe una les, debidas una a G. Kanizsa y la otra a
sitivos de cilindros o discos rotatorios. neurona, m·s inhibe a sus vecinas, es W. Ehrenstein (5). Al contrario que las
Tras describir el fenÛmeno, Mach le decir, les obliga a emitir una seÒal menos bandas de Mach, los contornos subjeti-
asignÛ una finalidad. Los objetos nos fuerte; (2) cuanto m·s cercana estÈ una vos nacen en las zonas de fuerte contraste.
parecen dotados de unos bordes nÌtidos, vecina, tanto m·s es inhibida. Bastan Su propÛsito no es seÒalar las variacio-
bien precisos, pese a que a veces difieran estas dos reglas para producir las ban- nes de luminosidad, sino dar cuenta de
poco de los objetos circundantes (una ho- das. El ìalgoritmoî de Mach se ha reve- ciertas coincidencias geomÈtricas. En
ja de papel puesta al sesgo sobre otra hoja lado fisiolÛgicamente pertinente. Por situaciÛn natural, raramente un objeto o
de papel de la misma blancura). La apre- aÒadidura, el principio se aplica a otras un animal se ven de modo completo. El
ciaciÛn del contorno de los objetos y, a funciones sensoriales y, en teorÌa, podrÌa animal puede estar parcialmente oculto
partir de ella, la apreciaciÛn de su forma emplearse en inmunologÌa para detectar por la vegetaciÛn, y a menudo de Èl sÛlo
es una de las funciones capitales de la molÈculas. vemos fragmentos; autom·tica e incons-
percepciÛn visual, que interviene desde El trabajo de Mach es ejemplar, pues cientemente ensamblamos esos fragmen-
el principio en la cadena de tratamien- re˙ne todos los ingredientes que hoy po- tos para deducir la presencia del animal
to de la informaciÛn. ìLa retina, escribe drÌamos pensar que forman una ilusiÛn: y concebir su postura. Otro ejemplo: en
Mach, borra las pequeÒas diferencias y descubrimiento de un fenÛmeno paradÛ- una escena de interior, vemos numero-
realza desproporcionadamente las mayo- jico, localizaciÛn de la ilusiÛn en el entorno sos objetos a diferentes distancias, con
res. Esquematiza y caricaturiza.î AsÌ natural, construcciÛn de un dispositivo los m·s cercanos ocultando parcialmente
pues, las bandas ilusorias revelarÌan los convincente para demostrar la naturaleza los m·s lejanos y asÌ debemos imaginar
procedimientos del cerebro para identi- ilusoria de la percepciÛn, atribuciÛn de el todo a partir de las partes. Otro proble-
ficar el contorno de los objetos. una finalidad fisiolÛgica adecuada, pro- ma de reconstituciÛn: el fondo, sobre el

84 Mente y cerebro 07/2004


5. CONTORNOS SUBJETIVOS. a b

JACQUES NINIO
Las aberturas de los gajos sugieren
un triángulo de Kanisza, en este caso
curvilíneo (a). En los contornos subjetivos
de tipo Ehrenstein (b), la elipse y la
corona están definidas por las
discontinuidades de las líneas del fondo.
En el centro, las formas negras sugieren
las letras de la palabra GREGORY; podrían
ser las sombras de esas palabras. Los dos
triángulos negros adosados al rectángulo
blanco (c) los interpretamos como partes
de un cuadrado negro orientado como
el contiguo. Obsérvese que el cuadrado c
G
GRRE
EGGO
ORRY
Y d
negro imaginado parece menor que
el cuadrado negro entero, aunque son
iguales. En (d), una figura ideada por
Peter Tse ilustra una superficie subjetiva
tridimensional piramidal, sugerida por la
conjunción de indicios (apoyos elípticos)
y bases cuadradas.

que se halla un animal o un objeto, no es De acuerdo con los ensayos realiza- gajos. En los modelos, pueden imagi-
uniforme. El contraste varÌa en las fron- dos en mi laboratorio de la Escuela narse contornos que se construyen pro-
teras. Al seguir el contorno, el objeto Normal Superior de ParÌs, los contornos gresivamente, por interpolaciÛn, o meca-
puede ser m·s claro que el fondo local convexos en figuras tales como el tri·n- nismos de rellenado, como una burbuja
en ciertos puntos del contorno, m·s os- gulo de Kanisza curvilÌneo (figura 5a) que se inflase en el centro de la confi-
curo en otros e indistinguible en otros. se acercan bastante al arco de cÌrculo guraciÛn y cuyo crecimiento se detu-
A esa problem·tica de la reconstruc- tangente al borde de las aberturas de los viera al topar con los obst·culos, e incluso
ciÛn mental de una forma geomÈtrica a
partir de informaciones fragmentarias,
Kanizsa asociÛ dos conceptos: la ìcom-
pleciÛn modalî, en cuya virtud una super-
ficie se percibe como si estuviera fÌsi-
camente presente, y la ìcompleciÛn
amodalî, en cuya virtud esa superficie
sÛlo se imagina (figuras 5a y 5c).
Esos fenÛmenos han suscitado estu-
dios diversos. Por parte de la investiga-
ciÛn neurofisiolÛgica, Rudiger von der
Haydt y sus colegas han descrito, entre
los macacos, neuronas que detectan con-
tornos subjetivos ìa la Ehrensteinî. Los
modelizadores han teorizado, sobre todo,
acerca de las variantes ìa la Kaniszaî.
En particular, øcu·l es la forma exacta
de los contornos cuando no son rectos,
y por quÈ?

6. EFECTO NEON, descubierto por


Dario Varin en 1971. Los cambios de color,
del verde al rojo, en los círculos
concéntricos, inducen una superficie
subjetiva de tono salmón limitada por las
JACQUES NINIO

fronteras de color. Tapando los círculos, se


comprueba que la superficie constituye
una ilusión.

Mente y cerebro 07/2004 85


7.
JACQUES NINIO

LOS GRADIENTES DE NIVELES


de gris generan poderosos efectos de
contraste. En este motivo, creado por
Alexander Logvinenko, todos los rombos
son del mismo gris, que es también el de
la transversal horizontal. Compruébese,
tapando, que la transversal central es de
un gris uniforme, pues se trata del mismo
que el de las hileras de rombos que cruza.

coloreados y contrastados crean contor-


nos subjetivos en sus fronteras de color
y una coloraciÛn ilusoria que se extiende
sobre la superficie delimitada por los
contornos (figura 6). Hay colores que
pueden, adem·s, extenderse franqueando
las lÌneas contrastadas (figura 8), algo
que serÌa imposible con superficies sub-
jetivas de tipo Kanisza, pues en ese caso
la compleciÛn serÌa amodal.

El problema recíproco
Volvamos a las bandas de Mach. El par
de lÌneas, una clara y otra oscura, separa
dos zonas de niveles de gris diferentes.
A la recÌproca, ese par es interpretado en
el cerebro como indicio revelador de una
diferencia de niveles de gris entre una y
otra parte del par. Dicha interpretaciÛn
es tal, que, con esas signaturas, pueden
crearse diferencias ilusorias de niveles
de gris. El efecto fue establecido en los
aÒos setenta por Tom Cornsweet me-
diante discos giratorios; es difÌcil con-
seguirlo sobre im·genes fijas artificia-
les. Cuando el motivo se repite y se usa

procesos del tipo de minimizaciÛn de la vadora, propuesta por Peter Tse, de la


energÌa. Entre quienes sostienen que todo Universidad de Harvard, muestra una
ocurre a nivel local y quienes por el con- superficie donde se crea un efecto de
trario privilegian un reconocimiento a volumen mediante elementos inductores
nivel global, el debate es ·spero. Los que sugieren que esa superficie oculta
segundos esgrimen que las letras del en la misma medida que es ocultada
nombre GREGORY de la figura 5 se per- (figura 5d).

