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Tognetti, Luis
La disputa por el dominio del suelo en la región pampeana cordobesa, Argentina, segunda mitad del
siglo XIX
Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales, núm. 82, enero-abril, 2012, pp. 13-39
Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora
Distrito Federal, México
Resumen
En este trabajo se indaga acerca del conflicto para alcanzar una solución consensuada al pro-
por el control de las tierras ganadas en la fron- blema aludido. En particular, se analiza el marco
tera, ubicadas en los extremos sureste y sur de legal y las medidas complementarias que adoptó
Córdoba entre 1860 y 1880, territorio que fue el Estado cordobés para declarar la propiedad
incorporado bajo la soberanía del Estado por el fiscal sobre el suelo de la frontera. Asimismo, se
avance del ejército durante los años sesenta. A practica un análisis detenido en torno al uso
partir de caracterizar la disputa por el dominio que tanto el sector público como los particu-
del suelo entre la nación y las provincias, se des- lares hicieron de antiguos títulos coloniales
taca la fragilidad del orden político surgido en para expandir el territorio o para apropiarse de
la segunda mitad del siglo XIX y su dificultad la tierra.
Palabras clave:
Historia agraria, tierra, derechos de propiedad, Estado.
B. A. and Ph. D. in History from the Universidad Nacional de Cordoba. Assistant researcher at
the Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Tenured professor at the Universidad Católica de
Cordoba and Assistant Professor at the Universidad Nacional de Cordoba. Author of books, book
chapters and peer-reviewed articles in national and international journals. Speaker at national and
international congresses and symposia on his specialty. Member of the Asociación Argentina de
Historia Económica and the Asociación Latinoamericana de Historia Económica.
Abstract
This paper explores the conflict over the control ing at a consensual solution to the problem. In
of land seized at the border, located in the far particular, it analyzes the legal framework and
southeast and south of Cordoba between 1860 complementary measures adopted by the
and 1880. This land was brought under state Cordoba state to declare the land on the bor-
sovereignty by the advance of the army during der government property. It also conducts a
the ‘60s. The description of the fight for the detailed analysis of the use that both the pub-
control of land between the nation and the lic sector and private individuals made of old
provinces highlights the fragility of the polit- colonial property deeds to expand the territory
ical order that emerged during the second half or appropriate the land.
of the 19th century and the difficulty of arriv-
Key words:
Agrarian history, land, property rights, State.
1 3
Valencia, Tierras, 2005; Infesta, Pampa, 2003; Conviene hacer una salvedad pues Blanca
Mascioli, “Caminos”, 2002, y Ferrari y Caldarone, Zeberio abordó en sus últimos trabajos algunos aspec-
“Transacciones”, 1988. tos referidos a esta temática. Zeberio, “Hombres”,
2
Cortés, Progreso, 1979; Banzato, Expansión, 2006, y “Liberalismo”, 2009.
4
2005; D’Agostino, “Mercados”, 2006, y Tognetti, En efecto el artículo 4o. de la Constitución
“Expansión”, 2010. nacional establecía: “el gobierno federal provee a los
16 LUIS TOGNETTI
Para conocer cómo se manifestaron EL DOMINIO PÚBLICO NACIONAL
esas cuestiones y las soluciones parciales Y PROVINCIAL DURANTE
a las que se arribaron, se estudian diversos LA EXPANSIÓN DE LA FRONTERA
aspectos. En primer lugar, se revisan las
normas que rigieron al dominio público. A partir de 1862 el proceso de consoli-
El seguimiento incluyó las leyes y los dación del Estado nacional argentino ad-
debates a los que fueron sometidas previa- quirió un ritmo acelerado para quedar
mente, con el fin de identificar las diferen- formalmente definido hacia 1880. Desde
cias manifestadas respecto de los derechos aquel año, los conflictos en torno a su desa-
sobre el suelo y las posturas adoptadas por rrollo perdieron la legitimidad que los
los representantes de las provincias y del caracterizó durante el medio siglo que
propio ejecutivo nacional. siguió a la revolución de mayo, aunque
En segundo lugar y una vez esclare- no desaparecieron por completo. Pero, aún
cido el proceso por el cual se discriminó el más significativo fue que su misma exis-
territorio federal del de las provincias, se tencia permitió enfrentar desafíos que
analiza el marco legal que adoptó el Es- hasta ese momento habían resultado im-
tado cordobés para identificar y acrecentar practicables.10
su patrimonio inmobiliario. El énfasis se Uno de ellos fue la elaboración de un
pone en destacar los cambios en la legis- régimen jurídico que regulara las relacio-
lación a partir de la expansión de la fron- nes políticas, económicas y sociales, en
tera y, en particular, el que introdujo la lugar del sistema heredado de la colonia,
posibilidad de considerar del dominio pú- y que abarcara aspectos más específicos
blico la tierra que en algún momento pasó que los garantizados en términos genera-
a manos privadas pero cuyos titulares no les por la Constitución, como ocurrió, por
ejercieron ese derecho.9 ejemplo, con el Código Civil.
