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11/09/2018
1. EL ELEMENTO.
Al inicio del libro el autor narra cómo tres personajes famosos alcanzaron el éxito
profesional, tras descubrir su “Elemento”. El primero de ellos es Gillian quien tenía
problemas para mantenerse quieta en clase, prestar atención y seguir las indicaciones.
Los directivos de su escuela creían que su conducta era perturbadora y que le iría
mejor en una escuela “especial”. Eso fue en el decenio de 1930, antes de que el
trastorno de deficiencia de atención fuese un diagnóstico común. Su madre la llevó
con un psicólogo, quien la sometió a una serie de pruebas y recomendó que asistiera
a una escuela de danza. Gillian describe así su experiencia: “Entré en un cuarto que
estaba lleno de gente como yo, que no podía quedarse quieta, que tenía que moverse
para pensar”. Esta es la historia de Gillian Lynne, la renombrada bailarina que hizo la
coreografía de las producciones musicales de Broadway Cats y El fantasma de la
ópera para Andrew Lloyd Webber.
El caso de Matt Groening, creador de la serie Los Simpsons, que decidió no seguir los
consejos de aquellos que le decían que tenía que dedicarse a una carrera «de
verdad», en lugar de pasarse el día dibujando e inventarse historias cómicas para
divertirse, es otra muestra clara de que debes confiar en ti, y explotar tu elemento para
hacer lo que realmente te hace feliz.
Así como ellos es fácil encontrar ejemplos de personas exitosas en la vida que si
supieron encontrar su Elemento. Sin embargo, “el camino marcado” tanto por el
sistema educativo como por el sistema empresarial suele ignorar este aspecto.
Estamos en una época donde solo nos interesa el bien personal y en hacernos más
millonarios y conseguir mas que otros.
Tal es la situación actual en el sistema educativo, que gran parte de los estudiantes
nunca llegan a explorar todas sus capacidades e intereses. En lugar de desarrollar
nuestras habilidades naturales y capacitarnos para que nos abramos paso en la vida,
los retienen, haciendo deteriorar la motivación y sobretodo en la creatividad
individual.
La secuencia es más o menos así: lo entiendo -> me encanta -> lo quiero -> ¿dónde
está?
El libro expresa que la batalla constante entre las distintas formas de comprobar la
inteligencia (por parte de las organizaciones estudiantiles), y las muestras de
imaginación vueltas fugaces por su aparente insignificancia. Los "genios" son aquellos
con un coeficiente intelectual alto, no quienes observan de una manera diferente las
cosas.
Todos nacemos creativos y todos debemos ser como niños. A partir de las
historias descritas, y en particular la de la pintora Faith Ringgold y sus
anécdotas de la niñez, Ken Robinson muestra como los niños no tienen
restricciones en su imaginación, y como a medida que crecen comienza a
restringirse en gran parte por la influencia del sistema educativo tradicional. Me
gustó en particular una reflexión muy interesante sobre la similitud entre ser
creativo y leer: Cuando conoces a alguien que no sabe leer, no dices que no
puede sino que no ha aprendido. De la misma forma, cuando alguien no es
creativo es simplemente que no lo ha aprendido todavía.
Relación entre inteligencia y creatividad. En oposición a mucho del
pensamiento tradicional, Robinson hace un análisis muy interesante de la
creatividad y muestra cómo va de la mano con la inteligencia.
Nunca debemos dar las cosas por sentado, y ese es el poder de la
imaginación: La capacidad de crear.
La creatividad es imaginación aplicada. La creatividad es un proceso que
permite que la imaginación se convierta en algo que genere valor.
Estar en "el Elemento" estimula la creatividad, pues la innovación y las ideas
surgen cuando se ama el entorno, cuando jugamos en nuestro ambiente.
Para desarrollar la creatividad es necesario que desarrollemos también las
habilidades necesarias. Por eso más que enseñar matemáticas o cualquier
conocimiento, es fundamental que enseñemos las posibilidades creativas del
conocimiento que transmitimos (ojalá tu profesor de matemáticas te haya
enseñado el potencial creador de esta hermosa ciencia).
Ser creativo implica abrir la mente. Si el lector de este blog quiere desarrollar
su creatividad, creo que tiene que leer este capítulo pues Robinson presenta
muchos elementos sobre el pensamiento no lineal, sobre el funcionamiento del
cerebro y mucho más.
Se aumenta la creatividad cuando se está con otros, cuando se aprovecha que
todos somos distintos en nuestras inteligencias y en nuestra creatividad y ahí,
precisamente ahí donde estamos entre gran diversidad, es que se desarrollas
las ideas.
En realidad todos somos creativos, pero desde un punto de vista personal e inimitable.
Son los intereses y las aptitudes personales las que nos guían hacia la explotación de
nuestra creatividad personal. Normalmente los profesionales más creativos, son
aquellos que han encontrado un trabajo que les encanta hacer, a través del cual
conjugan muchas de sus habilidades naturales de una forma totalmente única.
4. EN LA ZONA
Aquí el autor no solo se conforma con dar conceptos como El Elemento, la creatividad
o la inteligencia, sino que va más allá, para llevar al lector a todos esos elementos que
giran alrededor del Elemento y que ayudan a entender y potenciar la vida de cada
persona. En este capítulo el autor también da a conocer otro aspecto muy importante
para que desarrolles tu Elemento y es la zona, la zona es el lugar, momento o
ambiente en el que la persona se encuentra en lo más profundo de su Elemento.
“Cuando estamos en nuestro Elemento, sentimos que estamos haciendo lo que se
supone que tenemos que estar haciendo y siendo lo que se supone que tenemos que
ser. Cuando se está conectado de esta manera con nuestros más profundos intereses
y nuestra energía natural, el tiempo tiende a pasar más rápido, con mayor fluidez.
