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CIUDADANO (A)

TRIBUNAL PRIMERO DE MUNICIPIO ORDINARIO Y EJECUTOR DE MEDIDAS


DE LOS MUNICIPIOS VALERA, MOTATÁN, SAN RAFAEL DE CARVAJAL Y
ESCUQUE.
SU DESPACHO.-

Yo, SIMANCAS RIVAS XIOMARA DEL CARMEN, titular de la Cédula de


Identidad N° V-10.403.198, venezolana, mayor de edad, civilmente hábil, y de este
domicilio, asistida en este acto por la ciudadana MARIAELENA SKWIERINSKI
RONDON, venezolana, mayor de edad, divorciada de este domicilio, civilmente
hábil, y titular de la Cédula de Identidad N° V-18.458.079 e inscrita en el I.P.S.A.
con el N° 156.856, acudo ante Ud. muy respetuosamente a exponer lo siguiente:
CAPITULO I
DE LOS HECHOS
Ciudadano Juez, en fecha 27 de octubre del año 1991, contraje matrimonio
con el ciudadano TORREZ CHOURIO GUIDO RAMON, por ante la Autoridad Civil
del Municipio Autónomo Parroquia Mercedes Diaz Valera del Estado Trujillo, lo cual
consta de Acta inserta en el Acta de Matrimonio bajo el Nº 270, anotado en el libro
del año 1191, como se evidencia en el Acta, que acompaño en copia fotostática
simple marcada con la letra "A". tuvimos como ultimo domicilio conyugal la
Urbanización José Humberto Contreras, Morón, sector Uno, Vereda 22, Nº 04 del
Municipio Valera Estado Trujillo.
De esta unión matrimonial, procreamos tres (03) hijos: el primero TORRES
SIMANCAS EGLY JAVIER, de 24 años de edad, titular de la cédula de identidad V-
21.364.681, nacido en Arapuey Estado Mérida, el día 01 de Noviembre del año
1992, tal como consta en partida de nacimiento expedida por la primera autoridad
civil del Municipio Autónomo Sucre, la misma está inserta en ese despacho bajo el
Nº- 621, de la cual anexo copia fotostática simple marcada con la letra ´´B´´; el
segundo TORRES SIMANCAS GUIDO RAMON, de 20 años de edad, titular de la
cedula de identidad, No V-26.616.494 nacido en Valera Estado Trujillo, el día 16 de
enero del año 1997, tal como consta en partida de nacimiento expedida por la
primera autoridad civil del Municipio Valera, la misma está inserta en ese despacho
bajo el Nº- 257, de la cual anexo copia fotostática simple marcada con la letra ´´C´´.
yla tercera TORREZ SIMANCAS MARIA ALEJANDRA, de 19 años de edad, titular
de la cedula de identidad, No V- 26.616.495, nacida en Valera Estado Trujillo, el
día 01 de Mayo del año 1998, tal como consta en partida de nacimiento expedida
por la primera autoridad civil del Municipio Valera, la misma está inserta en ese
despacho bajo el Nº- 331, de la cual anexo copia fotostática simple marcada con la
letra ´´D´´.
Ahora bien, ciudadano juez, que una vez que contrajimos matrimonio como
quedo evidenciado antes, desde el 30 de Octubre del año 1991 nuestra relación
matrimonial se desenvolvió bajo un clima de amor, armonía y cariño, luego en el
mes de agosto de 1997, mi cónyuge voluntariamente fijo su nuevo domicilio, en
