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Introducción

El cultivo de Café

El café se suele cultivar en grandes extensiones de terreno, en donde se siembran


los cafetos. Existen muchísimas especies silvestres de cafetos, aunque solamente
son 10 las que se suelen cultivar para consumo humano. Los cafetos viven varias
décadas, tardando entre 3 y 4 años en comenzar a producir frutos.

Los granos de café se encuentran en el interior del fruto. Éstos van madurando
hasta tener una tonalidad roja, momento en el que es posible extraer los granos de
café.Al tostarse, los granos de café aumentan considerablemente su tamaño. El
tueste se realiza a una alta temperatura de entre 190 y 280 grados, aunque tanto
el tiempo de tueste como la temperatura se determinan en base a la variedad del
café. El modo en el que se preparará el café también influye en el proceso de
tueste, siendo más largo y a más temperatura cuando el café está destinado a la
preparación mediante cafeteras de filtro.

Es importante remarcar que existen dos tipos de café según el grano, el


café Arábica y el café Robusta. El primero, el Arábica, es originario de Etiopía y se
produce en climas subtropicales, sobretodo en Centro y Suramérica, sobretodo en
Brasil y Colombia. De hecho, Brasil es el mayor exportador de café, con un 40%
de la producción mundial de Arábica procedente de este país. Este dominio se
debe a que el Arábica és un café mucho más aromático que el robusta, el cual es
significativamente más amargo. Debido a este factor, el Arábica es más
apreciado por los consumidores ante el Robusta, aunque este último contiene un
50% más de cafeína.

Esta situación, pero, ha sido aprovechada como factor de competitividad por


Vietnam, quien con la producción de Robusta es el primer país exportador de café
de este tipo, con un 15% de la producción mundial de Robusta. Cabe decir que el
Arábica supone un 60% del mercado mundial de café, enfrente del 40%
correspondiente a Robusta, y al ser más apreciado, el Arábica también es más
caro que este último. Además, el café que se encuentra en el circuito comercial, al
menos en Europa, suele ser una mezcla a proporción de 80% de Arábica a 20%
de Robusta.
El mercado de Café

El mercado de café tiene dos segmentos claramente diferenciados: el


convencional y el de especiales, dentro del cual destacan el orgánico, y gourmet.
En el primero se transan cerca del 75% de la producción mundial y en el segundo
el 25% restante.

El mercado convencional, el café es catalogado como un “commodities”, su precio


es determinado en dos grandes mercados: en la Bolsa de Nueva York (arábicas) y
en la de Londres (robustas).

Entre 1997 y el 2002 el precio internacional del café convencional cayó en más del
50%, a una tasa sostenida promedio de 10% anual, sumiendo a las familias
cafetaleras del mundo en una de las crisis más profundas de su historia.

El mercado de cafés especiales. Aquí el café es un producto diferenciado,


originando la existencia de diversos nichos, dentro del cual destacan el orgánico,
de comercio justo y gourmet. Los precios se determinan tomando como referencia
el precio de Bolsa. En general el comportamiento de los precios es favorable.

 Cafés gourmet: Son cafés considerados de calidad superior, aromatizados,


de origen único y en mezclas. Se estima que representan el 15% del
mercado mundial. Las primas que se pagan van del 20% sobre el precio de
Bolsa hasta 16 veces éste precio. Es este segmento los compradores
valoran los atributos específicos del café en tasa, intrínsecas a su zona de
origen. Son exigentes en la verificación de la autenticidad del producto, por
ello demandan información sobre su proceso de producción, características
de la zona de origen, variedad, clima, tecnología de producción y
procesamiento

 Cafés orgánicos: Su producción se basa en normas específicas de


producción, elaboración y manejo, que promueven la sostenibilidad social,
económica y ecológica. La participación de los productos orgánicos en los
países occidentales va desde el 0.5 al 3% y la tasa de crecimiento va del 10
al 40%.

Existen sistemas de certificación que acreditan el cumplimiento de las condiciones


establecidas en cada segmento. En el orgánico existe un sistema de certificación a
cargo de empresas privadas; en el de comercio justo la certificación está a cargo
de Fairtrade Labelling Organizations International (FLO). No existe en cambio un
sistema de certificación de cafés gourmet, lo que dificulta un mayor desarrollo de
este segmento.
Evolución del precio del Café desde 1975

