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CARTOGRAFÍA TEMÁTICA EN CURRÍCULO DE PREGRADO Y POSGRADO

María Fernanda Galvis Lagos1.

THEMATIC CARTOGRAPHY IN PRE AND POST DEGREE CURRICULA

This paper shows the necessity of including a thematic cartography subject in pre and pos degree

curricula related to geomatic, georeference, spatial analysis, territorial ordering, environmental

management, the dynamics of different elements and their relationships inside the geographic space,

and the like. Some examples chosen from a documental research of cartographic materials are shown,

in which the main errors in the thematic cartography design are notice, due specifically to the deficient

application of basic principles to the geographic information design, and for the absent of

generalization concept. Finally, a programmatic content for the thematic cartography course is

proposed.

KEY WORDS: thematic cartography, geographic information design, visual variables, generalization,

geomatic, spatial analysis, map.

RESUMEN

Este trabajo presenta la necesidad de incluir una asignatura de cartografía temática en los currículos de

pregrado y posgrado relacionados con: la geomática, la geo-referenciación, el análisis espacial,

ordenamiento territorial, gestión ambiental, dinámica de diversos elementos y sus relaciones dentro del

1
Ingeniera Catastral y Geodesta, MSc en Geografía, Esp. en Matemáticas y Estadística Aplicadas, Esp. en SIG. Docente
Universidad Distrital Francisco José de Caldas. mfgalvislagos@gmail.com.
espacio geográfico, y afines. Se muestran algunos ejemplos, seleccionados de una investigación

documental de materiales cartográficos, en los que se advierten los principales errores en el diseño de

cartografía temática, específicamente por la aplicación deficiente de los principios básicos para el

diseño de información geográfica y por la ausencia del concepto de generalización. Por último, se

propone un contenido programático para el curso de cartografía temática.

PALABRAS CLAVE: cartografía temática, diseño de información geográfica, variables visuales,

generalización, geomática, análisis espacial, mapa.

INTRODUCCIÓN

El resultado de la investigación documental de los materiales cartográficos producidos por diversas

entidades nacionales, muestra que la aplicación de los principios básicos para el diseño cartográfico es

deficiente. También se encontró que se tienen dificultades al establecer los conceptos que entran en

juego en una clasificación y la presentación de la información se basa preferentemente en

clasificaciones horizontales o planas y en muy pocos casos se consideran clasificaciones con más de un

nivel. Esta situación podría explicarse por la escasez de cátedras de cartografía temática en las

universidades (Flórez y Thomas, 1992), o porque en nuestro medio la cartografía temática es muy

escasa en referencias bibliográficas y mucho más en español (Caicedo y Flórez, 1991).

Este trabajo evidencia la necesidad de ofrecer una asignatura de cartografía temática (no un capítulo en

alguna asignatura) en los programas de pregrado y posgrado cuyo perfil esté relacionado con la

elaboración o utilización de cartografía para interpretar el terreno e información geográfica relacionada,

planear y administrar eficientemente la tierra, el mar y cualquier estructura en ellos. La propuesta se


fundamenta en la revisión bibliográfica de algunas autores como: Flórez (1992-1995), Bertin (1973),

André (1980), Dent (1985), Joly (1988), MacEachren (1995), Brunet (1990), entre otros, además de los

conceptos propios y ejemplos referentes a casos de la cartografía temática nacional.

1. IMPORTANCIA DE LA CARTOGRAFÍA TEMÁTICA

La cartografía temática y la comunicación

Los mapas son herramientas de comunicación mediante los cuales las personas interactúan con los

fenómenos espaciales creando analogías del mundo percibido. Cuando se crea una imagen de fácil

lectura, la cartografía puede competir ventajosamente con otras formas de comunicación, como el

lenguaje oral o la escritura. Suavita y Flórez (1992) indican que es fundamental basar el diseño gráfico

en la ergonomía2 de manera que se le exija un mínimo esfuerzo al lector. Esto implica un mayor

esfuerzo para el cartógrafo, ya que su propósito debe ser el de facilitar la comprensión y la eficacia en

la lectura. Así, el tiempo que se gana por un menor esfuerzo en la lectura, le permitirá concentrarse más

en las fases posteriores del análisis y de la interpretación de la información geográfica.

