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A colores de diferencia.

Representaciones de homosexualidad en series de

televisión. “Queer as folk” y “The L Word”.

La homosexualidad ha sido concebida en ciertas épocas de la historia como un

tema merecedor de castigos severos, incluso con pena de muerte, asociados

especialmente a dogmas e ideologías religiosas. La orientación homosexual se ha

manifestado en diversidad de personajes a lo largo de toda la historia: Safo, en los

griegos, Leonardo da Vinci, en Italia y Ellen DeGeneres, en Estados Unidos de

América, igualmente la transexualidad ha estado representada, comenzando por

Einar Mogens Wegener, un artista danés que se hizo la primera operación para

cambiar de sexo. Existen aspectos que no han sido relevantes para la sociedad

cuando se habla de homosexualidad; no es una decisión, ni una enfermedad sino

una orientación la cual está relacionada con aspectos psicológicos y de identidad.

Los medios de comunicación, particularmente la televisión, se han diferenciado

por reflejar las características de una sociedad; así se han encargado de difundir

dicho tema, impactando en el público tanto de manera negativa como positiva,

igualmente manifestando algunas representaciones, en general bastante

estereotipadas, de lo que se concibe como homosexualidad.

A lo largo de la historia la homosexualidad ha estado manifestada en la sociedad

implícitamente, siendo este un tema de tabúes y castigos. No obstante, en la

época antigua esta orientación era percibida como el amor verdadero entre las

personas, los griegos consideraban que esta idealización del amor solo era

posible entre hombre y hombre; incluyendo a la mujer solamente en casos de


reproducción, siendo así que la heterosexualidad era, en este caso, lo reprochado

en la sociedad griega.

…El Banquete, ese gran libro sobre la belleza y el amor. Es sabido que

para Platón la Afrodita celeste, la Gran Afrodita del Amor, del Eros, era

la del amor entre “los semejantes"; el supremo amor era el amor de los

varones a los varones. Por eso lo supremo para Platón es la

“homosexualidad", es decir, el amor a “lo Mismo”, como varón.

Según Dussel, el Éros en el pensamiento griego estaba fundamentado desde el

amor por “lo mismo”, es decir, entre los semejantes, justificando así el amor

homosexual. Por esta misma razón, la mujer, considerada como “lo distinto”, no

entraba dentro de esta idealización del amor en la época antigua. Safo podría

considerarse un claro ejemplo de homosexualidad en aquel periodo, nació en la

isla de Lesbos, que por ella dio nombre a las lesbianas. Sus poemas eran

dedicados a Afrodita, declarándole el amor que sentía hacia ella como mujer, pero

en el año 1703, se quemaron todos los libros que existían de Safo por orden de la

Iglesia católica, solo poco poemas lograron ser rescatados (Galeano, 2008).

La mentalidad que tenían los griegos sobre la homosexualidad, y que sucedió a

los romanos, se vio irrumpida por la llegada del cristianismo en el Imperio

Romano. La libertad sexual se vio gravemente afectada por la moral rígida que

estaban implementando los cristianos; posteriormente, se prohibieron los

matrimonios por parte de parejas homosexuales. Sin embargo, la Iglesia primitiva

no consideraba esta orientación algo malo, excepto en caso de violación de

menores.
Durante los siglos X-XII Europa aceptaba la homosexualidad, con algunas

excepciones, pero no la consideraban una razón de castigo. A partir del siglo XIII

esta visión empezó a transformarse considerablemente, debido al choque entre

los cristianos y los musulmanes, a causa de sus diferencias en la religión, “La

consolidación de los poderes civiles y eclesiásticos creo una legislación estricta

que abarcaba todos los ámbitos de la vida cotidiana” (Benito, 2006), los grupos

que hacían parte de minorías empezaron a ser vistos con desconfianza; los

homosexuales, judíos, etc. Este cambio de la percepción hacia esta orientación

dio paso a una cultura en que los gays y las lesbianas eran vistas como “lo

distinto” y lo prohibido; acá empezó a crearse una cultura meramente

fundamentada en una sola religión, y que esperaba expandirse alrededor del

mundo.

