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La Gran Depresión fue una profunda recesión económica mundial que empezó a
principios de 1929 y terminó en diferentes momentos de los años 30 o principios de los 40,
según el país. Fue la mayor y más importante depresión económica de la historia moderna,
y se utiliza en el siglo 21 como punto de referencia sobre lo que podría ser una futura caída
de la economía mundial. La Gran Depresión se originó en los Estados Unidos.
Sin embargo, los apaños (arreglos) de este tipo resultaron contraproducentes y ningún país
logró mantener durante mucho tiempo una ventaja competitiva. Estas medidas,
denominadas “empobrecer al vecino”, fueron devastadoras para la economía internacional;
el comercio mundial cayó fuertemente y, de la mano, descendieron los niveles de empleo y
de vida en muchos países.
Cercano el fin de la segunda guerra mundial, los principales países aliados estudiaron
diversos planes para restablecer el orden en las relaciones monetarias internacionales,
surgiendo el Fondo Monetario Internacional de la conferencia de Bretton Woods. Los
representantes nacionales redactaron la carta orgánica (o Convenio Constitutivo) para una
institución internacional que supervisara el sistema monetario internacional y fomentase
tanto la eliminación de las restricciones cambiarias en el comercio de bienes y servicios
como la estabilidad de los tipos de cambio. El Fondo Monetario Internacional inició sus
actividades en diciembre de 1945 con la firma del Convenio Constitutivo por los primeros
29 países.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) se creó en 1945 para promover una economía
mundial sólida. Tiene su sede en la ciudad de Washington y es administrado por los
gobiernos los 189 países miembros -casi todos los países del mundo- a los cuales rinde
cuentas sobre su desempeño. En general, el FMI se encarga de velar por la estabilidad del
sistema monetario y financiero internacional (el sistema de pagos internacionales y tipos de
cambio entre las monedas nacionales hace factible el comercio entre países). Las
actividades del FMI buscan fomentar la estabilidad económica y prevenir las crisis, ayudar
a resolver las crisis cuando éstas se producen, y fomentar el crecimiento para aliviar la
pobreza. A fin de lograr estos objetivos, el FMI emplea tres mecanismos principales: la
supervisión, la asistencia técnica y la asistencia financiera.
Supervisión.
El FMI evalúa por lo general una vez al año la política cambiaria de los países miembros en
el marco de un análisis global de la situación económica general mediante las consultas.
La supervisión se basa en la convicción de que unas políticas económicas nacionales firmes
y coherentes llevarán a la estabilidad cambiaria y a una creciente y próspera economía
mundial.
Además, el FMI realiza una labor de supervisión multilateral, cuyos resultados se resumen
en las publicaciones perspectivas de la economía mundial (bianual) y global financial
stability report (trimestral).
Asistencia financiera.
El FMI otorga créditos y préstamos a sus países miembros con problemas de balanza de
pagos en respaldo de políticas de ajuste y reforma.
Al 31 de enero de 2003, el FMI mantenía créditos y préstamos pendientes de rembolso a
favor de 89 países por un monto total de deg 69.600 millones (aproximadamente us$96.000
millones).
El FMI pone sus recursos financieros a disposición de los países miembros a través de
diversos servicios financieros (programas de préstamo).
Además de sus servicios ordinarios (acuerdos de derecho de giro, servicio ampliado del
FMI, servicio de complementación de reservas, líneas de crédito contingente y servicio de
financiamiento compensatorio), el FMI también brinda asistencia en condiciones
concesionarias en virtud de su servicio para el crecimiento y la lucha contra la pobreza
(sclp) y alivio de la deuda a través de la iniciativa para los países pobres muy endeudados
(ppme).
Asistencia técnica.
El FMI ofrece asistencia técnica y capacitación para ayudar a los países a fortalecer su
capacidad humana e institucional y elaborar y poner en práctica políticas macroeconómicas
y estructurales eficaces. La asistencia técnica se suministra en diversas áreas generales,
incluidas las de política fiscal, política monetaria y estadísticas.
El fondo también auspicia conferencias, seminarios, reuniones informativas y otros eventos
sobre cuestiones económicas internacionales.
1.4.¿QUIÉNES SON LOS PAÍSES MIEMBROS?
De acuerdo al artículo III del convenio constitutivo del fondo monetario internacional,
indica que si, se pagarán cuotas y suscripciones, pues a cada país miembro se le asignará
una cuota expresada en derechos especiales de giro.
Las cuotas de los demás países miembros serán determinadas por la junta de gobernadores.
La suscripción de cada país miembro será igual a su cuota y se pagará íntegramente al
fondo por conducto del depositario que corresponda.
Esos efectos no serán negociables ni devengarán interés y serán pagaderos a la vista según
su valor nominal mediante abono en la cuenta que el fondo mantenga en la depositaría
designada.
3. Evitará manipular los tipos de cambio o el sistema monetario internacional para impedir
el ajuste de la balanza de pagos u obtener ventajas competitivas desleales frente a otros
países miembros.
4. Seguirá políticas cambiarias compatibles con las obligaciones a que se refiere esta
sección.
5. Los países miembros se comprometen a colaborar con el Fondo y entre sí para que sus
políticas relativas a los activos de reserva sean compatibles con los objetivos de
promover una mejor supervisión internacional de la liquidez internacional y de
convertir el derecho especial de giro en el principal activo de reserva del sistema
monetario internacional.
Los países miembros mantendrán relaciones con el fondo sólo por conducto de su
ministerio de hacienda, banco central, fondo de estabilización u otros organismos fiscales
semejantes, y el fondo mantendrá relaciones únicamente con dichos organismos o por
conducto de los mismos.
Las transacciones por cuenta del fondo se limitarán a las que tengan por objeto suministrar
a un país miembro, a solicitud de éste, derechos especiales de giro o monedas de otros
países miembros con cargo a los recursos generales del fondo, que se mantendrán en la
cuenta de recursos generales, a cambio de la moneda del país miembro que desee efectuar
la compra.
De mediar una solicitud al efecto, el fondo podrá tomar la decisión de prestar servicios
financieros y técnicos, entre ellos la administración de recursos proporcionados por los
países miembros, siempre que sean compatibles con los fines del fondo.
Todos los miembros del FMI pueden solicitar recursos del fondo, incluso los principales
países industrializados que proveen la mayor parte de los fondos. Sin embargo, ninguno de
los principales países industrializados ha solicitado recursos del FMI desde la década de
1970.
La labor de fortalecimiento de las capacidades que lleva a cabo el FMI forma parte de su
mandato primordial, junto con la evaluación de la situación económica internacional y la
concesión de crédito a países que sufren crisis de balanza de pagos. Abarca el
fortalecimiento de las instituciones económicas (asistencia técnica) y las correspondientes
necesidades de capacidad humana (capacitación) para ayudar a los gobiernos a forjar
políticas e instituciones eficaces. Esta labor ayuda a los países a robustecer sus economías,
promover el crecimiento incluyente y crear puestos de trabajo.
El FMI también ofrece una amplia variedad de cursos de capacitación; por ejemplo, sobre
vínculos macrofinancieros, política monetaria y fiscal, aspectos de la balanza de pagos,
mercados e instituciones financieras, y marcos estadísticos y jurídicos. El FMI ha
rediseñado el programa y los cursos de formación para el ejercicio 2017, con la finalidad de
ayudar a los países a lograr la estabilidad macroeconómica y el crecimiento sostenible. Los
cursos se anuncian con un año de anticipación en un catálogo que puede consultarse en
línea. Además del catálogo, también se promocionan en línea cursos adicionales que
reflejan cambios de prioridades y de demandas.
Los cursos son presenciales y en línea. También se ofrece capacitación práctica y orientada
a las políticas en los centros regionales de capacitación. El FMI ha ampliado
significativamente la enseñanza por Internet a funcionarios públicos. Los cursos en línea
también están abiertos al público a través de los denominados cursos abiertos en línea para
un público masivo (MOOC, por sus siglas en inglés). Más de 8.400 funcionarios públicos
(y 8.200 miembros del público en 185 países) terminaron un curso en línea desde el
lanzamiento del programa a fines de 2013.
