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Críticos neoliberales

JOSÉ BLANCO

P
ara Michel Foucault el poder siempre ha estado ahí. Estructurando con su discurso las mentes
de los humanos desde que aparecen en este mundo; educando, persuadiendo, catequizando,
seduciendo, sujetando, acogotando. El poder funda y es garantía de orden. Lo ejercen la
familia, la escuela, la iglesia, el arte, el poder político y el económico, la cultura en general.
El poder más eficiente es el invisible, porque normaliza. Se instala y se presenta
como natural o normal. Nos estructuran muchos poderes coherentes e incoherentes entre sí,
y por eso somos contradictorios. Pequeñas, grandes, predominantes formas de poder
conviven, cambian, nos cambian, o las adoptamos con frecuencia sin elegirlas.

No hay un ser humano previo engañado o reprimido por las estructuras de poder. Uno
que podría despojarse de todas las formas de poder que lo han estructurado y recuperar una
supuesta humanidad original libre de toda estructuración.

El capitalismo avanzado global, posindustrial, financierizado, en el que vivimos, llegó


armado del discurso neoliberal: una enorme canasta de certezas, un poder por (no tan) largo
tiempo incontestable.Ese discurso logró instalarse el último medio siglo como lo natural, lo
normal. Ha estructurado no sólo a los sectores dominantes que lo personifican, sino también
a vastas porciones de las sociedades. Lo hace mediante la operación mercantil
cotidiana normal que a todos abarca, y mediante la operación financiero/bancaria y la
bursátil. Lo hace mediante los valores, los héroes y los winners, individualistas y
consumistas,presentes sin cesar en los medios de comunicación. Lo hace con sus intelectuales
normalizados en ese discurso.

En México los críticos neoliberales de la 4T desesperan. Sin cesar, día a día, subrayan
las barbaridades o loserrores cometidos por el gobierno de AMLO. Como criaturas del
discurso neoliberal sólo les es dado leer el mundo de ese modo. No señalan los errores
cometidos por el gobierno en el ejercicio de intentar alcanzar los cometidos que se ha
propuesto el programa de la 4T, no, esos no los registran; detectan como errores las acciones
confusas o discordantes con la operación normal de una democracia moderna. Ya se sabe, de
la mano de la democracia va el libre mercado, una libertad fundamental stricto sensu.

El capitalismo neoliberal ha entrado en etapa histórica de agonía, pero esos críticos no


tienen otro asidero que sus mantras. Continuarán en ellos, indefectiblemente. Fueron parte
del poder pero ahora se les escapa de las manos. Intentan desde ya recuperarlo, y por eso no
cesan. Combatir cada día el discurso y los hechos de AMLO es su modus vivendi.
El capitalismo neoliberal ha sido la peor versión del capitalismo. El libre mercado ha sido
siempre el modelo de la anarquía por antonomasia. El libérrimo mercado neoliberal fue el
acto de soltar a los caballos salvajes desbocados a galopar sin freno en todas direcciones. El
resultado fue la hiperconcentración de la riqueza como nunca en la historia; la tumba de la
convivencia social –en todas partes– como nunca en la historia; el arrasamiento del planeta
como nunca en la historia. La prueba mayor del decaimiento del capitalismo neoliberal y su
discurso es ver ahora cómo el centro neurálgico mundial de ese sistema, Estados Unidos,
abandona el vertedero que dominaba dejando al capitalismo en una noche negra e ignota.

El comportamiento canalla de Trump en Siria, o en Irak, y ahora también en América


Latina forma parte de ese recogimiento sobre sí mismo que el imperio procura devastando
aún más al resto del planeta en lo que pueda. La guerra económica contra China y Rusia es
evidencia de debilidad, no de poderío. El nacionalismo gorila no sólo se instaura en el
imperio. También en Europa avanza y el grito de sálvese el que pueda resuena por el orbe.

Donde hay poder hay resistencia y, por tanto, conflicto. Las atrocidades cometidas por el
neoliberalismo del subdesarrollo en México machacaron a las mayorías encima de la
ignominia de siempre que venían sufriendo. La injusticia histórica acumulada desembarcó el
1º de julio pasado en la forma de una posibilidad (por ahora no más que eso) de mejorar la
vida. No sabemos en qué medida ni a qué proporción de los excluidos llegará el alivio; pero
la oportunidad no podía perderse.

Los críticos neoliberales son insensibles al dolor de la sociedad de los excluidos, como
ordena el canon del individualismo vigente. Pero se van quedando con un discurso vacío,
pues el sistema que tantos bienes les obsequió hace agua irremediablemente.

Esos críticos esperan recuperar el poder perdido, pero esperan estérilmente. No habrá
vuelta atrás; pero los excluidos en busca de concretar su nueva posibilidad, nada tienen
asegurado tampoco. La búsqueda de nuevos arreglos sociales y políticos es para todos. Largo
es el camino, pero la condición de alerta respecto al poder en todas sus formas debe ser
continua y sin desmayo.

LA JORNADA
Martes 28 de mayo de 2019

https://www.jornada.com.mx/2019/05/28/opinion/015a1pol

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