HANNAH ARENDT

1906-1975

 BIOGRAFÍA
Nace en Hannover en 1906 en una familia judía de clase media, partidarios de la asimilación y próximos al socialismo.
En sus estudios en Filosofía, conoce a Heidegger y Jaspers mantiene con ellos, sobre todo con Heidegger, una larga amistad.
Es empujada al exilio por el nazismo en el 33. Su nombre estaba en poder de la GESTAPO.
Se exilia en Paris hasta el 43, allí conoce a Benjamín.
En 1940, los refugiados alemanes fueron trasladados a Campos de Internación, Arendt va al campo de Gurs. En la caída de Paris
logra salir y se dirige a EEUU.
En EEUU, escribe “Los orígenes del totalitarismo” en 1951, “La Condición Humana” en 1958 y “Eichman en Jerusalén” en 1963.
Lleva una intensa actividad pública, en parte por su actividad académica y en parte por las controversias con sus trabajos. La
publicación de Eichman marcaría su ruptura con la comunidad judía.
Su obra es difícil de encuadrar en las corrientes de pensamiento. Es considerada tanto una conservadora como una radical.
 INFLUENCIAS EN LA OBRA DE ARENDT
En sus obras hay ausencia de cuestiones metodológicas. Pero su punto de partida es el fenomenológico (Heidegger). Se hace
sentir en tres temas centrales:
- la relación de los conceptos con la experiencia,
- la importancia del lenguaje y
- su interpretación de la acción como revelación del sujeto.
Arendt intenta recobrar el significado original de la actividad humana por excelencia: la acción política.
Arendt utiliza la historia seleccionando aquellos fragmentos que pueden rescatar el pasado del olvido e iluminar nuestro
presente. (Benjamín)
Su proyecto teórico se centra en el análisis de los fenómenos políticos relevantes del SXX: el totalitarismo, la acción, la
revolución, o el poder.
 ASPECTOS GENERALES
Una de las tareas que aborda constantemente en todas sus obras es establecer una genealogi ́a de los fenómenos poli ́ticos que
nos descubra el sentido original.
El hilo conductor presente a lo largo de toda su obra es la recuperación del sentido de la acción poli ́tica como la más alta
actividad humana y del espacio público en el que esta acción se manifiesta.
Arendt se centra en lo que denomina “la tradición perdida” identificada con la tradición republicana.
Al igual que ellos, Arendt vincula política con discurso y acción
 LA CONDICIÓN HUMANA.
Es una teoría de la acción. En esta obra desarrolla y articula los elementos centrales de su teoría.
Hay dos elementos subyacentes en toda la obra: la distinción entre vida activa y vida contemplativa y el análisis de las causas
que motivaron la pérdida de la antigua estima por la política.
Las tres actividades centrales de la vida activa: labor, trabajo y acción, están relacionadas cada una con una condición humana:
la condición humana de la labor es la misma vida,
la del trabajo es la mundanidad y
la de la acción es la pluralidad.

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Al mismo tiempo, esas tres actividades están relacionadas con las condiciones más generales de la existencia humana: la
natalidad y la mortalidad
Cada actividad tiene un lugar, un espacio que le es propio: labor y trabajo se desarrollan en la esfera privada, y la acción en la
esfera publica.
La distinción entre labor, trabajo y acción supone una jerarquía ascendente en un proceso de culturización y de emancipación
del hombre respecto de la naturaleza .
 Labor
En la distinción entre las tres actividades, la labor ocupa la escala más baja, ya que en ella el hombre -el animal laborans- se
encuentra inmerso en la naturaleza.
“Es la actividad correspondiente al proceso biológico del cuerpo humano”
El producto de la labor es la vida misma. Se caracteriza por la combinación de necesidad y futilidad.
La labor es la más antipoli ́tica de las actividades porque no requiere la presencia de los otros hombres, de la pluralidad, sino
que por el contrario implica la perdida de la individualidad y de la identidad.
