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A N Z A S
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CAHA./ Y CAKEIA/'
¡Albricias a mi niña,
V E R S O S A LA la quinccjñera!
¡Por ella ha florecido
la primavera,
Anuncio Aguilar, el hombre más lealv especie de jefe de redacción; Amancio y yo,
que durante su larga existencia aventure-, el único redactor. ¿Debemos decir que an-
ra conoció el viejo periodista, era, en la vi- dábamos más pobres que las comadrejas?
da precaria de "La Justicia", eí brazo que Tanto,' que a pesar de su seriedad, Fuen-
ejecuta, como le llamara .cariñosamente don zalida tuvo una expresión humorística:
Fíliberto. Hombre de absoluta confianza, Este don Filiberto, ha sabido morirse a
desempañaba en el periódico las funciones tiempo, porque si aguarda hasta el viernes
más diversas: tipógrafo compaginador, or- próximo, hubiera teni^ que enterrar a "La
denanza, secretario, cobrador, etc. Pero te-
nía un gravísimo defecto: se emborrachaba Bien: volviendo a nuestro relato, diré
en una forma sencillamente estúpida. Y que regresábamos de la casa de Antenor
digo estúpida, porque siempre le daba por Fernández a la una de la madrugada coa
pelear y hacerse el guapo. Si a esto se agre- el féretro sobre los hombros de Amancio,
da que "La Justicia" era órgano de la opo- quien caminaba a pocos pasos adelante de
üt'm, se explicará el porqué Ámancio nosotros. Ya en la plaza, se vuelve sigilo-
"u',uilar dormía todos los jueves en el ca- samente y en voz baja, nos dice:
' l'ozo (que también era cocina) de la co- — Si me dan permiso, le jugaré una
misaría central, Y eso de los jueves era un broma al cabo Cáceres.
pequeño detalle, porque el fxriódico debía — ¿A dónde? ..
jSalir los viernes, pero cuando era detenido — Aquisito.
Amancio, salía, obligadamente, los sábados.
-—¡h dónde está, hombre? , •,
Esa tarde nos reunió el acontecimiento — Durmiendo en aquel banco.
más inesperado y doloroso: la muerte del —- Bueno, pero fíjate bien en ¡o qae
director. Eramos tres: Ángel Fuenzalida, haces.
ü
El fantasma
L
A ciudad colonial se manifestaba en
la plenitud d« su riqueza de vida, de
T
ENES ratón, Amando. Só!o don An- negro y le hará la cruz de bramante.
t«nor ptied« íiarnos «1 ataúd. P«fO, Se hace un pesado «Icncio, mientras ca-
|cómo lo tta«r€«os «t -no hay éimm minattos por el bnlrvar Sur, el de la esta-
para pagar el coche? déa, haíla la caía de Antenor Fernándeí,
— A pulso, po. . . é éiiisi carpintcfo capaz de fiarnos el ca-
— Sélo cuando m apaguen la» lace». Úa efe pino, que guardará el cadiwr <!••
- — Eíta neám. hay lona. Wíberio A«odillo. el rowiaticd dire«t.t
— Bkn. a l»$ úom ireoios a tratrlo- de '*LJ Josticia". d«cano del períodi«mo
Ahora andi a haW*ri« «a noinbw mío. él h Pfwtincia.
C A R A / Y CARCTAX
-— ¡Pero si eso es una superchería! era el más firme creyente en los poderes so-
-— Por lo mismo. brenaturales de la aparición nocturna.
-—Sería ponerme en ridículo. Amancio se comprometía a entregar al
•—Al contrario, todos dirían: ¡Qué va- representarse de la autoridad el corto sa-
liente €s el teniente Méndez! —- y bajando ble del fantasma y aquél daba su palabra
la voz, en un tono de intimidad que enlo- de honor de que en lo sucesivo, no volve-
quecía al enamorado: — ¡Qué valiente es ría a hacerlo detener, asi tome aguardien-
el novio de la Pochola! te por damajuanas. . .
Méndez hizo formal promesa de que esa ^De qué manera se valió para cumplir
misma noche descifraría el enigma del fan- su promesa? Eso fué un misterio, pero la
tasma, y, Ikno de amoroso entusiasmo, se cumplió, pues a la noche siguiente y ante
trasladó a la estación acompañado de dos el asombro de todos, hizo entrega de una
atnigos y del clamoroso alarde de cincuen- cimitarra de madera cubierta de fósforo
ta voces femeninas que rodeaban a la Po- negro, una enorme sábana camera y un par
chola. de cómodos zan-
A la hora de cos, sólidos y li-
siempre, el bulto vianos .
blanco hizo su El fantasma
aparición y Mén- El '^pájaro de la mieí\ no apareció desde
dez. espada en aquel día, . .
mano, dio varios de Sudáfrica
pasos vacilantes
de miedo a su en- En filo un paiarillo revolotea y pía ío-
hre el campo. No huye del hombre, antes
cuentro; pero he bien parece buscarlo. Va y vuelve, .wmpre Han pasado
íiquí que, de en- lausando una suave e insimiante nota y como los años. Las ca-
tre la túnica blan- tralamlo de atraer la atención del viajero. lles asfaltadas de
<^a-el enorme bul- f.s el "pájaro de la miel", avecilla dotada hoy. han alejado
to extrajo una de admirable instinto para de^ubrir dónde las
sagaces abejas ocultan sus pmales, pero que por completo el
especie de cimita- carece de fuerso para remover las rocas recuerdo del em-
Ta, cubierta de o h.t troncos que los esconden. Busca por pedrado y de la
"na azulada luz eso la ayuda del hombre, al que mira como luz que se apaga-
fosforescente, y aliado y no como enemigo, y llama su aten-
ción hasta guiarle al sitio donde está la c)0' ba a la mediano-
<^on cavernosa losina. che cuando había
voz dijo: Cuando el viajero se decide a poner al luna.., Pero aun
descubierto la aromática miel de las pra- vive Amancio
-— De te n te, deras y ¡as industriosas abejas huyen ante
¡oh mortal!, que la immién y rí iestroso, el pajarillo re- Aguilar. Lo 1^
^u vida depende '¡•oletea alborotado, pues algo le tocará del visto hace nnú»
de un solo golpe festín que ambiciona, y cambia su primitiva meses, con la ca-
nota suave e in.'iimiante por un canto abier- beza blanca y
^* mi potente to y regocijado, como diciendo al hombre:
orazo! ¡"Muchas ¡jracias"! y.^^^^ y^,.^ morada la nariz,
Ante esta apa- hediendo a aguar*
"ción. Méndez y diente. . .
''"« acompañan- Hemos paga-
'«s huyeron des- do juntos por !a
pavoridos. Por más de una semana, estuvo "Plaza de la Estación" y las imigeaet
^^«el sin concurrir al pasco de moda. Cuan- trajeron los recuerdos:
do lo hizo, fué para romper relaciones con — ¿De qué manera se valió para dci»
'a traviesa hija del doctor X... hacerse del famoso fantasma?
—-Fácil: El fantasma era yo,
IV •— ¿Cómo?. . .
— Sí. La idea me vino después de la
Y^más está decir que "La Ju.sticia" dau- broma al cabo Cáceres. Metiendo miedo,
"'^''ó sus puertas, por razones de ¡uto. Pe* nadie se atrevería a ir má.s allá de la esta-
•"O no lo está el aclarar que Amando conti- ción. Yo aun «ra joven, me gustaba la chi-
""^"o frecuentando el calabozo policial, aun- nita y ella era muy aprensiva: siempre te-
4iJe ahora no tenía día fijo en la semana... nía miedo de que la estuvieran viendo, . .
^ fcn Una de esas visitas formalizó un ira-
^ con «1 cabo Cácercs quien había sanado Carlos Cerda Delgado
« la «nfernit4ad pero no ^ 1 susto, oues Dibujo <« Tort»H«r<«««
C A R A / Y CARETAS
EN EL INSTITUTO DE BELLEZA
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ÜN CALENDARIO AMOROSO
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C A R A / Y r A RETA/
CENGAl A
"^'V. <!r,i o j r « pairona. • •••.: tíomingo, aú ftaaHnr
'•lUoí scsíüía y ctiwco días dci afto se «icoHWé ©on
• ía íwedaban «in lAkación ai el cakiidarío otra»
.«tro amante». Se agrega, cottio una cualitoá
. ;<• libertino, que él trataba a todas sus am»!»»
" ' 'to como a simples aventura» y con <fc»precio, «ino co-
"*" «i fuewtn iwviai ídeaks, a !at cuaW» no nieí<jurné «i e!
*'ww n5 e! reípeto.
UN PRESAGIO DE RASPUTIN
l'-n el peBttliin» afto «k lu agí-
fl* vida, BEMputín, haWando un
i'» con (ÍM 4é sus amigo* má«
/*''<?», le» d i » , reflclaodo «n m
• -'bea «Meé» que >-o ^ r i .
J^'^y* «wdw de «trOcc» «ifrimien- <|iH t i caM f *t t*i>*<0 hctcd «Mi.
i'm • ^"^ * * i»¡!Wrta, Dio» Í1K ha fcs «nbarira. mt «niao Colé*. «|«a
" ^ • t « 1« « á » ^ éé mi^afím pm la salad 4t R i p ^ ^ i W .
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' ' ''W, pwaiKir. , • ,i<. la fortalei* de San f*im y (0r strwut,. mmmi
hacia í .a.ttiu<;!)a»pcr»ona« toriuraií-• • «.•.•»>"••>
'tteíaí^c mnHittud de uKÍ4vcr*« y cntr*
. "-"iww y t»n(!e». La nieve está tieüa <íc é»..»,^...-
, ^'n afio nía» tarde, Rs-iputin moría *n\-ctter«wi() «n «na
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Mi^Ma}
C A R / \ / Y CARET/V/ CAKTW Y C A R E T / U
ANGELICAL I ^
ñera de clase. Y aunque
siempre simpaticé con ella
y fuimos excelentes cama-
radas, tardé mucho en co-
geles cortan para transplantarla a los jar-
dines del Ciclo: de la azucena que los An-
geles celosos ocultan entre la maleza terres-
tre, esperando cl momento opoutuno de
lo sano.
Myriam esperaba pues cl momento de
decirme: "Ya no te cabe nada. . ¿Quie-
nocer su perdilección por obsequiar con ella al Señor. Este follaje res otro cuaderno?" Esc otro cuaderno era
mí. ¡ silenciosa y tan tímida! que la ocultaba ¿no fueron su propio si- cl que yo le había anteriormente alabado.
Al verla, los grandes decían: "¡Qué chi- lencio y timidez? Su manera delicada de ofrecérmelo me
DELFINA conmovía. Y Myriam se alegraba de que
í. or BUNGE DE
ca tan linda!" Pero las chicas no advertía-
mos esta belleza. Sus grandes ojos negros
de pestañas levantadas llenábanse de lá-
No tenía — lejos de ello — un aspec-
to enfermizo. Su blancura era lozana: su
figura bien plantada: era más bien grande
yo lo aceptara como si fuese ella quien re-
cibiese el regalo. ¡Cuántas delicadezas de
CALVEZ grimas, con pasmosa facilidad. Era muy para su edad. Esbelta sin ser delgada y sin esta especie, para conmigo!
ik
10 CARA^ Y CARETAJ-
T
los a lo Rafael". Era me da a mit", la cosa púhticm está perdida. ODOS los me-
una chica inteligente Mmitesquieu. diodías, en
y muy lectora; pero cuanto se da-
creo que esta vez se El pasado es como una lámpara puesta o ba la señal para rom-
la entrada del porvenir pora disipar una
le había ido un po- parle de las tinieblas que h entmelpen,
per las filas, para es-
quito la mano, y fué tar ^gura de no olvi-
ella la primera ea Lawconaií., darla, consagrábale yo
reírse de sus audacias, los primeros minutos
para hablar de lo que apenas de nombre de recreo. Jugábamos una mancha sui-ge-
conocía. neris. "por todo el patio" virtualraente di-
Por fin, no sé sí por divertirnos, i»o» vidido para las distintas clases. Una mancha
leyó la profesora una composición en qu« corrida, sin casa ni descanso". Siendo solas
se describían personajes en movimiento. las dos, nadie nos impedía esta incursión
Decía, por ejemplo: "De pronto, entra un en campo ajeno. Y así pasábamos zigza-
hombre, ve a la mujer que llora, toma d« gueando por entre todas las colegiadas, des-
la mesa «n arma... Y entonces, el niio de las mis grandes hasta las más peque-
corre hacia !a puerta". A cada fra« en « - ña*. Nos gastaba este explorar. Y como no
te estilo, la claM entera estallaba en ana oir- teníamos mucho tema de conversación, y
cajada: pues tratándose de personajes pin- en cambio íramos ambas ligeras corredo-
tados, la cosa nos resultaba bastante cómi- ras, resultábanos esta la mejor manera de
ca. Aquello i)it) era un cuadro; era un cuen- pagarnos un cariñoso tributo. Terminado
to. (Y no hay para qué decir cómo aprove- el juego, yo corría hacia aquellas amigas
chan las colegíalas cualquier pretexto para con quienes las veinticuatro hora» nos hu-
reír en clase). bieran resoltado cortas para conversar, tan-
En eso miro a mi derecha, y veo el ret- t<Mt ptohUmm extra-matemático» teníamos
iro marmóreo de Myriam adornado con tíempre qm rttolwr.
d » grQ«M lágríaat. E « soya la compori- Myriam no tenía nunca, en cambio, na-
dón. ¿Lo saMamos desde «1 comienzof No da que decir; jugaba problaMementg con
lo recuerdo. Debimos mirarla todas a un otra* mientras no«>tta» diictirdamot. En
tiempo, pues las rísaii m cortaron en seco. realidad, ella, venida de las provincial, no
CARA./" Y CARETAS- II
pertenecía a nuestro grupo (el grupo pri- Las frases no eran excesivamente origina-
vilegiado, según el juicio general . , jui- les, hay que confesarlo: "¿Has visto h
cio con el cual no estábamos nosotras mis- muerte de Myriam?" "¡Pobre Myriam!"
mas en desacuerdo). Mas, al fin, con el ("•¡Pobres padres!" debimos decir más
primer pretexto, la introduje yo entre nues- bien.) Inútil recalcar que se trataba del es-
tras amigas, entre las predilectas. Me las tilo epistolar de chicas de trece a quince
compuse de modo que todas a la vez la in- años. Pues, aun cuando fuéremos mayo-
vitamos a nuestras casas. Era ya tarde; el res, ^hubiéramos acaso hallado mucho más
año terminaba. Pero la vimos feliz; su mo- que decir? Y aunque las frases fuesen ba-
do de ser nos la acercaba. Con asombro nales, todas eran absolutamente sinceras al
descubrimos entonces que bailaba la jota, repetirse como un eco: "¡Era tan bonita!"
y con bastante gracia. Mas, aunque sona- "¡Era tan angelical!" Sólo ahora advertía-
ran las castañuelas, permanecían mudos los mos estas cosas con las que habíamos esta-
labios que no se despegaban sino para son- do codeándonos durante veinte años. Só-
reír. « lo ahora vetamos a Myriam. . . cuando ya
Llegó el día de los premios, y terminada no la podíamos ver. Sólo después de ocul-
la fiesta, el momento de la separación. My- tárnosla del todo, nos la descubría la
riam se acercó a mí Muerte. La Muerte
^nn h mano extcndi- había tenido que iti-
tervcnír para lla-
tia y los ojos como
tíos fuentes en "que PENSAMIENTOS marnos la atención
estaban a punto de sobre tan silenciosa
Et talento de ciertas persúnas es como una
desbordar las lágri- linterna sorda, que sólo sirve al que la lle- criatura...
mas. No hice caso de va y no alumbra más que el camino por doB- Mi mejor amiga
•-U mano, y la apreté de éste pasa,
Poj»«,
— aquella que en su
' n un abrazo. Al bc- composición hablaba
s.irla, sus mejillas es- Para la imaginación es más comfenieníe de Van Dick y de
i.iban húmedas. Fué situar la felicidad en el porvenir y tener 'Rafael •— resumió
una despedida para la esperansas que nos animen, qtu sentir pe- para mí todas las
5-ernidad. sadumbres por el pasado que n&s desalienten.
opiniones, escribién-
Bcntham.
dome:
E N m i t a d de
aquellas vaca-
ciones, volvía-
mos una vez de un
Los inconvenientes de una apUcacitm
perfecta son infinitamente mayores que los
que resultarían de un aplasamiento inde-
finido.
Iiaac Percirc,
im- "Se hacía olvi-
dar..."
Sí; "jera tan hu-
milde! ¡se hacía olvi-
pasco matinal, coo dar!" Pero luego ¡csj-
wnas primas que te- mo se hizo recordar!
níamos de huéspedes en casa. Llenas de sa- Ella sabe que yo no pude por mucho tiem-
no cansancio, las caras rojas de subir ba- po mirar al cielo sin ver asomarse entre las
rrancas en pleno sol estival. ! > nuestras nubes la azucena de su rostro, y la noche
sombrillas, puntas hacia abajo, y entreabier- de sus ojos, donde el alma tomaba la for-
tas, salían abundantes manojos de un pasti- ma transparente, turbadora, y tierna de
to fino que sabíamos ser el bocado preferi- una lágrima siempre a punto de caer. Y
do de los conejos caseros, y que para ellos hasta tengo la presunción de que allá, en
habíamos juntado por el campo. Así des- el extenso patio celeste, Myriam debe es-
l>ordaba también de nosotras, en inconteni- tarme reservando una sorpwsa análoga a
dos brotes, la vida pujante. la de los cuadernos y los caramelos que a
—Ha muerto la chica de Z . . . — nos mí me gustaban. Pues no entraba en su
dijeron. temperamento el ser veleta. Y si conocía f!
arte de hacerse olvidar, ignoraba el de ol-
"La chica de Z . " era Myriam. vidar ella misma. Con el pretexto de "una
Juraría que se nubló d sol y que el pas- mancha corrida" jno nos colaremos, My-
'ito fino cayó de las sombrillas entreabier- riam, zigzagueando entre Angeles y San-
tas, reseco, a nuestros pies, tos pata explorar todo el Paraíso f
En ks cartas de las amigas y condÍKÍ-
Pwlas esparcidas por loa distintos puntos
*le veraneo — y era nu«tfo orgullo re- é^^^*í*A^
cibir machas, muchas cartas, para lo cual «f^^.^.—.
seda, para comprender que la primavera ha llega- deccr, !a haga insegura. Espera que suba la luna Escuchemos a otro poeta contemporáneo, Bc-
coníliiúa r.'ali:aiido .tii.t /T.ti/Ki.w.t. Uii viejo pes- muerto había sido un criminal muy hábil. A po-
radnr so.<¡\-íha que Cushiitfi fué asesinado fuera co, Ceorgette uidica a Ropes la conveniencia de
de la casilla de botes dniídc se encontró el cadá- qué Holroyd se marche. Al seguir la pista de un
' f , ali/unos detalles, asi como el hallazno hecho ntievú personaje de la novela, Ropes descubre que
por Ropes de la ¡interna llevada por Cushing, pa- "1.a .Sirena" es una casa de juego, sospechando
>'ecen comprobar esa hipótesis. Nat Larkin, en un que Cushing participaba del negocio. La señorita
'liálofjo con Rapes, trata de desdecirse, cosa que Derby dice a Ropes y a Holroyd que su hermano
E L M I S T E R I O DEL ÓPALO aumenta las sospechas de éste. En una conversa-
c'ón, sostenida por Benct, un viejo pescador, le
insinúa que Holroyd debe ausentarse. Carlos De-
Jansen falta desde hace dos días a su casa. Trench,
el hombre del traje azul, resulta uno de los per-
sonajes más interesantes del relato. En una entre-
'"s, primo de Cushiu;i, conferencia con Bullard y vista con (icoryctle para demostrarle su amor le
inopes, y defiende a. su pariente. El abogado y regala una espléndida esmeralda. Denis trata hi-
Por RUPERT SARGENT HOLLAND Ropes i'OM a la casa de la •.¡clima, descubriendo pócritamente de mezclar a Ana en el crimen. Ro-
unos papeles que testimonian la profesión de ma- pes descubre a un sujeto que tiene una cicatris
Derechos adquiridos por rino de (.iishing. Ropes dice a Bullard que el profunda en el rostro. Este que había cambiado
"Caras y Careta*".
unas palabras con Denis, resulta ser un viejo ma- un aprieto. Trench no perdió la cabeza. Los pla-
rino. Bullard, en una entrevista con Ropes, OCM- nes de acción se le ocurrían velozmente. Halni
mula cargos contra Holroyd. Le pide que éste cuen- reconocido a uno de los que capturaron a la
te sus secretos. Holroyd deja un billete a Ropes, joven. Era Jansen Derby, el muchacho que fue-
anunciando que se marcha de! pueblo. El inejo pes- ra su prisionero en la chora. Sólo precisaba ¡le-
cador Reneí rcalisa otro descubrimiento acerca de gar basta e! yate y con esos hombres que le
¡as entreiñstas de Cotle con la muchacha de "La eran adictos, rodear al enemigo. Eso le daría
Sirena". Ropes sigue a la joven, que subió en un de nuevo posesión de la joven, a la cual no es-
tranvía, para ai-crujuar dónde iba. En la isla, José taba dispuesto a renunciar. Lo ocurrido esa no-
el criado de Trench, da un narcótico a Jack, che entre ambos, era un nuevo incentivo. Para
guardián de un prisionero. Este es Jansen. Des- llegar hasta el límite este de la isla, donde estaba
pués, el mucamo sugicrg a Trench que huya con anclado el yate, el camino más corto era el que
Georgette. Trench sospecha de su criado. Aparece cruzaba el valle hasta llegar a la playa, pero el
Georgette, y prepara la fuga de Jansen. Luego ha- tomarlo significaba peligro de un encuentro con
bla con José, expresando que también sospecha de c! enemigo y el de "ofrecer blanco a los disparos.
su rara conducta. Georgette descubre en el dormito- Lo mejor sería, pues, seguir por entre los arbus-
rio de Trench un cofre, y es sorprendida por su tos que crecían en la ladera de la colín*;. »6guir
enamorado. Según parece, José ha muerto en una hacia la altura y por allí haftaJa playa y luego
explosión, al trotar de empfeiTder carrera en di-
apoderarse del tesoro que rección al cste. El plan
él suponía oculto en et mmmmmm^m estuvo listo en pocos se-
acantilado. Trench. insta ^ m m ^ ^ H gundos. Estaba ya re-
a Georgette para que le ^ ^ n P suelto cuando oyó un
acompañe en un viaje. 5 ruido en la ventana de
^« su dormitorio. •
^ Vio a un hombre sa-
C A P I T U L O XXII car la pierna por ella. Era
José. Estaba siKo y sal-
8ENCH no perdió vo y habia disparado so-
T tiempo, mientras
la joven estaba
afuera: la íugcstión he-
cha por ésta con respec-
bre él en el vestíbulo.
