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Un ratón goloso en Nochebuena

Descripción: Durante la víspera de Navidad, un simpático ratoncito se come la cena de Nochebuena, sin
sospechar que recibirá la visita de alguien muy especial.

Personajes: Enrique, Hada, Clarita, Tom, Sora

PRIMER ACTO

Enrique, un ratón gordito y muy goloso, se encuentra en el interior de una gran alacena llena de quesos,
carnes y dulces empaquetados. A su alrededor hay varias sobras de comida y él, haciendo mucho ruido,
termina de embutirse un enorme trozo de galleta. En escena entran sus amigos, los ratones Clarita, Tom y
Sora, quienes se sorprenden al verlo.

Tom: ¡Enrique, te comiste todo lo que habíamos reunido para Nochebuena!

Sora: ¿Ahora cómo vamos a celebrar la víspera de Navidad?

Clarita: ¡Qué glotón eres! ¿Cómo puedes ser tan egoísta?

Enrique se pone de pie y los mira, enfadado.

Enrique: ¡Arreglárselas como puedan!

Sale de escena mientras sus amigos se quejan y niegan con la cabeza.

SEGUNDO ACTO

En un rincón de su ratonera, Enrique se queja y se frota el estómago.

Enrique: Ay Dios, que dolor, que dolor… tal vez no debí comer tanto…

Hada (voz fuera de escena): Es muy tarde para lamentarse, ¿no crees?

Enrique mira a su alrededor, sobresaltado.

Enrique: ¿Qué? ¿Quién dijo eso?

Una joven hermosa y de vestido esmeralda, entra en escena. Lleva una varita en la mano y un par de alas
traslúcidas en la espalda.

Hada: Soy el Hada de la Navidad, Enrique y he venido para hacerte reflexionar sobre tus acciones. Has sido
un ratoncito muy egoísta, ¿sabes?

Enrique: ¡Bah! No me arrepiento de nada, la Navidad es para disfrutarse al máximo.

Hada: ¿A coste del enojo de tus amigos y tu propio sufrimiento? Mírate ahora, no puedes ni ponerte de
pie de lo mucho que te duele la barriga. La glotonería nunca ha sido buena para nadie, Enrique.

El ratón baja la cabeza, avergonzado.


Hada: Ese malestar se te pasará tarde o temprano, pero el daño que hiciste a tus amigos no, a menos que
hagas algo para solucionarlo. Piénsalo Enrique, la Navidad solo es hermosa cuando estamos con quienes
nos aman.

El hada desaparece de escena y Enrique suspira.

TERCER ACTO

Enrique entra corriendo en escena, mirando como el resto de los ratoncitos mordisquean una galleta.

Enrique: ¡Amigos, amigos! No saben lo que me sucedió anoche.

Tom: Sí, que tuviste un dolor de estómago por glotón.

Enrique: ¡No! Bueno, sí… un poco… pero también me visitó el hada de la Navidad y me hizo comprender
algo muy importante.

Los ratones se miran entre ellos, con recelo.

Sora: ¿Qué?

Enrique: Que la Navidad no se trata de comer y ser egoístas, sino de compartir con las personas que
queremos. Y ustedes son mis amigos y los quiero. Así que para disculparme, les traje algo muy especial.

Enrique sale de escena un momento y vuelve a aparecer, llevando un pedazo de pastel enorme.

Clarita: ¡Pastel de queso!

Enrique: Lo encontré en el comedor de la casa. Espero que les guste. ¿Pueden perdonarme por portarme
tan mal? Prometo ya no ser tan glotón.

Los ratones se vuelven a mirar, pensativos. Luego sonríen y asienten con la cabeza.

Tom: ¡Te perdonamos, amigo! ¡Feliz Navidad!

Enrique: Feliz Navidad, amigos.

Los cuatro se abrazan y se disponen a disfrutar del pastel.

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