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1. ANTECEDENTES
Para Alarcón (2011) la psicología positiva vendría a ser una nueva corriente del pensamiento
psicológico actual, la cual fue presentada oficialmente por Martin Seligman y Mihail
Csikszentmihalyi. Para este autor (Alarcón) la psicología positiva surge, frente a la psicología
dominante, la cual desde los años 50, había centrado su atención al estudio de comportamientos
negativos, los cuales causan malestares psicológicos como la depresión, estrés postraumático, pánico
,ansiedad, agresividad ,emocionalidad excesiva, además de otros desordenes generados como producto
de la Segunda Guerra Mundial.
Posteriormente la psicología tradicional toma interés en ver los aspectos psicopatológicos de las
personas dejando de lado el aspecto positivo de las mismas. Martin Seligman menciona que la
psicología positiva vendría a ser el complemento de la psicología tradicional más no un sustituto pues
la psicología positiva tiene como puntos de estudio las experiencias positivas como la felicidad,
ilusión, amor, coraje, sabiduría todos ellos aspectos que reflejan estados positivos de las personas no
tomados en cuenta por la psicología tradicional de ese entonces. Sin embargo no toda la psicología
posterior a la Segunda Guerra Mundial se centró en el estudio la psicopatología, pues se podría
mencionar a las investigaciones de corte experimental y terapia conductual por parte de Skinner; la
psicología Transcultural la cual busca identificar las diferencias y constancias del comportamiento de
las personas de diferentes culturas; la Psicología Humanista, interesada en desarrolla el potencial que
poseen y su realización como persona.
Dentro de los aspectos teóricos influyentes se pueden mencionar al Conductismo, pues es la psicología
positiva quien inicia mencionando como objeto de estudio al mundo interno y dentro de este los
aspectos positivos de la persona. Esto fue desechado por el Conductismo tanto de Watson como el
Operante de Skinner. Sin embargo, la subjetividad y la objetividad son dos dimensiones de la realidad
psicológica humana, que es una unidad inexorable, separada solo para efectos de análisis (Alarcón
2011). Al tener al mundo interno como objeto de estudio, la psicología positiva se coloca en un polo
opuesto al Conductismo. Es el conductismo una psicología científica primordial en animales, para esto
tiene a la relación E-R resultándola optima, prescindiendo de los procesos interno.
Por otro lado el psicoanálisis de Sigmund Freud otorga dominancia al placer sobre la muerte y revive
la antigua premisa de Epicuro: “el hombre busca el placer y huye del dolor”. La diferencia que se
puede encontrar entre el psicoanálisis y la psicología positiva reside en la concepción filosófica del
hombre. La psicología positiva conceptúa al hombre como una criatura buena, que posee fuerzas
latentes que constituyen sus virtudes y fortalezas. La psicología busca alcanzar la felicidad y la
realización del ser humano a lo que diferencia al psicoanálisis quien tiene una visión pesimista del
hombre y de la vida.
2. MARCO TEORICO
Para desarrollar el sistema teórico de la psicología positiva hemos desarrollado tres aspectos para
comprender su definición como ciencia psicológica. El objeto de estudio, el método de investigación y
la noción de hombre para la psicología positiva (Alarcón, 2009). Así mismo presentamos las distintas
definiciones existentes, finalmente sintetizando lo que pretende ser la psicología positiva.
Una de las definiciones más utilizadas de la psicología positiva es la del estudio científico del
funcionamiento óptimo de las personas (Gable y Haidt, 2005).
El marco de la psicología positiva proporciona un esquema integral para describir y entender en qué
consiste una buena vida (Park y Peterson, 2009). Este campo se puede dividir en cuatro áreas
relacionadas entre sí:
La psicología positiva se adhiere al método científico la cual señala es el mejor medio para entender en
su complejidad la conducta humana (Csikszentmihalyi, 1997).
Los resultados de las investigaciones desde la psicología positiva intentan contemplar, ni remotamente
reemplazar lo que sabe sobre el sufrimiento humano, la debilidad y el trastorno. La intención es tener un
conocimiento más completo y equilibrado de la experiencia humana de modo que se incluye la
comprensión sobre el sufrimiento y la felicidad, así como también su interacción, e intervenciones
validadas que puedan tanto aliviar el sufrimiento como incrementar la felicidad (Selgiman, Steen, Park y
Peterson 2005).