En tercer lugar, se destaca la relación Otro correspondió al problema de la
compleja que existió entre la política terri- frontera con los pueblos que cuestionaban
torial expansiva, definida por los dirigen- la soberanía del Estado. Los recursos que
tes provinciales, y las pretensiones de los dispuso el poder federal permitieron defi-
particulares por reivindicar sus antiguos nir una nueva política en la materia, carac-
títulos una vez que aquella política terizada por una acción militar ofensiva
aumentó la seguridad en esa zona. En esta que abandonaba la negociación con aque-
parte del estudio el análisis se concentra en llos pueblos. En términos territoriales, sus
demostrar que tanto el sector público resultados se manifestaron en la incorpo-
como el privado apelaron al uso de aque- ración de varios millones de hectáreas bajo
llos documentos con el objeto de justifi- control estatal, al situarse la nueva línea
car sus pretensiones. defensiva en las márgenes del río Negro.
Pero antes de que se plasmara esa
9
Como se verá más adelante, la primera Ley de
situación se abrió el debate en torno a la
Tierras aprobada por el Estado cordobés exigía para propiedad de las tierras por anexar. Porque
reconocer la propiedad título y posesión, condición
difícil de demostrar en zonas de inestabilidad pro-
10
pias de una frontera. Ozlak, Formación, 2009, p. 97.
18 LUIS TOGNETTI
dad y límites quedaron unidos de tal forma ba, Santa Fe y San Luis, representantes de
que el desplazamiento de estos habilitaba las provincias con mayores posibilidades
a la extensión de aquella. Esta posibili- de beneficiarse por el desplazamiento de la
dad, que no debió escapárseles a los legis- frontera, como es posible apreciar de la lec-
ladores, resultó cierta cuando el ejecutivo tura del mapa 1. En sus exposiciones coin-
nacional avanzó la frontera en 1869.16 cidieron en que la aceptación de la juris-
Al constatar que la legislación sancio- dicción federal, aunque fuera transitoria,
nada no resguardaba sus derechos territo- era un ardid para convertir en propiedad
riales, los miembros del gobierno nacional pública nacional aquellas tierras sobre las
elaboraron una nueva estrategia para ase- cuales tenían pretensiones fundadas en
gurarlos. La iniciativa se presentó ante las antecedentes y que no se ajustaban en to-
Cámaras, en 1875, como un proyecto para dos los casos a lo establecido por la ley de
financiar la expansión de la frontera hasta 1862.18
Caruhé, en la actual provincia de Buenos Si bien la estrategia del ejecutivo nacio-
Aires. nal fracasó –y, por lo tanto, el corrimiento
El ministro de Guerra, encargado de ex- de las defensas contra el indio hasta Ca-
poner el plan ante el Congreso, trató de ruhé (practicado en 1876) benefició a la
diluir las consecuencias que la nueva estra- provincia de Buenos Aires, que consolidó
tegia defensiva decidida por el ejecutivo su patrimonio inmobiliario en la zona–,
tendría sobre la propiedad del suelo, presen- la tentativa mostraba su preocupación por
tándola como una innovación que perse- encontrar una solución que salvara sus
guía una finalidad estratégica. La propuesta derechos territoriales. Pero debieron trans-
consistía en que, además de desplazar la currir dos años más para que sus iniciati-
línea de defensa, se establecerían pueblos vas se canalizaran positivamente.
y colonias a cargo del gobierno nacional y La sanción de la ley de 1878, que auto-
bajo su jurisdicción, por lo menos hasta rizaba la emisión de un empréstito para
que el Congreso sancionara la ley defini- financiar el desplazamiento de la frontera
tiva sobre límites. El objetivo perseguido a las márgenes de los ríos Negro y Neu-
con esta modificación era claro: impedir quén, aportó esa solución.19 Con su apro-
que, de hecho, las provincias ocuparan el bación, se sancionó el marco legal que
suelo y generaran antecedentes para recla- definió de manera taxativa los límites
mar su propiedad.17 entre el territorio federal y el de las provin-
La oposición más contundente provino cias y, de esta forma, separó la propiedad
de los senadores de Buenos Aires, Córdo- territorial correspondiente a la nación.
16 18
En ese año el gobierno nacional desplazó la En efecto, el senador por Córdoba aludía a las
línea de defensa al río Quinto (véase mapa 1). Pronto cédulas de fundación y el de Buenos Aires a los lími-
los territorios ganados sobre los indígenas fueron ocu- tes establecidos por la Constitución provincial de
pados por las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y 1864. Cámara, Actas, 1876, pp. 837-841.