Aunque algunos mapas están diseñados para que el usuario solo identifique, lo ideal es que la

cartografía permita desarrollar la capacidad de interpretación del territorio. El mapa temático, como

sistema que permite la comunicación de cualquier información debe presentar un mensaje fácilmente

perceptible por el usuario. Por esto la aplicación de los principios básicos para su diseño debe seguir

unas normas de obligatoria observación que tienen como objetivo facilitar la percepción del mensaje

gráfico. Los símbolos utilizados para representar la información se organizan en sistemas y obedecen a

2
Los procedimientos ergonómicos tratan de establecer un balance – tiempo durante el cual el lector debe identificar e
interpretar el mensaje gráfico bajo un balance esfuerzo – lasitud.
ciertas reglas o códigos abstractos, formando así un conjunto que constituye el lenguaje gráfico geo-

referenciado.

Cartografía básica y cartografía temática

Ariño y otros (2005) consideran que debe pensarse que la diferencia tradicional entre cartografía básica

y cartografía temática, no deja de ser muy formal y algo artificial, dado que, por ejemplo, los signos

convencionales usados en la cartografía básica no dejan de ser contenidos temáticos y casi nunca

pueden ser representados proporcionalmente.

A diferencia del corte topográfico que suele regir la cartografía básica, en cartografía temática se debe

introducir la diferencia entre el mapa y la hoja cartográfica. La hoja cartográfica es la unidad temática

del atlas, compuesta de elementos diferentes, entre los cuales lógicamente el mapa tiene un

protagonismo especial, pero que incluye textos, gráficos y fotos que ayudan a leer y comprender el

tema y su cartografía.

El manejo y el análisis de la información en las distribuciones espaciales y tendencias en la dinámica

de los elementos y sus relaciones dentro del espacio, se optimiza mediante la representación gráfica,

tanto cartográfica como por medio de diagramas: diagramas elementales en barras, diagramas de

coordenadas rectangulares y polares, uso de figuras geométricas como diagramas, etc.

La cartografía temática como herramienta de investigación.

El manejo de datos estadísticos constituye una estrategia importante en la cartografía temática, al igual

que los aspectos y técnicas para graficar esta información. El mapa temático muestra relaciones entre

variables, muestra distribuciones; de hecho, los usuarios generalmente quieren ver patrones. La

cartografía temática está íntimamente unida al trabajo con series estadísticas, la elaboración de índices,
medidas comparativas y con las representaciones de variedad de fenómenos. Por esto es fundamental

realizar un buen análisis de la información, definir el tratamiento, manejo o adecuación para la mejor

correspondencia entre los datos, las técnicas y los medios gráficos disponibles.

El nivel de información tiene una importante relación en la selección de la representación gráfica final.

Para tal efecto se hace uso de las variables visuales: forma, color, orientación, grano, valor y talla,

cuyo empleo está referido al nivel de la información contenida en el mapa temático: diferencial,

ordenado y cuantitativo, y al tipo de implantación grafica: puntual, lineal o zonal en el plano.

La importancia del mapa como modo de representación fundamental de los sucesos geográficos, radica

en que comunica los fenómenos y relaciones que se producen sobre la superficie terrestre. Con esto, la

cartografía temática se constituye en elemento esencial en el análisis espacial del territorio y se utiliza

como fuente de consulta o como forma de representación de los hechos estudiados y se origina con la

intención de representar variables estrechamente ligadas a las diversas disciplinas que ilustran.