Una rabia espantosa .?e
apoderó de Trench. Jo.jé
lo h a b i a traicionado:
to a las luces, despertó no cayó en la trampa,
nuevamente sus sospe- ni voló en pedazos por
chas. ¿Era quizá una se- el aire, como debía ocu.
ñal arreglada por ella? rrir con la persona que
Así, mientras la joven investigara los secreto*
recorría la terraza, él de la hendidura.de las
ia observaba desde una rocaj.:La explosión es-
ventana, y no perdió de- cuchada momentos an-
talle de lo ocurrido. tes, fué obra del mismo
Como era un hombre de José, quien seguramen-
acción rápida, le bastó te esperaba apoderarse
un vislumbre de la es- del tesoro de so amo de
cena y sin hacer ruido, otra manera. Trench re-
acercóse a la puerta y chinó lo» dientes, juran»
— iHira la cuenta dd taa! iM« «qai to qua do por lo bajo. Habia
la cerró firmemente, to. sido un descuido imper-
mando luego c! cofre de not cuettaa ttu tentativ at da atticidlol
donable creer que José
las joyas. (De "JCaait(»~. Chicat»). estaba eliminado. Trench
La estancia estaba ca . sintió no tener consigo
s o m b r a s a excepción et revólver, para tcrmi»
de la vaga claridad del ftíCSro mortecino. Trench nar con ct criado de ana ve^ pm iaám.
se volvió, ^ una clara intuición le dijo que no Abandoné el refugio del macizo de pino», d¡«
estaba tolo. Alguien %t agaíapaba junto a la rigiéndote hacia el stf, « •"-"f-niéndoíe cerca '
chimenea, cerca de una de tas puertas posterio- de k taécra. iba in.; una sombra
res. Sacó el revólver de! bolsillo, y Ikvaudo Ja apenas perceptible. M..., i;..;... ,.;.,ÍÍ, por encima
caja delante del cuerpo, dio un salto hacia la del hombro. Jo»é había bajado de la ventana, e
cortina del dormitorio. Al mitmo tiempo ie oíé iba en la luisroa dirección que él. Sabía pues que
un disparo. «iU cuaba y que trataría de llegar al yat*, pero
El proyectil dio en uno de los herrajet del ígnorabau o por lo menos asi lo creía Trench,
cofre, desviándose hasta romper nada más que que su amo carecia de arma», y por lo tanto
la manga del saco de Trench; pero el impacto debía seguirlo con gran cautela.
le hizo perder el equilibrio y soltar c! revólver. Las dos sombra.* se movían a lo largo de la
No se atrevió a buscarlo en k obKuridad y cn- colina, tratando de confundirse con la» de loi
dercíindosc, cruzó el espacio ^lue lo separaba érbolt» y roca». Trench mantenfa lo» braíos lir*
del dormitorio, cerrando la puerta trt* de ú. mc« alredeilor del cofre. Ho estaba dispuesto »
Llegó de otro ialto a la ventaii*, por b cual re»«a<i»r a m tetore, « menos que »e viese oWí-
pasó al jardín. Los homhret que habían apriiJo- méo a hacerlo, Jo»é, revólver en mano, escti-
nado a Georgette no estaban ya % la vkta. Sin drifaha el contomo, esperatido citar cerca del
perder tiempo, Trench buscó k protección út enemigo par» úitymu.
na grupo de pino». La dktanda entre ambo» »e ígrandaba, C o « o
No era la primera vei que »« encontraba «o iiB «níinal acowdo, Trench apro^cchab» todo*
CARAJ- y CARErAy 17
los accidentes del terreno, y a! dejar la sombra Ahora sólo tenía que llegar hasta el yate y
'le Un arbusto o saliente rocosa, tenia ya en vis- con la ayuda de algunos de sus hombres, «esca-
ta el siguiente. Su traje azul obscuro se confun. lar a Gcorgctte y castigar a! criado. Se prome-
<lía con la obscuridad. José, en cambio, vestido tía una agradable entrevista con éste en la ca-
•le hilo blanco, era más visible y, sabiéndolo, bina del yate, cuando lo tuviese en sus manos.
tenía que adoptar maj'ores precauciones. Sólo tenía que recorrer una corta distancia des.
Siguieron as! a lo largo del valle, hasta 11c- de las dunas hasta la playa y en cuanto pisó tie-
Rar al sitio donde terminaba la colina, y el rra más firme, echó a andar rápidamente hacia
sendero seguía por un terreno más plano, sem- el este, sin perder de vista el sendero del valle.
brado aquí y allá de árboles raquíticos y retorcí- Al rodear la punta sur de la isla, vio al yate
a s por los vicnto.s, y arbustos de espeso follaje. anclado a corta distancia, mar adentro. La tri-
Desde allí podía ver el océano y, a la distancia, pulación tenía instrucciones precisas. Junto a un
•as luces de su yate pero el suelo ofrecía menos pequeño embarcadero, debía estar esperando uu
refugio y era necesario confiar en la velocidad. bote; pero antes de llegar a remo al yate dsbíi
Un vistazo hacia atrás le indicó el sitio donde atender un último detalle.
aparecía la blanca figura de su perseguidor, Pasó más allá del sitio donde estaba el bote,
siempre sobre la pista. Al llegar al terreno más hasta una playa pedregosa, subiendo desde el'.a,
nivelado. José apresuró c! paso. Trcnch se es- por una faliente rocosa cubierta de algas, hasta
condió detrás de un ár- una serie de acantilado»
"ol. con la esperanza de semejantes a fortaleza!
lue su enemigo hubiese naturales, que caían a
tomado otra dirección; plomo en el mar. Entre
P«ro José no perdía la ellos r u g í a n las olas
pista. Seguía adelante cuando soplaba el hura-
^cautelosamente, pero sin cán, llegando la espuma
vacilar. hasta lo alto del pro-
El único recurso de montorio. Otras veces,
Trench consistía, pues, como la presente, la»
en la velocidad. Aseguró olas lamían continua-
el cofre bajo el brazo y mente Ja base de las ro-
'abandonó la sombra. Una cas, formando, al retirar-
l'ilera de árboles enanos se, espumosos arroyue-
Jiordeaba una zanja, y los por entre las piedras.
Trench se mantuvo en
10 posible pegado a ellos. S O B R E E L
Con la cabeza inclinada, A C A N T I L A D O
^'^hé a correr.
José parecía compren- ^-T-^
RENCtr c o n o c í a
'•^r que gu atno estaba bien el lugar y con
«csarmado, o quizá de- paso firme fuese
^'dió abandonar las pre- hasta una saliente roco-
cauciones, porque tam- sa, colocada a unos seii
bién él echó a correr. Sin metros sobre c! nivel
<^'iidarse de buscar re- del agua. Siguió por ell*
*U8!o, entre los acciden- ha.sta un recodo. La
'f's del terreno, cruzaba saliente conducía a ua«
^1 erial a toda carrera, hondonada de la barran-
t-uando Trench estaba — ¿Quí el lo qu« lo det«rmi!i. ca, m i i allá de la cual
>'or alcanzar las dunas re»i»onder a mi anuncio por el que auhcivaUa formaba sólo una corni-
' crcanaa a la playa, Jo- un compafiero át viaje? sa, demasiado angost»
'• hizo un alto y apun- (De ' Es<iuitt", Chicago). para permitir el paso-
''*')do con cuidado, dis- Trench se detuvo, pues,
J'aró. El otro levantó junto a la hendidura,
'^3 brazos en el aire y cayó de bruces, tendiendo el brazo hacia el interior de la mis-
José to vio rodar hasta «I fondo de la zatijat ma. Sacó de ella ua pedazo de madera, e! cual
En la parte alta de! terreno, estaba e! cofre dejó caer en el agua. Sus dedo» palparon la pie-
«« herrajes de «netaj. Con nueva cautela, José dra en bu»ca de algo, y por fin, se cerraron so-
'l«gó hasta él, lo miró y luego escrutó la hon- bre un anillo de hierro, Irguiéndosc, tiró de él
•ionada. I j obscuridad no permitía ver, pero siiavemente, y torci&jdolo de «o lado a otro logré
'1 hombre se aseguró de que nada se rnoví». al fm mover una caja de meta! empotrswla en la ro-
l'O que le interesaba era el cofre. Sentóse junto ca. Con sumo cuidado tomó la caja en €us manos y
^ él y comenzó a forzar la cerradura con J a la depositó a sus pies, sobre la cornisa. Luego se
lioja de un cuchillo. enderezó, mirando hacia el lugar por donde
Mientra» tanto, un hombre se ponía de pie había venido. En d recodo, tan cerca que %a
*•« una duna cercana. La hoadonad|, tonduda silueta se veía claramente en la noche, se halla-
"asta ella y el hombre que había rodado por «I ba un hombre, revólver en nmno,
«uelo un momento antes, llegó por el fondo de Trench se apoyó contra «1 acantilado, para re-
'« «anja, hasta refugiarse detrás de k elevación cobrar «I equilibrio y la calma mirando flfi-
''c trena, con gran velocidad. E»taba ileso, y mcntc al aparecido.
' Jiiríó al ponerse de pie. — Excelente escondite — dijo d recié» I k t i -
I — H a y un «ola hombre m ti mando, que pue. do. — Lo felicito, capitán.
''« hacer blanco «in fallar cuando está sin re- Tr«wh ipiwé rSiiídíuncnte. No podí» rtímoeéet,
í^etto, y Cié hombre iio c» Jo»4 — tnurmtiró I ^ t r l * 4e é! c s t « ^ el frecipicio y el mar a iu-i pie.*.
Ircncli, — áQué quiere usted? — preguató.
18 C A R A ^ Y CARETAJ'
M UCHO, capitán Trcnch, No creo que ese nera de hacerle pagar a usted la deuda que tiene
haya sido siempre su nombre. En otro
way. Lo mismo da. Ahora quiero reclamar !o
pendiente con el capitán y la tripulación del
tiempo, creo que se llamaba usted Or- bergantín, pero tengo fe en que será posible
hacer sentir e! desprecio de los hombres de bien
necesario para satisfacer una cuenta que ha pur un bellaco de su naturaleza. En cuanto a
quedado en descubierto. Data desde el tiempo nutstra cuestión personal, aquí cobro la prime-
en que usted sobornó al guardafaro del estrecho ra cuota, encontrándolo a solas. ¡Trench, co-
de Macassar. nozco su juego! ¡No po-
— Está u s t e d equi- drá usted d e s h o n r a r
vocado — r e s p o n d i ó nuevamente el mar!
Trench. Una anécdota de don Trench seguía con la
mirada fija en su ene-
— Pagó usted bien al
guardafaro para que no
encendiera su luz y en
Práxedes Mateo Sagasta migo y con el pie, sua-
vemente, iba empujando
cambio encendió otra en El gran político español solía contar a sus la caja hacia el borde
!o alto de! mástil de su amigos este episodio de su vida: de la cornisa.
buque para que el ber- "Ustedes no saben lo que son (naciones — He conocido a mu-
gantín "Ópalo" perdie- con temporal de ¡Imiia. Salí en coche de la chos malvados en el Le-
ra la ruta y se estre- Carotina para Aliseda, y como la tempera' jano Oriente — prosi-
llara contra !a escollera. tura era desagradable y la Utfím la kacía guió Holroyd, — pero
Todo resultó según sus más molesta, iba muy abrigado con man- nunca uno de su calaña.
planes. El bergantín y tas, y les confieso que aquel calorcito me El guardafaro que so-
su tripulación desapare- era muy agradable; pero a cosa de kilóme- bornó usted era un po-
cieron, a excepción de tro y medio de la población se detiene el bre hombre, sin patria
iw hombre, quien fué carruaje: me asomo y veo que había sali- ni ley; e" cambio usted
arrojado a una isla. do a recibirme todo el pueblo con las au- nació entre hombres de
Trench g u a r d ó si- toridades y el párroco al frente. Siendo po- bien y tenia la inteligen-
lencio. der, esto no huiñers tenido nada de parti- cia de la raza blanca. A
—Ese hombre •— con. cular; pero estando fuera de él, era más de ellas Se debió la destruc-
tinuó la voz — lo vio agradecer. Bajé del carruaje, y ¿qué húbía ción del "Ópalo".
a usted en la escollera, de hacer sino seguir con ellos a pie para Hubo una corta pausa,
por la mañana siguiente, el pueblof A pie fuimos todos, precedidos interrumpida sólo por
despojando el buque náu- de una masiva, aguantando la lluvia y re- el ruido de las aguas
frago. Los buzos recu- cordando yo aquel eahrcito del coche. Al golpeando la costa. Lue-
peraron el cargaincnto llegar al pueblo me tñ obligado a recorrer- go, oyóse de nuevo la
entre el cual estaba un lo, sombrero en mano para corresponder a voz de Holroyd'
cofre de joyas que había los vkrns; y cuando entré m la casa donde — Deje esa caja don-
sido especialmente en- me hospedaba, calado hasta los huesos y de está y venga hacia
comendado al h o m b r e deseoso de descanso, supe que los que me mí — ordenó. — Cami-
aquel que miraba hacer habían acompañado deseaban despedirse y ne con los brazos ten-
a los piratas. No supo saludarmt los del futblo. ¿Cómo podía ne- didos hacia arriba. Lo
ttstcd de la existencia de garme a semejante prvtba de consOéración tengo cubierto con el
ese hombre en mucho si también elfos kaMoH ttffmmfaáo la lluvia revólver y si intenta re-
tiempo. No sería extra- como yof belarse, no vacilaré en
ño que, sólo ahora, su- "La recepción duró hora y media, y en hacer fuego. Cuando lle-
piese usted que su crimen cuanto hubo lermitusdo me senté o la mesa; gue a Cate recodo, tenga
había tenido un testigo. pero Ho comí, tenía fuerte dolor de cabeaa cuidado. Hay arriba un
Pero de-icubrió, lo mis- y con gusto me acosté. Al día siguiente se hombre que observa to-
mo que Jacobo Cushing, empeñaron en que tdera unas mmas, y en dos sus movimiento».
que alguien estaba en- hs minas estuve a pesar de que continuaba Trench miró en la di-
terado de esa aventura lloviendo, recibiendo siempre agua y ova- rección indicada, pero «ti
del pasado de ambos. ciones; pero HO podía más y me vi obligO' posición no le permitió
Un hombre indeseable, do a ponerlas término regresando a Madrid, ver. Tenía aán fe cu la
un marino llamado Hol» para h cual busqué una tstaeién que no tu- tripulación del yate, con-
royd. viese pueblo. PregmtUi $i había alguna en tando que, íi llegaba
— <Qué quiere usted? estas condiciones, y me contestaron que hasta ella, podría desa-
— inquirió Trench. —- Venta de Cárdenas. A ella fuimos en ca- fiar a Holra^d y htiir
Haga una propue«ta, ti rruaje para tomar rf trem Mt omeiomti, y con el tesoro.
it trata de dinero. a Madrid me vjne," — 1 Pase por encima
— ¿Dinero? Si. Dine- de la caja! — ordenóle
ro o su equivalente. Y el otro.
íanibién la satisfacción de cambiar una» p a b - Trench levantó el pie derecho, pero en vez de
braj con usted. Hace años que vengo tiptaméa «n paso ^ frente, empujó la caja hacia «1 "wr
- momento.
este con «n inerte puntapié. Tir6»e a su vez al agua
Trench se encogió de hombros, y adeSafltó deicribieBdo una larga trayectori». Su ú\mU
«! pie derecho, de modo que quedarse entre la m. éihmé «pena» a la ¡MZ de k s estrelltí. Hol-
pared rocosa y la caja de metal. r o y 4 demagiado sorprendido para hacer fuego,
— Las Joyas uva na ha vendido osted toda- oyó dos golpe» en el af »a. y nada más.
vía — prosiguió Holroyd. —- Quiero e»o y el (Continuará «o el pr6«imo número)
CARA^ t
CARETA./-
C O M E N T A R I O S
LOS "MERITORIOS" DE LOS empeñar su misión. Atribuíamos esta lamenta-
ble comprobación a la politica de favoritismo
TRIBUNALES llevada a efecto por el anterior ministro de Ins-
trucción Pública. Y cuando hemos kido decla-
En ¡os tribunales de la Capi- raciones del actual en el sentido de corregir tan
tal Federal existe un buen nú- grave deficiencia, confiamos en que esto llega-
mero de empleados llamados ría a ser una realidad. Pero, he aquí que tales
"meritorios". Se trata de perso- propósitos ministeriales parece que no habrán
nas t¡ue prestan servicios perma- de confirmarse en la práctica- En efecto, se nos
nentes en los distintos juzgados, denuncia desde una importante ciudad del inte-
que están sujetos a la disciplina rior, que acaba de ser designado para vicerrec-
y horarios de los mismos, y, sin tor del Colegio Nacional de esa ciudad un señor
embargo, no perciben remuneración alguna. Se de profesión dentista y cuyo.s antecedentes do-
adaptan a esta situación, con la esperanza de centes sc reducen a unos cinco años de ejerci-
que, al producirse vacantes en las oficinas judi- cio de las cátedras de geografía y castellano. Se
ciales, se les llame para cubrirlas. Pero, ocurre nos asegura, además, que dicho señor es pa-
que pasan los años, y los "meritorios" siguen riente del rector del colegio, que es el mismo
haciendo méritos para ser empicados efectivos. a quien nos refiriéramos nosotros en el comen-
Según nuestros informes, hay mieritorios con ac- tario recordado. Se ve, pues, que entre la teo-
tuación más que suficiente como para haber ría y la práctica de los buenos propósitos hay
adquirido comspkto dominio de las tareas: mu- alguna distancia. Y si el caso aquel se genera-
chos hay ron dos, tres y cuatro aftos y alguno» liza, habremos de confirmar con pena que la
hasta con diez, de trabajo honorario y que vana- politica del actual ministerio en cuanto se refie-
mente es;M;ran la retribución estimuladora, la re a las condiciones del personal docente de se-
debida recompensa a tanta labor gratuita reali- gunda enseñanza, tierttfe a perpetuarse en el ac-
zada en beneficio de la institución judicial. Como tual. Y esto seria, evidentemente, desconsola-
esta situación se prolonga y no ha sido contem- dor y dañoso para la docencia secundaria de
plada en el despacho de la comisión especial de! nuestro país.
Congreso que estudió el escalafón judicial, los
"meritorios" de los Tribunales han decidido ha-
cer gcstioiie-s para que se contemple su caso y se
Je arbitre la adecuada solución- En una nota «le- ¿POR QUE NO HAY PREMIOS
vada al Ministro de Justicia, hacen a este fun- OFICIALES DESIERTOS?
cionario un petitorio en tal sentido. Es de espe-
rar que el mismo tenga de parte del señor mi-
nistro, la acogida a que es acreedor, ya que se Los concursos oficiales estable-
trata de un petitorio justo que, por nuestra eidos para estimuíar generosa-
parte, apoyamos decididamente. mtnU la producción de obras poé-
ticas, literarias, musicales, pictóri-
cas, etc. suponen, según parece, el
deber ineluiMt de otorgar los
NOMBRAMIENTOS DE DOCENTES premios. No importa la calidad
dtfeeiuúsa dd Hbrilo, dtl élto, de
SECUNDARIOS ¡a sinfonía o de otras obras presentadas. Los /«-
rodos jamás predican o diciaminaH en desierto,
has condicíoncí que debe re- ese desierto enemigo temible de los malos auto-
unir el personal docente de lo» res. Es decir, que la palabra "deñerto" nunca fi-
jnstitutog de «nsefiauEa depen- gura en los fallos. De esa manera, a cada obra,
"dientes del Ministerio de Ins- aunque invada los limiles de lo mediano, de lo
trucción Pública han sido obje- pésimo y de lo insubstancial, corresponde una re-
to de algún comentario nuestro, compensa, y no se otorga mayor número de estí-
hecho con el ánimo de contri- mulos pecuniarios porque falta la plata. Si no,
buir a que sean corregidos pro- toda maestrito tendria su premiecito. Las lenguas
cedimientos y corruptelas inconvenientes para PtHtnasas dicen por ahí que, aparte de trabajos,
la buena marcha de la cultura d«l país. En al- « ^ wBÍlfl es manifietta, las demás premios son
guna» oportunidades, refiriénáonos al, anterior «emrthé»* meiimttt inflvmcias. La muñeca artis-
«íniítro de aquel ramo, aludimos a! case de un tiea 0 rientifita ét los autores apeh a h que el
tectút de iin colegio nacional del ínterbr qvut es vulgo ttama muñeca, mña, paíama o ftcomeñia-
extranjero f qu^ carece de título como docente eiin. y mñtdm bu ttmgms tAperimis que el "ca-
profesional. Y iilÍaláb»nio« tiimisaio tí hecho mttriUm" ts el tasador it esas muñecas, Ün con-
r«ali»«nte Hamativo dt que oa cttarcnta por'títo- curto m premot dttiertos, cuando te tmsttdai de
te de los docente» de lot institofo» de segunda la Uia»nm armoi» u ^penárk, mit qm certa-
tnmMnm ao posee titulo h»bÍMt«nte para dci- men es *mu "repmtif^ áiiimuloda.
21
CARAX f
CARETAS
17XA^.dA.XTy\^
D E A C T Ú A I J I D A D
LA SOMBRA DE CRAINQUEBILLE para maestras y alumnas- Conclusión: hay que
suspender las clases. Eso de suspender se dice
fácilmente, sin pensar en los perjuicios de di-
Vida Real, la famosa casa edi- versa índole que ocasionan a las alumnas: las
f ^'x;:>. ^
... W- -1 ^
tora de novelas sorprendentes,
ha publicado recién una de sus
narraciones. El protagonista, Ni-
que van a terminar su aprendizaje y las que lo
inician. Los padres solicitan a la dirección de la
escuela que se habilite un lugar dentro de la
canor Gómez García de! Rio, misma, y la directora, accediendo a tan justo
i)rcso en la cárcel de Villa De- pedido, hace que las clases continúen. Pero,
voto, a consecuencia de su for- como no hay salón disponible, las niftas tienen
zada devoción atorrante, resul- que dar clase en el garage. Este, aunque amplio,
ta heredero de un capital. Hace 35 años, él y es frío, sin bastante luz, inadecuado desde todo
su hermano mayor, Pedro, vinieron a Buenos punto de vista, como debe ser un lugar de esa
Aires. Aquél trasladóse al Chubut y éste prefi- especie destinado a un fin bien distinto al que
fió la vida metropolitana; y mientras Pedro se destina actualmente.
distinguíase en la obra de enriquecer la Patago- Mientras tanto la inspección genera! insiste
nia, enriqueciéndose, Nicanor fué víctima de la en la perentoria necesidad de realizar el arreglo
miseria. Ahi está, vestido de andrajos, el hombre y la propietaria persiste «n su negativa. La salud
que ahora inicia un nuevo capitulo de sus aven- de las escolares exige imperativamente que el
turas. cíQtié le reserva la suerte al nuevo rico? •ministro ponga término a esta situación anómala
¿Habrá dejado su mala estrella de perseguirle? y perjudicial ¡por todos conceptos.