virtud de que llevábamos cinco años con diferencia irreconciliables, hasta de perder
el afecto el uno por el otro; por tales circunstancias se produjo una ruptura
irreconciliable surgiendo una incompatibilidad de caracteres entre nosotros todo vez
que el afecto y amor que nos unió desapareció lo que implica una honda e
insalvable ruptura que imposibilita el sostenimiento de esta unión por ello es que
presento ante Ud., la solicitud de disolución del vínculo matrimonial que no deseo
mantener;
CAPITULO II
DEL DERECHO
En nuestra legislación, la tendencia es considerar al divorcio como un
remedio a relaciones matrimoniales rotas y deterioradas. Así lo dejó saber la Sala
de Casación Social de nuestro máximo tribunal en Sentencia N.º 192 del 26 de julio
de 2001 al expresar “...El antiguo divorcio-sanción, que tiene sus orígenes en el
Código Napoleón ha dado paso en la interpretación, a la concepción del divorcio
como solución, que no necesariamente es el resultado de la culpa del cónyuge
demandado, sino que constituye un remedio que da el Estado a una situación que
de mantenerse, resulta perjudicial para los cónyuges, los hijos y la sociedad en
general.”
De igual modo la Sentencia N° 693 del 2 de junio de 2015. Fijo su criterio
con carácter vinculante para establecer que las causales de divorcio contenidas en
el artículo 185 del Código Civil no son taxativas, por lo cual cualquiera de los
cónyuges podrá demandar el divorcio por las causales previstas en dicho artículo o
por cualquier otra situación que estime impida la continuación de la vida en común.
La sentencia recordó que el matrimonio se fundamenta en el libre consentimiento,
esto basado en el artículo 77 de la Constitución, con lo cual, ese libre consentimiento
no para contraer matrimonio, sino también para no mantener el matrimonio en
contra de la voluntad, cualquiera de los cónyuges podrá demandar el divorcio por
tanto por las causales previstas en dicho artículo, como por cualquier otra situación
que estime impida la continuación de la vida en común, en los términos señalados
en la sentencia N° 446 dictada por la Sala Constitucional el 15 de mayo de 2014,
incluyéndose el mutuo consentimiento.
De esta forma, la Sala Constitucional en Sentencia N.º 1070 dictada el 09 de
Diciembre del 2016, recurrió a hacer uso del contenido y alcance de las normas y
principios constitucionales de carácter vinculante, en aras de preservar el derecho
al debido proceso, y establecer la uniformidad de criterios en la aplicación del
derecho con el objeto de evitar interpretaciones jurisprudenciales contradictorias
que vulneren el orden público constitucional, principios jurídicos establecidos que
coloquen en entredicho la imagen del Poder Judicial así como la posible vulneración
del derecho al debido proceso que comprende el acceso a la justicia, la tutela judicial
y la efectiva ejecución del fallo, de los particulares.

