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CARRERA: GESTION Y MANTENIMIENTO DE MAQUINARIA PESADA

CICLO: I

SECCION: C

DOCENTE: RODRIGUEZ MORENO ROCIO MARIVEL

CURSO: TECNICAS DE EXPRESION ORAL Y ESCRITA

ALUMNO:
 BARRETO QUIÑONES LUIGGI

2019 – I
ÍNDICE

CARATULA………………………………………………………………………………………………. 1
INDICE……………………………………………………………………………………………………. 2
PRESENTACIÓN………………………………………………………………………………………… 3
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………………… 4
CONTENIDO…………………………………………………………………………………………. 5-14
DISCUSIONES…………………………………………………………………………………………. 15
CONCLUSIONES……………………………………………………………………………………… 16
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………………………... 16

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PRESENTACIÓN

Mi siguiente trabajo titulado " "


tiene la finalidad de exponer las características del mal uso del celular con
llevando a muchos daños físicos y psicológicos, además agregando posibles
alternativas de solución para no estar con tanta frecuencia utilizando el
celular.

Espero, que sea de su agrado estimada maestra.

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INTRODUCCIÓN

En los últimos años el mundo ha experimentado avances tecnológicos que se producen a una
velocidad sin precedentes, muchos de los cuales se ven reflejados en Internet y la telefonía celular
que, en muchos aspectos, resultan complementarios. Resulta interesante observar cómo los distintos
grupos desarrollan diferentes capacidades para adaptarse, cada uno a su manera, a esta evolución
constante.
Mientras las generaciones más adultas aprendieron a manejar las nuevas tecnologías muy de a poco
y fueron tomando de ellas solo lo necesario, los más jóvenes han nacido en la era de la Internet y la
telefonía celular y, por ende, dependen de ellas para interactuar y comunicarse.
Por otro lado, en la actualidad los celulares ya no solo se limitan a la función de comunicar a dos
personas como los teléfonos de línea para cuyo reemplazo fueron concebidos, sino que han
evolucionado hasta transformarse en dispositivos capaces de enviar o recibir imágenes, videos,
documentos, música; comunicar a más de dos personas a la vez; indicarnos cómo llegar a un lugar…
en fin, se han convertido en pequeñas computadoras portátiles. El objetivo de este trabajo es informar
sobre las consecuencias del exceso del uso del celular en todas las etapas de las personas.
Sin duda alguna, debemos tomar conciencia ante este vicio, esperemos que nuestra sociedad impulse
a evitar este vicio, sobre todo nosotros tomar conciencia.

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CAPÍTULO 1
EL USO EXCESIVO DEL CELULAR - ESTUDIOS DEMOSTRADOS

La compañía de Marketing y Comunicaciones Digitales IMS dice que, en promedio, las personas
destinan 120 minutos diarios a estar conectados en sus teléfonos móviles. Esa cifra, por sí misma,
significa una especie de revolución: se sabía que, durante los años 80 y 90, los primeros del siglo XX,
el entretenimiento en el cual se gastaba más tiempo era la televisión. Hace 15 años los estudios
indicaban que, en promedio, una persona podía pasar tres horas diarias frente a la caja que proyecta
imágenes y sonidos.

Hoy, según el estudio de IMS, las personas dedican alrededor de una hora diaria a la televisión, unos
40 minutos a la radio, 18 minutos a la lectura de un periódico o una revista, un poco menos a la de un
libro y unas cinco horas y media están conectados a la internet. De ese tiempo, casi la mitad se
consume a través del celular y, anota la investigación, la tendencia tiende a aumentar.

Un estudio presentado en diciembre del año pasado por la firma eMarketer, sostiene que 7 de cada
10 personas tiene un ‘Smartphone’.

Por otro lado, los trastornos de la revolución digital: según la OMS el 25 % de la población mundial
tiene problemas de conducta relacionados con el uso de las nuevas tecnologías: privarse de sueño
por estar conectado a la red, descuidar actividades como estudio o relaciones de familia y sociales;
irritabilidad cuando la conexión falla o resulta lenta, necesidad de conexión como lo primero y lo último
que se hace en el día.

