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ARQUEOLOGIA SOCIAL

Anghie Santos López

La arqueología social es aquella ciencia social que a través del estudio de la


materialidad observable proveniente de sociedades que desarrollaron su acción
social en el pasado tendría como objetivo conocer los procesos de cambio social en
su dimensión histórica.

La arqueología social se ha venido practicando, desde finales de la década de los


sesenta por un grupo de investigadores de América latina compartiendo una misma
posición teórica que afirma la existencia para la ciencia arqueológica de la sociedad,
su desarrollo y transformaciones, en tanto objeto de conocimiento, postura que
comparte con las demás disciplinas de las ciencias sociales. Asimismo, esta
posición teórica se plantea, de manera explícita, una postura ética que implica
asumir un compromiso político con la sociedad en estudio. Tal compromiso supone,
entre otras cosas, practicar una arqueología que trasciende un campo de acción
centrado en el pasado y que busca analizar las causas que originan las actuales
condiciones de existencia de las sociedades de América latina, las formas de
estructuración y desarrollo de dichas condiciones y los procesos de particularización
que llevan a cada país a ser lo que es.

La arqueología social explora nuevos temas y problemas, nuevos en el sentido de


haber sido dejados de lado por las investigaciones anteriores, cargadas de otras
intenciones y que obedecían a otros intereses políticos. Dentro de estas nuevas
propuestas destaca el estudio de la vida cotidiana, que permite ofrecer
explicaciones sobre las actividades diarias, las relaciones interpersonales, el
comportamiento consuetudinario en las distintas épocas; así mismo permite
conocer la ruptura de lo consuetudinario, la creación y alteración, la transformación
de cada época histórica.

En Latinoamérica surgió como una corriente especifica del pensamiento y la práctica


arqueológica. La arqueología social de Latinoamérica se desarrolló con mayor
fuerza durante los años 70´s y la primera parte de la década siguiente, y aún sigue
existiendo en algunos países de América Latina.

Esta proposición tuvo gran impacto en la arqueología de los inicios de la década del
70, donde los arqueólogos comprometidos socialmente con los procesos
revolucionarios de Latinoamérica, encontraban un programa de trabajo y un
“método”, que les permitía eliminar las contradicciones entre sus posiciones
progresistas y las prácticas neocolonialistas. Así, el libro de Lumbreras (1974)
ofrecía una forma de ordenar los datos arqueológicos, estableciendo correlatos
coherentes con el cuerpo de conceptos claves del materialismo histórico; el estudio
de las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción, así como la
superestructura, podían ser visibilizadas arqueológicamente, para la inferencia de
los modos de producción y la formación económico-social de las sociedades pre-
capitalistas. Con esta perspectiva metodológica se han desarrollado trabajos de
síntesis interpretativos en distintos países de Latinoamérica (González 1979, 1981,
Lumbreras 1981, 1983, 1988, 1989, Ortiz 1981, Sanoja y Vargas 1978, Tantaleán
2008, entre otros), todos ellos constituyen relevantes contribuciones acerca de las
sociedades pre-capitalistas del continente, a veces proponiendo interesantes como
novedosas hipótesis y tesis sobre su desarrollo. No obstante, en su gran mayoría,
la aproximación metodológica ha sido más bien gruesa, donde la organización de
los datos y sus correlatos con categorías tales como Modos de Producción y
Formación Social, constituyen en cierta medida saltos interpretativos sin una
cadena de conexiones inferenciales.

Esta situación no es casual, pues en la proposición original de Lumbreras (1974),


no existe un desarrollo metodológico para el manejo del dato arqueológico, en
consideración de sus anexos con las categorías del materialismo histórico. Esto
tampoco es mayormente desarrollado en la segunda edición del libro, aun cuando
define el “dato” arqueológico a partir de las “Unidades Socialmente Significativas”,
es decir “aquella que está representada físicamente por un objeto, grupo de objetos
o cualquier vestigio de la actividad social que representa un hecho Social”
(Lumbreras 1981:45), a partir de la cual se construyen las inferencias sociales, lo
que manifiesta cierta claridad argumental. En un ulterior trabajo titulado “Métodos y
Técnicas en Arqueología” (Lumbreras 1999), plantea más una reseña de
procedimientos arqueológicos tradicionales, que una verdadera proposición de
método de investigación de hechos sociales.

Desde su aparición hasta hoy, esta corriente se ha caracterizado, con mayor o


menor éxito, por intentar aplicar en sus investigaciones una teoría y una
metodología basadas en el Materialismo histórico. Efectivamente, ha sido sobre la
base de la adopción de aquel modelo teórico, que aquella corriente se propuso
desplegar el conjunto de su trabajo e interpretación científica. La idea era generar
en Arqueología una propuesta teórica y metodológica acorde con los
planteamientos del análisis filosófico e histórico marxista (Lorenzo [Coord], 1979).

BIBLIOGRAFIA

 Lorenzo, J.L. (Coord.). 1979. “Hacia una Arqueología social. (Reunión en


Teotihuacan, octubre de 1975)”. En: Revista Nueva Antropología, Vol.III
 Tarqueologia. (2007). ¿Qué es la Arqueología Social Latinoamericana?
Recuperado de : http://tarqueologica.blogspot.com/2007/12/introduccin-que-
es-la-arq-soc_22.html
 VARGAS, I. (S.F). La Arqueología Social: un paradigma alternativo al
angloamericano. Venezuela. Recuperado de:
https://www.unicamp.br/chaa/rhaa/downloads/Revista%208%20-
%20artigo%206.pdf
 Tantaleán, H., Aguilar, M y Olivo, O. (S.F). La Arqueología Social
Latinoamericana: de la teoría a la praxis. Recuperado de:
http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/122644/Troncoso_CL_010.
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