19
Córdoba, invocando antecedentes discutibles acerca Ley 947 de 1878, “Línea de frontera contra
de la posesión sobre esas tierras. Tognetti, “Derechos”, los indios sobre la margen izquierda de los ríos Negro
2008. y Neuquén”, en Remorino, Anales, 1954, pp. 1171-
17
Cámara, Actas, 1876, p. 831. 1173.
Fuente: elaboración propia con datos de Walther, Conquista, 1964, y Remorino, Anales, 1954, p. 1172.
Para alcanzar este resultado se reco- do a esa decisión, el límite sobre el mapa
rrieron vías paralelas. Por una parte, el se estableció mucho más allá de los espa-
gobierno nacional obtuvo el conocimiento cios ocupados, de hecho, por Buenos
necesario de la topografía de la zona para Aires, Santa Fe y Córdoba.
elaborar un mapa preciso del espacio en Con la sanción de la ley antes aludida
disputa y, sobre él, trazar las coordenadas concluyeron los conflictos entre nación y
cartográficas. Por la otra, quienes ejercían las provincias. Pero aún subsistía el dife-
el poder central asumieron el costo de rea- rendo entre estas últimas, pues esa norma
signar una parte aún mayor del suelo en no fijaba sus límites. Sobre este aspecto
favor de las provincias, con el fin de alcan- debía legislar el Congreso, aunque la
zar una solución al problema. Obedecien- superposición de los intereses impedía
20 LUIS TOGNETTI
alcanzar un acuerdo generalizado. Sin esas circunstancias, la tierra se constituyó
embargo y de manera simultánea a esta en uno de los rubros potenciales para
situación irresuelta, cada provincia dictó mejorar la situación del erario. De todos
sus leyes sobre tierras públicas y dispuso modos, poner en marcha un régimen tri-
de la potestad para ordenar y controlar la butario fundado en el impuesto a la pro-
propiedad dentro de su jurisdicción. piedad exigía la confección de un catas-
tro y la organización de un registro que
lo actualizara de acuerdo con los cambios
LAS NORMAS SOBRE TIERRAS FISCALES en la titularidad del dominio, tareas que
Y LA REGULACIÓN DE LA PROPIEDAD demandaban un tiempo demasiado ex-
EN LA PROVINCIA DE CÓRDOBA tenso para las urgencias de las cuentas
públicas. Es por eso que las primeras leyes,
Por el modo en que se resolvieron las cues- destinadas a regular el uso del suelo, pusie-
tiones territoriales y fiscales –luego de la ron el énfasis en su carácter extraordinario.
organización nacional– los Estados provin- En el caso particular del espacio provin-
ciales dispusieron no sólo de la propiedad cial analizado en este trabajo, la sanción
de las tierras públicas, ubicadas dentro de de un marco regulatorio en torno a la pro-
su demarcación, sino que, además, les piedad fijó, entre sus prioridades, resguar-
correspondieron los impuestos que grava- dar la tierra pública como patrimonio del
ban a los inmuebles. Vale decir que para Estado y destinarla para cancelar la deuda
cada jurisdicción el suelo constituyó tanto consolidada.21 Para que esta iniciativa tu-
un ingreso ordinario como extraordina- viera éxito era fundamental poner un freno
rio. Sin embargo, para que esos recursos a la confirmación judicial de antiguos títu-
engrosaran las arcas públicas se requería los, como procedimiento para legalizar los
algo más que la definición legal sobre la derechos de los particulares sobre el sue-
propiedad fiscal. Para que ello ocurriera lo de dominio dudoso. Asimismo, para el
se debía establecer un sistema de control ejecutivo resultaba crucial la autorización
sobre los inmuebles que hasta ese de la legislatura para emplear la tierra
momento no se había desarrollado. pública como garantía de pago a los tene-
Durante el periodo de las autonomías dores de la deuda provincial. Contar con
provinciales, es decir de 1820 a 1853, el ese aval era clave para darle sustento al
grueso de los ingresos de sus tesoros pro- programa financiero elaborado para sobre-
vino del impuesto a las mercaderías ultra- llevar la crisis de las cuentas estatales.22
marinas.20 El acuerdo de San Nicolás, pri- Si bien la Ley de Tierras propuesta en
mero, y la sanción de la Constitución 1858 por el ejecutivo no se sancionó, este
nacional, después, cambiaron esta situa- obtuvo la autorización para enajenar los
ción al prohibir las aduanas interiores. Por
esta razón, las autoridades locales debieron 21
Brussa, Cánovas y Prosdócimo, Tierra, 2001,
recurrir a nuevas fuentes de financiamiento pp 38-39.
para enfrentar los gastos y las deudas. Bajo 22
Sesión de la Legislatura, 19 de noviembre de
1858, ff. 76-78, en Archivo Histórico de la Legisla-
tura (en adelante AHL), Actas de sesiones, 1858-1859,
20 t. 12.