2.4.1 Felicidad
La perspectiva hedónica está representada por el concepto de bienestar subjetivo (Diener, 1984)
que es un concepto que agrupa y evalúa la satisfacción general con la vida, el nivel de afecto
positivo y el nivel de afecto negativo. Desde esta perspectiva se concibe que saber el nivel de
“felicidad” de una persona supone preguntarle directamente a ésta qué tan satisfecha con la vida
está, y qué niveles de afecto positivo y que niveles de afecto negativo reporta en un periodo de
tiempo determinado.
El fluir se refiere a lo que las personas experimentan en algunas ocasiones, se trata de un profundo
y elevado sentimiento de disfrute, es intrínsecamente gratificante. En el estado de flujo la persona
queda profundamente absorta en lo que está haciendo, dedica una atención exclusiva a la tarea, se
pierde la noción de tiempo, se halla tan involucrada en la actividad que nada más parece importarle,
de modo que en ese momento parece que se olvida de sí mismo (lo apuesto a la cavilación y
preocupación). (Csikszentmihalyim, 1997).
2.4.3 Resiliencia
En términos psicológicos, implica dos elementos diferentes pero relacionados: una capacidad y un
resultado. En primer lugar, se refiere a la capacidad para afrontar situaciones adversas o
potencialmente traumáticas y afrontarlas como retos o desafíos más que como amenazas (muchas
veces, esta capacidad facilita el afrontamiento eficaz de dichas situaciones y reduce
considerablemente el impacto psicológico del mismo). En segundo lugar, se habla también de
resiliencia al hecho observable de que una persona o un grupo de personas, habiendo sufrido un
evento adverso o potencialmente traumático, no hayan generado reacciones psicopatológicas o
problemas de adaptación relevantes. (Hervas, 2009)
Las investigaciones revelan que el optimismo protege contra los efectos debilitantes de los eventos
negativos (Peterson, 2000). Por ejemplo el éxito en la terapia cognitiva para la depresión depende
de la capacidad del tratamiento para cambiar el pensamiento negativo de un paciente a uno positivo
(Seligman et al., 1988).
2.4.5 Voluntad
Seligman (2003), sostiene que el comportamiento humano no está determinado por la historia de
premios y castigos, sino por acontecimientos mentales como pensar y voluntad. Es por eso que uno
de los conceptos que desarrolla la psicología positiva es la voluntad, como la capacidad del ser
humano de tomar decisiones, de aprender nuevas habilidades para liberarse de malestares y así
determinar su destino.
Al respecto Seligman y Peterson se preguntaron: “¿Por qué si existe una clasificación de los
trastornos mentales, no lo hay de las fortalezas humanas?”. A tal efecto propusieron un esquema de
clasificación de las virtudes y fortalezas para facilitar la creación de estrategias de evaluación. Para
Seligman y Peterson el concepto de “virtud o fortaleza” está referido a aquellas capacidades que
pueden adquirirse a través de la voluntad, los cuales representan rasgos positivos de la
personalidad.
Peterson y Seligman (2003) proponen un modelo de 24 fortalezas que conforman seis virtudes.
Las investigaciones de la psicología positiva arrojan que responder a las buenas noticias
transmitidas por la pareja de una manera activa y constructiva es signo de una buena relación
(Gable, Reis, Impett y Asher, 2004). Este hallazgo es importante porque gran parte de la terapia y
el consejo psicológico a parejas se centra en resolver los conflictos, discutir de forma justa y ser
asertivo
3. TECNICAS DE INTERVECION
3.1. Saboreo
En cuanto a esta técnica se trata de compartir acontecimientos positivos con otros, en el momento o
después del hecho; crear recuerdos de dichos eventos (por ejemplo, fotografías, diarios, recuerdos);
felicitarse a uno mismo cuando suceden cosas buenas. Las personas que saborean habitualmente
son más felices y optimistas, además de estar menos deprimidas que aquellas que no saborean.