En la edad moderna la orientación sexual seguía siendo un tema que iba

empeorando y cada vez era perseguida y castigada con mayor fuerza. En la

Inquisición se ejecutaron miles de personas por temas que relacionaban con la

homosexualidad, la sodomía. Las personas eran rastreadas minuciosamente para

“pagar por sus pecados”. No obstante, en Londres, Ámsterdam o París, estos

grupos de personas seguían luchando y sobreviviendo a muchas masacres, una

de ellas ocurrida en Ámsterdam en 1730.

Durante esta época hubo un personaje que, hasta la actualidad, se pone en duda

si era homosexual o no. En este caso es Leonardo Da Vinci, que ha sido analizado

desde sus biografías, sus dibujos, sus obras, encontrando como conclusión que su
simbolismo era fálico. Sin embargo, el aspecto de la sodomía había ocasionado un

complejo, por lo que vivió la gran mayoría de su vida en celibato.

Hasta este punto ya se había logrado consolidar una forma de sociedad como la

acertada y la que debía existir en todos lados, una sociedad conservadora,

¿conservadora de qué?, de los dogmas religiosos que exponía la religión católica.

Ideales de familia, mujer, hombre, trabajo, entre otros, estaban meramente

basados en los ideales que se presentaban en dicha religión. Con esto, la vida

para los “diferentes” era bastante compleja.

Puesto que se ha logrado desarrollar un breve recorrido de la homosexualidad en

distintas épocas de la historia, es necesario conocer algunos aspectos de esta

orientación que podrían permitir una mayor comprensión del tema; aspectos

psicológicos y de identidad.

En primer lugar, es indispensable dejar claro los siguientes términos; sexo,

género, orientación sexual e identidad de género, para esto se tendrá en cuenta la

definición que otorga la Revista Arcadia en su edición N° 133, “Aquí cabemos

todos” (2016):

Sin prejuicios ni tabúes es muy fácil de entender

Sexo: Se nace con genitales de hombre o de mujer, o ambos.

Género: Conjunto de características diferenciadas que cada sociedad

asigna a hombres y mujeres.


Orientación sexual: Cada quién decide sexualmente qué le gusta:

heterosexuales, homosexuales, bisexuales, transexuales, intersexuales,

pansexuales, etcétera.

Identidad de género: Cada quién se identifica o no con su sexo

biológico.

La orientación sexual es una atracción sexual, emocional, romántica o afectiva

hacia otra u otras personas, que puede o no ser expresada a través de conductas.

La homosexualidad está igualmente fundamentada con aspectos psicológicos,

biológicos, cognitivos y asuntos del entorno que influyen en el desarrollo de una

orientación determinada.

Algunas teorías psicológicas sobre la homosexualidad están basadas en la

experiencia de vida de la persona, la educación, las condiciones psicoafectivas

con sus seres más cercanos, por ejemplo las madres sobreprotectoras y los

padres indiferentes pueden contribuir al desarrollo de una orientación homosexual

en los y las hijas. Sigmund Freud atiende un caso bastante relacionado con el

tema de los padres; una madre le escribe por la preocupación que tiene con

respecto a los comportamientos de su hijo, a lo que Freud responde de una

manera bastante analítica, asegurando la homosexualidad de su hijo, explica que

no es un vicio, ni un signo de degeneración y mucho menos una enfermedad

(Freud, 1935). Es decir, la homosexualidad no es algo que tenga cura, y lo que la

convierte en un sufrimiento son los prejuicios de la sociedad, por esta razón el 15

de diciembre de 1973 la Asociación Norteamericana de Psiquiatría (APA) descartó


del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales a la

homosexualidad como categoría diagnóstica.