Ferreyra, “Finanzas”, 1999, p. 278.
22 LUIS TOGNETTI
notorio correspondía al procedimiento pa- aquellos. En segundo lugar, establecía una
ra identificar la tierra de ese origen. Es- diferencia importante entre quien justifi-
te descansaba en la denuncia, iniciativa que cara sus derechos por medio de escritura
dependía de la acción de un particular. pública de aquel que dispusiera de un
La solución ideada exigía como condi- título precario. Este último, para confir-
ción previa el saneamiento de la pro- mar el dominio, debía demostrar la pose-
piedad privada. En efecto, esclarecida con sión por 30 años. Ambas modificaciones
precisión la superficie bajo el dominio de anticipaban la reorientación de la bús-
los particulares, el sobrante correspondía queda del suelo fiscal hacia los espacios
al público. Para lograrlo se organizarían de frontera.
comisiones topográficas que se traslada- Para que las medidas tuvieran cumpli-
rían al interior y practicarían una mensura miento efectivo se establecieron penas seve-
general por departamento. Asimismo, el ras, aplicables a quienes no respondieran
perfeccionamiento de los títulos contribui- al llamado de las comisiones contratadas
ría, también, a la confección de un catas- para dilucidar el estado de la propiedad y
tro certero, herramienta indispensable para confeccionar los planos correspondientes.
poner en marcha un sistema tributario fun- Las sanciones incluían la posibilidad de
dado en la contribución directa.26 perder todo derecho sobre la tierra.27
El proyecto, presentado a la legislatura La decisión política de incrementar el
en mayo de 1862, recibió su aprobación control sobre los inmuebles, públicos y
en octubre del mismo año con leves modi- privados, fue reafirmada con la creación
ficaciones. Aun cuando la ley reglamen- posterior del departamento Topográfico,
taba el control de la propiedad, en gene- también en 1862. Las atribuciones de esta
ral, en su articulado predominaban las dependencia fortalecían la injerencia del
disposiciones referidas a la de origen fiscal. Estado provincial sobre el dominio de la
Y en línea con lo mencionado en el párrafo tierra, concentrando en un solo organismo
anterior, introdujo un cambio sustancial el personal idóneo, los instrumentos y los
en cuanto a la amplitud dada al dominio archivos correspondientes. Los funciona-
público. Este alcanzaba los inmuebles que rios del departamento tendrían la respon-
no hubieran pasado a manos de particula- sabilidad de levantar el catastro, velar por
res por los procedimientos que regían el cumplimiento de las funciones confe-
hasta ese momento y, también, los de ridas a las comisiones encargadas de con-
aquellos titulares que no ejercieron la feccionar los planos topográficos, conferir
posesión plena. el título de agrimensor provincial, archi-
Además, se introdujeron otras dos var los planos de mensuras y llevar ade-
variaciones significativas. En primer lugar, lante el registro de la propiedad inmueble,
al aludir a los límites provinciales, y en entre otras funciones.28
tanto estos no estuvieran definidos con En la misma dirección hay que inter-
precisión, el patrimonio del Estado se pretar la creación del cargo de fiscal de
engrosaría con los desplazamientos de
27
Brussa, Cánovas y Prosdócimo, Tierra, 2001,
26
Posse a la Legislatura, 21 de mayo de 1862, en pp. 52-55.
AHL, Notas recibidas, 1862. 28
Ferreyra, “Organización”, 2011.
24 LUIS TOGNETTI
impulsar la nueva norma era que, al prac- en esas condiciones a cumplir con el trá-
ticarse en forma masiva la operación de mite y por el tiempo que este insumiría.
mensura, se reduciría su costo en términos Por cierto que durante el transcurso del
unitarios. proceso la comisión se vería impedida de
Limitado el accionar de la comisión medir esos terrenos.