“De la tangibilidad de estos derechos debe concluirse que la previsión del


artículo 185 del Código Civil, que establece una limitación al número de las causales
para demandar el divorcio, deviene insostenible de cara al ejercicio de los derechos
constitucionales ya comentados devenidos de la nueva Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, esto es el derecho al libre desenvolvimiento de la
personalidad y a obtener una tutela judicial efectiva. Es decir, que en la actualidad
resulta vetusto e irreconciliable con el ordenamiento constitucional, el
mantenimiento de un numerus clausus de las causales válidas para accionar el
divorcio frente a la garantía de los derechos fundamentales del ciudadano al libre
desarrollo de la personalidad y a la tutela judicial efectiva”
“Por lo tanto y en razón de encontrarse, de hecho, roto tal vínculo que originó
el contrato de matrimonio, este no debe de seguir surtiendo efectos en el mundo
jurídico, motivo por el cual no se puede someter a un procedimiento controversial
al cónyuge que alegue o haga evidenciar el desafecto o la incompatibilidad de
caracteres en su demanda de divorcio, pues esta Sala estando en franca sintonía
con el respeto a los derechos constitucionales relativos a la libertad y el libre
desenvolvimiento de la personalidad, desarrollados en la sentencia 693/2015,
estableció la posibilidad de que la ruptura jurídica del vínculo matrimonial se pueda
generar por causas no previstas en la legislación patria, es decir, que el desafecto
y la incompatibilidad de caracteres, creadores de disfunciones en el matrimonio y la
familia, siendo esta la base fundamental para el desarrollo de la sociedad, pueden
ser alegados con el fin de obtener una sentencia que disuelva el vínculo jurídico que
une a los cónyuges, para así lograr el desenvolvimiento efectivo de los principios,
valores y derechos constitucionales que rigen la materia, así como la protección
familia y de los hijos –si es el caso- habidos durante esa unión matrimonial en la
cual se produjo el desafecto o la incompatibilidad señalada.”
Dicha sentencia en relación a la causal de divorcio allí alegada y el
procedimiento a seguir para su declaratoria, señalo: “En consecuencia, considera
esta Sala que con la manifestación de incompatibilidad o desafecto para con el otro
cónyuge apareja la posibilidad del divorcio en las demandas presentadas a tenor de
lo dispuesto en el artículo 185 y 185-A, que conforme al criterio vinculante de esta
Sala no precisa de un contradictorio, ya que se alega y demuestra el profundo deseo
de no seguir unido en matrimonio por parte del cónyuge-demandante, como
manifestación de un sentimiento intrínseco de la persona, que difiere de las
demandas de divorcio contenciosas…pues de considerarse así se verían
lesionados derechos constitucionales como el libre desenvolvimiento de la
personalidad, la de adquirir un estado civil distinto, el de constituir legalmente una
familia, y otros derechos sociales que son intrínsecos a la persona.
En efecto, la competencia de los Tribunales es producir como juez natural
conforme lo dispone el artículo 49 constitucional, una decisión que fije la ruptura
jurídica del vínculo con los efectos que dicho divorcio apareja, sin que pueda
admitirse la posibilidad de que manifestada la existencia de dicha ruptura
matrimonial de hecho, se obligue a uno de los cónyuges a mantener un vínculo
matrimonial cuando éste ya no lo desea, pues de considerarse así se verían
lesionados derechos constitucionales como el libre desenvolvimiento de la
personalidad, la de adquirir un estado civil distinto, el de constituir legalmente una
familia, y otros derechos sociales que son intrínsecos a la persona.”
De la anterior jurisprudencia se desprende, que ante la presente solicitud el
tribunal no deberá dar cabida al contradictorio ni abrir articulación probatoria alguna,
sino proceder a librar boletas de citación al cónyuge demandado y al Ministerio
Publico y declarar el divorcio, sin más dilación esto en la aplicación del artículo 185-
A del Código Civil.
CAPITULO III
PETITORIO
Por todas las razones expuestas solicito respetuosamente al ciudadano Juez lo
siguiente:
Que la referida demanda sea admitida y sustanciada conforme a Derecho.
Que, al ser admitida, se notifique a la parte demandada para que
comparezcan ante el tribunal. A los fines de dar cumplimiento con lo establecido en
el artículo 174 del Código de Procedimiento Civil; el domicilio procesal es el
siguiente: Sector Brisas del Rio, Casa S/Nro Caja Seca Municipio Sucre Estado
Zulia. Así mismo señalo mi domicilio procesal: Urbanización José Humberto
Contreras, Morón, sector Uno, Vereda 22, Casa Nº 04 del Municipio Valera Estado
Trujillo
Que una vez cumplido todos los extremos legales, declare con lugar la
presente solicitud y, en consecuencia, SE DECLARE DISUELTO EL VINCULO
CONYUGAL con los demás pronunciamientos de ley.
Solicito dos (2) copias certificadas de la sentencia declaratoria de divorcio.
Esperando Tutela Judicial Efectiva, en Valera a la fecha de su presentación.
UNIDAD DE RECEPCION DE DOCUMENTOS
CIUDADANO (A):
JUEZ DEL MUNICIPIO VALERA ESTADO TRUJILLO
SU DESPACHO.

