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Leyte Chávez Christian

Torres Hernández Mayte

La marcha del color de la tierra.


Del diálogo a la construcción de la autonomía zapatista.

Antecedentes históricos.

La caída del Muro de Berlín a finales del año 1989 y la posterior disolución de la
Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), entre marzo y diciembre de
1991, fueron acontecimientos que marcaron la derrota del socialismo frente al
capitalismo y el fin del periodo conocido como Guerra Fría 1. La derrota del
socialismo estableció a las democracias liberales, como sistema político, y al
capitalismo, como sistema de producción económico, como los únicos capaces de
dar acceso al grueso de la población mundial a un nivel de vida digno. Sin embargo,
un par de décadas después de aquellos acontecimientos, tanto el sistema político
como el sistema económico se encuentran más cuestionados que nunca, pues lejos
de que la mayoría de la población mundial haya mejorado sus condiciones de vida,
la disparidad entre ricos y pobres se ha ensanchado, lo que ha llevado a millones

1
El fin de la Guerra Fría produjo cambios en el sistema internacional, la multiplicidad de actores y los foros
multilaterales de negociación dieron origen a un nuevo diseño de las relaciones internacionales a finales del
siglo XX e inicios del siglo XXI. La naturaleza de estos cambios fue tanto cualitativa como cuantitativa.
El mundo ha sufrido transformaciones en los últimos 50 años, el fenómeno de la globalización ha
transformado el mundo y ha sido posible, entre otras cosas, por dos revoluciones: la tecnológica y la
informática. La globalización ha sido y es dirigida por el poder financiero. De la mano, la tecnología y la
informática (y con ellas el capital financiero) han desaparecido las distancias y han roto las fronteras.
"De la misma forma que la revolución industrial había permitido el reemplazo del músculo por la máquina,
la actual revolución informática apunta al reemplazo del cerebro (al menos de un número cada vez más
importante de sus funciones) por la computadora. Esta "cerebralización general" de los medios de producción
(lo mismo en la industria que en los servicios) es acelerada por la explosión de nuevas investigaciones en las
telecomunicaciones y por la proliferación de los cybermundos." (Ignacio Ramonet. "La planété des désordres"
en "Géopolitique du Chaos." Maniére de Voir 3. Le Monde Diplomatique (LMD). Abril de 1997.)
de personas a vivir en condiciones de pobreza y al planeta a sufrir grandes daños
ambientales debido a sobreexplotación que de ella hacen las industrias nacionales
y las empresas transnacionales2.
En el nuevo contexto internacional de post Guerra Fría y cuando el neoliberalismo
parecía, al menos en el discurso oficial, llevar al país a formar parte de las
economías más desarrolladas del mundo, repentinamente y sin que nadie lo
esperara el primero de enero de 1994 miles de indígenas armados tomaron siete
cabeceras municipales del suroriental estado de Chiapas declarando la guerra al
gobierno de México con demandas de trabajo, tierra, alimentación, democracia,
derecho a la información, techo, salud, educación, paz, independencia, justicia y
libertad.

La aparición del EZLN y los acuerdos de san Andrés

México tuvo uno de los días más relevantes de su historia actual el primero de
enero de 1994 pues la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (TLCAN)3, que según el discurso gubernamental representaba la inserción
de México en las economías desarrolladas, contrasto con la aparición de un ejército,
formado mayoritariamente de indígenas de tradición maya, alzados en armas en
contra del gobierno mexicano. México y el mundo fueron testigos del
enfrentamiento de dos realidades distintas, separadas y contrapuestas.
La llegada del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) pondría
nuevamente en la discusión nacional e internacional las precarias condiciones de