En cuanto a esta técnica se trata de pedir a los participantes anotar al final de cada día las cosas que
salieron bien durante el día y por las cuales se sienten agradecidos. Aquellos que se mantienen
haciendo este ejercicio informan menores niveles de depresión y mayor felicidad.
3.3 El enfoque basado en fortalezas: Identificar y utilizar las fortalezas del carácter de
nuevas maneras
Las intervenciones en Psicología Positiva tienen, de modo general, la finalidad de reducir y prevenir
problemas, conflictos, o síntomas pero también la mejora de las condiciones subjetivas de vida, el
estado emocional, las fortalezas psicológicas y, en último término, la satisfacción con la vida.
En los años 90, Carol Ryff se propuso a dibujar el mapa de las áreas fundamentales del funcionamiento
humano para poder definir la Salud Mental Positiva. Esta autora ha realizado una propuesta sobre los
aspectos que conformarían un estado de salud mental óptimo, con el sustento de que las escalas de
medida factorial confirman las dimensiones de bienestar propuestas.
El modelo de Ryff plantea seis dimensiones básicas que delimitarían el espacio de la salud mental,
diferenciando a su vez lo que se entendería por un funcionamiento óptimo (algo típicamente no
delimitado en el trabajo clínico) frente a un funcionamiento deficitario. Sus seis dimensiones de un
modo sintético reflejan elementos de plenitud del ser que son de un gran interés para cualquier clínico
(p.ej.: sensación de control, relaciones positivas con los demás, o autonomía).
tienen sentido
Relaciones positivas con • Relaciones estrechas y cálidas con otros • Déficit en afecto, intimidad,
otros empatía
• Le preocupa el bienestar de los demás
Esta teoría, de marcado carácter motivacional y con evidentes conexiones con la psicología humanista,
propone que el bienestar psicológico es fundamentalmente la consecuencia de un funcionamiento
psicológico óptimo, basado en: (a) una adecuada satisfacción de las necesidades psicológicas básicas
(i.e., autonomía, vinculación y competencia), y (b) un sistema de metas congruente y coherente (donde
las metas sean en mayoría intrínsecas, coherentes con los propios intereses y valores, y coherentes entre
sí).
El elemento central de esta teoría es el concepto de necesidad básica, definida como los nutrientes
básicos e innatos esenciales para el bienestar psicológico, esto significa que un déficit importante en
alguna de estas áreas tenderá a aparecer asociado a diversas consecuencias negativas, como un menor
bienestar y un mayor nivel de afecto negativo y de sintomatología física y psicológica. Es así que
experiencias de privación en estas áreas básicas pueden generar la aparición de motivos compensatorios
con el objetivo de reducir la sensación de insatisfacción, como la valoración excesiva de la imagen
física, la admiración por parte de los demás, o la dominación social. Las consecuencias de la creación de
estos motivos compensatorios pueden ser muy negativas a largo plazo ya que la persona adulta puede
seguir valorando en exceso las metas compensatorias (p.ej.: deseo de admiración, éxito económico) y
obviar ciertas necesidades básicas lo cual mantendría su sensación de insatisfacción, aumentando en
consecuencia aún más la intensidad de dichas motivaciones compensatorias, generándose un círculo
vicioso.
Según este autor, la investigación ha mostrado que hay al menos tres vías fundamentales por las cuales
las personas se pueden acercar a la felicidad:
- La vida placentera, que incluiría aumentar las emociones positivas sobre el pasado, el presente y el
futuro.
- La vida comprometida, que se refiere a la puesta en práctica cotidiana de las fortalezas personales
con el objetivo de desarrollar un mayor número de experiencias óptimas.
- La vida significativa, que incluiría el sentido vital y el desarrollo de objetivos que van más allá de
uno mismo.
Una base crucial para desarrollar las intervenciones en al ámbito clínico es tener en cuenta que el trabajo
de aspectos positivos aparece desde el momento de la evaluación. Situar el marco terapéutico de forma
que se incluyen también las fortalezas del individuo y sus experiencias positivas, pueden tener un
importante efecto en el paciente ya que no sólo se ponen de manifiesto sus debilidades sino también sus
fortalezas. Como hemos apuntado, salvo excepciones, es muy poco frecuente usar instrumentos que
evalúen aspectos positivos del funcionamiento en el ámbito clínico.
