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Actividad del Docente 1:

- La libertad de expresión.

1. — Libertad de Pensamiento y libertad de expresión.


La libertad de expresión es una exteriorización de la libertad de pensamiento.
El pensamiento es incoercible y se sustrae a terceros. No puede decirse, entonces, que el
hombre sea titular de un “derecho” a la libertad de pensamiento. Ese derecho aparecerá
solamente cuando el pensamiento se exteriorice, o sea, cuando se exprese. Y en ese caso ya
deberá hablarse del derecho a la libertad de expresión, porque el pensamiento es conocido
por terceros.
- La libertad de expresión y su vinculación con los medios de comunicación masiva.
- Diversos aspectos de la libertad de expresión: La libertad de información La libertad de no
expresarse, el secreto profesional, La libertad de creación artística, La expresión
cinematográfica, La expresión por radio y televisión, Los contenidos humorísticos, La
publicidad comercial, El derecho de réplica.
-
- La Libertad de Prensa:
- Antes y después de la Reforma de 1994.
- Marco Normativo arts. 14 y 32 CN, art. 14 Pacto San José de Costa Rica, art. 19 Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
-Art 14 CN:
- El presupuesto de la “existencia” de la prensa: el “Hay” y el “Debe haber”.
- El contenido de la libertad de prensa: a) para el autor y b) para el periódico (en la persona
de su propietario o editor).
- La obligación de publicar.
2. — Libertad de expresión y libertad de prensa.
La libertad de expresión es el derecho a hacer público, a transmitir, a difundir y a exteriorizar
un conjunto de ideas, opiniones, críticas, imágenes, creencias, etc., a través de cualquier
medio: oralmente; mediante símbolos y gestos; en forma escrita; a través de la radio, el cine,
el teatro, la televisión, etcétera.
Cuando encontramos en el texto histórico de la constitución formal las normas sobre libertad
de prensa (arts. 14 y 32) y, en cambio, no encontramos expresamente ninguna norma que
cubra a la libertad “de expresión” en todas sus formas (incluidas las distintas a la prensa),
decimos que respecto a la expresión a través de medios que “no son prensa” hay una carencia
histórica de norma, o sea, una laguna en el orden normativo. Esa laguna suscita la integración
del orden normativo para llenar el vacío.
Haciendo jugar por analogía la norma sobre libertad de prensa, y acudiendo a los principios
sobre libertad (que desde el preámbulo contiene la constitución), llegamos a la conclusión de
que nuestra constitución protege la libertad “de expresión” en todas sus formas.
Hacemos aquí una interpretación dinámica de la constitución, que asimila los cambios y
formas de expresión actuales que no eran conocidos por el constituyente histórico.
Del fallo de la Corte en el caso “Ponzetti de Balbín”, del 11 de diciembre de 1984, surge
claramente que las normas sobre prensa e imprenta que contiene la constitución no deben
interpretarse literalmente, sino con una proyección que cubra la libre expresión e información
a través de otros medios distintos de la prensa escrita.