¿Gozará en paz de los pesos? ¡Hum! Los influ-
jos astrológicos son impenetrables. Tal vez, lue-
go de pagar lo necesario y algo de lo innecesa-
fio, Nicanor podrá, a los 51 años de su aventu- EL ANTIGUO TEATRO DE
"•cra existencia, darse el gusto de vivir como la FANTOCHES DEL ZOO
«ente; tal vez su sino le siga persiguiendo en-
carnizadamente, porque en la astrologia munda- Las (líiiniaUlús de Dios y del
na hay muchas influencias inescrutables. ¡Ojalá Jardín Zoológico, por más fieras
«na racha benéfica procure a don Nicanor Gómez que sean, ante los ojos asonthra-
García diel Río c] merecido descanso 1 Por si otra dos de la infancia sólo parece»
cosa aconteciera, el anónimo autor de «stas lí- títeres, títeres de una iitofensivi-
neas ge ofrece para administrar "ad honórcm" d<id ejemplar. Los feroces, los in-
el capitalito. dómitos y los mansos ofrecen al
niño visitante una impresión de
fábula, en la que hay asomos de terror y deleites
cárnicos. Las marionetas de Versura añadían a las
EL TECHO DE UNA ESCUELA Y LA lecciones del Zoo un comentario amable. La enst'
AVARICIA DE UNA PROPIETARIA nansa se completaba asi, de una manera lógica.
Los papilas, las mamitas o parientes, guias em^
bobadas de los chiquUimes. los paseaban en el mi'
En estos tiempos en que tan- núsculú e inofensivo trencilo, en las sallverntes
'o ge clama por ia justicia y el llamas, después de tdsitar a los nobles brutos. Ei
derecho, cuesta trabajo admitir teatriilo de Versura desapareció simultáneamente
lúe se registren anomalías in- con eí trencito, para abrir paso a otros represenian-
concebibles, atentatorias contra tcs del progreso. En el mundo d« la gmle grande,
•a vida de niñas que se educan coexisten la locomotora, el autométM, las fieras,
*" una de nuestras escuelas pro- el teatro infantil y los públicos. En el Zea, imagen
fesionales de la Capital. Ya ha pequeña del mundo graneóte, los ttíeres ha» sido
¡legado hasta nosotros las quejas de padres de proscriptos, sin saberse por qu¿. El Guiñol divertía
'as alumnas, a quienes les cuesta creer que el a los pequeños y los grandes, nn ofendió nunca la
winislerio del ramo no haya compclido y em- moral y las buenas costumbres; las marakjas que
plazado a la propietaria del edificio, «^c se nic- ofrece resultan sanas. ¿Por qué la dirección del
Ka a reparar el techo de una de las salas e" «I«* jardín lo prohibe f Emstió un sabio profimda, cufa
{«nciona un curso de cuarto año, por la maftana, bondad tenia mwMsim^ de i^fantS. Aquel m i «
y uno de primero por la tarde. Así las cosas granéate, aquel viejo iránieo, a^ml grtrn sitiar,
desde t\ J» de abril, esto es, desde la iniciación se llamaba. Eduardo Laáiska Hol'mberg,j parece
«Je! ciclo escolar. El centro del cklorraso amcna- que tomó parte m la creación del Jaáln Mmíégkü
*a derrwmbaríc. Técnico» del Ministerio de Jus- y que le gustaban mucha tas mariomttm id sm-
ticia c Instrucción Pública viiítan k escuela y pático Fer^urá. De mto kaeig mnos 33 añ«s felkes.
dictaminan q«« el techo »e derrumbará de un Ahora, el viejo director éil teatriilo pidt fermto
»*5ometno a otro y que CKÍstc verdadero peligro para deleitar o otra gmeroiién de ckii¡uiHas,
22 CARA/Jf CAR£TAJÍ
rante los viajes, como una prolong-ación de su de él; calor de sus miradas. Así ya nunca serian
actividad y su persona; a partir de él, se exten- totalmente extraños para mí aquellos rincones.
dían y crecian en todas sus dimensiones urbanas. En cierto sentido y hasta cierto punto los visita-
I^e él y de lo que él contaba, al volver, nacían ba yo también, cada vez que mi padre, estando
para nosotros, como de un núcleo; tomaban en aquellas ciudades, me había recordado, po-
íorma y aspecto, y perspectiva y ruidos y niéndome allí con su pensamiento y labrando
anécdotas: vivían. de un modo inefable, para cuando un día
, Los padres que no viajan encarcelan bru- llegara yo, mi hueco en el aire. No me he senti-
ralmente a sus hijos en el cajón de ladrillos de do luego forastero en aquellas ciudades donde
sus casas. Les comprimen el alma y el cerebro había estado mi padre, de ]as que tanto había
^ t r e tabiques. Se resentirán siempre de esta oído y a las que me parecía volver después
tara de reclusión, los hijos que un padre reci- de una ausencia, no visitarlas por vez primera,
be de Dios y a quienes cree guardar encerrán- el dia en que llegaba a conocerlas.
"íolos tan hondo en su hoyo de argamasa y
^1 que no les da el aire, ni los alegra el
*ol; que los comen el moho y los gusanos.
•Han (le viajar los padres para que los hijos
sueñen. Para que sueñen en la buena direc-
ción: que es sobre carriles de realidad y de
P OR este procedimiento se hacen las Mecas,
las Jerusalem, las Roma de San Pedro,
las Compostela de Santiago: todas las ciu-
dades sagradas de la historia, núcleos de reli-
verdad. Y no bastan los paseos por la ciudad gión, que ligan en efecto y traban a los hombres
"ativa. La ciudad donde está nuestra casa la en familias del alma. Viaje por antonomasia
Vemos siempre en función de nuestra casa; es la vida. Y honor y decoro de los viajes, las
^e trata de calles añadidas a nuestra calle y en peregrinaciones en que andan las almas tirando
*sa red para nuestro uso, no nos lib-amos de los cuerpos por caminos de tierra, para que
^e egoísmo.. Viajar es salir del ámbito acostum- los cuerpos se santifiquen alguna vez en
brado, conocido. Pero es, por encima de todo, correría desinteresada, de pura espirítualidadi
Salir de nosotros mismos: iV a los demás. Ningún bajo interés, para que realmente sean
tales, debe promover las peregrinaciones, ilu-
minadas a lo lejos de una limpia luz espiritual;
pero, unas cuantas peregrinaciones han hecho
'4^1^
Dickmann:
— He causado admiración
porque, sin limar aristas,
pedí una investigación
sobre la oculta actuación
de residentes nazistas.
Y unos me suelen decir
que lo bago por bien servir
a esta patria bendecida,
y otros, que es por temor de ir
a la Tierra Prometida.
Padilla:
— Si Repetto un sosegate
me dio al notar la porfía
con que restringir pedía
la siembra de yerba mate,
pienso que un golpe certero
será si le digo que
mi decreto anularé
si él se convierte en matero.
Sé que su genio telúrico
a riesgo tal no se atreve,
ya que, según dicen, bebe
tan sólo ácido sulfúrico.
Ortiz:
— Creo que Coil tiene razón
cuando, al ver los Tribunales,
dice que exigen sus males
una brava operación.
Y, ante el asunto García,
que e$ el asunto del día,
mi ánimo también se embarca
con el del ministro amigo
e, imitando a Hámlet, digo;
"Algo hay feo en Dinamarca"..,
CARA/ Y CARHTAJ" 27
Coro de jueces:
— Singular es el famoso testamento de García.
La Cámara dijo: "Es bueno". Y el juez del crimen: "Es malo".
Aunque dicho documento vio en París la luz del día,
parece, por lo molesto, de los griegos un regalo.
Los unos dicen que sí,
los otros dicen que no,
u y, terciando en la porfía,
«-. nosotros, con ironía,
decimos: ¿'Pero García
existió?...
FNriTFSTA
JLJ I " \^ \J JL-J kj X ZX
K .1 DIOTELE FÓNICA
i%u.€leodyne^ ei iónico que da fuerza, ítfrocera durante \ I
ente invierna nnlnbles audiciones rriditttclefúnicas.
Colabore con nosotros para alcansar el éxito que mere-
cerá esta
AUDICIÓN "X"
ISI\ICI.ÍLOBYISÍÍ:
IJtírarff^ T/ié'fí^M At?ra. irfs veces por semana, tisteot oirá
por Radio LO (^( f¡ HAS LE GUSTE. Tómese pues la
moiestia de escribirnos sin olvidar de llenar e incluir el
CUPÓN, poniendo en el sobre: **Encuesta Radiotelefónica,
Sarmiento 58L Bs. Aires^\
V %a n ( o . J n g Ie s a
LM mayor farmacia del mundo
Sarmiento y Florida Buenos Aires
>
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N V resumid*»' s
-<
n
pona** >
iáe 9 f 4 « ' ' ^ 5
r
OBSEQUIO X -orC* ¿et»
lie»*
3l ,^
1
C A R A / Y CARETAy
Btngume ofrecido en el Jockey Club al doctor Ormachea Zalles por /•! ministro
de Bolivií en Buenos Aires, doctor Karique Finot, con asistencii del ministro
4» Instrucciátt Pública de la Nación doctor Col! y dettacados diplomiiicos e
intelectuales,
tfRANTE «a brB»« Mtads en ntiestra capital, el doctor Héctor Ormaechea
D Zalles fué ob}«to áe elocuentes demostracioneí d« «tn«i>stt«, i>sr part« de
dmtassáM Intelectuslea argentinos.
Al írent» de! rectorado de la Universidsd de "S»n André»'* en Ja et^ital W t -
*taim, »! doctor Ormache» Zalle» ha reailsado on» «ecléí» eoiwtructlsa de primer
erd«n, no «otsmente en lo que retpectti al desenvolirtatimto ealtnral d« I> fns«
Utnelún, sino s «u estructura social como orfru>t*nao •ntteomo y en lo que
«OBipete a sus fecnrto* tinanclero*. Se ext>ltea «(t« f^urKirntent» lBt«irr«l d«
l« Universidad imcefta, tentendo en cuenta la calidad Inteleettirs d« «a teetor d*
eaodalosa versación como unl*er«lt*rio, y en el caron! d« ta« flaantsa f la
«e«Bon»(a nacional. El docto? Ormaehe» ZalJw áe«e«»eAi 9em Mito tí mlntolaiis Dt, Héctot Otmaehet Zslles
de Uaeicnds durante ta preiidencia del doctor tejada 8Msaa«,
CARAy Y CARETAJ^ 31
Paréntesis humorístico
Estufas "VOLCAN**
( P a t e n t a d a )
A GAS DE KEROSENE
LA MAS MODERNA
Pida proii>«etot N" 186
C H A R E T A & C í a .
ALSINA 968 • U. T . 38-8511-2 • Buent»! Aira*.
Combata su OBESIDAD
Use una FAJA de CASA PORTA y podri reducir m
vientre sin necesidad de rígimen ni drogas. Usar un.'4
Faja de Casa Porta es hacer un tratamiento contra In
obesidadp porque reduce el vientre sin aplastarlo mediante
un ajuste anatómico, libre de molestas presionea. Si Vd. yn
ha usado faja sin resultada, recuerde que laa .Fajas de
CASA PORTA no son tajas comunet, sino faja* cortadas
científicamente y confeccionadas con materiaie* resistentes
cumo para un fuerte uso durante aAos. Y «a cuttnto a su
precio. . • compruébele usted mismo concurriendo a ku
rütablecimient» o U s a solicitando cat&logo ai reside m
el Interior.
Estampas de la moda
4
.•23
EN EL GARLITO
Por CARLOS SCHÓNHERR
se iba, Romo se frotaba !ai era una avispada beldad peli- — Suenan bien — apuntó
manos con beatífica satisfac- rroja. El vaquero de Romo con frialdad el campesino.
ción: entróle -en la granja, sobre Ella midió de pies a cabeza
— Gracias, ya 3o he pro- ana carretilla de mano, el flo- a su nuevo amo, y pensó:
bado. reado cofre a«uL — ¿A un granjero tan po-
Por esta razón, en la gran- — ¿Es ésta la casa de To- quita cosa no lo han podido
ja de Romo habia un incesan- más Romo? atrapar? iJa, ja! ¡En tres días
te cambio de amas de llaves. — Sí, yo soy Romo. es miol
A\ campesino le complacían — Dios te guarde, Ronao; yo Stumpfl observaba si en la
mucho los cambios. soy el ama de llave» nueva y mirada y las palabras de su
— Cuando llega un ama me llamo María Cogollo. — ama de llaves había el intento
nueva, me da una alegría, y Diciendo esto saludó al viudo "de atraparle". Con el trans-
cuando se marcha, me la da y le tendió iu robusta mano, curro del tiempo se había
mayor sún- bien metida en carne». vuelto maestro en esta clase
Romo no salía de tales ale- — Bien venida, Maria Co- de observaciones. Supo, pues,
grías. El día antes se había gollo, — contestó Stumpfl. traducir la mirada de la recién
despedido un ama muy nari- — No suenan mal junto» —* ¡Puedes contemplarme!
guda y hoy entraba otra "nue- nuestro* dos nombres, Cogollo llegada, y dijo para si:
va" con las esperanzas vírge- y Romo, — dijo, riendo, la No sacarás de mí más que
nes. La nueva ama de llaves "nueva". ¡ai otras.
La nueva ama de
llaves echó una ojeada
en torno suyo por la
'>ien acomodada habi-
tación, y luego dijo:
— ¡Todo se me ha-
ce tan familiar como
si hiciera tres años que
«stoy aquí! Me parece
••'": el granjero Romo
y \o..., o sea nosotros
, nos llevaremos
— Así lo espero —
susurró el buen cam-
pesino, entornando los
ojillos. — Y si no fue-
ra así, con irse cada
uno por su lado.,.
La misma tarde sen-
tóse María con toda
comodidad, junto a la
ventana, a coser unos
pantalones del granje-
ro. Es decir, hacía co-
mo si cosiera. Para tan
• 5%flS ES
difícil faena arreman-
góse los carnosos bra-
zos hasta más arriba
del codo. Cuando el
campcaino entró en la
cocina y vi6 sentada a
su nueva servidora con
sus pantalones en la
falda, murmuró para sí-
— 1 Hola I ¡Un po-
«luifo temprano «» pa-
P ORQUE ertl concentrada; e» una
crema dental científtcamentc pre-
parada para que rinda más. Recuér-
tleies, «lí«i»aado msnehu' amati-
Ilentas cuiwrftetate* y lat parttculat
de alimentos fermentantes. Combate
ra mcter*e con mis
pantalonesl — A su
dclb usted; basta con u»ar un ícntl- y arrastra inñnitot gérnienea, aiei»- entrada, comenzó el
inetro en un cepillo seco. pre peligrosos en la boca. ama a dar puntos con
Pruebe usted Rotynoa, y veri lo toda su alma, dibujan-
Cuando usted usa Kolyno», »o fácil que e« conservar la dentadura
cipuma germicida y vigorizante brillaate y etomctiv»; y la« eneía» do grandes arcos con
llega a todas las cavidades e tntcni» ftrmM y tuuM, la aguja para mostrar
ventajosamente la re-
th-r-'t^n v,i ^snrfM £•• K«fyilM dondez de sus braiog,
LA CREMA OINTAL al mismo tiempo que
i'u-nújica aseguraba una y otra
vez:
F'ElrDmax
can °*'Jo en su cráneo de
^ n Pesmo. Y ahora todas las
n, ¡^""es «e le mostraban como
nup^^*' ^°^^^ por "luy alta)
"arl*^ ereyeran, sin rcflcxio-
desí» j " * ^ instante, qucríao
liom!f^'' ''*'*« «' granjero
lavah ""•* ' ^ ' " ° '* Cogollo la Ú N I C A de resultados duraderoi.
« u S ^ ° " *** mangas muy En vtnta «n todat ías butna» casa» dal ramo,
bjj '"as la vajilla y no aparta- ÚNICOS INTRODUCTORES!
da]'"« ow» de ave de rapifta. FANAL Soc. Resp. Uda. - Perú 139 - B». A».
'•a«m" • ** donde te hallaba el
'aba * ' " ° ' "^ »«ietítraí ejccu-
»ient™ t^bajo cantaba, po- • / ^ r* * T* I C* Sírv«n» rpmitícíue el interesante Catélogo «sbr» |
» VJ K A I 1 3 I«» modernae límparas PETROMAX RAPIO. |
!it ,, *" «Ho toda k gracia
'J"« era capaz: N&mbr Pueble. •
rAVj*J- Y CARETA/
^La música clásica es expresiva de mornecitos de jazz: "Muy agradable mi«tras no intente »er
a.ma e imitativa de momentos de Natura!«a (los música".
fiurmuüos de la Selva; la tormenta de la Pas- Es indudable que la técnica moderna ha abier-
toral). to un nuevo mundo armónico que magistralmente
La música moderna es esencialmente copiativa utiliza Alberto Williams al fundir y entremezclar
"* ruidos mecánicos — fundiciones, trenes en las armonías clásicas y modernas ca cowjijiitos de
fiarcha; — el maestro Williams dice muy espiri- gran irisado tonal.
"almcntc; "Si los ruidos molestan, con más razóa Durante su última estada «n Mar del Plata ei
'* fnúsica que ¡os Jmita". maestro compuso su Octava Sinfonía en fa mem>r.
* creo que es la verdad, cuando se viaja, se re- La siníonia es la expresión musical más pura,
*'Kna al ruido del tren en holocausto al paisaje o exenta de decorados y despojada de personaje». To-
* Tin destino, pero ir a un concierto a oír el cla- do en ella es el juegp de los sonidos.
""^f de locomotoras lanzadas en las tinieblas a En sus creaciones sinfónicas, c! maestro sigue a
^siocidades fantáíticas (Honnegcr) es franca- Beethovcn —- cosa que es de lamentar, porque así
»nentc desolador. sólo escribirá nueve — aunque con variaciones téc-
En realidad queda un grai\ consuelo: <jue cuan- nicas notables.
^ la ingeniería suprima por completo los ruidos Después de su segunda sinfonía, el maestro
níLj ''«"«s, estas composiciones serán históricas y acompaña sus temas con imágeties poética» que son
í ' ^ ' ' ^ figurar muy digna y decorosamente como como sugestiones de la idea musical. Asi la octava
*>''ao iitKtraiivo de algún museo de transporte». sinfonía ~ llamada La Esfinge — está cwnpuesta
A cierta clase de autores contemporáneos podría- sobre un texto poético de admirable sugerencia,
**'« aplicar aquel concepto de Bcrgamm sobre el Y con las "Danzas Argentinas" llega Alberto
Williams al opus
J97, muestra per-
fecta d« tana vid»
enormemente ac-
•^- -i , /. tiva, cuya «Ara.
magnificada por
t a l e n t o »npre-
mo y e s p í r i t u
finísimo, e o t l .
teoe a í« Argoa-
^^¿:^^^^^^=:^Jí:^^;-±A^3ftx=^:::^.X^^^^ tíaa y c«! ella »i
arte aatv^ítL
CoMiifo ialcM 4«
te*a otéate é*\
•««grate qw! r».
vate la^ nr«k«M é»
38 CARA/ 7 rARETAy
Sutilezas
gráficas
— Y ahora, estimados
oyente», le cedo la palabra
al feliz ganador del concur-
so, quien acaba de recibir
tomo prn&io una linda cor.
bata.
(De Va et La. Paríj)
--- ¿ Y estos pies ?. ¿De quién lOO e»tos pies? ¿Qué te parece este "pelit-gris", che Tton-
¡Conteste o disparo 1 comí
(De Macíanne, París) (De Marianne, París)
LAS ESCALERAS
LE MORTIFICABAN
L« costaba nibírlas y bajarlas
Siete años con reumatismo
Esta mujer, — om viuda, — tiene ua meaatje ée
«•peranxa para todos Sos que «ufr«n de tetnwliaiM».
Sufrió otm áaiorm {K»' siete afioi, y, cin emberiro,
coa "Kraadien" •« alivió de
Ete MM «xrfte: "Yo «oy UM ? t a ^ de SS tmem de
«dad, y por ticte «fio* he íufrido terribieoMaue áe rm-
malte» mmmMt y gota nmoiticA. Htuu ám aftas
mj pedia dabkr les rodütet ai bajar !M tmtútam. Me El ctttis «e
d<A«|a rciéaiar pam faaj&r, y )u«go d<Ma egorrenne
de la tsaraadMia para parara». HeoMitai^i de ns bat- conserva iuvenif,
téo para camiair. Luego, en 1«» prímerot dj«» <k strave, terso," adorable*
abrU ád afio paaado me r«ccMi>eod«r<w tocner Saíe» cuaftdo íe cuida a dia-
KfMdiea, COBO?^ ia» fraaeo y ajiíw» de que é«t« »e rio con ta
tennéfittiía comeacé a aentiraie más igi! y mejor. He
continuado c«j eate aisteroa áetde entonce» y abara
puedo caminar con toda ocmiodidod". — Sra. F. M. T,
El reumatismo, como la gota y el }uniÍM«o, tiene *ti
tREma
ortge» tíí la pereja ime»tina¡ — !a ioao^ecfaada saxt- DE HCEL Y AUMENDHflS
vitámá^ <k deaperdwÍM y !« «onMcawte fotwacíéa
ét fsm t»e«to de ieido Airko. Si uated ^ i e r a vw ia«
pmM» «gndaí ék ioi o t e á i s de AcMo irksc baj« «o
mi«rwM«^, fácjtaiaií* «omprenderi» porque mmam
Ninoi
R«w fa cara, «<ello. «sdw, c"
mm coí^Bhsi Mores. Y « s«ted podiew wm tomo mafm y htam. -^ múa.tri.
"Krmrími" d*MfíI« tes afMadaa «ri«in dt ew» ««»-
i»lea, y íw^a iM díMetve pcM* sso^ltío, «ttatte de ArteatiB*.
«^««te «w noDotfcNi M «M e»e tmttttmto fort»m- En fr««e«»» i**ám
nt^te tM»e que tmerriivM»a 1M acéaiecw éeUmm éá 0.70
La "nueva" volvió a apretar cierto cómo me llamo Tomás — I Qué delicia abrazar a ese
los labios y respoadió en tono Romo. — Y echósft al coleto un manojo de sarmientos t — Lue-
brere; grao trago, como si pusiera por go, continuó:
— No volveré a necesitarlo. testigo a su botillo consolador. —¿Y si no *e presenta na-
Romo comenzó a rascarse de- Julia Lista apretó los dientes die?
trás de la oreja. tan fuertemente como pudo y Sin levantar la vista de la
—jDiablo! lEsto se llama dijo: ropa, Julia Lista hizo una afir-
osadía 1 ¡Te aseguro que lo ne- — No quería saber más que mación rotunda:
cesitarás, y pronto! esto. — Ya se ha presentado uno.