Estas son algunas de las principales enfermedades que la afición desmedida por los celulares
puede causarle:

1. Posibles tumores cerebrales: En 2016 la Organización Mundial de la Salud, OMS, publicó los
resultados de una investigación coordinada por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el
Cáncer (CIIC), que tenía como objeto determinar si había vínculos entre el uso de los teléfonos móviles
y el cáncer de cabeza y cuello en adultos.

El estudio concluyó que, respecto a los posibles trastornos en el sistema nervioso por la exposición
constante a los campos electromagnéticos de los celulares, fenómeno conocido como

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‘hipersensibilidad electromagnética’, no se había podido determinar una relación causa efecto. Sin
embargo, la OMS ha sido enfática en aclarar que, debido al aumento de casos de personas que
presentan síntomas de trastornos en el sistema nervioso como aumento del ritmo cardíaco o la presión
arterial, se requieren más estudios para llegar a una conclusión definitiva.

Nomofobia es el término que se ha empezado a usar para designar el miedo a no tener cerca el celular,
una conducta que los psiquiatras califican de compulsiva.

La misma investigación, por otro lado, concluyó que “hay ciertos indicios de un aumento del riesgo de
glioma (tumor cerebral) en las personas que se hallaban en el 10 % más alto de horas acumuladas de
uso del móvil, aunque no se observó una tendencia uniforme de aumento del riesgo con el mayor
tiempo de uso. Basándose en buena parte en estos datos, el CIIC ha clasificado los campos
electromagnéticos de radiofrecuencia como posiblemente carcinógenos para los seres humanos”.

Los estudios, sin embargo, no llegan a una conclusión taxativa sobre el aumento del riesgo de cáncer
por la exposición a los campos electromagnéticos de los celulares, sin embargo, la OMS aclara que
eso puede deberse al hecho de que muchos tipos de cáncer solo pueden detectarse hasta muchos
años después del contacto que pudo provocar el tumor.

2. Síndrome de la contractura de cuello: Se conoce como ‘Text neck’ y es una enfermedad


provocada por el uso inadecuado y prolongado de las pantallas. Al inclinar el cuello hacia adelante
para observar, por ejemplo, la pantalla del celular, se sobrecarga la columna vertebral, la que
acostumbra transportar unos 5 kilos (la cabeza en posición normal), y se sobre exige con hasta 27
kilos al llegar a los 60 grados de inclinación.

Este fenómeno si se presenta con exceso puede conducir a la condición conocida como neuralgia
occipital, en la que los nervios occipitales -que van desde la parte superior de la médula espinal hasta
el cuero cabelludo- se inflaman o dañan.

Los síntomas de esta enfermedad, que se conoce popularmente como el ‘síndrome del cuello roto’
son dolores de cabeza constantes, sensibilidad en el cuero cabelludo, molestias detrás de los ojos y
rigidez de la columna asociada a mareos.

El fisioterapeuta caleño Carlos de los Reyes sostiene que, si bien no hay estadísticas locales de este
tipo de síndrome, sí percibe un aumento de la dolencia, sobre todo en personas menores de 25 años.
“Estas pantallas cada vez más pequeñas obligan a las personas a mantenerse en la misma postura

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durante mucho tiempo, y eso hace que el músculo no se oxigene, allí se generan lo que se conoce
como micos o nudos.

La recomendación, dice el médico, es realizar siempre lo que se conoce como una pausa activa para
que los músculos tengan oxigenación.

3. Desórdenes en el sueño y problemas mentales: Según los resultados de una investigación


realizada por el Instituto Politécnico Rensselaer, de New York, en 2013, el uso constante de equipos
electrónicos como celulares, tablets o computadores, hasta dos horas previas a la hora de irse a la
cama, genera problemas de insomnio y desórdenes en el sueño.

La investigación demuestra que la exposición, dos horas antes de dormir, a la luz blanca y brillante
que emiten las pantallas de computadores, tabletas, celulares y televisores causa insomnio porque
reduce en un 22 % los niveles de melatonina, la hormona que regula el sueño.