Las personas homosexuales son tanto hombres como mujeres, igualmente para la

atracción entre dos hombres o dos mujeres hay términos, o “etiquetas” que son

asignadas a cada caso, entre hombres se les llama “gays” y entre mujeres

“lesbianas”. No obstante, el término “gay” suele usarse en algunos casos para

ambas situaciones, aunque la orientación esté bajo los mismos parámetros,

atracción por el mismo sexo. De igual forma los estereotipos se han encargado de

“guiar” a estas personas por ciertas conductas determinadas. Es decir, los

hombres y las mujeres gays deben cumplir con lo estipulado por la

heteronormatividad, hombre y mujer, o sea, feminidad y masculinidad; uno de

cada uno. Estos estereotipos se han formado en la misma comunidad, sin

embargo se han ido transformando hasta llegar a un punto en que las parejas no

deben cumplir con ninguna ley referente a sus conductas o sus expresiones, de

igual forma la sociedad conservadora ha ido “aceptando” pero adaptando esta

orientación a lo heteronormativo para acondicionarlo a sus normas tradicionalistas

y sus caprichos sociales.

Estos pensamientos conservadores se han ido transmitiendo y confrontando a

través de los medios de comunicación, sobre todo la televisión. La televisión surge

con el propósito de entretener, educar e informar a la sociedad, pero la utilidad de

este medio va más allá de eso; pues éste, influye en la actitud que las personas

tienen ante el mundo.


“La televisión acaba convirtiéndose en instrumento que crea una realidad. Vamos

cada vez más hacia universos en que el mundo social está descrito-prescrito por

la televisión. La televisión se convierte en el árbitro del acceso a la existencia

social y política” (Bourdieu, 2012: 28) Sin embargo, este medio debe ser

controlado por ciertas entidades, que en su mayoría son instituciones

conservadoras que quieren dar un ejemplo de cómo debe ser la sociedad a través

de la televisión, creando una realidad que pretende ser cumplida por los

espectadores.

Con estos propósitos expuestos, se desprenden dos ideales que son comúnmente

transmitidos, el ideal de mujer y de hombre. La televisión junto con la publicidad,

se han encargado de fomentar en la sociedad la diferencia entre los sexos,

provocando un reforzamiento de los comportamientos estipulados para mujeres y

hombres, representados en la exageración de aspectos como son la feminidad y la

masculinidad; y los roles que cada persona debe cumplir dependiendo de su sexo.

Formas de vestir, actuar, pensar, y hablar; son algunos de los aspectos que se

transmiten en la televisión por medio de estereotipos sexistas de hombres y

mujeres, creando un pensamiento de lo que es moralmente correcto y lo que no lo

es; además, de lo que los hombres y las mujeres tienen permitido o no, hacer.

Los ideales son mostrados con el objetivo de ser seguidos, para así lograr

conformar la sociedad que algunos desean. En Estados Unidos la televisión ha

sido aún más importante e influyente para las personas, debido al contenido de

sus programas y al hábito de consumo que es manejado.


Los ideales de homosexuales han sido, en un principio, prohibidos en la televisión,

no obstante, empezando los 2000, estos temas tabúes han empezado a formar

parte de la parrilla estadounidense. Sin embargo, desde 1960 se había tratado el

tema pero de una manera que ahora es particular, en programas televisivos de

tratamientos médicos, enfocados en el género de drama. Es curioso la manera en

que era tratada, como un padecimiento digno de procedimientos médicos y eran

mostrados por la televisión, para dar a entender la mentalidad tradicionalista de

“homosexualidad como enfermedad mental”, y como era de esperarse, el impacto

golpeaba sin ningún límite a los espectadores. Es importante aclarar que esta

orientación que más era mostrada como algo negativo era la que sucedía entre

dos hombres, las lesbianas no eran vistas de manera tan “perjudicial” en la

televisión. “El lesbianismo y la bisexualidad eran así posicionadas como

alternativas a la heterosexualidad” (Tropiano, 2002, p.113). En 1970 la comunidad

de hombres homosexuales tuvo una transformación en sus representaciones,

pasaron de ser enfermos a ser asesinos despiadados, lo que llamó bastante la

atención de los activistas homosexuales, igualmente en otras series donde se

desarrollan tramas sobre asesinos de hombres gays.