Por la nodw. cuando Julia Ekitonces dio las buenas no- — ¿Y cómo vas entonces a
Lista lavaba los platos, entró ches, volvió la espalda, tiesa co- nevar tu ajuar, si has regalado
Romo, sacó el botillo de su mo un huso, y se fué a dor- tu baúl?
hornacina y celebró la llegada mir. Julia Lista se limitó a apre-
de "la nueva" con su acostum- Romo la vio marcharse con tar los labios fuertemente, se-
bra<to: "iVaya!, un traguito la boca abierta. Ckm el desa- gún sia costumbre, y después
para refrescar el gaznate 1" — gradable sexo femenino, no po- dijo, encogiéndose de hombros:
Para eUo se acomodó en el obs- día él nunca saber a qué carta — No ha de hacerme falta.
curo rincón que le servía de quedarse. Propúsose estar siem- Romo trató durante un rato
observatorio y recorrió con sus pre al acecho y cortar las alas de remover el tema del baúl,
ratoniles ojos la huesosa figu- a aquel pájaro, en cuanto pre- indagando el porqué de sus
ra de Julia Lista, iluminada por tendiese volar demasiado. Ua palabras; pero el ama de llaves
el fuego, con el pelo liso y día u otro se pondría al descu- no dio otra respuesta. Ojnti-
p e i n a d o ascéticamente hacia bierto en Julia Lista el afán nuó sentada y muy tiesa, co-
atrás. En aquel rostro duro no de marido que todo el "muje- siendo "con recato de soltera"
«e transparentaba deseo alguno río" lleva en sí; pero el afán las piezas de su ajuar. Cuando
de conquista. Ejecutaba «u tra- en cuestión no se reveló esta Romo salió de la estancia, sa-
bajo como ima máquina y de vez. El ama ejecutaba su tra- cudiendo la cabeza, le siguió
vez en cuando dirigía al gran- bajo con "recato de soltera"; ella con la vista, abriendo unos
jero xaia malévola mirada de lo limpiaba y pulía todo y no le ojos como platos y sonriendo
soslayo, hasta que Romo le pre- importaba un comino el amo ni diabólicamente,
guntó comedidamente: los mozos. Por lo visto consi- —i No atrapar a un campesi-
deraba a los hombres como de no como éstel ¡No hay cuida-
— ¿Te estorbo, Julia Lista? una raza inferior, absolutamen-
Ella se volvió bruscamente te despreciable. Romo no des- do de que se me escape I
—Granjero, yo hago mi tra- viaba de ella sus ojos descon- Romo, en tanto, revolvía el
bajo y no me ocupo de nada fiados. No le hacía gracia que caso en su imaginación, sin sa-
más. Julia Lista hubiera asegurado car nada en claro.
A lo que replicó el campe- que ya no volvería a necesitar — Siempre me repite que ya
sino: el baúl y, así, andaba dando no necesitará el baúl y ahora
— No hay que enfadarse por vueltas a su nueva ama de lla- asegura eso del casorio. ¿Qué
que esté yo también en el mun- ves como la zorra a un cebo querrá decir? — Nada: aque-
do, Julia Lista. — Y bebió ua sospechoso. lla mujer misteriosa habia de
trago del botillo. salir de la casa. De esto sí que
Julia se limitó a encogerse Un día la encontró por la íar- no cabía duda.
de hombros y acabó su trabajo de en el comedor, junto a la Por San Miguel quiso poner
de la cocina. Después secóse las ventana, sentada, con un mon- en práctica su intención. En es-
manos, colgó el delantal de co- tón enorme de lienzo y cosien- ta época acostumbraba Romo a
cina de su correspondiente cla- do con ahinco. El acercóse a revisar el estado de las provi-
vo y se plantó delante del cam- ella y contempló un rato su tra. siones. Pedía de pronto, con evL
pesino. Miróle con sus ojos bajo. Ella continuó cosiendo sin dente terror del ama de llaves
fríos de reflejos gatunos, de levantar los ojos. ¡ Pobre Ro- de tumo, las llaves del arma-
un modo tan penetrante e inci- mo! Para Julia Lista, como si rio de la manteca, del depósi-
sivo, que involuntariamente Ro- no existieras. El campesino ca- to de las papaa y del cuarto
mo se abrochó la chaqueta. rraspeó un par de veces y lue- donde se guardaba el tocino. El
— Parece que en la granja go se decidió a hablar. resultado de la revisión era ca-
de Romo se cambia de ams ~ i Estás haciendo caraÍMu, da vez un escándalo mayúsculo
listante a menudo. Julia Lista? que llevaba como consecuencia
— Sí; eso mismo. el inmediato despido del ama
— Sí, mucho, de llaves. Pensó, por consiguien-
— ¿Cómo es eso? — j Y allí me parece que hay te, que por San Miguel pon-
— iPi«s.,. siendo. manteles ? dría también en la puerta, con
— ¿Por ventura en la gran- —Bien puede ser. particular alegría, a aquel es-
ja de Romo no se guarda el —Y aquello de allí lao too párrago seco.
respeto debido a! recato de un sábanas ?
ama de llaves soltera? — Ni más ni menos. — Te aseguro... te aseguro
— i Ya lo creo que se guar- El campesino carraspeó de nue- que todavía necesitarás el baúl.
da!— aseguró con viveza Ro- vo, como si se le hubiera atra- En tes días de las ferias de
mo. — I Siempre y por todos gantado un fraile con capu<áj» San Miguel, en ocasión en que
«aceptos! y todo. Romo se habia ido al mercado
— ¿O tal vez »e hace algtjna — Dime, Julia Lista, ¿te es- con dos becerros, y los mozos
proposición de matrimonio o al- tás preparawlo el ajuar de bo- teaían que hacer en el campo,
t o por el estilo? da? ¿Piensas casarte? se detuvo en la granja el reca-
~ N o , gracia»; ya lo he pro- —I Por qué no, si se presen- dero de Weitenbrunner, con el
bado — repu» con una sonrisa ta alguien con intenciona hon- carro cargado de arroz, de man-
amarga Romo.— No se hace radas ? teca y de unos cuantos gran-
oferta de ninguna clase, tan —iDianlre! — p«»s6 Romo. des trozos de tocino. Julia Lis-
CARy\y Y CAR£TAy 41
ta transportó cuidadosamente es-
ws provisiones a la casa.
—¿Para qué tanto tocino?—
preguntó e! recadero por decir
*'go- Julia Lista apretó fuerte-
mente los labios y respondió:
•—i Con tocino se cazan los
ratones! — Luego ayudó toda-
"^•a a descargar una docena de
sacos de papas, lo pagó todo
"« las economías de su salario
y deseó buen viaje al recadero.
liaste dio las gracias por e! cn-
^argo y prosiguió su camino.
Julia repartió equitativamente
las provisiones adquiridas y aca-
baba de termitiar la operación
•Cuando Romo llegó de! mcrca-
'^- A.11Í donde se encuentra uno
•^on tanta gente, había manifes-
tado en confianza que la escuá-
lida Julia era una persona re-
Pugnante que no entendía ni piz-
ca del cuidado de una casa.
Luego que se Inilx) puesto sos
^^omodas ropas caseras, tomó por
OVOM/ILTINA
primera provideticia el botillo y
extrajo de él "un traguito para Conviene a los niños," porque
•"^frcscar el gaznate". Julia, que AUMENTA El APETITO,
'conocía la costumbre de ,su amo,
abrió nujcho los ojos, y dijo sor- CALMA LOS NERVIOS,
Prendida; -— ¿Hay acaso algún
"^^mbio hoy? — Pero c! granje- ACTIVA EL CRECIMIENTO,
•"o lio hizo más que sonreír co«i FORTIFICA El ORGANISMO.
^ocarronería, y dijo luego en el
'Olio niás halagador: Por'• estas razones, las mamitas inteligentes
. ""-! Julia, hágame e! favor de
las llaves! — y furtivamínte la agregan siempre 2 6 3 cucharaditas de Ovomaltina
escudriñaba para ver qué cara a la leche que dan a sus hijitos.
P^uía. Pero Julia Lista no pes-
taiieó siquiera. Desató c<xi !a Con esto, mejoran el estado general de los ni-
'iiayor calma el manojo de Ua- ños sin cargarles el estómago.
^^s pendiente de sus flacas ca-
"*i"as, y dijo con la expresión \ Catorce fábricas en todo el mundo, surten a
"'•w indiferente del mundo. los millones de personas que la toman.
•—Aquí están, mi amo.
Romo púsose en movimiento ¡ SEÑORA! Si su niño es débil y desganado,
Con' el manojo de llaves, como
^'. se tratara de una cuestión de aumente su vitalidad dándole. .
^ida o muerte. Julia Lista iba a
^u lado sin apariencia alguna de
Wmor. El campesino entró pri-
•flero en el cuarto de! tocino;
^ueria agarrar al toro por .los
•cuernos, iwrque en el tocino era
donde faltaba siempre más can-
OVOMALT
tidad. En los ahumados trozos Fobrlconloi Df A WANOER, S A . Bii.-no (Sulzoi
^« tiotaban unas mellas que pa- Concmionatlo- A PEStONE - C6í<tobo 2427 . guenoi Aiiei
"•«cían hechas por los dientes de
*fi gigante. ,' ,
, Las amas de llaves tenían EVITE EL CONTAGIO DE LAS ANGINAS
Siempre dispuestas sus excusas. La angina es una enfermedad muy frecuente y molesta, y, por Us
J7 i Cómo se ha encogido! — o complicaciones seria» que puede originar debe ner evitada, especialmente
bien — ¡ Dios mío, lo que han en esta ¿poca, en que los cambios bruscos de temperatura al daftar las
vfus respiratorias, favorecen la anidación de gérmenes infecciosos y en
"<'cho los ratones 1 consecuencia la produccióíi de anginas u otros procesos cuyo punto de
Romo dio vuelta a la llave, partida es la boca: (Amigdalitis, Laringitis, Flemones, GHpa* etc.>.
entró y miró el techo, sin que P a r a evitar el contagio de estas afeccione» es necesaria la desínfecctén
bucali cuidar los resfríos y sobre todo, hallándose en lugares áe agio*
*e atreviera a creer lo que veía. meracíón, conviene llevar en la boca un antiséptico que destruya los
Allí colgaban, sin mella alguna, gérmenes antes de que puedan actuar.
'ífs más hermosas lonjas de to- P a r a ello hay varios métodos, pero aconsejamos el uso díel Formilrol,
que es fácil hsllarlo en cualquier farmacia^ por ser e! más sencillo y « e g u r ^
ti«io. ¡Y qué lotijas! Romo apo- además de ser agradable.
yó en la pared la escalera en- E s t a s pastiUas al disolverse desarrollan formaldehidlo, que al penetrar
•it;grccida por el humo — Julia en todos los intersticios constituye no sol» una barrera infranqueabla.
sino que mejora también tos procesos ya desarrollados.
I-ista se la sostenía — y exami- Dichas pastillas son a la vez muy útiles para las persona» Que t r a t a n
nó los trozos por todos los la- o cuidan «nfermos contagiosos*
42 C A R A / Y CARETAS
dos. Uno a uno hundió en ellos el paso casi humildemente; en — ¿Cómo te las has compues-
su cuchillo; no había trampa, sus ojos retozaba la alegría y en to? — preguntó de nuevo, en-
todo era auténtico y tangible su cara se dibujó una sonrisa que tregando, lleno de respeto, el
tocino. ensanchaba su boca de una oreja manojo de llaves a Julia.
Cuando bajó de la escalera, no a otra. Ahora sólo le faltaba ver — ¿Cómo lo he hecho? —
sabía qué decir; pero todavía no el cuarto de las papas. Los ojos contestó ella con ira. — Por-
se dio por convencido. parecían salírsek de las órbi- que las demás no tenían en la
— Ha economizado el tocino tas al contemplar aquellas im- cabeza más que su afán de ca-
— pensó; — mas, por lo mismo ponentes montañas de papas. sorio y descuidaban la vigilan-
me habrá gastado toda la man- Revolvió con ahinco los monto- cia de la casa. ¡ No es otra co-
teca, i Pronto te desenmascaré! nes para cerciorarse de que no sa! — Luego atóse de nuevo el
Gsn estudiada frialdad se di- habían añadido piedras; pero manojo de llaves a las flacas
rigió al armario de la manteca, todo eran papas, buenas y car- caderas y sin preocuparse más
buscó la llave y abrió la puerta. nosas, y no se encontró una so- del campesino se marchó a sus
Allí le aguardaba una segunda la podrida. No cabe describir quehaceres.
sorpresa. Tiesos, en fila, como con qué ojos miró entonces Ro- Romo se instaló en su rincón
granaderos prusianos, se veían mo a Julia Lista. Al principio no de la cocina y bebió "un tragui-
allí los botes de manteca. podía hablar, y sólo balbuceó. to, para refrescar el gaznate".
— ¡ Gsn tal que no estén va- — Mujer ¿entiendes acaso de Lo tenía destinado a la celebra-
cíos! — argüyó Romo para sí. brujería? ción del despido de Julia Lista;
— No huelo nada. Julia Lista respondió negati- pero lo bebió, por el contrario,
Levantó la tapa de cada bo- vamente y aseguró que todo se en su honor, para que en ade-
te; todo estaba lleno hasta el había conseguido por medios lante continuara ejecutando sus
borde de manteca de un ama- naturales. cualidades económicas en la
rillo dorado. — Las otras me lo malgasta- granja de Romo.
En su acallada suspicacia hun- ban y consumían todo; aun te- — Mi estimada Julia — le di-
dió Romo un palito de madera nía yo que comprar fuera de ca- jo, después de haberse aclarado
hasta el fondo de cada bote. ¡ To- sa, mientras flue ahora he de la voz lo suficiente, carraspean-
do, todo era manteca. vender papas, manteca y toci- do. — Ahora es cuando creo que
Tampoco dijo ahora palabra no para que no se me estropeen. no necesitarás ya más el baúl.
alguna a Julia cuando volvió a —Romo, loco de contento, no aca- Tú serás siempre el ama de lla-
cerrar el armario; pero ¡e cedió baba de comprender lo sucedido. ves de mi granja.
Cuando Julia Lista oyó la ex-
presión "ama de llaves", apre-
C ASA I 9 » MU
La más importante en máquinas para coser y
E t ASO I«X4
bordar, nuevas o de oca-
tó sus delgados labios lo más
BJón a precios muy reducidos. Usadas, desde $ 4S.— hasta $ 160.
fuertemente que pudo. Luego se
I Nuevas, marcas "MASCOTA", las mejo. plantó delante del campesino tan
res del mundo, garantizadas por 10 afios. larga y flaca como era, y le di-
' Máquinas de escribir de todas jo en tono severo:
'marcas, desde $ 8 S . — hasta
$ 250.— R e p u e s t o s , cintas y — ¡ Granjero, yo no soy la es-
,aeujas de todos sistemas. VeotaE timada Julia de nadie! i No soy
por mayor y menor. una cualquiera! — Y salió de la
Solicite Catálogo.
S A L T A , 9 2 • Bueno* Aire*. cocina. De buen o de mal gra-
do tuvo Romo que dejar su rin-
cón para ir detrás de su servi-
dora, porque ningún campesino
D» ti«n«raetora Influeocb ea «I 4a»aúa ib l<u n . » . de este mísero mundo se atre-
««.AMOR DICHA. F O R T W i t l ^ , V " ÍSÍI?. vería a prescindir de semejante
ftririo aUoIaUment. GRATIS. PUa iniuáe"«.; potencia económica. Deslizóse
N.OVELT.ES JEWEUa C o " t a " . „ * , r 7 S r » I L " « S * . . JUr..,, hasta el patio y desde fuera mi.
ró por la ventana; pero al des-
cubrirle Julia, cerró los posti-
"ARIAS" la Talabartería de los Estancieros, gos para no perder su "recato
Ofrece Artículos a más Bajos Precios-^e Plaza. de soltera".
— No me puede tragar —
¡RECLAME! murmuró medio encokrizaido
Romo. — i Demasiado lo veo!
68. - - BOTAS de vaqueta ii*a Pero Julia se reía para sus
y dMe sucia impermeaUe, có- adentros en la cocina.
modas, hechura fuerte ^—¿No atrapar a un campe-
y de dunación . . 12.90 sino como éste? ¡Vaya! ¡No
66. — Otro modelo con-* fí on hay cuidado de que se me es-
vettiente, desde . . . $ 1 U . cape!
80Í. — FRENOS de
acero niquelado, nue- SoliciU Catálogo Cratim d: Al otro día, después de comer,
va f o r m a corazón, Talabartería a; trocó el ama su delantal azul de
hechos • mano, fuer- cocina por uno blanco mejor, y
tes y muy coscoje- M A N U E L M. A R I A S dijo al granjero:
ros. Por sólo Q g n
pesos.
Montes de Oca 1672-B8.A.' — ¡Me voy media hora a la
aldea a comprar lino, porque quie-
GUIA DE ro hilar en invierno. Así se aho-
m a J iwi« • I I luir 1 i i T i w FELICIDAD rra mucho.
Si no tiene suerte, ei tiene anhelos y desea alcanzar I s l Romo hubo de estar muy so-
DICHA, pida este libro que !e indicará el camino de! I bre sí para no llamarla otra vez
ÉXITO, mediante el dominio del DESTINO. Remita | "mi estimada Julia". Pero la
$ 0.20 en estampillas y su dirección a! Sr. siguió desde la ventana hasta que
P A U l , MERY-Casilla Correo 4 0 6 - R O S A R I O fSta. F e ) . su huesosa figura se hubo perdí-
C A R A / Y CARETAT 43
^0 por completo en medio del — Y como rechazando la calum- pondría pronto en movimiento
bosque. Nunca hubiera soñado nia, extendió la mano con los en la granja de otro campesino,
We Julia Lista se dedicara a hi- dedo* crispados hacia Romo y fué superior a las fuerzas de
lar,^ durante el invierno, en be- le miró como si fuera a comér- Romo y le decidió a decir con
''«ficio suyo. Veía ya todos sus selo co<i los ojos. Ijuego hundió timidez:
pajones llenos de ropa y piezas la cara en el hueco del arma- — ¡Julia, aquí hay un hom-
"C tela y se juró no dejar salir rio, de modo que su severo mo- bre!
'i'unca más de su casa a aquella ño acabado en piitita por detrás Julia se volvió con un movi-
•máquina de trabajar. Estimaba sobresalía como la parte poste- miento brusco, miró de reojo,
*n más a Julia que a una he- rior de un pato, y allí lloró por ix)r detrás del borde del delan-
ladura, que tambiéti suele dar última vez la i)ena de su partida. tal, y preguntó brevemente:
Suerte a uiia casa. Romo sintióse invadido por — ¿Dónde?
Al aquella extraordinaria congoja Con aquel ojo gris de gato re-
anochecer regresó el ama que en los libros de sueños está corrió toda !a pieza, miró luego
"e llaves. Entró en la sala en señalaxJa con el número 90; la al techo y sólo se olvidó de Ro-
^ctitud abatida, y sin decir pa- scparacicti era inminente. Ante mo, hasta que éste con el dedo
'abra echó sobre la mesa el en- los ojos de su espíritu emi>eza- encorvado, señaló su propia in-
voltorio de lino. ron a zar-andearse magníficas significancia y con la otra mano
. Cuando el asombrado Romo lonjas de tocino en pértigas ahu- una mal pergeñada señal de la
'* preguntó qué le ocurría, ella madas, infinitamente largas; bo- cruz, que pretendía significar la
^•npezó a aporrearse a si misma, tes llenos de manteca marchaban bendición matrimonial. Así, sin
como si quisiera extraer de lo en doble hilera y entre ellos se otras palabras se comprometió
^^^ recóndito de su ser el pe- levantaba un montón de papas honradamente el granjero Romo
sar que la consumía, y cuando a la altura de una torre muy re- a casarse con el "manojo de sar-
Por_ fin terminó de hacerlo, se gular, i Y ahora iba a perder pa- mientos". Julia dejó caer el ex-
tapó la cara con el delantal y ra siempre a aquella multiplica- tremo del delantal que tapaba
'U^se de la habitación llorando dora de su imi>erio!... Aun a uno de sus ojos, y exclamó con
ruidosamente. Romo, apenas hu- todo esto se hubiera resignado; indecible asombro:
"9 recobrado un poco su sere- pero e! pensamiento de que se-
•J'dad, corrió en pos de su ama mejante máquina de trabajo se {Continúa en la página 107)
"6 llaves. Encontróla en su
cuarto, delante del guardarropa
abierto de par en par y con los SIEMPRE ORIENTANDO MAS Y MEJOR " i
estantes vacíos. 'Julia Lista,
arrodillada en el suelo, hacía
^U equipaje. El granjero Romo
•''2 estremeció hasta lo más hon-
•^9 <1« su ser y quiso saber el
cómo y el porqué de acjuellas de-
cisión ; pero ella no !e dio res-
puesta alguna a derechas; no
hacía más que suspirar y gimo-
tear e iba envolviendo los ob-
jetos de su pertenencia en un
Sran cubrecama que había ex-
tendido por el suelo, ¡porque la
Vobrt carecía ahora de baúl! Al
í'iismo tiem'po laa palabras le
'ban saliendo entre sollozos.
— i Yo no soy tal cosa 1 — Y
"Cuando el granjero preguntaba.
~- Bueno; pero ixiué cosa? —
y bondadosamente trataba de
tomarla de la mano, se desprcti-
'iía ella como del demonio, y le
deeia: EKecnctanal CONJUNTO d * C».
mtidar y DofmltDriD m o d e r n o ,
— Porque yo no me dejo in- con>tnrtcl¿n muy nóliiln ds o>pt>
dultar así... — Y no se le po- >o> Lamfnndo) exIraiileroB, tro-
b»j0 mncfxo, compuestd d«i am-
^'a «acar nada tn4s. piiit ROrE^RO gran Ituí» ^ l a l .
eoB r»rm«, p^tas modei.nASr cor»
El campesino no acertaba a nttén aaítlada. Interior nectt«««)rt
campleto, TOILETT!^ 2 (ilv«i««,
Iiaccr otra cosa que estar allí gran e«pF]o biBel, cajanEra-cunio-
HÍs. MESAS VELADOR y CAMA
presente, como el pobre Jorge «utrimtmíttl con eUslíco r«((»-»ido, i^ ^
<lcl cuento que veía hundirse
otra vez el tesoro extraído con
tanto trabajo por ignorar ¡a pa- ^/¡5,«» EMBALAJI , CION. DESPACHO
labra mágica precisa para rete- ^ • ^'^ Y CATALOGO GRATIS.
jerlo. Cuando Julia Lista tuvo Btsponsable Organliad^n industrial al Servido d«l Mueble Perttcfo.