Yo, Yessica Carolina Artigas Baptista, mayor de edad, venezolana, casada,


comerciante, titular de la Cedula de Identidad Nº V- 16.740.786, domiciliada en Urb.
Terrazas de Jalisco, 2 etapa, Manzana 11, Casa Nº 11, Municipio del Trujillo,
asistido en este acto por la ciudadana Marielena Skwierinski Rondón ,abogado en
ejercicio, titular de la Cedula de Identidad Nº V- , Inscrita en el Inpreabogado
bajo el Nº , domiciliada en el estado Trujillo, ante usted muy respetuosamente
ocurro para exponer:
DE LOS HECHOS Y EL DERECHO
En fecha trece (13) de Marzo del año Dos Mil Quince (2015), contraje matrimonio
Civil, con el ciudadano Alexander Manuel Sarache Azuaje, mayor de edad,
venezolano, soltero, titular de la Cedula de Identidad Nº V-20.038.117, domiciliado
en Avenida 13 con Calle 16, Casa S/Nº, Municipio Valera, estado Trujillo, por ante
el Registrador Civil y Secretario respectivamente de las Parroquias Mercedes Diaz
y Juan Ignacio Montilla, municipio Valera, estado Trujillo, según se evidencia de
copia certificada del acta de matrimonio Nº Veinte (20), el cual se anexa marcada
con la letra “A”, así como copia fotostática simple para que una vez certificada y
dejada en lugar de la copia certificada, se me devuelva ésta; documental esta que
constituye el instrumento fundamental de la presente demanda.
Una vez, realizado el matrimonio fijamos el domicilio conyugal en Avenida 13 con
Calle 16, Casa S/Nº, Parroquia Mercedes Diaz, Municipio Valera, estado Trujillo.
De nuestra unión matrimonial no procreamos hijos y en cuanto a la comunidad de
bienes, declaro que no se produjo ningún bien dentro de la comunidad .
Ahora bien, ciudadano juez, durante los primeros meses de unión matrimonial, la
relación conyugal se desenvolvió en completa armonía, pero transcurridos los
primeros meses, mi cónyuge comenzó a cambiar conmigo, continuamente discutía
y profería insultos, injuriándome y expresando improperios, con maltratos verbales
y psicológicos; lo cual fue transformando la situación en forma peligrosa, ya que
todo era un conflicto, recibiendo amenazas e incurriendo en excesos en contra de
mi persona.
El comportamiento asumido por mi cónyuge, es sumamente grave, intencional e
injustificado, no obstante que, trate de establecer un dialogo a fin de lograr arreglar
la situación, lo cual fue inútil, en el transcurso de ese tiempo mi cónyuge Alexander
Manuel Sarache Azuaje asumió una actitud de abandono de sus deberes y
obligaciones como cónyuge, todo esto fue haciendo imposible nuestra vida en
común, luego de desavenencias y a fin de evitar agravar esta situación abandone
en fecha ( ), el hogar y me fui a vivir en casa de un familiar. Hasta la presente fecha
no hemos reanudado nuestra relación conyugal, lo cual proporciono una ruptura
irreconciliable y desafecto de ambos,surgiendo una incompatibilidad de caracteres
entre nosotros, signada con una marcada intolerancia y aversión de mi parte hacia
él.
Es por lo antes expuesto, ciudadano Juez, que presento de manera decidida e
irrevocable la presente solicitud de disolución del vínculo conyugal que no deseo
mantenerpara de esta manera rehacer mi vida sentimental en ejercicio de mi
derecho constitucional al libre desenvolvimiento de mi personalidad, de adquirir un
estado civil distinto y a constituir legalmente una nueva familia, entre otros.
Con razón, la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia ha
sostenido desde su sentencia Núm. 192/2001 (caso: Víctor José Hernández), lo
siguiente:
“El divorcio representa entonces el mecanismo jurídico válido para extinguir el
vínculo matrimonial (artículo 184 del Código Civil), esto es, la solución que otorga el
ordenamiento jurídico a los cónyuges, o a uno de ellos, cuando éstos consideran
que sus diferencias son insalvables.
No debe ser el matrimonio un vínculo que ate a los ciudadanos en represalia por su
conducta, sino por el común afecto; por tanto, las razones que haya podido tener un
cónyuge para proferir injurias contra el otro, sólo demuestran lo hondo de la ruptura
y la imposibilidad de una futura vida común. En estas circunstancias, en protección
de los hijos y de ambos cónyuges, la única solución posible es el divorcio”.
En este mismo orden de ideas, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, a los 2 días del mes de junio de 2015, realizó una interpretación del artículo
185 del Código Civil y fijó con carácter vinculante el criterio interpretativo contenido
en ese fallo, estableciendo que las causales de divorcio contenidas en el artículo
185 eiusdem, no son taxativas, sino un “numerus apertus” por lo que cualquiera de
los cónyuges podrán solicitar el divorcio por dichas causales o por cualquier motivo
que imposibilite el sostenimiento del vínculo matrimonial; y en este sentido este
criterio jurisprudencial explana:
“Asimismo, es indudable que el cónyuge, aun habiéndose comprometido moral y
jurídicamente a esa relación, puede con posterioridad y debido a innumerables
razones sobrevenidas estar interesado en poner fin al matrimonio Ese interés debe
traducirse en un interés jurídico procesal, de acudir a los órganos jurisdiccionales e
