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Ilustración: Carlos Durand

El agua como recurso*


Marisa Mazari Hiriat

El agua cubre aproximadamente el 75% de la superficie terrestre; es fundamental para


los procesos tanto ambientales como sociales e indispensable para el surgimiento y
desarrollo de la vida. En la actualidad estamos alterando los sistemas acuáticos a un
ritmo acelerado y enfrentamos gravísimos problemas relacionados con el uso y
mantenimiento de este valioso recurso.

El agua forma una gran capa, que llamamos hidrósfera, sobre la superficie terrestre y se
estima que su área de distribución cubre 510 millones de km2. El volumen total de agua en el
planeta es de aproximadamente 1 390 millones de km3. Éstas son las reservas de agua de la
Tierra y de ellas sólo el 0.26% es directamente utilizable por la especie humana. El agua de
mar, que es la que cubre gran parte del planeta, contiene 33 partes por mil de sales disueltas,
por lo que sería necesario que pasara por un tratamiento previo para que pudiéramos darle los
usos del agua dulce. El agua es indispensable para la vida, y la que se encuentra en nuestro
cuerpo debe tener ciertas características, como son que posea un cierto contenido y cantidad
de sales y carezca de organismos que dañen la salud. Para que podamos consumirla y
utilizarla en nuestras casas, en la producción de alimentos de origen vegetal o animal y en la
industria, el agua debe ser dulce y de cierta calidad.

El ciclo del agua


Podemos decir que el agua, igual que la energía, no se crea ni se destruye, sólo se
transforma. Está en continua circulación y movimiento, cambiando de un estado a otro, pero
su cantidad en el planeta permanece constante. Y el agua que llueve, se almacena o evapora
en los arroyos, ríos, lagos, lagunas y zonas costeras finalmente llega a los océanos, forma
parte de lo que se denomina el ciclo hidrológico, que consiste en tres fases principales: la
precipitación, la evaporación y el flujo, tanto superficial como subterráneo. Cada una de estas
fases involucra transporte, almacenamiento temporal y cambio de estado del agua (sólido,
líquido y gaseoso), dependiendo de varios factores, como son la temperatura a la que se
encuentra el agua, la latitud de la zona geográfica y la época del año.

El agua se almacena en distintos sistemas acuáticos, como son mares y océanos, lagos,
presas, ríos, acuíferos, pantanos y casquetes polares, y en cada uno se mantiene por lapsos
distintos. Pero de todos estos sistemas, únicamente de los de agua dulce depende en gran
medida el funcionamiento de los seres vivos que no son marinos: las plantas y animales que
necesitan de agua dulce para vivir y que son base del desarrollo y mantenimiento de la
humanidad sobre la Tierra.

Las reservas de agua dulce están siendo utilizadas por la especie humana a una tasa
extremadamente veloz, mucho más rápido de lo que tardan en recuperarse, por lo que este
recurso, considerado como renovable, se empieza a transformar en no renovable.

Cantidad y calidad

La cantidad de agua con la que contamos en la Tierra no aumenta ni disminuye, pero la


población humana sí ha crecido drásticamente, y por lo tanto ha crecido también la necesidad
que tenemos de este recurso. Además, si bien la cantidad de agua es constante, no lo es la
forma en que se distribuye en el tiempo: es irregular a lo largo del año y también varía en
diferentes años dependiendo de las condiciones climáticas globales. De igual forma, los
distintos ecosistemas, como las selvas húmedas, los bosques de pinos, los matorrales, los
pastizales o los desiertos, influyen sobre la forma y la cantidad de agua que penetra en los
sistemas de acuíferos, su conservación en el suelo o su paso a la atmósfera, lo que ocasiona
que la disponibilidad de este recurso sea variable en cada región del planeta.

Más de 2.2 millones de personas mueren al año por enfermedades relacionadas con el uso de
agua contaminada.