La glándula pineal, que produce la melatonina en la noche y en la oscuridad, es muy sensible a las
variaciones de luz, y la emitida por esos equipos electrónicos hace que se reduzca o se paralice la
emisión de la hormona del sueño.

Según el doctor César González, psiquiatra especializado en sueño del Centro Médico Imbanaco, uno
de los grandes problemas del insomnio es que quienes lo padecen tienen una mayor probabilidad de
desarrollar una variedad de problemas psiquiátricos y de hacer uso más frecuentemente de los
servicios de salud. Más aún, los desórdenes del sueño pueden hacer sentir a las personas más
estresadas durante el día, lo que hace que sean menos productivas.

4. Sobrepeso en niños y adolescentes: A mediados de la primera década de este siglo, el ejecutivo


de Google Daniel Sieberg acuñó la expresión ‘obesidad digital’, para hacer referencia al exceso de
uso o a la dependencia de las nuevas tecnologías, como los aparatos celulares o las tabletas.

De acuerdo con datos de la OMS, lo que se conoce como ‘obesidad digital’ es, además, una de las
principales variables a la hora de explicar las causas de la obesidad física durante los últimos 15 años,
periodo en el cual el uso de las tecnologías informáticas ha experimentado un aumento casi
exponencial.

5. Adicción comportamental: La psiquiatra especialista en adicciones Delia Hernández sostiene que


el uso excesivo de aparatos electrónicos está conduciendo a muchos jóvenes a un patrón adictivo
conocido de compulsión que, además, puede estar dentro de lo que se conoce como ‘adicción

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comportamental’, un estado en el cual lo que se conoce como ‘sistema de recompensa’ de cada
persona se encuentra.

Javier Díaz, residente de psiquiatría del Hospital Psiquiátrico, explica que este sistema es el que regula
el placer o la gratificación en diversas actividades en el ser humano, como comer, dormir, tener sexo,
y está mediado por la dopamina, la hormona de la felicidad. “Lo que sucede con las drogas es que
estas permiten liberaciones anómalas de dopamina y de ahí viene su potencial adictivo”, dice Díaz.

En el caso del uso de los aparatos electrónicos se ha detectado que su abuso puede alterar el sistema
de recompensa generando una sensación de satisfacción y de alegría por su uso y, en consecuencia,
una sensación de vacío cuando no se tiene acceso a ellos.

“Y de ese modo, como en otras adicciones, se empieza a requerir mayores ‘dosis’ de uso para obtener
satisfacción y ese fenómeno comienza a tener consecuencias negativas sobre la vida de las personas:
interfiere en su trabajo, en sus relaciones sentimentales, interpersonales, etc.”

Para la doctora, uno de los grandes problemas de este tipo de adicción es que, como se trata de un
comportamiento que cada vez es más aceptado socialmente, su naturaleza de adicción se trivializa y
no se le presta la atención suficiente. Javier Díaz explica, por ejemplo, que ha atendido varios casos
de pacientes con cuadros adictivos a su celular, derivados de juegos como ‘Candy Crush’, ‘Sims’
‘Diamond Dash’, que se juegan en línea a través de dispositivos móviles o de computadores.

6. Afectaciones crónicas en los ojos: “Los dispositivos electrónicos que se utilizan en distancias
cortas emiten una gran cantidad de luz azul y una sobre-exposición es nociva para nuestra salud
visual: genera fatiga, estrés visual y puede causar la muerte prematura de las células de la retina”,
afirmó en un artículo publicado por el diario ABC de España Isabel Yuste, optometrista especializada
en Baja Visión y cofundadora de la Óptica Kepler.

Según la especialista, el hecho de estar viendo constantemente hacia la pantalla de los dispositivos
móviles disminuye el número de parpadeos promedio que debe hacer el ojo por minuto para
mantenerse humedecido, de ahí que el enrojecimiento ocular sea común entre quienes usan con
exceso este tipo de aparatos.

Por su parte la OMS sostiene que las discapacidades visuales más comunes se deben al contacto
constante de las personas con varias pantallas de artefactos tecnológicos.