 Trabajo
Las actividades que se encuadran en esta categoría son amplias, e incluyen tanto la fabricación de objetos de uso como la
realización de obras de arte.
A través del trabajo el hombre se distancia de la naturaleza, dominándola.
En toda fabricación hay siempre un elemento de violencia. El homo faber sólo piensa en términos de medios y fines
estableciendo la utilidad como modelo para la vida humana.
A través del trabajo se construye lo que la autora denomina el mundo: se compone tanto por los objetos construidos como por
las instituciones políticas creadas a través de la acción y el discurso.
Por tanto, el mundo para Arendt va a ser sinónimo de civilización. Su principal característica radica en proporcionar una
estabilidad y durabilidad más allá́ de la vida individual.
Y está relacionado con la esfera pública (lo común a todos), el mundo estable sólido que comparten las personas es requisito
para la existencia de la esfera pública.
 Acción
La acción está ligada a la pluralidad y a la libertad como conceptos eminentemente poli ́ticos. La pluralidad constituye la
categori ́a central de su pensamiento.
La pluralidad es la condición humana sin la cual no solo no es posible la acción, sino la misma vida política. Supone “estar entre
hombres”.
La exigencia previa de una pluralidad representa una diferencia básica de la acción respecto a la labor y el trabajo: mientras
que estas se pueden ejercer en solitario, la acción requiere la presencia de los otros, de un publico.
¿Qué concepto de pluralidad? Hace referencia tanto a la igualdad como a la distinción.
“Si los hombres no fueran iguales, no podrían entenderse ni planear ni prever para el futuro las necesidades de los que llegaran
después. Si los hombres no fueran distintos, es decir, cada ser humano diferenciado de cualquier otro que exista, haya existido
o existirá,́ no necesitarían el discurso ni la acción para entenderse”
Es una pluralidad de únicos, pone el énfasis en la distinción, en la individualidad. Rechaza las identidades colectivas. Esto es
central para entender porque para Arendt el totalitarismo es una dominación total.
Por libertad Arendt supone la capacidad de comenzar algo nuevo y la acción es la realización de esa libertad: «Los hombres son
libres tan pronto como actúan, ni antes ni después; ser libre y actuar es lo mismo»
Entiende la libertad como la participación en los asuntos públicos o a la admisión en la esfera pública.
Tanto la libertad como la acción aparecen ligadas a una noción que también reviste gran relevancia en su obra: la de comienzo.

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La idea de acción como comienzo mantiene una estrecha relación con la noción de natalidad . La natalidad política esta
vinculada a la aparición y revelación del sujeto en la esfera pública.
La vida que se desarrolla a través de la accion política, esto es, la vida del ciudadano, es la vida verdadera.
A pesar de que la mayoría de las acciones se manifiestan por medio de las palabras, acción y discurso no son idénticos, para
Arendt: la acción guarda una estrecha afinidad con comienzo, con natalidad, mientras que el discurso se relaciona con la
distinción, esto es, revela la singularidad del sujeto.
A través de la acción y el discurso se constituye la identidad de los sujetos. Y esa identidad sólo tiene lugar en la esfera pública.
«La presencia de otros que ven lo que vemos y oyen lo que oímos nos asegura de la realidad del mundo y de nosotros mismos”.
La ausencia de una esfera pública priva a las personas de realidad.
Rescata a la polis y la estimación por la política. La vida que transcurre en la esfera privada está relegada a un nivel inferior.
Lo que los sujetos revelan de si ́ mismos en la esfera publica es el «quien» y no el «qué» es alguien. Esto implica que con la
distinción Arendt pone el énfasis en la singularidad del agente desarrollando un concepto de acción individualista.
Su interés por liberar a la acción de toda subordinación respecto a los otros modos de la vita activa le conduce a dotar a la
acción, y por ende a la política, del mayor grado de autonomía posible.
