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TRABAJO DE:
ZÓSIMO DOMINGUEZ
INTEGRANTES.
JUSTIFICACIÓN ....................................................................................................................5
OBJETIVOS ..........................................................................................................................5
CAPITULO I: .......................................................................................................................11
CAPITULO II:......................................................................................................................17
3.1.-BIOGRAFÍA. ....................................................................................................26
3.2.-OBRA................................................................................................................28
4.2.- OBRA...............................................................................................................36
6.1.-BIOGRAFÍA. ....................................................................................................50
CONCLUSIONES ................................................................................................................55
RECOMENDACIONES/SUGERENCIAS ................................................................................56
BIBLIOGRAFIA ...................................................................................................................57
El presente trabajo pretende ser un recorrido por las ideas de los que
consideramos personajes importantes que afectaron la evolución del
pensamiento educativo peruano.
OBJETIVOS
LA EDUCACIÓN NUEVA
Las "Escuelas Nuevas" aparecen a fines del siglo pasado y principio del
presente y se caracterizaron por:
EDUCACIÓN ACTUAL
1.1.- BIOGRAFÍA
La razón de la crisis social del Perú –según Deustua- está definido, en la falta de
moralidad de sus hombres y en especial de sus gobernantes. Por eso, planteó que “el
problema capital es el de la educación de nuestras clases dirigentes […]. “Esa es la
primera y más importante faz del problema de la educación nacional, que debe
preocupar a los hombres que piensan en el porvenir de la patria”.
5. La formación de inspectores que esparzan, por toda la República, las nuevas ideas
y los nuevos procedimientos pedagógicos.
Nuestra Universidad para Deustua- tiene, pues, ese rol moral profundo que llenar
con su palabra y su ejemplo: educar a nuestra clase dirigente infundiéndole
sentimientos de justicia, de sinceridad, de firmeza, de tolerancia, de amor a la verdad,
de independencia y dignidad, para considerar a los demás hombres, no como medios
destinados a satisfacer fines egoístas, sino como fines creados para una armonía
superior. En síntesis, la universidad debe ser “la fuente regeneradora de nuestra vida
social”. La perspectiva de Deustua es que la Universidad debía ayudar a la formación
moral de la clase dirigente. Sin embargo, para que la universidad pueda cumplir con
Manuel Vicente Villarán, fue un político, maestro y pensador que analizó con lucidez
y profundidad los problemas y perspectivas de la educación peruana. Sus ideas –de
orientación demo-burguesa, según José Carlos Mariátegui- transcienden hasta
nuestros días como referencias importantes para comprender nuestra complicada
realidad educativa.
2.1.- BIOGRAFÍA
Manuel Vicente Villarán Godoy nació en Lima, el 18 de octubre de 1873. Realizó sus
estudios en el tradicional Colegio Nuestra Señora de Guadalupe de Lima, donde
sobresalió por su excelente aprovechamiento y conducta.
En 1890 ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Mayor, en donde optó los
grados académicos de bachiller (1893) y de doctor en Jurisprudencia (1895),
recibiéndose de esta manera como abogado. En 1908, consigue los grados de
Bachiller, primero, y Doctor, después, en Ciencias Políticas y Administrativas con las
tesis tituladas: “El factor económico en la educación nacional” y “La educación
nacional y la influencia extranjera”, respectivamente.
En su actividad como político sobresalen los hechos siguientes: Entre 1917 y 1918 fue
senador por el Departamento de Junín; en 1919 se promueve, sin éxito, su candidatura
a la Presidencia de la República; y en 1936 se concreta su candidatura a la Presidencia
representando a la derecha oficialista antimarxista, no consiguiendo su propósito
debido a que el proceso electoral fue interrumpido.
2.2.- OBRA :
La obra producida por Villarán es bastante amplia. Los temas que aborda en sus
libros están referidos al Derecho, la Política y la Educación. Es obvio que por ahora
resulta inútil reseñar toda su producción intelectual, pues sólo es de interés para este
curso aquella que se refiere a la educación.
Manuel Vicente Villarán tuvo un pensamiento muy bien elaborado en torno a los
problemas de la educación peruana. Para él, la educación debía ser “democrática,
simple, científica, común y profesional, tendente a despertar energías, físicas y
mentales, estimular el trabajo y formar hombres”. Si bien muchos de sus
planteamientos fueron consistentes y renovadores, lamentablemente sólo quedaron en
crítica, pues sus propuestas se frustraron porque el débil desarrollo del Perú no tenía
la suficiente fuerza para emprender una real transformación de la educación.