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Entre las dolencias más complicadas generadas por uso excesivo de dispositivos electrónicos se
cuenta el aumento de presión en el ojo debido a su exposición constante a la luz directa de los
monitores de los dispositivos que puede conducir al glaucoma ocular, la segunda causa de ceguera
en el mundo.

Los errores refractivos, la visión borrosa, a su vez, pueden ser el origen de constantes dolores de
cabeza y con el tiempo pueden causar o agravar enfermedades como la miopía, la hipermetropía y el
astigmatismo.

7. Síndrome del túnel carpiano y “Whatsappitis”: Esta es quizá la dolencia más común generada
por el uso excesivo de aparatos electrónicos como el celular, las tabletas y el computador.

El fisioterapeuta Carlos de los Reyes aclara que no es lo mismo padecer del síndrome del túnel
carpiano que de una tendinitis, y que ambas dolencias pueden presentarse al mismo tiempo.

El síndrome del túnel carpiano se presenta cuando se ve afectado el nervio mediano, que permite la
sensibilidad a toda la mano, afectación que provoca entumecimiento, hormigueo, debilidad, o daño
muscular en la mano y dedos.

Las otras afectaciones más comunes son lesiones en los tendones de las manos, especialmente en
los de los dedos pulgares, que son los más usados para ‘textear’.

Este tipo de lesiones se empezó a denominar ‘Whatsappitis’, luego de que en marzo de 2014 se
conociera el caso de una mujer en España que había permanecido enviando mensajes a través de
WhatsApp durante seis horas seguidas.

Según lo relata la revista de salud The Lancet, la mujer estaba próxima a dar a luz y recibía las
felicitaciones a su teléfono móvil. Luego de ese tiempo no pudo mover las manos y los especialistas
tuvieron que intervenirla para que recobrase el movimiento. Este testimonio fue publicado como el
primer caso de 'Whatsappitis' en la revista.

Al igual que el síndrome de la contractura de cuello, las lesiones en los tendones de las manos y el
síndrome del túnel carpiano son cada vez más comunes en menores de 25 años.

OTROS DAÑOS: Vivimos en una época en la que es casi imposible pasar mucho tiempo lejos de
nuestro celular. Este dispositivo electrónico se volvió nuestro principal medio de comunicación, y no
sólo eso, es cámara fotográfica, reproductor de música, gps, entre otras funciones.

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Durante el día realizamos cientos de micro interacciones, que incluyen la revisión de nuestro mail,
redes sociales, y demás apps. Esta situación no solo se ha vuelto un vicio, sino que a la larga genera
daños en la salud.

1. Neuralgia occipital: Este dolor muscular es conocido también como: el síndrome del cuello roto; este
mal es ocasionado principalmente por una mala postura. La mayoría de las personas que usan su
celular en exceso no lo hacen con una postura adecuada, al contrario, suelen encorvarse o agachar
demasiado la cabeza.

En ocasiones, esta condición neurológica puede confundirse con dolor de cabeza o migraña, pero no
lo son. El dolor puede ser intenso, como un ardor en el cuello, que comienza en la base de la cabeza,
y se extiende a través de la parte superior del cuero cabelludo.

2. Dolor y rigidez en manos y dedos: Pasar la mayoría del tiempo con el celular entre manos tiene sus
consecuencias. Una de ellas es sentir dolor y rigidez tanto en los dedos como en las manos; es
probable que incluso percibamos cierto hormigueo y es que, la musculatura de nuestra mano se
resiente después de pasar horas pulsando teclas en el teléfono.

La mayor consecuencia que trae consigo este vicio es la tendinitis, que es la inflamación de los
tendones o bandas elásticas que une a los músculos con los huesos.

3. Dificultad para respirar: Relacionado al punto número uno, las malas posturas que
adoptamos pueden llegar a provocar sensación de opresión en el pecho y dificultad para respirar con
normalidad a causa de la pérdida de capacidad del volumen pulmonar por el cierre del tórax e
insuficiencia de expansión costal.