La cartografía, facilita la expresión del espacio que requiere ser explicado conceptualmente, permite

reflexionar acerca de la relación de las estructuras y formas espaciales, presenta el pensamiento del

pasado, del presente y colabora en la construcción del pensamiento futuro, y facilita la reproducción de

la cultura que lleva dentro. Ikonovic (2003) destaca que los sistemas cartográficos reflejan el nivel

científico y cultural de la sociedad que los produce, y que hacer mapas e investigar para hacerlos

demanda la práctica de la cartografía como ciencia y técnica.


2. PRINCIPALES ERRORES EN EL DISEÑO DE CARTOGRAFÍA TEMÁTICA

Aplicación deficiente de las variables visuales

Como se mencionó en la introducción, la producción cartográfica en Colombia se caracteriza por la

aplicación deficiente de las variables visuales. A continuación se presentan algunos casos específicos,

unos corresponden a propuestas de ciertos autores para el empleo de las variables visuales, y otros

casos corresponden a aplicaciones específicas de mapas publicados.

Caranton (1991) al tratar el tema de “expresión y representación cartográfica”, presenta las variables

visuales “forma”, “tamaño” y “orientación”, junto con “tramas y colores cualitativos”, “tramas y

colores cuantitativos” e “isolíneas”. Esta propuesta, al ofrecer ejemplos de aplicación presenta errores,

por ejemplo: emplea la variable talla para un nivel de información ordenado, como se presenta en la

Figura 1, en el ejemplo de población urbana para el departamento del Huila. Adicionalmente, los

intervalos presentados para la población urbana, presentan incongruencia en sus límites, puesto que si

para un municipio la población es igual 20.000 habitantes, no hay claridad respecto al intervalo en el

que está incluido, podría incluirse en el intervalo de 10.000 a 20.000 o en el intervalo de 20.000 a

50.000.

En la misma Figura 1 se presenta el caso de “Número de puestos y centros de salud”, que presenta un

nivel de información ordenado con intervalos (1 a 3, 4 a 6, 7 a 9, 10 a 20), pero varía bruscamente de

nivel de información al presentar al final no un intervalo sino un valor cuantitativo (33), además del

error que presenta al seleccionar la variable talla para un nivel de información ordenado, en el cual se

debe emplear la variable valor o la variable grano.


Figura 1. Empleo incorrecto de la variable talla para nivel de información ordenado.

Fuente: Caranton (1991; 158 y 163).

En los ejemplos presentados en la Figura 2, respecto al “Número de hospitales” y a la “Población

total”, ambos con un nivel de información cuantitativa, se emplea la variable talla, sin embargo es

necesario aclarar que un correcto empleo de esta variable requiere el uso de un patrón (diseño de

ábaco) que asegure que la representación sea correcta. Con el patrón adecuado, para el caso de “número

de hospitales”, se debe cumplir que el área del círculo que representa dos hospitales es el doble del área

que representa un hospital, y el área del círculo que representa seis hospitales es tres veces el área del

círculo que representa dos hospitales.

Figura 2. Empleo incorrecto de la variable talla por falta de un patrón o ábaco.

Fuente: Caranton (1991; 169 y 163).


Para el caso de la “Población total”, también el patrón adecuado debe asegurar que: el área del círculo

que representa la cantidad de 4.000 sea el doble del área del círculo que representa la cantidad 2.000, el

círculo que representa 10.000 sea cinco veces el que representa 2.000, el círculo que representa 50.000

sea 25 veces el círculo que representa 2.000 y finalmente, el círculo que representa 290.000 sea 145

veces más grande que el círculo que representa 2.000, de lo contrario hay un mal diseño en la variable

talla, como se puede verificar en la Figura 2, y así no representa el nivel de información cuantitativo,

en el cual debe establecer con exactitud la distancia entre una categoría y otra; en la Figura 3 se

muestra cómo debe representarse este ejemplo.

Figura 3. Forma correcta del empleo de la talla para el ejemplo de la Figura 2.