El Perú debería ser por mil causas económicas y sociales, tierra de labradores, de
colonos, de mineros, de comerciantes, de hombres de trabajo; pero las fatalidades de
la historia y la voluntad de los hombres han resuelto otra cosa, convirtiendo al país en
centro literario, patria de intelectuales y semillero de burócratas (Op. cit., 1962:310).
La fórmula que se impone a los educadores nacionales es huir, como de una plaga
detestable, de la necia instrucción erudita, verbalista, literaria y libresca y sustituirla
con una educación sobria y sana, basada en la idea de combatir el ocio y el
apocamiento del carácter; que haga si se quiere hombres rudos, pero eficaces;
sencillos y sin desvastar, pero útiles a sí mismos y a su patria.
En tal perspectiva e imbuido de las ideas positivistas de su época, afirmó que “era
urgente rehacer el sistema de nuestra educación en forma tal, que produzca pocos
diplomados y literatos y en cambio eduque hombres útiles, creadores de riqueza”. Por
eso, sobre la base de su experiencia en los Estados Unidos, sostuvo que el Perú debe
corregir el destino de la educación nacional, fomentando una educación práctica que
ayude a la industrialización. La realidad del Perú, exigía un nuevo modelo educativo
desde la educación primaria hasta la educación superior.
Enormes cadenas de cerros hacen el país intraficable, las selvas siguen inaccesibles al
trabajo, las plagas se enseñorean de nuestros campos y los terrenos cultivados son
apenas pequeñas manchas en la gran extensión yerma y desierta. Se destaca, pues, un
serio problema en la conquista de nuestro propio suelo, del cual, por desgraciada
excepción entre las naciones, podemos decir que vivimos en él sin poseerlo, que es
nuestro y no podemos aprovecharlo.
Sostenemos esta misma idea bajo un nuevo aspecto que deriva del anterior; la acción
de la escuela, tomada en amplio sentido, debe promover el progreso material, para
que, a su vez, el progreso material haga posible y prepare la cultura.
El ciclo que destaca Villarán es muy interesante, pues encuentra una relación
bidireccional entre educación y desarrollo económico. Estos dos aspectos son
inseparables, uno es indispensable en mayor grado para el otro. Su advertencia era
muy clara:
Allí donde conviven unos pocos instruidos y con fortuna y una muchedumbre de
ignorantes en plena inopia, la facilidad de abusar estimula el abuso, los egoísmos se
exacerban con la tentación de impunes explotaciones y la injusticia se reviste de
PENSAMIENTO EDUCATIVO PERUANO Página 21
disimulos y de excusas por cuanto hiere a seres lejanos, oscuros, desdeñados. Y estos
extremos tienen caracteres de fatalidad, pues si ponéis frente a frente al millonario y
al mendigo, al sabio y al privado de toda instrucción, sin remedio será amo el primero
y esclavo el segundo, a pesar de todas las constituciones igualitarias, discursos
morales y paternales tutelas […].
Por eso, ante la situación anterior, Villarán propugnó la formación de las clases
populares; la educación de aquella “muchedumbre de ignorantes” posibilitaría el
progreso social y económico del país. Su planteamiento estaba basado en la necesidad
de hombres útiles, creadores de riqueza; hombres que contribuyan al progreso de
nuestro país.
Piensan muchos que esa gran mayoría de habitantes, los moradores indígenas,
constituyen un factor negativo de la nacionalidad, y bajo esta errónea idea, ponen su
única esperanza en formar nuestra nación sin el indio y a pesar de él, con gente traída
de Europa para reemplazarlo y acaso extinguirlo […] porque el indígena […] nada
consume y nada produce.
Hay, pues, en la población indígena bases excelentes para formar una nación
laboriosa y pacífica. Si conseguimos darle facilidades para que pueda enriquecerse y
educarse, el porvenir nos reserva, podemos estar ciertos, cambios inesperados.
Pero todo demuestra, al mismo tiempo, que la clase del problema indígena estriba
antes que nada, en proporcionar facilidades y ocasiones de trabajo, y no solamente la
simple instrucción […].