Mente y
ciben porque nos son familiares. Las for- Dentro de la familia de los con-
mas negras se interpretan como sombras tornos subjetivos, D. Varin, de
y, por tanto, sÛlo definen por un lado el la Universidad de Mil·n, des-
borde de las letras. cribiÛ en 1971 un efecto que
Entre los fenÛmenos que comportan deberÌa interesar a los grafis-
consecuencias teÛricas, se conocen va- tas. Elementos inductores
riantes en que dos contornos subjetivos
se perciben constituidos en una misma
imagen; cuatro segmentos dispuestos en
cruz, por ejemplo, sugieren contornos
cuadrados o circulares. Se sabe que una
superficie subjetiva sobre fondo gris
puede ser codificada por elementos induc-
tores blancos y negros cuyos efectos se
8. DIFUSION COLOREADA.
Pequeños círculos adosados a
círculos rojos generan las letras
de Mente y cerebro. Sin embargo,
cerebro
las letras presentan un aspecto
sumen: segmentos que se alternan blan-
JACQUES NINIO

cos y negros radialmente dispuestos, continuo, como si el color azul se


sobre un fondo gris, definen un cÌrculo hubiera difundido en el seno de los
subjetivo. Por ˙ltimo, una variante inno- círculos rojos.

86 Mente y cerebro 07/2004


una distribuciÛn en dientes de sierra, el

DANIELE ZAVAGNO
efecto se acent˙a (figura 7).
Los dispositivos de gradientes de lumi-
nosidad se emplean para crear numero-
sos efectos de contraste. Uno de los m·s
ingeniosos, el efecto de halo y humo, ha
sido descubierto por Daniele Zavagno,
de la Universidad de Padua (figura 9).
AquÌ, quiz· m·s que en otros casos, tiene
lugar la confluencia con el arte de los
pintores del claroscuro. Zavagno se inte-
resa por los procedimientos de Georges
de la Tour, que supo crear en sus cua-
dros fuertes diferencias de luminosidad
aparente, entre rostros en primer plano,
iluminados por una bujÌa, y personajes 9. HALO Y HUMO. En las dos figuras hay cuatro rectángulos en los cuales el nivel
en segundo plano y ello con sutiles gra- de gris varía continuamente de un borde a otro. Los efectos de halo a la izquierda
daciones de la luz reflejada por el cua- y de humo a la derecha, que se difunden desde el cuadrado central, son ilusorios.
dro (figura 2).
Por ˙ltimo, festoneando una pareja de
lÌneas de colores contrastados, Biangio
Pinna, de la Universidad de Sassari, ha
obtenido el ìefecto de acuarelaî (figu-
ra 10). La p·gina parece bien coloreada
en toda la porciÛn limitada por el festo-
neado: cuesta creer que es tan blanca co-
mo el resto.

La rejilla de Hermann
La rejilla de Hermann se numera entre
los cl·sicos. Descubierta mediado el si-
glo XIX, suele presentarse con cuadrados
negros regularmente dispuestos, sepa-
rados por transversales blancas hori-
zontales y verticales (figura 13).
Fijando la vista en un cruce, Èste se
ve blanco, cosa normal, y en el centro
de los cruces situados en la periferia se
ven aparecer manchas grises. Este fenÛ-
meno pone de manifiesto un mecanismo
de correcciÛn del contraste local del ni-
vel de gris (en el sentido de los ejemplos
expuestos al comienzo). El nivel de gris
atribuido (percibido) en un punto de una
transversal blanca dependerÌa de la pro-
porciÛn de negro presente en las cerca-
nÌas. En torno a un cruce hay relativamen-
te menos negro que entre dos cruces. Es
BAINGIO PINNA

como si, en la periferia, no distinguiÈra-


mos bien entre un exceso de blancura,
debido a la superficie misma (brillo), y
un exceso, debido a una intensa ilumi-
naciÛn local (luminancia). Reteniendo,
10. EFECTO ACUARELA. Las coloraciones que parecen extenderse entre los dobles
contornos festoneados son ilusorias. Este efecto de difusión coloreada, especialmente
falto de informaciÛn, la segunda hipÛ-
tesis, el cerebro corregirÌa introduciendo intenso, se traduce en numerosas variantes; no exige ni siquiera el cierre de los
gris en la zona m·s blanca. contornos.
Hallada una explicaciÛn funcional
razonable, aunque no demostrada, no ha
tardado en proponerse un modelo neu- variantes: pueden cambiarse el tamaÒo les, poner Èstas no paralelas; presentes
ronal detallado de correcciÛn del nivel de los cuadrados, su espaciado, su ni- las manchas grises, Èstas no son siem-
de gris local, Èste tambiÈn de compro- vel de gris, vaciarlos, comprimir la ima- pre circulares (pueden convertirse en
baciÛn difÌcil. gen en uno u otro sentido, deformarlos rombos o en agujas finas). En cambio,
La rejilla de Hermann se ha desarro- (por ejemplo, sustituir los cuadrados por la ilusiÛn se destruye si cambiamos los
llado principalmente en lo referente a la paralelepÌpedos), modificar, pero no cuadrados por tri·ngulos o por hex·go-
fenomenologÌa. Funcionan numerosas mucho, la orientaciÛn de las transversa- nos. Lo realmente esencial para que se

Mente y cerebro 07/2004 87


11. LINEAS FUGITIVAS. Dos familias de
JACQUES NINIO

líneas fugitivas claras parecen pulsar a 30


y 120 grados respecto a la horizontal.
El fenómeno tendría conexión con las
estrategias de búsqueda de alineaciones.
Por deformación de los cuadrados de una
rejilla de Hermann, se debilitan las
alineaciones horizontales, verticales
y a 45 grados, lo que da lugar a la
búsqueda de alineaciones según otras
orientaciones (aquí, las del “movimiento
del caballo en un tablero de ajedrez”).
Intercambiando el blanco y el negro, se
obtienen líneas pulsantes oscuras.

produzca la ilusiÛn es la presencia de un


cruce de dos brazos largos. Debe haber
realmente un cruce y no un codo ni un
empalme en T.
Una observaciÛn minuciosa de la reji-
lla de Hermann y de algunas variantes
provoca la apariciÛn de fenÛmenos nue-
vos, poco espectaculares. Singularmente
enriquecedores de la fenomenologÌa,
esos nuevos efectos imponen muy fuer-
tes limitaciones a los ideadores de mode-
los (figura 11).

Extinciones y centelleos
La rejilla de Hermann nos ha llevado a
distinguir entre visiÛn central y visiÛn
perifÈrica. All· donde se posa la vista,
la imagen es captada con ìalta resolu-
ciÛnî por la fÛvea. En la periferia de la
retina, los fotorreceptores son menos
densos; la captura se hace con menos re-
soluciÛn. Para estudiar los efectos de
captura a diferentes resoluciones, resul-
taba tentador convertir progresivamente
en m·s borrosa la rejilla de Hermann. AsÌ,
el efecto ilusorio no sÛlo se reforzaba,

12. EFECTO DE CENTELLEO.


Difuminando una rejilla de Hermann,
Jacques Bergen ha observado un poderoso
efecto de centelleo: en el cruce de las
rayas grises, empiezan a centellar puntos
brillantes. A veces difíciles de ver al
principio, se les capta más fácilmente
durante un salto de mirada de un punto
a otro de la imagen. Después, el centelleo
se instala en una porción de la imagen,
allí donde el grado de borrosidad es
máximo, lo que varía en función del
individuo. Por último, con un poco de
suerte, el conjunto de la rejilla se pondrá
a centellear.