3. — Después de la reforma constitucional de 1994 el texto ofrece otros


parámetros adicionales para el analogado con la prensa escrita. Así, las alusiones
del art. 75 a la investigación y al desarrollo científico y tecnológico, su difusión y
aprovechamiento (inc. 19 párrafo primero); a la identidad y pluralidad cultural, la
libre creación y circulación de las obras del autor, el patrimonio artístico y los
espacios culturales y audiovisuales (inc. 19 párrafo cuarto); y al derecho a una
educación intercultural para los pueblos indígenas (inc. 17).
Expresamente, el art. 38 garantiza a los partidos políticos el acceso a la
información pública y la difusión pública de sus ideas. (Ver nº 8 j).
La equiparación actual de todos los medios de expresión
4. — Hay que dividir los tiempos en dos etapas: una, hasta 1984 (fecha de
ratificación del Pacto de San José de Costa Rica) y 1986 fecha de ratificación del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos); otra, posterior a 1984 y 1986
hasta la actualidad, haciendo todavía una nueva subdivisión en este lapso, antes y
después de la reforma constitucional de 1994 que revistió a aquellos tratados de
jerarquía constitucional. Veamos.
a) En el contexto de la constitución antes de 1984-1986 era muy razonable
sostener que cuando se extendía a la libertad de expresión por medios que no son
prensa una protección “análoga” a la que el art. 14 asigna a la libertad de prensa,
había que computar las semejanzas y las diferencias entre la prensa y los demás
medios de expresión.
No atribuir identidad a una y a otros permitía brindar a los segundos una tutela “parecida”,
pero no igual, a la que cubre a la prensa. Por ende, la prohibición absoluta de censura previa
del
art. 14 a favor de la prensa no se trasladaba necesariamente, ni siempre, ni en todos los casos,
a
la libertad de expresión a través de radio, cine, televisión, etc. En lo que estos medios tienen
de
distinto con la prensa por su difusión y su accesibilidad disímiles, por su penetración en la
intimidad de los hogares, por su fuerza audiovisual masiva, etc., podían ser objeto de controles
preventivos en razón de moralidad pública, orden público, derechos de terceros, etc. Ello
siempre con razonabilidad suficiente.
Personalmente, sosteníamos tal postura en la convicción de que “no es lo mismo” la prensa
escrita que los otros medios de comunicación masiva.
b) Desde 1984-1986 hasta la reforma de 1994, los tratados incorporados al
derecho argentino —aunque entonces de rango inferior a la constitución—
inyectaron por analogado las normas amplias sobre libertad de expresión y
prohibición de censura; b‟) a partir de la reforma de 1994 que les confirió
jerarquía constitucional, tales normas de los referidos tratados colocan sus
dispositivos fuera de la constitución pero con su mismo nivel, afianzando la
equiparación.
En consecuencia, conjugando la constitución y los tratados internacionales
hemos de sostener que ahora la censura previa queda prohibida en nuestro
derecho constitucional no solamente para la prensa, sino para toda forma de
libertad de expresión.
5. — Con esta abolición total de la censura, caen asimismo y simultáneamente todos los
controles preventivos razonables que antes considerábamos viables.
La cuestión no se reduce sólo a la abolición de la censura y de los controles previos.
Alcanza para aseverar que, desde el punto de vista constitucional, el amparo global a la
libertad
de expresión en todas sus formas y manifestaciones se ha vuelto idéntico para todas ellas, y
que
ya no cabe introducir diferencias entre la prensa y los demás medios de comunicación social.
6. — Si de alguna manera se podía decir ya antes de 1984 y 1986 que la libertad “de
prensa” era una de las que, en vocabulario constitucional de los Estados Unidos, se denominan
“preferidas”, hoy corresponde hablar de la libertad “de expresión” como libertad preferida.
Aún así, no es viable derivar de tal preferencia el carácter absoluto de la libertad de
expresión porque, como todos los derechos, ella es también un derecho relativo, o sea,
limitado,
limitable razonablemente y con una función social.
El triple deslinde de la libertad de expresión
7. — Cuando se analiza la libertad de expresión es imprescindible la
vinculación con los medios de comunicación masiva o social, porque no es lo
mismo la libre expresión individual que la que se difunde y transmite a través de
tales medios a toda la sociedad y al público general.
Por eso, en un sentido lato, conviene distinguir tres aspectos: a) la libertad de
expresión como derecho personal; b) la proyección socio-institucional de la
libertad de expresión a través de los medios de comunicación masiva