Cualquier cosa que estés realizando resulta sencilla porque unificas la energía con el
proceso y con el esfuerzo que estás haciendo y sientes realmente que las ideas fluyen
a través y fuera de ti, y que de alguna forma estás canalizándolas; estás siendo su
instrumento en vez de obstruirlas o de empeñarte en alcanzarlas.”
Dedicarte a lo que realmente amas, no significa que vayas a estar siempre en la zona.
Siempre existen tareas relacionadas con lo que haces, a través de la cuales no fluyes,
o simplemente puede ser que “hoy no sea un buen día”.
Así como las actividades que no te gusta hacer, te hacen sentirte “pesado” y te dejan
sin fuerzas. Aquellas que te encanta hacer, lejos de quitarte energía, te la dan. Esto
suele ser un claro indicativo de que estás en la zona y por tanto dentro de tu Elemento.
Por eso es vital que todos encontremos nuestro Elemento. Y no hay una fórmula fija
para encontrarlo, ya que existen tantas posibilidades de estar en la zona como
personas existen en el planeta, se trata de algo muy personal.
5. ENCONTRAR TU TRIBU
“Es difícil que se sienta realizado cuando no está logrando algo que le importe”.
Ser fiel a uno mismo, supone tener una fuerte determinación. Por eso la actitud tiene
mucha importancia a la hora de buscar el Elemento. Lo que ocurre normalmente es
que la mayoría de la gente no suele afrontar sus propias miedos ni tampoco su falta de
autoconfianza. El miedo suele ser el obstáculo más común para encontrar el
Elemento. ¿Cuántas veces te has dejado de hacer algo que realmente te apetecía por
miedo? La actitud es: aunque tengas miedo, actúa igualmente.
Además de nuestros propios miedos, está también el miedo al qué dirán (o qué
pensarán de mí los otros). La desaprobación de los demás nos da un miedo tremendo,
sobre todo si hablamos de nuestros seres queridos. Tu pareja, padre, madre, hijos, o
amigos, seguramente “tienen la certeza de saber qué es lo mejor para ti” y por tanto
pueden ser un gran obstáculo añadido a tu encuentro con tu Elemento. Un ejemplo
notable es el de Paulo Coelho: Cuando era adolescente le confesó a sus padres que
quería ser escritor, sin embargo éstos tenían la firme idea de que debía dedicarse a la
abogacía para tener una carrera de éxito. Así que le internaron tres veces en un
hospital psiquiátrico “por su bien” para que le quitaran esas absurdas ideas de la
cabeza. Aún así Paulo Coelho encontró su Elemento, fue fiel a sí mismo a pesar de la
oposición de su familia y se dedicó a la escritura. Hoy en día su novela El Alquimista
convirtió en éxito de ventas con más de 40 millones de ejemplares vendidos en todo el
mundo.
El pensamiento grupal
Como barrera más externa está la cultura, ese "comportamiento contagioso" que se da
en nuestro contexto social y que es natural para nosotros pues desde que nacemos
tenemos cierta tendencia a imitar para sentirnos cómodos. Por eso en muchas
ocasiones debemos dejar la comodidad de nuestra cultura para poder romper nuestros
propios límites.
Ken Robinson nos advierte que al leer su libro es posible que caigamos en el:”bueno,
bueno, para encontrar tu Elemento tal y como lo hicieron Meg Ryan o Paulo Coelho,
se necesita tener mucha suerte”. Pero Ken nos recuerda que la suerte es más bien
una cuestión de actitud ante la vida. A todos nosotros nos suceden cosas buena o
malas cada dia, la cuestión no es esa, sino qué hacemos cada uno de nosotros con
las cosas que nos pasan, esto es lo que marca la diferencia.
Las personas que han encontrado su Elemento, son personas que saben que la
pasión y la actitud antes los acontecimientos y antes si mismos son imprescindible en
sus vidas.
9. ¿DEMASIADO TARDE?
Por estas razones, y muchas más, la edad es más una ventaja que un impedimento.
Recuerda, nunca es demasiado tarde pues "en realidad, todo se reduce a nuestra
capacidad de continuar desarrollando nuestra creatividad y nuestra inteligencia a
medida que entramos en nuevas etapas de la vida".
Para hallar ese “cómo” debemos dejar de creer que la vida es lineal. La vida humana
es dinámica y cíclica, y es que capacidades diferentes se expresan con más o menos
intensidad en distintos momentos de nuestras vidas. Constantemente tenemos a
nuestro alcance oportunidades para evolucionar y encaminarnos hacia lo que
realmente nos llena e interesa, la cuestión es creer que esto posible para poder verlas,
en lugar de que nos pasen desapercibidas en medio de nuestra rutinaria vida. Créeme,
estás a tiempo de encontrar tu Elemento.
Estar en tu Elemento no significa que debas dejarlo todo, tu trabajo, tu familia, tus
amigos, etc para dedicarte por completo a ello. Tienes la opción de vivirlo simplemente
como un hobbies, de manera que te sirva de desahogo a tu profesión habitual en la
que a lo mejor no haces nada creativo o que te apasione. El objetivo final de todo esto
es que tu vida deje de ser una simple rutina de “cosas que debo hacer” para
reorganizarse en un nuevo equilibrio que comprenda también la plenitud y la
superación personal.
Los sistemas educativos actuales se basan en una sola cosa: que logremos pasar una
serie de pruebas y exámenes, pero ¿dónde quedan los estilos individuales de
aprendizaje de cada alumno? El aprendizaje acontece en la mente y alma de las
personas, y no en una hoja de test.
EN CONCLUSIÓN