por aquellos problemas, a principios de Empantanadas las acciones por los
1864 orientó su búsqueda hacia las már- inconvenientes reseñados, una circunstan-
genes del río Tercero, zona más expuesta cia ajena a las decisiones del Estado pro-
a las invasiones de las poblaciones enfren- vincial reorientó las tareas de identifica-
tadas a la soberanía estatal y, por lo tanto, ción de tierras públicas más hacia el
con menores probabilidades de ofrecer sureste. En 1864, el gobierno nacional
disputas por los derechos sobre el suelo.32 desplazó las defensas a la línea entre Me-
Al cabo de unos meses de trabajo, las difi- lincué al este, actualmente provincia de
cultades para esclarecer la propiedad pú- Santa Fe, y La Carlota al oeste, en Cór-
blica reaparecieron. En efecto, como le doba. Asegurado el territorio, la comisión
comunicó el responsable de los trabajos topográfica se abocó a mensurar las tie-
topográficos, Albano Laberge, al minis- rras libres de ocupantes como pertenecien-
tro de Gobierno, el principal problema se tes al fisco, aunque sobre la propiedad
encontraba en que la mayoría de los ocu- pública provincial pesaran cuestionamien-
pantes exhibían títulos extrajudiciales.33 tos tanto por parte del poder federal que,
De acuerdo con la ley vigente esas de acuerdo con la Ley de Territorios Na-
situaciones se resolverían por medio de un cionales de 1862, se consideraba con dere-
juicio que realizaría el afectado en los tri- chos, como del gobierno santafecino que
bunales de la capital provincial, solución también las reclamaba como propias.
que el mismo representante del Estado Conviene mencionar la superficie que
consideraba inviable. Por la resistencia estaba en juego, pues a partir de esas
demostrada por quienes se encontraban mediciones, se incorporaron unas 700 000
hectáreas al patrimonio fiscal cordobés.
32
Laberge al ministro de Gobierno, 25 de febrero Si bien –luego de las vicisitudes ex-
de 1864, en AHPC, Gobierno, 1864, t. 4, f. 461. puestas en los párrafos anteriores– el
33
“por lo general, no se puede hallar escritura gobierno logró su objetivo de identificar
matriz de estos papeles que tienen los pretendidos una extensión considerable de tierra bajo
propietarios; no fijan ni el origen del derecho ni los el dominio público y, por medio de su
límites del mismo terreno que representan, de modo enajenación, incrementar los recursos del
que la comisión a más de no poder juzgar de la vali- tesoro, que vale recordar fue otra de las
dez del título está expuesta a cometer injusticias y razones que promovieron las modificacio-
equivocaciones aun en los límites. Así es que uno pre- nes en la legislación sobre tierras, la con-
senta un papel por el cual fulano le ha vendido tan-
tas cuadras de terreno en tal parte pero no hay cons-
fección del catastro quedó incompleta. Es
tancia que tuviese tal derecho el vendedor y ya la importante tener presente que a mediano
comisión ha hallado casos evidentes de mala venta en plazo la disposición de este instrumento
este sentido”. Laberge al ministro de Gobierno, 12 era fundamental para que la tierra se trans-
de marzo de 1864, en AHPC, Gobierno, 1864, t. 1, formara en un recurso ordinario. Al desta-
f. 462. car este aspecto se quiere llamar la atención
26 LUIS TOGNETTI
Mapa 2. La merced de Cabrera en la disputa por los nuevos territorios
Fuente: elaboración propia con datos de Walther, Conquista, 1964 y AHP, Escribanía, núm. 4, 1874, leg.
135, exp. 23.
seguimiento permitirá identificar las razo- lución de los derechos sobre una y otra
nes que explican las diferencias en la reso- merced.
sur, dando un total de 280 leguas o 720 000 hectáreas.
Es decir que de aceptarse las pretensiones de los cesio- EL PROCESO JUDICIAL Y LA PRESCRIPCIÓN
narios de ambas, todas las tierras que se incorporaron PARCIAL DE LA MERCED DE LOS CABRERA
por el establecimiento de la línea de defensa sobre el
río Quinto, en 1869, hubieran pasado a manos de los
particulares, independientemente de si las disputas Los descendientes del fundador de Cór-
entre la nación y las provincias hubieran determinado doba obtuvieron en el siglo XVII la conce-
que se trataban de tierras federales o provinciales. sión de la corona sobre las tierras ubicadas
28 LUIS TOGNETTI
tir la propuesta desconocía el nuevo marco De todos modos, la decisión judicial
regulatorio instaurado por la Ley de Tie- consolidó los derechos de los particulares
rras de la provincia. Pero el juez sí aceptó que utilizaron los títulos precarios de la
la observación del fiscal y denegó el congregación religiosa para apropiarse de
pedido para extender la mensura a las tie- una fracción de la merced original. En
rras colindantes.41 tanto, para que estos pudieran adquirir el
Así, para 1866, año en que se dictó dominio sobre el resto sólo cabía interpo-
aquella sentencia, la cuestión quedaba ner un recurso ante el superior tribunal.
resuelta o al menos de esa forma lo enten- Para la provincia, en cambio, la situa-
dieron la congregación religiosa y su re- ción se mantenía indefinida, porque, ade-
presentante. Pero el fiscal no pensaba de más de que no tenía certeza acerca de la
igual modo. Para él el fallo afectaba a resolución en esta instancia, hasta ese mo-
todas las tierras, las que ya se habían men- mento no contaba con un pronunciamiento
surado y las otras. Por lo tanto, trabó una sobre la cuestión de fondo. Es decir, la
inhibición general. doctrina establecida por la Ley de Tierras.