En 1997, Ellen DeGeneres se declaró como lesbiana en un programa de

televisión, desafiando la historia y la política de la época. DeGeneres ha sido

desde esa época reconocida por su carisma y su humor en los programas de

televisión, incluso tiene su propio programa de tv llamado “The Ellen Show” en el

que hace diversas entrevistas y trata temas de la sociedad de manera simpática,

no mucho que ver con la comunidad homosexual. El cambio se empezó a dar un


poco después de la declaración de Ellen, empezaron a implementarse programas

en que no se dieran indicios de “odio” a la homosexualidad. Ellen DeGeneres

representa desde antes del 2000 una comunidad oculta y que se ha ido mostrando

lentamente, con ella se empezaron a tener en cuenta, no solo a los homosexuales,

sino a distintas personas de la comunidad LGBTI en la televisión, para así romper

con las reglas que la sociedad conservadora estaba estableciendo desde años

atrás.

Con el reconocimiento de Ellen DeGeneres y su homosexualidad, se abre un

abanico de posibilidades en la televisión para así lograr una ampliación de la

conciencia y la mentalidad que se tiene de esta orientación, con esto surgen series

como “Queer as folk” y “The L Word”, ambas con temáticas de la comunidad

LGBTI y estrenadas en los años 2000 y 2004 en Estados Unidos.

Queer as folk es la primera serie gay de la televisión, transmitida alrededor de todo

el mundo, existen dos versiones; la británica y la estadounidense. La serie relata la

vida de 7 personas homosexuales; 5 hombres y 2 mujeres, en Pittsburgh,

Pensilvania, y cómo esta se va desenvolviendo en distintas situaciones cotidianas.

El programa se priva de mostrar censuras, para así ser lo más franca y parecida a

la realidad, sin embargo, no se puede generalizar a toda la comunidad

homosexual en lo que muestra la serie. Los personajes de la serie son Brian,

Justin, Emmett, Michael, Ted, Lindsay y finalmente Melanie, ellos son mostrados

de la manera más natural en el programa, basándose en pocos estereotipos que

existen sobre las personas gays. Con estos protagonistas se logra representar un

ideal de familia, vida entre amigos y vida en el trabajo, lo que es un paso hacia
delante de la aceptación de la homosexualidad como un modo de vida “común” y

no una manera errónea de vivir.

En temporadas más avanzadas los protagonistas empiezan a sumergirse en

distintos ámbitos políticos, mostrando una crítica bastante estructurada de los

dogmas que rigen Estados Unidos, y expresando que la comunidad LGBTI está

presente en la población. Igualmente se vuelven a expresar aspectos familiares,

componiendo una familia más organizada y normalizada. Casi en la terminación

de la serie se logra alcanzar un punto bastante dramático, que es una de las

críticas más directas contra la concepción que se tiene de los homosexuales, se

evidencia el estallido de una bomba en una discoteca gay llamada Babylon,

durante una recaudación benéfica para abolir una ley que está contra la

comunidad LGBTI, la bomba deja multitud de heridos, entre ellos un personaje

principal, y 4 muertos. En el final, algunos de los personajes deciden mudarse a

Canadá, donde no es ilegal la homosexualidad en ningún ámbito; familiar, social y

laboral.

El nombre de la serie significa “Extraño como todo el mundo”, desmintiendo la idea

del homosexual como el único “raro” de la sociedad, dando a conocer que no

todas las personas, sean o no gays, están inmersas en la heteronormatividad que

se impone en la sociedad. La serie muestra la otra cara de la vida entre

homosexuales, solo un solo personaje se “sale del closet” pero no se hace énfasis

en ese momento, sino en la cotidianidad que viven. No se les muestra como

suicidas, alcohólicos, drogadictos, solitarios o criminales, sino como héroes de su

propia historia, trabajadores, cariñosos, felices pero con problemas habituales en


la vida de cualquier persona. Algo que tienen en común los personajes es que

provienen de familias bastante religiosas, que no aceptan en absoluto la

orientación de sus hijos e hijas, y también esto se muestra en la serie, logrando

dar un ejemplo de cómo sobrellevar esa situación.