contemporáneos (prensa escrita, radio, televisión, publicaciones de toda índole,
etc.); c) la naturaleza empresaria y lucrativa de la actividad que desarrollan los
referidos medios.
En el aspecto del inc. b) referido a la proyección socio-institucional hay que
captar bien que es imprescindible el derecho a buscar, recibir y transmitir
información; a formar y difundir opiniones públicas; a circular noticias e ideas; a
criticar y disentir; a efectuar crónicas culturales, científicas, educativas,
humorísticas y de entretenimiento, todo lo que compone un vasto espectro de
libertad que necesita márgenes amplios en un sistema democrático.
En el aspecto del inc. c) que atañe a la actividad empresarial y comercial propia del
periodismo de masas en expansión explosiva, nos negamos a reconocer que los medios de
comunicación social hayan de quedar exonerados de las cargas fiscales y de las obligaciones
que gravan a toda actividad lucrativa. Si bien la función social que cumplen tiene que
resguardarse en forma holgada, lo que hay de lucrativo, de industrial, de comercial, etc. en la
actividad de los medios de comunicación resulta perfectamente equiparable a cualquier otra.
Tal
paridad de situaciones priva de toda base razonable a cualquier discriminación que se ampare
en
la libertad de expresión y en el rol socio-institucional de las empresas periodísticas.
En el caso “La Prensa”, del 2 de setiembre de 1987, la Corte sostuvo que los diarios no se
hallaban comprendidos en el régimen de la ley de abastecimiento 20.680 y que, por ende,
resultaba inaplicable a una empresa periodística la multa legal a causa del aumento del precio
del ejemplar sin autorización previa, ya que de lo contrario se llegarían a comprometer las
normas constitucionales sobre libertad de prensa.
Otras proyecciones en el contenido de la libertad de expresión
8. — La libertad de expresión no se agota en la prensa y en los medios
distintos de ella. Hay otros aspectos fundamentales, a saber:
a) La libertad de información que importa el acceso libre a las fuentes de
información, la posibilidad de recoger noticias, transmitirlas y difundirlas, y de
resguardar razonablemente en el secreto la fuente de donde esas noticias se han
obtenido. Esta libertad de información obliga a puntualizar que: a‟) el estado no
puede cohibir ni monopolizar las fuentes de información; a‟‟) el periodismo —entendido en
sentido lato— no debe soportar restricciones en el acceso a dichas
fuentes; a‟‟‟) el público en general —es decir, los hombres— tiene derecho a que
las mismas fuentes sean abiertas, públicas, veraces y accesibles; a‟‟‟‟) debe
preservarse razonablemente el secreto de dichas fuentes.
b) La libertad de no expresarse, o sea, la faz negativa de la libertad de
expresión, o derecho al silencio. Si todo hombre tiene derecho a expresarse, tiene
el correlativo de abstenerse de una expresión que no responde a sus convicciones
o deseos, o que simplemente pretende reservarse.
b‟) La libertad de no expresarse debe relacionarse con la objeción de conciencia por
razones morales o religiosas. Este aspecto resguarda el derecho del objetor a abstenerse de
reverenciar los símbolos patrios, a no tener que prestar juramentos, a no participar en actos o
actividades incompatibles con las propias creencias, etc.
b‟‟) La llamada cláusula de conciencia de los periodistas los protege contra la violencia
moral que puede provocarles para su libertad profesional un cambio de opinión asumido por
el
medio de comunicación en el que se desempeñan habitualmente. La situación de violencia que
les significaría tener que prohijar o sostener en su trabajo periodístico una doctrina, o idea, u
opinión opuestas a su conciencia moral conduce a admitir que su caso debe asimilarse al del
trabajador dependiente que es despedido sin causa o arbitrariamente.
c) El derecho al silencio o a no expresarse necesita vincularse a un tema muy
importante, cual es el secreto profesional (del sacerdote, del médico, del abogado,
etc.).
La relación con confidencialidad entre el profesional y el cliente exige que con respecto a
ambos se respete suficiente y razonablemente lo que el primero conoce del segundo dentro
de
aquella relación, como una forma del derecho al secreto, que hace parte no sólo de la libertad
de
expresión (en su faz negativa de derecho a no expresarse) sino también del derecho a la
intimidad o privacidad.
c‟) El derecho al silencio también resguarda razonablemente, en relación con
el derecho a la información, el secreto o reserva sobre las fuentes de esa
información.
d) La libertad de creación artística, implica la producción artística a través de
todas sus formas.