'odas sus cosas reunidas, ató
•Je dos en dos los €xtr«mos del
cubrecama, aseguró los nudos
CORRIENTES 1635all85l
con maiio, vigorosa y el envol- Sieiepr» que aec««it« ülgo de
TALABARTERÍA D I V O E C I O
torio quedó en e! sucio a punta
tie ser transportado. Entonces
exclamó, bajo un torrente de lá- Pida cülÁlogo gratis a: Absoluto t nuevo easamlento. Goas»
plets reteru». Pid» prospecto. lafor»
«rimas :
— i La gente de la aldea dice MANUEI. M. ARIAS tBM KraUa. Rápido y I(g*I.
que entre oosotros dos hay algo I Ay. MONTES DE OCA 1668-72 C. GICCA • Florida. 32 . 4<r «Ua.
Bueno* Air««. e « « . S2 y S3. Un, T»let. SS, l l S ü .
0t«8na« AJrc».
44 CARAT" Y CARETA^;
p'/pfT""' *
Ci neo
Brady, Tyrone Power, Alice Paye y
Don Ameche (en este orden, precisa-
mente), ya tendría la obra suficientes
motivos de atracción con las prolonga-
das y dramáticas escenas de la catástro-
fe que se han reproducido con exactitud
convincente.
E N EL V I E J O CHICAGO, como
demostración ígnea, es insuperable. El
director Henry King ha cumplido con las
promesas que hizo al anunciar este film.
Tulia CiampoU, intérprete <I« ta versión cioematogriiics á»
Si no fueran eficaces en su labor Alice "Las de Barranco".
CAlUVJf CARETA/ 45
minutos de intervalo
^ida a muchos engendros seudocinema-
tográficos que luego el público rechaza?
Üon Terry y Rit.T Havworlh en una escena de "Rayo» sinloc» ' «I"» I • « « — • ^ 1 1 I ——e—«rfif •"'•—
tro*", que, por lo qu« «e ve, no lo deben ser t a n t o . . .
46 C A R A / Y CARETA/
g^MITRE^
Wrebro en permanente función creadora, posee
un corazón noble, expresa con vehemencia sus
ideales pacifistas y se enorgullece de haber inven- Marca
• ^ / ^ ~ Registrada
Reí
tado cosas que contribuyan al perfeccionamiento
y a la defensa de la vida y no a su destrucción. la mejor del mundo, 400 bujías de l u í ,
gasto % centavo por hora. \A más sen-
— Si alguna vez — nos dice — se me ocurrie- cilla en su m a n e j o ; funciona tanto al
ra algo destinado a destruir, no seré yo quien me interior, como a la intemperie, a
preocupe para que tal invención llegue a aplicarse. $ 2 6 . — c/u., completas,
El señor Scali es un enamorado de sus inven- con garantía de devolver el importe
tos, a los que atribuye importancia singular. Y íntegro si no conviene.
«n su anhelo de servir a la humanidad, desearía PRECIOS ESPECIALES A R E V E N .
que los mismos tuviesen rápida y eficaz apHca- DEDORES.
cióíi. En tal sentido ha de hacer gestiones durante* E. BON6IOVANNI
su permanencia en esta capital, a la que ha llega- RIVADAVIA. 2199 - Buenos Aires.
do en demanda del apoyo necesario para llevar ade- Gasa establecida hace 40 anos. I m p o r .
lante su empresa. tación de materiales, artefactos elée-
trieoB y Banitarios.
Entre los muchos invaitos que el señor Scali C a l e n t a d o r e s P r i m u s y repuestos.
ha producido, citaremos en primer término su Oferta Única
"cámara de seguridad" para submarinos y demás de OCASIÓN n«••""
uevos).
barcos, con patente de invención argaitina núme- BANDONEONES,
ro 37.358. También es invcíitor de método.s para GUITARRAS y V I O L I N E S
salvataje y más seguridad en los buques mercan- ^ _ _ _ _ LIQUIDO
tes y de la armada, y en naves aéreas. Procedi- XJ ?.'„'? ^ i ^ ^ M Catálogo GRATIS ol inferior
mientos para disminuir ruidos y accidentes en el mi-nuevo) da ^ ^ ^ Ordene» y Gira* a i
tráfico terrestre, fluvial, marítimo y aéreo, han concierto. Preelo reela- C A S A A R J O N A"
sido también creados por él. Del mismo modo, me, con est.. arco, peí, emba- DEAN F U N E S 1230
ha creado nuevos métodos de caligrafía, música laie y flete pago, « t 1 8 BO Bueno» Aire»,
y telégrafo, y ha inventado instrumentos de tra-
tiaio que substituyen con ventaja a otros usadtis
en diversas actividades. rjüiM'i'iti'itti
U.e " B A J T " , el Anillo EGIPCIO sin*-
Larga es la lista de los inventos del señdr Scali bélico de SUERTEi con emblemas
quien, en una labor paciente y ordenada, ha eje- FARAÓNICOS portadores de buenos
cutado también los dibujos y planos demostrati» áiígurios. Joya de piala fina 900, con
( r a b a d o * alegdricos en esmalte, p a r a ambo» «exos.
Vos de la practicidad de los mismos. ¿DESEA USTED SUERTE? Pida catálogo ilustrativo
El señor Scali aceptaría gustoso la colabora- del Anillo BAJT, acoropañando 20 ctvi. en estamp., a :
ción de personas pudientes, que descaran probar
la utilidad de sus kiventos. COiiental leweilefy House-casiiíaCorreoiss-Rosario
C A R A / y CARETA^
Elbosnbre que fui el abuaio más joven del munáo con so segunda esjM>«a y tus aletecites.
X casos como éste, me han ocu- to de abuelo — comento, al escu- idolatra a sus nietecitos y que
rrido con frecuencia, desde que char el relato de la enternecedora anhela verlos crecidos y hechos
^oy abuelo. Es decir, desde hace iniciación amorosa de mi entre- personas de bien; este abuelo que
<l'€z años, porque ahora voy a vistado. no usa barba ni bigote respeta-
tener 44. — Es la pura verdad, amigo pe- bles, ni camina encorvado, ni lle-
¿Qué le parece amigo perio- riodista. Refiérala usted como se va "el cabello blanco, blanco, ni
dista ? la he referido yo y dirá usted la arrugada la tez", ni apoya «us pa-
* * verdad, tan «ólo la verdad de mi sos cansados sobre» un báculo pro-
Quien me ha hablado así, es caso. tector, ni usa gafas impresionan-
«1 hombre que fué abuelo a los Queda, pues, hecho el relato tes ; este abuelo que ahora tiene
"'•5. años, segútj queda dicho. Y con la responsabilidad de quien 44 años, es un ágil e inquieto pro-
"11 curiosidad periodística, cxcita- me lo ha confiado. fesor de baile. Reside en Buenos
íja al conocer su caso, busca tam- Este abuelo extraordinario que Aires. Y se llama José Miletti.
O'én, como el transeúnte de su
relato, comprobaciones al canto.
^ de inmediato, descerrajo con-
'fa el "abuclito", la ametralladora
"e tai^s preguntas.
~-¿A qué edad se casó usted?
"~A los dieciséis años y me- EhlHOJ JlifLDOJ
^0- Nací el 22 de agesto de 1894,
^ me casé el 11 de enero de 1911.
Saque usted la cuetita.
— Exacto. ¿ Y a qué edad fué
5 E PA.GA.N
usted padre? A las personas preparadas
— Tenia apenas 17 años, tres
meses y seis días, cuando fui pa-
^fe, pues mi hija LÜina nació el
28 de noviembre de 1911. DIANTE ', con deta-
llea completad de como usted puede en poco
— ¿ Y a qué edad se casó su tiempo ocupar un buen empleo o aumentar
Wja? BUS ganancias. Una hora diaria en su pro-
~ Mi hija se casó el 15 de pia hogar es lo suficiente para diplomarse
en poco tiempo y mejorar su situación.
agosto de 1927, cuando no había Envíenos el cupón de este aviso y a vuelta
'oumiplido los dieciséis años. Y de correo recibirá cMnpietamente gratis el
^'la me dio el primer nieto, Enri. "MANUAL DEL ESTUDIANTE".
quito, el 15 de junio de 1928,
cuando yo estaba por pisar los
34 año«, pero no había salido to- Cursos que e n s e ñ a m o s por correot
^lavía de los 33, Después vino la
"eoa, Mirta. COMERCIALESi Contador Mercantil, Tenedor de Libros,
Establecida así la veracidad cro- Secretario Comercial, Emyleado de Banco, Cajero, Empleado o
nológica de este abuelo precoz, me Auxiliar de Comercio. — TÉCNICOS: Técnico Mecánico, Técnico
Constructor, Mecánico de AutomóvileB, Mecánico de Aviones,
interesé por caiocer otros deta- Técnico Electricista, Perito Instalador Electricista, Técnico
"«s de su genealogía y supe así Tornero, I""otografia A r 4 ! e t i c a .
*lue viven aún su padre y su Técnico en Motores a Explosión.
— INGENIERlAí Ingeniero Mecá-
propio abuelo. El padre tiene 70 nico, Ingeniero Electricista, Inge-
años y el abuelo 92. De modo, INSTITUCIÓN niero de Ferrocarriles y P e r i t o
Pues, que los nieto« de mi entre- Agrimensor. — Q U Í M I C A Y
FARMACIA: Químico Industrial.
vistado tienen vivos a su bisabuelo ARGENTINA Ayudante de Laboratorio Químico
y a su tatarabuelo. Y si el privi- QUE GARANTIZA SU y Dependiente Idóneo de Farmacia.
'^gio de la longevidad favorece ENSEÑANZA CON UN — INDUSTRIALES: Perito Jabo-
nero. Técnico Enólogo y Perito
a! abuelo joven, llegará a ser él CUERPO DE SO PROFESORES en Industria Lechera. — DIBUJO:
también tatarabuelo a una edad Artístico. Arquitectónico, Mecáni-
acaso m¿is temprana que la de su ^ CATEDRÁTICOS ' co, Lineal, Caricatura e Industrial.
abuelo actual. ^ T UNIVERSITARIOS ^ — MATERIAS SUELTAS: Gramá-
tica, Aritmética, Caligrafía, Alge-
. —¿Y cómo se casó usted tan bra y Geometría.
joven? — interrogué luego a mi
«ntrcvistado. Profesora de Corte y Confección.
•—Yo podría decir, con Bclisa- G A R A N T Í A DE S E R I E D A D
rio Roldan: "fué un amor can-
dido de adolescente" el que nos Asociación de Enseñanza, autorizada por el Superior Gobierno
de la Nación. Decreto del B de julio de 1930. Otorira diplomas.
llevó al matrimonio. Pero fué un /
amor que nació eo la infancia,
l'-ramos vecinos, en la ciudad de
Mendoza, cuando nos conocimos
ESCUELAS í»ROFESIONALES ARGENTINAS
ella y yo. Juntos jugábamos. Jun- DÍAZ VELEZ, 3751 - Bueno* Aire».
tos íbamos a la escuela. Y cuando Casilla de Correo 24S8. ,
NOMBRE
abandonamos nuestros estudios DIRBXCION
primarios, ya jovcncitos los dos, LOCALIDAD . .
fué un idilio apasionado nuestro F. C. . . . .
noviazgo. Ciegos, locos de amor, CURSO QUE ME INTERESA-
nos casamos, y fuimos felices, con C. 1Í4
nuestros dos hijos, Lilina y Juan.
— Esto sí que parece un cuen-
so CARA./ Y C A R E T A /
certijo
P^^-v y
1§ SaNc/
^ ^ V A. ^ f c h n C Z ' V. .
^M '^ ^r
^ ^ ^ L 0 . Xr¡t¿|| lE SANCr 1 por L R 3, RADIO BELGRANO
^ g
H
tAPiz
CABIOS
y su cadena
^ ^ ' f S'tNC» Todos los días a las 12.55, excepto
los domingos, que es a las 16 horas.
W
W
CREMA
BIUTY
^s^w
^H^poivo ^ H
^ B TOCADOR •
^ ^ ^ U SANCÍ ^ H
siguiente dirección: ACERTIJO
Buenos Aires.
RADIAL L E
SANCY - Radio Belgrano - Calle Belgrano 1841,
C^AJO
Conferencia en el Colegio
El rector del colegio, seSor ü^(acional de zAdrogm
Jacinto Cavenaghi, presenta
al conferencíantet capitán de El capitán de (rasata Héctor R. Ratto pro-
nunciando su conferencia sobre el aniversario
fragata Héctor R. Ratto. patrio.
bs Sordos LiNTERNA.:^yaLCIir
A GAS DE KEROSENE Y NAFTA
Desde $ 2 1 . •• . . • 30.—
PIDA PROSPECTO 168.
NO SE DEJEN SORPRENDER
POR LOS FOTÓGRAFOS
Llamamos la atención del público sobre los fotógrafos que, invo-
cando indebidamente el nombre de "Caras y Caretas", toman
notas con fines comerciales. Esta revista no cobra la publicación
de ninguna foto. Rogamos exigir a los fotógrafos la exhibición
del carnet de "Caras y Caretas", y fijarse si en realidad este
título corresponde a nuestra revista.
Dr. JULIO A. ALVAREZ nal F F M I M O U F ^'f' de servicio hospital
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JUNIO
ÍMia*aMliMMIS«iai«l»aiSi«iisinBHia>*Hwaiia«i»»k
56 CARA7" Y CARETAT"
FUMANDO
MARRÓN GLACE,
^
La moda en
los tapados
de pieles
Fotof de Foreign Pren, txclu-
•iv«» p i n "C»r»i y CtrMtt".
~ 3Í¿J~SnaM
¿Deteniendo el tra-
nco?... ¿Obser-
vando ti Uueve?.. Acarician a los animali
con i d é n t i c a enrjociói
E«to8 no s e r á n num
opoiitoret.
DOCTOR WACLAN RADECKI: — Para po-
der educar y enseñar a los niños, es necesario cono-
cer el "aparato receptor" de nuestras intervencio-
nes pedagógicas; es indispensable conocer el psiquis-
mo infantil. — De "La enseñanza de la psicología en
la preparación del maestro", en la Sociedad Cien-
tífica Argentina,
fe"*
SEÑOR JULIO M. SABANES: — E» menetter que el hombre
reconozca su necesidad de armonizar con las leyes espiritualeí que
sustentan a !a vida... De "¿Se salvará la humanidad?", en el salón
de actos dt la Asociación Cristiana Ftmemna.
L«i últimsr nevad»! caídat en Mendosa han cambiado Motivo especial de rcfrocíjo entre loi veraneantes de
Carheuta, que se apresuran a tomar fotos recordatorias,..
bruscamente la policromía del paisaje andino r-n un
blanco uniforme.
j\3'os LLEGAN
TANDIL. — La señorita Elvira V. Ferrcyra fue ob- JUJUY. — En amable reunión festejaron el cumplea-
sequiada con un almuerzo, con motivo de su próximo ños de la señorita Tita Salmorai, sus amigas más
enlace. Últimas,
rJlermo^'
NOTICIAS DE...
ILHNO» WNITNIY - MMMOUNT PieTUMt
El Secreto de un Cutis
Joven y Hermoto
Pregunte a U mujer que oitentt Un
cutis hermoao el secreto de >u aipecto
juvenil y de su hermosura encantadora
y ella le diri que la aplicación cons-
tante de la Cera Mercoüzada mantiene
el cutis joven • inmaculado. Desde ha-
ce más de 30 años la Cera MercoHsads
es empleada por las mujeres hermosas
de todo el mundo. Cera Mercoliíada re-
vela el cutis hermoso, conscrvindolo siem-
pre bello. Penetra hondamente en los
poros; eliminando toda suciedad, grssi.
tud y otras impureías y absorbe la cu-
tícula exterior áspera y descolorida, de-
jando al descubierto su joven e inmacu-
lada tei. Cera Mercoliíada hace revelar
la bellesa oculta. Pruébela desde hoy
y verificará que la Cera Mercollsad» es
el mejor aliado para el cuidado de su
cutis. Compre Cera Mercoliíada. Use
Cera Mercoliíada y Vd. misma se en-
tusiasmará con la bellesa que adquirirá
su cutis.
M i s c a r a de Balleza Dearborn
quita arrugas, patas de galio y ha-
ce descansar la cara. Refresca los múscu-
J^JSISTENCIA. - En S A N L U I S . — Las niñas Leonor y los (atigadoa, estimula el cutis y lo
hace más bello, fino y digno de con-
la ".'i^ infantil, con que Editb Jofré Costa reunieron a sus ami- teimplar. La Máscara de Bellesa Dcar-
guitas en un simpática fiesta infantil. born proporciona todos los buenos efec-
J»ra su cumpleaños. tos de un masaje facial. Estimula las
glándulas inactivas de la epidermis y
los poros pereíosos. Las mujeres "chic"
Qj M — ^ ^ '^ residencia de los esposos Delgado Souza - •liempre la emplean cuando tienen que
P*"o- se llevó a cabo un "garden party" en honor de la señorita presentarse en todo el esplendor d* su
Psihtr Delgad. señor Roberto Capello. bellesa...
D ubinol otorga vida a i n * ata-
* j ü l a » . El Rubinol es mucho m á s
fino que el rouge común. Su color vivo
le encantará y usted quedará gratsmsn-
te impresionada de la forma c6mo se
adhiere al rostro durante todo el dia...
P o r l a c a l i m i n a «i p a l o s u p á r f l u o .
Es dalicadamente perfumado y fá-
cil de emplear. Hasta el futuro craci-
miento del vello es retardado por este
depilatorio moderno y fino,
Son productos DEAHBORKf. de venta eji
toáis las firmucias. perfumerits y titndti
CERA MERCOLIZADA
iftife^
Y aquí se ríe el público
La» e « c « n a « más fmgfjadaM dm **Si Ip» vÍ9Jo*
levantaran la cabeza", de Malfatti y ÍAanderañ,
que ae representa en el teatro Liceo.
V *^^y.vJ
"ÁMi
'/'iii ,111
itc n II B a r e s , C o n f i t e r í a s y Alma
SAN MARTIN COCKTAIL de PINI.
Precio de la botella, $ 3.40
Fabricantes: PINI Hnos. y Cía. Lda, - Buenos .
.r r
y'J'f/
Nelson Eddy
Cantante de la
Metro GoLdwyn Aíayer
belión**®''*» ^^«íillo. Jefe de la re- Ej general chino Chian Kai Shek lanzó sus divi- Si la crisis checoslovaca no se
en Méi**"* estallara días pasados siones en una aplastante contraofensiva, recon- resuelve, podría llevar a "una
Cüímj¿**^°* consiguió huir en avión quistando tres localidades estratégicas de la guerra tan universalmente ruino-
Sil estaba por ser capturado. línea férrea de Lunhai, para demostrar que poco sa, que el único destino reserva-
Ocupaí*"cÍa "Las Palomas" fue le afecta el retiro de consejeros alemanes orde- do a los europeos sobrevivientes
íiistas \ ^^^ ^*^ fuerzas guber- nado por Hitler, así como la suspensión del sería ir a mendigar bananas en
tieiiip¿ í^ ^^^^ 1"e pasará algún aprovisionamiento da municiones del Reich, y África". Esto ha dicho el señor
tingy.. " a s t a que pueda ser ex- de que en nada influirá todo ello en la resis- Henlein en una pintoresca entie-
^* totalmente esta suble- tencia china. vista con el corresponsal del
vación. "Daily Mail", en Eger.
j .-i
oticj^í^^ndo no se ha hecho el anuncio En Budapest realizóse el 34"^ Con- Pese a los pactos que obligarían a Polo-
ftoují ' *lueda establecida la antigua de- greso Eucarístico. En la ceremo- nia a ayudar a Francia, si ésta fuese
(Pro"?"^'ón de Austria, de " O s t m a r k " nia de la i n a u g u r a c i ó n el atacada, no se puede asegurar que haría
da en'"l'^'* ^''' E s t e ) , que es la emplea- cardenal Pacelli leyó la bula pon- causa común en un conflicto franco -
ción a-j proclama sobre la reorganiza- tificia. Recordamos la imponente alemán por el asunto de Ch^cosiuva-
¡•io, j ""'nislrativa, así como por los dia- demostración de fe de nuestro quia. La opinión pública no olvir^a que
'•^ain' ''lena
*"* — ciudad de la que pu- pueblo y el magnífico espectácu- este último país se quedó con dos pro-
una foto, que dan explica- lo a que diera lugar en Buenos vincias polacas cuando Varsovia, de la
r e carácter
carártPf histórico
tiistorico acerca de Aires, cuando la celebración del cual damos una vista, estaba en guerra
dicho cambio. 3ZV Congreso. con los Soviets.
T
El o , , De Valera, popular líder ir-
Ven^..M*»comiU de no Inler- Se ha afirmado en París que " N o r t e a m é r i c a concentrará
el primer ministro británico, landés y primer ministro de su flota en el Atlántico",
*'etirarr *'**^'**<ó que serían su país, sufrió por primera dice el cable. Recordamos
«Xtra,??^ 20.000 voluntarios sir Neville Chamberlain, cu-
ya política es el punto equi- vez en cinco años de gobier- con tal motivo las declara-
S¡*"J^'*08 de España. Y no una derrota en el Dail ciones del almirante Leahy,
«ó e j j ^ .serian, porque que- distante entre dos tenden-
cias que se odian a muerte, Eireann. Se ignora si ésta según las cuales la alianza
*»ajjj P'e el gasto que de- motivará su renuncia, juz- entre Alemania, Italia y el
^"^mbfr** *^ traslado de los ha obtenido un triunfo ro-
tundo al conjurar el peligro gándose lo más probable Japón debe tenerse en cuen-
tr^ «atientes. La foto mues- que pida un voto de con- ta para la defensa de los
* Voluntarios italianos de guerra que se cernía so- fianza.
bre Europa. mares americanos.
***ia ceremonia.
,*»É.^„
9*^0.-^
i
incipal del banquete servido en la Casa de Gobierno en bonor del cuerpo diplomático.
La cabecera pr
^'-.Z.^ter---- „ — - -
^I^^PS"^.. . ^v_¿^;j£l¿á^
• ^ ' , .••~-
it-í- •' , í ^
• ^ ^ m
T-.^.-rrr:"'"',""'-.".--.'-^^
—I
^
nwuwMJBuyiMim
El palco de las altas autoridades de la Nación
durante la ejecución del Himno.
La función de gah
El Presidente de la República y su señora es- El doctor Roberto M. Ortiz con los cancilla'
posa al entrar en el teatro. res de Bolivia y del Paraguay.
La señora Tatiana La señorita Renee O»-
Krupenski, y los seño- ter, el principe Latour Carmen de Alvear Quirno, Magdalena Ba''
res Montt Rivas y Pa- D'Auvergne y el señor caree Bfcngolea, Susana d« Alvear Quirno, D*'
lacio Costa. masia Bárrelo Castro y Migue! A. Cárcano (h/-
Escalada Yriondo.
