APORTES Y DEUDAS DE LAS CIENCIAS SOCIALES
EN SALUD
(Mesa Redonda)
COORDINADOR:
Susana Margulies, Antropdloga. Profesora Adjunta de la Facultad de Filosofia
y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
PANELISTAS:
Dr. Saal Franco Agudelo, Médico. Miembro del niicleo de estudios sobre vio-
lencia y salud de Ia Escuela de Salud Publica de Rio de Janeiro de fa Fundacion
Oswaldo Cruz, Brasil.
Silvia Chiarvetti, Psicéloga. Presidenta de la Asociacién de Psicdlogos de Buc-
nos Aires.
Silvia Gerschman, Socidloga, Especialista en Ciencias Polfticas. Investigadora
y Profesora y Miembro del nticleo de estudios de politicas en Salud de la Escucla
de Sulud Piiblica de Rio de Janciro de la Fundacién Oswaldo Cruz, Brasil.
Lic, Emilio Tenti, Soci6logo. Profesor Titular de Teorfas Socioldg: Contem-
Pordneas cn la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires,
Susana Marguiles: - Esta inuoduccién supone traemos a la memoria el panel
del aiio pasado, porque este panel ya ticne su historia que la rcunién de ese panel
suscitd debates por demds acalorados, diferencias, incluso enfrentamientos. A mi
juicio también tuve la tarea de coordinarlo; era dificil. Yo creo que esas dificulta-
des en el desarrollo de ese pancl tiene que ver con cl contexto de las jornadas pa-
sadas y con la propia modalidad de integracién de ese panel. Pero también tiene
que ver con algo mas general que son las dificultades de integracién -al menos
cn nuestro pais-, de las Cier Sociales en Ia salud. Y que -csto parece una pa-
radoja-, en un pafs que tiene importantes antecedentes de estudios en Medicina328 “APORTES Y DEUDAS DE LAS CIENCIAS SOCIALES EN SALUD"
Social pero que tiene también importantes antecedentes en materia de disconti-
nuidad y emigraciones. Y que ha afectado todos los desarrollos en Argentina pe-
r0 muy especialmente ol de las disciplinas sociales. Un poco este va a ser alguna
de las teméticas que se van a trabajar hoy, esto es, la historia de algunas de estas
disciplinas, su conformaci6n y su traycctoria. Pensar lo social en la salud -y voy
a ser muy breve- supone no pensar cn una variable, pensar en las practicas, en
los haberes y las relaciones que son el emergente de condiciones histéricas, polf-
ticas, econdmicas y sociales, -esto es lo social-, no ¢s una variable que pueda en-
tenderse como afiadida.a otras, como una suma de partes. Desde la visién critica
de la Medicina Social se propone la nocién de determinacién social de los fend-
menos de salud-enfermedad. Esto supone no una variable que se afade, sino un
principio ordenador que permite dar cuenta de una visién de totalidad, que per-
mita revelar esa totalidad y ademas, dar cuenta de los acontecimientos singula-
res. Semejante vision estaba muy lejos de una visién positivista como las que se
ejemplificaron las otras noches, sino tienen que ver con una concepcién diferente
que no diferencia cl sujeto del objeto, sino que mas bien el sujeto es parte del ob-
jeto que estudia, en tanto, el cientifico es también un ser practico. Por lo tanto,
un conocimiento de este tipo supone un compromiso que tiene una doble faccta,
Es un compromiso prictico sin duda, pero también es un compromiso tedrico.
Porque abordar Ia realidad de las condiciones de salud y su respuesta social su-
pone dar un rodeo, un rodeo por et cual es preciso definir conceptos de disti
niveles de operatividad, precisar abordajes metodolégicos, definir también ins-
trumentos y técnicas adecuadas. En esa dificil tarea que yo denomino compromi-
so intelectual 0 tedrico de este doble compromiso a la vez prictico y teérico se
va a debatir esta larde. Asi que dejo con ustedes a los panelistas.