Además de la distribución geográfica y temporal, la calidad del agua es otro factor a


considerar, ya que una parte importante del total de agua dulce con el que contamos resulta
inutilizable debido a que lo hemos modificado al contaminar los sistemas acuáticos con una
gran diversidad de sustancias como: metales, grasas, aceites, derivados de combustibles,
disolventes industriales, así como miles de tipos de microorganismos.

Es importante considerar que aun si se cuenta con la cantidad de agua necesaria, ésta puede
no cumplir con ciertas condiciones que permitan un uso adecuado. Es diferente un agua para
uso y consumo humano de la que se utilizará para riego, o la destinada al cultivo de
organismos acuáticos, generación de energía eléctrica o para uso industrial. El problema en
algunas zonas es que la misma agua se aplica a cualquier uso, sin tener en cuenta su calidad,
lo que provoca serios problemas. Los relacionados con aspectos de salud son de suma
importancia, pero también lo son los que están provocando cambios, en su mayoría
irreversibles, en los ecosistemas del planeta.
Cuando se hace referencia a la calidad del agua es necesario puntualizar qué tipo de
sustancia contiene, ya sea suspendida o disuelta (sales, metales, hidrocarburos, plaguicidas,
etc.), o bien de qué organismo (virus, bacterias, parásitos, etc.) se trata y en qué
concentración o cantidad se encuentra, para entender la alteración del agua o del sistema
acuático y qué tan seria, reversible o irreversible es.

En zonas urbanas existen diversas fuentes contaminantes que alteran la calidad del agua de
los cuerpos superficiales como son los lagos y ríos, los cuales acarrean sustancias y
organismos hacia las lagunas y zonas costeras. Pero, aun cuando no los vemos, también
estamos contaminando los sistemas de agua subterránea con una gran variedad de
compuestos y de organismos que son liberados en la superficie y migran o se desplazan hacia
abajo hasta llegar a los acuíferos.

Los compuestos o contaminantes pueden incorporarse a los cuerpos de agua en forma


puntual, esto es, en un solo lugar, o bien de manera difusa, abarcando toda una región. Por lo
general, en un sólo sistema de almacenamiento de agua, como un lago por ejemplo, se dan
varios tipos de contaminación.

Las zonas rurales agrícolas en la cuales se utilizan fertilizantes y plaguicidas son ejemplos de
contaminación de tipo no puntual o difusa, que produce problemas en amplias zonas de riego,
en las que se desecha el agua que contiene esos compuestos. Lo mismo sucede en la
actividad pecuaria, donde se generan una serie de alteraciones por microorganismos que son
arrastrados a los cuerpos de agua, contaminándolos.

La mayor demanda de agua se da en las grandes ciudades o megalópolis, en las que el


problema de su abasto está ligado a la salud y el bienestar de miles o millones de personas
que en ellas habitan y que dependen para vivir de que existan recursos hídricos suficientes en
la región.

RECURSOS DE AGUA DULCE


Metros cúbicos anuales
Región
promedio per cápita
Oceanía 53 711
Sudamerica 36 988
África Central 20 889
América del Norte 16 801
Europa del Este 14 818
Europa Occidental 1 771
Asia central y del Sur 1 465
África Central 1 289
África del Norte 495
Fuente: United Nations Enviroment Programme 2002

Crisis del nuevo siglo

El agua utilizable por el ser humano se ha reducido en gran medida, lo que en pleno siglo XXI
nos ha llevado a enfrentar una importante crisis mundial en torno al agua. Por ahora los
conflictos por el agua se dan sólo entre regiones, por ejemplo los que existen en la frontera
norte de México con los Estados Unidos por el río Bravo y el río Colorado, pero es muy posible
que la necesidad de este recurso desencadene en parte las guerras del futuro.

Alrededor de dos millones de toneladas de desechos son arrojados diariamente a los distintos
sistemas de almacenamiento de aguas, incluyendo residuos industriales, de fertilizantes y de
plaguicidas.

Y nosotros ¿qué podemos hacer para utilizar el agua adecuadamente y cooperar para que
esta crisis no continúe y llegue a dimensiones irreversibles?

