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HERNÁN M. PALERMO

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LA PRODUCCION DE LA MASCULINIDAD
EN EL TRABAJO PETROLERO

'.

Edito.-ial Biblos
Palermo, Hernán M.
La producción de la masculinidad en el trabajo petrolero /
Hernán M. Palermo. - la ed. - Ciudad Autónoma de Buenos
Aires: Biblos, 2017.
146 pp.; 23 x 16 cm.

ISBN 978-987-691-575-5

1. Industria Petrolera. 2. Estudios de Género. 1.Título.


CDD 331.561

A Martina Eva
'.

Diseño de tapa: Luciano Tirabassi U


Armado: Sofía Vizza

© Hernán M. Palermo, 2017


© Editorial Biblos, 2017

Pasaje José M. Giuffra 318, C1064ADD Buenos Aires


info®editorialbiblos.com / www.editorialbiblos.com.ar
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del editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.

Esta primera edición se terminó


de imprimir en Imprenta Dorrego,
avenida Dorrego 1102, Buenos Aires,
República Argentina,
en mayo de 2017.
El género no debería ser considerado una
realidad puramente cultural, sino que debería
'. ser tratado como una especificación de las
relaciones de clase.
Silvia Federici, Calibán y la bruja. Mujeres,
cuerpo y acumulación originaria
Agradecimientos

'.
Quiero agradecer a todos los que, de una forma u otra, han participado de
la elaboración de este libro que representa un importante paso en la conso-
lidación de una línea de investigación vinculada a los estudios del trabajo y
las masculinidades. Muy especialmente quiero agradecer a Cynthia Rivero,
mi compañera de vida, por las lecturas eternas y los pedidos de correcciones
de siempre. Particularmente Deborah Rifkin y Carlos León han sido dos
interlocutor es constantes, meticulosos e imprescindibles para el desarrollo
y la realización de este texto. Igualmente quiero agradecer a Elena Mingo y
Álvaro del Águila por los intercambios sobre temas de género y masculinidad.
También quiero expresar una enorme gratitud a Paulina Siciliani, con quien
tuve el gran placer de compartir parte del trabajo de campo y construir juntos
un registro visual que hoy forma parte del presente libro. Al Chiru López,
quien me acercó contactos claves, referencias, su experiencia y sobre todo
su amistad y su inquebrantable militancia. A los compañeros y compañeras
patagónicas, quienes fueron una referencia ineludible: Natalia Barrionuevo,
Gabriel Carrizo, Daniel Marques y especialmente a Edda Crespo, quien me
persuadió, desde que supo de esta investigación, a profundizar en el tema
de las masculinidades y a la que agradezco el prólogo que precede al texto.
A mis compañeros y compañeras del Ceil-Conicet, con quienes debatimos
todos los días hace muchísimos años: Claudia Figari, Nuria Giniger, Julia
Soul, Diego Álvarez Newman, Matías Frisco, Sara Cufre, Karina Ciolli.
A los trabajadores petroleros y sus familias, que amablemente compar-
tieron una parte de sus vidas conmigo.
. A pesar de que este texto se elaboró con aportes de otros y otras que fueron
Imprescindibles y sin cuya colaboración no hubiera sido posible la concre-
ción de esta investigación, todo lo expresado aquí queda bajo mi exclusiva
responsabilidad.
Índice

Prólogo
Edda Lía Crespo 15

Introducción .................................................................................................•........... 19

Capítulo 1
Trabajo y masculinidad heroica 33

Capítulo 2
Estructuras de significación de la masculinidad 55

Capítulo 3
Poder, alienación y masculinidad:
la consolidación de la hegemonía empresaria y sus fisuras 77

Capítulo 4
Masculinidades infantilizadas 99

Capítulo 5
Feminización y violencia en el trabajo 117

Reflexiones finales 135

Bibliografía 141
Prólogo

Edda Lía Crespo

Me complace infinitamente presentar La producción de masculinidad en


'.
el trabajo petrolero de Hernán Palermo, texto que auguro ha de convertirse
en una referencia obligada dentro de la historia social y de género de los
trabajadores patagónicos. La obra se inscribe dentro del campo de los stu-
dies on men and masculinities e inaugura -para quienes nos interesamos
por las industrias extractivas-la línea de los estudios profeministas de las
masculinidades siguiendo los pasos señeros de Raewyn Connell. Las lecturas
de Silvia Federici nutren al antropólogo de las categorías que le permiten
revisar sus propias interpretaciones en torno a la hegemonía empresaria.
Ahora bien, si de calibanes y brujas se trata, encontrados en el ámbito de
la producción hidrocarburífera exige un ejercicio sistemático de reflexión
que se sostiene como fruto de un trabajo de campo intensivo y de la empatía
con los "petroleros" entrevistados. La condición de varón del investigador
garantiza un éxito por cierto envidiable para sus colegas femeninas.
Como señala Hernán en la introducción, la tesis central que da unici-
dad al texto no deja de lado las formas de construcción de las relaciones
de género que subsisten en el capitalismo desde el mismo momento de la
acumulación originaria. Por ello, otorga centralidad en esta construcción
al espacio del trabajo y principalmente al rol que cumple la organización
c~~italista en el proceso de cooperación. Tal como ha planteado Silvia Fede-
nci (2014: 176-177), a partir de la acumulación originaria se ha permitido
sobre todas las cosas "desviar el antagonismo de clase hacia un antagonismo
e~tre hombres y mujeres ['.. l que ha separado a los trabajadores entre sí
e lllcluso de ellos mismos". Aquí, no hay que olvidar que los petroleros (y
también los "ypefeanos") se desenvuelven en un espacio de trabajo exclusivo
d.e,hombres, donde la homosociabilidad da forma a una particular significa-
Clonde la experiencia obrera. En nota al pie, el autor subraya: "El hombre
que internaliza plenamente las relaciones patriarcales se relaciona casi
exclusivamente con otros varones".
15
Edda Lía Crespo Prólogo

Si se me permite, sugiero adoptar una clave de lectura para deconstruir ·pación en la hegemonía masculina implica también aceptar y sojuzgarse
tal afirmación. En 1991 Kuno Trüeb, a la hora de abordar las masculinida- el la jerarqma'l.mascu ma ".
bajo
des, concibió la historia de vida como una producción teatral en la que el Trüeb subraya que esto es válido asimismo para analizar el discurso
entrevistado es el héroe de su obra y también su director de escena. En esta científico. Aquellas cuestiones consideradas dignas -o indignas- de estu-
línea de análisis, Trüeb (1991) señaló: "Durante el desarrollo de la entrevista dio (con la notable excepción de los estudios feministas) suelen describir
hace que otra gente salga al escenario. Hay papeles principales, personas y henchir de importancia el mundo de los hombres. La orientación "hacia
con papeles importantes o frecuentes. Hay personajes secundarios a los que arriba" y "masculina" al establecer citas y referencias no es probablemente
vemos sólo brevemente, desapareciendo rápidamente de nuevo tras el telón. menos pronunciada entre los académicos (particularmente masculinos).
El entrevistador se comporta como una audiencia activa, quien también Esta obra que estoy prologando es la excepción a esa regla. Durante los años
imparte instrucciones, algunas veces aplaude, pero al hacer preguntas hace transcurridos entre 2012 y nuestros días, con complicidad cuasiadulterina,
salir a la gente al escenario [por ejemplo en el texto de Hernán, en el capítulo he acompañado el desarrollo del trabajo de campo, la lectura de avances
1, se expresa en la alusión a la baja estatura de Mosconi], pero el director de previos en publicaciones científicas y auspiciado el debut de Hernán como
escena puede expulsarlos a voluntad. Aquellos cuya actuación satisface tanto expositor en las Jornadas de Historia de las Mujeres e Iberomericanas de
al entrevistador como a él permanecen en el escenario durante un tiempo Género realizadas en 2015. La invitación a prologar estas páginas otorga
mayor. Si se realiza un inventario de «actores» y «actrices» de las entrevistas, protagonismo a quien suscribe, confirma que no hay calibán sin bruja.
sorprende el número de los varones". Así Trüeb, siguiendo a las feministas,
sugirió cuatro posibles hipótesis para interpretar estos escenarios: Rada Tilly, 31 de octubre de 2016

1. La representación sesgada de los géneros es un reflejo de la realidad.


2. Un "matrimonio feliz" de cincuenta años no produce relatos para ser con- Bibliografía
tados. Nuestra memoria registra principalmente conflictos y situaciones
de aprendizaje. CONNELL, R.w. (1995), Masculinities, Berkeley,University of California Press.
3. La entrevista de historia de vida es semipública, los entrevistados no FEDERICI,
Silvia (2014), Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria.
hablan de aquello que consideran privado. Madrid,Traficantes de Sueños.
4. Los recuerdos de la gente tienden "hacia arriba más que hacia abajo". PALERMO, Hernán M. (2012), Cadenas de oro negro en el esplendor y ocaso de YPF,
BuenosAires,Antropofagia.
Para Trüeb, las implicaciones de género son obvias: las mujeres no tienen TRÜEB,Kuno (1991), "Un mundo de hombres.Realidad y ficción",Historia y Fuente
ningún espacio asignado en las historias de vida de los hombres a causa de su Oral, N° 6, Universidad de Barcelona,pp. 165-179.
posición subordinada, y también para mantenerlas en dicha posición. Para un
hombre, ponerse en el contexto de una mujer significa una orientación "hacia
abajo", que en la mayoría de los casos no ayuda a aumentar su prestigio.
Siguiendo con el autor, "los entrevistados masculinos tienden a organizar
sus historias de vida alrededor de otros hombres, evitando cuidadosamente
a las mujeres. Los mundos dominados por hombres creados en las entrevis-
tas de historia oral son tanto ficciones como una estrategia de supremacía
masculina. La eliminación de las mujeres de la comunicación masculina
refleja la negación de un poder femenino existente. Al mismo tiempo sirve
como instrumento para mantener la insistente impotencia de las mujeres.
"A su vez, el hecho de hablar acerca de hombres comporta acrecentar su
importancia y posición como tales. Pero esta <,fraternidad>,o «camaradería"
entre hombres obviando las diferencias sociales exige un tributo: la parti-
17
16
Introducción

La célebre frase de Simone de Beauvoir -"no se nace mujer"- puede ser


..
'
reelaborada afirmando que tampoco "se nace hombre". Tanto varones como
mujeres estamos subordinados a una cultura del género que nos obliga a
reconstruirnos para integrarnos plenamente a un sistema de relaciones
sociales que codifica la diferencia entre los sexos según los significados
normalizados acerca de la masculinidad y la feminidad. Tal como señaló
Gayle Rubin (1986), toda sociedad tiene modos de tratar el sexo y el género,
y el modo de producción capitalista no 'es una excepción.
Por el contrario, la construcción sexo-género en las sociedades occiden-
tales es la menos creativa de todas, pues limita y encuadra la diferencia
entre los sexos dentro de roles esquemáticos y enfrentados. En este marco de
pensamiento, la masculinidad y la feminidad se entrelazan como categorías
opuestas, binarias y sobre todo jerarquizadas. Es así como la masculinidad
se confirma a partir de su exaltación y de la sumisión de la feminidad. En
este sentido es la misma Rubin quien plantea la necesidad imprescindible
de estudiar la masculinidad inserta en profundas relaciones de poder en
las que la mujer ocupa un profuso lugar de subordinación.
La pregunta inmediata es: ¿cuándo aprendemos estas prácticas dicotómi-
cas y roles esquemáticos? Claramente desde la más temprana infancia. En
la familia, luego la escuela, el trabajo, en nuestras propias relaciones, etc.
A esta socialización estamos todos expuestos y para ella estamos formatea-
dos. El desafío es pensar cómo esa estructura jerarquizada -abstracta- de
relaciones se traduce en un orden arraigado en las instituciones por las que
t~ansitamos los sujetos, apropiándonos y reproduciendo determinadas prác-
tIcas y representaciones. Dentro de esos ámbitos, opera un mapa cognitivo
que indica qué comportamientos son esperados y cómo lograr legitimidad
al interior de tales instituciones y en relación con los sujetos que intervie-
nen. Lejos de ser homogéneas y universales, estas cartografías sociales, o
1nemorándums que prescriben acciones, se imprimen en los sujetos a partir

19
Hernán M. Palermo Introducción

de las experiencias vividas, aunque también sufren modificaciones y rein- trabajo comorelaciones conflictivas, incorporadas a la construcción y conso-
terpretaciones en el transcurso de la vida cotidiana. La antropóloga Iris lidación de la hegemonía. La hegemonía empresaria constituye una noción
Young (2000) plantea la necesidad de cuestionar una noción universal de medular a partir de la cual se indaga la dinámica del ejercicio de poder de
género, y de situada como parte de una construcción diversa y heterogénea, las empresas. Estas prácticas se actualizan, se "aggiornan" y redefinen,
basada no en la libre elección de los sujetos, sino en condicionamientos que enfatizando la dirección político-cultural empresarial. Tal proceso es una
son producto de posiciones históricas y experiencias sociales. construcción flexible, procesual y contradictoria que asume un papel central
Uno de los interrogante s que guiará este libro es ¿qué lugar ocupa el en la transmisión de los sentidos dominantes, operando en la construcción
trabajo en la vida de los trabajadores varones y en la consolidación de de las subjetividades obreras. En el marco de este planteo, la hegemonía
determinada manufactura de la masculinidad? En este aspecto, el espacio empresaria interpela tanto en una dimensión técnico-productiva del proceso
laboral no es solamente la estructura principal de las relaciones de clase, de trabajo como en una dimensión cultural-subjetiva. Como parte de este
sino también un ámbito privilegiado para analizar las relaciones de género escenario, las empresas y los trabajadores devienen actores que se entraman
en las sociedades modernas. Género y clase o clase y género constituyen, en la disputa por la configuración de esa hegemonía.
tal como queda expresadoen el epígrafe inicial, un tándem imprescindible Para abordar estos procesos es imprescindible situarnos dentro de la
para entender cómo se organizan las disputas y las relaciones de poder de empresa -en tanto unidad contextual- y fuera de ella como una totalidad:
la sociedad en general y, en particular, en los ámbitos laborales. es decir, el proceso productivo interrelacionado con el ámbito doméstico
Puntualmente, nos interesa analizar la compleja relación entre el ejer- en general. De esta manera, el problema de la hegemonía empresaria nos
cicio del trabajo y la producción de masculinidad en trabajadores varones reenvía, por un lado, a un orden global que trasciende las empresas, con-
petroleros de la ciudad de Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut. Si "no solidando doctrinas y prácticas corporativas de época y, por otro, hacia las
se nace hombre", ¿qué relaciones de poder al interior de los espacios labora- formas de uso y valorización de la fuerza de trabajo.
les condicionan las formas de comportarse como tal? Más específicamente: Las empresas, como actores centrales en la construcción de hegemonía,
siendo las empresas actores centrales en la construcción de hegemonía, imponen su poder mediante el control estricto de la fuerza de trabajo. Harry
¿qué papel juegan en la consolidación de una cierta masculinidad?, ¿son Braverman (1974: 87) planteó que "el capitalista se esfuerza, a través de la
las condiciones de trabajo posibles poleas de transmisión?, ¿qué relaciones administración, por controlar. Y el control es en efecto el concepto central
establecen los trabajadores entre sí y con las jefaturas para reforzar o im- de todos los sistemas de administración". Retornando esta idea, pero com-
pugnar el modelo de masculinidad dominante? Para Raewyn Connell (1987, plejizándola, planteamos que el control coercitivo y externo es una cara de
1995), la masculinidad es un ordenamiento social e histórico en el que un la moneda. Su otra cara es la interiorización de prácticas, saberes y repre-
hombre se compromete en una posición de género. Esta autora fue más lejos ~entaciones a partir de la creación y consolidación de ciertos consensos al
en sus planteos, aseguró que en todas las sociedades hay una concepción mterior de los espacios productivos. Así, el reverso y el anverso de la mis-
hegemónica de masculinidad que funciona como un modelo de referencia ma moneda son la afirmación de una disciplina {abril que otorga sentido
para los demás. Sin embargo aclaró que esto no significa que la sustenten a las prácticas y representaciones de los colectivos obreros. La noción de
sólo los sectores dominantes -de hombres- de cada sociedad. De acuerdo disciplina {abril entraña procesos de coerción y consenso que alimentan la
con Connell, proponemos reflexionar sobre las formas de masculinidad h:gemonía empresaria. El sujeto disciplinado no es el trabajador individual,
hegemónica configuradas y dinamizadas por las empresas.
La vocación formadora del capital no es una novedad, más bien forma
parte de su constitución histórica, exigiendo en la organización de la coope-
r
sino la clase trabajadora, sometida a las condiciones objetivas y subjetivas
or la d~p.endenci.aante el capital, surgida, garantizada y perpetuada por
as condICIOnesrmsmas de la producción.
ración para la acumulación una fuerza de trabajo acorde o, más específica- La disciplina {abril modela determinados hábitos, actitudes, costumbres y
mente, una mercancía apta para ser consumida. No obstante, esa vocación rep~es~ntaciones para cumplir con el orden y las exigencias de la producción
formadora en clave histórica requiere un abordaje de las herramientas que el ~PItahsta. ~s decir, se requiere del trabajador una disciplina que, dentro y
capital ha empleado para modelar dicha fuerza de trabajo. En este contexto, ti era de la Jornada laboral, conserve las condiciones de la producción de la
nos interesa ahondar en el carácter pedagógico de la hegemonía empresaria uerza de ~rabajo. El planteo medular en el que se funda este libro plantea
(Palermo, 2012; Giniger, 2012; Figari, 2015). Entendemos las relaciones de que a partir de la consolidación de una determinada disciplina {abril se es-

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Hernán M. Palermo Introducción

tructuran relaciones de género dentro y fuera del espacio de trabajo. En tal íen plantea, en su tesis acerca de los ciclos disciplinarios, el interés de
sentido, la disciplina (abril compone una manufactura de la masculinidad (~ políticas empresarias por modelar un determinado colectivo de trabajo.
desde los requerimientos de la producción, modelando así al colectivo obrero. Es interesante en este autor su propuesta sobre cómo las políticas empre-
Nos interesa comprender las formas en que las empresas, "conuna conciencia sarias se modifican -retomando la metáfora de Carl von Clausewitz acerca
de los fines" y apoyadas en determinados métodos de organización del trabajo, de la guerra- de acuerdo a las resistencias que ofrecen las prácticas de los
buscan configurar y especificar una disciplina (abril que consolide un perfil trabajadores en tanto masas refractarias. Gaudemar puso el énfasis en las
de masculinidad. Y dado que, tal como argumenta Antonio Gramsci (1999), estrategias Y técnicas -como codificaciones explícitas- puestas en marcha
"la hegemonía nace en la fábrica" y se extiende hacia todas las relaciones por las empresas con el objetivo de reclutar, fijar y disciplinar la fuerza de
sociales más allá del espacio donde se producen las mercancías, es impres- trabajo. En su obra encontramos expresados los aportes de Harry Braverman
cindible abordar la disciplina extensiva (Meillassoux, 1999) que incorpora a (1974), al referirse a la búsqueda continua por parte de la administración
la familia a partir de distintos roles y prácticas. empresaria del control del obrero o,reto mando sus palabras, la consolidación
Desde las características del proceso de trabajo y las necesidades de de la "habituación del trabajador". Tal como plantea el sociólogo francés, la
la administración empresaria, se configuran prácticas y representaciones historia del desarrollo capitalista es "la historia de la búsqueda continua-
que producen una suerte de división sexual de la disciplina (León Salazar mente reiniciada de una disciplina en el proceso de trabajo adecuada a los
y Palermo, 2015) al interior de las familias. Ésta cristaliza modos de vivir, objetivos de la acumulación" (59).
de pensar y de sentir por parte de los trabajadores varones y las mujeres Michael Burawoy (1989), desde una teoría del proceso productivo ca-
(esposas y parejas) configurando y movilizando dinámicas familiares especí- pitalista, aborda el concepto de consentimiento para intentar explicar los
ficas. Dicha división sexual de la disciplina no es una simple diferenciación motivos que llevan a los trabajadores a producir por encima de sus capa-
"técnica" de las actividades, sino que constituye prácticas sociales concretas cidades, favoreciendo la acumulación capitalista. Menciona que además
según sexo y edad para padres, madres, hijos e hijas, definiendo el acceso y de los procesos de coerción hay, fundamentalmente, consentimiento en la
la administración de recursos e instituyendo a la propia familia como una constitución de los colectivos obreros. La pregunta que desvela al sociólogo
estructura de relaciones de poder. La dinámica familiar, al ser experimen- norteamericano es ¿por qué los trabajadores y las trabajadoras colaboran
tada por la clase trabajadora como un sistema vívido de significados y de activamente en su propia explotación realizando su labor por encima de
atribuciones de sentidos para "la mujer-el hombre" y para "lo femenino-lo sus condiciones físicas?
masculino", se reenvía hacia el ejercicio hegemónico. De esta manera la Por otra parte, los estudios de antropología del trabajo han puesto el foco,
dinámica familiar y el ejercicio hegemónico se consolidan recíprocamente. desde diversos abordajes conceptuales, en pensar y profundizar el doble ca-
La configuración de las masculinidades a partir de los requerimientos rácter del trabajo, en tanto productor de materialidad y como productor de
de los procesos laborales es una materia pendiente de análisis en los estu- valores, representaciones y percepciones que los sujetos interiorizan sobre
dios de las ciencias sociales del trabajo y es por ello necesario recurrir a las su actividad laboral y que moldean sus prácticas sociales y su cosmovisión,
investigaciones que han abordado la masculinidad. Aunque también, como más allá de los espacios mismos de trabajo. En este recorrido se destacan
veremos, cabe hacerles algunos importantes cuestionamientos. distintos autores. Juan Luis Sariego Rodríguez (1988) analiza desde el
concepto de enclave minero la función organizativa del universo social de
los establecimientos industriales. El enclave tiene una estructura que ejerce
De los estudios del trabajo a los estudios una presión sobre las lógicas sociales, restringiendo toda posibilidad de los
de las masculinidades: algunas citas y referencias ac~oresde trascender los marcos establecidos por las empresas. José Sergio
Le!te Lopes (2011) propuso el concepto de "fabrica e vila operaria", que años
Desde la sociología del trabajo se ha investigado sobre la construcción mas tarde utilizó Federico Neiburg (1988) al realizar una investigación
de ciertos perfiles obreros. En esta línea se destacan autoras como Daniele acerca de los obreros del cemento en la Argentina. Este enfoque ilumina la
Linhart (1997), quien identifica la relación entre la racionalización de los Consolidación de un orden en el que la cotidianidad de los trabajadores y
procesos de trabajo "posfordistas" con la formación de "nuevos" perfiles sus familias gira en torno a las necesidades de los emplazamientos indus-
de trabajadores. Otro autor ineludible es Jean-Paul de Gaudemar (1991), triales. Las condiciones de fijación de la mano de obra son una herramienta
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Hernán M. Palermo Introducción

vital para el orden empresarial. En este contexto, la empresa profundiza las ientos feministas que, desde el punto de vista del género, problematizan
relaciones de "patronazgo" a través del mecanismo de "favores", volviendo los presupuestos en que se fundan las jerarquías a partir de la división de los
borrosa la relación de explotación a la que son sometidos los trabajadores. sexos.De tal forma el género, como perspectiva dentro de las ciencias socia-
Por otra parte, el gran proyecto que plantea Gustavo Lins Ribeiro (2006), les, se ha convertido en un campo fértil y especializado con amplio consenso
contrariamente a la "fabrica e vila operaria", precisa una fuerza de trabajo en la comunidad académica y más allá de ésta. Un campo de estudio que,
con características de transitoriedad. Esto es así dado que todo gran pro- con sus matices y variantes, emprende distintas problemáticas.' Durante
yecto contiene un momento de inicio y atracción de un importante flujo de los años 80 surge en los países anglosajones una corriente de estudios que
trabajo y otro momento de finalización y en consecuencia de expulsión de sitúa la mirada en el hombre como posición de género. Con la denominación
trabajadores. Este doble movimiento acarrea una tensión interna dada por de men's studies, emerge una serie de investigaciones que tiene como objeto
la modalidad de explotación de los trabajadores, quienes se encuentran, de problematización al hombre en sus variadas dimensiones. Lo que los
al mismo tiempo, desplazados de su lugar de residencia y despojados del men's studies pondrán principalmente en cuestión es la idea de pensar un
producto de su trabajo. En el plano ideológico, el gran proyecto se concibe modelo de ser hombre vinculado a la noción de hombre patriarcal. Plantean
como una obra de redencion. nacional, sentido que también codifica la subje- que no existe una masculinidad, sino múltiples y variadas masculinidades
tividad de los trabajadores frente al conflicto capital-trabajo y la necesidad (Kimmel, 1997). Sitúan la producción de "virilidad" como parte de procesos
de aumentar los ritmos de producción. culturales: es decir, las maneras de "hacerse hombre" son variadas y hete-
En investigaciones propias hemos abordado la conformación de los colec- rogéneas y se constituyen como fenómenos sociales e históricos (Gilmore,
tivos obreros y sus sentidos de pertenencia a partir de las diversas políticas 1994; Laqueur, 1994). En particular, los estudios sobre masculinidad han
empresarias en pos de modelar la fuerza de trabajo. La noción de "hegemonía tenido una impronta empirista en su análisis de variadas sociedades en
empresaria" (Palermo, 2012) recupera, desde una mirada gramsciana, el las que se expresan diferentes formas de ser hombre? Los men's studies
dinamismo de la relación entre la administración empresaria y los traba- se han multiplicado en investigaciones orientadas a poner en evidencia
jadores, en tanto que ahonda en las prácticas activas de poder en las cuales empíricamente las heterogéneas formas que adquiere la masculinidad en
se conjugan interacciones, apropiaciones y re significaciones. La propuesta distintos contextos. En esta línea de investigaciones Connell (1987, 1995)
analítica es subrayar el doble carácter de la hegemonía empresaria, como es quien ha tenido una mayor pretensión analítica, al proponer un marco
lógica pedagógica que construye y transpone valores y sentidos y, a la vez, teórico-metodológico sobre los estudios de las masculinidades.
como dimensión coactiva que se plasma en presiones directas sobre la fuerza Estas premisas sobre las diversas formas de ser hombre y la imposibi-
de trabajo. En este sentido, la experiencia de los trabajadores, en particu- lidad de hablar de masculinidad en singular han impulsado importantes
lar para el caso de YPF, se encuentra atravesada por un modelo de gestión aportes en Latinoamérica. Varios estudios afirmaron que no sólo es necesario
empresarial que prefigura las relaciones sociales más allá del espacio de la abordar las masculinidades desde una perspectiva de clase, sino también a
fábrica, expresando el carácter envolvente del ejercicio del poder desplegado partir de una relación generacional, de etnia y región, para acceder a una
por la hegemonía empresaria. comprensión particular tanto histórica como social (Bastos, 1998; Fonseca,
Como se observa, desde los estudios del trabajo aquí mencionados se ha 2003).Al respecto los aportes han sido significativos: resaltamos el análisis
analizado de diversas maneras "la vocación formadora del capital" con un de Mara Viveros Vigoya (2001) sobre las identidades masculinas en Quibdó
interés importante en los anclajes territoriales y sobre todo en la relación ~región rural y negra de Colombia- y Armenia -región urbana y mestiza
intrínseca entre producción y reproducción. Ahora bien, pese a constituir im- e Colombia- y el de Norma Fuller (1997) sobre la clase media de Perú
portantes aportes, hay que decir que pocoo nada se ha analizado la manera en
que esa "vocación formad ora" impacta en la consolidación de la masculinidad ru Sobre cuestiones laborales encontramos un amplio abanico de estudios, entre los que reco-
o feminidad configurando perfiles obreros atravesados por posicionamientos ocemoslas clásicas investigaciones de Helena Hirata y Daniele Kergoat (1997) acerca de los
de género. En consecuencia, existe aquí un área vacante que intentaremos Contrastes que los mercados de trabajo imponen según la diferencia de sexos.También resalta-
tmos el an aTISIS. de N a d·la Guimaraes
. (2004) y las divergencias entre mujeres y varones en las
abordar con algunas preguntas y reflexiones partiendo de un análisis de caso. rayectorias ocupacionales, que expresan una profunda desigualdad en desmedro de la mujer.
Por esto nos resulta imprescindible recuperar los estudios previos sobre 2. Por ejemplo, David Gilmore (1994) comparó formas de construcción de la masculinidad
masculinidad. Los últimos años han visto la emergencia de diversos movi- en espacios divergentes; Michael Kimmel (1997) analizó la masculinidad en Gran Bretaña.
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Hernán M. Palermo Introducción

ilustrada, intelectual y profesional. Ambas autoras no sólo demuestran que .. ar la conflictiva relación capital-trabajo es un tema inagotable para las
laís) masculinidad(es) constituyen una categoría relacional que expresa ]l·:ncias sociales del trabajo y para la antropología en particular. De hecho, el
un proceso histórico colectivo e individual y que cuenta con un significado ~evenir del trabajo de campo nos empujó a indagar en esta línea de análisis.
maleable y cambiante, sino que, tal como argumenta Viveros Vigoya (2001: Iniciamos la investigación con trabajadores petroleros a comienzos de
50), "hacer visible la pertenencia genérica de los hombres significa [... ) 2003. Partimos de una trayectoria inscripta en lo que podemos denominar
subvertir de cierta forma un orden social en el cual sólo las mujeres [han) la antropología del trabajo. Abordamos fundamentalmente cuestiones vincu-
estado marcadas por la diferencia". ladas al control y disciplina miento de los trabajadores, conflictos laborales,
Claramente hay entre la masculinidad y la feminidad un tándem in- consolidación de disciplinas fabriles y articulación de políticas empresarias
soslayable de abordar. En este sentido, Matthew Gutmann (1999) señala destinadas a modelar un trabajador ideal. A lo largo de esos años, el proceso
que es sustantivo entender la masculinidad en una dimensión relacional, de descubrimiento antropológico, según argumenta Mariza Peirano (2004),
como resultado del vínculo de hombres con mujeres pero también con otros fue resultado del diálogo entre teoría acumulada y observación etnográfica.
hombres y,en general, con todas las identidades sexuales que se construyen No obstante, por falta de herramientas analíticas fuimos dejando de
socialmente. lado una recurrencia que el trabajo de campo arrojaba: en las entrevistas y
Ahora bien, todos los autores coinciden en que se ha estudiado poco al observaciones surgían constantemente prácticas y discursos asociados con
hombre "como hombre" aunque, como vimos, en las últimas décadas tuvo cierta manufactura de la masculinidad por parte de los trabajadores del oro
lugar un nutrido proceso de investigación. Sin embargo, los estudios de negro. Algunas de estas cuestiones fueron des criptas en anteriores artícu-
masculinidad caen en un vacío al pensar la articulación con las relaciones los y ponencias, pero nunca analizadas en profundidad. Muchas de estas
de poder existentes en el capitalismo. Es decir, se han estudiado las mas- prácticas y representaciones expresaban una densidad semántica cargada
culinidades en obreros -vinculándolas con la labor manual- o trabajadores de connotaciones acerca de la masculinidad. En particular, durante 2008
asociados a labores intelectuales, pero no se ha develado la relación entre se presentó en Comodoro Rivadavia una denuncia judicial por la violación
los procesos de producción de la fuerza de trabajo y la manufactura de la de un grupo de trabajadores a otro trabajador en un pozo de petróleo. Ese
masculinidad como parte de las relaciones de constitución hegemónica. No episodio quedó registrado en las notas de campo, pero nunca tuvimos las
basta con decir que al hablar de masculinidad nos estamos refiriendo a herramientas teóricas para arriesgar alguna interpretación al respecto.
prácticas institucionalizadas en estructuras de poder. Lo que nos interesa A la construcción de conocimiento se accede a partir de la elaboración
profundizar, y es parte del interrogante que dejan abierto estos estudios, de preguntas. Como expresa Hans-Georg Gadamer (1993: 440), "preguntar
es la producción de las "formas de comportarse como hombres", no en tanto quiere decir abrir". Todo saber comienza con una pregunta, es la puerta de
totalidad en sí sino como parte de las operaciones ideológicas propias de entrada a lo que queremos conocer. El problema es que se realizan pregun-
nuestras sociedades capitalistas. La propuesta de análisis es repensar la tas a partir de un marco de conocimiento. No podemos indagar por aquello
reproducción del ejercicio hegemónico en clave de totalidad estructurada, que declaradamente no conocemos. Por eso, al desconocer los estudios de
cuya síntesis en la cotidianidad expresa "claroscuros de verdades y enga- género, nunca hubiéramos podido realizar una pregunta sobre aquello que
ños" (Kosik, 1967), fenómenos en apariencia inconexos pero que codifican se reiteraba. Este libro intenta, entonces, indagar y profundizar en aquellas
procesos de fetichización. recurrencias dejadas de lado, para estudiar las prácticas y representacio-
nes que juegan un papel central en la manufactura de la masculinidad, en
particular en el espacio de trabajo de los petroleros.
El encuentro entre el problema de d La investigación que condensa este libro es un análisis cualitativo del caso
investigación y el trabajo de campo e los petroleros de la ciudad de Comodoro Rivadavia. Desde este enfoque
nos interesa plantear la relevancia del trabajo de campo en relación con la
En este estudio buscamos develar la trama de sentidos y relaciones con.ceptualización social que sustentamos como conjunto/totalización corn-
entre la masculinidad y los procesos de trabajo. Y aquí volvemos a temas y PleJade los procesos y relaciones. Una conceptualización que supone contar
problemas con los cuales comenzamos a investigar, no por pereza o falta de con.estrategias metodológicas intensivas que permiten vincular los aspectos
inquietudes o creatividad, sino porque consideramos que develar y comple- soclOculturales con los procesos Y relaciones vividos y significados por los

26 27
Hernán M. Palermo Introducción

sujetos. Fundamentalmente nos interesa analizar las historias cotidianas baJ·adores entre sí e incluso de ellos mismos". Retomando los aportes
las historias al "ras del suelo". ' loS tra
d mentales de la autora, la obra avanza para compren der y dilucid I UCI ar
El trabajo de campo se efectuó en tres etapas prolongadas: durante 2012 {un la ue cumplen las empresas en el fortalecimiento de ciertas prácticas y
en los lug~r~s. de tra?ajo, particularmente en los cerros de extracción dei el ro qentaciones acerca de la masculinidad
. . .
partiendo dee los
os recuerimi
requerirmen t os
crudo. Allí hicimos diversas entrevistas, pero la observación participant repres .
de la organización del proceso de trabajo,
fue una metodología muy rica ya que pudimos relevar y sistematizar in sit e
prácticas y relaciones laborales que de otra manera no se hubieran podid~
registrar, La condición de varón del investigador que accede al campo habilitó La estructura del libro
la en~~ada a es: espacio. masculino y a su universo de sentidos. Una larga
relación con vanos trabajadores petroleros nos permitió un acceso irrestricto El primer capítulo, "Trabajo y masculinidad heroica", analiza las formas
a estos espacios, lo que hubiera sido imposible de otro modo. Además hemos tivas que desplegó la empresa estatal YPF en la construcción de una férrea
podido realizar un interesantísimo registro fotográfico que es parte del análisis ~visión sexual del trabajo. De esta manera, los varones fueron destinados
de este libro. Durante 2013 llevamos adelante la segunda etapa del trabajo a las actividades de exploración y explotación de petróleo desde la ideología
de campo, focalizada en el espacio de la reproducción de los trabajadores, de que ello suponía estar contribuyendo al "engrandecimiento" de la Nación.
específicamente en sus hogares. Allí pudimos entrevistar a varones con sus Las mujeres, por su parte, fueron confinadas al ámbito doméstico en su rol
11
esposas/parejas e hijos y observar la interacción entre los miembros de las de esposas o madres, o bien como dadoras de servicios sexuales para aquellos
familias. Cabe aclarar que muy pocas veces logramos entrevistar a las parejas varones petroleros que estaban fundando la Nación. A partir de esta divi-
de los petroleros solas: nuestra condición de hombre, si bien fue una entrada sión sexual del trabajo se cristalizaron sentidos acerca de la masculinidad
privilegiada al trabajo, cerró otras puertas. Cuando quisimos concretar las y feminidad que consolidaron prácticas, saberes, representaciones y modos
entrevistas a las mujeres chocamos con una barrera infranqueable: la negativa de vivir entre quienes habitaron en Comodoro Rivadavia durante el período
de los trabajadores petroleros. Nuestros pedidos colisionaron con las formas de de instalación y crecimiento de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. YPF fue un
construcción de la masculinidad y la competencia entre los varones que ella actor decisivo en la construcción y legitimación de sentidos de la masculinidad
supone. La tercera etapa tuvo lugar en 2015, cuando realizamos un trabajo y la feminidad. Para ello desarrolló una serie de políticas de intervención
de campo escueto con el objetivo de confrontar algunos hallazgos producidos dentro y fuera de los ámbitos laborales, configurando la llamada "familia
durante los años anteriores. En líneas generales, el trabajo de campo permi- ypefeana" con el objetivo de producir y reproducir una particular fuerza de
tió articular entrevistas en profundidad, tanto individuales como grupales, trabajo. A los hombres se los exhortó a desplegar un plus de sacrificio que
realizadas a trabajadores de distintas jerarquías. trascendiera el mero esfuerzo en el ejercicio laboral, dinamizando sentidos
~or~ bien, el trabajo de campo es una estrategia vital para producir específicos acerca de la masculinidad a la que denominamos masculinidad
conocimientos sobre determinada realidad sociocultural. Convengamos que heroica. Esta noción estaba asociada a una disciplina (abril con una fuerte
no es ella en sí misma sino sus cruces con la teoría lo que potencia esa forma ascendencia militar, articulada en una estructura vertical y jerárquica que
de abordaje. Y en todo caso, es el "descubrimiento" de la t~oría de género vinculaba el trabajo petrolero con el desarrollo de la Nación. En la misma
lo que permitió realizar las primeras preguntas atinadas sobre aquella línea, se consolidó una particular noción acerca de la muerte en el ejercicio
realidad que se imponía en el campo. del trabajo que potenció la conformación de dicha masculinidad heroica: una
La tesis central que da unicidad al texto no deja de lado las formas de muestra más del sacrificio y la entrega que realizaban estos "verdaderos
construcción de las relaciones de género que subsisten en el capitalismo varones patriotas". Así lo podemos leer en el monolito bautizado "A los que
desde el mismo momento de la acumulación originaria. Por eso damos caYeron forjando la industria petrolera" inaugurado en 1948 en el kilómetro 3
centralidad en esta construcción al espacio del trabajo y principalmente al de la ciudad de Comodoro Rivadavia.
rol que cumple la organización capitalista en el proceso de cooperación. Tal El segundo capítulo, "Estructuras de significación de la masculinidad",
como ha planteado Silvia Federici (2014: 176-177), a partir de la acumulación aborda las formas de construcción de la masculinidad forjada en el ámbito
originari~ se ha permitido sobre todas las cosas "desviar el antagonismo de de trabajo a partir de los requerimientos de la disciplina (abril. En el espacio
clase hacia un antagonismo entre hombres y mujeres [...] que ha separado a laboral se estructuran prácticas sociales, modos de vivir, pensar y sentir
28 29
Hernán M. Palermo Introducción

las relaciones de género. Decodificar el significado de estas experiencias en JIl


a- a los varones petroleros en torno a las necesidades del descanso y
clave de género permite comprender las vivencias de clase de los trabajado, for sición de energia, para 1a jornada
. de tra bai
ajo, La SUJeClOne
'" de las
as mui
mujeres
res petroleros insertos en un proceso social e histórico dinamizado por tal repoparte de los hombres se define como un rasgo característico de las rela-
industria. Por lo tanto analizamos las prácticas cotidianas y sus significados ~~es de producción capitalista; lo interesante es problematizar cómo esa
a la luz de las exigencias del proceso productivo. En particular, los interro. Cl~ eción se tensiona y entra en crisis a partir de los hallazgos de nuestra
gantes que trazan el desarrollo de este capítulo se enfocan en las prácticas . vestigación. El'n ta sentí d o, se expresa una suer t e d"e empo d erarmen
sUJ . t"o
simbólicas y de significación de las experiencias de los hombres a partir de de los miembros de la familia que no ejecutan trabajo asalariado, puntual-
la consolidación de posiciones de género. Esto requiere desentrañar signifi- mente la mujer, ya que llevan adelante todo tipo de decisiones cotidianas
cados, metáforas, estereotipos, expresiones del lenguaje y prácticas insertas respecto de la administración económica de la casa o de la disposición de
en una relación de cooperación dirigida y coordinada por la administración los gastos y el reparto de los recursos salariales.
empresaria. Aquí queda claramente explicitado que la masculinidad remite Finalmente, el último capítulo analiza las formas de violencia entre
a un proceso social e histórico a través del cual los hombres se comprome- varones en el espacio de trabajo. Éstas se constituyen no como actos sin
ten en una posición de género, entramada profundamente al devenir de sentido sino como parte de una "hoja de ruta", un repertorio de prácticas
la experiencia de clase. EÍ desarrollo comienza con las experiencias de los y representaciones que forman parte de los contornos de las exigencias de
trabajadores de YPF y su derrotero luego de la privatización en los años 90, la disciplina (abril. Este capítulo, titulado "Feminización y violencia en el
para luego analizar la configuración de un nuevo colectivo de trabajadores trabajo", explicita el papel de la violencia fomentado por la configuración
autodenominado petroleros, surgidos al calor de los procesos de privatiza- de la masculinidad en el trabajo como parte de un orden de género donde
ción de la empresa YPF y la extensión de las estrategias de tercerización se desvaloriza la feminidad y se exalta la masculinidad. En este contexto,
del sector hidrocarburífero. los trabajadores jóvenes son sometidos a un proceso de feminización que los
En el tercer capítulo, "Poder, alienación y masculinidad: la consolidación expone a situaciones de violencia cargadas de significados sexuales tanto
de la hegemonía empresaria y sus fisuras", observamos las prácticas y metafóricos como literales.
representaciones de los trabajadores petroleros vinculadas a la manufac- Este libro cierra una larga experiencia de investigación, tomando la
tura de la masculinidad. No en tanto puñado de anécdotas de valentía o noción de masculinidad como parte de una dimensión sustancial del análi-
hazañas o como parte de la socialización de un estado del patriarcado que sis. Quizá más que cerrar estemos abriendo una línea de problematización
excede todo tiempo y espacio, sino inscriptas en el capitalismo y orientadas pocoexplorada que seguramente dejará preguntas pendientes, pero que sin
a la valorización del capital. En otras palabras, anclamos el análisis en los duda aportará a los estudios del trabajo y en particular a la antropología
requerimientos de la producción, exigidos y valorados a través de diversas del trabajo. Dicho esto, es buen momento para concluir la introducción y
herramientas de evaluación destinadas a la construcción de una determina- adentrarnos en el contenido del libro.
da masculinidad. Al mismo tiempo, recuperando los aportes del marxismo
dialéctico y afirmando que en todo orden conservador existen elementos de
cambio que permiten la disputa y la transformación, cobran sentido diversas
estrategias de resistencia sustentadas sobre el ethos de la masculinidad.
En el cuarto capítulo, "Masculinidades infantilizadas", colocamos en el
centro de la escena los procesos en los que el control laboral y la disciplina
(abril se extienden desde los lugares de trabajo hacia el ámbito de la vida
familiar. Nos proponemos aquí indagar en la relación entre las pautas de
comportamiento y subordinación, impuestas por las administraciones empre-
sarias en dirección al ámbito doméstico bajo la forma de una división sexual
de la disciplina. En el contexto de largas ausencias de los trabajadores, son
las mujeres quienes se encargan de la logística que atañe a las responsabi-
lidades domésticas. También son quienes ordenan y disciplinan -en cierta
30 31
Trabajo y masculinidad heroica-