88 Mente y cerebro 07/2004


13. REJILLA DE HERMANN. En los mente alineados, parecen cooperar para
JACQUES NINIO

producir esas lÌneas fugitivas. Las ban-


cruces de las rayas blancas aparecen
das de Mach introducÌan una particiÛn
manchas grises ilusorias, pero desaparecen simple de la imagen, ligada sÛlo a las
allá donde se fija la vista. Cuando se gira variaciones locales de niveles de gris.
la imagen 45 grados, al alejar la figura de AquÌ, las lÌneas pulsantes reflejarÌan
la vista se ven aparecer redes de líneas correlaciones de largo alcance.
oscuras, horizontales y verticales, que Al explorar las variantes de la rejilla
atraviesan los cuadrados según las
de Hermann y de las rejillas centellean-
tes, el autor en colaboraciÛn con Kent
diagonales. Se observará también que el
Stevens, de la Universidad de OregÛn,
blanco de las rayas parece menos claro ha fabricado el efecto de ìextinciÛnî,
que el del exterior de la imagen. En una nueva ilusiÛn (figura 14). Esta vez,
particular, en las dos rayas en que los tenemos un fenÛmeno de desapariciÛn.
cuadrados llevan muescas, se ven hilos Ocurre nada menos que la mayorÌa de
grises en el centro de las rayas, que los discos negros de las lÌneas 2, 4 y 6
de la figura 14 no se ven de golpe, pese
contrastan con el blanco de las muescas.
a su tamaÒo. Los discos donde se posa
la mirada se ven bien, pero en la perife-
ria se eliminan, y las transversales gri-
seg˙n lo previsto, sino que se modificaba las ìparvoî, m·s lentas, que trabajan con ses se completan. Estas aparecen conti-
tambiÈn cualitativamente, transform·n- una definiciÛn mejor. nuas, al igual que las lÌneas que atraviesan
dose en un espectacular efecto de cen- Deformando los motivos de una reji- la mancha ciega.
telleo (figura 12). lla de Hermann, el autor ha logrado poner SÛlo podemos avanzar una explica-
El centelleo resultarÌa de una alternan- de manifiesto un fenÛmeno de lÌneas ciÛn provisional del fenÛmeno: en la peri-
cia r·pida entre una interpretaciÛn a re- fugitivas, pulsantes (figura 11). Es un feria, un disco, aunque sea de un tamaÒo
soluciÛn alta, que dirÌamos gris, y una efecto menos fuerte que el de centelleo, suficiente para ser percibido por los fo-
interpretaciÛn a resoluciÛn baja, que di- pero presenta un reto teÛrico mayor. torreceptores, puede que no llegue a la
rÌamos blanca. Tales alternancias resul- Indica que el cerebro serÌa sensible a consciencia cuando el contraste local en
tan harto plausibles: conectando la retina sutiles regularidades geomÈtricas de la niveles de gris se quede por debajo de
con el cerebro, hay dos clases de neuro- figura: alineaciones apenas detectables cierto umbral. El contraste es m·s dÈbil
nas, unas las llamadas ìmagnoî, r·pidas de motivos blancos e intersticios negros, cuando los discos se hallan en los cruces
que act˙an con poca resoluciÛn, y otras seg˙n en quÈ direcciones estÈn leve- de tres trazos grises (en las lÌneas 2, 4
y 6) que cuando los atraviesa un ˙nico
trazo gris (en las lÌneas 9, 11 y 13).
1 Este pequeÒo viaje a las ilusiones,
2
lejos de agotar el tema, nos brinda una
idea del modo en que los an·lisis y las
3 b˙squedas se articulan en torno a esas
im·genes: especialmente la oposiciÛn
4
entre global y local, la cooperaciÛn entre
5 centro y periferia, la segregaciÛn o la
cooperaciÛn entre regiones blancas y
6 negras, la difusiÛn de los niveles de gris
7
de los colores a partir de las fronteras.

10 JACQUES NINIO, adscrito al Laboratorio de


Física Estadística de la Escuela Normal Superior
J. NINIO Y K. STEVENS

11
de París, viene estudiando las ilusiones ópti-
12 cas desde hace más de 25 años.

13
Bibliografía complementaria
14. EFECTO DE EXTINCION. Los discos grandes negros son perfectamente visibles en GRAMMATICA DEL VEDERE. Gaetano Kanisza.
Il Mulino; Bolonia, 1980.
la mitad inferior de la figura. Pero en la mitad superior, de una vez sólo se perciben
algunos, en el lugar donde reposa la vista, pese a que en las líneas 2, 4 y 6 hay uno en ANALYSE DER EMPFINDUNGEN. Ernst Mach,
1886. Traducido al español por Eduardo
cada cruce. La noción esencial, como para la rejilla de Hermann, es la de contraste local.
Ovejero: Análisis de las sensaciones;Altafulla,
Puesto que los discos negros se hallan rodeados de círculos blancos, en el caso de los Barcelona, 1987.
discos grandes de la parte superior de la figura el nivel medio de gris local es próximo
L A SCIENCE DES ILLUSIONS. Jacques Ninio.
al del entorno. En la periferia del campo visual, debería rebasarse un umbral de Odile Jacob; París, 1998.
contraste para que una señal llame la atención.

Mente y cerebro 07/2004 89


LIBROS
Filosofía de la ciencia
THEORY AND REALITIY. AN INTRODUCTION el estadio cientÌfico se alcanzaba cuando gado principalmente a la lÛgica, con-
TO THE PHILOSOPHY OF SCIENCE, por Peter se renunciaba a la b˙squeda de las cosas formado por Alfred Tarski, Stanislau
Godfrey-Smith. The University of Chi- en sÌ mismas para ceÒirse a la predic- Lesnewski y Tadeusz Kotarbinski.
cago Press; Chicago, 2003. UNDERSTAN- ciÛn de los fenÛmenos. La filosofÌa neopositivista de la cien-
DING P HILOSOPHY OF S CIENCE , por James Antes de cerrarse el primer decenio del cia se alimenta de las grandes sÌntesis
Ladyman. Routledge; Londres y Nueva siglo XX emergiÛ la primera generaciÛn de la fÌsica del siglo XIX y las dr·sticas
York, 2003. de neopositivistas, integrada por Philippe rupturas de la centuria siguiente. La rela-
P HILOSOPHY OF S CIENCE . Dirigido por Frank (fÌsico), Hans Hahn y Richard von tividad y la teorÌa cu·ntica ponÌan en
Peter Machamer y Michael Silberstein. Mises (matem·ticos), junto con Otto cuestiÛn la naturaleza del mundo fÌsico
Blackwell; Oxford, 2002. PHILOSOPHY OF Neurath (economista y sociÛlogo). Bajo y la naturaleza de nuestro conocimiento
SCIENCE TODAY. Dirigido por Peter Clark la guÌa tambiÈn de Ernst Mach, se forja, del mismo. La fÌsica se convirtiÛ en la
y Katherine Hawley. Oxford University en los aÒos veinte, el potente CÌrculo de ciencia por antonomasia. Su mÈtodo, el
Press; Oxford, 2003. Viena de Positivistas LÛgicos, un ce- modelo a imitar y aplicar a otros ·mbi-
n·culo de discusiÛn cientÌfica y filosÛ- tos. La lÛgica de proposiciones y de pre-