4. Vista cansada: Cada vez es más común ver a personas jóvenes usar lentes, y esto debido a que las
letras en el celular son muy pequeñas y nuestros ojos tienen que hacer un esfuerzo mayor para leer
todo el día. La vista cansada y borrosa es una consecuencia de pasar largas horas frente a una
computadora y celular, la cual genera daños a corto plazo. De acuerdo con un estudio de la
Universidad Complutense de Madrid, pasar durante horas viendo el celular tensa los músculos de los
ojos, lo que provoca miopía temporal.

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5. Daños en la columna vertebral: La posición forzada que adoptamos al utilizar nuestros dispositivos
móviles, genera alteraciones en la columna cervical, provocando inestabilidad y rigidez en ciertas
zonas de la columna vertebral.

6. Insomnio: Cuando se apaga la computadora, queda la tablet y si a ésta se le agota la batería,


siempre está el celular. Algunos investigadores creen que las luces LED de estos dispositivos
interfieren con los mecanismos cerebrales que producen la melatonina, la hormona del sueño. Usar el
celular antes de dormir activa varios receptores que hacen pensar a nuestro cerebro que aún es de
día y que podemos permanecer más tiempo despiertos. La salud mental y el sueño están
ligados. Dormir mal o dormir poco puede causar depresión y problemas físicos como presión alta,
diabetes y obesidad.

Según un estudio realizado en 2015 por investigadores en Qatar, dormir poco hace que aumente
nuestro apetito y la resistencia a la insulina.

CAPÍTULO 2

SIETE REGLAS PARA EVITAR QUE SU CELULAR DOMINE SU VIDA

Los investigadores llaman a estos pequeños controles de los aparatos personales "micro
interacciones", que incluyen las rápidas revisiones del email, redes sociales, apps, y que a menudo no
duran más de unos segundos.

Y si es desconcertante que chequear el teléfono se haya vuelto un vicio, hay una ironía particular en
mi caso: durante los últimos meses he estado participando en un proyecto para diseñar un "código de
conducta" para el uso de celulares en Sunshine Coast, Australia.

1. Conversar ahora, mandar textos después:

La idea es simple: por cortesía de las pantallas mágicas que cargamos en nuestros bolsillos o carteras,
podemos hacer casi cualquier cosa en línea, en cualquier momento, a cualquier hora.

Así que lo hacemos, sin poner límites que protejan nuestro tiempo de esparcimiento y placer: cenas o
sueño, vacaciones o momentos íntimos.

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2. Tomarse un día libre de teléfono:

Hay un aspecto molesto en este desafío: ¿no deberíamos simplemente aprender a controlarnos? Cada
dispositivo tiene un botón para apagarlo. Sin embargo, somos peculiarmente renuentes a utilizarlo.

Esa tendencia tiene hasta su propia sigla: FOMO (traducido a español sería MAPA, pues viene de
"miedo a perderse algo") y es la versión moderna de un temor que tradicionalmente ha acompañado
al humano social, el miedo a ser excluido.

¿Cómo podemos resistirnos a las continuas dosis de dopamina que nos dan esos "me gusta" en las
redes sociales o el ver que alguien re tuiteó algo nuestro?

Nuestras mentes tienen una capacidad limitada para la toma de decisiones de alta calidad y la guardan
celosamente. Como dice el autor Charles Duhigg en su libro "El poder del hábito", de 2012, "la mayor
parte de las decisiones que tomamos todos los días pueden parecer producto de una toma de
decisiones bien pensada, pero no lo son".

Una vez decidimos mantener nuestro móvil teléfono encendido y metido cómodamente en el bolsillo,
caemos en lo automático. Los hábitos son las acciones que se nos ha metido debajo de la piel y llegan
a ser parte de nosotros.

Por lo tanto, rompamos la rutina y hagamos que nuestros hábitos vuelvan a ser más visibles. Quizás
la mejor manera es dejar el teléfono en la mesa de noche todo el día, o ponerlo en "modo avión" y
disfrutar de unas horas felices desconectado.

O, quizás requiera de un método más extremo, como el que emplea el autor Evgeny Morozov, quien
bloquea rutinariamente sus dispositivos digitales metiéndolos dentro de una caja fuerte con un
temporizador.