La masculinidad existe sólo en contraste con


la femineidad. Una cultura que no trata a las
mujeres y hombres como portadores de tipos de
carácter polarizados, por lo menos en principio, no
tiene un concepto de masculinidad en el sentido de
la cultura moderna europea / americana.
RaewynConnell,"Laorganizaciónsocial
de la masculinidad"

Introducción

Desde los comienzos de la industria petrolera (como también en otras


industrias extractivas) se consolidó una división sexual del trabajo. Forzada
por criterios productivistas y culturales que consideraron más aptos a los
hombres para afrontar los riesgos de la actividad, se fortaleció una división
de "tareas por sexo". Esta división encontraba un claro correlato en otros
I
espacios laborales y, en términos más amplios, en la sociedad en general.
El perfil de trabajador en la actividad petrolera fue eminentemente
masculino. Cabe remarcar que, durante el desarrollo de YPF, el trabajo cobró
un sentido que hasta ese entonces no había adquirido: el hombre estuvo
vinculado a las actividades "trascendentales" de la explotación del petróleo,
asociadas en forma directa a la idea de engrandecimiento de la Nación. En
~ontrapunto, el destino de la mujer estaba circunscripto al papel terrenal de
ama de casa". YPF fue un actor decisivo, como veremos, en la construcción
y legitimación de sentidos acerca de la masculinidad y feminidad.
bl ~esd~ p:incipios del siglo xx en la Argentina, el modelo de familia esta-
eCldolimitó el rol de la mujer a la preservación de las condiciones fisicas
YtSíqUicas de la comunidad (Lobato, 2000). Por ello debía permanecer en
e ámbito del hogar, dado que su ingreso al mercado laboral era percibido
~omo Un factor de disgregación de la familia. Para 1914, las actividades
aborales a las que accedían las mujeres eran una extensión de las que rea-
~na versión preliminar de este capítulo fue publicada con el nombre "Masculinidad heroica:
l figura de Mosconi como condensador de sentidos" en las VI Jornadas de Historia Social de
a Patagonia, Neuquén, Argentina.

33

l
'11

Hernán M. Palermo Trabajo y masculinidad heroica

lizaban dentro de los hogares -costureras, tejedoras, modistas, domésticas, 1 'mbito de trabajo se constituyó como un espacio mayoritaria mente de
lavanderas, planchadoras- y crecía de manera sostenida su llegada a las e :ones en el que se valoraron códigos de conducta basados en la subor-
tareas educativas. La probabilidad de incorporarse a YPF, en este contexto, ~~nación,la lealtad y, sobre todo, el uso de la fuerza y la resistencia fisica.
era escasa, aunque de concretarse alcanzaban puestos entendidos como ¿ste comportamiento, posible de encontrar en instituciones militares," dio
°
"femeninos": cocineras, oficinistas maestras.' entido a una particular forma de entender el trabajo.
En este capítulo analizamos las políticas activas que la empresa YPF s En contraste, a las mujeres que vivían con los petroleros les estaba re-
desplegó en la fijación de ciertas diferencias de género. Este proceso se servada una labor ni tan heroica ni tan memorable: la de la recuperación
consolidó mediante una disciplina [abril que daba sentido a una particular física y psíquica de los hombres para su vuelta a los yacimientos. Estaba
noción de masculinidad. El contenido de los puestos de trabajo conjugaba un enfocada en el cuidado de los hijos y una correcta administración del ho-
saber técnico específicocon ciertas actitudes y aptitudes fisicas consideradas gar que permitiese asegurar el flujo constante de la fuerza de trabajo. La
exclusivamente masculinas. Dentro de este paradigma, la destreza, fortaleza, procreación y, en definitiva, los cuerpos de las mujeres estaban al servicio
perseverancia y firmeza, dadas las condiciones de la actividad en los cerros, de los intereses de la producción. Esto se visibilizó en espacios públicos y
a la intemperie, no eran capacidades que tuvieran o pudieran desarrollar en actos conmemorativos como las elecciones de reinas y princesas.
las mujeres. De este modo aparece una de las primeras explicaciones para La familia nuclear -como elemento central de organización social- fue
contratar sólo trabajadores varones. No obstante, dichas aptitudes fisicas el principal reservorio de los futuros trabajadores de YPF. Los niños -en su
-que constituyen uno de los elementos claves en la construcción de esta condición de futuros hombres- fueron capacitados para tareas concebidas
masculinidad- requerían complementarse con otras fundamentaciones de comomasculinas. Las escuelas, y en particular aquellas escuelas técnicas
tipo ideológico.Así, mediante la disciplina [abril la empresa apuntaba a que ligadas a YPF, fueron potentes poleas de transmisión de la disciplina [abril;
los trabajadores incorporaran nociones acerca de su actividad en términos de un continuum de los requerimientos en el "suelo de fábrica"." Del mismo
aporte al "desarrollo de la industria" y "al engrandecimiento de la Nación". modo la petrolera estatal desarrolló una serie de instituciones vinculadas
En nombre de este montaje épico, las direcciones empresarias exhortaban a las prácticas del ocio y la recreación que también jugaron un rol central
a los hombres a desplegar un plus de sacrificio -incluso a costa de arriesgar en la consolidación de la disciplina [abril. Por ejemplo, el deporte promovió
sus propias vidas- que trascendiera el mero ejercicio de su actividad laboral. valores y sentidos asociados al trabajo, potenciando la identificación dentro
Resulta pertinente, en este punto, recuperar el interrogante que tanto del colectivo obrero "ypefeano". Esta estrecha vinculación entre deporte
preocupó al sociólogo norteamericano Burawoy (1989): ¿por qué los traba- y trabajo fue profundizada por Daniel Marques (2011), quien exploró en
jadores llevan adelante su labor por encima de sus posibilidades físicas? detalle la exaltación de una masculinidad trasmitida en las prácticas de-
Incorporando una perspectiva de género podemos reformular la pregunta: portivas: un ideal que glorifica la musculatura del varón en relación con
¿por qué los varones trabajan por encima de sus posibilidades físicas al el esfuerzo y la superación constantes, atributos valorados en los distintos
punto de arriesgar sus vidas? deportes generados en YPF.
El caso de los trabajadores "ypefeanos" es paradigmático, dado que la Otra política desplegada por YPF, muy conocida y extendida en diver-
configuración de la disciplina [abril amalgamó un ethos de la masculinidad sos territorios, fueron los distintos "rituales oficiales" conmemoraciones
ligada a un proceso de ''heroización'', el cual permeó férreamente el "sentido monumentos, placas de bronces, monolitos, etc. Así 1;
empresa consolidó
común". Se consolida así una particular manufactura de la masculinidad
a la que denominamos masculinidad heroica. Es conocida la relación in- 2.Apropó it di·
co ti . ~I o e o planteado, Juan Guillermo Figueroa Perea (2005) investiga las formas de
1111 I mediata de YPF con instituciones castrenses; la empresa fue inaugurada y
ns
Ila Ituclon de la masculinidad en instituciones militares de Latinoamérica. El autor analiza el
Illado" it d . "
forjada bajo los preceptos militares desde su misma constitución. Además, de· nn o el heroe ,en el cual muchos varones aprenden a ser héroes y generar historias
esg o
3 n . para luego contar a sus pares .
. Gabnel C . (2010)·· .
donde s .arrIzo investiga el caso del colegio Deán Funes de Comodoro Rivadavia,
En este e eVI?encIa la relación entre el modelo pedagógico y cierto ethos de la masculinidad.
~II 1. A mediados de los 40 se acrecentaron las alternativas laborales de las mujeres, que acce-
dieron a roles de telefonistas o enfermeras. No obstante, el trabajo para ellas era opcional, Pri.1 sentIdo, desde 1929 el Deán Funes encuentra en los ámbitos de los talleres un lugar
aunque quienes lo hacían no quedaban relevadas de las tareas domésticas, por lo cual estaban e VIeg¡ado de aprendizaje de las prácticas laborales de los futuros trabajadores de YPF y un
sometidas a una doble jornada de trabajo. spaclo de instrucción de la masculinídad.

34 35
Hernán M. Palermo Trabajo y masculinidad heroica

sentidos y valores acerca del trabajo y fuera de éste desde un potente pro- ORA del IX Congreso (Falcón y Montserrat, 2000), la persecución y la repre-
ceso de transposición pedagógico como parte constitutiva de la hegemonía F·ón del movimiento obrero no cesaron. Específicamente contra el anarquis-
empresaria. Slo se llevó adelante un proceso represivo que se intensificó e incrementó,
En síntesis, la masculinidad heroica se asentó sobre tres pilares fun- ~hninando con episodios lamentables de violencia y muerte."
damentales, activados y dinamizados a partir de la disciplina fabril: la e En la industria del petróleo, tuvo lugar un proceso de formación de la
asimilación del trabajo petrolero al progreso de la NaciónlPatria, la con- clase obrera. Por un lado, se desplegó una estrategia coercitiva hacia los
solidación en términos simbólicos de la idea de sacrificio y entrega y, por sectores más combativo s del movimiento obrero y, por el otro, se intentó
último, una particular noción acerca de la muerte en el ejercicio del traba- establecer la paz social a través de distintas concesiones a los trabajadores.
jo. Estos pilares dieron forma a un modo de ser en el trabajo indisociable Este proceso de constitución de la fuerza de trabajo tenía un claro objeti-
de un modo de ser hombre. En las antípodas estaba la exaltación de una vo:convertir a los trabajadores en soldados, fundiendo los intereses de la
imagen de la feminidad entendida en términos de "fragilidad" y "debilidad" Nación a la idea de trabajo. Durante el peronismo y hasta los albores de
condensada en las figuras de las reinas y princesas y sobre todo el ideal, la privatización, el concepto de Nación pasaría a formar parte inseparable
en tanto deber ser, de lamaternidad, destinada a la reproducción de la del "sentido común" constitutivo del trabajo en YPF.6 Todo ataque por parte
fuerza de trabajo. Se afianzó así una estructura concreta y simbólica que de las organizaciones obreras era leído como una agresión directa a los
configuró una fuerza laboral apta para ser consumida. Por un lado, hombres intereses de la Nación.
"fuertes" y "vigorosos" y, por otro, mujeres "suaves", "dulces" y "delicadas":
dos imágenes invertidas.
La fundación de YPF y la argentinización de la fuerza de trabajo

Formas históricas de disciplinamiento de la fuerza de trabajo En los comienzos de YPF, para generar un proceso de "argentinización"
de la fuerza de trabajo, el general Enrique Mosconi -primer presidente de
YPF se inaugura a comienzos de la década del 20 a partir del interés de la petrolera- entendió las ventajas de consolidar una ideología basada en
sectores civiles y militares industrialistas y estatistas. Detrás de la idea el "nacionalismo petrolero". Esta construcción, enmarcada en un proceso
de un Estado "empresario" se encontraban sectores del ejército con una de desarrollo del entramado industrial, estaba dirigida a interpelar a los
clara perspectiva nacionalista (Rouquié, 1986; Potash, 1982), en su ma- numerosos inmigrante s que se incorporaban a YPF -alemanes, rusos, es-
yoría ingenieros militares que propugnaban por la creación de industrias Pañoles, italianos, polacos, daneses, etc.- que no se sentían representados
estratégicas que asegurasen el desarrollo económico y especialmente la por el ideario de Mosconi. También buscaba disuadir los conflictos gene-
autonomía en la defensa nacional. La "autonomía en la defensa nacional"
y la "independencia económica" constituirían sentidos nodales asociados a 5'.Uno de los tantos hechos de represión y muerte, quizá el de mayor resonancia, fue el deno-
formas de intervención del Estado en la estructura productiva. La reorganiza- ;:unado la "Patagonia trágica". Entre 1920 y 1921, en la provincia de Santa Cruz, alrededor
I ciónde la empresa petrolera se da en un contexto de posguerra particular: se e. 1:500 huelguistas (anarcosindicalistas) fueron fusilados en el marco de un conflicto por
~elvlndicaCioneslaborales -despidos de obreros rurales y magras condiciones de vida- entre
"
divide la Federación Obrera Regional Argentina (FORA) entre anarquistas (V
acendados y peones. El gobierno radical envió un grupo militar para resolver el conflicto y la
Congreso) y sindicalistas (IX Congreso) y por primera vez, a partir de la Ley Illanera en que el teniente coronel Varela cumplió la misión fue eliminando a los trabajadores
Sáenz Peña, es electo un presidente por voto secreto y obligatorio, aunque qUeestaban en protesta.
con varias restricciones, como la exclusión de las mujeres." :~~te escenario e~ c~mparable al caso de Brasilia, capital de Brasil, analizado por el antropólo-
En este escenario, a pesar de que algunos conflictoslaborales terminaron a d l ustavo Lms Ribeiro (2006). En la construcción de la ciudad capital,los aspectos ideológicos
favor de los trabajadores, en particular aquellos que estaban vinculados a la p~ o que el autor denominó "proyectos de grandes obras", como el nacionalismo o el carácter
lonero, constituyeron sentidos nodales del disciplinamiento de los colectivos obreros. De tal
Illanera, se volvieron difusas las relaciones de explotación del trabajo por el capital, a la vez
d ue se potenciaron los intereses empresarios en los aspectos de la esfera de la reproducción
4. La Ley Sáenz Peña, sancionada por el Congreso de la Nación Argentina ellO de febrero de 1912,
establecía el voto secreto y obligatorio a través de la confección de un padrón electoral, aunque
era exclusivo para nativos argentinos y naturalizados masculinos y mayores de dieciocho años.
1: los trabajadores. En este contexto: atacar la construcción de Brasilia, llevada adelante por
empresa estatal Novacap, era equiparable a un ataque directo a la Nación.

36 37

I
Hernán M. Palermo Trabajo y masculinidad heroica

rados por la Federación Obrera Petrolífera (FOP), de carácter anarquista, 'rniendo aquellas ideologías "foráneas", organizó a la clase trabajadora
durante el período 1917-1922, y posteriormente los conflictos encabezados ra que proveyera las cualidades y las cantidades requeridas por las
pfl
por la Unión General de Obreros Petroleros (UGOP), de filiación comunista. P:cesidades de la acumulación.
Para el caso de YPF las críticas actuaban de la misma manera: aquellos n Para disciplinar y racionalizar la producción y el trabajo fue necesaria
trabajadores que anteponían sus intereses laborales al interés mayor de la la destrucción del sindicalismo obrero de base anarquista y comunista, al
Nación eran rápidamente señalados de manera despectiva como defensores tiernpo que se consolidaba un sindicato de empresa:" el Sindicato Unico de
de ideologías "foráneas", "desintegradores" o "patológicos"." Para Moscon¡ Petroleros (SUPE). Asimismo, fue preciso generar una estrategia de persua-
y los sectores militares y civiles que representaba, garantizar cierta "paz sión (altos salarios, diversos beneficios sociales e inclusión en un universo
laboral" era un objetivo estratégico. Por ello, a modo de pacto implícito se totalizador alrededor del nacionalismo petrolero) que logró que la vida de
estableció que la contraparte de empleos bien pagos debía ser retribuida los trabajadores Ysus familias girara alrededor de la producción.
por los trabajadores con la ausencia de conflicto.
Este proceso de "argentinización" de los trabajadores concordaba, en
parte, con la idea de Mosconi de erradicar ideologías obreras opuestas al La consolidación del nacionalismo petrolero
desarrollo de la empresa. Los trabajadores debían retribuir a YPF no sólo con
su trabajo, sino también con demostraciones concretas de patriotismo que Para mediados de los años 40 el "nacionalismo petrolero" se asoció -como
garantizaran fidelidad y lealtad con la empresa y por ende con la Nación. nunca hasta ese momento- con cierto sentido antiimperialista. El pero-
Es posible apreciar cierta noción prusiana en esta perspectiva; lo cierto es nismo, si bien profundiza líneas de continuidad en la política argentina,
que desde la dirección de YPF se intentó conciliar el ideal de un trabajador expresa un punto de quiebre insoslayable. Quizá una de las perspectivas
con el de un soldado. Este proceso tuvo dos caras: por un lado, dio forma a que mejor representa lo que significaron los años que van de 1943 a 1955
una manera de abordar los conflictos obreros, las huelgas por ejemplo, que sea la idea de "democratización del bienestar" de Juan Carlos Torre y Elisa
pasaron a ser percibid as como una agresión directa a los intereses naciona- Pastoriza (2002). Ambos autores destacan un proceso de mejora en las con-
les. En este contexto, cualquier reclamo debía estar relegado a un interés diciones de diversas capas sociales como no había existido en ningún otro
superior: la Patria. Por otro lado, dado que YPF fue concebida, desarrollada período anterior. El ascenso social comenzaba a ser vivido por un número
y conducida por militares, la disciplina castrense fue el modo predominan- importante de trabajadores y trabajadoras. Este fenómeno confirma de al-
te de organización del trabajo. Ésta se impregnó en la disciplina laboral. guna manera un proceso que venía consolidándose desde algunas décadas
Desde esta lógica marcial, exponerse a situaciones de riesgo, sobrevivir atrás, pero que encuentra en el peronismo una potencialidad hasta entonces
a ellas y luego contar esas experiencias entre los compañeros resultaba inesperada. Precisamente, lo novedoso eran las formas de intervención del
una forma de legitimación al interior de los grupos, al mismo tiempo que Estado. Este proceso se refleja en la distribución del ingreso: la participación
se interiorizaban los sentidos dominantes impuéstos por la empresa. El del componente salarial llega a superar la retribución obtenida en concepto
patriotismo, el honor y la bravura constituyeron valores centrales de esa de ganancias, intereses y renta de la tierra por parte de los empresarios.
disciplina {abril que fue configurando una determinada masculinidad. Teniendo en cuenta este escenario, el peronismo jugó un papel crucial
La disciplina {abril, sustentándose tanto en la persuasión como en la Ns l~_confecciónde un movimiento ideológico que amalgamara la idea de
fuerza, ganando espacio a través de distintas formas de concesiones y re- 1 aClOnConlos significados del trabajo en YPF. El industrialismo supone
~ c~nsideración particular de la industria como fundante del desarrollo
y a Independencia económica, el afianzamiento de la soberanía nacional y
7. El Estado argentino, desde comienzos del siglo xx, aplicó un liberalismo económico junto a
un conservadurismo político y social. De tal manera, se consolidó un aparato represivo fundado
en un sistema de ideas en el que la violencia, el anarquismo, el socialismo, las huelgas y la 8. Jean Bunel (1992) argumenta que los sindicatos de empresas tienen una doble característica
prostitución se asociaron como parte de fenómenos desintegradores de la sociedad (Ansaldi.
1993). La fatídica Ley de Residencia, los episodios nefastos de la Semana Roja y los fusila-
lu e los particulariza
~ ase trabajadora
en comparación con los sindicatos de ramas. Por un lado, fragmentan
del conjunto, pero por el otro su movilización se encuentra
a la
condicionada por
mientos de los peones rurales patagónicos en la Semana Trágica constituyen algunos ejemplos as performances económicas de la empresa. Por esta doble característica se conformó una clase
paradigmáticos de aquel aparato represivo. trabajadora petrolera y estatal diferenciada del conjunto de los trabajadores.

38 39
Trabajo y masculinidad heroica
Hernán M. Palermo

la conciliación con ciertos sectores de la burguesía y el movimiento obrero ,,vF era trabajar para la Nación, socializando en el colectivo obrero un
a partir del objetivo común de desarrollo. En este sentido, la apropiación articU1ar "deber ser " .
JI

del nacionalismo por parte del movimiento obrero se asoció, en gran me- P La disciplina (abril se propala a partir de distintas correas de trans-
dida, con la apelación a la redistribución de la riqueza en tanto parte de misión consistentes con las políticas empresarias. En este caso se afianzó
la disputa de clase refractaria en políticas de Estado. En este contexto, na disciplina (abril a partir de prácticas y valoraciones diferenciadas por
Mosconi se alza como la figura capaz de sintetizar un sentido nacionalista, ;énero, expresadas en potentes símbolos de referencia, en términos de Vic-
antiimperialista y estatista vinculado al desarrollo de YPF. El diario El torTurner (1980), que dieron sentido al ethos de la masculinidad heroica.
Chubut así lo reflejaba en 1949: "Cada petrolero debe ser pues, allí donde
se encuentre, un ferviente defensor del petróleo nacional, y erigirse en
soldado y celoso guardián del ideal mosconiano, porque así sabrá cumplir La figura de Mosconi como condensador de sentidos
con lo que la patria espera de él y su conciencia de argentino lo impone"
(citado por Carrizo, 2012). Su figura se constituyó como el ejemplo a seguir para todos aquellos
La idea de apropiación de la "defensa nacional" por parte de los tra- trabajadores que se desempeñaran en YPF, consolidando un ideal posible-
bajadores se vinculó fuertemente con los sentidos acerca del trabajo. No mente inalcanzable de masculinidad. Alrededor del general Enrique Mos-
obstante, la contraparte de la pedagogía del consenso fue la militarización conise ha configurado un proceso de transposición de sentidos que llegó a
de varios de los yacimientos de petróleo. El control externo y coercitivo del condensarlo en el pedestal de bronce. Gabriel Carrizo (2012, 2015) analizó
ejército ante cualquier posible maniobra de lucha obrera resultó efectivo este proceso realizando un verdadero aporte para desentrañar los "usos
para su desarticulación. De hecho, el 31 de marzo de 1944 se creó una políticos"de Mosconi, quien pasó de ser "militar autoritario" a símbolo del
zona militarizada que abarcó parte de las provincias de Chubut y Santa "nacionalismo petrolero". Carrizo observa cómo, a partir del primer golpe
Cruz. La llamada Gobernación Militar pasó a ser una nueva unidad ad- militar de 1930 ejecutado por José F. Uriburu, la gestión de Mosconi al
ministrativa que incluía trece departamentos patagónicos, entre los que frente de YPF pasó literalmente al olvido. Tras una corta agonía murió en
se encontraba Comodoro Rivadavia. Esta gobernación fue disuelta recién 1940. Paradójicamente, fueron fracciones de la juventud socialista quienes
en 1955 cuando se sancionaron las constituciones provinciales de Chubut lo reivindicarían -a pesar de su férrea política antisindical- destacando
y Santa Cruz (Marques y Palma Godoy, 1993). Dicho proceso político no sobre todo su papel "belicoso"frente al capital extranjero. Pronto, la figura
sólo implicó la instalación de autoridades locales militares, sino también de Mosconicomenzaría a ser rememorada comoun "servidor de la Nación",
el recorte de derechos por parte de la población. El peligro para la conti- un militar "disciplinado", "un soldado que no descuidó sus deberes". No
nuidad de la producción del crudo había que buscarlo fronteras adentro: ?bstante, recién hacia 1947 -durante el peronismo- representaría una
en los trabajadores y sus organizaciones clasistas. Importancia trascendental para la empresa YPF. En el marco del 40° ani-
versario del descubrimiento del petróleo se produjo un punto de ruptura
al asociar de forma permanente esa "fecha patria" con la figura del primer
La pedagogía de la masculinidad heroica presidente de YPF.
~ partir de esta construcción política de Mosconi, su figura condensaría
Como una "vidriera oficial" con vocación formadora, YPF articuló toda atnbutos tales como"disciplina", "entrega", "responsabilidad sin pedir nada
una arquitectura pedagógica orientada a interpelar a los colectivos obreros. a c~mbio","fortaleza", "dedicación", etc. que terminaron siendo cualidades
De esta manera se otorgó sentido a una particular noción del trabajo, que ~asl sobrehumanas. Sus esculturas se multiplican en todos los espacios
generó un vínculo orgánico entre el proceso de acumulación y un patrón onde se estableció YPF. Generalmente está representado en un busto:
es d . . .
civilizatorio que interpeló a los trabajadores como partícipes de un pro' s. ecir, la cabeza, los hombros, el nacimiento de los brazos y el pecho.
ceso de "heroización". Estos "héroes de la Patria" debían defender con su ~n embargo, en la ciudad de la provincia de Salta que lleva su nombre,
propia vida el "ideal mosconiano" y eso tenía que demostrarse día a día, osconi aparece de cuerpo entero.
en una disciplina (abril donde cada jornada de trabajo se cumpliera con
una responsabilidad similar a la de un soldado en combate. Trabajar en
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40

I
Hernán M. Palermo Trabajo y masculinidad heroica

"ypefeanos".Revela una construcción pedagógica compleja mediante la cual


a personalidad se convierte en soporte de una identificación colectiva
uIl atributos inalcanzables. Tal como expresa Connell (1995), en todas las
n
c~iedades hay una concepción hegemónica de masculinidad que se sitúa
soIllO un modelo de referencia para los demás. Sin embargo, el autor aclara
eue la mayoría de las veces la masculinidad hegemónica es tan irrealizable
~uetermina siendo una presión imposible de lograr, un deseo siempre insa-
tisfecho.Así, Mosconi es un personaje más próximo a la ficción, que expresa
una clara idea de los modos de ser hombre.
Esta noción acerca de la masculinidad que sintetiza Mosconi puede
ser ilustrada con un episodio que tuvo lugar cuando realizábamos trabajo
Busto del general Mosconi en los ex laboratorios de YPF en la localidad de de campo en la ciudad de Comodoro Rivadavia. En 2009, un grupo de ex
Florencio Varela (izquierda). 9 Busto del general Mosconi en el aeropuerto de trabajadores de YPF nos invitó a un asado en una casa particular. Luego de
Comodoro Rivadavia (derecha). haber alcanzado cierta confianza, charlando sobre el trabajo en YPF y sobre
la vida de Mosconi se nos ocurrió realizar un chiste:

Entrevistador: ¿Qué significa Mosconi para ustedes?


Entrevistado:El general era un hombre probo, que dejó su vida por los
intereses de la empresa y la Nación. ¡Hombre como pocos!
Entrevistador: Bueno, un hombrecito, siendo que era bastante bajito
el general.

El comentario respecto de su estatura generó primero un largo silencio


entre quienes estaban siguiendo la conversación que manteníamos ya va-
rios a la vez. Luego devino en reproche y hasta enojo. El ex trabajador que
nos había invitado al asado nos pidió que nos retractáramos. Rápidamente
intentamos hacerlo, aunque en ese momento no entendimos por qué el co-
mentario en cuestión, en vez de generar un acercamiento, nos había alejado
de los entrevistados. No obstante, nos quedamos preocupados por la tensión
que se había generado.
El malestar que generó la broma se enmarca en este proceso de cons-
Monumento al general Mosconi en la ciudad homóloga, provincia de Salta. trucción del bronce. Comprendimos tiempo después, a la luz del análisis
realizado, que la altura de un hombre, y más de un hombre convertido
e? .ícon0 de la masculinidad heroica, es proporcional a su despliegue de
Mosconi personifica un modelo de masculinidad inalcanzable para \'J.l'llidad.Hacer notar la baja estatura de Mosconi no sólo representó un
los hombres, dadas las cualidades sobrehumanas que su figura sintetiza. :gr~Vio a su masculinidad, sino también el sometimiento a un proceso de
Simboliza un recordatorio constante de la entrega realizada en pos de la emlllización que colisionó directamente con una identificación colectiva
empresa (en definitiva de la Nación) que interpeló a todos los trabajadores :~sculina. El aspecto "natural" de la masculinidad .remite a cierto porte
SICO de fortaleza y fuerza. Una baja estatura, en este imaginario, implica
una disminución de la fortaleza y en definitiva de la virilidad. Más aún,
9.Actualmente en los ex laboratorios de Florencio Varela se encuentra la Universidad Nacional
Arturo Jauretche (UNAJ).
en aquel momento nosotros mismos no teníamos noción clara del proceso
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Hemán M. Palermo Trabajo y masculinidad heroica

de feminización al que estábamos sometiendo a Mosconi al poner en duda


su heterosexualidad con la referencia a su baja estatura. El ejercicio de la
masculinidad contiene dentro de su "hoja de ruta" un repertorio de prácticas
y representaciones entre las que incluye la heterosexualidad y un rechazo
explícito a la homosexualidad por asociarla a ciertos significan te s próximos
a la feminidad. En definitiva, nuestro comentario -de acuerdo a la oposición
que hemos aprendido desde la más temprana infancia y que sólo tiempo
después de aquel episodio pudimos decodificar y comprender- se inscribía en
esa socialización a la que estamos todos expuestos y para ella formateados
(Lamas, 1994, 1999).
Norma Fuller (1997) llamará lo abyecto al negativo contra el cual se
diseña el ejercicio de la masculinidad. Es decir, lo femenino actúa como una
frontera denigrante de lo masculino, un recordatorio constante de aquello
que genera un rechazo compulsivo y que se define como lo que no se debe
ser: el punto en el que los varones perdemos la condición de tal y por ende
nuestro lugar de privilegio. El repudio que suscitó la broma permite a los
sujetos contrastarse con un "otro" -o mejor dicho una "otra"- y definir así
los contornos de ese nosotros varón. Dado que las relaciones de género
implican poder y le atribuyen a un género, el masculino, prioridad sobre
el femenino, se explicita un repudio permanente a todo comentario que
atente contra esta estructuración jerárquica.