Los diferentes autores de este número de la revista ¿Cómo ves? intentamos introducir al lector
al tema del agua desde diferentes perspectivas. Esperamos con este número convencerlo de
la importancia del agua como recurso no renovable y de la necesidad de que cada uno
pongamos nuestro “granito de arena” para usarla de la manera mas adecuada y ayudar a su
conservación.

Me gusta más esta parte:


El agua es una sustancia formada por oxígeno e hidrógeno. Es una sustancia
muy abundante en la naturaleza. Encontramos agua en mares, ríos, lagos, en las
montañas, las nubes, etc.

Podemos encontrar agua en tres estados distintos:

 En estado líquido, en los ríos, lagos, embalses, pozos, mares…


 En estado sólido, formando la nieve y el hielo, en la cima de las
montañas altas y en los polos de la Tierra. El agua se convierte en
hielo cuando la temperatura es de cero grados.
 En estado gaseoso, en forma de vapor de agua, formando las
nubes y la niebla. El agua se transforma en gas por evaporación
lenta o cuando alcanza los 100 grados de temperatura.

Comportamiento del agua y otras sustancias y materiales

Hay materiales que son capaces de absorber el agua cuando los ponemos en
contacto con el agua: son los materiales permeables (papel, esponja,
tiza…) Otros materiales no absorben el agua; son impermeables (plástico,
cuerpos metálicos, cristal…)

Hay sustancias que, en contacto con el agua, parece que desaparecen. Son
las sustancias solubles, como son la sal, el azúcar…
Otras sustancias (por ejemplo, el hierro, el cristal….) no se disuelven aunque
estén siempre en contacto con el agua.

El agua y la flotación

Algunos cuerpos, al situarlos sobre el agua, se mantienen sin hundirse:


decimos que flotan. Otros cuerpos no flotan, se hunden. Podemos conseguir que
algunos de estos cuerpos que se hunden lleguen a flotar dándoles la forma
adecuada. Es el caso de los barcos que, aunque están fabricados con hierro (un
material muy pesado), son capaces de flotar debido a la forma que tienen.

El agua y la vida
El agua es imprescindible para la vida en la Tierra. El agua forma parte del
cuerpo de todos los seres vivos. Por ejemplo: constituye el 65% del cuerpo del
hombre, 60% en el elefante, 90% en una seta y el 95% en una medusa.

Los animales y el hombre toman agua como parte de su alimentación.

Las plantas necesitan agua para poder tomar las sustancias del suelo. El agua
se encarga de disolver las sales y otras sustancias inorgánicas del suelo para
que puedan ser absorbidas por las plantas.

Existen muchísimos seres vivos que viven en el medio acuático: animales


vertebrados como los peces, anfibios, mamíferos acuáticos, bastantes reptiles,
gran número de aves... y gran número de invertebrados como insectos,
moluscos, crustáceos, medusas, gusanos, etc. Además, dependen del agua las
algas y muchas plantas acuáticas.

En definitiva...

El agua es imprescindible para la vida: NO HAY VIDA SIN AGUA.

¿Dónde hay agua?


Las aguas son una parte muy importante del paisaje. Hay agua en las
nubes. Hay agua, en forma de nieve o de hielo, en las cumbres de las
montañas. Hay agua en el mar, en los lagos, en los ríos y arroyos. Hay
aguas subterráneas. También el agua forma parte de todos los seres
vivos.

Hay agua salada y agua dulce (sin sales disueltas). Son aguas saladas
las aguas marinas y las de algunos grandísimos lagos del planeta. El
resto del agua que está en los ríos, lagos, embalses, en forma de
nieve... son aguas dulces, sin sales disueltas.

Hay agua en....

..... LOS MARES

Los mares y océanos están formados por la gran masa de agua que
cubre la superficie de la Tierra situada entre los continentes.
Los mares son las zonas más próximas a la tierra firme; el resto de
la superficie terrestre cubierta por las aguas forma los océanos.
Mares y océanos cubren aproximadamente las tres cuartas partes
de la superficie de la Tierra.