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Las consecuencias políticas y sociales de esta globalización son: menos personas con mayor riqueza, “la
pobreza de nuestro siglo es incomparable con ninguna otra. No es, como lo fuera alguna vez, el resultado
natural de la escasez, sino de un conjunto de prioridades impuestas por los ricos al resto del mundo” (John
Berger, Cada vez que decimos adiós, Buenos Aires: Ediciones de la Flor, 1997, p. 278-279.).
3
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte entró en vigor en 1994 durante la administración de
Carlos Salinas de Gortari (en México), George H. W. Bush (EE. UU.) y Brian Mulroney (Canadá). Su objetivo
primordial es a grosso modo es intensificar el comercio en la región de América del Norte por lo que se
estableció la eliminación de aranceles e impuestos comerciales que mermaban el flujo entre mercancías de
los tres países que firmaron el tratado. Las consecuencias políticas y económicas hasta el día de hoy son muy
controversiales, pues si bien es cierto que el comercio en la región aumentó y el flujo de capitales también, lo
cierto que han sido principalmente las grandes empresas las que se han visto beneficiadas y no las pequeñas
y medianas empresas, quienes son las que generan mayores fuentes de trabajo para la población de los tres
países.
vida en las que se encontraban millones de campesinos e indígenas mexicanos que
no eran vistos y tomados en cuenta por el Estado mexicano, aunque el EZLN iría
más allá y pondría también en entredicho todo el sistema político y económico
mexicano que se había desarrollado posterior a la revolución mexicana, es decir, a
las demandas de democracia libertad y justicia se añadiría el cuestionamiento al
sistema capitalista neoliberal.
Sobre el desarrollo de los primeros días y meses de la guerra entre el ejército
mexicano y los zapatistas no ahondaremos demasiado e iremos directamente a
revisar los Acuerdos de San Andrés que se dieron como resultado de las pláticas
entre los representantes del Estado mexicano y los insurgentes debido a la
exigencia de la sociedad civil por solucionar el conflicto de manera pacífica.
Los llamados diálogos de San Andrés fueron las negociaciones que se llevaron a
cabo entre el EZLN (acompañado por la sociedad civil) y el Estado mexicano entre
octubre de 1995 y febrero de 1996. La intención de las conversaciones fue poner
en la discusión de la agenda nacional los problemas políticos, económicos y
sociales de la población indígena y la sociedad civil mexicana4. Del encuentro
surgido en la primera mesa de negociación correspondiente a derechos y cultura
indígena se dio la firma, el 16 febrero de 1996, de los acuerdos de San Andrés.
Sin embargo, es importante recalcar que en los diálogos de San Andrés no sólo
se abordaría el tema de Derechos y Cultura Indígena5, pues dentro de las mesas
de negociación se incluyeron temas como la participación ciudadana, los derechos
humanos, etc. que no están circunscritos únicamente al estado de Chiapas, sino

4
Los diálogos se llevaron a cabo en el pueblo tsotsil de San Andrés apellidado “Larráinzar” por el gobierno y
rebautizado como “Sak´am Ch´en de los Pobres” por los zapatistas con la intención de traer a la memoria la
historia prehispánica y colonial de aquella comarca india. Además del gobierno mexicano y el EZLN, en los
diálogos participaron la Comisión Nacional de Intermediación (CONAI), una comisión de distintos activistas e
intelectuales, presidida por el obispo Samuel Ruiz, la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA) una
comisión de legisladores de las dos cámaras federales y el Congreso local.
5
Una de las estrategias del gobierno federal ha sido la de encasillar al movimiento zapatista en la “cuestión
indígena” y después tildarlo como un movimiento que pretendía la “independencia” o separación de Chiapas.
Esto va en clara contraposición con los objetivos del EZLN que desde la Primera Declaración de la Selva
Lacandona se reivindicó como un movimiento de Liberación Nacional.
que son problemas de los grupos más vulnerables de la sociedad civil mexicana a
nivel nacional6.
Los acuerdos de San Andrés son de suma importancia porque el gobierno
mexicano se comprometió ahí, por primera vez en la historia de México, a construir
un nuevo marco jurídico que garantizaría los derechos políticos, económicos y
culturales de los pueblos indígenas de manera colectiva. Es decir, el puente que fue
San Andrés implicó el ensayo de un nuevo proyecto de nación, un nuevo pacto
social y político. Sin embargo, los acuerdos nunca se llegaron a ratificar por el
gobierno mexicano encabezado por Ernesto Zedillo (1994-2000), pues si bien en
algún momento los acuerdos de San Andrés reflejaban la aceptación del gobierno
mexicano de permitir y propiciar la construcción de la autonomía de los pueblos
indígenas, esa situación nunca se dio en los hechos y por el contrario el diálogo
entre las partes se fue cerrando cada vez más.