Ello implica establecer unos limites precisos en el contenido de la acción: en la acción y el discurso no tienen cabida elementos
instrumentales, sociales, o morales, ya que de lo contrario, la inclusión de estos temas destruiría la misma naturaleza de la
acción
 Lo público y lo privado
Las tres actividades que constituyen la vida activa, acción, labor y trabajo, se desarrollan cada una en un espacio propio tal y
como rescata de la tradición poli ́tica de la ciudad-estado griega.
Pero Arendt lleva a cabo una apropiación acrítica de la distinción entre lo publico y lo privado tal y como aparece en la polis
griega, estableciendo una rígida separación entre ambas esferas.
La esfera de lo privado se identifica con el hogar doméstico, con la familia. En ella se desarrolla la labor.
Las relaciones que se establecen en este espacio están regidas por la necesidad y por la violencia. La fuerza y la violencia se
justifcan porque hay que dominar a la necesidad.
Habitar exclusivamente en la esfera privada significa carecer de ese espacio intersubjetivo de reconocimiento de la pluralidad
y éste es el sentido originario de la palabra privado: estar privado de la realidad.
Ese significado se fue perdiendo para Arendt por el surgimiento de una esfera social vinculada a la economía. Ello va a tener
como consecuencia para ella la privatización de lo público como una caracteristica de la modernidad.
Arendt describe el espacio publico en términos de diferenciación y antagonismo con la esfera privada.
La polis es el ámbito del hablar y actuar en común, y surge del hecho de compartir palabras y actos. Es el único espacio en el
que se puede desarrollar la libertad donde los ciudadanos se reconocen como iguales.
La esfera pública supone un espacio contra el tiempo, en el que la fragilidad y la futilidad inherentes a la acción puedan tener
una permanencia. A través de la poli ́tica se trasciende la mera temporalidad humana y se alcanza la inmortalidad.
El espacio publico, la polis, no tiene una localización física especial, no se identifica con un territorio o con una nación. La
definición de la polis se centra en el hecho del actuar y hablar juntos.
Critica a la Modernidad, a la sociedad de masas, a la dominación tecnológica y a la racionalidad instrumental que llevaron al
declive de la esfera pública y que van a estar asociados a dos fenómenos nuevos de la escena política: la esfera social y los
totalitarismos.
La esfera social como esfera híbrida que surge de la esfera privada. La transformación del interés privado por la propiedad en
un interés público. Ello tienen consecuencias: la labor ocupa ahora el más alto puesto en detrimento de la acción.

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  Los orígenes del totalitarismo
La primera edición es del año 1951 y hay una reedición con correcciones en 1958.
Las preguntas centrales que busca responder son: ¿Qué ha sucedido? ¿Por qué sucedió́? ¿Como ha podido suceder? Sus paginas
están impregnadas del horror ante la experiencia totalitaria, que hace difícil al lector sustraerse de la fuerza emocional que
desprende el libro.
Arendt trata de determinar la esencia del totalitarismo y lo encuentra en la transformación de la naturaleza humana, conviertiendo
a los hombres en automátas obedientes. Alrededor de este fin organiza todos los elementos.
Para Arendt sólo fueron gobiernos totalitarios la Alemania nazi (desde 1938 en adelante) y la Rusia de Stalin (a partir de 1930).
Para Arendt, el totalitarismo no se presenta como el ineludible final al que se ve abocada la Modernidad. La confluencia de una
serie de elementos, que no son en si ́ mismos totalitarios, pero que fueron usados como base del totalitarismo, es lo que hace
posible su emergencia.
- Esos elementos son: 1) expansionismo, 2) declive de la Nación-Estado, 3) racismo, 4) alianza entre
el capital y el populacho, 5) antisemitismo que va a desarrollar en las tres partes del libro:
antisemitismo, imperialismo y totalitarismo.
El totalitarismo como forma de gobierno se caracteriza por su radical novedad, diferenciándose de otras formas como la tirani ́a o
la dictadura.
A diferencia de las tirani ́as, que destruyen el espacio público, el totalitarismo acaba también incluso con la esfera privada,
aniquilando por completo cualquier posibilidad de movimiento.
El capítulo 12 y 13 son centrales para entender su tesis: la dominación total tiene como objetivo primordial, reducir la pluralidad y
diferenciación de los seres humanos a una única identidad, reduciendo toda espontaneidad y demostrando al mundo que todo es
posible.
Para llevar a cabo este objetivo se crearon los campos de concentración, que para la autora constituyen la institución central del
totalitarismo una vez instaurado en el poder.
Según Arendt el totalitarismo es una forma de dominio radicalmente nueva porque no se limita a destruir las capacidades políticas
del hombre aislandolo en relación con la vida política, como lo hacían las dictaduras y despotismos, sino porque tiende a destruir
también los grupos y las instituciones que forman la urdiembre de las relaciones privadas del hombre, sacándolo de este modo del
mundo y privándolo hasta de su propio yo.
Por eso, el fin del totalitarismo es la transformación de la naturaleza humana, la conversión de los hombres en “haces de reacción
intercambiable”, el perro de Pavlov.
Tal fin se persigue por medio de una combinación específicamente totalitaria, de ideología y terror.
La ideología totalitaria pretende explicar con certeza absoluta y de manera total el curso de la historia, se vuelve por
lo tanto independiente de todas las experiencias o afirmaciones empíricas y construye un mundo ficticio y lógicamente
coherente, del que se derivan directivas de acción cuya legitimidad está organizada por la conformidad con la ley de la
evolución histórica.
El terror totalitario sirve para traducir en realidades el mundo ficticio de la ideología, para confirmarla tanto en su
contenido como, sobre todo, en su lógica deformada. Afecta de hecho no sólo a los enemigos reales, en su fase de
instauración, sino también y de manera característica a los enemigos objetivos cuya identidad está definida por la
orientación política ideológica del gobierno más que por su deseo de trastocarlo y en sus momentos más extremos por
cualquier discrecionalidad.
El terror total que controla a las masas de individuos aislados y las mantiene en un mundo que se ha convertido para ellos en un
desierto se transforma en un instrumento permanente de gobierno y constituye la esencia misma del totalitarismo.

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En el plano organizativo la acción de la ideología y del terror se manifiesta a través del partido único, cuyas formaciones elitistas
cultivan una creencia fanática en la ideología y la propagan incesantemente y cuyas organizaciones funcionales llevan a cabo la
sincronización de grupos y de instituciones sociales y la politización aún de las áreas más alejadas de la política.
El régimen totalitario se estructura en ci ́rculos concéntricos, como las capas de una cebolla, donde el li ́der irradia su poder, a través
de la propaganda, en todas las direcciones desde el ci ́rculo interior.
Y a través de la policía secreta cuya técnica de operación transforma toda la sociedad en un espionaje omnipresente, en que cada
persona puede ser un agente de la policía y todos se sienten constanmente vigilados
Los orígenes del totalitarismo
Esta falta de estructura está de acuerdo con el movimiento y la imprevisibilidad que caracterizan al régimen totalitario y que está
encabezada por la voluntad absoluta del dictador, que siempre es capaz de hacer fluctuar el centro de poder totalitario de una
jerarquía a otra.
La voluntad del jefe es la ley del partido y toda la organización partidista no tiene otro objeto que ponerla en práctica.
El jefe es el depositario de la ideología, sólo él puede interpretarla o corregirla.
La misma policía secreta cuyo prestigio se ha incrementado en relación a los autoritarismo, se convierte en sólo un ejecutor de la
voluntad del líder, al que le corresponde decidir quién será el próximo enemigo potencial u “objetivo”
Según Arendt, la personalización del poder es una característica esencial de los totalitarismo