****A?^
en el Teatro Colón
HE C H O S Y
F I G U R A S
Ei doctor Raúl
Damonte T a -
borda, qu« en Doctor Saúl M. E«cobar, designa- Doctor Emilio N. GonzA-
su debut eo la do recientemente procurador íia- tei, nuevo juez federa),
Cámara de Di- caí, íirojando. que tanibién prestó jura-
putados p r o - mento.
Buijció un enérgico discurso en defensa de U so-
beranía argentina* reclamando el nombramiento d«
una comisión parlamentaria investigadora de laa
actividades antinacionalistas.
Almirante
F u é reelegido Dr. Edmundo Correas, mi- El doctor Ramén J- Renard, presi-
r e c t o r de la nistro de Hacienda de Men- Capitán de navio Alberto Cárcano ha «ido pro- dente del C o " '
Universidad de doza, cuyas gestiones al Teisaire, nuevo jefe de puesto miembro de la sejo Suprenso
Buenos Aires el frent*' '*«* '=» rartera mere- estado mayor de la tscua- Academia de Letras del de Guerra y
doctor Gallo. ciet' •\ aprobación. Brasil. M;it ina.
dra de ríos.
""^^Síf'
T;^ i**«»;
M .-,24
El cardenal primado, doctor Santiago Luís CopeMo Con el Buspicio del Ateneo Ibero-Americano, pro-
en trepando un promio a ia virtud un la I radie io- nuncio una conferencia la escí liora y poetisa cu-
nrti fí("-fa, !caÍ!/.itlR rn f t t r n l r o Colón. baníi, doctora Emilia B^inal.
El señor Torriani, el ministro de Ho- El ministro del Japón señor Iwataro La esposa del ministro de Bélgica-
landa, y el almirante Domecq García. Uchiyama con su esposa y eí cardenal Mme. de Wavrin, M. Wavrin y el
Copeíio. agregado á?. la Legación, señor Chob-
En tt\ salón de ta histórica Municipalidad de La señorita Hilda Ble- Damas de la Conferencia de Señoras de ¡sJ^
Eklgrano se realizó con todo éxito !a ori- dei con dos riquísimos Vicente de Paúl atendiendo la venta "*
gisal Feria de Caridad organizada por la platos que adquiriera productos que, a total beneficio de !a ins-
en una de las mesas. titución, s« expusieron en la feria
Sociedad San Vicenie de Paúl.
Fotos de Escudero
Las niñas Susana y Silvia Marcó y Vn cocinero con aficiones muslc*'
Susana Barrenechea se interesan por Las señoras Ana Aivear de Mujica tes distrae a la numerosa y seleC'
una caja de soldadítos. Láinez y Lucia Láiner de Mujica ta concurrencia.
Farias, presidenta de la institución,
comentando el ¿xito obtenido.
|^^w>'~~^9
* íí 1
\.
Ih i ti
La »ftorita Blanca Lucía Partloi y al incanlare
Jorga Malanchini, anta al altar da la baailica da
Nuaatra SaHora de la Marcad.
8NL l'olm
ACES
<le £crU(/iTo y Sdruholini
L» saSorlta Nalljf
Dobranich, can al S a l t e a Irte«r«at
aallor Adalfe Patar . con al aaSar tévmr»
Lucaro, daapu<* d* * do E. HalcHto CUt»
c o t t s a c r s d * »u
uDiáii an S a i i ra, saltaai» « • I»
M i l « a l Areá»»«l. baaniea M Smtl»
a i m » Saer»««>«»»»>
La eapota d<i Pre«id«ri<t d t U Repúblic», x A o r a M > r i > L U Í H I r i b a r n * d«
O r l i » , haciendo lo» bonorcí del rtclbimiants a la d U t i n f u i d a cORcurrtncla.
S e ñ e r a . Delia L u i u r l a f a d« Ca«tll|^;
Fernanda Urdinerraln <£i De la ''I||c,
Loía Acosta de 3«nt«f|i«rine, A n ( * ,
Calves de Lascano, y de L e f U i s * ' ' /
• /*>;
E l doctor Enrique Finot, ministro , C » ' ,
jvia, y su seAora esposa E m m a ' < y , „ e i * '
Finot, retirándose de la resle'
sidenclal.
La s e f t o r a M a r í a
A n f é l i c a O r l i i d>
Silva, hija del doc-
tor O r t i í , esa »u
«spoee, el d o c t o r
L*«pe'do E. Silva.
presidencial de Olivos
Uno de los hi)a» det doctor Ortix que
iunt*m«nt« con «u »eftora madre t-frcibi*-
ron a los invitados.
loiin de Sdfuholini
í y
D o B f U t F»li-fc»«ikt, , u mujer y «u> i s b r l n o * L o r e t U
Bl»cl< r TíBiotto Bltrck, «I bajar át\ " Q u n n M a r ^ '
furroB I t t t o t r a f U i i a i t n la • • t a c t ^ W a l c r i e o , dona*
ciguicraa ^ara Landraa.
Gente conocida
visitando Londres
Ccrtrvdit Nitus ««ti
cMtaidcrada «s Nuava
Y o r k CBRis la canctsata-
la N« I d * " W u a . " . A l Ha a<|U( a la "navla d*
llagar a Landre», u n . A m i r ü a " , la alamprt J * '
amigo húagara, ini|ir*- ^ van M a r y P I c k I a r d , q " *
aisnatfs »m au arla, la tambUn llagi • Londr*'
rtgali unoi «ailtalanaa por nageclaa raUclonüd**
típlc«a ét >u |wl>. con al cinamatógrafO'
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2 7
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El éxodo de españoles a
través de la frontera
pirenaica
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CARA>" Y CARtl/VJ-
UN RETRATO DE
FAMILIA EN 1938
86 O . R A / r CARETA./
Un hcunbre puede obrar como un Era una tarde iluviosa de primavera. Francis-
insensato en los deflfiladeroB de un
desierto, pero todos ios grano» de co Calderón y su criado regresaban de la feria
arena parecen verie. de Córdoba y atravesaban la sierra sobre sus
ESIERSON. jacos, envueiíos en capotes de agua. Calderón
estaba de alegríssmo humor porqtie había ven-
L guapo Curro Vázquez, de tierra de dido cinco caballos a buen precio. De vez en
•Mp«MM|plMMW«MpMMM»MMp»M «••»I^MVMiMp«*HM*
LAS
BURBUJAS — ¿Qué estás diciendo? — cxclainó tratando
de alzar.'^e.
Un tiro en el pecho le hizo caer de espaldas.
— ¡Me has tnatado, miserable!
---Todavía no; pero voy a hacerlo — proiinó
Curro avanzando hacia él.
Vn cuento — ¡Asesino, a ti te xiiatarán también!
— Si hubiese testigos, no lo dudo.
breve de — Las burbujas del agua serán testigos de
Rarro. Cuando Curro tiró la colilla, se puso en este...
f e , tomó !a carabina, se la echó a la cara, y Otro tiro le cerró la boca para siempre.
Armando Palacio Valdés ^Puntando a su amo, le dijo tranquilamente: Curro le registró los bolsillos y se apoderó
de todo el dinero que llevaba, cargó de nuevo
~- Señor Francisco, prepár«se usted a morir.
Calderón respondió que no le gustabaa bro. su carabina, montó a caballo y se alejó a¡ ga-
'^as x:on las armas d« fuego. lope.
~-Rccc uítíd el credo, »eRor Francisco. Cuando hubo llegado a un sitio conveniente,
se apeó de nuevo y enterró cuidadosamente el
88 CARAJ- Y CARETAJ-
dinero, dejando seña! para encontrarlo. Despuég — Sí; antes de rematarlo de un tiro, me dij"
atravesó su sombrero de un tiro, se descerrajó que las burbujitas del agua serían los testigos
otro en la parte blanda del muslo, y se presen- que me acusaran.
tó en el primer pueblo con señales de terror. — Pero, ¿has sido t ú ? . . .
La partida del "Casares" los había sorprendido — Debiste de haberlo presumido, hija. ¿Pien-
cuando descansaban y se disponían a empren- sas que las monedas que están en el bolsillo
der otra vez el camino. E! estaba ya montado, de un hombre pasan a! bolsillo de otro por si
y gracias a eso había podido escapar. Su amo mismas, como en las funciones de escamoteo?
estaba aún a pie: no sabía si le habían matado: Y, acometido de súbito e irresistible deseo de
había oído muchos tiros: a él mismo le habían confesión, narró a su esposa el crimen con to-
herido en su huida, etc. dos sus detalles.
Todo aquello dio (jue sospechar al juez, y des- La mujer estaba horrorizada; pero supo di-
pués de curado en el hospital, se le encarceló. simular su turbación. Por un lado el miedo,
Pero como no se le halló ningún dinero y no por otro la pasión frenética que aquel hombre
había testigos, al cabo se le puso en libertad. todavía le inspiraba, lograron acallar los fí'"'"
Pidió prestada una cantidad a un chalán de los de su conciencia.
Sevilla, según dijo, y se puso a trabajar en el Curro describía la escena de su horrible cri-
mismo trato que su amo, y comenzó a prospe- men con la misma tranquilidad que si refiriese
rar. Algo se murmuraba, y no faltaba quien sos- los incidentes de una cacería.
pechase la verdad; p<ero esto acontece muchas Transcurrieron los días, y Pepita hacía enor-
veces en los pueblos, sin que tenga trascen- mes esfuerzos por olvidar aquel tírrible secreto,
dencia. que semejaba para ella una pesadilla. Era im-
Y como, en realidad, ya no había motivo que posible. Curro, por su parte, pesaroso de ha-
justificase la oposición, el padre de Pepita Mon- berlo dejado escapar, la miraba receloso y
tes consintió al fin en la boda. Se celebró con sombrío. Un abismo parecía abierto entre los
pompa, y la esplendidez del novio concluyó de dos.
captarle la benevolencia pública. La cortísima afición que p o r , ella conser-
El comercio marchó viento en popa. En poco vaba se había huido con el temor. Llegó a abo-
tiempo Curro se hizo un chalán de importan- rrecerla cordialmentc. Sin embargo, se abstu-
cia, porque era inteligente y activo; pero, sa- vo desde entonces de maltratarla.
ciada su pasión bestial, fué con la hermosa Una noche, estando en la cama, sacó la na-
Pepita lo que era en realidad, un perfecto in- vaja qae tenia debajo de la almohada, le puso
fame. Sin motivo alguno, comenzó a maltratarla la punta en e! cuello, y le dijo:
cruelmente de palabra y de obra. — Si se te escapa una palabra de "aquello".
La pobre niña soportó aquel cambio más sor- puedes estar segura de que te siego el cuello
prendida que indignada. Como estaba perdida- como a una gallina.
mente enamorada de él, los cortos moraentcjs Pejíita no pensaba en .semejante cosa.
de buen humor y de expansión conyugal la in- Pero el odio hizo al cabo su tarea. Cierto
demnizaban de sus amarguras. día, por un pormenor insignificante de la co-
Pero estos momentos fueron cada vez más mida, Curro se arrojó sobre su esposa, la apa-
cortos, y la vida de Pepita se hizo al cabo in- leó bárbaramente, y tal vez hubiera acabado
soportablf. En uno de ellos pasó lo que sigue: con su vida (lo que en el fondo di su alma
Curro había hecho una magnífica venta de un sin duda deseaba), si la desgraciada no hubie-
jaco. Había engañado como a un chino a un ra logrado escapar de sus manos, lanzándo.6e
inglés. Estaba de aiegrísimo temple, aunque el a la calle y r e f u g i á n d o s e en casa de sU
día fuese de ios más tristes que pueden verse cuñado.
en Andalucía, encapotado y lluvioso como si Este, a! verla en tal estado, no podo menos
estuviésemos en Santiago de Galicia. Habia he- de exclamar:
cho traer dos botellas de manzanilla, y habían — ¡Pero ese bandido quería matartel
almorzado, y habían retozado y charlado por — ¡Sí; quería matarme, como al señor Fran-
los codos. Curro encendió un tabaco y vino a cisco Calderón!
apoyarse en el alféizar de la ventana, Pepita, — ¡Ah! ¿Le ha matado él?
enternecida y mimosa, vino a apoyarse junto a — Si, sí; le ha tnatado...
él. Ambos, con los ojos brillantes y el rostro Y narró puntualmente la escena, tal cotno
inflamado, miraban caer la lluvia pausadamente. se la había descrito. Después quiso volverse
Del techo de la casa corrían fuertes goteras, atrás; pero ya no era tiempo. Su cuñado, que
que formaban ampoUitas en el pavimento de la aborrecía de muerte a Curro, la dejó encerrada
calle. en su habitación y se fué desde allí a ver al juez-
Curro dejó escapar resoplando una risita bur- Se le encarceló de nuevo.
lona. El Juez, cuyas sospechas, nunca desapare-
— ¿De qué te ríes? — le preguntó su mujer. cidas, se trocaban ahora en certidumbre, tra-
bajó el asunto con tanto celo y energía, que
— De nada — respondió con el mismo sem- al fin le obligó a cantar de plano.
blante risueño. Algunos meses después subia al patíbulo c»
— Sí, si guasón; te estás riendo de mí. la plaza de Sevilla. Cuando se le puso al cue-
y al mismo tiempo le dio con mimo un pelliz- llo la corbata fatal, murmuraba sin cesar:
quito cariñoso. — ¡Las burbujas! ¡Las burbujas!
— Escacha, Pepa — siguió él, riendo. — ¿Te Los que le rodeaban creían que el terror
parece que las btirbujitas del agua pueden ser le hacia deívariar.
testigos en algún asunto?
— ¡Qué ocurrencia!
—^Pues el señor Francisco Calderón lo creía. Armando Palacio Valdés
— ¡El señor Francisco! ¿Qué tiene que ver
aquí el señor Francisco? Dihije de V»!d¡y I»
C A R A / Y CARETAJ SS
turas
realidad.
Qndatujctb de ^AmetumcUt SiitmoRlde
'.E.BP! íO& soaet3
k ft
90
UNA C O N V A L E C E N C I A
- " - ¿ Q u é tal, CorbateUi? EíStuve en camsu ¿Sa- — £ « t a mañana me dijo ías Chela qu« te iba «
5-*«*SI.
bías?
l ^ t i e a a que tíi «aejoraste tan ¡ p r o n t a . . .
6 llamar p&r» saber qué querías que iv¡ lUvafS
cuasdo fuera « vertid.
C A R A ^ Y CARET/V ti
^fíKO X.CROS5Y
QUE SE PROLONGA
^•SfH0-
•«— ¡La pipeta! Arriba los corazones, que fal- — ¿Sonará el timbre del teléíono, a sonaré
t a » dos citadrag . , . 8 yo?
92 V C A . R A / Y CARETAS
iSAS ACCIONAS
\IAL£N AtiOfíA
MÁSPE a.SOO.
¡Sefí'Á UN (¡RAN
N£Q0aO ABO-
NAR ei ñESTO.
SI. '
C A R A / Y CARETAS »a
¡(k,9ui Tima
cmpuí/ •"
, £L BONO. ^ ( T*
se CAKA^ Y CARETAJ"
L A S E)El>rENYllKAS
«!]0,Y(Ofí\OHO(0H0CUÍ\(lüP/\P.
¿lAPomACOÍ^-
IWEUASliHUOf' POCO.lOE^PEamE{\ DERIROPEÜMATOA
lA.SMIDAPaeOlí6lO,
E^LAPEieOLEÓlO,
D E >%^ANBC€ '^^LiNAGE
AQüítaOVt^?
fGOMONOeOAIOZGOAlHUOJ é U ^ M E J O Ü P i e m DE CALIDA
DElAPEM16ilOMlPROCüRÍ\ DiíAllPAPEieOLt6iaPÜES
RtHACE'RMELEílMPÁTieOi TAHPR0MI0SA16AIECM-
TUEGARÍ ÜM0$ :iÜ6üETE$.
»8 CAPA/- Y rAUFTAy
09
^üMc^n^d^cD /3i^§
eF£CTi\/AMEAJT£ ^ IOS CA3EC/LLAS 0£ 14 M/BNTfiAS TANTO^ BANI^OM ñ/<¡,U£ ÜU CA-.
M/NO, S/EMPfiE AM£NA,:¿A/VC>0 COA) £ i-
.i>iGcpLPe,
/I TODO e^TO,
COMO NO.
S/O O.VA Cy%sA ¿>£
jr£/0Of^/A
£X)BfíE: APAfíi^^--
ÍA AMAd>IÍJ-
C/A^ S/C- f/ALl-AM
¿>AJ> S>£ CAU£ ABAJO
'PACluTAnME A LAS D0& Reooioos ¿>oce
HOMl£>fil£rs.
CUADRAS P£lO^
r PÍA HORi,
Sos T^asTROb
COAJJ-fíA/£xOs, Y
SU& OJ-OS BMI^
J.LAA)T£S J.&S
£>A/o ^sp£cro
CE p'AAJÁr/co&
MHÍBULSU MHliO!
y^ a OBLO U5/=)Do
CARAJ- Y CARETA/ 101
RETRATOS
L OS retratos son una costumbre, un convencionalismo del cariño, y un absurdo
del cariño también, porque si el cariño es grande, no precisa de retratos: la
imagen va dentro del corazón, llenando el alma.
Se regala un retrato para ser recordado, para imponer la imagen, para llenar los
JOS, para estar presente. Lo que está ausente del corazón no se hace presente con un
^iiadro o un retrato. Para mí el retrato es innecesario, lo que yo amo va en mí, le
^*o con los ojos del alma. Las imágenes queridas caminan delante de mí, yo tropiezo
^°n ellas; a veces tengo que pedirles, que me dejen pasar, que me dejen trabajar,
y asimismo van entre mis
"^«artillas, se entremezclan
' mis letras.
Sello Hr •;araR(Ia
Las cartulinas son in-
''ecesarias: un dia quemé
todos los retratos, y nin- % ^"^
pna de esas imágenes se '<S DE C^^
".* escapado de mi mcmo-
^*; Las veo como yo
"l.uiero, sonrientes y no
''sidas, con poses de foto-
8rafía.
COMODIDAD,
Cuando los recuerdos DURACIÓN,
^^ieren irse, no les suje-
^^^ los retratos; se van, Y GUSTOS
aunque estén encuadrados
en marcos de oro o de DISTINGUIDOS
fierro.
Y los recuerdos que lle- son los detalles
^^mos en el alma, retrata-
os en el corazón, corren principales que
v ' nuestro pensamiento y
'aculan por nuestra san- caracteri:5an a
p*' sin que nadie les de- las medias marca
^"^83, sin que nadie logre
^'«jarlos.
^rene G. L, de Huergo "PARÍS"
para señoras, ca-
íi Delfín balleros y niños.
L .
OS niftoí tienen el don
de reflexione» a<lniira-
bles.
L'*' repite en la actualidad
w obra "Madame Capet", de
w*'^llc Maurette, en el teatro
¡l^tpaniaise. Al lado de Ma. Fabricantes 1
K* Antotiieta, representada SALZMANN & Cía.
^•' Margarita Jamáis, se en- San Antonio 741 - B*. Al.
fi*"'ra, naturalmente, el Del-
^/' que lo hace una niftita de OittribuSdoreí t
í'''° años y medio. LÓPEZ, COYA & Cía.
]j '•*<^e unos dias, la madre de Al sina 1273 _ Buenos Ai.
I4 "í?^' 'c bizo un reproche, y
t5^"'ji'ta imbuida de la majes-
yji de ju papel, se irguió coa
tj-^ 1 Oh! Ya es demasiado —
^'*mó con seriedad. — Si
qu^.*e fastidia mucho, iré «
Jarme a mamá reina.
^ padres quedarcm mudos.
MEDIAS^MM
102
CARETA/ A D I
Lya Zabay actúa con gran éxito
en L R 4, Radio Spíéndid
Esta inteligente intérprete del cancionero es-
pañol que integra en forma destacada el elenco
de L, R 4, Radio Spiendid, nació en Zaragoza,
España, y es una de esas aragonesas para quie-
nes parece escrita la copla que dice:
"Aragón lleva en su seno
la sangre de España entera".
porque interpreta con igual entusiasmo, con
igual carino, con igual ju^teza todo el cancio-
nero regional español.
No debutó sin embargo en el teatro como
cantante, sino como bailarina, su vocación pri-
incra. Sólo en forma accidental interpretó
algunas canciones ante el micrófono en España
y Méjico. Necesitaba en el teatro, como todo
artista, la oportunidad para lucir suj condicio-
nes de cantante y actriz, y ésta se le presentó
durante su gira por Sudamérica formando parte
de la compañía de Manolo Casas, en la que
actuaba como bailarina- Al enfermarle la pri-
mera figura del elenco asumió ella la responsa-
^ bilidad de todos sus roles, y cuentan sus compa-
fieros que lo hizo en forma conaagratoria.
Despierta simpatía la menuda figura de Ly^
— Yo no cambiaría mi arte por todo el oro Zabay, tan menuda que crccríase sometida a»
del mundo — nos dijo, cuando la visitamos- — riguroso régimen que imponen los directores c
Pertenezco al teatro por temperamento; nada nematográficos; tan menuda que al escuchaf
ni nadie podrá lograr que yo lo deje o que lo a través del éter su voz central y conocer de**
olvide. A una caja de bombones o una alhaja, pues a la intérprete, parece que aquella vo«
que un admirador hubiera de obsequiarme, pre- no pudiera ser emitida por ella.
fiero los versos de un poeta, aunque por excesiva Ha conquistado la simpatía de los oyen'**
pobreza tenga que escribirlos en el dorso de de Radio Spíéndid, donde actúa todos los lunes
nn programa. a las 19, y los viernes a las 12 y 45.
a ífl#««rf«nf« dé la ^^'
nkipalidad de » " • " * ,
4ír««, da» Arlara *^^^¡.
neehm, inaugurando * ,^
ciaimant* loa ttttsdio* *
i. S i.
103
CARAX Y
coc
Interesante encuesta
CARETA/
radiotelefónica
Con el auspicio de la farmacia Franco
Inglesa y la denominación de "Audi-
ción " X " Nucleodyne", se realizará,
durante el invierno, la transmisión de
^'fcelentes programas, preparados de
^cuerdo con los resultados de una en-
cuesta previa en la que cada radioes-
'^Ucha opinará sobre sus gustos y pre-
ferencias, l l e n a n d o un cupón que
aparece en la página 29 de esta revista
y remitiéndolo a Sarmiento 581, Buenos
Aires, sin olvidarse de poner en el so-
ore "Encuesta radiotelefónica".