La edad de los personajes ronda los 30 años, son exitosos en su carrera

profesional, lo que refuta la mentalidad tradicionalista sobre el fracaso de los

homosexuales en la vida laboral. Sus comportamientos se asimilan a los

estereotipados, sin embargo son bastante sutiles, sólo uno de los hombres se

considera “afeminado”, por ende homosexual (según la sociedad). Las mujeres

son bastante independientes y trabajadoras, rompiendo así las barreras que

existen también con las mujeres. Las relaciones amorosas y sexuales son un tema

principal en la serie, los muestran con bastantes altibajos, sobre todo en las

relaciones entre hombres, pero logran naturalizar la relación mostrando que entre

ellos y ellas existen problemas y momentos de amor como en una pareja

heterosexual.

La serie es bastante pertinente al momento de hablar de la comunidad LGBTI,

debido a la influencia que tiene la televisión en la población alrededor del mundo.

Aunque los horarios de la serie eran bastante tarde, su público la llevó a ser

número uno en los rankings de audiencia. Era un programa que estaba siendo

emitido para personas de dicha comunidad, sin embargo la veían personas tanto

heterosexuales como homosexuales, y esto, claramente, causó revuelo en

algunos lugares de Estados Unidos. La serie finaliza su emisión en 2005, con

bastante críticas por parte de la comunidad LGBTI, debido a las escenas en que la
droga era mostrada. No obstante, los productores de la serie dejaron claro que no

pretendían representar a toda la comunidad homosexual. A pesar de las críticas

por parte de las personas homosexuales, la serie logró crear una imagen bastante

real de lo que significaba ser gay en Estados Unidos y en muchas otras partes del

mundo, sin ser esta negativa, provocando un poco más de aceptación hacia

personas de esta comunidad.

A continuación se expondrá otra serie bastante exitosa con temática homosexual:

“The L Word” Esta serie se lazo en el 2004, su nombre también oculta un

significado, pero sin tanta trascendencia como la anterior serie, la L es por la

palabra “lesbian”, es oculta debido a la cantidad de tabúes que se atribuyen a esta

palabra. La serie narra la historia de un grupo de mujeres lesbianas y bisexuales,

dos de ellas próximamente madres y profesionales, Bette Porter y Tina Kennard,

una periodista, Alice Pieszecki, Danna Fairbanks, tenista y aún no se declara

abiertamente lesbiana pero sus amigas lo saben, Shane McCutcheon, una estilista

experta que es bastante promiscua, Jenny Shecter, escritora exitosa y finalmente

Katherine Porter, hermana heterosexual de Bette Porter. La serie incluye

momentos de droga, igual que Queer as folk, sin embargo esto no es muy

recurrente en la serie, debido a que su propósito es otro. Durante las 6

temporadas que posee la serie, se desarrollan principalmente las situaciones

amorosas de estas 7 mujeres, introduciendo y sacando algunos personajes, de

igual forma se exponen en la vida laboral como personas con éxito.

Las representaciones que se tienen en esta serie de personas homosexuales son

poco arraigadas por los estereotipos, solo unos cuantos personajes cumplen con
estos, en su mayoría son incluso lo contrario de lo que infunde la sociedad. Las

protagonistas tienen vidas sexuales y amorosas muy distintas, algunas no tienen

pareja pero nunca están solas, otras tienen pareja y viven con ella así como hay

otras que no logran conseguir pareja con tanta facilidad. Entre las relaciones que

existen se van formando distinto altibajos, por motivos económicos o de fidelidad,

al igual que situaciones de mucho sentimiento. La estabilidad en sus trabajos es

bastante buena, lo que da la posibilidad de considerar que algunas mujeres

pertenecen a estratos altos. Con respecto a las familias y la religión, no son muy

visibles en el desarrollo de la serie, sin embargo lo poco que se muestra da a

conocer una tolerancia hacia el tema de la orientación. No obstante, en unos

capítulos de la temporada 3 se evidencia que la religión está bastante presente en

la familia de una de las novias de Shane McCutcheon y esto da inicio a una

situación bastante homofóbica, aunque más adelante empiezan a tolerar la

relación. No todas estas mujeres cumplen con el tradicional papel heteronormativo

que “deben” cumplir las parejas homosexuales, se evidencian parejas de dos

mujeres bastante masculinas o femeninas, esto crea una crítica bastante explícita

de estos estándares.