El argumento del defensor de los inte- A su vez, el contenido de aquel fallo
reses públicos era sólido: la merced cons- precipitó la intervención de los herederos
tituía una sola propiedad. Los derechos de Cabrera en el pleito por la propiedad de
del convento provendrían de ella, pero en las tierras. Y la estrategia que emplearon
el expediente no figuraba ningún docu- no discrepó demasiado de la puesta en
mento que demostrara la transferencia del juego por el representante de la congrega-
dominio a favor de aquel.42 ción religiosa: solicitar una nueva mensura,
Aunque el tribunal no aceptó aquel acción que, como lo exigía la regulación
razonamiento, por otros motivos mantuvo en la materia, pasó a la consideración
la inhibición para los terrenos que no del fiscal, quien cuestionó la validez del
habían sido incluidos en la mensura de pedido.
185943 y que abarcaban una superficie Pero, ¿qué respondieron a las objecio-
aproximada de 2 000 000 de hectáreas. nes del letrado público los herederos de
Pero conviene llamar la atención acerca Cabrera? En síntesis, sostuvieron que las
de que la confirmación de la medida exigencias de la Ley de Tierras de la pro-
cautelar sobre estas tierras afectaba, tam- vincia, en cuanto a títulos y posesión, no
bién, las intenciones del Estado, pues podían aplicarse para este caso por la anti-
mientras rigiera no podría enajenar esos güedad de la cuestión planteada.45 Tam-
inmuebles.44 bién se concentraron en el análisis del pro-
blema en torno a la posesión para llamar
41
la atención de que era imposible ejercerla
Ibid., fs.134-136. materialmente por las incursiones reite-
42
Ibid., f. 150.
43
Ibid., f. 153.
radas de los indios. Más aún, si el Estado
44
El gobierno ya había celebrado un contrato llegaba al extremo de sostener que los he-
con el agrimensor Laberge para practicar la mensura rederos de Cabrera abandonaron la inten-
de estas tierras, paso previo a su puesta en venta.
45
Laberge al ministro de Gobierno, 6 de mayo de 1865, AHPC, Escribanía, núm. 3, 1876, leg. 163, exp.
en AHPC, Gobierno, 1865, t. 3, f. 363. 8, f. 40.
30 LUIS TOGNETTI
establecieron una serie de puntos para dis- toda la merced, aunque aceptaba que al-
tribuir las tierras si, finalmente, lograban gunos de esos instrumentos testimoniaban
su objetivo. El primero de ellos estable- sobre la deuda de parte de los herederos
cía que los sucesores del fundador de de Cabrera con la congregación religiosa.
Córdoba reconocían al cesionario del con- Pero destacaba que el monto adeudado
vento la propiedad sobre los terrenos que sólo le daba derecho sobre una fracción de
contaban con una mensura aprobada. El la superficie en disputa. Para el Estado la
segundo, determinaba que en compensa- sentencia contenía un agregado: aceptaba
ción recibirían 26 000 hectáreas o 5 000 la doctrina de la Ley provincial de Tierras.
pesos bolivianos.51 En tercer lugar acor- Esta, en esencia, establecía que las tierras
daron que de la superficie resultante luego podían volver al dominio público si no se
de la nueva mensura recibirían una super- demostraba la posesión efectiva.54
ficie igual a la que el convento obtuvo por La resolución judicial allanó el camino
la primera medición y, en el cuarto, que el para que el gobierno cordobés incorporara
resto se repartiría por mitades.52 De la re- bajo su dominio un amplio territorio55 que,
visión de las cláusulas surge que no con- de acuerdo con las mensuras practicadas,
templaban qué superficie reconocerían abarcaba una superficie de 2 000 000 de
como propiedad del Estado. hectáreas.56 De todos modos y aun cuando
De todos modos, una vez que las par- el Estado obtuvo la propiedad sobre un
tes acercaron al gobierno la propuesta, este territorio tan extenso, no se debe perder de
decidió someter el escrito al análisis de vista que los derechos sobre las 210 000
una comisión de abogados, que, por cierto, hectáreas de la primera medición queda-
rechazó los términos ofrecidos, pues acep- ron en firme y que otras 250 000 pasaron
tarlos significaba renunciar a la casi tota- a la propiedad privada contando como
lidad de la superficie en litigio. Es posible antecedente títulos precarios que remitían
que aun cuando el gobierno no hubiera a la misma merced.57
contemplado sinceramente la posibilidad
de realizar la transacción solicitada de 54
AHPC, Escribanía, núm. 4, 1874, leg. 135, exp.