Recordemos, que dos son las soluciones generales para el problema del profesorado:
la de formar profesores nacionales, y la de importar maestros extranjeros. La primera
admite, por su parte, tres procedimientos, a saber: hacer en el país maestros
nacionales, bajo la dirección de profesores peruanos; formar maestros nacionales,
también en el país, pero bajo la dirección de expertos extranjeros; y enviar jóvenes
peruanos al extranjero a prepararse en la carrera del profesorado. Varios de estos
sistemas pueden tener cabida al mismo tiempo, según las circunstancias.
Nada sería más halagador que formar con nuestro propio y exclusivo esfuerzo una
abundante cosecha de excelentes maestros. Pero consideradas atentamente las
dificultades se descubre la necesidad de pedir colaboración extraña que encauce y
complete nuestras débiles fuerzas. Una sola razón bastaría para comprenderlo: no es
José Carlos Mariátegui es uno de los pensadores que, a pesar de los años
trascurridos, sigue presente en el mundo intelectual de hoy. Si bien sus ideas están
insertas dentro de una concepción ideológica, éstas tienen un valor extraordinario para
orientar el estudio y la transformación de educación peruana.
Es reconocido como “El Amauta” del Perú –es decir el maestro- debido a su
ardua labor política en defensa del proletariado, así como por su profundo e innovador
pensamiento político que marcó el devenir de las ideas políticas del Perú del siglo
XX.
3.1.-BIOGRAFÍA.
En 1909, con sólo quince años de edad, ingresó a trabajar en los talleres del diario
La Prensa. En sus inicios realizó sólo tareas auxiliares, luego será linotipista y
El 16 de abril de 1930, cuando apenas tenía treinta y seis años de edad, la muerte
detuvo la ferviente actividad de uno de los más grandes intelectuales de la historia del
Perú del siglo XX.
En libros, los únicos que publicó Mariátegui en vida fueron: “La Escena
Contemporánea” y “Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana” (1928).
En artículos periodísticos, son muchísimos los que escribió para las revistas
“Mundial” y “Amauta”, los mismos que ha sido organizados después de su muerte en
sendos volúmenes titulados: “La novela y la vida”, “El artista y la época”,
“Peruanicemos al Perú”, “En defensa del Marxismo”, “Ideología y Política”, entre
otros.
LA DEPENDENCIA DE LA EDUCACIÓN.
En la colonia existió los grandes contrastes sociales: por un lado, las castas
privilegiadas conformadas por el virrey, el corregidor, el encomendero, el alto clero,
etc.; por otro lado, la clase explotada integrados por los indios, mestizos y negros.
Se aborda, pues, con la reforma de 1920, una empresa congruente con el rumbo
de la evolución histórica del país. Pero, como el movimiento político que canceló el
dominio del viejo civilismo aristocrático, el movimiento educacional –paralelo y
solidario a aquél- estaba destinado a detenerse. La ejecución de un programa
demoliberal, resultaba en la práctica entrabada y saboteada por la subsistencia de un
régimen de feudalidad en la mayor parte del país. No es posible democratizar la
enseñanza de un país sin democratizar su economía y sin democratizar, por ende, su
superestructura política.
La formación marxista del Amauta hizo que en sus múltiples escritos destaque tal
concepción de educación. E aquí algunos extractos sobre esta dimensión de su
pensamiento.
[…] Vano es todo esfuerzo mental por concebir la escuela apolítica, la escuela
neutral. La escuela del orden burgués seguirá siendo escuela burguesa.
El problema del analfabetismo del indio resulta ser un problema… que desborda
del restringido marco de un plan puramente pedagógico. Cada día se comprueba más
que el alfabetizar no es educar. La escuela elemental no redime moral y socialmente
al indio. El primer paso hacia su redención, tiene que ser el abolir su servidumbre.
El problema tenía que ver con la concepción que las clases dirigentes –e incluso
el mismo Estado- manejaban sobre el indio. En uno de sus escritos lo aclara: “Cuando
en sus programas de instrucción pública el Estado se refiere a los indios, no se refiere
a ellos como peruanos iguales a todos los demás. Los considera como una raza
inferior”. Entonces, era lógico entender porque el problema de la educación del indio
no se abordaba y se ignoraba.
Mariátegui, fiel a la tesis marxista de la Escuela Única, estuvo a favor de este tipo
de escuela, ya que “la democratización de la enseñanza mediante la escuela única
(está) destinada a suprimir los privilegios de clase. La escuela única es la primera y la
más esencial de sus reivindicaciones”.