En The L Word se logran representar una variedad de mujeres lesbianas, como es

el caso de una mujer que a sus 50 años de edad se da cuenta que es lesbiana y le

gustan las mujeres, por lo que decide divorciarse de su esposo y comenzar una

nueva vida. El de Danna Fairbanks, una mujer que por la ideología de sus padres

no logra declararse lesbiana y finalmente lo hace a través de la prensa, sin


embargo en temporadas más adelante sufre de cáncer de seno y fallece siendo

reconocida por todo el país por su carrera de tenista y su orientación sexual.

La serie, aparte de tratar el tema de la orientación, incluye temas bastante

feministas con respecto a su participación política, su papel en la vida laboral y su

independencia. Esto ayudó a reforzar mucho más la percepción de las mujeres

lesbianas atribuyéndole una valoración bastante positiva y así lograr una

aceptación definitiva de la homosexualidad.

La serie finalizó en el 2009 con críticas excelentes, ha sido reconocida por varias

organizaciones para defender los derechos de la comunidad LGBTI. La serie tuvo

un gran impacto en la población estadounidense y en otros lugares del mundo,

cumpliendo con el propósito de la serie de naturalizar la población homosexual en

la sociedad. The L Word ha contribuido en romper los con los estereotipos de las

mujeres homosexuales, mostrándolas fuertes y luchadoras, sin necesidad de

cumplir con los estándares homosexuales. Nuevamente, con el programa no se

pretende generalizar a toda la comunidad de lesbianas, y por eso a medida que la

serie avanza se van mostrando otros modos de vivir la homosexualidad. La serie

cuenta con demasiadas críticas a la religión cristiana y a los partidos políticos que

prohíben la libre expresión, en algunos diálogos es muy explícita la opinión que se

tiene sobre estos dos aspectos.

Ambas series son una representación de la comunidad homosexual pero desde

puntos de vista distintos, aunque Queer as Folk tenga tendencia a ser una serie

más ambientada en fiestas, alcohol y droga, The L Word muestra la parte más

natural y cotidiana de unas adultas que han vivido siendo lesbianas y han sido
exitosas. Las dos series son bastante pertinentes de ver y analizar cuando se

quiere tratar el tema de la homosexualidad en la televisión de Estados Unidos,

gracias a su contenido de información sobre el tema. El impacto que han tenido

estas series es notable en la época, en general se empezó a ver de otra manera a

la comunidad LGBTI. Debido a su transmisión por la “santa” televisión, las

personas empezaron a tomar un poco más de consciencia sobre el asunto, se

desmitificaron asuntos como la promiscuidad en todos los homosexuales.

Este proceso que se ha llevado a través de los medios de comunicación ha sido

bastante extraordinario, las personas en la actualidad están mucho más tolerantes

con respecto a esta orientación, sin embargo por esta misma razón se están

haciendo notar aún más las personas homofóbicas en todas partes del mundo. Es

importante que las personas reciban una buena educación sobre el tema, y

gracias a que la televisión es fundamental en muchas casas, lograr una educación

a través de esta podría ayudar a una aceptación mayor de las personas

pertenecientes a una comunidad tan variada y colorida como lo es la LGBTI.

Cuando se trata de las orientaciones de las personas y su libertad de expresarla

se crea una barrera invisible que no afecta a quien le “toca aguantar” sino a las

personas que están en su libertad de ser como deseen. “Armados con la bandera

del arcoíris, símbolo de la diversidad humana, están revolucionando uno de los

legados más siniestros del pasado. Los muros de la intolerancia están empezando

a desmoronarse. Esta afirmación de la dignidad, que nos significa todo, nace del

coraje de ser diferente” dijo Eduardo Galeano.


Referencias:

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