Con fecha 29 de junio de 1976, en el caso “Colombres Ignacio y otros c/Gobierno
Nacional” la Corte Suprema sostuvo que la garantía constitucional que ampara la libertad de
expresión no se limita al supuesto previsto en los arts. 14, 32 y 33 de la constitución; también
figura la libertad de creación artística, que constituye una de las más puras manifestaciones del
espíritu humano y fundamento necesario de una fecunda evolución del arte.
e) La expresión cinematográfica fue incluida dentro de la libertad de
expresión en el fallo de la Corte Suprema del 10 de mayo de 1972 en el caso
“Mallo Daniel”.
f) La expresión por radio y televisión, aun cuando del fallo de la Corte del 8
de setiembre de 1992 en el caso “Servini de Cubría María R.” (conocido como el
caso “Tato Bores”) surge que, para la Corte, tiene una protección más débil y
atenuada que la libertad de prensa.
g) Los contenidos humorísticos, cómicos, de entretenimiento, etc., hacen parte
de la libertad de expresión, sea que se viertan a través de la prensa escrita, como
de programas radiales o televisivos, de espectáculos públicos, etc.
h) La publicidad comercial (o propaganda comercial) hace al ejercicio de la
libertad de expresión, pero cuando es comparativa o competitiva en relación de
rivalidad con otro, al que se trata deslealmente, engendra responsabilidad.
i) El derecho de réplica, que con más precisión técnica el Pacto de San José
de Costa Rica denomina de rectificación y respuesta, protege a las personas frente
a informes inexactos o agraviantes que se difunden públicamente en su perjuicio a
través de medios de comunicación masiva.
La Corte lo acogió por primera vez el 7 de julio de 1992 en el caso “Ekmekdjian
c/Sofovich” para amparar —a nuestro juicio erróneamente— el agravio al sistema de creencias
religiosas del actor, con lo que le asignó un alcance exorbitado como réplica ideológica.
j) Con la reforma de 1994 corresponde agregar que el art. 75 inc. 19 párrafo
primero dispone que el congreso ha de proveer a la investigación y al desarrollo
científico y tecnológico, su difusión y aprovechamiento. No nos cabe duda de que
esta cláusula presupone la libre expresión de todo aquél que se dedica a la
investigación, así como la transmisión y circulación difusivas porque, además, el
desarrollo científico y tecnológico requiere que los terceros en general puedan
tener acceso al resultado emergente de dicha investigación, e informarse de ella.
El vocablo “aprovechamiento” que utiliza la norma inclina a dar por verdad todo
lo antedicho.
Asimismo, el art. 75 inc. 19 cuarto párrafo alude a la facultad del congreso
para dictar leyes que protejan la libre creación y circulación de las obras del
autor, lo que —aparte del consiguiente derecho de propiedad intelectual—
significa reconocer la libertad de expresión, y la difusión del producto elaborado
por el autor.
El mismo art. 75 inc. 19 cuarto párrafo prevé también el dictado de leyes que
protejan el patrimonio artístico y los espacios audiovisuales y culturales.
Por su parte, cuando el art. 41 se refiere a la información y educación ambientales, y el art.
42 a la educación para el consumo, presuponen la necesaria y convergente libertad de
expresión. (Ver cap. XV, nº 10 y 34).
(Ver nº 3)
La expresión “simbólica”
9. — Existe una forma de expresión que suele conocerse con el nombre de
expresión simbólica, o lenguaje simbólico, o lenguaje expresivo. Se trata de
situaciones en que una persona expresa algo mediante una actitud externa, o una
conducta, o un símbolo. Por ej.: desplegar o quemar una bandera; romper la
cédula de convocatoria militar; ponerse de pie o quedarse sentado cuando se toca
el himno nacional; escupir una imagen o efigie. Falta todo elemento verbal o
escrito, pero no la conducta expresiva.
Es sabido que en la jurisprudencia de Estados Unidos, la Corte Suprema ha encarado la
hipótesis y, según las circunstancias del caso, ha llegado a declarar inconstitucional la
aplicación de una ley incriminatoria de los ultrajes a la bandera a quien quemó el símbolo
patrio
en una manifestación político-partidaria (caso “Texas c/Johnson”, de 1989). Para así decidir, se
ha encuadrado la conducta expresiva en el amparo que la constitución de Estados Unidos
brinda
a la libertad de expresión en la enmienda primera.
El pensamiento pertenece al fuero íntimo del hombre, ni el Estado ni los demás
hombre pueden interferir en él, mientras se mantenga dentro de su esfera. Pero como
el hombre no solo es pensamiento sino comunicación es allí donde se precisa dar a
conocer expresar, transmitir, difundir, ideas, opiniones creencias, criticas, etc; en cuyo
caso el pensamiento trasciende al exterior dando lugar a la LIBERTAD DE EXPRESIÓN.