Sin embargo, pensaba que la Escuela Única sólo se conseguirá en una sociedad
más humana y justa, porque es muy difícil aplicarla en la nuestra llena de prejuicios y
antagonismos. Las escuelas que funcionan en nuestro país, existen claras diferencias
entre ellas. Por ejemplo, hay escuelas privadas son exclusivas para los hijos de los
pudientes donde estudian con todas las comodidades (aulas amplias, bibliotecas,
laboratorios, salas de cómputo, campos deportivos, etc.); luego existen escuelas
estatales para los hijos del pueblo donde estudian en aulas precarias, sin el mobiliario
adecuado, sin material didáctico, etc.
Por eso, “La escuela única no se llegará sino en un nuevo orden social. Y de que,
mientras la burguesía conserve sus actuales posiciones en el poder, las conservará
igualmente en la enseñanza”.
La educación del pasado era teórica y libresca, donde se hacía uso y abuso de la
retórica y del memorismo; no había interés en dar una educación “dirigida a estimular
el trabajo...”, porque se pensaba que el estudio y el trabajo eran actividades
incompatibles entre sí y por lo tanto, no se debían asociar. Por eso, defendió “la
escuela del trabajo” como parte de “una concepción fundamental de una civilización
creada por el trabajo y para el trabajo”.
... tenía lógicamente que atacar, ante todo, esta estratificación conservadora de las
universidades. La previsión arbitraria de las cátedras, el mantenimiento de profesores
ineptos, la exclusión de la enseñanza de los intelectuales independientes y
renovadores, se presentaban claramente como simples consecuencias de la docencia
oligárquica. Estos vicios no podían ser combatidos sino por medio de la intervención
de los estudiantes en el gobierno de las universidades y el establecimiento de las
cátedras y la asistencia libres.
No voy a hablar sobre la manera como Augusto Salazar Bondy luchó para
realizar sus ideas. Quiero dejar constancia de que fue ejemplar. El coraje filosófico
del que nos habla Sócrates fue una de sus cualidades más notables. Fue este coraje el
que lo llevó a asumir una posición revolucionaria y a comprometerse a fondo
políticamente cuando tuvo la oportunidad de actuar para realizar ideas. Pero lo que
más admire siempre en él es que no olvidó nunca el origen de sus ideas ni la razón
última de su trayectoria. Augusto Salazar Bondy fue un filósofo que vivió su filosofía
hasta las últimas consecuencias. Por eso fue revolucionario cuya meta no fue nunca la
destrucción irresponsable, ni el poder por el placer de ejercerlo. Su meta fue solo una,
cumplir con la misión del filósofo, cumplir con la meta señalada por el ideal de vida
racional, cumplir sin concesiones ni deformaciones de su pensamiento con los dos
altos fines que persigue todo filósofo auténtico; decir primero cómo es, y luego cómo
debe ser el mundo.
4.1.- BIOGRAFÍA
4.2.- OBRA
Además de dos trabajos en los que tuvo participación activa: “El informe General de
la Comisión de Reforma de la Educación” (1970) y el “Proyecto General de
Educación” (1971), Es importante también destacar dos publicaciones referidas a los
temas de la política, la dependencia y la dominación: “Entre Escila y Caribdis,
reflexiones sobre la vida peruana” (1969) y “Bartolomé o de la dominación” (1974).
Augusto Salazar Bondy es un pensador que tuvo una vida comprometida con la
educación. En su pensamiento sobresalen tesis de tanta significatividad para el
presente como la relación entre educación y sociedad, la educación para el desarrollo,
la “consustanciación” entre educación y trabajo, entre otros.
La solución del problema educacional peruano no podrá pues surgir por virtud de
simples cambios en la escuela nacional. La solución tiene que venir del país como un
todo; será la consecuencia de una honda transformación de la actitud de los peruanos
ante su realidad y su tarea histórica. Con esto está dicho claramente también que la
solución de los problemas peruanos no puede provenir de la escuela […].
Y puesto que el país vive en crisis, esta educación debe estar marcada por la crisis
[…] (SALAZAR, 1959).
El vínculo entre crisis educativa y crisis de la sociedad queda muy claro. La crisis
de la educación es consecuencia de la crisis de la sociedad; mientras no se resuelva la
segunda, permanecerá incólume la primera. En efecto, concebía el problema de la
educación como un problema global y complejo. Así, lo advirtió Salazar Bondy:
LA MISIÓN DE LA EDUCACIÓN.
