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Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia, Sala de lo Contencioso-

administrativo, Sección 2ª, Sentencia 234/2017, de 10 Abril 2017, Rec. 939/2015

LA SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE MURCIA

SECCIÓN SEGUNDA

Compuesta por los Ilmos. Srs.:

D. Abel Ángel Sáez Doménech

Presidente

Dª. Leonor Alonso Díaz Marta

Dª. Ascensión Martín Sánchez Magistradas

Ha pronunciado

EN NOMBRE DEL REY

La siguiente

SENTENCIA nº 234/17

En Murcia, a diez de abril de dos mil diecisiete.

En el recurso contencioso administrativo nº 939/15, tramitado por las normas del procedimiento
ordinario, en cuantía indeterminada, y referido a: denegación de anotación en el Catálogo de Aguas
Privadas.

Parte demandante: Comunidades de Regantes DIRECCION000, DIRECCION001 y DIRECCION002,


representadas por la Procuradora Sra. Gemma Pérez Haya y dirigidas por el Letrado Sr. Arias Teixidor.

Parte demandada: La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), representada y defendida por el
Sr. Abogado del Estado.

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Acto administrativo impugnado: Resolución de 28 de septiembre de 2015, dictada por la
Presidencia de la Confederación Hidrográfica del Segura, desestimatoria de los recursos de reposición
interpuestos por los respectivos presidentes de las Comunidades de Regantes DIRECCION000,
DIRECCION001 y DIRECCION002 , contra la resolución de la misma Presidencia de 2 de mayo de 2014
recaída en el expediente NUM000 , por la que se deniega la anotación en el Catálogo de Aguas Privadas
del aprovechamiento solicitado constituido por cinco sondeos (Los Mochuelos I, Los Mochuelos II, Los
Mochuelos III, Los Mochuelos IV y El Olivar), así como del aprovechamiento vinculado a los sondeos El
Gredero y El Casón.

Pretensión deducida en la demanda: Que se dicte sentencia por la que se acuerde la inscripción en
el Catálogo de Aguas Privadas a nombre de las "Comunidades de Regantes DIRECCION000,
DIRECCION001 y DIRECCION002 " de los sondeos de Los Mochuelos I, Los Mochuelos II, Los
Mochuelos III, Los Mochuelos IV y El Olivar, con un caudal total de 17.616.009,60 m3 anuales, según
se detalla en el hecho séptimo de la demanda; con expresa imposición de las costas a la
Administración.

Siendo Ponente la Magistrada Ilma. Sra. Dª. Leonor Alonso Díaz Marta, quien expresa el parecer de la
Sala.

I.- ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- El escrito de interposición del recurso contencioso administrativo se presentó el día 4 de


diciembre de 2015, y admitido a trámite, y previa reclamación y recepción del expediente, la parte
demandante formalizó su demanda deduciendo la pretensión a que antes se ha hecho referencia.

SEGUNDO.- La parte demandada se ha opuesto pidiendo, en primer lugar, la inadmisibilidad del


recurso contencioso-administrativo, por extemporáneo, y subsidiariamente que se desestime la
demanda por ser conforme a Derecho la resolución impugnada, todo ello con expresa imposición de
costas a la parte actora.

TERCERO.- Ha habido recibimiento del proceso a prueba, con el resultado que consta en las
actuaciones y cuya valoración se hará en los fundamentos de Derecho de esta sentencia.

CUARTO.- Después de evacuarse el trámite de conclusiones se señaló para la votación y fallo el día 31
de marzo de 2017.

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II.- FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- La parte actora interpone el presente recurso contencioso administrativo, como ya hemos
anticipado en el encabezamiento, frente a la resolución de 28 de septiembre de 2015, dictada por la
Presidencia de la Confederación Hidrográfica del Segura, desestimatoria de los recursos de reposición
interpuestos por los respectivos presidentes de las Comunidades de Regantes DIRECCION000
DIRECCION001 y DIRECCION002 , contra la resolución de la misma Presidencia de 2 de mayo de 2014
recaída en el expediente NUM000 , por la que se deniega la anotación en el Catálogo de Aguas Privadas
del aprovechamiento solicitado constituido por cinco sondeos (Los Mochuelos I, Los Mochuelos II, Los
Mochuelos III, Los Mochuelos IV y El Olivar), así como del aprovechamiento vinculado a los sondeos El
Gredero y El Casón.

La resolución ahora recurrida señala, respecto al aprovechamiento constituido por los cinco sondeos,
que no ha sido posible identificar el derecho de las aguas de estos sondeos adquirido con anterioridad
a la entrada en vigor de la Ley 29/1985. Y con respecto al aprovechamiento vinculado a los dos
sondeos, El Gredero y El Casón, por cuanto se considera probada la falta de explotación de los mismos
por parte de las Comunidades de Regantes citadas; y además, porque el sondeo El Casón está anotado
en el Catálogo de Aguas Privadas, sección 9, tomo 1710, a favor de los titulares que explotaban las
aguas del mismo a fecha 01-01-1986; y el sondeo El Gredero está en estado de abandono, sin
instalación elevadora y, por tanto, sin explotación. En la primera resolución de la Presidencia de la
CHS se les comunicaba además que la explotación de los sondeos denegados será considerada
infracción administrativa, con la consiguiente apertura de procedimiento sancionador.

La resolución de 2 de mayo de 2014 exponía, como resumen del expediente, que aun cuando haya
podido haber quedado acreditada la existencia de los sondeos declarados y su aforo con anterioridad
a la entrada en vigor de la Ley de Aguas de 1985, también se considera acreditada la inexistencia de
instalación y explotación de los mismos por las Comunidades de Regantes a fecha 1-01-1986, sin que
exista en consecuencia un aprovechamiento cierto cuyas características sea posible determinar. Por lo
que aplica el contenido de la Disposición Transitoria Cuarta del Texto Refundido de la Ley de Aguas,
que solo permite reconocer el aprovechamiento efectivo que se viniera haciendo el 1 de enero de
1986 y establece que la carga de la prueba, tanto del volumen extraído como de la superficie regable,
es del peticionario. Y aplica también el art. 195 del Reglamento del Dominio Público Hidráulico, que
estable que la declaración de la existencia de los aprovechamientos para su anotación en el Catálogo
de Aguas Privadas se realizaría acompañando el título que acreditara su derecho al aprovechamiento,
por lo que la anotación definitiva se realizaría previo su reconocimiento de características.

Continúa diciendo la resolución que para poder realizar la anotación en el Catálogo de Aguas es
necesario que el interesado acredite con documentación oficial la existencia de la captación y de su
instalación elevadora de aguas con anterioridad a la entrada en vigor de la Ley de Aguas de 1985, así
como que acredite con documentación oficial su régimen de aprovechamiento, superficie de riego y

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volumen extraído con anterioridad al 01-01-1986, citando al respecto sentencias de esta Sala y del TS
de 29 de febrero de 2012 (rec. 2671/2008).

Con respecto a la acreditación de la existencia y explotación de la captación con anterioridad al 1 de


enero de 1986, la resolución recurrida señala que los interesados han aportado diversa
documentación expedida por la Delegación Provincial del Ministerio de Industria y Energía en
Albacete, no quedando del todo claro qué documentación corresponde a cada uno de los sondeos. Va
exponiendo cuál es la documentación en cada uno de los sondeos solicitados; concluyendo que no se
consideran suficientemente acreditativos de la explotación de los mismos a fecha 1 de enero de 1986,
en los términos que para la anotación en el Catálogo exigía el art. 195.2 del RDPH, por cuanto no se
deduce, de dichas autorizaciones y aforos, característica alguna que acredite que los sondeos se
encontraban instalados, en explotación y para un uso específico a la citada fecha.

Por lo que se refiere a la acreditación de la existencia del aprovechamiento, superficie de riego y


volumen extraído a fecha 01-01- 1986, tras citar varias sentencias de esta Sala, transcribiendo en
parte el contenido de alguna de ellas, señala que, hecha abstracción de si se ha demostrado o no la
existencia de los sondeos antes de la entrada en vigor de la Ley de Aguas de 1985, no se ha acreditado,
a fecha 01-01-1986, la explotación y menos aún el caudal o volumen consumido porque ningún dato
sólido se aporta al respecto, ni tampoco se aporta prueba fehaciente alguna que acredite la superficie
de regadío existente.

Dicha resolución desestimatoria del recurso de reposición fue notificada el 30 de septiembre de 2015.

La actora limita su demanda al aprovechamiento constituido por los sondeos Los Mochuelos I (99,60
l/s, igual a 3.140.985,60 m3 anuales), Los Mochuelos II (125 l/s, igual a 3.942.000 m3 anuales), Los
Mochuelos III (27 l/s, igual a 851.472 m3 anuales) Los Mochuelos IV (145 l/s, igual a 4.572.720 m3
anuales) y El Olivar (162 l/s, igual a 5.108.832 m3 anuales). Es decir, los cinco sondeos suponen
558,60 l/s, o lo que es igual, 17.616.009,60 m3 anuales, que es la cantidad que solicita que se inscriba
en el Catálogo de Aguas Privadas a nombre de las tres Comunidades de Regantes actoras, pues se
excluyen los sondeos El Gredero y El Casón. Entiende que esos cinco sondeos se hallaban autorizados
por la Sección Provincial de Minas de Albacete del Ministerio de Industria y Energía, hechos
claramente demostrativos de la existencia de los mismos con anterioridad al 01-01- 1986; y que en
cuanto al alcance de los aprovechamiento, se aporta un informe técnico-pericial de D. Darío , Ingeniero
Técnico Agrícola, relativo a las instalaciones de los sondeos, en el que se acredita claramente, según
manifiesta, que el agua de dichos pozos, además de haber sido utilizada y seguir siendo utilizada para
las fincas donde se hallan, que son zonas de regadío tanto ahora como con anterioridad, a la vista de
las ortofotos, lo han sido especialmente para traerlas a la zona regable de las Comunidades de
Regantes recurrentes. Lo que se demuestra mediante el estudio del estado de los sondeos y tuberías
que los enlazan, y que posibilitan el vertido de sus aguas al río Mundo o uno de su canales, el canal del
Tedelche, lo que en la actualidad ocurre, para transportar las mismas hasta los terrenos a los que
están destinadas a regar, correspondientes a las Comunidades de Regantes de las actoras. Dicho

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vertido fue autorizado a instancia del Presidente de la Comunidad de Regantes de DIRECCION001 por
la Delegación del Gobierno de Murcia, Recursos Hídricos, el 14-08-1985.

El Abogado del Estado se opone al recurso alegando en primer lugar la inadmisión del recurso
contencioso-administrativo, pues el mismo, según la Diligencia de Ordenación de 11 de marzo de
2016, se habría presentado el 4 de diciembre de 2015. Y como la resolución recurrida fue notificada el
30 de septiembre (documento 17 del expediente administrativo) el plazo para interponer el recurso
finalizó el 30 de noviembre. Por lo que el recurso sería extemporáneo y debería declararse su
inadmisibilidad, de acuerdo con lo dispuesto en el art. 69 LJCA.

Y en cuanto al fondo del asunto, transcribe la Disposición Transitoria Cuarta del Texto Refundido de la
Ley de Aguas y el art. 195.2 del RDPH, así como el fundamento de derecho segundo de la sentencia de
esta Sala de 14 de mayo de 2015, señalando que resulta evidente que lo que se exige no es la mera
existencia de un pozo o de una perforación, sino un aprovechamiento, lo que implica que la instalación
estuviese siendo explotada. Por lo que el pleito se reduce a una cuestión probatoria; debiendo
apreciarse si a la fecha de dictarse la resolución administrativa el solicitante, a quien incumbe la carga
de la prueba, justificó la existencia de los presupuestos a la entrada en vigor de la Ley de Aguas de
1985. Y la respuesta ha de ser negativa porque lo único que llega a probar el interesado es la
existencia de pozos a la entrada en vigor de la Ley, pero no que los mismos se encontrasen en
explotación. Tampoco acredita la superficie regable ni los caudales. Uno de los documentos de mayor
relevancia es el inventario de captaciones (folio 168 y ss. del expediente), en el que hace constar que
los pozos de los que presuntamente brotaría el aprovechamiento no se encontraban en
funcionamiento en el año 1991. Por lo que resulta poco creíble que los pozos hubiesen dejado de ser
utilizados en tan breve lapso de tiempo.

Por último indica que respecto a la documentación aportada, particularmente las certificaciones de
aforo, no demuestra la existencia de aprovechamiento; únicamente la existencia de los sondeos, pero
no la presencia de un funcionamiento referido a una superficie concreta. Sigue diciendo el Abogado
del Estado que otro indicio de la inexistencia de aprovechamiento es que, como señala la resolución
combatida, respecto de uno de los pozos se solicitara una concesión y, tras ser denegada, se instase la
inscripción del aprovechamiento. Tampoco queda justificado por el informe pericial, pues en el mismo
no se hace referencia alguna a la existencia de un aprovechamiento en el año 1986.

SEGUNDO.- Con carácter previo a conocer sobre la cuestión de fondo planteada por la parte actora,
procede a examinar la causa de inadmisibilidad excepcionada por la Administración del Estado
demandada por extemporaneidad del recurso contencioso administrativo, ya que su estimación
evitaría tener que hacerlo.

Debe destacarse que sobre la extemporaneidad de los recursos el Tribunal Constitucional dictó la
sentencia número 32/1989, de 13 febrero, o la sentencia 131/2007, de 4 de junio, en las que se
hablaba de la extemporaneidad del recurso en relación con el derecho a la tutela judicial efectiva

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proclamado en el artículo 24.1 de la Constitución Española. Y como refería la Sentencia del Tribunal
Supremo de 4 de marzo de 1992 por mucha que sea la proximidad de la presentación del recurso a la
fecha final de periodo hábil, tan extemporánea resulta la diferencia por un solo día como por un
tiempo superior, porque el efecto preclusivo o es automático, una vez finalizado el plazo previsto por
la Ley, o habría que prolongarlo con arreglo a los criterios subjetivos que la Ley ni consiente ni regula,
dando lugar entre las numerosas contraindicaciones posibles al quebrantamiento del principio de
seguridad jurídica de rango igualmente constitucional. En este mismo sentido se pronuncia la citada
sentencia del TS de 20 de septiembre de 2006 al señalar que el principio pro actione no permite
considerar vulnerado el derecho a la tutela judicial efectiva cuando el recurso se ha presentado fuera
del plazo.

En términos semejantes, respecto a la forma de computar el plazo ha señalado la sentencia del


Tribunal Supremo de 19 de mayo de 2010 "a partir de la reforma del Título Preliminar de dicho Código
en 1974, al establecer el artículo 5.1 del mismo que si los plazos estuviesen fijados por meses se
computarán de fecha a fecha, el cómputo de los meses se efectúa de fecha a fecha, quedando
circunscritas las excepciones a los supuestos de que en el mes del vencimiento no exista día equivalente al
inicial, en cuyo caso es aplicable lo dispuesto por los artículos 5.1 del Código Civil y 60.2 de la Ley de
Procedimiento Administrativo de 1958, reiterado éste por el artículo 48.2 de la Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y Procedimiento Administrativo
Común , y de que el último día del cómputo sea inhábil, en cuyo caso, se ha de entender prorrogado al
primer día hábil siguiente, como establece el artículo 60.3 de la citada Ley de Procedimiento
Administrativo de 1958, recogido también en el artículo 48.3 de la mencionada Ley 30/1992, de 26 de
noviembre ( Sentencias de 8 de marzo de 1982 y 20 de marzo de 1984 ), y se deduce también del
artículo 5.2 del propio Código Civil y de los artículos 185.2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y
305.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil .

En cuanto a la fecha inicial, en contra de lo que opina la representación procesal de la apelante, el plazo
del mes comienza a contarse el mismo día de la notificación o publicación del acto o disposición
impugnados, de modo que, efectuada en este caso correctamente la notificación el día 20 de junio de
1998, el último día para interponer el recurso de reposición era el día 20 de julio del mismo año y no el
21 de este mes, como pretende la indicada representación procesal..."

Este criterio ha sido también objeto de análisis más reciente por el Tribunal Constitucional en
sentencia 209/2013, en cuyo FJ 4 señala que:

Ninguna de las partes del presente proceso constitucional discute el hecho de que el plazo mensual para
interponer el recurso de alzada contra la resolución del Tribunal Económico- Administrativo Regional de
Baleares de 22 de diciembre de 2004 se haya computado de "fecha a fecha". La controversia se refiere, no
a esta técnica de cómputo, sino al día que debía tomarse como referencia al aplicarla. Según el
recurrente y el Ministerio Fiscal, tal fecha se correspondía con el primer día hábil siguiente a la
notificación (28 de enero), por lo que hubo de admitirse el recurso de alzada. Según el Abogado del

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Estado, era el propio día de la notificación (26 de enero) y en todo caso debía entenderse que el
vencimiento se produjo el día equivalente a aquel en que se practicó, por lo que, habiéndose presentado
el recurso de alzada el 28 de enero, la Sentencia de 25 de junio de 2008 de la Sala de lo Contencioso-
Administrativo de la Audiencia Nacional acertó al confirmar las resoluciones del Tribunal Económico-
Administrativo Central de 2 de febrero y 17 de mayo de 2007.

Pues bien, no puede considerarse irrazonable el criterio de la Sentencia de la Audiencia Nacional al


desestimar el recurso contencioso-administrativo dirigido contra las resoluciones administrativas
impugnadas, declarando inadmisible el recurso de alzada por considerar que el plazo para interponerlo
expiró el día cuyo ordinal coincidía con el de la notificación de la resolución de 22 de diciembre de 2004
del Tribunal Económico-Administrativo Regional de Islas Baleares. En plazos señalados por días, para
asegurar que el ciudadano disponga del tiempo que marca la ley, es sin duda necesario llevar el dies a
quo al día siguiente al de la notificación; de otro modo, se hurtaría al recurrente de un tramo del
término: las horas transcurridas hasta la práctica de la indicada notificación. Sin embargo, en plazos
señalados por meses o años no es preciso a estos efectos trasladar el dies a quo al día siguiente al de la
notificación. Puede afirmarse gráficamente que, por lo mismo que de lunes a lunes hay más de una
semana (ocho días, no siete), de 26 de enero a 26 de febrero hay más de un mes, sin que, en principio, se le
haya privado al demandante de parte del plazo mensual que le correspondía por el hecho de que el dies
ad quem se identificara con el día equivalente al de la notificación.

Los preceptos aplicados en el presente caso (arts. 241.1 LGT y 48.2 LPC) establecen que el plazo de
impugnación empieza a correr a partir del día siguiente al de la notificación. No obstante, tampoco
resulta irrazonable interpretar, como hace la Sentencia impugnada, que el ordinal del dies ad quem
coincide con el del día en que se practicó la notificación: por lo mismo que de martes a lunes hay una
semana, de 27 de enero -que es el día siguiente al de la notificación- a 26 de febrero hay el mes
legalmente garantizado para la interposición del recurso de alzada, que era en este caso un presupuesto
procesal del acceso a la jurisdicción contencioso-administrativa. Lo afirma la Sentencia recurrida
cuando, apoyándose en la consolidada jurisprudencia del Tribunal Supremo, insiste en que el art. 241
LGT y la nueva redacción del art. 48.2 LPC (dada por la Ley 4/1999, de 13 de enero) han alterado el día
inicial de cómputo, pero no la fecha de vencimiento, que sigue siendo el día correlativo al de la
notificación en el mes que corresponda. Dicho de otro modo, establecido que el dies a quo es el siguiente
al de la notificación, si se llevase el dies ad quem al día equivalente del mes siguiente, se daría al
administrado más tiempo del que marca la ley.

No cabe duda de que el órgano judicial pudo tomar en consideración una interpretación más favorable
en cuanto a la interposición en plazo del recurso de alzada: los preceptos señalados soportaban la
interpretación de que el vencimiento se produjo el primer día hábil equivalente al siguiente al de la
notificación, que fue el 28 de febrero. A esta conclusión coadyuva la doctrina constitucional sobre el
plazo para la interposición del recurso de inconstitucionalidad (SSTC 48/2003, FJ 2 , y 108/2004 , FJ 2)
invocada por el recurrente y el Ministerio Fiscal: el art. 33.1 LOTC dispone que ese plazo empieza a
correr "a partir de la publicación" del texto con rango de ley legal de que se trate; y, respecto de este

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precepto, este Tribunal ha afirmado, sin excluir la razonabilidad de otra interpretación, que el
vencimiento se produce el día equivalente al siguiente al de la publicación.

Ahora bien, una cosa es que quepan varias interpretaciones y otra bien distinta que la Audiencia
Nacional, al computar de un modo que permite al administrado disponer del plazo mensual que le otorga
la ley para interponer el recurso de alzada, haya vulnerado el art. 24.1 CE. Hay que tener en cuenta, para
empezar, que la doctrina constitucional reseñada es la interpretación llevada a cabo por este Tribunal
respecto de una regla procesal que afecta a sus propios procedimientos. El principio pro actione se ha
utilizado en este contexto, no como canon para la determinación de la vulneración del derecho
fundamental a acceder a la jurisdicción, sino como criterio hermenéutico de Derecho procesal
constitucional. Como afirma el Abogado del Estado, este Tribunal puede fijar la interpretación de sus
reglas procesales, pero no puede imponérsela a la jurisdicción contencioso-administrativa, por ser una
cuestión prima facie de legalidad ordinaria que no le corresponde. A su vez, según hemos razonado en el
fundamento jurídico anterior, el principio pro actione no exige la forzosa selección de la interpretación
más favorable a la admisión de entre todas las posibles. Pues bien, sobre si hay vulneración del indicado
principio, este Tribunal ha tenido ya la oportunidad de descartarlo en un caso idéntico en lo sustancial al
del presente recurso de amparo. El ATC 195/2001, de 4 de julio, FJ 4, declara que "constituye ya
doctrina consolidada que el cómputo de los plazos procesales es una cuestión de legalidad ordinaria que
compete resolver a los órganos judiciales en el ejercicio de su propia y exclusiva potestad jurisdiccional
(art. 117.3 CE), y que el problema sólo adquiere relevancia constitucional cuando la interpretación de la
normativa aplicable al supuesto controvertido que determina la inadmisibilidad del recurso sea
manifiestamente irrazonable o arbitraria, incurra en error patente o asuma un criterio hermenéutico
contrario a la efectividad del derecho a la tutela judicial (SSTC 201/1987,200/1988,32/1989
155/1991, 132/1992 ,75/1993, 302/1994 y 165/1996 ), cuando, como en este caso, de acceso a la
jurisdicción se trata". Sobre esta base, considera que la resolución judicial (que inadmitió el recurso con
base en un criterio de cómputo idéntico al aplicado en el presente caso por el Tribunal Económico-
Administrativo Central y la Audiencia Nacional) no vulnera el derecho fundamental a acceder a la
justicia porque "se limita a aplicar el art. 58.1 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa
de 1956, que, como se decía en la STC 32/1989, de 13 de febrero, contempla el cómputo del plazo de dos
meses para la interposición del recurso 'de acuerdo con el sistema de 'fecha a fecha', según el cual el
plazo se inicia al día siguiente de la notificación y tiene como último día hábil el del mes correspondiente
que coincida con aquel en que se realizó la notificación' (FJ 3)". Afirma en este sentido que "es doctrina
mayoritaria de la Sala Tercera del Tribunal Supremo que, a fin de que no se compute dos veces una
misma fecha, el plazo de los dos meses que el artículo 58 de la Ley Jurisdiccional establece para la
interposición del recurso contencioso-administrativo, si bien se cuenta desde el día siguiente a la
notificación de la resolución que se pretende recurrir, termina el día en que se cumplan los dos meses
pero contado desde la misma fecha de la notificación ( Sentencia de 6 de junio de 2000 )". Dicho de otro
modo, "que en los plazos que se cuentan por meses, el plazo concluye, ya dentro del mes correspondiente,
el día que se designa con la misma cifra que identifica el día de la notificación o publicación".