Constituirá sin duda una gran nove-
dad en lo que a confección de progra-
mas se refiere y despertará interés
^ntre los radioescuchas, ya que, por el
Solo hecho de emitir su voto, la farma-
cia Franco Inglesa le enviará un deli- . .He a(iu( a Maraarita Pleticha, la joven y ya eximí»
violinista, Qtie ha festejado en Kadio Cultura «ua cien
cado obsequio. audiciones consecutivas, con «n interesante concierto
en el que demostró en forma concíuyonte, a«e ha dejado
de ser una promesa para convertirse en uno de nues-
tro» m.ls Brandes valores.
Nuevos valores Marirarita Pleticha es una virtuosa del violín, A él
hu dado toda su juventud, en él ha cifrado todos »ua
. í-aura Gaudard es una anhelos. Los que arriesnan cuantiosas sumas para
contratar artistas de prestigrio en Europa, debieran po-
^^'"cada interprete d e I ner, su» ojos en esta Kran artista y estimularla, coló-
^••so. Egresada del con- cándolu en el plano que por BUS indiscutibles mérito»
j^fvatorio "Fracassi" de tiene derecho a ocupar.
J*'^Was de Zamora, pronto
^ abrió camino imponien- Por L R 2, R a d i o A r g e n t i n a , El Cice- /
f.^.Sü exquisitez en el di- rone Universal i r r a d i a r á BU revista
^'.^'1 arte de la declama-
'"n. Actuó con granéxi- d e invierno
J* en Radio Belgrano y La conocida revista de turismo "El Cicerone
" el teatro Apolo, con la Universal" reinició sus actividades radiotelefó-
pnn>anía formada por nicas con la inauguración de su revista oral
^^a» Caseros y Ruddy Ayala. Tiene una voz de invierno, bajo el título de "Visite Buenos
Sradabk, que maneja con acierto en !a intcrpre- Aires". El programa de esta original audición
^'on de canciones populares, domina el baile
fiiod
está a cargo de iprestigiosas personalidades
erno y, en suma, es lo que en la jerga conocidas en nuestro mundo intelectual del pe-
'^ral se lama un buen coinodln. riodistno, del arte y la ciencia, quienes desfilan
lu «¡ vez esa condición le ha servido para que ante el micrófono, disertando cada cual, de
'Ofl? solicitada por las empresas funiaaoras acuerdo con su especialidad y punto de vista
.,¿*'es, a los etectos de. su intervención en «obre uno de los múltiples a.spectos de la vida
.J/cs anclado» en París", "Callejón sin saU4a", portell*. Médicos que dan consejos a las madres,
'./,?"cho Cruz", "Murió e! sargento Laprida", otros que disertan sobre cirugía y cultura
J'lla Discordia". "El pobre Pérez". "El diablo estética; abogados que converjan sobre derecho»
Ij" faldas" y oirís. Si bien su intervención en civiles de la iriujer; escultores y pintores que
(jj^ Películas citadas tan sólo ha sido en calidad hablan y describen nucitros monumentos, mu-
rir! *''^'''*", el hecho de actuar en casi todas en seo» y tesoros artísticos; «specialiíados perio-
fjj'^sro» planos, permite suponer que ha mere- distas y cronistas dan la nota aaiena del d k
Üf^ por íu» mérito» I» preferencia de loj y describen las atracciones, p!a«as, paseos, ets.,
,j^«ctorej y que en un futuro no lejano ocupari y por fin, el conjunto radioteatral "Cervantes"
jt'^'esto destacado *« ntiestra cinematografl». transmite obras anienai y breve» de autortt
^^"1 uy pronto se presentará' ante el micrófono nacionales»
s>|. ""a de miestraj principaks ettiiíoras inte- La audición "¥iritc Buenos Aire»" »e propa»
I «"ílo un» importante compañía radtoteatfal. i» por L, R- t, Radio Argentina, los tni*roote»
rlj. * Gaudard es inteligente, estudios* y »£• y «4badoí de IS a ÍS,30, y los doanlngros de
^ ser estimulada. W a I9.m.
104 C A R A ^ Y CARETAy
Problemas correspondientes
AJEDREZ Ajedrez organizado P'
Por GASTÓN PEDRO DUBOX
Probiema 31 Problema 32 Problema 33 Problema 34
NEGRAS NEGRAS NEGRAS
NEGRAS
^
Í MíáS
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WMAPá
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BLANCAS BLANCAS BLANCAS BI^NCAS
Juegan las blancas y dan Juegan las blancas y dan Juegan las blancas y dan Juegan las blancas y dan
mate en tres jugadas. mate en tres jugadas. mate en tres Jugadas. mate en tres jugadas.
Problema 43 Problema 44 Problema 4S
NEGRAS NEGRAS NEGRAS
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«1. 1 ... é
*¿*ÍS
Él aaasi 1
)
jer forman un solo cuerpo y yo | H pafta y desea tener la
niotiia celebrada en la iglesia, la no tomo vino. ^ 1 DICHA da ver sus es-
barba de Julia parecía aún más B H fuerzos coronados por
larga y puntiaguda, y sus labios — ¡Alto! — pensó Romo. —
i Si me dejo dominar la prime- H el TRIUNFO, acarician-
más delgados. • do asf la FELICIDAD de
Romo lo observó, y examinó ra vez, estoy perdido! — Vale-
rosamente tomó el botillo para I^B ver conseguidos los an-
a su mujer, no sin una secreta ^^helos de su vida, pida es-
inquietud. echar uo trago extra, de desa- to Opúsculo adjuntando 20
— Julia, ¿«abes que te pare- fío. Pero Romo no era de la ctvs. en estempilla» al Sr.PakchanB
ces endiabladamente a mi Gre- madera de Pctrucchio. Una es- Tong - O- Calle Entre Ríos 21©e.
ta? ¡Dios la taiga en su santa pecie de tenazas le arrancaron ROSARIO (REPUBtic* AROeNtlH*)
gloria! el botillo de la boca y se lo arro-
, —No he conocido a fu Greta jaron, sin más preámbulos, a la
'— respondió la aludida con de- cabeza, a pesar de lo que poco
sagrado. antes había ella afirmado de que
Después apoyó su descarnada marido y mujer forman un solo
tiiano en el hombro de su mari- cuerpo. Pero e«to es una anti-
du — no era nada malo — co- gualla; las mujeres malas des-
mo para tomar posesión de él «t conocen toda lógica. Asi, de un
twla regla, y dijo de improviso: rasgo, quedó aniquilada también
vergonzosamente la autoridad
— i Tomás, ahora ya me tie- marital del granjero Romo por
nes! toda la duración de su segundo
Por !a noche sacó Romo el matrimoíiio.
Ijoiillo de su lugar y lo levantó
«n honor de la fiesta. — i Vaya, — Es decir ¿que «i^s asi?
«n traguito para refrescar el Ella apretó con fuerza sm
Raznate í delgados labios y bajó la cabeza
Instalóse cómodamente en el con un significativo gefito de
acostumbrado rincón de la coci- afirmación.
na, entornó sus astutos ojillos — ¡ Tomasito! ¡ Tú no me co-
de ratón y frunciendo la boca noces todavía ni sabes lo que
dejó caer el trago. soyl
—; Bien I 1 La máquina se que. El campesino procuré cotwo-
«la en la granja de Romo! larse.
En aquel instante "ella" en- -^ ¡ No hay nada que hacer !
tfó en la cocina. Con Ia« mujeres ocurre siempre
Cuando auíi era Julia Lista, lo mi&mo: en cuanto uno se les
'labia teivido que contener du- acerca, queda untado. Pero al
dante los meses de servicio, esa menos ésta remontará la gran-
rabia interior que consume a ja. — Y por un motivo tal un
muchas mujeres; pero ahora, campesino se deja adjudicar por
wino legítima ««flora de Romo, el destino hasta una mujer que
«10 vcia necesidad algi«ia de íc aporree.
amordazar por más tiempo su Romo se regocijaba d^* ante-
" a t u r a k a femenina. mano con I« iospección del día
Al entrar en la cocina miró en de San Miguel; manteca, tocino,
tomo suyo con ojo» malévolo» papas y, i^eniis, las piezas de
y en su huwoso rostro brilla-
fWi llamas atuladas de bruja. (ContíHúa m la página 111)
108 CARAT" Y C A R E T A /
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C A R A / Y CARETA/
nt
EN EL GARLITO (Cofttinuación de la página 107)
j'opa. Y luego, lo qtie tendría el día siguiente era domingo y medias viejas y rotas de mujer,
™ado Julia en las largas noches no quería verse obligado a ir a que sobresalían por debajo de la
^* invierno para entregarlo al la iglesia sin la devoción precisa. tapa.
Wjedor. He aquí que por San Prefería esperar a que ella dur. Tambaleándose d i r i g i ó s e el
^.'KUcl volvió a recorrer su ca- míese y la ocasión se presentó granjero al sótano. E! sótano se
jiiino el recadero de Weitcn- pronto. hallaba también vacio.
"njnner, y se detuvo ante la Julia Lista, que desde algún En el lugar donde antes se le-
Sfanja de Romo. tiempo acá menudeaba en lugar vantaba un monte de papas, una
, •—Traigo de nuevo un tocino de su marido los "traguitos para rata había dejado un montoncito
'"^rmosisirno, manteca y papas refrescar el gaznate", dormía de muy diferente substancia. En
~~ dijo al granjero, que estaba aliora profundamente a veces un rincón obscuro yacía el en-
«itado en el banco de la casa, hasta entrada la mañana y todos voltorio de lino, tal cual lo tra-
'leíante de la puerta. en la casa se guardaban bien de jera Julia de la aldea, de modo
•— No lo necesito; hasta te de.*pcrtarla. que tampoco había que hablar
Wiáo vender — contestó el El campesino se dispuso, no de ropa blanca.
fifanjero con vanidosa sequedad. sin temor, a la inspección. Con Entonces comprendió del to-
•~-dSí? Pues tu ama de llaves mano trémula dio vuelta a la lla- do el tantas veces burlado cam-
"J^ compró de todo a montones ve del cuarto del tocino y miró pesino, la partida que le había
Y año pasado — repu.so el reca- hacia arriba. Pero i)or jnucho que jugado Julia. Aquello sí que po-
^^fo, quieo siguió adelante sa- entornó sus ojos y registró to<Ja día llamarse atrapar a un hom-
"^«dicndo la cabeza. la pieza, no vio balancearse ni bre. I-.argo rato permaneció Ro-
j E l granjero se quedó co.i ia un solo pedazo. Únicamente los mo inmóvil sin pronunciar pala-
^ a abierta; presentía lo su- desnudos hierros para colgarlos, bra, hasta que por fin exclamó
<:edido. parecían burlarse de él. con expresión verdaderamente
ye bue«ia gana hubiera pedido I^s ojos de Romo se entur- conmovedora:
' "istanfe a su mujer el manojo biaron. Corrió al armario de la — ¡ Demonios del infierno I
'e llaves para convencerse del manteca y sacó los botes. To<los ¡Ahora sí que estoy con vos-
'stado de los cuartos de provi- estaban vacíos hasta el fondo. otros para siempre!..,
'ones; pero se contuvo, porque Sólo uno estaba tan colmado de Carlas SCHONHERR
BRIDGE
el J de étk. Cubrir dicha carta hubiera sido ttaio
si el K estaba, como era de suponerse, en manos
de Sur y la única chance parecía ser que dicha
carta estuviera sólo scgosda. Ganó pues con «1 As
en su mano y devolvió el mismo palo. Aquí fue
Por ADOLFO A. GABARRET donde Norte completó «« magistral jugada: h'¡°^
M A N O S DEL " M A T C H " de apresurarse, jugó el 10 de 4k, Biousson, "*
INTERNACIONAL acuerdo con su plan, no cubrió, haciendo lo <l^^
Se llama la fineza -obligatoria. Tableau: El Rey<
C OMO lo anuncié, inicio hoy el comentario lejos de caer, apareció por el otro lado y Carvalho
de algunas manos del "matÁ" recientemente tuvo la satisfacción de ver cómo el éxito corona-
disputado entre el Cltib Uruguay de Mon- ba su sutileza, consiguiendo una multa. Nuestro
tevideo y «1 Club Social de Bridge de esta capital, campeón, en materia de carteos engañadores, h''"
cuyos detalles he obtenido gracias a la gentileza bía «ido vencido con sus propias armas...
del distinguido y entusiasta aficionado uruguayo
don Ricardo J. Cat, a cuyas eficaces gestiones se
debe en gran parte la cotxcertación de dicho eo- M A N O N ' 65
cuentro. DESQUITE DE BLOUSSON
M A N O N ' 42 A J-7-6-3
QUIEN A HIERRO MATA.... V K-3
« K-J-10-8-S O A-6-4
^ 9-2 « Q-6-4 3
O J-4 A 10-2
^ J-10-9-6-S-Z
* Q-9-S-2 O K-J O 10-9-7-2
4> A-7-4 AQ-6-3 A J-10-9-8-S A 7-2
<:?K-Q-J-4 <í?A-10-8-S
OA-Q-10-7 O 8-S-3-2 A A-K-9-8-5-4 ->
« 10-4 A A-8 ^ Q
A 9-2 O Q 8-5-3
^ 7-Ó-3 A A-K
O K-9-6 Norte-Sor vulnerable. Dador: Sur.
* K.J-7.6-3 M E A 1
Norte-Sur vulnerable. Dador: Oeste NORTE ESTE SUR OESTE
Vklr» (ü> Sehenone C»ve»tany Solanas (»'
MESA 1 (S) <o> Pasa
NORTE ESTE SUR OESTE 1 A Pasa
Carvanio Seh«none Señora BlOUlSOB 2 A Pasa 3 O
(O) (S> LsmboKiia (S> 3 A Pasa 5 A Pasa
1 '^ 6 A Pasa Pasa Pasa
Pasa Pasa 3 o Resultado: 1 multa. 100 puntos para el Clt*
Pasa 4 V Pasa Pasa Social.
Resoltado: 1 umita. SO pantos para «1 Oub M E S A 2
Uroguay. Cutp» (S) Stajím ( ü ) Bloa«9on MartínelU
M E S A 2 <8> (U>
garavto (S) KartidclH Dibar (S) Slarieo (C) 1 A Pasa
2 A Pasa Pasa
3 A Pasa
1 <S> 4 A Pasa 4 ST.
Pasa 2 «9 Pasa 3 O 5 O Pasa Pasa
5 A Pasa
Pasa 4 ^ Pasa Pasa 6 A fasa
Pasa fasa
Pasa rasa
Resultado: Cumplidos. 420 puntos para el Oal» Resultado: Cumplidos. 1.430 puntos para el Clu"
Uruguay. Social,
Con remates ligeraíMBte distintos, se llegó «n El hecho de que en tas dos mesas se llegara *
ambas mesas al ttmxio contrato final. AtHKjue la este "ílam" dudoso, demuestra ia liberalidad y '*
respuesta 2 ^ , «le Sdieoone es artJfioal, la pre- ambición de awbos equipos. Como remate coíisi<l*^f^
fiero al simple aumento de MartinelH, pues la mejor el de la pareja argentina. A la re^u^'ÍJ
mano es demasiado ítierte para un canto tan des- 2 A de Vieira cabe aplíGau-te la misma crítica "*
akatador qm exponía a «a bando a dcM^rdidar el la mano 42.
"game". La mano de Este tiene lo suficiente para En el cart«>, Biousson se Itició cumpliaido ^",
i ^ l á r dos veces a«nque no es bastante fuerte para contrato imdiante «n bien prciarado "«juc«**
un dcAle aumento en el palo de apertura. En esos que Cavesiany no vio a tiemjK».
casos debe hacerse un esfuerzo para encontrar El j u ^ o «n la mesa 2 «c desarrolló así: deS'
una declaración de espera aplicando la máxima de p i & de hacer el "booie' con el As de ^ , Otó'«
que tt preferible mentir sobre la fuersa del palo caint«d a! J de A- Biousson ganó !a baza, dio do
o haterlo sobre la fuersa de Ut mano. arrastres, «ieíantó el K de A , fué a la mesa <*"
Pero te intereMtJte de la tablilla, qtie di6 una triunfo, des<arté do» O s ^ r e e! K de <;? y ,
Ixtecn ventaja a! equipo uruguayo, es la manera Q de A . voMÓ a m roano con triunfo y J**,
«éiao C a r r a l » te ingenió para engafiar a Bk)«»- it« ^ « A J'>eilatMieí. LtevaA> a dos cartas, Oejt
4I0II y frustrar tw contrato que parece imperdible. no pinte resistir «I aprkto f tuvo que c^ar « ' * .
La salida fué el 2 de 4» que d declarante dejó descartar su A ítrme o desguarnecer su K de v '
pasar, ganando la segutida baza del í»k3. Decaes en cralqufcra á& los dos Gum las tetas r«ta»t*
ét tres arrastres ~ en tí tercero d« los oíales mrha é d declarante. Esta i»am> dio a kw r*PJ^
Norte descartó un 4k, — j«g6 doble fJneía en O , setilantci de Soda! an saldo íavorrfrfe de Í**'^
^ n a n d o Norte ztm et J. & «se jasmeato C a r t a l ^ i
C A R A / Y CARETA/ 113
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plo para las generaciones venideras. Insig-
Otx. ck TrkMio'959 - fti46n©iQiA¿A ne continuador de la obra de Sarmiento,
no desmayó en su lucha por extender su¿
doctrinas, producto de sus entusiastas es-
\¡AA%m Caí tudios y de su clara inteligencia, que pu-
so al servicio de su país, por el que sentía
entrañable afecto.
TABLETAS ^ Su trabajo pedagógico, su labor en la
cátedra o en el aiib modesta, que nada
le era desconocido en la faena cultural, le
destacaron con rasgo$. precisos, para ser
considerado un educador de insignes virtu-
des.
Un vivo sentimiento ciudadano le do-
minaba a este grande y sincero patriota,
lo que le llevó a inmiscuir»» en política,
pudiendo así representar en la Cámara de
Diputados con decoro y noble laboriosi-
dad a su provincia natal Corrientes, ale-
jándose más tarde de los partidos mili-
tantes, no siempre compatibles con su se-
vera moral y con su ideal de demo-
cracia.
Era miembro de la Academia Argenti-
na de Letras y pertenecía a numerosas ins-
l.et,i4n progresiva " U L L U N "
'pmrm usar «a f a m a de eolo* tituciones, donde lo estimaban y apreciaban
»l*. * l . S O como una eminente expresión de nuestra
Tab!*l«» " U L L U N " ^»»^« »« cultura. Había ocupado altos cargos ofi-
§kt issl£intán««m«ii$te «a e a ^ -
ll«rft en t ^ colorest Negro, ciales, donde nunca dejó de mt lo que ini
eutaJIo, c a s t a f l e sseura f
rw*(i», e / u , t 1 . . desde su juventud; un profesor, el maes-
EN FARMACIAS Y P E R F U M E R Í A S tro por antonomasia.
P*4ié»t iti inttrimr Btrtfor t OSO pera la lorií» y
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mtiÉKm "VLLUN" . M«$k f!l3 • Bt. Mm
Be pasan por huevo y después por
pan rallado, tomándola» entonces
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Poner en una cacerolita la man-
teca, aKreitarle la cebolla cortada
te flixisiino'tMSmi;
^ Indispensable pora el menú
I poladar más del le o úo
RiB Is manteca; •« mezcla bien y •< locándolo en nna macara con boqal- cuidado, lacándoles la otra caica-
coioca en ün molde o cacerolita lla de dos caladuritas y que al sa- rita y colocarlas en un recipiente:
"Pirex" de forma ovalada, tamaño ;ir, forma como cintas. Con el me- poner en nn recipiente 2 kilos de
27 centímetro» de lareo por 20 cen- renKae roaa se le hacen nnoi ador- azúcar en paneltos, cubrirla bien
de alto: deberé «er enmantecada y nos, «in abundante agua y agregarte una
enharinada y ponerla a cocinar en barra de vainilla, colocar sobre ei
fuego y cuando suelte el hervor, re-
horno de temperatura aaave.
Almíbar: Para rociar el reteau!
MARRÓN GLACE tirarla y agregarla, despacito sobre
Poner en una eaceroiíta ei aeúear, ias castalias, tapar y de>ar asi hanta
INGREDIENTES el d!a siguiente. Ai cabo de mtQ
e! vino, colocar a fuesro faerte, de- 2 Kg. de eaatafias frescas, tiempo, retirar «1 atmibar, colocarla
jándolo hervir unos minuto». 2 Kg. y H de azúcar en paacito*. en una caeeroia, agregarle medio
Bafiito: Poner ei azúcar impalpa- kilo de azúcar en paneltos, colocar-
ble en an recipiente hondo, «ftrejrar- Una barra de v&tnilla.
le asna caliente hasta formar una la sobre el fuego y darle un hervor
preparación algo eepesa y cubrir con CLACEAR y vaciarla despacio sobre laa casta-
ello la parte taperior del bizco- fias, dei&ndolaa asi hasta el si-
1 Kg. de azúcar en pancitot. guiente día en que se separará nue-
chuelo. Agua, vamente el almíbar, ae le dará un
Merengue italiano: Poner en ana hervor y se agregará a las casta-
cacerolita el azúcar, el agua, colo- VARIOS
car a íuego foerte ha»ta que lle- fias. Esta operación se repetirá pero
Papel de plomo. •in agregar mia azúcar) hasta que
KBe a punto de bolita casi dar»; Papel impermeable. laa eaatafias estfn bien impregna-
batir la» clara» a punto de meren- das de «Imibar y ésta esté espeuita,
Bue bien con«i«tente y agregarle el, Preparar 2 kilos de castalia* fres, Clacear: Poner en un recipiente
almíbar bien «aliente poco a poco, ees, eligiendo de las m i s grandes, de cobre el kilo de azúcar, cubrir-
mieotraa «e va batiendo «n forma sacarles la ciscara dura con ta aya- lo con agua, colocar sobre el fuego
eireolar se perfuma y «« le da a de de un cocbilHto de punta y colo- hasta que llegue a punto de hilo
«na varte eolor eeleste pilido y • la carlas en abundante agua, dejándo- fuerte, retirar entonces del fuego y
obra rom. las durante tres días y cambiándo- con una cuchara de madera ae va
P a m hacer el "Hoiaés", une vez ya les el agua todos los dias. Atarlas trotando contra las paredes del reci-
untado eos mermelada, armado n ne- después en una muselina y colocar- piente basta qoe ae forme couio un
jamente y bafiada le parte de arri- las en una cacerola con abundante velo blanco, entonces se pasen por
IMI, ae 1« eoioea un medio bizco- agua tibia y dejcrrtas hervir despa- ello una por una las eastafias escu-
eimeJo mi» arriba y al qna ae le cio basta que estén cocidas, pero sin rrida», se colocan «obre rejilla de-
faabrá <r«eisda n s poco. Entoneea u recocerlas. jándolas orear, @e envuelven dea*
decora ee» el merengue ceieate co- Sacarlas deapnéi, pelarlas e s c pnís en papel especial.