Definición: es el derecho de hacer público, trasmitir, difundir, exteriorizar un conjunto


de: idea, opiniones, criticas, imágenes, etc; a través de cualquier medio oralmente o
mediante símbolos gestos; en forma escrita a través de radio, cine teatro, tv, etc.

Cuando encontramos en la constitución las normas sobre libertad de prensa (arts. 14 y


32) y no encontramos expresamente ninguna norma que cubra a la libertad “de
expresión” en todas sus formas (incluidas las distintas a la prensa), llegamos a la
conclusión de que nuestra constitución protege la libertad “de expresión” en todas sus
formas.
Así se realiza una interpretación dinámica de la constitución, que asimila los cambios y
formas de expresión actuales que no eran conocidos por el constituyente histórico.

Regulación normativa: La libertad de expresión aparece mencionada en los artículos


14 y 32 de la CN:

CN, Artículo 14.- Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos
conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda
industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar,
permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la
prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines
útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender.

Libertad de prensa: el Articulo 14 presupone la eliminación de la censura previa y


además la abolición de toda acción u omisión que restringa arbitrariamente la libertad
de prensa, como por ejemplo: las trabas para el funcionamiento de imprentas,
monopolio estatal de los medios de difusión, persecución periodísticas, etc. Sin
embargo, la prohibición de afectar la publicación una vez realizada no impide que en el
ejercicio razonable del poder de policía del Estado el gobierno secuestre una impresión
inmoral u obscena, se impida su distribución, su circulación o su venta. Pero ello, no
autoriza la clausura del local, la imprenta o prohibir aparición de nuevas publicaciones.

Censura: cualquier medida que importe control o una revisión anticipada de la


expresión.
No es censura: todo lo que responsabiliza después que la expresión se exterioriza.
Otro aspecto a no omitir, es la autocensura: cuando en el medio sociopolítico se dan
condiciones represivas, persecutorias u hostiles que amedrentan a las personas y le
significan amenazas de sanciones o riesgo de muy variada índole, la libertad de
expresión queda prohibida indirectamente.

No lesionan a la libertad de prensa: a) el derecho a réplica: b) las normas que tutela


el derecho a la intimidad. Por lo que, ¿Hasta dónde llega el alcance del derecho
constitucional de publicar ideas sin censura previa prevista en este artículo cuando
colisiona con otro derecho constitucional, como el derecho a la intimidad (Art. 19
CN)?

Fallo: Ponzetti de Balbín c/ Editorial Atlántida S.A.

Pacto San José de Costa Rica:

Artículo 13.1: Reconoce el derecho a la libertad de pensamiento y de expresión.