manera oportuna, las condiciones estable- 23, f. 232.
cidas tampoco dejaban margen para la 55
Conviene mencionar que la sentencia del jui-
negociación.53 cio aludido no tuvo efectos en la disputa que el go-
Cerrada la vía del acuerdo, prosiguió la bierno de Córdoba mantuvo con el de la nación. Sin
causa judicial cuya sentencia se dio a cono- embargo, los reclamos de esta última sobre esos territo-
cer en 1874. El fallo negó la personería rios cesaron a partir de un acuerdo entre ambas partes,
del convento para practicar la nueva men- por el cual, el primero cedió al segundo la propiedad
sura. Rechazó los documentos con los cua- de 400 000 hectáreas en el departamento San Justo,
les se pretendía probar la posesión sobre en la frontera este con Santa Fe. AHPC, Protocolo nota-
rial, r. 2, 1874, f. 920.
56
Archivo Histórico de Mensuras (en adelante
51
El peso boliviano ($ b.) era una moneda de AHM), Mensuras administrativas de Río Cuarto, Juárez
plata, acuñada por el gobierno de aquel país, que cir- Celman, Unión y Marcos Juárez.
57
culaba por el interior argentino. Es importante señalar que un grupo de propie-
52
AHPC, Protocolo notarial, r. 2, 1867, f. 61. tarios que habían adquirido fracciones menores a la
53
Gobierno, Compilación, 1879, pp. 221-233. misma congregación a fines del siglo XVIII y comienzos
32 LUIS TOGNETTI
Mapa 3. La merced de Arrascaeta en el conflicto limítrofe con Santa Fe
Fuente: elaboración propia con datos de Walther, Conquista, 1964, y AHM, Mensuras judiciales de Unión,
núm. 34 aprobadas.
34 LUIS TOGNETTI
cuanto al alcance del fallo, sólo resolvería decir, no tomó en cuenta el anteceden-
la delimitación entre las jurisdicciones y, te de la merced para definir el alcance de
por lo tanto, no modificaba los derechos las dos jurisdicciones. Asimismo, la solu-
adquiridos por terceros sobre las tierras ción propuesta al diferendo le quitó sen-
involucradas.63 tido a la estrategia legal que la primera
En tanto eso ocurría, en el diferendo había diseñado para cuestionar la confir-
entre las provincias los comuneros de la mación de los derechos de propiedad fun-
merced desarrollaron algunas acciones que dados en aquel título.
mejoraban sus posibilidades de negocia- Como se mencionó en párrafos ante-
ción. La medida más importante consistió riores, el fiscal dirigió sus argumentos con
en aumentar artificialmente el valor de el fin de demostrar que no se había ejer-
sus derechos por medio de una subasta en cido la posesión sobre toda la superficie
la que se compraban entre sí las partes. que abarcaba aquella concesión, asegu-
De este modo, el precio de la legua cua- rando al fisco la propiedad sobre la mayor
drada, equivalente a 2 600 hectáreas, pasó proporción del suelo en disputa. El pro-
de 2 000 a 3 250 pesos bolivianos.64 blema era que la distribución realizada
Incrementar el monto nominal de los por el máximo tribunal dejaba dentro del
derechos en litigio tenía una finalidad: territorio cordobés la parte sobre la cual
inflar el costo del resarcimiento en caso existían pruebas fehacientes del ejercicio
de tener que entablar una demanda si sus de la posesión desde mediados del siglo
intereses resultaban perjudicados. Pero, XIX.66 De esta forma, se desvanecía la posi-
independientemente de que se llegara a bilidad de reivindicar esa superficie para el
esa instancia judicial, en sí misma la reva- Estado.
luación aludida constituía un instrumento Pero más grave aún era que las dila-
de presión más sobre los hombres de ciones promovidas por el funcionario
gobierno que ya debían lidiar con el défi- público para demorar la definición del trá-
cit crónico de las cuentas públicas como mite judicial de la mensura resultaban
para sumar una sentencia que los obligara ahora perjudiciales para los titulares de
a indemnizar a estos especuladores. los derechos precarios. En efecto, al no dis-
Las maniobras aludidas parecían urdi- poner de la sentencia que los convirtiera
das a la medida de la dirección que toma- en propietarios plenos perderían la parte
rían las acciones a partir de la resolución de las tierras que quedaban dentro de la
de la Corte respecto de la cuestión limí- jurisdicción santafesina. Porque como lo
trofe. El laudo arbitral distribuyó en forma estipulaba la ley de 1878 y el acuerdo que
equitativa las tierras en disputa entre las designó a la Corte Suprema como árbitro,
provincias de Córdoba y Santa Fe;65 es
66
En efecto, a mediados de 1850 Victorino Or-
63
AHM, colección Límites interprovinciales, cajón dóñez adquirió los derechos de una parte de los here-
Límites con Santa Fe. deros de Arrascaeta y estableció en esas tierras su
64
Arcondo, “Tierra”, 1969, p. 28. estancia Buena Esperanza. Con posterioridad, sus suce-
65
Secretario de la Corte Suprema al gobernador sores enajenaron fracciones del establecimiento rural
de Córdoba, 18-05-1882, en AHPC, Gobierno, 1883, pero el casco de la estancia se mantuvo. AHPC, Escri-
t. 9, f. 206. banía, núm. 2, 1865, leg. 164, exp. 21.