El trabajo –según Salazar Bondy- debe ser uno de los principales pilares del
nuevo sistema educativo peruano, es por eso que lo ubicó como elemento central en el
cuerpo doctrinario de la reforma de la educación que el defendió. El trabajo es “fuente
de humanidad y de sociedad”, porque es parte constitutiva de la esencia real del
hombre y condición para aprender, conservar y perfeccionar el hacer cultural en
comunión con los demás miembros de la sociedad. En su ensayo “Bases para un
socialismo humanistaperuano” sostuvo, como fundamento de una teoría del hombre,
que la naturaleza histórica del hombre se concreta a través de la praxis humana y que
tal praxis actúa en y con el mundo para transformar la realidad en la cual se
desenvuelve. Es aquí donde Salazar Bondy ubica el trabajo del hombre valor
fundamental para la transformación de la naturaleza.
El trabajo, tal como fue concebido por Salazar Bondy, debía ser libre y liberador,
éstas tenían que ser las cualidades que debían acompañarlo, pues el trabajo no puede
ser “alienado” o “mercantilizado” y mucho menos instrumento de dominación del
hombre.
Es sobre esta base que Salazar Bondy postula como principio y doctrina de la
Reforma Educativa peruana de 1972 una educación “en”, “para” y “por” el trabajo.
En este sentido, la escuela debía articularse con el mundo del trabajo -según lo
interpretan Aurora MARROU y Nelly VIDALÓN (1992)- en una doble perspectiva:
La escuela (debe abrirse) al mundo del trabajo en una doble dirección buscando,
por un lado, que los talleres y unidades de producción se conviertan en un espacio
educativo de experiencia directa con el trabajo, y de otra parte, que la escuela procese
estas experiencias y logre un reconocimiento teórico en sus aspectos humanísticos y
técnicos.
La educación –para Salazar Bondy- debe ser un instrumento que permita “la
creación de una cultura de la liberación en oposición a la cultura de la dominación
[…]; la educación es un medio fundamental para llevar a la práctica un proceso de
desalienación o de libertad cultural y creativa” (CONVENIO ANDRÉS BELLO,
1995:739).
No voy a hablar sobre la manera como Augusto Salazar Bondy luchó para
realizar sus ideas. Quiero dejar constancia de que fue ejemplar. El coraje filosófico
del que nos habla Sócrates fue una de sus cualidades más notables. Fue este coraje el
que lo llevó a asumir una posición revolucionaria y a comprometerse a fondo
políticamente cuando tuvo la oportunidad de actuar para realizar ideas. Pero lo que
más admire siempre en él es que no olvidó nunca el origen de sus ideas ni la razón
última de su trayectoria. Augusto Salazar Bondy fue un filósofo que vivió su filosofía
hasta las últimas consecuencias. Por eso fue revolucionario cuya meta no fue nunca la
destrucción irresponsable, ni el poder por el placer de ejercerlo. Su meta fue solo una,
cumplir con la misión del filosofo, cumplir con la meta señalada por el ideal de vida
racional, cumplir sin concesiones ni deformaciones de su pensamiento con los dos
altos fines que persigue todo filósofo auténtico; decir primero cómo es, y luego cómo
debe ser el mundo.
5.1.- BIOGRAFÍA.
Es así como inicia un interesante periplo por el mundo: Primero fue a Panamá,
luego a México y Guatemala, finalmente, a Costa Rica. En este último país ejerció
con extraordinarios méritos el cargo de Consejero del Ministro de Educación, motivo
por el cual fue becado por la Fundación Carnegie para la paz internacional para seguir
estudios de postgrado en la Universidad de Cambridge (Inglaterra). En su paso por
Europa consigue interesantísimos logros académicos: En 1927, obtiene el Grado de
Master of Arts y Master in Science en la Universidad de Cambridge y en 1928, el
Grado de Doctor en Educación en la Universidad de París (Francia).
El Centro Escolar 881 que dirigió, debe ser reconocido en el mundo como aquel
en donde, por primera vez, se forjaron y se pusieron en acción las ideas y doctrinas de
la Escuela Nueva. Y esto, varios años antes que este movimiento educativo alcanzará
a perfilarse en otras partes del mundo. Encinas se adelantó extraordinariamente a su
época todas las ideas y planteamientos que la moderna escuela o el enfoque que la
educación en los últimos tiempos viene sosteniendo.