LA P R Ó X I M A CONFERENCIA
IM 38.* conferencia de la señora de Gandulfo
tendrá lugar el 8 de Jnnio, en lagar del 1.*, co-
mo anunciamos en el número anterior.
El. — Señora, «Jirí» mí vida por poder acariciar Et dni-;or. — Para corr,r-r su mal, le aconsejo
ixis cabellos. macarrones, carne de cerdo y "pízza" a la napo-
Ella. — ¿Tanto me ama? litana.
El. — No. Piro me gustaría ser mis alto. Le enferme. — ¿Antes o después de las co-
(De Marco Aurelio, Roma) mida*? (De Marco Aurelio, Roma)
LECTURAS INFANTILES
HISTORIA DE UN SALMÓN
Por ADELIA DI GARLO
E SCUCHEN, n i ñ o s :
Nací en d fondo di un rio.
De'spiiés de un oño aproxi-
"iadam«ite de vida, cambié mi mo-
les farolitos, de-Sipidiendo u i » luí
vivida al través de Jas aguas, que
tomaiban loes colores más hermosos.
Me encontraba muy bien en el
desto trajecito gris y nctfro por mar. Veía por todos lados cosas
•un hennosisimo mamto plateado. bellísimas que no tienen los ríos.
I Qué alegría ( Devoraba con gran guato sabrosos
EntoiKes ix apoderó de mi un peeeciilJois y engordaba oada día
gran d«sco de tiiostrar mi nuevo más a ojos vis-tas.
traje a todos JÍK habitantes del ; ^ Pero yo no soy un pez comodón
•n^fi y <3e ver a mi vez cosos y egoísta que olvida el lugar de
Huevas. Me pareció hallarme frente a un su nacisuienlto y a los buenos com-
i Saben ¡o que hice ? reino encantado. pañeros de su infancia.
Me fui derechito al mar. A4»arecieron en las aguas verda- Un dio me atacó el nuil de au-
Saludé con un rápido meneo de deras florestas, pobladas por 0slrt'- sencia. Añoraba todo lo que me fué
llas de mar, qu<; se movían lernta- querido en otros tieimpos y . . . re-
cala a las gruesas lencas que des- nvcnle entre las algas.
cansan en el fango del rio, a las torné a mis aguas nativas.
ligeras anguilas, a los carpas del Me topaba con unos anima.les Los grues'as tencas, Jas veloces
escabullirse gracioso, al pez dora- blancos, casi transparentes, que pa- anguilas me hicieron un alegre re-
recían pequ«ñ<» paraguas o flores, cibiniicnito. Pasados los primen»
do, y me dirigí, siguiendo la co- o franjitas. Eran las medusas.
frieate, hacia el mar. momentos de júbilo, cotneacé a
Al llegar a él tuve miedo. IJA% Sobre los escollos, entre las con- rolatarjes cuánto había visito. Des-
chiiUo-s madreperláceas, se hallaban cribiéndoles todas las cosas mam-
ondas "-ibalgaban usías sobre otras animales extraños, de cuerpo blan-
con gian estrépito, se recogían fu- do y viscoso. vilJosas, Jas riquezas que encontré
riosamente, pareciciuio jior momen- en el fondo del mar, mis amigas se
to,» estrecharse, encogerse, para en Eitroché amistad con un atún divertiermí un mundo.
complacieníe, quien me previno de
seguida rectmienzar de nuevo con estar en guardia de los terribles Al terminar el relato de mi via-
igual furia. Pero rae fui animajido p«e3-perroi' de las voraces mer- je, .¡as amigas que me escuchaban,
Poco a poco al ver a una verdade- ¡HSas, y de los fuertes pulpas, con. movieron las aletas c«Tio si qui-
ra colonia de sa,rdinas, que nada- dtKiéndome con amabilidad exqui- sieran aplaudirme.
''an tranquilamente aproximándose sita, a visitar Jos' bancos die cora/l. Asi terminó mi breve historia,
a la playa, y Jos que se ofrecieron De nodie, iluminaban mi camino que es la de un salmón que fué
a aicom,pañarine. En breve tien*po •uiios animales luminosos que pa- muy feliz, sí, niñitos míos, el más
wiehice tan audaz, que, diciendo recían hallarse encerrados en pe- feíliz de los salmones, por tod««
adiós a las sardinas gentiles, quise cjuefias casas de vidrio y vivían lasf cosas bellas que tuve la suerte
descender a ia profundidad de) unidos formando l a r g a » cintas. de ver.
océano. Eran ellos Jos que Servían de titi- Adelia Di Cario.
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120 C A R A / y CARETA/*
PALABRAS
HORIZONTALES PROBLEMA m 151
CRUZADAS V E R T I C A L E S
1. GobemacióQ de ia Ee- / í i ¥ ^^•r ¿
1. Ultimo rey de Lidia.
pública Areentina.
6. Monde nn» trata. ^•7
' 1H célebre por su fortuna.
2. I n s t r u m e n t o de madera
8. De Easto.
0. Substancia con que ¡es
^1 - que sirve para hilar.
8. Agarra.
ff
^^^H'^ i. Preposición inseparable
abejas forman las cel-
dillas de los panales.
11. Pronombre d e m o s t r a - r¥ _1L ^ ^ • i c
que sisnifica "con".
5. Conjunción adversativa
tivo.
12. Esposa de A b r a b i o ,
madre de Isaac. •H'- t,í
que sirve para indicar
la oposición y la dife-
rencia entre las ideas,
•w
18. Decimonona l e t r a del la restricción, la obje-
abecedario. 2í ción, etc.
14. Se usa con ciertos ad- 6. Tiempo, período.
jetivos despectivo». II 7. A r t í c u l o determinado
IB. Armadura para el pe- yuzs ^H'' femenino.
cho. Zt 9, Aecién de probar ana cosa.
l é . En mayor cantidad: en 10. Sulfato de cal hidrata-
^rado auperíor.
17. Terreno plantado de vid. li
m^ do que, calcinado, ncioli-
do y amasado con aBUo
18. A c o n t e c i m i e n t o ; "cir-
cunstancia ; punto O'
consulta.
30
•' 1
se e n d u r e c e r á p i d a -
mente.
12. Indicio que da a enten-
i r . Cilindro de cera, estea-
rina, etc., con u n a me-
cha torcida que sirve
para alumbrar.
J?. ^H33
m\1
La solución en el próximo número.
!
der alKuns cosa.
1$. Movimiento del hombre
que mueve los pies para
cambiar de lugar.
20. Sitio poblado de arbo- 15. Recipiente que contiene
le» en riberas o v e r a s . el agua bendita en Ua Iglesias.
2 1 . (Emilio), famoso novelista fran- ^ 1 16.
cés, jefe de la e s c u e l a natura- Mu_ V A
^1 Da muerte.
lista. N £ fí V A O 0 n. Tul que suelen usar las mujeres
22. La hembra del mulo. T\ L 1 AM 1 ^m
5 £ <9
18. frente al rostro.
Prolongación de la espina dor-
24. Sujeto con cuerda».
tt. Hueso con ijue s u e l e n joirar
n n « t r » s hombres de campo.
p-
r A Ñ •/> A •^
^1|Í£ C O 1».
20.
sal en loa cuadrúpedos.
Promesa que se hace a un santo.
26. Primera consonante del abece- \A S H ¿ A £ B
dario. smo 21. Se dirige baeia arriba.
Interjección con que suele ahu-
27. Río de Italia, el Erídano de loa mío \p\/ L A C 1 \O\N^ 22. yentarse al gato.
antiguos. 1 A'HO S 23.
28. Be«a!é.
U R^S 1
25.
Cacahuete
Orar.
29. Animal que vive en el agua. s A iiBo J lOH^ C A 2«. Ciudad d« Colombia, provincia
SO. Me dlripi de adentro afuera.
31. Sorteo de una cosa que se A R / A 0_ 0 L £ 0 26. de Morrosquillo.
2S. Mofa, burla.
hace generalmente por medio de A R Ñ 0 s \A D 0 «
biUetea.
82. Kepública sudamericana.
S3. P r o d u c i r una cosa «ue no
existia.
1• 4 uN H^ A
^m
Solución del problema N» J50. 1 80.
51.
Hacer don.
P a r t e del cuerpo con que se
camina.
Forma reflexiva del pronombre
personal de 3* persona.
Doble consonante.
PRECIOS DE SUBSCRIPCIÓN
CAPITAL':
Ttunettre $ 2.50 m/a. Semestre $ 5.-
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INTERIOR;
REVISTA 6XMAMAL ILUSTRADA .Tñmatfí S 3.- m/a. Semeítrc I 6.-
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(M) OMS.
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Nú u énmttvtn le$ srigtndm tú m tavoi. En tt interior, 25 etatavos.
pagan colúboraciont» no toUatadat por Número atratido dtt corricnU afio.
la Dirtcción aunqut tt publiqam. ca U Capital, 40 ceouvoa. En d
tntttior, SO cettuvot.
Bolima, Braül. Canadá. Chitt. Cotom-
Ua, Cosía Rica. Cuba. Repúhlka Do-
minkmm, Btuaéor, El Sémdor. Et-
paña. Ettadm Umém dt Norte Amé-
Lm npéntrn. fotógn^m, mrrtiottt, rim, Gmttmés, Haiii, Hondurcu,
eobmdotm ^ agtntn tíisjnon ntin prO' Mijito, Nicaragua, Pemm^, Para-
mttot át una crséencúd, y « rut^ ne gmif. Pmé, Utuffmg y Vt- ^
mtndtt e quien ao ta prnmttt mzuda. Año $ 5.- aas M- | 1 3 "
BL ADMINISTRADOR
CARA/" y CARETA/ 321
IMPRESIONES
DE UN
RECIENTE
VIAJE A
R U S I A
Por el doctor
Carlos Rossi Belgrano
adquisitivo no c-stá en relacióíi con esa escala. Asi
de entrada, en la primera cena del tren lo compro-
bamos, pagando 11 pesos argentinos por una modes-
ta botella de vino Mokosani, cuando con esos 100
wm
a iáto; detrás en el muro hay colgados una can-
tidad realmente extraordinaria de ia«o» de toda*
las formas y tamaños, calidad y colores, expo-
nente de nn extraordinarb tnisticistno. En derre-
dor, sobre Biuebles y en las paredes, fotos de 8<Ae-
«ao», de ivMt$, amigos y cMifídantes. M I está ^
'^
el éníco retrato que hemos visto de Raispatís.
OOB tu mirsMÍa de hipnotizador. Cercana, la habi-
t a c i ^ de juguetes del zarevitch, con sus aiitoi a
pedales, ét tamaño casi natural y el tobofán de y 9»»'°'*
C A R A y y CARETA/. 123
2~í7z;2fe-
ríX)\/iNciAs
AVnM.ANEinA. — E n B A N I I E L D . — Asia-
c{ domiciho de BUS pa- tcntric a la Ajt»niblr;i
t^rpR, 1A niña Julia Ele- genct'<il d(f la Afiocía-
na Siciliano reunió a un ción Cooperadora Gral.
«t-upo de sus amigtii- San Mnrtín con el
las con motivo de su objeto Ac clpfrir nue-
cumpleaños. vas autoridades.
JUJUY. — El gober-
nador de la Provincia,
doctor Pedro Buitra-
go, lee su mensaje al
inaugurarse el periodo
de sesiones.
•^^•.'^^¿jii^m
TUCUMAN.
—Nueva Co-
misión d e I
Museo Social,
presidida por
el Dr. Mi-
guel P. Díajt,
^^/l
ROSARIO. —
Reunidos en vta
b a n q u e t e los
socios del Club
Velocidad y Re-
sistencia feste-
jan el 14 ani-
v e r s a r i o de la
f u n d a c i ó n de
esta entidad.
ESPERANZA.
(STA. F E ) . — Ro-
deados por ras fa-
miliares los espo-
sos Juan Rizzo y
Teresa Dehrn fes-,
tejan sus bodas del
oro matrimoniales, f
SANTA F E . — Ls
Srta. Cariota Ala-
rague reunió a tin
grupo de sus arnis-
tades con m o t i v o
de su compromiso
matrimonial con el
Sr' L. A. Vallejcs,
ROSARIO. —
Demoí5tr«ció«i
ofrecida al Ing-
Eduardo L. H » '
ghes d « **
Unión Teutóni-
ca, con mottvo
de su próütínW'
wiaje a EurOP**
CARAJ- Y CARETA/ 127
NOTAS
GENE-
RALES
CHASCOMUS. — Los esposos
María Teresa Ciampa y Antonio
Lansw que celebraron sus bodas
de diamante matrimoniales.
El NIÑO La muestra
Era el general don Grego-
rio Aráoz de La Madrid,
y ia oriundo de Tucumán, alto,
enhiesto, airoso.
Donde él iba, iba la glo-
p c r ' T jpT A ría, porque representaba la
brillante foja de todas nues-
tras batallas, desde la del Na-
zareno, su debut, el año
1812, hasta los encuentros
de Tarija en 1817. Luchó al
lado de Belgrano, San Mar-
tín y Cüemes con un denue-
do legendario y singular, de
esos que proclamaban el va-
lor argentino por todos los
ámbitos de América estimu-
lando el parangón con los
más bravos batalladores del
mundo.
La Madrid era Murat, sus
cargas, sable en mano, se
comentaban en los salones y
en los vivaques del campa-
mento. Era un héroe de no-
vela este romancesco tipo que
entraba a la lid comiendo
caramelos, indómito como un
corcel de estepa y que al cla-
var sus espuelas partía como
una exhalación de lo Terri-
ble, para llegar, al fin de la
refriega, con su sable arquea-
do, tibio de sangre, decapita-
dor como la guadaña de la
muerte.
Un mérito aun que guar-
Para daba el secreto de su fasci-
5.° grado nación sobre el soldado del
campo y de la montaña: era
poeta. Junto al fogón tañía
David Peña entre el gauchaje el instru-
mento nacional.
Con la guitarra se mante-
Rl autor nía mempre cálido el recuer-
do de la patria y del hogar
Sa nombre figuró siempre al frente de toda iniciativa que representaba; en su caja
encaminada a enaltecer y divulgar la grandeza de la pa- se escondían ¡as tristezas in-
tria. Abogado, periodista, historiador, poeta y drama- finitas, vagarosamente expfc
turgo, en todas las actividades del espíritu trabajó obras midas en el verso; de sus
que llevan so sello inconfandibk. En su bibliografía, cuerdas flébiles, brotaban los
abundante y múltiple, la Historia ocupa lugar capital. acentos del cantor y del alm<¡
Trató para ella páginas maestras y una de ella es la que, gaucha que hacía rueda.
con doble finalidad ejemplarízadora, transcribimos a con-
tÍBuacíón. ^JUAN FACUNDOQUIROGA)
C A R A / Y CARETAJ" 129
El zorro y el gato
NA vez el gato encontró al zorro d«
U pasco por el bosque y muy atento, 1¿
preguntó:
— ¡Buenos días, señor zorro! ¿Cómo esta
,
usted?
El zorro orgulloso, lo miró de pies a cabeza
y luego le replicó:
— ¡Oh, infeliz caza-lauchas, bigotudo bri-
bón! ¿Cómo te atreves a acercarte a mí? ¿Se puede saber qué sabes
hacer?
— Sólo una cosa.
— ¿Cuál? — preguntó el zorro.
El gato dijo:
— Cuando los perros me corren, trepo por un árbol y así ni¿
salvo.
— ¿Nada más? — exclamó el zorro. — ¡Valiente cosa! Yo t¿
enseñaré cómo escapar de los perros.
En aquel momento llegó un cazador con su perro. El gato trepo
basta la copa del árbol y se escondió entre las ramas.
Mientras, el zorro charlatán, que no sabia siquiera treparse
a los árboles, fué muerto por «'
perro.
Por eso no se debe prometer '^
que no se puede hacer.
(Adaptación da Crimm).
IiOS
deportes
©.j.
t. MMi.«r«<
iCARAJ- Y CARETAS 131
LA
PAMPA
Para 3." grado
EL COLONO EXTRANJERO.
llegó a nuestro suelo atraído por
la fama de fértil que tenía y «e-
ducido por la idea de labrarse una
fortuna. La pampa es argentina
y criolla, pero también es un pocd
de estos hombres que arribaron a
nuestras playas cuando terminaron
las ludias iwlíticas y avanzaron
hacia el que ecitonces «ra un de-
sierto para sembrarlo y arrancar
de él riquezas incalculables y tan
imprescindibles que bien se puede
decir que de ellos depende la eco-
nonn'a argentina y nuestra pr<M-
peridad. El extranjero aportó a
los trabajos rurales su inteligen-
cia y fué de los primeros en uti-
lizar las maquinarias para m
cultivo.
132 CA.KJ\J- Y CARETAS
SALPICÓN DE ACTUALIDAD
Por ALBEKT O PIDEMUNT
HUMW i
d^ p>.
/-
— ¿Viite la Cata RoMtbl
•obre la cail« Victoria ?
Lo que fué pato a la hittoria, " g » ^
puai no et Rotada ni ei nada.
— Pero un remedio cabal Con calzado regalado
le hallaráa, teguramente. a los niños de la escuela
— Sí. Le barán un falto frente. del interior ae ha aliviado,
— ¿Será el Frente Nacional?... pues sabrán que es el calzado
cosa práctica y "con suela".
,H^ ^k"^
}\\(s
/>
lliilil
^
'€W
^ ^
í'//S
El pescador negligente
debe mandar su pescado
de manera que el presente
no se convierta en pasado.
Y habrá remedio a esas faUas
si et inspector no es gallina, Los rosados entrerrianos
pues aquéllos son de agallas a Radio lo han preferido.
y nos dejan con la espina. Saben, a fuer de baquianos,
que con Radio harán más ruido.
•^$^^
Y{
^ -
OMCClRf
^•^fc^Bp*^*^^}^^
MIMAKW
c) El segundo premio a la persona que indi-
P^SES D E L C O N C U R S O que el número que más se aproxime a la can-
Mí tidad exacta de granos de maíz que contiene la
|( • ~7 Desde el 4 de diciembre y hasta el 30 bivtella, pudiendo ser este el anterior o poste-
*! """o de 1938, a ' a s 24 horas, queda abierto rior. ¡x)S premios tercero al ciento clncvienta,
^ urso P I N E R A L , G r a n Aperitivo. ambos inclusive, a quienes hayan remitido cu-
~ Para lomar parte en e^ít v^oncurso pones con cifras que sigan el orden numérico
í'ensal>'.e utilizar una etiqueta <le P I N E - sucesi\'o, adjudicándose los premios que le co-
•i'an Aperitivo, escribiendo a! dorso, con rrespondan de acuerdo con lo establecido.
»>,„'•,'. e! nrrtiihre. apellido completo y direc- 4 ' — En coso de que nadie acertase el nú-
hiin- ' remitente, indicando la cantidad de mero c.xaclo de (¡ranos de maiz que contiene la
'• " de Tiiai?. que se calcule contiene la bo- l)i>lella de P I N E R . A L , Gran .Aperitivo, los pre-
P J N f í R A L , Gran .Aperitivo, que se ha mios se adjudicarán a Uis personas que, con sus
'lasía la ixjse del pino, como lo señala prtmósticos se hubier.Tn aproximado al mismo,
j T','*" y que ?e ha depo.sitado en la escriba- siiíuiendo el orden d'-I articulo que precede.
iCfj,'^' señor Claudio de M.iteo, d e b i d a m e n f
5 ' — Si varias |>erson«s hubieran coincid'do
t},,,^ y .sellada, con to<ias las formalidades de
indicando el número exacto de granos de ma'i
it / ^ , y cuyo facsímil publicamos, i'ara ma-
(jiie contiene la l>olella de P I M Í H . M , , Gran
¡tj '^liidad de lo.» concursantes puede utili-
.Aperitivo, .se sorteará el primer premio entre
H^ ^' cupón que figura al pie de esta página
IIKJCW los que hayan acertado Eos demás pre-
i(J ' "o tendrá ningún v,%lor si no viene aeompa-
mios en este caso, se adjudicarán por sorteo,
"e la etiqueta de P I N E K . A L c o r r e s p o n d e n t e
entre todos ¡o.s que hayan indicado el número
l']>w Se adjudicarán los C I E N T O C I N - exacto, con exclusión de la etiqueta que resul-
K '^ 1 A p rem ios r i R-U ¡ en I es : tara favorecida con el primer premio.
imer Premio. . $ 3.000.-— Si adjudicados los premios a todas las per-
,*eundo „ sonas que hayan acertado quedesen oíros de los
. „ 1.500— ofrecidos, éstos corresponderán sucesivamente »
«••cer „ . . „ 1.000.— los que con su,s pronósticos se aproximen al nú-
''ano „ . . „ 800.— mero exacto, en la misma forma expresada an-
teriormente, sorteándose, si varios coincidieran.
«"nto „ . . „ 700.— 6 ' — En cada etiqueta se podrá escribir nna
«^to .. . . „ 600.— sola cantidad, pero cada interesado puede en-
Mit . „ 500.— viar cuantas etiquetas desee. Si una persona
O, imo . „ 400.—
tiene varias etiquetas acertadas, tomará parte en
^tavo todos los sorteos, mien-tras no haya obtenido
'*veno . „ 300— uno de los die?, primeros premios, pues en «ste
caso quedará eliminado de todo sorteo.
ímo .. 200 —
7» — Los sobres conteniendo las etiquetas
«I 15' Premio $ 1 0 0 . — c u dclien dirigirse a :
«I 2 5 ' .. , „ 7 5 . — ,,
Concurso PINERAL, Gran Aperitivo
al 50" „ „ 50.— „ Botella de P:neral,
Pie. LUIS SAENZ PEÑA, 1074.
al 100" „ sellada y l a c r a d a B u e n o * Aire*.
r al 150" „ . p o r el escribano
8 ' — Las etiquetas que no vinieran escritas
señor Claudio de con claridad o que se prestasen a confuiiones.
íHor P''"'""*'* primero al quince inclusive
I 'ftarán en Cédulas Hip.>tecarias Argén- Mateo. La flecha lo mismo que las que lleaaran después de 1«
^ ' " serie 4 % . señala hasta don- IVclia de clausura no entrarán en Concurso.
I Premios decimosexto al 1 5 0 ' inclusive 9? — Los premios serán entregados previa
l e g a r á n en Libretas de Cajas de Ahoric
de ha sido llena- identificación de, favorecido.
:"*Vo Banco italiano. da con granos de 10' — Cualquiera duda re-specto e la interpreta
. ' pi;imer premio corresponderá a la per- m a í z , t i p o pia- ción de las teses de este Concurso, será re.sue.í«
y " e indique el número exacto de granos píjr el escribano señor Claudio de Mateo Sar-
': ^ que contiene la botella.
montés. miento 64V Bs Aires, cuyo fallo será inape.ab.t
í^ínéTi
OR/^f\l /^fD^QITIK/O