36 LUIS TOGNETTI
partir de la renuncia del Estado nacional posibilidades para consolidarse como tales
a la mayor parte de las tierras de la región y ampliar sus derechos sobre el suelo.
pampeana. Por otra parte, dado que el acuerdo
Asimismo, la forma adoptada para político antes aludido no pudo ofrecer una
regir el suelo de dominio público impulsó solución más amplia al problema de la
a los Estados provinciales a regular con tierra de la frontera, las diferencias se en-
mayor intensidad los derechos de propie- causaron a través de la justicia. Si bien se
dad. El análisis practicado sobre la norma trató de otro poder del mismo Estado,
elaborada por la provincia de Córdoba, constituía una instancia distinta en la cual
en particular, demostró que el ejercicio las resoluciones en torno de la propiedad
pleno de esa regulación demandó otros dependieron de la interpretación que los
instrumentos legales, además de la ley jueces hicieron de la legislación y, tam-
que sancionó el dominio público sobre bién, de sus intereses y compromisos.
los inmuebles. Entre esos instrumentos
se destacaron el departamento Topográfi-
co, el cargo de fiscal de Tierras, las re- FUENTES CONSULTADAS
glamentaciones para el ejercicio de la
agrimensura, la organización de comisio- Archivos
nes topográficas, entre otros.
La misma Ley de Tierras antes aludida AHPC Archivo Histórico de la Provincia de
expresaba los límites dentro de los cuales Córdoba.
pudo desenvolverse el Estado cordobés. AHL Archivo Histórico de la Legislatura.
En general, esa norma dejó subsistentes AHM Archivo Histórico de Mensuras.
los derechos precarios instaurados durante ACSJ Archivo Corte Suprema de Justicia.
la colonia y la primera etapa del periodo
independiente. La innovación que intro-
dujo, respecto del legado jurídico here- Bibliografía
dado de la corona, fue la que establecía
que la propiedad volvía al dominio pú- -Arcondo, Aníbal, “Tierra y política de tierras
blico en el caso en que aquellos derechos en Córdoba”, Revista de Economía y Estadística,
no se hubieran ejercido en forma perma- nueva serie, año XIII, núms. 3 y 4, 1969, Córdo-
nente. Y tal como se ha demostrado en ba, pp. 13-44.
este trabajo, esa variación sólo se puso -Avellaneda, Nicolás, Estudio sobre las leyes
en práctica, parcialmente, con las tierras de de tierras públicas, La Facultad, Buenos Aires,
la frontera. 1915.
En los intersticios dejados por la nor- -Banzato, Guillermo, La expansión de la fron-
ma se puso de manifiesto una realidad más tera bonaerense. Posesión y propiedad de la tierra en
compleja aún, en donde Estado y par- Chascomú: ranchos y monte, 1780-1880, Univer-
ticulares se confrontaron por sus intereses, sidad Nacional de Quilmes, Quilmes, 2005.
aunque en principio estos no estuvieran -Barba, Enrique et al., “La campaña al
contrapuestos. El marco jurídico protegía desierto y el problema de la tierra. La ley de
los derechos de las clases propietarias, pero 1878 y su aplicación en la provincia de Buenos
estas encontraron en aquellos espacios las Aires” en Enrique Barba (comp.), Segundo con-
38 LUIS TOGNETTI
la economía exportadora en el siglo XIX en provincia de Córdoba 1870-1880” en Congreso
Colombia”, Documento CEDE, núm. 19, edición nacional de Historia sobre la conquista del desierto,
electrónica, 2007. Academia Nacional de Ciencias, Buenos Aires,
-Tognetti, Luis, “Los derechos de propiedad 1985, pp. 477-494.
en la frontera de Córdoba, Santa Fe y Buenos -Walther, Juan, La conquista del desierto,
Aires a fines del siglo XIX”, Anuario, núm. 7, Círculo Militar, Buenos Aires, 1964.
2008, Córdoba. -Zeberio, Blanca, “Los hombres y las cosas.
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-Vera, Cristina y Norma Riquelme, “Las toria, Rosario, 2009, pp. 35-56.
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