A
unque la epistemologÌa es una fica, que tiene su eco complementario dicados, aupada a instrumento de razo-
disciplina de larga historia, que en la Sociedad de BerlÌn para la FilosofÌa namiento claro, constituÌa la disciplina
tuvo su primera articulaciÛn en EmpÌrica. En ambos centros participan para entender y explicar los fundamen-
el Organon aristotÈlico, una de sus ramas, cientÌficos interesados en la filosofÌa o tos de la matem·tica y, merced a su pre-
el mÈtodo cientÌfico, ha conocido un de- filÛsofos con formaciÛn acadÈmica en cisiÛn, pasÛ a ser el lenguaje ideal para
sarrollo espectacular en el curso de la pos- alguna disciplina cientÌfica. Lo mismo moldear cualquier empresa cognitiva.
trera centuria, objeto ahora de numero- en Viena que en BerlÌn se arranca de la Saliendo al paso del neokantismo impe-
sas sÌntesis, de las que aquÌ extraemos teorÌa del conocimiento de Hume, del rante y oponiÈndose a toda metafÌsica, el
un breve manojo, introductorias las dos positivismo de Comte y de la filosofÌa programa positivista explicaba el cono-
primeras obras, m·s inquisitivas las ˙lti- mecanicista de la ciencia de Mach. Sos- cimiento cientÌfico a partir de la tradiciÛn
mas. En tres capÌtulos fundamentales tenÌa Èste que la ciencia debÌa ocuparse empirista inglesa, con el concepto de sig-
coinciden, sin embargo: el positivismo sÛlo de lo observable, de sistematizar nificado como punto de nucleaciÛn. øQuÈ
lÛgico, el falsacionismo y la teorÌa del las relaciones entre nuestros experi- es lo que dotaba de significaciÛn a los
cambio de paradigma. En ellos haremos mentos. Determinantes fueron, asimismo, enunciados sobre el mundo? Para abor-
parada, conscientes de que nos dejamos las influencias de G. F. Bernhard Riemann dar la cuestiÛn, exigÌan, en primer lugar,
en el tintero apartados de extraordina- y Albert Einstein, de Hermann von Helm- que tales enunciados fueran claros y unÌ-
rio vigor, como el realismo, el reduccio- holtz y Heinrich Hertz, de Henri PoincarÈ vocos (enunciados de la lÛgica de primer
nismo, el constructivismo, la subdeter- y David Hilbert. Por mÈtodo heurÌstico orden); en segundo lugar, demandaban
minaciÛn y el campo extenso de las y deductivo se impondr·n la nueva lÛgica un criterio que relacionara los enuncia-
filosofÌas regionales de la matem·tica, formal de Gottlob Frege y, sobre todo, dos teorÈticos con los observacionales.
la mente, la fÌsica, la biologÌa, la quÌmica los Principia Mathematica, de Bertrand Introdujeron asÌ el principio de verifica-
o la geologÌa. Russell y Alfred North Whitehead. ciÛn; a tenor del mismo, el significado de
Del mÈtodo cientÌfico se espera que La figura aglutinante del CÌrculo de un enunciado empÌrico vendrÌa dado por
aporte un conocimiento objetivo del Viena, entre 1924 y 1936, fue Moritz los procedimientos que se emplearan para
mundo. Una idea que hunde sus raÌces Schlick, nombrado en 1922 catedr·tico mostrar si se trataba o no de un enunciado
en los orÌgenes de la ciencia moderna y de filosofÌa de las ciencias inductivas de verdadero o falso. Si no se seguÌan tales
el Novum Organon baconiano. M·s tar- la Universidad de Viena, un puesto ocu- procedimientos, el enunciado carecÌa de
de, Immanuel Kant concedÌa que habÌa- pado con anterioridad por Mach y Boltz- significado empÌrico.
mos alcanzado un conocimiento indu- mann. En 1918 habÌa avanzado ya algu- En efecto, el llamado ìcriterio empÌ-
dable, pÈtreo: en geometrÌa gracias a nas tesis del programa en su Allgemeine rico del significadoî postulaba que, para
Euclides, en fÌsica merced a Newton y Erkenntnislehre (ìTeorÌa general del co- ser significativo, un tÈrmino debÌa poseer
en sus condiciones de posibilidad. Medio nocimientoî). Con Schlick se re˙nen alguna conexiÛn con lo que puede expe-
siglo despuÈs entraba en escena el ìposi- Hans Hahn, Otto Neurath, Victor Kraft, rimentarse. Los enunciados carentes de
tivismoî, tÈrmino acuÒado por Auguste Kurt Reidemeister y Felix Kaufmann. significado empÌrico no pertenecÌan al
Comte para designar su doctrina sobre En 1926 se sumÛ Rudolf Carnap. Una de dominio del conocimiento. En lÌnea con
los tres estadios de las sociedades. Tras las primeras actividades del grupo fue la tradiciÛn empirista, la ciencia des-
un estadio teolÛgico, en el que los fenÛ- debatir y analizar el Tractatus Logico- cansaba sobre la observaciÛn y la expe-
menos no domeÒables (trueno, sequÌa o Philosophicus (1922) de Ludwig Witt- rimentaciÛn. SÛlo se urgÌan unos enun-
enfermedades) se atribuÌan a la interven- genstein. En BerlÌn debaten Hans Rei- ciados que establecieran un puente y
ciÛn de dioses, espÌritus y magia, venÌa chenbach, Richard von Mises, Kurt salvaran el hiato entre la teorÌa y la obser-
un estadio metafÌsico, que apelaba a fuer- Grelling y Walter Dubislav. Hubo un ter- vaciÛn o experimentaciÛn. A esos nexos
zas y partÌculas inobservables. Por fin, cer grupo importante en Varsovia, entre- les llamaron enunciados de reducciÛn.

90 Mente y cerebro 07/2004


Puesto que tales enunciados puente La ciencia, aseguraba, no dependÌa de la

STAN ROWIN
podÌan expresarse con precisiÛn, las teo- inducciÛn. Por muchos casos que se obser-
rÌas se articulaban en conjuntos de enun- vasen de una generalizaciÛn, cabrÌa siem-
ciados inscritos en una estructura axio- pre la posibilidad de un contraejemplo. Pro-
m·tica. pio de la ciencia, concluÌa, es la falsaciÛn
Para los positivistas lÛgicos, los enun- de las teorÌas, no su confirmaciÛn.
ciados empÌricos significativos eran o A Popper le impresionÛ la confirma-
enunciados de protocolo o hipÛtesis empÌ- ciÛn experimental en 1917 de la teorÌa
ricas. Los enunciados de protocolo hallan general de la relatividad de Einstein. Esta
su verificaciÛn en la propia experiencia predecÌa que la luz, al pasar por la vecin-
u observaciÛn que expresan. Cumple a las dad del Sol, doblarÌa su trayectoria, obli-
hipÛtesis empÌricas poner en relaciÛn los gada por el campo gravitatorio solar. Se
enunciados de protocolo entre sÌ; permi- trataba de una teorÌa, resaltaba, que rea-
ten, por tanto, predicciones. Tales hipÛ- lizaba una predicciÛn muy arriesgada,
tesis se hallan sujetas a contrastaciÛn de sujeta a desmentido, a refutaciÛn. A ese
las predicciones que formulan. DistinguÌan mismo tipo de predicciÛn arriesgada per-
tambiÈn entre leyes universales y leyes tenecÌa la que emanaba de la tabla de
estadÌsticas. Las universales eran los enun- Dmitry MendelÈeff sobre la existencia de
ciados de la teorÌa que presentaban una elementos por descubrir. En breve, sÛlo Thomas S. Kuhn
aplicaciÛn irrestricta en el espacio y el la formulaciÛn de predicciones nove-
tiempo (a veces se indicaba que eran cau- dosas y arriesgadas definÌan a las teorÌas
sales; m·s tarde, se defendiÛ que resis- cientÌficas genuinas, junto con su posibi- iniciales del sistema, fiabilidad de las
tÌan las proposiciones contrafactuales). lidad de rechazo. Tras distinguir entre mediciones y dem·s), Lo habÌa advertido
Las leyes universales ideales tenÌan la hipÛtesis falsables e hipÛtesis no falsa- ya Pierre Duhem cuando afirmaba que
forma lÛgica de la implicaciÛn. Las leyes bles, declara que la ciencia no procede en fÌsica un experimento no refuta una
estadÌsticas hacÌan sus conclusiones sÛlo ni por confirmaciÛn ni por inducciÛn, si- hipÛtesis aislada, sino un grupo. Popper
m·s o menos probables. no por falsaciÛn: una vez enunciada una saliÛ al paso de esa objeciÛn y admitiÛ
Pero esta visiÛn de la ciencia, como hipÛtesis, las predicciones deben deducir- que un conjunto de enunciados observa-
un lenguaje lÛgicamente preciso e ideal, se de suerte tal, que puedan someterse a cionales potencialmente falsador de una
codificado en todos sus pasos, no fun- comprobaciÛn experimental; si queda teorÌa debÌa ser tambiÈn un conjunto de
cionÛ. En el propio seno del positivismo falsada, se desecha, pero si no queda fal- procedimientos experimentales, tÈcni-
lÛgico se debatiÛ la viabilidad de ese sada, eso sÛlo significa que debe someter- cas y otros. El filÛsofo W.v.O. Quine con-
lenguaje ahormado de la ciencia, se ana- se a pruebas m·s exigentes y procedimien- cedÌa incluso que un ejemplo de falsa-
lizaron una y otra vez las relaciones de tos m·s ingeniosos para falsarla. Por lo ciÛn pudiera ser una refutaciÛn de las
explicaciÛn y confirmaciÛn, la formu- tanto, lo que llamamos confirmaciÛn no leyes de la lÛgica y no una refutaciÛn de
laciÛn adecuada del principio de verifica- son m·s que falsaciones frustradas. las hipÛtesis cientÌficas.
ciÛn, la naturaleza independiente y neu- Se entiende asÌ que la doctrina pop- No acaban ahÌ los problemas para el
tra de las observaciones y la adecuaciÛn periana de la ciencia se denomine mÈto- falsacionismo. Hay partes legÌtimas de la
del predicado de verdad sem·ntico. Aun- do de las ìconjeturas y refutacionesî (tÌ- ciencia que no parecen falsables. De
que el empeÒo por fijar procedimientos tulo de uno de sus libros). Las conjeturas entrada, los enunciados probabilistas.
y enunciados en un lenguaje formal fra- ìarriesgadasî son aquellas a partir de las TambiÈn, ciertos enunciados existencia-
casÛ, se avanzÛ en otros dominios. A ello cuales podemos deducir las prediccio- les (la realidad de los agujeros negros).
se aplicÛ un movimiento sucesor del neo- nes novedosas. A imagen de la selecciÛn No es falsable el principio de conserva-
positivismo, el empirismo lÛgico, con Car- natural, se aprende sÛlo de los errores. ciÛn de la energÌa, que establece que la
nap a la cabeza, para quien la ciencia era En la ciencia todo es provisional y sujeto energÌa puede asumir diferentes formas,
inductiva y racional. Racional, pero no in- a correcciÛn y sustituciÛn. Existen, por pero no puede crearse ni destruirse; la
ductiva, la creÌa Karl Popper. supuesto, grados de falsabilidad, crite- ciencia no sÛlo no lo cuestiona, sino que
Confesaba Popper su orgullo de haber rio que sirve para jerarquizar las cien- opera con Èl. Se rige Èsta, adem·s, por
sido el ˙nico filÛsofo que influyera en la cias y verdadera medida de su contenido determinados principios metodolÛgicos
investigaciÛn cientÌfica. En reconoci- empÌrico. Cuanto m·s falsable es una no falsables: tal el de simplicidad, seg˙n
miento de su aportaciÛn fue elegido miem- teorÌa, m·s potencia encierra al abarcar el cual, rebus sic stantibus, las teorÌas
bro de la Regia Sociedad de Londres. Cen- una gama m·s extensa de fenÛmenos. simples y unificadoras se hallan m·s cer-
trÛ su labor en la b˙squeda de un criterio En ese sentido, la teorÌa de Newton era canas a la verdad que las alambicadas y
de demarcaciÛn que permitiera separar m·s precisa que la de Kepler, a la que complejas. Por abreviar, el propio falsa-
la ciencia de las pseudo-ciencias; en par- sustituyÛ; la teorÌa de la relatividad me- cionismo no es falsable, aunque esta obje-
ticular, establecer una divisoria tajante jorÛ las predicciones de la mec·nica new- ciÛn la resuelve Popper respondiendo que
entre la fÌsica, arquetipo de la ciencia, y toniana y de la teorÌa electromagnÈtica no se propone que lo sea, porque se tra-
la psicologÌa y sociologÌa, a las que negaba de Maxwell. ta de una teorÌa filosÛfica o lÛgica y, por
estatuto cientÌfico. Pero los positivistas La doctrina falsacionista adolece de ende, no cientÌfica en sÌ misma.
y empiristas, aducÌa, andaban errados en numerosos puntos dÈbiles, puestos de Pese a su reconocimiento como prin-
la propiedad que convertÌa en cientÌfica manifiesto por los autores. A partir de una cipio metodolÛgico, en el ejercicio de su
a la fÌsica. Ni la verificaciÛn ni la con- sola hipÛtesis, no puede inferirse nunca actividad los cientÌficos ignoran muchas
firmaciÛn resultan esenciales. VeÌa Èl una ning˙n enunciado sobre quÈ se obser- veces la falsaciÛn. No abandonan una teo-
asimetrÌa lÛgica entre confirmaciÛn y fal- var·. La hipÛtesis en cuestiÛn debe con- rÌa establecida con el primer contrae-
saciÛn de una generalizaciÛn universal. jugarse con otros supuestos (condiciones jemplo, sino que buscan modificaciones