3. Evitar ser un "busca todo":

En otras palabras, renunciar a los mapas, buscadores y los sitios web de recomendaciones de tanto
y tanto, y entregarse a la casualidad, a lo inesperado.

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Si tenemos que utilizar el teléfono para explorar el entorno, utilicemos una de las varias aplicaciones
que animan a hacer descubrimientos fortuitos. Conectemos el destino a la aplicación "Serendipitor",
por ejemplo, que le dará instrucciones para que vaya vagando en vez de corriendo por el lugar, o
incluso sugerencias como "siga al auto de adelante".

Imaginemos el número de conversaciones y encuentros nunca habrían sucedido si cada pregunta


hubiera sido contestada por una persona mirando a una pantalla privada.

Perderse un poco y descontrolarse -tanto literal como metafóricamente- es la manera perfecta de


encontrar nuevas preguntas que ni siquiera sabía que quería preguntar.

4. ¡Ni los codos ni los teléfonos sobre la mesa!:

Hablemos del "phubbing": desairar a otras personas haciendo caso omiso de ellas, por prestarle toda
la atención a su teléfono móvil.
La palabra ha capturado la atención del mundo gracias al deseo creciente de contrarrestar las
consecuencias sociales de la indiscriminada inmersión tecnológica.

En ninguna parte la descortesía del phubbing es más marcada que en la mesa, donde probablemente
nació la idea de los buenos modales. Si hay una diferencia entre el comer y simplemente ingerir
calorías es el placer y gratitud de compartirlo con otros.

Estudios recientes indican que el sólo dejar el teléfono a la vista durante una cena genera fuertes
sentimientos negativos en quienes le rodean. Así que es quizás más beneficioso de lo que piensa
dejar a la tecnología de lado.

5. Mirar antes de disparar:

El filósofo Aristóteles decía que somos lo que hacemos repetidamente. Entre otras cosas entonces,
somos gente que toma muchas fotos con sus teléfonos. Eso está bien, como confirmarían que
nuestros padres que no se cansan de ver fotos de su nieto. Sin embargo, tenemos que reconocer que
vivir la vida a través de un lente puede arruinar precisamente lo que queremos capturar.

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6. Probemos antes de cargar:

A veces, las tecnologías digitales nos tratan como algo menos que humanos: como apenas unos
globos oculares mirando la pantalla y unos dedos tecleando botones. Pero seguimos siendo seres de
carne y hueso. Existimos en lugares y momentos determinados, y sólo podemos aprovecharlos si le
damos plena expresión a toda la gama de nuestros sentidos.

Antes de compartir una imagen en Instagram, asegurarse de hacer una pausa, degustar, respirar el
aire profundamente, fijar el presente tan plenamente como se lo permita su presencia física, y sólo
entonces, cargue la representación en dos dimensiones que más le guste de esa experiencia.

Como el filósofo y científico informático Jaron Lanier señaló, las medidas sensoriales como el sabor y
el aroma son ignoradas por casi todas las tecnologías digitales.

Así es como funcionan las herramientas. El peligro es que, si no tenemos cuidado, se produzca un
olvido fundamental que nos lleve a valorar sólo lo que nuestras pantallas pueden medir.

7. Dejar dormir al teléfono:

Con la cabeza sobre la almohada, es tentador para mirar el teléfono por última vez. Sin embargo,
prepararse para que el sueño sea interrumpido.

¿Por qué? Las pantallas de los dispositivos electrónicos emiten luz azul, que su cerebro asocia con la
luz del día. La exposición hace estragos con el reloj de su cuerpo, mientras que la estimulación –"sólo
un vínculo, tuit, email o texto más"- hace lo mismo con su ya sobrecargada capacidad de atención.

Un código de conducta no puede resolver todos los problemas. Pero puede ayudarnos a romper con
los hábitos de medio reconocidos y a recordar que los momentos bien vividos son muy diferentes a
sencillamente llenar los días. Como dice el autor británico Tim Harford, "los teléfonos inteligentes son
adictivos, así que piense primero qué adicciones quiere tener".