..... LOS RÍOS

Los ríos son corrientes continuas de agua dulce. Surgen de las


zonas elevadas (montañas), lagos, manantiales .... Tras recorrer valles
y llanuras y pasar junto a pueblos o ciudades, entregan sus aguas a
otro río o al mar.

Los ríos que desembocan en el mar se llaman ríos principales y


aquellos que desembocan en otro río se llaman afluentes.

Llamamos curso de un río al recorrido o trayectoria que sigue desde


su nacimiento hasta su desembocadura
El curso de un río presenta tres zonas bien diferenciadas:

Curso alto

Es la parte del curso más próxima al lugar de nacimiento o


formación del río. Suele ser un terreno montañoso con pendientes muy
pronunciadas. En esta zona suelen existir cascadas y cataratas. La
velocidad del agua es elevada y produce una gran acción de
destrucción (erosión) del terreno.

Curso medio

Cuando el río desciende de las zonas elevadas comienza el llamado


curso medio. La pendiente del terreno disminuye; el río ve aumentado
su caudal al recibir los primeros afluentes y el agua disminuye su
velocidad.

En esta zona las aguas del río transportan gran parte de los
materiales arrancados a la montaña en el curso alto (acción de
transporte).

Cuando la pendiente disminuye, el río se ve obligado a describir


sinuosos recorridos para poder avanzar: son los meandros.

Curso bajo

Es la última parte del curso del río. Comprende la parte mas


próxima a la desembocadura. La velocidad de las aguas es muy lenta.
El cauce (parte del terreno ocupado por las aguas del río) se ensancha
y el caudal es máximo. El descenso de velocidad hace que los
materiales que las aguas transportan se acumulen (acción de
sedimentación) en la desembocadura, llegando a crear grandes
extensiones de tierra firme (deltas).
..... LAGOS Y LAGUNAS

Los lagos son grandes acumulaciones de agua en zonas deprimidas


del terreno.

En las zonas hundidas del terreno, se acumulan las aguas


procedentes del entorno, incluso de ríos que desembocan en estas
zonas. Hay lagos tan extensos que llegan a tener varias ciudades
diferentes en sus orillas.

Las lagunas son lagos de pequeña extensión.

..... AGUAS SUBTERRÁNEAS

Parte del agua procedente de las lluvias se filtra en el terreno


formando grandes depósitos. Parte de esta agua discurre bajo tierra
formando auténticos ríos subterráneos.
Estas aguas subterráneas pueden volver a salir a la superficie de
modo natural a través de fuentes y manantiales. Otras veces los
hombres excavan pozos o realizan perforaciones para extraer el agua
almacenada en las profundidades de la tierra (acuíferos).

..... EMBALSES

Los embalses son retenciones artificiales de los cursos naturales de


los ríos que se logran mediante la construcción de un gran muro
o presa. De esta forma conseguimos almacenar gran cantidad de agua
que después será utilizada para diversos fines: abastecimiento de
pueblos y ciudades, producción de energía eléctrica, riego de
cultivos...
Además, los embalses, llamados a veces pantanos, ayudan a regular
el caudal de los ríos, disminuyendo el riesgo de inundaciones cuando se
producen lluvias abundantes.

El ciclo del agua


El agua no permanece siempre en los mismos lugares. Todos hemos
visto cómo cae desde las nubes cuando llueve o nieva, hemos visto
cómo discurre por los ríos y arroyos; también podemos comprobar
cómo, con el paso del tiempo, se evapora el agua contenida en un
recipiente abierto... ¿De dónde viene el agua? ¿Hacia dónde va?
Veamos:

Del mar a las nubes. EVAPORACIÓN

Debido al calor del Sol, el agua de la superficie del mar se va


evaporando poco a poco. También se evapora, aunque en menor
cantidad, el agua de los lagos, embalses, ríos, etc.
Este vapor de agua se eleva y va formando las nubes que llegan a
almacenar gran cantidad de agua en forma de vapor.