La alternancia en el poder. La llegada de Vicente Fox a la presidencia de


México.

Vicente Fox llego a la presidencia de México después de haber ganado las


elecciones del 2 de julio del año 2000. La primera victoria de un candidato a la
presidencia de México que no pertenecía al partido oficial se debió a factores de
índole político, económico y social. La mayoría de la población mexicana decidió
castigar al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Francisco
Labastida, y favorecer al candidato panista debido a que el partido tricolor había
visto reducir su legitimidad tras setenta y un años en el poder y acontecimientos
como la matanza de estudiantes en 1968, el jueves de corpus de 1971, la caída del
sistema electoral en 1988, el surgimiento del EZLN y, en general, por la represión

6
Los temas incluidos en algunas de las primeras dos mesas de negociación fueron los siguientes: 1) Derechos
y Cultura Indígena; 2) Democracia y Justicia; 3) Bienestar y Desarrollo; 4) Conciliación en Chiapas; 5) Derechos
de la Mujer en Chiapas; 6) Cese de hostilidades; Segunda mesa: 1) Democracia política e instituciones públicas;
2) Democracia social y justicia social; 3) Organizaciones sociales y participación ciudadana; 4) Justicia y
derechos humanos; 5) Justicia, convivencia social y orden jurídico; 6) Democracia y medios de comunicación;
7) Democracia y soberanía nacional.
sistemática que se hacía desde el Estado a cualquier movimiento o voz disidente
que exigía mayores libertades políticas y transparencia en las instituciones del
Estado.
Entre los factores económicos que acentuaron el descontento de la población con
los gobiernos priistas se encuentran la paulatina reducción del nivel de vida de las
clases medias y bajas por las crisis económicas de 1982 y 1994. La crisis de la
década de los años ochenta tuvo como consecuencias la instauración de un nuevo
modelo económico, el neoliberalismo, condición que establecieron como obligatoria
los organismos económicos multilaterales y Estados Unidos para otorgar los
créditos necesarios para que el país saliera del estancamiento económico. La crisis
de 1994, conocida como el error de diciembre, de la cual se responsabilizó a Carlos
Salinas de Gortari, además de la devaluación de la moneda, trajo consigo el quiebre
de cientos de pequeñas y medianas empresas que daban trabajo a miles de
personas con lo que se golpeó a un más fuerte a la economía familiar y por lo tanto
al tejido social.
Como parte de las transformaciones institucionales que permitieron la alternancia
en el poder en el año 2000, el gobierno mexicano, durante el sexenio de Ernesto
Zedillo, promovió una reforma electoral, debido principalmente a la exigencia de la
sociedad mexicana e internacional, que garantizaría condiciones de participación y
competencia electoral más equitativa. La ciudanización del Instituto Federal
Electoral (IFE) fue uno de los instrumentos que abonó a elecciones limpias y por
consecuencia a la posibilidad de alternancia de partido en el gobierno mexicano, así
como a la democratización del país7.
El triunfo de Vicente Fox y Acción Nacional abrió la posibilidad del regreso al
diálogo con los zapatistas y de esta manera destrabar el conflicto que durante años
se había mantenido estancado. La posibilidad histórica de la solución del conflicto