Este derecho comprende la libertad de buscar recibir y difundir informaciones e ideas
de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente por escrito o en forma
impresa o artística o cualquier otro procedimiento de su elección.

Artículo 13.2:
El derecho reconocido no puede estar sujeto a previa censura sino a responsabilidades
ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para
asegurar:
a) el respeto a los derechos o a la reputación de los demás, o
b) la protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral
públicas.
Artículo 13.3: Agrega no se puede restringir el derecho de expresión por vía o medios
indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para
periódicos.

Artículo 14. 1. Toda persona afectada por informaciones inexactas o agraviantes


emitidas en su perjuicio a través de medios de difusión legalmente reglamentada o
que se dirijan al público en general, tiene derecho a efectuar por el mismo órgano de
difusión su rectificación o respuesta en las condiciones que establezca la ley.

“Hay” y “Debe haber” prensa:

¿Qué les sugiere esta frase?

Posibles respuestas:
Que en un país debe haber prensa para estar informados.
Que si no estamos informados no estamos comunicados.
Que el Estado debe garantizar el funcionamiento de los medios de comunicación.
Que la información brindada va a depender de la corporación que tenga el poder de
los distintos medios.

Este principio “Hay” y “Debe haber” prensa supone la existencia de garantías que
permitan a los ciudadanos la posibilidad de organizarse para la edición de medios de
comunicación, cuyo contenidos no estén controlados por el poder del Estado.
Se considera la libertad de prensa un pilar importantísimo en un sistema republicano
federal y democrático, ya que este supone el pluralismo de ideas, disenso y respeto
mutuo. Si no se respeta la libertad de prensa se debilita todo el sistema democrático
de un país. Sin embargo, hay países que no tiene garantizada la libertad de prensa y
utilizan como control organizaciones estatales para promover propaganda crítica y
mantener la base del poder político actual, suprimiendo a la oposición.

Preguntas:
¿Qué ejemplos se les ocurre?

Posibles respuestas:
6,7,8.
TN
C5N
Venezuela
Períodos de dictadura militar

Entonces, el derecho de publicar ideas por la prensa significa:


1) para el autor:
- Frente al Estado inmunidad de censura
- Frente al periódico: inmunidad de alteración en lo que publique y pretensión
de publicación.
2) Para el periódico:
- Frente al Estado: igual inmunidad de censura que goza el autor
- Frente al autor: libertas de publicar o no publicar.

Con esto, quiero destacar que:


 Todos los hombres gozan de la facultad de publicar sus ideas por la prensa
sin el previo contralor de la autoridad sobre la que se va a decir.
 No se puede pretender inmunidad subsiguiente cuando se utiliza a la
prensa para cometer delitos previstos en el código penal (VER DELITOS)
 La libertad de prensa implica el ejercicio de la libre crítica de los
funcionarios por actos de gobierno ya que ello hace a la esencia del
régimen republicano.

Fallos: Servini de Cubría, S., V. c/ M., D. A.,

Anexo 3:

ACTIVIDAD: Análisis de caso como disparador para dar La Responsabilidad ulterior a


la expresión:

