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La fobia escolar es el rechazo prolongado que un niño experimenta a acudir a la escuela por algún

tipo de miedo. Este miedo puede estar relacionado con factores como la escolaridad (miedo al
maestro, bajo rendimiento escolar, problemas con los compañeros); los sucesos vitales negativos
(enfermedad prolongada, ruptura de la unión familiar) o la ansiedad ante la separación de los
padres (negativa a separarse de la madre), entre otros motivos.

Síntomas de la fobia escolar en los niños

Niño con fobia o miedo de ir a la escuela

Cuando el niño llora a la hora de ir al colegio no siempre se trata de fobia escolar. Por eso, hay que
diferenciar esta fobia de lo que llamamos rechazo escolar, que consiste en una decisión consciente
por parte del niño de negarse a ir al colegio, que nada tiene que ver con la ansiedad que le
produce la fobia escolar.

- Síntomas fisiológicos: sudoración de las manos y el cuerpo, tensión muscular elevada, vómitos,
diarrea, alteraciones en la alimentación y en los hábitos de sueño.

- Síntomas cognitivos: temor a todo lo relacionado con estar en el colegio sin poder especificar a
qué episodio en concreto. Lo llamativo es que el temor desaparece cuando vuelve del colegio y,
reaparece al día siguiente, cuando debe partir hacia él.

- Síntomas en el comportamiento: conducta negativa. Monta un escándalo, si se le obliga a


vestirse o a desayunar. Grita, llora y, cuando debe permanecer en clase, su conducta es muy
perturbadora.

Diagnóstico y tratamiento de la fobia escolar en niños

Cuando el niño emite y repite estos síntomas durante, al menos, unos 6 meses, necesitará de una
atención especial e incluso de una terapia para evitar posibles repercusiones en sus estudios y en
la realización de sus tareas escolares. Los niños, a diferencia de los adultos, no reconocen la
situación como irracional.

Antes de cualquier tratamiento psicológico, es recomendable acudir al pediatra para que descarte
que dichos síntomas no están relacionados con algún problema fisiológico. Cuando se ha
descartado la existencia de problemas de salud, será el psicólogo el encargado de diagnosticar y
tratar la fobia escolar en base a unos parámetros específicos.
Recomendaciones para los padres

- Habla con tu hijo, con sus hermanos, sus amigos y sus maestros.

- Adaptación paulatina. Conviene que el niño se vaya incorporando al colegio poco a poco.

- Compañía. Intenta que alguien del colegio recoja al niño en la puerta y le acompañe a la clase.

- Confianza. El niño debe acudir a una clase en la que tenga amigos o su profesor sea de confianza
para él.

- Familiaridad. Es bueno acudir a la escuela en horas en que no haya clase para que se familiarice
con el centro.

- Atención. Recompensa al niño con tu atención. Establece un sistema formal de recompensas.

- Actitud positiva. Evita alimentar con tus opiniones los comentarios negativos del niño sobre el
centro y la escolaridad.

- Rutina diaria. Organiza una rutina diaria a nivel de horarios y normas.

- Amistades. Fomenta las amistades escolares para que se establezcan también fuera del centro
escolar.

Fobia escolar
Hay niños que se resisten a ir a clase o que hacen novillos, pero algunos
sienten verdadero terror a ir al cole. Es lo que se conoce como fobia
escolar, un problema difícil de detectar. Conoce sus causas.
Escrito por Dra. Vanesa Fernández López, Psicóloga, especialista en emociones

Consejos para afrontar la fobia escolar


 Qué es la fobia escolar
 Síntomas y diagnóstico de la fobia escolar
 Causas de la fobia escolar
 Consejos para afrontar la fobia escolar
Compartido:

La actitud de los padres es fundamental a la hora de detectar y abordar un


problema de fobia social. Por un lado no se debe permitir que el niño no vaya
a la escuela. Sin embargo, una actitud rígida e impositiva al respecto puede
sensibilizar aún más al menor. Es por ello que los padres deben mostrar una
actitud comprensiva y de aceptación de lo que al niño le ocurre, pero de “no
aprobación” de su comportamiento resultante: no ir a clase. Por ejemplo,
pueden usar frases como “Me doy cuenta de que lo pasas mal cuando debes
ir al colegio y te comprendo, pero tenemos que buscar la forma para ayudarte
a que pierdas el miedo”. O “es importante ir al cole y yo estoy dispuesto a
ayudarte de la manera en que lo necesites, pero quedándote en casa no lo
estoy haciendo”.

Volver al cole es la terapia más eficaz pues, como en el resto de las fobias,
es muy importante ayudar al niño a enfrentarse a su miedo. A la exposición
se pueden añadir otras técnicas como la relajación previa en casa para que
el niño vaya menos activado, o la visualización emotiva de imágenes
agradables (por ejemplo verbalizar al niño las cosas buenas que puede
encontrar cuando vaya a clase, así como la forma de resolver las dificultades
que podría encontrar allí con su profesor u otros compañeros). Un
psicoterapeuta especializado es quien entrena a los padres en la aplicación
de estas técnicas.

Si conocemos el motivo por el cual el niño no quiere ir al colegio es importante


hablar de esto con él y transmitirlo en la escuela, para que también lo tengan
en cuenta facilitándole el terreno en la medida de lo posible (por ejemplo, si
hay un niño que le insulta debemos pedir a su tutora que esté especialmente
pendiente de dicho niño y del comportamiento de nuestro hijo).

De una manera suave, pero firme, los padres deben insistir en el regreso
inmediato del niño a la escuela, por lo que deben explicarle que debe volver
al día siguiente y así cumplirlo. Después, es recomendable que durante el
camino a la escuela se elija un tema de conversación agradable para vuestro
hijo, sin evitar la conversación en caso de que el pequeño exprese su
malestar, pero manteniendo la postura de que debe ir a la escuela y afrontar
sus miedos.

También es importante que los padres ayuden al niño fuera de casa a pasar
más tiempo con otros chicos y chicas de su edad y no tanto con ellos. De esta
manera, adquirirá las habilidades sociales adecuadas para relacionarse con
sus compañeros de clase.

¿Qué se puede hacer desde el colegio?


El papel que juega el colegio, sus profesores, en la fobia escolar es también
fundamental a la hora de detectarla, pero mucho más aún a la hora de
eliminarla. La actitud de los docentes debe ser tolerante y comprensiva a la
vez que firme respecto a la importancia de acudir al cole todos los días.

La escuela no debe sobreproteger al alumno con fobia escolar, pero sí


facilitarle las cosas en la medida de lo posible, colaborando con los padres y
un psicólogo especialista. Especialmente si el problema del niño radica en
algún aspecto que provenga del colegio, éste deberá hacerse cargo de
abordarlo de forma inmediata con el fin de poder facilitar el bienestar del
alumno en su aula.

Por otro lado, es importante que los profesores empleen el refuerzo positivo
ante la conducta del niño a venir a clase; esto es, nunca hay que ridiculizarle,
sino animarle por haber venido, elogiando sus logros y avances en este
terreno de una forma sutil, para que no se sienta distinto a sus compañeros.

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