290.000

50.000 2

10.000 6
4.000
2.000

En 1998, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, IGAC, publicó el libro “Principios Básicos de

Cartografía Temática” (1998), en el que presenta como “niveles de medida de la información” los

cuatro presentados por Robinson (1995): “nominal”, “ordinal”, “intervalo” y “relación o proporción”,

para los cuales presenta ejemplos en implantación puntual, lineal y zonal; comparados estos, con los

niveles de información diferencial o nominal, ordenado y cuantitativo, explicados anteriormente, se


encuentran tres aspectos significativos: En primer lugar, en cuanto al nivel de información nominal no

hay diferencias significativas.

En segundo lugar, en cuanto al nivel de información ordinal, es necesario aclarar, que si la información

cuantitativa se agrupó en rangos o intervalos, ya sea “intervalo” o “relación (proporcional)” se

considera, para efectos de empleo de variables visuales para representación cartográfica, como nivel de

información ordenado, puesto que, cuando se establecen clases estadísticas que muestran la variación

de un fenómeno, así se manejen cifras numéricas no se puede saber con exactitud el rango de diferencia

entre un punto específico de la escala y otro, por lo tanto no se puede establecer ninguna relación

cuantitativa exacta, lo que obliga a que se incluyan en el nivel ordenado y se representen con variables

visuales valor y/o grano.

En tercer lugar, no considera el nivel de información cuantitativo propiamente dicho, pero al referirse a

los “símbolos cartográficos” los agrupa en “representación cualitativa” y “representación cuantitativa”,

haciendo una adaptación de Robinson. En la “representación cuantitativa” incluye dos ejemplos de

nivel de información ordenada, no información cuantitativa: uno, con valores “grande, mediano y

pequeño” que aparece en la Figura 4; y otro, con cuatro intervalos de amplitud 10, siendo el primer

límite inferior de cero y el último límite superior de 40. Adicionalmente, cabe mencionar que de las

variables visuales empleadas, en la Figura 4, la única que proporciona idea de orden es la variable

valor, en la que emplea tonos de azul, las otras dos aplicaciones de variables visuales (forma y talla)

son incorrectas.
Figura 4. Nivel de información ordenado en implantación puntual.

Grande

Mediano

Pequeño

Fuente: Robinson (1995; 273).

Otras aplicaciones específicas del empleo de las variables visuales en cartografía temática se presentan

a continuación, El mapa de "La Clasificación de Tierras para fines de riego” (1970), proporciona un

nivel de información ordenado, puesto que: la Clase 1 corresponde a tierras arables aptas para un gran

número de cultivos de la región; la Clase 2 se refiere a tierras arables de moderada aptitud para

agricultura con riego; la Clase 3 indica tierras arables de baja aptitud para agricultura con riego; la

Clase 4 señala tierra arable limitada; la Clase 5 concierne a tierras no arables bajo las condiciones

naturales; y la Clase 6 se atribuye a tierras no arables. Para un nivel de información ordenado, las

variables visuales recomendadas son grano o valor; sin embargo para este mapa se utiliza la variable

color, que no da una idea de orden, como se observa en la Figura 5, por lo tanto el usuario al observar

el mapa no puede captar el nivel ordenado de la información.


Figura 5. Sector del mapa de “Clasificación de las Tierras para Fines de Riego”.

Fuente: IGAC3. Mapa de Clasificación de las Tierras para Fines de Riego, Sector Montería – Cereté,

Departamento de Córdoba, 1970.

En el mapa “Problemática Ambiental. Diagnóstico de las Áreas Rurales de Santa Fe de Bogotá D. C.”

(1996), se presentan seis actividades diferentes y en cada actividad se diferencian cinco espacios

afectados, como se muestra en la Figura 6. Dentro de lo que se denomina “Actividad” incluye:

“Pecuario”, “Agrícola”, “Silvico” y “Minería”, pero también incluye “Vegetación de Páramo” y

“Rastrojo”, términos que no se emplean para designar actividades, con lo cual se presenta ambigüedad

en el criterio para definir las actividades. Los “espacios afectados” son las mismas actividades, excepto

la minería, con lo cual se reafirma la dificultad para establecer criterios claros en la clasificación.

