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HONOR
• ¿Trabajador condenado por el delito de calumnia puede ser despedido? [Cas. Lab.
8564-2017, Lima]
Fundamento destacado: Segundo.- […] Por su parte, el Colegiado de la Primera Sala
Transitoria Laboral de la referida Corte Superior, revocó la sentencia apelada, que declaró
fundada la demanda, reformándola declararon infundada la demanda, tras considerar que: i)
para que pueda aplicarse el inciso b) del artículo 24º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR se
exige que el trabajador sea condenado por delito doloso; ii) el actor fue despedido por una
causa justa, dado que fue condenado por el delito doloso contra el honor en la modalidad de
calumnia, recaído en el Expediente Nº 1150-2011, al haberse acreditado que el actor estaba
consciente de las expresiones vertidas y que lo llevaron al proceso.
• Derecho al honor vs. libertad de expresión (caso Rafo León) [R.N. 2780-2016, Lima]
Sumilla: En los delitos contra el honor, a efectos de solucionar los efectos de solucionar los
problemas que existen cuando se presenta un conflicto entre los derechos al honor y a la
libertad de expresión, se establece que ambos gozan de igual rango constitucional, por lo
que ninguno tiene carácter absoluto respecto del otro.
I) La atribución a una persona de un hecho, una cualidad o una conducta que pueda
perjudicar el honor o la reputación del querellante, es decir, la existencia de las afirmaciones
o comentarios difamatorios.
II) La identificación plena del querellado como el agente difamante, es decir como el autor
de las afirmaciones o comentarios difamatorios.
III) La determinación inequívoca del medio de comunicación social específico empleado
por el agente para la comisión del delito.
IV) La forma y demás circunstancias en que se efectuó la difusión de las afirmaciones
difamantes a través del medio de comunicación social,en especial, la fecha exacta en que
tuvo lugar
V) El dolo de dañar el honor y la reputación del querellante.
• Elementos para la configuración del delito de difamación por medio de prensa [R.N.
3680-2010, Lima]
Fundamento destacado: Tercero: Que, a manera de introducción para que se configure el
delito de difamación agravada -por medio de prensa- previsto en el último párrafo del
artículo ciento treinta y dos del Código Penal, tienen que concurrir los siguientes elementos:
I) la imputación de un hecho, cualidad o conducta que pudiera perjudicar el honor o la
reputación de una persona,
II) la difusión o propalación de dicha imputación a través de un medio de prensa, capaz de
llegar a una gran cantidad de personas, y,
III) que exista intención de vulnerar y maltratar el honor del querellante mediante las
aseveraciones descritas precedentemente sin que haya realizado alguna labor de
investigación sobre los hechos a los que se refirió, elemento que la doctrina ha denominado
el “ánimus difamandi”.
Constituyendo otra circunstancia agravante, conforme lo estipula el segundo párrafo de este
mismo articulado, cuando la difamación se refiere a hechos previstos en el artículo ciento
treinta y uno de la aludida norma sustantiva; esto es, cuando el agente, con la única finalidad
de lesionar el honor, definido como el derecho a ser respetado por los demás por el simple
hecho de constituir un ser racional dotado de dignidad personal, le atribuye, inculpa, achaca
o imputa a su víctima, la comisión de un hecho delictuoso que es falso; en este sentido, el
delito de calumnia se encuentra subsumido como una circunstancia agravante del tipo penal
de difamación, por lo que el Colegiado Superior deberá determinar si existe un aparente
concurso de delitos, previo traslado a las partes para que informen al respecto.
• [Difamación agravada] Insinuó en televisión que una jueza podía influir a favor de su
hijo en proceso por tenencia [R.N. 1013-2017, Lima]
Sumilla: Prueba suficiente para condenar.- Expresar, a través de un órgano de comunicación
social (la televisión), lo que se anotó, sin base objetiva alguna, y, con ello, dar a entender
que la querellante realizó o, en todo caso, podría realizar conductas indebidas, de influencias
en el personal judicial, para favorecer a su hijo, no cabe duda que constituye una ofensa que
lesiona su honor y reputación. Esa expresión ha sido proferida dolosamente, con
conocimiento de sus alcances y, esencialmente, a sabiendas de que cuestionarla
públicamente el posible incumplimiento de los deberes que como juez tenía la querellante.