De las nubes a tierra. CONDENSACIÓN Y PRECIPITACIÓN

El viento empujará las nubes que se formaron sobre el mar y


muchas de ellas llegarán a tierra firme. Cuando estas nubes se
enfrían, el vapor de agua que contienen se condensa y se precipita en
forma de la lluvia. Si la temperatura baja aún más, la precipitación
puede producirse en forma de nieve o granizo. De este modo, el agua,
procedente principalmente del mar, pasa a tierra firme.

De la tierra al mar

Una vez que el agua se ha precipitado sobre la tierra firme, puede


seguir diversos caminos:

 Parte de ella se filtrará en el terreno y se acumulará en grandes


depósitos subterráneos (acuíferos) o formará corrientes
subterráneas que, con el tiempo, dejarán salir el agua a la
superficie para que siga su curso.
 Otra parte del agua caída discurrirá por la superficie terrestre
formando torrentes, arroyos y ríos que llevarán, de nuevo, el
agua hasta el mar. Así se completa el ciclo del
agua o ciclo hidrológico.
Usos del agua
 CONSUMO DOMÉSTICO. Comprende el consumo de agua en
nuestra alimentación, en la limpieza de nuestras viviendas, en
el lavado de ropa, la higiene y el aseo personal...

 CONSUMO PÚBLICO. En la limpieza de las calles de ciudades y


pueblos, en las fuentes públicas, ornamentación, riego
de parques y jardines, otros usos de interés comunitario, etc..

 USO EN AGRICULTURA Y GANADERÍA. En agricultura, para


el riego de los campos. En ganadería, como parte de
la alimentación de los animales y en la limpieza de los establos y
otras instalaciones dedicadas a la cría de ganado.

 EL AGUA EN LA INDUSTRIA. En las fábricas, en el proceso de


fabricación de productos, en los talleres, en la construcción…
 EL AGUA, FUENTE DE ENERGÍA. Aprovechamos el agua
para producir energía eléctrica (en centrales hidroeléctricas
situadas en los embalses de agua).
En algunos lugares se aprovecha la fuerza de la corriente de
agua de los ríos para mover máquinas (molinos de agua,
aserraderos…)

 EL AGUA, VÍA DE COMUNICACIÓN. Desde muy antiguo, el


hombre aprendió a construir embarcaciones que le permitieron
navegar por las aguas de mares, ríos y lagos. En nuestro tiempo,
utilizamos enormes barcos para transportar las cargas más
pesadas que no pueden ser transportadas por otros medios.

 DEPORTE, OCIO Y AGUA. En los ríos, en el mar, en las piscinas


y lagos, en la montaña… practicamos un gran número
de deportes: vela, submarinismo, winsurf, natación, esquí
acuático, waterpolo, piragüismo, ráfting, esquí, patinaje sobre
hielo, jockey…
Además pasamos parte de nuestro tiempo libre disfrutando del
agua en las piscinas, en la playa, en los parques acuáticos … o,
simplemente, contemplando y sintiendo la belleza del agua en los
ríos, las cascadas, los arroyos, las olas del mar, las
montañas nevadas…
 El agua potable
 Llamamos agua potable al agua que podemos consumir o
beber sin que exista peligro para nuestra salud. El agua potable
no debe contener sustancias o microorganismos que
puedan provocar enfermedades o perjudicar nuestra salud.
 Por eso, antes de que el agua llegue a nuestras casas, es
necesario que sea tratado en una planta potabilizadora. En estos
lugares se limpia el agua y se trata hasta que está en
condiciones adecuadas para el consumo humano.
 Desde las plantas potabilizadoras, el agua es enviada hacia
nuestras casas a través de una red de tuberías que llamamos red
de abastecimiento o red de distribución de agua.

PARA SABER MÁS..... (Si es necesario, pide ayuda a tu profesor)

1. ¿Cuánta agua potable hay en la Tierra?

Se calcula que en la Tierra hay unos 1.400 millones de km. cúbicos de agua.

Solamente el 3% de ese agua es agua dulce, es decir 42 millones de Km.


cúbicos.