Silvia Chiarvetti: - Como inicio de mi exposicién, necesito manifestar que he
aceptado formar parte de esta mesa porque, por un lado, como Presidenta de la
Asociacién de Psicdlogos de Buenos Aires me ha parecido de una gran impor-
lancia politico-gremial, que la psicologia tenga un espacio en este debate; por
otro, porque sin ser una experta en el tema salud, algunas cuestiones he pensado,
que quisiera poder transm:
Teniendo en cuenta que el marco, en el que esta mesa tiene cabida, es alrede-
dor del polémico tema de la Atencién Primaria de la Salud, no plantearé si la
Psicologia es una Ciencia Social; es mas, ni siquiera me preguntaré si es una
ciencia. Dejaré abierta la cucstidn, ya de por sf trabajosa y conflictiva, refirién-
dome a la psicologia de manera indistinta, como ciencia o disciplina, para que
aquellos que ya tengan una posicién tomada puedan darle el estatuto elegido. Si
reclamaré, al menos, que la psicologia se defina como practica social, no pudien-
do cludirse entonces una opcidn: su descontextualizaci6n de la realidad hist6ri-Il JORNADAS DE A.P.S. - CONAMER - A.R.H.N.R.G, 329
co-social precipitindola en cl cientificismo 0 su definicién como ciencia, disci-
plina o practica contextualizada. Pues tal, como bien lo formula Mario Testa, la
ciencia como problema social tiene una doble determinacién, la que proviene de
los contenidos especilicos y concretos propios del enigma que intenta resolver y
la que proviene del contexto social que determina su adecuacién o inadecuacién
a dicho contexto.
Este concepto de ciencia contextualizada, nos introduce de Ileno en la articu-
lacién o intima vinculacién entre la ciencia y la politica. Amelia Podetti en su ar-
culo “Ciencia y Politica: apones para un encuadre del problema”, planted lici-
damente la cuestion, Ella decia: “una sociedad se determina y opera en todos los
niveles requeridos para su subsistercia y desarrollo, conforme a un proyecto po-
Iftico fundamental, Este proyecto determina sus fines, sus valores, su estructura
interna, sus relaciones con otras s9ciedades, su concepcién del hombre, de Ia
economia, del cstado, del poder y también su concepcidn de la naturaleza y de
sus relaciones con ella asi como del conocimiento y de la técnica”. Y agregaba
més adelante: “la ciencia es politica no exwrinsecamente y por el uso politico que
se hace de ella, sino que lo es ya, porque expresa y sirven sus categorias en su
manera de recortar y categorizar su objeto, en sus contenidos, en sus métodos, en
el lugar que ocupa dentro de! sistema cultural, en la imterpretacion que se elabora
acerca de ella, en sus fines y en sus aplicaciones, el proyecto politico fundamen-
tal de una sociedad determi
Todos sabemos que la Atencién Primaria de la Salud se ha convertido en el
eje que atraviesa las propuestas que hoy se despliegan en relacién a la salud en
general. El campo de la Salud Mental no ha escapado a ella y la psicologfa se en-
cuentra, cn particular, bastante conmocionada por esta cuestién. No solamente
porque reabre en su 4mbito antiguos problemas, sino también porque en su nom-
bre se toman decisiones en las que se juega mucho del destino de esta disciplina
y del conjunto de los psicdiogos, a tal punto, que hasta sc proponen cambios cu-
rriculares de fondo en ia carrera de Psicologia de la UBA, en un intento de ade-
cuar la formacién de los futuros psicdlogos para que sean capaces de dar res-
Pucsta @ una supuesta demanda de la comunidad en tal sentido. Y digo supuesta,
porque hasta ahora no estd claro cudl ha sido cl mecanismo de consulta a la co-
munidad,
Sabemos también que la APS es la base de la estrategia en la “Salud para to-
dos en el aio 2000”. Si se habla de estrategia, es decir, la forma en que se imple-
menta la politica, debemos reconocer que existe un proyecto politico que es su
Soporte; proyecto politico de quién para quienes. Y ésle es en mi opinién, un
anélisis que desde nuestra concepcién de ciencia contextualizada, no podemos
postergar; aporte fundamental que la psicologia, desde su recorie especifico, de-
be producir en el tema salud. Pero para siluar un poco mas el problema, en mi in-