7
El régimen político autoritario sustentado en un presidencialismo fuerte fue limitándose gradualmente
conforme se impulsó, desde el Poder Ejecutivo, una apertura política inaugurada con la reforma electoral de
1977, seguida de las que tuvieron lugar en 1986, 1991, 1994 y 1996. Estas transformaciones en el sistema
electoral y en los órganos de representación política tuvieron consecuencias directas en el funcionamiento
del presidencialismo. La introducción de la fórmula de representación proporcional en la Cámara de Diputados
en 1979 y en el Senado en 1997, la ampliación del número de diputados en 1988 y de senadores en 1997, y la
supresión de la cláusula de gobernabilidad en 1993, permitieron la conformación de un congreso en donde se
suprimió la sobrerrepresentación que tenía el PRI, lo cual pluralizó la representación política.
zapatista pasaba a manos de Fox, siempre y cuando diera cumplimiento a las tres
condiciones que había establecido el EZLN para regresar al diálogo con el gobierno
mexicano: 1) Complimiento de los Acuerdos de San Andrés; 2) Desmilitarización de
la zona en conflicto8 y 3) libertad de los presos políticos zapatistas.

Vicente Fox y la marcha zapatista.

En sus primeros discursos Vicente Fox prometió construir una "democracia genuina"
y dialogar con todos los actores políticos, económicos y sociales del país, a fin de
"continuar la transición después de la alternancia". Tan solo un día después de
asumir la presidencia, Vicente Fox ordenó la retirada del Ejército federal de algunas
posiciones militares en Chiapas y también anunció el envío al Congreso de la Unión
de un proyecto de ley sobre Derechos y Cultura Indígenas elaborado por la
Comisión Parlamentaria de Concordia y Pacificación (COCOPA) y firmó, en Oaxaca,
junto con la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos,
Mary Robinson, un acuerdo por el que el Estado mexicano se comprometía a
respetar y proteger las libertades y los derechos fundamentales de todas las
personas9. Anexo a las acciones anteriores, el guanajuatense se comprometió a
facilitar la puesta en libertad de los presos políticos del EZLN.
Las acciones realizadas por el gobierno parecían satisfacer las condiciones
necesarias establecidas por los zapatistas para volver a la mesa de diálogo. Sin
embargo, para enero de 2001 las previsiones optimistas sobre el pronto desenlace
negociado del conflicto chiapaneco comenzaron a ser cuestionadas por la negativa
de diputados de todos los partidos, incluido el PAN, a aprobar el texto de la
COCOPA a menos que se introdujeran en él enmiendas y correcciones en un
sentido más restrictivo de las demandas de los zapatistas.

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El EZLN demando el retiro y cierre de siete de 259 posiciones militares como condición para reanudar el
proceso de pacificación: 1.-Amador Hernández, en este caso, además, deberá anularse el decreto
expropiatorio dictado por Zedillo; 2.- Guadalupe Tepeyac; 3.- Río Euseba (cerca del Aguascalientes de La
Realidad); 4.- Jolnachoj (cerca del Aguascalientes de Oventik); 5.- Roberto Barrios (cerca del Aguascalientes
de ese lugar); 6.- La Garrucha (cerca del Aguascalientes de ese lugar); 7.- Cuxuljá (cerca de la comunidad de
Moisés Gandhi).
9
“Firma Fox convenios sobre derechos humanos” en El Universal, domingo 3 de diciembre del 2000.
Vicente Fox designó a Luis Héctor Álvarez como coordinador del denominado
Diálogo para la Paz en Chiapas. Como respuesta a la solicitud de diálogo del
presidente los zapatistas decidieron convocar a la Marcha por la Dignidad Indígena,
la cual estaría integrada por una comitiva 23 comandantes del EZLN y el propio Sub
Comandante Marcos, custodiada por voluntarios del Congreso Nacional Indigenista
(CNI) y representantes de la sociedad civil y que recorrería varios estados de la
republica antes de llegar a la capital del país.
La caravana comenzó su recorrido en Chiapas, el 24 de febrero de 2001, y
atravesó doce estados de la República mexicana. La marcha indígena, durante su
recorrido, recogió innumerables muestras de apoyo de la sociedad civil conformada
por empleados, amas de casa, artistas, intelectuales, estudiantes, etc., que vieron
en el cumplimiento de las demandas indígenas la primera piedra para el
establecimiento de mejores condiciones de vida para uno de los sectores más
desfavorecidos históricamente.
La comitiva del EZLN llegó el 8 de marzo a la Ciudad de México y a pesar de las
dificultades que se generaron para que los representantes indígenas pudieran
comparecer ante el pleno del Congreso de la Unión, no sin una acalorada discusión,
se logró, en una votación muy cerrada, que los indígenas pudieran hacer uso de la
máxima tribuna del país.
El 28 de marzo de 2001, se presentaron ante el pleno del Congreso de la Unión
cuatro comandantes indígenas, Esther, David, Tacho y Zebedeo. El discurso
central de la presentación lo llevo a cabo la Comandanta Esther y como ejes
principales explico a los legisladores de los partidos políticos la situación de las
mujeres indígenas y la importancia de aprobar la ley de la Cocopa, como un paso
importante y necesario en la transformación jurídica de los hombres, mujeres y niños
indígenas del país y del proceso de paz.
La contrareforma indígena y el rompimiento del dialogo