Del Gorosito de hormigón al Gorosito de piel y hueso

El Gorosito de Caleta Olivia, provincia de Santa Cruz, es la representa-


ción más acabada de la consolidación de la masculinidad heroica, ya que se
trata del monumento más grande e imponente de la Patagonia argentina.
Con más de diez metros de altura, fue construido e inaugurado a mediados
de la década de 1960 y simboliza a quienes formaron parte del progreso de
la ciudad a partir de la explotación petrolera. El Gorosito, como expresión
iconográfica, representa los atributos que interpelaron al conjunto de los Monumento al trabajador El Gorosito, ciudad de Caleta Olioia, provincia
trabajadores de YPF. La "colosal" figura desafía, con su torso desnudo y SU de Santa Cruz, Argentina.
formidable musculatura, la difícil actividad de extracción de petróleo y en
definitiva a la naturaleza misma. Contiene "fuerza bruta" y una destreza
digna de ser mostrada y glorificada en el monumento más grande del Sur. ~~.la.década de 1920, ser "hombres fuertes" o "sanos de cuerpo", "rectos",
Un hombre con actitud viril en el ejercicio del trabajo de boca de pozo como g lSClplinados"y con "rigidez absoluta". De hecho, en las palabras del propio
forma de glorificación: un "hombre para ser mirado y admirado". En tanto eneral Mosconi se puede encontrar el llamamiento a estos valores:
prócer de la Patagonia, El Gorosito nos recuerda para la eternidad la im-
portancia del trabajador petrolero como engranaje vital del desarrollo de la Al encarar la organización del personal de YPF, lo hicimos con
Nación para lo cual es necesario, de acuerdo a lo que decía Enrique Moscon- criterio humano, social y práctico, en bien de los intereses generales

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HernánM. Palermo Trabajoy masculinidadheroica

y del progreso de la Nación.Nosproponíamosformar [...] un personal En los fragmentos se reponen las ideas que asocian el trabajo con la Nación,
de hombres fuertes, sanos de cuerpo y de espíritu, porque sólocon ese r ejemplo en la expresión "hacíamos un trabajo para todos". Pero como es
material humano se podría realizar el plan trazado [...] Exigimosdel ~sible observar, estas concepciones del trabajo se vinculan indisolublemente
personal, conducido con estricta equidad y justicia, una disciplina otras acerca de cómo ser hombres: "fortaleza", "hombres que se arriesgan en
inflexible y una rigidez absoluta en el cumplimiento de deberes y obli- 8 U trabajo". Podríamos afirmar que detrás de esta noción de masculinidad se

gaciones. (Mosconi,1984:71;subrayados nuestros) ~uegauna concepción de "hombres temerarios", particularmente en la frase


~Si había que enfrentar un frente de fuego, nos arrojábamos para apagarlo".
Resulta esclarecedor en este sentido que todos los 13 de diciembre, en Trabajar para el engrandecimiento de la Patria configuró una actividad
la conmemoración del descubrimiento del petróleo, se reponga este ethos masculina donde arriesgar la vida era parte del repertorio de las prácticas
asociado a la masculinidad heroica: ex trabajadores de YPFrepresentan la laborales cotidianas. Esta interpretación no resulta exagerada, sino que cons-
figura del Gorosito con sus propios cuerpos. En ese ritual cargado de signifi- tituye una construcción ideológica configurada sobre una realidad cotidiana.
cados acerca de la masculinidad, los ex petroleros personifican, en carrozas
que desfilan por la ciudad, imágenes y escenas vividas en los yacimientos.
Durante el desfile realizado en 2007, una de las carrozas que nos llamó La consagración del trabajador llega con su muerte
particularmente la atención fue aquella en la que aparecía en escena una
imagen que evoca gráficamente al "macho petrolero": el pecho inflado en ¿Es posible pensar la idea de la muerte asociada a la disciplina fabril?
una actitud corporal masculina digna de mostrarse, una rectitud solemne Durante los años de trabajo de campo que hemos llevado a cabo entre pe-
en su postura, un rictus de hombre duro y un despliegue de fortaleza brutal troleros, una de las cuestiones más llamativas fueron las significaciones
al sostener con una de sus manos lo que sería una cadena -de plástico- de acerca de los accidentes y en particular de la muerte en el trabajo. En
varios kilos de peso. El personaje en cuestión desfilaba en una carroza entre distintas entrevistas a trabajadores petroleros aparece constantemente la
dos surtidores de combustibles. muerte como tema, debido a las características de una actividad realmente
Dicha carroza fue en aquel entonces una de las alegorías que más atra- peligrosa y letal. En particular nos llamó la atención cómo la muerte aparece
jeron al público de Comodoro Rivadavia. La "fuerza", la "resistencia", el "or- significada en aquellos ex trabajadores de YPFque estuvieron cerca de una
gullo" y el "heroísmo" que antes nutrían la tarea laboral eran representadas experiencia letal por el fallecimiento de algún compañero en el trabajo o por
metafóricamente. En ese contexto, aquellas prácticas y representaciones que haber estado ellos mismos cerca de una situación potencialmente mortal. En
dieron sentido a la masculinidad heroica alcanzaban un estatus completa- un trabajo anterior planteamos que "el orgullo de los trabajadores convirtió
mente distinto al ser parte de un ethos simbolizado todos los 13 de diciem- las descripciones trágicas en retratos heroicos vinculados al trabajo y las
bre. En aquel momento realizamos algunas entrevistas a ex trabajadores reubicó como parte de un acontecer natural. Lo que se sitúa en primer pla-
de YPF,que nos otorgaron cierta noción de los sentidos asociados al trabajo. no, en las representaciones de los trabajadores, es el «haber dejado la vida
~r YPF»tal como lo hizo el general Mosconi, su símbolo máximo" (Palermo,
Hacíamos un trabajo único para la Patria. Si había que enfrentar 012: 106). No obstante, aún falta considerar algunas aristas para explicar
un frente de fuego, nos arrojábamos para apagarlo. Y cuando hablo de Por qué morir durante el desempeño laboral convierte una imagen trágica
fuego hablo de lenguas de tres metros ... Es un trabajo súper riesgoso, en ~na forma de consagración. En los relatos acerca de la muerte aparecen
pero había que ser fuertes y saber que estábamos trabajando en YPF. ~OCl?neStales como "orgullo", "entrega", "heroísmo", etc. En una de las en-
Muchos compañeros lo dejaron todo. (Extrabajador de YPF, Comodoro drevlstas que realizamos a un ex trabajador de YPF,con más de treinta años
Rivadavia, 2012; subrayado nuestro) e actividad, aparecen con nitidez las diferentes formas de morir:
jYPF es sinónimo de la Argentina! No tengas dudas de eso.Nosotros
hacíamos un trabajo para todos.Nos jugamos la vida en el trabajo por Entrevistado: La muerte en el trabajo era algo que nos podía suceder
YPF. Por eso había que ser muy fuertes,porque si era necesario jugársela en cualquier momento. Cuando sos petrolero esa idea te ronda
no dudábamos. (Ex trabajador de YPF, Campamento Vespucio,2009; constantemente. Especulás bastante con el tema de la muerte.
subrayado nuestro) Entrevistador: ¿Alguna vez te imaginaste cómo sería tu muerte?
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Hernán M. Palermo Trabajo y masculinidad heroica

Entrevistado: Sí, varias veces la imaginé. Si me das a elegir, hubiera un hecho universal con variadas interpretaciones y, tal como argumenta
preferido haber muerto en un accidente trabajando en YPF que en eS ley, interpela las formas en las que se vive. En este sentido desde la
el sillón de mi casa mirando la tele a causa de un ACV. Igualmente B~resa YPF se consolidó una interpretación acerca de la muerte cuya
espero que no mepase hasta dentro de mucho tiempo ... [risas].(Ex eIllresión más acabada se encuentra en el monolito bautizado "A los que
trabajador de YPF de bocade pozo,ComodoroRivadavia,2012) e";eron forjando la industria petrolera", inaugurado en 1948 -justamente
~~rante el peronismo- en la ciudad de Comodoro Rivadavia. El monolito,
Todos de alguna manera fantaseamos con nuestra propia muerte de unoScuatro metros de altura, está ubicado en el kilómetro 3..Construido
aunque deseemos vivir el mayor tiempo posible. Cada grupo social tien~ en mampostería, tiene en el frente un mapa de la República Argentina en
una comprensión de aquello por lo que vale la pena vivir o morir. lO A relievecon escalinatas que llevan a una especie de panteón donde se encuen-
diferencia de lo que sucede en otras áreas laborales, la muerte suele ser tran placas de bronce con los nombres de aquellos trabajadores varones que
una consecuencia bastante conocida por los trabajadores del oro negro, murieron en el ejercicio de su trabajo. Estas placas lo asimilan, de manera
dadas las extremas condiciones de la actividad. Evidentemente morir en notoria, a los monumentos a soldados caídos en guerras:
el sillón de la casa mirando televisión resulta la forma más deshonrosa
posible y no se compara con la muerte en el ejercicio del trabajo. Ahora
bien, ¿qué significa esta diferencia? A priori, se puede decir que estas
significaciones acerca de la muerte configuraron un colectivo obrero par-
ticular, con una disposición hacia el trabajo que dio forma a una manera
de ejercer la labor del petrolero. Nigel Barley (2000: 34) nos recuerda
que "las ideas relativas de lo que significa estar muerto siempre forman
parte de una idea más general de lo que significa ser un ser humano
vivo". Fantasear con morir de una determinada manera u otra nos otor-
ga información acerca de cómo es vivida la experiencia del trabajo, más
que de cómo realmente se piensa la muerte. En este sentido, la vida
como trabajador de YPF adquiría cierto prestigio y honorabilidad en la
comunidad comodorense, ya que implicaba la realización de un trabajo
vinculado con un interés superior (la Patria) antes que con un interés
particular. Así, no da lo mismo morir (aunque nadie lo quiera) por ese
interés superior que por una cuestión menor.
Respecto de hechos trágicos en el campo laboral, se han instalado distin-
tas lecturas. La muerte en el trabajo puede ser leída comoun suceso criminal
actuado y vivido por los propios trabajadores -es decir, como resultado de Una de las placas del monolito ':A los que cayeron forjando la industria petrolera".
un trabajador incapaz de salvaguardar su vida por su impericia profesio-
nal- o inscripta en una imagen social de "héroes del trabajo". Este proceso
de "heroización" en YPF consolidó una visión particular acerca de la muerte. el dC~nnombr.e, ape.llido y el año de la muerte de quienes "cumplieron con
YPF apuntaló un proceso de inmortalidad de los petroleros que contrasta re e er de forjar la mdustria petrolera", el bronce inmortaliza. El monolito
con la mortalidad y fragilidad de las que da cuenta este trabajo. La muerte enCuerda que 1a muerte en ese trabajo. no se parece en nada a la muerte

10. La investigación de Ondina Fachel Leal (1997) acerca de los gauchos del sur de Brasil y el
norte de Uruguay revela la importancia del significado de la muerte en la construcción de la
in:
gloo~os ~~pacios laborales. Morir en el trabajo petrolero repone la idea de
cac.IOnque consolidó una experiencia heroica, y los glorificados con la
a 1 o~ahzación son los varones. No obstante, ese monolito que inmortaliza
masculinidad. Para los gauchos, la muerte resulta un momento crucial dado que suponen tener ta~~. ,ombres que murieron les recuerda a los vivos que el trabajo en YPF
algún tipo de poder de decisión sobre ella. La masculinidad asociada a valores como la libertad ten glorifica en vida.
-elemento esencial de la cultura gaucha- está cercana al discurso relacionado con la muerte-

48 49
r

Hernán M. Palermo Trabajo y masculinidad heroica

Como dijimos, las placas de bronce en el monumento a los caídos recu que no gobiernan
dan a los hombres que murieron realizando sus tareas. Las leyendas de esel'. BA'iJla5
pl~cas -"cumplimento del deber", "sacrificio", "patria" y "progreso", entre 1: F1
ederici (2014: 127) reali~a ~ a?~;te inv~lor~ble. ~l planteaz: que, durante
da "acumulación originaria ,la privatización de las tierras produ-
mas rec~ren~es y, ~locuentes- son potentes trasmisores de valores desde
las agencias simbólicas de la hegemonía empresaria, la cual configuró ~ UaJll~ los cercamientos de las propiedades comunales fue acompañada

colectivo de trabajo comprometido con la labor realizada en YPF. La épica ~~ Clda ada- por un cercamiento social al privatizarse la raproducción de
POfi

trabajo, qu~ r~significó l~s m~ertes en YPF transformando sucesos trágic~ -~~ re orz
ba'adores y desplazarla de la comunida . diea a rami'1'la, di'e espacio
a
en acontecimientos heroicos, mterpeló la vida misma de los trabajadores. lOSbtrlia~privado. El rol de la reproducción, tal como explica extensamente
co
Púautora,
la . y con e11o se pro duci
quedar.ía bajo la órbita de la mujer ucma su
Qué te voy a decir, la verdad que muchos compañeros míos y amigos confinamiento al interior del hogar.
han puesto todo en el trabajo. Muchos de ellos hasta sus vidas dejaron por Graciela Ciselli (2002, 2004) ha investigado minuciosamente el lugar que
YPF. Cuando hubo que poner el pecho lo han hecho. Me siento orgulloso la ujer ocupó en YPF y en otras empresas privadas de petróleo de la Pata-
de ellos. (Ex trabajador de YFF, ComodoroRivadavia,2007) nia Austral. Para esta autora, la familia tradicional o "familia patriarcal"
10 m ., de 1a pro ducci
fue el modelo que mejor se ensambló a los requerimientos UCClOn,
'11 Trabajar en YPF era saber que se arriesgaba la vida siempre. El trabajo articulando el espacio "dentro y fuera del trabajo". YPF fomentó que los traba-
de los petroleros es así. (Extrabajador de YFF, ComodoroRivadavia,2009) jadores "ypefeanos" formaran familias a travé.s ?e distintos incentivo~: bonos
por maternidad, facilidades en el acceso a viviendas p~ra los trabaJ.ado~~s
La masculinidad heroica que fortaleció estas experiencias obreras puede que se unieran en matrimonio, las instituciones recreativas para reahzac~or..
asemejarse a los sentidos y valores de la "mentalidad baronial" de tradición de festejos vinculados al matrimonio, etc. Los valores que otorgaban sentido
germánica que aparecen en las sagas nórdicas. u El personaje más conocido a la hegemonía empresaria se equiparaban con aquellos que fomentaban la
por sus proezas y hazañas heroicas es Sigfrido, quien en numerosas leyendas familia. La unidad de la familia se predicaba a partir de un varón proveedor
da cuenta de una extrema fortaleza y vigor en el combate que lo distingue y un hogar sostenido por un único trabajador. La invisibilización del trabajo
del resto de los hombres. Para este personaje mitológico, la muerte en el de la mujer encubrió la contribución a los intereses de las empresas. El no
combate es la posibilidad de acceder a la inmortalidad, al panteón de los reconocimiento de la actividad de reproducción les ha permitido a las admi-
grandes héroes, a partir de la gloria que recubre una muerte de esas carac- nistraciones empresarias ampliar la parte no pagada de la jornada de trabajo,
terísticas. Esta noción acerca de la muerte -que formó parte del universo enlazando el trabajo de la mujer a la acumulación de capital.
de los trabajadores de YPF- afianzó una fuerte disciplina en el trabajo. Cabe señalar que YPF, a diferencia de otras empresas tanto privadas
Asimismo, dado el proceso de heroización que significaba trabajar en esta COmoestatales, desplegó una serie de instituciones destinadas a la esfera
empresa, la idea del prestigio re cubrió a los trabajadores. de la reproducción que se articularon palmo a palmo (esto será un punto
El ethos de la masculinidad heroica sintetizó nociones acerca de la de quiebre a partir de la privatización) con la labor de las mujeres, con el
vale~tía y el orgullo en el trabajo. Esto, sumado al nacionalismo y a una objetivo de que los hombres sólo tuvieran como preocupación primordial
particular forma de entender la muerte, dio lugar a una fuerza laboral que ~l trabajo en los pozos. En tal sentido la empresa estatal generó una
en lo cotidiano demostraba una "bravura" que le permitía aceptar las duraS lnfr~estructura que abarcaba hospitales, clubes, colegios, proveedurías
condiciones de trabajo, e incluso la muerte. a ?~Jo costo y todo tipo de actividades recreacionales y de ocio. Las "fa-
Como veremos en el siguiente apartado, estos trabajadores temerarioS llllhas ypefeanas" tenían al alcance de su mano importantes facilidades
'1

y arriesgados fueron el refi~jo inverso de la delicadeza, dulzura y gracia Para Su reproducción, lo que las diferenciaba de las comunidades locales.
propias de la imagen de las reinas del petróleo. Aquí podemos sumar algún elemento a la discusión que Federici (2014)
entabla con Marx en el texto Calibán y la bruja. La autora italiana afirma
qU~Marx no pudo -o no quiso- analizar el rol de la mujer en la reproducción
11. José Luis Romero (l~8:) analiza, para comprender la mentalidad burguesa, la consolida- ~~al de la fuerza de trabajo e identificó al mercado como el ámbito privi-
ción de la mentahdad cnstJano-feudal. En esta concepción se revela una mentalidad baroniaJ eg¡ado de la recuperación tanto fisica como psíquica de los trabajadores.
introducida a partir de las conquistas germánicas y las guerras feudales.
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Hernán M. Palermo Trabajo y masculinidad heroica

En la fuerza de trabajo, la capacidad de trabajar no brota de forma natural ypF dio sustento a un ritual oficial público para afianzar una idea acerca
sino que debe ser socialmente producida. Todos los días la mercancía fuerz~ 1 s prácticas y representaciones deseadas en el espacio del hogar y la
de trabajo es consumida por el capital y regresa a la casa sin energía y en de ;ia, en definitiva la normalización de la feminidad. La privatización de
estado de agotamiento. Por ello es necesario reproducir esa energía para f~producción y el rol de la mujer tuvieron su contracara pública en la
que sea consumida al día siguient . Marx ha planteado que el mercado es el la :rnonia de coronación de las reinas y princesas del petróleo. Podemos
ámbito de satisfacción y reproducción de esta fuerza en tanto los trabajadores ce~sar que las fiestas ofician de escenarios teatrales en los que cada sociedad
compran con su salario los productos necesarios para dicha reproducción. peoyecta sus valores, pautas, actividades y patrones de conducta estereo-
Federici nos recuerda los debates al interior del feminismo durante la ~ados y ~it,ualizados. E~ este se~tido YPF tuvo su escenario ~eatralizado,
década del 70 y realiza un aporte fundamental para comprender el concepto ue expliclto una determmada mirada acerca del rol de la mujer, En 1947,
de reproducción social, que amplía su significado al incorporar a la familia :n el contexto de los 40 años del descubrimiento del petróleo, comenzó a
-fundamentalmente el rol de la mujer- en el ciclo de la reproducción. La conmemorarse una de las fiestas más populares que ha tenido la ciudad de
reproducción social tiene una doble faceta: reproduce nuestras vidas pero al ComodoroRivadavia: la elección de las reinas del petróleo. Según Eric Wolf
mismo tiempo crea personas listas para ser explotadas por los procesos de (2001: 21), los rituales comunican ideas que deben plasmarse en códigos
producción. No obstante, también hay que decir que las administraciones culturales y lingüístico s adecuados y conocidos por el auditorio expectante. Y
empresarias, sean de empresas del Estado o privadas, han consolidado estra- el lugar predeterminado de la mujer representa uno de los códigos culturales
tegias sistemáticas de intervención de la reproducción de la fuerza de trabajo más reconocidos y legitimados en términos sociales. La elección de las reinas
como formas extensivas de la dominación. YPF es el caso por antonomasia y princesas del petróleo representa sentidos que ofician de contrapunto de
de este proceso, dado que desplegó en el espacio "fuera del trabajo" institu- la masculinidad heroica. Mientras los varones están interpelados a iden-
ciones recreacionales, educacionales, de salud, etc., que se introdujeron en tificarse con una imagen de hombres "fuertes", "temerarios", ''heroicos'' ya
todos los intersticios de la vida cotidiana de los trabajadores y sus familias. realizar un trabajo en pos de la Nación, las mujeres son interpeladas a ser
111
La preocupación era generar una mano de obra arraigada al territorio (por "dulces", "sensibles" y "delicadas", tal como las princesas, en una imagen
eso el incentivo a las familias) e identificada con los valores de la empresa. de por sí inalcanzable.
Los hijos e hijas de los trabajadores de YPF nacían en los hospitales de la Edda Crespo (2005) ha analizado en profundidad los significados de estos
empresa y atravesaban toda su vida (colegios, barrios, clubes, etc.) en un rituales oficiales institucionalizados durante el peronismo y que continuaron
universo totalizador hegemonizado por un orden de valores que se imponía hasta 1984. En ellos, las mujeres tenían una oportunidad, formalizada por
casi al momento del nacimiento. En este proceso de producir una fuerza de la empresa, de romper el velo del espacio privado y adquirir protagonismo
trabajo lista para ser explotada, se modelaron futuros trabajadores identi- en la escena pública: todos los 13 de diciembre, en la conmemoración del
ficados fuertemente con los intereses de la empresa. descubrimiento del oro negro, se convertían en heroínas populares durante
La empresa protegió el modelo de familia. En el ideario de Mosconi existía la elección de la reina del petróleo. Un ritual, dirá Crespo, de pertenencia y
la premisa de que para que un trabajador se entregara por completo a 'su adScripción cargado de fechas patrias, reinas e inauguraciones de monumen-
quehacer debía estar desprovisto de todo tipo de preocupaciones extralabo- tos en tanto poleas de transmisión de determinados consensos y lealtades
rales. Así, todas las situaciones de la vida cotidiana "fuera del trabajo" eran
solucionadas por la empresa. Si bien el modelo de familia que potenció ypF ------
1111
circunscribía a la mujer a un rol reproductivo, lo cierto es que articuló un :~veedor de prestaciones sociales, económicas, educacionales y recreacionales, conduce a una
1
ejercicio de control del espacio de la reproducción disponiendo un orden en e stracción de los antagonismos de clase propios de cualquier relación salarial. De este modo,
el que casi todas las actividades estaban prescriptas. Este rol de la empresa e~ando los in~ormantes se hallaron ante la pregunta acerca de lo que representa YFF para
fá~s.'prevaleCieron las referencias a su tarea civilizatoria al interior o no de la comunidad de
quizá haya sido parte de las causas por las cuales algunos trabajadores la fe ~ca -mamma de la nación, ejemplo de soberanía nacional, milagrera de los pueblos- eu-
consideran como una "madre't.P hi~lzando la relación de dominación ... Si la empresa es la mamma, los trabajadores son sus
la~osy, en esa relación leída en clave consanguínea, cada parte debe representar su papel de
el ~eJor m~nera. Si la madre es quien provee, quien resguarda y asegura que no falte nada,
12. Lorena Capogrossi (2013: 107-108) ha investigado esta identificación de la empresa ypf obeIJ.Ono solo es receptor de las donaciones, sino también es portador de obligaciones, debe
1111
con la figura maternal en la provincia de Salta: "La identificación de YPF con un ente dador, dlencia y respeto".
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Hernán M. Palermo

entre los trabajadores y el resto de los habitantes de Comodoro Rivadavia. capítulo 2


Estos desfiles fueron escenario para la incorporación de las mujeres -per_
tenecieran o no la "familia ypefeana"- al conjunto de la comunidad. EstrUcturas de significación de la masculinidad"
La irrupción de la mujer en la esfera pública revalorizó el ideal mats-,
nal, afianzando la imagen de fragilidad y debilidad propia de las reinas y
princesas e incluso la idea cristiana de la "virginidad" (Crespo, 2005). La ¿Cómo podemos explicar [... llas persistentes
asociaciones de la masculinidad? [... l No creo
consagración de la mujer en el espacio público no hacía más que reforzar
que podamos hacerlo sin prestar atención a los
esta idea de mujeres y madres dulces y encantadoras. Los rituales afianzaron
sistemas simbólicos, esto es, a las formas en que
conceptos de género enmarcados en el desarrollo de la actividad productiva. las sociedades representan el género, hacen uso
Las representaciones femeninas durante el peronismo -no es casual que de éste para enunciar las normas de las relacio-
en ese momento comenzaran a realizarse estos rituales- consolidaron una nes sociales o para construir el significado de la
estructura concreta y simbólica que configuró un orden social donde la mujer experiencia. Sin significado, no hay experiencia;
resaltaba en su rol de progenitora. sin procesos de significación no hay significado.
La división de tareas por sexo se correspondió con una imagen de mujer
Joan Scott,"El género:Una categoría útil para
"dulce" y "suave", cuyo rol era reproducir la fuerza de trabajo, frente a varo- el análisis histórico"
nes "fuertes", "temerarios" y "heroicos" en su tarea de "forjar el desarrollo de
la Nación". Esto dejó profundas huellas en la historia de aquellas ciudades
que crecieron al calor de YPF. Dichos símbolos y valores, reflejo de un proceso
constitutivo de la Argentina moderna del siglo XX con las particularidades Introducción
que asumió en la empresa petrolera, siguen formando parte del presente
aunque en contextos resignificados, sobre todo a partir de la privatización. Preguntarnos cómo se representa la masculinidad en el trabajo implica
Para concluir este primer capítulo, es relevante señalar que en la cons- analizar las prácticas simbólicas y la significación de las experiencias de
trucción de la masculinidad y de la feminidad -productos históricos am- los hombres a partir de la diferenciación sexual. Esto requiere desentrañar
bos- se conjugaron políticas empresarias activas orientadas a normalizar significados, metáforas, estereotipos, expresiones del lenguaje y prácticas.
posiciones de género partiendo de las necesidades del proceso productivo. La insertas en una relación de cooperación dirigida y coordinada por la admi-
masculinidad heroica refleja un corpus de prácticas y representaciones que nistración empresaria. Tanto Raewyn Connell (1997)eomo Pierre Bourdieu
fortalecieron una ética del trabajo acorde con las construcciones históricas (2012) plantean que todo conocimiento es una operación fundamental de
de la hegemonía empresaria. división de dos universos opuestos: lo femenino y lo masculino. Las estruc-
turas de significación para estos universos orientan las construcciones de
sentido de la totalidad de las prácticas sociales. En el mundo de los petroleros,
~l divisi?n se expresa y encarna en las concepciones acerca del ejercicio
del trabaJO. El reto para la investigación es indagar en estas concepciones
d~ c~ase y género que están naturalizadas y por eso son reproducidas en
lStIntas instituciones sociales.
d En particular, nos interesa en este capítulo analizar el espacio de trabajo
~ l~s petroleros y las formas en que allí se ejercita la masculinidad y sus
Slglllficados.La masculinidad, lejos de ser algo con lo que se nace, es algo
aprendido a partir de las experiencias vividas. En ese sentido, es importante
~~:a ve~sión preliminar ~e este ca~ítulo fue publicada como "La construcción social de lats)
1 cuhmdad(es). Un análisis etnografico acerca del umverso laboral de los trabajadores petro-
eros» en la revista Identidades, 2016, dossier "Petróleo y sociedad en la Patagonia argentina".

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'1

Hernán M. Palermo Estructuras de significación de la masculinidad

destacar que no se trata de posesiones individuales, sino de prácticas ins. laS vivencias de clase de los trabajadores petroleros. Las significaciones
titucionalizadas, localizadas en estructuras de poder. La masculinidad es cerca del género que ejercitan los trabajadores se encuentran configuradas
una dimensión del orden del género. El carácter relacional de los géneros, : la luz del proceso .de cooperación coordinado y dirigido por las adminis-
cuando se incorpora al estudio de la masculinidad, repone un sistema bina- traciones empresarras.
rio de códigos, positivo-negativo, que acompaña el proceso psíquico, social El ámbito laboral de los petroleros se caracteriza por ser un espacio ex-
y cultural de la construcción de las formas de comportarse como hombres. clusivode hombres donde se revitalizan -y exacerban- patrones clásicos de
Esos códigos se robustecen y sedimentan a partir de los requerimientos de IJlasculinidad. La categoría nativa que se repone y sintetiza se encuentra en
la disciplina (abril, configurando sentidos prefigurados acerca de lo que es frases reiteradas como "esto no es para señoritas" o "este trabajo es cosa de
considerado débil, blando, abyecto, es decir, todo aquello que supone una hombres", que contienen un sentido particular acerca de lo masculino y lo
connotación social y cultural desvalorizada o negativa. femenino, delineando una clara frontera entre lo "positivo" y lo "negativo".
Tal como fue argumentado desde los men's studies, cuando se aborda la Otra característica son los turnos rotativos, generalmente con diagra-
masculinidad es prioritario entender que no existe una forma de compor- mas que obligan a los trabajadores a pasar largas jornadas en los cerros
tarse como hombres, sino que esto debe pensarse en plural (Gilmore, 1994; de extracción del crudo apartados de sus familias. El factor climático es un
Laqueur, 1994; Kimmel, 1997; Connell, 1997). El sendero que han trazado elemento fundamental pues se trabaja a la intemperie, bajo las inclemen-
estas investigaciones nos permite preguntarnos por "ese otro desconocido" cias del viento patagónico. Cabe agregar que se trata de una actividad con
(Badinter, 1993) y comprender que existen diversas formas de ejercer la una alta exposición al peligro. En efecto, todo petrolero experimentó golpes,
masculinidad en un mismo espacio. Más aún, un mismo hombre es hombre accidentes, cortes, amputaciones, etcétera.
de varias maneras, según los contextos situados y según cómo éstos se re- Considerando lo dicho hasta aquí, este capítulo aborda, en su primera
lacionan con las estructuras de significación de lo masculino y lo femenino. parte, las experiencias de los trabajadores de YPF y su derrotero luego de
El ejercicio de la masculinidad está siempre en movimiento y, más espe- la privatización de la empresa en la década de 1990, que trajo experiencias
cíficamente, en permanente negociación. Como plantea Eduardo Archetti traumáticas asociadas con la pérdida de la masculinidad. En una segunda
(1999: 157), la masculinidad es parte también de un proceso de negociación parte analizamos la configuración de un nuevo colectivo de trabajadores,
constante en función de las modalidades exitosas de ser hombres. autodenominados "petroleros", surgidos al calor de los procesos de priva-
Las masculinidades se reproducen de diversas maneras, como comple- tización y de la extensión de las estrategias de tercerización del sector
mentarias y opuestas a las feminidades y también en la diferenciación hidrocarburífero. Este nuevo nosotros se constituyó como heredero de los
con otros hombres. La forma de diferenciarse parte de la estrategia más o "ypefeanos", aunque con prácticas y representaciones bien diferenciadas.
menos exitosa de producir una feminización de ese otro, en particular del Siguiendo con las premisas que marca Joan Scott (2008), el análisis apun-
trabajo del otro. ta a la comprensión de la significación de las experiencias de clase de los
Los modos de ser hombre al interior de la industria petrolera se mo- trabajadores petroleros en clave de género.
delan a partir de la disciplina (abril requerida por el proceso productivo.
La organización laboral dinamiza una construcción discursiva y práctica
que da forma a una disciplina (abril asociada a ciertos hábitos, actitudes e La emascu}ación de los "ypefeanos"
instrucciones sobre cómo ser hombres en el trabajo. Es decir, se requiere del
trabajador el ejercicio de una disciplina (abril que conserve las condiciones Si bien la dictadura cívico-militar que derrocó al gobierno constitucio-
de la producción de la fuerza de trabajo y que permita consumir la única nal de María Estela Martínez de Perón en marzo de 1976 llevó adelante el
mercancía capaz de producir nuevo valor. ~roceso denominado "privatizaciones periféricas";! fue a partir de diciem-
El nudo de este capítulo se enfoca en las formas de construcción de la re de 1990 cuando -durante el gobierno de Carlos Menem- comenzó el
masculinidad, forjada en el ámbito de trabajo a partir de los requerimientoS
de esta disciplina. En el espacio laboral se estructuran prácticas sociales- !. Las Privatizaciones periféricas fueron adjudicaciones directas de importantes yacimientos
modos de vivir, pensar y sentir las relaciones de género. Decodificar el sig- e11 explotación a empresas privadas, sin compensación alguna. Entre las empresas favorecidas
nificado de estas experiencias en clave de género nos permite comprender IlContramos a Bridas, Pérez Companc y Techint. Tales adjudicaciones se situaron en eslabones

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Hernán M. Palermo Estructuras de significación de la masculinidad

desguace de YPF Sociedad del Estado (SE).2 El Plan de Transformación. L ego del cobro de las indemnizaciones, algunos trabajadores de YPF
Global dispuso el cambio de YPF SE en una Sociedad Anónima (SA) I~ieron como alternativa la elaboración de proyectos cuentapropistas.
posibilitando la venta de las acciones de la empresa al capital privado' °
reso argumenta Patricia Davolos (2001), luego de la privatización de
Con este decreto, YPF se fragmentó en varios paquetes accionarios, ai Co;nseconsolidaron alternativas atípicas de participación de la fuerza de
tiempo que se sistematizaron las áreas a partir de la relación activos yP bajo en el mercado laboral, completamente diferenciadas de la relación
estratégicos-rentabilidad inmediata." A fines de los años 90 desembarcó ~arial que hasta entonces mantenían los trabajadores con la empresa. El
en YPF SA la empresa española Repsol comprando el 98% del paquete s entapropismo, o incluso los emprendimientos productivos, eran formas
accionario. De esta manera la empresa española logró posicionarse como ~ éditas para una fuerza de trabajo caracterizada por relaciones asala-
la compañía con mayor concentración económica en el sector petrolero y ~adas.6 En particular, en Comodoro Rivadavia se acrecentaron dos fenó-
propietaria de las mayores reservas probadas de petróleo en la Argentina menos: el crecimiento de la desocupación y la explosión de innumerables
hasta ese momento.' proyectos cuentapropistas.? La mayoría de estas iniciativas fracasó. Este
1I
En este contexto, y con José Estenssoro como interventor de YPF, hubo desenlace se explica, en parte, por el quiebre de la experiencia laboral y
,1

11
una racionalización" de trabajadores que durante los primeros cuatro años la nueva situación de los trabajadores frente a experiencias desconocidas
de la década de 1990 alcanzó la cifra de 35.689 (Palermo, 2012). Para 1993 hasta ese momento, que requerían saberes específicos.
la desocupación en la ciudad de Comodoro Rivadavia llegaba al 14,8%. En este contexto, en Comodoro Rivadavia comenzó, como en otras ciu-
Era el índice más alto en todo el país en aquel momento. Este proceso dades, un proceso de estigmatización de los trabajadores estatales y en
de desregulación del sector petrolero y privatización de la empresa más particular de los "ypefeanos". Este fenómeno, encuadrado en un movimiento
grande e importante que tuvo el Estado argentino acarreó experiencias general de desprestigio de las empresas del Estado y sus trabajadores,
obreras traumáticas (Palermo y Rivero, 2011) para los trabajadores que tuvo en las ciudades donde se emplazó YPF un aire de revanchismo, pro-
intentaban reinsertarse en un mercado laboral petrolero completamente ducto del bienestar que gozaron las "familias ypefeanas" en relación con
desregulado y fragmentado. Dichas experiencias, como analizaremos, fue- el resto de la comunidad. Los trabajadores de YPF fueron señalados por la
ron significadas por los trabajadores de YPF en clave de género, remitiendo comunidad comodorense como los responsables de sus propios fracasos.
directamente a formas de producción de masculinidad. Expresiones como "no supieron administrar" o "malgastaron las altas in-
demnizaciones" dieron sustento a un relato que culpabilizó a las víctimas
de la privatización. Este proceso se dio a la par de la extensión de las
periféricos de la producción, como perforación, terminación y reparación de pozos. Se estima nociones neoliberales y la impugnación generalizada del rol del Estado
que durante este período se produjeron cerca de 18.000 despidos. ~omointerventor y administrador de las empresas. El argumento de la
2. No obstante cabe remarcar las líneas de continuidad entre las políticas petroleras priva- Ineficacia y del déficit de YPF estaba instalado. La privatización parecía
tistas impulsadas por la última dictadura cívico-militar y los planes del gobierno radical: la única salida."
Petroplan/Plan Houston/Plan Huergo de 1987 (Barrera, 2014). Estas continuidades operaron
como un plafón inmejorable para que durante los años 90 se diera comienzo a la privatización
total de YPF. ~. Surgió cierta fantasía de ascenso social vinculada con la posibilidad de dejar de ser un
3. En este sentido, se cerraron áreas supuestamente no rentables, como los laboratorios de lempleado". En un ambiente marcado por la racionalización, se consolidaba la idea de que
YPF en Florencio Varela, usinas de investigación hidrocarburifera que desde 1940 albergaron ~ pérdida del trabajo era una oportunidad de desarrollo. En buena medida, la empresa y el
11
a ingenieros, físicos, químicos, geólogos, geofísicos, etcétera. 81~dicatola fomentaron. En particular SUPE, que diseñó una política orientada a organizar
4. Le seguiría el conglomerado estadounidense BP-Amoco,que controla Pan American Energ)', ~oos re.c.iéndespedidos en emprendimientos o proyectos cuentapropistas mediante cursos de
y luego la estatal brasileña Petrobras. rmaClOnen cooperativismo o management de empresas.
1,
5. Los denominados "retiros voluntarios" fueron parte de las estrategias empresarias para 7. En los distintos territorios donde se instaló YPF hubo una gran cantidad de este tipo de
concretar los despidos. Muchos aceptaron esta estrategia de racionalización ya que, según e" ProYectosde "ypefeanos" -por ejemplo la compra de taxis- que hicieron colapsar rápidamente
una oferta que no lograba ser absorbida por la demanda.
trabajadores, los "retiros voluntarios" se llevaron adelante en un contexto de hostigamiento
8. ~ariano Barrera (2014) demuestra la falacia de los argumentos que legitimaron la privati-
I
I
y persecución por parte de las jefaturas. El calificativo "voluntario" (un eufemismo) reificó
un proceso de persecución y presión en el espacio laboral con el objetivo de desmoralizar y %aciónde YPF. Los mismos sectores del capital privado que generaron el endeudamiento y la
generación del déficit desde 1976 a partir de distintas formas de transferencias de las ganancias
desgastar cualquier intento de organización.