La evolución del precio de café Arábica desde 1975 hasta 2017. Nótese la caída en
precio de 1989 a 1992, momento en que el mercado quedó desregularizado, así
como soportes y resistencias característicos a este mercado, su alta volatilidad y
periodicidades.
Si nos fijamos en la gráfica anterior, donde se encuentra la evolución del precio del
café desde 1975, observamos que, a diferencia de otras materias primas como el
oro o el maíz, nos encontramos con un mercado acotado desde hace cerca de
medio siglo, pues en la gráfica se observan unos soportes y resistencias bien
delimitados, incluso después de 1989, momento en que el mercado de café pasó a
ser un libre mercado.
Con anterioridad al año 89, el mercado de café era controlado por los cerca de
setenta países integrantes del Tratado Internacional del Café (ICA, de sus siglas
en inglés). A través de este era posible establecer cuotas en producción y control
de los precios, de manera que era posible conciliar oferta, demanda y precio de
equilibrio entre ambos. Debido a diferencias entre los EEUU y Brasil, en 1989 no
fue posible ratificar el tratado. La consecuencia fue la caída del precio del café,
indicado en la figura el cual tocó el soporte de aproximadamente 1.49USD/Kg en
1992.
Ahora bien, el tratado sí fue ratificado en 1994, 2001, 2007 y 2011, resultando en
un aumento en el precio del café, pero nunca sin superar la resistencia de
7.22USD/Kg, tal y como también muestra la gráfica.
Así pues, se observa de forma empírica que dentro de un marco regulado o
desregulado a corto plazo, el mercado de futuros de café es un mercado bajo
cierto equilibrio. Aquí debe irse con cuidado pues el cambio en el precio de café
dentro de estos márgenes puede ser drástico y producirse en muy poco tiempo.
Es decir, la volatilidad asociada a este mercado es muy alta, más cuando los
cambios o fluctuaciones en precio pueden ser superiores al 50% en espacios de
un año o incluso a tiempos menores. Además, debemos fijarnos en que las
posiciones entre máximos o mínimos de precio, ya sean absolutos o relativos, tal y
como se puede observar en la gráfica, muestran cierta periodicidad. Esta es una
característica propia del mercado de café: aquí la producción y sus ciclos son muy
diferentes de otras materias primas y en particular las agrícolas, pues en el cultivo
de café es usual obtener un alto volumen cosechado en un año, mientras que en
el siguiente, también es usual que el volumen de cosecha sea significativamente
menor. Igualmente, dentro de una anualidad se observan patrones repetitivos.
Por ejemplo, la demanda de café aumenta a partir de septiembre, mientras
que en los meses de verano, julio y agosto, esta se estanca y en general
disminuye, resultando en un impacto directo sobre los contratos de futuros de café
y por tanto, parametrizando su mercado. Aquí, además de la demanda, aparece
un papel fundamental controlando la oferta de café, y es la estacionalidad en la
producción de países como Brasil o Colombia. Es un segundo pero importante
factor a considerar pues el pico en precio formado sobretodo en junio y
parcialmente en julio se debe, además de la configuración de la demanda ya
mencionada, al impacto que tiene el clima en las cosechas suramericanas debido
a los meses de invierno en el hemisferio Sur. De hecho, el mayor productor
mundial de café es la zona brasileña de Minas Gerais, donde anualmente se
producen de treinta a cuarenta millones de sacos de Arábica. Es una producción
mucho mayor que la de países como Colombia o Indonesia y por tanto la decisión
de los productores en cultivar o no café, o en cantidades mayores o
menores, afecta directamente al mercado. Esta se basa generalmente en las
condiciones climatológicas, donde en el caso de Brasil, existen condiciones muy
adversas cada cinco años, marcando una periodicidad reflejada en los contratos
de materia prima de café. Añadido a lo anterior, debe tenerse en cuenta que los
propios productores mantienen stock en reserva, en previsión de mala o nula
cosecha, lo que de nuevo influencia el mercado, la contratación de futuros y su
volatilidad.

Factores que influyen en la demanda de Café

 Factores climáticos.

 Costumbre y tradición.
 Competencia de bebidas alternativas (refrescos, infusiones de hierbas,
jugos de fruta, entre otros)
 En algunos países el café se considera un artículo de lujo, por lo tanto, un
incremento en el ingreso real disponible (principalmente en países de bajos
ingresos), puede favorecer el incremento de la demanda.
 Publicidad negativa asociada a varios estudios sobre la salud.
 Estilo de vida. Asociado con la función estimulante y de socialización
 Tipo de alimentación
 Aranceles, restricciones cuantitativas e impuestos internos

 Caída de la actividad económica

Demanda mundial
Para el año cafetero 2018-2019, las estimaciones más recientes indican que la
producción a nivel global bordearía unos 171.2 millones de sacos (3.9% anual),
liderada principalmente por una mayor producción en Brasil (4.3%). Vietnam
(6.8%) e Indonesia (4.7%) también incrementarían su producción a 29.9 millones
de sacos y 11.1 millones de sacos (respectivamente), favorecidos por las buenas
condiciones climáticas previstas para el Sureste Asiático. A su vez, Centroamérica
repetiría una producción de 19.6 millones de sacos, en línea con las elevadas
ganancias en productividad de México. Finalmente, Colombia podría ver reducida
su producción hacia los 13.5 millones de sacos (-3.6%), considerando las
afectaciones que podría llegar a generar el Fenómeno de El Niño.