Basado en estos modelos a continuación se presentan las intervenciones clínicas que han tenido
relevancia desde la perspectiva de la psicología positiva (Vázquez, Hervás y Samuel, 2006).
La terapia del bienestar propuesta por Fava y colaboradores en 1998 fue planteada inicialmente
como una estrategia de prevención de recaídas en pacientes con trastornos afectivos los cuales, tras
un tratamiento farmacológico, experimentaban aún síntomas residuales. Esta modalidad terapéutica
tiene como objetivo potenciar la sensación de bienestar de los pacientes de manera que:
Bienestar
experimentado
La investigación desarrollada para probar la eficacia de este método muestra por ejemplo que tras
un tratamiento farmacológico, la combinación de Terapia Cognitivo- conductual más Terapia del
Bienestar previene las recaídas en mayor grado que el cuidado clínico habitual en pacientes
depresivos. Además, también se ha observado que en pacientes con ansiedad generalizada, al
combinar la terapia del bienestar con un programa cognitivo conductual, parece ser más eficaz que
cuando se aplica únicamente el programa cognitivo-conductual.
Sin duda la depresión es probablemente el problema psicológico en el que mejor encajan las
intervenciones positivas. Desde un punto de vista teórico, muchos de los modelos explicativos
existentes, consistentemente conectan con estas aproximaciones terapéuticas. Recordemos que de
acuerdo al modelo de reforzamiento de la depresión, las personas deprimidas realizan pocas
actividades placenteras y demasiadas actividades desagradables en su vida cotidiana. Esta
disminución de actividades reforzantes se debe a que el entorno no proporciona los suficientes
reforzadores positivos o bien a que el individuo no es capaz de apreciarlos debido a, por ejemplo,
sesgos perceptivos.
Las intervenciones positivas del tipo de «Saborear un día perfecto», en el que al individuo se le
pide que se deje libre un día para dedicarse a hacer cosas agradables podría, por ejemplo,
incrementar las actividades reforzantes en el propio entorno. Otros ejercicios como «Reconocer las
propias fortalezas» o el de «Tres cosas para agradecer a la vida», en el que se pide a la persona
contemplar y anotar las cosas por las que uno debería estar agradecido, deberían ser útiles para
incrementar la propia sensibilidad y conciencia hacia aspectos reforzantes y positivos del entorno y
de uno mismo.
Al menos dos grupos de investigadores están investigando activamente en esta línea, a través de la
comparación de programas clásicos de intervención con un programa centrado en aspectos
positivos y, algo muy importante metodológicamente, empleando ambos una deseable estrategia de
ensayos clínicos aleatorizados. En Estados Unidos se realizaron investigaciones de 12 sesiones
donde la psicoterapia positiva fue más eficaz que las modalidades de tratamiento psicológico
estándar brindado en una clínica y el tratamiento estándar con medicación.
En Hong Kong, Samuel Ho y sus colegas estaban más interesados en comparar la eficacia de la
psicoterapia positiva con un tratamiento empíricamente validado como es la terapia cognitiva-
conductual en el manejo de la depresión. Para hacerlo asignaron a pacientes de forma aleatoria a
uno de los dos tratamientos. La intervención positiva, basada en lo realizado por Rashid tuvo un
mayor énfasis en el trabajo sobre las fortalezas en la vida cotidiana y en el reconocimiento de los
aspectos positivos de uno mismo, estaba manualizada y constaba de 10 sesiones. El manual de
terapia cognitiva conductual fue adaptado del manual chino publicado previamente que está basado
en la propuesta de Beck centrado en los pensamientos negativos y las distorsiones cognitivas.
Los resultados indicaron que la reducción de sintomatología de todos los pacientes en el grupo
cognitivo conductual fue clínicamente significativa, mientras que todos los pacientes menos uno en
el grupo de TPP lograron mejoría clínicamente significativa. Por otra parte, los pacientes que
recibieron el tratamiento positivo parecieron tener un mayor cumplimiento terapéutico así como
una mejor valoración del tratamiento que aquellos que recibieron el tratamiento cognitivo
conductual.