El fondo, sus bienes y su activo, dondequiera que se hallen situados y quienquiera que los
tenga en su poder, gozarán de inmunidad en cuanto a toda clase de procedimientos
judiciales, excepto en la medida en que el fondo renuncie expresamente a esa inmunidad a
los efectos de cualquier procedimiento o en virtud de los términos de cualquier contrato.
C) no se gravarán con impuesto de ninguna clase las obligaciones o títulos que el fondo
emita, ni los dividendos o intereses que los mismos devenguen, quienquiera que sea el
tenedor.
La mayoría de los recursos para financiar los préstamos que otorga el FMI proceden de los
países miembros, principalmente del pago de cuotas. Además, la captación de crédito
complementa temporariamente los recursos procedentes de las cuotas y ha sido crítica para
que el FMI pueda atender las necesidades de respaldo financiero excepcional de los
miembros durante la crisis económica mundial. Los préstamos concesionarios y el alivio de
la deuda para los países de bajo ingreso se financian mediante otros fondos fiduciarios
basados en aportaciones.
La misión principal del FMI es dar asistencia financiera a los países que experimentan
serias dificultades financieras y económicas usando los fondos depositados en el FMI por
los 189 países miembros.
Propósito original:
Fomentar la cooperación monetaria internacional por medio de una institución
permanente que sirva de mecanismo de consulta y colaboración en cuestiones
monetarias internacionales y por medio de asesoría a los países en materia de manejo
monetario internacional.
Facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional.
Fomentar la estabilidad cambiaria, al procurar que los países mantengan regímenes
de cambio ordenados, esto es, evitando que alteren el manejo cambiario global por
variar competitivamente las tasas de cambio.
Coadyuvar (ayudar) a establecer un sistema multilateral de pagos para las
transacciones corrientes.
2.1.LOS FINES DEL FMI
• Concede préstamos a los países miembros que enfrentan problemas de balanza de pagos,
no solo con fines de financiamiento temporal sino también en respaldo de las medidas de
ajuste y de reforma que contribuyan a corregir los problemas fundamentales.
En octubre de 2000, el FMI aprobó un préstamo de US$52 millones más para Kenya
con objeto de que el país pudiera hacer frente a los efectos causados por una grave
sequía; la operación se integraba en el crédito de US$193 millones, a tres años de
plazo, al amparo del servicio para el crecimiento y la lucha contra la pobreza,
establecido por el FMI con carácter concesionario en apoyo de los países de bajo
ingreso.
• Facilita a los gobiernos y bancos centrales de los países miembros asistencia técnica y
capacitación en el área de especialidad de la institución.
Por ejemplo: Tras el desplome de la Unión Soviética, el FMI entró en escena para
ayudar a los países bálticos, Rusia y otros países ex soviéticos a establecer sistemas
de tesorería en los bancos centrales como parte de la transición de un sistema de
planificación central a una economía de mercado.
2.2.OBJETIVOS
El objetivo del FMI según sus estatutos es evitar las crisis en los sistemas monetarios
promoviendo en los países miembros la adopción de medidas en política económica.
Además, como su nombre indica, el FMI es un fondo al que los países miembros pueden
recurrir para superar los problemas de balanza de pagos que puedan de forma puntual y con
carácter temporal.
2.3.FUNCIONES
1. Vigilancia de las economías de los miembros del FMI, con énfasis especial en las
políticas cambiarias
2.4.PRESTAMOS
Un país miembro puede solicitar asistencia financiera al FMI si tiene una necesidad real
o potencial de balanza de pagos, es decir, si no dispone o podría no disponer de
financiamiento en montos suficientes y en condiciones accesibles para hacer frente a sus
pagos internacionales netos (por ejemplo, importaciones, amortizaciones de la deuda
externa) y al mismo tiempo mantener un nivel adecuado de reservas para hacer frente a
necesidades futuras. Los recursos del FMI brindan un margen de seguridad que da más
flexibilidad a las políticas de ajuste y a las reformas que debe realizar el país para
corregir sus problemas de balanza de pagos y ayuda a restablecer las condiciones para
un vigoroso crecimiento económico.
Ante la solicitud de un país miembro, el FMI por lo general pone a disposición sus
recursos en el marco de un “acuerdo” de préstamo, que puede especificar, dependiendo
del tipo de instrumento de préstamo que se utilice, las políticas y medidas económicas
específicas que el país conviene en poner en práctica para resolver su problema de
balanza de pagos. El país, en consulta con el FMI, elabora el programa de política
económica que sirve de base para el acuerdo y, en la mayoría de los casos, lo presenta en
una “carta de intención” al Directorio Ejecutivo de la institución, con una explicación
más detallada en el “Memorando de Entendimiento” anexo. Una vez que el Directorio
aprueba el acuerdo, los recursos del FMI se entregan normalmente en desembolsos
periódicos a medida que se va ejecutando el programa. Algunos acuerdos proporcionan
a los países que presentan un muy buen desempeño una sola oportunidad de acceso
directo a los recursos del FMI, lo que significa que no están a sujetos a compromisos
explícitos en materia de políticas.
Préstamos no concesionarios
Los instrumentos del FMI para préstamos no concesionarios son los Acuerdos de
Derecho de Giro (acuerdos Stand-By), la Línea de Crédito Flexible (LCF), la Línea de
Precaución y Liquidez (LPL); para necesidades a mediano plazo, el Servicio Ampliado
del FMI (SAF); y para proporcionar asistencia de emergencia a los países miembros que
enfrentan necesidades urgentes de balanza de pagos, el Instrumento de Financiamiento
Rápido (IFR). Todos los servicios no concesionarios están sujetos a la tasa de interés del
FMI, denominada “tasa de cargos”, que está basada en el mercado; y los préstamos de
gran cuantía (que superan ciertos límites) están sujetos a una sobretasa. La tasa de
cargos se basa en la tasa de interés del DEG, que se revisa semanalmente para tener en
cuenta las fluctuaciones de las tasas de interés de corto plazo en los principales
mercados monetarios internacionales. El monto máximo que un país puede obtener en
préstamo del FMI —conocido como su “límite de acceso”— varía con el tipo de
préstamo, pero por lo general es un múltiplo de la cuota que aporta el país al FMI. En
circunstancias excepcionales, se puede exceder este límite. Los Acuerdos de Derecho de
Giro, la Línea de Crédito Flexible y el Servicio de Crédito Ampliado no están sujetos a
un límite de acceso preestablecido.
Acuerdos de Derecho de Giro (Stand-By). Históricamente, la mayor parte de la
asistencia no concesionaria del FMI se ha proporcionado en el marco de los
acuerdos Stand-By. Estos acuerdos tienen por objeto ayudar a los países a resolver
problemas de balanza de pagos de corto plazo. Las metas de los programas buscan
resolver estos problemas y los desembolsos están supeditados al cumplimiento de dichas
metas (“condicionalidad”). En general, tienen una duración de 12 a 24 meses, y el
reembolso debe efectuarse en un plazo de 3¼ a 5 años. Los acuerdos Stand-By pueden
usarse para fines precautorios, es decir, el país puede optar por no girar los montos
aprobados, y retener la opción de hacerlo más adelante si las condiciones se deterioran.
Los acuerdos Stand-By tienen un escalonamiento de giros más flexible y, según
corresponda, pueden brindar un acceso concentrado al principio del programa.
Línea de Crédito Flexible (LCF). La LCF está destinada a países en que las variables
fundamentales de la economía, las políticas y la aplicación de las políticas han sido muy
sólidas. Los acuerdos en el marco de la LCF se aprueban, por pedido del país miembro,
a favor de países que reúnen ciertos criterios preestablecidos. La duración de la LCF es
de uno o dos años con un examen provisional después de un año para confirmar que el
país continúa cumpliendo con los criterios. El acceso se determina según las
circunstancias particulares de cada país, no está sujeto a los límites de acceso, y el
monto total del acceso está disponible de inmediato, en vez de suministrarse en forma
escalonada. A diferencia de los acuerdos Stand-By, los desembolsos en el marco de la
LCF no están condicionados a compromisos en materia de políticas porque los países
habilitados para participar en la LCF tienen una trayectoria demostrada en la
implementación de políticas macroeconómicas adecuadas. El acuerdo brinda flexibilidad
al permitir al país girar en el momento en que se aprueba el acuerdo, o usarlo con fines
precautorios. El plazo de reembolso de los giros en el marco de la LCF es el mismo que
el de los acuerdos Stand-By.
Línea de Precaución y Liquidez (LPL). La LPL está destinada a países con políticas y
fundamentos sólidos, y una trayectoria de implementación de esas políticas. Los países
habilitados para activar la LPL quizás enfrenten vulnerabilidades moderadas y no se
ajusten a los criterios establecidos para acceder a la LCF, pero no necesitan los mismos
ajustes sustanciales de las políticas que normalmente están asociados a los Acuerdos de
Derecho de Giro. La LPL combina criterios de acceso (semejantes a los de la LCF pero
menos estrictos) con condiciones focalizadas para reducir las vulnerabilidades
remanentes. Los acuerdos enmarcados dentro de la LPL pueden ser de seis meses o de
1-2 años; estos últimos están sujetos a exámenes semestrales. El acceso en el marco de
acuerdos de seis meses está limitado a 125% de la cuota en épocas de normalidad, pero
ese límite puede incrementarse a 250% de la cuota en circunstancias excepcionales en la
cuales las necesidades de balanza de pagos se deben a shocks exógenos, por ejemplo los
causados por una agudización de las tensiones regionales o internacionales. Los
acuerdos a 1-2 años están sujetos a un límite de acceso anual de 250% de la cuota, y
todos los acuerdos en el marco de la LPL están sujetos a un límite acumulativo de 500%
de la cuota. Existe flexibilidad para utilizar la línea de crédito o para tratarla como un
instrumento precautorio. El plazo de reembolso es el mismo que el de los
acuerdos Stand-By.
Servicio Ampliado del FMI (SAF). Este servicio ayuda a los países a resolver
problemas de balanza de pagos de mediano y más largo plazo debidos a distorsiones
importantes que exigen reformas económicas fundamentales. El uso de este servicio
aumentó considerablemente durante la reciente crisis, debido a la naturaleza estructural
de los problemas de balanza de pagos de algunos países miembros. El plazo de los
acuerdos ampliados suele ser más largo que el de los acuerdos Stand-By; normalmente,
no supera los tres años en el momento de la aprobación, con una prórroga máxima de
hasta un año cuando corresponde. Sin embargo, también se permite una duración
máxima de hasta cuatro años si la necesidad de balanza de pagos es de más de tres años,
el ajuste necesario para restablecer la estabilidad macroeconómica es prolongado, y
existe suficiente seguridad de que el país tiene la capacidad y la voluntad de
implementar reformas estructurales profundas y sostenidas. El reembolso debe
efectuarse normalmente en un plazo de 4½ a 10 años desde la fecha de desembolso.
Préstamos concesionarios
Los servicios concesionarios del FMI para los países de bajo ingreso en el marco del
FFCLP se reformaron en 2010 y fueron levemente modificados en 2013 como parte de
una iniciativa más amplia para lograr que la asistencia financiera que brinda el FMI sea
más flexible y se adapte mejor a las diversas necesidades de los países de bajo ingreso.
Las normas y los límites de los servicios concesionarios se ampliaron en 2015 para que
sus niveles se mantengan acordes con los niveles cada vez mayores de producción,
comercio y flujos de capital. Se ha incrementado el carácter concesionario de las
condiciones de financiamiento, y la tasa de interés se revisa cada dos años (actualmente
esta tasa es igual a cero hasta fines de 2016). Todos los servicios sirven para apoyar
programas concebidos por los propios países para lograr una situación macroeconómica
sostenible y acorde con los objetivos de reducir y fomentar el crecimiento de manera
firme y duradera. Los países habilitados para beneficiarse del FFCLP y que están en
mejores condiciones pueden recibir apoyo financiero “combinado” del FMI, que
comprende recursos no concesionarios y concesionarios.
3. GOBIERNO
Junta de gobernadores
La Junta de Gobernadores, que es la autoridad máxima del FMI, está integrada por un
gobernador y un gobernador suplente por cada país miembro. El gobernador, nombrado
por cada país miembro, es generalmente el ministro de Hacienda o el gobernador del
banco central.
Las Juntas de Gobernadores del FMI y del Grupo del Banco Mundial se reúnen
normalmente una vez al año, durante las Reuniones Anuales del FMI y del Banco
Mundial, para examinar la labor de sus respectivas instituciones. Las Reuniones
Anuales, que se celebran en septiembre u octubre, se llevan a cabo habitualmente en
Washington por dos años consecutivos y en otro país miembro en el tercer año.
Los países que participaban en este sistema necesitaban reservas oficiales tenencias del
gobierno o el banco central en oro y monedas extranjeras de amplia aceptación que
pudiesen ser utilizadas para adquirir la moneda nacional en los mercados cambiarios, de ser
necesario, a fin de mantener su paridad cambiaria. Pero la oferta internacional de dos
activos de reserva fundamentales el oro y el dólar de EE.UU resultaba inadecuada para
apoyar la expansión de los flujos comerciales y financieros internacionales que estaba
teniendo lugar. Por consiguiente, la comunidad internacional decidió crear un nuevo activo
de reserva internacional con el auspicio del FMI.
Unos pocos años después de la creación del DEG, el sistema de Bretton Woods se
derrumbó, y las principales monedas pasaron a regímenes de tipo de cambio flotante.
El DEG no es ni una moneda ni un activo frente al FMI. Más bien representa un activo
potencial frente a las monedas de libre uso de los países miembros del FMI. Los tenedores
de DEG pueden obtener estas monedas a cambio de sus DEG mediante dos operaciones:
primero, la concertación de acuerdos de canje voluntario entre países miembros y, segundo,
la designación, por parte del FMI, de países miembros con una sólida situación externa para
que compren DEG a países miembros con una situación externa poco firme. Además de su
función de activo de reserva complementario.
Inicialmente, el valor del DEG se definió como un valor equivalente a 0,888671 gramos de
oro fino, que, en ese entonces, era también equivalente a un dólar de EE.UU. Tras
derrumbarse el sistema de Bretton Woods en 1973, el DEG se redefinió en base a una cesta
de monedas. Con efecto a partir del 1 de octubre de 2016, la cesta del DEG está compuesta
por el dólar de EE.UU., el euro, el renminbi chino, el yen japonés y la libra esterlina.
Las ponderaciones respectivas eran 41,73% para el dólar de EE.UU.; 30,93% para el euro;
10,92% para el renminbi chino; 8,33% para el yen japonés; y 8,09% para la libra esterlina.
Estas ponderaciones se utilizaron para determinar el monto de cada una de las cinco
monedas incluidas en la nueva cesta de valoración del DEG que entró en vigor el 1 de
octubre de 2016. Estos nuevos montos de cada moneda se mantendrán fijos durante el
próximo período quinquenal de valoración del DEG.
Actualmente está programado que el próximo examen tendrá lugar a más tardar el 30 de
septiembre de 2021.
La tasa de interés del DEG constituye la base para calcular los intereses que se cobran a los
países miembros que obtienen préstamos y los intereses que se pagan a los países miembros
por el uso de sus recursos para la concesión de préstamos del FMI ordinarios. La tasa es
asimismo el interés que se paga a los países miembros por sus tenencias de DEG y que se
les cobran por su asignación de DEG. La tasa de interés del DEG se determina
semanalmente y se basa en el promedio ponderado de las tasas de interés representativas de
los instrumentos de deuda a corto plazo en los mercados de dinero de las monedas que
integran la cesta de valoración del DEG.
Fue creado en octubre de 1974 para asesorar a las Juntas de Gobernadores del FMI y del
Banco Mundial sobre aspectos críticos de desarrollo y sobre los recursos financieros
requeridos para promover el desarrollo económico en los países en desarrollo. El Comité se
reúne por lo general dos veces al año, tras la reunión del CMFI.
Está integrado por 25 miembros (que generalmente son los ministros de hacienda o de
desarrollo) que en su conjunto representan la totalidad de los países miembros del FMI y
el Banco Mundial. Actualmente lo preside Marek Belka, Presidente del Banco Nacional
de Polonia.
El directorio ejecutivo
El Directorio analiza todos los aspectos de la labor del FMI, desde las evaluaciones
anuales de la situación económica de los países miembros realizadas por el personal
técnico del FMI hasta cuestiones de política económica que revisten importancia para la
economía mundial. El Directorio suele adoptar decisiones por consenso, pero a veces se
llevan a cabo votaciones formales.
El número de votos de cada país miembro es igual a la suma de sus votos básicos
(distribuidos equitativamente entre todos los países miembros) y los votos basados en la
cuota. Por lo tanto, la cuota de un país miembro determina su número de votos. Al
término de la mayor parte de las reuniones formales, el Directorio resume sus opiniones
en un documento denominado Exposición sumaria. También pueden celebrarse
reuniones informales para examinar cuestiones de política económica complejas en una
etapa preliminar.
Servicios de apoyo
4.2.Antecedentes
El proceso de las ERP fue puesto en marcha por el FMI y el Banco Mundial en 1999 en el
contexto de la Iniciativa para los Países Pobres Muy Endeudados (PPME). Los países se
encargaban de preparar los documentos de estrategia de lucha contra la pobreza (DELP) y
los informes anuales de avance como fundamento para reducir la pobreza. Posteriormente,
estos documentos se utilizaron como base para los programas respaldados por el FMI en los
países de bajo ingreso a fin de facilitar la implementación de estrategias destinadas a lograr
una reducción de la pobreza y un crecimiento sostenidos.
Mantener el vínculo entre las ERP de los países miembros y las políticas aplicadas en el
marco de los programas respaldados por el FMI, con una documentación simplificada
en materia de ERP. Esto es importante para demostrar que las políticas adoptadas en el
marco de los programas respaldados por el FMI guardan relación con las ERP de las
autoridades.
Preservar la identificación de los países con las ERP. Si los documentos del país son
apropiados y abarcan la ERP de las autoridades, se utilizarán para documentar esta
estrategia, en lugar de exigir la preparación de un nuevo documento. Si esos
documentos no están disponibles, se requerirá un documento sucinto que al menos
satisfaga los requisitos mínimos (que se describen más adelante).
Aportar flexibilidad en el alcance y cobertura de las ERP para que sean reflejo de las
circunstancias particulares de cada país. Las prioridades y capacidades de los países
varían considerablemente y deberán tomarse en cuenta al evaluar la calidad de los
documentos sobre las ERP.
Estos requisitos de documentación deberán satisfacerse para que un país de bajo ingreso
pueda concluir los exámenes en el marco de un acuerdo del Servicio de Crédito Ampliado
(SCA) o del Instrumento de Apoyo a la Política Económica (IAPE). Aparte de los pocos
países que aún participan en la Iniciativa para los PPME, ya no se requiere la preparación
de DELP ni de informes anuales de avance para la puesta en marcha de un programa
respaldado por el FMI en los países de bajo ingreso; tampoco se prepararán notas
consultivas conjuntas del personal técnico del FMI y el Banco Mundial.
Los DDE deben satisfacer los siguientes requisitos mínimos a fin de asegurar una
plataforma estratégica claramente delineada para las políticas respaldadas en el marco de un
acuerdo del SCA o del IAPE:
Incluir una estrategia o un plan que describa de qué manera se alcanzarán los
objetivos de crecimiento y reducción de la pobreza.
Definir las políticas específicas, incluidas las políticas macroeconómicas y
financieras, que se adoptarán al aplicar la estrategia.
Señalar la fecha de inicio y los plazos fijados para la implementación, a fin de
asegurar la congruencia con la estrategia que sirve como fundamento para los
programas respaldados por el FMI.
Además de estos requisitos mínimos, se recomienda encarecidamente a los países que la
preparación de los DDE se haga mediante un proceso participativo de base amplia (si bien
esto ya no es un requisito) y que sigan las directrices sobre prácticas óptimas en este
terreno. Se recomienda también describir los siguientes elementos:
La situación actual de la pobreza y su evolución.
Los factores que influyen en la pobreza, incluidos los obstáculos para reducirla.
Un marco fiscal y de sostenibilidad de deuda, dando prioridad a las necesidades de
gasto para el desarrollo en base a una evaluación realista del espacio fiscal.
La eficacia del gasto, demostrando en particular que los fondos se utilizan
adecuadamente para luchar contra la pobreza.
Redes de protección social y mitigación del riesgo.
Proceso participativo.
En 2009, el FMI reforzó su apoyo a los países de bajo ingreso teniendo en cuenta la
variabilidad de su situación económica y las mayores vulnerabilidades resultantes de los
efectos de la crisis económica mundial. La institución reformó sus instrumentos de crédito,
sobre todo para atender de manera más directa las necesidades de apoyo a corto plazo y
financiamiento de emergencia. En 2015, el FMI impulsó su apoyo a los países más pobres
incrementando el acceso a los recursos concesionarios. El FMI ha adoptado una estrategia
que le permite financiar, a más largo plazo, préstamos de carácter concesionario por un
monto anual de alrededor de USD 1.800 millones, en parte mediante las contribuciones
vinculadas a la distribución de las ganancias de las ventas de oro.
4.7.Señales positivas
Muchos países de bajo ingreso han logrado grandes avances hacia la estabilidad
macroeconómica. En los años noventa, la gran mayoría de los países de bajo ingreso
enfrentaban problemas económicos de larga data que exigieron cambios radicales y a largo
plazo en sus políticas, y estos cambios en muchos casos estuvieron acompañados del alivio
de la deuda o la cancelación de deudas. Pero ahora muchas de esas economías están
abriéndose e integrándose cada vez más a la economía mundial. Muchos países de bajo
ingreso están integrándose a los mercados de capitales internacionales, captando
inversiones extranjeras y desarrollando su propio sector financiero privado
Para flexibilizar el apoyo financiero y adaptarlo mejor a los diversos países de bajo ingreso,
en 2010 el FMI creó un Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza
que brinda asistencia a través de tres mecanismos de crédito de carácter concesionario.
El Servicio de Crédito Ampliado (SCA) proporciona respaldo sostenido a
mediano y largo plazo para atender problemas persistentes de balanza de pagos.
Sus políticas (especialmente, los condicionamientos que impone a los países en vías de
desarrollo para el pago de su deuda o en otorgar nuevos préstamos) han sido severamente
cuestionadas como causantes de regresiones en la distribución del ingreso y perjuicios a las
políticas sociales. Algunas de las críticas más intensas han partido de Joseph Stiglitz,
economista jefe del Banco Mundial de 1997 a 2000 y Premio Nobel de Economía 2001.
