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Revista eure (Vol. XXXI, Nº 94), pp. 130-134, Santiago de Chile, diciembre 2005 eure 137
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dres, y estudioso del Perú y de Eso hace en su prólogo Pablo po y en el espacio: por barrios,
Lima, dice en el Prefacio que se Macera, nuestro brillante histo- por iniciativas privadas y públi-
trata ésta de una obra “monu- riador tan atento a ideas y signifi- cas, por fechas, por autores inte-
mental”, destacando el logro de cados, quien ha sido inteligente y lectuales o empresariales, por tiem-
Ludeña de inscribir la arquitec- certero como nadie en su lectura pos políticos y familias estilísticas,
tura y el urbanismo en la socie- de lo visual y del rico mestizaje la ciudad tiene aquí un admirable
dad y sus contextos político, eco- iconográfico, en un país de histo- archivo e inventario, a los que se
nómico y cultural. En efecto, el riadores más bien letrados. Mace- suma una serie de matrices de aná-
hilo argumental del texto no es ra coincide también en adjetivar lisis cuantitativos que permiten
tanto estilístico, donde se discu- de “monumental” este esfuerzo de también los cualitativos. De todo
tan las formas, sino que se ocupa Ludeña, cuyo referente anterior esto resulta una sensación de ciu-
inteligentemente de la deonto- en la historiografía peruana, en dad patchwork, de sumatoria
logía, la cosmovisión, la ideolo- cuanto a ambición y rigor, sería variopinta, de sucesivas obsesio-
gía, los significados; de la cons- solamente el trabajo de Jorge nes, de ciudad de múltiples iden-
trucción –frustrada, fragmenta- Basadre. Macera se detiene a pro- tidades y eclecticismos, de estéti-
ria y lenta- de una identidad, y poner ricas categorías sobre el sen- cas de tiempos breves, de modas,
de la historia tras el obtener o no tido y la cultura del espacio urba- de fugacidades, de herencias cor-
una pertinencia, de asumir o no no en la tradición peruana de to- tesanas, de identidades cambian-
la propia realidad. dos los tiempos, tradición que fue tes o algo “esquizofrénicas”, en lo
quizá más agrícola que urbana cual –por cierto- Lima no está sola
Ludeña atiende a lo ideológi- antes de los españoles, pero sin en América Latina.
co (“ciudad oligárquica”, “aristo- embargo capaz de transferir
crática”, “neobarroca”, “capitalis- simbolismos a las formas de mate- Pero en contraposición, este
ta”, etc., no son categorías que pri- rialización en ciudades y edificios. libro revela también un cierto ofi-
vilegien lo formal), pero tal esfuer- Y capaz también de logros admi- cio de proyectar –hoy algo perdi-
zo está hecho sin esquematismos, rables en una estética del silencio. do y que permite nostalgias-, esa
superando y enriqueciendo Cuáles eran los significados composición académica imbuida
dicotomías anteriores y respon- prehispánicos de canchas, barrios de herencias de Bellas Artes que
diendo de modo objetivo al he- y explanadas, y cuál fue el proce- luego fue reemplazada y
cho de que evidentemente la ciu- so de su mestizaje y cambio en masificada con pragmatismos
dad siempre ha sido un proyecto Lima en el período historiado res- pseudo ingenieriles que han con-
social y cultural, tácito o explíci- pecto de ese mundo anterior a la tribuido a dar forma a una ciu-
to, y que no tiene ya sentido el implantación urbana española, dad sin calidades ni diseño.
preguntarse nostálgicamente qué son las preguntas que hace y res-
tuvo sentido y qué no lo tuvo. Al En definitiva, este libro cons-
ponde Macera.
historiador le corresponde distin- tituye una clave de comprensión,
guir entre lo valioso y lo banal, El objetivo central de Ludeña un recuento, un testimonio, una
entre aquello que tuvo propues- es construir un documento fac- antología de lo que hicimos, de lo
tas creativas y aquello que no cons- tual: qué ocurrió, dónde, cuándo que somos, de lo que queremos
tituyó más que imitaciones. Pero y cómo. Consecuentemente, este ser y de lo que no somos aún. Tie-
de acuerdo a Ludeña, finalmente ejercicio reúne y ordena documen- ne adicionalmente el mérito de no
nada es neutro, y ciertamente no tación muy relevante de cada épo- ser –como tantos otros- un libro
lo han sido todos estos años histo- ca, a lo que se suma unos bonitos que se agote en la ciudad oficial o
riados, este siglo y medio de inda- dibujos de su propia mano, cons- socialmente prestigiada, toda vez
gación sobre qué República so- truyendo así un hilo claro y un que registra, explica y documenta
mos, pues está claro que el urba- conjunto de información (cuya todas las formas de ciudad, al tiem-
nismo siempre fue una materiali- consistencia evidencia la filiación po que contribuye a cernir el va-
zación de proyectos de sociedad académica germánica de su expe- lor, las calidades y las faltas de ca-
cuyas claves hay que leer y expli- riencia de maestro e investigador). lidad en las obras que han marca-
car. Allí está Lima, entonces, en el tiem- do esta ciudad, proclive muchas
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veces a falsos valores y falsos pro- Wiley Ludeña hace aquí un país”. Hay que agradecérselo, hay
fetas, a exitismos y a monopolios aporte enorme a esclarecer todos que saludar la aparición de este
intelectuales sin tesis ni verdadera estos temas, a eso que los catalanes tomo y esperar los próximos. Y
legitimidad. llaman lacónicamente “hacer hay que leerlo con atención.
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