RETOS Y OPORTUNIDADES EN LA FORMACIÓN VIRTUAL

MAIRA ALEJANDRA CASTRO PARRA

UNIVERSIDAD DE SANTANDER

FACULTAD DE EDUCACIÒN

ESPECIALIZACIÒN EN APLICACIÓN DE TIC PARA LA ENSEÑANZA

MEDELLÌN

2019
 RETOS Y OPORTUNIDADES EN LA FORMACIÓN VIRTUAL

MAIRA ALEJANDRA CASTRO PARRA

PROFESOR-CONSULTOR

ZABALA VARGAS JORGE ELIÉCER

UNIVERSIDAD DE SANTANDER

FACULTAD DE EDUCACIÒN

ESPECIALIZACIÒN EN APLICACIÓN DE TIC PARA LA ENSEÑANZA

MEDELLÌN

2019
 INTRODUCCIÓN

Dar a conocer los retos que enfrenta un estudiante en la educación virtual; tales como

dudas, desconocimiento del proceso y de quienes lo integran, o las habilidades que pueda

poseer, son relacionadas con las fortalezas que ofrece el entorno educativo digital; con tal

fin es compartida esta reflexión.

 RETOS Y OPORTUNIDADES EN LA FORMACIÓN VIRTUAL

Transcurría la mañana del 21 de enero cuando comenzaron a llegar mensajes de

bienvenida al correo de la nueva estudiante virtual. A medida que revisaba los correos

surgía en ella una inquietud que se iba incrementando. Al día siguiente, recibió el saludo de

bienvenida del docente del módulo de Inducción a la plataforma virtual dándole

indicaciones y el cronograma de actividades. Al realizar la primera actividad, se sintió

abrumada. Tenía muchos interrogantes, temor por el desconocimiento de los procesos o por

no saber cómo hacer las actividades. Se sentía fuera de práctica.

Al leer el texto de Borges y Sancho (2006) donde presentan, la experiencia de un

estudiante que inicia su proceso virtual con los temores, dudas o frustraciones generadas

por una situación desconcertante; se hizo evidente la familiaridad de la escena con lo vivido

como estudiante virtual por primera vez. Cuando se enfrentan nuevos retos es común

sentirse agobiado por no saber con certeza qué se está enfrentando o cuestionarse por

desconocer si se cuenta con las habilidades para la nueva tarea. No obstante, con el paso del

tiempo el estudiante identificará las fortalezas del entorno virtual.

Según el planteamiento de Borges y Sancho, hay dos factores claves para el

desarrollo del aprendizaje virtual: la comunicación y la metodología. La comunicación es

una herramienta aliada en el proceso del aprendizaje virtual debido a que le permite al
estudiante interactuar con su entorno. “Más allá de la eficacia didáctica de la comunicación

o la interacción entre los distintos agentes, por ejemplo en su socialización, demanda de

resolución de dudas o trabajo en equipo” (Borges y Sancho, 2006, pág. 34). Igualmente, la

interacción del individuo enriquece el proceso de aprendizaje. Según propuestas socio-

constructivistas, la interacción con expertos, o personas más capacitadas, en la realización

de tareas significativas constituye un elemento clave en todo proceso de aprendizaje

(Vygotsky 1978).

En cuanto a la metodología, de acuerdo con Borges y Sancho, es dinamizada a

través de diversas actividades y evaluaciones significativas guiadas por el docente. Se

busca, con ellas, que el estudiante se desenvuelva e interactúe con docentes y compañeros

para forjar una comunidad de conocimiento colaborativo. Así mismo, la tecnología se

convierte en el estandarte del proceso educativo concediéndole rasgos distintivos como la

flexibilidad. “Es evidente que las tecnologías de la información y la comunicación juegan

un papel clave en este proceso: permiten flexibilizar el proceso educativo, enriquecen la

dimensión comunicativa y mejoran los recursos de aprendizaje más adecuados para cada

materia concreta” (Borges y Sancho, 2006, pág. 33).

Se debe agregar que, además de la anterior mención, en el texto de Borges y

Sancho se menciona que el estudiante virtual debe ser competente, es decir, saber qué hacer

en un medio digital. Por consiguiente, el estudiante que desee iniciar un proceso de

aprendizaje virtual se le sugiere las siguientes recomendaciones.

 Compromiso consigo mismo. Las personas, generalmente, se comprometen ante una

responsabilidad laboral porque esta les otorga un beneficio material; o podrían

comprometerse con otro individuo por un privilegio personal. En este contexto, el

compromiso debe realizarse consigo mismo convirtiéndose en un ser autocrítico, capaz de

evaluarse con objetividad y equilibrio, probándose durante todo el proceso.

Disposición. El sujeto se debe disponer a enfrentar y superar los retos que demanda

la educación virtual. La siguiente recomendación es, un espíritu investigativo, para

fortalecer los presaberes y generar conocimiento. Ser constante, se debe conservar una

voluntad continuada en la determinación de lograr el objetivo. Y por último, paciencia. El

individuo debe mantener la calma ante la presión y la fortaleza para no rendirse o

desanimarse en el desarrollo del proceso.

El estudiante virtual debe utilizar todas las herramientas que ofrece el contexto

educativo en el que se desarrolla combinando sus propias destrezas con la metodología del

medio, interactuando con los demás participantes del proceso, explorando y creando nuevas

opciones que lo lleven a la adquisición del conocimiento; de esta forma podrá convertirse

en un individuo competente que enriquece el entorno digital.

 CONCLUSIÓN

El modelo de educación virtual destaca el rol del estudiante haciéndolo participante

activo del proceso a través de la interacción con el entorno digital y con los demás

integrantes, como son los docentes y compañeros. Le brinda el acompañamiento necesario

para que sea autónomo y adquiera el conocimiento a la vez que desarrolla habilidades

propias para convertirse en un ser competente.

 REFERENCIAS

SANCHO, T. Y BORGES, F.
El aprendizaje en un entorno virtual y su protagonista el estudiante
En el texto: (Sancho and Borges, 2011)
Bibliografía: Sancho, T. and Borges, F. (2011). El aprendizaje en un entorno virtual y su
protagonista el estudiante. In: B. Grost Salvat, ed., Evolución y retos de la educación
virtual. Construyendo el e-learning del siglo XXI, 1st ed. Barcelona: Begoña Grost Salvat,
pp.27 - 48.

VYGOTSKY, L. S. (1978): Mind & Society, Cambridge, Mass.: Harvard University Press