3
IGAC: Instituto Geográfico Agustín Codazzi.
Figura 6. Parte de un mapa de problemática ambiental.

Fuente: DAMA4 y UDFJC5. “Mapa de la Problemática Ambiental” en: “Diagnóstico de las Áreas

Rurales de Santa Fe de Bogotá D. C.”, 1996.

Como se presenta en las convenciones del mapa de “Problemática ambiental” del Departamento

Administrativo del Medio Ambiente, DAMA, en la Figura 6, se trató de emplear la variable orientación

para “actividad”, pero como se trabajaron seis actividades y se emplearon cuatro orientaciones, se

repitió la misma orientación en actividades distintas; adicionalmente, dentro de cada actividad se

empleó la variable forma para diferenciar los espacios afectados, sin tener en cuenta que el mismo

“espacio afectado” se presenta en más de una “actividad”, así el mismo espacio afectado presenta

diferentes formas. Para un adecuado empleo de variables visuales, si el nivel de información es

diferencial y se tienen muchas clases, se debe tener presente que la variable orientación es limitada en

4
DAMA: Departamento Administrativo del Medio Ambiente
5
UDFJC: Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
su aplicación pero las variables forma y color ofrecen amplias variaciones. De otro lado, en diversos

aspectos del mismo mapa, se presenta información diferencial como: “Acueducto”, “Alcantarillado” y

“Educación” con implantación puntual, utilizando una variable valor para información que no es

ordenada, como se muestra en la misma Figura 6.

En las convenciones del mapa “Levantamiento Semidetallado de Tipos de Bosque” del IGAC, que se

presentan en la Figura 7, se puede notar que para diferenciar los elementos que incluye en la leyenda se

utilizó la variable color, pero esta puede confundirse con la variable valor por las tonalidades que

emplea. Si se organiza la información de bosques considerando que algunos son de vega, otros de

terraza y otros de colinas, y a su vez estos pueden subdividirse teniendo en cuenta un tercer aspecto, es

posible aplicar las variables visuales color, forma y orientación para representar cada criterio.

Figura 7. Partes de un mapa semi-detallado de tipos de bosque.

Fuente: IGAC. “Levantamiento Semidetallado de Tipos de Bosque”, 1986.

Uno de los pocos casos que presenta información ordenada es el mapa “Desplazamiento Domicilio

Trabajo” del DAMA (1996). La información de las convenciones tiene nivel diferencial en cuanto al
tipo de desplazamiento y nivel ordinal en el sentido horizontal, como aparece en la Figura 8, aunque la

última clase está mal expresada. Para representar esta información emplearon variable forma y valor de

manera incorrecta, puesto que para el nivel de información diferencial se debe utilizar variable forma o

color y para la información ordenada se debe utilizar la variable valor.

Figura 8. Empleo incorrecto de variables visuales en nivel de información diferencial y ordenada.

Fuente: DAMA-UDFJC. Desplazamiento Domicilio Trabajo., 1996.

Equivocaciones por ausencia del concepto de generalización

La generalización está involucrada inevitablemente en toda representación, incluída la cartografía. En

el manejo de la información geográfica se encuentran errores relacionados con cambios

indiscriminados en la escala y en las categorías conceptuales que en cada caso se incluye, se realizan

ampliaciones o reducciones sin tener en cuenta la relación entre el contenido y el tamaño de la

representación.

En la Figura 9 aparecen las convenciones de dos mapas que representan rangos de pendiente. Según el

concepto de resolución, se esperaría mayor nivel de detalle en el mapa a escala 1:50.000 que en el

mapa a escala 1:200.000, es decir, se espera que en un mapa de escala grande tenga mayor número de

clases con intervalos más estrechos, sin embargo, en ambos mapas el nivel de resolución es el mismo,

lo cual es erróneo.
Figura 9. Convenciones de mapas de pendiente a escalas 1:200.000 y 1:50.000.

