Antífona De Entrada (Sal 97, 1-2) Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho

maravillas y todos los pueblos han presenciado su victoria. Aleluya.

Oración Colecta. Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos
tuyos, míranos siempre con amor de Padre y haz que cuantos creemos en Cristo
obtengamos la verdadera libertad y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 14, 21-27

En aquellos días, volvieron Pablo y Bernabé a Listra, Iconio y Antioquía, y ahí animaban a
los discípulos y los exhortaban a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar por
muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios. En cada comunidad designaban
presbíteros, y con oraciones y ayunos los encomendaban al Señor, en quien habían
creído.
Atravesaron luego Pisidia y llegaron a Panfilia; predicaron en Perge y llegaron a Atalía. De
ahí se embarcaron para Antioquía, de donde habían salido, con la gracia de Dios, para la
misión que acababan de cumplir.
Al llegar, reunieron a la comunidad y les contaron lo que había hecho Dios por medio de
ellos y cómo les había abierto a los paganos las puertas de la fe. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.

Del salmo 144 R/. Bendeciré al Señor eternamente. Aleluya.

- El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar.
Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas. R/.
- Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen
la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. R/.
- Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino. Tu reino,
Señor, es para siempre, y tu imperio, por todas las generaciones. R/.

Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 21, 1-5
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra
habían desaparecido y el mar ya no existía. También vi que descendía del cielo, desde
donde está Dios, la ciudad santa, la nueva Jerusalén, engalanada como una novia, que va
a desposarse con su prometido. Oí una gran voz, que venía del cielo, que decía: "Ésta es
la morada de Dios con los hombres; vivirá con ellos como su Dios y ellos serán su pueblo.
Dios les enjugará todas sus lágrimas y ya no habrá muerte ni duelo, ni penas ni llantos,
porque ya todo lo antiguo terminó". Entonces el que estaba sentado en el trono, dijo:
"Ahora yo voy a hacer nuevas todas las cosas". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN (Jn 13, 34) R/. Aleluya, aleluya. Les doy un mandamiento nuevo, dice el
Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. R/.

Del santo Evangelio según san Juan: 13, 31-33.34-35

Cuando Judas salió del cenáculo, Jesús dijo: "Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre
y Dios ha sido glorificado en Él. Si Dios ha sido glorificado en Él, también Dios lo
glorificará en sí mismo y pronto lo glorificará.
Hijitos, todavía estaré un poco con ustedes. Les doy un mandamiento nuevo: que se
amen los unos a los otros, como yo los he amado; y por este amor reconocerán todos que
ustedes son mis discípulos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión Comienzos de una Iglesia, visión, glorificación y amor, palabras claves que nos
ayudan a desarrollar una reflexión en este contexto pascual en el cual ya llevamos un
recorrido que nos encamina cada vez mas para recibir al consolador en Pentecostés.
Hoy san Juan nos presenta un fragmento de su evangelio muy corto pero con gran
significado entorno a la vida de Jesús y para nuestra vivencia como cristianos. Para Jesús
se ha llegado el momento de la glorificación, el Hijo será glorificado y con él, el Padre
también, porque la gloria del Hijo es la del Padre, el querer del Hijo es el querer del Padre,
que profunda intimidad de Jesús con el Padre, no quiere otra cosa sino hacer la voluntad
del Padre, para eso a sido enviado al mundo, para dar testimonio de que al hacer la
voluntad del Padre esta amando a los hombres que el Padre le a dado como hermanos.
Al llegarse la glorificación del Hijo no es otra cosa que retornar al lugar de donde salió, las
pruebas por las que tiene que pasar son duras, son podemos decir en lenguaje humano,
nada soportables para cualquier ser humano, pero las soportará teniendo fija la mirada en
el Padre y en el amor por los hombres que para eso vino para dar testimonio del amor del
Padre por los hombres.
Por su parte las dos lecturas nos encaminan a la contemplación de la Iglesia naciente,
esa comunidad que siguen a Jesús paso a paso, que sin tener muy presentes las
vicisitudes se ponen en marcha y prosiguen la obra del maestro, la Iglesia es el lugar
donde Dios se encuentra con el hombre y el hombre con Dios, Jesús se fue pero deja una
comunidad que siga llevando su mensaje hasta los confines de la tierra, su mensaje de
salvación debe de ser proclamado a todos los hombres, su mensaje de salvación no es
otro que el amor, dejó un mandamiento nuevo que cada cristiano debe de seguir paso a
paso: “Amaos los unos a los otros”; las iglesias fundas fueron motor para otras porque se
fundaron en el amor. Tenían todo en común nos dice los Hechos de los Apóstoles.
Queridos hermanos hoy el Señor nos invita a ser promotores del evangelio, a ser
fermentos de vida nueva en Cristo, cada familia es una iglesia domestica donde surgen
los futuros hijos para la Iglesia de Cristo. Hoy los cristianos debemos detenernos y hacer
un alto en nuestra vida y preguntarnos: ¿estoy cumpliendo el mandamiento del amor que
Jesús nos dejó?, si damos una mirada entorno nuestro veremos que no, pero cada día es
una nueva oportunidad que nos da el Señor para hacer vida el mandamiento del amor.
Pidamos a María la madre del Amor, que cada día nos haga mas fieles testigos audaces
con el mandamiento del amor como bandera de cada bautizado.

Se dice Credo

Oración universal. Oremos hermanos a Dios Padre que quiere que todos los hombres se
salven y lleguen al conocimiento de la verdad por medio del amor manifestado en Jesús y
digamos confiadamente después de cada petición: Padre, escúchanos.

1.- Pidamos por el Papa, los Obispos y Sacerdotes para que sean fieles testigos del
evangelio llevando el mandamiento del amor como distintivo para los lugares donde el
Señor los a puesto al frente de su rebaño. Oremos.
2.- Pidamos por todos los gobiernos de la tierra, especialmente por los de nuestra Patria
para que busquen caminos que conduzcan daca vez mas a una sociedad justa y en paz.
Oremos.
3.- Pidamos por todos los que en este tiempo de Pascua reciben el bautismo, para que
sean testigos del amor derramado en sus corazones y así contribuyamos a una sociedad
donde reine el amor y la justicia. Oremos.
4.- Pidamos nuestra iglesia particular de Zacatecas para que a la luz de la Pascua surjan
agentes nuevos que se comprometan en llevar el anuncio del evangelio y sean testigos
del amor de Dios. Oremos.
5.- Pidamos por todos nosotros que nos hemos congregado entorno a la mesa de la
palabra y de la Eucaristía para que fortalecidos podamos llevar a los nuestros el mensaje
del evangelio con nuestro testimonio. Oremos.

Oración: Escucha Padre de bondad las suplicas de tu iglesia peregrina para que mirando
remediadas sus necesidades te sigan y testimonien al mundo que el Amor esta presente.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Todos: Amén.

Oración después de la comunión. Señor, tú que nos has concedido participar en esta
Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana, para
poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen.