Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Administración de empresas
INTEGRANTES:
CURSO:
6TO “B”
MATERIA:
DOCENTE:
PERIODO:
1. la preparación
2. discusión
3. señales
4. propuestas paquete intercambio
5. cierre y acuerdo
LA PREPARACIÓN: Una buena preparación es la vía más segura para llegar a una
negociación exitosa. En esta primera fase podemos distinguir estos cuatro aspectos
(ulbjuan, 2017)
Los objetivos: Establece los objetivos, así como explicitar el orden de prioridad de
éstos, tanto de los nuestros como de los del Contrario, es el aspecto central de la fase.
La información: En esta fase no sólo debemos buscar información sobre la otra parte
y contrastar la que ya tenemos, sino que también tenemos que sopesar la información que
estamos dispuestos a dar y el momento y la forma de hacerlo.
La Estrategia: ¿Qué plan de acción vamos a seguir para alcanzar las metas previstas?
La planificación de la estrategia constituye una parte importante de la preparación. Aquí
debemos tener en cuenta al menos estas dos cosas: evitar siempre hacer unos planes
estratégicos excesivamente elaborados, y no plantear la estrategia de una forma
demasiado rígida, sino ser capaces de reaccionar ante los hechos surgidos en el curso de
la negociación.
Las Tareas: Cuando las negociaciones son grupales, hay que dejar claras las
funciones de cada miembro del grupo negociador. De hecho, la experiencia demuestra
que resulta muy difícil hablar, escuchar, pensar, escribir, observar y planear
simultáneamente. Por ello se hace necesario repartir las tareas entre los miembros del
equipo negociador, tareas que son estas tres: dirección, síntesis y observación.
LA DISCUSIÓN:
Como sabemos, y es evidente, las personas negocian porque tienen, o creen tener, un
conflicto de derechos o de intereses. Cuando las partes se reúnen por primera vez para
negociar los temas en litigio, es cuando más conscientes son de la existencia del conflicto
y cuando más desconfianza mutua existe.
La discusión nos permite explorar los temas que nos separan de nuestro opositor, sus
actitudes, intereses e inhibiciones. Y nos ofrece una buena oportunidad de contrastar las
hipótesis que sobre el que hicimos durante la preparación.
LAS SEÑALES:
Para facilitar un acuerdo, las partes deben hacer movimientos de aproximación mutua.
Pero ello le plantea un serio problema al negociador: cómo estar seguros de que un
movimiento de una parte irá acompañado por otro movimiento de la parte contraria. En
todo caso, conviene siempre premiar los molimientos hacia el acuerdo de la otra parte y
penalizar los movimientos hacia el desacuerdo.
Antes o después, los negociadores tienen que discutir sus propuestas, pues son las
propuestas las que se negocian y no las discusiones, aunque antes habrá que negociar
ciertas cuestiones previas fundamentales como la forma de la mesa, la presidencia o el
orden del día. Por otra parte, en esta fase el lenguaje de la propuesta debe ser exploratorio
y no comprometedor.
Ante este caso debemos pedir alternativas y tratar de conseguirlas con paciencia de la
otra parte. Finalizadas estas cuatro primeras fases, las dos siguientes constituyen las más
intensas del proceso de negociación: montaje del paquete y el intercambio. Estas fases
son las que exigen mayor atención y práctica, pues es en ellas donde se gana el dinero,
los premios y las satisfacciones. Todo el proceso anterior ha ido dirigido precisamente a
estas dos etapas.
PAQUETE: El montaje del paquete será el que lleve al campo del intercambio, es el
puente entre los movimientos de apertura y la puesta en común final de los negociadores.
Más en concreto, "el montaje del paquete al que aquí nos referimos es una actividad
estudiada en respuesta a los movimientos de apertura realizados en el curso de la
negociación. Tiene un propósito definido: facilitar el avance de fes partes hacia una
posible posición de acuerdo. Difiere por ello de una lista de peticiones u ofertas iniciales
porque la finalidad de este tipo de paquetes es presentar los objetivos del que los propone
y no unos objetivos revisados en función de las reacciones de su opositor. (Sadoc, 2012)
Por tanto, las reglas son:
EL INTERCAMBIO:
Aquí se trata de obtener algo a cambio de renunciar a otra cosa. Aquí la regla más
importante es que toda propuesta y toda concesión sean condicionadas. No debe darse
nada gratis, sino que cada concesión que hagamos debe ir seguida de una concesión de la
otra parte. Con ello conseguimos dos cosas: en primer lugar, que nuestro opositor reciba
una clara señal del precio que ponemos a la concesión, y en segundo lugar, le estaremos
educando para el intercambio: tiene que responder a todas nuestras concesiones con otras
concesiones.
EL CIERRE:
La segunda tensión es la que nos empuja a llegar a un acuerdo antes de que nuestro
oponente nos saque más a nosotros. Cuanto más dura la negociación, más tiempo tenemos
para sacar todas las concesiones posibles a nuestro opositor, pero también tiene más
tiempo él para hacer lo mismo con nosotros.
Y esta euforia puede ser un somnífero y hacer bajar la guardia a los negociadores.
Cuando estamos muy interesados en llegar a un acuerdo y aliviados por haberlo
conseguido, podemos descuidar los detalles menores de lo acordado.
Rol es un modelo organizado de conducta que define la posición que deberá asumir un
individuo. En el grupo negociador los roles se determinan de antemano, de acuerdo a la
estrategia a seguir en la negociación y los objetivos de la misma. Entre los más
importantes el autor considera:
Enuncia o transmite algo como propio pero que en todo momento se corresponde con
los intereses del grupo negociador y con los objetivos de la negociación. En diferentes
situaciones pueden aparecer distintos emergentes.