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Pontificia Universidad Católica del Ecuador

Facultad de Psicología Clínica


Psicopatología Infantil
María José Fuentes
11/06/2019

EXAMEN FINAL

1. ¿Cuál es la importancia del cuerpo en el trabajo clínico con niños?


Freud (1923) nos menciona que el yo es una esencia-cuerpo, que no precisamente es lo
superficial, sino, él mismo, la proyección de una superficie. A partir de esto nos lleva a
pensar que el cuerpo no da cuenta precisamente de lo externo-superficial, fuera-adentro
si no que es el portador de algo más. El cuerpo es lo que permite apreciar la esencia, que
de alguna manera se proyecta en lo profundo del yo- el inconsciente- a pensar de no ser
del orden del cuerpo, menciona que no habría una posible fluidez si no hay una relación.
(Freud S. , 1923). De acuerdo a lo anteriormente mencionado el cuerpo es un terreno
donde se inscriben y reconstruyen los significados inconscientes, es un instrumento de
escritura.
Por otro lado, cabe agregar que la corporeidad no implica subjetividad, ni la
individualidad es una cualidad de la sensibilidad. Esto debe más bien construirse, como
plantea Garrido (2010) “la construcción sólo comienza con la emergencia en el ser
humano, para que la individualidad orgánica se convierta en un cuerpo es imprescindible
que se introduzca el significante” Como ya se ha planteado, Lacan (1964) postula la
génesis del sujeto a partir del significante que lo estructura. Este como organizador del
deseo y por lo tanto formador del sujeto.
Según Miller (2012) el tratamiento del dolor plantea las dificultades para el discurso de
la ciencia y para el psicoanálisis. En la clínica a veces nos encontramos con sujetos
llamados “embrollados”, es decir confundidos por el cuerpo hasta tal punto de que el tema
que se plantea es si el sujeto es analizable, porque para analizarse no hay que estar
exageradamente confundido por el cuerpo. Es necesario que el sujeto pueda desenrollarse
y eso se logra por medio de la simbolización.
2. ¿Explique la siguiente afirmación “el niño adviene al lugar del fantasma de
los padres”?
“En niño siempre es el niño del Otro, pero se apunta
a la respuesta del sujeto” Flesler, 2011
Mucho antes de que el niño sea engendrado este ya es objeto de los padres, como bien
menciona Flesler (2011) Afirmando que el lugar del niño como tal se engendra tanto
como equivalencia simbólica en el complejo de Edipo, de la madre, en el narcisismo de
los padres y cómo objeto del fantasma del adulto, ya que estos quieren lograr en el niño
todos los deseos insatisfechos que no pudieron lograr en ellos mismos. A partir de lo
mencionado anteriormente es importante que el padre sea haga la pregunta ¿Que es un
niño en mi fantasma? para poder entender que valor guarda el niño para ellos, si lo
esperaban o no y cómo lo esperaban.
3. ¿El juego cómo elemento lúdico, como opera en el trabajo clínico con niños?
Es importante mencionar que Klein (1995), desarrolló una técnica en la cual los niños
podían expresarse a través de los juguetes y el juego. En la medida de lo posible, ella
deseaba a analizar a los niños de la misma manera en que analizaba a los adultos:
prestando atención al significado del juego, a la transferencia y a las fantasías
inconscientes que se estuvieran expresando. De acuerdo a lo mencionado, gracias a esta
técnica podemos mencionar que el juego como elemento lúdico es importante en el
trabajo clínico ya que permiten al niño expresar una amplia serie de fantasías y
experiencias.
En el juego, el niño asigna roles al analista y a sí mismo, tales como: el juego de la tienda,
del enfermo y el del doctor, de la escuela, de la papa y el hijo. A partir de estos juegos,
con frecuencia el niño/a toma la parte del adulto, expresando con eso no sólo su deseo de
revertir los roles, sino también demostrando cómo siente que sus padres u otras personas
con autoridad se comportan ante él -o deberían comportarse, Algunas veces los niños
descargan su agresividad y resentimiento siendo, en el rol del padre, sádico hacia el niño,
que es figurado por el analista. El principio de interpretación sigue siendo el mismo si las
fantasías son presentadas por juguetes o por una dramatización.

4. ¿Diferencia entre síntoma e inhibición?


Podemos, pues, decir que las inhibiciones son restricciones de las funciones del yo, bien
como medida de precaución, bien a consecuencia de un empobrecimiento de energía.
Fácilmente vemos ya en qué se diferencia la inhibición del síntoma. El síntoma no puede
ser ya descrito como un proceso que ocurra dentro o actúe sobre el yo (Freud S. , 1976)
Si bien como nos menciona Freud (1964). el síntoma siempre es patológico, la inhibición
más bien da cuenta de un proceso vinculado al rebajamiento de una función y no
necesariamente es patológica, ya que es una conducta adoptada por el yo para restringir
acciones y evitar así los conflictos con el ello y el súper yo" Muchas inhibiciones que se
presentan en una normalidad terapéutica son una renuncia a la función yoicas, ya sea por
advertir o por secuela de un empobrecimiento de energía, el síntoma es una diferencia
que no tiene que ver con el "Yo", ya que sí lo sabíamos " yo ", se encarga de buscar el
placer, y los dichos síntomas crearían lo contrario. Contribuyendo con lo anterior el
síntoma tienen una ganancia de placer porque es un mensaje cifrado dirigido al otro es
portador de un saber inconsciente no sabido por el sujeto, pero es posible descifrarlo. La
inhibición puede pasar a ser síntoma cuando la restricción funcional es grande, o bien
cuando aparece una función nueva. Ya que la inhibición es una perturbación funcional
del yo que aparece en afecciones neuróticas.

Referencias
Flesler, A. (2011). El niño en análisis y las intervenciones del analista . Buenos Aires : Cuadernos
clínicos .

Freud, S. (1923). El yo y el ello. Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Freud, S. (1976). Obras completas. Buenos Aires: Amorrortu editores.

Klein, M. (1955). El juego .

Lacan, J. (1964). Seminario 11 Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Buenos
Aires : Paidós .

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