El 25 de abril de 2001, luego de cinco años de demora, el Senado aprobó por


unanimidad la Ley sobre Derechos y Cultura Indígenas, pero en una versión
retocada que limitaba el marco de la autodeterminación y arrojaba algunas
ambigüedades sobre los mecanismos para hacerla efectiva. La revisión del proyecto
de ley en la Cámara de Diputados se dio el 28 de abril. Su proceso de sanción y
reglamentación fueron calificados de "burla" por el EZLN y denunciada por doquier
como una interpretación ilegal por los diputados de los tres partidos mayoritarios.
La propia COCOPA exigió a Fox que vetara el texto legal antes de continuar el
trámite parlamentario. El EZLN formalmente desconoció la reforma por ser contraria
a la iniciativa de ley original presentada por la Cocopa.

EL EZLN FORMALMENTE DESCONOCE ESTA REFORMA CONSTITUCIONAL SOBRE DERECHOS Y


CULTURA INDÍGENAS. NO RETOMA EL ESPÍRITU DE LOS ACUERDOS DE SAN ANDRÉS, NO RESPETA
LA “INICIATIVA DE LEY DE LA COCOPA”, IGNORA POR COMPLETO LA DEMANDA NACIONAL E
INTERNACIONAL DE RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS Y LA CULTURA INDÍGENAS, SABOTEA EL
INCIPIENTE PROCESO DE ACERCAMIENTO ENTRE EL GOBIERNO FEDERAL Y EL EZLN, TRAICIONA
LAS ESPERANZAS DE UNA SOLUCIÓN NEGOCIADA DE LA GUERRA EN CHIAPAS, Y REVELA EL
DIVORCIO TOTAL DE LA CLASE POLÍTICA RESPECTO DE LAS DEMANDAS POPULARES10.

Con todo, cuando la ley fue aprobada por 16 estados, Fox la ratificó y ordenó su
promulgación, el 15 de agosto, pese a que los congresos de una decena de estados,
incluido Chiapas, se manifestaron en contra. La respuesta de los zapatistas fue
romper todo contacto con el Gobierno federal. El rompimiento del diálogo significó
la imposibilidad de la solución pacífica del conflicto y también una traición de la clase
política no sólo al EZLN sino a todos los grupos, colectivos e individuos que desde
distintas esferas habían luchado por el reconocimiento de los pueblos indígenas

10
COMUNICADO DEL COMITÉ CLANDESTINO REVOLUCIONARIO INDÍGENA-COMANDANCIA GENERAL DEL
EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL. MÉXICO.29 DE ABRIL DEL 2001. En
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2001/04/29/la-reforma-constitucional-aprobada-en-el-congreso-de-la-
union-no-responde-en-absoluto-a-las-demandas-de-los-pueblos-indios-de-mexico-del-congreso-nacional-
indigena-del-ezln-ni-de-la-sociedad-civil/
mexicanos como un primer paso para la construcción de un país más democrático
y con justicia social

Camino a la construcción de la autonomía.