José Antonio Encinas nos enseña, en primer lugar, a ser maestros, a cumplir y
valorar el privilegio de serlo, teniendo presente en todos los actos de la vida presente
la actitud noble, protectora y de una entrega total al cuidado de la niñez y de la
juventud. Él es el modelo por excelencia de un maestro por antonomasia, en quien se
resumen todas las virtudes, como también los actos de verdad y de valor acrisolados;
y quien, sobre todo y en todo momento de su vida, jamás dejó de ser y actuar como
maestro.
No se puede privar a la universidad y a los estudiantes que debatan con plena libertad
acerca de los problemas de la nación, pues constituye un grave error en la educación
puesto que aniquila la función de pensar y corta toda iniciativa de formar al futuro
dirigente de un país. Sobre la segunda función, Encinas, consideró que la Universidad
debía vincularse con las necesidades de la sociedad y el desarrollo del país. En este
sentido, el modelo de universidad que reclamó era el de una universidad inclusiva y
con una clara orientación social.
En sus reflexiones sobre la Universidad, Encinas destacó que una de sus principales
debilidades que tenía era el de “la producción del conocimiento”. Enfatizaba en el
poco interés y esfuerzo de la Universidad para cumplir con su misión de producir
conocimiento científico, que es de vital importancia para el desarrollo material y
espiritual de la misma Institución Superior y para la transformación de la sociedad en
su conjunto.
Por eso, en el análisis que realizó sobre el estudiante, Encinas, subrayó con mucha
claridad un problema que, incluso, hasta en los diagnósticos de nuestros tiempos se
sigue resaltando: El estudiante pretende estudiar el menor tiempo posible; insiste en
no concurrir a las clases, en evadir todo ejercicio intelectual que vaya más allá del
aprendizaje mnemónico del texto oficial. Está ausente de las bibliotecas y los
laboratorios, tiene aversión a trabajos que necesiten esfuerzo personal y den en la
medida de sus capacidades y vocación; objeta y protesta contra toda práctica
académica que compruebe los conocimientos adquiridos. Así, pasa año tras año por
los claustros de la universidad sin haber logrado la más elemental disciplina de la
mente y del espíritu, incluso haber dado energía a la voluntad para trabajos de
importancia y trascendencia “La reforma universitaria en el Perú”.
Conocí físicamente al doctor Basadre en los primeros años de la década de los 70,
del pasado siglo… Recuerdo que, tímidamente, me acerque a él. Me impresionó su
brillante mirada, de hombre acucioso e inteligente. Mediano de estatura, de tez
blanca, escaso de cabello, de nariz aguileña, que tenía un tono de voz muy suave, casi
apagado, que correspondía a su espíritu discreto y fino. Si bien Basadre no fue
nuestro maestro en las aulas, lo fue en la vida. La máxima lección que nos dejó,
además del amor a la tierra natal, fue su modestia, su sencillez a ultranza. Él, que era
un faro en la cultura peruana, quiso siempre ser uno más, entre nosotros . Haber
conocido al doctor Jorge Basadre Grohmann, uno de los más notables peruanos de
este siglo, es uno de los regalos más grandes que la vida me ha brindado.
6.1.-BIOGRAFÍA.
Sus primeros años los pasó en Tacna, allí realizó sus estudios en el Liceo Santa Rosa,
una Escuela Peruana que funcionaba de manera improvisada y clandestina durante los
años de la ocupación chilena. En 1912, cuando tenía nueve años de edad, se trasladó
con toda su familia a la Capital del Perú, Lima; instalándose aquí, reanudó sus
estudios en el Colegio Alemán Deutsche Schule. Sus estudios universitarios los
realizó en la Universidad Mayor de San Marcos (1919-1930), logrando obtener los
Grados de Doctor en Letras, en Jurisprudencia y el título de Abogado.
Jorge Basadre, es un intelectual que “tenía claro que su principal deber político como
docente e historiador era historiar y enseñar bien” (SOTA, 2003:210). En el
cumplimiento de ese deber desarrolló su pensamiento básicamente en el campo de la
Historia; pero que por la actividad laboral que realizó como Educador y por las
funciones que cumplió, propuso y defendió ideas pedagógicas de trascendental
importancia.
2) El educador.
3) La labor escolar.