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Hernán M. Palermo Estructuras de significación de la masculinidad

En efecto, las marchas de los despedidos de YPF en 1991 sobre la ruta 3 no trevistas como parte del proceso vivido luego de la privatización. Marta
fueron acompañadas por la sociedad comodorense en su conjunto. Además ~as (1994) sostiene que las fronteras del género, al igual que las de
los despedidos fueron apodados sugestivamente "las viudas de Mosconi'" el se, son a menudo móviles y flexibles, no obstante el lenguaje específico
expresando desprecio, tal como mujeres que perdían al marido, que era s~ : cuanto al género influye en cómo se piensan o se dicen las cosas. La idea
único sustento. La condena social fue despiadada y dio forma concreta a la ebjetivada en el relato resume una metáfora de una densidad elocuente,
frase popular "pueblo chico, infierno grande". ~ude a una situación de castración en trabajadores a quienes no les era
Entretanto, otros "ypefeanos" encontraron en las empresas privadas una reconocida su trayectoria previa en YPF. La castración, expresada en la
alternativa para continuar siendo trabajadores asalariados. Pero en estas pérdida de la genitalidad, remite a la pérdida repentina y traumática de
reincorporaciones a las empresas privadas, en un contexto de estigmatiza, la masculinidad. Dado que los genitales representan -formando una meto-
ción y persecución, tuvieron que recomenzar el itinerario laboral partiendo ninúa-la masculinidad, estar despojados de ellos implica un desprestigio
de los primeros puestos como operadores de boca de pozo. Lo relevante en tanto hombres y un sometimiento a un juicio de sospecha de la propia
para nuestro análisis es que en más de una ocasión, en las entrevistas, tal masculinidad, el honor y, en definitiva, las cualidades como trabajadores
l' situación fue entendida en ~lave de género: petroleros. Si en la relación sexual el principio de "división fundamental"
l. es que lo masculino es lo activo y lo femenino lo pasivo (Bourdieu, 2012),
Entrevistado: Pasamos un montón de necesidades, tuvimos un mon- la castración metafórica ejerce un despojo de la masculinidad exponiendo
tón de problemas laborales porque antes a los ex ypefeanos en las al varón al deshonor y a la pérdida del estatuto de hombre completo.
privadas no los quería nadie. Nos decían que éramos vagos, que Otra expresión del mismo tenor, registrada en nuestro trabajo de campo
éramos esto, lo otro, que éramos los mimados. La cosa es que para a partir de la experiencia de la desocupación y la desjerarquización laboral,
insertarnos en la industria privada tuvimos que pasar muchos fue "me la pusieron al momento de entrar en la empresa privada". Tal como
maltratos porque pensaban que nosotros por el solo hecho de haber venimos planteando, la estructura de significación masculina se materializa
trabajado en YPF no entendíamos lo que era el trabajo. en los genitales articulándose con el poder o su falta. La frase, mencionada
Entrevistador: Claro, ¿vos de qué trabajabas cuando cerró YPF? por algunos petroleros, significa literalmente ser penetrado, lo que denota
Entrevistado: Yo era enganchador. Trabajaba arriba de la torre. Y violencia y pérdida de poder por parte del desocupado que, en un contexto
cuando entré en la privada, entré de boca de pozo. O sea, empecé otra estigmatizante, vuelve a recorrer su itinerario laboral como un niño que
vez desde abajo, todo de nuevo. Me hicieron ser el último orejón del aprende a caminar. Rafael Luis Ramírez (1997) analiza el caso de los
tarro. La compañía era Well Tech. Es una compañía internacional hombres de Puerto Rico que cuando pierden una contienda con otro o son
importante, de origen yanqui. Era sentir que nos cortaban las bolas heridos dicen "me clavaron". Así expresan sometimiento o dominación en la
cada vez que entrábamos a la empresa privada. (Ex trabajador de penetración sexual metafórica. El ser "clavado" -en nuestro caso "sentir que
YPF, actual encargado de turno, 2013) la la pusieron"- es una forma de expresar que se rebaja, injuria, devalúa
fta ~a~culinidad y, en definitiva, que se ubica al hombre en la esfera de la
Además de cargar con una supuesta "mala fama" que los colocó en una emlll1dad, como una mujer penetrada.
situación desventajosa cada vez que accedían a un trabajo, comenzar de l La pérdida del trabajo en YPF -en un contexto de estigmatización- y
nuevo como operadores de boca de pozo en las empresas privadas implicó due~oel no reconocimiento de la trayectoria laboral configuran un proceso
por un lado una pérdida del prestigio social que supieron gozar como tra- ~ SIgnificación de la experiencia que se expresa por medio de la vergüenza
bajadores de YPF, pero también tensionó los códigos propios de la mascu- ¡ a humillación. El desempleo y el volver a comenzar en el trabajo trasto can
linidad. La frase "nos cortaban las bolas" reaparece en varias de nuestras ~ concepción de la masculinidad, pues más allá del mero hecho de perder
el empleo y tener que comenzar de cero (Rodríguez del Pino, 2014) impiden
a hombre consolidar su "destino manifiesto" como productor e instalan la
de YPF fueron quienes recibieron durante el menemismo la petrolera. Dicho de otra manera, elCperiencia de la esterilidad en el sujeto trabajador.
las causas del funcionamiento deficitario luego fueron la solución. No obstante, y pese a todo,
los balances de la empresa en 1989 cerraban con ganancias del 1 al 6% sobre las ventas. La . La privatización de la empresa no sólo significó una transferencia de
paradoja queda planteada. Ingresos, casi inédita en la historia argentina, de lo público a lo privado, sino

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L,
Hernán M. Palermo Estructuras de significación de la masculinidad

que desestructuró los lazos sociales y, en tanto hecho traumático, rompió petrOleros:los nuevos varones del petróleo
los códigos de la masculinidad. En este proceso se vio interpelado, en gran
medida, el conjunto del colectivo de trabajadores "ypefeano". La categoría nativa de "ypefeano" como constructo abierto, dinámico
aJllbiguo sintetizaba un modo de identificación, un nosotros fruto de un
~eso histórico en el que se conjugaron relaciones de poder asimétricas
La tercerización y las representaciones de la masculinidad tre empresa y trabajadores, re significaciones, apropiaciones y resis-
:ncias. Los "ypefeanos" conformaban una fuerza de trabajo arraigada al
El nuevo orden posprivatizador exacerbó las estrategias de tercerización territorio por medio de políticas empresarias que generaban una fuerte
:flexibilidadlaboral" y precarización del trabajo. Durante los años 90 hubo u~ 'dentificación de las "familias ypefeanas" con los intereses de la empresa.
vuelco en las formas de contratación y uso del trabajo. La tercerización adqui- i.a familia fue una institución central, no sólo porque casi únicamente se
rió una importancia crucial. Se mantuvo un núcleo estable de trabajadores y reclutaban trabajadores que tuvieran lazos de consanguinidad con otros
se externalizaron todas las funciones que eran estratégicas para la producción. que ya se desempeñaban allí, sino porque aportaban una fuerza de trabajo
Con la privatización, tal identificación fue ganando otros matices. En el nuevo ÍIUllersaen un universo cargado de sentidos y valores propios de la empresa
escenario emergió un nosotros diferente, acorde a una industria petrolera estatal. Esta fuerte identificación, sumada a que la empresa formaba parte
fragmentada en términos empresariales como producto de la tercerización: de un proceso político de desarrollo nacional y también regional, otorgó un
los "petroleros". Según Brígida Baeza (2010),la noción de "ypefeano" comenzó particular prestigio a los trabajadores en la medida en que desempeñaban
a ser residual, paulatinamente sustituida por otro nosotros circunscripto a los una tarea asociada al crecimiento de la Nación.
"petroleros". Esta nueva categoría excede el nosotros ceñido a una empresa o Con la privatización, dicha identificación fue adquiriendo otros matices.
a los intereses particulares de YPF y consolida un colectivo de trabajo a partir En el nuevo escenario emergió un nosotros diferente, acorde a una indus-
de un trasvasamiento empresarial. tria petrolera fragmentada en términos empresariales como producto de
Los "petroleros" (y también los "ypefeanos") se desenvuelven en un espa- la tercerización. La manufactura de la masculinidad heroica -abordada y
cio de trabajo exclusivo de hombres, donde la homosociabilidad-? da forma analizada en el capítulo 1- comenzó a ser residual y se fue re configurando a
a una particular significación de la experiencia obrera. Se constituyen así la luz de los nuevos requerimientos de la disciplina (abril. Por consiguiente,
como los nuevos actores o, más precisamente, los nuevos varones que serán valores asociados al trabajo tales como "el progreso de la Nación", las ideas
parte del universo del oro negro. de "sacrificio" y "entrega" de por vida o la noción de la muerte como hecho
En el ambiente laboral, se internaliza una mirada androcéntrica del es- heroico comenzaron a ser sentidos completamente atemporales.
pacio y el trabajo, lo que indica discrepancias según el lugar ocupado en el El nuevo nosotros, ceñido a la autoadscripción de "petroleros", no se
proceso de cooperación capitalista. Es decir, el significado de la experiencia lUnita a una empresa o a los intereses particulares de YPF, sino que con-
de clase surge de los códigos de la masculinidad. Así, las diferencias internas solida un colectivo de trabajo basado en la fragmentación empresarial.
propias de la organización del proceso de trabajo son representadas a partir Muchos "petroleros" hablan de una nueva generación de trabajadores que
de un sistema binario que prefigura códigos acerca de lo que se entiende ~o han vivido la experiencia de la gestión estatal en YPF -salvo algunas
como positivo-negativo/débil-fuerte. Jefaturas con más de veinte años de experiencia- y que de alguna mane-
~ son.hijos de una estructura empresarial heterogénea signada por las
d.rcenzaclOnes. Así, entre "ypefeanos" y "petroleros" existen importantes
lferencias debido a experiencias obreras disímiles. Mientras que para
lOS"y~
pereanos "b'tra ajar en la empresa estatal era un fin, dado que YPF
9. Respecto de la flexibilidad laboral, podemos mencionar el aumento de la jornada, en los añOS
:ra ~sentida como propia", para los "petroleros" las empresas no son un
90, de ocho a doce horas, la introducción de la "polivalencia funcional" institucionalizada en
el convenio colectivo de 1997 (CCT 223/97 "E". Artículo 6), la introducción de las evaluacioneS rn sino un medio. Es decir, lejos de ese "sentir ypefeano", los "petroleros"
de desempeño (CCT 223/97 "E". Artículo 17), etcétera. lenen una alta rotación entre las distintas empresas buscando mejores
10. El hombre que internaliza plenamente las relaciones patriarcales se relaciona casi exclu· COndiciones, en general, y salariales, en particular. Esta diferencia se
sivamente con otros varones. elCpresatambién al momento de preguntarles qué aspiran para sus hijos

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Hernán M. Palermo Estructuras de significación de la masculinidad

en términos laborales: un trabajador de YPF argumentaría que se sentiría 1 petróleo.u Para los "petroleros", insertos en un mercado de trabajo
orgulloso de que su hijo continuara en la empresa donde trabajaron quizá. de dicionado por ciclos de ocupación-desocupación y en contraste con sus
su abuelo y su padre; un "petrolero" afirma -así ha sucedido en las entre. cO~esores, "hacer la diferencia" es parte de las prácticas económicas (Leite
vistas- que no quisiera que su hijo continuara en el mundo del petróleo :':pes, 2011):
augurando "algo mejor para su vida". '
Una de las claves para entender este cambio entre fines y medios reside La guita manda. No se sabe cómo sigue mañana la cosa ... Si ma-
en la autoadscripción: mientras que el nosotros de los "ypefeanos" remite ñana las empresas deciden que es mejor dejar el petróleo abajo cambia
a una identificación con la empresa, el de los "petroleros" se ancla en el todo completamente. Hay que hacer la diferencia y si mañana me llama
sector. Por otro lado, la categoría "ypefeana" daba cuenta de un trabajador otra empresa por más plata ni lo pienso ... me voy. (Jefe de turno, 2012)
convencido de tener una profunda estabilidad laboral y mejores condiciones
de trabajo y sociales. Es sabido que si las empresas deciden "dejar el petróleo abajo" pueden
Al preguntar a trabajadores que hoy ocupan cargos de jefatura sobre las producirse bajas en los contratos y, por consiguiente, rondar el fantasma de
diferencias entre la época estatal de YPF y la actualidad, se reponen valores la desocupación entre los "petroleros":
y sentidos que formaron parte de universo simbólico de YPF:
Entrevistado: Uno nunca está seguro, capaz que te echan. Vos sabés que
Entrevistado: Yo les cuento ahora a los muchachos de las privadas esto es pan para hoy, hambre para mañana. Por eso trato siempre
todas esas cosas que ya se perdieron, que antes hacíamos ... Antes de aprender otros oficios. A mí me gusta la mecánica, como te decía,
había un amor propio por el trabajo, había un amor por la empresa; yo le hago el service del auto, sé arreglar instalaciones eléctricas,
había que hacer más metros de perforacióny lo hacíamos por ese soy gasista (no matriculado pero tengo el título), hago pintura,
amor.Yo alcancé a oerlo cómo se trabajaba en YPF y cómo se trabaja aprendí a soldar. Por las dudas... Uno nunca sabe. Y mientras
ahora. Nada que ver. Dos mundos. tanto el petróleo me permite comprarme mi casa, arreglarla toda,
Entrevistador: Ya partir de la nacionalización, ¿hubo cambios? comprarme el auto, comprarme cosas.
Entrevistado: No, no. YPF sigue teniendo la estructura de siempre, con Entrevistador: ¿Y por qué decís que es pan para hoy, hambre para
las empresas de servicios. Yo sigo siendo personal de San Antonio, mañana?
con YPF nada que ver. Antes la entrega era mayor.(Encargado de Entrevistado: Y ... Así pasó con YPF. (Operador de boca de pozo,2013)
turno, 2013; subrayado nuestro)
Lo interesante de esta entrevista es que el operador de boca de pozo
Expresiones como"había un amor" o"antes la entrega era mayor" remiten era muy chico en el momento de la privatización de la empresa estatal. De
a aquellos rasgos distintivos de la disciplina [abril que caracterizaron al hecho, él trabaja en la industria del petróleo desde 2011, no obstante esa
colectivo de trabajadores de YPF. Se reponen sentidos de la masculinidad eXperiencia parece moldear las formas de concebir el trabajo en la actuali-
heroica en los que los objetivos de la empresa se amalgamaban a los de la :ad. En los "petroleros" cobra sentido el dicho recién expresado: "pan para
Nación, generando un plus de entrega en el trabajo. Los "petroleros", en .oy, hambre para mañana". El proceso de privatización de YPF echó por
cambio, lejos de construir una representación del trabajo en términos de tierra una experiencia obrera que contuvo a más de una generación, a la
orgullo en relación con la Nación, y aún más lejos de sentir a la empresa \1~z que consolidó experiencias traumáticas CPalermo y Rivera, 2011) que
como propia, como herederos de la privatización de YPF conciben su trabajo ~u~ se transmiten y replican en los sentidos que las nuevas generaciones
en tanto medio para alcanzar cierto desarrollo económico. e petroleros" asignan al trabajo. La interpretación nos habilita a pensar
En la memoria colectiva de los "petroleros" -sobre todo de quienes han
vivido la época de YPF- resuenan todavía el desmembramiento de la empre-
11. El merca do diicta cuales
Po , son los momentos mas , rentables para extraer el crudo de los
sa estatal y sus consecuencias negativas. A partir de la desregulación del
e Zosy.cuáles no, lo que marca una diferencia central con la época de YFF estatal, cuando la
mercado petrolero en los 90 y la libre disponibilidad por parte del capital IllCtraccIóndel petróleo estaba regida por una lógica vinculada con la política estratégica de
privado, esta industria tiene altibajos en lo concerniente a la explotación Utoabastecimiento, o el intento de lograr este objetivo.
65
64
-r

Hernán M. Palermo Estructuras de significación de la masculinidad

que persiste una concepción del trabajo signada por el problema de la ines. lizan tareas en las oficinas de las compañías petroleras. Una cuadrilla
tabilidad laboral. 12 :Strabajadores de un yacimiento puede estar conformada por quince o die-
Los "petroleros" son parte del nuevo mapa empresarial en Comodoro .echo personas que pertenecen a diferentes empresas, con variados roles
Rivadavia. Atravesado por la tercerización, la precariedad y una compleja Cljerarquías. Los de menor jerarquía son los operadores de boca de pozo,
articulación entre distintas empresas -consecuencia de la desmonopolj. y uienes se dividen en operador de primera, de segunda y de tercera. 17 Estos
zación de YPF_,13 este mapa está dominado por tres grandes operadoras: ~alizan las tareas estrictamente manuales en la boca de pozo.
Pan American Energy," Tecpetrol'" e YPF, que son las adjudicatarias de las
licitaciones de explotación de los yacimientos. En este contexto de tercer].
zaciones, las operadoras contratan compañías de servicio que se encargan
del proceso productivo. Es decir, las operadoras controlan y las compañías
de servicio hacen las operaciones que requiere el proceso de producción. En
este esquema la categoría "petroleros" remite a una autoadscripción que
abarca a todos los trabajadores del oro negro que cumplen funciones en los
yacimientos, tanto los de las operadoras como los de las compañías. Nos refe-
rimos a quienes realizan tareas de perforación (drilling), terminación (work
over) y reparación (pulling) en los cerros, donde se emplazan tales equipos.
El colectivo "petroleros" comprende a los que se desempeñan en los
equipos," excluyendo a los profesionales jerárquicos y administrativos, que

12. El tema de la inestabilidad se potenció durante el período de Repsol YPF. Antes de la


nacionalización de YPF en 2012, la empresa española había decidido no invertir en la Argen-
tina. Como consecuencia, numerosos trabajadores permanecían en sus hogares el'. estado de
incertidumbre, cobrando el salario y a la espera de ser llamados. Lejos de la idea de que un
trabajador no quiere trabajar, estar en la casa percibiendo un salario, en estado de alerta a la
espera de un llamado, causa una profunda inseguridad respecto del propio porvenir laboral. Operadores de boca de pozo.
En la actualidad, con el cambio de gobierno a partir del 10 de diciembre de 2015, el fantasma
de la desocupación vuelve a estar en el centro de la escena.
13. Durante la década menemista se configura una alianza interburguesa que articula un nue· En la jerarquía ascendente (de perforación, por ejemplo) el que le sigue
vo bloque de poder: una comunión entre los sectores acreedores externos y los grupos locales es el enganchador. Realiza, conforme la apreciación del investigador, la labor
e internacionales concentrados. En este contexto hubo un puñado de empresas favorecidas
con la privatización de YPF. Ciertamente fueron las mismas que se beneficiaron en el pasado
~ás difícil y peligrosa ya que trabaja colgado en el piso del enganche, a una
con los acuerdos de servicios con el Estado y que durante los 90 adquirieron la mayoría de distancia de entre diez y veinte metros del nivel de piso, dependiendo del
las áreas de explotación de YPF, convirtiéndose así en verdaderos oligopolios. Grupos como tamaño del equipo.
Pérez Companc, Bridas, Astra, Pluspetrol, entre otros, lograron integrarse en forma vertical En el siguiente puesto, el maquinista opera el aparejo, las bombas de
y horizontal, reuniendo en un mismo proceso distribución, explotación, refinación y comercia· ~rforación, la rotación del trépano, etc., desde el interior de una cabina
lización (Barrera, 2014).
SItuada en los equipos de perforación, terminación y reparación. Este puesto
14. Propiedad del grupo Bulgheroni hermanos, es una de las tres mayores compañías del

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PAE
representa un salto cualitativo en el ascenso desde la perspectiva de los
mercado primario de petróleo en la Argentina.
15. Propiedad del grupo Techint, familia Rocca.
(ue representa un tesoro ante la sensación de aislamiento y encierro que provoca la vida en
16. Es pertinente conocer el contexto de trabajo en los equipos. El lugar donde se monta el
Os Pozos de perforación. Asimismo, sus trailers son más amplios y confortables. .
equipo está rodeado de trailers, usados como lugares de vivienda y comedores. Según loS
niveles de jerarquía, tienen distintas comodidades. Las jefaturas, por ejemplo, disponen de ~7.Siempre hay un cuarto operador por si surge la necesidad de un reemplazo o por cualquier
servicio de internet, lo que permite cierta distracción y conexión con el mundo exterior, algo lInprevisto que se presente.

66 67

••••
Hernán M. Palermo Estructuras de significación de la masculinidad

bajo está vinculado con el control de dos, tres o hasta cinco equipos, que
recorriendo en camioneta con el objetivo principal de supervisar los
;~tantes o no de materiales para llevar adelante las operaciones. Hasta
~jefe de campo inclusive, son trabajadores contratados por las llamadas
!compañías" de servicio de perforación.
La máxima autoridad en los pozos es el company man (en la época de YPF
se llamaba jefe de pozo), quien representa a la "operadora" del yacimiento.
También hay quienes realizan tareas periféricas a este proceso central.
Pertenecen a otras compañías de servicio y su adscripción al colectivo de los
"petroleros"resulta ambigua. is Al momento de ser entrevistados, se incluyen
en el nosotros de los "petroleros", pero según los trabajadores del propio
proceso productivo ellos no son "del ambiente". Ser o no ser "del ambiente
de los petroleros" depende, de alguna manera, de haber atravesado los
puestos desde operador de boca de pozo en adelante. La tensión respecto de
esa pertenencia está dada por el rol desempeñado en relación con el proceso
productivo central. Los "verdaderos viejos", como suelen auto adscribirse los
"petroleros", son los que desempeñan las funciones centrales del proceso
productivo.
"Viejos"es una categoría nativa heredada de los "ypefeanos" que no tiene
un tiempo histórico determinado de inicio en su utilización. Al preguntar
por qué se denomina así a los trabajadores del oro negro, las respuestas más
reiteradas fueron: "el trabajo te avejenta", "a los cincuenta años ya estamos
parajubilarnos" o"a los cuarenta ya tengo el cuerpo comoun viejo".Se nombra
de esta forma a toda la estructura de la jerarquía laboral de los petroleros
que trabajan en los yacimientos, sin distinción etaria: todos son "viejos". En
Operadores de boca de pozo. Principio,en esta noción resuenan las ideas de finitud -por la proximidad de
las personas de edad avanzada con la muerte- y de experiencia. La prime-
trabajadores, no sólo en lo referente a lo salarial, sino también respecto del ra no resulta descabellada, ya que el trabajo en el petróleo expone a cierta
rol del maquinista: es el líder de los operadores y del enganchador. Además
el maquinista o "perforín", como le suelen llamar, requiere el manejo de
cierta tecnología para operar los controles de la cabina. El trabajo ya no 18. Entre este grupo de trabajadores se encuentran los BJ (denominación que corresponde al
es manual. Los operadores, el enganchador y el maquinista realizan las IlOmbrede la empresa), que se distinguen por el mameluco azul y cuya tarea es la de inyectar el
operaciones centrales en el proceso productivo, maniobrando el equipo. cemento en los pozos. Hay dos trabajadores más cuyo rol es el de control de sólidos: limpian el lodo
~ ser reutilizado e inyectarlo al pozo. En caso de que la bomba de extracción de petróleo sea
El primer puesto que tiene responsabilidad de mando es el de encargado e éctrica puede haber otros dos trabajadores de la empresa General Electric, de mameluco azul,
de turno. No realiza operaciones; es un puesto estrictamente de control. CO~ose ve en una de las fotos. Aliado del company man trabaja el químico de la empresa Marbar,
En particular analiza todo lo relativo al mantenimiento preventivo y el ~Uiencontrola todo lo que se hace con el lodo. También están los choferes que, aunque pertenecen
seguimiento del plan de operaciones de la jornada. Lleva el parte de las degrenuo de camioneros, tienen convenios especiales con todos los derechos y las características
loslo~de los petroleros. En general pertenecen a dos empresas: Clear o Maxicom. Se organizan en
tareas hora por hora. Es una suerte de capataz de toda la cuadrilla. El
1 Siguientes puestos: el chofer del camión "portaba tea" o portavolquete -con el que se trasladan
puesto jerárquico que le sigue es el dejefe de equipo. Ambos,jefe de equipO ;: "recortes del terreno"-, el chofer del "camión chupa" o camión cisterna --que extrae los desechos
y encargado de turno, trabajan en forma conjunta. Sigue eljefe de campo, q~dos- y por último el chofer del "camión aguatero", habitualmente de la empresa Burgwardt,
que actuaría como una especie de supervisor de varios equipos. Su tra- qUien trae el agua industrial.

68 69
!'

Estructuras de significación de la masculinidad


Hernán M. Palermo

cercanía con la muerte pues cualquier accidente puede ser fatal. Como Ya.
hemos analizado en el capítulo anterior, la muerte constituye un elemento
de significación en el universo del oro negro, dado que las experiencias res_
pecto de la muerte no resultan ajenas a ningún petrolero (sea porque alguien
vio a un compañero morir in situ, sea porque se enteró por relatos). Por otro
lado, la experiencia en el trabajo representa un background reconocido entre
ellos mismos. Quizá la noción de "viejo"sea parte de una objetivación de una
(sub)conciencia obrera del desgaste que produce el proceso productivo sobre
los cuerpos y las mentes de los varones.

Diferencias internas y la significación de la masculinidad


..•
A través del proceso de trabajo que se lleva adelante en los yacimientos
de petróleo puede analizarse la diferenciación de los obreros según el lugar
que ocupen en el proceso productivo. En tal sentido nos interesa comprender,
a partir de las representaciones y prácticas de los trabajadores, la mirada
que configuran de sí mismos en relación con su rol en el proceso de trabajo
y la visión que tienen acerca de la cooperación.
El proceso laboral es marcadamentejerárquico, tal como hemos desarro-
llado en el subapartado anterior; enlaza diferentes formas de cooperación
desde el momento en que se perfora un sitio hasta lograr un pozo en plena
producción. En ese proceso intervienen equipos de perforación (drillmg) para
comenzar el trabajo principal del proceso y luego equipos de terminación
(work over) para culminar el trabajo realizado por perforación. Ante algún
desperfecto, son los equipos de reparación (pulling) los que entran en escena.
La primera diferenciación que surge del trabajo de campo tiene que ver
con la especificidad de trabajar en un equipo drilling, work over o pulling-
Los equipos de perforación son los de mayor volumen en todas sus dimen-
siones: los más altos, los que poseen las herramientas más pesadas y tienen
mayor equipamiento en general. Los primeros equipos que pudimos visitar
durante el trabajo de campo fueron los de terminación y reparación. Cuando
accedimos a un equipo de perforación percibimos todo aquello que en las
entrevistas nos habían relatado: a primera vista son imponentes, no sólo
por el tamaño que exhiben, sino también porque -a diferencia del resto de -
Equipo de reparación. Comodoro Riuadauia, provincia de Chubut, 2012.
los equipos- en éstos resuena un estruendo constante (parecido a la turbina
de un avión) que vuelve imposible hablar y ser escuchado. A esto hay que
La fuerza del orden masculino se advierte en el hecho de que las dife-
sumar que perforación es central dentro del proceso productivo.
rencias internas entre los trabajadores "petroleros" quedan configuradas a
Las siguientes fotos, tomadas en el trabajo de campo realizado durante
Partir de una visión androcéntrica. Asimismo, las formas de significar el
2012, dan cuenta del contraste al que hacemos referencia:
espacio también están atravesadas por ese mismo orden. Lo primero que
71
70

110.,
Hernán M. Palermo Estructuras de significación de la masculinidad

surge en la lectura del proceso productivo es la cuestión de las dimensione ..A' grafica de forma elocuente cuáles son los patrones de la masculinidad
de los equipos: s ~w ,
'timOSen el espacio laboral de los petroleros y cuales no.
leglAquellos petroleros que cumplen funciones en perfor~ción goz~ de
y bueno, estuve en terminación y un día me dijeron: "Te vas a perfo- . rto prestigio en relación con los que trabajan en otros equipos." Pudimos
ración". Me sorprendió ... Perforación yo sabía que era un lugar grande, :ervar esto en más de una entrevista grupal, cuando trabajad?res. ~e
pero no tanto. Me lo habían dicho, no lo conocía. Bueno, al otro día me fui rforación descalifican -en tono de broma y no tanto- a los de terminación
a perforación. Me acuerdo que llegamos, se cambiaron todos rápido ... En :ereparación señalándoles: "Ustedes no sa~en lo que es trabajar". ~ebido
terminación nada que ver: llegan,tomanmate,charlany después,comoa al ritmo y la dureza del trabajo, los trabajadores que se desempenan en
la horay mediaodoshoras,salen.En perforación todos cambiados rápido perforación gozan de un prestigio sobre el resto: ,
y afuera, enseguida salieron a la boca de pozo. Los fierros tan grandes: nada La diferencia entre los tamaños de los equipos y las energias que se
que ver con el de terminación, que son cañerías de doscientos octavos y éstas requieren en términos de fortaleza resta~ra un ~rincipio de divisi~n anali-
son de cuatro y media. El elevador ... Me cambió todo. Hayquetenerfuerza •• do por Bourdieu (2012) entre lo masculmo, activo, fuerte y hononfico, y lo
en seriopara quebrar la llave... ¡Encima me tocó una desarmada! Una femenino, pasivo, débil y mundano. Este principio, arraigado socialmente,
desarmada de sondeo ... Yo había terminado el pozo ... Una desarmada se recrea y dinamiza en las formas de significación del trabajo petrolero.
de 3.000 metros implica desarmar trescientas barras afuera. Trescientas Sumado al despliegue de fortaleza necesario para manejar los equipos,
veces tirar la cuña, trescientas veces la sacás, trescientas veces metés la también es posible pensar este contraste fundamental a partir de sus ta-
llave, trescientas la sacás. Agotador. Losque nunca fuerona perforación maños: recto vs. curvo; alto vs. bajo. En cuanto a la estructura, los equipos
no sabenloquees trabajar.Ahí sí que se trabaja ... Hay que transpirar el de perforación son los más rectos (dado el tamaño) y altos. Tal diferencia
mameluco. (Operadorde bocade pozo,2013;subrayadonuestro) fortalece una autoclasificación al interior del colectivo de trabajo petrolero,
donde "la hombría" es propiedad de aquellos que trabajan en los equipos
Del fragmento de entrevista anterior se desprenden nociones androcén- más altos y rectos. Es frecuente que los trabajadores de mayor edad, en
tricas acerca de los colectivos obreros que realizan funciones en los distintos quienes se encuentran disminuidas las fuerzas, pidan el pase a los equipos
equipos. En primer !ugar, se señala la diferencia en los tiempos de ocio y de menor tamaño, como se expresa en el siguiente relato:
los tiempos de trabajo entre unos y otros. La propia posición del informante
en ~~rforación hace notar que se trabaja menos en los equipos de terrni- Bueno, yo ya trabajé en perforación. Ya me curtí y supe lo que es
nacion. De hecho, esta idea se fortalece cuando el trabajador argumenta laburar. Ahora me pasé a terminación porque para mi edad ya no me
que en pe.rforació? ~e debe desplegar más fuerza que en los otros equipos. dan las fuerzas. El trabajo estrictamente técnico en sí es lo mismo casi,
Tales va:Iantes dividen las aguas entre los que no transpiran, y por ende cambia muy poco: el esfuerzo y la intensidad es otra. No es lo mismo
no trabajan, y aquellos que sí "transpiran el mameluco". estar perforando que ensayar capa por capa para ver qué es lo que tiene
Se repone una idea de trabajo arraigada a la disciplina (abril e indisocia- el pozo (agua, un porcentaje de petróleo ...). A ese rubro me cambié yo.
ble del esfuerzo y la virilidad física requerida. Transpirar el mameluco es el
equivalente de trabajar, debido a las características de la labor manual de-
sarrollada en la producción petrolera. El esfuerzo físico es prueba de trabajo, ------
fundamentalmente del que realizan los verdaderos hombres. Esto se reveló de ~ que forman los modelos de masculinidad en otros espacios laborales, como por ejemplo el
forma taxativa cuando algunos petroleros nos preguntaron cuál es el trabajo Sistema científico. Al igual que en el caso de los varones de clase media de Perú analizados
Por Norma Fuller (1997), los modelos de masculinidad que se valoran en el sistema científico
de los académicos. Al terminar nuestro extenso relato acerca de lo que hace
están vinculados al plano intelectual más que al corporal, al desarrollo profesional, etc. Re-
un investigador, con media sonrisa en el rostro que anticipaba cierta picardía, PreSentaciones de la masculinidad que, en el contexto de los petroleros, se acercan más a los
nuestro interlocutor sentenció: ''Ah ... ¡Pero eso no es trabajart"w Este epi- "'alores y sentidos acerca de la feminidad
~ ..ParadójiCamente el prestigio al interior del espacio de trabajo no se corresponde con un pres-
g¡ofuera de éste. Esta situación se pone de manifiesto cuando sectores medios comodorenses
19. Las manifestacio~es de virilidad en el universo del oro negro están asociadas a la lógica no Petroleros producen y reproducen toda una serie de estigmatizaciones y representaciones
de la proeza, la hazana, la fortaleza y la gloria que enaltecen. Esto contrasta Conlos elemen- acerca de cómo son los petroleros, cuya expresión más frecuente es que son "negros con plata".
72 73
Hernán M. Palermo Estructuras de significación de la masculinidad

Además tenés más tiempo para las rondas de mates [risas]. No me da llÍere suma precisión, ser "fino". Se trata de valores que contrastan can las
más el cuero. (Enganchador de terminación, 50 años, 2012) q 'tudes requeridas, por ejemplo, a los operadores de boca de pozo. En tal
,ctItido, para este puesto vital se requiere el despliegue de saberes técnicos
Pedir el pase.a un equipo más chico como terminación o reparación impli. ::erentes, que interpelan otro patrón de masculinidad. Se prod~~e una con-
ea reconocerse
. SInfuerzas para afrontar un trabajo que requiere un esfuerz o rdancia entre la relación de cooperación y las estructuras cognitivas, lo que
que ~ CIerta edad no es posible realizar, resignando también la proeza y la :mgura formas de ser hombre, tal como se desprende del fr~gmento a~:erior:
hazana ~ue repr~sentan trabajar en perforación. La cooperación del proceso "No puede ser un cavernícola". Sin embargo, a pesar de CIerta relac~on con
productivo total Incentiva la jerarquía de las funciones de los trabajadore significantes femeinizantes, este puesto es un~ d.elos más re~p.etado~o mcluso
y la diferenciación a partir de una disciplina firmemente androcéntrica. s el más respetado de todos. Siendo la masculinidad ~ pOSIClOnamI~ntoque
" Al interior del colectivo de trabajo petrolero en los equipos de perfora. se negocia constantemente, tal como plantea Archetti (19~~), nO solo entr.e
cion, Una de lo,spuestos más respetados por el riesgo que implica es el de la feminidad, sino también ante otras formas de masculinidad, el maqui-
enganchador. Este trabaja colgado a más de 15 metros de altura en la torr nista logra imponer una manufactura de la masculinidad exitosa por el rol
de perforación realizando las maniobras más peligrosas. No obstante el estratégico que ocupa en el proceso de trabajo. De hecho, en una entrevista
puesto estratégico y el que tiene mayor reconocimiento es el de maquini~ta grupal un maquinista remarcó, ante la mirada afirmativa de operadores de
o "perforín". Si bien entre petroleros se valoran actitudes vinculadas can el bocade pozo y un enganchador, que el trabajo manual "te embrutece bastante
d~spliegue de la fuerza física, en el caso del maquinista se repone Un sentido y terminás como ellos", señalando a sus compañeros de cuadrilla.
diferente de la masculinidad. De él depende, en gran medida, la seguridad Por ser un puesto que precisa del uso de la tecnología, el modelo de mas-
de l.a cuadrilla de operadores de boca de pozo. Y dado que para operar la culinidad que se valoriza -y que es tomado en cuenta por las empresas en
c~?Ina de perforación se necesitan cierto saber técnico y muchísima preci- las evaluaciones de desempeño- no es necesariamente el extendido en el
sion, se valoriza otro patrón de masculinidad que no se encuadra en la idea proceso petrolero. Se adapta a los requerimientos del proceso de trabajo con
generalizada de ser hombre en el trabajo: cierta tecnificación, como precisa el puesto de maquinista. Las actitudes o
prácticas "temerarias" -el incumplimiento de los procedimientos de trabajo,
Dentro de la torre es un puesto muy delicado, muy delicado. El por ejemplo, o la renuencia a seguir los protocolos de seguridad- son evitadas
maquinista hace la conexión. Vos tenés dos tubos, le pone la cuña al y descalificadas por los mismos trabajadores, ya que no sólo atentan contra
tubo que viene del pozo, lo parte, lo desenrosca y enrosca otro que está la COntinuidad del proceso productivo (por el riesgo de generar un accidente),
a un metro y medio. Después lo tiene que torquear con 5.900 libras, sino que transgreden los códigos compartidos y la forma como es conceptua-
levantarlo, volverlo a poner en el centro de la boca de pozo, lo enroscás lizado, en términos de construcción de masculinidad, ese puesto de trabajo.
con un dispositivo que se llama Kelly y lo torqueás de nuevo con las Las concepciones acerca del propio trabajo consagran, en términos sim-
Wilson. ¿Entendés? Eso se hace hidráulicamente. El maquinista es el bólicos, Un orden en el que se entrelazan saberes técnicos requeridos para
que mueve todo. Los bocas de pozo dependen de él. Los bocas de pozo son el lugar que se ocupa en el proceso de cooperación can formas de producción
los que llevan la Wilson para acá, para allá, y sacan la cuña entre los de la masculinidad. De tal modo, se configura una representación profunda-
tres. Hacen la maniobra manual. El poder, el torque y el desenrosque lo !llente androcéntrica del trabajo moldeada a partir de la asimilación de los
hace el perforador con la máquina. Imaginate: frío, viento, lluvia, nieve, Códigosde la disciplina {abril. La noción de masculinidad dinamizada a par-
se vepoco ... Tiene que tener buena visión, ser preciso, no tiene que ser un tir de los requerimientos productivos nos permite develar diferencias -poco
bruto, tiene que haber comido bien y haber descansando bien. Y sobre estudiadas- entre los trabajadores. Estos contrastes dan sentido a un orden
todo es necesario que sea preciso y delicado para manejar los controles. r~creado a partir de la consolidación de la disciplina {abril, configurando las
No puede ser un cavernícola el maquinista. (Jefe de turno, 2013) SIgnificaciones de las experiencias de clase de los trabajadores petroleros.
Para concluir, la masculinidad -como parte de las posiciones de género-
Si .el maquinista hace un movimiento brusco puede poner en peligro la es Un producto inacabado, dinámico, un proceso cambiante en relación con
seguridad de los operadores de boca de pozo. Dado que tripula la torre de los contextos históricos, sociales y situados. En este sentido, no se puede
perforación desde una cabina a través de controles hidráulicos, el puesto re- hablar de una forma de comportarse como hombres, sino de maneras diver-
74 75
Hernán M. Palermo

sas. Para el caso de los "petroleros", la configuración de las masculinidades


capítulo 3
está asociada a los procesos de cooperación, lo cual requiere el ejercicio de
una disciplina {abril que indefectiblemente se vincula a los modos de ser poder, alienación y masculinidad: la consolidación de la
hombre. El trabajo es un elemento vertebrador de las masculinidades de begeIllonía empresaria y sus fisuras-
los varones, dado el lugar que "les toca" como productores en la sociedad
capitalista. Por eso, es crucial entender los significados que adquieren la
desocupación y el comenzar de nuevo, tal como les ha sucedido a los traba_ Si las mujeres sometidas a un trabajo de socia-
jadores "ypefeanos" durante los años 90. El desempleo es un flagelo de la lización que tiende a menoscabarlas, a negarlas,
modernidad tanto para mujeres como para hombres, pero a partir de las practican el aprendizaje de las virtudes negativas
formas de socialización y significación de unos y otras los varones resultan de abnegación, resignación y silencio, los hombres
afectados de modo diferencial por la presión impuesta por un "deber ser" también son prisioneros y son víctimas subrepti-
que culmina por convertirse en una pesada carga. cias de la representación dominante.
Pierre Bourdieu, La dominación masculina

Introducción

Siguiendo con la idea planteada por Bourdieu, los hombres son exhortados
a ser viriles y fuertes, entendiendo esto no sólo en tanto capacidad sexual y
social, sino también a partir de aptitudes como la fortaleza, la resistencia, la
tenacidad, la firmeza y el empeño. Tales aptitudes son modeladas y aumen-
tadas en relación con una disciplina {abril orientada a configurar una fuerza
de trabajo acorde a los intereses de la producción. En este sentido, el supuesto
privilegio de la masculinidad no deja de ser una trampa que encuentra su
contrapartida en el deber del hombre de afirmar su virilidad ante cualquier
circunstancia que se le presente. La masculinidad configura efectos concretos
en las prácticas, las experiencias corporales y las representaciones acerca de lo
masculino y lo femenino. En tal sentido, la consolidación de la disciplina {abril
reafirma un modelo de masculinidad que se despliega en el trabajo cotidiano;
es apropiada y ejercida por los petroleros y, en definitiva, también les trae su-
frimiento. Tal como expresa Michael Kaufman (1995), el poder que detentan
los varones redunda en privilegios, no obstante alimenta también experiencias
individuales de sufrimiento por los imperativos a los que están constreñidos. 1

* Una versión preliminar de este capítulo fue publicada con el nombre ""Machosque se la bancan»:
Masculinidad y disciplina fabril en la industria petrolera argentina", en la revista Desacatos,
N" 47 (enero-abril 2015), México.
'1. En tal sentido, Kaufman (1995: 125-131) sostiene que "la adquisición de la masculinidad
hegem6nica (y la mayor parte de las subordinadas) es un proceso a través del cual los hombres
llegan a suprimir toda una gama de emociones, necesidades y posibilidades, tales comoel placer
de cuidar de otros, la receptividad, la empatía y la compasión, experimentadas como inconsis-
tentes del poder masculino".
76 77
Hernán M. Palermo Poder, alienación y masculinidad