Hoy en día los investigadores de la Psicología Positiva como Seligman, han dado un paso más, y opinan
que la felicidad es también de máxima relevancia para a pedagogía. El mensaje de la Psicología Positiva
es que todos podemos volvernos en buena medida más felices, debemos trabajarnos nuestra propia
felicidad. Los padres y educadores debemos ayudar al infante a que descubra sus intereses específicos y
a ocuparse en intensificar esta sensación procurando que se dedique a, lo que le fascina, abriendo así, el
camino que le lleva a una vida feliz (Caruana, 2010).
Iniciado en el año 2002 y dirigido a la población de secundaría del instituto. Basado en un diseño
experimental de carácter longitudinal, el programa tiene tres componentes:
1. Incrementar las emociones positivas (potenciar la atención a los eventos positivos en la vida,
la gratitud, la “atención plena” y el “saboreo”, y el entrenamiento en resiliencia).
2. Ayudar a los alumnos a identificar sus fortalezas características y usarlas más en su vida
diaria.
3. Potenciar el significado y el propósito en la vida, reflexionando acerca de las actividades y
experiencias que dotan de sentido a sus vidas.
A lo largo de 3 años los alumnos fueron asignados aleatoriamente a clases con y sin currículo de
psicología positiva integrado, y fueron cumplimentando cuestionarios para valorar el uso de sus
fortalezas personales y sus niveles de bienestar a lo largo. Complementariamente, padres y
profesores aportaron datos acerca de las conductas cotidianas de los alumnos relacionadas con sus
fortalezas personales. De los avances preliminares acerca de los resultados de este programa se
desprende que ha tenido efectos positivos a largo plazo en determinadas áreas, que incluyen las
habilidades sociales de los alumnos, una implicación activa y más placentera en las actividades
escolares, así como mejoras en los resultados escolares.
4.2.3 El programa “Bounce Back!” (“¡Recupérate!”)
Se trata de una iniciativa educativa que combina la investigación reciente en Psicología Positiva
con dos tradicionales estrategias pedagógicas: narraciones orales de cuentos y celebración de ciclos
de festividades comunitarias, con el objetivo de potenciar en la escuela las fortalezas personales.
Este programa ha sido usado y testado durante cuatro años en colegios en Reino Unido, y entre los
resultados obtenidos destaca el incremento del bienestar y la confianza del profesorado, así como
mejoras en la confianza, el comportamiento y los logros de los alumnos.
4.2.5 Condiciones básicas que deberían reunir los programas de Educación Positiva
Se concretan cuatro condiciones básicas que deberían tener en cuenta quienes deseen elaborar
programas de Educación Positiva o llevar a cabo experiencias de intervención en las aulas desde esta
perspectiva (Arguís, Bolsas, Hernández, y Salvador, 2010):
- Una buena fundamentación de los aspectos que se pretendan trabajar en las aulas: basarse en
modelos teóricos bien fundamentados y validados de bienestar, de emociones positivas, de fortalezas
personales, etc., en función de los temas que se deseen abordar con el alumnado.
- Partir de una perspectiva multidimensional, que combine diversas áreas de intervención, más allá
de actuaciones puntuales sobre temas muy focalizados (resiliencia, inteligencia emocional, humor).
- Integrar estas experiencias dentro del currículo del sistema educativo actual: las actividades a
desarrollar deberían poder trabajarse en las diversas asignaturas del currículo y en tutoría,
relacionándolas con objetivos y contenidos presentes en las programaciones de los centros
educativos.
- Apoyarse en un sistema de valores ético y hacerlo explícito. Consideramos imprescindible que los
programas de Educación Positiva estén respaldados por un sistema de valores basado en el respeto a
los seres humanos, que potencie el desarrollo saludable y el respeto a la dignidad humana y la
necesidad de equilibrar el crecimiento personal con los derechos de las demás personas, potenciando
la solidaridad y la ayuda mutua.
Desde nuestro punto de vista, estamos convencidos de que los modelos basados en fortalezas pueden ser
un buen ejemplo de intervención multidimensional, con una buena fundamentación a partir de la
investigación actual en Psicología Positiva, y además pueden integrarse perfectamente en el currículo
educativo. Especialmente, consideramos que una aproximación muy prometedora puede ser la
combinación de la atención plena y el trabajo sobre fortalezas personales.