6) El material escolar.
Tal como se puede percibir por lo menos a nivel de esquema- las variables incluidas
tienen un enfoque holístico. Sólo la acuciosidad y destreza intelectual de Basadre era
capaz de conducir una obra tan completa y rigurosa. Los expertos de nuestros días
pueden encontrar en este inventario, una excelente fuente para orientar estudios sobre
la realidad educativa actual.
La planeación es una actividad humana que permite anticiparse a lo que se desea que
ocurra en el futuro. En el caso de la educación, esta actividad resulta fundamental para
prever y orientar mejoras futuras. “En este punto se inclina por una política gradual y
coherente, cree que se debe preferir continuidad frente a la inestabilidad, elaborando y
poniendo en ejecución un plan minucioso de mediano y largo plazo”.
Cabe destacarlo porque la moralidad tiene que ver con los actos humanos y con la
práctica de valores, los mismos que se deben orientar desde la Educación. “Debemos
tener una educación al servicio de los valores morales y espirituales, al servicio de la
colectividad”, sostuvo en alguna oportunidad.
Para ello –conforme lo expuso Basadre a fines de 1952- era necesario levantar la
moral de los maestros. Era necesario atender sus necesidades: ese maestro cuente con
estabilidad en su cargo, con sueldos adecuados, con atractivos para su futuro y, al
mismo tiempo, con el estímulo constante de revistas y otras publicaciones… Esta
labor de orientar a los maestros de toda la República y de levantar su moral puede ser
llevada a cabo por la Escuela Normal que así actuaría en el campo… de la educación
de los educadores.
Por analogía, la tesis que Basadre propuso para asumir una actitud crítica y sensata
frente al presente y futuro del Perú, puede ser aplicable a Educación. Se compararía
con la propuesta de “Pedagogía de la Esperanza” de la que habló Freire. En nuestros
días, existe una concepción fatalista sobre los problemas de la Educación, se asume
que todo ha fracasado y que todo va mal. No se piensa en la esperanza, en la
posibilidad. En esta circunstancia, los Educadores deben recordar a Basadre para que
puedan trasmitir desde su práctica educativa, esperanza.
Se trata de que el alumno termine no sólo por aprender la historia sino de que llegue a
captar algo del espíritu y del método histórico, yendo más allá del mero recordar lo
que dice esa traducción de traducciones que es a veces el texto. Se trata de superar la
imagen simplificada a veces hasta el máximo y en ocasiones fosilizada, que en las
aulas se imparte. Por cierto que primero deben enseñarse los sucesos esenciales, los
hechos más importantes que constituyen lo que cabe llamar la armadura y el esqueleto
de la historia. En modo alguno se trata de hacer penetrar a los adolescentes en la selva
de lo que aún nadie ha investigado, de tratar de que ellos hagan descubrimientos como
si fueran archiveros o eruditos, de poner en peligro su fe en lo que aprenden
presentándoles el cuadro de una historia tambaleante, ciencia en marcha, a veces
intrincada y contradictoria. En modo alguno debe irse a una erudición recóndita
incompatible con los fines de la enseñanza misma. La cita es una invitación a dejar de
lado estilos y métodos tradicionales que han predominado en la enseñanza de la
historia, para asumir uno, donde los alumnos aprendan a investigar y a descubrir a sí
mismo la verdad histórica.
Una idea en común entre distintos pensadores es que la educación en el Perú esta
reñida en enfocarse en las necesidades de enfocarse en el desarrollo del país.
De Zubiría Samper, Julián. (1994). Los Modelos Pedagógicos, Ed. Fundación Alberto
Mekani, Santa Fé de Bogotá.
Freire, P. (1973). La educación como práctica de la libertad. Buenos Aires, Siglo XXI.
DERRAMA MAGISTERIAL. José Antonio Encinas. En: Revista Pedagógica Cultural “Palabra de
Maestro”, Lima-Perú, junio del 2004, N° 40.
HIDALGO CABRERA, Milciades. La herencia educativa de Jorge Basadre (I). En: Revista
Pedagógica Maestros, Lima-Perú, noviembre del 2003, N° 21, volumen 9, págs. 55 - 58.
HIDALGO CABRERA, Milciades. La herencia educativa de Jorge Basadre (II). En: Revista
Pedagógica Maestros, Lima-Perú, mayo del 2004, N° 22, volumen 10, págs. 69 -