De todo el agua dulce, el 80% está formando los polos y zonas heladas de la
Tierra; el 19% es agua subterránea y el 0,7% está formando parte de la
atmósfera.

El agua dulce disponible en ríos y lagos es el 0,3% del total. Es una cantidad
escasa para toda la humanidad, por lo que es necesario conservarla y evitar su
contaminación, si queremos que la vida continúe sobre este maravilloso planeta.
2. ¿Qué tratamientos recibe el agua en la planta potabilizadora?

Para que el agua que captamos en embalses, pozos, lagos, etc. sea
adecuada para el consumo humano, es necesario tratarla
convenientemente para hacerla potable. Este proceso se
denomina potabilización y se realiza en las plantas potabilizadoras.
Existen diferentes métodos y tecnologías de potabilización, aunque
todos ellos constan, mas o menos, de las siguientes etapas:

1. PRECLORACIÓN Y FLOCULACIÓN. Después de un filtrado


inicial para retirar los fragmentos sólidos de gran tamaño, se
añade cloro (para eliminar los microorganismos del agua) y otros
productos químicos para favorecer que las partículas sólidas
precipiten formando copos (flóculos).
2. DECANTACIÓN. En esta fase se eliminan los flóculos y otras
partículas presentes en el agua.
3. FILTRACIÓN. Se hace pasar el agua por sucesivos filtros para
eliminar la arena y otras partículas que aún pudieran quedar,
eliminando a la vez la turbidez del agua.
4. CLORACIÓN Y ENVÍO A LA RED. Para eliminar los
microorganismos más resistentes y para la desinfección de las
tuberías de la red de distribución.
5. .-
EXPERIMENTA: Construcción
de un filtro de agua
6. 1.- Toma un recipiente de
plástico transparente (botella de
refresco cortada por la parte
inferior)
7. 2.- Rellena el interior con
capas de algodón, arena fina,
arena gruesa y grava, tal como
puedes apreciar en la imagen.
Coloca el "invento" en la posición
adecuada y sitúa un recipiente
bajo la boca de la botella.
8. 3.- FUNCIONAMIENTO
9. Toma un recipiente con agua. Echa en el agua, por ejemplo, un
poco de tierra, polvo de tiza, una cucharadita de cemento o
yeso, cáscaras de pipas, arena, fibras, restos vegetales, etc.
10. Remueve y... ¿que te parece la mezcla? Se trata de
representar las aguas residuales. Continuamos.....
11. Sobre un recipiente, sitúa el colador y haz pasar la mezcla a
través de él. Obtendrás la primera separación de sustancias
contaminantes, las más voluminosas quedarán en el colador.
12. Toma el recipiente y echas su contenido, poco a poco, sobre el
filtro que has construido. Observarás cómo los fragmentos que
lograron pasar por el colador, van depositándose en las
diferentes capas que forman el filtro. El agua resultante pasará
al recipiente inferior.
13. Deja reposar durante un día. Al día siguiente comprobarás
que en el fondo del recipiente se ha depositado una fina capa de
limos, mientras que el agua está menos turbia que el día anterior.
14. Las aguas residuales
15. Llamamos aguas residuales a las aguas que resultan después
de haber sido utilizadas en nuestros domicilios, en las fábricas,
en actividades ganaderas, etc.
16. Las aguas residuales aparecen sucias y contaminadas: llevan
grasas, detergentes, materia orgánica, residuos de la industria y
de los ganados, herbicidas y plaguicidas… y en ocasiones algunas
sustancias muy tóxicas.
17. Estas aguas residuales, antes de volver a la naturaleza, deben
ser depuradas. Para ello se conducen a las plantas o estaciones
depuradoras, donde se realiza el tratamiento mas adecuado para
devolver el agua a la naturaleza en las mejores condiciones
posibles.
18. Todavía existen muchos pueblos y ciudades de nuestro país
que vierten sus aguas residuales directamente a los ríos, sin
depurarlas. Esta conducta ha provocado que la mayoría de los
seres vivos que vivían en esos ríos hayan desaparecido.

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