1:200.000 1:50.000

Fuente: CARBOY6-UDFJC. Mapa de Pendientes, 1997 y DAMA-EEB7-UDFJC. Mapa de Pendientes,

1994.

Adicionalmente, si se pretende hacer cálculos de pendientes, debe tenerse en cuenta que las curvas de

nivel son capturadas mediante procesos de restitución para elaborar cartografía a escalas 1:25.000 o

mayores, generalmente; y para escalas menores se generalizan, mediante procesos no solo de

eliminación de algunas curvas, sino de suavizado, desplazamiento, etc., de las curvas que se mantienen

para la escala menor; por lo tanto, el calcular pendientes sobre un mapa a escala 1:200.000, aunque

matemáticamente puede hacerse, debe entenderse que no es procedimiento confiable.

Los mapas “PENDIENTES” de CARBOY (1997) a escala 1:200.000 y “PENDIENTES” de DAMA

(1994) a escala 1:50.000, presentan un nivel de información ordenado, por lo cual, la variable visual

adecuada es grano o valor; pero, como se ve en la Figura 9, la variable utilizada es orientación. Al

observar la parte del mapa que aparece a la izquierda, en la misma Figura, el trazado que presenta la

6
CARBOY: Corporación Autónoma Regional de Boyacá.
7
EEB: Empresa de energía de Bogotá.
Laguna de Tota da la impresión de una mayor incidencia del fenómeno representado, en este caso

rango de pendiente; por el contrario, al apreciar las convenciones que se muestran a la derecha, se

advierte que el rango con pendientes mayores al 50% aparecen en blanco.

Una opción para representar los rangos de pendiente con líneas, sería variando las distancias entre ellas,

de tal forma que a medida que aumenta el rango de pendiente la distancia entre las líneas sea menor;

así, el área de la Laguna de Tota podría aparecer sin líneas, mientras que las áreas con rangos de

pendiente mayores al 50% aparecerían con las líneas más juntas.

Las zonas que presenta el mapa “Zonas Socio – Ambientales” del DAMA, ofrecen un nivel de

información ordenado que hace referencia a la “Dinámica de Crecimiento”; la variable propicia para

representarla es valor o grano, pero las convenciones utilizadas y presentadas en la Figura 10, no dan la

idea de orden. Además, la escala en la que se representa este mapa no es adecuada para la resolución de

la información, las zonas son tan grandes que se puede reducir la escala del mapa sin generalizar,

puesto que no se genera conflicto en la información.

Figura 10. Convenciones de un mapa de zonas socio-ambientales.

Fuente: DAMA-EEB-UDFJC. Mapa de “Zonas socio–ambientales”, 1994.


El “Atlas Cartográfico de los Océanos y Costas de Colombia” de La Armada Nacional (2000), presenta

una serie de mapas a los que se les redujo su tamaño, lo que dificulta su lectura, como se aprecia en la

Figura 11; por lo tanto, la escala del rótulo de los mapas no corresponde con la escala de los mapas del

atlas. Al reducir sin generalizar, se presenta dificultad en la lectura e interpretación del mapa; no solo

se reduce su escala, se reduce su valor.

En el rótulo del “MAPA MORFODINÁMICO” aparece “Escala 1:50.000”, el mapa tiene una

cuadrícula cada 5000m que debía estar a una distancia de 10cm, pero aparece a una distancia de 6,4cm;

por lo cual, se constata que el mapa es el resultado de una reducción. En cuanto al uso de variables

visuales, combina forma y color para un nivel de información diferencial; bien aplicado en el caso de

“Campo de dunas antiguas” y “Campo de dunas nuevas”, puesto que mantiene el mismo color de fondo

y cambia la forma, como aparece en la Figura 11, pero los elementos que aparecen en verde dan la idea

de orden.

Figura 11. Partes de un mapa morfodinámico a escala 1:50.000.

Fuente: Atlas Cartográfico de La Armada Nacional (2000; 48).

Son muchos los ejemplos que en Cartografía, permiten constatar el dominio de clasificaciones planas,

es decir, el desconocimiento de la importancia de una clasificación taxonómica. La cartografía


temática analizada, en su mayoría, presenta una clasificación plana en la que se supone la división

horizontal de objetos similares de acuerdo con su rango; como es el caso del “Mapa de Clasificación de

las Tierras para fines de Riego” (Figura 5).

Es necesario recordar que en una clasificación no se pueden reunir objetos diversos, heterogéneos,

como por ejemplo los tipos de vegetación con las formas del relieve. En el mapa de “Problemática

Ambiental” (Figura 6) se definen dos niveles denominados “Actividad” y “Espacio Afectado”. En el

nivel denominado “Actividad” se reúnen elementos diversos como tipos de actividad, denominados:

“Pecuario”, “Agrícola”, “Minería” y “Silvico”, con otros elementos como: “Vegetación de Páramo” y

“Rastrojo”. El nivel denominado “Espacio Afectado” incluye los mismos términos que el nivel

denominado “Actividad”, excepto “Minería”. La clasificación presentada en este mapa no es plana,

pero presenta el inconveniente de reunir conceptos heterogéneos. Para determinar los conflictos de uso

se debe hacer una clasificación por aptitud y otra por uso, con estas clasificaciones determinar la

existencia o niveles de conflictos de uso.

Otro ejemplo de los inconvenientes que se presentan en la clasificación al combinar conceptos, es el

caso del “Mapa de inundaciones cuenca baja del río Sinú” del IGAC, en cuya clasificación plana se

mezclan conceptos de forma (delta), elemento (agua), dinámica (inundación), como aparece en la

página 160 del libro Cartografía Temática, IGAC, 1998.

De la cartografía consultada se observa que los elementos que conforman el fenómeno a representar,

que generalmente aparecen en un cuadro de convenciones y/o leyenda, no están clasificados

jerárquicamente y allí está el principal inconveniente para generalizar. Por lo general se realiza una

clasificación plana, es decir a un solo nivel. Algunos casos que presentan dos niveles o más tienen
problemas conceptuales en la definición de las clases y subclases, no cumplen con los requisitos de una

correcta taxonomía o clasificación jerárquica.

Entre los criterios erróneos que se siguen para la generalización cartográfica, está el buscar un

“equilibrio visual”, cuando lo que realmente debe importar, es la distribución real del fenómeno de

estudio bajo un concepto dado. Por ejemplo cuando se expresa la topografía de un terreno mediante las

curvas de nivel, se tiene que para las zonas más quebradas las curvas deben ir más juntas, es decir, hay

más densidad que en una zona plana; si para este caso, se busca un “equilibrio visual”, la realidad se

falsifica.

En algunos casos, puede ser que la información se organice jerárquicamente, pero para esta

clasificación jerárquica no están definidas las escalas pertinentes que permiten mostrar los diferentes

niveles de resolución; es así como se encuentran guías, resoluciones, etc., para la elaboración de

estudios específicos sin hacer alusión a la escala cartográfica, por lo cual abundan los mapas temáticos

con la misma información a escalas diferentes.

3. PROGRAMA DE CARTOGRAFÍA TEMÁTICA PROPUESTO

Como se ha demostrado, es imprescindible proponer un contenido programático de cartografía temática

que subsane las deficiencias en el diseño cartográfico, que repercuten en la lectura e interpretación

espacial y las conclusiones y decisiones que con base en ellos se tomen. Esta cátedra está dirigida a

estudiantes de pregrado y posgrado que en su ejercicio elaboren o interpreten cartografía temática, cuyo

perfil esté relacionado con la geomática, la geo-referenciación, el análisis espacial, ordenamiento


territorial, gestión ambiental, dinámica de diversos elementos y sus relaciones dentro del espacio

geográfico, y afines.

