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circulación sanguínea de
los mamíferos
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Artículo principal: Anatomía y fisiología de los mamíferos
Índice
1
Sistema Circulatorio De Los Mamíferos
2
Circulación
2.1
Adaptaciones para el vuelo
2.2
Adaptaciones para la vida acuática
2.3
Adaptaciones para la vida bajo tierra
3
Véase también
4
Galería
5
Bibliografía
6
Enlaces externos
De este modo, la sangre oxigenada procedente de los pulmones, llega a la aurícula izquierda y es
distribuida a todo el organismo desde el ventrículo del mismo lado. La sangre que retorna del organismo
carente de oxígeno, lo hace a la aurícula derecha, siendo impulsada desde el ventrículo correspondiente
hasta los pulmones, donde se oxigenará y retornará nuevamente al corazón. Estos animales, por tanto,
disponen de dos circuitos independientes para la circulación de la sangre, el pulmonar y el sistémico.
Pero además, los eritrocitos (glóbulos rojos) han perdido el núcleo de tal modo que el volumen
desocupado permite una mayor cantidad de hemoglobina en el interior de la célula, aumentando por tanto
la capacidad de transporte de oxígeno.
Tanto el corazón como los pulmones, son relativamente grandes en los mamíferos, ocupando la mayor
parte de la cavidad torácica. En algunos grupos taxonómicos asistimos además a un aumento del volumen
de los pulmones, como es el caso de los murciélagos, en los que éstos son proporcionalmente tres veces
más grandes que en las especies terrestres. Los pulmones son unos órganos esponjosos que constan de
una estructura ramificada de canales para la circulación del aire llamadas bronquiolos que desembocan en
unos sacos de naturaleza epitelial, conocidos como alvéolos, en los que se produce el intercambio de
gases (oxígeno y dióxido de carbono) entre el aire inspirado y la sangre. La estructura dendrítica de
bronquiolos y alvéolos tiene como consecuencia un notable aumento de la superficie de intercambio,
incrementando por tanto la capacidad respiratoria de los animales. Se considera que la superficie media
de intercambio de gases en un humano, es más de 40 veces la correspondiente a la piel de todo su
cuerpo.
Los bronquiolos van agrupándose y formando los bronquios, a través de los cuales el aire circula entre los
pulmones y la tráquea que comunica con la cavidad buco-nasal mediante la laringe.
Circulación[editar]
En primer lugar, la capacidad pulmonar de los animales acuáticos es superior a la de los terrestres, de tal
modo que necesitan una menor frecuencia respiratoria. Por otra parte, para perder menos tiempo en el
intercambio gaseoso con el exterior, la velocidad a la que vacían y llenas sus pulmones, es mucho mayor
que en los animales terrestres. En concreto, el rorcual común (Balaenoptera physalus), con una capacidad
pulmonar 3.000 veces mayor que la de un humano, tarda la mitad de tiempo que éste en vaciar y volver a
llenar sus pulmones. Pero además, el aire almacenado en sus pulmones es utilizado en un 90%, en
contraposición con el pobre 20% que aprovechamos los humanos en cada ritmo respiratorio.
Por lo que respecta al transporte y almacenamiento de oxígeno, cabe reseñar que la sangre de estos
animales contiene un número considerablemente mayor de glóbulos rojos por unidad de volumen,
aumentando la cantidad de hemoglobina y por tanto la capacidad de transporte sanguíneo de oxígeno. La
mioglobina es una proteína capaz de almacenar el oxígeno en el músculo, y se halla en mayor proporción
en las fibras musculares de los animales acuáticos que en los terrestres, de modo que el músculo puede
funcionar durante más tiempo sin tener un aporte de oxígeno.
Y no sólo poseen mecanismos para incrementar la efectividad de los procesos respiratorios, sino que
reducen considerablemente el gasto de oxígeno mediante la ralentización de procesos fisiológicos que no
son esenciales durante la inmersión. Un ejemplo es la drástica reducción del ritmo cardiaco desde 85 a 12
latidos por minuto del elefante marino septentrional (Mirounga angustirostris) mientras bucea en busca de
su alimento. Para evitar que el nitrógeno disuelto en el aire respirado se disuelva en la sangre cuando la
presión es alta, evitando así la formación de burbujas en el torrente sanguíneo que podrían dar lugar a
procesos embólicos, los cetáceos poseen una caja torácica flexible que por acción de la presión del agua
cuando se sumergen, comprime los pulmones, desplazando el aire hacia el centro de los mismos, donde el
intercambio gaseoso es prácticamente nulo, de tal manera que la cantidad de nitrógeno que pasa a la
sangre es mínima.
Realmente, los mecanismos de la fisiología respiratoria de los animales que habitan bajo tierra no están
tan estudiados como en animales acuáticos. Pero existen algunas evidencias basadas en el estudio de
algunas especies de rata-topo.
Los animales que habitan sobre la superficie recurren al incremento del ritmo respiratorio cuando la
concentración de CO2 aumenta en la atmósfera, pero en los animales que viven bajo tierra, el ritmo parece
ser más lento de lo normal. Estudios realizados en ratas-topo, dan como resultado altas concentraciones
de bicarbonatos en orina, por lo que se piensa que ésta puede ser una vía de eliminación del CO2
respirado, aunque para ello tendría que ser vehiculado en sangre sin que se conozcan bien los
mecanismos que evitan la asfixia.
Parece ser que los músculos, incluido el cardiaco, están dotados de un alto número de capilares, y sus
fibras además, son ricas en mitocondrias. Por otra parte, son especies con una baja tasa metabólica y una
capacidad de termorregulación limitada comparadas con las de otros mamíferos, situaciones que pueden
ser provocadas precisamente por las especiales circunstancias atmosféricas en las que estos animales se
desenvuelven.
Véase también[editar]
● Mammalia
● Lista de artículos sobre Anatomía y fisiología de los mamíferos
Galería[editar]
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Modelo didáctico de un corazón de mamífero.
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