Mente y cerebro 07/2004 91


o aÒaden nuevos supuestos para salvar en el cambio de paradigma. En nuestros mediante colisiones y fuerzas, una visiÛn
la teorÌa. Al ejercicio real, histÛrico y pre- dÌas el computador, con su revoluciÛn mec·nica regular del universo, unas leyes
sente, de la ciencia venÌan prestando digital, ha transformado casi todas las sobre el movimiento y la gravedad, asÌ
especial atenciÛn, desde finales de los ciencias merced a la potencia de mani- como ciertas tÈcnicas matem·ticas. El
aÒos cincuenta, los epistemÛlogos. En pulaciÛn de informaciÛn.) modelo o ejemplar lo constituyen los Prin-
un principio se trataba de sacar a la luz Kuhn se percata de que las introduc- cipia Mathematica, en cuyo prefacio se
las limitaciones del esquematismo neo- ciones histÛricas con que los cientÌficos establece explÌcitamente que los mÈtodos
positivista, incapaz de aprehender el suelen adornar los manuales de su dis- de Newton son aplicables a otros domi-
dinamismo de la ciencia en su comple- ciplina simplifican y distorsionan la rea- nios de la ciencia. Otros paradigmas son
jidad cambiante. Desde los mismos lidad del desarrollo de la teorÌa, perge- la fÌsica relativista óseg˙n la cual el tiem-
cimientos. Era una entelequia admitir Òado, en su visiÛn lineal progresiva, para po transcurrido entre episodios depende
un lenguaje observacional nudo de teo- justificar la doctrina imperante. Pero la del (es relativo al) estado de movimiento
rÌa: los tÈrminos de los enunciados empÌ- historia de la ciencia no consiste en la de un observador o, para ser m·s preci-
ricos estaban tomados de la teorÌa cien- acumulaciÛn incesante de conocimien- sos, depende del (es relativo al) marco de
tÌfica que se proponÌan contrastar. Todas tos, sino que implica a menudo el aban- referenciaó y la fÌsica cu·ntica, seg˙n la
las observaciones se hallaban preÒadas dono absoluto de teorÌas del pasado, un cual la energÌa poseÌda por objetos mate-
de teorÌa. øY quÈ decir de la axiomati- cambio de paradigma. No ofrece, sin riales u ondas electromagnÈticas procede
zaciÛn? A la vista estaba, para quien qui- embargo, una definiciÛn precisa del tÈr- en unidades discretas de valores, en vez
siera verlo, que las teorÌas cientÌficas, mino; no obstante podemos asociar las de tomar una gama continua de valores.
fÌsica incluida, habÌan cumplido su labor descripciones del mismo a dos concep- Si un paradigma se muestra sÛlido y
de explicaciÛn del mundo mucho antes tos fundamentales: el de matriz disci- da cuenta del grueso de los fenÛmenos
de que existiesen formalizaciones axio- de su ·mbito, permite avanzar en el co-
m·ticas. Por citar un ejemplo, la mec·- nocimiento, resuelve los problemas y se
nica cl·sica no se axiomatizÛ hasta 1949, extiende a la aplicaciÛn empÌrica, las
sin que dejara de ser una teorÌa viable anomalÌas no encierran una amenaza en
durante los siglos anteriores. un comienzo. Por eso, la mayor parte de
Con el debate sobre la carga teÛrica de la pr·ctica diaria de la ciencia es una
la observaciÛn, se introdujo la cuestiÛn actividad ìconservadoraî; en ese perÌo-
de la continuidad y del cambio cientÌfico, do de ìciencia normalî no se cuestionan
los desplazamientos de significado en los principios fundamentales. Ejemplos
conceptos cientÌficos fundamentales y, por de esa ciencia normal son la b˙squeda
ende, los tr·nsitos de una teorÌa a otra. de la estructura quÌmica de los com-
En torno al cambio se polarizÛ la inves- puestos, determinaciones de las trayec-
tigaciÛn metodolÛgica con las aporta- torias de los planetas y otros cuerpos
ciones de Thomas Kuhn, Norwood Rus- celestes, cartografÌa del ADN de un orga-
sell Hanson y Paul Feyerabend. Coincide nismo y similares.
Kuhn con Popper en que la ciencia no Puede suceder que surjan anomalÌas
procede por inducciÛn; difiere de Èste en tenazmente inexplicables. Si se acumu-
que niega que se trate de un proceso ra- plinar y el de ejemplar. Una matriz disci- lan las crisis hasta poner en aprieto el n˙-
cional. En su acerada crÌtica contra el plinar es un conjunto de respuestas a las cleo del paradigma (en la fÌsica de New-
falsacionismo, no sÛlo rechaza que los cuestiones que se enseÒan en el curso de ton, las leyes del movimiento), hay que
cientÌficos sacrifiquen su teorÌa por un una disciplina, que preparan para inves- empezar a idear modelos alternativos.
contraejemplo, sino que pone de mani- tigar y ahondar en ella; ese conjunto Cuando la nueva opciÛn se muestra capaz
fiesto hasta quÈ punto se esfuerzan en bus- aporta el marco en cuyo seno la ciencia de resolver las aporÌas se produce una
car e idear estrategias que les permitan opera. Importa que los aspectos compo- ìrevoluciÛnî o ìcambio de paradigmaî.
salir al paso de la contradicciÛn aparente. nentes de la matriz disciplinar se hallen En ese caso, la sustituciÛn es absoluta;
En su obra de 1962, The Structure of explÌcitos y que algunas partes de la se da lo que denomina, con Paul Feye-
Scientific Revolutions, Kuhn describÌa misma correspondan a valores compar- rabend, una incomensurabilidad de las
la evoluciÛn de la ciencia como una se- tidos por los cientÌficos, en el sentido de teorÌas. Distingue entre inconmensura-
rie de cambios de paradigmas, de sustitu- que prefieren una explicaciÛn sobre otras. bilidad de significado, que designa la
ciÛn de cosmovisiones. (En ese reempla- Importa tambiÈn que algunas partes de imposibilidad de traducir los tÈrminos y
zo, se insiste ahora, la tÈcnica desempeÒa la matriz consten de habilidades pr·c- conceptos de un paradigma en otro, e
un papel importante. Aunque Nicol·s Co- ticas y de mÈtodos que no son necesaria- inconmensurabilidad de referencia, que
pÈrnico propuso en 1543 el modelo he- mente expresables en palabras. Por ejem- se da cuando dos teorÌas emplean tÈrmi-
liocÈntrico, con mayor Èxito que Aristarco plares se entiende las partes exitosas de nos iguales para objetos conceptualmente
de Samos, no hubo cambio de paradigma la ciencia que los iniciados aprenden y distintos (verbigracia, la teorÌa atÛmica
hasta 1610, cuando Galileo aplicÛ un nue- que les dota de un modelo para el de- cl·sica y la cu·ntica). En sus escritos m·s
vo telescopio para descubrir la rotaciÛn sarrollo futuro de su disciplina. tardÌos Kuhn reconociÛ cinco valores
del Sol, las fases de Venus y los cuatro La matriz de la fÌsica newtoniana abar- nucleares comunes a todos los paradig-
satÈlites en Ûrbita alrededor de J˙piter. ca, entre otros, un tramado com˙n de pre- mas: una teorÌa debe ser empÌricamente
El microscopio, el sismÛgrafo, la pila de ferencias por las explicaciones de causa precisa, coherente con otras teorÌas acep-
Alessandro Volta y la instrumentaciÛn eficiente y por teorÌas que producen pre- tadas, simple, fecunda para la investiga-
geofÌsica que confirmÛ la teorÌa de Alfred dicciones cuantitativas y contrastables, ciÛn y de horizontes amplios, que superen
Wegener sobre la deriva continental son una descripciÛn metafÌsica de un mundo los fenÛmenos a explicar.
ejemplos de la importancia de la tÈcnica cuyas partÌculas materiales interaccionan LUIS ALONSO

