¿Qué es la liturgia?

¿Qué es la liturgia? Sin duda uno de los pilares fundamentales de la vida cristiana, donde cada
persona tiene la oportunidad de entrever el misterio divino y vivirlo en comunidad. En los más de
2000 años con que cuenta la Iglesia Católica, ha habido distintas formas de entender la liturgia, y
su acepción ha ido evolucionando desde una perspectiva más ceremonial, enfocada en el rito,
hasta una comprensión más espiritual de esta, vinculada al Misterio de Cristo; como dice
textualmente el Sacrosanctum Concilium, “Se considera la Liturgia como el ejercicio del sacerdocio
de Jesucristo. En ella los signos sensibles significan y, cada uno a su manera, realizan la
santificación del hombre, y así el Cuerpo Místico de Jesucristo, es decir, la Cabeza y sus miembros,
ejerce el culto público íntegro.” La importancia de la liturgia radica en que a través de ella nos
hacemos participes de la palabra de Dios, y mediante su aplicación en nuestras vidas diarias
celebramos la vida y se nos entrega la salvación a través de Cristo.

El sacerdocio de Cristo se refiere a que desde su Encarnación Jesús es sacerdote, ya que su vida es
un constante sacrificio; fue necesaria la encarnación de Cristo y su sacrificio para que fuera posible
la salvación de la humanidad. Por tanto, el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo hace referencia a
que no hay sacerdocio fuera de Cristo, la vida del sacerdote debe ser la vida de Jesús en él. (Esto
es tomado de un resumen de Teología del sacerdocio ministerial según san Juan Eudes)

La liturgia tiene dos momentos principales, el culto al Padre y la santificación del hombre. En el
primero se realiza la alabanza a Dios, que ocurre en la Verdad y en comunión con el Espíritu Santo,
donde se acepta a Dios en el “corazón” y se adecua nuestra vida a él. La santificación del hombre
vendría a ser la acción de Dios sobre nosotros mediante el Espíritu Santo; es la transformación en
lo que realmente somos, por lo que la liturgia se vuelve el canal mediante el cual nos acercamos a
la gracia de Dios. Concluyo entonces que la liturgia es un canal bidireccional, donde por una parte
nosotros nos acercamos a Dios mediante la adoración y la aceptación de su palabra, y por otra
parte Dios se acerca a nosotros con el fin de entregarnos la salvación; converge lo divino y lo
terrenal.

Tal vez el momento mas importante de la liturgia es la eucaristía. Este es el sacramento donde se
recibe a Jesús presente en el pan y el vino. En el concilio Vaticano II se establece como fuente y
cima de toda la vida cristiana, ya que se recibe íntimamente a Cristo mismo, no un simbolismo, y
se manifiesta su amor en quien lo recibe. Podríamos decir entonces que este sacramento conlleva
la unión de Cristo con su Iglesia.

A modo de conclusión, podríamos decir que la liturgia constituye una puerta para los cristianos, la
cual permite entrever lo divino. Mediante ella, Jesús nos hace partícipes activos de su misterio,
nos entrega su palabra, y nos entrega la salvación. Es uno de los pilares para la vida cristiana, ya
que en primer lugar lleva a las personas a la unión con Dios y a vivir su palabra, y por otro lado
permite desarrollar una vida en comunidad.