El curso de cartografía temática debe contener un gran capítulo sobre las variables visuales, que

incluya: la percepción y la comprensión en cartografía temática, con base en el estudio de principios

básicos de semiología y las formas de organización de la percepción; características y normas de

utilización de las variables visuales para la representación de la información, el diseño de la

información en función de las formas de implantación (puntual, lineal y zonal) y el nivel de la

información (diferencial, ordenado y cuantitativo); y diseño gráfico de información cuantitativa por

medio de líneas y figuras geométricas patronadas de acuerdo con un ábaco, y los procedimientos para

su cálculo y graficación.

Un segundo capítulo sobre principios básicos de generalización cartográfica, en el cual se precisen: los

conceptos de generalización, holon, estructura jerárquica, nivel de resolución y escala; los tipos de

generalización; los procedimientos y las reglas de la generalización con base en un modelo jerárquico

escalar, que define los conceptos que se desarrollan en cada nivel de la jerarquía y los rangos escalares

en los que se representa cada nivel, unido al empleo correcto de las variables visuales, que reflejan el

nivel de la información y la clasificación jerárquica.

Por último, un capítulo sobre las formas de graficación no cartográfica por medio de diagramas, que

generalmente acompañan a los mapas temáticos en las hojas cartográficas de los atlas. Tipología de

diagramas según su la forma de graficación, sus reglas y sus aplicaciones. Diagramas en barras,

diagramas de coordenadas rectangulares y polares, usos de figuras geométricas como diagramas.


Si es necesario, según la formación de quienes tomen el curso de cartografía temática, debe incluirse un

capítulo introductorio sobre el manejo y tratamiento de la información contenida en los mapas básicos

o topográficos con fines de aplicación en la cartografía temática. Por ejemplo: elaboración de perfiles

topográficos, longitudinales, transversales, interpolación, mapas de pendiente, tratamiento gráfico de la

información hidrográfica, planimetría, cálculo de longitudes y áreas, etc. Todo esto como ayudas

gráficas para mostrar la distribución espacial de fenómenos geográficos.

4. CONCLUSIONES

Queda claro, que se tienen problemas al establecer el nivel de organización de la información, y por lo

tanto, también se presentan problemas al emplear las variables visuales en cartografía, con lo cual se

reduce el valor de la información presentada y la efectividad de la lectura e interpretación gráfica. Por

tanto, es necesario extender las capacidades y habilidades para el diseño, lectura e interpretación de

mapas temáticos, en esta sociedad de la información que cada vez más requiere un mejor tratamiento

de la enorme cantidad de datos que se manejan cotidianamente. La cartografía temática es de los

mejores instrumentos en este sentido.

La cartografía temática es una abstracción con enormes beneficios para el análisis y la comunicación.

Pero si no se conocen los principios básicos para su diseño, a pesar de la buena intención del autor, los

mapas pueden distorsionar la verdad. Adicionalmente, como lo indica Monnmonier (1996), los mapas

pueden ser manipulados para engañar. Por lo tanto, un usuario de mapas sensato es escéptico, desconfía

de las distorsiones confusas o engañosas concebidas por los autores, ignorantes o malintencionados.

Como el lenguaje verbal y las matemáticas, la abstracción cartográfica tiene costos y beneficios. Si no
se le pone las riendas del conocimiento y la honestidad, el poder de los mapas puede quedar fuera de

control.

Con el curso de cartografía temática se logra, como lo expresa MacEachren (1995), no solo diseñar

mapas para facilitar la transferencia de conocimiento, sino mapas que ayudan a los usuarios a pensar

espacialmente. La combinación de forma y contenidos que permite la cartografía temática asegura y

aumenta la precisión, que trasciende la simple medida del error, y hace de los mapas temáticos un

instrumento de trabajo imprescindible para muchos investigadores.

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