92 Mente y cerebro 07/2004


SYLLABUS
¿Qué es la (neuro)ciencia
cognitiva?
Una propuesta federal

Manuel García-Carpintero De ellas, una, a la que denominarÈ unita- ciÛn escogida y la necesaria para seguir
ria, la m·s extendida sin duda, es errÛ- el discurso de los procedentes de otras

L
os humanos somos seres raciona- nea. En la concepciÛn unitaria la neuro- disciplinas.
les. Quiz· no somos los ˙nicos ciencia cognitiva define un nuevo ·mbito Ve·moslo con un ejemplo. En cohe-
seres racionales; quiz· tambiÈn de investigaciÛn, con sus propios espe- rencia con la tesis federal que defiendo,
sea tÈcnicamente realizable construir se- cialistas. Esta idea, que alimenta la mayo- lo presentarÈ desde la perspectiva de mi
res racionales no humanos, m·quinas. rÌa de los programas universitarios en la especialidad dentro de la ciencia cogni-
Mas por el momento somos los ˙nicos materia, es errÛnea porque la investiga- tiva, la filosofÌa del lenguaje. El ejem-
ejemplos claros conocidos de (aproxi- ciÛn de los aspectos neurolÛgicos, psi- plo concierne a la naturaleza de ciertos
mada) racionalidad. colÛgicos, computacionales, ling¸Ìsti- aspectos, algo abstractos, del significa-
Caracterizan a los seres racionales ca- cos o filosÛficos de la racionalidad sÛlo do: los papeles tem·ticos.
pacidades como las siguientes: obtener pueden llevarla a cabo expertos fami- Adelantemos algunas observaciones
conocimiento del entorno a travÈs de la liarizados con las tÈcnicas y presupues- introductorias. Clasificamos como enun-
percepciÛn, del pasado por medio de la me- tos teÛricos de tales disciplinas. Ahora ciados verdaderos o falsos, en razÛn de
moria y de los informes ling¸Ìsticos por bien, la adquisiciÛn de una competencia que se den o no determinadas condicio-
medio del dominio de un lenguaje; in- suficiente que posibilite realizar alguna nes, las oraciones declarativas del tenor
ferir nuevo conocimiento a partir del ad- contribuciÛn significativa a una de ellas siguiente: ëJosÈ MarÌa odia a Albertoí.
quirido a travÈs de procesos como los des- excluye el dominio de las otras. Las condiciones aludidas, las condicio-
critos; evaluar e inferir preferencias En la concepciÛn correcta, que deno- nes de verdad de dicho enunciado, cons-
concretas con que guiar la acciÛn a par- minarÈ federal, la comprensiÛn cabal de tituyen un aspecto de su significado: un
tir de ponderaciones y conocimientos. los fenÛmenos distintivos de la raciona- hablante competente las conoce, aun sin
Todas estas capacidades cognitivas son lidad requiere aportaciones de todas esas saber si se cumplen. Porque las conoce,
esencialmente representativas; en todas disciplinas. Ello requiere que el estudio y conoce tambiÈn las condiciones de ver-
intervienen significados, aunque Èstos no abordado desde cada una de ellas debe dad de la expresiÛn ëJosÈ MarÌa odia a
se expresen mediante un lenguaje. Ra- estar informado, al m·ximo nivel posi- alguiení, sabe que el primer enunciado
cionalidad y apreciaciÛn de significa- ble, por el conocimiento de las aporta- implica lÛgicamente la segunda; en razÛn
dos est·n indisolublemente unidas. ciones de las dem·s. de esa implicaciÛn lÛgica, si la primera
La (neuro)ciencia cognitiva persigue En este enfoque federal, los cientÌfi- fuese verdadera, necesariamente la
la investigaciÛn cientÌfica de las propie- cos cognitivos deben, pues, emplear parte segunda lo habrÌa de ser tambiÈn.
dades constitutivas de la racionalidad, de su tiempo en comunicarse; es decir, Los hablantes derivan composicio-
desde diferentes perspectivas. Disciplinas en presentar cada uno sus trabajos con nalmente las condiciones de verdad a
tradicionales muy distintas entre sÌ en lo claridad suficiente para que resulten partir de los enunciados, de su conoci-
que respecta a presupuestos teÛricos, accesibles al resto y en prestar atenciÛn miento de la aportaciÛn de las unidades
objetivos explicativos o tÈcnicas de inves- a las presentaciones que, con similares morfolÛgicas y de su distribuciÛn sin-
tigaciÛn ópensemos en la biologÌa, la caracterÌsticas, aportan los dem·s. Para t·ctica. Porque existe un n˙mero po-
psicologÌa, la ling¸Ìstica, las ciencias de que ese flujo de informaciÛn sea real, los tencialmente ilimitado de enunciados
la computaciÛn o la filosofÌaó tienen nuevos investigadores, en su etapa de cuyas diferentes condiciones de verdad
aportaciones que hacer a la ciencia cog- formaciÛn, deben adquirir suficientes los hablantes conocen, perciben en con-
nitiva. conocimientos de las otras disciplinas. secuencia relaciones de implicaciÛn lÛgi-
Pero hay dos maneras muy diferentes Se trata, en breve, de alcanzar la m·xima ca en que intervienen las locuciones ëJo-
de entender la neurociencia cognitiva. competencia en el ·rea de especializa- sÈ MarÌa odia al mentor de Albertoí,

Mente y cerebro 07/2004 93


(3) ëJosÈ MarÌa est· sobre Albertoí,
NORBERTO BARUCH

(4) ëAlberto est· debajo de JosÈ MarÌaí.

