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Carlos Alberto
Alva Lirio**
INTRODUCCIÓN realizar el
presente estudio desde un punto de
En un principio pareciera ser que la travesía vista
exclusivamente legal: Dicha apreciación
de realizar un estudio acerca del patrimonio no sería más
que errónea.
social y el capital social no tendría por qué Hoy en día
hablar de patrimonio social y ca-
generarnos mayores problemas. En efecto, el pital social
no es tarea exclusiva del Derecho,
hecho de estar ambas instituciones reguladas máxime si
vemos ambas instituciones como
en nuestra Ley General de Sociedades (en ade- hechos
sociales que ocurren en el mundo
lante, LGS) podría generarnos la tentación de de hoy, y
que como tales escapan del celo
* “En materia de Derecho, el arte precede a la ciencia, porque el arte, en
efecto se concilia con el presentimiento y con el instinto
mientras que la ciencia comienza solo con el conocimiento” (R. Von Ihering).
** Miembro del taller “Círculo Financiero Corporativo” de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos.
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jurídico para ser estudiadas por las más varia- que menciona
que por patrimonio se debe en-
das disciplinas científicas, como la Economía tender al
complejo o conjunto de relaciones
y Contabilidad. jurídicas
valorables en dinero que pertenecen
a la esfera
jurídica de una persona, activa o
En ese sentido el presente trabajo no es sino
pasivamente3.
una primera pretensión que busca compren-
der mejor estos hechos que se presentan en el Es por ello
que, si tomamos como punto de
quehacer social; hechos que guardan dentro partida la
definición de patrimonio que nos da
de sí un contenido primariamente económico la más
autorizada doctrina civil (que la define
y que como tales merecen ser estudiados de como un
conjunto de derechos y obligaciones
manera interdisciplinaria para lograr su mejor de un
determinado sujeto de derecho), no nos
aprehensión. tendría por qué
resultar extraña la respues-
ta que da la
mayoría de la doctrina nacional
En vista de ello nuestra tarea se centrará en
mercantil ante
la pregunta de qué es lo que
buscar una definición de ambas instituciones
deberíamos
entender por patrimonio social:
que satisfaga no a las abstractas estructuras ju-
Aquel conjunto
de activos y pasivos de una
rídicas diseñadas por la doctrina a lo largo de
sociedad4.
los años, sino una que responda a la realidad
de las cosas, es decir, una definición que tenga En efecto, si
hacemos un análisis de la sus-
como punto de partida su plena aplicación en tancia que
subyace bajo dichas definiciones
la realidad para recién allí encuadrarla dentro nos toparemos
con que en realidad ambas
de una categoría normativa. concepciones
son muy semejantes: Lo que se
suele denominar
como activos de la sociedad
Dicha travesía no solo es personal, sino que es
no serían otra
cosa que los derechos a que ella
llevada a cabo por diversas personalidades que
es titular,
mientras que lo que se suele denomi-
en el mundo de hoy conciben que el enamora-
nar como
pasivos de la sociedad no serían otra
miento por las construcciones lógico-jurídicas
cosa que las
denominadas obligaciones en que
de impecable arquitectura debe ceder ante la
ella incurre5.
fuerza implacable de la realidad que reclama
su contención normativa1. En
consecuencia, lo que existiría entonces no
sería una
diferencia sustancial entre una con-
cepción civil y
mercantil acerca de los compo-
I. EL PATRIMONIO SOCIAL
nentes que caen
bajo el rótulo de patrimonio,
1. Definición de patrimonio social sino que en
esencia ambas compartirían la
misma sustancia
en cuanto a sus componentes.
La doctrina francesa devenida en clásica esta-
blece que el patrimonio constituiría el conjun- Sin embargo, es
menester hacer hincapié en
to de derechos y obligaciones de una persona que si bien los
componentes del patrimonio
apreciable en dinero2. Dicha concepción es desde el punto
de vista civil (derechos y obli-
también compartida por la doctrina española gaciones) y los
componentes del patrimonio
1 VERLY, Hernán. “Apuntes para una revisión del concepto de capital social”.
En: La Ley, Tomo 1997-A, p. 756.
2 PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge. Tratado práctico de Derecho Civil
francés. Tomo III, Cultural Habana S.A., 1946, p. 23.
3 DÍEZ-PICAZO, Luis y GULLÓN, Antonio. Sistema de Derecho Civil. Volumen
III, quinta edición, Editorial Tecnos, p. 381.
4 LAROZA, Enrique. Derecho Societario peruano. Editorial Normas Legales,
Trujillo, 1999, p. 73. Idea también compartida por
BEAUMONT, Ricardo. Comentarios a la nueva Ley General de Sociedades. Gaceta
Jurídica, Lima, 2004, p. 122.
5 Es menester hacer hincapié que en esta parte del trabajo utilizamos el
término “pasivo” de una manera amplia y que en ese senti-
do abarcaría a lo que, desde el punto de vista contable, se denomina pasivo y
cuenta capital (este último conocido erróneamente
por la doctrina mercantil como patrimonio neto). Ambos desde un punto de vista
jurídico constituirían débitos de la sociedad: El
primero estaría constituido por las deudas que tendría la sociedad frente a
terceros en general (pasivos) y el segundo estaría
conformado por las deudas que tendría la sociedad frente a sus socios
(conocido como patrimonio neto).
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8 BEAUMONT, Ricardo. Ob. cit., p. 122. En ese sentido dicho autor menciona
las diferencias conceptuales entre patrimonio mer-
cantil y patrimonio civil. El primero sería la diferencia entre activo y
pasivo (patrimonio neto), mientras que el segundo sería el
conjunto de activos y pasivos (patrimonio social).
9 LAROZA, Enrique. Ob. cit., p. 75. Nótese que el mencionado autor menciona
una “efectiva” diferencia entre activo y pasivo, es
decir, se aparta de los postulados que creen que la simple diferencia
matemática entre el activo y pasivo establecido en el ba-
lance general siempre arroja lo que es patrimonio neto. Su concepción
pareciera caminar más hacia un ámbito de “lo que es” en
contraposición a lo que “aparenta ser”.
10 TORRES Y TORRES LARA, Carlos. Derecho de la empresa. Nuevos Temas. Asesor
andina S.R.L. Editores, Volumen II, 1989,
p. 67.
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capital
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31 En la cuenta pasivo se encuentran todas las deudas que la sociedad tiene con
terceros quienes son los que buscan la efectiva
garantía de sus débitos. Es decir, la garantía la reclaman los acreedores de la
sociedad y los que tengan legítimo interés en dicha
acreencia.
32 Para una mayor comprensión de lo dicho en este apartado véase el modelo de
balance que adjuntamos en la página 5 donde se
puede apreciar cómo es que el capital contable (cuenta donde está el capital
social) al nacer de la diferencia entre el activo y el
pasivo no cumpliría ningún rol de garantía en la medida en que estos últimos ya
habrían sido técnicamente satisfechos por los
primeros, por lo que el verdadero rol de garantía lo cumplirían los activos de
la sociedad.
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