Este capítulo es central, hilvana todo el libro, dado que aquí analiza, en "aguantarse los golpes como hombres". Así, ejercen una disciplina {abril
mos pormenorizadamente el vínculo orgánico entre la disciplina {abril y cuyos resultados acumulados contribuyen a alcanzar los niveles de pro-
la producción de la masculinidad. En particular, nos interesa develar la ductividad estipulados por las empresas. Esta relación entre disciplina
relación entre los requerimientos específicos de la producción -impuestos y (abril y masculinidad encuentra una potente amalgama en el desempeño
evaluados por las políticas empresarias- y los correlatos en la manufactura diario de los trabajadores.
de la masculinidad. Las prácticas y representaciones de los trabajadores Las tentativas empresariales por controlar y organizar la fuerza laboral
petroleros, condicionadas a partir de los imperativos empresariales acerca tienen su expresión en las políticas orientadas a modelar determinados
de la masculinidad, son analizadas no en tanto puñado de anécdotas de tipos ideales de "hombre trabajador". En este sentido, se constituye como
hechos valientes y hazañas o como parte de la socialización de un estado condición el fortalecimiento de ciertas formas de identificación y compro-
de patriarcado que excede todo tiempo y espacio, sino inscriptas en el ca- miso con los objetivos de la empresa que garanticen la participación activa
pitalismo y en la consolidación de un proceso de trabajo determinado. La y voluntaria de los trabajadores. No obstante, cabe remarcar que el poder
disciplina {abril no sólo es considerada a partir de los atributos técnicos encuentra fisuras por donde circulan reinterpretaciones creativas que
requeridos para el trabajo. También forma parte de los criterios con que ponen en duda los objetivos empresariales. Tal como planteó Braverman
se evalúan las maneras de comportarse como hombres. Parafraseando el (1974: 75), esta incertidumbre a la que se enfrenta el capitalista se debe
trabajo de Mariana Sirimarco (2004) acerca de cómo la institución policial a que cuando compra y consume fuerza de trabajo -la única mercancía
configura un sujeto policial masculino, en nuestro caso el lugar reservado capaz de generar nuevo valor- los cálculos están lejos de ser tan precisos
para los trabajadores petroleros habilita a pensar que a partir de los reque- y exactos, dado que está adquiriendo una fuerza inconmensurable con
rimientos de la disciplina {abril se busca conformar un sujeto ideal o un amplias capacidades de transformación. Por ello, para las administracio-
sujeto {abril-petrolera-masculino. En tal sentido, queremos detenernos en nes empresarias, el control del proceso de cooperación se constituye como
la praxis- de estos trabajadores y develar los procesos que enmarcan una un objetivo central. Sin embargo, mientras la masculinidad fortalece la
relación de explotación potenciada a partir de una construcción jerarqui- consolidación de la disciplina {abril, hay ciertos contextos en los que se
zada de género. Repensar los condicionantes de las relaciones de género disputa y subvierte el control empresarial.
y, en definitiva, cómo se prescriben comportamientos acerca de los modos
de ser hombres -y su vinculación con lo femenino o lo abyecto, retornando
a Norma Fuller (1997)- amerita abordar la significación de lo masculino Dilapidación de la fuerza de trabajo: "el pozo manda"
que hace el conjunto de la sociedad y, en este marco, las formas en que las
empresas se constituyen como actores relevantes en la normalización de Durante el trabajo de campo en los cerros de extracción de petróleo, una
las relaciones de género.
de las frases más resonantes y escuchadas por nosotros fue "el pozo manda".
En la tarea extractiva, los trabajadores varones aceptan como inevita- Nos planteamos innumerables interrogantes sobre esta frase paradigmática.
bles ciertas condiciones laborales que, desde una determinada concepción Entre ellos: ¿qué significa desde la concepción de los petroleros que el pozo
de la masculinidad, re interpretan en clave de demostración de hombría. En mande?, ¿a quiénes manda?, ¿cómo hace para mandar?, esta idea ¿tiene
este contexto donde el tiempo de recuperación de la fuerza de trabajo es alguna relación con los imperativos acerca de la masculinidad? Pero para
escaso los accidentes se ocultan, siguiendo así una concepción empresaria contestar estas preguntas primero debemos entender los esquemas de turno
que tiende a invisibilizarlos. Los trabajadores soportan ritmos laborales de trabajo y el desgaste que generan en los cuerpos de los trabajadores.
acelerados, con su consecuente desgaste físico, en durísimas condiciones. Se encuentra ampliamente estudiado que el trabajo en turnos rota-
Los accidentes cotidianos son ocultados no sólo por las posibles sancio- tivos tiene efectos negativos sobre la salud física, psíquica y social del
nes de las empresas, sino por una concepción de virilidad que se sintetiza trabajador (Laurell, 1982). Se pueden enumerar distintos problemas de
tipo nervioso, como la dificultad para conciliar el sueño, el insomnio, dis-
2. La noción de praxis remite a las prácticas por las cuales los sujetos se apropian de la rea- rupciones sociales variadas y heterogéneas, etc. En líneas generales los
lidad. Para Karel Kosik (1967), este concepto filosófico es central pues constituye la principal turnos rotativos obsta~ulizan el desarrollo de cualquier otra actividad'que
articulación para abordar la actividad humana.
no sea el mismo tr-abajo.
78 79
Hernán M. Palermo Poder, alienación y masculinidad

Dentro del esquema de turnos rotativos se encuentran varios formatos


aunque dos son los más extendidos. Uno es el de "14x14" con permanencíg
en el equipo. En este formato se trabaja ininterrumpidamente durante
catorce días con turnos de doce horas diarias, sin regreso al hogar, y luego
hay. catorce días de descanso. Este cronograma lo cumplen los jefes de
equipo, los co~~any man, l~s mecánicos, los químicos, los inyeccionistas,
algunos electricistas de equipo y otros. El otro modelo -el más utilizado- es
el de doce horas diarias que pueden ser durante el día o durante la noche.
Los trabajadores van y vienen diariamente cumpliendo esa jornada. Este
formato alcanza a los puestos de operadores de boca de pozo, engancha-
dores, maquinistas y jefes de turno.
Las jornadas de trabajo en los equipos de perforación, terminación o
reparación se caracterizan por ser realmente extenuantes, según detallan
los trabajadores entrevistados:

Entrevistado: Y ... yo arranco a las ocho de la mañana porque no me


gusta salir a las corridas. Después me pasa a buscar la camioneta
del turno, a las diez. Yo ya estoy preparado desde las nueve. Me Operador de boca de pozo.
pego un baño, preparo todas mis cosas: el celular, el cargador, un
montón de cosas, algo de pilcha. Bueno, me pasa a buscar la ca- El "pozo"es el que decide cuándo uno vuelve a su casa. Sin embargo, su
mioneta a las diez. El chofer ya me va avisando cómo va el turno, voluntad es franqueable dado que los trabajadores ganan intersticios de tiem-
si está normal o no, si falta o no un operario. po para el descanso y la recuperación. La organización del descanso reviste
Entrevistador: Ajá, te va adelantando. particularidades según cada jefe de turno o jefe de equipo. En general los
Entrevistado: Si el turno va normal o no, claro. Y si no va normal me intervalos suelen organizarse en grupos rotativos de dos personas durante
avisa: "Mirá, te va a faltar un operario". Después el coordinador cuarenta o cincuenta minutos. Por ejemplo, el circuito comienza con uno de
te llamará para ver cómo se resuelve ... los tres operadores de boca de pozo y el enganchador, que toman un descanso
Entrevistador: ¿Ya qué hora volvés a tu casa? de cuarenta minutos. Luego pueden tomar este descanso otro operador de
Entrevistador: 1';llego cuando el pozo me lo permite ... Entre la una boca de pozo y el maquinista. Cuando el circuito alcanzó a todos, los primeros
y las dos de la noche. Llego roto ... Totalmente roto. Cuando me que comenzaron tienen una hora en el trailer "cocina" para preparar con los
llegan los días de franco es como si te hubiera pasado un corso a elementos mínimos e indispensables (heladera, microondas, calentador) el
contramano encima. 3 (Jefe de turno, 2013) almuerzo y la cena. No obstante, si hay maniobras pesadas que requieren
una mayor intensidad en los ritmos -acá el pozo demanda mayor flujo de
energía por parte de los trabajadores-, los circuitos de "rondas de mate" son
individuales y más espaciados. Estos momentos son indispensables para la
recuperación fisica y reposición de las energías.
La recuperación física de la fuerza de trabajo, para quienes pernoctan
o realizan permanencia en los equipos, resulta una de las problemáticas
3. El entrevistado hace un juego de palabras con parte de la letra del tango "Desencuentro" más acuciantes. Como nos han relatado, "se aprende a dormir de a ratos",
del auto: Cátulo Castillo. "Corso a contramano" es una expresión bastante usada que hace ya que deben mantener una atención constante en el proceso productivo
refe~encIa a lo ~al que puede quedar alguien si tiene que enfrentar a un corso, es decir, a un
durante los catorce días, lo que podemos denominar "atención flotante".
considerable numer~ de personas que, bailando en dirección opuesta, le pasan por encima. La
metáfora que entran a la frase pone de relieve el desgaste que genera la jornada de trabajo. Por ejemplo, al conversar con el jefe de equipo él nos respondía sin dejar
BO 81
Hernán M. Palermo
Poder, alienación Y masculinidad

cual es inexistente un descanso continuado de doce horas. Además en los


equipoS de perforación el ruido es infernal, lo que agrega un elemento más
al problema de conciliar el sueño y el descanso.
por otro lado, para quienes van y vienen existe otro problema: los pozos
de perforación están ubicados a varios kilómetros de distancia de la ciudad
de ComodoroRivadavia. Entre ida y vuelta se calculan cuatro horas de viaje,
con lo cual si se suman a las doce horas del turno el descanso real termina
siendo bastante menor al estipulado por la Ley de Contrato de Trabajo," en
el mejor de los casos de sólo ocho horas, una importante reducción.
Es nuestra intención destacar estos vericuetos legislativos pues el can-
sancio surge como problema recurrente en las entrevistas. "Dormís cuando
podés", "si trabajás en turno no dormís", "vivo con insomnio", "duermo de
a ratos", "cuando vaya mi casa no duermo los primeros días hasta que me
acostumbro", "tomo pastillas para dormir" y otras afirmaciones brindan
algunos indicios sobre el profundo agotamiento que producen la extensa
jornada y el modelo de turnos. Ó

Pese a todas estas situaciones que llevan al sufrimiento y el desgaste, el


"pozo sigue mandando". Manda y demanda, sobre todo, un constante flujo
de energía invertida para extraer del subsuelo de la tierra la mercancía
más importante que tiene el sistema capitalista: el petróleo. Cuando hemos
indagado en el significado de dicha expresión, los trabajadores reponen con
rapidez un discurso construido sobre la manufactura de la masculinidad:
"el pozo manda y este trabajo es cosa de hombres. Hay que bancársela". Este
ethos apropiado y ejercido por los trabajadores del oro negro consolida un
trabajador ideal o sujeto {abril-petrolera-masculino que se "banca" que el
"pozo mande" y las consecuencias dilapidadoras para la fuerza laboral.

de estar pendiente del funcionamiento t d 1 . 4. Según el mencionado artículo 197 de la Ley de Contrato de Trabajo, "se entiende por jor-
Ypor ende de "las necesidades del pozo,~orrec o e equrpo de perforación nada de trabajo todo el tiempo durante el cual el trabajador esté a disposición del empleador
en tanto no pueda disponer de su actividad en beneficio propio". Las horas de viaje entre el
En ambos formato s de turnos rotativo ( . . .
domicilio y los cerros forman parte de ese tiempo en que el trabajador está a disposición del
rros), se encuentran algunas tensiones o zo~:~n ~ SIn resIde~:Ia en los ce-
empleador y no lo utiliza en su beneficio. La retribución salarial por dichas horas implica un
de Contrato de Trabaj o (20 744) E ' grises en relación con la Ley
" . . n su artIculo 197 exp 1 reconocimiento del inicio de la jornada de trabajo. Por esas "horas de viaje" (denominación
entre el cese de una jornada y el comienzo de la otr one c ~rame?te que empresaria) las empresas petroleras pagan una retribución que a fin de mes resulta signifi-
pausa no inferior a doce (12) horas" Dad ~ ?ebera medrar una cativa dentro del salario.
"petroleros" no gozan de este dere h·. as s~s ~ondIClOneslaborales, los 5. La fatiga introduce en el espacio laboral un factor de sufrimiento -€l sueño constante- que puede
, . c o ImpreSCIndIble 1 .,
física y psíquica del desgaste que 1 d para a recuperación desembocar en accidentes. Algunos entrevistados afirman que el "sueño es algo con lo que hay
. ., es pro uce no sólo 1 t . que aprender a convivir". Esta interpretación normativa de la jornada de trabajo los induce en
SInOtambién .sus características específica E .a ex ensa Jornada,
muchos casos al consumo de pastillas y otros fármacos -€n el mejor de los casos- para mante-
14x14la atención flotante, comola hemos ea s. n. el diagrama de turnos nerse despiertos. Varios trab~jadores nos han revelado que en los turnos de 14x14, a partir del
de doce horas consecutivas estipulad lractEelr~,zado:,ldmPlde
el descanso décimo día comienzan a sentir una especie de torpeza y entumecimiento incomprensibles. Este
.. o por ey. pozo emanda d
requenr una mamobra de relativa . l. Y pus e "embotamiento" no es otra cosa qu~ el cansancio extremo provocado por el escaso tiempo de recu-
urgencia en cua qtrier' momento, COnlo peración, las condiciones de trabajo, las mclemencias del tiempo, el aislamiento social, etcétera.
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Poder, alienación y masculinidad
Hernán M. Palermo

fugo tiene la vuelta de alambre de acero para que no se queme ... y estaba
La expresión "el pozo manda" encierra valoraciones y formas de relacio. trabado en el patín un borde. Estaba haciendo fuerza, estaba tirando con
narse como hombres-trabajadores con lo masculino, es decir, el pozo. La un guinche de compresión. No pensé. Hice fuerza y lo levanté. Todos me
formas en que se ~oncibe~~relación de los trabajadores, comohombres, co~ decían: "No, pará, hacelo con unas maderas ... ", Dije ya fue, hago mejor
el lugar de trabajo ~~mbIen nos informan sobre las diversas modalidades fuerza con las manos, pensé yo. Yo en esa época hacía todo a mano, no bus-
e~ q.ue.la const.rucclOnde las masculinidades consolida una determinada caba nada. Y bueno, pasó lo que tenía que pasar. Lo levanté así, me llevó
dLscLp'lme:[abril. Los petroleros son dominados por un espacio connotado la mano y como estaba tensionado, me apretó y no pude soltar la mano,
co.n slgmfic~tes m~sculmos que tiene autoridad de mando sobre ellos sentía cómo me iba penetrando cada vez más. Llamé a un compañero ...
DICh.oespacI~ le.s pId.e,un sacrifi.cio y demanda su constante cuidado. A Yel vago le gritaba al maquinista muy desesperadamente que bajara el
partir de s~ s?gm~caclOn,es que tiene el poder de imponer los esquemas de guinche porque veía que yo no podía sacar la mano. Me saqué el guante
turnos, decidir cuando se vuelve a casa, demandar atención y hasta sortea y me vi agujereado. De lado a lado. (Operador de boca de pozo, 2012)
la L~y.de C~ntrato de Trab.ajo. Es como si el control y la dirección de la:
admll:llstraclOnes.empres~rIas se desvanecieran en las concepciones de los Como nos dijo un company man -la máxima autoridad en los pozos-,
trabaJ~d?res ~ quien culmma por ejercer el mando es el "pozo".Sin embar o "las estadísticas están todas inventadas, acá suceden accidentes casi todos
e~ ~avIl?lancIa que ~e~liza ~l "pozo" al "mandar" a los obreros, se ejercegl~ los días". Es común no "blanquearlos" Yesto sucede por varias cuestiones:
vigilancia de las administraciones empresarias sobre los trabajadores. Co la primera es el temor a recibir una sanción de las empresas- Luego de
en todo p.rocesode cooperación compleja, las maquinarias imponen los ritm~~ cualquier accidente sobreviene una evaluación para determmar los gra.dos
de trabajo, que se presentan como externos a los trabajadores. La dirección de responsabilidad de quien lo cometió y por qué sucedió, con una posl?le
y el control de la administración empresaria se encuentran mediados por culpabilización de la víctima. Otro motivo, que se articula con el anterior,
el desarrollo tecnológico del equipo. Son las máquinas expresadas con el es un código de masculinidad que hace que los accidentes se conviertan en
conc~p~ode ."pozo", las que reclaman y vigilan la ate~ción flotante. Las un secreto a voces. Lo que se hace evidente y analizamos en este apartado
6
a?mImstra~lOne~, empresarias son, en definitiva, las que verdaderamente es cómo la consolidación de la transferencia del riesgo empresari0 confi-
ejercen la dirección y el control del proceso de trabajo. gura una manufactura de la masculinidad. y en tal sentido, la conc.e~ción
empresaria del accidente se combina con cierto ejercicio de la mascuhmdad.

Accidentes y vulnerabilidad
Los accidentes: entre el taylorismo Y el nuevo management
En el mu~do del petróleo, cualquier accidente, por más tonto que sea,
puede re:estIr gravedad. Todo petrolero ha sufrido golpes, cortes y hasta El tema de la seguridad constituye una problemática·compleja de abor-
a~~utaclOnes. Son habituales los golpes en las manos, fracturas, caídas con dar, analizar y sobre todo de desnaturalizar. En particular porque no la
distintos ~ados de traumatismos, etc. Lo primero que hemos aprendido
en el trabajo de c~mpo, al hacer una entrevista, es a observar las manos
de los pet:oleros. ~stas suelen tener marcas que dan cuenta de la crudeza 6. La concepción empresaria de transferencia del riesgo se incorpora al universo petrolero
del trabajo y del tiempo que lleva~ r~alizándolo. En este sentido, a pesar a partir del proceso de privatización de YPF en los años 90. En particular, se introdu~e .en la
primera negociación de convenio colectivo de trabajo realizada en 1990 donde se relatIvlza la
d.e que .muchos carteles en los yacimientos indican cuántos días pasaron
continuidad laboral, sujetándola de forma novedosa a la situación económica de la empresa:
sin accidentes (como _ es común
. . observar en los equipos) 1as pequenas
- ya "Asegurar la participación de la Federación de Sindicatos Unidos Petroleros del Estado (SUPE),
veces no titan pequen
.,
as
d cicatrices
. son parte de la cotidi id d
lanl a . en su calidad de único órgano de representación [,..1 en la formación de actos que creen, mo-
A con muacion se escribe un accidente habitual: difiquen o extingan derechos de los trabajadores o que afecten la continuidad de su carrera
y su intervención en lo relacionado a la carrera, compatible con la situación económica de la
Empresa. A tal fin, la entidad gre?"ial deberá tene~ intervención en todo lo que hace al ase-
Hace ~oco tuve un accidente. Me apreté con el ignífugo grande, el 6. guramiento de su carrera, compatlble con la situación económica de la Empresa" (CCT 30/90
Me aprete contra el patín de la sutura, me apreté la mano. Lo estaba
"E". Artículo le; subrayados nuestros).
acomodando y el guinche en tensión se había trabado. Viste que el ignt.
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Hernán M. Palermo Poder, alienación y masculinidad

disputan las organizaciones gremiales y en tal sentido su definición queda trabajo se resguarda al proceso productivo de los tiempos muertos que un
en general, como parte de una atribución monopólica de las empresas ope~ trabajador accidentado podría causar. .
rador~s. y las de servicios. Como dijimos con anterioridad: "Esencialmente En definitiva, en el tema de la seguridad las empresas elaboran una
l~ política de seguri~ad implementa un doble mecanismo: por un lado, ceitada noción que, hasta el momento de realizar el trabajo de campo,
cIrc~n~cnbe las .cuestIOnesde seguridad a la accidentabilidad, y en el mismo a o se encontraba en disputa por parte de los trabajadores y sus organi-
movuruento realiza una transferencia de la responsabilidad empresaria hacia ~ac{ones gremiales. Más aún, en el desarrollo cotidiano del trabajo estas
los trabajadores" (Palermo, 2012: 264). La accidentabilidad se relaciona con nociones naturalizadas operan sobre los comportamientos de los petroleros
Ios hechos que provocan una situación peligrosa o incluso la muerte. Asi- de manera que se minimizan situaciones que en otros contextos laborales
mismo, esta noción acerca de la seguridad elude abordar las consecuencia serían accidentes de cierta gravedad:
psíquicas o sociales que provoca, por ejemplo, el trabajo en turnos rotativoss
Habría que completar esta idea diciendo que la noción de seguridad tam. Entrevistador: ¿Tuviste otros accidentes?"
bién incluye una distinción interna que circunscribe y distingue cuáles de Entrevistado: No, no más golpes. La otra vez me caí de la planchada.
todos los golpes, cortes, etc. son verdaderamente accidentes y cuáles no. Esto Estaba tirando la barra con el gancho y se me acabó la planchada
puede tener alguna pequeña variación al interior de las distintas empresas, y me fui para atrás ... Decí que soy flaco, si no me mato. Me caí para
pero en gran medida se cumple de forma uniforme. atrás, me sacudí un poco la cabeza. Me caí dé nuca. Me quedé un
El "accidente" en sí es aquel que por sus características inhibe al traba- poco descansando en el trailer, tomé un poco de agua y seguí.
jador ~ des.~rrollar s,: labor .por ~~s de un día. Si un golpe, corte, caída u Entrevistador: ¿Se registra ese accidente?
otra situación de pehgro lo inhabilita durante un día o menos es sólo un Entrevistado: No, no es accidente. Es un incidente de medio potencial.
"incidente". Si ante un golpe u otra situación similar puede seguir trabajando (Operadorde bocade pozo,2013)
se trata d~ un "inc.ide.nteleve". También está la categoría de "near miss" par~
aquel accidente o incidente que implica daños materiales para las empresas. Resulta sorprendente -al menos para alguien que no pertenece al mundo
Esta co~:epción de la seguridad pone el eje en los tiempos perdidos para la del petróleo- cómo se interioriza una situación de peligro, ni más ni menos
producción. En otras palabras, el accidente o incidente cuantifica el tiempo que un duro golpe en la cabeza, y se continúa trabajando con la percepción
.q,:e se ~!erde en la ~tiliz~ción de la fuerza de trabajo por parte de la admi- a haber atravesado un "incidente leve". El descuido del propio cuerpo está
n.Istra?~onempre~ana. MIentras se pueda continuar en el trabajo, cualquier asociado a la constitución del modelo de masculinidad imperante en este
situación que revista peligrosidad no es categorizada como accidente. universo. "Al perder el hilo de una amplia gama de necesidades y capa-
~a s,idoampliamente explicado que el más grande anhelo del taylorismo cidades humanas y al reprimir nuestra necesidad de cuidar y nutrir, los
c?~sIsba en lograr una mayor economía del tiempo a favor de la produc- hombres perdemos el sentido común emotivo y la capacidad de cuidarnos"
CIOn,cronometrando a los obreros para luego dividir el trabajo humano en (Kaufman, 1995: 71). Al contrario, éste es un asunto considerado femenino.
sus ~lementos más pequeños, eliminando las pérdidas de tiempo a fin de Los hombres hacen muchas cosas para mantener una coraza dura respecto
elegir las formas más rápidas de realizar el trabajo. En los modos de con- del dolor, dando respuesta a los requerimientos de la disciplina (abril. Asi-
ceptuar la seguridad encontramos un aggiornamento de la administración mismo, y como es sabido, las empresas ganan dinero al demostrar índices
empresaria, que conjuga una forma de transferencia del riesgo empresaria bajos de accidentabilidad; pueden acceder a créditos internacionales con
-propia del nuevo management- con una concepción taylorista que apun- mayores facilidades que aquellas que poseen altos índices de accidentes. Al
ta a medir y diferenciar los tiempos muertos de los tiempos productivos. mismo tiempo, las empresas petroleras se benefician a partir de una imagen
Por ~n lado, la idea de accidente se configura a partir de una concepción construida sobre la base del cuidado de sus trabajadores.
del tiempo muerto que genera el proceso productivo, más que focalizar Esta noción acerca de la seguridad modela un perfil de trabajador que
en ~a segu~!~ad del trabajador; por otro lado, se culpa a quien produjo el se amalgama con prácticas propias de un verdadero hombre y de cómo este
accidente: siempre hay un error humano detrás", "alguien no vio algo", hombre debe afrontar una situación de peligro. Es decir, la consolidación de
"mal uso de los elementos de seguridad", etc., según suelen afirmar las una determinada noción de seguridad modela un patrón de masculinidad
jefaturas. En tal sentido, más que asegurar el resguardo de la fuerza de' que alimenta Y nutre distintas aristas de la disciplina [abril.
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Hernán M. Palermo Poder, alienación y masculinidad

"Soportar los golpes": el primer mandamiento Golpes, raspones, cortes,pasan todos los días. No vas a andar parando
el trabajo por cualquier casita. No estamos en una escuela de señoritas.
El sigui~,nte fragmento de entrevista a un jefe de campo relata el proceso Si te fijás en las manos todos tenemos marcas. (Companyman, 2012)
de evaluación que se le realizó a unjoven para determinar si era contratado
o no en una empresa de servicios: Ya que no es una "escuela de señoritas", los hombres soportan los acci-
dentes cual marcas de guerra que pueden exhibirse como ~~d~llas: ,Esta
y bueno, cuando pasaron los veintiún días de trabajo tuve que demostración de masculinidad tiene su cont:apa~te .en.la mIm~mzaclOn de
hacer la evaluación de aptitud del muchacho. Hay distintos ítems los accidentes como "cositas". Se fortalece así la d~sc~plma.rabnl que, en su
que tenés que ir evaluando: sentido de pertenencia al equipo, acti-
tud, aptitud, si tiene facilidad para aprender, si tiene interés por el
trabajo ... Y no daba, no daba. El pibe era excelente persona, buen
:0
ráctica cotidiana, acarrea el imperativo de ignorar los accidentes en pos de
detener el trabajo. La virilidad, la capacidad de soportar golpes, ~aspones
y cortes, podría tener un Índice de medición cuantificable a partir de las
pibe, además era técnico mecánico y tenía buenos conocimientos ... marcas en las manos de los petroleros. Y las marcas no sólo se exhiben ante
Pero no me gustaba su actitud ... Imaginate, un tipo que nunca el investigador que pregunta, sino que también son ostentadas al interior del
sufrió carencias de nada, siempre había tenido todo, no había pa- grupo de trabajadores. Son, al igual que las medallas colga~as en el pech.o,
sado hambre. Entonces la evaluación que le hicimos era negativa, signos de masculinidad cuantificable; dentro del entorno SOCIalde referencia
no estaba apto para trabajar. Yo hablé con él y le dije: "Mirá, no te de los petroleros, las marcas expresan el "aguante" de los trabajador~s. Con-
convi~ne, no estás para trabajar en el petróleo". El pibe era muy trariamente a la ideología defensiva descripta y analizada por Christophe
blandito, me parecía que no podía soportar un rasguño, y vos sabés Dejours (1990) para el subproletariado de Francia, en torno a la vergüenza
que casi es un mandamiento soportar los golpes. (Jefe de campo, que suscita tener un cuerpo castigado o fuera de estado, los petroleros mues-
2013; subrayado nuestro) tran con orgullo sus marcas y cortes como evidencia de haber atravesado una
situación de peligro:
El relato expresa de forma detallada las cualidades masculinas ade-
más del conoci~ento técnico, que debe tener un joven para ingresar al Entrevistado: ¡Mirá cómo tengo el dedol, es un garfio del Capitán
mundo del petroleo. Un hombre petrolero debe exhibir cualidades como la Garfio [risas].
resistencia al sufrimiento y para ello es imperioso que haya atravesado Entrevistador: ¿Cómo fue el accidente?
experiencias de sufrimiento en el pasado; debe saber soportar los golpes y Entrevistado: Me fracturé el dedo. Estaba chequeando un cable y justo
sobre todo saber ser un hombre duro, lo contrario a un ''pibe blandito". Ser uno dio la orden de tensarlo. Tiraron el guinche y me apretó el dedo
"duro" es aceptar el absurdo privilegio de la masculinidad que impone a contra la viga de la torre. Nadie me quería ni tocar, tenía el dedo des-
todo hombre el deber de afirmar su virilidad ante cualquier circunstancia. truido. Me fui a la casilla, me saqué el guante y vi que el dedo lo
Ser duro expresa la exaltación de valores masculinos que van concretando movía. Agarré unagasay me lo envolví bien, me saqué el mameluco
los sentidos solicitados por la disciplina (abril. Ser duro tiene su tenebrosa y dije: "Lléuenme". Ahí me llevaron a urgencias, me hicieron los
c~ntrapartida .e~ los mie?os que suscita ser blando o débil, atributos pro- primeros auxilios, el médico me citó para el otro día porque no me
plOSde la feminidad. Lo mteresante es que esos atributos son evaluables quiso tocar ... Me fui para Buenos Aires para arreglarme el dedo.
y cuantifica~les por quien tie~e la responsabilidad de seleccionar personal. Me tuvieron que operar. Me tuvieron que reconstruir el dedo con
Una v.e~msertos en el universo del oro negro, estos sentidos requeri- unas clavijas, después me las tuvieron que sacar. Estuve seis meses
dos y legitimados configuran la experiencia de clase de los trabajadores en Buenos Aires.
en el desempeño de su tarea. Los accidentes son mucho más comunes de Entrevistador: ¿Y la mano te quedó bien?
lo que las estadísticas evidencian. Ocurren, como dijimos, pero debido al Entrevistado: Y sí, quedó como un garfio [se ríe], tiene más fuerza el
mandato de hacer el trabajo como hombres -o por temor a las sancio es- dedo ... Me quedó una linda marca: digna de ser mostrada. (En-
prevalece el silencio: n cargado de turno, 2013)

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Poder, alienación Ymasculinidad
Hernán M. Palermo

, t t do hambre. Necesidad de trabajar. No es


Quizá la diferencia entre los trabajadores abordados por Dejours y los Y ... tenes que tener an e o t laburo que te
. . II garte a gus ar. es un
un laburo que te cautuie pero, sm e . .' de 1 curo lído de
petroleros radique en que los primeros corresponden a una clase obrera su- va a satisfacer. Tenés que trabajar por la satLsfaccLón . ~ p ,
mamente marginal para Francia y los petroleros a una clase obrera que no
hacer las cosas bien. Vos tenés que incentivar a~í a los m~~s. P~tl~~~:
es marginal, por el contrario, no sólo ostentan salarios de los más altos de la
Argentina, sino que se caracterizan por reclamar y luchar activamente por
tenerlos. Sin ser la masculinidad un tema abordado por Dejours, sabiendo
:0racias allaburo podés tener tu casita, tener bien a tus uo,s.
es muy lindo, pero si sos cumplidor y tenés entrega po~es progres~~
1 'da ser algo más. Tener un mejor estatus, un mejor sueldo,
que el subproletariado francés configura itinerarios laborales signados por en a VL.' tu ~amilia Generalmente anda bien la gente que no
ciclos largos de desocupación y trabajos temporarios e inestables, podemos pasar mejor para l' . b 1
ha sido favorecida en la vida. Gente que tuvo hambre y sa :. q~e da
pensar que los trabajadores varones están expuestos a una situación de desa. de anar algo en la vida es peleándola. Estar en el am ¿en e e
creditación de la masculinidad, en cuanto encarnación de la vulnerabilidad forma.~ .' 1 alo (Jefe de turno, 2013; subrayado nuestro)
perforacwn es VWLra P .

~~~:=~~~:
del honor que envuelve al varón en el desarrollo de su trabajo como espacio
de reconocimiento y afirmación. Los petroleros, en cambio, se afirman en el
trabajo y en la posibilidad de incrementar su honor a partir de las marcas Se reponen actitudes rec~rrentes vin:ula~:s ~:!r~~~~:y:
que evidencian la concreción del estatus masculino legitimado en el universo la entrega asociada al trAab~Jo.Un trabaqJuOeqlla d{ferencia con los "ypefeanos"
" tarios ea se marca a
del oro negro. en terIlllnos mone . 2 ibi do el trabaj o como un medio capaz de
· d 1 apítulo . conci ten . 1
En este sentido, la interiorización de la disciplina {abril hace propia la ana l Iza a en e e " . N b t te de nuevo aparece la Idea de
sibilitar un buen pasar econOIlllCO. o o s an.,. ufrimi to como
conducta inevitable de "resolver sin preguntar" y al mismo tiempo de "no inte- po .' eriencia de haber atravesado sltuaClones de s en ,
rrumpir el trabajo" si ocurre un accidente. Feminizarse sería detener el trabajo sacríñcío y la exp di es a las que se expone el varon.
a causa de un golpe, demostrar dolor frente a un corte o preguntar cómo se
resuelve alguna situación que suscita dudas. Y acá está la trampa, en térmi- gar~:~ ;;í:~~~;~~: ~d;~o~~~::I
~~~t~~~~ ~!~::~~n::t:~~~:'~~s
masculinidad se vinculan con mo~o~ e sert ~asculino donde se legitima
c~:ci:,
nos de Bourdieu, en la que caen los hombres. Terminan siendo prisioneros de
una disciplina {abril incorporada y aceptada a través de la manufactura de la un universo excluyente yexacer a almetn e. fragmento de entrevista- o
. . l" t 1 o aparece en e an error .
masculinidad para consolidar un trabajador resistente, resolutivo e invulne- "VlVIral pa o - a com "E Lsi .ente recorte de sntrevísta se
"hacer el trabajo como hombre. n e SIguI .' .
rable. Los golpes, cortes y raspones, consecuencias de la explotación laboral, se
profundiza y detalla la exacerbación de la mascuhmdad.
transforman, por el velo de la masculinidad, en marcas personales dignas de ser
mostradas y cuantificadas entre los compañeros. El privilegio masculino no deja El ambiente de perforación es un palo de homb~es. ~o t~;o~éS
de ser un engaño que tiene su contrapartida en la contradicción inexplicable de comportar como una señorita. Siempre le digo eso a mL equipo.¡ ca no
arriesgar la propia vida ante cualquier circunstancia en los espacios de trabajo. quiero señoritas' Imaginate si tenemos un quilombo y hay qubelPonder
De esta forma la virilidad, entendida como la capacidad de "bancarse los golpes" "" . . . un poco an os
1 echo Me pasa con los pibes nuevos que VIenen .
y "no comportarse como señoritas", tiene efectos concretos en el ocultamiento ~ c~an~'~en cómo es este ambiente se asustan. (Jefe de aquipo, 2012;
de los accidentes y en el sostenimiento de los ritmos laborales.
La masculinidad conduce paradójicamente a la inversión de los sentidos: subrayado nuestro)
mientras que quien la ejerce se siente dominante, a partir de una posición . lizadas En primer lugar, el concepto
jerarquizada de género, al ejercerla contribuye indefectiblemente a una in- Varias cuestlOnes p~ede~ se: an~ l~ estructura de los petroleros.
mensa vulnerabilidad frente a los intereses empresarios. de género devela relaclOnes JerarqUlcasden. íenes demarcan cla-
t n jefe e eqUlpo- qui
Son las je~at~r:: ;:=~e ~ :r~~:~o~"como hombres") Y cómo no de~e hacerse
r,~mente c_O~itas"). Es decir que son las jefaturas en mayor me?I?a las que
Masculinidad com.o pro actividad ( como se~o n un mundo exacerbadamente masculino, del dIvIdendo pa-
se.beneficIan, l~ ventaja que obtienen los hombres de la subordinación de
Alguna vez preguntamos qué hay que tener para trabajar en el petróleo. tnarc~l: .aque.; esta forma, se distinguen los comportamientos deseados
La respuesta fue más que elocuente: la feIllimdad. e
91
90
Poder, alienación Y masculinidad
Hernán M. Palermo

(y masculinos) de aquellos no deseados (y femeninos). El ''pecho'' lo ponen cenderyqme. 'n no . Es moneda corriente este tipo de "atributos"
di gremiales
"
los hombres para hacer frente a "cualquier quilombo" yeso implica más de as Sindicato del Petróleo y Gas Privado, que no se con. Icen con nmgun
una vez exponerse y arriesgarse hasta terminar el trabajo. del , d e m asculinidad .sino simplemente -y no tan SImplemente- con
atron
Lo interesante es cómo se relacionan estas actitudes con los itinerarios P vínculo político-gremial. . .
laborales. Al momento de realizar ascensos en los equipos de perforación un E l uni
umverso petrolero es un ámbito donde la masculinidad se exacerba, "
(drilling), terminación (work over) o reparación (pulling), las empresas re todo por ser excluyente mente masculino. Los pozos de pe~fOraCI?n
valoran la experiencia, vale decir, el conocimiento, la experticia y aptitudes sob,
stan u bitea dos a varios kilómetros de la ciudad de Comodoro .Rivadavia;
. 1
que de alguna manera se asocian con la masculinidad. Los jefes de turno e d espacios distantes de instituciones como el matrimonio y a
on por en e, 1 f inid d
determinan quiénes están preparados para ascender. En una entrevista, un spat'erm.dad , que acercan a los hombres, de
d alguna
" forma, a a emim a que
jefe de turno de uno de los pozos donde hicimos trabajo de campo nos contó se encuentra fuera del espacio de la pro UCClOn.
cómo planificaba el ascenso de un operador de boca de pozo:

Hace poco ascendimos un viejo de enganchador a maquinista.


Lo primero que hago yo es darle una tarea y ver cómo la resuelve. Si
pregunta o si lo resuelvesolo.Si se la bancay ponehuevo,si es guapo
para afrontar los problemas ... Vino el company man y me preguntó
cuál me parecía que estaba para maquinista. Yo ya lo tenía marcado.
Le dije "este pibe". Le dije al company: "Si a este pibe le decís hacé tal
cosa, se queda día y noche hasta resoloerlo, caiga lluvia o nieve". Así es
la gente con la que me gusta laburar. No quiero blandos en mi equipo.
(Jefede turno, 2012; subrayado nuestro) .