Estos pares de oraciones deben, cada


uno, significar la misma eventualidad.
Es decir, hay una ˙nica situaciÛn, que,
si se diera en el mundo real, conferirÌa
el car·cter de verdaderas a (1) y a (2),
en un caso; a (3) y a (4), en otro.
Ahora bien, puesto que las condicio-
nes de verdad de los enunciados se deter-
minan composicionalmente óa partir
de contribuciones de las unidades mor-
folÛgicas y la sintaxisó y puesto que las
condiciones de verdad son eventualida-
des, estas ˙ltimas deben estar confor-
madas por constituyentes separados y
correspondientes a los elementos signi-
ficativos de los enunciados. Uno de estos
constituyentes es una relaciÛn aportada
por los verbos de (1) y (2): ëodiaí y ëes
odiadoí. Si (1) y (2) significan la misma
eventualidad, ambos verbos deben sig-
nificar la misma relaciÛn, por la senci-
lla razÛn de que una misma eventuali-
dad no puede producir que dos relaciones
diferentes vinculen a los mismos indi-
viduos. En conclusiÛn, ëodiarí y ëser
odiadoí aportan la misma relaciÛn a la
eventualidad.
Avancemos otro paso. Introduzcamos
un nuevo enunciado:

(5) ëAlberto odia a JosÈ MarÌaí.

øQuÈ ocurre si comparamos (2) con


(5)? A diferencia de lo que sucede con
(1) y (2), (2) y (5) no pueden significar
la misma eventualidad. Cabe perfecta-
mente imaginar incluso que (2) sea ver-
dadera y (5) falsa. Pero si nos atenemos
a sus constituyentes m·s prominentes,
parece que habrÌamos de concluir que las
eventualidades deben ser las mismas,
pues los individuos son los mismos y
hemos resuelto antes que los verbos sig-
nifican la misma relaciÛn.
La aporÌa desaparece si aceptamos que
las eventualidades se hallan tambiÈn con-
formadas por otros constituyentes m·s
abstractos. Por tales entendemos las fun-
ciones tem·ticas, las relaciones entre los
ëJosÈ MarÌa odia al mentor del mentor lidades se identifican con un trazo rela- individuos y la relaciÛn principal que
de Albertoí, etc. tivamente grueso. Que se diera realmente establecen el rol respectivo de los pri-
El lenguaje es aquÌ referencial o inten- una misma eventualidad conferirÌa ver- meros en la segunda. AsÌ, en la even-
cional. Con otras palabras, los enuncia- dad a los enunciados del tipo ëel presi- tualidad correspondiente a (2) (y a (1)),
dos del tipo ëJosÈ MarÌa odia a Albertoí dente odia a Albertoí, ëthe president hates Alberto desempeÒa el papel del tema de
remiten a entidades que constituyen el Albertoí y ëJosÈ MarÌa odia a Albertoí; la relaciÛn de odiar/ser odiado; mien-
mundo extraling¸Ìstico. Una concepciÛn lo mismo vale para ëRodrigo bebe aguaí tras que JosÈ MarÌa desempeÒa el del
de las condiciones de verdad que recoja y ëRodrigo bebe H2Oí. agente. En la eventualidad correspon-
esa vertiente intencional las identifica con Demos un paso m·s. Consideremos diente a (5), ambos protagonistas inter-
situaciones o eventualidades, que pueden los dos pares de enunciados siguientes: cambian esos papeles.
darse o no realmente, y que, necesaria- Las funciones o papeles tem·ticos son
mente, si se dan confieren verdad al enun- (1) ëJosÈ MarÌa odia a Albertoí, entidades sem·nticas (pertenecientes al
ciado: lo hacen verdadero. Las eventua- (2) ëAlberto es odiado por JosÈ MarÌaí; significado), no sint·cticas (gramatica-