incoar una demanda donde pueda obtener una sentencia que ponga fin al vínculo
conyugal.
Desde luego que esa posibilidad no está negada y el ordenamiento jurídico ofrece
como mecanismo la demanda de divorcio, empero cuando se limita éste de manera
irrestricta a una tipificación que en la actualidad luce sumamente estrecha, nos
encontramos frente a un vacío, que hace nugatorio el núcleo central del derecho por
lo menos en lo que al libre desarrollo de la personalidad y a la tutela judicial efectiva
se refiere, específicamente a obtener una sentencia judicial favorable que tutele la
libertad del individuo de decidir un importante aspecto de su vida, a través del
divorcio, frente a la regulación pre constitucional escasa, incapaz de satisfacer las
expectativas creadas frente a las vicisitudes de la vida y las nuevas tendencias
sociales.
De la tangibilidad de estos derechos debe concluirse que la previsión del artículo
185 del Código Civil, que establece una limitación al número de las causales para
demandar el divorcio, deviene insostenible de cara al ejercicio de los derechos
constitucionales ya comentados devenidos de la nueva Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, esto es el derecho al libre desenvolvimiento de la
personalidad y a obtener una tutela judicial efectiva. Es decir, que en la actualidad
resulta vetusto e irreconciliable con el ordenamiento constitucional, el
mantenimiento de un numerus clausus de las causales válidas para accionar el
divorcio frente a la garantía de los derechos fundamentales del ciudadano al libre
desarrollo de la personalidad y a la tutela judicial efectiva.
IV
Ahora bien, vista las anteriores consideraciones realizadas en torno a la institución
del divorcio, analizada e interpretada, en aplicación directa e inmediata de los
derechos fundamentales al libre desarrollo de la personalidad y la tutela judicial
efectiva, previstos en los artículos 20 y 26, respectivamente, de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, esta Sala Constitucional realiza una
interpretación constitucional del artículo 185 del Código Civil, y declara, con carácter
vinculante, que las causales de divorcio contenidas en el artículo 185 del Código
Civil no son taxativas, por lo cual cualquiera de los cónyuges podrá demandar el
divorcio por las causales previstas en dicho artículo o por cualquier otra situación
que estime impida la continuación de la vida en común, en los términos señalados
en la sentencia N° 446/2014, ampliamente citada en este fallo; incluyéndose el
mutuo consentimiento”.
Ciudadano Juez, recientemente en fallo de fecha 09 de diciembre de 2016, dictado
por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en el expediente No. 16-
0916, (caso: Hugo Carvajal en divorcio) en relación a la causal de divorcio aquí
alegada y el procedimiento a seguir para su declaratoria, señaló:
“En consecuencia considera esta Sala que con la manifestación de
incompatibilidad o desafecto para con el otro cónyuge apareja la posibilidad del
divorcio en las demandas presentadas a tenor de lo dispuesto en el artículo 185 y
185-A, que conforme al criterio vinculante de esta Sala no precisa de un
contradictorio, ya que se alega y demuestra el profundo deseo de no seguir unido
en matrimonio por parte del cónyuge-demandante, como manifestación de un
sentimiento intrínseco de la persona, que difiere de las demandas de divorcio
contenciosas.
En efecto, la competencia de los Tribunales es producir como juez natural conforme
lo dispone el artículo 49 constitucional, una decisión que fije la ruptura jurídica del
vínculo con los efectos que dicho divorcio apareja, sin que pueda admitirse la
posibilidad de que manifestada la existencia de dicha ruptura matrimonial de hecho,
se obligue a uno de los cónyuges a mantener un vínculo matrimonial cuando éste
ya no lo desea, pues de considerarse así se verían lesionados derechos
constitucionales como el libre desenvolvimiento de la personalidad, la de adquirir un
estado civil distinto, el de constituir legalmente una familia, y otros derechos sociales
que son intrínsecos a la persona. …”(Resaltado propio).
De la anterior jurisprudencia se desprende, que ante la presente solicitud el
tribunal no deberá dar cabida al contradictorio ni abrir articulación probatoria alguna,
sino proceder a librar boletas de citación al otro cónyuge y al Ministerio Público y
declarar el divorcio, sin más dilación, esto en aplicación del artículo 185-A del
Código Civil.

DOMICILIO PROCESAL

A los fines de lograr la citación de la parte demandada el ciudadano Alexander


Manuel Sarache Azuaje, presento la siguiente dirección: Avenida 13 con Calle 16,
Casa S/Nº, Parroquia Mercedes Diaz, Municipio Valera, estado Trujillo.
Asi mismo señalo que mi domicilio procesal es el siguiente: Urb. Terrazas de Jalisco,
2 etapa, Manzana 11, Casa Nº 11, Municipio , del estado Trujillo.

Finalmente solicito que la presente demanda sea admitida, sustanciada y se le de


curso de Ley y que en definitiva SE DECLARE DISUELTO EL VINCULO
CONYUGAL con los demás pronunciamientos de Ley.
Es justicia en Valera estado Trujillo, a la fecha de su presentación.

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