Este fragmento de entrevista nos permite entender las actitudes va-


loradas en el universo de los petroleros que juegan un factor esencial en
el momento de los ascensos. En tal sentido, no sólo €S necesario el saber
técnico-productiva-profesional, sino una actitud masculina para el desem-
peño del trabajo: "tener huevo", "bancarse ellaburo", "ser guapo", "resolver
el trabajo caiga lluvia o nieve", lo que da forma y concreción a una dis-
ciplina {abril acorde con los actuales requerimientos de la organización Espacio de trabajo. Equipo de perforación.
laboral. Dichas actitudes son propias del trabajador ideal pro activo, que
busca por todos los medios la resolución y el cumplimiento de los objetivos
corporativos. En otras palabras, la actitud proactiva en el trabajo busca Como se desprende en más de una entrevista, lo que n~ se quie,re en
formar trabajadores con iniciativa, resolutivos, determinados a cumplir . d
1os pozos son t ra b aja s "blanditos". Es muy frecuente calificar aSI a los
ore ..' o significantes
los objetivos pautados en pos de alcanzar los niveles de producción. La trabajadores que recién se integran, como SI.entido.Ilamar tblandoe" a los
masculinidad robustece esta "nueva cultura corporativa". De hecho, los femeninos del mundo no petrolero. En este sentí o, am.ar ..
trabajadores que cumplen con los objetivos de las empresas son valorados nuevos trabajadores de un equipo de perforación implica f:mlmzar sus
positivamente y beneficiados con "incentivos" salariales y con la planifi- cuerpos cargarlos de atributos no deseados para el desempe~o de la l;b~r
cación de rutas profesionales para los ascensos. Esta actitud es la que las con vana: d a s consecuencias que serán analizadas en el último capi u o
empresas pretenden medir a través de las evaluaciones de desempeño que del libro.
realizan a todos los trabajadores. Asimismo es dable señalar que para los
ascensos también puede intervenir el sindicato, "recomendando" quién debe
92 93
Hernán M. Palermo Poder, alienación y masculinidad

Masculinidades fuera de la norma empresaria domesticación del espacio de trabajo para llevar adelante acciones propias
de la esfera de la reproducción de los trabajadores.
Recuperando los aportes del marxismo dialéctico, podemos afirmar Como es posible Suponer, las prácticas fuera de la norma empresaria en-
que en todo orden conservador existen elementos de cambio que permiten cuentran refugio y sustento también en la manufactura de la masculinidad.
la disputa y la transformación; en todo elemento transformador también El siguiente escenario contado por un petrolero brinda una aproximación
podemos hallar la clave para el mantenimiento del statu quo. Tal como ha a esta situación:
expresado Raymond Williams (1997), la construcción de la hegemonía debe
ser flexible y constantemente renovada comoconsecuencia de que es resistida Entrevistado: y yo a veces los dejo tomar dos horas de mate en tanda
y desafiada en forma continua, dirá el autor de la Escuela de Birmingham, y después una hora y media más. Entonces con eso a los tipos los
"por presiones que de ningún modo le son propias". Si bien esas presiones saco del laburo, los despejo un poco. Otro los suple. También es
no le son propias en el sentido de la dirección y la distribución de los flujos una cosa en la que yo me juego porque si alguno se llega a golpear
de energía que imponen las relaciones de poder, en términos de Eric Wolf porque necesitaban tres bocas de pozo y había dos, me sacuden a
(2001), es posible identificar la emergencia de prácticas y representaciones mí. Pero si al tipo lo tengo en otra cosa o cansado es peligroso para
de la masculinidad que disputan la hegemonía empresaria en distintas di- todos sus compañeros.
mensiones, aunque no manifiesten formas confrontativas o impugnadoras Entrevistador: ¿Las horas del mate las tienen en el trailer?
del orden establecido. Es parte del desafio analítico focalizar la mirada en Entrevistado: Claro, y se desenchufan. Eso hace que no estén abúlicos,
las prácticas cotidianas, intentando restablecer los nexos que las vinculan anden medio zombis. Pero yo me juego, y por ellos me la re banco
con posibles resistencias organizadas que expresen una confrontación con quien haya que discutir, porque si pasa algo me van a venir a
abierta al poder. hacer ruido a mí. (Encargado de turno, 2013; subrayado nuestro)
En tal sentido, situaremos la mirada en prácticas fuera de la norma em-
presaria (Palermo, 2012), inscriptas en los procesos de reproducción de las En el marco de un turno laboral que deja poco tiempo real para la recu-
relaciones capital-trabajo y articuladas en torno a los tiempos y tareas que peración, los "petroleros" configuran estrategias fuera de la normativa em-
emanan del proceso productivo. Estas prácticas son, por definición, clandes- presaria que les permiten descansar. En palabras de Leite Lopes (2011: 253),
tinas, subterráneas (Scott, 2000)1 e implican en la mayoría de los casos el "estrategias de vida" dentro del "suelo de fábrica" que convierten parte del
regateo de la fuerza de trabajo al proceso productivo. Una condición para su tiempo productivo en imprescindible tiempo de recuperación. En este sentido,
realización es que transcurran en rincones perdidos (Giddens, 1995), fuera a pesar de los controles de las administraciones empresarias, los petroleros
de la vista del control impuesto por las administraciones empresarias: el encuentran hendiduras en las que transformar los tiempos de producción
regateo de tiempo o, mejor dicho, la apropiación de los tiempos productivos en tiempo propio. Y con plena conciencia de la acción dilapidadora del turno
para el descanso u otras actividades de los trabajadores constituye la práctica rotativo sobre sus cuerpos. Esta posición es sostenida y defendida con las
fuera de la norma empresaria por antonomasia. El "no ser visto", el escapar mismas características con que los trabajadores se exponen a una inmensa
del control impuesto por la administración, implica regatearle tiempo al pro- vulnerabilidad frente a los accidentes: aguantarse y ser hombres duros.
ceso productivo para ocupado, en general, en tareas desvinculadas de éste: La experiencia acumulada y adquirida en los años de trabajo permite
dormir, preparar comidas, leer el diario, estudiar, escuchar la radio, tomar n? sólo adquirir saberes técnicos-profesionales, sino también pulir cierta
mate o conversar son las acciones propias de estos tiempos "robados" al ca- PIcardía para encontrar las fisuras del tiempo de producción con el fin de
pital. Este conjunto de prácticas presentes en numerosos espacios laborales descansar o, como en el siguiente caso, abandonar el puesto para visitar a
tiene una connotación precisa: se trata, siguiendo a Leite Lopes (2011), de la la familia:

Entrevistado: Al séptimo u octavo día todos están como locos (está ha-
blando de quienes hacen turnos con permanencia en los equipos].
7. Abordar las tensiones subterráneas y cotidianas nos permite pensar los momentos de calma
como períodos de latencia de las disputas, donde los explotados dan forma a prácticas, que si bien Después del décimo todos perdieron la concentración en el laburo
no disputan correlaciones de fuerza, malogran en más de una ocasión los objetivos hegemónicos. porque estás pensando en la casa, en otros problemas: que pasa
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Hernán M. Palermo Poder, alienación y masculinidad

esto, que pasa lo otro, que el nene está enfermo, que tu vieja se acci- e estuvo todo un turno en la "rápida", llevando adelante una perforación
dentó ... Todo eso y vos no podés bajar. Yo les permito que se hagan S 'pida en términos de metros, el turno siguiente puede llevarse en la "len-
una escapadita de dos o tres horas pero nada más. Ahora tengo el ta " y por consiguiente maniobrar, aunque en forma re lati ativa, 1os tiiempos
régimen 14x14 y bueno, eventualmente ellos me piden a mí permiso tfl ropiados al descanso. Este modo de manipulación de e los ti
os tiempos . liica
imp
para bajar un rato a la casa. Yo en ese aspecto no les hago problema. :!'nstruir redes y acuerdos entre los jefes de turno y ~o~jefes de equipo y el
Entrevistador: ¿Y si te engancha ahí la empresa? resto de los trabajadores, tanto operarios como maquinistas yenganchador.
Entrevistado: Y ... tengo que poner la cara yo. Igual por ahora no pasó Puede quedar fuera de este acuerdo el company man, que es la autoridad
nada. No me han jodido la vida con eso. Y bueno, en fin, si tengo que que representa los intereses de las empresas operadoras que contratan a
poner los huevos los pongo. Salto por mi gente para que vaya a ver las empresas de servicio.
su familia si están muy consternados. (Encargadode turno, 2013) Se logran imponer, aunque de manera encubierta, prácticas contrapuestas
a los objetivos determinados por la organización del proceso de trabajo, que
Los fragmentos anteriores vuelven a situar en el centro de la problemátic culminan recreando en cierta forma los límites y las prescripciones emergen-
la cuestión del cansancio, sintetizada en las expresiones "abúlicos" "zombi ,~ tes de las premisas empresarias de organización del espacio laboral. Lo más
"perirdid d
t a e concentración" con que se traducen la falta de energía' o ánim
¿s ,
interesante para nuestro análisis es que estas prácticas se sustentan, como
en los trabajadores. Sumando al embotamiento descripto previamente, es~ hemos analizado, en el ethos de la masculinidad que resulta vital y necesario
tas expresiones nos dan la pauta de cuán difícil es recuperarse de un turno para consolidar una disciplina de trabajo. Es posible afirmar que tanto el
qu~, en lo concr~to, a?~rca e.ntre quince y dieciséis horas para los que van avance comoel retroceso de estas prácticas dan cuenta de las correlaciones de
y VIenen y una situación onlme para los que pernoctan en los equipos. Vale fuerza que sustentan las relaciones de dominación en los espacios de trabajo.
remarcar que de nuevo se repone en este último recorte de entrevista el Las prácticas fuera de la norma empresaria son una actividad producto de
aspecto "natural" de la masculinidad, referido a los órganos sexuales y a la la experiencia cotidiana y solo se entienden como parte de una "adquisición
~erza para poder e~frentarse a las jefaturas de las empresas. Rasgos pro- histórica". Afloran a la superficie a través de las fisuras del proceso de trabajo,
plOSd~ la constru~clón ?e la masculinidad que son requeridos y modelados ejerciendo una influencia concreta en el día a día y echando por tierra la histó-
a partir ?e ~as exigencias de la disciplina {abril se vuelven antagonistas rica pretensión del capital de suprimir los tiempos muertos y por consiguiente
~e los criterios de productividad, convirtiendo los tiempos productivos en improductivos. Si bien estas prácticas, teñidas de representaciones acerca
tiempos "robados" al capital. de la masculinidad, frustran ciertos intereses empresarios, no cuestionan la
La posibilidad de acceder a estos tiempos "robados" está indisolublemen- estructura jerarquizada de género donde la masculinidad afirma su supe-
t: ligada a la .experiencia que los trabajadores fueron adquiriendo en sus rioridad sobre la feminidad. Es decir, se disputa el orden empresario dentro
anos de trabajo, En efecto, esta experiencia no es solamente acumulación del patriarcado o, dicho de otro modo, se produce una paradoja en la que se
de saber vinculado a las funciones, sino que redunda en un saber hacer tensiona la disputa de clase pero se afirma el orden jerarquizado de género.
operativo-técnico, relativo a la manipulación del proceso productivo mismo. Para finalizar, la masculinidad contribuye a una ética laboral, a un ideal
D~chamanipulación del ~ie~po de trabajo se inscribe en la (des)organización imposible de trabajador viril y disciplinado que no hace más que aumen-
misma del proceso capitalista de trabajo, organizando esporádicamente tar la inmensa vulnerabilidad de los trabajadores frente a la hegemonía
formas de cooperación y de producción que limitan la intensidad del uso empresaria. La virilidad construye un sujeto prisionero de un ethos que lo
de la fuerza laboral. En los trabajadores de la industria azucarera -caso expone a aceptar ritmos acelerados y a ocultar accidentes a fin de sostener
analizado por José Sergio Leite Lopes (2011)- se identifican estas prácticas Una actitud que termina siendo una carga. En definitiva, el dividendo de
como el arte de demorar: toda una estrategia de los trabajadores que apunta Un patriarcado capitalista8 favorece una lógica de acumulación de capital
a la dilat~ción ~ :egateo de los ritmos laborales. En el caso de los petroleroS donde las mercancías se subjetivizan y los sujetos se objetivizan. Instado
esta marripulación se expresa con la categoría nativa de estar en la "lenta": a comportarse como un sujeto {abril-petrolero-masculino, el trabajador
expresión coloquial de los petroleros que indica si el proceso de producción
debe apura:se o puede r~trasarse. Es decir, pese a que el proceso es continuo 8. Término acuñado por Iris Young (1992) para analizar el patriarcado y el capitalismo como
puede mampularse sutIlmente la velocidad de perforación. Por ejemplo, si manifestación de un único sistema.

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Hernán M. Palermo

se siente obligado a estar a la altura de las circunstancias en los pozo Capítulo 4


de petróleo, buscan~o algún tipo de honor en la esfera de la producción~
No obstante, este. mismo ethos habilita a configurar prácticas fuera de lQ l\fasculinidades infantilizadas*
norma empresaria
,. que, aunque no representan una resistencia abierta a 1
pod er h egemomco, son parte de una latencia, de una tensión inherente e Como he sostenido, la diferencia de poder entre
la relación capital-trabajo que aún no encuentra su organicidad. n mujeres y hombres [...) ha permitido al capitalis-
mo ampliar inmensamente la parte no pagada del
trabajo y usar el salario (masculino) para acumu-
lar trabajo femenino. En muchos casos, también
ha servido para desviar el antagonismo de clase
hacia un antagonismo entre hombres y mujeres.
Silvia Federici,Calibán y la bruja. Mujeres,
cuerpo y acumulación originaria

Introducción

El hombre ejerce la masculinidad en plural, es decir que de acuerdo con


el contexto en el que se encuentre, y sobre todo con su relación con la femi-
nidad, un mismo hombre puede ejercer variadas formas de masculinidad. La
pregunta que atraviesa este capítulo es: ¿qué ocurre cuando estos varones,
interpelados a ser sujetos {abriles-petroleros-masculinos, retornan a sus
casas? Vuelven a un espacio completamente diferente al laboral. A priori
podemos decir que regresan a un ámbito donde predominan actividades
socialmente valoradas como femeninas, donde no impera la homosociabili-
dad. El ámbito doméstico representa un territorio casi desconocido, debido
a los extensos turnos de trabajo. En este contexto la masculinidad entra en
un proceso de constante negociación (Archetti, 1999) e interpelación, en el
que las formas de ser hombre difieren de aquellas ejercidas en el espacio
de trabajo y que hemos caracterizado como masculinidades infantilizadas,
Para comprender cómo se desarrollan, indagaremos específicamente en la
dinámica de la vida familiar.
El nudo de este apartado es repensar el alcance de la hegemonía empre-
saria más allá de los yacimientos, para examinar el sentido que asume la
dirección político-cultural de la administración empresaria en la vida coti-
diana de los trabajadores y sus familias. Tal como planteaba Gramsci, "la
hegemonía nace en la fábrica" y desde allí se extiende a todos los aspectos

* Una versión preliminar de. este capítulo ~ue publicada con el nombre ""Machos y brujas en la
Patagonia». Trabajo, masculirndad y espacio de la reproducción", en la revista Antípoda, N° 25,
Universidad de los Andes, Colombia.

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Hernán M, Palermo Masculinidades infantilizadas

de l~ vida de los trab,ajadores y las trabajadoras, Esta perspectiva es crucial or los cuales hombres y mujeres viven ligados al género, La masculinidad
:q~I, dado ~ue analIzamos las formas en que la disciplina {abril, a la qUe ~s -como ya hemos señalado en otros capítulos- un ordenamiento social e
stan sOI?et,Idoslos varones, se expande hacia el ámbito de la reproducción histórico a través del cual los hombres se comprometen en una posición de
Por con~~guIente, las dinámicas familiares terminan distinguiendo modo~ género, atravesado por relaciones de clase, Y,~~lcomo afir,ma Lamas (19,94),
~e relac~on e,~t~; hom~res y mujeres, y las significaciones entendidas como las masculinidades y las feminidades son pOSICIOnes relacionales y relativas
masculmas y femenmas" a partir de los imperativos del proceso laboral en concordancia con los contextos históricos y sociales,
Se ~stable~e una d~v~siónsexual del trabajo que asigna y valora de ma~ Las estrategias empresarias tendientes a controlar y disciplinar la fuerza
nera ~IferencIada actividades socialmente instituidas como masculinas de trabajo también ponen enjuego construcciones acerca de lo masculino y lo
femem~as, Esta segme~t,ación consolida prácticas y representaciones qU~ femenino, Y ya que dichas estrategias se articulan como un todo -dentro y
concretIza~ modos de VIVIr,pensar y sentir la feminidad y la masculinidad fuera del espacio laboral- tales construcciones son cruciales en la organización
pa~a la mUJe: Y el hombre respectivamente, Este proceso configura prácticas del proceso productivo, La antropología del trabajo cuenta con importantes
socIale,s segun sexo! edad, abarcando a toda la familia en una disciplina investigaciones que refieren a la compleja relación entre la esfera laboral y
exte~sIva que termina por abonar a los requerimientos de la disciplina la esfera de la reproducción de los trabajadores y las trabajadoras, En tal
{abr~l,I?e tal forma, se ~nu~a la vida familiar al proceso de trabajo a partir sentido, se destacan autores que han puesto de relieve la importancia de
de sIgnIficados y de at,n,bucIOnes de sentidos tanto para la mujer y el hom- problematizar esta articulación como vínculo orgánico de la tensa relación
bre, como pa~a l~s ?OSICIOnesacerca de la feminidad y masculinidad, dando capital-trabajo.' No obstante, estas importantes investigaciones no han
sustento al eJerCICIOde una división sexual de la disciplina, abordado (exceptuando a Nash) los cruces en las relaciones de género entre
P~a abordar el espacio de la reproducción es vital repensar el lugar de el ámbito del trabajo y fuera de éste,
la mujer, ya qu~ re~lI~a una actividad fundamental en la recuperación de la Por lo formulado hasta aquí, nos interesa analizar las condiciones pro-
fuerza de trabajo, SIlVIa,Federici(2014) sostiene que Marx no analizó -porque pias del proceso de trabajo que repercuten en las experiencias obreras en
no pudo o porque no qUISO-el rol estratégico de la mujer en la reproducción el espacio de la reproducción, Cabe aclarar que estas experiencias están
social de la fuerza lab,oral. Al regresar los varones a sus casas, sin energías en relación directa con las de las mujeres que comparten sus vidas con los
y en eS,tad~de agotannento, la reproducción de sus fuerzas no sólo se produce trabajadores petroleros,
en e~CIrCUItodel ,mercado al acceder a bienes de uso, sino que la familia --en Las características de enclave que asume la ciudad -como tantas otras
partI~ular la I?uJ,er- desemp~ña un rol estratégico, El ciclo de reproducción del sur de la Argentina- configuran un territorio marcado por la industria
adqUIer~ un significado ampliado, como ámbito de recuperación de la fuerza extractiva desde su radical pertenencia material y simbólica, Dicho enclave
de trabajo y como espacio de producción de una fuerza de trabajo modelada da cuenta de una estructura económica subordinada al monopolio de la
para ser consumida, ,
actividad productiva y, al mismo tiempo, de la articulación de los procesos
, Para lograr la conversión de, las diferencias sexuales en jerarquías de sociales en torno a dicha actividad, De esta manera, es necesario referen-
genero recon~:emos unpapel activo de las agencias y agentes empresariales ciar dialécticamente condiciones materiales/objetivas con las condiciones
en la conducción y condIclOnamiento de las maneras en que hombres y muje- socioculturales/simbólicas.
res, en tanto clase que aporta el factor trabajo en la producción de plusvalor, Al teorizar sobre el patriarcado como sistema de relaciones sociales, se
se producen y reproducen en el ámbito doméstico, Para develar el actuar concretiza la subordinación de la mujer por el hombre, Si bien el acceso
hegemónico es fundamental analizar la articulación entre el espacio laboral diferencial a recursos de poder, basados en el género y la diferencia sexual,
y el espacio de ,afuera co,~o,~xpresión de relaciones sociolaborales que se en- se encuentra ampliamente extendido y ejercido, es preciso señalar que no
traman a partir de la diuision. sexual de la disciplina, La dinámica familiar podemos explicar las formas específicas de las relaciones de género si nos
conforma la experiencia de clase como parte de un conjunto de sígnífí d y aferramos a un concepto monolítico de patriarcado. Como analizaremos,
ib ' ,,' 1 ca os
a t ~ UCIOnes~ue indica qué prácticas y representaciones son propias de las
mujeres y cuales son las de los hombres,
, ,En el marco de este planteo, y a fin de abordar el estudio de la rnascu- l. Aquí hacemos referencia a textos de la antropología del trabajo de autores como José Sergio
Iinidad en los petroleros, es imprescindible analizar procesos y rel ' Leite Lopes (2011), Fedenco Neiburg (1988), June Nash (2015), Gustavo Lins Ribeiro (2006),
aClOnes Juan Luis Sariego Rodríguez (1988), entre otros,
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Masculinidades infantilizadas
Hernán M. Palermo

El caso de las mujeres que viven con los petroleros en Comodoro Riva-
el ejercicio de la mascu Iiinidad
patriarcado. . no siempre responde al modelo clásico de davia resulta esclarecedor en este sentido. A causa de los extensos turnos
de trabajo de los hombres, que implican en ocasiones largas estadía s en
los cerros, se establece una complementariedad entre el espacio laboral
y el espacio de afuera, donde la forma del salario del varón incluye la re-
Brujas en el siglo XXI tención de la mujer en el hogar. Así, se extiende en el mundo del oro negro
una estructura de relaciones de género en la que el hombre desempeña el
La construcción de las r laci de zé rol de proveedor (viéndose aumentada y ejercida esta imagen por los altos
dentales y capitalistas se c~n~lOnes e ge~ero en nuestras sociedades occi-
tIr salarios del sector) y la mujer, el de ama de casa, Esto, que les permite a
jerarquía en el que se demarca ~rad a pr de un p~oceso de desigualdad y
los hombres cumplir con las exigencias de la disciplina {abril, suscita en
originaria, una división sexual' d:lStr:~a~o~en\o ~lsmo de l~ acumulación
el ámbito público de la ciudad de Comodoro Rivadavia diversas formas de
elemento central que ocupa un lug t té . sa n las se constituye como un
de la clase trabajadora. Re res en: es ra egico en as !ormas de dominación expresión que estigmatizan a la mujer.
Amplios sectores sociales de Comodoro Rivadavia, que a priori denomina-
importante de dependencitdel traba~~~~:e~to c~actIv~ y de consenso más
basa en el intercambio de una po .~ d fe capital. DIcha dependencia se remos sectores medios no vinculados directamente a la industria petrolera o
a cambio de un dinero que equi r~lOn e lempo que se entrega al trabajo jerárquicos del petróleo, producen y reproducen toda una serie de representa-
de la fuerza laboral. Esta fue rva rl-en parte- ~ su valor de reproducción ciones acerca de cómo son las mujeres que viven con los petroleros. También
mucho más que el valor que ~:~~a ser. ~onsumlda por el cap~tal, produce hay expresiones que descalifican a los hombres.' prejuicios estereotipados que
han sido analizados como parte de una estructura de relaciones histórica en
pacidad de trabajo. El salario reguf:~' o ~~;.~o~pra el capital es la ca-
. históricamente constituidas para 1 s :'OSldI 1 .a es de consumo, social e la ciudad petrolera (Palermo, 2014) y comoun "desacople entre capital econó-
de los trabajadores y las tr~b . d os mde lOS e vld.ay'p~ra la reproducción mico y capital cultural" (Barrionuevo, 2013). No obstante, sobre las mujeres
. aja oras e manera individual d 1 recae un plus de violencia que combina tensiones de clase y género. Acerca de
El sa 1ario, como expresión de la relación de 1 . . y e su case.
ellas se entretejen múltiples estigmatizaciones en el espacio público que van
queEadqutierela ~isciplina {abril y se extiend~ ::let::~:;:tz::~i~~ fo~~as desde cuestiones estéticas hasta valoraciones morales. Natalia Barrionuevo
. n es e sentido, el antropólo o Claud . aI~lllar.
vmculación entre las comunidad g d ' ~ Meillassoux (1999) analiza la (2013) ha indagado en este proceso de estigmatización de las mujeres que
es omésticas -donde domi . viven con los petroleros Y sistematizó las categorías "nativas" -en términos
nes precapitalistas- y los ámbit 1b 1 . p~e omman relacio-
El autor argumenta que la parteO~e:a~:~ es .del capitalismo desar~ollado. antropológicos- recurrentes en Comodoro Rivadavia. Entre ellas, agrupa un
por la reproducción de la fuerza de trab .o dlr~cto que el empresario paga conjunto que apunta a la desvalorización estética de las mujeres: son "feas",
l~~ componentes de las familias de lo taJo n? mcluye ~areconstitución de "teñidas de rubias" (rubias de mentira casadas con negros), "usan pantalones
cion del mismo obrero durant 1 s, ~abaJadores e mcluso la reproduc-
vuelven estratégicos los lazo: dOSpeno tOSde desempleo. ~or eso, dirá, se
2. El sentido común acerca de los trabajadores petroleros contribuye a un imaginario grotesco
para solventar esa parte no pag:dPa~en :sc~ de la comumdad doméstica
de "macho" fanfarrón como consecuencia de sus altos salarios. En tal sentido, se entretejen
capital tampoco reconoce la re rodi ~~ e p an:eo podemos sumar que el expresiones estigmatizantes sobre los hombres petroleros. En solo un día, un oído avezado es
sus familias en los períodos en ~u: e~~~~~o:~:;~:~a ~ l~s trabajado:es y capaz de escuchar frases como:"son arrogantes", "negros", "no saben comprar", "son ordinarios",
De tal manera el trabaj o de 1 ' , os e orma asalariada- "negros con plata", "brutos", "son grasas", "no saben ni hablar", entre otras. Con sus matices,
" a mujer no solo no es pa d h esto se reitera en entrevistas, charlas informales, medios de comunicación, intercambios vía
reconocidc--, sino que también es estigm ti d ga o -~uc o menos
redes sociales (aquí más violentamente dado el anonimato y la impunidad que habilitan), etc.
históricamente constituido para la mujer, ~ lzaFe°d'erici
lo.~ue(2014'
consolida
150) unitúlugar1 El prejuicio naturaliza la relación entre grupos (en este caso, entre aquellos que están vincu-
fioco d e su ,análisis en el problema de 1a re laci , entre t b . .
acion SI ua e/
ducti lados a la industria petrolera Yaquellos que no lo están o son jerárquicos). Es importante decir
reproductIvo y las estructuras de gén od d ra ajo pro uctivo que el prejuicio comprende a la t~ta.lida? de los colectivos en cuestión. Si bien puede dar pie
del salario". Una política señala la aert es e el concepto de "patriarcado a una situación concreta de d,SCrImInaCIÓnentre dos personas particulares en una situación
. " u ora que difi lt . puntual, surge en tanto la persona es miembro de un colectivo, no por sí misma. Por lo tanto,
tengan dmero propio, creando las condicion' 1 ~u a que las mujeres
hombres. es materiales de sujeción a los no se da entre individuos.
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102
Hernán M. Palermo Masculinidades infan tilizadas

ajustados", "las uñas siempre las tienen impecables" (sinónimo de qu de cuidado y sexual de las mujeres, desvalorizándolo en términos sociales
hacen nada en sus casas), "viven en las peluquerías" "están tuneadas,;(no históricos. En consecuencia, se amplía la parte no pagada de la jornada
ti . 1 . 'en
re erencia a tunzng de los autos), etc. Entre los cuestionamientos moral ~aboral, enlazando el trabajo de la mujer a la acumulación de capital.
~e comenta que son "infieles", que "gastan la plata de los hombres" " es, En el caso de los petroleros, en el que las zonas de explotación son am-
mte resa d"as , "man tenidas"
em as , "caza d oras de petroleros" "malas madres" ' Son t bientes exclusivos de hombres y en los cuales se exigen turnos rotativos
As,I cO~o se cons~ lid I a e l'estereotipo social de "botineras" ' (mujeres que buscan"
,e C
y largas estadías, se establece una complement~riedad en~~e espa~ios de
futbolistas), se dice de estas mujeres que son "petroleras". Estas valo . trabajo Y espacios domésticos. La forma de salario que se dirime y disputa
t ", raCIO_
nes nega ivas estan tan extendidas en Comodoro Rivadavia que term¡ incluye la retención de la mujer en el hogar. De esta manera, la condición
ti ". man
por . ormar parte . también de la mirada de sus parejas ~ varones y de ot ms de varones asalariados y la relación de dependencia ante el capital para la
mUJe~es que ~ven con petroleros." Igual que las brujas en los siglos XVI al reproducción de la fuerza de trabajo tienen efectos directos en la est~uctura-
XVIII,. las mujeres son pensadas como encantadoras de hombres petrolero ción y la segmentación de las prácticas ligadas al género de los trabajadores,
q.ue tienen e.lpoder de he~hiza~los ~ediante ardides para sacarles sus pr:~ sus familias y, en particular, de las esposas/parejas.
ciados salarios. Estas estígmatizacionos, si bien refuerzan el imperativo 1
que están sometidas las mujeres en su rol de amas de casa también ayud a
lid . ,an
a conso I ar una Imagen ambivalente de masculinidad entre el dominad La disciplina extensiva
r. el dominado, ba~tante extendid~ en,la .esfera pública. Así, los varones s:~
mac~lO~con plata que ~n el espacio público hacen ostentación de su posición Meillassoux (1999: 157) afirma que "por ser la fuerza de trabajo el pro-
econom~ca y al mismo tiempo, en el interior de sus casas, son "encantados" ducto social de la comunidad, explotar a uno de sus miembros, siempre que
y manejados por las mujeres.
no esté separado, equivale a explotar a los otros. La explotación no se ejerce
!ales representaciones, en apariencia contradictorias, acerca de las a expensas de un único individuo, sino también del conjunto de la célula a la
mujeres y los hombres petroleros, conviven y contribuyen a formar por un que pertenece". Ahondando en esta idea, la desigualdad de género, en par-
~,ado~n modelo de feminidad que da cuenta de la "esposa ideal", "casta" y ticular en lo que respecta al reconocimiento de las actividades consideradas
obediente al m,an?at?, masculino", sobre todo "ahorrativa" y "ocupada en masculinas y femeninas, se expresa en los ámbitos de reproducción como parte
sus tareas domestIcas. (un modelo que, con sus matices, pese a estar muy de un proceso de relaciones que ordena los roles de los miembros de las fami-
desa~rollado en la SOCIedadmoderna -aunque cada vez más cuestionado-, lias. La distribución de tareas que impone la disciplina en la vida doméstica
adquiere mayor contundencia en una dinámica familiar condicionada por establece relaciones de poder en el interior de las familias, indisociables del
el proceso de trabajo petrolero). Y,por otro lado, un modelo de masculinidad sexo, la edad y el carácter del trabajo (asalariado o no) de cada uno de sus
que ref~erza la división sexual del trabajo, pues el hombre se fortalece en integrantes. Estas relaciones constituyen una suerte de disciplina extensiva
el espacio de la producción y se debilita en la esfera doméstica. al prescribir acciones que organizan una división sexual de la disciplina. En
En tal sentido, el capital no sólo consume, controla y extrae la capaci- este proceso, la masculinidad entra constantemente en tensión dentro del
dad labor~l dentro del "suelo de fábrica" mediante el pago del salario a los hogar. Los hombres interpelados a ser sujetos (abriles-petroleros-masculinos
varones, smo que también explota -de forma "velada"- el trabajo afectivo, en el trabajo ingresan en una negociación dentro de sus casas, donde la mas-
culinidad se posiciona en un plano de igualdad con la feminidad e incluso se
ve disminuida o infantilizada.
3. Resulta paradójico q~e entre los mismos estigmatizados se activen estos conceptos. Mien-
tras eonstr~yen una mirada sobre esa otra, también influyen en la forma en que la mujer se
perciba a SI misma.
Masculinidad/es) y feminidadtes): dos posiciones relativas
4. La ~aza y quema d~ brujas durante los siglos XVI, XVII Y XVIII ocultó un proceso que -a partir
de la Idea (el eufemismo) de que eran adoradoras del Diablo- significó el confinamiento de
las mujeres al espacio doméstico y su rol reproductivo de la fuerza de trabajo. Este proceso, Son las mujeres quienes se encargan de la logística que atañe a las respon-
los cercamíentos y.el saqueo de Aménca fueron los tres pilares de la acumulación ori inaria sabilidades domésticas: ordenan y organizan la casa, cuidan a los hijos, plani-
de capital (Federici, 2014). gi
fican su educación, se ocupan de su salud y entretenimiento y, esencialmente,
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Hernán M. Palermo Masculinidades infan tilizadas

esper~n el retorno. de sus maridos. El siguiente fragmento de entrevista quiere la dominación masculina en el capitalismo, generando las condiciones
permite ?ensar la Importancia de la mujer en la reproducción de la fuerza materiales para la subordinación de las mujeres a los hombres y para la
de trabajo:
apropiación de su trabajo por parte de los trabajadores varones. Dado que el
valor del trabajo, en una sociedad dominada por relaciones monetarias, se
Entrevistador: ¿A qué hora salís ya qué hora volvés a tu casa? vincula con la producción de mercancías, la devaluación del trabajo femenino
Entrevistado: Y ... desde que yo salgo de la casa, por ejemplo, son las se expresa con la idea de que cuando los hombres están en sus puestos labora-
once de la mañana y hasta que vuelvo acá se hacen la una y media, les las mujeres "despilfarran su dinero". Sin embargo, también esta relación
las dos más o menos. ¡Llego tarde! de subordinación queda relativizada dentro de los hogares cuando se afirma
Entrevistador: ¿Ya esa hora comés? que ambos realizan el sacrificio. Paridad y desigualdad conviven en un entra-
Entrevistado: Sí, sí, ella siempre me guarda algo caliente para después mado con límites difíciles de delinear. En muchos casos, más puntualmente
meterme en la cama de una. Vengo muerto de sueño. en generaciones más jóvenes, lo que se manifiesta es una disrupción de las
Mujer del entrevistado: Sí, lo espero aunque esté feo, llueva o algo. relaciones tradicionales patriarcales como proceso que favorece la jefatura
Una, una y pico, lo espero con la comida y le hago compañía. Si me de las mujeres que viven con los hombree. petroleros. Si bien los hombres
aguanto, como con él, si no, no. "ganan" el salario, son ellas quienes tienen la potestad del uso y control del
Entrevistador: Ah, te esperan con la comida ... No te podés quejar. dinero. Por eso, en más de una entrevista, los varones explicitaron la práctica
Entrevistado: Claro. Cocina y come conmigo. Y bueno, el sacrificio viene habitual y "recomendada a todo hombre" de guardar de manera "ilegal", es
por los dos lados. (Encargado de turno y su mujer, 2013) decir fuera de la mirada de la mujer, una parte del sueldo para su propio uso:

. La mujer y el hombre aparecen en un plano de igualdad: "El sacrificio Entrevistador: ¿Cómo es el manejo del dinero en la casa?
tnene por los dos lados". Y en cierta forma expresa una materialidad concreta Entrevistado: Todo lo que tiene que ver con la plata lo maneja mi mujer.
da~o que el hombre lleva adelante un trabajo por demás sacrificado y 1; Ella es la que sabe cuánto gano y cuánto se gasta en la casa. Empezó
mujer la otra ~arte del trabajo -también sacrificado- articulando el espacio manejando ella la plata y ahora si me preguntás no tengo ni idea.
de la producción y el de la reproducción. Llevar adelante una vida con o sin Le pido a ella cuando quiero gastar. En ese sentido no tiene drama,
esposa/~ujer s~ vuelve una polaridad básica para los petroleros que define sabe del sacrificio que hago. Pero sí te cuento, nunca se lo digas, que
estrategIas variadas en relación con el desarrollo del ámbito extralaboral. alguna parte de las horas de viaje me guardo para algunos gastos
Aquellos que están en pareja encuentran en los momentos de descanso un que no se pueden blanquear. Muchos de los que estamos casados lo
espacio de contención que. les facilita la organización extraproductiva para hacemos. (Operador de boca de pozo,2013)
reponer sus fuerzas en miras a la siguiente jornada de trabajo.
Más de una vez les hemos preguntado a los hombres petroleros cuánto Tomar un concepto monolítico de patriarcado sin explorar las construccio-
~anab~ y nos encontramos con la sorpresa de que no sabían la respuesta; nes históricas y específicas nos expone a perder la diversidad en las formas
mmediatamente les preguntaban a sus mujeres, quienes sí conocían los montos de construcción de las masculinidades. En tal sentido, la desigualdad de las
d,el.salario.Se convierten así en eficientes contadoras del dinero, lo cual resulta relaciones de género se pone en tensión y en paridad a la luz de la división
lógioo por la~ largas ~u~encias de los hombres y la necesidad de resolver impor- sexual de la disciplina dentro de la que hombres y mujeres se encuentran
tantes cuestiones cotidianas de la economía doméstica.5 Ellas llevan un balance interpelados. Como vemos en el último relato, el ejercicio de la masculinidad
empírico de los ingresos salariales y los gastos de consumo y, si es necesario, se transforma y se consolida una masculinidad infantilizada.
adviertan al trabajador sobre la falta de dinero para gastos adicionales.
La noción de "patriarcado del salario" (Federici, 2014: 150) se ajusta al
enfoque que estamos proponiendo, especificando las características que ad- La masculinidad infantilizada

5. Sumar a estas responsabilidades


. . bi h l .
un trabajo afuera de la casa es una gran car 1
ga para as
Federici (2013: 37 ss.) propone problematizar el lugar de la mujer y del
mujeres: SI ien muc as o tienen, lo frecuente es que sólo se dediquen a la labor doméstica. hombre, situando a este último como delegado o agente del capital y del Estado
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Hernán M. Palermo Masculinidades infantilizadas

que, en el ám~ito del hogar, cumpliría con la tarea de controlar y golpear +ai bla. Me avisa cuando no me puede esperar porque al otro día entra
~era ne;esar~o- ~,la mujer. En este punto, queremos seguir discutiendo la temprano a trabajar. Me lo escribe. O por ahí si es fin de semana
Idea de dommacIOn patriarcal" que, como planteamos anteriormente, no me espera y no ceno como perro, solo. Y bueno, después me acuesto.
expresa ~as formas específicas de las relaciones de género para el caso de Pongo el reloj o si no ella me llama para despertarme a las nueve
los trabajadores del oro negro. El caso analizado no se limita a la asignación y media, porque ella sale antes. Yo no la veo a ella ni a los chicos
genenc~ .que plantea Federici. Por el contrario, encontramos al interior de tampoco. ¿Me entendés?
la~ fa~has p~sIcIO~e~~e géner? ?astante más relativas. El patrón de "do- Mujerdel entrevistado: Yo ya estoy acostumbrada, toda la familia hace
rmnacion p~tnarcal urnco y estático no se cumple de manera tajante; como turnos. (Maquinista y su mujer, 2013)
~a Santiago Bastos (1998), no da cuenta de la gran variedad de situaciones
posibles de encontr~ en l~s prácticas cotidianas y de los cambios que también De nuevo aparece en este fragmento de entrevista -como fue señalado
gene:a'.En este sentido Gilmora (1994) sugiere, en relación con las relaciones en el apartado anterior- un importante reconocimiento al trabajo de la
domes~l~as en An.d.alucía, España, que las mujeres prevalecen en la toma mujer. Resaltamos de aquí la frase "me llama para despertarme a las nueve
?e decisiones familiares a pesar de las duras oposiciones de los varones. Lo y media", pues en innumerables reflexiones de los varones petroleros, las
mt.eres~nte, que también vemos en el caso de los petroleros, es que el poder mujeres asumen el lugar de control de la jornada de trabajo:
al interior del hogar no corresponde estrictamente a los cánones genéricos
de los "roles" hombre controlador/violento-mujer controlada/violentada, sino Entrevistado: Cuando empecé a laburar, el problema fue cuando entré
que ap~recen formas de negociación que pueden incluso subvertir esos roles en la jada. Empecé a conocer gente, a salir con los muchachos del
extendidos en nuestra sociedades occidentales-capitalistas. trabajo y ahí empieza el descontrol.
En el ámb~to doméstico, es la esposa del trabajador -cumpliendo un rol Entrevistador: ¿En qué sentido hablás de descontrol?
maternal- quien controla el seguimiento de los horarios y de cierta disciplina Entrevistado: En el sentido que empezás a salir, la bardeás. Chupi,
a fin de que el obrero se encuentre en condiciones aptas para asistir diaria- noche ... Se te desordena todo, inclusive ellaburo.
mente al t~abajo. La dependencia salarial somete a la mujer a la realización Entrevistador: ¿Y con tu mujer cómo fue eso?
de una serie de tareas que comúnmente comienzan antes que las tareas del Entrevistado: Y con mi señora se pudrió todo. ¡Se quejaba todo el día
hom~re: es ella quien le avisa al varón el horario para iniciar las labores de la vida que hacía! Me dijo que me pusiera las pilas o agarraba
del día y, llegado el momento, lo despierta para ir a trabajar o apaga "laluz a los chicos y se iba. Me dijo bien clarito: "Te cal más o no me ves
para advertir la llegada del momento nocturno de descanso. más ... Así no vas ni con tu familia ni con el trabajo". Por suerte fue
. En este contexto, es habitual que sean las mujeres quienes también orga- un tiempo nomás, después me organicé. Me vino bien con el trabajo
mcen los ~urnos d~ los trabajadores varones. Suelen hacer el seguimiento de que también me organizó. Viste cuando agarrás la jada ... Se te
los horarios de la Jornada para que ellos puedan cumplirla y no sucumban vuelan los pájaros ... (Operador de boca de pozo,2013)
ant~ el cansancio. La entrevista que sigue nos otorga una idea del rol de la
mujer en esta lógica laboral: Este último fragmento de entrevista nos brinda interesantes elementos
para el análisis. En primer lugar, son las mujeres las que controlan que se
Entrevistador: ¿Cómo es tu turno esta semana? cumpla -como supervisoras de las empresas fuera del trabajo-la disciplina
Entrevistado: y. .. termino a las doce. A las once y media de la noche ya [abril, La "joda" rompe con las responsabilidades masculinas respecto de
me voy preparando para volver a casa. Me doy otra vuelta antes de la familia, que implican llevar una vida ordenada y alejarse de cuestiones
irme para cerciorarme de que todo esté en condiciones: la pileta con no deseadas, como las salidas nocturnas, el alcohol e incluso una sexuali-
buen nivel, la bomba, etc. Me subo en la camioneta ya mi casa llego dad promiscua que, en los varones, resulta menos sancionada que en las
tipo una cuarenta o dos de la noche. Llego y está todo silencioso mujeres. Ellas son las "quejosas" en los relatos de los trabajadores, aunque
todos están durmiendo. Abro la puerta y tengo la cena ya hecha: terminan afianzando y legitimando un lugar de poder como custodias de
Por ahí mi señora antes me manda un mensaje avisándome que en la disciplina laboral. Disciplinan a los trabajadores para que descansen y,
el micra me dejó la comida, que la caliente si está fria, bla bla bla en definitiva, repongan sus energías para la siguiente jornada. Al mismo
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Hernán M. Palermo Masculinidades infantilizadas