94 Mente y cerebro 07/2004


les). Reciben su significado ciertamen- Emakume-a-k gizon-a ikusi zuen
te de los elementos de la sintaxis (en
mujer-la-erg hombre-el vio vio (verbo + auxiliar) la mujer vio al hombre
las lenguas que lo tienen), de las rela-
ciones estructurales (las de sujeto y ob- Emakume-a gizon-a ibili zen
jeto), de ciertas preposiciones, de los
signos de puntuaciÛn, etcÈtera, pero no mujer-la hombre-el vio caminó (verbo + auxiliar) la mujer caminó
son tales elementos. De acuerdo con
LENGUA ERGATIVA LENGUA ACUSATIVA
David Dowty, los dos papeles tem·ticos
tradicionales por excelencia, agente y
tema, son rasgos prototÌpicamente ejem-
plificados en eventualidades tales como idÈntica eventualidad, sin embargo, el SN nalî, tales como los ìmÛdulosî de la psi-
escribir, construir, dibujar, coser, hundir, que est· en un caso distinto (ergativo) cologÌa popular y la fÌsica popular, que
romper, golpear, rodear, etc. Ambas fun- al del ˙nico SN de las oraciones corres- albergarÌan los conocimientos con que
ciones las definirÌan rasgos protÌpicamen- pondientes en esas lenguas a las intran- se caracterizaron antes los proto-roles
te asignados al protagonista de la even- sitivas tÌpicas significa el agente, mien- agente y tema.
tualidad que lo ejemplifica con respecto tras que el que est· en el mismo caso AsÌ mismo, tal como parecen mostrar
a la relaciÛn principal constitutiva de (absolutivo) significa el tema (vÈase la diversos experimentos, una vez esta-
aquÈlla. En el caso del agente incluirÌan: tabla). blecidas hipÛtesis sobre cÛmo se repre-
estar volitivamente involucrado, tener El conocimiento de los aspectos filo- sentan especÌficamente en la lengua que
experiencia consciente, causar un cam- sÛficos de la cuestiÛn permite entender se est· adquiriendo los proto-roles, la
bio en otro participante, moverse con mejor la discusiÛn ling¸Ìstica sobre si, informaciÛn sint·ctica sobre una expre-
respecto a la posiciÛn de otro partici- a un nivel m·s profundo, existe una siÛn (si es el objeto de un verbo con dos
pante. En el caso del tema: sufrir un cam- correspondencia universal entre sem·n- argumentos, o el sujeto de uno con uno)
bio de estado, ser afectado causalmente tica y sintaxis, como defienden Mark ayuda al niÒo a determinar, entre varios
por otro participante, permanecer esta- Baker y otros ling¸istas. En su opiniÛn, significados posibles, cu·l de ellos le
cionario con respecto a otro participante. si a los rasgos sint·cticos sujeto y objeto corresponde. Idea que defienden Lila
No todos los autores se hallarÌan de los consideramos elementos sint·cticos Gleitman y otros psicÛlogos.
acuerdo en la presentaciÛn esquem·tica m·s profundos que el caso (esto es, que La discusiÛn acadÈmica de estas cues-
de la ciencia cognitiva que hemos ofre- el objeto sea el SN m·s ìinternoî de la tiones en la filosofÌa contempor·nea ha
cido. Otros filÛsofos del lenguaje recha- oraciÛn y el sujeto el argumento m·s alcanzado un alto nivel de refinamiento.
zarÌan muchos de sus aspectos. Para res- ìexternoî), el sujeto de las oraciones no- Para abordarlas se exige, entre otros, el
paldar cada uno de los puntos y salir al pasivas que describen eventualidades dominio de tÈcnicas lÛgico-matem·ticas
paso de las objeciones deberÌamos entrar con dos participantes significa el agente, complejas con que articular de una ma-
en argumentaciones que se apoyan en en tanto que el objeto indicarÌa el tema. nera adecuadamente precisa el signifi-
supuestos teÛricos imprescindibles, cuyo Otra cuestiÛn ling¸Ìstica sobre la que cado de las expresiones modales cru-
dominio exige un entrenamiento tan el debate filosÛfico arroja luz es la hipÛ- ciales usadas en la presentaciÛn del
arduo al menos como el de cualquier dis- tesis de la inacusatividad, que distingue enfoque: ënecesariamenteí, los subjun-
ciplina teÛrica avanzada. Por otra parte, entre verbos intransitivos en funciÛn de tivos, etc. No es de esperar que quien ha
es patente que un cierto conocimiento del que su ˙nico argumento sea un sujeto o invertido tiempo y esfuerzo en adquirir
debate filosÛfico en que el esbozo ante- un objeto. Pertenecen al primer grupo los las herramientas teÛricas y experimen-
rior descansa ha de resultar sumamente verbos inergativos (ëllorarí, ëreÌrí, ësal- tales necesarias para estudiar estas cues-
beneficioso para la comprensiÛn que tarí, ëtoserí); el argumento significa, por tiones desde otras perspectivas (lin-
otros cientÌficos cognitivos puedan tener defecto, un agente. Pertenecen al segundo g¸Ìstica, neurociencia) disponga de la
de propuestas en sus propios ·mbitos grupo los verbos inacusativos (ëapare- capacidad o la disposiciÛn para sumer-
sobre cuestiones estrechamente relacio- cerí, ëllegarí, ëflorecerí, ëcrecerí, ëromper- girse en ellas. Exactamente lo mismo se
nadas. seí); el argumento significa un tema. puede decir respecto de la comprensiÛn
Sea, por ejemplo, el debate sobre las El conocimiento de las propuestas filo- precisa de las propuestas ling¸Ìsticas y
diferencias entre las lenguas ergativas sÛficas permite tambiÈn comprender psicolÛgicas sobre los aspectos de la
(como el euskera) y las acusativas (como mejor los debates en psicologÌa que guar- cuestiÛn que interesan a esas disciplinas.
el espaÒol o el latÌn). En las oraciones dan relaciÛn con aquÈllas. En particular, Esto hace vÌvidamente patente el error
simples (no pasivas) con dos argumen- sobre la adquisiciÛn del lÈxico. La pro- de la concepciÛn unitaria de la ciencia
tos de las lenguas acusativas, un sin- puesta que he esbozado sugiere, por un cognitiva. El ejemplo hace igualmente
tagma nominal (SN) est· en el mismo lado, que la adquisiciÛn del lÈxico manifiesta la pertinencia de la concep-
caso, el nominativo, que el ˙nico SN de requiere representaciones independien- ciÛn federal: cualquier conocimiento que
las oraciones intransitivas; este caso sig- tes de las ling¸Ìsticas y, por otro, que la pueda tenerse de las propuestas propias
nifica en esas oraciones el proto-rol informaciÛn sint·ctica ayuda a acotar el de las otras perspectivas conviene a quie-
agente, mientras que el SN en otro caso, significado. nes trabajan en ellas; porque la com-
el acusativo, significa el proto-rol En lÌnea con Steven Pinker y otros, la prensiÛn ˙ltima de los fenÛmenos las
paciente. (En el espaÒol, los casos nomi- adquisiciÛn del lÈxico exige represen- requiere todas.
nativo y acusativo vienen indicados por taciones de las eventualidades indepen-
la diferencia morfolÛgica entre los pro- dientes de las especÌficamente ling¸Ìs-
nombres que reemplazan a uno u otro SN; ticas, en que se disciernan los proto-roles
asÌ, ëellaí para el nominativo femenino en casos paradigm·ticos; representa- MANUEL GARCIA-CARPINTERO
y ëlaí para el acusativo.) En oraciones ciones propias de lo que Noam Chomsky Departamento de Lógica, Historia y Filosofía
de las lenguas ergativas que significan llama ìel sistema conceptual/intencio- de la Ciencia de la Universidad de Barcelona

Mente y cerebro 07/2004 95


ENSAYO FILOSÓFICO
Charles S. Peirce:
La lógica de la abducción
Jaime Nubiola relevancia creciente en muy distintas como investigador experimental en el
·reas del saber: en astronomÌa, metro- seno de la comunidad internacional.

L
as ˙ltimas dÈcadas han visto un cre- logÌa, geodesia, matem·ticas, lÛgica, Charles S. Peirce hizo relevantes con-
cimiento inusitado del interÈs en filosofÌa, teorÌa e historia de la ciencia, tribuciones a la lÛgica deductiva, pero
el pensamiento del cientÌfico esta- semiÛtica, ling¸Ìstica, econometrÌa y se interesÛ sobre todo por la lÛgica de la
dounidense, lÛgico y filÛsofo, Charles tambiÈn en psicologÌa. En todos estos ciencia y m·s especialmente por el pro-
S. Peirce (1839-1914), fundador del prag- campos, Peirce es considerado un pio- ceso inferencial que llamÛ ìabducciÛnî
matismo y de la semiÛtica contempo- nero o un precursor, y es muy frecuente (en cuanto opuesto a deducciÛn y a in-
r·nea. Su figura est· adquiriendo una encontrar evaluaciones generales como ducciÛn). La abducciÛn es el proceso
la de Russell: ìSin duda mediante el que generamos hipÛtesis
alguna fue una de las para dar cuenta de aquellos hechos que
mentes m·s originales de nos sorprenden porque quiebran nues-
fines del siglo XIX y cier- tras expectativas. Peirce considerÛ que
tamente el mayor pensa- la abducciÛn estaba en el corazÛn no sÛlo
dor norteamericano de de la actividad cientÌfica, sino tambiÈn
todos los tiemposî, la de de todas las actividades humanas ordi-
Popper que lo describiÛ narias. Sin embargo, a pesar del trabajo
como ìuno de los ma- y los escritos de Peirce, en los cien aÒos
yores filÛsofos de todos siguientes, que han visto un formidable
los tiemposî o la de Hi- desarrollo tanto de la producciÛn cien-
lary Putnam que le ha lla- tÌfica como de la lÛgica, no se ha pres-
mado ìun gigante encum- tado apenas atenciÛn a la lÛgica del des-
brado sobre los filÛsofos cubrimiento. La mayorÌa de los filÛsofos
americanosî. de la ciencia que estudian el mÈtodo
La interpretaciÛn del hipotÈtico-deductivo, ignoran por com-
CENTRAL LIBRARY, NATIONAL OCEANIC & ATMOSPHERIC ADMINISTRATION (http://www.lib.noaa.gov/)

pensamiento de Peirce ha pleto el problema del origen de las hipÛ-


sido objeto durante aÒos tesis o teorÌas cientÌficas. Para ellos el
de un amplio desacuerdo, mÈtodo cientÌfico comienza en el mo-
debido en parte a la pre- mento en que ya se dispone de una teo-
sentaciÛn fragmentaria rÌa, que ser· confirmada o refutada seg˙n
de su obra en los Collec- el resultado de los experimentos, pero
ted Papers, pero en aÒos el origen mismo de las nuevas ideas es
m·s recientes ha ido una cuestiÛn propia de la psicologÌa o
ganando aceptaciÛn una de la sociologÌa del conocimiento, en
comprensiÛn m·s pro- todo caso serÌa cosa ajena a la lÛgica.
funda del car·cter arqui- Por el contrario, para Peirce la cuestiÛn
tectÛnico de su pensa- central del pragmatismo es la lÛgica de
miento y de su evoluciÛn. la abducciÛn, y es en este campo donde
La manera m·s precisa se encuentra quiz· su aportaciÛn de mayor
de comprender a Peirce importancia para la ciencia actual.
es considerarlo como un
filÛsofo sistem·tico tra-
dicional que aborda los
problemas modernos de
la ciencia, la verdad y el JAIME NUBIOLA, profesor de filosofía de la
CHARLES SANDERS PEIRCE (1839-1914), científico, filósofo conocimiento desde una Universidad de Navarra y director del Grupo
y lógico. Trabajó durante 30 años en el Coast and muy valiosa experiencia de Estudios Peirceanos (http://www.unav.es
Geodetic Survey de los Estados Unidos. personal como lÛgico y /gep/).

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