Otras condiciones clave del Fondo Monetario Internacional como el aumento de las
tasas de interés, la restricción del crédito, el recorte de gastos gubernamentales y la
contracción inducida de la economía en general están fuera de lugar en Asia, ya que
fueron diseñadas para países (en especial de América Latina) que enfrentaban
problemas diferentes, como altos déficit presupuestales y enormes deudas externas
originadas en el sector público. Aplicadas a Asia oriental, esas políticas del Fondo
Monetario Internacional son contraproducentes, ya que los problemas están centrados
en el sector privado. Aunque la economía real de los países asiáticos afectados tuvo una
conducción sensata, se produjo un pánico financiero, en parte catalizado por
especuladores, que causó un colapso de las monedas y las bolsas de valores. Esto, a su
vez, arruinó a numerosas empresas que habían acumulado grandes deudas externas y a
bancos privados que ya enfrentaban una alta proporción de préstamos morosos debido a
la extensión del crédito a sectores no productivos.
Las políticas del Fondo Monetario Internacional son determinadas por funcionarios que
no entienden cabalmente la situación de los países sobre los que deciden. Sin embargo,
tales funcionarios están en condiciones de diseñar y aun alterar radicalmente en pocos
días políticas de comunidades enteras que hasta ahora funcionaban bien y fueron
modelo de éxito económico.
Estos puntos fueron centrales en las negociaciones del Fondo Monetario Internacional en
Latinoamérica como condicionantes del acceso de los países de la región al crédito, en la
década de 1980. Sus consecuencias fueron una desaceleración de la industrialización, o
desindustrialización en la mayoría de los casos. Con ellos se volvía a economías
exportadoras de materias primas. Las medidas aplicadas generaron fuertes diferencias en la
distribución del ingreso y un aumento de la desigualdad, junto con la desaparición o
restricción de las redes sociales de apoyo otorgadas anteriormente por el Estado. Aunque ya
existían desigualdades sociales anteriormente, las medidas las exacerbaron. En muchos
países en desarrollo de Latinoamérica y África, la aplicación de esas medidas fue llevada a
cabo por gobiernos dictatoriales, y significaron una integración desequilibrada a la
economía mundial.
El FMI rinde cuentas a sus países miembros y esta responsabilidad es esencial para la
eficacia de la institución. La labor cotidiana de gestión en el FMI corresponde al
Directorio Ejecutivo, en representación de los 184 países miembros del FMI, y al personal
contratado internacionalmente que está a las órdenes del Director Gerente y tres
Subdirectores Gerentes; el equipo de alta gerencia procede de regiones diferentes del
mundo. Las facultades del Directorio Ejecutivo para la gestión del FMI han sido delegadas
por la Junta de Gobernadores, en quien descansa la supervisión final. La Junta de
Gobernadores, en la que están representados todos los países miembros, es la autoridad
máxima de la institución. Suele reunirse una vez al año con ocasión de las reuniones
anuales del FMI y el Banco Mundial. Los países miembros nombran a un gobernador para
que les represente distinción que suele recaer en el ministro de Hacienda o el gobernador
del banco central del país y a un gobernador suplente. La Junta de Gobernadores decide
sobre todas las cuestiones importantes de política pero, como se ha dicho, delega la gestión
cotidiana en el Directorio Ejecutivo. Los aspectos clave de política relacionados con el
sistema monetario internacional se analizan dos veces al año en un comité de los
gobernadores denominado Comité Monetario y Financiero Internacional o CMFI (que hasta
septiembre de 1999 fue conocido por Comité Provisional).
Un comité conjunto de las Juntas de Gobernadores del FMI y el Banco Mundial, que recibe
el nombre de Comité para el Desarrollo asesora e informa a los gobernadores sobre temas
de política de desarrollo y otras cuestiones de interés para los países en desarrollo. El
Directorio Ejecutivo está formado por 24 directores ejecutivos y presidido por el Director
Gerente del FMI. Se reúne habitualmente tres veces por semana en sesiones que se
prolongan mañana y tarde, y con más frecuencia si hace falta, en la sede de la organización
en Washington. Los cinco países miembros accionistas más grandes del FMI Estados
Unidos, Japón, Alemania, Francia y Reino Unido más China, Rusia y Arabia Saudita tienen
escaño propio en el Directorio. Los 16 directores ejecutivos restantes son elegidos por
períodos de dos años por grupos de países, a los que se llama jurisdicciones. La
documentación que sirve de base para las deliberaciones en el Directorio corre por cuenta
sobre todo del personal del FMI, algunas veces en colaboración con el Banco Mundial, y se
somete al Directorio previa aprobación de la gerencia; sin embargo, algunos documentos
los presentan los propios directores ejecutivos. En los últimos años, una proporción
creciente de la documentación del Directorio Ejecutivo del FMI se da a conocer al público
en el sitio del FMI en Internet (www.imf.org). A diferencia de algunos organismos
internacionales cuyo sistema de votación sigue el principio de “un país, un voto” (por
ejemplo, la Asamblea General de las Naciones Unidas), en el FMI se utiliza un sistema de
votación ponderado: cuanto mayor es la cuota de un país en el FMI determinada en
términos generales por la magnitud de la economía más votos tiene ese país; No obstante, el
Directorio rara vez toma una decisión por votación formal; la mayor parte de las decisiones
se basan en el consenso alcanzado por los países miembros y reciben respaldo unánime.
Las cuotas determinan el número de votos de un país: Los recursos del FMI proceden sobre
todo de la suscripción de cuotas (capital) que pagan los países miembros cuando ingresan
en el FMI, o tras una revisión periódica que lleve a un aumento de las cuotas. Los países
pagan el 25% de la suscripción de la cuota en derechos especiales de giro o en monedas
principales como el dólar de EE.UU. o el yen japonés; el FMI puede exigir el pago del
resto, en la moneda del propio país miembro, si lo necesita para efectuar un préstamo. Las
cuotas determinan no solo el pago de la suscripción que aporta el país miembro, sino
también la magnitud del financiamiento que puede recibir del FMI y la participación que le
corresponde en las asignaciones de DEG. Las cuotas también son el principal factor para
determinar el número de votos de un país. Las cuotas se fijan para que, a grandes rasgos,
reflejen el tamaño relativo del país miembro en la economía mundial: cuanto mayor sea la
economía en función del producto y mayor y más variado su comercio exterior, la cuota
tiende también a ser mayor. A Estados Unidos de América, la economía más grande del
mundo, le corresponde el mayor aporte al FMI, el 17,5% del total de las cuotas. Palau, la
economía más pequeña del mundo, contribuye el 0,001%. La revisión más reciente de las
cuotas (la undécima) entró en vigor en enero de 1999 y elevó el total. (que no había sido
modificado desde 1990) en aproximadamente un 45%; las cuotas del FMI ascienden ahora
a DEG 212.000 millones (unos US$300.000 millones).
Si hace falta, el FMI puede obtener préstamos para complementar los recursos de las
cuotas. El FMI cuenta con dos tipos de acuerdos permanentes para la obtención de
préstamos a los que puede recurrir si necesita hacer frente a cualquier tipo de amenaza en el
sistema monetario internacional:
• Los Nuevos Acuerdos para la Obtención de Préstamos (NAP), establecidos en 1997, con
25 países e instituciones participantes. Conforme a estos dos acuerdos, el FMI dispone de
un total de DEG 34.000 millones (unos US$50.000 millones) de recursos en préstamo.
5.2.¿Qué es un DEG?
El DEG, o derecho especial de giro, es un activo internacional de reserva creado por el FMI
en 1969 (en virtud de la primera enmienda del Convenio Constitutivo) debido al temor de
los países miembros de que el total entonces existente y el crecimiento previsto de las
reservas internacionales fuera insuficiente a los fines de la expansión del comercio mundial.
Los principales activos de reserva eran el oro y el dólar de EE.UU., y los países miembros
no querían que las reservas mundiales tuvieran que depender de la producción de oro, que
presentaba incertidumbres inherentes, ni de los repetidos déficit de la balanza de pagos de
Estados Unidos que se necesitarían para que continuaran creciendo las reservas en dólares
de EE.UU. El DEG se creó como activo complementario de reserva que el FMI “asignaría”
periódicamente a los países miembros en caso de necesidad, y que podría cancelarse en la
medida que hiciera falta. El DEG que a veces recibe el nombre de “papel oro” aunque no
tiene existencia física ha sido asignado a los países miembros (en forma de asientos
contables) en cantidades proporcionales a las cuotas. Hasta la fecha, el FMI ha asignado un
total de DEG 21.400 millones (unos US$32.000 millones) a los países miembros. La última
asignación se produjo en 1981, año en que asignaron DEG 4.100 millones a los 141 países
que en ese momento eran miembros del FMI.