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Debe descartarse, pues, que las Sentencias impugnadas en amparo hayan vulnerado el derecho
fundamental del demandante a la tutela judicial efectiva (art. 24.1 CE (LA LEY 2500/1978)), en su
vertiente de acceso a la justicia.

Así aplicando esta doctrina y Jurisprudencia al caso de autos, debemos declarar la inadmisibilidad del
recurso por haber sido interpuesto de forma extemporánea, al haber transcurrido en exceso el plazo
de dos meses establecido en la LJCA. Ya que consta acreditado en el documento 17 del expediente
administrativo, folio 389 del mismo y al folio 393, que la resolución recurrida, de fecha 28 de
septiembre de 2015, fue notificada a las Comunidades de Regantes de DIRECCION000, DIRECCION001
y DIRECCION002 en el domicilio de la CALLE000 número NUM001, 30850 Totana (Murcia) el 30 de
septiembre de 2015, como así consta en el sello de entrada. Este domicilio es el que figura en el
encabezamiento del recurso de reposición (folio 382 del EA) interpuesto conjuntamente por todas las
Comunidades de Regantes. Y llegó a conocimiento de todas ellas, aunque el sello de entrada sea de la
Comunidad de Regantes de Totana, pues en el escrito de interposición del recurso contencioso-
administrativo así se manifiesta, y ninguna referencia se hacía a que se hubiera recibido la notificación
en fecha distinta. Incluso acompañaban con su escrito de interposición la resolución donde se constata
la fecha de entrada de 30 de septiembre.

Es cierto que el escrito de interposición lleva fecha de 26 de noviembre de 2015, pero la presentación
no se produjo, como consta en el mensaje LexNET-Acuse, hasta las 13:04 h. del 04/12/2015. Por tanto,
es evidente que en esa fecha había transcurrido el plazo de dos meses establecido por el art. 46 de la
Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, contado de fecha a fecha; plazo que había vencido
el lunes 30 de noviembre de 2015 (1 de diciembre si aplicamos el art. 135 de la LEC). Por lo que al
presentarse el recurso el 4 de diciembre, ya habían transcurrido los dos meses citados. Procede por lo
tanto inadmitir dicho recurso contencioso administrativo, de acuerdo con el art. 69 e) L.J. de 1998 , en
relación con el art. 46.1 de la Ley Jurisdiccional , y con los arts. 5 del Código Civil, 185 LOPJ y art. 305
LEC , teniendo en cuenta que se han cumplido, al realizar la notificación, los requisitos establecidos en
los arts. 58 y 59 de la Ley 30/92, y en concreto se informaba a las recurrentes en el acto notificado,
que contra la resolución podían formular en el plazo de dos meses recurso contencioso-
administrativo ante la Sala, de conformidad con los preceptos legales de aplicación que cita (según se
observa en el texto de la resolución notificada, folio 392).