Como consecuencia de la aprobación de una Ley Indígena contraria al proyecto


original presentado por la Cocopa, el Ejercito zapatista decide romper el diálogo con
el gobierno federal y unos años después comenzar un nuevo proceso de
construcción y consolidación de la autonomía indígena, esta vez sin la
intermediación con el gobierno, sino buscando interlocución con los pueblos
indígenas y organizaciones, grupos y colectivos de la sociedad civil a nivel nacional
e internacional.
El punto de partida del dialogo zapatista con organizaciones y colectivos de la
sociedad civil, y la posterior construcción de la autonomía, sería la Sexta
Declaración de la Selva Lacandona.
Desde ese momento, junio de 2015, en que se da a conocer la declaración y hasta
el día de hoy, los pueblos indígenas, no sin dificultades, han emprendido un
proceso, que por un lado busca consolidar de manera interna el proceso de
autonomía y por otro lado seguir en contacto con la sociedad civil nacional e
internacional para fortalecer los vínculos de cooperación y retroalimentación de
distintos procesos de lucha política en todas las geografías.

Conclusiones

El surgimiento del Ejercito Zapatista, aquel lejano primero de enero de 1994, es uno
de los acontecimientos políticos y sociales más importantes de las últimas décadas
no sólo a nivel nacional, sino también a nivel internacional. Si bien se puede
cuestionar las formas y los métodos del zapatismo, resulta incuestionable que para
la época en la cual aparece en la escena nacional el grupo armado, fin de la Guerra
Fría, existían muy pocas voces que cuestionaran junto con el sistema político al
sistema económico capitalista mundial sin ser calificados de socialistas. La
discusión de los derechos de los pueblos indígenas y en general de las minorías de
manera colectiva comenzó a discutirse nuevamente a nivel internacional en un
sistema político y económico que tiende a la individualización.
La oportunidad del gobierno mexicano y en especial de Vicente Fox para aprobar la
Ley de Derechos y Cultura Indígena, resultado de los diálogos de San Andrés,
resultó ser una oportunidad perdida para la solución pacífica del conflicto y para
otorgar un poco de legitimidad a la desgastada imagen de la clase política mexicana.
A partir de la aprobación de la contrareforma indígena las comunidades zapatistas
han emprendido un nuevo proceso de consolidación de la autonomía a través de
las Juntas de Buen Gobierno y del trabajo colectivo de las comunidades, sin que
esto represente la ausencia de dificultades internas y la desaparición de las
constantes amenazas del gobierno federal a través del asedio militar y el ataque, a
veces directo y a veces sutil, de grupos paramilitares hacia los simpatizantes del
EZLN.

Bibliografía.

- Hernández Navarro, Luis (1998), “Serpientes y escaleras: los avatares de la reforma


constitucional sobre derechos y cultura indígena”, en Acuerdos de San Andés,
editado por Luis Hernández Navarro y Raúl Vera Herrera. México: Ediciones ERA.
- Muñoz Ramírez, Gloria (2003), “EZLN 20 y 10: el fuego y la palabra”, Bilbao: Revista
Rebeldia/ Virus Editorial/ Collectiu de Solidaritat amb la Rebellio Zapatista (también
editado en México).
- Montemayor, Carlos, “Chiapas: la rebelión indígena de México”, Ed. Mortiz, México,
2001.
- Avila Espinosa, Felipe, “Los orígenes del zapatismo”, Ed. El Colegio de México,
centro de estudios históricos: Universidad Nacional Autónoma de México, México,
2001.
- Berger, John. Cada vez que decimos adiós. Ediciones de la Flor, Buenos Aires,
1997, 286 pp.
- EZLN. “7 Piezas sueltas del rompecabezas mundial. El neoliberalismo como
rompecabezas: la inútil unidad mundial que fragmenta y destruye naciones”,1997.
- Subcomandante Marcos, “Muertos incomodos: Falta lo que falta”, Ed. J Mortiz,
México, 2005.
- Página del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN):
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/

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