Nada de eso le podía ser extraño, y, por tanto, sostener que no tenía intención de afectar su
honor, atento a lo evidentemente lesivo de sus expresiones y al entendimiento social de lo
que expresó, no resiste el menor análisis lógico jurídico.
• Sentencia por difamación agravada: Noticia relevante para el interés público deviene
en irrelevante [Exp. 05454-2015-0-1801-JR-PE-35]
Sumilla: De la misma forma, también analiza este despacho, que si bien en su oportunidad
-nos remitimos en fechas del 2010, 2011 y 2012- dicha noticia tuvo relevancia por el interés
público que se generó, a la fecha de la [publicación] del artículo -marzo del 2015- dicha
noticia no era relevante para que el público interesado vuelva a conocer dicha información.
• Lea la sentencia que condenó por difamación al exmagistrado que profirió frases
sexistas contra jueza [Exp. 05938-2016-0-0401-JR-FE-01]
A través de este portal, difundimos que el Cuarto Juzgado Penal Unipersonal de Arequipa
había emitido sentencia condenatoria contra el exjuez Percy Gómez Benavides, quien fue
querellado por la magistrada superior Sandra Lazo de la Vega, tras ser víctima de diversos
ataques sexistas.
Hemos logrado obtener la resolución emitida, y ahora la ponemos a disposición de nuestros
lectores y lectoras. Tras la lectura de este importante documento, se evidencia que fueron
tres hechos concretos los que llevaron a la magistrada a denunciar por el delito de
difamación a su entonces colega Gómez Benavides.
El primer hecho tuvo lugar cuando el magistrado vociferó públicamente refiriéndose a la
querellante: «¡Qué habla la secretaria que llegó a juez superior! ¡Venden cuerpo y alma para
llegar a donde están!». En otra ocasión, mediante documento escrito, Gómez indicó que la
querellante carece de principios, tiene una vanidad extrema y un comportamiento agresivo
con respecto al querellado, es prepotente y padece un complejo de superioridad. Finalmente,
el exmagistrado dijo que la jueza De la Vega tenía inestabilidad emocional y quiebra de
valores a causa de su edad avanzada, la menopausia que padece y la falta de hijos. Estas
expresiones fueron calificadas de agraviantes y discriminatorias por la judicatura.
Por ello se le halló culpable de difamación y se le impuso una pena suspendida de tres años
y dos meses. Además, deberá pagar una reparación civil de 50 mil 997 soles a la querellante
por daño moral y psicológico. Y una multa de 8 mil 749 soles que equivalen a 210 días
multa. Cabe señalar, que se trata de una sentencia de primera instancia, por lo que es
susceptible de ser recurrida.
Anexos:
• ¿Podría la retransmisión de una serie vulnerar el derecho al honor? [Exp. 00073-
2013-PA/TC]
Fundamentos destacados: 3. En opinión de este Tribunal, la demanda de autos presenta
algunas deficiencias de cara a la posibilidad de efectuar un pronunciamiento de fondo
respecto de la pretensión. En primer lugar, no ha sido emplazada la entidad encargada de la
difusión de la miniserie que juzga como lesiva de los derechos invocados. Así, si como
afirma el demandado, el canal América Televisión ha comprado los derechos de difusión de
la referida miniserie,la demandante debió dirigir contra dicho canal la pretensión de que se
suspenda la difusión de la miniserie. En segundo lugar, la demandante no ha acompañado a
su demanda el registro audiovisual con el contenido de la referida miniserie, a efectos de
apreciar si las afirmaciones que hace son ciertas en cuanto a las violaciones al honor, a la
imagen, a la voz y a la intimidad personal y familiar que denuncia.
4. Ahora, si bien los anteriores defectos podrían subsanarse emplazando al canal de
televisión aludido y solicitando la incorporación al expediente del video de la referida
miniserie, a la fecha estas formas de subsanación serían inconducentes, pues la pretensión
de que se suspenda la difusión de la miniserie “Hasta las estrellas” ya ha ocurrido, y por
ende el supuesto perjuicio alegado se ha convertido en irreparable. En efecto, de la
Declaración Jurada efectuada por el demandado (f. 135), se observa que la mencionada
miniserie se difundió entre el lunes 25 de octubre y el lunes 22 de
noviembre de 2010, por lo que no es posible lograr el cese del acto lesivo, tal como pretende
la actora del presente proceso constitucional. En todo caso, se deja a salvo su derecho de
hacer valer la pretensión de indemnización, en caso corresponda, en la vía civil.