~ie~:o advierten: los v:rrones de las malas consecuencias que se derivan vuelvo del trabajo todos están durmiendo", "es mejor ser soltero", "las fiestas
e escontrol~rse. ~a I.dea de "organizarse", desde la perspectiva de los nunca las pasás con tu familia", "nunca ves a tus hijos", etcétera.
petroleros, se vincula mtlIIlamente con la idea de armar una familia. Sobre En este sentido, una de las mayores preocupaciones (históricas) de los
todo porq ue, como diií
ijnnos, las mujeres ejercen las tareas de control para trabajadores petroleros tiene relación con el incumplimiento sistem~tico
que .l?s varones cump~an con los requerimientos laborales: la mujer y la que se produce con la familia." Los turnos ~otativos hac~n de la planifica-
familia repr~~entan aSIlugares de disciplina. En este sentido es interesante ción familiar un caos al momento de orgaruzar eventos Importantes como
la comparacton con el análisis de Ondina Fachel Leal (1997) acerca de 1 casamientos, fiestas, cumpleaños, etc. Al mismo tiempo, las largas jornadas
gauchos del sur de Brasil y.~l norte de Uruguay para quienes, al igual q~: laborales más aún para quienes hacen permanencia en los cerros, enfrentan
para los petroleros, la familia es un espacio de disciplina y control. En el a los trabajadores a una dinámica en el espacio doméstico que, más de una
caso de los .gauc~os,. el matriI?onio y los hijos implican un "amarre" y en vez, les es ajena. La tensión entre el espacio de la producción y el de la re-
consecuencia la pérdida de la libertad del ejercicio pleno de la masculinidad. producción está fundada en las formas de organización de.l,mercado labor,al,
En .segundo lugar,. e~ el ~ecorte de entrevista aparece, en relación con la que construye un entramado particular entre la producción de mercancias
~uJer, una mascuh,~Ldad m(antili~ada. Ella dis~iplina al hombre como una y la reproducción de la fuerza de trabajo.
madre castradora y e~varon actua como un niño "que se pone las pilas".
D.e ~u~vo se re~one la Idea de la mujer como parte de un engranaje de la
disciplina [abril.
La familia com~ pérdida
~?mo venim~s analizando, la desigualdad en el reconocimiento de las
actividades c?nslderadas masculinas o femeninas se expresa en los ámbitos Una de las preguntas que realizamos con frecuencia a los trabajadores en
d~ reproduc~Ión de las familias, aunque no de la misma manera en que se entrevistas en sus casas es qué se gana y qué se pierde con el trabajo petrolero.
VIvela "dommaci~n patriarcal". Entendemos que las características de los Casi de forma unánime, asocian la ganancia con el dinero y la pérdida con
procesos de tr~b~Jo y las necesidades de las administraciones empresarias la familia. Un enganchador de un equipo lo sintetizó de la siguiente manera:
establecen prácticas y representaciones que configuran una diui ., 1
d 1 di .. ' • tsioti sexua
e ~ isciplina. Est~ ~inamiza roles de vigilancia y sanción que ordenan Las ventajas de esto es que te podés dar muchos gustos que con
l?s tiempos y las actividadas de los integrantes de las familias y al mismo otros trabajos no te los podés dar. Yo creo que trabajando de carnicero
tI~mpo tensiona y pone en cuestión las formas clásicas del patriarcado. no podría haber llegado a la casa que tengo hoy, ni comprarme el te-
DIcho .d~ ?:ra manera, el patriarcado se pone en cuestión pero se refuerza rreno para hacer mi casita en la cordillera. La desventaja, bueno, como
una diuisiári sexual de la disciplina que abona a la valorización del capital. te dije, no podés disfrutar de la familia. A la familia casi la perdés.
(Enganchador, 2013)
Cotidianidad discontinua Como dijimos, la industria del petróleo otorga salarios muy por enci-
ma de la media en Comodoro Rivadavia y en general en todo el territorio
El t~abajo petrolero h~bilita.un ac~eso a bienes y consumo por encima de argentino. Por ello, aparece frecuentemente esta tajante afirmación: "La
la ~edla. en Comodoro Rivadavia. La industria del oro negro brinda una se- elección del trabajo es sólo por el dinero". También se reitera la idea de que
gu~d~d Irrefutable en términos económicos. Muchos trabajadores con cierta "es la familia lo primero que se pierde", aunque se termina justificando por
práctica de ahorro logran tener su propia vivienda y, además, construirse la seguridad económica que a largo plazo alcanza esa misma familia: gran
una casa para veranear e~ l~ zona de la cordillera. Sin embargo, este bien- dilema al que se enfrentan los trabajadores petroleros.
estar contrasta con el sufrimiento por vivir desfasado -o a contra d El siguiente relato, seleccionado entre otros del mismo tenor, propone
1a fami·1·la. E sto representa para los trabajadores una frustración emano- t t
e
una idea concisa de la pérdida en términos históricos y generacionales:
· h b . , f
DIC a o servacion ue tomando cuerpo a lo largo del trabajo de ea ons an e.
.
1os re 1a t os d e 1os tra b ajadores . mpo.. en
" ,. aparecen repetidamente expresion es t a 1es 6. Esta situación la hemos corroborado también en otras industrias de procesos continuos y
como: no pasas tiempo con la familia" ,1' "toda la tamilia hace turnos" ,"cuan d o con turnos rotativos de trabajo; por ejemplo, la siderúrgica (Palermo y Soul, 2009).

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Hernán M. Palermo
Masculinidades infantilizadas

Mi viejo dejó t d
Ah o o por YPF. Nos crió a nosotros laburando en YPF nidad.8 En el caso de los petroleros, el hecho de que este tema sea parte de
ora, vos me preau tá . l . .
Cum l - ,<> n as st. o tn, te digo que no ... no lo vi nunca las bromas expresa las consecuencias precisas de las condiciones laborales
p eanos mtos· mi . . .
lab b C . t uteJOno estaba. Sábados o domingos: mi uieio sobre los vínculos familiares, en particular con las esposas/parejas.
ura a. uando ya em ' li d v
las ci . pece a sa tr e noche, cuando volvía a eso a Varias cuestiones, que integran las preocupaciones de los trabajadores,
s cmco o sets de la - .. .
salir. No t ib manana, mi utejo ya estaba preparándose para se desprenden de estas apreciaciones. En primer término -y según hemos
. ssen a amosacom 'l d b
Hoy t d er y e nos a a un beso y se iba a laburar: analizado- encontramos el lugar común donde se sitúa socialmente a la
o o esto que te cuento lo viven mis hijos conmigo. Ellos vienen·
yo me voy· ellos se va ' mujer, en tanto propensa a cometer actos de infidelidad por la falta de
no estoy l' fi n, yo vengo. Es una cosa de locos. Los domingos control del hombre." En segundo lugar, la jornada de trabajo funciona como
, as estas capaz zafo y t O Y
de - es oy. no. cuando estoy me caigo elemento frustrante de la capacidad sexual del hombre. De hecho, en uno de
vu~~eno y no tengo ganas de nada. Ni te digo con mi mujer.:. Cuando los pozos donde hicimos trabajo de campo, ante la pregunta "¿qué se pierde
chico: (l~pregundto:dcontame rápido lo que hicieron en la semana los con el trabajo petrolero?", uno de ellos, frente a la mirada atenta y las car-
. ncarga ° e turno, 2012)
cajadas de sus compañeros, representó -con sus manos en la cabeza- a un
La continuidad generacional del t b . animal con cuernos y joroba. Si bien entendimos la idea de "ser cornudo",
en las experiencias familiares fr r~ ~JOSupone también la continuidad quedamos atónitos con la joroba. A continuación preguntamos por eso,
efectos concretos en las mujere:~:n h~:~: frustrad~~. La ausencia tiene mientras el hombre-animal saltaba balanceando el peso de su cuerpo de
fortalece el sentimiento de fr tr ., es y los hIJOS.En los varones una pierna a la otra. El colectivo de trabajadores, que había comprendido
. us raClOnpues como ya . claramente el chiste, respondió entre risas que no era una joroba, sino el
nmentan una constante sensa ., de i '.. mencIOnamos, expe-
familiares. Es claro que las focion e mcumphmlento de las obligaciones resultado del trabajo. Entonces varios hablaron de la cantidad de hernias
imponen condiciones en los erma~ qufe adquieren los procesos laborales de disco que tenían: un jefe de turno, con veinte años de antigüedad, llegó
spacios uera del trabai o En Ia d . a contabilizar seis.
petro 1era los condicionan te s tienen una
í

.. J . . n a m ustria
características históricas de 1 t esp~clficldad partIcular, dadas las El animal antropomórfico representado por uno de los trabajadores
S. os urnos rotativos. revela los efectos sociales de las largas ausencias en los hogares, que se ex-
lempre que hemos entrevistado a tr b . d
transmitieron su sensación de est . a aJ.~ ores del oro negro, nos presan en clave de género por el temor de perder el bien más preciado de la
festividades, recibimientos casa ~ etnm~acclOn ~or no poder compartir masculinidad: el dominio del cuerpo femenino. Los cuernos del animal dan
. , rrnen os e mcluso tíernp 1 . cuenta de ese miedo que ataca directamente la virilidad. El cuerpo torcido,
con quienes conviven En este s tid o con as mujeres
l por su parte, muestra la plena conciencia acerca del desgaste físico precoz.
cuchado recurrentem~nte un he?t o, en lo~ po.zosde petróleo hemos es-
1 e IS e -muy slgmfic ti . El animal con cuernos y doblado es la personificación penosa de los efectos
argas ausencias con la imposibilidad de ~,IVO- que vmcula las
los petroleros, hay más sexo en el traba.otener sexo. este cuenta que, entre sociales y disruptivos que imprime el proceso de trabajo fuera del ámbito
único que se habla en los pozos mi t J que en sus casas, ya que es de lo laboral, y a la vez habla de las consecuencias de las condiciones laborales
, ien ras con sus mujer " d sobre los cuerpos de los petroleros. Se sintetiza así la relación entre jornada
aca surge el mito extendido de q 1 t es no pasa na a". De
las satisfacen sexualmente. Por ~t:o~:~~ rolero~ Son "cornudo~" porque no de trabajo, desgaste físico y vínculos familiares en clave de clase y género.
aparece en forma de broma la figu dI'" Yasociado a lo antenor, también
ra e pata de lana" 7 .
a Ias casas de los petroleros dura tI' ~ersonaJe que entra
L . fid li n e sus argas ausencias
a m e idad surge como un mecanis :
linidad. Para ser hombre y sobre t d ~o de devaluacIón de la mascu- 8. Claudia Fonseca (2003) ha estudiado, en un barrio popular de Brasil, cómo los hombres son
de las mujeres es un req~isito nece~a~i~~ lombre respe~~do", la fidelidad desprestigiados por sus mujeres, quienes mientras los engañan ponen en duda su masculini-
e a conformaclOn de la masculi- dad. La expresión utilizada en estos casos es "guampudos". Por su parte, Rafael Luis Ramírez
(1997) analizó los modelos de masculinidad en Puerto Rico, donde es un insulto acusarse entre
varones de "cornudos" o ~cab:ones". ~ste tipo de ofensas forman parte de los juegos de poder
7. La expresión "pata de lana" hace referencia al ..
tinamente una rela ió l . amante, es decir, a quien mantiene l d de los hombres puertornquenos que demgran" la reputación del otro.
CI n sexua con una mu er e d . S di e an es-
a una casa no p duce ruid J asa a o en pareja. e ce que al ent 9. Los celos del v~rón y la demanda de ~delidad, como rasgos de masculinidad, reflejan la nece-
ro uce rur o por sus suaves "patas de lana". rar oculto
sidad de la posesión excl usrva de los atributos reproductivos, de cuidado y afectivos de la mujer.
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Hernán M. Palermo Masculinidades infantilizadas

Desencuentros en la familia fomentar prácticas y representaciones vinculadas a la consolidación de un


sujeto {abril-petrolero-masculino inmerso en un sistema de organización
En l~, - tas~ la familia aparece atada a la idea de la pérdida o profundamente jerárquico. La adaptación a la familia dura~te lo~ francos,
frustracIO~ y el trabajador se sitúa -al menos ante el investigador- en el que aparece con frecuencia en los relatos de los hombres, evidencia el des-
lugar del I~fracto~. ~sto no sólo se produce por el escaso tiempo que pasa fasaje entre una esfera y la otra." Algunos manifestaron sentirse "sapos
en el espacio domestIco, sino también por los momentos que efectivament de otro pozo" en su misma casa. La metáfora es significativa, dado que es
comparte con su familia. Al retornar a sus casas los hombres entran en u e en el pozo de petróleo donde se sienten cómodos y en la propia casa donde
universo con códigos, lenguajes y dinámicas completamente diferentes a lo~ son "extraños". Los turnos rotan, se trabaja de noche y se duerme de día, a
del mundo petrolero. Luego de catorce o veintiún días de trabajo en un uni- destiempo de toda la familia, y los hábitos a los que están acostumbrados
verso .monop,oli.zadopor actividades laborales y significantes masculinos, el los hombres llevan a una constante tensión. En una entrevista a la familia
esp~cIOdoméstico ~epresenta como ajeno. Asimismo, sucede también que las de un petrolero surgió la siguiente cuestión:
mujeres t.oman decisiones acerca de los hijos y la casa en general sin realizar
a veces m una consulta a los hombres. El espacio doméstico se convierte en y por ahí yo vengo y escucho el televisor a un volumen alto y ... Todos
una arena de disputa. El problema se acrecienta cuando los hombres están estamos medio sordos. Generalmente estamos sordos de la oreja izquier-
de franco lO e intentan tomar decisiones en sus casas. U Cuando el trabajador da porque los equipos están del lado izquierdo. (Maquinista, 2013)
retorna a su casa afl.oran cortocircuitos típicos del universo del oro negro:
Las secuelas fisicas, en este caso la sordera, se hacen evidentes cuando
Cuando llego parece que molesto. Al tiempito que estoy de franco ya los petroleros regresan al hogar. Durante el trabajo, por el ruido infernal
mi nene me dice: "Papá, ¿cuándo te vas?". No me aguantan, me echan ... que producen las máquinas de perforación -que los obliga a gritar todo el
y no los culpo, si no estoy nunca en casa. Y cuando vengo tengo que tiempo-, la sordera no es un problema pues muchos la padecen." Uno de
reconocer que me irrita todo. Quiero silencio, quiero dormir tres días los hijos de un petrolero nos relataba que cuando su papá volvía "jorobaba"
seguidos y, bueno, ahí es cuando se pudre todo. Vivo desfasado. Lo peor a toda la familia ''para empezar tenés un sordo en casa mirando televisión
es cuando quiero opinar sobre algo de la casa: directamente nadie me al palo ... Le hablás y no te escucha". Este padecimiento físico es una de las
da bola [risas]. (Operador de boca de pozo, 2013) derivaciones más frecuentes del proceso de trabajo, junto con las hernias
de disco anteriormente nombradas.
Al volver a ~us casas los hombres se sumergen en una dinámica comple- En definitiva, el espacio doméstico es para los hombres un lugar ajeno,
tamente extrana a la d~l mundo laboral. Cuando tienen franco, los petroleros no sólo porque se constituye como el dominio de la mujer, sino porque es
que hacen permanencia en los pozos necesitan de los primeros días para virtualmente desconocido, en el marco del ethos que interpela al sujeto
acos.tu~bra~se a la conv~venciacon.las mujeres y los hijos. Luego de catorce {abril-petrolero-masculino.
o veintiún .dIa.sde trabajo en un universo monopolizado por actividades la- Concluyendo, la construcción occidental del género es la menos creativa
borales y significan te s masculinos, el ámbito de la casa les resulta distante. de todas. Simplifica de manera categórica la sexualidad, además de que la
.Arriesgando explicaciones que motiven estas tensiones, pensamos en limita a dos universos opuestos -hombres y mujeres- comoúnica posibilidad
primer lugar en la confrontación de dos dinámicas contradictorias: la esfe- legítima y configura papeles sociales esquemáticos y monolíticos. Desde
ra ~omés~ica goza de cierta. autonomía de los hombres ya que las mujeres
deciden sm consultarles, mientras la esfera productiva se caracteriza por
12. Por otra parte, podemos decir que la privatización de YFFdesarticuló toda una infraestructura
vinculada al ocio tanto para los hombres como para sus mujeres e hijos. Esta infraestructura
recreacional ofrecía a las familias variadas alternativas para el esparcimiento. Hoy en día, es
10. El franco es el período de descanso de los trabajadores. dificil para los hombres encontrar actividades por fuera del trabajo.
11. Cabe aclarar que los petroleros con cierta jerarquía como los encargados de t . ti 13. Durante nuestro trabajo de campo en los pozos de petróleo, a pesar de haber estado allí
. . _ ' urno, Je es
~e e~wpo o supervisores, ~stan acostumbrados a tomar todo tipo de determinaciones en sus varias horas durante distintos días, fue imposible la adaptación al intenso (e insoportable)
amb~tos de trabajo ya dar ordenes a otros hombres. En consecuencia, los francos son momentos ruido de los equipos, en particular los de perforación. La sensación es la de estar alIado de
de disputa y conflictos que pueden derivar en violencia de género. una turbina de avión a punto de despegar.

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Hernán M. Palermo

Capítulo 5
un pensamiento universal se consolida una matriz sexo-género atada al
modelo heterosexual. Esta configuración monolítica, en la que se mezclan
Feminización y violencia en el trabajo"
género, poder y subordinación, deja marcas en la sociedad en general. En
particular, y dadas las características del proceso de trabajo, se produce
una dicotomización entre la esfera de la producción y la esfera de la repro-
ducción: la primera con preeminencia absoluta de lo masculino, mientras Los géneros no son precisamente observables
que la segunda se constituye como un ámbito de dominio femenino. En este ni siquiera en el orden empírico, pues ellos ~on,
sentido, el mundo fuera de los pozos de petróleo se transforma también en en última instancia, el registro en el cual nos ms-
un universo feminizado, en el que los hombres ejercen otras masculinidades talamos al ingresar a una escena, en una tra~a
muy distintas a la manufactura de la masculinidad interpelada en el trabajo. de relaciones. En esta tesis masculino y femenmo
La construcción de la masculinidad en el seno de la organización del proce- son posiciones relativas, que se encuentran más o
menos establemente representadas por las anato-
so de trabajo petrolero colisiona con ciertas dinámicas de la esfera doméstica,
mías de hombres y mujeres en la vida social en
como parte de la dicotomización anteriormente mencionada. En la tensión
cuanto signos de esa diferencia estructurada. Pero
entre la esfera de la producción y la esfera de la reproducción se juegan las
no necesariamente.
jerarquías, dada la primacía de la masculinidad o feminidad en uno y otro
espacio. Esta articulación entre ambas esferas delinea la subordinación de Rita Segato, Las estructuras elementales de la
las mujeres, limita su autonomía, aunque -como vimos también- ellas en- violencia. Ensayos sobre género entre la antro-
pología, el psicoanálisis Y los derechos humanos
cuentran en el control de la esfera doméstica un espacio de disputa con los
varones petroleros, al punto tal de subvertir las relaciones de poder.
Para finalizar, nos encontramos con roles de vigilancia y control que se ex-
tienden desde el ámbito fabril hacia el interior de las familias y que, en el caso
de los petroleros, los cumplen las mujeres. En el ámbito doméstico, el trabajo Introducción
femenino garantiza la reposición del desgaste de la fuerza de trabajo asala- Joan Scott (2008) propone pensar, problematizar y reelab~rar l~ noción
riada, con funciones que a la vez son de afecto, cuidado, control y regulación de "género" para comprender las formas simbólicas de P?der mas resIsten~es,
de la energía necesaria para que el obrero mantenga el rol de "productor". De recurrentes y arraigadas en nuestras sociedades OCCIdentales.~char lUZ
esta manera, las prácticas de las mujeres -administrar y controlar los tiempos sobre esta preocupación significa comprender las tramas de s:ntIdo en as
y los recursos para la reproducción, la comida, el descanso, la recreación, la que se entrelazan la masculinidad y la feminidad como c~t~gonas opu~stas,
educación- culminan ejerciendo una disciplina extensiva del trabajo al hogar binarias y jerarquizadas. La confirmación de la mascuhmd.a~ se con gura
que garantiza "en tiempo y forma" la reposición, reproducción y formación de a partir de su exaltación y de la subordinación de la fe.mm~dad. En este
la fuerza de trabajo. Por último, vale remarcar el contraste que se expresa pensamiento occidental que se sostiene sobre la base de binarios y opuest~s
entre el modelo de masculinidad exigido y ejercido en el espacio de trabajo y el radica, en cierta forma, la tragedia de la moderrridad.l En este marco e
concretado en el seno de la familia, como parte de ese proceso de negociación
con las mujeres. El miedo a perder la cotidianidad en la familia y el hecho
* Una versión preliminar de este capítulo fue publicada con el nombre "Estructuras eleme~tales
de percibirse como un extraño en el hogar por no tener la energía suficiente de la violencia en el trabajo: masculinidades en disput~~~,e~ e~IV Congreso Latinoamerrcanc
para satisfacer a su mujer, nos hablan de una masculinidad infantilizada, de Antropología del Simposio "Antropología del Trabajo", MeXlCO DF. .
reflejo invertido del sujeto fabril-petrolero-masculino. H kh ímer y Theodor Adorno (1944) encuentran en los orígenes del pensaIDlento oc-
1. Max or e~orescomoPlatón Aristóteles y Sócrates) elementos propios de la racionalidad
cidental (e~ ~~egemónica en la ~odernidad. No obstante, aquella racionalidad instrumental
lnstr.u~en aft' t'vamente con la lógica del mito. La Ilustración, dirán los referentes de la Es-
vivía con re 1 . . d
con nkfurt ha intentado separar ellogos del mythos generando una omnipotencia e
cuela de Frl.a d instrumental y en consecuencia la tragedia de la modernidad.
la raciona 1 ad
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Feminización y violencia en el trabajo
Hernán M. Palermo

universo del oro negro, sino habituales en otros espacios laborales.f En este
pensamiento, la modernidad tiene como uno de sus pilares la separació escenario, la violencia se concreta al momento de feminizar a otros hombres
;~!re nat,:ral~za y sociedad. A partir de allí el mundo queda estructu~ y exponerlos así a situaciones de deshonra, de injuria, de devaluación de la
o en bma~~os op~estos, desvaneciendo todas las posibles diferencias masculinidad; en definitiva, al ubicarlos en la esfera de la feminidad.
La construcción occidental del concepto de género limita la diferencia d . Abordar e interpretar la violencia entre hombres dentro de los espacios
los sexos a roles esquemáticos, enfrentados y subordinados uno al otr e laborales no admite una respuesta simple en el plano teórico, particular-
R:eco:dar este aspecto del pensamiento moderno devela que la violenci: mente porque no es posible hallar numerosos antecedentes de investigacio-
ejercida contra la feminidad no representa un hecho aislado, irracional o nes, menos aún desde una perspectiva de clase y género. Por otra parte, en
un acto de locu~a. Por el contrario, es ejercida y está orientada hacia términos metodológicos, si bien a lo largo de los años de trabajo de campo
fin:,l~ ~onfirmacló~ de la virilidad. Tener en cuenta este rasgo crucial en~~ entre varones petroleros hemos logrado acceder a las experiencias obreras
anahsls.nos permite comprender ciertas características de la violencia e (imposible si no fuera por la confianza construida durante ese tiempo y
el trabajo n~ como a:to.s sin sentido sino como parte de una "hoja de ruta~ sobre todo por la condición de hombre del investigador), la violencia entre
un repertorio de prácticas y representaciones que integran los contornos compañeros de trabajo resulta en cierta forma un tema tabú para los en-
de la manufactura de la masculinidad. trevistados. Más todavía: si las formas de violencia están atravesadas por
. Aho:a bien, en el trabajo de campo se hicieron evidentes situaciones de una connotación sexual, develarlas resulta una tarea por demás complica-
violencia ent:~ los hom~res. ~~sde aquí apuntamos a constituir un modelo da. Tales prácticas remiten a un disciplinamiento de las subjetividades de
de cornprension d~ la violencia laboral naturalizada y ejercida cotidiana- tal magnitud que es capaz de producir una conmoción a nivel individual,
mente entre trabaJ~dores var~nes en el espacio laboral. Como analizamos grupal y social por la deshonra a la que es sometido un varón en un acto
surge, en gran medida, a partir de la socialización de la masculinidad en de violencia sexual (del tenor que sea). Por ello, este tipo de situaciones no
l~ que los hombres .nosvemos compelidos desde los primeros años de vida. aparecen en una primera entrevista ni se explicitan de forma tangible Y
Sm em.bargo, a~qUlere una especificidad en el ambiente petrolero a causa concreta. En general suelen emerger en las conversaciones como broma o
d~ los imperativos de la disciplina (abril. En este contexto, se producen dentro del relato de una situación graciosa en la que la participación de
diversos a~tos violentos que afloran a la superficie como revelación de todo el colectivo de trabajadores se hace evidente. Al momento de indagar
una latencia, de una tensión que palpita en el sus trato de una sociedad y repreguntar, corriendo el telón de la broma, aparece lo dramático de esas
estructurada en relaciones. de explotación de una clase sobre otra y sobre
experiencias de violencia entre hombres.
la cual se amalgaman r~lacIOnesjerárquicas de género. Y, tal como expresa Desnaturalizar la estructura de género y clase de los distintos ámbitos
Con~ell (1995), el tr~baJo es una vidriera donde se explicitan las relaciones e instituciones se constituye como parte de un desafío para develar hetero-
de genero de las sociedades industriales, es un espacio privilegiado para géneas prácticas y representaciones apropiadas por los sujetos sin mucha
comprender las formas ~n .que los trabajadores van incorporando un ethos reflexión. En este sentido, separar el género del registro de "lo natural"
alrededor ?,e la ma~cuhmdad. Las empresas son actores claves en esa ha sido una de las mayores contribuciones de la antropología. El punto es
configuración a partir de los requerimientos de la producción. que no reemplacemos ahora una explicación biológica por otra social igual-
L~~ maneras de ser hombre se entrelazan con los requisitos de la pro- mente inamovible como una construcción social universal. El reto para las
ducción. ~on v~lores y prácticas que se contemplan en las evaluaciones de ciencias sociales es lograr aprehender, en el sentido de llegar a entender e
desempeno y tienen una importancia crucial en los itinerarios de ascenso.
En ta~ s~ntido, el ejercicio de la masculinidad genera corolarios a partir
de practIc~s frecuentes entre compañeros: demostraciones de hombría,
competencias de fortalezas, "rituales de iniciación" o "actos bautismales" 2. Patricia Vargas y Cristina ViJlata (2014) realizan un interesante trabajo de comparación
-bromas pesadas para los más jóvenes o para los que ingresan 1t b . - entre el universo laboral de los pozos de petróleo en la Patagonia Ylas obras de la industria
"d h d ." 1 a ra ajo , de la construcción en Buenos Aires. Con el objetivo de generar un análisis reflexivo acerca del
erec os e pISO, etc ',A gunas de esas bromas se sitúan en un límite
trabajo de campo, las autoras develan prácticas y representaciones acerca de la masculinidad
muy delgado entre la picardía colectiva y la violencia , y muchas veces se que se ponen en juego en el proceso de su construcción del trabajo de campo por ser, ambas
encuentran cargadas
't. de connotaciones sexuales. Cabe aclarar que es t e
investigadoras, mujeres.
corpus de prac icas y representaciones no son recurrencias inhe ren t es a 1
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Hernán M. Palermo Feminización y violencia en el trabajo

~terpret~ procesos sociales complejos naturalizados, arraigados y ejercido no te podés imaginar, los dedos de los pies duros, no podés agarrar
sm reflexión. s
un bulón porque te tiembla toda la mano, todo mojado. Me acuerdo
Este capítulo -que cierra el libro- aborda la violencia radicada en 1 que salía de ahí y me iba a la usina, frente al motor eléctrico, para
formas de ejercer la masculinidad por parte de los trabajadores del oro ne as calentarme las manos con el ventilador, porque la cocina no me
Quizá la violencia sea consecuencia no deseada del imperativo empresa ~al°' las calentaba. Y lo logré pasar ese invierno. Ese día yo llegué a mi
..
d e constituir f n
. una. uerza. de trabajo disciplinada . En esta línea de anaálíISIS,
. casa y no le dije a mi señora pero pensaba renunciar al otro día.
es cru~Ia~,la tesis de RI.ta Segato (2?10) acerca de que "lo masculino" y "lo Pero no podía ser cagón.La intemperie y el climaes lo primero que
femenlI~o no son. ~ropIedad exclusiva de la división de los sexos; por el te convierte en hombre en el petróleo. (Operador de boca de pozo,
contrario, son pOSICIOnesrelativas íntimamente vinculadas a los context 2012; subrayado nuestro)
it d P .. os
SI ua os. or consrguíenta, en un ámbito laboral en el que se valora fome _
t lú . 1 ' n
a y eva ua una particu ar disciplina (abril, feminizar a otros hombres e El factor climático se encuentra en la cima del ranking de aquello que tor-
parte de .un repertorio de violencia de una trama de relaciones en la cual na dificultoso el trabajo. Añade un elemento ad hoc a tener en cuenta, que
los trabajadores petroleros se encuentran firmemente interpelados. vuelve incomparable esta actividad frente a cualquier otra que se realice bajo
el resguardo de un establecimiento cerrado. En este sentido, es interesante el
lugar que ocupa el clima en la configuración de la masculinidad: soportarlo,
La construcción social de la masculinidad: la competencia aguantarlo y especialmente lograr la realización de la tarea estipulada re-
velan la resistencia que es capaz de exhibir un "verdadero petrolero". Es la
S~nduda las c~r~cterísti~as del espacio de trabajo en los yacimientos de primera prueba de hombría a la que es sometido un trabajador que ingresa
~etroleo, con"sus ~rIdas y gigantescas extensiones en los cerros, son pecu- al universo del petróleo: quien no lo resiste deberá cargar con la deshonrosa
liares. E?- el ambIente de perforación", tal como llaman los "petroleros" a decisión de renunciar y asumir que no ha podido sobrellevar dicha prueba.
"" eSpaCI?lab~ral, ~l factor cl~mático es fundamental pues se trabaja a la Nuestro entrevistado explica que pensó renunciar pero aclara: "No le dije
I~tempene, bajo las inclemencias del viento patagónico, que puede alcanzar a mi señora". Demostrar debilidad frente a los pares puede ser traumático;
rafagas ~e ~asta 100 ki!ómetros por hora. Su movimiento intermitente, muy ahora bien, hacerlo frente a una mujer que no resulta un par indicaría
~aractenstIco de los VIentos del sur, impide acostumbrarse a maniobrar un grado mayor de la deshonra. El hombre "realmente hombre" es el que
mstrumentos y otros elementos de trabajo. En invierno, las condiciones se siente obligado a estar a la altura de las circunstancias o, como indica
extremadamente frías hacen que las herramientas se congelen y las manos Bourdieu (2012), el que está interpelado a trascender la posibilidad que
se entumezcan con !a. niev~. En verano, las altas temperaturas castigan el le ofrece una situación para incrementar su honor y la distinción. En este
cuerpo de maneras ImmagInables volviendo más difícil la labor. Realmente sentido, vencer los efectos del clima en el cuerpo es el primer paso. Exaltar
es un t:abajo pesado, arduo y, sobre todas las cosas, peligroso. En distintas los valores de la resistencia, el aguante y la fuerza -en sintonía con los re-
errtrevis'tas aparece la mención al clima como indómito e impredecible; querimientos de la disciplina (abril- tiene su tenebrosa contrapartida en
acostumbrase es una de las cuestiones más difíciles. el miedo que suscita feminizarse. "Hacerse hombre" o ser un "cagón" define
una línea delgada que separa a los hombres petroleros de los incapaces de
Entrevistador: ¿Y qué fue lo más difícil que tuviste que pasar en el resistir esas duras condiciones de trabajo, que en definitiva ejercitan una
mundo del petróleo?
masculinidad atenuada o incompleta.
Entrevistado: Y. .. aguantar el frío. Yo entré en verano y sufrí mucho el Una vez ingresado al universo del oro negro, el trabajador rápidamente
calor también, porque acá el calor es diferente a otros lugares, es un debe aprehender los patrones de masculinidad. Se incorpora a un espacio
calor seco. Pero ponele que te lo aguantás. Pero el invierno me tocó masculinizado que lo somete a una ortopedia hasta dejarlo en condiciones
acá en Pampa en YPF con nieve de quince cerittm. t h de integrarse plenamente a una comunidad de varones. Desde el primer
e ros y escarc a.
Me tocó así desmontar el equipo . Se congelan to d os los ti erras, e l día a cualquier petrolero se le hace sentir que es un espacio exclusivo de
barro congelado, la bodega llena de hielo rrv '
ho~bres. La "dureza de espíritu" y el "aguante" son factores claves para el
con agua ... Leru.asque
meterte ahí a sacar los bulones soldados 1~'E ~' desarrollo del trabajo. En este contexto, la gramática del género se expresa
por e I no. ra un I rto que
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Hernán M. Palermo Feminización y violencia en el trabajo