Caso:
Según los avances publicitarios el programa “Investigaciones Doc” iba a tratar sobre la
habilitación del consultorio y la actividad profesional de un cirujano, el Dr. Franco
Herrera, por lo que Graciela, famosa modelo y actriz, decidió concurrir al canal
acompañando a su esposo para aclarar las cuestiones relativas a la habilitación del
consultorio.
Tomó esa decisión ya que su esposo le refirió que se habían presentado en su
consultorio médico varios periodistas del programa “Investigaciones Doc.” y que temía
que se hablara mal de su persona, dado que en ese programa de televisión se
efectuaban investigaciones periodísticas de variada naturaleza.
Ante esta situación Graciela se contactó con uno de los conductores del mismo canal
televisivo para averiguar el tenor de la investigación, negando éste conocer el tema
sobre el que iba a versar el programa.
Luego dicho conductor junto con otro del mismo canal llamaron con insistencia al Dr.
Franco Herrera para que concurriera con su mujer Graciela, al canal para ver el
programa “Investigaciones Doc” que se transmitiría el 6 de octubre de 2004 a las 22
horas.
Llegados al canal los conductores le propusieron ver juntos y en la intimidad el
programa “Investigaciones Doc”, para que luego F. pudiera efectuar su descargo y
ejerciera su derecho a réplica en el programa siguiente conducido por ellos y
denominado “Indiscretos en la Noche” que salía al aire en el horario de 23 a 24 horas.
Al comenzar el programa, Graciela observó imágenes de su esposo aunque con su
rostro desdibujado pero exhibiéndose cuadros en las paredes en que figuraba su
imagen.
El programa se desarrollaba sobre operaciones ilegalmente realizadas dentro de un
consultorio mostrando su imagen. De pronto el contenido del programa mudó
pudiéndose ver a una travesti y a F. teniendo trato sexual, imágenes que fueron
tomadas por medio de una cámara oculta. Mientras ocurría ese episodio “sin su
conocimiento y ni consentimiento”, los conductores “Indiscretos en la Noche” estaban
registrando su reacción. Es filmaba ilícitamente con otra cámara oculta su imagen, su
reacción, sus gestos.
Cuando comenzó el programa le pidió a los conductores que no siguieran con la
entrevista en esos términos por que afectaba su imagen y perjudicaba a sus hijas, pero
esa petición fue ridiculizada por uno de los conductores.
Al día siguiente, 7 de octubre de 2004, en el programa “Indiscretos en la Noche” se
reiteraron las imágenes emitidas en el programa “Investigaciones Doc” y se exhibieron
las captadas en el living de “Indiscretos en la Noche” del día anterior como así también
su reacción, efectuando en esa oportunidad uno de sus conductores comentarios
sobre el tenor de las imágenes de ambos programas.

Preguntas:
1- ¿Qué derechos se encuentran en colisión?
2- ¿Si fuera un familiar directo qué medidas tomaría contra ese medio de
comunicación, por qué?

La Responsabilidad ulterior a la expresión:


El ejercicio de la libertad de expresión no cuenta con la impunidad una vez que esa
expresión se ha exteriorizado. Si antes está exenta de censura, después apareja todas
las responsabilidades civiles o penales.
Fallo Campillay Julio c/ La Razón y otros. (1986): en este fallo la Corte estableció la
responsabilidad de los daños causados al editor de un diario que difundió el contenido
de un comunicado policial donde se imputaba la comisión de un delito a una persona
citada con nombre y apellido a pesar de que luego fuera sobreseída.
Hechos: la Razón publicación de un comunicado de la policía federal donde se
identificaba y mencionaba a Campillay como integrante de una asociación delictiva
dedicada al robo y tráfico de estupefacientes, además de gastar su botín en casino,
hipódromos y diversión con mujeres, con lo cual se realizó acciones por daño moral.
1 y 2 instancia se hizo lugar a la acción y se condenó a los demandados al pago de una
indemnización por daño moral. Los condenados interpusieron recurso extraordinario y
agregaron que se limitaron a transmitir un comunicado oficial, fuente seria. La corte
confirma la sentencia afirmando la libertad de expresión no es absoluta, en este caso
los diarios obraron imprudentemente ya que hizo suya la noticia dándola por cierta,
utilizando el nombre y apellido del imputado y no usaron el tiempo verbal potencial,
por lo cual hubo una REAL MALICIA.
De esta forma se estableció que el medio de prensa se exime de responsabilidad
cuando:
- Mencione la fuente informativa
- Utilice tiempo verbal potencial, “habría cometido”
- Reserva de la identidad de la persona de quien trata la noticia
- Inversión de la carga de la prueba.

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