Llega la Sala a dicha conclusión teniendo en cuenta por un lado que la parte recurrente, en su escrito
de conclusiones, no alude a la referida causa de inadmisibilidad alegada por el Sr. Abogado del Estado
en la contestación a la demanda, pese a que se le dio traslado de la misma, como así consta al folio 112
de los autos, y por otro que la jurisprudencia señalada que viene reiterando que los plazos
establecidos por meses se cuentan de fecha a fecha, lo cual significa que el cómputo se inicia al día
siguiente de la notificación y finaliza el día correlativo a la misma, es decir, que si un mes comienza a
contarse en determinada fecha, en la misma del mes siguiente comienza un nuevo mes, lo que significa
que la fecha final viene referida al día en que se produjo la notificación. En otras palabras, el cómputo
del plazo de dos meses ha de iniciarse al día siguiente de la notificación del acto impugnado, y fenece

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el día cuyo ordinal coincida por segunda vez con el que sirvió de punto de partida ( SSTS, Sala 3ª, de
11 y 25-5-77 , 21-2-79 y 17-9-83 ).

TERCERO.- En razón de todo ello procede inadmitir el recurso contencioso administrativo formulado;
sin apreciar circunstancias suficientes para hacer un especial pronunciamiento en costas (art. 139 de
la Ley Jurisdiccional).

En atención a todo lo expuesto, Y POR LA AUTORIDAD QUE NOS CONFIERE LA CONSTITUCIÓN DE LA


NACIÓN ESPAÑOLA,

FALLAMOS

Inadmitir el recurso contencioso administrativo nº. 939/15 interpuesto por las Comunidades de
Regantes DIRECCION000 , DIRECCION001 y DIRECCION002 , contra la resolución de 28 de
septiembre de 2015, dictada por la Presidencia de la Confederación Hidrográfica del Segura,
desestimatoria de los recursos de reposición interpuestos por los respectivos presidentes de las
Comunidades de Regantes DIRECCION000 , DIRECCION001 y DIRECCION002 , contra la resolución de
la misma Presidencia de 2 de mayo de 2014 recaída en el expediente NUM000 , por la que se deniega
la anotación en el Catálogo de Aguas Privadas del aprovechamiento solicitado constituido por cinco
sondeos (Los Mochuelos I, Los Mochuelos II, Los Mochuelos III, Los Mochuelos IV y El Olivar), así
como del aprovechamiento vinculado a los sondeos El Gredero y El Casón, por haber sido presentado
fuera del plazo de dos meses legalmente establecido; sin costas.

La presente sentencia solo será susceptible de recurso de casación ante la Sala de lo Contencioso-
Administrativo del Tribunal Supremo, de conformidad con lo previsto en el artículo 86.1 de la Ley
reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, siempre y cuando el asunto presente
interés casacional según lo dispuesto en el artículo 88 de la citada ley. El mencionado recurso de
casación se preparará ante esta Sala en el plazo de los 30 días siguientes a la notificación de esta
sentencia y en la forma señalada en el artículo 89.2 de la LJCA.

En el caso previsto en el artículo 86.3 podrá interponerse, en su caso, recurso de casación ante la
Sección correspondiente de esta Sala.

Así por esta nuestra sentencia, de la que se llevará certificación a los autos principales, lo
pronunciamos, mandamos y firmamos.

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