De otra parte, el consumo mundial de café alcanzó los 162.2


millones de sacos en 2017-2018, aumentando un 1.8% anual. Allí
jugó un papel central la recuperación de la economía mundial,
particularmente de los países desarrollados. De esta manera, el
año cafetero 2017-2018 terminó con una oferta que superó la
demanda, lo cual implicó: un precio promedio del café de
US$1.1/libra (vs. US$1.31/libra un año atrás); y un incremento de
2.6 millones de sacos en los inventarios, para cerrar en 30
millones de sacos, según el Departamento de Agricultura de
Estados Unidos (USDA). Para este año se tendría un consumo de 163.2
millones de sacos (+0.6% anual), con lo cual los inventarios mundiales crecerían
en 8 millones de sacos. La mala noticia es que, de cara a 2018-2019, esa buena
dinámica de la producción y relativa estabilidad del consumo estarían presionando
nuevamente los precios internacionales a la baja. En buena medida, la cotización
del grano dependerá del desempeño de la producción en Brasil y de la intensidad
climática del Fenómeno de El Niño durante 2019.
Demanda Nacional

La producción cafetera nacional alcanzó los 13.8 millones de


sacos al término del año cafetero 2017-2018 equivalente a una
reducción del -3.3% anual. Ello obedeció a una menor
productividad del parque cafetero colombiano, el cual pasará de
producir 18.7 sacos/hectárea en 2017 a seguramente 18.4
sacos/hectárea en 2018 (ver gráfico 4). Así, 166.000 hectáreas
alcanzarían su madurez productiva (3-5 años), mientras que
179.000 hectáreas se estarían considerando envejecidas (más de 9
años), con lo cual en el neto el área cultivada con mayor
productividad disminuiría.

Anif ha venido alertando, desde hace ya tiempo, del declive en la


productividad cafetera, asociada al envejecimiento del parque
cafetero (ver Informe Semanal No. 1342 de noviembre de 2016).
Afortunadamente, las 737.000 hectáreas intervenidas por Fedecafé
en 2010-2017 estarían garantizando un parque cafetero todavía
joven (84% del total) y con reducida exposición a plagas (70%).

Pero es importante continuar con las buenas prácticas cafeteras


de apoyos al programa de renovación cafetera y de subsidios a
fertilizantes por cafeto renovado, lo cual estará impulsando la
renovación de otras 31.000 hectáreas en el mediano plazo. Lo que
va quedando claro es que esto deberá hacerse cada vez más con
los recursos propios que deja la retención cafetera de los 6
centavos y no pensando que el gobierno estará apoyando este tipo
de actividades desde el Presupuesto Nacional, dada la precariedad
de las finanzas públicas.

Esto será difícil de concretar a futuro, dado el descenso en los


precios internos de la carga (-11.1% anual), empujados por los
excesos de oferta mundial. Afortunadamente, la devaluación peso-
dólar de los últimos meses (a ritmos del 5% anual) ha permitido
atenuar dicha reducción en los precios, devolviéndole algo de
rentabilidad al caficultor colombiano. En todo caso, el valor de la
cosecha disminuyó un -22.2% anual en términos reales, al pasar de
$8.3 billones en 2016-2017 (0.9% del PIB) a $6.5 billones en 2017-
2018 (0.7% del PIB).

En 2018-2019, la producción cafetera colombiana se estaría


reduciendo hacia los 13.5 millones de sacos. Aquí los factores de
riesgo provendrían de: i) la materialización del Fenómeno de El
Niño durante enero-febrero de 2019; y ii) los posibles descensos en
la productividad cafetera (según lo arriba comentado).

Conclusión

Bibliografía

 Huamán Garibay, M. (2019). El mercado de café. Recuperado de:


http://www.eumed.net/libros-gratis/2009b/536/EL%20MERCADO%20DE%20CAFE.htm

 Clara Rahola, J. (2017). Características en el mercado de futuros de café.


Recuperado de: http://economia-empresa.blogs.uoc.edu/economia/mercado-futuros-cafe/

 Los factores más importantes del proceso de cultivo del café. (2019).
Recuperado de: https://todovending.com/los-factores-mas-importantes-del-proceso-cultivo-
del-cafe/

 Clavijo, S (2018) Panorama cafetero 2018-2019 Recuperado de:

https://www.larepublica.co/analisis/sergio-clavijo-500041/panorama-cafetero-2018-2019-
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