Esto se manifiesta en algunas organizaciones que siguiendo los lineamientos de la psicología positiva se
convierten en instituciones saludables, potenciando las fortalezas y virtudes de los trabajadores. De esta
manera también se contribuye a reducir el índice de enfermedades y accidentes laborales.
Durante el estudio y aplicación de la psicología positiva en el contexto laboral, dos conceptos han sido
los más analizados como factores positivos en los trabajadores de las empresas, estos son: el
Engagement y el flow (Cantell, 2014).
Es un concepto propuesto como lo contrario del burnout (síndrome de “estar quemado”) se define como:
un estado afectivo positivo, relativamente persistente, de plenitud que es caracterizado por el vigor la
dedicación y la absorción o concentración en el trabajo. En esencia, el Engagement consiste en la
manera que los trabajadores viven su trabajo: como una experiencia estimulante y enérgica (vigor);
como una actividad significativa y valiosa (dedicación) o como una actividad interesante y apasionante
(absorción). Investigaciones han revelado que los empleados engaged son personas optimistas y auto
eficaces, capaces de manejar los eventos que afectan sus vidas. Entre los beneficios del Engagement en
el desempeño laboral tenemos (Cantell, 2014):
- Experimentar emociones positivas las cuales, como se trato en el capítulo anterior, traen a su vez
más consecuencias positivas como lo es el repertorio de pensamiento-acción de las personas, lo
cual implica que los empleados están en un constante aprendizaje y adquisición de nuevas
habilidades que los llevan a trabajar en sus propios recursos personales.
- Los empleados poseen un mejor estado de salud, esto significa que tienen la habilidad para
enfocarse en sus tareas y dedicar toda su energía al trabajo.
- Estos empleados a su vez transfieren su compromiso a los otros que están en su ambiente
inmediato.
Debido a ello el Engagement puede ser considerado como uno de los principales componentes de la
motivación intrínseca de los trabajadores.
El Flow a diferencia del Engagement en el contexto laboral se refiere a una experiencia o actividad
temporal, y no tanto a un estado psicológico persistente durante todo el tiempo que se está trabajando.
En concreto en el ambiente de trabajo las personas podrían experimentar el flow, cuando sienten que
con su trabajo aportan un beneficio a la sociedad. En realidad consiste en hacer un cambio de
percepción acerca del significado de trabajar, otorgándole un valor intrínseco. Beneficios del flow en el
trabajo:
Definitivamente la empresa juega un papel muy importante al momento de influir en el bienestar de sus
trabajadores, ya que para que estos puedan alcanzar un mayor bienestar en sus trabajos, necesitan que su
organización les proporcione ambientes positivos en los cuales pueda desarrollarse sanamente.
Es importante que la empresa brinde los adecuados recursos laborales para que se pueda generar un
bienestar psicológico en sus empleados. Entre estos recursos se pueden destacar los siguientes:
- Autonomía en el puesto
- Oportunidades para el uso de habilidades
- Variedad en el trabajo
- Flexibilidad
- Demandas laborales realistas
- Claridad de las tareas
- La existencia de información y el feedback sobre el trabajo
- Ofrecer un trabajo que sea valorado socialmente y,
- Siempre contar con el apoyo de un líder.
4.3.4 Empresas HERO
El término HERO (Healthy and Resilient Organizations) fue propuesto por un grupo de investigadores
dirigidos por la psicóloga Marisa Salanova, especializados en la evaluación y desarrollo del bienestar
laboral. Consiste en un modelo para desarrollar empresas saludables y promotoras del bienestar
psicológico de sus empleados. Se dice que una empresa HERO es una organización que lleva a cabo
acciones sistemáticas, planificadas y proactivas para mejorar procesos y resultados tanto de los
empleados como de la organización. Además se dice que estas organizaciones son resilientes porque
mantienen un enfoque positivo bajo circunstancias retadoras, se fortalecen ante situaciones adversas, y
bajo presión mantienen su funcionamiento y sus resultados.
Para que una empresa pueda lograr ser llamada de esta manera, es necesario que se junten esfuerzos de
parte de cada persona que la conforme así mismo es importante el hecho de invertir en recursos y
prácticas organizacionales saludables que busquen mejorar el ambiente de trabajo y como consecuencia
mejorar el bienestar de los empleados y el éxito empresarial.