~n ~as prácticas cotidianas de los trabajadores limitando y encuadrando poner en riesgo la seguridad de un trabajado~. Por otra parte, las "jod~,s"
as ormas de ~er hombre. Apenas comienza a trabajar debe rápidamente atraviesan ciclos de moda en el petróleo. Es decir, las pruebas de afirmación
co~prende: cuáles son los comportamientos y las relaciones que se expresan de la masculinidad pueden ir cambiando de un equipo a otro como un rasgo
en re los generos, asumiendo pautas y roles que producen y reproducen las distintivo o pueden sufrir cambios en el tiempo. Generalmente los cambios
maneras de pensarse como varón. En tal sentido, se suceden demostracio_ se dan cuando ese ritual de masculinidad alcanzó un límite peligroso. Tapar
nes de fuerza entre los mismos trabajadores o pruebas que comúnmente se con bolsas hasta el cuello a un compañero dejó de "usarse" en el equipo de
encuadran dentro del juego de las "jodas" cotidianas.
perforación al que hemos entrevistado luego de que una de las víctimas
Es sabido ~ue en todo grupo de varones hay competencia y demostracio_ se desmayara. Muchas veces suelen compararse las "jodas" actu~l~s con
nes de hombrI~. ~a masculinidad debe ser revalidada por otros y certificada las pasadas, desvalorizando las que se realizan hoy por ser muy lI.VIana~:
por el}~C?n~Clmlento de la pertenencia al grupo de los hombres auténticos "antes te tapaban hasta el cuello, ahora sólo te engrasan las herramientas ,
(o los viejos", tal con:o se autodenominan los petroleros entre sí). El trabajo por ejemplo. Podemos pensar que las prácticas también se inscriben en un
en lo~ pozos de petroleo no es la excepción. Por el contrario, es frecuente proceso de feminización. En más de una ocasión el que sufre una "broma
por eJ~mplo que s: engrasen las herramientas de trabajo o la cuña para pesada" se alegra de no haber estado en los momentos en que las bromas
enSUCIar.al companero. Por ello es habitual que los operadores de boca de
eran "para hombres de verdad":
p~zo revisen las herramientas para no caer en una de esas bromas y ter-
rmnar con el mameluco sucio. También resulta usual que en los momentos
Entrevistado: ¡Antes hacíamos bromas en serio! Nada que ver con las
de descanso, cuando se encuentran en los trailers, tengan lugar ciertas
de ahora.
bromas, como desa.rmar la bombilla del mate y echarle sal, o desenroscar
Entrevistador: ¿Por ejemplo?
el envase .que contIene el azúcar hasta el límite para que se vuelque todo Entrevistado:Dejar encastrado el tambor para una transmisión. Al llegar
su contemdo cuando alguien intente cebar un mate. De tono más elevado
el maquinista, cuando sacaba la palanca ponía la transmisión y, bue-
es ~ecurrente sacarle los botines a un compañero y que tenga que volver al
no, a uno le fracturaron la mandíbula. Había bromas pesadísimas. O
tr'ailer descalz? a busca.r su calzado. Estas "jodas" podrían resultar cotidia-
estabas en el piso de enganche aprendiendo y te movían la barra desde
nas en cualquier trabajo o incluso en cualquier grupo de amigos varones. abajo. A un tipo le fracturaron la mano así. (Jefede equipo,2012)
Ahora b~e~,pasa?os, los días y las noches del trabajo en turnos, las "jodas"
puede~ Ir I~tenslficandose y lo que es gracioso para quienes las realizan La masculinidad de un hombre suele estar siempre a prueba y bajo
puede implica- padecimientos para otros:
sospecha por ese proceso de socialización al que estamos exp~estos, donde
prevalece la competencia constante dentro del mismo sexo (Gilmore, 1994).
Ya mí una vuelta me hicieron una broma que no me la olvido más
De ahí que el hombre tenga que estar permanentemente probándo~e. a sí
por lo mal que la pasé ... Me taparon con unas bolsas en un carretón
mismo y a los demás -que ofician de especie de jurado- que su mascu.lI~~dad
de oruga y me tiraron todas las bolsas de bentonita, carbonita, carbo-
no se encuentra atenuada. Estas demostraciones ponen a prueba la virilidad
nato encima. Me taparon hasta el cuello. No me podía mover [risas del
ante la comunidad de los petroleros con el propósito de ganar y preservar
entrevistado y del entrevistador]. Hoy me río pero la pasé muy mal.
un lugar legítimo entre los pares por la fuerza fisica y resistencia. Las de-
Al final pude zafarme, pero estuve como una hora cagándome de frío.
(Enganchador,2012) mostraciones de hombría suelen hacerse para un auditorio de varones que
las observa y convalida. Convertirse y convencer a los demás de que se es
hombre implica ante todo convencerse a sí mismo y a los demás de que no
En la .situación descripta, la "joda" consiste en someter fisicamente a
se está corrompido por significan te s femeninos.
u~ trabajador. Pertenece a un repertorio cotidiano de bromas que unos
Una pregunta que hemos realizado en nuestras entrevistas a la luz de
dlsfru~a~ y otros padecen. Ser hombre en el trabajo implica aguantar esos
padecimientos, El estatus de la masculinidad no es un bien que s t . este descubrimiento es cuándo uno deja de padecer este tipo de "bromas" y
e rae, SIno tiene el derecho de realizarlas. Intentando responderla, en una entrevista
que debe refrendarse en un horizonte de pares y conquistarse por di d
d me 10 e grupal nos relataron que a uno de los compañeros lo apodaron "el Oso" por-
prue bas y 1a superación e desafíos que varían según la época y que Pueden
-Ó»

que cuando intentaron realizarle una de estas "bromas pesadas" se defendió


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Feminización y violencia en el trabajo
Hernán M. Palermo

que hacer, pero usted es el company man". Me divierte ... Me divierte


como un animal. Cabe aclarar que es un hombre de una contextura físic tener gente nueva arriba. (Encargado de turno, 2013)
~cord~ a su a~odo. Cuando quisieron taparlo con bolsas se resistió a golpe:
e ~uno, culmll~ando este episodio con varios compañeros suyos fuertemente Para mandar en el universo del oro negro hay que poseer varias cualida-
he;Idos. Es dec,Ir q~e.enfrentarse de esta manera al grupo y salir victorioso des: experiencia, saber técnico-profesional y sobre todo ejercer el imperativo
es a forma mas rápida de no sufrir bromas pesadas. Ese episodio marca de constituirse como sujeto (abril-petrolera-masculino. En tal sentido, la
un antecedente que les recuerda a todos que "con el Oso no sejode". La otra virilidad se gana y la juventud es sinónimo de masculinidad incompleta,
form~ de no padecer ~ales bro~as es acceder a las jefaturas. Dado que el una contradicción para el puesto de jefatura. El aspecto "natural" de la mas-
trabajo ?etrolero contiene un sistema considerablemente jerárquico, suelen culinidad contrasta con el de la juventud, más cercana a una "masculinidad
ser las Jefa.tura~ las que organizan las ''jodas'' y no ias que las sufren. No atenuada" similar a la de un niño. De ahí que someterse al mando de un
obstante, SIun Jefe no hace valer su lugar de mando, puede ser víctima de joven company man enfrente al hombre petrolero a una aporía irresoluble
alguna broma, aunque no de las denominadas pesadas. como parte de los imperativos empresarios de la masculinidad.
Lo que ~o e~,tolerado en el patrón de masculinidad del universo petrolero
es la combinación entre mando y juventud. A partir de la nacionalización de
~F ~n 2012, la empresa ha contratado a personal joven, generalmente de pro- La significación del género fuera del espacio de trabajo
VInCIasdel norte ,d~ la Argen~ina, para el puesto de company man," aunque
se trata de l~ maxI~a autondad en el yacimiento. En la concepción de los Como espejo invertido del ambiente laboral, el espacio fuera de los pozos
petrol~ros.laJerarqma debe estar acompañada de un saber técnico-profesional de petróleo adquiere connotaciones femeninas. En este punto, nos interesa
expene?~Ia acu~m~lada en años de trabajo y conocimiento de los patrones d~ la mirada que construyen los petroleros acerca del resto de la comunidad
mascuhrndad. SI bIe~ a estosjefes.jóv~nes no se les practican bromas pesadas, de Comodoro Rivadavia y, en definitiva, del espacio fuera del trabajo. Los
porque pueden sancionar cualquier irregularidad en el trabajo, las pruebas petroleros tienen clara la imagen "grotesca" que les atribuye despectiva-
apuntan a poner en duda su saber y su capacidad de mando: mente la sociedad comodorense en general, lo que puede apreciarse en el
siguiente fragmento de entrevista:
Entrevistado: A.l company man nuevo lo voy probando. Yo por lo poco
q~e lo he dejado hablar, es muy pendejo. A mí me conviene toda la Entrevistado: El trabajo te quita mucho, sí. Otra cuestión es la mala
vida ~ue sea pendejo porque impongo mi ley. Manejo los ritmos de
imagen que tenemos acá.
trabajo yo y no él.
Entrevistador: ¿Cómo te das cuenta de eso?
Entrevistador: ¿Y cómo es que le imponés tus ritmos? Entrevistado: Y ... te das cuenta. Cuando te miran con esa cara de
Entre.vistado:_Yo especulo con los tiempos [se ríe]. Yo se lo digo a mierda y envidiosos ... La opinión pública es malísima.
m~ campanero y al Negro. No es lo mismo ir a decirle algo a un
Entrevistador: Pero ¿qué les dicen?
co:npany con experiencia que a un company man que es pendejo. Entrevistado: Y ... que ganamos mucha guita, que por culpa nuestra se
Directamente ni les consulto, ¡hago! Porque yo sé que no me van a deforman los precios, que hay precios altos, que somos unos borra-
dar una b~ena respuesta. El otro día el company man me dijo: "Yo chos. Somos sucios, cornudos y borrachos [seríe).Pero que vengan y
ya te saque la ficha a vos. Sos muy manejador de los tiempos". Se hagan ellaburo que hacemos nosotros... Son maricones... No se la
dio cuenta. [Risas].Y si no los hago chocar con la realidad; voy y le bancan ni a palos lo que hacemos nosotros.No es para cualquiera ..
pregunto todo: "¿Qué hacemos?", "¿y qué hacemos?", "¿y ahora?". Le (Jefe de campo-supervisor,2013; subrayado nuestro)
pregunto para que entre en duda. La otra vez me dijo: "Vos sabés
lo que hay que hacer". Y yo le respondí: "Sí, claro, yo sé lo que hay En este relato se evidencia la disputa que subyace en las relaciones socia-
les en Comodoro Rivadavia. Los petroleros afirman -con mucha razón- que
el trabajo que realizan "no es para cualquiera", mientras gran parte de la
3. Recordemos que debido a la fragmentación de puestos de trabaj o y empresas el coro comunidad deposita en ellos todo tipo de prejuicios y estigmatizaciones que
per t enece a 1a empresa opera dora
ora del vaci .
del yacímíento, pero no a la empresa que realiza elpany man
s eI"VICIO.
.,
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superpoderoso"- como del hecho de soportar todos los días un proceso de


terminan por construir una imagen de fantasía. De la última cita nos interesa trabajo agotador y violento. En segundo término, los trabajadores petroleros
resaltar el siguiente fragmento: "Pero que vengan Y hagan ellaburo que ha- otorgan sentido a un otro "no petrolero" feminizado en la expresión "mari-
cemos nosotros ... Son maricones ... No se la bancan ni a palos lo que hacemos cones". De esta forma el "afuera" se transforma en un mundo feminizado
nosotros. No espara cualquiera". Las condiciones de trabajo de los petroleros _y por lo tanto inferior- en oposición a un universo dominante Ymasculino
son realmente duras: al clima se le suman factores de peligro potenciados puertas adentro del trabajo. Entender tal valoración requiere comprender
por el uso de componentes inflamables, estructuras tubulares y herramientas que, en el universo laboral del oro negro, existe una separación tajante en-
sumamente pesadas. Cualquier golpe o raspón puede ser de mucha gravedad. tre el "afuera" y el "adentro", "lo no petrolero" y "lo petrolero", producto de
Como dijimos, los accidentes son habituales, aunque no sean abiertamente una disciplina interiorizada Yrequerida para el desarrollo de las tareas."
contabilizados. En muchos entrevistados pudimos ver amputaciones, sobre Estas consideraciones acerca de lo femenino Y lo masculino pueden
todo de las manos. En este universo laboral, la idea de "bancarse el trabajo" ser la clave para entender los tan frecuentes "rituales de iniciación" a los
aparece con frecuencia. Más de una vez escuchamos que estar en los pozos que son sometidos quienes ingresan al trabajo en los yacimientos. Ritua-
de perforación es "cosa de hombres" y por eso "hay que bancársela". Estas les informales que marcan una separación respecto del mundo femenino
ideas delimitan un espacio de trabajo cargado de significantes masculinos. (fuera del trabajo), al mismo tiempo que fomentan la adquisición de prác-
Resulta interesante pensar estas valoraciones en relación con el ambiente ticas y representaciones del universo masculino petrolero. Abordar estas
laboral, dado que indican formas de relacionarse comohombres-trabajadores valoraciones implica considerar que ser "petrolero" es asumir un nuevo
con lo masculino o con una figura masculinizada: el pozo. La significación ethos, apropiado, que se ejerce en el trabajo. Por lo tanto, maltratar a los
que adquiere la relación de los trabajadores, como hombres, con el lugar de trabajadores nuevos haciéndoles "pagar derechos de piso" con bromas
trabajo, también nos da indicios acerca de los sentidos de la masculinidad que pesadas, muchas de ellas de carácter sexual, supone doblegar por medio
allí prevalecen. Los petroleros están dominados por un espacio connotado con de la violencia los significantes femeninos que traen consigo a fin de con-
significantes masculinos -el pozo-, que tiene autoridad de mando sobre ellos vertirlos en hombres, accionando los mecanismos de interpelación para la
y les exige extraer los flujos del crudo desde lo más profundo de sus entrañas. constitución de un sujeto {abril_petrolero-masculino. Aunque todo hombre
¿Se puede entonces pensar, en relación con la construcción de los géne- tiene virilidad, no todos llegan con la hombría necesaria para la discipli-
ros, que el espacio laboral tiene un significado inverso al espacio fuera del na {abril que requiere el proceso productivo. Doblegar aquella carga de
trabajo? Asimismo, desde las representaciones de los petroleros, ¿es posible feminidad Yforjar un hombre pleno, adecuado para la disciplina, tiene su
interpretar que el espacio fuera del trabajo está atravesado por sujetos contrapartida en distintas expresiones de violencia que analizaremos en el
cargados de significantes femeninos, sean hombres o mujeres? Siguiendo a siguiente apartado. La manufactura de la masculinidad incluye entre sus
Segato (2010), los significantes femeninos o masculinos no son monopolio representaciones la heterosexualidad y un rechazo a la homosexualidad
de la división de los sexos; cuerpos de mujeres pueden cargar significantes por relacionarla con significaciones femeninas Y por ende, como bien ha
masculinos y cuerpos de varones, significantes femeninos. De acuerdo con argumentado Norma Fuller (1997), con lo abyecto, el reflejo invertido del
este planteo, los espacios pueden ser masculinizados o feminizados, con imperativo en la construcción de la masculinidad.
lo cual ser "maricones" -como plantea nuestro entrevistado- implica la
feminización del espacio fuera del trabajo y de todos los cuerpos que lo
habitan. Lo "no petrolero" se transforma, en consecuencia, en un universo
Violencia Y virilidad
feminizado. Más de un jefe de equipo ojefe de turno nos explicó que arenga
a su personal afirmando que "acá somos petroleros" y en consecuencia hay En Comodoro Rivadavia todos saben que en los pozos de perforación
que dejar las "mariconadas que traemos de afuera". existen prácticas habituales entre hombres vinculadas con violencia mas-
Este punto al que arribamos, acerca de la concepción de la masculinidad
de los petroleros, es clave para entender un nudo central en la representación 4. Mariana Sirimarco (2004), al analizar la masculinidad en la escuela de ingreso para la ca-
que los trabajadores tienen de sí mismos y de los otros "no petroleros". En rrera de policía, encuentra una valorización similar. Allí se produce una separación categórica
primer término, en las entrevistas aparece un nosotros petrolero que incor- entre el "mundo policial" (masculino) y el "mundo civil" (femenino).
pora tanto elementos de la mirada de la sociedad comodorense -el "macho
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Hernán M. Palermo Feminización y violencia en el trabajo

culina. Es un "secreto a voces" con el que nos encontramos desde el inicio una determinada escena y cómo sitúan al otro que recién se incorpora en
del trabajo de campo en 2008. Al gestionar la posibilidad de realizar trabajo el trabajo en esa misma escena:
de campo en los pozos, uno de nuestros informantes claves nos advirtió -en
claro tono jocoso- que no recomendaba estar mucho tiempo con los petro- Entrevistado: Y cuando entra un pibe nuevo, lo fogueamos un poco.
leros ya que "son cariñosos". El tema surgía desde la lógica de la broma, Entrevistador: ¿En qué sentido hablás de foguear?
expresaba el-aparente- peligro de pasar tiempo entre petroleros dado que Entrevistado: 1'; mirá, cuando llegaron los novatos al equipo me los
el investigador es un trabajador del ámbito académico y por ende, desde enchufaron a mí en las primeras dos semanas. Los tuve a todos ...
cierta lectura de los petroleros, carece de la masculinidad necesaria para Lo que pasa que generalmente cuando vos tenés un nuevo, seguro
enfrentar contextos de "hombres plenos". Dicho de otra manera, expresaba que se te va a golpear. Por eso es mejor golpearlo antes así ya va
significantes de una "masculinidad atenuada". sabiendo cómo es [risas].
Según Segato (2010), la violencia es una práctica disciplinad ora de la Entrevistador: ¿Sí?
masculinidad contra aquello que exteriorice rasgos femeninos. Durante Entrevistado: Sí [enfatiza la afirmación]. Tenés que cuidarlos de todo.
2008 se presentó en Comodoro Rivadavia una denuncia judicial por viola- Más si nunca tuvo contacto con herramientas, viste que todo es
ción en un pozo de petróleo. A raíz de la investigación policial y judicial se pesado. Aparte va con miedo ... Hay que enseñarles. (Encargado
constató que un jefe de turno había perpetrado un acto de violación contra de turno, 2013)
un joven de una empresa contratista que se iniciaba en el trabajo petro-
lero. A partir de esta denuncia, y del suicidio del muchacho unos meses Los pibes que recién entran se adaptan a la persona que tiene al lado,
después, muchos testigos interrogados aseveraron que las violaciones a es como un perrito que sigue a alguien. Según al que siga. Si sigue al
los jóvenes no son una práctica excepcional entre petroleros. La situación vago, no hace nada, si sigue al que labura, labura. (Maquinista, 2013)
generó conmoción social y confirmó algo que de alguna forma u otra todos
en Comodoro Rivadavia saben que sucede. Como es posible observar en estos fragmentos de entrevistas, aquellos
Este episodio nos coloca frente a un tipo de violencia entre hombres en el trabajadores que ingresan a trabajar en los yacimientos de petróleo son con-
trabajo que, lejos de ser una anécdota subida de tono, corrobora algunos pos- cebidos comoniños o animales que deben ser cuidados, a quienes hay que en-
tulados que venimos desarrollando acerca de los mecanismos de instauración señarles el trabajo y,si es necesario, darles algunos golpes para que aprendan.
y afirmación de la masculinidad. Tal como dice Segato (2010), el mandato Desde esta perspectiva ser joven en el trabajo es sinónimo de debilidad. Pero
de violación responde a una "hoja de ruta", es decir, a un repertorio de posi- cuando hablamos de juventud no necesariamente nos referimos a la edad, sino
bilidades donde el uso y el abuso del cuerpo del otro sin su consentimiento a la falta de experiencia en el trabajo. Hay un proceso de feminización de los
son parte de la condición necesaria para la reproducción del género como ingresantes que actúa como un polo de atracción de la violencia masculina y
estructura de relaciones entre posiciones jerarquizadas. En este sentido, al mismo tiempo de rechazo de esa vulnerabilidad. Al entrar a trabajar, los
las prácticas disciplinadoras contra la feminidad -de la forma que sea- se "nuevos" deben estar siempre en guardia para no permitir que se cuestione
constituyen como parte del horizonte de la masculinidad. En ese horizonte su masculinidad y sobre todo para no ser objeto de violencia. Como plantea
la violación, metafórica o literal, se afirma en un conjunto de reglas creadas Rafael Luis Ramírez (1997) para el caso de los hombres de Puerto Rico, en
y recreadas por un proceso de relaciones de género coercitivo e intimidador. espacios exclusivos de varones es imprescindible no ser ubicados en la esfera
En este marco interpretativo, ¿cómo puede explicarse la violencia sexual de los devaluados en términos de masculinidad, o "menos machos", a fin de
entre hombres y compañeros de trabajo? no ser objetos de violencia por parte de otros hombres.
Lo interesante para el análisis es observar cómo el ejercicio de la violencia
constituye un proceso pedagógico de formación y socialización de esa misma
Asimilar la violencia violencia. Tal como hemos planteado, los sujetos se apropian de prácticas
y representaciones legítimas y legitimadas cotidianamente sobre esas vio-
Una clave para pensar la violencia radica en el uso del lenguaje. Éste lencias. De esta ~an~ra, se incorpora un "mapa cognitivo" que indica qué
constituye un registro privilegiado de cómo se instalan los petroleros en cosas son imprescmdlbles para lograr legitimidad al interior del grupo. En

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Hernán M. Palermo Feminización Yviolencia en el trabajo

:ste. c~ad~~ de situación el trabajador "nuevo", que padece esas prácticas de cuando al trabajador que empieza se lo llama "pendejo", "menudito", "flaqui-
emImzac~on que llevan a la violencia, la ejercita sin mucha reflexión cuando to", "canario", lo que se está haciendo es disminuirlo y,a expensas de ello, se
le toca dejar ese lugar ante la llegada de un nuevo ingresante: demarca la superioridad. Se feminiza al "novato" o se lo sitúa en el lugar de
una "masculinidad atenuada", similar a la de un niño, de manera que reúne
Entrevistador: ¿Tuviste que pagar derecho de piso? atributos no deseados para el desempeño de la labor. Escribió Guillermo
Entrevistado: Sí, que te embarren es una forma de pagar derecho de Núñez Noriega (2007: 70): "Hay una violencia especial y discrecional hacia
piso. Después tuve que hacer mucho laburo pesado de otros. Te la los varones (en especial cuando son niños o adolescentes) considerados menos
tenías que comer y calladito la boca. "Vos sos nuevo", eso te decían masculinos, afeminados o no suficientemente masculinos de acuerdo a los
"tenés que aprender". Y creo que gracias a eso, también, yo aprend; estándares sociales". En tal sentido, como si trajeran consigo significantes
mucho. Yo hoy veo un pendejo, y ya los ves y te dan ganas de pegarle femeninos del mundo no petrolero, estos ingresantes deben convertirse en
[seríe]. petroleros plenos. Como bien señaló Joan Scott (2008), la idea de la mas-
Entrevistador:¿ Y vos les hacés pagar derecho de piso a los nuevos ahora? culinidad se afianza y fortalece en la represión sistemática de los aspectos
Entrevistado: Y sí ... y cuando me dicen cosas les digo: "Vos tenés que femeninos. En este caso, resulta bastante gráfico que quienes ingresan no
gastar mucho los botines para llegar a lo que yo los gasté". Ahora sean nombrados como "viejos", categoría nativa con la que se autodesignan
tenemos un pibe creo que de dos años o tres ... Lo tengo de acá para los petroleros. El "viejo", en tanto hombre petrolero pleno, tiene experiencia
allá. (Maquinista, 2013) y vivencia en el "ambiente de perforación". Por esta feminización que se les
atribuye a los jóvenes que comienzan es "normal" que deban "pagar derecho
~ los recién ingresantes, tal como nos han relatado en más de una en- de piso" para ser "fogueados". De ahí que comúnmente realicen ritos de
trevista, es nece~~rio converti~l~s ~,nverdaderos petroleros o, en la jerga iniciación o pruebas vinculadas con el trabajo. Se asignan tareas pesadas
del oro negro, en verdadero~ VI~~OS . Por ello los rituales de pasaje juegan a los principiantes y las jefaturas van poniendo a prueba así el carácter de
un papel central en la constitución de la violencia masculina. los jóvenes y comprueban si son capaces de "bancarse" el trab~j~ petrolero.
Son rituales en los que se demuestran los niveles de mascuhmdad de los
jóvenes y por medio de los cuales miden su fuerza, resistencia, tenacid~d, etc.
Rituales de pasaje También son habituales las bromas ojuegos sexuales. Entre ellos, oblIgarlos
a tocar partes íntimas del cuerpo de las jefaturas o simular, por ejemplo,
Las formas de mencionar a los trabajadores que ingresan al espacio del que deben tener sexo con otro hombre:
oro negro resultan elocuentes:
Entrevistador: ¿Qué tipo de bromas se hacen?
Entrevistado: Otra joda que les hacemos a los nuevitos es hacerles Entrevistado: A un pibe lo agarraron, le bajaron los pantalones y le
chupones en el cuello para que las mujeres piensen que anduvieron llenaron las bolas de grasa de barro.
dejoda [se ríe]. Una vez a uno le pusieron en el bolso bombachas Entrevistador: ¿Lo agarraron entre todos?
y después en la casa lo echaron a la mierda [risas].A los pendejos Entrevistado: Sí, lo agarraron entre todos, le bajaron los pantalones y
nuevos que encima son medio menuditos,flaquitos,los tratan como le mandaron grasa con un guante en las bolas que eso no sé cómo
canarios. Les hacen de todo. lo sacás, con la hidrolavadora [seríen]. Lloraba el pibe ... A otro lo
Entrevistador: ¿Canarios? agarramos con el mecánico, me acuerdo ... ¡Un hijo de puta! Lo aga-
Entrevistado: Sí, sí, así les decimos a los nuevos. (Operador de boca rramos entre todos y le pegábamos fuerte, lo dejábamos rengueando.
de pozo,2014; subrayado nuestro) Esa era lajoda. (Operadorde boca de pozo,2013)

El La vez pasada nos mandaron un pibe para operador de boca de


. ,. lenguaje del
L género
f
aparece al momento de hablar de ese ot ro que
pozo. Estaba muy blandito. Le hicimos unajoda que por poco se muere.
re CIen Ingresa. as ormas de nombrarlo configuran -en parte- el .
. ifiea d o dee laa exneri
SIgnI experiencia. de clase atravesada por relaciones de genero:
mIsmo
' Yo me fui a mi trailer y le dijimos que todos los recién llegados tenían

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130
.. ión y violencia en el trabajo
F ermmzaci
Hernán M. Palermo

1 . . 1 dece Una violación se comete contra aquello


que entregar el culo aljefe de equipo. Cuando viene al trailer a hablar únicame~te .a mujer quien a pa a;cadamente femeninos. Como la mascu-
conmigo, yo lo estaba esperando con otro compañero, como haciendo que extenonza ~ e.xpresa rasgos m lio de la división de los sexos, pueden
que estábamos en la cama ... y le digo: "Esperá tu turno afuera que ya linidad y la feminidad no son mO~~~iblemente femeninos o blandos -que
te va a tocar". Nos moríamos de risa. (Jefe de equipo, 2012) ser los cuerpos de los hombres, P, . t disci linador. Por ello,
es lo mismo para el caso-, las V1ctlmas de e~te ac o d p frir un acto de
Estas bromas sexuales son rituales de pasaje que al parecer marcan t . ificantes fememnos pue en su
cuerpo~ de varones c~n 1gn ., de lo femenino en el ciclo confirmatorio
e
cuáles son los atributos necesarios y aceptados para las prácticas laborales vi0iencla co~o .~:~e El m::~:~~I: la violación en el sentido metafórico. es
y cuáles no. El ritual que transforma al "joven blando", "pendejo", "menudi-
to", "flaquito", "pibe" en un hombre o en un "viejo" implica arribar al nuevo ~:aae:::~~tu;dae-Cdooffil~~~:~~~~ó~:f~i~~z~Ci~O:~:~i~:e~~~~u;::~~~:~~~:
estado a partir de una serie de degradaciones asociadas con la violencia -la como un ac o , " alid d" oClalmente
Segato, desnuda el conjunto de reglas que recrean la narro a s
violación metafórica- que tiene por objetivo subordinar aquello considerado
como femenino. La broma en tanto ritual de pasaje busca, en primer lugar, dig~~~~e~oncluir la violencia entre trabajadores hombres es con~ti~u~i~:
doblegar el cuerpo femenino, "débil", violentándolo. Por otro lado, señala " lidad" recreada por un imperativo social y empresana. s
explícitamente la jerarquía laboral y demuestra quién manda en los pozos, de esa norma 1 ·l D tada y evalua-
atada a los requerimientos de la disciplina [abri y ~s ~m~n fi iti según
mientras demarca atributos fundamentales que se requieren para la confor-
da desde las utinas.de la ~~r~~~!~~~i~~ ~~::~~:I:~tr~ l:s ~~~~=jadores
mación de una disciplina fabril. Es decir, el que manda es eljefe de equipo y
es él quien recibe a los jóvenes en su trailer para el "bautismo". Finalmente,
la broma genera un reconocimiento y una relación de complicidad entre el
~~~!~:::~: s~o::a~~a Si:::~~~~~u
dentro del 'repertori? d.~ actos
locura; por el contr~rio, es parte de u~a pre~c:~~~:~~:sd~nvarones, donde
grupo de hombres sobre la base de un código masculino.
La broma como ritual informal de pasaje confirma la virilidad de quien
la perpetra. Al mismo tiempo le confiere al nuevo trabajador el estatus
necesario de la masculinidad a través de la vejación de los significan te s fe-
~~:d~:!~:~:P::~::~l:~~~;iif:~;¿~?!~::;~o
necesidades de la ac~n:u acion t rácticas Y representaciones
factura de la masculImdad. En suma, es .as p.
meninos y la adquisición de los símbolos viriles (sexualidad activa, valentía constituyen los contornos de una racionalIdad mstrumental.
y fortaleza). La homosexualidad entre hombres expresada en estos rituales,
desde el punto de vista de los petroleros, no pondría en peligro su virilidad
mientras se asuma una posición activa. En los relatos el "macho" es el que
penetra -literal o metafóricamente- y feminiza al otro para que éste gane
su masculinidad. En este universo masculino, la homosexualidad está más
cerca de las imágenes de virilidad de lo que se piensa. En tal sentido, es
usada para demeritar la masculinidad disminuida de un hombre señalando
el sentido de masculinidad configurado en el trabajo. Esta situación pone
de relieve una manufactura de la masculinidad donde la pasividad sexual
les compete a las mujeres, a los niños y a los varones con características
masculinas atenuadas. Los verdaderos actores sexuales son los "viejos", los
hombres petroleros plenos. La vergüenza recae en los varones pasivos, pues
los activos o penetradores se jactan de sus conquistas, las que entienden
como pruebas de virilidad.
En este contexto, los planteas de Rita Segato sobre la violación son funda-
mentales, pues afirma que se trata de una práctica disciplinad ora contra la
mujer genérica, aunque no implica la ejecución real del acto. Es un "atributo"
propio de la masculinidad, pero no es una práctica exclusiva del hombre ni es
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132
Reflexiones finales

Lo relevante de esta investigación, para los estudios del trabajo, es haber


puesto el foco del análisis en la construcción de la masculinidad como parte
de los requerimientos empresarios. La masculinidad es un producto histórico
y social en el que se conjugan formas generalizadas de comportarse como
hombres, imperativos empresarios y particularidades del mundo de los petro-
leros. Cabe decir también que la manufactura de la masculinidad, dentro de
la disciplina [abril que hemos analizado en el presente libro, puede encontrar
algunas similitudes en otros espacios de trabajo -por ejemplo la industria
minera, la siderúrgica, la automotriz, etc.- que son casi exclusivos de hom-
bres y donde se valoran aspectos de una disciplina orientada a procesos de
trabajo con características afines, con cierta exigencia física y con criterios
de productividad elevados. La masculinidad refleja un corpus de prácticas y
representaciones que fortalecen una ética laboral acorde a las construcciones
hegemónicas de las empresas. No obstante, como parte de las posiciones de
género, resulta un producto inacabado, dinámico, un proceso cambiante en
relación con los contextos históricos, sociales y situados.
En este sentido, reflexionar desde la antropología del trabajo -recuperando
abordajes de la sociología, la pedagogía, la historia- acerca de problemáti-
cas que fueron, en gran medida, investigadas por los estudios de género y,
en particular, por los estudios referentes a las masculinidades es una tarea
por demás fructífera. Primero, porque la propuesta de poner en diálogo los
estudios del trabajo con los estudios de las masculinidades nos permite
problematizar interrogantes acerca de cómo los varones "se hacen" -y no
nacen- teniendo en cuenta los procesos laborales como elementos claves en
la configuración de la masculinidad. Segundo, porque llevamos adelante un
análisis que desnaturaliza los intereses y la puja vinculados con la conflictiva
relación capital-trabajo, haciendo focoen las relaciones entre la masculinidad
y las pretensiones concretas de las administraciones empresarias por cons-
truir subjetividades obreras como parte del carácter pedagógico del accionar
135
Hemán M. Palermo Reflexiones finales

fege~Ónico. y por último, p.orque este enfoque también posibilita observar masculinidad. De aquí se deriva el impacto en las subjetividades obreras,
as ~etas que rompen en cierta forma con las prescripciones a las que Son cuestión que ha dirigido el interés político y teórico de Gramsci al pensar
sometidos los sujetos en el ejercicio del trabajo a partir de la manufactu el carácter pedagógico del accionar hegemónico.
de la masculinidad. ra
La dominación a la que está sometida la clase trabajadora a partir de
Tal como se desprende de la lectura del texto no es posible analizar las formas capitalistas de organización del trabajo penetra y ocupa todos
al Íos sisrni , y
canzar os sígnífícados profundos de la experiencia de clase de los trabaja_ los puntos de la esfera de la producción, manifestándose en cada operación
dor~s y. las trabajadoras SI no entendemos e incorporamos que los procesos productiva en que la masculinidad es ejercida. No obstante, esta afirmación
d~ sígníñcacíon se encuentran atravesados indudablemente por posiciones de encuentra lugares de reinterpretación de los trabajadores, de resquebraja-
genero. La amalgama entre masculinidad y disciplina (abril fortalece prácticas miento de los imperativos, partiendo de las mismas categorías y prácticas
y.representacIOnes cuyos resultados acumulados contribuyen a alcanzar los que les son impuestas, incluso al interior del trabajo (Leite Lopes, 2011).
ill,:,elesde productividad estipulados por las empresas. De tal forma, los tra- En más de una ocasión, el ethos de la masculinidad echa a perder intereses
baJa?ores pet.r~leros aprenden y ejercen una manufactura de la masculinidad empresarios como el control del proceso laboral. En tal sentido, se configuran
m~dIante actiVIda?es laborales cotidianas que, por un lado, tienen una legiti- prácticas fuera de la norma empresaria que subvierten -de formas varia-
illl~~d entr~ los mismos compañeros y,por el otro, fomentan la construcción de das- el orden de la organización capitalista del trabajo. La enajenación del
un itinerario laboral acorde a los perfiles de trabajador requeridos y evaluados trabajador es una de las claves para entender los intereses del capital y sus
por las empresas.
pretensiones de control. Subvertir ese control encontrando intersticios de
La configuración de las masculinidades está asociada a los procesos de tiempos libres o formas marginales de vigilar el mismo proceso de trabajo
c?operación. Es.to precisa del ejercicio de una disciplina (abril que indefec- -justificado desde el ejercicio de la manufactura de la masculinidad- evi-
tiblemente se VIncula a los modos de ser hombre. El trabajo es un elemento dencia que el espacio laboral se constituye como una arena de disputa. Si
vert~brador de las masculinidades de los varones, dado el lugar que "les bien la cosmovisión empresaria acerca de cómo deben comportarse los tra-
toca como productores en la sociedad capitalista y su destino manifiesto en bajadores varones busca penetrar su conciencia, las grietas que se suscitan
tanto "so~tenes de la familia". Por eso, es crucial entender los significados no alcanzan a comprenderse si no es a través de la lucha de clases y de las
que a?qUleren la desocupación o el hecho de tener que recomenzar en el relaciones de fuerza que se expresan en un contexto histórico determinado.
trabajo desde los puestos de menor jerarquía luego de atravesar procesos En este escenario la manufactura de la masculinidad, mientras potencia
de rac~onaliza~ión labor~l. El desempleo representa una pesada carga para el sometimiento de los trabajadores, también perfora los intereses de las
el ~aron, que"sm dud~ VIvecon una presión más fuerte que la mujer debido administraciones empresarias.
al deber ser que se Impone sobre él.
Vale señalar que al hablar de masculinidad estamos haciendo referencia
. Por otra parte, ~a misma organización del trabajo acarrea diversos impera- a un ethos que siempre está en plural; no se puede hablar de una sino de
tivos en la construCCIónde la masculinidad, dependiendo del lugar que se ocupe varias. Por ello, no hay un ejercicio de la masculinidad en el trabajo que
en el proceso laboral. Es decir,el proceso de cooperación incide notoriamente en luego se replique de forma idéntica en otro contexto, por ejemplo la casa.
el modelado de las masculinidades, sobre la base del contenido técnico de los Principalmente porque, como argumenta Rita Segato (2010), los registros de
?uestos y los ~aberes que ésto~ requieren. En tal sentido, la disciplina (abril género que ejercitamos, tanto hombres como mujeres, son expresión de los
mterpela, se~ los puestos, diversos patrones de masculinidad, conjugando posicionamientos donde nos situamos al ingresar en una trama de relaciones.
una coherencia entre el proceso de cooperación y las estructuras cognitivas que Dadas las características del proceso de trabajo de los petroleros, esa trama
interpelan a su vez las formas de ser hombre.
de relaciones produce escenarios dicotómicos entre la esfera de la producción
La apuesta empres~ria se enfatiza en la dirección político-cultural y la esfera de la reproducción: la primera con preeminencia absoluta de lo
operando desde el corazon del proceso de trabajo y la valorización. En este masculino, mientras que la segunda se constituye como ámbito de dominio
escenario la lucha de clases se despliega en el terreno político-cultural con de lo femenino. En este sentido, el mundo fuera de los pozos de petróleo se
un claro anclaje en la m~terial~dad .del proceso laboral. Desde este punto transforma también en un universo feminizado o al menos caracterizado,
es donde en el presente libro díscutimos las estrategias hegemónica desde el ethos petrolero, por tener una "masculinidad atenuada". En este
beuscan rorrnas d e 1egrtimí
.. id s que
ad de los sentidos asociados al trabajo y la contexto, la construcción de la masculinidad en el seno de la organización
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Hernán M. Palermo Reflexiones finales

del proceso de trabajo petrolero colisiona con ciertas dinámicas de la esfier el fortalecimiento de una determinada masculinidad produce un imaginario
d omes' tiica, como parte de la dicotomía mencionada. En la tensión entre 1a políticamente eficaz, que da lugar a concepciones sociales y culturales con
esfera de la producción y la esfera de la reproducción se juegan las jerarquía a efectos concretos en la materialidad del proceso de trabajo que son la base
da~a la p:fmacía de la masculinidad o feminidad en uno y otro espacio. Est~ de la constitución de una determinada disciplina fabril. Como dijimos en
~rt~culaclOn entre ~mbas esferas perpetúa la subordinación de las mujeres, la introducción de este libro, la violencia entre los trabajadores petroleros
limita su autonomía, aunque -como analizamos también- ellas encuentran es parte de una prescripción asociada a los contornos de una sociedad an-
en el control de la esfera doméstica un espacio de disputa, negociación drocéntrica y a las necesidades de la acumulación del capital.
poder. Aquellos hombres masculinizados en sus lugares de trabajo vuelven ~ Podemos afirmar que la diferencia de género modifica el antagonismo
sus casas y perciben, en más de una ocasión, que son "sapos de otro pozo" n de clase por un antagonismo entre trabajadores hombres y entre esos mis-
so'1o p.orque el esnaci , o
e,spa:lOdoméstico les resulta prácticamente ajeno, sino porque mos con sus compañeras o parejas. El capital hace uso de las formas de ser
constituye un ámbito de dominio de la mujer debido a las largas ausencias hombres y de ser mujeres.
que causan los turnos rotativos de trabajo. Para finalizar, parafraseando la idea planteada por Marx acerca de que el
Como hemos expresado, la construcción occidental del género es la me- trabajador se vuelve más pobre cuanta más riqueza produce, en el universo
nos creativa de todas. Simplifica la sexualidad limitándola a dos universos de las mercancías, donde se valoriza el mundo de las cosas y se desvaloriza
opuestos como única posibilidad legítima: masculinidad y feminidad repre- el mundo del ser humano, el trabajador se convierte en una mercancía tanto
sen~adas de manera más o menos estable en las anatomías de hombres y más barata cuanto más exacerbado y fortalecido se encuentra el imperativo
mujeres, aunque no necesariamente siempre sea así. Por otro lado, se con- empresarial en la construcción de la masculinidad.
figuran papeles sociales esquemáticos y monolíticos. Desde un pensamiento
umversal se consolida una matriz sexo-género atada al modelo heterosexual.
Estaconfiguración monolítica, en la que se mezclan género, poder y subordi-
nacion, .deJamarca~ en l~ sociedad en general y en el universo del oro negro
en ?artIcular. La violencía entre trabajadores hombres es parte del reper-
tO~lOde las prácticas y representaciones de la masculinidad a la que ellos
~lsmos son sometidos. Para comprender la violencia, y en especial la que
tiene connotaciones sexuales, es vital preguntarse cómo ha sido codificada
la diferencia entre los sexos según los significados normalizados acerca de
la masculi~idad y la feminidad en el espacio laboral. Esto requiere, tal como
hemos analizado, desentrañar significados y metáforas estereotipadas acerca
de lo.~emenino y ~o~asculino, pero sobre todo identificar las usinas de pro-
ducc.lOnd~ esos significados. La amalgama entre masculinidad y disciplina
f~brll, al tiempo ~ue fortalece prácticas y representaciones cuyos resultados
tienden a cumplimentar los requerimientos productivos también fomenta
y contribuye a configurar los contornos de la violencia como parte de esa
"normalidad" recreada, legitimada y exigida por el imperativo empresarial
en la co~strucción de la masculinidad. Imperativo impuesto que oculta el
antagomsmo de clase y a la vez recrea un antagonismo horizontal entre los
mismos trabajadores.
Lo que está en juego y en tensión en todo ambiente laboral son los
intereses contrapuestos entre los trabajadores y las administraciones
empresarias. En esa disputa se consolidan perfiles obreros acordes a los
intereses de la producción. En tal sentido, se torna crucial comprender que
138 139
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