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DISCUSIONES
 Me preocupa mucho el papel que la inteligencia artificial -y, en definitiva, la tecnología- está
adoptando tanto en la sociedad en general como en nuestro día a día. No se trata de que
alguien prefiera tener un “robot-mascota” que adoptar un animal de carne y hueso, o que un
lunático consiga su minuto de gloria casándose con un muñeco. La cosa está yendo mucho
más allá.
 El Parlamento Europeo ya debate sobre los derechos de los robots, al tiempo que estudia si
deberían o no cotizar por su trabajo. Aunque parezca la más pura ciencia ficción, esto está
pasando a día de hoy y forma parte de nuestra realidad.
 Pero, ¿por qué lo hacemos? Al fin y al cabo, son aparatos creados por nosotros mismos que
no tienen la capacidad de sentir. ¿Qué será lo siguiente? ¿Llegará un día que estaremos tan
“enganchados” a los robots como hoy lo estamos a los teléfonos móviles?
 Sin negar que obviamente la tecnología (y más concretamente internet) ha producido avances
impensables hace décadas para nuestros abuelos, padres e incluso para muchos de nosotros,
resulta inevitable preguntarse si la dirección que llevamos es la correcta.
 Esa es la verdadera esencia de las “herramientas” tecnológicas y digitales, para lo que fueron
creadas: hacernos la vida mejor y más fácil. Y, de hecho, por eso casi nadie renuncia a tener
un teléfono móvil o un ordenador en casa. ¡Y por supuesto que hace bien teniéndolos!
 No es la primera vez que tener salud abordamos los trastornos que derivan de su uso abusivo.
Van desde problemas de vista generalizados (por la utilización masiva de pantallas) a mala
calidad y trastornos del sueño, así como un incremento del número de casos de artrosis
precoz en el pulgar (por culpa de teclear permanentemente en el teléfono móvil).
 Y a ellos se suman, por supuesto, los graves problemas psicológicos que provoca vivir
permanentemente en una realidad paralela magnificada a través de aplicaciones, programas,
redes sociales… la cual hace perder el contacto con lo que de verdad nos rodea, las cosas
que realmente se pueden tocar, oler y sentir.

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CONCLUSIONES
 La realidad es la que es, y el uso que la mayoría hace de la tecnología es completamente
abusivo (incluso adictivo). El teléfono móvil y el ordenador se han convertido en tal fuente de
estrés y ansiedad que llegan a desencadenar enfermedades. Y es algo que afecta a todos los
rangos de edad.
 El absurdo al que llegan algunas situaciones da pie a bromas y chistes (convertidos en
fenómenos virales que, precisamente, nos llegan a través de las dichosas pantallas). Pero lo
cierto es que detrás de esto se oculta un drama enorme y sin precedentes.
 Los artífices de cada uno de los logros alcanzados a lo largo de la historia de la humanidad
han sido los seres humanos -sus mentes-, y no la tecnología o cualquier otra herramienta
generada artificialmente por ellos mismos.
 Descubrimientos, expediciones, conquista, basta echar un vistazo hacia atrás y la historia nos
recuerda todo lo que hemos sido capaces de conseguir antes de convertirnos en una nariz
pegada a una pantalla, o antes de tener a un “San Google” al que preguntar todo cuanto
necesitemos saber.
 Y es que la tecnología forma parte de nuestro desarrollo como civilización desde hace
apenas unos siglos, mientras que el ser humano ha sobrevivido durante milenios gracias al
resto de cualidades que, precisamente, lo diferencian como especie (socialización,
creatividad, ingenio, aspiraciones).

BIBLIOGRAFÍA

 https://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/10/131022_liberese_de_su_telefono_finde
 https://www.lanacion.com.ar/opinion/mal-uso-del-celular-nid2112124
 https://www.vanguardia.com/tecnologia/los-siete-peligros-para-su-salud-por-el-uso-
excesivo-del-celular-OGVL410178
 https://prezi.com/xka0x9mzv-wt/el-uso-inadecuado-del-telefono-celular/

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