Desde 1981, el conjunto de los países miembros no ha considerado que hiciera falta una
nueva asignación general de DEG, en parte debido al crecimiento experimentado por los
mercados internacionales de capital. Sin embargo, en septiembre de 1997 y a la luz del
incremento habido en el número de países miembros entre ellos países que no han recibido
una asignación la Junta de Gobernadores propuso la cuarta enmienda del Convenio
Constitutivo. Cuando la apruebe la mayoría de países miembros fijada con ese fin, quedará
autorizada una asignación especial única “equitativa” de DEG 21.400 millones que se
distribuirá de manera que la proporción de asignaciones acumulativas netas de todos los
países miembros en relación con la cuota se eleve a un nivel común de referencia. Los
países miembros del FMI pueden utilizar el DEG en transacciones entre sí, con 16
tenedores “institucionales” de DEG y con el propio FMI. El DEG es también la unidad de
cuenta del FMI. Hay varios organismos internacionales y regionales, además de
convenciones internacionales, que utilizan el DEG como unidad de cuenta o como base
para determinar una unidad de cuenta. El valor del DEG se fija diariamente en función de
una cesta de cuatro monedas principales: euro, yen japonés, libra esterlina y dólar de
EE.UU. Al 1 de julio de 2004, un DEG valía 1,48 dólares de EE.UU. La composición de la
cesta se revisa cada cinco años para comprobar que sigue siendo representativa de las
monedas utilizadas en las transacciones internacionales y que la ponderación asignada a las
monedas es reflejo de su importancia relativa en los sistemas de comercio y financiero
mundiales.
Los países miembros han convenido que la supervisión de la política cambiaria nacional
por parte del FMI debe realizarse en el marco de un análisis completo de la situación
económica general y de la estrategia de cada país miembro para su política económica.
Gracias al seguimiento continuo de las economías y al asesoramiento en materia de política
que la supervisión del FMI entraña, se detectan las señales de peligro, y los países pueden
intervenir a tiempo para evitar problemas. Hay tres modalidades de seguimiento que utiliza
el FMI: La supervisión de la política económica nacional, en forma de consultas regulares y
completas (habitualmente, una vez al año) con los países miembros para examinar las
medidas económicas, pudiendo celebrarse consultas en cualquier momento si hace falta. El
procedimiento regular de consulta se llama “consultas del Artículo IV”, ya que es en el
Artículo IV del Convenio Constitutivo donde se dispone este tipo de encuentro. (También
se llaman “consultas bilaterales”, pero es incorrecto porque cuando el FMI celebra
consultas con un país miembro, la institución está representando a la totalidad de los países
miembros, de manera que en realidad se trata siempre de consultas multilaterales.) ¿Cómo
se realizan las consultas del Artículo IV? Primero, un equipo de economistas del FMI visita
el país para obtener datos económicos y financieros y examinar con funcionarios del
gobierno y del banco central las medidas de política económica en el contexto de la
evolución reciente. El personal del FMI pasa revista a la política macroeconómica (fiscal,
monetaria y cambiaria), evalúa la solidez del sistema financiero y analiza los aspectos de la
política económica en los campos industrial, social, laboral, de gestión de gobierno,
ambiental y otros que pueden repercutir en la política y los resultados macroeconómicos. El
equipo del personal presenta seguidamente un informe sobre sus conclusiones, aprobado
por la gerencia, al Directorio Ejecutivo, que examina el análisis realizado por el personal.
Las opiniones del Directorio, resumidas por el presidente, se comunican al gobierno del
país. De esta manera, las opiniones de toda la comunidad mundial, y lo aprendido de la
experiencia internacional, se dejan sentir en la política del país interesado.
El FMI presta divisas a los países que atraviesan dificultades de balanza de pagos. Un
préstamo del FMI hace más llevadero el ajuste que tiene que realizar el país para que el
nivel de gasto sea más acorde con el ingreso y pueda así corregir el problema de balanza de
pagos que enfrenta. El crédito del FMI también sirve el propósito de respaldar las medidas
de política, comprendida la reforma estructural, que mejoren en forma perdurable la
situación de los pagos de un país y las perspectivas de crecimiento. Todos los países
miembros pueden recurrir al FMI para solicitar financiamiento si existe la necesidad por
motivos de balanza de pagos, es decir, si necesitan un crédito oficial para poder efectuar
pagos y mantener un nivel apropiado de reservas sin tomar “medidas perniciosas para la
prosperidad nacional o internacional”. Ese tipo de medidas podrían ser restricciones sobre
el comercio exterior y los pagos, fuerte compresión de la demanda en la economía interna o
fuerte depreciación de la moneda nacional. Sin el financiamiento del FMI, un país que
enfrentase dificultades de balanza de pagos podría verse obligado a un ajuste más abrupto o
a tomar otras medidas que pudieran ser perniciosas para la prosperidad nacional o
internacional. Entre los fines del FMI se encuentra el evitar precisamente esas
consecuencias.
Cuando un país recurre al FMI en solicitud de financiamiento puede estar atravesando una
crisis económica o encontrarse en ciernes de una, la moneda podría estar bajo ataque en los
mercados extranjeros de divisas y estar agotadas las reservas internacionales, la actividad
económica podría haberse estancado o estar en caída, o registrarse un aumento de las
situaciones de quiebra. Para que el país pueda regresar a una posición sólida de los pagos y
restablecer las condiciones para el crecimiento sostenido de la economía, hará falta
combinar el ajuste económico con el financiamiento oficial o privado, o con ambos.
El FMI ofrece asesoramiento a las autoridades del país para la implementación de medidas
que podrían contribuir a superar los problemas de la manera más eficiente. Pero, para que el
FMI pueda conceder financiamiento, tiene primero que convenir con las autoridades en un
programa de medidas destinadas a alcanzar metas específicas y cuantificadas sobre
viabilidad externa, estabilidad monetaria y financiera y crecimiento sostenible. Los detalles
de un programa de esta índole se explicitan en un documento llamado “carta de intención”
que el gobierno del país envía al Director Gerente del FMI. El programa respaldado por el
financiamiento del FMI está elaborado por las autoridades nacionales en estrecha
colaboración con el personal del FMI y se adapta a las necesidades especiales y
circunstancias del país interesado. Este es un aspecto esencial para la eficacia del programa
y para que el gobierno reciba el apoyo del país al programa; sin esta condición de “autoría
propia”, el programa difícilmente tendrá éxito. Los programas se elaboran también de
forma flexible para que, durante la implementación, puedan reevaluarse y revisarse si las
circunstancias cambian. De hecho, muchos programas se revisan durante el período de su
ejecución.
El FMI ofrece financiamiento en virtud de una serie de políticas establecidas que reciben el
nombre de “servicios” y que han ido evolucionando con los años al objeto de satisfacer las
necesidades de los países miembros. Los plazos, condiciones de reembolso y estipulaciones
del préstamo en los diferentes servicios varían en función del tipo de problema de balanza
de pagos y de las circunstancias que se quieren superar. El grueso del financiamiento del
FMI se facilita al amparo de tres tipos diferentes de política de crédito: Los acuerdos de
derecho de giro forman el núcleo de la política de crédito del FMI. Utilizados por primera
vez en 1952, su objeto es solucionar principalmente un problema de balanza de pagos a
corto plazo.
Los acuerdos ampliados, a mediano plazo, conforme al servicio ampliado del FMI, se
orientan a los países cuyos problemas de balanza de pagos guardan relación con aspectos
estructurales que pueden llevar más tiempo para corregir que las deficiencias
macroeconómicas. Las medidas de carácter estructural vinculadas a los acuerdos ampliados
incluyen las medidas de reforma cuyo objeto sea mejorar el funcionamiento de las
economías, como reforma del sector tributario y financiero, privatización de empresas
públicas y medidas para dar más flexibilidad a los mercados laborales. Desde finales de los
años setenta, el FMI ha estado facilitando financiamiento concesionario para ayudar a los
países miembros más pobres a alcanzar la viabilidad de los pagos, el crecimiento
económico sostenido y la mejora de los niveles de vida. El servicio concesionario
actualmente en vigor, llamado servicio para el crecimiento y la lucha contra la pobreza
(SCLP), reemplazó al servicio reforzado de ajuste estructural (SRAE) en noviembre de
1999 con el propósito de fijar la lucha contra la pobreza y el crecimiento económico como
objetivos centrales de los programas de política en los países interesados.
A finales de los años noventa, el FMI creó nuevos servicios con el fin de ayudar a los
países a superar situaciones en los mercados de pérdida súbita de confianza y de evitar
“contagios”, es decir, que las crisis financieras se extendieran a países cuya política
económica era la apropiada. El FMI también facilita financiamiento para ayudar a los
países que tienen problemas de balanza de pagos ajenos a su control, causados por
catástrofes naturales, situaciones de posguerra e insuficiencias temporales de los ingresos
de exportación (o incrementos temporales del costo de la importación de cereales). De la
misma manera que se han creado servicios para hacer frente a nuevos desafíos, los servicios
que, con el correr del tiempo, han pasado a ser innecesarios han sido clausurados. Así, a
comienzos del 2000, el Directorio Ejecutivo inició una revisión de los servicios como
resultado de esa revisión se eliminaron cuatro servicios que habían quedado obsoletos. Tras
el estudio realizado en el Directorio Ejecutivo para modificar otros servicios de carácter no
concesionario, se han tomado las siguientes decisiones:
• Adaptar las condiciones de los acuerdos de derecho de giro y de los préstamos al amparo
del servicio ampliado del FMI de manera que se aliente a los países a no depender de los
recursos del FMI durante períodos excesivamente largos o en cantidades muy grandes.
• Reafirmar que el recurso al servicio ampliado del FMI deberá limitarse a los casos en que
claramente haga falta el financiamiento a más largo plazos.
• Mejorar el seguimiento de los programas respaldados por el FMI tras la conclusión de los
mismos, sobre todo en los casos en que el crédito pendiente de reembolso sobrepase un
cierto límite.
En la actualidad, los prestatarios del FMI son todos países en desarrollo, países en
transición desde economías centralizadas a sistemas basados en el mercado o países con
economías de mercado emergentes que se recuperan tras una crisis financiera. Muchos de
estos países disfrutan de acceso limitado a los mercados internacionales de capital, en parte
debido a dificultades económicas propias. Desde finales de los años setenta, todos los
países industriales han podido satisfacer sus necesidades de financiamiento en los mercados
de capital, pero en los primeros 20 años de la existencia del FMI, más de la mitad del
financiamiento concedido por el FMI se dirigió a los países industriales.
• El crédito del FMI es de índole temporal. Según el servicio financiero al que se recurra,
los préstamos pueden desembolsarse en períodos cortos de seis meses o más largos de hasta
cuatro años. Los plazos de reembolso son de 3!/4 a 5 años para los préstamos a corto plazo
(los acuerdos de derecho de giro) o de 4!/2 a 10 años para el financiamiento a mediano
plazo (en virtud del servicio ampliado del FMI). Sin embargo, en noviembre de 2000, el
Directorio Ejecutivo acordó la introducción del principio de expectativa temprana de
reembolso con plazos de 2!/4 a 4 años para los acuerdos de derechos de giro y de 4!/2 a 7
años para los acuerdos al amparo del servicio ampliado del FMI. El período de reembolso
para los préstamos concedidos a países de bajo ingreso en el servicio de financiamiento
concesionario, el SCLP, es de 10 años con un período de gracia de 5!/2 años para el pago
del principal.
• El FMI espera que el país prestatario conceda prioridad al reembolso del préstamo que se
le ha otorgado. El país prestatario está obligado a reembolsar al FMI puntualmente, de
manera que los recursos estén disponibles para ser prestados a otros países que necesiten
financiamiento de la balanza de pagos. El FMI ha establecido mecanismos para disuadir la
acumulación de atrasos, o de reembolsos e intereses vencidos. Sin embargo, el aspecto más
importante es el peso de la comunidad internacional para que el FMI goce de la condición
de acreedor preferente. Se asegura así que el FMI estará entre los primeros a los que se
reembolse, aunque con frecuencia sea el último prestamista dispuesto a facilitar fondos a un
país, una vez que está claramente en duda la capacidad del país para hacer frente a sus
obligaciones.
• Los países que obtienen un préstamo del FMI en la ventanilla regular no concesionaria,
es decir, todos los países miembros salvo los países en desarrollo de bajo ingreso, pagan
tasas de interés y cargos por servicio que están en relación con el mercado, más un cargo
por compromiso que es reembolsable. Se podrá imponer un recargo por encima de un cierto
límite con objeto de desalentar el uso frecuente de recursos del FMI. También se imponen
recargos en los giros al amparo del servicio de complementación de reservas. Los países de
bajo ingreso que obtienen financiamiento en virtud del servicio para el crecimiento y la
lucha contra la pobreza pagan una tasa de interés fija concesionaria del 0,5% anual.
• Para reforzar las salvaguardias en lo que hace al uso de recursos del FMI por parte de los
países miembros, en marzo de 2000 el FMI estableció el requisito de una evaluación del
cumplimiento por los bancos centrales de las prácticas deseables en materia de
procedimientos internos de control, informes financieros y mecanismos de auditoría. Al
mismo tiempo, el Directorio Ejecutivo decidió ampliar la aplicación y el uso más
sistemático de las herramientas disponibles para evitar el caso de que un país obtenga
crédito del FMI si facilitó información que resultara errónea.
• En la mayoría de los casos, el FMI, cuando concede un préstamo, desembolsa tan solo una
pequeña parte de las necesidades de financiamiento de la balanza de pagos de un país. Sin
embargo, como la aprobación por el FMI es señal de que la política económica del
prestatario se orienta por el buen camino, se apuntala la confianza de los inversores y la
comunidad oficial y se contribuye a generar financiamiento adicional en otras fuentes. De
este manera, el financiamiento del FMI puede servir de influencia importante, o de
catalizador, para atraer otros fondos. La capacidad del FMI para actuar como agente
catalizador se basa en la confianza que otros prestamistas tienen en las operaciones del FMI
y sobre todo en la credibilidad de la condicionalidad que acompaña al crédito.
6. ACTUALIDAD
El cambio climático ha pasado a ser uno de los principales desafíos que enfrenta el mundo
en materia de políticas. De conformidad con el cometido y el ámbito de especialización de
la institución, el FMI se centra en los desafíos fiscales, financieros y macroeconómicos.
También brinda asesoramiento (por ejemplo, a través de la asistencia técnica que suministra
a los países miembros) para que la tarifación de las emisiones de carbono y las reformas
fiscales se diseñen correctamente con el fin promover un crecimiento más verde a nivel más
amplio, sobre todo en lo que respecta a las cuestiones prácticas para encaminar los precios
en los sistemas de transporte y energía de modo que reflejen los costos ambientales.
Implicaciones fiscales
Hace cerca de dos años, el presidente Juan Manuel Santos anunció ante los asistentes a la
COP 21 de París que el aporte de Colombia frente al Cambio Climático sería reducir el
20% de sus emisiones contaminantes hacia 2030. Para cumplir esa promesa, el gobierno
está desarrollando varias estrategias.
¿Qué es?
El impuesto consiste en el pago de una tarifa relacionada con la producción de carbono, que
es un elemento químico presente en los combustibles fósiles y que se libera en forma de
gases efecto invernadero a la atmósfera cuando estos son quemados. En palabras más
simples, es un pago que se debe realizar por contaminar el ambiente con los gases
provenientes de la combustión de gasolina, ACPM, kerosene, Jet Fuel, Fuel Oil y Gas
Natural. (Lea también: Conozca el nuevo impuesto a los combustibles)
¿Por qué?
El impuesto responde a la necesidad del país de contar con instrumentos económicos para
lograr el cumplimiento de las metas de reducción de la cantidad de gases de efecto
invernadero que genera el país. El objetivo del impuesto es desestimular el uso de
combustibles fósiles y promover la implementación de tecnologías energéticas más
eficientes y más limpias. La importancia de este tributo radica en que la quema de
combustibles genera el 27% de las emisiones contaminantes en Colombia, es decir, 51
millones de toneladas de CO2 equivalente. Por tanto, si el impuesto logra su objetivo, esta
proporción tenderá a reducirse en los próximos años.
¿Cómo?
El impuesto nacional al carbono se debe pagar desde el 1 de enero de 2017 y tiene un valor
para este año de 15.000 pesos por cada tonelada de CO2 generada por la quema de los
combustibles, según los factores de emisión de CO2 que cada uno de estos tiene: por cada
galón de gasolina se deben pagar 135 pesos adicionales, de Kerosene y Jet Fuel, 149, de
ACPM 152 y Fuel Oil, 177. El gas natural también está gravado, pero solo para su uso en la
industria de la refinación de hidrocarburos y la petroquímica y el precio adicional por metro
cúbico es de 29 pesos. Estas tarifas se ajustarán cada año de acuerdo con la inflación del
año anterior.
Todos los usuarios de combustibles líquidos deben pagar el tributo. Los distribuidores, es
decir, las empresas que le compran a Ecopetrol el combustible, le deben pagar a esta
compañía el impuesto y esta, a su vez, debe transferirla a la Dirección de Impuestos y
Aduanas Nacionales (DIAN). Los demás ciudadanos, es decir, quienes le compran los
hidrocarburos a los distribuidores, lo pagan como un valor adicional en el precio. Es decir,
desde el 1 de enero los consumidores están pagando 135 pesos adicionales por cada galón
de gasolina, 152 por cada galón de ACPM y así sucesivamente. Este aumento solo se hace
una vez por año.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, destacó este jueves, en las Reuniones Anuales
y de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Grupo del Banco Mundial
(BM), los avances que ha tenido Colombia en el desarrollo de políticas de desarrollo
sostenible y la adopción de instrumentos económicos, como los llamados impuestos verdes,
para fortalecer la implementación de políticas para combatir el cambio climático y sus
efectos.
“La Reforma Tributaria fue la primera en el país que incluyó explícitamente los impuestos
verdes, un verdadero compromiso del Gobierno para avanzar hacia un sistema fiscal más
integral que incluya el medio ambiente y la sostenibilidad”, destacó el funcionario en
conversatorio junto a la Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde, el presidente del
Banco Mundial, Jim Yong Kim y el premio Nobel de economía, Joseph Stiglitz.
“Hemos dado un paso gigante para el mejoramiento de la calidad del aire en el país y el
cumplimiento de los compromisos internacionales por reducir las emisiones de CO2, le
abrimos la puerta en gran escala a la importación de 46 mil vehículos eléctricos o híbridos,
libre de aranceles y con un IVA reducido del 5%”, explicó el funcionario.
Concluyó explicando: “actualmente los aranceles y el IVA que paga un vehículo de gama
particular es 35 %, prácticamente van a llegar libres de aranceles, para que ingresen al país
masivamente y nos ayuden a reducir las emisiones. Esto significa más utilización de
energías limpias”.
A lo largo de los últimos 15 años, los esfuerzos del FMI en este ámbito han ayudado a
definir las políticas ALD/LFT nacionales e internacionales. Abarcan más de 70
evaluaciones ALD/LFT, múltiples casos de participación en Consultas del Artículo IV,
Programas de Evaluación del Sector Financiero (PESF) y aportes a la formulación y
aplicación de medidas de integridad financiera en programas respaldados por el FMI, así
como un gran número de actividades de fortalecimiento de las capacidades y los proyectos
de investigación. La amplia experiencia del FMI en el ejercicio de la supervisión de los
sistemas económicos de los países miembros, la realización de evaluaciones del sector
financiero y el fortalecimiento de las capacidades de los países miembros han sido
especialmente útiles para proporcionar asesoramiento sobre la integridad financiera en el
contexto de la supervisión, evaluar el cumplimiento de las normas ALD/LFT por parte de
los países, y elaborar programas para ayudar a dichos países a abordar las deficiencias
observadas.
7.1.VENTAJAS
•Proveedor de financiamiento:
“Es crucial que el FMI cuente con una función de financiamiento sólida que satisfaga las
necesidades de nuestros países miembros. Brindar confianza a los países miembros
poniendo los recursos del FMI a su disposición, tal como se consagra en el Convenio
Constitutivo, es y debe ser un cometido fundamental de la institución”, señaló Strauss-
Kahn en la reunión del Directorio Ejecutivo. Para poder cumplir esta función, resulta
evidente que se necesitan reformas.
¿En qué circunstancias debería el FMI conceder préstamos? El FMI solo puede
comprometerse a brindar financiamiento en base a una necesidad real o latente de balanza
de pagos, pero este tipo de crisis puede ser ocasionada por un desorden fiscal o bancario de
carácter interno. Los economistas del FMI se preguntaron si, a la luz de la globalización
financiera, debería redefinirse el significado de necesidad de balanza de pagos.
•Prevención de crisis:
A veces surgen problemas de balanza de pagos —que pueden, en el peor de los casos,
desembocar en una crisis— aunque se hayan adoptado sólidas medidas preventivas. El FMI
ayuda a los países a restablecer la estabilidad económica colaborando en el diseño de
programas de medidas correctivas y concediendo préstamos para apoyar sus esfuerzos.
Dado que, a veces, parte del problema está en la carga insostenible de deuda que acarrea el
país, el FMI también ha venido alentando a los países deudores, y a sus acreedores, para
que adopten medidas orientadas a facilitar un proceso de reestructuración de la deuda más
armonioso.
7.2.DESVENTAJAS
•Condicionalidad:
Para que un país miembro pueda recibir un préstamo, las autoridades nacionales y el FMI
han de ponerse de acuerdo con respecto a un programa de políticas económicas.
Los compromisos asumidos por un país en el sentido de adoptar determinadas medidas de
política son un elemento esencial de los préstamos del FMI y tienen por objeto garantizar
que los recursos se utilicen para resolver los problemas de balanza de pagos. También
ayudan a restablecer u obtener acceso al apoyo de otros acreedores y donantes. Cuando el
país sanea su situación económica y financiera puede reembolsar los préstamos al FMI,
permitiendo que otros países miembros puedan utilizar esos fondos.
Fue creado después de la segunda guerra mundial y ha sufrido cambios con el paso del
tiempo, uno de los factores ha sido la globalización que influye directamente en la
Democracia y que hoy no es vista solo como el voto de la mayoría, sino también como la
clara visión de libertad al otorgar la posibilidad de elegir para aportar al desarrollo
económico, y mejorar las necesidades que relacionadas con los ciudadanos y que se
enfocan en valores y derechos que aportan un camino para ser libres.
A lo anterior se le suma debilidad de los sistemas financieros, los déficits fiscales grandes y
persistentes y, la falta de políticas apropiadas que en muchos casos poseen los países
emergentes y que lo lanzan a un desequilibrio muy grande en la balanza de pagos lo que lo
hace ver como un país con poca capacidad de cancelar su deuda, lo que negaría un crédito o
no se le otorgaría suficiente recurso para solventar su mal pasar.