En este marco, las empresas Hero están formadas por tres grandes componentes interrelacionados:
5. APORTES Y CRITICAS
Entre los aportes que nos brinda la Psicología Positiva destaca las llamadas Emociones Positivas que
nos permite potencializar la salud y bienestar, y a su vez favorecer el crecimiento personal. Asimismo,
sus aportes han permitido que la psicología tome como propio el amplio campo de la investigación y la
promoción de los aspectos saludables o positivos del psiquismo. Su acción catalizadora le permitió
agrupar las investigaciones y corrientes previas que se ocuparon del bienestar psíquico.
En el ámbito del coaching y el Desarrollo Humano, la Psicología Positiva le brinda herramientas que
permiten ayudar a la persona a convertirse en su mejor versión al trabajar aspectos como su bienestar
emocional, su sentido de competencia y logro, su necesidad de conexión, la afirmación de su autonomía,
la búsqueda de su trascendencia y su capacidad resiliente. Estos aportes al coaching ha permitido la
construcción de un mundo donde las personas conviven en armonía.
En cuanto al ámbito de la Salud y de la clínica, los aportes han permitido cambios conceptuales en la
definición de salud positiva, la incorporación del análisis e investigación de emociones y cogniciones
positivas en el origen y mantenimiento del bienestar físico y mental, las cuales son de gran interés en las
intervenciones clínicas. Entre estas intervenciones en la Psicología clínica se encuentra las
Intervenciones aisladas para promover las fortalezas del carácter, la Terapia del Bienestar, el Modelo de
Psicoterapia Positiva y el Modelo Psicoterapéutico positiva existencial.
Sin embargo, como todo movimiento, presenta algunas debilidades que deberá superar para cumplir sus
objetivos. La mayoría de críticas que recibe se centran en la obra de Peterson y Seligman, Character
Strengths and Virtues. A handbook and classification.
La Psicología Positiva es criticada por carecer de una teoría unificada y coherente que organice,
sistematice y guíe el conocimiento acerca del bienestar psíquico, la utilización de métodos inductivos
para sus investigaciones. Asimismo, se observa la superposición de paradigmas implícitos que nunca
llegan a integrarse. Entre ellos se encuentra el Positivismo clásico y las posturas existencialistas.
Otro punto crítico que se le hace a la Psicología Positiva es que no aporta nuevas soluciones a ningún
problema existencial que no haya sido abordado anteriormente. Su supuesta originalidad se debe a un
desconocimiento de la historia filosófico-antropológico existencial del pensamiento clásico. A su vez se
evidencia el grado de distanciamiento entre los antecedentes históricos de la Psicología Positiva,
relacionados con la psicología humanista y modelos salugénicos de los 80’s propuesto por Antonovsky
o Kobaza.
6. CONCLUSIONES
Arguís, R., Bolsas, A., Hernández, S., y Salvador, M. (2010). Programa “AULAS FELICES”.
Psicología Positiva aplicada a la Educación. Recuperado de
http://catedu.es/psicologiapositiva/Aulas%20felices.pdf
Cabanas, E. y Sánchez, J. (2012). Las raíces de la Psicología Positiva. Papeles del Psicólogo,
33(3), 172-182. Consultado en: http://www.papelesdelpsicologo.es/pdf/2136.pdf
Peterson, C., & Seligman, M.P. (2003). Values in action (VIA). Classification of strengths.
Draft. Values in Action Institution. University of Pennsylvania. Department of Psychology
Peterson, C. & Bossio, L.M. (1991). Health and optimism. Nueva York: Oxford University
Press.
Taboada, N. (2013). La psicología positiva y sus aportes al coaching de vida. Consultado en:
http://www.gestiopolis.com/la-psicologia-positiva-y-sus-aportes-al-coaching-de-vida/
Vásquez, C., Hervás, G., Rahona, J. y Gómez, D. (2009). Bienestar psicológico y salud:
Aportaciones desde la Psicología Positiva. Anuario de Psicología Clínica y de la Salud, 5, 15-
28. Consultado en: http://institucional.us.es/apcs/doc/APCS_5_esp_15-28.pdf